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En el presente ensayo abordaré sobre cómo la colonialidad atraviesa los espacios de acción
profesional del psicólogo/a y por qué es necesario repensar el lugar que le damos en el
ejercicio profesional, el abordaje con grupos humanos, y especialmente con nuestros
pueblos andinos.
La colonialidad, parte de la idea de raza, que según Anibal Quijano, es el más eficaz
instrumento de dominación social inventado en los últimos 500 años. A partir de la
expansión de estas ideas, se generaliza también una noción del desarrollo, para lo cual es
útil el saber científico, en desmedro de los saberes ancestrales (como da a entender un
documento de las Naciones Unidas de 1951), lo que nos daría el lugar de país
subdesarrollado.
El Psicólogo, en los procesos de intervención, se sitúa muchas veces en un plano del saber
científico, con el poder que éste le da. Aborda los espacios desde un bagaje teórico y
metodológico creado en Europa y Norteamérica; a veces, sin un proceso de criticidad, pero
confiando en los criterios de validez y confiabilidad que el saber científico le da para
generalizar con otras poblaciones. Se sitúa desde el lugar del poder, ésta actitud revela
como la colonialidad nos atraviesa.
En el campo de las pruebas psicológicas, por ejemplo, se parte de una visión racionalista
del hombre, por lo cual se puede medir lo que siente, medir su inteligencia, compararla con
otros grupos sociales, siempre desde el lente del saber científico. Cuando estas pruebas se
toman a poblaciones originarias, se encuentra muchas dificultades para analizar los
resultados; pues, éstas, no están diseñadas para comprender la cosmovisión del hombre
andino, sino que podrían patologizar sus conductas o subvalorar su inteligencia.
En el campo político, por ejemplo, la psicología dice muy poco de los procesos sociales. Ha
sido vista y utilizada para manipular a las personas, para adaptarlas al status quo. Sin
embargo, desde la subjetividad existe mucho por abordar, por interpelar el colonialismo
interno que apropiamos desde nuestra cultura y espacios sociales.