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FACULTAD DE PSICOLOGIA
SECCION DE POST- GRADO
SEGUNDA ESPECIALIDAD PROFESIONAL EN PSICOLOGIA
1.1 Antecedentes
Se define como agresión sexual o violación al acceso carnal por vía vaginal, anal
o bucal, o introducción de objetos por la alguna de las dos primeras vías, el
responsable será castigada como rea de violación, con la pena acorde al delito
tipificado en el Código Penal. Por lo tanto, entendemos que violador es aquella
persona que mediante violencia o intimidación pretenda un acceso carnal por vía
vaginal, anal o bucal, o introducción de objetos. Se han realizado numerosos
estudios para establecer cuáles pueden ser los factores de riesgo que lleven a una
persona a cometer una violación, con el fin de aumentar las posibilidades de
predicción y tratar de disminuir las probabilidades de ejecución de estos actos.
Ahora bien, definiremos agresión como aquel evento que se caracteriza por infringir
o intentar infringir un daño a otro individuo, este daño puede ser físico o psicológico
(Berkowitz, 1993). Lo único en lo que se han puesto de acuerdo los autores con
esta definición es la intencionalidad, sin embargo, no hay un consenso establecido
sobre los propósitos que se persiguen con la agresión, ya que puede tratarse de
una respuesta adaptativa para defender la vida propia o ajena. Aquí
contemplaremos todas las posibilidades:
Se define como agresión sexual o violación al acceso carnal por vía vaginal, anal o
bucal, o introducción de objetos por la alguna de las dos primeras vías, el
responsable será castigada como rea de violación, con la pena acorde al delito
tipificado en el Código Penal. Por lo tanto, entendemos que violador es aquella
persona que mediante violencia o intimidación pretenda un acceso carnal por vía
vaginal, anal o bucal, o introducción de objetos. Se han realizado numerosos
estudios para establecer cuáles pueden ser los factores de riesgo que lleven a una
persona a cometer una violación, con el fin de aumentar las posibilidades de
predicción y tratar de disminuir las probabilidades de ejecución de estos actos. A
continuación, daremos las conclusiones del informe mundial sobre la violencia y la
salud en lo referente a este punto.
A. Andrés Pueyo (2013), nos dice que estos delitos son motivo de extensas y
continuadas investigaciones criminológicas que nos han permitido conocer las
razones y causas de estos delitos, sus graves consecuencias, así como diseñar
programas adecuados para el tratamiento de sus autores en aras a reducir su
reincidencia y conseguir su reinserción social. La imagen del delincuente sexual,
como el paradigma del delincuente peligroso, está estrechamente asociada a esta
relación entre trastorno mental crónico y el riesgo de reincidir. Los avances en la
investigación criminológica, forense y clínica sobre las causas y las características
de los delincuentes sexuales, como el que se presenta en este número de revista,
nos aportan nuevas e interesantes evidencias. Los autores analizan la prevalencia
de los trastornos mentales en 2 grupos de delincuentes sexuales, según si sus
víctimas fueron menores de edad o adultos (independientemente del sexo de las
víctimas). Concluyen que la presencia de trastornos mentales, a lo largo de la vida,
es muy relevante especialmente para los trastornos mentales leves y las
toxicomanías, y la comorbilidad de ambas en la muestra de delincuentes analizada.
Sin embargo, indican que la presencia de los trastornos mentales graves es
escasa. Estos resultados son congruentes con la mayoría de las revisiones
internacionales de esta temática. Creemos relevante considerar que, basándonos
en las numerosas evidencias disponibles, a las que se suma el artículo antes
mencionado, los autores de los delitos sexuales no forman un grupo de
delincuentes homogéneo y, por tanto, ciertas generalizaciones como por ejemplo
la de la peligrosidad y cronicidad son abusivas y confunden más que ayudan a
comprender la realidad del delincuente sexual y su gestión individualizada. Los
delincuentes sexuales son un grupo heterogéneo que no responden de una manera
uniforme ni a las mismas motivaciones y menos aún al mismo perfil criminógeno
donde el trastorno mental ocupa un lugar preeminente (Revista Española de
Medicina Legal, “Delincuencia sexual, trastorno mental y peligrosidad”, 39 (1):1-2.
España).
Muchos delitos cometidos por perturbados sexuales son debidos no a su
perturbación, que "per se" puede o no ser delictiva, sino a una conducta sexual
tipificada como delictiva en la que puede influir el perfil de la personalidad, un
comportamiento sexual perturbado o circunstancias ambientales condicionantes,
por ejemplo intoxicaciones como el alcohol y/o las drogas. Por supuesto que
también estos delitos los pueden cometer perturbados sexuales (disfuncionales y/o
parafílicos o desviados), pero debe quedar en claro que estas perturbaciones
sexuales, por lo menos en su inmensa mayoría, no están contempladas por sí
mismas como delitos por el Código Penal vigente.
El Psiquiatra Zazzali Julio R. (2007), nos dice que la sexualidad normal o eufilia, es
la actividad sexual placentera que se da voluntariamente entre personas maduras
de distinto sexo. La deseable evolución normal de la sexualidad, suele ser blanco
de muchos factores adversos o noxas que pueden interrumpirla, dificultarla o
desviarla, lo que generará una compleja problemática.
Dicho autor nos dice que existen dos tipos de disturbios sexuales, unos son
cuantitativos y otros cualitativos: Los cuantitativos en general cumplen con los
requisitos de la sexualidad normal tal como lo hemos definido, pero tienen variantes
en cuanto a cantidad e intensidad, es difícil establecer qué es lo normal en estos
casos; unos tienen problemas con la cantidad de oportunidades que llegan a una
culminación placentera, la que muchas veces no se obtiene. Son los casos de
frigidez e impotencia; hay casos de un incremento de los deseos que llegan a veces
una exaltación erótica casi permanente (erotomanía); en la mujer se lo llama
ninfomanía y es cuando casi inmediatamente al finalizar una relación ya se siente
un impulso muy intenso de tener otra; en el hombre se llama satiriasis.
El mismo autor, se refiere a las parafilias como aquella actividad sexual que no
respeta ciertos explícitos requerimientos cualitativos que definen la sexualidad
normal, en tal sentido será parafilia la violación que es la realización del acto sexual
sin la aceptación voluntaria de uno de los partícipes. Otra parafilia surge del no
respeto del requerimiento de la madurez de ambos partícipes, así pasa en la
pedofilia, que es la preferencia de un adulto por mantener relaciones sexuales con
niños. Una tercera forma de parafilia sucede cuando es transgredido el requisito de
la necesaria complementariedad de los participantes, eso sucede en la
homosexualidad, que es una realización sexual entre persona de igual sexo, es
decir no complementarias. Una cuarta manera de parafilia surge de no respetar el
principio de no consanguinidad, como ocurre en el incesto. Obviamente que será
también una parafilia la preferencia de un ser humano a tener relaciones sexuales
con animales, perturbación conocida como zoofilia o bestialismo.
Los disturbios sexuales en sus variantes cuantitativas (acentuación o debilitación
de la necesidad sexual) y cualitativas (expresiones eróticas extraviadas o parafilias)
no son expresiones específicas de determinados cuadros mentales, por el
contrario, pueden aparecer en prácticamente todos los disturbios psiquiátricos. La
manifestación sexual sólo será comprendida dentro del contexto de los trastornos
psicopatológicos del sujeto; cada cuadro psíquico que manifieste una parafilia debe
ser entendido a partir de la biografía particular del sujeto. Cuando no hay alienación
mental, las parafilias significan una reducción en el coeficiente de la libertad del
sujeto frente al impulso anómalo, hay entonces reducción, pero no anulación de la
libertad del sujeto (Zazzali Julio R. “Manual de Psicopatología Forense”, 2007).
2.2.6.1. Reincidencia
En los delincuentes sexuales suele ser menor que entre los delincuentes contra la
propiedad (en torno al 20- 30 por 100%, sin diferenciar delitos), pero esto no es así
en el caso de los delincuentes reincidentes, cuyos porcentajes en diferentes
estudios se sitúan en un rango entre el 35 y el 75 por 100. También un último
aspecto que se centra en valorar el riesgo de reincidencia concreto de estos
sujetos. La evaluación tanto de aspectos sexuales como no sexuales se centrará
en la entrevista, la evaluación fisiológica, la evaluación psicométrica y las pruebas
específicas (Urra, 2003). Hasta la fecha, la investigación ha revelado que los
delincuentes sexuales reinciden menos que los otros tipos de delincuentes.
Además, cuando los delincuentes sexuales reinciden, sus delitos suelen ser de
naturaleza no sexual. Así, cuando Langan y Levin (2002) examinaron la
reincidencia de 9.691 delincuentes sexuales liberados de prisión en 1994, y que
habían estado una media de tres años en libertad, hallaron que sólo un 12% habían
vuelto a cometer un delito sexual. En el reciente estudio de Schumuker y Lösel
(2008), se halló una tasa de reincidencia para delincuentes no sujetos a programas
de tratamiento del 17,5 %. Ahora bien, a pesar de estos datos, que señalan
claramente que los agresores sexuales tienden a reincidir menos que los otros
delincuentes, cabe decir que son ellos los que mayor tendencia muestran a cometer
un nuevo delito sexual (Duwe et al., 2008).
Por otra parte, al menos el 75% de las reincidencias por delito sexual se llevan a
cabo en personas a las que los agresores conocían previamente (Duwe et al.,
2008). ¿Cuáles son los mejores predictores de la reincidencia sexual? No todos los
factores influyen por igual en todos los delincuentes sexuales, pero la investigación
actual señala los siguientes como los más relevantes (Hanson y Morton-Bourgon,
2005):
- Tener un historial delictivo previo
- Diagnóstico de psicopatía
- Una orientación sexual desviada (parafilia; obsesión sexual)
- Víctimas previas desconocidas
- Relaciones íntimas conflictivas
- Identificación emocional con niños
- Historia previa de delitos sexuales que no implican contacto físico (p.ej.,
exhibicionismo).
Contrariamente, los delincuentes sexuales tendrán a reincidir menos cuando
agredan en el hogar (incesto), sean primarios, mayores de 50 años, y que busquen
víctimas niñas en vez de niños. Esto nos lleva a concluir que no todos los
delincuentes sexuales deberían ser tratados de la misma manera. Actualmente hay
un cierto consenso a la hora de señalar que son los agresores de niños
extrafamiliares los que presentan mayores tasas de reincidencia (es decir, pedófilos
homosexuales) (Garrido, 2008).
2.2.6.2. Tratamiento
El pasado primero de octubre del 2012, entró en vigencia el nuevo Código Procesal
Penal, en dos Distritos Judiciales: Loreto y Ucayali y así se sumaron 23 los distritos
judiciales, que ya cuenta con una novísima herramienta jurídica procesal penal y, que
les permitirá luchar en forma denodada contra la corrupción generalizada, el sicariato,
los marcas, la delincuencia juvenil, delitos contra la libertad sexual y el crimen
organizado. Según la información difundida por el Poder Judicial, a propósito de la
puesta en vigencia del nuevo Código Procesal Penal, en estos últimos seis años,
nuestro país emprendió un camino de reforma, destinado a modernizar el Sistema de
Administración de Justicia Penal, siguiendo la corriente de cambios que se venía
efectuando en toda América Latina; ésta reforma empieza con la promulgación del
Decreto Legislativo N° 957, publicado el 29 de julio de 2004, mediante el cual se
dispone la entrada en vigencia de un nuevo texto normativo denominado “Código
Procesal Penal”, el cual está enmarcado en un sistema acusatorio - adversarial
basado en la oralidad. Según la información procesada del Poder Judicial, al mes de
Mayo del año 2011, del total de los Distritos Judiciales implementados de manera
integral al año 2010, se observa que del número promedio de audiencias
programadas, estas ascienden a 199,167; se han realizado 143,606 audiencias, lo que
representa un 72.1% en la efectividad de las audiencias; esto es, que cumplieron su
cometido por las que fueron programadas y solamente 27.9% se frustraron. La
implementación del Nuevo Código Procesal Penal en los diferentes distritos judiciales
del Perú, dado sus procedimientos y accionar de aplicación, han hecho necesario la
viabilidad para el profesional que labora bajo dicho contexto, el de contar con mayor
efectividad en la aplicación y/o el uso de instrumentos y recursos metodológicos de
vanguardia; cuyo objetivo es de precisar con mayor objetividad y cientificidad arribar
a conclusiones que posibiliten esclarecer los hechos de un delito, el cual, sirva para
apoyar y auxiliar los requerimientos de las cortes e instancias de justicia, así como de
las prácticas privadas.
Para el profesional que se orienta a la elaboración de Peritajes en el área psicológica,
crucial es contar con instrumentos de evaluación que nos permitan validar cuantitativa
y cualitativamente la aplicación de los mismos, de allí, contar con resultados fidedignos
y formalmente científicos que apoyen y den sustento valedero científico, valga la
redundancia, a las conclusiones del dictamen pericial, mismo que no solo es tomado
como medio de prueba para el operador de justicia y que el profesional acreditado
como perito forense deberá concurrir a las instancias judiciales para que en uso de la
oralidad pueda explicar e ilustrar científicamente el sustento que da soporte y
fundamenta las conclusiones de las mismas. De allí, es que se desprende el interés
por realizar un estudio de investigación de casos tipificado como delito contra la
libertad sexual, uno de los delitos más incidentes en el Distrito Fiscal y Judicial de
Ucayali. Con la finalidad de utilizar un instrumento validado para el contexto de la
realidad de dicho distrito, dado la implementación del Nuevo Código Procesal Penal
(NCPP) no se han realizado aun estudios de esta índole, es decir, que no se han
tomado las medidas pertinentes que amerita tal situación, en el sentido que no se
cuenta con una dotación de pruebas psicométricas normativizadas y validadas en el
área psicológica forense, lo cual, proveería de cientificidad al momento de valorar los
mismos en las conclusiones a los que se arribarían en los dictámenes periciales,
considerados como medio de prueba en un hecho delictuoso ocurrido, el cual, se
quiere esclarecer.
Según reportes del Instituto de Medicina Legal (2001), de todos los casos de delito
contra la libertad sexual, 73% de las víctimas son mujeres de todas las edades; el 94%
de hombres abusados son menores de 17 años. Del total de víctimas, el 9.7% tiene
entre 0 y 5 años; el 27.5% entre 6 y 12 años; el 51.1% entre 13 y 17 años. Según
estos datos, la infancia y adolescencia son los grupos más vulnerables a la violencia
sexual, especialmente las niñas y las adolescentes.
El incesto es un tipo de violencia sexual altamente frecuente que requiere de políticas
preventivas y de atención particulares Contrariamente a lo que se piensa, gran parte
de los casos de violencia sexual son perpetrados por familiares cercanos,
especialmente padre, hermano, tío, padrastro.. Reportes como el de DESCO (2000)
muestran que el 21.9% de los casos de violencia sexual ocurren dentro de las propias
familias y el 15.5% en casas de amigos y familiares. El 60% de agresiones sexuales
son cometidas por adolescentes de sexo masculino menores de 18 años. En la
sistematización de los Centros de Emergencia Mujer del Ministerio de la Mujer y
Desarrollo Social (MIMDES), se observa que la violencia sexual hacia niñas y
adolescentes mujeres es más grave aún que la violencia física o psicológica. En el
grupo de edad de 0 a 5 años los casos de abuso de niñas son el doble que en niños.
Entre los 6 a 11 años, se cuadriplica el número de casos de niñas en relación a niños.
Entre los 12 a 17 años se incrementa casi en 25 veces la diferencia entre niñas y
niños. Esta particular distribución epidemiológica del abuso sexual muestra
claramente la situación de desamparo y falta de poder de niños y niñas pequeños y
de adolescentes mujeres. En el mediano y largo plazo, son graves los efectos sobre
el desarrollo emocional: se bloquea la capacidad de acercamiento y vínculo con otros,
aumenta el riesgo de embarazo no deseado, se genera disfunción sexual y se causan
efectos neurobiológicos que resultan en cambios funcionales y estructurales de
sistema nervioso central.
En el Distrito Fiscal de Ucayali, el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de
esta localidad, el servicio de Psicología no cuenta dentro de su gabinete con pruebas
o test psicológicos normativizados y validados en el área forense para ser aplicados
en la exploración del perfil de personalidad, realizado a personas acusados por delitos
contra la libertad sexual; situación recurrente e incidente en el área de psicología como
un delito estadísticamente significativo de ocurrencia en este distrito fiscal y judicial.
El Servicio de Psicología de la División Médico Legal II de Ucayali, con la
implementación del Nuevo Código Procesal Penal en el distrito fiscal de Ucayali,
cuenta con algunas pruebas psicométricas de aplicación en la exploración de perfil de
personalidad en personas denunciadas por delito contra la libertad sexual, las pruebas
psicométricas utilizadas al no estar normativizadas al contexto en el cual se aplican,
no cuentan con la validación respectiva y por tanto fiabilidad científica de los resultados
de interpretación tanto cuantitativos como cualitativos de valoración complementaria.
Ahora bien, esta investigación servirá de guía y/o comparación para futuras
investigaciones en el área forense que se quiera realizar, para muestras similares que
se manejan a diario, pero que pueden diferir de alguna manera en lo que respecta a
su realidad pluricultural, es decir, que este instrumento validado es de utilidad y podrá
ser utilizado para una población representativa a nivel regional como es la Selva
Oriental por sus características culturales, antropológicas, sociales, etc. Ahora bien
para realizar la investigación, cuento con la accesibilidad de una muestra poblacional
de delincuentes adultos sentenciados en el centro penitenciario de la ciudad de
Ucayali, así como de la programación del tiempo destinado a la aplicación de la prueba
por mi persona en calidad de investigadora, además de la consulta de fuentes de
información física y también la factibilidad de búsqueda a nivel virtual algunas veces
en mi trabajo y completamente de forma personal.
1.5 Objetivos
1.6 Hipótesis
2. MÉTODO
2.1 Participantes
La población lo constituyen los internos del penal de Ucayali sentenciadas por delitos
contra la libertad sexual. La muestra se obtendrá mediante el estadístico
probabilístico aleatorio.
Edad
Frecuencia Porcentaje
25-39 7 23.3
41-59 23 76.7
Total 30 100.0
Tipo de delito
Frecuencia Porcentaje
Actos contra el pudor 7 23.3
Actos contra el pudor en menores de 14 años 6 20.0
Violación sexual de menor de edad 17 56.7
Total 30 100.0
2.3 Procedimiento
O1
O2
O3
O4
O5
3. CRONOGRAMA
2018 2 0 1 9
ACTIVIDADES Setiembre- Enero- Marzo- M J J A S
Diciembre Febrero Abril
ETAPA DE PLANEAMIENTO
- Revisión bibliográfica X
- Elaboración del proyecto X
- Presentación del proyecto X
- Aprobación del proyecto X
- Implementación del X X
proyecto
ETAPA DE EJECUCIÓN
- Recolección de muestras X X X X X
- Procesamiento de muestras X X X X X
- Registro de datos X X X X X
- Análisis estadístico X X X
ETAPA DE COMUNICACIÓN
- Análisis e interpretación
- Elaboración del informe X X X X
- Presentación del informe X X
X
REFERENCIAS
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sido víctimas de agresiones sexuales: Sobre la reparación, la resignificación y la
superación. Psicoperspectivas, 13(3), 93-105.
Contreras, J. M., Both, S., Guedes, A., & Dartnall, E. (2016). Violencia sexual en
Latinoamérica y el Caribe: análisis de datos secundarios. Iniciativa de Investigación sobre
la Violencia Sexual.
De Bortoli, L., Ogloff, J., Coles, J., & Dolan, M. (2017). Towards best practice: combining
evidence‐based research, structured assessment and professional judgement. Child &
Family Social Work, 22(2), 660-669.
Goldstein, N. E., Houck, M. J., & Folino, J. O. (2015). Tópicos actuales de la investigación
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Lama, X., Gutiérrez, C., Capella, C., Dussert, D., Rodríguez, L., Beiza, G., & Águila, D.
(2015). Superación de agresiones sexuales infanto-juveniles y el sistema judicial: una
visión desde los participantes. Revista de Psicología, 24(1).
Lucioni, K. A., Desmarais, S. L., Hurducas, C., Condemarin, C., Dean, K., Doyle, M., ... &
Large, M. M. (2015). La práctica de la evaluación del riesgo de violencia en España.
Revista de la Facultad de Medicina, 63(3), 357-366.
Torán, F. J. D., & Fuentes, À. C. (2014). Evaluación del riesgo de reincidencia en un caso
de violencia sexual mediante el Sexual Violence Risk-20. Revista Española de Medicina
Legal, 40(2), 72-75.
ANEXOS
MATRIZ DE CONSISTENCIA
Propiedades Psicométricas de la guía de evaluación del riesgo de violencia sexual SVR en delincuentes adultos sentenciados en el Penal de
Ucayali, 2019
O4
O5