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17-12-2018

Como cambiar la
realidad de la
enseñanza en mi
iglesia local.
Monografía – Pedagogía II

Seminario Teológico Aliancista Metropolitano


Asignatura: Pedagogía II
Monografía Final
Fecha: 17-12-2018
Profesor: Ruth Pichinao Higuera
Estudiante: Carlos Muñoz
INTRODUCCIÓN

Hoy en día la iglesia local se ha transformado casi en el único lugar donde los niños
reciben algún tipo de educación valórica cristiana. Día a día las nuevas generaciones de
padres van entregando la labor educativa por completo a las instituciones educacionales y
la iglesia. Aunque “cuatro décadas de investigación sobre logros escolares han mostrado de
manera consistente que los efectos de la escuela son mínimos si se comparan con la influencia de
los padres, la familia y el vecindario,1”
La sociedad actual empuja a las familias en busca del exitismo a todo nivel,
incluyendo la esfera cristiana. Esto conlleva tener niños cada vez con más carencias
emocionales que son tratadas de sopesar con elementos materiales.

Niños que se ven enfrentados a un mundo cambiante, que los presiona por
amoldarse a las modas imperantes y cada vez más efímeras, donde si estos no tienen un
claro ejemplo a seguir, a muy temprana edad pueden perderse por caminos de los cuales
les será muy difícil volver.

Es en este contexto, donde la educación entregada por la iglesia local en sus


diversas formas cobra extrema relevancia, ya que no solo se trata de entregar relatos sobre
sucesos de la historia humana, sino que es la Palabra de Dios que nos habla a través de
estas historias para llevarlas a la practica en la vida diaria de cada uno. “Como seres humanos
somos lo que somos en el conversar, pero en la reflexión podemos
cambiar nuestro conversar y nuestro ser. Esa es nuestra libertad, y nuestra libertad pertenece a
nuestro ser psíquico y espiritual.2

Es por esto la importancia de buscar cada día la formar de mejorar continuamente


la manera de comunicar estos mensajes, para que no se pierdan en los niños como simples
cuentos, sino que calen profundo en sus corazones y mentes para que los ayuden a dirigir
sus vidas en este mundo al que se ven enfrentados.

“Pero no basta, tenemos que actuar para hacer de la educación, en todas sus
dimensiones, una oportunidad para todos de aprender a ser ciudadanos responsables, libres
y, por lo tanto, conscientes en su participación en el hacer cotidianamente de Chile un país
legítimo para todos.3”

1
(MacBeath, 2001)
2
(Maturana, 2003)
3
(Maturana, 2003)
1
DESARROLLO

Podemos abordar el tema de la educación en la iglesia local desde diversos ángulos.


Iniciaremos analizando el tema de la tradición y la finalidad de las enseñanzas en la escuela
dominical.

Se debe tener bien claro cual es la razón por la cual se está haciendo lo que se hace
cada domingo con el grupo de niños con el cual se trabaje. Esto nos habla de la motivación
del liderazgo dentro de la iglesia, dado que la responsabilidad es muy grande. “Necesitamos
entonces de docentes interesados en la construcción, por parte de los alumnos y con su ayuda, del significado
y la comprensión de los contenidos que están aprendiendo; creando ambientes de aprendizaje que sean menos
temibles y más desafiantes comprometiéndose los estudiantes activamente y sumergiéndose en experiencias
más complejas pero interesantes.4”

Como dijimos a rasgos generales, la escuela dominical es el único lugar donde estos
niños o jóvenes reciben algún tipo de enseñanza valórica cristiana, por lo que se hace
imperante entender la responsabilidad que recae sobre los hombros de cada profesor. Es
el futuro del niño el que está en juego, e independiente de las circunstancias en las cuales
el profesor es seleccionado para cumplir con ese cargo, debe entregar todo su potencial
para que Dios actúe a través de él y pueda transmitir el mensaje correcto a esos pequeños
estudiantes de la palabra del señor.

Cada maestro de escuela dominical es en si un ejemplo de liderazgo para esos


estudiantes. Lo quiera o no, sus acciones permean el comportamiento de esos jóvenes, ya
que es la forma en como aprenden. A su vez, “sigue siendo importante que el liderazgo tenga
una estructura, pero tiene que ser lo suficientemente distribuido como para que todos se sientan
dueños de algo y se sientan empoderados para hacer algo que sea propio. Sigo volviendo al tema
del liderazgo. La verdad es que no puedo hablar del tema en otro contexto 5”

Cabe mencionar la importancia, antes siquiera de comenzar una clase, de la


planificación de esta. Cada edad se encuentra en una etapa distinta del desarrollo del
cerebro. Esto condiciona la forma en como el cerebro humano reacciona a los estímulos y
como aprende. “La enseñanza y la formación en la niñez ofrecen estímulos intelectuales necesarios
para el cerebro y su desarrollo, ya que permiten el despliegue de las capacidades cognitivas y hacen
más viables los aprendizajes. Precisamente, entre los tres y los diez años el cerebro infantil es un
buscador incesante de estímulos que lo alimentan y que el mundo ofrece. 6”

El profesor si ya es un adulto y con hijos, por la experiencia propia de la vida intuye


las diferentes formas en como trabajar con ellos y como responden bajo ciertas dinámicas
de interacción, pero es imperativo utilizar todas las herramientas disponibles para
comprender de mejor manera el tema de la educación a jóvenes y niños.

4
(MarÍa Laura de La Barrera, 2009)
5
(MacBeath, 2001)
6
(Guerrero, 2011)
2
La neurociencia ha avanzado bastante en el estudio del cerebro. Especialmente en
como éste funciona y es capaz de aprender y almacenar información. “La tarea central de las
llamadas neurociencias es la de intentar explicar cómo es que actúan millones de células nerviosas
individuales en el encéfalo para producir la conducta y cómo, a su vez, estas células están influidas
por el medioambiente, incluyendo la conducta de otros individuos 7”

El profesor a través de este conocimiento puede trabajar de la mejor manera posible


para llegar de manera eficaz a sus estudiantes y que se logre el objetivo de fondo: que el
mensaje de la Palabra de Dios sea comprendido y asimilado, en contraste a lo que en
muchas ocasiones sucede, que lo importante es cumplir con un programa, sin detenerse a
analizar si realmente se están cumpliendo los objetivos esperados de dichos programa; o
incluso más allá, si dichos objetivos están orientados al real objetivo de la iglesia local.

CONCLUSIÓN

La labor de la escuela dominical es central en la educación de niños y jóvenes. Dada


las circunstancias actuales, sobre cada profesor recae la carga ética del futuro de cada una
de las personas a su cargo.

La iglesia como organismo debe estar siempre abierta a la búsqueda de nuevas


maneras de comunicar el mensaje de Jesucristo a las personas. Podemos caer en el error
de abandonar a los niños “ya cristianos” por salir a evangelizar, pero el trabajo también
debe ser interno. El hecho de que un niño asista a una iglesia no trae consigo
obligatoriamente la conversión de éste, ya que su conducta es moldeada por todos los
factores que inciden en su vida en el día a día; y si en su familia no recibe un fuerte ejemplo
de cristianismo real en el hogar, se podría considerar con un niño no converso.

Es por esto que la educación dentro de la iglesia debe verse como una manera de
evangelización, no solo instrucción histórica de un libro de cuentos para niños.

Debemos tomar todas las herramientas que Dios ha puesto a nuestra disposición para llevar
a cabo esta labor tan vital.

La neurociencia nos ayuda a comprender como el cerebro de desarrolla y aprende


en sus diversas etapas de madures en la vida de las personas. Tomando esto, podemos
planificar de manera más eficientes las interacciones con los alumnos y romper con el

7
(Guerrero, 2011)
3
estigma de las llamadas “clases de escuela dominical”, porque si los niños quieren ir a una
clase, tienen toda la semana para hacerlo en el colegio.

La iglesia debe ver el inmenso potencial que tienen en el desarrollo de las personas
a nivel general. Preparándolos para el día a día con lo que Dios ya nos dejó hace siglos
escrito.

Los grupos de la escuela dominical deben colaborar en la formación integra de


personas, y la palabra de Dios es precisa en eso. Nos muestra a través de diversos tipos
de relatos una infinidad de valores que harán crecer sanamente a cada uno de los niños
que Dios puso a nuestro cuidado.

Después de cada clase debemos analizar si lo que estamos haciendo responde a la


llamada que Dios está haciendo a cada uno de los profesores. No basta con solo suplir un
cargo porque no hay nadie más que lo haga, porque Dios nos dotó a cada uno de nosotros
con dones para desarrollarnos y ayudar al resto de la sociedad y siempre pensando en que
cada uno de esos niños va a crecer y en todo momento debemos incentivar el liderazgo en
ellos, preparándolos para ser la próxima generación que deberá encargarse de enseñar y
cuidar de los más pequeños.

BIBLIOGRAFÍA

Guerrero, A. B. (2011). XII Congreso Internacional de Teoría de la Educación. NEUROCIENCIA Y APRENDIZAJE


PARA LA VIDA EN EL MUNDO ACTUAL. Barcelona.

MacBeath, J. (2001). Liderar el aprendizaje dentro y fuera de la escuela. Fundación Chile & Fundación CAP.

MarÍa Laura de La Barrera, D. D. (2009). Neurociencias y su importancia en contextos de aprendizaje. Revista


Digital Universitaria Volumen 10 Número 4.

Maturana, H. (2003). El sentido de lo humano. Santiago: JC Sáez.

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