Está en la página 1de 20

INFORME CASO CLÍNICO

Presentado por:

Claudia Johanna Bohorquez Torres ID. 97468.


Egna Rosmari Rodriguez Pedraza ID. 539434
Yury Biviana Avila Hernandez ID. 117143
Yaneth Gabriela Arevalo Paredes ID. 560843
Yury Angelica Villalba Castro ID 316194

Docente:
DAVID GONZALEZ
NRC. 1146

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS VIRTUAL Y A DISTANCIA


FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES
PSICOLOGÍA
JUNIO 15 DE 2018
BOGOTA D.C
INTRODUCCIÓN

A partir del presente informe se pretende dar un análisis al caso de la paciente L basando el

diagnóstico bajo los criterios del DSM V el cual como guía nos permite identificar el trastorno que

posiblemente padece L.

Es importante realizar un asertivo abordaje del caso con los argumentos teóricos que el mismo

requiere, en este informe encontraremos el proceso de evaluación, el diagnóstico y la intervención

buscando de esta manera reducir las conductas de L que en la contextualización de su caso son

evidentes y se ajustan a un trastorno de la personalidad antisocial.


1. CONTEXTUALIZACIÓN DEL CASO PRESENTADO.

DATOS PERSONALES

Nombre :L

Edad : 25 años

Sexo : Femenino

Ocupación : Estudiante

Estado civil : Soltera

Nivel escolaridad : Bachillerato

MOTIVO DE CONSULTA

“Creo que mi problema es que la gente me molesta demasiado. Prácticamente no resisto que me digan

nada y explotó de una”

ÁREAS DE AJUSTE

Familiar: La paciente en su infancia vivió con sus padres, tres tías y sus abuelos, su padre bebía

demasiado y generaba temor en el hogar ya que usaba la violencia como forma de imponer su

autoridad al igual lo hacía el abuelo, así lo manifiesta la paciente cuando expresa “De mi papá y de mi

abuelo tengo malos recuerdos, me dieron mucho juete y a veces no creo que me lo mereciera, siento

que me tenían rabia”.

Su madre mostraba poca preocupación por la integridad de L debido a la intimidación que ejerce el

cónyuge sobre ella, y las tías se mantenían al margen de la situación debido al maltrato y abuso sexual

propinado por el padre de L. La paciente expone haber agredido físicamente a su padre cuando tenía

14 años de edad, esta acción como mecanismo de defensa ante las agresiones constantes que de él
recibía, desde ese entonces hasta la fecha la relación es quebrada, distante y conflictiva. Actualmente

es madre soltera y vive con su hijo.

Laboral : A la paciente le cuesta vincularse laboralmente en alguna empresa debido a la dificultad

que expresa en el motivo de consulta, a nivel educativo el relacionarse ha sido obstáculo para culminar

sus estudios superiores.

Social : No maneja relaciones interpersonales por la incomodidad que le genera interactuar con

otras personas, su círculo social es nulo y no demuestra deseos de adquirir alguno. Su novio y su hijo

son las únicas personas con que actualmente maneja comunicación teniendo restricciones específicas

e ineludibles.

PROBLEMÁTICA

Mi nombre es L, tengo 25 años y vivo en Bogotá. Creo que mi problema es que la gente me molesta

demasiado. Prácticamente no resisto que me digan nada y explotó de una. La gente me dice que

exagero, pero yo no siento que sea así, simplemente creo que la gente no sabe respetar y que por eso

no se dan cuenta de las cosas molestas que hacen; la gente se mete en lo que no le importa.

Claro que con el man con el que salgo ahorita, con… mi novio es una situación especial porque él es

quien se molesta conmigo; si usted me viera con él, se daría cuenta de que la gente que dice que

explotó por nada no tiene la razón. Bueno, a veces también me molesto con él, me parece meloso y le

digo que no me joda. A veces quisiera abrazarlo o decirle algo bonito, pero la verdad no me sale.

Él es quien normalmente trata de arreglar las vainas al final; yo prefiero quedarme callada y esperar,

yo no le ruego a nadie.

Desde que era niña viví con mis papás, tres tías y mis abuelos. La casa en la que vivíamos era de mi

abuelo, era muy grande, tenía un patio con muchas matas. Mi papá solía llegar borracho casi todas las
noches, recuerdo que mi mamá nos acostaba temprano para que no nos jodiera. El man llegaba con

una pistola a abrir la puerta a la mala. Cuando entraba al cuarto, si no lo abrazábamos comenzaba a

disparar la pistola hacia el piso, luego lloraba y nos pedía perdón. El man estaba loco, creo que a él lo

trataron muy mierda los papás y por eso quedó así. Le rogué a Dios que me ayudara, muchas veces

en esas noches con tanto miedo en el corazón, ¡Pero que va! Los fantasmas no lo pueden rescatar a

uno. Ahí dejé de creer, hacía esas oraciones chimbas para que no me la montaran, pero en el fondo

todo era una farsa. Dios me falló. Sé que hice muchas cosas que no debí a otra gente, pero si Dios no

apareció para castigar a los que me lastimaron, yo sé que yo no voy al infierno, sé que no existe ese

infierno con el que se la pasan amenazando a uno, yo ya viví el mío.

De mi papá y de mi abuelo tengo malos recuerdos, me dieron mucho juete y a veces no creo que me lo

mereciera, siento que me tenían rabia. Cuando tenía 5 años unos amigos de mi papá fueron a la casa

a jartar. El man no se medía con el trago, siempre jartaba hasta que no sabía de donde era vecino.

Una vez, los amigos estaban jartando y uno de los manes se metió a mi cuarto. Yo lo sentí entrar, el

man me tocó y abusó de mí, tuve miedo de hablar pero le dije a mi mamá. Ese fue un error tenaz, una

maricada total, mi mamá le tenía mucho miedo al hijueputa de mi papá y por eso me dijo que a lo

mejor eso me había pasado porque me lo había buscado, que yo había provocado al man ese, que

para qué me vestía así. Ahí no supe si a mi mamá no le importaba o era el miedo al tipo o de quedarse

sola lo que le impidió hacer algo.

El tipo ese abusó también de mi hermana, eso pasó durante varios años sin que nadie hiciera nada.

Luego entendí que mis tías no se metían porque mi papá las había violado y todas le tenían miedo.

Siempre nos dejó de últimas para todo mi papá. Solo era cariñoso cuando estaba jartando. Durante

varios años no tuvimos para comer y la vida fue muy dura, mi mamá no lloraba porque si mi papá la

veía le cascaba y, poco a poco aprendió a “hacerse la fuerte”, decía que si uno se mostraba débil
delante de los demás, se la podían montar a uno, lo podían joder, ¿me entiende? Mi mamá era una

güevona (sic), nunca tuvo calzones para hacer nada por quitarse a ese hij… a ese desgraciado de

encima. Me emputé (sic) cuando mi papá nos compró un jabon dersa para la ropa para que todas nos

bañáramos el cuerpo y al puto (sic) camión ese que tenía le compró hasta champú… era en verdad

una rata.

Mi primer novio fue a escondidas, creo que lo tuve porque estaba aburrida de estar todo el tiempo en la

casa. Tenía 13 años cuando me cuadré con ese man, era un tipo bobo, todo tierno, era medio güeva

(sic) pero era buena gente. Mi papá, yo no sé si estaba celoso o qué, pero hacía lo posible para evitar

que me viera con el man. Yo estaba mamada de tanto abuso, de tanto castigo, llevaba unos años

haciendo pesas, levantaba ladrillos, lo que podía para hacerme más fuerte. En el colegio ya habían

llamado a mis papás varias veces porque me metía en peleas y el man siempre me cascaba

al llegar a la casa. ¡Jum! ¡Y todavía tenía el descaro de decir que a mí quién me había enseñado esas

maricadas (sic)!

Yo comencé a responderle y un día cuando tenía 14 años lo levanté, le rompí un plato en la cara y

mientras se agarró le casqué. Claro, me tocó abrirme de la casa para evitar que el man me matara, lo

creía capaz de eso. Quedé embarazada a los 15 años, pero fue una mierda y trato de olvidarlo todo el

tiempo, por lo aburrida que andaba comencé a jartar y a meter marihuana. Mi chino, Oscar, se parece

un resto al papá y yo de ese guevón no me quiero ni acordar; creo que por eso no lo abrazo aunque

me lo pide, yo le digo que no me joda tanto que eso no es tan importante, le trato de enseñar que sea

independiente y que no se confíe de nadie. Cuando me he cruzado con mi papá, nos madriamos y un

par de veces nos hemos dado en la jeta. Ahora yo soy más fuerte, ya no puede joderme.

Tuve problemas luego porque, como no había estudiado, no podía conseguir un trabajo decente. Me

metí al SENA a tratar de hacer algo, pero resulté en problemas con una vieja. Yo antes ya me había
cascado, incluso con manes, pero ninguno me había embalado en un problema legal. Claro que, a la

vieja esa, yo casi la mato. La idiota esa (sic) se puso a hablar mierda sobre mí y un día que yo pasé

me dijo algo ofensivo, yo ni me acuerdo que fue, lo siguiente que recuerdo era que la vieja

sangraba y que le había dado reduro en la cara, creo que hasta le bajé unos dientes. Me tuvieron que

coger como entre cuatro para que no le siguiera cascando. Me echaron del SENA, pero cuando me

volvía a cruzar con la guevona esa, me pasó lejitos y sin mirarme. Aprendió a respetarme.

El man que anda conmigo ni sé qué hace conmigo. Me tiene una paciencia infinita, y eso que lo he

madriado, que le he cascado. A veces me da rabia no poder consentir a mi chino o abrazar a mi novio,

pero no sé, algo pasa en mí y no puedo hacerlo. A veces como que quiero chillar, pensando en esta

mierda de vida que me tocó, pero luego pienso que para qué, que de pronto alguien viene y me jode si

me dejo ver chillando; creo que es mejor ser una hijuep… una rata con todos.

2. DESCRIPCIÓN CLÍNICA DEL CASO - ETIOLOGÍA (CRITERIOS DSM-5)

Según el DSM V la paciente cumpliría con los siguientes criterios diagnósticos.

1. Incumplimiento de las normas sociales respecto a los comportamientos legales, que se manifiesta

por actuaciones repetidas que son motivo de detención.

2. Irritabilidad y agresividad que se manifiesta por peleas o agresiones físicas repetidas.

3. Ausencia de remordimiento, que se manifiesta con indiferencia o racionalización del hecho de haber

herido, maltratado o robado a alguien.

4. Desatención imprudente de la seguridad propia o de los demás.


3. POSIBLES HIPÓTESIS

De acuerdo a Caballo (2009), Aunque existen indicaciones sobre la naturaleza biológica que

predispone a la adquisición de un patrón antisocial de personalidad también los factores psicológicos y

sociológicos influyen de manera importante en el moldeamiento del carácter de las personas, en este

orden de ideas se hará una recopilación de los indicios que sustentan la etiología de dicho trastorno:

Factores biológicos

● Genéticos: Tener un padre sociopático o alcohólico predice el TAP en la vida adulta. Los

factores genéticos son particularmente importantes en conductas relacionadas con la

hiperactividad en edades más tempranas y en el TAP en la edad adulta. Sin embargo, de

estos estudios se deduce que los factores genéticos pueden variar en cuanto a la capacidad

de las influencias ambientales.

● Hormonales: Alteraciones en la glándula tiroidea producen niveles elevados en la

testosterona, pudiendo causar trastorno de hiperactividad con déficit de atención y

comportamiento agresivo en edades más tempranas, así como TAP en edad adulta.

● Patrones de neurotransmisión: Algunas aproximaciones han encontrado que la dopamina y

la serotonina están relacionadas con el comportamiento antisocial. Niveles bajos de serotonina

y altos en dopamina se asocian con comportamientos agresivos, violentos e impulsividad del

TAP.

Los individuos con trastorno antisocial de la personalidad presentan menor activación cortical, aunque

una mayor desinhibición motora, por lo que tienden a actuar antes de analizar las consecuencias de su

conducta. Debido a que el lóbulo frontal está implicado en las funciones cognitivas complejas, se le

atribuye el papel esencial en aspectos como la planificación a largo plazo, la organización de objetivos

y sub-objetivos, la atención, la aparición y el desarrollo de operaciones formales de pensamiento, la


conducta social y el juicio ético y moral. Los estudios más recientes señalan la existencia de

alteraciones en las funciones del lóbulo frontal, pudiendo afectar a la iniciación y planificación de las

conductas orientadas a metas, a la anticipación de contingencias de refuerzo y castigo y a los sistemas

motivacional y emocional de los sujetos con un TAP, entre los hallazgos que se han realizado al

respecto se encuentran:

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad y el trastorno antisocial de


personalidad están relacionados. Esto significa que el diagnóstico de hiperactividad
persiste en el tiempo (Robins, 1966). Una de las manifestaciones del trastorno por
déficit de atención con hiperactividad consiste en la dificultad o imposibilidad para
inhibir o retrasar las respuestas conductuales (descritas como impulsividad), estando
implicados en esta función la corteza prefrontal, los circuiros fronto-estriales y los
mecanismos dopaminérgicos y serotoninérgicos implicados en esta función
(Biederman, Munir y Knee, 1987; Biederman, Wilens, Mick y Milberger, 1995;
Biederman, Mick, Faraone, y Burback, 2001; Fonseca, Simoes, Rebelo y Ferreira,
1995; Herrero, Hechman y Weiss, 1994; Menuck, 1991). En la misma línea los sujetos
con trastorno por déficit de atención con hiperactividad presentan una reducción en las
estructuras prefrontales y en los ganglios basales, así como un descenso en la
actividad metabólica del lóbulo frontal anterior izquierdo, interfiriendo en el papel que
tiene la corteza prefrontal derecha en las respuestas supresoras a los estímulos
llamativos aunque irrelevantes (Navarro y Espert, 1998; Zametkin et al, 1993).

Estudios encontraron que un grupo de sujetos con TAP mostraba un volumen de


materia gris prefrontal un 11 % menor que un grupo de sujetos normales, en ausencia
de lesiones cerebrales claras. También se ha encontrado una reducción del
metabolismo de la glucosa en el córtex prefrontal y asimetrías anormales en la
amígdala, el hipocampo y el tálamo. Estos déficit predecían la pertenencia al grupo,
independientemente de los factores psicosociales de riesgo. Los autores señalan que
estos hallazgos proporcionan la primera evidencia de un déficit cerebral estructural.
Dicho déficit estructural prefrontal podría explicar la baja activación ante la presencia
de estímulos estresantes, la ausencia de condicionamiento al miedo, la falta de
atención y el déficit en la toma de decisiones, elementos que caracterizan el TAP.
Raine, Brennan, Farrington, Mednick (1997); Raine, Buchsbaum, La Casse (1997);
Raine, Meloy, Bihrle, Stoddard, Lacasse, Buchsbaum (1998); Raine, Lencz, Bihrle,
Lacasse, Colletti (2000) y Raine et al.

La psicopatía está asociada con un procesamiento anormal del material verbal con
contenido emocional. Además, los psicópatas tampoco consiguen distinguir entre
palabras neutras y palabras que contienen carga emocional, como lo hacen los
sujetos normales en el habla habitual. Williamson, Harpur y Hare (1991).

Los psicópatas tampoco consiguen distinguir entre palabras neutras y palabras que
contienen carga emocional, como lo hacen los sujetos normales en el habla habitual.
Louth et al (1998); Neville, Kuras, Chesney y Schmidt (1986) y Rugg (1987).
El déficit conductual y emocional que caracteriza a la psicopatía es consecuencia de
una insensibilidad a las señales de castigo (hipoactividad del sistema motivacional
aversivo /defensivo), lo que provoca la ausencia de respuestas de ansiedad o miedo
necesarias para una adecuada socialización. (Fowles, 1980; Gray, 1987; Hare, 1978;
Lykken, 1957; 1995).

La menor activación basal del sistema nervioso autónomo permite predecir que los
psicópatas presenten un déficit en el reconocimiento del significado emocional ante la
estimulación aversiva así como un déficit atencional en las primeras etapas del
procesamiento de la información con contenido emocional aversivo o negativo, lo que
conlleva a incapacidad para experimentar miedo o ansiedad. Arnett (1997), Newman y
Wallace (1993) y Patrick y Lang (1993).

Factores ambientales

● Factores familiares: Los hábitos como la indiferencia social y la explotación personal se

producen por carecer de convivencia con sentimientos positivos de los otros (Millon y Davis,

2000).El uso excesivo del castigo, la incoherencia, las inadecuadas estrategias de "dejar

hacer", la hostilidad, el consumo de drogas, los trastornos afectivos parentales, la delincuencia

familiar, la discordancia familiar, los conflictos conyugales, la violencia física, las separaciones

o divorcios y la falta de afecto, producen déficit en los modelos parentales (Clark, Parker, y

Lynch, 1999; Clonninger, Svrakic y Przybeck, 1993; Goldman, D'Angelo y DeMasso 1993;

Kendler, 1995; McClellan, Werryy Ham, 1993). Caballo (2009) refiere que estos niños

empiezan a incorporar resentimientos, un modelo parental de indiferencia y falta de empatía,

además agrega que, no es que hayan aprendido a negar los vínculos humanos, sino que

nunca los han experimentado lo suficiente como para obtener satisfacción de las relaciones

íntimas y concluye indicando; la falta de figuras parentales o la ausencia del padre implican

ausencia del modelo y de la figura de la autoridad, a causa de lo cual el niño explota el mundo

sin la guía y las limitaciones que se derivan del afecto y del control parental.

● Factores aprendizaje: De acuerdo a Caballo (2009) El refuerzo de la conducta agresiva y

vengativa es particularmente potenciado por la disminución del control de los impulsos. El


autor refiere que la continuidad de esta conducta es posible gracias a la confluencia de

diversos factores entre los que están; el desprecio por el afecto y la cooperación interpersonal,

las distorsiones perceptivas consistentes con ella, la hostilidad percibida de los otros como

respuesta a sus actitudes agresivas, las experiencias de sentirse inferior y el temor a la

dominación y explotación por parte de los otros. De acuerdo a eso Caballo (2009) refiere que

las acciones defensivas están movidas por la necesidad de venganza y el deseo de dominar y

humillar a los demás y que ésta es la fuente de placer de los individuos con un TAP ya que la

autonomía y la dominación son formas de aliviar los sentimientos de injusticia del pasado

4. PROCESO DE EVALUACIÓN

Paso 1: Decidir que se va a evaluar

Lo que se va a evaluar principalmente en la paciente es:

a) El proceso cognitivo que incluye su funcionamiento intelectual que va de acuerdo a sus

limitaciones. En cuanto a su proceso adaptativo en la sociedad ella no se relaciona con nadie es una

persona aislada que presenta poca comunicación con las personas en su entorno incluso con su hijo y

su pareja sentimental, sus percepciones acerca de otros considerando que la gente no sabe respetar

por eso no explota con facilidad, su percepción de sí misma; se muestra una persona fuerte, dura y

rígida,, en cuanto a sus creencias frente las causas de sus acontecimientos la paciente manifiesta que

no se merece nada de lo que le paso.

b) El proceso emocional siendo este el punto central a evaluar que incluye sus estados de ánimo

actuales como angustia, depresión, descontento general y enfado constante, se puede evidenciar que

su reactividad emocional visiblemente se refiere a la irritabilidad y agresividad.

Paso 2: Determinar los objetivos de la evaluación.

Los objetivos de la evaluación que se van a determinar en la paciente son:


a) El diagnóstico Se determinará a la paciente posiblemente trastorno de la personalidad antisocial el

cual fue descrito anteriormente.

b) La gravedad si bien presenta un deterioro en la vida diaria es básicamente por su comportamiento

antisocial e incapacidad de relacionarse que puede durar años o toda la vida (actualmente tiene 25

años).

c) Detección. Se identifican conductas de riesgo, hostilidad, agresión, falta de autocontrol,

impulsividad o irritabilidad, ausencia de remordimiento, incumplimiento de las normas sociales,

impulsividad entre otros que necesitan un tratamiento.

d) Predicción en un algún momento futuro la paciente puede presentar conductas de riesgo donde se

verán involucrados tanto ella como su hijo, debido que siendo niña tuvo varios problemas en el colegio

por su comportamiento y esto trajo consecuencias que se derivan a una mujer adulta impulsiva,

agresiva y aislada. Infortunadamente esta conducta no se pudo predecir con anterioridad para poder

prevenir las acciones futuras.

e) Evaluación de intervención en este caso se tendrá en cuenta la información previa que

proporcionó la paciente y el diagnóstico determinado para así designar su tratamiento adecuado y

permitir la evaluación de los cambios que hayan resultado del tratamiento.

Paso 3: Selección de estándares para la toma de decisiones

En este caso se seleccionará el estándar autorreferido porque se va a considerar que tanto o que tan

poco ha cambiado la persona en el transcurso del tiempo, mediante las diferentes situaciones que ha

vivido. Es decir en este caso el criterio apropiado es la persona misma la cual a lo largo del tiempo no

ha mostrado cambios absoluto, de hecho se ha incrementado de manera gradual su trastorno por

ende, es necesario de un tratamiento.


Paso 4: Obtención de los datos de evaluación

a)Métodos: A partir del caso, se establece que una entrevista estructurada, es óptima, donde se hará

una revisión acertada del aspecto fisiológico y emocional de las personas implicadas, en este caso

nuestra paciente, quien a lo largo de su vida ha tenido una serie de problemáticas las cuales se

desencadenan de la violencia intrafamiliar. De esta manera se evalúan conductas y la personalidad

del paciente, esto genera que la información requerida sea recogida y de esta manera poder

determinar el diagnóstico pues se ha permitido canalizar un buen registro de dicha información.

b) Confiabilidad y Validez:

Estos conceptos sólo pueden valorarse desde la información obtenida, es decir desde la confiabilidad,

la validez de la misma se basa en la consistencia de dicha información y la seguridad que se tiene

frente a ella, la cual antes suministrada a través de los métodos de recolección de la información, sin

embargo cabe resaltar las probabilidades de que la confiabilidad sea alta o baja o que sea variable a la

proporción de la información recogida, aquí hablamos de veracidad. Podemos hallar dos clases de

confiabilidad: confiabilidad de consistencia interna y confiabilidad inter-clase; la primera basada en las

observaciones que se realicen o los reactivos de las pruebas o la entrevista aplicada y la segunda

evalúa las conductas específicas.

En cuanto a la validez , encontramos la validez de contenido: nos permite evaluar en este caso desde

el DSM V que haya una relación coherente entre lo observado y obtenido durante la entrevista con los

criterios establecidos para determinar algún trastorno; la validez de constructo: se abarca el constructo

hipotético, la información recogida y como este debe ser sujeto a una medición específica que permita

llevarnos a la identificación de algún detalle más del caso relacionado; la validez de criterio: se basa en

la correlación de los constructos donde se verifica la validez y la aceptación de los mismos, tal vez es

uno de los criterios más acertados de la forma de validez; la validez concurrente y la validez

predictiva: las cuales están sujetas a cambios al interior o posteriores dentro del proceso de entrevista

y aplicación de pruebas.
Paso 5: Tomar decisiones y emitir juicios

En este paso se evalúa la predicción clínica contra la predicción estadística, a partir del procesamiento

de la información, de allí surgen los juicios, acerca de cual debe ser nuestro camino a la hora de tomar

o emitir los juicios en relación con nuestro paciente, no solo el uso del sentido común, sino una

evaluación pertinente que no solo reconozca los números como un factor fundamental, la literatura

clínica específica muchos otros factores, esto permite una controversia al igual que una buena

respuesta que facilite el ejecutar un juicio ante una problemática proporcionada por nuestro paciente.

Paso 6: Comunicar la información

Para lograr llegar a este paso, se debe establecer la evaluación, los puntajes de las pruebas, y las

interpretaciones de lo mencionado anteriormente para así de esta manera crear un reporte psicológico

del estado de salud mental del paciente, bajo los cortes legales, profesionales y médicos, esto conlleva

en ciertos casos a un buen artículo de investigación que prueban que las preguntas e hipótesis

lanzadas durante el proceso de observación son precisas con el método implementado en el proceso

de entrevista, es aquí en este momento cuando se evidencia la confidencialidad del profesional, su

capacidad para llevar a cabo un buen trabajo y desempeño profesional.

5. DIAGNÓSTICO CLÍNICO

Segun el DSM IV y los criterios diagnósticos adjudicados a la paciente, L probablemente padezca un

trastorno de la personalidad antisocial, ya que cumple con algunos de los rasgos que le caracterizan y

cumple 4 criterios para la realización de su diagnóstico, los cuales se contextualizan de la siguiente

manera:

1. Incumplimiento de las normas sociales respecto a los comportamientos legales, que se

manifiesta por actuaciones repetidas que son motivo de detención.


La paciente refiere haber tenido diferentes disputas con sus familiares y conocidos de donde

estudia y estudiaba, en donde refiere que en el colegio llamaron a los papás varias veces por

que se metía en peleas a o cual el padre le respondía con violencia al llegar a casa. A los 14

años de edad la paciente refiere agredir a su padre indicando que le rompió un plato en la

cara, al momento de iniciar sus estudios intermedios en el SENA refiere haber tenido un

problema con una compañera y manifiesta que ya había tenido inconvenientes con hombres,

recalca que casi mata a la compañera porque hablo mal de ella y a su vez le dijo palabras

ofensivas a lo cual ella reacciona agrediéndole y lo recuerda así: “la vieja estaba

ensangrentada creo que le di duro en la cara, hasta le tumbe unos dientes”, a causa de esta

conducta fue expulsada del SENA.

2. Irritabilidad y agresividad que se manifiesta por peleas o agresiones físicas repetidas.

La paciente refiere diferentes riñas en el transcurso de su vida en donde cuenta que en el

colegio fue llamada varias veces por agresión a sus compañeros, así como también manifiesta

tener encuentros violentos con su padre cada vez que se encuentran por casualidad.

3. Ausencia de remordimiento, que se manifiesta con indiferencia o racionalización del hecho

de haber herido, maltratado o robado a alguien.

La paciente no siente ningún remordimiento por los acontecimientos de agresividad cometidos,

describe no dar cariño a su hijo Oscar puesto que así le enseña a ser independiente y a no

confiar en nadie, al igual refiere indiferencia hacia su pareja actual y en ningún momento

manifiesta dolor o arrepentimiento por las agresiones u ofensas ocasionadas a otras personas.
4. Desatención imprudente de la seguridad propia o de los demás.

Frecuentemente y cuando la paciente lo cree necesario usa la violencia como mecanismo de

defensa sin importar o medir las consecuencias que esto pueda traer para sí misma y para

sus hijos, actúa con impulsividad propia de su agresividad y no predice lo que pueda pasar

durante y después de los actos agresivos, impulsivos y violentos.

6. TRATAMIENTO Y OBJETIVOS DE LA INTERVENCIÓN DE ACUERDO CON LOS RESULTADOS


DE LA EVALUACIÓN.

De acuerdo a lo referido en la entrevista realizada a L encontramos a una mujer joven que presenta un

Trastorno de personalidad antisocial, puesto que cumple con cuatro de los siete criterios que considera

el DSM V como característicos de dicha patología.

No obstante algo aún más relevante de esta narración son las lecturas que podemos hacer de su

historia de vida y que nos permiten estructurar la dinámica que vivió L y los hechos que confluyeron

para que construyera esta forma de interactuar insana y está estructura de personalidad patológica.

El hecho de que en su infancia haya sido sometida a violencia física, emocional y sexual; una crianza

negligente, el consumo de SPA (alcohol) por parte del padre, la falta de afecto y la deteriorada e

inestable estructura familiar tal vez aunando a una predisposición biológica (factor imposible de

establecer en este ejercicio), han llevado a L a establecer en su dinámica de interacción la forma más

sensata de lograr la estabilidad física y emocional de la que ha carecido.

Tomando en consideración lo anterior, lo referido en la literatura especializada y las características del

trastorno, en general, se recomiendan las intervenciones cognitivo-conductuales. De acuerdo a esto se

podrían establecer los siguientes objetivos de intervención:


a) Énfasis en la relación paciente/terapeuta: construir una relación de trabajo que se caracterice

por la cooperación y la confianza para poder llevar a cabo la terapia de manera adecuada

(Lopez, Rondon, Cellerino, & Alfano, 2005). En este aspecto Millón (2006) indica el primer

objetivo de la terapia es encontrar algún modo de crear un vínculo con la persona antisocial,

además refiere citando a Benjamín (1996) que el objetivo final de la terapia consiste en

conseguir un sentimiento de apego.

b) Identificación y modificación de los esquemas: el terapeuta debe utilizar los datos que se

recogen para poder reconocer los esquemas nucleares y las reglas de pensamiento que rigen

las conductas de estos pacientes para que puedan comprender el origen de sus conductas

disfuncionales y cómo éstas a su vez refuerzan los esquemas (Lopez, Rondon, Cellerino, &

Alfano, 2005). Teniendo en cuenta que los antisociales no han tenido unas experiencias de

socialización en las que hayan estado presentes figuras constructivas que aportarán dominio,

calor y cuidados; llevándolos esto a aprender dinámicas donde es mejor adelantarse y

reaccionar ante un entorno indiferente y poco fiable defensiva, cuando no con suspicacia y

hostilidad (Millon,2006). La terapia debe estar dirigida de acuerdo a Caballo (2009) citando a

Turkat (1990) en la modificación de dos comportamientos básicos, como son la ira y la falta de

control de los impulsos.

c) Especificar las metas que persiguen los pacientes y que subyacen a las aspiraciones y

ambiciones que expresan (Lopez, Rondon, Cellerino, & Alfano, 2005).

A continuación se ejemplifica una estructura de tratamiento cognitivo conductual para el trastorno

antisocial de la personalidad
(Lopez, Rondon, Cellerino, & Alfano, 2005)
Trastorno Antisocial de la Personalidad, en base a Freeman y Davis (2005)
CONCLUSIONES

Teniendo en cuenta que la paciente fue quien decidió buscar ayuda por voluntad propia se puede

determinar que en el curso del tratamiento existe un alto porcentaje de reestructuración de su conducta

y buen resultado de intervención, es importante que este tipo de pacientes se les trate con afabilidad

pero a su vez con normas y tareas claras, concisas y precisas para lograr objetivos de mejora

contundentes.

Posiblemente L en el momento que reconozca su problema patológico permita mucho más fácilmente

la aproximación a los puntos críticos de su situación y de esta manera encontrar e indicarle las

estrategias y/o herramientas de afrontamiento de problemas sin necesidad de recurrir a la violencia y

logrando así desgastar las estructuras y esquemas que tiene frente a su vida e interacción con los

demás.
Referencias

American Psychiatric Association., Kupfer, D. J., Regier, D. A., Arango López, C., Ayuso-Mateos, J. L.,

Vieta Pascual, E., & Bagney Lifante, A. (2014). DSM-5: Manual diagnóstico y estadístico de los

trastornos mentales (5a ed.). Madrid [etc.]: Editorial Médica Panamericana.

Caballo, V. (2009). Manual de trastornos de la personalidad. Madrid: Editorial Síntesis. Recuperado el

14 de Junio de 2018

Lopez, A., Rondon, J., Cellerino, C., & Alfano, S. (2005). Scielo. Recuperado el 15 de Junio de 2018,

de http://www.scielo.edu.uy/pdf/cp/v4n1/v4n1a09.pdf

Millon, T. (2006). Trastornos de la personalidad de la vida moderna. Barcelona: Elsevier. Recuperado

el 14 de Junio de 2018

Compas, B., & Gotlib, I. (2003). Introducción a la psicología clínica. México, D.F.: McGrawHill.

Recuperado el 14 de Junio de 2018

También podría gustarte