La revista suiza Frontiers in Human Neuroscience publicó el artículo, The Wonder
Approach To Learning, que convierte la tesis de l’Ecuyer (Quebec, Canadá. 1975) en una nueva hipótesis/teoría de aprendizaje. Asesoró al Gobierno del Estado de Puebla en México para una reforma de la educación infantil y formó parte de un grupo de trabajo para el Gobierno de España sobre el uso de las tecnologías entre menores. Tiene dos obras publicadas, “Educar en el asombro (2012)” considerado según la revista Magisterio, “bestseller educativo de los últimos años” y de la cual se extrae el texto a comentar, y “Educar en la realidad (2915)”, sobre el uso de las nuevas tecnologías en la infancia y en la adolescencia. Análisis El texto se fragmenta en ideas clave, con algunas sub-ideas, todas ellas relacionadas directamente con la concepción de la educación que tiene la autora. 1. La motivación 1.1 Qué podemos hacer para motivar 1.2 En casa y en la escuela se busca divertir, entretener 1.3 Educadores han aumentado es estímulo visual y reducen las explicaciones. Confían menos en la lectura y los trabajos escritos 1.4 Es la era del espectáculo (sólo con entretener se capta el interés) 1.5 El tiempo de atención y concentración cada vez es menor (a menudo a causa del TDAH y su consecuente medicación) 1.6 “Los niños no son como los de antes”, no pasábamos el día buscando sensaciones nuevas. Conlleva riesgo
2. Todas las personas mayores han sido niños pero no lo recuerdan
3. El asombro 3.1 Niños pequeños tienen admirable sentido del asombro 3.2 Es la motivación interna del niño, su temprana estimulación natural 3.3 Cosas pequeñas mueven al niño a aprender, a satisfacer su curiosidad, a ser autónomo para entender cuanto le rodea, a través de experimentar con lo cotidiano 3.4 El asombro es lo que suscita interés 3.5 Cita a María Montessori en “la importancia del asombro en el aprendizaje” 4. Los adultos sólo debemos acompañar al niño y proporcionarle un entorno favorable para el descubrimiento 4.1 Los estímulos externos suplantan su asombro y anulan su capacidad de automotivarse 4.2 Sustituir lo que mueve a las personas es anular su voluntad 4.3 Se apoltrona. Nada le motiva ni ilusiona. Bloqueo del deseo 4.4 Adicción a la sobreestimulación le lleva a buscar sensaciones cada vez más fuertes 4.5 Le conducirá a apatía sostenida, falta de deseo y aburrimiento 5. El motor del niño va más allá de la organización neurológica 6. Invita a la reflexión de cómo se ha perdido el asombro y qué podemos hacer para recuperarlo Comentario Se puede ver claramente como cita a Montesorri, una de sus referentes (también lo será, en cierta manera, Waldorf). En cuanto a la propuesta educativa de Catherine, se resaltan aquí las principales ideas: Que los niños aprenden a través del asombro (reflejado en el punto 3) Que los niños aprendan de la naturaleza, descubran por sí mismos y desarrollen sus capacidades innatas (punto 4) Dinamitar algunas de las corrientes pedagógicas que han surgido en los últimos años, como la "educación basada en la neurociencia" (punto 4) Otras reflexiones de la autora: 1) “El día sigue teniendo 24 horas. Lo que ha cambiado es la atención que prestamos a lo esencial, a lo importante, a lo que tiene sentido”. ¿Hemos perdido el sentido de lo importante? 2) Los niños aprenden en clave de realidad 3) los niños no aprenden a través de largos discursos y de explicaciones conceptuales, sino a través de sus cinco sentidos. 4) Tiene mucho más sentido lo que hacemos y la mirada que tenemos hacia el mundo, que lo que les decimos que pueden o no hacer 5) Nuestros hijos prestarán atención si nosotros somos capaces de prestarles atención a ellos. Hoy mismo miremos a cada uno de nuestros hijos con esa mirada atenta 6) Un volumen excesivo de deberes puede amargar la vida familiar 7) Es el niño que se ha de poner en marcha a través del juego, no el juego a través del niño. Conclusión: Ante una situación en qué hemos perdido la capacidad de dejar al niño fluir en su aprendizaje y hemos bloqueado su asombro y su motivación con la sobreestimulación, cabe preguntarse qué podemos hacer para recuperar lo perdido. Quizá debemos retroceder para acercarnos al origen, a lo cotidiano, a la ilusión por las pequeñas cosas. A cuando los niños quedaban fascinados durante hora con el parecido de un cerebro a una nuez o el camino que hacían las hormigas y su compleja organización en el árbol del patio. En palabras de l’Ecuyer, “Yo prefiero hablar del peligro de la educación conductista y mecanicista, la que concibe al niño como un ente pasivo y que tiene como principales ejes metodológicos la memorización mecánica, la repetición por la repetición y la jerarquía como única fuente de conocimiento. Eso no es educación, es adiestramiento de mentes para el déficit de pensamiento”