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Introducción
Las técnicas de manejo de contingencias son, sin duda alguna, las
más potentes que ha generado la Psicología para producir cambio
comportamental. Dichas técnicas están basadas en los principios del
condicionamiento operante: el reforzamiento y el castigo, que vienen a
establecer que la conducta de un organismo es el resultado de las
consecuencias ambientales que dicha conducta obtiene del entorno. Es
decir, a diferencia de las técnicas derivadas del condicionamiento
clásico en el que la conducta es un respondiente a estímulos
determinados, las técnicas basadas en el condicionamiento
instrumental vienen a dar cuenta del comportamiento que opera en el
ambiente, dándose con ello determinadas contingencias de
reforzamiento. Cuando a una respuesta le sigue una consecuencias
reforzadora, se aumenta la probabilidad de que esta respuesta se repita
en otras ocasiones. Por el contrario, cuando a una respuesta le sigue
una consecuencia desagradable, disminuye la probabilidad de que
dicha respuesta se vuelva a emitir en el futuro.
Objetivo
Identificar y aplicar un programa de contingencias verbales y
paralingüísticas
Tareas
Seleccionar a una persona, realizar una observación no
sistemática y aplicar el programa de contingencias sobre ella para
lograr un cambio conductual
Desarrollo
1. En primera instancia hay que escoger a la persona sobre la que se
aplicará el programa de contingencias. Esa persona debe ser
alguien a quien se tenga acceso, aunque no necesariamente mucha
familiaridad. Por ejemplo, se puede escoger a un camarero del bar
de la facultad o un compañero de clase.
2. Realícese una observación no sistemática y discreta sobre esa
persona que permita identificar una conducta de tasa baja que
puede ser cualquier respuesta amistosa. Por ejemplo, la sonrisa o el
saludo cuando se le hace una petición. Valdría también un gesto o
una muletilla del lenguaje que apareciese de vez en cuando.
3. Una vez definida la conducta que se quiere incrementar, los dos
miembros de la pareja deberán llevar a cabo un registro de
ocurrencia de la misma, a modo de línea base. Supongamos que la
conducta establecida es la sonrisa ante el contacto ocular. Se
recogerá cada vez que ocurra. Llévese a cabo la observación a lo
largo de una semana (el número de períodos de observación no
debe ser inferior a 10)
4. Establézcase cuáles pueden ser las contingencias de refuerzo a
aplicar a partir de la observación asistemática inicial y la
observación sistemática posterior. Diséñese el programa de
reforzamiento. En concreto, establézcase si el refuerzo va a ser
continuo o parcial, si va a ser a intervalo o a razón. Para cualquier
duda, consúltese la lectura correspondiente al tema de técnicas para
el desarrollo de conductas (Martin & Pear, Cap. 3). Recuérdese que
un reforzador lo es en la medida en que modifica la probabilidad de
aparición de una conducta. En ese sentido, hay que tener en cuenta
que no existen reforzadores universales, aunque algunos puedan
ser muy generalizados. Ejemplos de contingencias que pueden
tener un valor reforzador y que son fácilmente administrables son
las sonrisas, el contacto ocular, verbalizaciones amistosas,
halagos...
5. Llévese a cabo el programa de contingencias asociado a la
conducta objetivo durante un período de una semana.
6. Mientras se aplica el programa, el compañero de la pareja deberá
hacer el registro de la frecuencia de la conducta objetivo.
7. Confecciónese la gráfica de frecuencias de respuesta. Compárese
este registro con la línea base obtenida anteriormente. Entréguese
el registro
Fecha Hora Minuto Situación
Pre
Post
FRECUENCIAS
Introducción
Los contratos conductuales son procedimientos de cambio
conductual consistentes en acuerdos escritos entre el psicólogo y
aquella persona que quiere llevar a cabo un cambio en su
comportamiento en algún sentido, o entre las personas que quieren
producir cambios en la conducta de otros y esos otros que se desea
que cambien sus conductas, en el que se hacen explícitas las acciones
que éste o éstos están de acuerdo en llevar a cabo y las consecuencias
del cumplimiento o no cumplimiento de las mismas. Las cláusulas
hacen referencia a las conductas concretas que se quieren modificar y
a las contingencias que se establecen para conseguir el cambio. El
resultado final de un contrato conductual debe ser aceptado por todas
las partes implicadas, que deben firmar el mismo.
Objetivo
Diseñar un contrato de contingencias y ponerlo en práctica
Tareas
Escoger cada uno una conducta que se quiera implantar o
modificar en uno mismo y no lo hubiese estado haciendo hasta el
momento. Con el compañero, diseñar el contrato de contingencias
para llevar a cabo el cambio.
Desarrollo
1. Pídasele al compañero que seleccione la conducta o conductas
sobre las que se desee actuar. Debe ser una conducta que se desee
implantar o que, existiendo, se desee incrementar su frecuencia.
Por ejemplo, el tiempo de estudio, la práctica de deporte, etc.
Defínase de forma operativa y precisa, dejándose establecidos los
criterios sobre frecuencia, intensidad, duración, etc. (p.e., estudiar
todos los días una hora y media de lunes a viernes; estudiar dos
horas el sábado y el domingo)
2. Establézcanse las consecuencias, positivas o negativas, que tendrá
para el compañero la emisión de esos comportamientos. Por
ejemplo, cada día que se cumpla con la hora y media de estudio
diario, uno se concederá a sí mismo una hora de chateo en la red;
cada 10 minutos o fracción menos de la hora establecida serán 10
minutos menos de actividad de ocio. Por debajo de una hora de
estudio no habrá actividad de ocio alguna. La dispensación de las
consecuencias debe estar al alcance de la persona, si bien ello no
obsta para que alguien se encargue de administrarlas.
3. Diséñese el sistema de registro de la conducta. Debe ser un sistema
sencillo como para que la persona no tenga dificultades a la hora de
cumplimentarlo pero que permita recoger toda la información
relevante a efectos del sistema de contingencias diseñado. En el
ejemplo que se está ilustrando bastaría con una rejilla en la que
figurasen los días de la semana, la hora de inicio de estudio y la
hora de finalización. El registro debe tener un efecto incentivador
en la medida en que se vaya comprobando que se va ejecutando el
comportamiento en cuestión. Por ello, recurrir a procedimientos
gráficos suele dar buenos resultados (en vez de anotar la hora de
inicio y finalización, colorear una barra correspondiente al período
de estudio.
4. Cumpliméntese el registro a lo largo de una semana y entréguese.
17:00-18:00
18:00-19:00
19:00-20:00
20:00-21:00
21:00-22:00
PRÁCTICA Nº 9
MODELADO DE UNA INTERACCIÓN CON UNA PERSONA
DESCONOCIDA O CON LA QUE SE TIENE POCO TRATO
Introducción
Como ya señalaba Bandura en su libro de 1969, la mayor parte
de la conducta humana se aprende por observación mediante
modelado. El aprendizaje por observación es un mecanismo muy
potente que permite conocer relaciones de contingencia entre
estímulos y respuestas sin necesidad de exponerse directamente a
ellas. La idea que subyace a él es que cualquier comportamiento que
se puede adquirir por experiencia directa es, en principio, susceptible
de aprenderse por la observación de la conducta de los demás y de las
consecuencias que le siguen. A partir de este principio se ha
configurado la técnica de modelado, cuyo procedimiento general
consiste en que el individuo observe la conducta de un modelo y la
imite, a fin de que adquiera los patrones de respuesta involucrados,
fortalezca o debilite respuestas o facilite la ejecución de respuestas ya
existentes en su repertorio.
Objetivo
Familiarse en la aplicación de la técnica de modelado a partir de
la enseñanza de una tarea a un observador.
Tarea
Enseñar mediante modelado cómo llevar a cabo una interacción
con una persona a la que no se conoce, utilizando, en su caso, técnicas
de control estimular y de encadenamiento.
Desarrollo
1. La realización de esta tarea requiere contar con el compañero o
cualquier otra persona que vaya a ser entrenada. Esta debe tener
motivación suficiente como para someterse al entrenamiento.
2. Defínanse los objetivos que se pretende alcanzar. Si se están
entrenando varias conductas, jerarquícense por orden de dificultad
progresiva. Un ejemplo sería entrenar a tener el contacto inicial
con la persona desconocida del otro sexo y también a mantener la
conversación por un rato. También se podría contemplar la
conducta de interacción con un profesor poco dado a las efusiones
con los estudiantes.
3. Identifíquense los aspectos sobre los que dar instrucciones para que
el entrenado se fije, tanto en cuanto a estímulos discriminativos
como en cuanto a la conducta del modelo y a sus consecuencias.
Para ello conviene que uno ejecute mentalmente la secuencia
completa que se desea entrenar, a efectos de que se puedan
descomponer todos sus componentes. Hágase que el aprendiz anote
en un papel la secuencia completa.
4. Llévese a cabo la interacción con la presencia del compañero o
aprendiz de forma que se pueda comprobar los resultados positivos
que se obtienen con ésta
5. Parcélense las distintas habilidades implicadas. Jerarquícese su
entrenamiento
6. Llévese a cabo un ensayo conductual en el que el modelo actúa
delante del aprendiz
7. A continuación pídasele al aprendiz que ejecute el comportamiento
mientras que el modelo registra las destrezas implicadas. Analícese
la ejecución y corríjanse los errores.
8. Cumpliméntese el registro
PRÁCTICA Nº 10
REESTRUCTURACIÓN COGNITIVA A PARTIR DE
PENSAMIENTO IRRACIONALES
Introducción
Las técnicas de reestructuración cognitiva están basadas en la
idea de que no son los acontecimientos externos sino la forma que
tienen las personas de interpretarlos lo que determina las conductas y
emociones. Así, si al volver a casa a horas tardías de la madrugada por
una calle vacía escuchamos unos pasos a nuestra espalda que se van
acelerando, el pensamiento un agresor me está siguiendo produce una
respuesta emocional de miedo y las conductas correspondientes, como
son el incremento en la tasa cardíaca y el salir corriendo. Por el
contrario, esa misma situación si es seguida de un pensamiento como
el siguiente: éste debe ser mi hermano que también llega tarde, las
emociones que provoca y las conductas a ellas asociadas son muy
distintas. El acontecimiento como tal es el mismo (los pasos a nuestras
espalda); las emociones y las conductas en cada uno de los casos son
diferentes. Basándose en esta constatación, las técnicas de
reestructuración cognitiva se dirigen a cambiar los pensamientos que
están a la base de las emociones. En concreto, se pretende actuar
sobre aquellos pensamientos que distorsionan las realidad o, en
general, todos aquellos que pueden ser considerados como
desadaptativos en la medida en que inducen emociones negativas.
Objetivo
Aprender a identificar pensamientos irracionales y buscar
alternativas plausibles que no generen malestar.
Tareas
Utilizando a uno mismo como sujeto, prestar atención a
pensamientos que se disparan de forma más o menos automática y que
generan malestar, ya sea porque representan una creencia irracional o
sin sujeción empírica (todo me sale mal), ya sea porque no son
adaptatativos y producen emociones negativas (sólo me quedan dos
días de vacaciones). Una vez identificados, listar alternativas que
podrían sustituir a esos pensamientos
Desarrollo
1. Comiéncese leyendo las lecturas correspondientes al tema de
reestructuración cognitiva. Puede también servir de ayuda el
Apéndice 3S2 del libro El miedo a volar en avión (Rubio,
Cabezuelo y Castellano, 1996) en el que se plasma el fundamento
de la RET de Ellis para personas con dificultades de esas
características
2. Piénsese en situaciones en las que aparece el malestar. Puede ser
una situación como la del momento de prepararse un examen o
después de haber tenido una interacción desagradable con alguien.
Recúrrase a ocasiones concretas en las que ese malestar haya
aparecido. Recordando una de esas ocasiones, memorícese lo que
se pensó y lo que se sintió en esa ocasión.
3. Búsquese situaciones en las que esos pensamientos y esas
emociones sean similares a las de la ocasión identificada en el
punto anterior. La situación puede ser parecida (cuando me siento
menospreciado/a por mi pareja o cuando me siento
menospreciado/a por un amigo íntimo) o no (pienso que soy una
inútil cuando he tenido la oportunidad de intervenir en una clase y
finalmente no me he atrevido y pienso lo mismo cuando he querido
darle una sorpresa a mi novio y me ha salido al revés).
4. Elíjase la idea irracional o pensamiento desadaptativo que produce
el malestar. Piénsese si hay algún soporte racional a esa idea, si hay
evidencia de que la idea sea real o, por el contrario, si hay
evidencia de que la idea es falsa. Piénsese en las consecuencias
positivas de seguir pensando lo mismo y de las consecuencias
positivas de dejar de pensar en esa idea
5. Búsquese pensamientos alternativos a esa idea y piénsese en las
conseucneicas de los pensamientos alternativos
6. Cumpliméntese el registro del Apéndice 3S1 que figura en el libro
El miedo a volar en avión y entréguese.