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CRISIS DE VIOLENCIA EN EL PERU

1980 – 2000

La Violencia Política, es aquella que implica ataques con potencialidad y capacidad destructora,
llevados a cabo por grupos u organizaciones al interior de una comunidad política, que tiene como
adversarios al régimen, sus autoridades y sus instituciones políticas, económicas o sociales, y cuyo
discurso legitimador pretende estar articulado a demandas sociales, políticas y económicas". De
manera que actos cometidos bajo la categoría de la Violencia Política son generalmente en contra
de la estabilidad del Estado, del régimen político y sus instituciones, y se tipifican en las normas como
rebelión, sedición o asonada.

TIPOS DE VIOLENCIA POLITICA


Paralelamente; a la Violencia Política, se
reconocen otros dos tipos de violencia
relacionada con la búsqueda del poder:
1) LA VIOLENCIA ECONÓMICA, son
motivados por el deseo, consciente o
inconsciente, de obtener ganancias
económicas o lograr retener el poder
económico.
2) LA VIOLENCIA SOCIAL, son motivados por
el deseo, consciente o inconsciente, de
avanzar socialmente o conquistar o
retener el poder social.

CAUSAS DE LA VIOLENCIA POLITICA.


Las Causas de la Violencia Política, surgen de la evolución del fenómeno sangriento del TERRORISMO
EN EL PERÚ, a partir de 1980, cuya máxima representatividad se encuentra en:
- Un grupo denominado Sendero Luminoso
- El MRTA (Movimiento Revolucionario Túpac Amaru)

CONCEPTO DE TERRORISMO
El terrorismo, uso sistemático del terror, para coaccionar a sociedades o gobiernos, utilizado por una
amplia gama de organizaciones políticas, en la promoción de sus objetivos, tanto por partidos
políticos nacionalistas y no nacionalistas, de derecha como de izquierda, así como también por
grupos religiosos, racistas, colonialistas, independentistas, revolucionarios, conservadores,
ecologistas y gobiernos en el poder.

CAUSAS DEL TERRORISMO.


a) La brecha socio- económica entre ricos y pobres, mientras más grande es la diferencia, donde
más posibilidades de crecer tiene el terrorismo.
b) La falta de educación en valores, que debe tener toda sociedad.
c) El narcotráfico constituye el aliado estratégico de los Terroristas, porque ellos retroalimentan
sus objetivos al cubrirle

Sus necesidades logísticas.


Como tenemos al Sendero Luminoso y el MRTA, fueron causantes de la muerte de 26,829 personas
inocentes, de pérdidas económicas, que superan los 26 millones de dólares; en una manera arbitraria
e ilusoria carrera de tomar el poder por la violencia, valiéndose de todos los medios a su alcance y
de todas las formas de lucha que iban en contra de la leyes peruanas y mundiales.
La Guerra Civil, peruana duró 14 años, desde 1980 hasta aproximadamente 1994; aunque en 1992,
después de la captura del principal cabecilla senderista Abimael Guzmán, las acciones comenzaron a
decrecer. Pero se considera que duró hasta 1994 porque en ese año las cosas empezaron a volver a
la normalidad y se generó un crecimiento económico sin precedentes gracias principalmente a la
mengua de las acciones terroristas.

PERDIDAS ECONOMICAS Y DE VIDAS HUMANAS:

ACCIONES CRIMINALES
Sendero Luminoso 34,650
MRTA 3,917
Otros 415
TOTAL 38,982

PERDIDAS DE VIDAS HUMANAS


Fuerzas del orden 2,080
Civiles 10,465
Terroristas muertos 8,981
Desaparecidos 2,876
% no registrado 2,451
TOTAL 26,853

Si bien es cierto no existe fórmula matemática que pueda indicarnos el costo real de una vida
humana, también no es menos cierto, que en la búsqueda de la verdad algunas instituciones
dedicadas al estudio de la violencia y el terrorismo, luego de una minuciosa indagatoria se logró
aproximar el costo económico del terrorismo para el Perú, y fue del orden de los 26 mil millones de
dólares americanos.

El total de pérdidas de vidas humanas, contando entre los policías, militares y civiles,
mayoritariamente campesinos, que defendieron la nación peruana suman un total de veintiséis mil
ochocientos cincuenta y tres víctimas (26,853), donde están incluidos los terroristas muertos en el
fragor de la defensa del país. No podemos dejar de recordar que dos tercios del territorio peruano
había sido “declarado zonas liberadas” por estos terroristas especialmente de Sendero Luminoso.

PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ - SENDERO LUMINOSO (PCP-SL)


Durante más de diez años el Perú estuvo sujeto a dos grupos
terroristas, que causando terror, desolación y muerte; la vida de los
ciudadanos no tenían ningún valor.

La muerte acechaba en el interior de sus casas, en la calle o en el


campo. El campo y la ciudad se convirtieron en campos de batalla
para este grupo terrorista: "Sendero Luminoso" arrasó con vidas
humanas, la economía nacional, la cultura, la libertad, los valores
culturales y éticos. La concepción del equilibrio estratégico para la
fanatizada idea terrorista estaba en su punto medio. Ellos
consideraron tener capacidad y condiciones para desarrollar las
primeras acciones de una " Guerra Irregular", internándose en la
misma médula de la sociedad.

ORÍGENES DE SENDERO LUMINOSO (SL)


El grupo comunista Sendero Luminoso fue fundado a finales de la
década de 1960 por el entonces profesor de filosofía Abimael
Guzmán (referido por sus seguidores con el pseudónimo de Presidente Gonzalo), cuyas enseñanzas
crearon los fundamentos para la doctrina maoísta de sus militantes. Fue una organización que se
separó del Partido Comunista del Perú - Bandera Roja, que a su vez se separó del original Partido
Comunista Peruano y que es la una derivación del Partido Socialista del Perú fundado por José Carlos
Mariátegui en 1928.

A inicios de 1980, Sendero Luminoso tuvo una serie de encuentros clandestinos en Ayacucho, estos
encuentros fueron conocidos como el Segundo Plenario del Comité Central. Se formó un "Directorio
Revolucionario" que tenía naturaleza política y militar, y se ordenó a las milicias a trasladarse a áreas
estratégicas en las provincias para iniciar la "lucha armada". El grupo también tuvo su "Primera
Escuela Militar" donde los militantes fueron instruidos en tácticas militares y uso de armas. También
se llevó a cabo la "crítica y autocrítica", una práctica leninista cuya finalidad es evitar repetir errores
y purgar malos hábitos de trabajo. Durante la Primera Escuela Militar, los miembros del Comité
Central cayeron bajo una gran crítica. Guzmán se libró de aquella crítica y en base a ello emergió en
la Primera Escuela Militar como el líder visible e incursionado de Sendero Luminoso

OBJETIVOS DE SENDERO LUMINOSO:


a) Lograr que la parte de la población no solo este
de acuerdo con la victoria de las fuerzas armadas
populares contra las fuerzas armadas
reaccionarias sino que al mismo tiempo
participen en la revolución.
b) La convicción ideológica para que esa población
identificada plenamente con la revolución tenga,
sin embargo la fuerza moral para seguir adelante
frente a los peligros, adversidades y
derramamiento de sangre que se produce
durante el desarrollo de la guerra
revolucionaria.
c) La existencia de una organización revolucionaria que sea el núcleo dirigente tanto del frente
único como las fuerzas armadas populares.
d) La existencia del frente único que agrupe a todas las fuerzas revolucionarias y no solo a los
partidos
e) El ejército popular revolucionario
f) Su rigurosidad con relación al cumplimiento con todos sus planes es grande lo que en el aspecto
militar lo lleva a cumplir sus objetivos sin medir el costo o sacrificio que ello implique.

INICIO DE LA GUERRA
Perú llamó a elecciones por primera vez en doce años en
1980. Sendero Luminoso era uno de los pocos grupos
izquierdistas que no tomaron parte, y, en vez de ello,
optaron por iniciar una lucha armada en las provincias
norteñas del departamento de Ayacucho. El 17 de mayo de
1980, en la víspera de las elecciones presidenciales, Sendero
Luminoso quemó las ánforas y las cédulas de votación en el
pueblo ayacuchano de Chuschi. Este fue el primer acto de
guerra llevado a cabo por Sendero Luminoso. Sin embargo,
los autores del hecho fueron capturados rápidamente. Nuevo material electoral fue llevado a
Chuschi, las elecciones se llevaron a cabo sin mayores incidentes y éste recibió muy poca atención
en la prensa peruana
A través de los años de la década de 1980, Sendero Luminoso creció tanto en el territorio que
controlaba como en el número de militantes que formaban parte de la organización, principalmente
en la sierra central. Tuvo algún apoyo por parte de los campesinos que obtuvo mediante la tortura y
el asesinato de figuras de gran desaprobación en el campo, por ejemplo, frecuentemente mataban
ladrones de ganado, cuyo crimen era considerado especialmente injurioso en las zonas pobres del
Perú.

La presencia de Sendero Luminoso se vio


acrecentada como consecuencia de la tibia
respuesta inicial del gobierno peruano contra la
insurgencia. Durante bastante tiempo, el gobierno
simplemente ignoró a Sendero Luminoso, creyendo
que se trataba de un movimiento relativamente
inocuo e incluso benigno (en los inicios, las
autoridades municipales ayacuchanas saludaron las
acciones reivindicatorias de Sendero) o de simples
"lunáticos".
Fachada de Frecuencia Latina Canal 2 luego del
atentado con coche bomba.

El efecto mediático de la lucha armada era aún minúsculo en el resto del Perú. Sin embargo, el
incidente de Uchuraccay causó el efecto de que todo el país tomara conciencia de la situación que
se vivía en los departamentos de Ayacucho, Apurímac y Huancavelica. En dicha localidad, los
comuneros asesinaron a seis periodistas que venían de Lima. Presuntamente, ante un mal dato dado
por los militares, los comuneros confundieron a los periodistas con senderista y los lincharon y
enterraron en fosas anónimas. El descubrimiento de este hecho dio paso a una comisión
investigadora encabezada por el escritor Mario Vargas Llosa. En Lima esta investigación dio lugar a
un enfrentamiento entre fuerzas políticas de izquierda (muchas de las cuales veían con simpatía las
actuaciones de Sendero Luminoso) y el gobierno populista de Belaúnde Terry.

A partir de 1983 (el año de mayor número de víctimas) y en los siguientes años, los ataques de
Sendero Luminoso no se limitaron al campo. Se perpetraron ataques contra infraestructuras en las
ciudades de Huancayo, Huancavelica, Cerro de Pasco, Huánuco, Andahuaylas, Abancay, Ayacucho y
Lima. Así empezaron los ataques a las líneas de alta tensión que causaron apagones dejando a
ciudades enteras sin suministro. Las estrategias de Sendero Luminoso incluían además la colocación
de coches-bomba frente a objetivos estratégicos, como fueron en 1985 el Palacio de Gobierno y el
Palacio de Justicia. Asimismo, en diversas ciudades del interior del país, llevó a cabo paros armados
durante los cuales los senderistas tomaban el control de la ciudad y se suspendían todas las
actividades productivas.

Durante este periodo, Sendero Luminoso también llevó a cabo atentados contra personas
específicas, ya fueran dirigentes sindicales o dirigentes de partidos de izquierda o autoridades
estatales. El 24 de abril de 1985, en vísperas de las elecciones presidenciales de ese año, Sendero
Luminoso atacó al Presidente del Jurado Nacional de Elecciones del Perú, Domingo García Rada.
También asesinó a sacerdotes católicos y pastores protestantes por considerar que su prédica era
contraria a la doctrina del partido.

En la ciudad de Lima, Sendero inició su penetración a través de los llamados pueblos jóvenes, como
Huaycán (ubicado en el actual distrito de Ate) y Villa El Salvador. En este último asesinó en 1992 a
María Elena Moyano, una dirigente de programas sociales conocida por su labor social y anti
senderista.
Para inicios de 1991, Sendero Luminoso presentaba mucha influencia en grandes zonas del país,
principalmente en la zona central, aunque no se puede afirmar que ejercía total control sobre dicha
zona. Mientras tanto sus militantes practicaban el culto a la personalidad respecto a Guzmán. Para
entonces la ideología de sendero dejó de ser el maoísmo y empezó a referírsele como Marxismo-
Maoísmo-Leninismo-Pensamiento Gonzalo".

ESTRAGOS DE LA VIOLENCIA
Política del Gobierno
En 1991, el Presidente Alberto Fujimori promulgó el Decreto
Legislativo Nº 741 que dio a las Rondas Campesinas un estatus legal y
las llamó Comités de Autodefensa. Se les entregaron armas y
entrenamiento militar por parte del Ejército del Perú. Según los datos
del gobierno, existieron 7226 comités de auto defensa de los que
aproximadamente 4000 se ubicaban en la zona centro del país,
principal zona de influencia de Sendero Luminoso.
Atentado en Tarata - Miraflores

Durante el gobierno de Fernando Belaúnde Terry, los esfuerzos


estatales fueron poco efectivos debido a que las fuerzas armadas peruanas no tenían idea del
enemigo que estaban enfrentando, lo que llevó a que cometieran terribles excesos y ataques a
población campesina inocente, efectuando severas violaciones a los derechos humanos como
ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas. Posteriormente, durante el gobierno de Alan
García Pérez, el ejército dejó de cometer abusos a la población campesina e intentó aplicar rígidas
medidas de control en las áreas de influencia de Sendero Luminoso y los primeros intentos de
inteligencia militar.

Fue el gobierno de Alberto Fujimori el que obtuvo mejores resultados mediante la efectiva utilización
de la inteligencia contrasubversiva. Sin embargo, la violación de derechos humanos por parte de
miembros del Servicio de Inteligencia Nacional y por parte de un grupo paramilitar que, a pesar de
que el gobierno siempre negó su existencia, se presume que incluso contó con el apoyo del mismo.
Dicho grupo, llamado Grupo Colina cometió varios excesos en su lucha contrasubversiva como la
masacre de La Cantuta y la masacre de Barrios Altos.

La Comisión de la Verdad y Reconciliación establecida en el 2000, durante el gobierno de transición


de Valentín Paniagua y ratificada por su sucesor Alejandro Toledo, en el 2001, señaló que el número
de víctimas de la guerra antisubversiva fue de aproximadamente 69.280 muertos de los que sólo
22.507 están identificados. Eso deja un lamentable saldo de 46.773 peruanos desaparecidos.[19] De
ellos, se estima que Sendero Luminoso fue responsable de la muerte de 31.331 personas.

MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO TUPAC AMARU (MRTA)


En 1982, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru
(MRTA) empezó su propia guerra de guerrillas contra el
Estado peruano. El grupo se había formado por remanentes
del Movimiento de Izquierda Revolucionaria en el Perú y se
identificaba con los movimientos guerrilleros castristas en
América Latina. El MRTA usaba técnicas que eran más
tradicionales entre las organizaciones de izquierda de
América Latina que aquellas de Sendero Luminoso. Por
ejemplo, el MRTA usaba uniformes, reivindicaban la lucha
por una verdadera democracia y se quejaban de abusos
contra los derechos humanos por parte del Estado, mientras que Sendero Luminoso no usaba
uniformes, aborrecía la democracia y rechazaba la idea de los derechos humanos.

Durante el conflicto interno, el MRTA y Sendero Luminoso entablaron combate entre ellos. El MRTA
representó una parte menor en el conflicto interno global, siendo declarado por la Comisión de la
Verdad y de la Reconciliación como responsable del 1,5% de las muertes acumuladas a lo largo de
toda la guerra. En su mayor apogeo, se cree que el MRTA se compuso de solo unos pocos cientos de
miembros.

En 1996 el MRTA dio un manotazo de ahogado con la toma de la residencia del embajador japonés
en Lima, pero una brillante acción de las Fuerzas Especiales de nuestro país recuperó a los rehenes
con la lamentable muerte de tres personas.

COSTO SOCIAL
Según un informe de la Asociación pro Derechos Humanos y del Centro de Asesoría Legal, por efectos
directos de los grupos terroristas SL y el MRTA, perdieron la vida 26,829 personas, se registraron más
de 4,000 niños muertos o lisiados, 55,000 huérfanos y 238 desaparecidos a nivel nacional. Además
los subversivos son responsables de haber dejado a más de 131,700 menores en estado de orfandad.

El asesinato de autoridades civiles y políticas representativas del presidente de la República, a manos


de los terroristas cobró 593 víctimas entre ellos 4 prefectos, 11 sub prefectos, 86 gobernadores, 167
tenientes gobernadores, 13 fiscales, 70 jueces de paz, 164 alcaldes, 25 tenientes alcaldes, 30 agentes
municipales y 23 regidores. En Ayacucho se registró la mayor cantidad de muertos con 128 víctimas,
seguido de Junín con 83, Puno con 63 y Lima con 63.

Entre otras autoridades asesinadas figuran 156 muertos entre ellos 6 diputados, 12 dirigentes
laborales, 9 dirigentes políticos, 18 dirigentes vecinales, 41 dirigentes comunales, 22 dirigentes de
los asentamientos humanos, 5 dirigentes del programa Vaso de Leche, 21 dirigentes de rondas
urbanas y campesinas y 22 candidatos. Lima fue la más afectada con 58 casos, seguida por Junín con
21 y Puno con 13.
El terrorismo cobró un total de 300 profesionales asesinados entre ellos 21 religiosos, 7 abogados,
17 administradores, 2 catedráticos, 5 contadores, 11 enfermeros, 92 ingenieros, 5 médicos, 127
profesores y 13 periodistas. El departamento de Ayacucho fue el más afectado con 96 casos, seguido
por Junín con 40, Lima con 39, Huancavelica con 26 y Ancash con 24.

La mayor escalada subversiva en relación al costo social se dio durante los años 1983 y 1984, años
previos a las elecciones presidenciales, siguiéndole el año 1989, coincidentemente también un año
anterior a las elecciones presidenciales; lo que indica la clara vocación de los grupos subversivos de
frustrar las elecciones democráticas del país con su slogan y consigna "Elecciones No, Guerra Sí".

COSTO ECONÓMICO
Para la consecución de sus fines, tanto SL como el MRTA tratan de quebrar la infraestructura
económica del país como parte del propiciado colapso a nivel nacional e internacional; aquí
recordemos que entra a jugar papel importante para los senderistas, la eliminación selectiva como
el caso de los técnicos agro-industriales japoneses en Huaral (1991), provocando el regreso
inmediato de más de 200 de ellos a su país o la emigración a otros países más seguros, abandonando
proyectos de vital importancia para el desarrollo del país, provocando de esta manera el
desconcierto y potencialización de las contradicciones en la población marginal, a fin de conducir a
ésta , a una reacción violentista, con miras a crear las condiciones para una insurrección generalizada,
mientras continúa la desestabilización del poder político, afectando seriamente la estructura
económica del país y las posibilidades de una reinserción franca en el sistema financiero
internacional.

Otra de las consecuencias del terrorismo, fue la emigración interna, la huída para salvar la vida,
dejando tras de sí familiares, tierras y pertenencias. Según el Centro de Promoción y Desarrollo
Poblacional (CEPRODEP), se calcula entre 600,000 y un millón de personas, los que abandonaron las
zonas andinas para refugiarse en las ciudades del departamento al que pertenecen o en otras, como
es el caso de Lima, a donde se calcula que habrían llegado entre 200,000 a 300,000 pobladores
andinos.

LAS DIMENSIONES DEL CONFLICTO


 La CVR ha constatado que el conflicto armado interno que vivió el Perú entre 1980 y 2000
constituyó el episodio de violencia más intenso, más extenso y más prolongado de toda la
historia de la República. Asimismo, que fue un conflicto que reveló brechas y desencuentros
profundos y dolorosos en la sociedad peruana.

 La CVR estima que la cifra más probable de víctimas fatales de la violencia es de 69,280
personas.1 Estas cifras superan el número de pérdidas humanas sufridas por el Perú en todas las
guerras externas y guerras civiles ocurridas en sus 182 años de vida independiente.
 La CVR afirma que el conflicto abarcó una proporción mayor del territorio nacional que cualquier
otro conflicto,2 provocó enormes pérdidas económicas expresadas en destrucción de
infraestructura y deterioro de la capacidad productiva de la población y llegó a involucrar al
conjunto de la sociedad.
 La CVR ha constatado que existió una notoria relación entre situación de pobreza y exclusión
social, y probabilidad de ser víctima de la violencia. En el departamento andino de Ayacucho se
concentra más del 40 por ciento de muertos y desaparecidos reportados a la CVR. Al sumar a
ello las víctimas consignadas por la CVR en los departamentos de Junín, Huánuco, Huancavelica,
Apurímac y San Martín se llega al 85 por ciento de las víctimas registradas por la CVR.
 La CVR ha constatado que la población campesina fue la principal
víctima de la violencia. De la totalidad de víctimas reportadas, el
79 por ciento vivía en zonas rurales y el 56 por ciento se ocupaba
en actividades agropecuarias. Estas cifras contrastan con las del
censo de 1993 según el cual el 29 por ciento de personas vivían
en zonas rurales y el 28 por ciento de la PEA nacional estaba
ocupada en el sector agropecuario.
 6. La CVR ha podido apreciar que, conjuntamente con las
brechas socioeconómicas, el proceso de violencia puso de
manifiesto la gravedad de las desigualdades de índole étnico-
cultural que aún prevalecen en el país. Del análisis de los
testimonios recibidos resulta que el 75 por ciento de las víctimas
fatales del conflicto armado interno tenían el quechua u otras
lenguas nativas como idioma materno. Este dato contrasta de
manera elocuente con el hecho de que la población que
comparte esa característica constituye solamente el 16 por ciento de la población peruana de
acuerdo con el censo nacional de 1993.
 La CVR ha comprobado que, en términos relativos, los muertos y desaparecidos tenían grados
de instrucción muy inferiores al promedio nacional. Mientras el censo nacional de 1993 indica
que solamente el 40 por ciento de la población nacional tiene un nivel educativo inferior a la
educación secundaria, la CVR ha encontrado que el 68 por ciento de las víctimas se encontraba
por debajo de ese nivel.
 La CVR concluye que la violencia impactó desigualmente en distintos ámbitos geográficos y en
diferentes estratos sociales del país. Si la tasa de víctimas reportadas a la CVR respecto de la
población de Ayacucho hubiera sido similar en todo el país, la violencia hubiera ocasionado 1
millón 200 mil muertos y desaparecidos. De esa cantidad, 340 mil hubieran ocurrido en la ciudad
de Lima.
 La CVR ha constatado que la tragedia que sufrieron las poblaciones del Perú rural, andino y
selvático, quechua y asháninka, campesino, pobre y poco educado, no fue sentida ni asumida
como propia por el resto del país; ello delata, a juicio de la CVR, el vela-do racismo y las actitudes
de desprecio subsistentes en la sociedad peruana a casi dos siglos de nacida la República.
 La CVR ha hallado que el conflicto puso de manifiesto graves limitaciones del Estado en su
capacidad de garantizar el orden público y la seguridad, así como los derechos fundamentales
de sus ciudadanos dentro de un marco de actuación democrático.
 La CVR, asimismo, ha encontrado una precaria vigencia del orden constitucional y el Estado de
Derecho, los que en esos tiempos de crisis fueron vulnerados

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