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2018
INTRODUCCIÓN GENERAL
Nunca imaginé cuando empecé a soñar con ser periodista que algún día sería
tachado de enemigo del pueblo.
Hablando del gran pensador polaco Leszek Kolakowski, uno de los mayores
expertos en el marxismo, el editor de la revista peruana Etiqueta negra, Julio
Villanueva Chang, escribió: “La doctrina de ‘no hay hechos, sólo interpretaciones’
anula la idea de la responsabilidad humana y los juicios morales; en efecto,
considera de igual validez cualquier mito, leyenda o cuento, en relación con el
conocimiento, como cualquier hecho que hayamos verificado como tal, de
conformidad con nuestras normas de investigación histórica”. Lo que pretenden
Putin, Trump, y cada vez más dirigentes de la vieja Europa con pulsiones
autoritarias que dejan en entredicho y a los pies de los caballos los fundamentos
que construyeron la Unión Europea, es que hay verdades alternativas, verdades
útiles a una visión política determinada. Y cuando las investigaciones periodísticas
dejan al descubierto que eso no es así, que las connivencias entre el poder
mafioso y el poder político son estrechas, que se miente a sabiendas, que se
miente con descaro, los periodistas son literalmente amordazados, eliminados,
asesinados.
El año 2018 ha estado marcado por una escalada tal de ataques contra periodistas
que la revista Time eligió “Persona del año” a los “guardianes” de la libertad de
INFORME ANUAL
2018
prensa. Puso como ejemplo a periodistas que esgrimen la necesidad democrática
básica de que los ciudadanos sepan, no solo lo que ocurre a su alrededor, sino lo
que está detrás de las noticias. ¿Por qué asesinaron en 2017 a Daphne Caruana
Galizia en Malta? ¿Por qué asesinaron en 2018 a Ján Kuciak en Eslovaquia? ¿Por
qué en lo que va de 2019 han asesinado ya a Ahmed Hussein-Suale, el periodista
de investigación más famoso de Ghana, y al periodista mexicano Rafael Murúa
Manríquez?
En su Diario escribe Ana Frank que “el papel es más paciente que los hombres”.
Nuestro papel es electrónico, aunque esperamos que tenga vida más allá de
internet, que sea útil para poner fin a esa tendencia de convertir a los periodistas en
enemigos del pueblo. En el enemigo a batir, por aguafiestas, por empeñarse en
tratar de explicar que no hay soluciones simples a problemas complejos, y que si
arrojamos al niño de los hechos con el agua sucia de la propaganda al final lo que
peligra es todo el edificio democrático, toda el agua del conocimiento que nos
permitiría saber en qué mundo vivimos, qué políticos sin escrúpulos mienten o
desinforman o intoxican buscando chivos expiatorios que les permitan mantenerse
en el poder aplastando al disidente, al que pregunta, al periodista que busca por
encima de todo la verdad para que “el pueblo” sepa a qué atenerse. Por eso les
invitamos a leer despacio este informe que es un mapamundi de esa lucha por un
bien precioso como es la libertad de prensa. No permitamos que llegue un día en
que lo añoremos porque, con él, habremos perdido la democracia.
Pawel Adamowicz era alcalde de la ciudad polaca de Gdansk, cuna del movimiento
Solidaridad, desde 1998. Fue asesinado el pasado 14 de enero a cuchilladas
mientras protagonizaba un acto público. El Gobierno ultraconservador polaco ha
atizado una forma cada vez más radical de polarización política y social, y para ello
no ha tenido empacho en recurrir a los medios. En una actitud que recuerda a la
reacción de Donald Trump cuando acusó a los medios que habían recibido paquetes
bomba en Estados Unidos de atizar el odio, la televisión pública polaca culpó a la
oposición, de la que formaba parte Adamowicz, de “caldear las emociones”. Yuliya
Shavlovskaya, que ayuda a los inmigrantes a través de una ONG, dice que el
asesinato del popular alcalde es fruto de la polarización del discurso político: “Hay
tanto discurso del odio por todas partes, especialmente desde los medios públicos...
Pero nadie pensó que las palabras llevarían a los hechos”.
En su carta anual a sus 1.550 empleados, el editor del New York Times, Arthur G.
Sulzberger, les dijo a comienzos del pasado mes de enero: “Cuando solo el Times
produce más palabras en una semana que Shakespeare en toda su vida, el mundo
no necesita más contenidos -ya tenemos suficientes hasta el apocalipsis-, sino más
del mejor periodismo”. Simon Kuper, periodista del Financial Times, en una reciente
columna titulada ‘Malas noticias acerca del periodismo’, recordó que Steven Pinker,
profesor de psicología en Harvard, no deja de hacer hincapié en que el mundo de
las noticias se suele centrar en hechos a expensas de tendencias más influyentes y
reveladoras a largo plazo, como por ejemplo la ampliación de la esperanza de vida
en todo el mundo. Los periódicos podrían haber publicado el titular de que 137.000
personas salieron de la extrema pobreza ayer cada día de los últimos 25 años. Pero
no lo han, no lo hemos hecho. ¿Porque no es noticia? ¿O porque solo nos gustan
las malas noticias que ratifican la especie de que todo va a peor? El periodista
holandés Joris Luyendijk argumenta que la publicación de informaciones que
exponen la corrupción del establishment lo que a menudo hace es cebar la ira
populista. Y en tercer lugar Kuper recuerda: “cada periodista contemporáneo sabe
de su despreciable, irrelevante, influencia en los puntos de vista de la gente, y lo
sabemos”. Incluso el influyente Financial Times.
Tal vez debiéramos frecuentar a los poetas y guardar silencio más a menudo, para
pensar en si estamos siguiendo un camino completamente equivocado. Miedo y odio
son dos síntomas crecientes en el mercado de las noticias, en el mercado político de
la realidad. Y el periodista no es ajeno a ese campo magnético tan tóxico, convertido
en enemigo del pueblo, muñeco para el pim pam pum, el tiro al blanco de los que
quieren imponer el silencio y quedar impunes.
¿Por qué es necesario el periodismo? ¿Por qué los partidos y los poderes, todos los
poderes, no quieren periodismo, sobre todo un periodismo honesto y crítico, que les
deje en evidencia? ¿Por qué hace falta un contrapoder? ¿Por qué hace falta RSF?
¿Por qué es imprescindible la verdad?
Alfonso Armada
Presidente de la sección española de Reporteros Sin Fronteras
INFORME ANUAL
2018
ÁFRICA
INTRODUCCIÓN ÁFRICA
Hay países en África que son verdaderos agujeros negros para la información, como
Eritrea o Guinea Ecuatorial, donde sencillamente no hay prensa que informe de
nada, por la desaparición de los propios medios y la encarcelación de los
periodistas, en el caso de Eritrea, o por la instauración de una censura total y
absoluta, caso de Guinea Ecuatorial. En otros países con aparente libertad de
información, las detenciones e intimidaciones de los periodistas, o las restricciones,
cierres, multas y suspensiones de medios son tan frecuentes que resulta imposible
informarse de lo que sucede en ellos de forma regular. Un dato que resume la
situación: la tercera parte de los países africanos está en los últimos puestos de la
Clasificación Mundial de RSF sobre la libertad de información y ningún país africano
está entre los veinte primeros puestos.
INFORME ANUAL
2018
Este año en concreto, a la tendencia generalizada de endurecer las leyes que
regulan la información y los medios en cada país se ha añadido una nueva medida
restrictiva sobre internet iniciada por Uganda y seguida con entusiasmo por otros
países como Tanzania, Zambia y Benín: gravar con tasas e impuestos
desmesurados el uso privado de las redes sociales y la telefonía, con la excusa de
no fomentar “los chismes” en la red, y encarecer hasta límites imposibles las
licencias para abrir páginas web, como si se persiguiera en realidad controlar la
información en línea y silenciar la blogosfera.
Macu de la Cruz
ANGOLA
En julio, finalmente fueron absueltos los periodistas Rafael Marques de Morais (autor
del libro Diamantes de sangre) y Mariano Bras, que habían sido juzgados, acusados
de difamación, por un artículo crítico, que el primero escribió y el segundo publicó en
el diario O Crime, sobre el ex-fiscal general del estado João María de Sousa. En el
artículo, se acusaba al ex fiscal de haber adquirido terrenos de forma ilegal. El
tribunal reconoció que los periodistas se limitaron a ejercer su derecho a informar.
RSF, no obstante, insistió en pedir a las autoridades la revisión de la legislación
sobre prensa, ya que en Angola se castiga la difamación de modo que el gobierno
puede suspender a los medios, sin que medie la intervención de ningún tribunal.
BENÍN
BURUNDI
Solo unos pocos medios sobreviven en Burundi al constante acoso y presiones del
gobierno, que se intensificaron desde el intento de golpe contra el presidente Pierre
Nkurunziza, en mayo del 2015. Decenas de periodistas huyeron al exilio entonces y
nunca han vuelto. Los medios que sobreviven, SOS Médias Burundi, o el semanario
digital Iwaku, lo hacen gracias a su red de reporteros anónimos, que usan
smartphones o a las web espejo de RSF.
CAMERÚN
La detención más escandalosa que afecta a la prensa camerunesa es, desde hace
dos años y medio, la de Amadou Vamoulke, un informador de gran prestigio en el
país, que dirigió la radiotelevisión pública durante once años, entre 2005 y 2016,
hasta su detención. Desde entonces permanece en prisión preventiva sin que la
fiscalía haya podido justificar su procesamiento, ni probar sus acusaciones.
Oficialmente está acusado de malversar casi seis millones de euros, aunque
ninguna auditoría lo sostiene, ya que en realidad se trata de apuntes contables con
traspasó del déficit de unas partidas a otras. Ningún testigo ha apoyado la acusación
y, al contrario, todos insisten en que su gestión fue ejemplar en honradez y de alto
nivel profesional. Un comité internacional creado para su rehabilitación por la Unión
de la Prensa Francófona considera que la acusación y la detención son en realidad
un castigo por tratar de hacer valer principios éticos en su gestión, tanto económica
como informativa.
CHAD
INFORME ANUAL
2018
Chad es uno de los más activos censores en Internet del África subsahariana.
Durante todo el año, coincidiendo siempre con noticias políticas o sociales que
provocaron protestas y tensiones, la conexión a la red fue interrumpida por las
autoridades, impidiendo el acceso a redes sociales y restringiendo el funcionamiento
de las webs. En Chad no se toleran los artículos que critiquen la impunidad o
critiquen de algún modo al presidente Idriss Deby y los reporteros que lo hacen son
sistemáticamente detenidos.
COMORAS
Una periodista del principal diario, Al-Watwan, Faïza Soulé Youssouf, fue
amenazada directamente por el ministro del Interior por haber publicado en Le
Monde un artículo en el que reflejaba algunas críticas a la reforma constitucional,
que finalmente aprobó, entre otras cosas, mandatos presidenciales más largos y
reiterados, eliminar la obligación de que la presidencia se turne entre las tres islas
principales y la inclusión del rito chafí del islam sunita como la única religión oficial. A
la misma periodista se le retiró la acreditación para cubrir las votaciones por trasmitir
en directo algunos incidentes entre votantes y gendarmes.
El director de este diario, Ahmed Ali Amir, fue destituido de su cargo por decreto
presidencial después de la publicación de un editorial en el que se consideraba
esencial que hubiera un debate fructífero y plural sobre la reforma constitucional.
INFORME ANUAL
2018
Después del referéndum, en el juicio contra los que provocaron incidentes, otro
periodista de la emisora HaYba FM fue abofeteado por un policía.
En julio, fue puesto en libertad Ghys Fortuné Bemba, editor del diario independiente
Talassa, después de sufrir 18 meses de detención preventiva, acusado de
amenazas a la seguridad del Estado. Un tribunal de Brazzaville, la capital, acordó su
libertad, aunque mantuvo la acusación.
ERITREA
Once reporteros continúan desde hace años detenidos sin que se hayan dado
pruebas de su estado, no existe ni un solo medio independiente en el país y sólo
desde Radio Erena, con base en París, se difunde información creíble desde el exilio
sobre Eritrea.
ETIOPIA
INFORME ANUAL
2018
En marzo, fue expulsado William Davison, corresponsal del periódico británico The
Guardian, que llevaba siete años acreditado en Addis-Abeba y además era el
presidente de la asociación de prensa extranjera. Los agentes de inmigración le
conminaron a abandonar el país de inmediato si no quería ser encarcelado. Davison
llevaba meses intentando renovar su acreditación, pero su solicitud era denegada
una y otra vez. En sus reportajes, siempre abordaba temas molestos para el
Gobierno, como la corrupción y las consecuencias de la instauración del estado de
excepción.
GABÓN
El canal de televisión más popular de Port Gentil (capital económica del país) Media
+, fue suspendido durante un mes, en julio, por negarse a recibir a una delegación
del HAC.
GAMBIA
Pese a este esperanzador resurgir, las antiguas leyes sobre prensa del régimen
anterior han seguido vigentes sin que se hayan completado las reformas, que se
hacen imprescindibles. Y algunos resortes del pasado no han sido todavía
erradicados.
INFORME ANUAL
2018
En junio, la policía golpeó brutalmente al director de una emisora local en Faraba
Banta, mientras cubría una manifestación de protesta de los vecinos contra la
contaminación de sus arrozales. El periodista, que había vuelto del exilio en febrero
después de nueve años, y que fue torturado y encarcelado durante el régimen
anterior, fue incluso detenido y la policía no le devolvió su equipo de trabajo. Esta
actuación policial fue considerada inaceptable por el ministro de Comunicación.
GHANA
Hay que recordar que, en 2015, las investigaciones de Anas sobre la corrupción en
el poder judicial llevaron a la suspensión de hasta 34 jueces, de los que se probó
que aceptaban sobornos.
GUINEA
En enero, fue atacada la casa del editor de la publicación digital Dépêche Guinée,
en Conakry, después de que publicara la investigación sobre el asesinato en 2012
de la Directora Nacional del Tesoro, en el que participaron altos funcionarios de la
gendarmería nacional. Varias balas cruzaron la sala de estar del domicilio del
periodista, después de que hubiera recibido amenazas de muerte unos días antes.
La denuncia presentada contra los desconocidos que agredieron su domicilio no ha
sido investigada.
En junio, fue detenido ilegalmente y encarcelado durante dos semanas el editor del
digital Nouvellesdeguinee.com, acusado de difamación y calumnias por publicar un
artículo en el que se acusaba al ministro de Justicia de recibir sobornos, en concreto
un apartamento en España, a cambio de otorgar a una empresa la construcción de
una nueva prisión. La ley guineana no castiga la difamación con pena de prisión, así
es que incluso en el supuesto de que la información fuera difamatoria, no hubo
justificación para tal detención.
GUINEA ECUATORIAL
Hasta el mes de marzo, no obtuvo la libertad el humorista gráfico Ramón Nse Ebalé,
que pasó seis meses encarcelado en Malabo, desde septiembre de 2017, acusado
de falsificación y delitos monetarios, a pesar de que un tribunal había ordenado su
puesta en libertad varias semanas antes. El propio fiscal retiró los cargos al no
encontrar pruebas claras contra él. En realidad, la detención se debió a las viñetas
que había publicado de Teodoro Obiang Nguema, que no gustaron al presidente
ecuatoguineano.
MAURICIO
KENIA
La presión del poder político sobre los medios y los periodistas para controlar la
información molesta para el poder ha aumentado a lo largo del año hasta cotas
insoportables, que llevaron a un grupo de periodistas del grupo mediático más
grande del país a renunciar a sus puestos de trabajo y a otro reportero a sufrir un
intento de asesinato, que casi acaba con su vida. Además, la ley reguladora de la
información endureció de forma drástica las penas contra la difamación.
En mayo, se promulgó una nueva ley reguladora de la información, que castiga con
penas desproporcionadas de cárcel y multas desorbitadas la difusión de noticias
falsas y la difamación en Internet.
LIBERIA
En abril, fue asesinado el reportero de radio y televisión Tyron Brown, que trabajaba
para la emisora Super FM. Su cadáver fue encontrado en una calle de un suburbio
de Monrovia, donde había sido lanzado desde un automóvil después de recibir dos
puñaladas. RSF pidió a las autoridades una investigación exhaustiva sobre el
asesinato, que se produjo en medio de un clima de creciente hostilidad y presión
desde el poder contra los periodistas, a pesar de las promesas del nuevo presidente
de Liberia, George Weah, de defender la libertad de prensa.
Solo unos días antes, la plantilla al completo del diario FrontPage Africa fue detenida
e interrogada por la policía judicial, en relación a un reportaje sobre los socios del
partido gobernante.
El periodista de la BBC Jonathan Paye-Layleh huyó del país por temor a represalias
de los partidarios del presidente Weah, después de que éste lo amenazara durante
una rueda de prensa, en marzo, acusándole de haberse posicionado en su contra
durante la guerra civil.
MADAGASCAR
MALÍ
Varios incidentes a lo largo del año contra medios y contra periodistas, siempre
provenientes de las áreas de poder, confirmaron un año más que Malí no es un
escenario libre y seguro para ejercer el periodismo. El incidente más grave tuvo
lugar en noviembre, cuando el editor de una publicación digital fue salvajemente
golpeado por los guardaespaldas del responsable, precisamente, de la Comisión de
la Verdad y la Reconciliación de Malí, que dimitió unos días después.
En febrero, fueron secuestrados dos periodistas del digital Mali Actu junto a su
director, Salif Diarrah, por cuatro hombres armados y sin orden judicial, que les
tuvieron varios días en las instalaciones de Interpol en Bamako, sometidos a
interrogatorios. Los periodistas fueron liberados dos días después, pero el director
fue retenido varios días más y hasta meses después tuvo que pasar revisiones
semanales ante la policía y no recuperó su pasaporte, sus teléfonos y su ordenador.
El motivo de las detenciones ilegales fue que Mali Actu había difundido el
comunicado de una asociación que pedía la dimisión del ministro de Trabajo, debido
a la difusión de un vídeo pornográfico en las redes sociales del que el supuesto
protagonista era el ministro.
MAURITANIA
La atención y las críticas sobre el sistema laboral mauritano desata casi de manera
sistemática la persecución de periodistas desde el poder. En marzo, fue expulsado
del país, después de tres días de detención y aislamiento, el periodista marroquí Seif
Kousmate, que había viajado a Mauritania para elaborar un reportaje sobre la
esclavitud. Aunque la policía le confiscó fotografías, el periodista pudo recuperar su
ordenador y la cámara y publicar el reportaje. El año anterior, una periodista
francesa también fue expulsada por el mismo motivo.
Mauritania no abolió la esclavitud hasta 1981, que ahora está penada con 20 años
de prisión, pero el tema sigue siendo tabú y, según datos de Amnistía Internacional,
43.000 personas siguen sufriendo esclavitud en el país.
MOZAMBIQUE
NÍGER
El acoso policial contra los medios se ha dejado sentir durante todo el año de forma
creciente. En enero, la policía requisó el equipo de una reportera del periódico
independiente L'Enquêteur que cubría una manifestación, y poco después
destrozaron las cámaras de dos periodistas de los canales de televisión Radio-Tv
Labari y Tv Ténéré, en otra manifestación.
NIGERIA
En enero, dos periodistas permanecieron detenidos diez días por orden del director
de la policía, después de publicar un artículo crítico sobre las operaciones policiales.
Al mes siguiente, Tony Ezimakor, director del diario Daily Daily en Abuja, también
estuvo detenido una semana por no revelar sus fuentes. En el artículo que había
publicado, informaba de la apropiación indebida de fondos sobre el rescate que
supuestamente pagó la administración nigeriana para liberar a las 82 niñas de
Chibok secuestradas por Boko Haram, en abril de 2014.
REPÚBLICA CENTROAFRICANA
Por otra parte, este año quedó pospuesto el juicio por el asesinato de la joven
fotoperiodistas francesa Camile Lepage, muerta a tiros en una emboscada cuando
hacía un reportaje sobre la milicia Bakala, en mayo de 2014. Estaba previsto que el
juicio se celebrara a principios de 2018. La familia de la joven fue informada de que
el expediente del caso había desaparecido en las dependencias judiciales, donde
son continuos los cambios de magistrados, debido a la extrema inestabilidad
política.
Hasta 121 ataques contra medios y periodistas contabilizó este año RSF en la RDC,
la mayor parte cometidos por autoridades políticas, administrativas o de seguridad.
Además, se mantuvo el cierre arbitrario de cinco medios de comunicación, a pesar
INFORME ANUAL
2018
de las reiteradas promesas del Gobierno de reabrirlos antes de las elecciones
presidenciales. Estos medios habían sido clausurados en diferentes fechas durante
los dos últimos años y ninguno de ellos pudo volver a publicar, lo que ha
empobrecido al extremo el debate y la trasparencia durante las elecciones,
celebradas finalmente el 30 de diciembre solo en una parte del país y en medio de
grandes carencias democráticas. A lo largo del año, hasta 15 periodistas han sufrido
detenciones de más de 48 horas, el doble que el año anterior, algunos, como el
director del periódico satírico Le Grognon, que estuvo detenido durante más de un
mes. Otros sufrieron despidos, como tres reporteros de la RTV Congoleña, por
haber cubierto una manifestación contra el Gobierno. Internet sufrió apagones y
cortes en cada ocasión que los acontecimientos políticos causaban preocupación al
Gobierno.
El año comenzó con el secuestro durante varios días del director de la emisora
RTVE Graben Beni y una docena de sus colaboradores, durante una emboscada
por fuerzas uniformadas en la ciudad de Beni, en la región Kivu Norte.
En enero, también fue atacado por hombres armados el domicilio del periodista
Tshivis Tshivuadi, presidente de la organización Periodistas en Peligro, socia de
RSF en la RDC, al que intentaban secuestrar y que no pudieron llevarse por no estar
en el domicilio. Un mes antes, Periodistas en Peligro había presentado su informe
anual, en el que acusaban a las autoridades de ser responsables del 90% de los
ataques a la prensa, lo que provocó las amenazas públicas del ministro de
Comunicación contra la organización.
A lo largo del año, varios redactores de emisoras y medios locales en Kasai Central
fueron golpeados, agredidos y en ocasiones detenidos por los guardaespaldas del
gobernador en diferentes ocasiones. Este gobernador, Alphonse Ngoyi Kasanji,
figura en la lista de depredadores de la libertad de prensa de Periodistas en Peligro.
En octubre, fue encarcelada varios días en Kinshasa, la capital, una periodista del
semanario La Percée, acusada de difamar a altos funcionarios del Banco Comercial
del Congo, por sus informaciones sobre el despido de casi 1.000 empleados en el
año 2000, muchos de los cuales ya han muerto sin haber cobrado las
indemnizaciones a las que tenía derecho. También en octubre, fueron detenidos
cinco redactores de AfricaNews por sus investigaciones sobre la presunta corrupción
en la gestión de una escuela de policía.
RUANDA
INFORME ANUAL
2018
SOMALIA
Un año más, Somalia fue el escenario de la máxima violencia contra los periodistas
en África, registrando tres asesinatos de informadores, en 2018. Aunque la mayor
parte de los crímenes contra reporteros suelen ser obra del grupo terrorista islamista
Al-Shabaab, los asesinatos rara vez son investigados, así es que nunca se identifica
a los autores y nunca son llevados ante la justicia. Esta impunidad sigue exponiendo
a los periodistas a las peores atrocidades en Somalia.
El 26 de julio, fue asesinado a tiros Abdirizak Kasim Limaan, cámara del canal de
televisión Somali Broadcasting Services (SBS), por los disparos de un agente de
policía en un puesto de control en Mogadiscio. RSF pidió de inmediato la detención
del agente responsable, sin que hasta la fecha se haya producido.
Además, también en diciembre, resultó herido muy grave en un atentado con bomba
en Mogadiscio, el director de una ONG defensora de la libertad de prensa en
Somalia, Ismail Sheikh Khalifa. Una bomba colocada debajo de su automóvil hizo
INFORME ANUAL
2018
explosión en el centro de la ciudad, cuando se disponía a volver a la oficina. El
atentado iba dirigido claramente como advertencia contra todos los periodistas
somalíes. Ismail Sheikh Khalifa era un conocido defensor de la libertad de prensa y
sus programas en Radio Star FM eran muy populares, hasta que abandonó la
emisora para fundar la ONG Periodistas de Derechos Humanos, dedicada a la
defensa de los reporteros en Somalia.
Pero, además de la violencia directa contra los periodistas, hubo otras incidencias
en Somalia contra la libertad de prensa: en febrero fue detenido durante siete días el
periodista de televisión Mohamed Aabi Digaale, responsable de la oficina de
Universal TV en Hargeisa, por agentes de la unidad antiterrorista, sin que se le
permitiera la asistencia de un abogado. El tribunal que ordenó su detención
consideró “incitación al terrorismo” la difusión en dicho canal de una información en
la que los vecinos de la zona de El-Afwayn se quejaban de las injerencias de la
policía en los frecuentes enfrentamientos entre tribus.
SUDÁN
En enero, las autoridades confiscaron ocho periódicos según salían a la calle, sin
explicaciones, ni control judicial de ningún tipo. Los secuestros de las ediciones se
extendieron rápidamente a otras siete publicaciones más. El motivo fue que
difundían informaciones relativas a la subida del precio del pan. Las confiscaciones y
secuestros se volvieron a producir en días sucesivos, cuando se publicaron
informaciones sobre las protestas que siguieron a la subida del precio de alimentos
básicos, en las que murió al menos una persona.
Unos días más tarde, agentes del servicio nacional de inteligencia llegaron a detener
hasta 18 periodistas, la mayoría redactores de medios nacionales, pero también de
medios internacionales como la BBC, Al-Arabiya, Reuters o France Press, mientras
INFORME ANUAL
2018
cubrían las manifestaciones de protesta, que se prolongaron varios días en Jartum y
otras ciudades. Catorce de los detenidos fueron liberados al día siguiente, pero la
detención se prolongó varias semanas en el caso de la periodista Amal Habani, del
digital Al-Taghyir, y los redactores Kamal Karrar, del diario Al-Midan; Ahmed
Jaddein, del diario Al-Jareeda, y Haji Abdelrahman El Moz, del diario Akhbar El
Yowm, a pesar de que ninguno fue acusado formalmente de nada.
Un mes después, en marzo, otros dos periodistas del diario independiente Al-
Jareeda, Ashraf Abdelaziz y Hassan Warrag, fueron condenados a un mes de
prisión, acusados de difamación por haber publicado, en noviembre de 2017, un
caso de corrupción y haberse negado a pagar la multa de más de 900 dólares, con
la que hubieran evitado la cárcel.
En junio, arreció el acoso de los servicios secretos contra la prensa, con nuevos
secuestros de periódicos independientes. En el caso del diario Al-Tayyar, por
publicar columnas de opinión en las que se sostenía que sería muy beneficiosa para
la economía del país la renuncia del presidente Omar al-Bashir, en la lista de
depredadores de la libertad de información de RSF, desde hace 30 años. En los
interrogatorios a los que fue sometido uno de los periodistas, la policía le recordó
que criticar al presidente es traspasar una línea roja. En el caso del diario Al-Jareeda
fue por denunciar la persecución de los medios desde el Gobierno.
La tregua duró sólo unos días, ya que en diciembre de nuevo la subida de precios
de alimentos y combustible volvió a provocar protestas generalizadas y la
consiguiente represión contra los medios y los periodistas por informar sobre ello.
Hubo al menos 37 muertos, según Amnistía Internacional, en los enfrentamientos
con la policía, pero los servicios secretos pretendieron en todo momento impedir a
los periodistas cubrir los acontecimientos, practicando numerosas detenciones,
agrediendo a reporteros (tres de ellos resultaron heridos) y organizando redadas y
registros en varios periódicos. Incluso se ordenó a las imprentas que no imprimieran
nada sin el permiso previo del servicio de inteligencia.
TANZANIA
INFORME ANUAL
2018
El año comenzó bajo la sombra de la desaparición, en noviembre de 2017, del
periodista Azori Gwanda, corresponsal del periódico The Citizen (en suajili
Mwananchi), mientras investigaba una serie de misteriosos asesinatos de policía y
funcionarios en la región de Pwani. Un año después, el reportero sigue
desaparecido y la inclinación del Gobierno tanzano de silenciar a todos los medios
de comunicación posibles se ha intensificado extraordinariamente, sobre todo con la
implantación de una nueva ley que impide en la práctica publicar libremente en
Internet.
En junio, al cumplirse los plazos para regularizar el pago de las tasas establecidas,
empezaron a ser evidentes las consecuencias de esa ley: se prohibió la publicación
de noticias en foro Jamii, el más popular del país, por no cumplir, entre otros, con los
requisitos de identificar sus fuentes y a sus suscriptores si lo piden las autoridades, y
pagar las elevadas tasas establecidas.
UGANDA
En febrero, fue secuestrado durante una semana Charles Etukuri, reportero de News
Vision, al poco de publicar un artículo en el que relacionaba a la agencia de
contrainteligencia con la muerte de un empresario finlandés de sistemas de
seguridad, detenido por estos servicios un día antes de ser encontrado muerto en un
hotel de Kampala. En realidad, el periodista fue detenido ilegalmente por los
servicios de contrainteligencia, que lo liberaron después de que el periódico
presentara ante el juzgado un recurso de habeas corpus.
En junio el presidente del país, Yoweri Museveni, que lleva 32 años en el poder,
aprovechó un discurso televisado para insultar y amenazar públicamente a los
medios de comunicación, especialmente a los medios privados independientes, a
quienes llamó “estúpidos”. El ataque más feroz lo propinó al Daily Monitor, el
principal periódico del país, al que amenazó con “cuidarlo” de cerca. El Daily Monitor
lleva tiempo advirtiendo del gran peligro que supone el aumento de la deuda del
país.
INFORME ANUAL
2018
En julio, entró en vigor la aplicación de un nuevo impuesto que penaliza y encarece
el uso de todas las redes sociales en internet. Los usuarios de cualquier red social
tienen que pagar al estado una tarifa diaria por usar dichos servicios. El Parlamento
justificó la medida -que, en realidad, pretende el control de la información en línea y
provocó numerosas protestas al entrar en vigor- como necesaria para combatir “los
chismes” en Internet. El año anterior, Uganda había creado una brigada especial de
especialistas en informática para vigilar los contenidos de las redes sociales.
En agosto, la policía militar cargó con extrema violencia y brutalidad contra varios
periodistas que cubrían las protestas en Kampala por la detención del popular
cantante Bobi Wine, que además es diputado en la oposición. Los reporteros
gráficos de Reuters y del semanario The Oberver, así como otros reporteros del
canal NTV, fueron golpeados reiteradamente y obligados a borrar el contenido de
sus cámaras y teléfonos. Posteriormente, el ejército anunció, sin dar nombres ni
detalles, que los responsables de las agresiones a periodistas habían sido
detenidos.
ZAMBIA
Este tipo de normas, que suponen en la práctica una barrera contra la libertad de
información, se han empezado a extender en varios países africanos después de
que Uganda implantara en junio un impuesto por el uso de las redes sociales.
ZIMBABUE
Desde que Robert Mugabe, uno de los peores depredadores de la libertad de prensa
del mundo, abandonó el poder en noviembre de 2017, los ataques a la libertad de
prensa han disminuido en Zimbabue, pero persiste aún demasiada violencia contra
los periodistas.
En abril, un reportero fue detenido por tomar fotos en una reunión entre los
miembros de la formación gubernamental ZANU-PF, cuando celebraba elecciones
primarias, y al menos cuatro periodistas fueron agredidos después de las elecciones
generales del 31 de julio. En todos los casos, las agresiones provienen desde la
esfera del poder o bien las fuerzas de seguridad, o los activistas de los partidos
políticos e incluso, directamente, de los propios líderes políticos.
Por ejemplo, en mayo, el ministro de Finanzas, Terrence Mukupe, amenazó con dar
una paliza al periodista Blessed Mhlanga, del NewsDay, durante un programa de
radio en directo. El reportero había publicado un artículo comentando una grabación
en vídeo de una reunión del partido gobernante, ZANU-PF, en la que se escuchaba
al ministro asegurando que los militares no reconocerían al candidato de la
oposición, Nelson Chamisa, aunque ganara las elecciones generales de julio.
INFORME ANUAL
2018
Cuando el periodista fue a poner una denuncia ante la policía por las amenazas
recibidas se encontró con que el ministro lo había denunciado ya a él, imputándole
agresiones.
INFORME ANUAL
2018
AMÉRICA
INTRODUCCIÓN AMÉRICA
En el lado opuesto se encuentra Cuba, que se sitúa en el puesto 172 y que año tras
año sigue siendo el país peor valorado del continente. El régimen castrista
monopolizó casi por completo la información. El ya expresidente, Raúl Castro, hizo
callar a las voces disidentes sirviéndose de la policía y de los servicios de
inteligencia. Las autoridades persiguen a los medios de comunicación privados –que
no están autorizados por la Constitución–; se suele detener a periodistas y
blogueros, que en no pocas ocasiones se ven obligados a exiliarse.
Brasil (102º, +1), que también afronta problemas como la corrupción y la violencia,
sigue sin lograr bajar de la cota 100 de la clasificación. Este año se han
contabilizado cuatro asesinatos. En un contexto de extrema tensión y de
polarización política –como reveló la destitución de la presidenta Dilma Rousseff en
2016–, la libertad de información está lejos de ser una prioridad para las
autoridades. Aunque las agresiones a la prensa han disminuido ligeramente, siguen
siendo frecuentes durante las manifestaciones. Cuando los periodistas investigan
casos de corrupción de políticos y funcionarios suelen enfrentarse a intimidaciones y
a procesos judiciales abusivos. Esta situación de vulnerabilidad es más evidente en
las regiones aisladas, y durante la campaña electoral que llevó a la presidencia al
ultraconservador Jair Bolsonoro.
En Argentina (52º, -2), la guerra mediática entre el Gobierno y la prensa que marcó
el mandato de Cristina Kirchner se mitigó con la llegada de Mauricio Macri a la
presidencia, en diciembre de 2015. No obstante, la situación sigue siendo
preocupante: los medios de comunicación más críticos a menudo son acusados de
calumnia y son obligados a comparecer ante tribunales civiles.
En Colombia (130º, -1), la firma de los acuerdos de paz entre el Gobierno y las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en 2016, suscitó grandes
esperanzas que aún están lejos de cumplirse. Colombia sigue siendo uno de los
países más peligrosos del continente para los periodistas; las agresiones y los
secuestros siguen siendo frecuentes. Grupos armados, como el Ejército de
Liberación Nacional (ELN), intentan hacer callar a los medios de comunicación
alternativos o comunitarios que investigan sus actividades, lo que genera agujeros
negros de la información, sobre todo en zonas rurales. Es el caso de un equipo de
reporteros ecuatorianos que murieron a manos de un grupo disidente de las FARC
en la frontera de su país con Colombia.
INFORME ANUAL
2018
En el primer año de Gobierno del presidente Donald Trump, Estados Unidos perdió
dos puestos: en la edición 2018 de la clasificación, el país pasó a la casilla 45 entre
180 países, continuando una tendencia negativa. Se produjo un asesinato de un
bloguero en extrañas circunstancias y cuatro periodistas y una asistente de ventas
murieron en el asalto al periódico The Capital Gazette. En cambio, Canadá, su
vecino del norte, ganó cuatro puestos gracias al establecimiento de medidas para
garantizar la confidencialidad de las fuentes periodísticas. En octubre de 2017 el
Parlamento aprobó por unanimidad una “ley escudo”, la Journalistic Source
Protection Act, que protege a escala federal la confidencialidad de las fuentes. De
todos modos está todavía por determinar cómo se aplicará la nueva ley escudo en el
caso de Marie-Maude Denis, periodista de investigación de Radio Canadá: el
Tribunal Supremo de Quebec le exigió en marzo que revelara sus fuentes de un
caso de corrupción.
Sol Fuertes
ARGENTINA
Los años de Gobierno de Cristina Kirchner estuvieron marcados por una guerra
mediática entre las autoridades y ciertos grupos de prensa. Con la llegada de
Mauricio Macri a la presidencia, en diciembre de 2015, la tensión se relajó. Sin
embargo, en el país sigue existiendo una fuerte polarización entre los medios de
comunicación públicos y los privados. La Ley de Medios adoptada en 2009
constituía un avance en el pluralismo, pues garantizaba una mejor distribución de las
frecuencias entre los medios públicos, privados y comunitarios. Sin embargo, la ley
fue modificada cuando Macri llegó al poder. La nueva legislación favorece la
concentración de los medios y beneficia a los grandes grupos.
En Bolivia los medios de comunicación cuentan con un tentador incentivo para evitar
comentarios adversos hacia el Gobierno o el presidente Evo Morales, en el poder
desde 2006. En virtud del Decreto Supremo 181, adoptado en 2009, la publicidad
oficial no se otorga a medios de comunicación que "mienten", "hacen política
partidista" u "ofenden al Gobierno”. Estas presiones financieras no son nada
desdeñables, no en vano Bolivia es uno de los países más pobres de Suramérica.
Los periodistas que incomodan al Gobierno son víctimas de encarnizamiento
judicial, como muestran los casos de Wilson García Mérida (desde 2016) y de
Yadira Peláez Imanereico (desde 2017). A estos casos se suman las detenciones
arbitrarias de reporteros, así como un alto grado de impunidad, lo que atiza la
autocensura.
Semanas después de ser denunciado por acoso sexual, el directivo pidió a los
empleados de BTV que firmasen un escrito en el que se ponía en tela de juicio la
seriedad y el profesionalismo de la reportera, y lo envió a todas las instituciones
públicas del Estado, entre ellas, el Ministerio de Comunicación.
El 6 de marzo de 2017 Peláez decidió hacer público el caso. Dos días después,
Flores Menacho fue suspendido de su cargo en BTV y presentó una demanda por
“difamación” y “calumnias” contra la periodista. Los siguientes meses la reportera
tuvo que superar numerosos obstáculos para preparar su defensa: el Gobierno
boliviano le prohibió el acceso a edificios públicos y se negó a entregarle
información.
Según los datos del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), los
funcionarios bolivianos han utilizado demandas por difamación y otros cargos
penales para intimidar a periodistas.
BRASIL
Brasil sigue siendo uno de los países más peligrosos de América Latina para ejercer
el periodismo: se registran amenazas, agresiones durante las manifestaciones y
asesinatos. El país carece de un mecanismo nacional que proteja a los periodistas
INFORME ANUAL
2018
amenazados o en situación de riesgo. A esto se suma el clima de impunidad, nutrido
por una corrupción omnipresente, lo que dificulta aún más la labor informativa. La
elección del ultraderechista Jair Bolsonaro el 28 de octubre como presidente de
Brasil hace temer un mayor encarnizamiento contra le prensa. Este año, cuatro
periodistas han sido asesinados.
En apenas dos días fueron asesinados dos periodistas en Brasil: Ueliton Bayer
Brizon, propietario del canal de noticias Jornal de Rondônia, y Jefferson Pureza
Lopes, presentador de un programa en Beira Rio FM.
Bayer Brizon solía publicar noticias relacionadas con la política local de Cacoal. Era
presidente municipal del partido PHS y concejal suplente.
Reporteros Sin Fronteras pidió a las autoridades brasileñas que dieran prioridad al
móvil profesional en la investigación del asesinato del periodista de radio Jairo
Sousa, que ocurrió el 21 de junio en Bragança (Pará), frente a la emisora Rádio
Pérgola.
Sousa, que denunciaba con frecuencia casos de corrupción en los que podrían estar
involucrados políticos locales, recibió varios disparos por dos individuos desde una
motocicleta.
"Esto es para que te calles y dejes de decir tonterías por la radio", le dijeron a
Sandoval Braga Junior los dos pistoleros que irrumpieron en su estudio el 21 de
septiembre y lo inmovilizaron en el suelo. Después le dispararon en la pierna, le
rompieron la tibia y se fueron.
Las emisoras de radio locales tienen una función clave en Brasil, especialmente en
las ciudades pequeñas y medianas del interior, donde son una popular fuente de
noticias, y a menudo la única.
Folha de Sâo Paulo sufrió numerosos ataques tras destapar, el 18 de octubre, que
Bolsonaro habría recibido donaciones ilegales en su campaña. Según un reportaje
publicado algunos empresarios habrían hecho pagos ilegales para beneficiar a
Bolsonaro, promoviendo una campaña de desinformación, así como para influir en el
electorado a través de wastsapp. El 19 el Tribunal Superior de Brasil abrió una
investigación.
INFORME ANUAL
2018
La empresa WhatsApp, que ya había suprimido miles de cuentas sospechosas de
difundir información falsa durante la campaña a través de una herramienta de
detección de spam, inició por su parte una investigación interna sobre el caso.
También afirmó que estaba tomando “todas las medidas legales necesarias” para
impedir el envío masivo de mensajes desde cuentas que registren un
comportamiento anormal con el fin de que no puedan ser usadas para propagar
desinformación.
Patrícia Campos Mello, la veterana periodista de Folha de São Paulo que reveló el
caso, sufrió llamadas anónimas, insultos y amenazas en las redes sociales por parte
de simpatizantes de Bolsonaro. Su cuenta de whatsapp fue pirateada y se vio
obligada a cerrar el acceso público a su cuenta de Twitter.
Pero el juez prohibió a TV Globo difundir más informes sobre la investigación policial
con el argumento de que “las filtraciones de la investigación del caso son muy
perjudiciales porque exponen los datos personales de los testigos y amenazan el
progreso de la investigación”. La cadena dijo que apelará el fallo.
CANADÁ
La defensa de los acusados argumentó que la cobertura mediática del caso había
impedido que uno de los políticos presuntamente involucrados en el caso fuera
sometido a un proceso justo y equitativo. El juez entendió que el interés público en
este caso prima sobre la privacidad de las fuentes y era por lo tanto aceptable forzar
a la periodista a declarar.
COLOMBIA
La firma de los históricos acuerdos de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC), en septiembre de 2016, redujo las tensiones
en el país y desató grandes esperanzas. Sin embargo, estos acuerdos no han sido
aplicados y el estado de la libertad de prensa sigue siendo preocupante para RSF.
Los periodistas colombianos se enfrentan a la amenaza permanente de las
“bacrims”, bandas criminales formadas por paramilitares, implicadas en el tráfico de
droga, y siguen sufriendo con frecuencia agresiones, amenazas de muerte y
secuestros. Los grupos armados, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN),
intentan acallar a los medios de comunicación alternativos o comunitarios que
investigan sus actividades, lo que deja sin cobertura informativa muchas áreas,
sobre todo en el mundo rural. Dos periodistas ecuatorianos, junto con su chófer,
fueron asesinados en la frontera con su país.
El 12 de abril fueron difundidas fotografías en las que aparecían los cuerpos del
periodista Javier Ortega, del fotógrafo Paul Rivas y del chófer, Efraín Segarra. La
veracidad de las imágenes fue confirmada por el presidente de Ecuador, Lenin
Moreno. Habían sido secuestrados el 26 de marzo por el Frente Oliver Sinisterra
FARC-EP, grupo disidente de las FARC. Habían viajado a la provincia de
Esmeraldas, en la frontera con Colombia, para cubrir choques entre las fuerzas de
seguridad y grupos armados, que se han vuelto frecuentes en la zona.
CUBA
Cada año, Cuba sigue siendo el país peor calificado en materia de libertad de
prensa de toda América. La muerte de Fidel Castro, en 2016, no produjo ningún
cambio en esta república socialista de partido único: el régimen castrista, en el poder
desde 1959, sigue monopolizando la información. La Constitución veta la existenia
de medios de comunicación privados. Detenciones abusivas, arrestos, amenazas,
campañas de descrédito, confiscación de material y cierre de sitios web suelen ser
las formas de acoso cotidiano, a las que se suma un arsenal de leyes restrictivas.
No obstante, la mejora progresiva de la cobertura de internet en la isla permite a las
voces independientes y a los blogueros hacerse oír, aunque en ocasiones se ven
obligados a exiliarse.
ECUADOR
INFORME ANUAL
2018
La elección del presidente Lenín Moreno, en mayo de 2017, permitió rebajar las
tensiones entre el Gobierno y numerosos medios de comunicación privados después
de tres mandatos consecutivos de Rafael Correa (2007-2017), dramáticos para la
libertad de la prensa en el país. Correa no dejó de controlar la agenda de los medios
de comunicación, sin dudar en atacar personalmente y en público a la prensa crítica
con su Gobierno. La Ley Orgánica de Comunicación (LOC), adoptada en 2013 –que
a menudo ha sido desviada de su objetivo original y empleada contra los periodistas:
despidos, procesos judiciales por difamación, multas– debería ser reformada por el
actual Gobierno.
EL SALVADOR
ESTADOS UNIDOS
El 6 de marzo, el senador Ted Cruz y 18 miembros del Congreso enviaron una carta
al Fiscal General Jeff Sessions urgiendo al Departamento de Justicia a investigar a
Al Jazeera, un medio de comunicación fundado por el Gobierno catarí, para aclarar
si debe o no debe inscribirse a tenor de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros
(FARA). La carta manifestaba su preocupación por que los contenidos de Al Jazeera
pudieran afectar a los intereses estadounidenses y suponer una amenaza para la
seguridad nacional, por su “cobertura favorable” hacia organizaciones terroristas
extranjeras –según la opinión del Departamento de Estado– y sus emisiones
radicalmente “antiamericanas”, “antisemitas” y “antiisraelíes”. Al Jazeera rechazó
esas acusaiones en un escrito enviado al Congreso, recordando que un regulador
británico de comunicaciones acababa de investigar y desestimar acusaciones
semejantes lanzadas contra la compañía.
En respuesta a sus constantes ataques contra los medios y al anuncio hecho por el
presidente Reporteros Sin Fronteras lanzó una campaña en las redes sociales
titulada "¡Bravo Donald!". Concebida por la agencia de publicidad BETC, la campaña
muestra a depredadores de la libertad de prensa como el presidente chino, Xi
Jinping; el líder supremo iraní, Ali Khamenei; el presidente turco, Recep Tayyip
Erdogan, y el líder venezolano, Nicolás Maduro, felicitando a Tramp por el esfuerzo
y creatividad demostrados en denigrar la libertad de prensa y en vilipendiar a los
periodistas.
La periodista del Miami Herald Alex Harris se descubrió a sí misma en una cuenta
falsa mientras cubría el tiroteo el 14 de febrero. Dos tuits de una cuenta de Twitter
con su nombre difundieron información ofensiva e inexacta sobre el tiroteo y la
naturaleza de su investigación sobre el tiroteo.
Los medios de Estados Unidos, que se cuentan entre los más protegidos del mundo,
se enfrentan a desafíos que amenazan la libertad de prensa. Es la conclusión de
una investigación sin precedentes sobre libertad de prensa llevada a cabo en enero,
un año después de la investidura del presidente Donald J. Trump.
Por otra parte, la fiscalía confiscó los registros telefónicos y el correo electrónico
correspondiente a varios años de la reportera Ali Watkins, de The New York Times.
La medida se enmarca en una investigación sobre James A. Wolfe, del Comité de
Inteligencia del Senado, acusado de mentir al FBI sobre sus contactos con tres
reporteros. Wolfe, que también estuvo en contacto con Watkins durante tres años,
negó haber filtrado información clasificada a periodistas.
El juez federal Timothy A. Kelly falló a favor de que la Casa Blanca le devolviera su
credencial a Jim Acosta. Sin embargo, el magistrado hizo hincapié en la naturaleza
limitada de esta orden y recordó que la Casa Blanca puede volver a revocar la
credencial del periodista de la CNN si actúa de mamera indebida.
Durante esa misma conferencia de prensa otros reporteros también fueron blanco
de la hostilidad del presidente. Cuando el reportero de NBC News Peter Alexander
defendió el trabajo de Acosta como periodista, Trump le respondió: "Tampoco soy
muy fan de los tuyos". Este reproche venía precedido de otro incidente en el que el
presidente ordenó a la periodista April Ryan, corresponsal en la Casa Blanca para
American Urban Radio Networks, que se sentara cuando intentó hacerle una
pregunta después de que él diera el turno a otro reportero. Días después la calificó
de “asquerosa” y “perdedora”. También, el presidente acusó a la reportera de PBS
Newshour Yamiche Alcindor de formular una "pregunta racista" cuando ella señaló
que algunos interpretan su profesado "nacionalismo" como un espaldarazo al
nacionalismo blanco.
Apenas unas semanas antes, la CNN recibió tres paquetes sospechosos que se
asemejaban a las 14 bombas de fabricación casera que se cree que un simpatizante
del president envió a otros medios críticos hacia Trump.
Las relaciones del presidente con la prensa son conflictivas, y sus expresiones
denigrantes hacia tres mujeres periodistas de color fueron ampliamente
denunciadas.
RSF se hizo eco del rechazo a las expresiones del president Trump hecha por la
International Women’s Media Foundation y la National Association of Black
Journalists. Las mujeres y personas de color son víctimas en ocasiones de
amenazas concretas que las hacen particularmente vulnerables al acoso.
RSF expresó su preocupación por el nuevo conjunto de reglas establecidas para los
periodistas en las conferencias de prensa de la Casa Blanca. La administración
Trump adelantó la nueva normativa el 19 de noviembre, cuando anunció que se
devolvía el pase de prensa al corresponsal de CNN, Jim Acosta.
Según las nuevas reglas, los reporteros pueden hacer "una sola pregunta" en una
conferencia de prensa. La repregunta, una práctica tradicional para los reporteros de
la Casa Blanca, solo estará permitida "a voluntad" del presidente u otros cargos de
la Casa Blanca. Las reglas también precisan que los reporteros deben "entregar
literalmente" el micrófono cuando se les indique que lo hagan.
GUATEMALA
Las esperanzas que suscitó la elección de Jimmy Morales, en enero de 2016 –tras
la renuncia del presidente Otto Pérez Molina, debido a un escándalo de corrupción–,
pronto fueron defraudadas. Guatemala sigue minado por el crimen organizado y la
impunidad. Los reporteros padecen amenazas y agresiones si denuncian casos de
corrupción en los que estén implicados políticos y gobernantes. Estaba previsto que
se aprobara un mecanismo nacional de protección de periodistas en 2016, pero el
proyecto se aplazó.
Hasta el momento se desconoce el móvil de este doble homicidio. Según una fuente
cercana a la familia de Laurent Castillo, citada por el diario Prensa Libre, el
periodista había cambiado de teléfono porque había recibido llamadas que
pretendían extorsionarle. Sin embargo, al parecer eran amenazas de muerte.
INFORME ANUAL
2018
Laurent Castillo escribía sobre todo reportajes para las secciones de deportes y
cultura de su periódico.
HAITÍ
Legagneur tiene 30 años y lleva un año trabajando como freelance. Antes trabajó
para el diario Le Matin, la agencia de noticias digital Loop Haïti y otros medios de
comunicación. Además de las noticias, cubre temas sociales y trabaja para
organizaciones no gubernamentales.
HONDURAS
La prensa hondureña ha sufrido una lenta caída desde hace casi una década, desde
el golpe de Estado de 2009. El grado de impunidad en Honduras –país gangrenado
por la violencia del crimen organizado y la corrupción– es uno de los más elevados
del continente. Los periodistas que trabajan para los medios de comunicación de
oposición o comunitarios a menudo son agredidos o amenazados de muerte, y en
muchos casos se ven obligados a exiliarse. Por otra parte, suelen emprenderse
procesos judiciales abusivos contra periodistas por difamación, delito que suele ser
castigado con penas de prisión y que puede llegar a ser sancionado con la
prohibición de ejercer el periodismo.
A principios de año, diez periodistas reconocidos por su posición crítica frente a las
autoridades vieron cómo se difundían en Facebook fotografías suyas, asociadas a
los medios de comunicación para los que trabajan, acompañadas del mensaje:
“conozca los asesinos de la democracia y la verdad”. Estos son Gilda Silvestrucci
(Radio Globo); Dasaev Aguilar Moncada (Hispan TV); Rony Martínez, César Silva,
Ivis Alvarado, Mauricio Rivera, Edgardo Castro y Jorge Aldana (UneTV); Ariel D.
INFORME ANUAL
2018
Vicente (Prensa Libre), y Jairo López (Canal 21), quien ya había sufrido campañas
similares en 2017.
Se sospecha que la empresa minera Inversiones Los Pinares obtuvo de forma ilegal
un permiso de perforación y de explotación en la región de Guapinol, que alberga
una reserva natural protegida. Más de 350 pobladores de la zona establecieron un
campamento de resistencia para protestar por las actividades de esta empresa
privada.
Según testimonios recabados por RSF, Inversiones Los Pinares incluso intentó en
varias ocasiones comprar el silencio de los periodistas: les ofreció 4.000 lempiras
(unos 150 euros) a cambio de que no informaran sobre lo que acontecía.
MÉXICO
Patria de los cárteles de la droga, México sigue siendo uno de los países más
mortíferos del mundo para los medios de comunicación. Si los periodistas cubren
temas relacionados con la corrupción de las autoridades (sobre todo los Gobiernos
locales) o con el crimen organizado, padecen intimidaciones, agresiones, y pueden
ser asesinados a sangre fría. Numerosos periodistas han desaparecido en el país;
muchos otros se han visto obligados a exiliarse. La impunidad, que se explica por la
INFORME ANUAL
2018
corrupción generalizada, alcanza niveles insólitos y alimenta el círculo vicioso de la
violencia. Este año han sido asesinados nueve periodistas y varios más sufrieron
atentados fallidos. Dos grupos poseen casi todos los canales de televisión.
Domínguez Rodríguez era columnista del diario Noreste Digital y del digital
HorizontedeMatamoros. Sus colegas, a los que RSF entrevistó, destacaron su
independencia. Tenía casi 40 años de experiencia y siempre había sido muy crítico
con las autoridades locales, especialmente con el ex alcalde de Nuevo Laredo,
Carlos Cantú Rosas, y con la actual alcaldesa de San Nicolás, Verónica Castellanos.
Juan Carlos Huerta Martínez, de 45 años, fue asesinado en su coche cuando salía
de su casa, el 15 de mayo, en Villahermosa (Tabasco). Hombres armados que
circulaban en un automóvil gris abrieron fuego contra él.
Huerta Martínez obtuvo la concesión del canal de radio 620AM, por el que transmitía
su programa “Panorama sin reservas”, en el que abordaba temas de política.
También era presentador de “Notinueve”, del Canal Nueve.
INFORME ANUAL
2018
"Llegaron para asesinarlo”, afirmó el Gobernador del Estado de Tabasco, Arturo
Núñez Jiménez, horas después de que ocurrieran los hechos, confirmando así que
era una ejecución.
Desde 2010 recibía amenazas de muerte y mensajes anónimos en los que le pedían
que dejara de publicar información sobre corrupción de funcionarios. En tres
ocasiones denunció estas amenazas y solicitó medidas de protección. Según el
procurador de Justicia del Estado de Chiapas, contactado por RSF, en septiembre
de 2017 le asignaron dos escoltas, que le fueron retiradas en diciembre de ese
mismo año porque el reportero así lo solicitó. Según sus familiares, tuvo medidas de
protección en 2016, por un breve periodo, y se las retiraron sin explicaciones.
Márquez Jiménez, fundador del diario digital Orión Informativo y excolaborador del
diario local Crítica Nacional Noticias, fue encontrado acribillado a balazos el 1 de
INFORME ANUAL
2018
diciembre en Tepic (Nayarit). Su familia había denunciado su desaparición ese día.
Apareció su cuerpo horas más tarde, al borde de un camino, con impactos de bala.
En las últimas elecciones locales fue candidato a regidor de Tuxpan por el partido
Movimiento Regeneración Nacional. Según la primera información recabada por
RSF, vecinos de Tecuala lo acusaron de difamación seis meses antes.
Con ocasión del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, que
se celebró el 30 de agosto, Reporteros Sin Fronteras lamentó que 21 periodistas
estén desaparecidos en México (casos registrados desde 2003), un récord en el
continente americano. De algunos de ellos no se tiene noticia desde hace por lo
menos 15 años.
Rodrigo Acuña Morales es colaborador del diario Voz de Tenayuca, para el que
cubre la información policíaca, y director del medio de comunicación digital El Diario
de Tepetzintla.
Reporteros Sin Fronteras y Propuesta Cívica (socia de RSF), registraron entre enero
y mayo 45 casos de agresión a periodistas y 4 ataques a medios de comunicación,
relacionados con la cobertura de las elecciones. El 1 de julio los ciudadanos votaron
para elegir a quienes ocupan 3.406 puestos públicos: presidente de la República,
senadores, diputados federales y gobernadores de 9 de los 32 estados del país.
La Ciudad de México, Puebla y Morelos son los estados donde se han producido
más agresiones, si bien estas regiones no se encuentran entre las más violentas
para la prensa en el país.
NICARAGUA
El periodista Ángel Eduardo Gahona fue una de las numerosas víctimas de la ola de
protestas y e indignación que sacude a Nicaragua desde el 18 de abril. Los
enfrentamientos entre manifestantes –muchos de ellos estudiantes– y la policía,
acusada de un uso excesivo de la fuerza, han dejado un saldo de al menos 42
muertos y 48 desaparecidos, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos
(Cenidh).
Por otra parte, desde el inicio de las manifestaciones se registraron en el país varios
ataques informáticos a medios de comunicación del Estado o cercanos al Gobierno
del presidente Daniel Ortega, reivindicados por el colectivo Anonymous.
Ese mismo día, unos policías amenazaron de muerte a Miguel Mora, director y
propietario del Canal 100% Noticias y a su esposa, Verónica Chávez, presentadora
del programa “Ellas lo dicen”. La policía llevaba varias semanas acosando al
periodista, quién se percató de que hay individuos que lo vigilan fuera de su casa y
de su trabajo. El 25 de noviembre, un dron sobrevoló durante varias horas su casa y
su jardín. El 30 de noviembre, lo subieron a la fuerza a una patrulla de policía; los
agentes lo golpearon y lo amenazaron de muerte mencionando a miembros de su
familia. Desde el 24 de noviembre, Miguel Mora fue detenido seis veces por la
policía. Fue presentada una denuncia de las autoridades contra él por incitar al odio
y por difundir campañas de odio en su canal y su web.
La noche del 13 de diciembre, la policía asaltó, sin orden judicial, la redacción del
Confidencial, dirigido por un hijo de la expresidenta Violeta Chamorro.
INFORME ANUAL
2018
TRINIDAD Y TOBAGO
Reporteros Sin Fronteras manifestó su consternación tras saber que Ricardo ‘El
Gladiador’ Welch, veterano presentador de radio, fue asesinado el 19 de octubre en
las inmediaciones de su domicilio.
“La muerte de Welch es una pérdida devastadora para la comunidad de los medios
de comunicación en Trinidad y Tobago”, afirmó Margaux Ewen, directora de la
oficina de América del Norte de RSF. “Urgimos a las autoridades a que investiguen
este asesinato para aclarar quién lo ordenó y si estuvo relacionado con el ejercicio
de su actividad profesional”.
Welch había trabajado para numerosas emisoras, incluida Power102 FM, una radio
especializada en temas internos de la isla. Según fuentes de RSF, su trabajo
incomodaba a políticos y llevó a sus oponentes ante los tribunales, además de
animar a sus oyentes y compañeros a hacer los mismo. Welch ganó en abril de
2017 una denuncia por difamación contra sus colegas de More 104.7 FM, que le
habían acusado de ser homosexual.
VENEZUELA
Los periodistas trabajan en un clima muy tenso, en particular desde la crisis política
y económica que comenzó en 2016. En 2017 se registró un número récord de
detenciones arbitrarias y de actos de violencia contra periodistas, a manos de las
fuerzas del orden y de los servicios de inteligencia venezolanos.
Six está acusado de espionaje y de violación de zona de seguridad por tomar fotos
durante los desfiles militares de Caracas con motivo de la celebración de la
independencia, el 5 de julio de 2017 y de 2018. También por cubrir un mitin de
campaña en el que intervino el presidente Maduro, en mayo de 2018.
INTRODUCCIÓN ASIA
El continente asiático es, por segundo año consecutivo, el más mortífero para la
prensa en el mundo. Con casi una treintena de informadores asesinados, en Asia se
instigan las peores tendencias de acoso a la prensa, a través de asesinatos y
encarcelamientos de informadores, pero también a través de una forma de presión e
intimidación que este año ha cobrado especial virulencia en países como India o
Bangladesh.
Finalmente, la crisis política en Sri Lanka ha demostrado una vez más que los
medios de comunicación son uno de los principales objetivos cuando se desata el
caos. Políticos y sus simpatizantes ocupan inmediatamente redacciones, cortando o
modificando sus emisiones.
Lucía Campoamor
AFGANISTÁN
Afganistán ha sido en 2018 el país más mortífero del mundo para la prensa, con 14
periodistas y dos trabajadores de medios asesinados. El atentado contra un autobús
de Tolo TV puso de manifiesto la brutalidad de los radicales islámicos contra los
informadores, que llevan años siendo su blanco deliberado.
Además, este año se conocieron las tasas que los talibanes imponen a numerosos
medios bajo graves amenazas, que llevan a muchos de ellos a pagar o a prescindir
de gran parte de la plantilla sobre el terreno para buscar otras formas de difusión
que no pongan en riesgo a sus trabajadores. Los impuestos ascienden a cantidades
como los 25.000 euros pagados por el canal privado Ghaznavian en la provincia de
Ghazni.
AUSTRALIA
La iniciativa gubernamental para legislar sobre los contenidos en internet es, desde
hace años, la principal amenaza para la libertad de prensa en Australia.
BANGLADESH
Ese mismo mes, la huelga de estudiantes en Dhaka desató una ola de violencia
contra la prensa. El fotoperiodista Shahidul Alam fue detenido en su domicilio por
cubrir en Facebook las protestas. Apareció finalmente ante un tribunal con señales
de tortura y fue acusado de “difundir miedo y pánico”. Con anterioridad la policía
había denunciado a 28 usuarios de redes sociales por sus fotos y vídeos sobre las
protestas. Alam no fue puesto en libertad hasta el 20 de noviembre, 107 días
después de ser encarcelado y torturado.
MYANMAR (BIRMANIA)
Pero el Gobierno, liderado por Aung San Suu Kyi, galardonada con el Premio Nobel
de la Paz, se mostró insensible a las presiones internas y externas y continuó su
campaña contra los medios de comunicación que abordan la situación de los
rohingya. En junio prohibió a Radio Free Asia utilizar el término “rohingyas” para
referirse a la comunidad musulmana perseguida en el Estado de Rakhine. Las
autoridades pretendían que se utilizase en su lugar la expresión “personas que
creen en el islam en el estado de Rakhine”.
En septiembre el columnista Ngar Min Swe fue hallado culpable de sedición por
haber “escrito comentarios abusivos en Facebook contra Aung San Suu Kyi, líder del
Gobierno, que daban una impresión equivocada sobre ella”. Se refería al comentario
que había publicado sobre el beso en la mejilla que le dio a Barack Obama en una
visita del expresidente estadounidense a Birmania en 2017.
RSF pidió en varias ocasiones a Aung San Suu Kyi cambios en la política hacia la
prensa. Pero de nuevo en octubre, las autoridades detuvieron a tres periodistas de
Eleven Media en aplicación del código penal, que castiga con penas de cárcel la
publicación de información que pueda “alarmar o atemorizar al público”. Kyaw Zaw
Lin, Nayi Min y Phyo Wai Win fueron puestos en libertad bajo fianza a los pocos
días, pero seguían enfrentándose a un proceso judicial únicamente por haber
abordado el presupuesto regional del estado de Yangon.
CAMBOYA
Ese mismo mes fueron puestos en libertad Uon Chhin y Yean Sothearin, pero
seguían acusados de espionaje.
Las conversaciones históricas que tuvieron lugar entre Corea del Norte y Corea del
Sur en octubre estuvieron empañadas por la iniciativa surcoreana de prohibir la
cobertura de dicha reunión en la zona desmilitarizada entre ambos países al
periodista Kim Myong-song, desertor de Corea del Norte en 2002 y periodista del
diario conservador surcoreano Chosun Ilbo desde 2013.
La prohibición ni siquiera había sido solicitada por Corea del Norte, pero las
autoridades surcoreanas alegaron “circunstancias especiales” e insinuaron que su
presencia y su conocida trayectoria podían interferir en las conversaciones.
CHINA
El año que la Asamblea Nacional Popular aprobó el cambio legislativo que permitirá
a Xi Jinping convertirse en presidente vitalicio, China continuó ampliando su poder,
censura, vigilancia y represión sobre los informadores, nacionales y extranjeros.
En enero fue detenido el editor de nacionalidad sueca Gui Minhai, bajo estricta
vigilancia después de haber sido puesto en libertad en octubre del año anterior,
cuando viajaba a Pekín para recibir tratamiento médico por su delicado estado de
INFORME ANUAL
2018
salud. A mediados de año Reporteros Sin Fronteras pidió al Grupo de Trabajo de
Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas que examinara su caso.
En julio se produjo la sentencia más severa de los últimos 15 años por subversión.
El periodista ciudadano Qin Yongmin fue condenado a 13 años de cárcel, después
de haber pasado más de tres años detenido por “asamblea ilegal” y por “utilizar
internet y medios extranjeros” para intentar “derrocar la autoridad del Partido
Comunista Chino”. Su delito, además de dirigir Human Rights Watch China, crear el
grupo “Rose Team” para pedir una transición pacífica a una democracia
constitucional.
Ese mismo mes, el periodista independiente Chen Jieren, crítico con los abusos de
los responsables del Partido Comunista Chino, fue detenido y acusado de
“extorsión”, “chantaje” y “operaciones ilegales” en la provincia de Hunan, según
fuentes locales.
Apenas semanas después, también por extorsión, el caricaturista Jiang Yefei fue
sentenciado a seis años y medios de cárcel. Residente en Tailandia desde 2008,
había sido “repatriado” en 2015 a petición de las autoridades chinas. Reporteros Sin
Fronteras pidió al Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de Naciones
Unidas que analizara su caso.
En septiembre saltaron las alarmas sobre el estado de salud en prisión de Huang Qi,
fundador de la web de derechos humanos 64 Tinwang y galardonado en 2016 por
Reporteros Sin Fronteras con su Premio a la Libertad de Prensa. Detenido desde
2016, en julio de 2018 se volvió a posponer su juicio, alargando una prisión
provisional por “divulgar secretos de Estado”, unos cargos que siempre se ha
negado a confesar. En noviembre, una coalición de organizaciones no
gubernamentales insistió en el creciente deterioro de su estado de salud, y
Reporteros Sin Fronteras llevó su caso ante el Grupo de Trabajo de Detenciones
Arbitrarias de Naciones Unidas.
INFORME ANUAL
2018
A finales de octubre, un tribunal de la provincia autónoma de Mongolia Interior
condenó a los periodistas Zou Guangxiang y Liu Chengkun a doce y ocho meses de
cárcel, respectivamente, por revelar la existencia de una investigación abierta contra
el dirigente del grupo Yili Industrial.
Ante estos niveles de persecución, muchos informadores chinos optan por el exilio,
como el cineasta Dhondup Wangchen, que huyó a Estados Unidos en enero, o Liu
Xia, viuda del premio Nobel de la Paz, Liu Xiaobo, que voló a Alemania en julio.
Wangchen estaba bajo arresto domiciliario después de haber pasado seis años
encarcelado por proyectar en Pekín el documental Dejando atrás el miedo a una
delegación de periodistas extranjeros con motivo de los Juegos Olímpicos de 2008.
La libertad y la autorización para salir del país a Liu Xia se produjo tras una reunión
entre el primer inistro Li Keqiang y la canciller alemana Angela Merkel.
Pero la presión no termina fuera de las fronteras chinas. Una vez en el extranjero,
muchos denuncian persecuciones a sus familiares o allegados, como el periodista
Chen Xiaoping (Sam Chen), residente en Estados Unidos, que aseguraba que las
autoridades chinas mantenían detenida a su mujer, Li Huaiping, para intentar
impedir que él hiciera declaraciones comprometedoras sobre líderes chinos. Li
Huaiping había sido secuestrada de su casa de Guangzhou cuatro meses antes.
En marzo, Reporteros Sin Fronteras pidió de nuevo a las autoridades chinas que
dejaran de acosar a los familiares de periodistas de la versión en lengua uyghur de
Radio Free Asia residentes en Estados Unidos.
Y a finales de julio las autoridades detuvieron a cuatro miembros del Xinjiang Daily
acusándoles de “duplicidad” en la sección uygur del periódico, una forma de
denominar a la supuesta oposición secreta a las políticas del Estado.
La presión del Gobierno chino también afecta a los periodistas de Taiwan –no
reconocido por Naciones Unidas como Estado independiente– y nunca acreditados
para cubrir las Asambleas Generales de la ONU y otras reuniones, como la
Asamblea Mundial de la Salud de Ginebra.
Finalmente, este año también ha sido testigo de los intentos de renovación por parte
de Google de una iniciativa abandonada en 2010 para no ceder a las demandas de
censura de China. El proyecto, presentado bajo el nombre Dragonfly, pretendía
retomar la creación de un buscador para el mercado chino. Decenas de ONG
alertaron todo el año de los riesgos en materia de censura y vigilancia digital de los
usuarios. Una vigilancia incrementada también en 2018 con el traspaso de la gestión
de los contenidos almacenados en Apple iCloud China a manos estatales chinas.
FILIPINAS
Un mes después, Dennis Denora, editor del periódico local Trends and Times, de la
ciudad de Panabo, fue asesinado de la misma manera, por dos individuos en
motocicleta que se dieron a la fuga.
La presión judicial a este medio fue el último episodio de una reiterada estrategia de
acoso por parte de las autoridades. Ya a principios de año, en enero, la Comisión de
Operaciones de Bolsa de Filipinas, le retiró la licencia, y en febrero, el Gobierno
prohibió la entrada al palacio presidencial a una de sus corresponsales, Pia Ranada,
por “falta de confianza” y porque el presidente estaba “irritado” con ella, según el
portavoz presidencial.
HONG KONG
El ciudadano suizo Gui Minhai, propietario de una editorial de Hong Kong, lleva años
encarcelado en China acusado de airear la vida privada de los líderes chinos. Fue
detenido en Tailandia en 2015 y apareció meses después en China, todavía
detenido. Las autoridades chinas aseguraron haberlo pueso en libertad en 2017,
pero seguía bajo vigilancia. Y en enero de 2018 fue detenido de nuevo en un tren
cuando viajaba a Pekín para pedir una segunda opinión médica sobre una
INFORME ANUAL
2018
enfermedad neurológica. Se le trasladó a Nngbo, donde se le acusa de “difundir
secretos de Estado al extranjero”.
En mayo se conocieron las agresiones a los reporteros Chui Chun Ming, cámara de
Now TV, y Edward Lui, de Comercial Radio. El primero fue agredido por la policía
cuando intentaba entrevistarse con un abogado defensor de derechos humanos en
la capital china. El segundo por dos civiles en Sichuan, adonde se había trasladado
para cubrir el aniversario del terremoto de 2008.
En octubre las autoridades denegaron la renovación del visado al editor del Financial
Times Asia, el británico Victor Mallet, además de vicepresidente del Club de
Corresponsales Extranjeros de Hong Kong. Pese a no ofrecer ninguna explicación
oficial, todo apuntaba a una represalia por la reunión organizada con el líder
independentista.
INDIA
Ese mismo mes dos reporteros fueron de nuevo brutalmente embestidos por otro
vehículo en la localidad de Bhojpur, del estado de Bihar. Navin Nischal y Vijay Singh
murieron en el acto.
Patricia Mukhim fue blanco, en abril, de un intento de asesinato con queroseno que
provocó un incendio en su casa de Shillong. Culpó al Gobierno y a algunas
“organizaciones” del ataque.
Rana Yyyub sufrió un auténtico infierno ese mismo mes cuando se publicó una
información falsa que le atribuía la petición de libertad de los detenidos por violar y
asesinar a una menor. Los insultos, montajes pornográficos y hasta llamamientos en
las redes a violarla alcanzaron dimensiones inéditas.
En agosto RSF pidió la ilegalización de un grupo nacionalista hindú que lanzó una
campaña contra la prensa para “reclutar voluntarios” en redes sociales para luchar
contra los medios que publican “contenidos distorsionados que pueden dañar los
sentimientos religiosos o romper la armonía social”.
La periodista Rachna Kharia, de The Tribune, fue denunciada en enero por revelar
que se podía comprar información personal de mil millones de ciudadanos de la
base de datos Aadhaar, previo pago de 6,5 euros a una cuenta de WhatsApp.
Kamal Shukula, editor del portal de internet Bhumkal Samachar, fue denunciado por
sedición por compartir en Facebook una caricatura sobre la negativa de un tribunal a
investigar el asesinato de un juez en 2014.
INDONESIA
INFORME ANUAL
2018
JAPÓN
MALASIA
Cabe recordar además la creación por parte del Gobierno anterior de una
plataforma, (Sebenarnya.my), para “comprobar noticias” y “corregir” las
consideradas falsas.
Además, la presión económica es desde hace años una amenaza para los medios
de comunicación en Malasia, que se exponen a elevadas multas que ponen en
riesgo su supervivencia. En enero un tribunal de apelación ordenó a la web de
noticias Malaysiakini a pagar 79.000 euros como indemnización por una denuncia
por difamación presentada por los gestores de una mina de oro en el estado de
Pahang por haberse hecho eco de los riesgos para la salud de los habitantes de los
alrededores causados por los métodos de extracción del oro.
MALDIVAS
NAURU
Ese mismo mes se produjo la fusión entre Fairfax Media y la televisión Nine
Entertainment. Una fusión que amenaza el pluralismo mediático del país.
NEPAL
Pese a que el máximo responsable del más alto tribunal del país fue apartado de su
puesto más adelante, en septiembre entraron en vigor nuevos artículos del código
penal que limitaban la libertad de informar. La nueva legislación eleva a tres años de
cárcel la publicación de informaciones “confidenciales” y penaliza también publicar
información privada, grabar conversaciones y obtener imágenes sin permiso.
Igualmente, la “falta de respeto” a alguien, directamente o a través de sátiras, puede
llevar a sus autores a la cárcel.
PAKISTÁN
Abid Hussain fue tan brutalmente agredido en la misma provincia de Punjab que
murió al día siguiente en un hospital. “Hoy te vamos a dar una lección por escribir
contra nosotros”, le advirtieron sus asaltantes. Hussain era autor de numerosos
artículos sobre el tráfico de drogas en la provincia.
Ese mismo mes medio centenar de periodistas lanzó una recogida de firmas para
protestar por la censura de varios medios de comunicación que se negaban a dejar
de cubrir las actividades que el Ejército quiere mantener al margen del escrutinio
informativo.
Igualmente se censuraron las palabras del primer ministro apartado por el Tribunal
Supremo en 2017, Nawaz Sharif.
Un mes más tarde las autoridades retiraron la distribución de Dawn, uno de los
diarios más antiguos del país, por publicar una entrevista con el ex primer ministro.
Se acusó al diario de “intentar minar la soberanía o integridad de Pakistán como un
país independiente”. En septiembre las autoridades detuvieron al periodista Cyril
Almeida por la entrevista.
SINGAPUR
Ese mismo mes un comité parlamentario creado a principios de año para “ver
maneras de que Singapur pueda evitar la difusión de falsedades en internet”
preparaba la “ley anti noticias falsas”. Pese a invitar a organizaciones de la sociedad
civil a las audiencias del comité parlamentario creado a tal efecto, la iniciativa seguía
suscitando temor. Desde que el Gobierno anunciara su intención de legislar sobre
noticias falsas muchos periodistas y blogueros han recordado que ya están
expuestos a ser encarcelados o procesados si representan una “amenaza para la
seguridad nacional” o si van en contra de “grupos religiosos o raciales” sobre la base
de la legislación vigente en el país.
En noviembre, el bloguero Terry Xu, editor de The Online Citizen (TOC), fue
interrogado por la policía, que le confiscó sus equipos electrónicos en una incursión
en su propio domicilio. Los hechos se produjeron tras un comentario publicado en
internet criticando la “corrupción al más alto nivel” del partido en el Gobierno y su
“alteración de la Constitución”.
SRI LANKA
También forzaron a los periodistas del Daily News y a dos semanarios del grupo
Lake House, Silumina y Sunday Observer, a cambiar sus portadas de los días
siguientes. El editor del Sunday Observer, Dharisha Bastians, fue forzado a ceder su
control editorial. Y los titulares, las fotos y los editoriales de los días siguientes
subrayaban el regreso del expresidente al poder.
TAIWÁN
Publicar “noticias 30% falsas” fueron las acusaciones del alcalde de Taipei, Ko Wen-
Je, al periódico Storm Media, en enero, por publicar detalles de la preparación de un
evento supuestamente confidencial. En Taiwán, pese a ser la única democracia de
habla china en el mundo, sus políticos se permiten algunos excesos como este.
TAILANDIA
Tailandia es uno de los países más estrictos del mundo en materia legislativa en
cuanto a libertad de prensa y de expresión. La junta militar, liderada por el general
Prayuth Chan-o-cha, utiliza la dura ley de difamación para perseguir a periodistas y
blogueros.
INFORME ANUAL
2018
En febrero, el presidente de la organización francesa de expatriados Monde-ADFE,
Yamine Boudemagh, presentó una denuncia por difamación ante un tribunal penal
de Bangkok contra el editor del periódico francés LePetirJournal.com, Pierre
Queffélec. El motivo, haber publicado una entrevista con el diputado francés Thierry
Mariani, representante de ciudadanos franceses en el extranjero. Pero, en lugar de
acudir a la justicia francesa por tratarse de dos ciudadanos franceses, Boudemagh,
que se consideraba difamado en los comentarios de Mariani, decidió acudir a la
justicia tailandesa.
VIETNAM
Ese mismo mes las autoridades condenaron también al bloguero Hoang Duc Binh a
14 años de prisión por haber publicado un vídeo en redes sociales, el año anterior,
donde un pescador pretendía presentar una queja contra la empresa Formosa.
En julio, el periodista independiente Le Anh Hung fue detenido por cubrir las
manifestaciones contra la aprobación de una nueva ley de seguridad informática, y
por analizar la posible pérdida de soberanía que podría constituir la creación de
zonas económicas especiales en el país. En octubre un tribunal de Hanoi decidió
alargar dos meses más su prisión provisional por “abusar de las libertades
democráticas”.
Vietnam, junto con China, es desde hace años la prisión de blogueros más grande
del mundo. El encarcelamiento de informadores y críticos de internet es constante,
pese a contados y concretos excarcelamientos. Como el de la bloguera Nguyen
Ngoc Nhu Quynh, conocida como Me Nâm (Madre Seta), puesta en libertad en
octubre después de haber sido sentenciada en 2016 a siete los de cárcel por
“propaganda anti estatal”. Se exilió a Estados Unidos inmediatamente.
Las legislaciones que regulan la difusión de noticias falsas y la difamación son tan
severas que han llevado a varios medios y periodistas a ser condenados en
Kazajistán, Kirguizistán y Tayikistán con penas de cárcel o elevadísimas multas.
Lucía Campoamor
KAZAJISTÁN
KIRGUIZISTÁN
UZBEKISTÁN
La libertad de uno de los periodistas presos desde hace más tiempo en el mundo ha
marcado la realidad de la libertad de prensa en el país. El año 2018 ha visto salir de
la cárcel a Yusuf Ruzimuradov, tras 19 años entre rejas. El reportero del periódico
Erk fue detenido en 1999 y condenado a 15 años de cárcel por “conspirar contra el
Estado”, una sentencia ampliada en dos ocasiones.
TAYIKISTÁN
INTRODUCCIÓN EUROPA
En Rusia continúa la atmósfera asfixiante contra los que cuestionan el discurso del
Kremlin y defienden un periodismo independiente y de calidad. La presión sobre los
medios de comunicación críticos con el Gobierno ha obligado a muchos a echar el
cierre tras perder su financiación y después de que algunos de sus trabajadores
INFORME ANUAL
2018
fuesen detenidos. Además, el buscador ruso Yandex ha eliminado toda referencia a
medios de comunicación bloqueados, convirtiéndose en copartícipe de la censura.
En Turquía este año han comenzado a resolverse los juicios contra los periodistas
detenidos acusados de participar en el intento de golpe de estado de julio de 2016.
Varios informadores han sido condenados a cadena perpetua, y se han repartido
condenas de entre ocho y quince años de cárcel. Para el Ejecutivo de Recep Tayyip
Erdogan y su entorno el periodismo independiente es sinónimo de crimen. La
pluralidad de los medios turcos murió finalmente con la venta del grupo de medios
más grande, Doğan Media Company, a un conglomerado de empresas cercano al
Gobierno. Nueve de las diez publicaciones más leídas y las televisiones más vistas
en Turquía pertenecen a empresarios afines al Gobierno.
El punto positivo del año lo ponen Suiza y Portugal. El primero porque sus
ciudadanos han apostado por seguir financiando la radiotelevisión pública, que
hubiese desaparecido en caso contrario. El segundo, por aprobar nuevas leyes que
incrementan las sanciones en casos de crímenes cometidos contra informadores,
que entran a formar parte del grupo de “personas protegidas”.
Patricia Alonso
ALBANIA
En septiembre, un reportero del canal de televisión Report TV, Julian Shota, fue
amenazado a punta de pistola por el propietario de un bar en la localidad de Laç
cuando se disponía a grabar la noticia de una explosión en dicho establecimiento.
Cuatro días antes, individuos sin identificar dispararon armas automáticas contra el
hogar de la periodista de investigación Klodiana Lala en Tirana. RSF ha hecho un
llamamiento a las autoridades albanesas para que condenen estos ataques y
protejan a los periodistas que investigan eventos sospechosos o casos relacionados
con el crimen organizado.
Albania cerró el año con una propuesta de ley para crear un registro de medios
online y asegurarse de que sus operadores “respetan sus obligaciones con la
seguridad nacional y la seguridad pública”. Además, designa una autoridad
responsable de controlar que esos medios no publiquen contenidos que atenten
contra la moral pública. De aprobarse, la nueva legislación podría afectar seriamente
a la libre circulación de información.
INFORME ANUAL
2018
ALEMANIA
Por otro lado, el número de ataques contra periodistas aumentó en 2018 por primera
vez en dos años.
ARMENIA
AUSTRIA
Sin embargo, unos meses más tarde, en julio, RSF denunciaba la prohibición hecha
por la cadena pública de que sus periodistas publicasen opiniones políticas en sus
redes sociales, incluidos sus perfiles privados.
AZERBAIYÁN
Con motivo de las elecciones presidenciales de abril, RSF pidió al Banco Mundial
que pusiera como condición para futuros préstamos a Azerbaiyán la puesta en
libertad de los periodistas encarcelados por cubrir casos de corrupción en el país. Al
menos ocho periodistas y dos blogueros continúan en prisión en 2018 en relación a
sus publicaciones. Otros periodistas han tenido que exiliarse después de que
miembros del Gobierno los amenazasen a ellos y sus familias como consecuencia
de sus trabajos de investigación. Algunos periodistas han llegado a ser intimidados
en su exilio en Francia o Georgia.
BIELORRUSIA
En Bielorrusia, aumentan el acoso y los ataques contra informadores por parte del
Gobierno.
Además, nuevas leyes favorecen una mayor represión contra medios críticos con las
autoridades. Por ejemplo, en mayo ya se habían impuesto 48 multas contra
informadores por sus actividades. En julio, el periodista independiente Zmitser Halko
fue condenado a cuatro años de libertad condicional y trabajos forzados, acusado de
usar de la fuerza contra un oficial de policía que entró en su casa en noviembre de
2017. Halko es conocido por su trabajo en Ucrania y por ser muy crítico con el
Gobierno bielorruso.
Otra periodista bielorrusa que vive exiliada en Polonia, Natallia Radzina, recibió
amenazas de muerte por continuar sus publicaciones en Charter97 tras el bloqueo la
web. El bloguero Syarhey Pyatrukhin también fue detenido durante días y se
enfrenta a tres años de trabajos forzados por describir el trato que recibió cuando
fue detenido en febrero. Otros cuatro periodistas fueron detenidos en agosto
acusados de acceder a información online de manera ilegal en la web de la agencia
gubernamental de noticias BelTA, a pesar de que lo hicieron utilizando sus cuentas
de suscriptores.
BOSNIA-HERZEGOVINA
Las divisiones étnicas en Bosnia-Herzegovina son cada vez más palpables en los
medios de comunicación. Los periodistas son blanco de ataques y amenazas con el
fin de disuadirlos de hacer su trabajo, y la concentración de los medios de
comunicación en manos de unos pocos complica aún más la situación de la libertad
de prensa.
BULGARIA
INFORME ANUAL
2018
En Bulgaria, la falta de libertad de prensa se saldA con un asesinato y varios
ataques contra periodistas de investigación.
Ese mismo mes, Reporteros Sin Fronteras hizo público un informe que refleja que la
corrupción y la concentración de medios en manos de políticos y oligarcas ha hecho
mella en la libertad de prensa en Bulgaria, situando al país como el peor calificado
dentro de la Unión Europea. Un segundo informe publicado en julio advertía de los
riesgos y dificultades para los periodistas de investigación en el país, que finalmente
se saldaron con y varios incidentes violentos y posiblemente la muerte de Marinova.
CHIPRE
En Chipre, los medios de comunicación están cada vez más politizados en medio de
la polémica en torno a la exportación de programas de espionaje. Además, los
medios de se encuentran bajo una creciente influencia de la iglesia ortodoxa y los
partidos políticos, mientras que el delito por difamación sigue estando castigado con
hasta cinco años de cárcel. Ambas condiciones son un obstáculo para libertad de
prensa.
Por otro lado, en junio se filtró a la prensa un documento de trabajo en el que consta
que Chipre, junto a otros ocho países de la Unión Europea, planea paralizar la
propuesta de ley europea para controlar la exportación de programas de vigilancia.
Reporteros Sin Fronteras y otras organizaciones advierten del riesgo de que estos
programas sean utilizados para espiar a periodistas y sus fuentes, así como a
defensores de los derechos humanos.
CROACIA
ESLOVAQUIA
La mala relación del primer ministro, Robert Fico, con los medios es evidente en los
insultos y acusaciones emitidas contra varios periodistas por el político y otros
miembros de su partido en los últimos años. Los informadores eslovacos temen que
en este ambiente no se haga lo suficiente por resolver el asesinato de Kuciak, que
se ha convertido en un momento crítico para el periodismo eslovaco.
ESLOVENIA
ESPAÑA
Aunque no con el mismo nivel de crispación que el año anterior, el foco de atención
se ha posado, de nuevo en 2018, sobre Cataluña, que ha vuelto a ser testigo de un
clima de hostilidad con los periodistas, especialmente duro para los reporteros a pie
de calle. El entorno de polarización extrema que vive la política catalana se ha
trasladado a unos medios, cuyos profesionales acaban siendo las principales
víctimas de las tensiones para informar. El año comenzaba con el ataque al
periódico digital con sede en Barcelona Crónica Global, reivindicado por la
asociación juvenil independentista y anticapitalista Arran, en lo que constituye un
hecho insólito desde el fin del terrorismo de ETA.
De igual modo, los periodistas se han seguido topando con obstáculos por
atribuírseles un deber que en ningún modo les corresponde: el de la custodia de los
casos bajo secreto sumarial. La revelación de secretos se sigue usando como arma
arrojadiza contra los profesionales de los medios. Especialmente llamativo ha sido el
caso de la redactora de la delegación de Europa Press en Palma de Mallorca y del
periodista de Diario de Mallorca, a quienes la Policía Nacional confiscó los teléfonos
móviles, ordenadores y otro material de trabajo, para dar con el autor de una
filtración.
Por último, RSF quiere llamar la atención sobre la siempre aplazada reforma de la
“Ley Mordaza”, que el PSOE se había comprometido a derogar en la oposición.
Pese a los atisbos de negociación con el resto de fuerzas parlamentarias para dejar
sin efecto algunos de sus artículos más polémicos, y aunque los grupos políticos en
el Congreso se han reunido para abordar tímidamente el asunto, la norma sigue
vigente y en pie, penalizando a ciudadanos anónimos y periodistas.
ESTONIA
FINLANDIA
Finlandia es uno de los nueve países europeos que apoyan la relajación de las leyes
que regulan exportación de programas de vigilancia. Según Reporteros Sin
Fronteras y otras asociaciones, este tipo de programas presentan un riesgo para los
periodistas y sus fuentes, ya que pueden ser utilizados en su contra y para favorecer
tareas de espionaje por parte de las fuerzas de seguridad.
Por otro lado, la organización celebra la sentencia judicial emitida en octubre contra
Ilja Janitskin y Johan Bäckman, responsables del acoso online durante cuatro años a
la periodista de investigación Jessikka Aro. Aro investigaba el papel del Kremlin en
la manipulación de la opinión pública finesa.
FRANCIA
Francia mantiene las garantías para el libre ejercicio del periodismo, aunque no
cesan las amenazas a la libertad de prensa.
Otro problema durante 2018 ha sido la violencia policial ejercida contra algunos
reporteros, especialmente fotógrafos, durante las protestas de abril y más
recientemente las protestas de los “chalecos amarillos”. En algunos casos los
informadores fueron amenazados con ser detenidos si no entregaban sus equipos.
Pero también sufrieron amenazas por parte de los manifestantes.
Por otro lado, dos hombres fueron procesados por acosar a la periodista Nadia
Daam como resultado de su reportaje en Radio Europe 1 criticando a los “trolls”. No
ha sido la única en recibir amenazas por su trabajo. El verificador de noticias de Le
Monde Samuel Laurent suspendió su cuenta de Twitter temporalmente por el
continuo acoso online al que es sometido. En ocasiones, los insultos y amenazas
han sido obra de políticos.
GRECIA
Grecia progresa, pero continúan las amenazas contra periodistas y medios desde el
Gobierno y grupos de ultraderecha.
INFORME ANUAL
2018
HUNGRÍA
En Hungría, el primer ministro reparte los medios de comunicación entre sus amigos
oligarcas.
Una de los últimos medios críticos con el Gobierno, Hir TV, fue finalmente adquirido
por un amigo del primer ministro el 5 de julio. Como era de esperar, el nuevo
propietario dio un giro radical a la línea editorial de la cadena y despidió a alguno de
sus periodistas más prestigiosos.
IRLANDA
INFORME ANUAL
2018
Irlanda ha mostrado su rechazo a regular la exportación de programas de vigilancia,
que organizaciones de derechos humanos advierten que podrían usarse en contra
de los periodistas y sus fuentes.
En junio se filtró que nueve países de la Unión Europea, entre los que se encuentra
Irlanda, estaban trabajando en reducir los controles a los exportadores de
programas de vigilancia. La noticia contrasta con lo demandado por RSF y otras
organizaciones de derechos humanos, que denuncian que dichos softwares pueden
ser utilizados para espiar a periodistas. La campaña iniciada por los nueve países
miembro podría afectar a la aprobación del proyecto de ley que regula la exportación
de estos bienes, especialmente si ésta no se aprueba antes de las próximas
elecciones al Parlamento europeo, en mayo de 2019.
ITALIA
En Italia, continúan las amenazas de muerte y los casos de difamación contra los
periodistas de investigación.
Italia es además uno de los nueve países europeos que apoyan la reducción de
impuestos a la exportación de software de vigilancia, que podría ser usado para
espiar a periodistas y sus fuentes.
MALTA
MONTENEGRO
En Montenegro, dos periodistas sufrieron sendos ataques en 2018 por coche bomba
y arma de fuego en represalia por su trabajo de investigación.
PAÍSES BAJOS
Por otro lado, a pesar de la ley aprobada en febrero, el 4 de julio la televisión pública
NOS reveló que la fiscalía había dado permiso a la policía para intervenir el 29 de
marzo el teléfono de un reportero sin haber pedido permiso oficial previo. En los
últimos meses, al menos otros dos casos de espionaje se han hecho públicos en los
que fuentes periodísticas fueron llevadas ante la justicia por “divulgar información
confidencial”. RSF hizo un llamamiento a las autoridades a que cesara sus
constantes violaciones de la ley de espionaje contra los informadores.
POLONIA
Precisamente Polonia es uno de los nueve países europeos que solicita leyes más
laxas para la exportación de programas de vigilancia. RSF y otras organizaciones
INFORME ANUAL
2018
advierten del riesgo de que dicho software se utilice para espiar a periodistas y sus
fuentes.
PORTUGAL
REINO UNIDO
Por otro lado, el 30 de enero, la corte de apelaciones de Reino Unido decretó que la
Investigatory Powers Act, la legislación más severa en la historia del país en materia
de vigilancia, era incompatible con las leyes europeas. Aunque no se hizo referencia
específica a la libertad de prensa, se trata de un éxito para los medios, pues la
legislación no ofrece suficientes mecanismos de protección a los periodistas ni a sus
fuentes.
Gran Bretaña es también uno de los nueve países europeos que abogan por la
reducción de las tasas de exportación de programas de vigilancia. Este tipo de
software de espionaje pone en peligro a los periodistas y sus fuentes, y por ende la
libertad de prensa.
REPÚBLICA CHECA
Teniendo en cuenta que el primer ministro, Andrej Babis, dirige dos de los diarios
más influyentes del país, no es de sorprender que la independencia de los medios
en la República Checa esté amenazada. El 27 de enero, miembros del equipo del
presidente, Milos Zeman, empujaron y golpearon a varios periodistas intentando
impedirles hacer su trabajo. El propio presidente insulta y amenaza a los medios con
asiduidad. Una de sus últimas bromas de mal gusto ocurrió en octubre, cuando el
presidente dijo: “Amo a los periodistas, por eso puede que organice un banquete
para ellos esta noche en la embajada saudí”, en alusión al asesinato del periodista
saudita Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Estambul.
Por otro lado, la República Checa es uno de los nueve países europeos que apoyan
la reducción de las normas de exportación de programas de vigilancia. RSF y otras
organizaciones advierten de los riesgos de que este tipo de softwares se utilicen
para espiar a periodistas y sus fuentes.
RUMANÍA
RUSIA
INFORME ANUAL
2018
En Rusia, continúa imperando una atmósfera asfixiante para los que cuestionan el
discurso del Kremlin y defienden un periodismo independiente y de calidad.
En términos generales, continúan las presiones del Gobierno sobre los medios de
comunicación independientes. El 19 de enero, el bloguero Alexander Valov,
responsable de BlogSochi, fue detenido acusado de extorsionar al político y
parlamentario Yury Napso. Su detención se basa únicamente en la denuncia
realizada por un asistente de Napso, que no aportó prueba alguna, y continúan las
sospechas sobre la viabilidad del proceso. El 26 de diciembre fue condenado a seis
años en prisión y una multa de nueve mil euros.
Por otro lado, el 13 de abril una corte de Moscú ordenó el bloqueo de la red de
mensajes encriptados Telegram, después de que sus desarrolladores se negasen a
entregar los códigos de encriptación a la agencia de inteligencia rusa.
El periodista Leonid Makhinya continúa desaparecido desde julio, mientras que otros
periodistas han sufrido ataques contra su vida, como Yulia Zavyalova, a cuyo coche
le cortaron los frenos; o Pyotr Verzilov, cofundador de la web Mediazona, que fue
envenenado.
El punto positivo lo pone la puesta en libertad, después de tres años, del reportero
Alexander Sokolov, aunque permanece bajo control judicial.
SERBIA
SUIZA
En marzo, los votantes suizos rechazaron la iniciativa No Billag, que proponía el fin
canon radiotelevisivo. De haberse aprobado, hubiese supuesto el fin de los servicios
públicos de radio y televisión. Sin embargo, no son todo buenas noticias. La crisis de
los medios ha supuesto restructuraciones en el sector, lo que ha empobrecido la
diversidad de información.
INFORME ANUAL
2018
TURQUÍA
La pluralidad de los medios turcos terminó por morir con la venta del grupo de
medios más grande, Doğan Media Company, a un conglomerado de empresas
cercano al Gobierno. Entre las publicaciones que cambian de manos se encuentran
el dirio Hurriyet, el canal 24h CNN Türk y la agencia de noticias DHA. Nueve de los
diez periódicos más leídos y las televisiones más vistas en Turquía pertenecen a
empresarios cercanos al Gobierno.
En marzo se realizaron nuevas detenciones entre los trabajadores del diario pro-
kurdo Özgürlükçü Demokrasi, y se dictó sentencia contra más de 25 periodistas
acusados de apoyar al clérigo Fethullah Gülen, a quien Ankara considera artífice del
intento de golpe de estado de julio de 2016.
Uno de los juicios más esperados y más polémicos fue el del diario Cumhuriyet,
cuyos trabajadores se enfrentaban a penas de entre ocho y catorce años por apoyar
grupos terroristas. El ex editor jefe, Can Dundar, y el reportero Ilhan Tanir, ambos en
el exilio, serán finalmente juzgados por separado. Cumhuriyet es hoy en día uno de
los últimos medios independientes en Turquía. En julio, el diario se enfrentó a un
nuevo juicio en relación a su participación en los Paradise Papers (fondos de figuras
y empresas turcas en paraísos fiscales). Berat Albayrak, ministro de Economía y
yerno del presidente, denunció al periódico por la información que lo acusaba de
tener dinero en esos paraísos.
Otro de los juicios más polémicos fue el de los periodistas del diario Zaman, que se
celebró finalmente en julio. Seis columnistas fueron sentenciados a entre ocho y diez
años y medio de cárcel, acusados de intentar derrocar al Gobierno, en lo que se
calificó como un juicio “kafkiano” y un veredicto político.
Por si las presiones del Gobierno no fueran notorias, en julio, uno de los capos de
mafia turca amenazó de muerte a varios periodistas. En la Turquía de hoy el crimen
es hacer periodismo, y las pruebas son los artículos publicados por los periodistas.
UCRANIA
Puede que Ucrania no esté oficialmente en guerra con Rusia, pero las
consecuencias del conflicto no son sólo visibles en la población, también en los
medios de comunicación. En febrero, las oficinas de la web de noticias de
investigación Chetverta Vlada fueron atacadas en un intento por intimidar a los
periodistas locales. El ataque ocurrió tan sólo cinco días después del robo de los
servidores que alojaban la página. Chetverta Vlada es un portal especializado en
exponer casos de corrupción.
Los ataques a la libertad de prensa también han llegado desde la propia justicia
ucraniana. En septiembre, una corte de Kiev ordenó requisar el teléfono de la
periodista Natalia Sedletska para acceder a su registro de llamadas y mensajes y su
localización, violando así la confidencialidad de sus fuentes.
A esto se suma que el canal público de noticias, UA: Pershyi, dejó de emitir en
octubre en algunas zonas del país debido a falta de fondos. Precisamente la
transformación de la radio televisión ucraniana en un ente independiente fue uno de
los mayores éxitos de la revolución de 2014. Entre sus varios programas de
reportajes de investigación se encuentra Skhemy, especializado en la cobertura de
casos de corrupción de alto nivel. Su labor es más importante que nunca teniendo
en cuenta que la mayor parte de los medios se encuentran en manos de unos pocos
oligarcas.
Una violencia atroz une a los países de ambas regiones árabes en una mortífera
sintonía, que hace que naciones con una historia, estructura y planteamientos
diferentes, acaben convergiendo.
Las guerras de Siria y Yemen, con bombardeos sobre la población civil, entre los
que también hay informadores; los enfrentamientos entre facciones del polvorín que
sigue siendo Libia; la represión institucionalizada de Irán, Egipto, todos los países
del Golfo, con especial mención para Bahréin y Arabia Saudí; la ya instalada y
escasamente combatida autocensura en países del Magreb como Marruecos,
Argelia o Túnez; y la impunidad, a menudo apoyada por la inacción de Occidente,
con la que se limita la libertad de expresión en los Territorios Ocupados y en Israel,
son algunas de las situaciones que, un año más, marcan el lamentable estado de la
libertad de expresión en Oriente Medio y el Magreb.
Las armas con las que cuentan los regímenes autoritarios y teocráticos también
coinciden y no son solo de fuego: Ley contra el terrorismo, Ley contra el cibercrimen
o contra delitos informáticos, Código Penal que incluye la pena de muerte por
atentar contra “la seguridad del Estado”, prohibición de ejercer el derecho a reunión
y asociación alegando causas de “traición a la patria, la bandera, la religión”… Las
personas que siguen creyendo en la libertad de expresión continúan intentando
difundir la información de sus investigaciones, de los hechos que contrastan o ven
con sus propios ojos para denunciar, pedir que se rindan cuentas y se asuman
responsabilidades. Lo hacen a través de las redes sociales, y, cuando son
censuradas y bloqueadas, buscan otras formas de seguir accediendo a ellas y de
compartir esos conocimientos. La complicidad de los periodistas ciudadanos, los
activistas, internautas y colaboradores de los medios crece cuanto más fuerte es la
represión de los regímenes y, más se recrudecen éstos, más se convierten en la
única fuente de información.
Un tuit, una entrada de Facebook, un comentario o un mensaje por alguna red social
están siendo motivo suficiente para que en todos los países de ambas regiones se
detenga de forma “provisional”, permaneciendo durante meses, a veces años, sin
que se conozcan los cargos y sin que se celebre el juicio. Es una realidad que ha
dejado de sorprender en países donde la represión es feroz, y donde visibilizar los
casos, hacer que se hable de cada persona que sea detenida o desaparecida,
permite al menos dar a conocer lo que está pasando para ejercer presión e intentar
cambiar la situación.
El caso de Jamal Khashoggi, periodista saudí exiliado en Estados Unidos, que entró
el 2 de octubre en el consulado de su país en Estambul para hacer un trámite que le
permitiera casarse con su prometida turca, y no volvió a salir, mostró la descarada
impunidad con la que Arabia Saudí dispone de la vida de sus ciudadanos. Fue
torturado, descuartizado y disuelto en una sustancia química por un operativo
presuntamente ordenado por el príncipe heredero Mohamed bin Salman Al Saud.
Unos meses antes, el príncipe había ordenado una campaña de detenciones contra
las activistas de derechos humanos y blogueras del país, que llevan años
reivindicando que se deje de considerar a las mujeres menores de por vida. Estas
detenciones contrarrestaron los avances que dio el país en los derechos de las
mujeres, como la histórica autorización para conducir de las saudíes. El país del
Golfo, líder de la coalición árabe en la ofensiva militar que ha provocando una crisis
humanitaria que afecta a la mitad de la población de Yemen, retiene en sus cárceles
a 28 periodistas e internautas; la mayoría no han sido juzgados y algunos ni siquiera
conocen los cargos de los que se les acusa.
Siria, uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, ha seguido
registrando este año la muerte de periodistas e internautas en bombardeos. El
régimen de Bachar al Assad ha recuperado dos terceras partes del territorio, por lo
que decenas de periodistas y activistas que colaboran con medios están en peligro,
pues llevan años denunciando las graves violaciones de derechos humanos
realizadas por el régimen en las zonas que ahora está siendo recuperadas, como
Quneitra, en la frontera con Israel, o Deraa, junto a Jordania. Los secuestros son un
arma de guerra en el país. El japonés Jumpei Yasuda fue liberado después de tres
años de cautiverio, pero quedan otros de los que apenas se tienen pruebas de vida.
El caos y la división que marcan la realidad de Libia han empeorado para los
periodistas extranjeros, que, tras el reportaje que publicó la CNN en noviembre de
2017 sobre los casos de esclavitud en los centros de migrantes subsaharianos, han
visto más restringido el acceso al territorio. Y también para los periodistas locales, ya
que con la aprobación del artículo 13 del Decreto número 555, la milicia Al Radaa,
conocida por reprimir y acosar a los periodistas y sus colaboradores, se ha
convertido al oeste del país en una unidad contra el crimen, la delincuencia y el
terrorismo, con amplios poderes para vigilar y actuar contra los que consideren que
desestabilizan el país. También en los Emiratos Árabes Unidos se ha creado, en
2018, una Fiscalía de Delitos de Tecnologías de la Información, que investiga y
enjuicia delitos, entre los que incluyen la expresión pacífica de opiniones.
En los Territorios Palestinos e Israel, se produjo una ofensiva por parte del Ejército
israelí por las movilizaciones que comenzaron a finales de marzo, en
conmemoración de la Gran Marcha del Retorno, en la que murieron dos periodistas
palestinos que iban identificados con chalecos y cascos en la Franja de Gaza, y
nueve resultaron heridos de diversa gravedad en las siguientes semanas.
ARABIA SAUDÍ
Existen claras líneas rojas que acotan la capacidad de acción y los movimientos de
los periodistas, activistas y defensores de los derechos humanos en Arabia Saudí
pero, como se ha podido comprobar este año con el caso Jamal Khashoggi, el
régimen carece de límites para ejercer la repression, llegando a cometer un
asesinato fuera de sus fronteras.
Siete años después de que el Ministerio del Interior prohibiera las concentraciones
públicas, incluidas las manifestaciones pacíficas; de comprobarse que en los dos
años de ejecución de la Ley de Asociaciones no se ha creado ninguna organización
independiente de derechos humanos en el país; y de que se haya cumplido el primer
año de aplicación de la nueva Ley Antiterriorista, que incluye la pena de muerte por
delitos de “terrorismo” sin que exista una definición clara del término, el régimen
saudí ha alcanzado la represión absoluta contra periodistas e internautas, ante la
inacción de Occidente.
También se ha creado una coalición de 160 organizaciones que pide a la ONU que
se realice una investigación independiente y que el régimen saudí asuma su
responsabilidad por el asesinato de Khashoggi.
Uno de los casos más emblemáticos de la represión de los Saud es el del bloguero
Raif Badawi, condenado en 2014 a diez años de cárcel y a 1.000 latigazos por
“insultar al islam”. No podrá abandonar el país en los siguientes diez años tras
cumplir la condena y deberá pagar una multa de un millón de rials (226.000 dólares).
A pesar de los esfuerzos por visibilizar la situación de Badawi, no se ha logrado
avanzar durante este año en ningún aspecto.
Tres mujeres: una periodista, una columnista y una bloguera fueron encarceladas
sin que hubiera ningún cargo contra ellas. Eman al Nafjan es una bloguera que
escribía sobre política y derechos de las mujeres. La detuvieron en mayo
acusándola de amenazar “la seguridad y estabilidad” del reino, y los medios saudíes
aseguraron que era una “traidora”. Al concluir el año, sigue esperando ser juzgada.
Los periodistas son espiados y utilizados para llegar hasta disidentes al régimen,
cuando no ejercen la autocensura por las amenazas de ser encarcelados acusados
de traición. Este sistema es el que hace que muchos permanezcan en silencio.
Cuando desapareció Khashoggi, el régimen recordó a los saudíes que la Ley de
Crímenes Electrónicos permite encarcelar durante 5 años a los que “difundan
rumores o noticias falsas”.
ARGELIA
Los periodistas argelinos son acosados también por sus propios compañeros de
profesión. Es lo que les ocurrió a Semmar, Boudiaf y Mellah, con el acoso mediático
de su caso en el canal de televisión Ennahar, propiedad de Anis Rahmani, que es
uno de los denunciantes. Este medio difundió elementos de la investigación
preliminar, que supuestamente eran confidenciales hasta no ser presentados ante la
oficina del fiscal. Ennahar TV ha violado el artículo 56 de la Constitución y los
convenios internacionales ratificados por Argelia en materia de libertad de prensa,
gozando de una completa impunidad por parte de las autoridades.
BAHRÉIN
Siguiendo los pasos de Arabia Saudí, el país más pequeño del Golfo Pérsico
mantiene una férrea política represora hacia los periodistas, y sobre todo hacia los
blogueros y activistas de derechos humanos que desde las revueltas de 2011 no
han dejado de intentar alzar la voz.
INFORME ANUAL
2018
La mayoría chií está gobernada por una minoría suní, bajo el control absoluto de la
familia Al Khalifa. Las reivindicaciones siguen siendo las mismas siete años
después: la histórica discriminación a la que es sometida la comunidad chíi y una
reforma política que lleve a una apertura hacia la democracia. El rey Hamad bin Isa
Al Khalifa es uno de los “depredadores” de la lista de RSF desde hace veinte años,
por haber sometido a un hostigamiento incesante a periodistas, fotógrafos y
blogueros, y permitir que puedan ser condenados a cadena perpetua o a usar como
método disuasorio, para que se conviertan en profesionales dóciles, la retirada de la
nacionalidad.
Nabeel Rajab, detenido en junio de 2016 y condenado a cinco años de cárcel por
haber publicado unos tuits criticando las condiciones de una cárcel en Bahréin y la
intervención liderada por Arabia Saudí en Yemen, es un ejemplo de la persecución
sistemática a la que son sometidos los activistas de derechos humanos que
colaboran con medios de comunicación.
Más de 50 organizaciones, entre las que figura RSF, han escrito una carta a las
autoridades bahraníes para que liberen a Rajab y se retiren los cargos que hay
contra él. También piden una investigación independiente e imparcial sobre el
maltrato recibido por Rajab en la cárcel. Los cinco años a los que fue condenado, en
febrero de 2018, se añaden a la sentencia de otros dos años por criticar a las
autoridades del país en entrevistas en televisión, que data de julio de 2017.
En el caso del periodista Mahmoud Al Jaziri y el bloguero Ali Al Maaraj, se les retiró
la nacionalidad en octubre de 2017, durante un juicio político junto a otras cinco
personas alegando que pertenecían a una célula terrorista. Al Jaziri, que trabajaba
en Al Wasat, un periódico que en 2017 era próximo a las autoridades, fue
condenado a 15 años de cárcel. Y Al Maaraj, que ya había pasado más de dos años
en prisión por “insultar al rey” y “abusar de información tecnológica”, a cadena
perpetua.
INFORME ANUAL
2018
Bahréin no ha firmado la Convención de Naciones Unidas de Reducción o Retirada
de la Nacionalidad (1961), pero sí que ha rubricado la Carta árabe de Derechos
Humanos en la que se especifica: “todo el mundo tiene derecho a tener una
nacionalidad; a nadie se le puede arrebatar de forma arbitraria o ser privado fuera de
la ley de su nacionalidad”.
Esa es la razón por la que cada vez hay más profesionales que optan por el auto
exilio. A Ali Abdel Iman, fundador de la web de noticias BahreinOnline; Abbas
Busafwan, presentador de televisión, y el bloguero Hussein Yousef les retiraron la
nacionalidad en enero de 2015, sin que fuera ni siquiera necesario que pasaran por
un juicio, porque hay una enmienda de 2014 que permite al Ministerio del Interior
retirar la nacionalidad a quien se considere que ha ayudado “al enemigo del Estado”,
o cuya lealtad a Bahréin sea cuestionable. Un castigo que afecta también a los hijos
de la persona a la que se quita la nacionalidad, por lo que el hijo de Ali Abdel Iman
nació apátrida en Reino Unido.
EGIPTO
Los periódicos online tienen que solicitar un registro y para las webs que han sido
bloqueadas será casi imposible conseguirlo. Los artículos 34 y 36 de esta nueva
norma estipulan que deben depositar en una cuenta bancaria 33.000 euros y que es
necesario un depósito inicial de 2.450 euros. Unas cantidades completamente fuera
del alcance del nivel de vida del país e inasumibles para las webs independientes.
Para los periodistas que han intentado ejercer su profesión en Egipto, el año ha
estado marcado por las detenciones arbitrarias, los interrogatorios, la desaparición,
juicios sin garantías, el cierre o bloqueo de medios online, y la sensación de que la
gravísima situación sigue yendo a peor.
Pero, el caso que está recibiendo una de las mayores movilizaciones, y que con más
virulencia se están comportando las autoridades egipcias es el de Mahmoud Abou
Zeid, un fotoperiodista conocido como Shawkan, que el 14 de agosto cumplió cinco
años en prisión. Tres semanas antes, un tribunal le condenó a cinco años de cárcel,
por lo que el fiscal asegura que saldrá a mediados de febrero de 2019. Shawkan,
INFORME ANUAL
2018
Premio UNESCO-Guillermo Cano 2018, fue detenido cuando estaba cubriendo lo
que se convirtió en la matanza de Rabaa, una protesta multitudinaria a favor del
depuesto gobierno de los Hermanos Musulmanes, que se dispersó con tanta
violencia que hubo más de 800 muertos. Le acusaron de intento de asesinato,
pertenencia a un grupo ilegalizado, participación en una manifestación ilegal y de
posesión de armas, cuando lo único que tenía en las manos era su cámara.
Los blogueros han estado especialmente en el punto de mira de las autoridades este
año. Es el caso de Shadi Abu Zeid, popular por sus vídeos satíricos seguidos por
miles de personas en las redes sociales, incluida una famosa broma sobre el gasto
de la policía egipcia, en enero de 2016. Formaba parte del equipo de Abla Fahita,
una comedia de televisión suspendida por ser demasiado atrevida. Le detuvieron el
6 de mayo bajo la sospecha de “publicar mentiras” y “pertenencia a un grupo
ilegalizado”, a pesar de que los Hermanos Musulmanes son el centro de sus críticas.
Otro caso es el de Sherif Gaber, detenido en el aeropuerto el 2 de mayo. Había
empezado un blog, tras llevar años exponiendo sus ideas en las redes sociales. Le
acusan de defender el ateísmo. Y el bloguero Mohamed Radwan Mohamed, más
conocido como Mohamed Oxygen, está detenido desde el 6 de abril por sus
entrevistas con el público y con figuras conocidas sobre temas políticos y sociales,
que le han hecho ganar cientos de miles de seguidores en Facebook y Youtube.
La arbitrariedad con la que las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos (EAU)
limitan la libertad de expresión y de asociación ha marcado un año más los escasos
intentos de informar sobre lo que ocurre en el país.
Como muchos otros Estados, los EAU utilizan la Ley contra el terrorismo (2014) para
incluir la labor de los informadores, activistas y defensores de derechos humanos,
cuyas críticas se convierten en “amenazas contra la seguridad del Estado” o en
“incitación al odio y el caos”. En respuesta a la difusión en redes sociales de las
revueltas árabes que comenzaron a finales de 2010 y el efecto que tuvieron sobre
diferentes países, las autoridades emiratíes aprobaron, en 2012, una Ley de Delitos
Informáticos que es la que está permitiendo que, por publicar un tuit o escribir una
entrada en Facebook, se condene a sentencias muy duras, que incluyen multas
imposibles de pagar para un ciudadano medio.
En una carta dirigida al ministro de Asuntos Exteriores emiratí, RSF y Human Rights
Watch han pedido a las autoridades de los EAU que liberen a Al-Najjar, porque no
puede pagar la elevada suma de la multa.
IRAK
La policía trabajó esos días con listas de periodistas locales y nacionales a los que
vigilaba de cerca, mientras estaban trabajando; les llegó a perseguir hasta sus
casas, como aseguró que le ocurrió a Haider Hadi, uno de los pocos periodistas
independientes de la ciudad chií de Karbala (100 kilómetros al suroeste de la capital
iraquí).
Es la primera vez, desde la ofensiva de 2003, que Irak se veía sometida a una
desconexión tan masiva. Desde el exilio, el periodista Oday Hatem, que dirige en
Francia la Asociación de Defensa de la Libertad de Prensa, explicó: “El objetivo
principal es ser capaces de terminar con las manifestaciones sin ser vistos y
restringir la cobertura de los medios internacionales lo máximo posible”.
Saif Hilal Al Azawi, editor de Adhamiya News, una página de Facebook que
proporciona información sobre esta zona situada al nordeste de Bagdad, fue
secuestrado el 1 de octubre por miembros de las fuerzas de la seguridad especial
iraquíes, según narraron testigos a la JFO. Se desconoce su paradero, por lo que se
considera que es una desaparición forzosa, y las acciones judiciales emprendidas
contra él tras acusarle de hacer “chantaje a políticos” a través de publicaciones
online han quedado pendientes.
IRÁN
Sin posibilidad de que exista una prensa independiente, el régimen islámico que
ostenta el poder en Irán mantiene un férreo control sobre la información y la opinión.
La fuerte reacción de todas las organizaciones de derechos humanos y de los
ciudadanos en las redes sociales ante el discurso de Nowruz, el año nuevo persa
que se celebra el 21 de marzo, fue una clara muestra de la incapacidad del líder
supremo, el ayatolá Ali Jamenei, “depredador” en la lista de RSF, de reconocer la
realidad del país.
Jamenei aseguró que “no se persigue o presiona a nadie por sus pensamientos u
opiniones”, obviando que durante 2018 no ha habido una semana que no se han
registrado casos de detenciones, condenas, intimidaciones o falta de libertades que
oprimen a los ciudadanos.
Desde la llegada al poder de Jatami, en 1997, al menos 350 medios han sido
cerrados, más de 800 periodistas y ciudadanos periodistas han sido detenidos e
interrogados negándoles sus derechos, y 500 de ellos han acabado en la cárcel con
sentencias desde los 3 meses a los 19 años. Además, millones de páginas de
Internet han sido censuradas por informar con libertad e independencia.
A finales de junio, el bloguero Sakhi Righi, que lleva encarcelado nueve años, estuvo
un mes en huelga de hambre para protestar por su detención y por las condiciones
del encierro. Pide que se tenga en cuenta la ley que dice que los prisioneros que
cumplan un tercio de la condena pueden optar a la libertad provisional, puesto que
de los 20 años a los que fue sentenciado ya ha pasado más de dos años de ese
tercio.
Todavía en el último mes del año, Hengameh Shahidi, editor del blog Oaineveste,
fue condenado a 12 años y nueve meses de cárcel y se le ha prohibido unirse a
grupos políticos o a cualquier actividad mediática online, así como abandonar el
país. Su delito, según su familia, es haber revelado irregularidades del sistema
judicial y la crítica a altos oficiales.
ISRAEL
INFORME ANUAL
2018
La mayor parte de las agresiones, que en ocasiones acaban con la vida del
profesional, se producen en manifestaciones o concentraciones de las facciones
palestinas en Cisjordania o en la Franja de Gaza, así como en los asentamientos de
colonos más polémicos o en el casco viejo de la ciudad, donde las medidas de
seguridad son muy altas y la tensión se dispara al menor incidente.
A finales de julio, los soldados israelíes detuvieron “por razones políticas” a seis
periodistas palestinos en Cisjordania. Cuatro de ellos, el jefe de la delegación de
Ramallah, Alaa Rimawi; los reporteros Mohamed Hamdan y Qoteiba Hamdan y el
cámara Hosni Injas trabajaban para la televisión Al Quds, con sede en el Líbano.
Este canal fue acusado por el Ministerio de Defensa israelí de “incitar al odio” y de
ser un “ala de la propaganda” de Hamás, el movimiento que controla la Franja de
Gaza.
También detuvieron en su casa a Mohamed Anwar Mouna, periodista de la agencia
Al Quds Press, considerada próxima a Hamás, y director de una emisora de radio
local, Nablús. Y la columnista Lama Khater fue arrestada el amanecer del 24 de julio
por soldados israelíes, en medio de una ola de detenciones de palestinos
considerados partidarios de Hamás, en Ramallah y Qalquiliya. Según Al Jazeera,
con el apresamiento de Khater, las fuerzas de seguridad israelíes cumplen su
promesa de detenerla si continuaba escribiendo.
Algunos de los detenidos el 30 de julio ya han pasado por las cárceles israelíes
antes. Mohamed Hamdan estuvo varios días preso en febrero por grabar una
manifestación en apoyo a los presos palestinos, y Rimawi permaneció 12 años
encarcelado en Israel. Mouna también fue detenido varias veces por el ejército
israelí en los últimos años.
Existe una propuesta de ley, presentada por el partido conservador Yisrael Beitenu,
que modificaría el artículo 2 del Código Penal sobre “traición”, en particular el párrafo
103, que versa sobre la “propaganda derrotista”. Pretende castigar con diez años de
cárcel las grabaciones de soldades israelíes, por “dañar la seguridad del Estado”, y
cinco años por “dañar la moral de los soldados”. Esta nueva criminalización del
INFORME ANUAL
2018
ejercicio de la profesión periodística en Israel, que incluye la prohibición de la
publicación de los vídeos o audios en redes sociales y medios de comunicación,
viola el derecho a la información. El ministro Tzachi Hanegbi ha reconocido que la
propuesta de ley puede mermar la libertad de expresión y ha sugerido que sólo se
aplique cuando se dé la “obstrucción de un soldado en el ejercicio de su profesión”,
y que se limite la pena a tres años de cárcel.
Al igual que los periodistas palestinos y los extranjeros, los profesionales de medios
de comunicación israelíes críticos con la gestión gubernamental, o que dan voz a los
palestinos, también son considerados una “amenaza nacional”. La respuesta de los
periodistas y organizaciones israelíes a la propuesta de ley contra la grabación y
difusión de vídeos en los que aparezcan soldados israelíes es contundente: “Si el
Gobierno está avergonzado por la ocupación, debería trabajar para acabar con ella.
En cualquier caso, los contenidos sobre la vida ocupada continuarán”, advirtió
B’Tselem. Y el 17 de junio, el reportero y columnista israelí Gideon Levy escribió en
el periódico Haaretz: “Violaremos esta ley con orgullo. No dejaremos de publicar
contenidos. No dejaremos de escribir”.
LÍBANO
INFORME ANUAL
2018
Un informe elaborado por RSF y por el Centro SKeyes para la Libertad de Prensa y
Cultura de la Fundación Samir Kassir, publicado el 6 de diciembre, cuestiona la
supuesta apertura de los medios libaneses. A través del Media Ownership Monitor
(Monitor de Propiedad de los Medios), se desvela que los 37 principales medios del
país están en manos de grupos políticos y de ciertas sagas familiares ricas, a
expensas de los intereses de políticos locales y extranjeros.
Hay, al menos 12, famosas familias en el sector mediático. La familia Hariri es la que
más medios acumula y es la única presente en prensa, radio, televisión e Internet.
Controla el 29,6% de lo que se imprime (Al Mustaqbal, The Daily Starand Annahar),
el 7,8% de la audiencia radiofónica (Radio Orient) y el 7,8% de la audiencia
televisiva (Future TV).
Los procesos judiciales también han puesto el foco en el trabajo de los periodistas
libaneses. Marcel Ghanem, conductor del programa de entretenimiento Kalam el
Nas (“Lo que se dice”), de la televisión LBCI, fue acusado de difamación, en febrero,
por permitir a dos periodistas saudíes que criticasen a las autoridades libanesas en
un programa emitido en noviembre de 2017.
También el antiguo editor del periódico online NOW, Hanin Ghaddar, fue condenado,
el 12 de enero, en ausencia por un tribunal military a 6 meses de cárcel,
supuestamente por haber “difamado al Ejército libanés” durante una conferencia
impartida en Washington en 2014, en la que dijo que el ejército daba un trato
preferente a los militantes del grupo chií Hezbollah.
INFORME ANUAL
2018
LIBIA
Dos realidades marcan la escasa información que sale de Libia: por una parte, la
ausencia de periodistas extranjeros por las dificultades para obtener el visado y por
el elevado grado de peligrosidad del país, debido a la inestabilidad política interna y
al enfrentamiento que se mantiene, siete años después de las revueltas que
desencadenaron en una guerra civil y en la caída de Muammar Gaddafi tras más de
décadas en el poder; y por otra, el éxodo de periodistas locales que trabajaban para
medios internacionales o que en 2011 crearon medios independientes, que son
acosados o cerrados. Un total de 67 informadores han abandonado el país y 8
medios de comunicación libios están trabajando desde otros países árabes.
En el Oeste del país, bajo el mandato del primer ministro, Fayez Al-Sarraj, desde
marzo de 2016, la situación no es muy diferente. El Gobierno de Acuerdo Nacional
(GNA, en sus siglas en inglés), reconocido por la comunidad internacional, se
interpone y hace peligrar constantemente el trabajo de los periodistas.
Una vez que se logra acceder al país, cualquier desplazamiento, entrevista o visita
requiere de uno o varios permisos. Un reportero asegura haber esperado 10 días
para obtener una autorización para visitar un campo para migrantes, y una periodista
malgastó 8 de los 15 días que estaba autorizada a permanecer en el país esperando
la autorización para hacer entrevistas en las calles de Trípoli.
Además, el 7 de mayo entró en vigor el artículo 13 del Decreto Nº 555, que convierte
a la milicia Al Radaa (1.500 combatientes al mando de Abderraouf Kara, un caudillo
salafista), responsable de secuestrar, detener y torturar a muchos periodistas y de
saquear en dos ocasiones la sede de Annaba TV, en una unidad contra el crimen, la
delincuencia y el terrorismo, con amplios poderes de vigilancia técnica para
interceptar “información que pueda comprometer la seguridad, la paz social o la
seguridad nacional (…) en redes sociales y en medios de comunicación”.
MARRUECOS
Los medios online son los que han sufrido un mayor acoso, acusados de difundir
noticias falsas o de estar contribuyendo a la inestabilidad del país, cuando no son
vinculados con alguna organización terrorista. Incluso medios que nacieron a
principios del siglo con una pretensión profesional mucho más crítica, sin dejar de
ser respetuosos con la monarquía y de olvidar como funciona el sistema, han dejado
de luchar por ese espacio de expresión y libertad.
SIRIA
INFORME ANUAL
2018
El 12 de marzo, el fotógrafo Bashar Al-Attar, que trabajaba para Arbin Unified Media
Office, murió por las heridas de un bombardeo ese mismo día en Gouta Oriental. Y
cuatro meses después, Mostafa Salama, de Sama Channel, corría la misma suerte,
mientras cubría el avance del ejército sirio en Kuneitra, al suroeste del país.
Además, la muerte de Niraz Saied, un reconocido fotógrafo sirio-palestino en una
prisión del régimen sirio, donde permanecía recluido desde hacía tres años, se supo
a mediados de julio. Su familia no había tenido ninguna información oficial sobre su
paradero desde que fue detenido el 2 de octubre de 2015, cuando intentó abandonar
el campamento de refugiados de Yarmouk, en el sur de Damasco, huyendo de las
amenazas de los milicianos del autoproclamado Estado Islámico, que controlaba el
lugar. Un amigo de la familia y la Asociación de Periodistas Sirios aseguran que
murió 18 meses después de haber sido detenido, como consecuencia de las
torturas.
El primer periodista ciudadano que murió en 2018 fue Abdul Rahman Al Yacine,
periodista independiente para Al Souria Net, el 20 de enero, en un bombardeo en
Gouta Oriental, cerca de la capital, cuando el régimen estaba realizando una
ofensiva para recuperar el enclave. También fallecieron en bombardeos Sohaib
Aion, Fouad Mohamed Al Hussein, durante un ataque ruso sobre la ciudad de
Tarmala, en Idlib, y Ahmed Hamdan, en Harmouriya. Un misil guiado del régimen fue
INFORME ANUAL
2018
el que acabó con la vida de Moammar Bakkor a las afueras de Hama, y en el caso
de Ahmed Aziza ocurrió en Urum al Kobra, al oeste de Alepo. El 23 de noviembre,
perdieron la vida Hamoud Jneed y Raed Fares, que era el fundador de Radio Fresh.
También en 2018, murió asesinado un colaborador de medios en Gouta Oriental,
Khaled Hamo, que era ingeniero de sonido de una agencia de prensa.
Quince organizaciones, entre las que se encuentra RSF, han enviado una misiva a
la ONU, al cumplirse el quinto aniversario de la desaparición de la periodista y
abogada de derechos humanos Razan Zaitouneh y de tres compañeros suyos,
Samira Khalil , Nazem Hamadi y Wael Hamada. Todos fueron secuestrados cuando
estaban investigando en el Centro de Documentación de Violaciones de Douma y la
zona permanecía bajo el control de las fuerzas rebeldes.
La frontera con Turquía es otro punto especialmente complejo para trabajar. Los
soldados turcos hirieron a Ibrahim Ahmad y Gulistan Mohamed, dos periodistas sirio-
kurdos de la agencia ANHA/Hawa, en la ciudad de Tal Abyad, el 2 de noviembre.
Ambos estaban cubriendo los enfrentamientos entre las fuerzas turcas y kurdas,
apenas a doce metros, cuando el ejército turco cruzó el paso fronterizo y disparó.
TERRITORIOS PALESTINOS
Los enfrentamientos entre las facciones palestinas o con Israel son cíclicos, están
marcados por gestos, decisiones, ataques, que, dependiendo de los intereses
politicos, se pueden llegar a convertir en ofensivas.
En 2018, la violencia volvió a estallar durante la llamada “ Gran Marcha del Retorno”,
convocada el 30 de marzo, el Día de la Tierra palestina, en la que los palestinos
acuden a la frontera israelí en la Franja de Gaza para recordar que miles de sus
compatriotas han sido expulsados de sus hogares. La protesta duró seis semanas y
en ella se pidió la devolución de los “territorios ocupados”.
Dos periodistas, Abdullah Al Shorbagi, del medio pro Hamás Khan Younis Media
Network, y Nihad Fuad, reportero de la radio comunitaria Forsan Al-Erada, recibieron
disparos en el pie izquierdo y en la cabeza, respectivamente, cerca de la ciudad de
Khan Younis. Y Farhan Hashem Abu Hadayd, reportero de la web Safad Press, en
la pierna izquierda, cuando se encontraba en el este de la ciudad de Rafah.
TÚNEZ
Túnez es uno de los 12 países (el resto son: Burkina Faso, Canadá, Costa Rica,
Dinamarca, Francia, Letonia, Lituania, Líbano, Noruega, Senegal y Suiza) que han
respondido a esta iniciativa. “La democracia está bajo una profunda crisis que
también es sistemática en el espacio público (…) con rumores, desinformación,
periodismo de baja calidad y constante violencia contra los periodistas. Tenemos el
deber de encontrar las causas estructurales y de tomar medidas (…) para evitar que
los regímenes despóticos las exploten”, declaró durante el acto de presentación,
Christophe Deloire, presidente de RSF.
YEMEN
La grave situación humanitaria que vive el país, con casi la mitad de la población (14
millones de personas) que carecen de seguridad alimentaria, apenas está pudiendo
ser cubierta por la prensa extranjera en el terreno por las dificultades para acceder al
territorio y el elevado nivel de inseguridad. La ofensiva liderada por Arabia Saudí
para terminar con los hutís, que pertenecen al popular movimiento chíi Ansar Allah, y
restaurar el poder al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, se lanzó en
marzo de 2015 y, según el Centro Legal para Derechos y Desarrollo de Yemen, ya
se ha cobrado la vida de al menos 15.000 personas.
Los hutis forman parte de la lista de “depredadores” de RSF desde 2011, por
cometer brutales asesinatos desde que tomaron el control de la capital, Saná, y de
la mayor parte del país, tres años más tarde. Al hacerse con el control de los
canales de televisión (Al Yazeera, Al Yamane-Chabab, Yemen-Digital Media)
detuvieron a muchos periodistas, que fueron torturados en las cárceles. El líder del
movimiento, Abdil Malik al Huti, declaró una guerra abierta contra los periodistas, a
los que considera más peligrosos que los combatientes aliados a la coalición árabe.
Dos periodistas ciudadanos perdieron la vida intentando contar lo que está pasando
en el país. Ali Abu Al Haya murió el 17 de mayo por las heridas de un ataque y
Oussama Salem, que cubría los enfrentamientos de Taiz, falleció el 27 de enero.
También perdió la vida Omar Ezzi Mohammed, colaborador de medios, tras un golpe
de la coalición árabe contra la radio Al Maraweh en Hodeida, a mediados de
septiembre.
En septiembre, RSF junto con otras cinco ONG, escribió una carta a las autoridades
saudíes para pedir la liberación del escritor yemení Marwan Al -Muraisy, detenido el
1 de junio. La familia no sabe por qué fue arrestado, ni dónde se encuentra. Al
Muraisy tiene más de 100.000 seguidores en Twitter, y es posible que su detención
corresponda a la publicación de tuits críticos y a sus vínculos con activistas,
intelectuales y periodistas que han pasado por la cárcel.