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HORIZONTE DISTRITAL
DE LA FORMACIÓN
DISTRITO
ARGENTINA - PARAGUAY
HORIZONTE
DISTRITAL
DE LA FORMACIÓN
[Versión 2.2]
22 de junio de 2003
Buenos Aires,
2 de diciembre de 2004.
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docentes, a todos los que participaron en la confec- 2. El camino de la formación del Distrito ha
ción de este texto durante más de dos años: Gracias. tenido sendas diferentes, no aisladas,
progresivamente convergentes para Her-
manos y Seglares.
3. En este camino hemos ido construyendo
Por la Comunidad de Animación Distrital. una imagen propia en nuestro Distrito,
Hno. Martín Digilio, Visitador del Distrito imagen que todavía está en camino. Lo que
de Argentina y Paraguay. en algún momento1 comprendimos como
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Familia Lasallana, constituida sobre todo desde lazos ro. Es el límite de nuestro interés: distingue lo
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de afecto y tarea compartida, nos llevó a entender que nos interesa de lo que no. Por eso establece
que había allí algo oculto: la espiritualidad lasallana distancias, criterios, prioridades, plazos.
que los Hermanos podían compartir. Nació así la mi- 6. Juntos, Hermanos y Seglares nos hemos pro-
sión compartida desde la espiritualidad compartida. puesto un Horizonte Distrital que busca
En ese compartir descubrimos el tesoro de la asocia- orientar la formación. Proponernos un hori-
ción como el núcleo fuerte que nos vincula a Herma- zonte distrital para la formación es alzar una
nos y Seglares. Pero en ese mismo núcleo estamos señal para un camino que queremos realizar
descubriendo la pluralidad de los modelos que nos juntos en torno al sentir, pensar, valorar y de-
suman a la misión con y sin asociación formal o ju- cidir juntos. La formación es un trabajo que
rídica. Por eso hablamos hoy de un distrito que quie- apuesta a la misión dentro de diez años.
re y busca ser comunidad de comunidades. Un nue- 7. Mirar juntos el horizonte abre un campo de jue-
vo modelo de Distrito que todavía no sabemos hacia go común. Dentro de él podemos movernos en
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dónde nos puede llevar, pero que entendemos como los intereses comunes para jugar y jugarnos,
fidelidad al querer de Dios sobre nosotros. esforzarnos y disfrutar juntos. El juego tiene for-
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10. Hay conflictos de distintos tipos y se ubican en distintos este el punto de mira de los procesos formati-
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niveles: personales, comunitarios, hermenéuticos, cogni- vos. El desarrollo de la conciencia responsable
tivos, éticos, sociales, políticos, económicos, simbólicos... de los grupos y de las personas, su mayor feli-
Unos son más fecundos que otros. La fecundidad depen- cidad, el gozo de la libertad asumida responsa-
de de la estructuración de los opuestos en conflicto: blemente y realizada en el seguimiento comu-
nitario de Jesús.
10.1. unos conflictos son de tipo complementario,
en el que lo aparentemente opuesto no es si-
no dos posibles miradas igualmente válidas. Conflictividad y formación:
Este conflicto se resuelve en el diálogo, que caminos inauténticos
aunque doloroso, no conduce a horizontes
efectivamente nuevos. Esta apertura implica 12. Algunos modos de resolver los conflictos bus-
necesariamente la humildad de aceptar la can el dominio de las personas al someterlas
parcialidad de lo propio. siempre a una posición dependiente y de mino-
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10.2. otros son derivados del desarrollo histórico del ridad. Para realizar esto, las instituciones, cuyo
conocimiento, en el que las oposiciones se deri- proyecto incluye esta dinámica, crean disposi-
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van de comprensiones más o menos completas tivos que operativizan la dominación supri-
sobre algo. Muchas veces la idea que tenemos miendo las opciones que dan lugar al creci-
sobre algo ha quedado anclada en un período miento de la subjetividad conciente y responsa-
del desarrollo del conocimiento de ese objeto e ble. Es evidente que no toda institución tiene
ignoramos ulteriores desarrollos, cuyo conoci- esta dinámica. Pero ante el conflicto, existe
miento no daría lugar a este conflicto. siempre el peligro de recurrir a estos caminos
10.3. otros son dialécticos: lo que se opone en ellos son inauténticos de resolución.
dos posiciones irreconciliables a favor o en contra 13. Los dispositivos institucionales que bus-
del evangelio. En los anteriores, la oposición pue- can la dominación de las personas mu-
de resolverse en la convivencia de ambos polos. chas veces recurren a la noción de “forma-
No así en este caso. El conflicto dialéctico obliga a ción permanente” para reparar una su-
la opción: o lo uno o lo otro. En el conflicto dialéc- puesta desactualización de las personas y
tico, la libertad sensibilizada, conciente y respon- los grupos. La noción de actualización ha-
sable descubre que una afirmación da vida y la blaría, en estos casos, de un grupo que
otra produce muerte, que una es más fecunda que posee el saber actualizado como algo pro-
la otra. pio. Ese grupo está en posición de poder
11. Los que interesan a la formación son estos últimos por- dentro de la institución. Pero lo que busca
que llevan al incremento de la conciencia responsable. Es la institución no es la subjetividad de los
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grupos en su interior, sino la dominación de los mis- dos dialógicos, puede ser oportunidad para el
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mos y de las personas en función de su propia per- aprendizaje y para el crecimiento, mientras
petuación y de la del estado de cosas. exista apertura en las personas y grupos en
14. Los caminos inauténticos incluyen casi siempre la no- juego. La interiorización del fracaso como si-
ción de dogmatismo y de unilateralidad autoritaria de tuación definitiva puede llevar a la muerte.
la verdad. Una concepción así comprende la formación 18. Otro camino inauténtico es el de la resisten-
como sometimiento y como cierre progresivo. cia corporativa. Muchas veces, grupos o per-
15. Cercana a esta postura de recurso a la formación sonas que se sienten amenazados en juego
permanente como actualización está la de la fasci- interno de las instituciones organizan la for-
mación para la conservación de su situación.
nación por lo novedoso. Muchas veces las institu-
También este es un camino inauténtico de
ciones organizan su formación por la lógica del mer- solución de la conflictividad.
cado editorial, recurriendo continuamente a las úl- 19. Los modos de resolución de conflictos que
timas versiones de las distintas teorías. La desac- interesan a la formación desde nuestro hori-
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tualización se comprende como un problema, en lu- zonte lasallano no están destinados a la do-
gar de buscar soluciones para los problemas reales. minación sino a la posibilitación del creci-
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De esta forma la capacitación resultante se mueve miento de las subjetividades, del ejercicio de
sobre cuestiones ociosas que se demuestran infe- la libertad para la comunidad que es signo
cundas en la práctica educativa. del Reino en la animación de la misión co-
16. Otras veces, los dispositivos institucionales recurren al mún. La verdadera actualización es la de las
control de las personas por el recurso a la homogenei- posibilidades de la persona y los grupos en
su autotrascendencia.
zación de las prácticas y las teorías. La referencia de
este tipo de dispositivo de dominación no es la actuali-
dad supuesta de las teorías y las prácticas, sino el pa- Conflicto, diálogo
sado y la ortodoxia como supuesta fidelidad a alguna y autotrascendencia: formación
definición de la identidad institucional. En el juego de
lo instituido y lo instituyente, esta comprensión de la 20. Los modos de resolución de conflictos que
formación se cierra a la novedad y traiciona la fidelidad interesan a la formación tienen forma dialógi-
al origen que custodia lo instituido. ca en el espacio de juego abierto por la de-
17. Otras veces el dispositivo institucional –o la conciencia terminación de los horizontes comunes.
que lo ha interiorizado- recurre a la figura del fracaso 21. Tomar los conflictos como oportunidad de
para encerrar el conflicto en una situación sin salida. Lo autotrascendencia es hacernos concientes
que es aludido como fracaso es siempre una experien- de la necesidad de convivir permanente-
cia compleja y ambigua que puede ser resuelto de mo- mente en la tensión de lo instituido y lo ins-
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tituyente, de lo vivido y lo por vivir, de lo personal y plio, nos acercamos permanentemente por
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lo comunitario, de lo bueno y lo mejor. pasos verticales.
22. El horizonte propio y el común tienen movilidad. El futu- 24. El placer, el gozo del valor realizado conjun-
ro es siempre móvil. Porque el Futuro Absoluto es Dios tamente en las personas, en las comunida-
mismo que viene a nosotros como plenitud del mundo. El des y en sus actividades es el logro de los
futuro viene y lo esperamos como aquel lugar al que per- procesos formativos. En esta experiencia de
tenecemos sin saberlo: la verdad, la justicia, la belleza, la plenitud el futuro que viene a nosotros es al-
vida. Pero la movilidad del horizonte no tiene que servir go poseído aunque más no sea fragmentaria-
de coartada para la inmovilidad de las personas y de las mente, en cada autotrascendencia personal y
instituciones. Alcanzar el futuro es vivir en proceso, es ac- grupal, individual o institucional efectiva-
ción, apertura, autotrascendencia. mente realizada. Juego y conflicto, esperanza
23. Cada uno de nosotros y los distintos grupos a los que y fiesta son indisolubles. Por eso el acto cen-
pertenecemos nos movemos habitualmente dentro de tral de la formación es festivo.
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persona en la comunidad lasallana distrital, comunidad zonte mayor: el del valor conocido y amado
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de comunidades. Iniciación existencial es un desarrollo conjuntamente. Enamorarse de las mismas
interior de la afectividad, el pensamiento, la valoración personas, de los mismos valores y de las mis-
y la libertad de la persona hacia los sentimientos, las mas ideas nunca es una disolución de las
ideas, los valores y el proyecto educativo y evangeliza- identidades, porque el amor identifica al mis-
dor de esas comunidades. mo tiempo que unifica.
27. La inserción comunitaria es el estado dinámico de es- 30. Porque es iniciación, formación no es sim-
tar enamorado junto a otros de las mismas personas, plemente capacitación. La capacitación
de los mismos valores y de las mismas ideas. Este es- puede ser un momento en algunos proce-
tado de enamoramiento común tiene que ver con las sos formativos o no. Incluso, a veces, los
personas que juntas se van enamorando y con las po- eventos de capacitación pueden obstaculi-
sibilidades de esas mismas personas. zar la formación.
28. Enamorarnos es un desarrollo profundo de nuestra 31. Porque es existencial, formación no es algo
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poniendo determinadas personas en el centro que or- dad exterior por la que se pasa más o me-
ganiza nuestra vida. Estas personas son descubiertas nos mecánicamente. No consiste en algo
por nosotros como valores que requieren nuestra op- que se añade a la persona sino en una rein-
ción total en un proceso continuo. Así el enamora- terpretación, una nueva construcción, una
miento es un proceso de autotrascendencia. Nos ena- relectura desde la propia experiencia en un
moramos de nuestros compañeros, de nuestros alum- nuevo horizonte más abierto.
nos, de los pobres, de Jesucristo, del Evangelio, de 32. Porque es inserción en una comunidad,
sus valores, de sus intereses, de sus proyectos. Ena- formación no es nunca algo individual. La
morarnos es transformarnos en un dinamismo, en un persona en relación es el sujeto de la for-
estado dinámico de estar enamorados como principio mación. Nos formamos desde, en y hacia la
del que fluyen nuestros deseos y temores, nuestras comunión. Y porque esta comunión es ca-
tristezas y alegrías, nuestro discernimiento, nuestras tólica, no puede ser comprendida nunca
decisiones y nuestras realizaciones. Este estado diná- como sectaria, excluyente de otras perte-
mico es el mismo Espíritu que ha sido derramado en nencias eclesiales o civiles.
nuestros corazones (Romanos 5,5). 33. Porque es desarrollo interior, siempre es pro-
29. Como todo proceso de enamoramiento no está exento ceso, nunca un evento aislado, nunca es al-
de dificultades y contradicciones. Como todo enamora- go impuesto, algo exterior, sino siempre un
miento implica la propia conversión, el salto a un hori- acontecimiento de libertad.
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34. La formación, mirada desde el interior de las personas y los 39. Pedagogía es el modo en que se aprende y lo
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grupos, requiere tiempo. Es tarea de todas las edades. que aprender significa desde nuestra antro-
Cuando las personas y las comunidades no destinan tiem- pología cristiana.
po para interiorizar es muy posible que hayan pasado de la 40. El lugar del pobre es su situación, su causa,
seriedad personal y profesional a la rutina profesional y a su lucha, sus intereses: la vida, la dignidad,
una cierta abdicación de los propios sueños. En nuestros el trabajo, el placer. El lugar del pobre alude
contextos empobrecidos, lograr esos tiempos es a veces un tanto a situaciones de desigualdad como de
esfuerzo que requiere un fuerte apoyo institucionalizado. diferencia en distintos niveles: de edad, de
35. La formación requiere de la creación de equipos y género, sociocomunitarios, simbólicos, políti-
comunidades en las que la mediación de la inicia- cos y económicos.
ción existencial sea posible. Esto es, comprender 41. Discernimiento es el proceso por el que aten-
nuestras obras, equipos, grupos, comunidades, co- demos particularmente a una experiencia pa-
mo ambientes de modificabilidad en los que la ins- ra comprenderla, valorarla desde el evangelio
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titución diseña itinerarios y encuentra personas que como ocasión de conversión y decidir respon-
puedan mediar la autotrascendencia de las perso- sablemente por las posturas más consisten-
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con Dios, la fe que abre ese espacio, el celo que lleva da de la pobreza y de nuestra opción
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al amor y al honor de los pobres y sus intereses. “Que por el lugar del pobre como propio.
la fe los lleve a hacerlo con afecto y con celo, porque Nuestra atención a Dios presente co-
ellos son miembros de Jesucristo” (MD 96.3). mo compañero de tarea, como quien
44. Entendemos el espíritu de fe y celo en la línea que nos elige, consagra, congrega y envía,
La Salle inició como “una participación en el Espíri- se deriva de nuestra fe en él como Vi-
tu de Dios” (Carta 105) y como un proceso de for- da de nuestra vida, Alma del mundo,
mación (Cf. Prólogo del Capítulo 2 de las Reglas Co- Señor de la Historia, Futuro Absoluto.
munes de 1718): 44.4. Formar para la identidad responsa-
44.1. Formar nuestra atención a la experiencia co- ble, personal y comunitaria, en el
tidiana para formar juntos los “ojos de la “juntos y por asociación para el servi-
fe”, para poder mirar las cosas en Cristo, cio de los pobres”, a imagen de la Tri-
con la profundidad que la Palabra de Dios nidad, Misterio de comunión y parti-
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pobre es claramente el lugar del Dios de los 45. Estas son cuatro miradas sobre la forma-
pobres. El espíritu de fe nace de nuestra de- ción que es siempre un proceso unitario.
voción a la Biblia. Todo proceso formativo debe tenerlas en
44.2. Formar nuestra comprensión inteligente de la cuenta conjuntamente: fe y celo, contem-
experiencia desde la memoria de Jesucristo, el plación y comunidad, unidas en la relación.
pobre, Dios Encarnado, Muerto y Resucitado, La relación que siempre es única y que, al
para calibrar mejor el punto de mira de la ac- mismo, tiempo nos lleva a Dios, a los hom-
ción, para poder obrar celosa, entusiastamen- bres (los compañeros, los alumnos, los po-
te, y sin doble intención, para ser la compañía bres), al mundo, a las formulaciones cientí-
amorosa de los varones y mujeres en el Espíri- ficas con las que trabajamos en la escuela.
tu, sobre todo los niños y adolescentes, sobre Son estas las cuatro conversiones que tene-
todo los pobres. mos que mediar en los procesos de forma-
44.3. Formar nuestros criterios de valoración para atri- ción: la contemplación como un nuevo mo-
buir a Dios lo que viene de él. Esto nos llevará a do de prestar atención, la fe como un nue-
una comprensión contrastada de la vida, distin- vo modo de entender la vida, el celo como
guiendo las oportunidades de conversión, crean- un nuevo modo de valoración en las apre-
do una esperanza posible hacia el Padre. Tam- ciaciones, la comunidad como un nuevo
bién nos llevará a una comprensión más ajusta- modo de ser responsables.
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46. Por eso la formación lasallana, tiene siempre cuatro ta- sólo movidos por la fe, entrega del pro-
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reas a realizar conjuntamente en todos los itinerarios pio misterio personal a Dios.
formativos2 que se derivan de estas miradas a formar y 47. Resumiendo, se trata de una conversión
conversiones a mediar: del empleo al ministerio y de la organiza-
46.1. La comunitariedad de los educadores: se trata de ción a la comunidad. Pero está claro que
un paso de la dependencia a la pertenencia: nos los itinerarios en esta conversión pueden
asociamos para tener juntos y por asociación las ser muchos y variables.
escuelas al servicio de los pobres.
46.2. La profesionalidad de los educadores: se trata de Los itinerarios de la formación:
un paso del tecnicismo a la sabiduría: siendo mediaciones para autotrascender
mediadores del Espíritu de Jesús, Sabiduría es-
condida de Dios. 48. Comprendemos la iniciación existencial, que es
46.3. La vitalidad de los educadores: se trata de un pa- la formación, como un cruce de umbrales. Los
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46.4. La libertad de los educadores: se trata de un paso que pasamos de un horizonte a otro, de hori-
del espíritu escolar a la fe: el espíritu escolar es el zontes centrados sobre los intereses individua-
propio de quien en una conciencia dependiente ac- les a otros centrados sobre el otro, el alumno
túa por temor o por costumbre, por cumplir con la que menos sabe, puede o quiere, el excluido,
autoridad o por no perder su lugar. El espíritu de fe el Dios de Jesucristo. Son realizaciones vertica-
que para La Salle es el espíritu del cristianismo nos les de la libertad, por las que responsablemen-
impulsa a no vivir de un modo dependiente sino te pasamos a vivir de un modo nuevo.
49. Un umbral es un cambio de horizonte. Un
horizonte muestra el límite de los intereses
propios y los ajenos. Pasar a otro horizonte es
2. “Llamamos itinerario formativo a la práctica de autoapropiación de la biografía saltar a un ámbito más descentrado de inte-
personal, comunitaria y distrital interpretada, reconstruida desde determinados
umbrales y niveles de conciencia. En este sentido el itinerario formativo es un
reses. Es autotrascender, es convertirnos.
camino, un recorrido de búsqueda intencional, personal, que la comunidad lasa- 50. Estos umbrales no son localizables a nivel de
llana propone a cada uno de sus miembros. Un itinerario formativo no se reduce
a una sumatoria de cursos y actividades; se opone a la homogeneización y a la
una experiencia que se hace, como un curso.
inclusión en un todo cerrado y prearmado; no es un proceso solamente intelec- Pero son, en cierto modo, perceptibles en la
tual ni solamente afectivo. Un itinerario formativo tendrá que tener en cuenta experiencia que se vive. Son reconocibles a
condiciones, intencionalidades, destintatarios, etapas, procesos, metodologías y
contenidos en torno a: identidad/espiritualidad, pertenencia/comunidad, des- través del discernimiento de la comunidad
pempeño/misión” (Del borrador del equipo “Itinerarios formativos”). que vive en ese umbral.
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51. La formación es también constitución narrativa de samente cumplirse en cada existencia particu-
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identidades personales y comunitarias. La identidad la- lar de cada educador. Los distintos umbrales y
sallana ha sido narrativamente constituida desde la ex- niveles de conciencia no pueden servir como
periencia fundante de La Salle y de los primeros Her- únicos criterios para la evaluación de las perso-
manos. Esa identidad fue inicialmente masculina, céli- nas como si fueran una medida de su compro-
be y consagrada. El correr de la narración nos lleva a miso con la institución. Dentro de cada umbral
redefiniciones complementarias masculinas y femeni- hay cabida para un enorme desarrollo personal
nas, célibes y matrimoniales, consagradas y seglares. Y en compromiso fiel.
en esto hay una autotrascendencia institucional. 56. Tampoco deben ser concebidos desde una vi-
52. Los umbrales que vamos cruzando son experimentados sión de progreso ininterrumpido y sin límites
como profundizaciones de nuestra identidad, como en la vida humana. En la biografía de cada
trascendencia de horizontes. A ellos nos referimos co- uno y de cada comunidad hay muchas idas y
mo niveles de conciencia en el proceso de iniciación, venidas, avances y retrocesos.
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proceso de constante reiniciación. 57. Pasar de un umbral a otro es algo que cada uno
53. Hablar de niveles de conciencia significa reconocer hace llevado por el amor que experimenta. Las
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58.1.3. Nadie empieza este itinerario de ini- 58.2. Umbral de pertenencia / Nivel de con-
ciación desde cero. La biografía de ca- ciencia: participación
da uno lo ha traído hasta la obra lasa- 58.2.1.En algún momento, el educa-
llana. Tal vez el ingreso, aunque haya dor experimenta un descen-
ignorancia del proyecto, comience en tramiento mayor. De pronto
un nivel de conciencia que no sea el siente que de alguna mane-
de la mera tarea. ra ya no tiene el control com-
58.1.4. Como escribía La Salle en 1694 en su pleto de su vida. Los requeri-
Memoria de los comienzos, refiriéndose mientos de colaboración van
a acontecimientos de 1679: “Estas dos más allá de lo previsto. Per-
ocasiones, a saber, el encuentro con el tenece a algo más grande en
Sr. Nyel y la proposición que me hizo esa el que su vida encaja de un
señora (Catalina Leleu) me han hecho modo que lo excede y lo ple-
empezar a ocuparme de las escuelas pa- nifica; su vida de educador
ra niños. Antes no había pensado en ello adquiere un sentido más am-
en ningún momento. (...) Yo me había fi- plio. Se descubre como suje-
gurado que el interés que tomaba por las to de la Historia de la Salva-
escuelas y los maestros consistía sólo en ción que, con una necesidad
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enteramente azarosa, pasa por él, por quiere vida para todos, empe-
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su comunidad, por el mundo de esta zando por aquellos que están
escuela en cuyo proyecto participa. Sa- excluidos de los beneficios de
be que forma parte, toma parte y toma la educación. Y puede com-
partido. Y en ello encuentra felicidad. prometerse en esa misión.
58.2.2. “Y si hubiera sabido que el cuidado de pu- 58.3.2. El Distrito no tiene obras edu-
ra caridad que tomaba para con los maes- cativas y pastorales sola-
tros hubiera podido obligarme a convivir mente para enseñar y para
con ellos, lo hubiera abandonado (...) el animar socioculturalmente.
simple pensamiento de que hubiera teni- Lo que sostiene esta red edu-
do que vivir con ellos me hubiera resulta- cativa y evangelizadora, es la
do insoportable”. Así continúa el texto de intención de constituir la
La Salle anteriormente citado. Los umbra- Iglesia, Pueblo de Dios entre-
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nombres del compromiso que nos defi- den caminar hacia formas
ne, tanto a Hermanos como a Seglares, más comunitarias.
son asociación, estabilidad y obediencia. 58.4.2. Llamamos comunidades lasa-
Este es el nudo de la comunidad lasalla- llanas a los grupos estables
na: juntos y por asociación al servicio de cuyas relaciones interpersona-
la educación de los pobres. Una misión les tienen una densidad im-
que supera el entusiasmo individual. portante como para conferir
Una misión que necesita de la asocia- una identidad particular a sus
ción. Un proyecto que merece la estabi- miembros. Estas relaciones
lidad de la asociación más allá de la du- están fundadas en la fidelidad
ración de los compromisos individuales. cristiana al proyecto comuni-
Un proyecto que requiere la entrega de la tario. Dichas comunidades la-
propia libertad para el logro de la misión, sallanas están centradas en la
la resignación de los proyectos individua- misión que animan junto a
les aislados en obediencia al discerni- otras comunidades.
miento común. 58.4.3. Las comunidades son el re-
58.3.5. Quien vive en este umbral se piensa como el sultado de un largo proceso
que se queda aunque pierda. “Yo me que- que debe ser acompañado
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do la Asociación como, por ejemplo, el vicio, cada grupo, cada equipo y cada comuni-
conjunto de cartas al H. Matías (Car- dad debe pensar en la formación de sus miem-
tas 42 a 51); lo mismo que su actitud bros solidariamente con las demás, en un teji-
para con Nicolás Vuyart, quien había do interdependiente de comunidades, grupos,
abandonado la Asociación en 1704 servicios, equipos, agentes, regiones y obras
para intentar salvar un proyecto local que llamamos Distrito.
de formación de maestros. Aunque es- 61. El camino de umbral en umbral, de concien-
to le causó un gran dolor (expresado cia en conciencia, no se logra con una se-
en la Carta 17 a Gabriel Drolin), cuan- cuencia de cursos bien montados sobre espi-
do el proyecto igualmente fracasó y ritualidad, aunque estos sean necesarios. Es
Nicolás quiso regresar, La Salle era un camino de descubrimiento en el seno de
proclive a readmitirlo, cosa que los la propia experiencia de vida docente, profe-
Hermanos no permitieron. sional, un camino de conversión continua, un
camino penitencial, un camino vivido en co-
Umbrales, niveles de conciencia y comunidades munidad, un camino de autoapropiación. Es
un camino difícil, tensionante, en el que con-
viven los reclamos de lo cotidiano y de la
59. Cada persona pasa de umbral en umbral movida por
multiplicidad de pertenencias.
Dios. Cada persona pasa de umbral en umbral por pro-
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nitario que se hace acompañamiento, mediación de la au-
toapropiación para la autotrascendencia de las personas
y los grupos. Este acompañamiento es el servicio que las
comunidades encomiendan a algunos de sus miembros
que han podido construir una memoria suficientemente
crítica de su propio camino de autoapropiación, que han
podido constituirse en narradores responsables de la iden-
tidad comunitaria, que han podido desarrollar competen-
cias mediacionales probadas.
63. En este camino de interiorización de la experiencia, los
educadores podrán pasar del empleo al ministerio y de
la organización a la comunidad. Y cada pasaje de um-
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64. La comunidad es fuente, lugar y meta de la formación
porque fuera de la relación de pertenencia nos hallamos
solos, en un soliloquio estéril que nos llena de preguntas
vacías o nos reduce a coleccionistas de respuestas inúti-
les. Las preguntas verdaderas nacen en el seno de la re-
lación de la comunidad. Es allí que tiene lugar el diálogo
de la vida y sus necesidades con los saberes cultivados
por las ciencias y traspuestos con esfuerzo por los edu-
cadores para sus alumnos. Es allí donde la experiencia
de cada uno se hace pregunta y respuesta para la de los
demás. Es allí donde cada uno es oferta de sentido y pro-
mesa de encuentro para los compañeros.
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