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Inseguridad emocional en adolescentes

Los adolescentes se caracterizan por carecer de madurez emocional,


precisamente porque están atravesando su propio proceso de
formación personal. Es justo en esa etapa de sus vidas que se le
presentan una gran cantidad de dudas y temores; las cuales en algún
momento les puede generar una baja autoestima e inseguridad.

La inseguridad emocional es una sensación de nerviosismo o


temeridad asociado a multitud de contextos, que puede ser
desencadenada por la percepción de que uno mismo es vulnerable, o
una sensación de vulnerabilidad e inestabilidad que amenaza la propia
autoimagen o el yo.

Este descontrol emocional que padecen chicos y chicas, algunas veces


se les escapa de sus manos y no es sencillo apreciar estas
debilidades.

Causas de la inseguridad emocional en adolescentes

Actualmente, existe un gran bombardeo sobre los patrones sociales


en cuanto a vestimenta, moda, autos, motos, gimnasios, lugares y
tendencias sociales; por este motivo el aspecto físico de los jóvenes
es un pilar fundamental para estar en boga, en auge. Es importante
exhibirse bien, en una sociedad que vive de apariencias en todos sus
estratos sociales. Si un adolescente presenta un defecto físico, será
motivo de burlas crueles y de bullying, con las terribles
consecuencias en su salud mental que esto ocasionará.

La llegada de la pubertad representa para los adolescentes un gran


reto, motivado a las altas expectativas que, según ellos, esperan
muchos de sus amigos, en cuanto a su simpatía, buen humor,
inteligencia y astucia. Ellos consideran a sus amigos como su familia y
no dan un paso, sin que el círculo de amistades esté enterado. De allí
que pueden experimentar que su mundo emocional se derrumba,
cuando pierden la confianza en su grupo amistoso, debido a cualquier
circunstancia. Las dudas les originarán un torbellino de
incertidumbre y quedan como un barco a la deriva, sin amigos y sin
apoyo grupal.

Afectos. La casa de los padres es su remanso de paz y de amor, para


los adolescentes. Ellos saben que sus padres y seres queridos darán
todo por verlos felices, sanos y seguros y al final este ambiente hará
de ellos personas emocionalmente estables.

Conducta. Es bueno sorprender a los hijos contándoles, lo bien que


están realizando sus responsabilidades y en caso de que cometan
errores, indicarles dónde estuvo la falla con mucha serenidad.
Algunas veces los padres están tan ocupados que pierden de vista los
esfuerzos que hacen sus hijos en resolver sus tareas. Gratificarlos
mediante el reconocimiento y abrazarlos generará en ellos
comportamientos sanos, positivos y empáticos, con lo cual será difícil
verlos vacilantes e indecisos.

Sobreprotección. Los adolescentes tienen su propia personalidad y


eso debe ser asimilado por los padres, a la hora de ir educando a sus
hijos. Si bien es cierto que deben guiarlos, no es sano imponerles lo
que ellos desean que sean. Cuando deciden por sus hijos, les cortan
las alas y contribuyen a educar jóvenes sumisos y sin criterio propio.
Autodesvaloración. Cuando el adolescente pierde su capacidad de ser
creativo y cuando no puede ver las fortalezas con que cuenta;
entonces, es momento de preocuparse realmente. Porque este
comportamiento puede ocasionar que el adolescente comience a
infligirse daños físicos y pensar en si vale la pena seguir viviendo o
morir. Urge pues buscar ayuda profesional lo antes posible.

¿Cómo es un adolescente inseguro?

Los adolescentes inseguros tienen tendencia a tener numerosos


miedos, reales o percibidos, entre los que se hallan el miedo al rechazo
por parte de su grupo de iguales. Recordad que están en aquella época
en que su grupo de amigos son “su familia” porque son aquellos que “no
les fallarán nunca en la vida, pero de verdad” y, por tanto, hay una
necesidad, un afán por tener la seguridad de estar bien integrados
en el grupo, sin rechazos por parte de ningún otro integrante del
mismo grupo. Sin embargo, en esta vida nada es seguro, ni tan sólo el
grupo de amigos, pero es necesario alcanzar cierto nivel de madurez
cómo para llegar a asumirlo.

También existe el miedo a hacer el ridículo y el miedo a quedarse


sólo. Es producto de la baja autoconfianza que tiene en sí mismo el
adolescente, que le lleva a tener una baja autoestima.

Además, en la mayoría de las ocasiones nos encontramos con un


adolescente tímido que se muestra retraído ante la búsqueda de
sensaciones que caracterizan a esta etapa. Ello lleva a un cierto
aislamiento social en el que los peores de sus miedos, se hagan
realidad.

¿Qué características presenta un adolescente inseguro?


A pesar de que cada persona es un mundo y las generalizaciones
resultan negativas, estas son algunas de las características en que
deberían fijarse los padres, antes de que su hijo tenga ya un trastorno:

 Miedo excesivo frente al fracaso, al rechazo y a la soledad.

 Se halla escasamente motivado para la realización de actividades


agradables.

 Dificultades en la comunicación con la propia familia.

 Disminución de su energía y vitalidad.

 El colegio avisa de una disminución importante de su capacidad


de concentración y de prestar atención, así como de su
rendimiento académico. Incluso a pesar de que estudia más
tiempo del que solía usar con anterioridad.

 En clase se comporta de forma tímida y aislada o conflictiva y


disruptiva.

 Hipersensibilidad a las críticas, a los agravios supuestos y a las


evaluaciones negativas.

 Baja tolerancia a la frustración.


 Se auto desvaloriza.

Consecuencias

Como hemos observado los miedos y la incertidumbre de que los


observen y los juzguen, pueden desencadenar en los adolescentes una
gran aversión a interactuar entre ellos. Es importante buscar la
ayuda profesional con terapias que les enseñen a ver cuán valiosos e
importantes son; antes de que utilicen otros métodos, como válvulas
de escape y de aislamiento, para ocultar su padecimiento.

La inseguridad puede promover estados de timidez, paranoia o


aislamiento social. Puede estimular conductas compensatorias, como
la agresividad, la arrogancia o el narcisismo. Asimismo, es un síntoma
asociado a diversas patologías, como la fobia social, las obsesiones,
problemas de autoestima, etc.

¿Cómo prevenirla?

 -Comunicación asertiva con los hijos.


 -Gestión emocional (Es decir averiguar por qué está triste,
nerviosa, irritable, etc. Y buscar estrategias más adecuadas a
cada caso).
 -Hábitos de higiene del sueño.
 -Realización de actividades agradables dentro de sus
posibilidades.
 -Llevar una vida activa y dieta adecuada.
 -Gestión en el uso del móvil, redes sociales…un gran problema y
que produce grandes conflictos.
¿Cómo solucionarlo?

 Elogiar lo que haga bien, pero con prudencia.


 Animarlos a actuar de forma independiente.
 Cuidar el perfeccionismo y exigencias
 Fomentar la autoconfianza en los hijos
 Enseñarles a tener una opinión propia
 Escucha sin juzgar.
 No minimices (ni maximices) su problema.
 Anima sin presionar.
 Pide permiso para hablar del tema y para acercarte.
 No te centres en su síntoma.
 No aconsejes ni des lecciones.
 Ofrece ayuda profesional sin estigmatizar.
 Cultiva tu paciencia y cuídate

¿Qué puede hacer un adolescente ante su inseguridad?

Ve al psicólogo especialmente, en estos casos. Si eres muy inseguro o


si alguna vez te has autolesionado o has pensado en suicidarte. Antes
de nada, si estás pensando que “no estás loco”, ya lo sé, ¡claro que no!
Normalmente, la gente con problemas de “locura” va al psiquiatra. No
es tu caso, tienes un problema ¿lo quieres solucionar? Acude al
especialista adecuado, de la misma manera que si tuvieras una caries
irías al dentista. De hecho, si no quieres que nadie lo sepa, así será;
sólo lo sabrán tus padres, tú y el especialista.

Escoge bien a tus amistades Procura que sea gente alegre, positiva,
sin malos rollos. No sabes cuánto nos pueden llegar a influir los demás
durante la adolescencia. Obviamente, si tu grupo de amigos mira el
contenido calórico de todos los alimentos, se instalan en la queja – sin
hacer nada para cambiar – seguro que te van a contagiar su
inseguridad, ¡huye!

Mírate al espejo, pero hazlo con buenos ojos. Dedícate frases


positivas, fíjate en todo lo bueno que hay en ti.

Eres bueno, ¡y lo sabes! Esfuérzate en aquello que sabes que eres


bueno ya sea deporte, música, baile… porque conseguirás formar
equipo con otras personas, obtener nuevas relaciones y sentirte
orgulloso de tus logros.

Tengo miedo. Sí, de acuerdo, no importa, todos tenemos miedos, pero


si eres un adolescente inseguro es importante saber cuáles son y
cuándo aparecieron porque pueden ser la causa principal de tu
inseguridad. Háblalo con tu psicólogo

Pensamientos positivos. La mente es muy tramposa y si tus


pensamientos son negativos y empiezan con un NO, la mente tiende a
focalizar en este NO, sin tener en cuenta el resto del pensamiento. Tu
psicólogo te enseñará a racionalizar.

Di lo que piensas siempre y cuando lo hagas de una manera asertiva y


sin causar daño a nadie. Y, si te equivocas o a los otros no les gusta lo
que has dicho, puedes aprender del error – si lo ha sido – o asumir que,
cada uno tenemos una percepción de las cosas y no necesariamente
debe coincidir. Tu proceso de maduración emocional habrá empezado.
Pautas para padres de adolescentes inseguros

No le soluciones los problemas. Tras la inseguridad de tu hijo puede


estar una falta de autonomía que hace que no sepa tomar decisiones.
Por mucho que te cueste, déjale un pequeño espacio de toma de
decisiones – dependiendo de la responsabilidad que asuma con la misma
–. Si se equivoca aprenderá del fracaso, que es la única manera de
llegar a un éxito real que es la seguridad en sí mismo.

Felicítale. No es necesario que sea a diario, pero si ha hecho algo bien


estaría bien que se lo reconocieras. Piensa que ahora mismo él no se
tiene en gran consideración y cualquier palabra que venga de ti le
reforzará de una forma tremenda.

Comprensión. Es probable que te rechace porque su batalla interior


es grande, pero te necesita.

Respeta su espacio. Necesita su habitación, sus cosas e, incluso, sus


amigos. Respétale, aunque ya sé que te angustias y desearías hablar.

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