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Iillescas, José - Nuestra Identidad PDF
Iillescas, José - Nuestra Identidad PDF
Expositor:
José Mario Illescas
NUESTRA IDENTIDAD
Cuando el español llega a Cajamarka, captura al Inca Atahuallpa y logran matarlo, cuenta
el mito que unos amautas iban del Cuzco a Cajamarka. En el camino encuentran a
amautas que vienen de Cajamarka, quienes les dicen que el inca ha muerto. Después de
una larga conversación, los amautas dicen: Enterraremos nuestro saber. Lo
convertiremos en piedra y dentro de 500 años hablaremos.
Es el saber que se hizo piedra. Es por eso que, tiempo atrás, nunca se hablaba de
equilibrio, de identidad, complementación, consenso. Estaba tapado el discurso. Ahora,
esa piedra ya dejó de ser piedra y estamos recuperando el discurso de los amautas y de
las amautas. Hoy día, los hombres y mujeres tenemos que buscar como destapar, hacer
que los amautas sigan hablando.
Tenemos que leer de las piedras, de la cerámica, de los mantos, y de lo que los abuelos y
abuelas cuentan. Para recuperar nuestra identidad de nuestros abuelos tenemos que
vernos con los hombres sabios y las mujeres sabias que viven en el Illampu, que viven en
el Illimani. Hay viejitos que viven dentro del Tunari. Viven cuidando el fuego, el wayra, la
tierra. Son los depositarios de nuestra cultura.
Para salir adelante como nación, hay que hablar con ellos, que son las kollkas del Yachay,
del saber, porque nuestra cultura tiene una profundidad que tenemos que destapar, y
tiene una capacidad de superar a todo lo que occidente ha logrado hasta hoy día.
Con la ayuda de los ancianos, las ancianas, y con ayuda de la lectura de los libros hechos
en piedra, tenemos que destapar todo lo que está enterrado, porque son los instrumentos
teóricos, los instrumentos conceptuales, los instrumentos de juicio, para enfrentarnos en
una lucha ideológica no de un año, de dos años. Tenemos que enfrentarnos en una lucha
durante muchísimo tiempo. Si no, no vamos a poder surgir como cultura.
Tenemos que plantearnos una lectura de esta realidad nueva de nuestra cultura.
Tenemos que abrir esta realidad, armarla, ponerla bien presentado para que los
compañeros que tengan interés en ser cuadros, dirigentes y líderes, puedan captar esta
propuesta nuestra destapada y convertirse en ideólogos y líderes políticos, líderes
culturales, líderes religiosos, líderes económicos, líderes jurídicos.
Cómo puede un jaqe, hablar de igualdad en el pasado, cuando tal cosa no ha existido.
Como va a haber igualdad si cada uno es diferente a su semejante, si cada familia tiene
más hijos que el otro. La igualdad solamente existe allá donde existe la alienación y la
enajenación. La igualdad nunca ha existido. Ni siquiera dos gotas de agua son iguales, y
el hombre antiguo reprodujo la naturaleza en su pensamiento.
Si yo soy un dirigente revolucionario sindical, como yo voy a hablar este discurso del
Vaticano, si es el discurso que la sociedad occidental plantea para mantener la
explotación, y mantenernos como estamos. Si estamos hablando con ese discurso,
estamos expresando lo que la iglesia quiere construir: un vasto movimiento en la defensa
de la persona humana en justicia, libertad, democracia y dignidad.
Unos cuatro mil, 10 mil, 40.000 años antes de 1492, antes de que llegaran los españoles,
vivíamos en la llamada sociedad de la unidad, vivíamos en equilibrio, en
complementación, en consenso, en identidad, que eran los principios fundamentales en
los cuales se regía esta sociedad.
Esto se refleja en la sociedad de manera que los seres humanos no vivimos solos. No
estamos aislados, vivimos como individuos en relación con nuestras familias, la sociedad
y la naturaleza. Sobre todo esto tenemos al cosmos con el que estamos también en
completa relación, porque si el sol dejara de alumbrar, no hubiera calor y todos
moriríamos. Existía equilibrio entre el individuo, su familia y la sociedad con la naturaleza
y el cosmos.
Por ello, ya no nos sirve hablar de justicia, libertad, democracia y dignidad. Si hablamos
de ese modo, no vamos a plantear nunca una nueva propuesta.
¿Justicia, para qué? Si nunca ha habido justicia. El indio más que en justicia, vive en
equilibrio. Había equilibrio entre los hombres y entre el hombre y la naturaleza. El hombre
antiguo no podía arrasar el monte más de lo que se requería para su sembrado para él,
su familia y el estado, que le daba todas las comodidades. Había que preservar la
naturaleza.
Hoy, los terratenientes en Santa Cruz se tiran 300, 400, 500 hectáreas y arrasan el
monte. Destruyen la naturaleza. Comienzan los problemas de erosión. En la época de
nuestros abuelos había más habitantes de los que hoy vivimos. Pero, en esa época nadie
hablaba de erosión, de contaminación del medio ambiente. Hoy somos menos, y ya
vemos.
Tenía unas hectáreas, que él podía trabajar con el trabajo familiar. No tenía 50 hectáreas,
porque no las podía trabajar con su familia. Necesariamente hubiese tenido que contratar
jornaleros, lo que hubiera dado inicio al proceso de explotación de la fuerza de trabajo.
Nunca se hace nada por democracia
No hay democracia, pues la democracia nos dice que la minoría se debe someter a la
mayoría. Si de cinco personas, tres están de acuerdo y las dos restantes no, esos se van
a tener que someter a los tres, que son mayoría. En la nación originaria, esa situación no
se da, sino todos deben de estar de acuerdo para dictar cualquier medida.
Por ello, la finalidad que perseguimos cada uno con todo, es de vivir en equilibrio,
complementación, consenso e identidad. En esto tenemos que fundamentarnos. Toda la
vida del ser humano, debe ser orientada para el equilibrio, para la complementación, para
el consenso, y para la identidad en su diferencia y semejanza.
LA PACHA Y LA IDENTIDAD
TODO ESTÁ UNIDO
Nuestros padres ya supieron como percibir la pacha. Pensaron en cómo era la pacha,
como caminaba, como transcurría. Nuestros padres pensaron que la pacha es toda la
realidad. Esa realidad total tiene un transcurrir, lo cual no se puede separar de ella
misma.
A pesar de que el sol está tan lejos y nosotros de él, a pesar de que las estrellas están
bien lejos, todos estamos dentro de todos. A pesar de esa distancia, todo está unido,
todo se mezcla, se combina, se recombina, se intercepta de manera que nada está
aislado en un transcurrir permanente, donde siempre se está haciendo.
El transcurrir es excéntrico y concéntrico, donde nunca hay un centro. Todos son centros.
Es una expansión y una contracción en todo sentido y dirección. No hay arriba, no hay
abajo, no hay derecha, no hay izquierda. La pacha se mueve en toda dirección y sentido
de carácter circular semicircular.
Esto, occidente recién lo supo en las décadas del 20 al 30, cuando un científico dice que
el espacio está en expansión. Y lo que dijo Einstein en el pasado, que todo en el espacio
es curvo, esto nuestros abuelos ya lo sabían. Cuando nuestros abuelos representan en
una piedra una recta, no representan la recta sino representan una curva. Cuando
representan un cuadrado, representan una esfera. Ellos sabían todo lo que recién está
conociendo occidente.
Esa realidad global, lo que nuestros abuelos llaman la pacha, es una interrelación entre
tiempo y espacio, donde todos conformamos una unidad, donde no hay nada separado,
donde todo está amarrado, donde todo está unido. La noción de espacio y tiempo, sin
embargo, permiten ver la realidad muy superficialmente. La realidad tiene cosas más
mediatas, que hay que verlas con la intuición, la imaginación, con los sueños, con la
voluntad, con las percepciones.
Como todos estamos en la realidad somos parte de ella, el hombre al mismo tiempo es
macho y hembra, y la mujer hembra y macho. Hay una unidad que es neutralizada por
una fuerza neutra que nos permite vivir en equilibrio. Nuestros antepasados
comprendieron que todo es semejante.
Una estrella tiene dos aspectos, lo diferente y lo semejante. Igual ocurre con un animal o
planta o ser humano. Si vemos una planta, por lo diferente es específicamente o
particularmente una manzana, no es un melocotón. Es diferente a una pera o banano,
pero semejante en lo natural y lo cósmico. Por lo diferente, esta planta es un manzano o
una planta, no es una estrella, no un animal, pero al mismo tiempo es un elemento
natural y cósmico. De esta manera, cualquier elemento es semejante y diferente.
Esto nos permite comprender la identidad. La identidad es el rostro y cara que nos
permite ser identificados por nosotros. Yo tengo mi identidad, y ustedes me ven y me
permiten ser identificado por ustedes. Este mismo rostro permite identificarme. Lo mismo
ocurre con las civilizaciones. Son sus características de ojos, nariz, boca, etc., que permite
identificarlas.
Era un gran jefe o amauta, que recuerda al presidente norteamericano de que hay un
tiempo pasado y que realmente no hay ningún dueño de la tierra. Además, le
complementa y le dice: Señor, ¿qué hijo vende a su madre? ¿Cómo yo le voy a vender la
tierra, que es como la madre para mí? ¿Cómo yo le voy a vender los ríos, si los ríos son la
sangre de mis antepasados? ¿Cómo le voy a vender la tierra, donde sopla el viento que
es el aliento de mis abuelos?
El hombre y la mujer se sienten en toda la pacha, y el ser humano tiene que vivir como
expresión que es de la pacha, como expresión individual que es de la pacha. Nosotros no
sólo somos imagen y semejanza de todo cualquier otro elemento de la realidad, somos
imagen y semejanza de todo.
Nuestra identidad tiene una actitud o conducta frente a la realidad toda, frente a la
pacha. Esa realidad siempre se da, se transcurre en un siendo y ocurriendo siempre.
Dentro esta estar siendo y ocurriendo, la realidad de la pacha tiene un proceso de
transcurrir en todos los sentidos, direcciones. De un modo expansivo y contractivo, y de
un modo excéntrico y concéntrico.
No es así, todo en la realidad es lo que es. Es una forma de ser, que uno tiene que
respetar en su diferencia y en su semejanza, y no darle el valor que éste es bueno, éste
es malo, éste es feo.
Nuestra cultura nunca pensó que aquí había lo bueno y allá lo malo, que aquí había lo
bonito y allá lo feo, la materia aquí, el espíritu allá. Para nosotros no hay espíritu. Todo es
materia y / o energía. En su conjunto, todo está amarrado. No existe ser social y
conciencia social. Todo es una totalidad única. Todo se compenetra en todo.
El pescado que comemos en la mañana de repente tiene las moléculas de cualquier otro
animal nuestro de hace 5 años atrás, 20 años atrás. La planta que estamos comiendo, no
tiene solamente la condensación de la luz solar. Tiene la condensación de los animales
descompuestos que están en el suelo, de las bacterias, de los hongos que pasan a formar
parte de la planta que estamos comiendo. Nos estamos comiendo un pedacito de estrella,
un pedacito de cometa, un pedacito de luna, de un animal pasado nuestro.
Todo está metido en todo. Nada está aislado. Nosotros no pensamos que exista un
espíritu. Cuando conversamos con nuestros muertos, no pensamos que estamos
conversando con espíritus, sino con energías que existen realmente como existe una
mesa.
Es una modalidad, una frecuencia, una longitud de onda de esa energía en su estar
siendo y ocurriendo, que existe en la realidad. Nosotros pensamos así, sentimos así
dentro de una realidad, donde todo es materia y /o energía o viceversa, dentro de una
sociedad de equilibro, donde el ser humano reproduce la pacha y la sociedad misma
reproduce la pacha.
Por ello, no hay muerte. Donde hay muerte, empieza otra forma de vida. Nosotros
seguimos viviendo como energía. No desaparecemos. Los mismos cristianos, lo reconocen
cuando hacen una misa por un difunto. Dice el sacerdote: En el nombre del padre, del
hijo, del Espíritu Santo, hacemos esta misa por Ricardo Mendivar, que en verdad no está
muerto, está aquí con nosotros.
Pero no es eso pues, sino que uno ya comprende que no hay muerte, que es un proceso.
Está muerto nomás, pues. Siempre nos da la idea de que la pacha siempre está
transcurriendo, lo que nos explica una manera de ver la realidad. Eso es lo que le da el
sentido de vivir en la realidad más allá de lo que es la imagen simple de la realidad.
LA PACHA ES UNA SOLA REALIDAD
Nosotros creemos que no hay cielo ni infierno. Para nosotros todo es pacha, arriba y
abajo, pero lo curioso es, que esta división aparece con dos cronistas como Santa Cruz
Pachacuti y Huamán Poma de Ayala, que eran cristianos y empiezan a confundir.
La pacha es una sola realidad, dentro de cada uno. Aunque seas hormiguita, la pacha se
concentra con todo su poder. De esta manera la pacha es infinito y finito, y se reproduce
en cada uno, de manera que cada cosa es infinita y finita.
El judío sabe también el transcurrir de la pacha, pero miente, la diviniza. También tiene
noción de la vuelta, como nuestros padres, que la realidad se voltea. Por eso, es la
coincidencia de que los anuncios proféticos de la Biblia, que están en San Lucas, han
señalado el tiempo del Kutipacha.
En nuestra cultura no hay ni lo bueno ni lo malo. Todo está por encima de esos valores.
Los hombres y mujeres que vivieron en el ancestro, se levantaron por encima del bien y
del mal, porque solamente reprodujeron en su vida social, el equilibrio, la identidad, la
complementación, y el consenso. Al reproducir eso el ser humano trata de vivir consigo
mismo.
Pero, esos no son valores. Son elementos, fenómenos o dinámicas. Son partes que están
en la realidad misma de la naturaleza y el cosmos. Son realidades dadas en la naturaleza
en su estar siendo y ocurriendo en el proceso de transcurrir. Estas realidades son
reproducidas en la sociedad por lo cual no son valores meramente humanos, no son
inventos del ser humano. La realidad no tiene valores.
No hay una cultura superior, ni una cultura inferior. Cada cultura responde al espacio
geográfico donde se da. Vemos a los ayoreos o guarayos. Ellos andan, no como un
Tiwanacota o un Quechua, sino como lo exige el medio de la amazonía y del oriente. Se
están adoptando o mimetizando como le exige la naturaleza.
Si desaparece el Illimani, si toda La Paz se hunde, tú puedes decir: que catástrofe, que
desgracia. Pero la pacha dice: bueno pues, estoy equilibrando nomás, en otra parte
aparece también. Desaparece un mar y en otra parte aparece, eso es una catástrofe para
nosotros, pero para la tierra, ¿qué es? Es equilibrio.
Igual en nuestro cuerpo. Hay millones de glóbulos que se están muriendo, y otros que
están naciendo. Nadie se da cuenta. En este instante en la piel, hay células que se están
cayendo, y otras que están naciendo. En la realidad, hay estrellas que nacen y estrellas
que mueren, y a la pacha nadie le dice que usted está comportándose mal, que está
comportándose bien.
Pero va llegar un momento, en que este equilibrio se va sacudir de tal manera, que para
entrar en otra modalidad de equilibrio, puede provocar lo que nosotros llamamos una
catástrofe ecológica, que además está calculada. En 2050-2100, el efecto invernadero va
producir un calor inmenso. Los polos se van a deshacer. El Illimani no va tener hielo. El
Tunari ya no se va llenar de nieve. Son efectos del hombre por acción contra la
naturaleza.
Pero llega un momento en que explota. Igual que el ser humano, que llega a su estado
de muerte y cambia. La tierra no va a desaparecer, pero va a cambiar toda su relación de
equilibrio, y a ese peligro estamos llegando por la acción nociva de la sociedad actual.
Todo tiene que vivir en equilibrio consigo mismo, tiene que vivir en equilibrio con su
familia, tiene que vivir en equilibrio con su sociedad, con la naturaleza y el cosmos. Hoy
en día, un hombre y una mujer hacen el amor solo de día, y no de noche. El hombre
antiguo no hacia el amor de día. Guardaba de hacer el amor de noche. El hombre
guardaba la primavera para copular y tener hijos, no en otoño ni en invierno ni en
verano, en el momento del 21 de septiembre para adelante. Nosotros no podemos
sembrar quinua en el altiplano el 8 de marzo, tenemos que esperar al 21 de septiembre.
Todo tiene su ritmo, período, momento.
Vas caminando por el desierto, y le preguntas a un anciano: ¿Qué había por acá? Te
responde: Antes había pues, un mar. Más allá, le preguntas a otro anciano. –No, no había
mar, había un bosque. Aparece otro anciano. -No, no había un bosque, había una
cordillera. El proceso del transcurrir siendo siempre de la realidad, no es tan apretado en
tiempo, sino es una distancia en tiempo que nosotros no podemos calcular.
La tierra como planeta nunca fue la misma. Hoy esta achatada en los polos y ensanchada
en el ecuador. Antes fue más redonda y mucho más antes fue todavía más redonda. Lo
que nosotros llamamos América y África, antes estaban unidos. Estos mares que hoy
conocemos, Atlántico, Pacífico, no existían cuando la tierra tenía otra forma.
La Cordillera de los Andes es muy joven todavía. El lago Poopó, Titicaca, el Salar de
Coipasa y el Salar de Jayunipacha son remanentes de un mar antiguo, antes de que
aparezca la Cordillera de los Andes.
Los mitos del origen del universo que nosotros conocemos, desgraciadamente están
filtrados de la desinformación cristiana. Por ejemplo el libro escrito en Guatemala, o en
Centroamérica, llamado Popol Vuh. Resulta que tenemos una desinformación total sobre
toda nuestra cultura.
Cuando se habla en nuestra cultura del origen de la civilización incaica, del Cuzco, se
dice: Salen del lago Titicaca 4 hermanos y 4 hermanas para originar un nuevo mundo,
para armar un nuevo orden. Si recuperamos el código, vemos: No son 4 hombres
solamente, son 4 mujeres más. En el fondo se nos está diciendo, que hay 8 principios de
creación.
Occidente llegó solamente a 5, o realmente llegó a 4 elementos, que pueden ser: agua,
tierra, fuego y aire. A esos añade un quinto elemento, llamado éter.
En astrofísica, todos los físicos se rompen la cabeza para unir 4 fuerzas. Por la unión de
esas 4 fuerzas varía la explicación de cómo se origina el universo, y como se origina todo
el espacio, toda la realidad. Todavía están pensando con 4 principios, mientras nuestros
abuelos van más lejos. Van diciendo, que son 8 principios.
Nuestros abuelos nunca dijeron: no son 4 puertas, no son 8 puertas, no son 16, 32 ni 48
cuerdas. Lo de los 8 principios, solamente fue una forma elemental de querer explicar
para la posteridad un tipo de información de cómo se puede concebir un tipo de orden.
Nuestra cultura tiene una profundidad y una amplitud, que supera todo el saber
occidental.
En un esquema así, nuestros abuelos resumieron todo el saber chino que se basa en el
saber del yan y del yin. El yan se divide en yan con yin y secuencialmente. Cada uno se
divide hasta hacernos una esfera con 64 combinaciones, con una mezcla de
combinaciones del yan y del yin.
Las coloca en forma de un cuadrado en la que coloca ocho a un lado y ocho al otro. Esto
el chino lo llamó el libro del I-chin, donde el yin y el yan se complementan para leer el
futuro.
Sin embargo, la realidad se genera por infinitas puertas. Son infinitas energías las que
generan toda la realidad, dentro de la unidad de la realidad. De este modo, nuestros
padres comprenden que en la pacha existen muchísimas dimensiones de existencia,
unidas en una sola realidad.
Por ser un todo único, contiene cantidades infinitas dimensiones dentro de la única
dimensión de existencia de la pacha en su unidad, en el siendo ocurriendo de la pacha.
Esta complejidad no es filosofía, es simplemente la captación, la aprehensión de la
realidad como la realidad se da, como la realidad transcurre.
Por eso, dentro del todo hay millones de estrellas que no podemos contar. Dentro de
cada estrella, no sabemos cuántos millones de infinitas vidas hay. Nosotros nomás
tenemos dentro de nuestro cuerpo infinitas cantidades de microbios que no podemos
contar.
Esa realidad está demostrando hoy que no hay espíritu alguno, que no existe ninguna
fuerza capaz de haberla creado a la pacha. No existe y nunca ha existido ningún dios
creador. Nuestra cultura no necesita y nunca ha necesitado a dios alguno, a creador
alguno. Nunca ha sido necesario crear algo llamado dios, personificada como Brama,
como Jehová, como Alá.
De ese modo aparecieron diferentes formas para explicarse cómo se originó la realidad,
hasta que alguien apareció y decía: bueno ya no es una etapa cosmológica, sino una
etapa antropológica. Decía: ya es un dios, y apareció Zeus, Júpiter, y otros.
De esa manera, inventaron a dios, como algo que no existe en la realidad. En la India,
500 años antes de Buda, inventaron a un dios que llamaban Brama. El código de la
unidad que hemos visto en nuestra cultura, viene a ser Brama, el dios de cuatro cabezas,
porque aquí encontramos cuatro hombres.
Como él, toda religión para querer ligar al hombre escapado de lo natural y de lo
cósmico, lo hace a través de la represión, del pánico, del miedo al castigo. A diferencia en
nuestra cultura, a un hombre de la unidad, no le importa el castigo, porque no teme a
nada. Su vida no se realiza bajo la presión, la personificación de un dios que tiene que
castigar armado de una espada, del fuego, armado del infierno, o armado de lluvia,
armado de plagas, etc.
En nuestra cultura, lo que podría ser llamado dios que no es dios, viene a ser lo que es la
pacha. Hablando en jakearu, o en runasimita, la pacha viene a ser la representación real
de lo que es toda la realidad.
Según la cultura occidental, el ser humano aparece por acción divina con Adán y Eva
hace 40,000 o 50,000 años atrás, pero esta humanidad no es la primera ni la única. La
tierra ha existido con humanidades diferentes en millones de años atrás, humanidades
anteriores que no sabemos que expresiones han tenido. Siempre ha habido humanidad.
Hoy somos una humanidad diferente, y queremos explicar nuestra aparición con el ojo
del blanco, estamos recortando el proceso histórico anterior.
Nosotros, los jaqes, los runas descendemos de la gran raza roja. Cuando esta cultura
atraviesa una crisis, se sabe que en cierto momento, todo el mundo era dirigido por la
cultura negra. En el África, los ancianos negros decían: nosotros tenemos la memoria del
mundo de los sueños ya hace 40,000 años atrás, porque objetivamente su cultura es
mucho más antigua que la blanca.
Después aparece un vasto y hegemónico poder de la cultura amarilla, y hoy vemos que la
cultura capitalista tiene una hegemonía básica de la llamada raza blanca. Pero hoy, no
hay solamente razas blancas. Hay razas rojas, negras, amarillas. Hay una mezcla de
razas. Antes igual había blancos, rojos, negros, amarillos, todos combinados. En cada
momento histórico, la hegemonía, la dirección política cultural corresponde a una raza y
luego a otra.
EL CÓDIGO DE LA UNIDAD
Ese código representa la tierra. El polo norte, polo sur, el ecuador, la zona templada, y la
zona fría. El hombre originario en nuestras tierras conoció la redondez de la tierra, los
meridianos, los paralelos, el eje de inclinación de la tierra, los trópicos.
Eso se sabe por la información de esos símbolos y la semiótica, las lenguas. Si uno va al
Tibet, se encuentra con que el tibetano es igualito al aymará. La lengua tibetana tiene la
misma filología que los aymarás. Hubo una Argentina que explicó el idioma etrusco por el
idioma quechua, por el runasimita.
Esto no debe darnos la premisa de ser una cultura padre o madre, sino que había un
momento en que todos, negros, amarillos, blancos, rojos vivían en una sociedad igual,
que no sabemos cuándo. Lo importante, empero, es rescatar que en Abya Yala, en
América del Norte, en Centroamérica y en América del Sur se siguió viviendo con los
códigos de la unidad de la sociedad, cuando ya gran parte del mundo vivía en no unidad.
LA CULTURA DE LA UNIDAD
LA UNIDAD GENERABA LA ABUNDANCIA
Un hombre podía tener su parte de tierra, y otras por la de su mujer y la de sus hijos,
para producir para la familia. Era tanta la abundancia, que hubo un inca que dijo que
como comemos mucho, porque era mucha la comida, que hayan tres días de dieta al
mes. Se ordenaba por prescripción, que los tres días de luna llena se debería ayunar.
LA CIVILIZACIÓN DE LA NO UNIDAD
A nuestras tierras, llegan y rompen un ciclo de unidad, de equilibrio. Aquí llegan con sus
reyes, con su latifundismo, con su forma de apropiarse de la tierra, de extraer los
minerales, de llevárselos. Hoy, sí se planifica la guerra, el hambre. Hay ecocidios, se
destruye la naturaleza. Hay etnocidio, destrucción de la cultura.
Pero al mismo tiempo que se sabe diferenciadamente humano, en lo semejante sabe que
somos iguales en lo natural y lo cósmico. Debemos considerar como nuestros hermanos,
tener respeto a los animales y plantas y no matarlos por matar, sino sólo para
alimentarnos y complementarnos.
YA NO VIVE LO SEMEJANTE
Cuando los españoles traen a estas tierras la sociedad de no unidad, traen un modelo de
sociedad, donde no hay equilibrio, donde no hay complementación, ni identidad ni
consenso. En esa sociedad, el ser humano escoge solamente lo diferente y no siente lo
semejante. Ya no vive lo semejante. Por lo diferente, escoge solamente lo
específicamente humano.
Pero el citadino no hace nada para pertenecer a lo natural y cósmico. Se aísla por
completo, como este proceso de la sociedad de no unidad basado solamente en lo
específicamente humano, viene de hace muchos siglos atrás. Desde que aparece la
propiedad privada de los medios de producción, lucha de clases, apropiación de la riqueza
en pocas manos, lo humano se pierde paulatinamente.
Este ser humano que escogió solamente al ser humano, que se asume tan diferente, que
se olvidó de lo semejante, empieza a perder lo que escogió. Hoy en día, después de
siglos de pérdida de lo humano en específico, este ser humano desapareció. Ha perdido
toda la humanidad y ha llegado a ser nada.
Ya no está presente. Por eso, nosotros que nos sentimos humanos, naturales y cósmicos,
cuando vemos un blanco, lo vemos muy pequeño, porque solamente es diferente. En
lugar de él, está lo deshumano o lo no humano en un proceso o etapa de
deshumanización.
Por la estupidez del hombre blanco de sentir solamente lo diferente, surgieron las ideas
de dominar, de conquistar, de explotar al otro ser semejante o diferente, de sentirse
solamente ellos los dueños del mundo y de los demás.
LA "PERSONA HUMANA"
El artículo uno de la Constitución Política del Estado, dice que la sociedad boliviana tiene
como finalidad, la defensa de la persona humana. Igual que esta tiza es una elaboración
de la industria, resulta que la persona humana es el producto final, la elaboración de la
sociedad occidental, que se traduce en el humano alienado y enajenado.
Igualmente fracasó el socialismo en Europa del Este, porque no sabía entre otras cosas,
equilibrar la necesidad del individuo con la necesidad de la sociedad. Puso la sociedad por
encima del individuo, y encontró la negación a partir del propio individuo. En nuestra
sociedad, lo que ha existido es la pretensión de equilibrar al individuo con la sociedad, y
se logró este equilibrio que no logró el socialismo.
Con el poder que nosotros podemos alcanzar si nosotros volvemos a tener nuestra propia
identidad, vamos a tener una capacidad mucho más profunda y más amplia de
desarrollarnos, que el simple occidental que ve que el poder es solamente lo político. Si
nosotros estamos hablando sólo del instrumento político para alcanzar el poder, estamos
hablando en términos occidentales.
NO HABÍA RELIGIÓN
NO NECESITA NINGÚN DIOS
Nosotros hemos establecido que cualquier elemento de la realidad, sea hombre, animal,
planta, estrella, agua, viento, tierra, fuego, todos tienen dos aspectos: Lo diferente y lo
semejante. Por lo diferente es específicamente algo, puede ser planta, animal, estrella,
ser humano, y por lo semejante es natural y es cósmico.
Dentro de esta unidad, él no concibe que existan dioses, espíritus. El no necesita ningún
dios, ningún conjunto de dioses. Dentro de esta realidad, no hay religión. Porque no es
necesario religar, vincular al humano a lo natural, a lo cósmico, porque está unido
inseparablemente.
Dios aparece, cuando aparece la sociedad de no unidad y el hombre está separado de la
naturaleza y del cosmos. Ahí aparece la religión, porque el hombre necesita estar unido a
la naturaleza y al cosmos, del cual ya se separó. Entonces religión significa volver a unir,
volver a religar lo que se ha separado.
EL SOL ES UN HERMANO
De este modo, en nuestra antigua sociedad no había dioses. El hombre antiguo nunca se
separó de su realidad. Nunca entendió la necesidad de dioses. El sol no era un dios. El sol
es un hermano. Es macho y hembra al mismo tiempo. La tierra no solamente es
pachamama, es padre y madre para nosotros, es macho y hembra al mismo tiempo. La
tunupa y el tunupa son macho y hembra al mismo tiempo.
Teníamos muchos hermanos. Unos eran más grandes, unos más chiquitos. Uno era una
hormiguita, el otro un mosquito, el otro una mariposa, el otro un elefante, un ser
humano, una estrella. Si llego a una casa saludo al compañero, igual así al solsticio.
Tengo que saludar al sol, al hermano sol, es un acto de complementación.
Hay que ch'allar también, es otro ser vivo como nosotros. Si tengo que pasar el lago
Titicaca por Tiquina, tengo que decir permiso, pues. Es un ser con vida, pero no es un
dios. En la realidad, nunca hubo dios.
De este modo, la información que tenemos nosotros, de que hubo religión en la sociedad
nuestra, es una gran mentira de los evangelizadores, para destruirnos, y acusarnos de
idólatras. Los cronistas nos hicieron creer que hemos tenido dioses. Tenemos que romper
esos mitos, pues nos taparon nuestra cultura. Debemos destapar realmente nuestra
cultura para saber de dónde venimos.
Solamente en la no unidad aparece la religión. Hoy día, en esta etapa histórica, nosotros
vivimos en una sociedad de no unidad. El jaqe y el runa están separados de la naturaleza
y el cosmos. No se siente unido a ella.
Recuperar que somos parte de una cultura, que tiene derecho de ser, que tenemos
derecho de desarrollarnos. De lo contrario vamos a seguir perdidos. El sol es otro
compañero, la tierra, la luna igual, es una complementación nomás. A eso el occidental le
llamó ritual.
Cuando usted llega a su casa, su hija le trae su regalo, igualito usted. Eso no es un acto
de reciprocidad, sino de complementación. En ese sentido, se complementa un hombre
con una mujer en la cama. Nosotros vemos los wacos pornográficos, donde hay un
hombre haciendo el amor de distinta forma. En unas cerámicas, un hombre, o la mujer
encima, haciendo todo.
Sucede que si nosotros vamos a la India, podemos ver unos libros. Uno se llama el
Kamasutra, y el otro el Anangarranga, donde los sabios indios enseñan a sus hijos a
hacer el amor. Aquí en nuestra cultura también había eso. Aquí el amor está expresado
en varias figuras como si fuera película pornográfica, pero no es pornografía, es el acto
de complementación del hombre y la mujer. Porque en el acto sexual, todo es válido.
NO SE HABLA DE AMOR
El amor es el principio que le sirve al cristiano para dar amor al prójimo y amor a su dios
por encima de todas las cosas. Es el principio que nos sirve para hablar de amor a
nuestra mujer o a los hijos. Hasta en ese modo de complementación nos han metido el
amor. En nuestra cultura no se habla de amor.
Lo que sucede en la realidad, nos lo dice la misma física, las leyes físicas de atracción.
Por la atracción universal, se atrae la tierra con la luna, el sol con los planetas. En la
astronomía, esto se llama ley de gravedad. La atracción de la pintura con el papel, se
llama adhesión en física. Si disolvemos sal en el agua, encontramos un proceso de
disolución, donde las moléculas tienen otra forma de atracción, diferente a la gravedad o
a la adhesión. Encontramos una forma de cohesión.
Al nivel de los seres humanos, la atracción entre un joven y una joven, se conoce como
enamoramiento. La atracción entre padres e hijos, se llama atracción filial. Es decir, lo
que llamamos amor, no es otra cosa que una modalidad de la atracción de lo que existe
en la realidad. Por eso, en nuestro idioma es munay, querer, que es muy diferente al
amar occidental.
Las mujeres originarias y los hombres originarios tienen otro concepto más profundo del
acercamiento a la pareja. En ese sentido siempre hay respeto a la diferencia y la
semejanza. Por eso, nunca hubo machismo en la sociedad originaria y por sobre todo
primero fue la mujer, segundo la mujer y siempre la mujer. Siempre hubo el más
profundo respeto del hombre a la mujer.
Como el ser humano estaba unido al cosmos, a la naturaleza, se hacían los bautizos
solamente cuando el niño dejaba de mamar la leche materna. En ese momento se le
cortaba el pelo y se le daba un nombre más adecuado a la historia del ayllu: Cuntur,
Illapa, Wayra, Quispe.
En el matrimonio, si a uno le gustaba una mujer del otro ayllu, uno pedía permiso a los
padres de esa mujer. Uno tenía que vivir con esa mujer dos años a prueba. Si no se
comprendían, no podían vivir juntos. Usted dejaba a la mujer y se iba a su ayllu, aunque
tuvieran un hijo. De él se encargaba el ayllu, pero de este modo se evitaba el divorcio y la
separación.
El único legislador fue la naturaleza, fue la pacha que reproduce el ritmo de la naturaleza
y el cosmos, porque la sociedad reproduce a la naturaleza, al cosmos. El que no tiene
trabajo en occidente se muere. En cambio, en nuestra cultura todos tenían lo que en
occidente llaman trabajo. No habían ociosos, y no había mentiras, simplemente porque
había complementación, equilibrio, consenso e identidad. Todo era transparente.
En la mita durante la colonia era obligado a trabajar. Era el español que manejaba toda la
extracción de la riqueza. Era él, quien se aprovechaba, porque le daba cabal para que
trabaje y no se muera. Por eso hicieron esas consignas. Porque, en la sociedad de la
abundancia, no necesitábamos robar.
COSMOCIMIENTO
ESTÁ METIDO EN LA REALIDAD
Se coloca dentro la realidad o pacha, se siente un elemento más de esta realidad. Está
metido en la realidad, y aprende de la realidad, sintiéndose y viviéndose que es la
realidad misma.
En cambio nuestros padres, nunca colocaban al hombre fuera del objeto, sino al hombre,
dentro de la realidad. De tal manera, que cuando el Cosmocimiento de un árbol se realiza
por parte de un hombre, es el hombre que se convierte en árbol, es el hombre que se
hace árbol, o el árbol que se hace hombre. Es otra forma de saber.
Es por eso que nosotros vemos un guaraní con la fuerza de un tigre, por que ha llegado a
compenetrarse con el tigre. Siente que él es un puma, o un tigre, y de un golpe, sentimos
la fuerza del puma, o del tigre, y nos mata de repente.
Este ser humano comienza a aprender a coger, a levantar la realidad dentro de él con el
uso, no sólo de la razón sino también con el uso del sentimiento, de la intuición, la
imaginación, los instintos, la percepción, la voluntad, los deseos, los sueños, hasta lo que
se llama el diálogo con los muertos, con los que no están. Hasta en occidente hacen las
guijas, hacen reuniones espiritistas. Pero no se trata de espíritus, se trata de energías
que están ahí presentes.
En las antiguas litotecas, vemos un hombre agarrando un cacto, con la cabeza llena de
serpientes, con las alas de cóndor, garras de puma, ojos de águila, cuerpo humano, y
todo hecho de piedra. Es un jeroglífico, donde se ve la unidad de todos los elementos de
la realidad. Se ve la piedra, se ve al animal, se ve la planta, al ser humano, y se ve a la
estrella. Esto es cosmocimiento en la cultura nuestra.
Cuando se dice que un yatiri habla con los muertos, o se dice que un chamán del oriente
o de la Amazonía, se transforma en otro animal, o se transforma en una planta, sucede
que el ser humano, que es naturaleza y cosmos al mismo tiempo, asume una identidad
de identificación total con la naturaleza y el espacio. Eso no hace el occidental, y como
nosotros tenemos formación occidental, nos es difícil comprender que esto es posible.
Cualquier elemento de la realidad, sea una planta o un animal, cualquier uno, es a la vez
todo.
Pero no lo podemos lograr nosotros, que nos sentimos solamente humanos, porque
estamos en un proceso de transculturación, que nos lleva a la pérdida total de la
identidad cultural. Por eso no lo aceptamos fácilmente eso.
En México hay un pueblo que todos los años tienen que ir a una pampa, van a cortar
cactus, y van a masticar el cacto sólo para ver la cola del dios-venado llamado
Coyawmahui. En este proceso va a limpiarse por completo. Lo que nosotros podemos
conocer de esta realidad es lo que el occidental nos ha imprimido, como formas de
conocimiento.
Nos hemos olvidado de escribir con la derecha de izquierda a derecha, de abajo a arriba,
de escribir en diagonal y lo mismo con la izquierda. No manejamos los dos pies, no
tenemos los dos lóbulos cerebrales desarrollados. Occidente nos ha obligado a escribir y
hablar en un solo sentido. En cambio, los grandes sabios de nuestra cultura escriben con
las dos manos y en todos los sentidos.
Los dos oídos están altamente desarrollados, no solamente uno como nosotros. Cada uno
ve más con un ojo que con el otro. Nuestras posibilidades de ser en occidente están
limitadas. Estamos hablando del equilibrio. Si estamos aprendiendo a escribir solamente
con una mano estamos en desequilibrio. Nuestros padres buscaron siempre el equilibrio
derecho e izquierdo.
Entre Uyuni y Coipasa hay un ambiente telúrico, cósmico, una radiación especial que
potencializa al ser humano a ser diferente, y se cultiva el saber. Por eso, que Tiawanacu
sale de la región de Tahua, de la región del Salar y migra a Tiawanacu.
Además, nuestra cultura originaria tiene una metodología, una manera de pensar en la
forma como se desarrolla nuestra identidad, nuestra cultura, nuestra nación originaria
dentro de la sociedad de la unidad.
Cada proceso, sea instintivo, sea emotivo, tiene su propia manera de darse, sus propios
métodos, caminos, circunstancias que cada hombre en su ocasión tiene que desarrollar
de acuerdo a lo que quiere coger o aprender, pero obviamente la realidad no solamente
se agarra con la razón. Se agarra con todo.
NUESTRA CIENCIA
SE NECESITA IMAGINACIÓN
A la vez, un matemático francés pasaba mucho tiempo, noche y día estudiando unas
funciones matemáticas y no encontraba ninguna solución al problema. Pero, según él
cuenta en su autobiografía, en una noche tuvo un sueño, que le dijo como encontrar el
problema.
Quienes manejan hoy día en gran parte el staff industrial, ya no son ejecutivos, ni
economistas. Son artistas, son gente de locura, son gente que hace informalidad de
pensamientos. Han recurrido ya no a un staff de empresarios, sino a gente que alucina,
gente que imagina donde invertir.
Nuestros abuelos ya supieron de una realidad de expansión del universo, del espacio y lo
complementaron con un conocimiento de contracción del espacio. El espacio, como
espacio donde hay estrellas y constelaciones, no solamente se expande sino también se
contrae en vueltas y más vueltas.
Y hoy recién la astrofísica sabe eso. Comprende y conoce eso, lo estudia, lo ve con
telescopio, con frecuencia de ondas, con diferentes medidas va calculando, como el
espacio está expandiéndose, como está concentrándose.
LA WIPHALA
Llegaron a saber en qué momento la tierra recibe determinada radiación lumínica del sol,
en cada solsticio. Hicieron la llamada wiphala, no por la observación del arcoiris, sino por
la observación de la relación de la tierra dentro del movimiento planetario, dentro del
sistema planetario solar, de tal manera que supieron colocar ciertos colores de la wiphala.
Cuando la tierra estaba en el solsticio de verano en el hemisferio sur, la tierra tenía una
determinada radiación lumínica en su espacio, en su cara. Cuando la tierra estaba en otro
momento, en el solsticio de verano en el norte, y nosotros en el solsticio de invierno, la
tierra tenía otro color, otra cara. Cuando la tierra estaba en equinoccio, tenía otra cara, la
wiphala tenía otra forma de poner.
Cuando se construye esa representación cromática en una forma con dos pirámides,
podemos imaginar la wiphala hecha cromaticidad, convertida en una pirámide cuesta
arriba y otra abajo.
Esto empieza a acumular tanta energía solar que se convierte en un acumulador, que
bien disparado tiene la fuerza que hoy en día se está conociendo como rayos láser. Este
conocimiento físico y astrofísico de nuestra cultura no tiene parangón.
El código de Kanta tayita está reproducido en una piedra parada y partida de Tiwanacu.
Significa el amanecer en la luz y el amanecer en la oscuridad. Nuestros padres nunca
pensaron que la luz era buena y la oscuridad lo malo. La energía de la noche tiene su
fuerza tanto en la luz como en la oscuridad. Por eso, hay energía en la escala cromática
más allá del color violeta y antes del color rojo. Nosotros solo vemos lo cromático, que es
luz, pero nuestros abuelos ya manejaban lo acromático, las energías de la noche.
Igualmente, al diagramar el código de Kanta tayita, se sabe que había un ciclo histórico,
donde el ser humano tiene un pulso de 72.4 pulsaciones por minuto que son diferentes a
las actuales de 75. Era una humanidad diferente, de condiciones diferentes.
Nuestros padres descubrieron la técnica del sifón, los conocimientos de hidráulica para
irrigar las tierras desde abajo hacia arriba. Aplicaban el viento. Ponían el agua en una
fosa, y captaban el viento. El viento podía entrar a una velocidad de 80 a 100 Km/ h. Este
es un simple conocimiento de física que nuestros abuelos supieron.
Hoy recién se conoce la técnica del sifón desde el siglo pasado. Todas las culturas
regaban la tierra, mandando el agua de arriba a abajo, pero nunca de abajo hacia arriba.
¿Cómo se podía mandar el agua hasta la punta de Tunari? Ese conocimiento de
meteorología, de física, hoy día recién occidente lo está conociendo, pero todavía no lo
aplican. Siempre hay que esperar que el agua se bombee.
Nuestra cultura es una cultura abierta, amplia, que acostumbró siempre a dar, a brindar
la complementación. De un cochabambino, de una persona de Tarija, de uno de
Camargo, como le reciben a uno. Solamente en algunos lugares donde occidente ha
penetrado con fuerza le tiran a uno la puerta, no le dan ni siquiera un vaso de agua.
Pero cuando el blanco llega, nuestros padres dan en complementación, pero no reciben
nada, solo reciben muerte, sangre, violencia, agresión mental. Nos hemos acostumbrado
a recibir al blanco con las piernas abiertas. Todo le damos al blanco, pero cuando llega un
hombre honesto no le damos ni mierda.
Si somos mestizos que vivimos en la ciudad, decimos al indio, cochino, sucio, asqueroso,
y nos sentimos más blanco que el blanco. Andamos con corbata. Votamos por MNR, el
ADN, o somos tránsfugas políticas. Un día estamos por acá, mañana por allá. Tenemos al
cristo clavado en el corazón. Sin querer, estamos haciendo el juego a la clase dominante,
que nos hace entrar del corazón el derecho de ser bolivianos. Nos han bolivianizado.
Durante 500 años de colonización y evangelización, los cristianos han venido acá a
malograr, destruir, oprimir, explotar y a matar nuestra cultura. Nos borraron, nos
quitaron nuestra cara, corazón, lengua, costumbre, nuestro saber. El interés del occidente
de propagar la Biblia era justamente el interés de la colonización manejada por el
Vaticano, para hacer un lavado de cerebro y de corazón justamente frente a nosotros.
Desde 1550 a 1600 aquí en América hubo tres concilios. Dos en Lima y uno en México, en
las cuales se habla como joder al indio, como arrancarle su sabiduría y como matar a sus
sabios. En eso, se acordó contratar agentes indios. Contrataron cronistas indios, que
torcían la historia.
Ahora entran a nuestras tierras. Nos predican el evangelio en nuestras caras, hasta en
nuestra sopa. Prendemos el televisor, el evangelio. Prendemos el radio, el evangelio.
Salimos de Cochabamba, el Cristo de la cruz. Estamos reventados.
Aquí, nos controlan cada día con una lucha ideológica en la escuela, el colegio, la
universidad, en las conferencias, en el cine, en la radio, la televisión. Nos hacen dejar de
comer lo nuestro. Comemos todo enlatado, puro fideo en las noches. No hay quinua, no
hay papalisa, no hay izaño, no hay mote.
En EEUU, de los comanches, apaches, quedan apenas el uno por ciento de tantos
millones de seres humanos. A esos indios, le meten universidad, para que sean
empresarios, economistas, contadores, administradores. Así los alejan de la conciencia y
sentimiento de su cultura originaria.
Quieren liquidarnos como cultura. En Bolivia, por medio de la educación bilingüe quieren
meter occidente a través de nuestra propia lengua. MISERIOR que es una agencia
jesuita-alemana ha invertido trescientos millones de dólares con dinero del Vaticano. La
educación bilingüe no es para hacernos un favor. Es para de una vez acabarnos en el
proceso de etnocidio.
Hoy día, ya han metido a los jóvenes de los 18 años a la danza, al baile y carnaval
electoral para garantizar su hegemonía ideológica, su hegemonía política, económica,
social y cultural. Así somos nosotros objetos de una agresión permanente, y muchas
veces, nosotros vemos pasar esto por nuestras narices y no nos percatamos.
Mientras un indio tenga el corazón con Cristo, la Virgen María, bautizando sus hijos,
casándose por la iglesia, no va a tener autodeterminación. Seguiremos siendo esclavos de
occidente. Seguirá habiendo aculturación.
LA SOCIEDAD DE LO DESHUMANO
Hemos llegado a la sociedad de no unidad, en la cual el ser humano ya no escoge los dos
aspectos y las tres dimensiones de vivir, sino escoge sólo el primer aspecto, lo diferente.
Por lo diferente, escoge solamente la posibilidad de vivir como humano, olvidándose de lo
natural y lo cósmico. Vivir en lo diferente, genera la desaparición total de lo
específicamente humano hasta llegar a la casi total desaparición de éste.
Por eso, hoy día la sociedad actual llego a ser la sociedad de lo deshumano, la sociedad
donde no está presente lo humano. No podemos pensar que esta sociedad sea realmente
humana, porque no se puede comprender que un ser humano explote a otro ser humano.
No se puede comprender que el explotado se deje explotar por otro ser humano. No se
puede comprender que existan seres humanos, que planeen una guerra, que planifiquen
la ignorancia, las miserias, las enfermedades.
No podemos decir que vivimos en una sociedad humana, cuando encontramos todas las
manifestaciones de la deshumanización. Estamos viendo el deterioro, el proceso histórico
donde lo humano en su diferencia ha ido desapareciendo más y más hasta llegar a la
total desaparición de la posibilidad humana.
No se puede pensar, que solamente el 15% de la población mundial haga uso y abuso de
más del 80% del total de la producción mundial. No se puede pensar que en Bolivia 5%
de la población se lleve toda la riqueza producida por el hombre de Bolivia, mientras el
restante 95% vive en condiciones de miseria. Eso es deshumanización.
No se puede pensar que en el Perú, el uno por ciento de la población se lleve más del 92
% de todo el PIB para su bolsillo. No se puede pensar que el mundo en su conjunto vive
en su gran mayoría un estado de deshumanización.
Entre 1500 y 1600, se desarrollaba en América el Primer Taky Onqoy. Ya no era una
resistencia militar en ese entonces, era una resistencia ideológica. Después se desarrolla
el Segundo Taky Onqoy. Hoy día es necesario el Tercer TaKy Onqoy.
Esto implica entre otras cosas, recuperar nuestras waqas, ahí donde han colocado una
iglesia, porque generalmente ahí donde hay iglesias, estaban las waqas. Ahí iba la gente.
A través de los actos de complementación en los solsticios y en los equinoccios, a través
de nuestra música, nuestra Wiphala, en nuestra organización social, hay que recuperar el
equilibrio, la complementación, el consenso y la identidad, que son completamente
diferentes a la propuesta occidental y cristiana de la justicia, la libertad, la democracia y
la dignidad.
Tenemos que amarrar nuestra economía, nuestra sociedad, nuestra política, nuestra
expresión jurídica, nuestra expresión cultural, nuestra expresión ideológica, nuestra
expresión religiosa como una cultura global, como una propuesta ideológica de identidad
cultural, que no son inventos sino describen la realidad misma.
El rostro de nuestra identidad hay que pintarlo en nuestras caras y nuestros corazones.
Hay que levantar de nuevo la identidad en todo nuestro ser, en nuestros pensamientos,
sentimientos, intuición, imaginación, atención, instintos, costumbres, alimentación, actuar
frente a la realidad, el modo de comportarnos frente al estado y a las clases que nos
atacan. Hoy día, no hay wascares, amarus, kataris y bartolinas que nos defiendan.
Hoy día, estamos nosotros con la identidad de nuestra cultura de nación originaria. Esta
identidad debemos levantar con sus propias características para que se convierta, se
transforme, se torne como un factor, como un motor, como un catalizador, como una
fuerza que mueva, que estimule, que eche a caminar un proceso de Kutipacha de querer
cambiar las cosas dentro de la situación histórica actual del Qullasuyu y de todo el
continente llamado Abya Yala.
Muchos dirigentes revolucionarios no trabajan junto con sus compañeras, porque ellas
están trabajando, son gerentes, otra es abogada, otra es empresaria. No tienen a su
mujer a su lado.
Si somos revolucionarios, no podemos pensar que una pareja marcha uno por un lado y
una por otro lado. La familia es la fundamentación del cambio de la Kutipacha. Estamos
haciendo desfase, si nosotros hablamos del Kutipacha, y nuestros hijos los tenemos en el
colegio metodista.
Nuestra cultura tiene tanta dimensión que hay que saber cogerla, levantarla y poder
armarse de esto, y decir: bueno, yo me siento orgullo de ser lo que soy, y no sentir
vergüenza. Un primer acto cultural, un primer avance que podemos hacer, es cuando
tengamos el valor de poner nombres originarios a nuestros hijos, de poner los nombres
que correspondan a nuestra cultura.
Tenemos tanto terreno para luchar culturalmente, que tenemos que ganar espacio en la
confrontación ideológica, para poder enfrentarnos a la agresión ideológica de otras
culturas, sobre todo a la occidental y cristiana.
Tenemos que crear nuestra propia educación, nuestra propia salud, dado el abandono
que hoy ejecuta el neoliberalismo en el campo de la salud o educación, porque si vamos
a pedirle educación o salud al sistema, nos vamos a arruinar.
Hoy, el hombre europeo quiere uña de gato, se lleva nuestras plantas, usa la medicina
antigua. Su fármaco industria, su farmacopea ya no aguanta más producción sintética. El
cuerpo humano ya no aguanta más. Por ello, ellos empiezan a valorar egoístamente la
naturaleza y la meten en cápsulas. Ahora buscan lo natural, pues al cuerpo humano que
fue objeto del abuso de la medicación química occidental, han aparecido enfermedades
como el SIDA.
Tenemos que cambiar la sociedad, hacer un Pachakuti, voltear las cosas, porque
simplemente el jaqe no es jaqe, el runa no es runa. La sociedad actual se deshumanizó.
Ya no hay ser humano. El ser humano está ausente de la historia. Debemos volver al ser
humano de lo humano, natural y cósmico. En el occidente también quieren recuperar eso.
Por eso vienen los gringos a estas tierras, por eso se llevan nuestra quinua, papalisa,
todo. Hasta nuestros genes se roban.
Nosotros tenemos que dar los fundamentos de nuestra identidad para hombres y mujeres
que son humildes, que son dirigentes de su pueblo en cada comunidad. En cada
comunidad, cada cual conoce a la gente a la que se va dirigir. Para robar el huevo, no
hay que esperar que el águila esté alertado. Tenemos que tener una organización,
métodos y estilos de trabajo y la capacidad de organizar y dirigir a nuestro pueblo en su
recuperación de la conciencia originaria.
SOMOS MAYORÍA
TOMEMOS NUESTRA CHICHA, COMAMOS NUESTRO ALIMENTO
Muchos procedemos de ayllus. Por ello, queremos plantear que tenemos que volver a
nuestros ayllus. Volver a ellos y plantear nuestras formas de trabajo ancestral sobre las
tierras. Mantener la mink'a, el ayni, la mita. Rescatar las autoridades originarias.
Teníamos una economía de sustento, la capacidad de consumir lo que tenemos. Hoy día
podemos ponernos de acuerdo que, por decir, 50 ayllus no compren fideo ni cerveza
paceña. Tomemos nuestra chicha, comamos nuestro alimento y nos compremos entre
nosotros y no le compremos al occidente. Nuestra nación originaria tiene su propia
capacidad económica, política y cultural dentro del campo.
Somos grandes, hemos hecho una gran cultura. Aún lo somos. No podemos renunciar a
esa grandeza con la desaparición de nuestra cultura. Tenemos que hablar nuestro propio
idioma y sacar adelante nuestra propia cultura.
Entre nosotros hay en potencia, grandes filósofos, grandes pensadores, grandes artistas,
grandes contadores, grandes sociólogos, grandes agricultores, grandes renovadores
tecnológicos.
Tenemos condiciones innatas para crecer como seres humanos, dentro de lo natural, de
lo cósmico, y de lo humano específico. Debemos dejar de sentirnos incapaces, de
reducirnos a simples sindicalistas. Pensamos que el sindicalismo y la política chata es
todo.
Tenemos un gran nivel político, que podría ser aún más grande, si es que dialoguemos,
conversemos y discutamos. Si lleguemos a acuerdos y ejecutemos los acuerdos, los
mandatos, las conclusiones y resoluciones. Si llevemos a la práctica lo que significa este
acuerdo, esta fuerza.
Lo económico nos amarra a que no podemos avanzar. Existe obviamente una necesidad
de plantearnos una economía. Estamos dependiendo de factores externos o extraños a
nuestra propia fuerza.
La única posibilidad que tiene la nación originaria para sobrevivir es a partir de su propia
fuerza, a partir de sí misma. Y puede construir su economía, si no pierde su territorio, ni
su cultura ni la tierra.
Por ello, debemos oponernos a la ley de tierras, que va quitarle las tierras a la nación
originaria de la amazonía, del chaco, del oriente, del altiplano, de los valles. Al quitarnos
las tierras, occidente le haría imposible a la nación originaria reorganizar su propia
economía. Si nosotros no vemos eso, si permitimos eso, estamos propiciando la
destrucción de nuestra propia cultura.
La nación originaria es la que más chance tiene, más que la ciudad, de alcanzar su propia
autodeterminación dentro el sistema. De plantear, dentro de la nación originaria, una
economía paralela, una sociedad paralela, un estado paralelo, una educación paralela y
una cultura autónoma con sus propios valores y su propio comportamiento diferentes a
los occidentales y cristianos.
De tener una táctica, una estrategia de estar en el sistema sin estar en el sistema. De
desarrollarse dentro del sistema sin comprometerse con el sistema. Utilizar astutamente
lo que el sistema dé, carreteras, comunicación, y al mismo tiempo boicotearlo. Así puede
crecer en su propia economía, con su sociedad, con su política, con su educación, con su
cultura.
Por ello, si nosotros somos hombres del Kutipacha, debemos ver cómo cuidar y velar por
mantener la nación originaria como fundamento de nuestra cultura. En un proyecto
nacional que signifique la destrucción de ella, no vamos a ir a ninguna parte. Por ello,
occidente cuida que no se nos salga el indio, porque si se despierta reventamos el
sistema.
Eso tampoco significa caer en una propuesta de que la nación originaria sea lo único.
Aunque muy diferente a los problemas de los campesinos en el chaco y a la propuesta de
los sectores urbanos oprimidos y explotados en las ciudades, no podemos aislarnos de
ellos.
Dentro de toda la población boliviana, de los siete millones de habitantes existen seis
millones de originarios. En el campo tenemos la nación originaria y tenemos los
campesinos. Somos más de tres millones metidos en el campo, entre campesinos y
nación originaria. En la ciudad tenemos las clases sociales oprimidas y explotadas, los ex
mineros relocalizados, pequeños comerciantes.
No existía la concentración de riqueza privada nadie podía tener más de los que
necesitaba y no había una distribución equitativa como muchos investigadores nos hacen
ver, porque lo equitativo significa distribuir a todos por igual, pero si nosotros vemos las
familias no todas son iguales hay algunas que tienen un hijo, 5 hijos y otras hasta 10
hijos no ve?, Dar por igual a cada uno significa favorecer a la familia que tiene menos
hijos, si se tiene una torta pues para una familia será más que suficiente para comer
bien, pero que pasará con la que tiene unos ocho hijos, significa que la torta la tendrá
que repartir entre los ochos y a cada uno le tocará apenas una pequeña parte, entonces
no hay equidad, entonces lo que se hacía era si una familia tiene ocho hijos pues había
que darles ocho partes iguales y para el que tiene uno pues solo hay que darle una parte,
entonces no había opción de que acumulen mucho más de lo que necesiten.
Nunca se planteó ese problema fundamental de la filosofía occidental, que coloca frente a
frente dos aspectos: materia y espíritu, o lo que se conoce en sociología como ser social y
conciencia social, o biológicamente como cerebro e ideas.
Con esa simple propuesta echamos por los suelos la tesis de Darwin, porque estamos
hablando de un animal, de una planta, de un ser humano, y de una zoología, de una
geografía, de una geología inclusive muy reciente, muy confusa, el primer hombre
aparece sin caer en las teorías científicas de Darwin llegaremos a colegir que estamos
apareciendo hace unos 50.000 – 100.000 años, pero que de esas culturas donde no
habían monos, Yo me pregunto, como explicar de qué tipo de mono viene, si hace más
de 400.000 y 500.000 años atrás hacia 3’000.000 millones de años el hombre ya estaba y
se sabíamos cómo era el mono.
Al tratar de dar una noción de identidad primero es fundamental tener una base de lo
que fue la sociedad ancestral, la cual era más superior en términos no en términos de
tener aviones, etc. Tal vez eso se suponga superior pero no es así, fuimos superiores en
términos de que en este periodo el individuo realmente era un ser humano, en cambio
hoy, entramos en un proceso de deshumanización, donde nos hacen ver como una
ciencia la agro biología, sin embargo nuestros ancestros ya habían sabido de este estado
y con mayor profundidad, no era nadie importante, el hombre era parte del todo
El ser ancestral hombre y mujer no quería poder, pues a diferencia del sabio judío que,
astutamente, para dominar al mundo elabora un documento como el llamado Eclesiastés
y Proverbios en el cual dice: para ser sabio hay que dominar a las propias estrellas,
solamente el necio es esclavo de las estrellas, si yo quiero ser sabio dice el judío debo
construir mi casa sobre siete estrellas es decir la prepotencia de este llamado sabio es
que puede ser sabio si y solo si domina la influencia de las estrellas, él entonces podrá
alcanzar la sabiduría para alcanzar tres cosas: poder, gloria y riquezas
Resulta compañeros que en nuestra cultura no hubo una filosofía, la filosofía según el
occidente se refiere a la sabiduría, pero la sabiduría occidental está hecha para tener
poder y riqueza, pero la sabiduría de nuestros abuelos está hecha solamente para vivir en
equilibrio, complementación, consenso e identidad, cosa que no ocurre en la sociedad de
no unidad, entonces en el campo de la filosofía, este amor que tiene, que sale de la
filosofía no es el amor para vivir como ser humano, por ejemplo Aristóteles es un hombre
que hace filosofía pero es un esclavista, tiene esclavos, entonces como un hombre que
ama la sabiduría puede ser tan humano y al mismo tiempo tener esclavos y todos sus
libros hablan de la apología y la esclavitud, vale decir que en nombre de la filosofía se
premia así ese saber separado del ser.
Hablábamos de una sociedad de unidad, donde eran otros los principios, y ahí había la
defensa del ser humano, del individuo, en cambio en la sociedad de la no unidad,
decíamos que estaban en un proceso de deshumanización, el capitalista, que es dueño de
empresas, de los medios de producción, mientras más le explote al pobre, mas
fructividad va tener, por eso en todo el transcurso de la humanidad desde la concepción
occidental, ha ido avanzando el modo de explotación. Hoy por ejemplo, si el obrero tenía
que trabajar 4 horas para justificar su sueldo, hoy con 2 horas, y ahí se agarraba el
capitalista 4 horas, para el patrón.
Mas insisto en que en el video aquí hay una propuesta de defensa del salar de Uyuni en
aymará y castellano, hay que defender el salar de Uyuni y el salar de Coipasa. Nosotros
escribimos un documento publicado en Europa en defensa del salar de Uyuni y se está
conformando en Europa comités de defensa del salar de Uyuni, a su vez hemos
conformado en Oruro un comité de defensa del salar conformada por 17 organizaciones.
El 15 de enero estaremos unidos con más de 60 autoridades originarias para conformar
en Colchani un comité de defensa conformada por autoridades originarias del salar de
Uyuni, de Coipasa, ese discurso, esa posibilidad solamente puede darse, que existe aquí
en Bolivia más que en el Perú.
En el Perú han arrasado con todo lo que es el campo, actualmente en el Perú existe
menos de 10% de la población viviente en el campo, lejos de poder construir la
posibilidad de desarrollo de la economía en el campo en el sector campesino, en la nación
originaria, esas posibilidades han desaparecido, porque por un lado la acción del
imperialismo y por otro la acción de las guerrillas lejos de propiciar la autonomía y la
construcción de bases originarias en el campo de una economía paralela de una
autonomía social, política, economía, y jurídica han propiciado la restricción de esa
posibilidad.
Es por eso que debemos oponernos acá en Bolivia de la aparición de grupos guerrilleros
en el campo, porque nos llevaría realmente a acelerar, el proceso que el mismo
imperialismos ha montado que el proceso de migración del campo a la ciudad.
Si fuésemos una organización seria por medio de un ampliado o un plenario. Una vez que
esta resuelva, se ejecuta y así se avanza. Después se resigue la práctica, se realiza otra
reunión y se va avanzando y dándonos cuenta donde estamos poniendo el error y donde
el acierto. A su vez se hace el balance crítico de cada compañero, que debe ser criticado
y vigilado y debe ser severamente amonestado, si es que no ha cumplido las tareas que
debería de cumplir.