Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Otro requisito que debe concurrir para que proceda la indemnización de perjuicios
es que el acreedor sufra perjuicios.
Definición: se entiende por perjuicio todo detrimento que sufre una persona ya
sea en su patrimonio material o moral.
También se los define como: toda disminución del patrimonio del acreedor, así
como la pérdida de la legítima utilidad que debía reportarle el contrato, y de que el
incumplimiento le priva.
Daños y perjuicios son sinónimos.
Clasificación de los perjuicios:
I–
1) Perjuicios materiales: aquellos que tienen una connotación de carácter
patrimonial, significan una disminución en el patrimonio. Están representados por
el daño emergente, o sea, por la pérdida que ha sufrido, implica una disminución
o menoscabo que el acreedor ha sufrido en su patrimonio (salen cosas del
patrimonio del acreedor), y por el lucro cesante, es decir, la ganancia de que ha
sido privado. (Privación de la legítima ganancia que le habría reportado el
cumplimiento de la obligación).
1
Sin embargo, la jurisprudencia y la doctrina han ido incorporando el daño moral a
la responsabilidad contractual, porque es muy probable que por un incumplimiento
una persona sufra un daño psicológico, y esto debe ser indemnizado.
En la responsabilidad extracontractual en cambio, se debe indemnizar todo
daño. Así lo establece el CC, el cual si bien no se refiere en forma expresa al daño
moral, dice todo daño.
Tratándose del daño patrimonial, la ley da ciertas reglas al juez para que pueda
avaluar el daño, sin embargo esto no ocurre tratándose del daño moral.
¿Cómo se prueban los perjuicios?
- por cualquier medio de prueba.
En cuanto al peso de la prueba, tanto la existencia como el monto del perjuicio
deben ser probados por el demandante, o sea, por el acreedor, lo cual es solo una
aplicación de las reglas generales que presiden el onus probandi. Art 1698.
Sin embargo, esta regla tiene dos excepciones:
a) las obligaciones que consisten en el pago de una suma de dinero. Art 1559 N°2.
Tratándose de estas obligaciones, la ley presume que hay perjuicios, por lo que no
es necesario probar ni su existencia ni su monto, pues la ley establece el interés.
b) en la cláusula penal. Art 1542. Aquí las partes se ponen de acuerdo en los
perjuicios y en el monto anticipadamente.
Por lo tanto, solo se prueben los perjuicios en el caso de la avaluación judicial.
II – otra clasificación.
1) Perjuicios directos: aquellos que se producen como consecuencia inmediata o
directa del incumplimiento de la obligación.
2
Ejemplo clásico de Pothier:
Los perjuicios indirectos no se indemnizan ni aún por el actuar doloso del deudor,
porque la indemnización solamente comprende los daños de que es real y
verdaderamente autor.
A) Perjuicios directos previstos: aquellos que las partes con mediana inteligencia
previeron o pudieron prever al tiempo del contrato.
3
Determinar si un perjuicio es previsto o imprevisto, es cuestión de hecho, depende
fundamentalmente de las circunstancias.
Ejemplo:
Yo les presto $100.000.- y les pido que me los devuelvan antes del Lunes porque
el Martes me cobran un cheque y no tengo mas fondos.
Si pasa el Lunes y no me pagan, yo sufro un perjuicio directo previsto que es que
me cobran el cheque y además me cobran el sobregiro y me cierran la cuenta.
Como consecuencia de esto me meten a dicom y me llama el decano de la
universidad para decirme que es impresentable que un profesor de esta
universidad se encuentre en esa situación, y me echan de la universidad. Este
sería un perjuicio directo pero imprevisto.
Pero si además mi marido me deja por quedarme sin trabajo. Sería un perjuicio
indirecto.
Por último yo me suicido, para alguien, por ejemplo para mi familia sería un
perjuicio, pero indirecto en relación al incumplimiento de la obligación.
4
En la práctica por regla general toca al juez determinar el monto de los perjuicios
porque no es frecuente que las partes estipulen cláusula penal y porque las reglas
legales tiene un campo limitado de aplicación.
Sin embargo, si las partes estipulan cláusula penal, prevalecerá esta avaluación
sobre la legal y la judicial.
La ley solo avalúa los perjuicios en las obligaciones que tiene por objeto el pago
de una cantidad de dinero.
1) Avaluación judicial:
5
Sin embargo, el art 1556 inc 2 establece que se exceptúan los casos en que la ley
limita la indemnización expresamente al daño emergente. Requiriéndose entonces
una disposición expresa de la ley para que la indemnización no comprenda el
lucro cesante. Pero el daño emergente se debe siempre.
2) Avaluación legal:
de acuerdo al art 1559, la ley solo avalúa los perjuicios tratándose de obligaciones
que tiene por objeto el pago de una suma de dinero.
La indemnización se traduce en el pago de intereses sobre la suma debida.
Por lo tanto se trata de una indemnización moratoria, que tiene por objeto reparar
los daños causados al acreedor por el cumplimiento tardío de la obligación.
Esta materia la regula la ley 18.010 que establece normas para las operaciones de
crédito y otras obligaciones de dinero.
En su art 1, establece que “Son operaciones de crédito de dinero aquellas por las
cuales una de las partes entrega o se obliga a entregar una cantidad de dinero y la
otra a pagarla en un momento distinto de aquel en que se celebra la
convención....”
En cuanto a los intereses la ley 18.010 en su art 2 los define “como toda suma que
recibe o tiene derecho a recibir el acreedor, a cualquier título, por sobre el capital”.
6
Jurídicamente los intereses son frutos civiles de la cosa prestada.
7
Pero el art 9 de la ley dispone “podrá estipularse el pago de intereses sobre
intereses, capitalizándolos en cada vencimiento o renovación. En ningún caso la
capitalización podrá hacerse por periodos inferiores a 30 días”.
Por lo que por ejemplo, si se conviene una cláusula penal que consiste en el pago
de una multa, en caso de mora en el pago de ella, no hay lugar al anatocismo, a
menos que se haya pactado expresamente.
Pero tratándose de las operaciones de crédito de dinero, constituye un elemento
de la naturaleza, pero solo tratándose de los intereses que se devenguen entre el
otorgamiento de la operación y su vencimiento y no los que se devenguen durante
la mora.