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Como Vencer La Timidez PDF
Como Vencer La Timidez PDF
Son éstas:
Existen ciertas diferencias entre una timidez natural que lleva a ser cauto (es una
virtud) y una timidez que invalida, o una fobia social que repliega a la persona en
su hogar y hasta le impide formar pareja.
Estas actitudes suelen estar relacionadas con un rasgo del carácter producto de una
educación infantil de tipo represiva o de sobreprotección.
Primero hay que distinguir si lo suyo es una personalidad prudente, lo que no sólo
no lo perjudica, sino que a veces, lo ayuda a no cometer errores. Esta timidez es
benigna y no requiere ningún tratamiento.
Si su timidez va aumentando con el tiempo y llega a inmiscuirse en su vida
negativamente, es el momento de hacerle un alto y ver como solucionarla.
Si ve que la timidez comienza a paralizarle, no rechace ningún tipo de invitación.
Si lo hace, con el tiempo, comenzará a sentirse más cómodo en su casa y le costará
mucho más salir al mundo, ya sea para trabajar o para divertirse. Más vale prevenir
que curar.
Cuando le digan que no, en cualquier circunstancia, no lo tome como algo
personal. Esto disminuirá la sensación de rechazo que en algunas personas "pega"
más fuerte que en otras.
Si tiene que dar una charla o conferencia, sepa de antemano que es posible que la
mitad de la audiencia esté de acuerdo con Ud., por diferentes razones que no le
atañen, que nada tienen que ver con su preparación y fundamentalmente con su
persona. Piense que Ud. puede estar de oyente y no interesarle el tema.
De cualquier forma, la timidez puede ser desterrada cuando la persona afectada
comienza a cultivar e incrementar su autoestima y autoconfianza. Dedique unos
minutos diarios a valorar sus aspectos positivos.
Aceptar la frustración y dejar de criticarse son dos grandes pasos para vencer a la
timidez. Si su timidez le perjudica, entonces debe procurar vencerla por cuenta
propia. Acepte estos consejos y póngalos en práctica:
El rechazo y las frustraciones le suceden a todo el mundo. Lo importante es qué
hace Ud. con ellos y no qué hacen ellos con Ud. No se deje dominar por las
emociones negativas que genera un rechazo y saber que esto forma parte de la
vida de cualquiera.
Si tiene demasiado miedo a hablar con extraños, inicie Ud. mismo la conversación
en una oficina, en la fila de un banco o en el bus que viaja. Verá que nada malo
sucede por hablar con gente que no conoce.
A veces la timidez se disimula y otras, lo hace ponerse colorado, le genera
palpitaciones, temblores y sensación de no comportarse adecuadamente.
Nada más sencillo que hacer unas cuantas inspiraciones y exhalaciones profundas,
al tiempo que se repite mentalmente frases positivas y confortadoras o hace una
oración.
Su timidez es resultado d experiencias de su infancia o su adolescencia, las cuales
debe supera porque son perfectamente superables.
Piense en todas las virtudes y cualidades que tiene, valórelas y cultive otras,
mientras que por otra parte, mejora sus defectos e imperfecciones. Cambiando la
forma de verse, cambiará automáticamente su imagen ante sí.
El tímido sabe que es tímido, el más insignificante encuentro le hace ver claramente
sus reacciones, sus reflejos, sus palabras, todo le delata. Quiere curarse, ¿puede?
Los grandes tímidos no necesitan que nadie les revele su timidez, solamente tiene
que tomar conciencia de que es un fenómeno conocido, banal que no tiene por qué
soportar pasivamente con vergüenza. Comprender sus mecanismos es saber que
resulta posible el tratamiento de la misma.
El tímido no pide otra cosa que perder su timidez, pero del deseo a la decisión
activa hay un largo trecho. Por lo demás, el tímido se protege y se encierra en su
timidez pudiendo ser un pretexto para no obrar.
Así, es fundamental llegar a ser consciente con claridad y lucidez no sólo de lo que
la timidez nos hace hacer y de lo que nos impide hacer, sino también de todas las
consecuencias dramáticas que implica.
Simplemente tendrá que poner en práctica lo que ha aprendido: ser natural, estar a
gusto. Existen múltiples medios, ejercicios adaptados a cada uno, de orden muy
diverso como ejercicios graduados siguiendo una progresión.
Puede fallar
Tiene derecho a decidir por sí mismo sin seguir los consejos de los demás.
Cómo hacerlo
Establezca su posición o lo que quiera con claridad. Elija por sí mismo y no
dependa siempre de lo que digan los demás. Por último, vigile su autoestima.
Tener confianza es la mejor vacuna para muchos males y más, para aquellos que
implican hacer frente a situaciones embarazosas o que ponen en peligro las
relaciones.
Empiece a ensayar sus conductas eficaces en diferentes situaciones. Recuerde que
un estilo no se adquiere de un día para otro.
¡APRENDA A ELEVAR SU AUTOESTIMA!
Aceptación de uno mismo. Es el primer paso para llegar a alcanzar una autoestima
más elevada. Aceptarse no significa que le deba gustar todo de sí mismo, sino que
consiste en reconocer, admitir y experimentar, la existencia de los sentimientos,
tanto los positivos como los negativos.
De esta forma, si reconoce y acepta los sentimientos que le causan dolor, miedo,
angustia, etc. está en una situación favorable para modificar aquellas conductas y
sentimientos no deseados, ya que el rechazarlos o negarlos sólo ayudará a que
permanezcan en el tiempo.
Cada persona posee una imagen de su físico, que en parte, puede contrastar por sí
mismo o bien a través de comparaciones con los demás. Estos pueden ser mitos
elaborados por motivaciones estéticas y comerciales que, por medio de la
publicidad, se convierten en el arquetipo de belleza. La presencia física tiene una
repercusión social inevitable que se proyecta en poseer determinadas cualidades
físicas que varían entre las culturas.
Autoconcepto y sexo
Existen ciertas cualidades de la personalidad que pueden mostrarse muy unidas al
sexo. Los hombres, se autoasignan audacia, gusto por el riesgo, deseo de libertad e
independencia, importancia de parecer inteligente, estar seguro de sí. Mientras, las
mujeres dicen ser más audaces, más seguras, menos apegadas a la vida familiar,
con un mayor deseo de libertad e independencia y poseedoras de un mayor interés
por la profesión.
Escuchar música.
Escuchar música.
Practicar ejercicio.
Realizar un hobby.
Leer o escribir.
Hay que diferenciar entre los valores estéticos y el resto de los valores de
la persona. ¿Hasta qué punto es decisivo el aspecto físico en la vida de
una persona? Piense si no está dejando de lado lo que realmente le
importa y reorganice su jerarquía de valores de manera que “lo estético”
ocupe un lugar que no condicione negativamente el resto de su vida.
Visto que conocerse a uno mismo por completo es una tarea prácticamente
imposible, tratar de llegar al mayor conocimiento posible va a ser de gran utilidad
para enfocar de ese momento en adelante, la vida y las conductas de una manera
más positiva. Para eso será importante tener en cuenta los siguientes puntos:
Los familiares y amigos son personas a las que se debe recurrir para tener
una visión global de uno mismo. Hay muchos detalles de la personalidad
que sólo los que le rodean son capaces de apreciar. Recibir críticas
constructivas puede ayudar a abordar los posibles problemas que uno
tenga.
Para cambiar aquellos rasgos que se convierten en enemigos a la hora de dar una
primera impresión hay que asimilar que lo primordial no es cambiarse, sino
aceptarse incondicionalmente. Conocer las limitaciones y las virtudes y que éstas
últimas ayuden a superar las primeras.
Por último, observe a los demás y sea sincero con usted mismo. Verá que son tan
humanos como usted. Aprenda de sus virtudes y sus defectos desde la óptica de
que las personas son imperfectas y que cambiar no es fácil, pero tampóco
imposible.
Por todo ello, no existen recetas para agradar a la gente. Todo depende de con
qué personas se trate, del propio carácter, de la naturaleza del grupo al que se
desee acceder, etc.
Haciendo amigos
Cómo hacer amigos e influir sobre las personas. Llamar a cada persona por
su nombre es una señal de que el otro nos interesa y de que se le valora
individualmente.
Hablar de lo que a otros interesa. Uno de los errores más graves que se
cometen habitualmente es hablar en exceso de uno mismo. A nadie le
interesa mucho la vida de los demás. Sin embargo, el esfuerzo por hablar
de lo que a otros interesa suele ser muy bien recompensado.
El ser humano es un ser social por naturaleza, por tanto, una de las cosas más
importantes en la vida de toda persona es su relación con los demás. Cuando esa
relación se vive de una forma positiva y plena, uno se siente más feliz.
Sin embargo, no todo el mundo sabe relacionarse, hay personas que lo pasan
francamente mal en situaciones que requieren un mínimo de habilidades sociales,
tales como cambiar el lugar de residencia, comenzar un nuevo trabajo o acudir a
fiestas donde no se conoce a mucha gente. Si este es su problema le le ayudará
poner en práctica:
Procurar sonreír, ya que genera un ambiente de confianza y cordialidad.
Considerar que los asuntos de los demás son tan importantes como los
propios.
Saber reaccionar ante las conductas de los demás. Por ejemplo, es tan
importante saber expresar un cumplido, como la forma de aceptarlo
adecuadamente.
Además, en las habilidades sociales entran en juego otros aspectos que actúan
como “carta de presentación” de cómo se siente uno ante los demás:
¿Un imposible?
En la teoría, la fuerza de la voluntad parece algo sencillo, pero para gran parte de
la población se convierte en un imposible, les cuesta ponerla en práctica con
eficacia y ser constantes en sus proyectos.
Tener en cuenta que hay que ser constante y que las cosas no se consiguen
de la noche a la mañana. Así, el cambio de hábitos se debe hacer
progresivamente, y para ir asentándolos, es conveniente reforzarse cuando
se da un paso adelante. Hay diferentes formas de hacerlo, con pensamientos
positivos que elogian la conducta o pequeños regalos que se hace cada uno.
Dualidad mental
Sin embargo, numerosas personas propensas a ser influenciadas pueden librarse de
su defecto a cambio de algunos esfuerzos racionales de voluntad. Para ello, es
necesario comprender lo que se llama “dualidad mental”, es decir, la presencia
psíquica de una personalidad objetiva y una personalidad subjetiva:
Así, normalmente, el “yo subjetivo” es guiado por el “yo objetivo”, de tal modo que
el autodominio se da cuando el "yo objetivo" impone sus decisiones al “yo
subjetivo”. En las personas influenciables, sin embargo, ocurre lo contrario, es
decir, el “yo subjetivo” no se deja dominar por el “yo objetivo”, admitiendo en
actitud pasiva las influencias externas.
Sin embargo, la persona influenciable es consciente de que se deja llevar por las
decisiones de los otros, por lo que intenta oponer resistencia.