La Formacion de Maestros, Un Porblema Planteado (Lesvia Rosas-UNAM) PDF

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Sinéctica 17

jul-dic/2000

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LA FORMACIÓN DE MAESTROS, Á
T
E
D
R
UN PROBLEMA PLANTEADO A

Lesvia Rosas* Introducción hecho, la investigación era uno de los ejes del
currículo de la nueva licenciatura.
Bernard Honore,1 un pensador que se ha dedi- Con el plan de 1984 aparentemente se ponía
cado a construir una teoría de la formación, di- fin a un largo debate sobre el tipo de maestro
ce que el asunto de la formación es un proble- que se debía formar en nuestro país. Para lo-
ma planteado, no resuelto. Retomándolo, pien- grar una mayor claridad acerca de este debate,
so que la formación de los maestros de educa- es conveniente retroceder un poco en el tiempo
ción básica en México es, efectivamente, un y tratar de aprender de las lecciones de la his-
problema planteado desde hace mucho tiem- toria de la formación de los maestros en
po. Un problema al que se le ha tratado de dar México.
solución desde muy diversos ángulos, pero que El debate que refiero se remonta principios
rara vez se ha reflexionado con toda profundi- de siglo, pero se hizo mucho más evidente y
dad. La historia de la formación de los maes- fuerte en la época posrevolucionaria, cuando la
tros de primaria en nuestro país está marcada existencia de los maestros rurales que partici-
por un continuo debate acerca del maestro paron en la escuela rural mexicana constituyó
que se debe formar. Con la aparición de los un hito en la historia de la educación básica en
dos últimos planes de estudio de la escuela México.
normal, en 1984 y 1997, se pusieron de relieve Antes de la revolución, los maestros rurales
preguntas sustantivas en torno a la formación eran considerados y tratados como maestros
de los maestros que parecían haber sido ya de una clase inferior a aquellos que trabajaban
superadas. en las escuelas urbanas. Eran maestros que
El plan de 1984 representó un cambio im- por lo general no tenían un título y que trabaja-
portante, porque con él, la carrera de maestro ban en circunstancias sumamente precarias.
adquirió el estatus de licenciatura y las escue- Con el proyecto de la escuela rural mexicana,
las normales se ubicaron en el rango de las el estatus de los maestros rurales cambió con-
instituciones de educación superior. Este plan siderablemente. No mejoraron mucho en suel-
pretendía ofrecer una formación en la que los do, pero sí en prestigio social y en atención,
* Investigadora titular del futuros maestros contaran con una visión puesto que fueron maestros que se formaron
Centro de Estudios Educa- amplia de la problemática de la educación y en la práctica y, por lo tanto, requerían de aten-
tivos, miembro del Consejo ponía, sobre todo, el acento en la formación de ción, conocimientos y materiales que se les
Mexicano de Investigación
un maestro capaz de investigar sobre su propia hacían llegar a sus lugares de trabajo.
Educativa e investigadora
de la facultad de ingeniería práctica educativa, para extraer de ella los Los maestros de la escuela rural mexicana
de la UNAM. aspectos a mejorar en su trabajo cotidiano. De eran maestros tanto de niños como de adultos y

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su trabajo educativo se desarrollaba en las las características mencionadas, entre otras


escuelas y en las comunidades. Además de los razones porque la profesión tiene la caracterís-
conocimientos necesarios para enseñar a los tica de ser “una profesión de Estado”.6
niños, poseían conocimientos que les permitían La imagen del maestro como profesionista,
intervenir en el desarrollo de las comunidades junto con las reminiscencias de la imagen del
rurales en las que se encontraban las escuelas. maestro rural, permanecen en la actualidad
Por todo esto, durante el periodo en el que tanto en el discurso sobre la docencia, como en
se impulsó el proyecto de la escuela rural, los el imaginario colectivo sobre el maestro, sin
maestros fueron una de las personalidades embargo, en la realidad de su formación, de su
más importantes de las comunidades, al grado desarrollo profesional y de sus condiciones de
de que todavía muchos años después de que trabajo, prevalece otro concepto, como se verá
el proyecto de la escuela rural mexicana fue más adelante.
cancelado, la figura del maestro rural que sur- A 13 años de distancia del plan de 1984 y sin
gió de ella sirvió como ejemplo del maestro que mediara una evaluación sobre la forma en
que se debía formar. Se trataba de un maestro que sus egresados asumieron su función, y so-
con una formación diferente a la que recibían bre las condiciones en las que el sistema los
los que trabajaban en las escuelas urbanas, en recibió y apoyó, apareció el nuevo plan de 1997
la que se enfatizaba la formación para la ense- que replantea el perfil del maestro necesario
ñanza dentro de la escuela, dirigida exclusiva- para el país. Se rechazó el concepto del maes-
mente a los niños. tro que investiga sobre su práctica y se dio én-
El debate entre esas dos posturas2 se sostu- fasis a la tarea del maestro de enseñar y para
vo muchos años, mientras se sucedían conti- eso se le debe preparar.
nuos cambios en los planes de estudio de las Estos cambios en la concepción del maestro
escuelas normales,3 hasta que finalmente se que se debe formar, no son nada nuevo. De he-
decidió unificarlos. Con esta decisión, desapa- cho, lo que ha marcado la tónica en la historia
reció la formación específica de maestros para de la formación de los maestros de primaria en
las escuelas rurales.4 Sin embargo, la imagen nuestro país ha sido un cambio continuo de
del maestro rural de la posrevolución no ha de- planes y programas, que más que una búsque-
saparecido del todo. Todavía en la última refor- da o una respuesta a las necesidades educati-
ma al plan de estudios, en 1997, se pueden ad- vas de los niños, ha reflejado, en algunas oca-
vertir expresiones que hacen referencia a este siones, la adhesión acrítica a normas interna-
tipo de maestro. cionales o la incorporación de tendencias sur-
Más tarde surgió la imagen del maestro co- gidas en otros países, o bien, la respuesta a in-
mo profesionista, la que aparentemente se con- tereses particulares que muy poco tienen que
solidó en 1984. No obstante, en torno de este ver con la naturaleza y funciones de la educa-
concepto ha existido también un gran debate.5 ción.
La imagen del maestro como profesionista En el fondo de la cuestión sigue quedando
implica una formación científica. Una prepara- la delicada pregunta ¿qué significa formar para
ción especializada para realizar su trabajo y la docencia? pero quizás antes habría que plan-
para contribuir al desarrollo de ese campo pro- tearse otras preguntas: ¿qué significa formar?,
fesional. Significa estar preparado para tomar ¿la formación de los maestros es una acción o
decisiones calificadas ante situaciones proble- un proceso?, ¿la formación de los maestros se
máticas en la práctica de la profesión. Implica circunscribe sólo al ámbito de la escuela nor-
también ser autónomos en el desarrollo de su mal o se desarrolla también en otros ámbitos?,
campo de trabajo y compartir con su gremio un ¿cómo perciben los maestros su formación?
código ético de la profesión. El debate en torno Para contribuir a la discusión sobre estas
a esta imagen se ha dado porque, quienes han preguntas presento a continuación algunos de
analizado la formación que se les imparte a los los resultados de una investigación que tuvo
maestros, encuentran que ésta no cumple con como propósito hacer aportaciones al campo

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de la formación de los maestros, tanto desde la de una manera distinta, superando la descrip-
teoría, como desde la reflexión surgida del ción empírica y arribando a una nueva lectura
trabajo con un grupo de maestros con más de del fenómeno.8
15 años de experiencia docente en escuelas
rurales.7 Esa nueva lectura del fenómeno a la que se re-
fería Reyes se puede dar si, en contra de con-
Sobre el concepto de formación siderar a la formación como una oferta externa
al sujeto, se le considera centrada en el sujeto.
El problema que originó la investigación fue la
De acuerdo con pensadores como Gadamer
necesidad de entender cómo se forma un
y Honore, la formación centrada en el sujeto se
maestro y una de las rutas de acercamiento a
puede concebir como un proceso personal y
ese problema fue el cuestionamiento del con-
social, significativo para el ser humano.9 Duran-
cepto mismo de formación.
te este proceso, el individuo introyecta todos
La palabra formación ha llegado a tener un
los elementos que el medio social pone a su
uso común, en el que se le llama así a toda pro-
alcance para incorporarlo como uno de sus
puesta educativa o que pretende serlo. Por lo
miembros. Así, acumula una serie de conoci-
general, se refiere a un programa o plan de es-
mientos y experiencias que le permiten buscar
tudios que se le ofrece a las personas, desde
y construir, con el concurso de los otros, las
una instancia totalmente externa a ellas y se
condiciones para que todos esos conocimien-
sobrentiende que una vez acreditados los cur-
tos y experiencias se enriquezcan y se transfor-
sos correspondientes, la formación se ha con-
men en su proyecto de vida. La persona, enton-
sumado. Esas personas están, por lo tanto,
ces, se va construyendo en el seno de la so-
listas para desarrollar una determinada tarea
ciedad.
en la sociedad.
La formación centrada en el sujeto implica
Sin embargo, en muchos casos y específica-
aceptar que, aunque exista necesariamente
mente en el caso de los maestros, los resulta-
dos de la educación de la que son responsa-
bles señalan continuamente la existencia de
alguna o algunas deficiencias en la llamada
“formación” que se les imparte. Ante las evi-
dencias, por lo general se recurre a formular
nuevas ofertas de formación, que tampoco lo-
gran los resultados deseados.
En el caso específico de los maestros en
México, hace algunos años se levantó una voz,
que llamó la atención sobre la necesidad de
cuestionar lo que se estaba entendiendo por
formación y sobre lo que pasaba en las escue-
las normales. Ésta fue la voz de Ramiro Reyes.
En uno de sus escritos sobre el tema decía:
Es evidente en nuestro país la ausencia
de una teorización sistemática sobre la forma-
ción de los docentes. En este sentido, la
formación se vive, se describe, se mejora en
el curriculum, pero no es seguro que se com-
prenda qué es lo que realmente ocurre en eso
que llamamos formación. Esto sólo es posible
en la media en que dispongamos de una teo-
ría de la formación, que dé cuenta del proceso

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Pero para que esto se logre, es necesario no


sólo situarse en esta perspectiva distinta res-
pecto de la formación sino también en una
perspectiva distinta del papel de la escuela.
Paulo Freire decía que la educación, además
de ser una praxis, es una actividad gnoseoló-
gica.10 Esto significa que en todo acto educati-
vo consciente y dirigido hacia un fin, como es el
que se realiza en las escuelas, se debe tener
claro que el conocimiento es el mediador entre
el educador y los educandos y que el resultado
de la relación pedagógica que necesariamente
se establece entre ambos, debe ser la cons-
trucción social de un nuevo conocimiento, re-
construido y re-significado.
Entonces, si se reconociera a la escuela
como un lugar en el que se re-crea el conoci-
miento y a la formación como un proceso per-
sonal y social en los términos antes descritos,
el proceso formativo dentro de las escuelas de-
bería dar lugar a un diálogo que permitiera que
los educandos reconstruyeran el conocimiento
recibido y lo incorporaran a su proceso de vida.
Del mismo modo, en el caso de las escuelas
de educación superior y particularmente en el
de las escuelas normales, la formación debería
tener como resultado un conocimiento capaz
una oferta externa, el sujeto posee las capacida- de expresarse en un proyecto educativo. Este
des necesarias para re-crear dicha oferta, en proyecto debería ser tal, que al tomar forma y
función de su historia, sus saberes previos, su contenido en las escuelas primarias, tuviera a
capacidad crítica y sus expectativas respecto su vez la posibilidad de ser revisado y modifica-
de la oferta que se le hace. do como producto de su praxis profesional.
Por otra parte, la formación pensada como Un elemento interesante, característico de
proceso y no sólo como un momento en la vida las escuelas normales, es quizá la única profe-
de una persona implica una perspectiva histó- sión en la que todos los estudiantes han tenido
rica, en la que el presente adquiere sentido en experiencias educativas anteriores, ilustrativas
virtud de un pasado que aporta datos para en- de lo que les espera en el desarrollo de su pro-
tenderlo y de un futuro que se puede prever fesión, por el simple hecho de que todos pasa-
siempre mejor. ron por una escuela primaria. Entonces, ade-
Desde esta perspectiva, el resultado de la más de las expectativas propias del inicio de
formación que se imparte desde las escuelas una formación, los estudiantes llegan con toda
debería ser mucho más que la sola asimilación una experiencia escolar vivida en la escuela
de un conocimiento elaborado y preparado por primaria y en las demás escuelas por las que
otros. Debería ser el resultado de la recupera- han pasado para llegar a la normal. Esta expe-
ción de la experiencia y los saberes previos de riencia se incorpora, sin duda alguna, a su pro-
los estudiantes y de la incorporación a éstos yecto educativo y además va a ser decisiva en
de los nuevos conocimientos, de tal forma que la forma en la que el maestro va a asumir final-
juntos, den lugar a un nuevo conocimiento, mente su papel.11 Sin embargo, esa experien-
construido socialmente. cia, que de ser recuperada y analizada podría

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enriquecer mucho el proyecto educativo de los La importancia de la relación entre la teoría y la


futuros maestros, no es valorada en las escue- práctica es que cuando se privilegia una en
las normales. detrimento de la otra, la reflexión crítica se em-
Por todo lo anterior, la formación que se im- pobrece. Un profesional que nunca trasciende
parte en las escuelas nunca es ni puede ser los límites del “hacer”, acaba por perderse en
una formación acabada. En el caso de las es- una rutina que se agota a sí misma. Alguien
cuelas normales, la formación que imparten es que privilegia la reflexión teórica y nunca la
sólo el inicio de un proceso que se prolonga confronta con la práctica, termina por emitir
durante muchos años más en la práctica misma discursos estériles que muy tardíamente, o casi
de los maestros. Si la formación de los maes- nunca, llegan a producir el beneficio que
tros se visualizara de esta manera, tendrían que desean.
producirse cambios sustanciales, no sólo en las La separación entre la teoría y la práctica,
escuelas normales sino también en las escue- específicamente en lo que se refiere a la edu-
las primarias y en el sistema de apoyo a los cación, no hace sino retrasar el avance del co-
maestros en ejercicio. nocimiento y anquilosar el trabajo en las aulas.
Como se verá más adelante, la formación También separa a las personas. Unas piensan
entendida como un proceso centrado en el su- sobre el hecho educativo y otras lo realizan. El
jeto implica un cambio radical en el enfoque hecho educativo deja de ser una praxis y lo
con el que hasta ahora se ha pretendido formar que podía ser un campo de responsabilidad
a los maestros. común se convierte en un conjunto de voces
aisladas que tienen muy poco efecto sobre el
Sobre las tendencias hecho mismo.
en la formación de los maestros Otros autores parten del concepto de prác-
tica educativa o práctica docente y a partir de
Un segundo plano de aproximación al proble- ella, reconocen diferentes modelos de forma-
ma se dio en la recuperación del conocimiento ción de los maestros.
acumulado sobre la formación de los maestros. Pérez encuentra cuatro perspectivas en la
Investigadores de diferentes épocas y paí- formación de los maestros:
ses han coincidido en señalar la importancia y
la complejidad de la formación de los maestros • La perspectiva técnica.
y han intentado sistematizar las tendencias en • La perspectiva práctica.
dicha formación, pero también han aportado • La perspectiva académica.
nuevos enfoques, de acuerdo con diferentes • La perspectiva de la reconstrucción
puntos de partida.12 La tinta ha corrido mucho social.13
en ese aspecto, especialmente desde de la
década de los años ochenta. Cada una de estas perspectivas remite a la for-
Los distintos enfoques que han dado lugar a mación de un profesor diferente. De las cuatro
diferentes planteamientos sobre la formación destacan las dos primeras como determinan-
de los maestros son: la relación entre la teoría y tes de los modelos más comunes en la forma-
la práctica, el concepto de práctica educativa, ción de los maestros.
el concepto de formación, el tipo de conoci- Desde la perspectiva técnica, también llama-
mientos que se entretejen en torno a la función da racionalidad técnica, la práctica educativa
docente, entre otros. se considera como instrumental. Por lo tanto, el
Ferry, por ejemplo, identifica a la formación profesor que hace falta, y que por consiguiente
como una tensión entre la teoría y la práctica y se forma, es el que tiene que llegar a la escuela
con esto, pone el dedo en la llaga, puesto que a hacer que los niños trabajen y avancen de
ese es uno de los problemas medulares tanto una manera homogénea en su aprendizaje. En
de la formación de los maestros, como de la esta perspectiva se ignoran las diferencias indi-
práctica educativa. viduales y la situación sociohistórica y cultural

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de la escuela. La formación del profesor se En contraste con lo anterior, desde la racionali-


concibe como un sistema de entrenamiento, dad práctica, la práctica docente se reconoce
basado en la adquisición de competencias. como un espacio complejo, dinámico, en el que
Aprende las técnicas didácticas que se supone se produce el encuentro entre personas,
le apoyarán para aplicar la teoría aprendida. mediatizado por el conocimiento. Este encuen-
Desde este enfoque, la práctica educativa, es tro personal, le plantea al maestro una serie de
considerada como una situación estable, ina- situaciones que a su vez representan retos que
movible, predecible, para la cual hay respues- tiene que resolver con deliberación, reflexión,
tas técnicas ya hechas. creatividad, decisiones informadas, discerni-
El problema de este enfoque es precisamen- miento y ética. Desde este enfoque, lo que se
te esa concepción de la práctica educativa y el requiere es un profesor que sepa iden-tificar las
equiparar al maestro con un técnico, como el diferentes situaciones que ocurren en su salón
que se puede encontrar en otro tipo de trabajo, de clases y problematizarlas, de tal forma que
en el que las situaciones sí están dadas de an- las respuestas que les dé, sean el resultado de
temano y se pueden aplicar soluciones ya pre- la reflexión y el análisis crítico, combinados con
paradas a los problemas que se presenten. Sin la verdadera creatividad que exige el estar
embargo, en la educación no es así. Al encon- trabajando con seres humanos que traen
trarse en la práctica educativa con problemas consigo una historia familiar y social y en una
no previstos, que no se pueden resolver con las escuela histórica y culturalmente enrai-zada.
herramientas aprendidas, el profesor formado Este enfoque de la racionalidad práctica, ha
desde esta perspectiva recurre a soluciones dado lugar a considerar en el papel del maes-
improvisadas o bien a situar el problema fuera tro nuevas dimensiones, que enfatizan el carác-
de su alcance. ter creativo, necesario en la tarea del maestro,
derivado de la interacción que establece con
sus alumnos. Así, se ha hablado del profesor
como investigador en el aula, de la enseñan-
za como arte, de la enseñanza como arte moral,
de la enseñanza como una profesión de diseño,
del profesor como profesional clínico, de la
enseñanza como proceso de planificación y
toma de decisiones, de la enseñanza como
proceso interactivo, del profesor como práctico
reflexivo.14
De todas estas imágenes, la que se ha de-
sarrollado mayormente y también ha recibido
fuertes críticas es la del profesor reflexivo. Las
raíces de este concepto pueden encontrarse en
la pedagogía de Paulo Freire, en la sociología
crítica, en la teoría de los intereses constitutivos
del saber, de Habermas, particularmente en
relación con el interés constitutivo del conoci-
miento emancipador.
Una de las características de un profesor
reflexivo es la capacidad para reflexionar so-
bre la acción que desarrolla y sobre la que rea-
liza en la acción. Este tipo de reflexión supone
un franco distanciamiento de la acción realiza-
da y una gran capacidad de análisis y de solu-

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ción de problemas, no de una manera improvisa- tica sino que se procura encontrar el equilibrio
da sino con base en el conocimiento. entre ambas, de manera que en los maestros
Esta figura ha sido debatida, porque se ha formados con esta orientación se combinen el
considerado que un profesor con las caracterís- análisis, la reflexión teórica y el aprendizaje de
ticas mencionadas rebasa las funciones del la didáctica, con la recuperación de la expe-
maestro. Pero aquí es donde se vuelve a plan- riencia, el reconocimiento de situaciones pro-
tear la pregunta ¿qué significa formar para la blemáticas y la solución a los problemas. Un
docencia? gran ingrediente de creatividad y autonomía es
Formar a un maestro desde la racionalidad necesario para los maestros formados bajo
práctica implica fomentar una mentalidad ana- este enfoque.
lítica y crítica hacia su propio trabajo y con la Al regresar a la reflexión sobre el concepto
capacidad de ampliar sus conocimientos de formación y relacionarla con los enfoques
echando mano del conocimiento acumulado y mencionados, el de la racionalidad práctica es
del diálogo con otros profesionistas de la edu- el que se asemeja al concepto de la formación
cación. centrada en el sujeto.
Es interesante volver a observar cómo desde Así, el problema de la formación de los
cualesquier criterio del que se parta para clasi- maestros es, efectivamente, un problema plan-
ficar los modelos de formación de docentes teado, sólo que no se puede aspirar a encon-
surge, como un asunto medular, la discusión de trarle una solución definitiva, puesto que siendo
la relación entre la teoría y la práctica. la del maestro una función social, tiene que re-
En relación con esa tensión, desde las dos novarse conforme al devenir de los tiempos y
perspectivas o racionalidades mencionadas se las necesidades de las personas que acuden a
pueden encontrar modelos de formación de recibir los servicios educativos. Lo mismo suce-
profesores que se plantean en los extremos. de con su formación.
Ponen el acento sólo en la teoría, desconocien- A lo que no se puede renunciar es a conti-
do la experiencia de la práctica, o ponen el nuar en el debate y a lograr que los maestros
acento en la práctica, ignorando la teoría. Esto que se formen en cada momento histórico
no significa que la teoría o algunos problemas estén preparados de la mejor manera posible
de la práctica no estén presentes, pero según para contribuir a la formación de las personas
sea el enfoque correspondiente, uno u otro jue- con las que se encuentran en cada ciclo esco-
ga un papel preponderante. lar, en cada escuela y aula, pero también para
Los modelos que se colocan en la postura crecer ellos mismos, como personas y como
de privilegiar sólo los conocimientos teóricos profesionistas y para contribuir al desarrollo del
provienen del enfoque de la racionalidad téc- campo de la educación.
nica y han llegado hasta el extremo de pensar
que se pueden elaborar programas “a prueba La formación de los maestros en México
de maestros”, realizándolos de tal forma que
sólo necesiten ser aplicados mecánicamente. Como en cualquier otro país es un fenómeno
Los modelos que se colocan en el otro extre- muy complejo, que requiere un análisis multi-
mo provienen del enfoque de la racionalidad disciplinario para ser entendido integralmente.
práctica y son los que forman a los llamados En el proceso histórico de la formación de los
“maestros tradicionales ó artesanos”, que maestros se han entretejido aspectos políticos,
aprendían viendo trabajar a otro maestro. culturales y sociales de gran trascendencia
Frente a esos modelos extremos aparecen para llegar a la educación que se imparte en
los modelos alternativos, derivados del enfo- nuestras escuelas el día de hoy.15
que de la racionalidad práctica, que se pronun- Para poder aproximarse a una visión clara,
cian por una praxis centrada en la persona del aunque general del problema para este escrito,
maestro. No se privilegia ni la teoría ni la prác- se consideraron tres ámbitos de formación,

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que surgieron de la reflexión que se hizo con los constituyen un todo acabado, que deberá llevar a
maestros que participaron en la investigación. la práctica. Aquí subyace una noción reduc-
Ellos son: la Escuela Normal, el apoyo que se cionista de práctica educativa, en la que a los
recibe como maestro en ejercicio y las condicio- alumnos se les considera, igual que al profesor,
nes de trabajo. como depositarios de un conocimiento que lle-
Considerar a la educación normalista como varán a su vida cuando se llegue el momento.
un ámbito de formación no tiene ninguna difi- Este enfoque establece una distancia entre la
cultad, pero pensar que la escuela primaria, teoría y la práctica, aspecto medular de la for-
que es el lugar de trabajo de los maestros es mación de los maestros.
también un lugar de formación, presenta cier- Pero no se puede afirmar que la racionalidad
tas dificultades, porque no existen referencias técnica haya sido siempre la única orientación
de haberlo considerado así. Por otra parte, el en la formación de los maestros. También se
subsistema de apoyo a los maestros en ejerci- encuentran algunos momentos históricos en los
cio nunca se ha definido como un ámbito de que ha imperado una formación más de corte
formación. El supuesto sobre el cual ha funcio- “tradicional” o “artesanal”. De ahí que en algu-
nado el sistema es que la educación normalista nos momentos en la historia del normalismo se
proporciona una formación acabada y que, por registrara una lucha entre quienes defendían
lo tanto, lo que sigue es actualizar dicha forma- una u otra tendencia.
ción y capacitar. Los análisis realizados por Ramiro Reyes
Sin embargo, en la reflexión realizada con permiten apreciar en la educación normalista,
los maestros se hizo evidente el hecho de que una confusión entre una formación basada en
su formación, vista desde su propia experien- un conocimiento erudito, legitimado, incuestio-
cia, no se agota en la Escuela Normal y que las nable y una formación para realizar una activi-
escuelas primarias constituyen un espacio muy dad que se considera eminentemente práctica:
importante para limitar o para alentar su de-
sarrollo profesional. Tradicionalmente las escuelas normales han
Al mirar al sistema de formación desde los tenido una relación con un saber discursivo en
enfoques mencionados, no se pretende etique- relación a la educación, que en algunos casos
tarlo, lo que sería imposible, ya que ningún tipo ha asumido los rasgos de una aparente
o modelo, por muy bien estructurado que esté, erudición. Este saber se ha caracterizado,
se presenta en la realidad en una forma “pura”. además por privilegiar los aspectos prácticos
Lo que se pretende es hacer la pregunta sobre de la docencia, como herencia de las expe-
la racionalidad que ha orientado la formación riencias de formación de los propios profeso-
de nuestros maestros. res de las normales, lo que ha provocado un
permanente rechazo a los aspectos teóricos
La Escuela Normal de la formación, los que aparecen como
adorno innecesario en la formación del futuro
Un elemento muy importante y que es imposi- profesor. Este tipo de saber práctico alude a la
ble soslayar para considerar lo que ha pasado, concepción dominante en el magisterio, que
es la naturaleza de la función del maestro. En percibe al maestro como el práctico de la
nuestro país, el maestro de educación básica educación.17
es un profesionista de Estado lo que significa
que su misión educativa está normada y deter- Esta mezcla entre los dos extremos de la for-
minada oficialmente. Esta circunstancia incide mación conduce a que los maestros establez-
directamente en la formación, que se orienta can una relación muy especial con el conoci-
por la racionalidad técnica: el maestro debe miento. Por un lado, se sienten y se piensan
adquirir una serie de conocimientos ya estable- poseedores de un conocimiento acabado y su-
cidos y desarrollar determinadas destrezas que ficiente para realizar su trabajo, pero, por otro

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lado, le conceden todo el valor a la práctica y ya debidamente formados como tales, tiene
desconocen la reflexión teórica como uno de como consecuente un sistema de capacitación,
los elementos constitutivos de su profesión. actualización y nivelación que opera bajo los
Esto tiene graves consecuencias en su de- mismos principios: allegar a los maestros la
sarrollo profesional, ya que al rechazar la re- información sobre los cambios de planes y pro-
flexión, pierden la posibilidad de la autocrítica gramas de estudios y sobre nuevas técnicas de
constructiva y de la renovación. enseñanza, sin preocuparse por la experiencia
Ahora bien, se supone que a partir de 1984 que han vivido, el saber que han acumulado y
la formación de los maestros se realiza sobre la naturaleza compleja del trabajo en el salón
bases científicas y se les prepara para desen- de clases.
volverse como profesionistas. El problema es En 1997, con el último plan de estudios, se le
que no hay claridad en cuanto a su estatus dio un giro a la concepción de la educación
como profesionistas, ya que como se mencionó normalista, denominándola “formación inicial”.
en la introducción las diferencias entre los pla- Esto significa que la formación continúa, lo que
nes de estudio de 1984 y 1997 hablan de dos debería redundar en un cambio en los concep-
maestros muy diferentes. tos de capacitación y actualización que se han
manejado tradicionalmente. Una de las medi-
El apoyo a los maestros en ejercicio das adoptadas ha sido crear los centros de
maestros, dotados de información bibliográfica
El concepto de formación normalista, en el que y audiovisual y los cursos de la carrera magis-
se suponía que al egresar los maestros estaban terial. El asunto sería saber hasta dónde se está

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caminando hacia la formación de un maestro Finalmente, quisiera mencionar que la bús-


autónomo, que fundamente su práctica en un queda, desde hace más de una década, por
proyecto educativo que a la vez que le permita romper ese círculo de la racionalidad técnica
recrearla y constituya la base para su formación en el que se encuentran atrapados los maestros
continua. y con ellos la educación básica, ha dado sus
frutos en la propuesta de alternativas para el
Las condiciones de trabajo desarrollo profesional de los maestros.
Alternativas basadas en un concepto de
La escuela ha sido analizada por numerosos práctica docente más cercano al de la perspec-
estudiosos de la educación, considerándola tiva práctica mencionada en el apartado ante-
como el lugar de trabajo de los maestros. Estos rior y en una revalorización de los maestros han
estudios han arrojado luz sobre diversos as- permitido reconocer la experiencia y el saber
pectos, como la organización de las activida- que van acumulando durante sus años de tra-
des al interior de las escuelas, la distribución bajo.20 Esta revaloración, aunada a la posibili-
del tiempo, las tareas que deben realizar los dad de reflexionar críticamente sobre su prác-
docentes, los canales de comunicación y de tica docente y de enriquecerla con una re-
movilización en el sistema educativo, la invi- flexión teórica pertinente, constituye la base
sibilidad de la presencia del sindicato en las sobre la cual los propios maestros pueden fun-
decisiones, etcétera.18 damentar una práctica que se renueve conti-
En la investigación a la que he estado ha- nuamente, que aporte conocimientos sobre la
ciendo referencia19 se indagó acerca de la for- educación básica y que llegue a mostrar las
ma en la que cada uno de estos aspectos inci- verdaderas necesidades de formación de los
den en el proceso de formación de los maes- maestros.
tros, pero vistos desde ellos mismos. Se encon-
tró que el ambiente escolar tiene una serie de
características que limitan su desarrollo profe-
sional. Estas características, que no son más Notas
que el reflejo de los problemas detectados por
estudios como el mencionado en el párrafo an- 1. Honore, Bernard. Para una teoría de la formación,
terior, en la expresión de los maestros se mani- Narcea, España, 1980.
fiestan como: relaciones tensas y muchas 2. En los congresos nacionales de educación normal se
discutía sobre el maestro que se debería formar. Durante
veces hostiles entre los maestros, entre los
varios de ellos, desde 1944, los maestros rurales lucharon
maestros y los directivos, y entre los maestros y porque las normales rurales tuvieran un plan de estudios
los padres de familia; una separación entre la específico para ese medio. Veáse Álvarez, Isaías. “La
escuela y la comunidad, una gran competiti- difusión de las ideas y el cambio en la formación de
maestros de primaria en México”, en Revista Latinoame-
vidad entre los maestros, ausencia de espacios ricana de Estudios Educativos, México, 1975, vol.V,
académicos para compartir y analizar su expe- núm.3. pp.13-62.
riencia, falta de diálogo, en su lugar existe por 3. En el periodo comprendido entre 1965 y 1997 se
registraron por lo menos ocho planes de estudio
lo general la crítica destructiva. diferentes. Estos cambios no implicaron siempre la
Todas estas características del trabajo en las concepción de un currículo completamente nuevo; en
escuelas se derivan también de una concep- algunos casos se respetaron ciertas líneas de contenidos
o se hacían algunos ajustes. Algunos fueron llamados
ción técnica del maestro y, aunadas a los re-
“plan reestructurado”, “experimental”, con lo que se
querimientos para el avance escalafonario den- entiende que, en el fondo, se trató del anterior, con
tro de la función docente, hacen de dicho tra- algunos cambios no profundos. Véanse Secretaría de
bajo un espacio altamente conflictivo, indivi- Educación Pública. Plan de estudios y programas de
educación normal urbana aprobados por el Consejo
dualista y competitivo, que lejos de alentar, Nacional Técnico de la Educación, México, 1964; Secre-
frena y limita lo que, desde otra visión, podría taría de Educación Pública. Programas. Educación nor-
ser un espacio de formación para los maestros. mal primaria, México, 1978; Secretaría de Educación

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jul-dic/2000

Pública. Plan de estudios. Licenciatura en educación experiencias como estudiantes y a la incorporación de


primaria, México, 1984; Meneses, Ernesto. Tendencias éstas a sus prácticas educativas.
educativas oficiales en México 1964-1976, CEE-UIA, 12. Schön, Donald. The reflective practitioner, Basic Books,
México, 1992; Estrada, Pedro A. “La formación de Nueva York, 1983.
maestros en México. Evolución y contexto social. Centro 13. Villa, Aurelio. “La formación del profesorado en la
de Investigaciones Educativas de la Escuela Normal”, en encrucijada, en Aurelio Villa (coord.). Perspectivas y
Cuadernos CIEEN, núm.1, México, 1992; Secretaría de problemas de la función docente, II Congreso Mundial
Educación Pública. Educación normal: resoluciones de Vasco, Narcea, Madrid, 1988; Pérez Gómez, Ángel. “El
Cuernavaca. Plan de estudios, programas generales de pensamiento práctico del profesor: implicaciones en la
estudio, CNTE-SEP, México, 1975. formación del profesorado”, en Aurelio Villa (coord.)
4. Actualmente existen 16 escuelas normales rurales en Perspectivas y Problemas de la Función Docente,
todo el país que conservan algunas características de lo Narcea, Madrid, 1988, pp.128-138; Sacristán, Gimeno y A.
que fueron estas escuelas durante el proyecto de la I. Pérez Gómez “La función y formación del profesor(a)
escuela rural mexicana. Son internados para señoritas o en la enseñanza para la comprensión. Diferentes
varones, cuentan con parcelas o con criaderos de perspectivas”, en Comprender y transformar la
animales, se vinculan fuertemente con las comunidades enseñanza, Morata, Madrid, 1995, pp.398-429; Kemmis,
en las que están ubicadas y participan en la vida cultural Stephen. El curriculum, más allá de la teoría de la
de las mismas, pero en lo que toca a su plan de estudios reproducción, Morata, Madrid, 1988; Ferry, Giles. El
ya no hay ninguna diferencia con las demás escuelas trayecto de la formación. Los enseñantes entre la teoría
normales del país. y la práctica, Paidós Educador, México, 1990; Porlán,
5. Numerosos escritores se han ocupado en analizar las Rafael et. al. “Evaluación formativa de un proyecto
características de la profesión magisterial y han llegado a institucional de formación permanente del profesorado.
la conclusión de que tanto por la formación que reciben, El programa de actualización científica y didáctica
como por sus circunstancias de trabajo, la función (modalidad A). Concurso Nacional de Proyectos de
magisterial no cumple con las condiciones de una Investigación Educativa”, mimeo, CIDE, Sevilla, 1992.
profesión. Véanse, entre otros: Cerda, Ana María, Ma. de 13. Pérez Gómez, Ángel. 1988, op. cit.
la Luz Silva e Iván Núñez. El sistema escolar y la 14. Pérez Gómez, Ángel. 1995, op. cit.
profesión docente, PIIE, Santiago, 1991; Tedesco, Juan 15. Ferry dice que la formación de los profesores es el lugar
Carlos. “Editorial”, en Perspectivas, UNESCO, París, núm. de mayor concentración ideológica y Villa, la califica
99, 1996, pp.469-473. como una acción comprometida.
6. Arnaut, Alberto. Historia de una profesión. Los maestros 16. Arnaut, Alberto. Op cit.
de educación primaria de México 1887-1994, CIDE, 17. Reyes, Ramiro. Op cit. p.74.
México, 1996. 18. Al respecto se pueden ver los trabajos de Aguilar, Citlali.
7. La investigación fue realizada por la autora, como tesis “El trabajo de los maestros, una construcción cotidiana”,
para obtener el grado de doctora en investigación en el en Cuadernos de investigaciones educativas, en prensa,
Doctorado Interinstitucional de Educación, con sede en Departamento de Investigaciones Educativas; IPN,
la Universidad de Aguascalientes, de 1994 a 1999. El México, 1987; Mercado, Ruth. El trabajo cotidiano del
título de la tesis es: “El proceso de formación de los maestro en la escuela primaria. Ponencia para la
maestros de escuelas primarias rurales. La construcción Segunda Conferencia para una Educación Democráti-
de su concepción pedagógica”. Los maestros que ca, ENS de México, México, 1991.
participaron en la investigación trabajan en la zona 41 del 19. Rosas, Lesvia. El proceso de formación de los maes-
municipio de Tequisquiapan, Qro. tros de escuelas primarias rurales. La construcción
8. Reyes, Ramiro. “La formación de los maestros desde la de su concepción pedagógica”, tesis de doctorado,
postura teórica de Gastón Bachelard”, en Cero en Con- 1999.
ducta, año 8, núm.35, México, 1993, pp.27-41. 20. Me refiero, por ejemplo a experiencias como “Formación
9. El concepto de formación ha sido objeto de estudio integral de maestros en servicio” y “Educación rural
desde la edad media, pasó por el barroco y finalmente comunitaria”, realizadas por el Centro de Estudios
se integró al humanismo. Herder, Kant, Humboldt y Hegel Educativos y al proyecto Transformación de la educación
se ocuparon de estudiar a fondo este concepto. Gadamer básica desde la escuela (TEBES) que se realiza en la UPN,
lo retoma y dice que no se trata de procedimientos o desde 1996.
comportamientos sino “del ser en cuanto devenido”.
Véase Gadamer, Hans Georg. Verdad y Método, t.I,
“Fundamentos de una hermenéutica filosófica”, Sígueme,
sexta edición, Salamanca, 1996. Honore se dio a la tarea
Otras referencias
de construir una teoría de la formación y es él quien
llama la atención sobre la necesidad de hablar de la Reyes, Ramiro. “La investigación y la formación en las
formación desde la perspectiva del sujeto y no como una escuelas normales”, en Cero en Conducta, año 8,
oferta externa a él. Honore, Bernard. Op cit., p.20. núm.33-34, México, 1993, pp. 72-81.
10. Freire, Paulo. ¿Extensión o comunicación?, Siglo XXI, Freire, Paulo ¿Extensión o comunicación?, Siglo XXI,
Argentina, 1973. Argentina, 1973.
11. En la investigación referida, uno de los resultados más Cuevas, Alfonso.“Congresos pedagógicos. Educación
notorios fue la continua recurrencia de los maestros a sus normal”, mimeo, SEP, México, 1978.

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