Está en la página 1de 2

JUSTICIA EN SIRIA.

Bachar el Asad se perfila como el ganador de la guerra en Siria. Tras un devastador conflicto de
ocho años que ha provocado 400.000 muertos y millones de refugiados, controla la mayor parte
del territorio con la ayuda de Irán y Rusia, pero, sobre todo, apoyándose en una brutalidad sin
límites. Pocas victorias han estado tan manchadas de sangre como la suya: miles de personas
han sido torturadas y se encuentran desaparecidas, civiles han sido bombardeados incluso con
gases, periodistas han sido asesinados. Por eso son tan importantes las iniciativas de fiscales y
jueces de países como Alemania, Francia, Suecia o Estados Unidos que luchan, a través de
casos preparados durante años, apoyados en testigos y documentos, por llevar ante la justicia a
los autores de estos crímenes. El Gobierno sirio, además, no es el único responsable de la
violencia contra la población civil, que ha sufrido lo indecible también en los territorios de los
grupos rebeldes, sobre todo el ISIS, que instauró un califato de terror y muerte.

La comunidad internacional tiene la obligación de hacer todo lo posible para que no queden
impunes estos crímenes de guerra y contra la humanidad o, incluso, posible genocidio, en el
caso de los yazidíes. La vía de la justicia internacional está cerrada, por el veto de Rusia y China
en la ONU y porque Siria no reconoce la autoridad de la Corte Penal Internacional. El único
camino realista que queda consiste en construir casos, país por país, aprovechando que entre
los refugiados que llegaron a Europa se encuentran una multitud de víctimas, que pueden ser
testigos, pero también verdugos.

La Fiscalía alemana ordenó la semana pasada la detención de dos ciudadanos sirios, miembros
de los servicios secretos, acusados de crímenes contra la humanidad. Y hace unos meses emitió
una orden de detención internacional contra Jamil Hassan, estrecho colaborador de El Asad. Un
tercer sospechoso ha sido interrogado en Francia. Nueve supervivientes de torturas presentaron
ayer una denuncia en Estocolmo contra altos funcionarios del régimen. En EE UU, un juez ha
condenado a Siria por el asesinato de la periodista Marie Colvin, que murió bajo las bombas
junto al fotógrafo francés Remi Ochlik en Homs en 2012. Como ocurrió con José Couso en
Bagdad en 2003 y con Juantxu Rodríguez en Panamá en 1989, ambos asesinados por soldados
estadounidenses, el juez considera que no se trató de un error, sino de un ataque deliberado
contra informadores para silenciarles.

Los responsables de las atrocidades cometidas en Siria no deberían sentirse seguros en ningún
país. Sus crímenes fueron contra la humanidad y, por lo tanto, todos los países democráticos
son responsables de llevarles ante un tribunal.

Editorial según Martínez Albertos (Redacción Periodística):


- Convencimiento con vistas a la formación de opinión.- Mediante
todos los actos de barbarie cometidos en Siria, la editorial nos
convence de la difícil situación por la cual atraviesa el país
africano, y de igual manera, llama a la opinión de los lectores
acerca de tan delicado contexto de vida.
- Polémica: Muchos podrían no estar de acuerdo con la exposición de
datos implícitos para dar a conocer los sucesos de guerra en Siria,
pero la editorial lo consideró de esa manera para captar la atención
de los lectores en el mundo.
- Interpretativo.- Mediante los nombres de algunos de los
protagonistas de esta guerra, y los datos alarmantes de las
consecuencias de un ‘genocidio’, se puede reflexionar con cierta
facilidad acerca de este grave entorno.
RESPETO POR LA LIBERTAD.

“No hay personas ni sociedades libres sin libertad de expresión y de prensa. El


ejercicio de esta no es una concesión de las autoridades; es un derecho
inalienable del pueblo”, dice el primero de los diez principios que postula la
Declaración de Chapultepec; por eso es saludable para el acontecer democrático
del país que el presidente Lenín Moreno la firmara ayer, sumándose a otros 70
mandatarios del continente americano que la han suscrito.

En el acto participaron autoridades de todos los poderes del Estado,


representantes de gremios de medios de comunicación y una delegación de la
Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

“La adhesión de Ecuador a la máxima representación de la libertad de prensa,


que es la Declaración de Chapultepec, reitera mi compromiso por lograr una
sociedad más justa para todos”, señaló el jefe de Estado, quien relevó que dicho
acto coincide con la promulgación en el Registro Oficial de las reformas a la Ley
Orgánica de Comunicación.

El respeto a las libertades, entre las que se cuentan la de expresión y la de


prensa, se traduce en respeto a los ciudadanos y a la democracia.

Editorial según Carlos Marín (Manual del Periodismo):


- No se limita a reprobar, sino a proponer soluciones.- Esto al
mencionar el hecho de que Lenin Moreno firmara la Declaración
de Chapultepec, suceso que beneficiará al país ecuatoriano.
- Sin tanta ‘palabrería’, el artículo se centra en la información
concisa e importante para los lectores, en donde destaca la
importancia de la firma de la Declaración, como también el
respeto a las libertades.
- La entrada genera un interés repentino e inquietante para los
lectores, ya que se trata de la importancia hacia las diversas
libertades existentes, y el caos de cualquier pueblo que no las
tiene en cuenta.

También podría gustarte