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Terapia cognitiva de los trastornos de personalidad:


Un abordaje focalizado en los esquemas
Jeffrey. E. Young 1

Introducción

Los trastornos de personalidad son probablemente uno de los problemas clínicos más
resistentes a la terapia, por lo que uno de los desafíos a los que se ve enfrentada la terapia
cognitiva actual es el desarrollo de tratamientos y estrategias efectivas para el tratamiento de los
pacientes con estos trastornos.
Desde hace escaso tiempo los terapeutas cognitivos y cognitivos-conductuales
(Freeman, Fleming, Young, Beck etc.) empezaron a concebir y plantear un enfoque de
tratamiento cognitivo-conductual para este tipo específico de patologías.
En el presente trabajo se analiza específicamente el trabajo de Jeffrey Young. Este autor
ha desarrollado (1994) un tipo de terapia que recibe el nombre de “Terapia cognitiva centrada
en los esquemas” (TCE) como estrategia de tratamiento para los trastornos de personalidad en
general. Es una adaptación de la terapia cognitiva de Beck y sus técnicas han sido utilizadas
también en la prevención de recaídas en el tratamiento de la depresión, los trastornos de
ansiedad, el abuso de sustancias y en el tratamiento del abuso físico y psicológico así como
trastornos de la alimentación y dolor crónico.
El modelo de Young es pionero en la integración del abordaje cognitivo-conductual con
abordajes gestálticos y psicoanalíticos. Va mas allá de la terapia cognitivo-comportamental
convencional, dándole mayor énfasis a la relación terapéutica, a la experiencia afectiva y a la
discusión de las experiencias más tempranas.
En la primera parte de este trabajo se describen las 7 características que J. Young
considera que deben tener los pacientes para ser susceptibles de ser tratados con éxito en la
terapia cognitiva breve (TCB). Cuando este autor habla de terapia cognitiva breve se refiere a
tratamientos cuya duración es de 16 a 20 sesiones originalmente desarrollados por Beck y sus
colegas en 1979 para la depresión. En esta parte del trabajo se discute cómo y por qué J. Young
considera que los pacientes con trastornos de personalidad no cumplen o violan algunas de las 7
características básicas de la terapia cognitiva breve.

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Young, Jeffrey E. Cognitive Therapy for Personality Disorders: A schema – Focused Approach. Third
Edition. Professional Resource Press, USA. Traducido por Soledad Cordero.
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Asunciones básicas en la terapia cognitiva breve

Según Young la terapia cognitiva breve (TCB) asume que los pacientes presentaran las 7
características que se describen a continuación:

1. Que los pacientes tendrán, luego de un entrenamiento breve, acceso a sus sentimientos. Se
asume que con un corto entrenamiento se puede enseñar a los pacientes a reportar cuando se
sienten ansiosos, angustiados, culpables u sienten cualquier otra emoción. Sin embargo,
según Young en una variedad de pacientes con trastornos de larga data, esa habilidad no
aparece. Muchos pacientes están bloqueados y son incapaces de expresar y describir lo que
sienten, para esos pacientes es que Young considera que se ha de modificar el esquema de la
TCB.

2. Que el paciente tendrá acceso a sus pensamientos e imágenes tras un breve entrenamiento.
Muchos pacientes con trastornos de personalidad no pueden reportar a los terapeutas cuáles
son sus pensamientos automáticos y dicen no tener imágenes. Para esos pacientes Young ha
desarrollado nuevas estrategias que no están disponibles en la TCB.

3. Se presume que los pacientes tendrán problemas fácilmente identificables en los que
focalizar la terapia. Algunos pacientes difíciles tienen problemas vagos o difíciles de
definir, prevaleciendo un malestar general y una incapacidad para identificar los
desencadenantes específicos del mismo. En estos casos también hay que modificar la TCB
para poder trabajar.

4. La TCB asume que los pacientes tendrán la suficiente motivación para realizar las tareas
que se les prescriben y para aprender estrategias de autocontrol. Sin embargo muchos de
ellos no están capacitados para realizar las tareas que se les asignan y muestran una gran
resistencia a la hora de aprender estrategias de autocontrol. Estos pacientes muchas veces
parecen estar más motivados para obtener apoyo de parte del terapeuta que para aprender
estrategias para autoayudarse.

5. Se asume que el paciente podrá establecer una relación de colaboración con el terapeuta
en unas pocas sesiones; sin embargo para muchos pacientes esto es casi imposible,
volviéndose en cambio la relación con el terapeuta muy problemática.
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6. Que las dificultades en la relación terapéutica no son un problema mayor en el que


focalizarse. Sin embargo, en muchos pacientes con trastornos de personalidad, si se asume
esto es probable que se deje sin afrontar el problema real. En la mayoría de los pacientes
con trastornos de personalidad uno de los problemas más importantes es a nivel
interpersonal y una de las mejores áreas para observarlos y tratarlos es, según Young, en la
relación terapéutica. Con estos pacientes, la lucha contra los problemas en la relación
terapéutica es uno de los focos más importantes de la terapia y según Young la TCB tiene
poco que decir de cómo enfrentar estos problemas.

7. Que todos los patrones cognitivos y conductuales pueden cambiar a través de un análisis
empírico, con una discusión lógica, con práctica y pasos graduales. Con muchos pacientes
de este tipo, las cogniciones y autodefensas son patrones extremadamente resistentes a la
modificación a través de la TCB. Estos pacientes van a repetir continuamente que ellos
entienden intelectualmente lo que su terapeuta le plantea, pero que sus emociones,
conductas y creencias siguen sin cambiar, incluso después de meses de trabajo cognitivo.
Estos pacientes muestran una gran desesperanza al respecto e informan que esas creencias
han sido una parte fundamental de si mismos hasta ese momento.
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Trastornos de personalidad y terapia cognitiva

Rigidez: La terapia cognitiva breve asume que los pacientes tendrán cierta cuota de flexibilidad
y esa asunción no aparece como cierta en gran parte de los trastornos de personalidad.
Típicamente los terapeutas cognitivos utilizan una variedad de estrategias para ayudar a sus
pacientes a ver lo inadecuado o desadaptativo de sus esquemas. El terapeuta asume que el
paciente podrá modificar sus patrones cognitivos y conductuales si tiene suficiente practica y
ensaya lo suficiente. Sin embargo, de acuerdo con el DSM-IV uno de los sellos que caracterizan
a los trastornos de personalidad es la presencia de patrones persistentes e inflexibles. T. Millon
(1981) refuerza este punto de vista especificando que dos de los criterios importantes para
realizar un diagnóstico de trastorno de personalidad es la inflexibilidad y la presencia de
círculos viciosos, y dice al respecto que son “estrategias que la persona usa para relacionarse
con los otros, para alcanzar sus metas y para luchar contra el estrés que no son suficientes en
número apareciendo más bien como rígidas”.

Evitación: según Young la TCB asume que los pacientes tienen cierto acceso a lo que piensan o
sienten, pero sin embargo, en muchos casos de trastornos de personalidad, los sentimientos y
pensamientos frecuentemente son evitados o bloqueados debido a su carácter doloroso. Esta
evitación cognitiva y afectiva puede ser explicada, de acuerdo al autor en cuestión, como
resultado de conductas aversivas: la ansiedad y la depresión se asocian con algunos recuerdos y
emociones que el paciente quiere evitar. Esto se transforma en una estrategia crónica que no
puede ser tratada a través de la TCB. Es entonces muy importante desarrollar estrategias para
luchar contra esta evitación.

Dificultades interpersonales: el tercer sello que tienen los trastornos de personalidad es su


patrón disfuncional de relacionarse. En los hechos en la mayoría de las definiciones que se dan
en el DSM-IV acerca de los diferentes tipos de trastornos de personalidad se subrayan las
dificultades de relacionamiento.

En resumen estas tres características (rigidez, evitación y dificultades interpersonales) hacen


difíciles la aplicación de la TCB. La teoría de Young pretende tener en cuenta estos tres
aspectos.
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TEORÍA DE LOS ESQUEMAS DE YOUNG

Para lograr una conceptualización más amplia y completa y un tratamiento más eficaz de los
trastornos de personalidad Young plantea agregarle cuatro conceptos básicos a los propuestos
tradicionalmente por Beck y sus colegas. Uno de ellos se refiere a los esquemas tempranos
desadaptativos (ETDs) y 3 de ellos a los procesos que operan sobre ellos para sostenerlos en su
lugar.

Estos 4 constructos son:


1. Esquemas tempranos desadaptativos (ETDs)
2. Mantenimiento de los esquemas
3. Evitación de los esquemas
4. Compensación de los esquemas

A continuación veremos más detenidamente estos conceptos:

Esquemas tempranos desadaptativos (ETDs)

La terapia cognitiva breve se focaliza primariamente en tres niveles del fenómeno cognitivo:
1. Pensamientos automáticos
2. Distorsiones cognitivas
3. Supuestos subyacentes

Una vez trabajados estos niveles se da paso al trabajo sobre las creencias básicas o esquemas.
Young, por el contrario, propone enfatizar primariamente el trabajo en un nivel más profundo de
la cognición: en los esquemas tempranos desadaptativos (ETDs).

Los ETDs se refieren a temas extremadamente estables y duraderos que se desarrollan durante
la infancia y se siguen elaborando a lo largo de toda la vida del individuo. Estos esquemas
sirven como “plantillas” para el procesamiento de las experiencias posteriores. Algunas
características básicas de los mismos son:

1. La mayoría de ellos son creencias incondicionales acerca de uno mismo en relación con el
entorno. Los esquemas son las verdades a priori y se dan por supuestos. Young plantea para
comprender mejor a los ETDs compararlos con los supuestos subyacentes. Mientras estos
encierran la posibilidad de cambio y son condicionales (por ejemplo “Si puedo ser
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perfecto, o bueno con todo el mundo, seré valioso”), los esquemas son usualmente
incondicionales y más rígidos. Un ejemplo de estas características de los esquemas puede
verse en la siguiente frase: “No importa que haga porque soy incompetente, poco querible y
seré abandonado”. Cuando un esquema se activa los individuos creen que pueden, como
mucho, retrasar o esconder el rechazo y castigo que será de todas formas inevitable.

2. Los ETDs se autoperpetúan y, por consiguiente, son muy resistentes al cambio. Debido a
que se desarrollan tempranamente en la vida, a menudo forman parte del núcleo del
autoconcepto del individuo y su concepto del entorno. Estos esquemas son cómodos y
familiares y cuando se cuestionan, el individuo distorsiona la información para mantener su
validez. La amenaza de cambio del esquema es disruptiva para la organización cognitiva
básica, por lo que el individuo apela a una serie de estrategias para mantenerlos intactos.

3. Los ETDs, por definición, tienen que ser disfuncionales de alguna forma recurrente y
significativa.

4. Se activan normalmente por acontecimientos del entorno que son relevantes al esquema en
particular.

5. Están asociados a elevados niveles de afecto.

6. Los ETDs parecen ser el resultado de experiencias disfuncionales con padres, hermanos o
iguales durante los primeros años de vida del individuo. En vez de provenir de sucesos
traumáticos aislados, la mayoría de ellos están probablemente causados por pautas
continuas de experiencias cotidianas negativas con los miembros de la familia y los iguales,
lo que hace que se fortalezcan los esquemas de manera acumulativa.

Young ha identificado 18 esquemas tempranos desadaptativos. La mayoría de los pacientes


tiene más de uno. Por otra parte los esquemas pueden tener muchas variaciones sobre un mismo
tema. Se agrupan en cinco áreas o dominios relacionados con las cinco necesidades
elementales que Young hipotetiza no fueron satisfechas en el niño.
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LISTA DE ESQUEMAS TEMPRANOS DESADAPTATIVOS

AREAS DE DOMINIO VARIACIONES


1. Abandono / Inestabilidad
ABANDONO Y RECHAZO 2. Desconfianza / Abuso
3. Deprivación emocional
4. Vergüenza / Defectuosidad
5. Exclusión social / Alienación
6. Dependencia / Incompetencia
POBRE AUTONOMÍA Y 7. Vulnerabilidad al daño y la enfermedad
COMPETENCIA 8. Dependencia
9. Fracaso
LIMITES INSUFICIENTES 10. Autograndiosidad
11. Insuficiente autocontrol / autodisciplina
12. Subyugación
FOCALIZACION EN LOS OTROS 13. Autosacrificio
14. Búsqueda de aceptación y de reconocimiento
15. Negativismo / Pesimismo
HIPERVIGILANCIA E 16. Inhibición emocional
INHIBICIÓN 17. Estándares inexorables / hipercriticismo
18. Castigo
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DESCRIPCIÓN DE LOS ESQUEMAS TEMPRANOS DESADAPTATIVOS

ABANDONO Y RECHAZO
Se relaciona con la no satisfacción de las expectativas previstas de seguridad, estabilidad,
cuidado, empatía, de compartir sentimientos, aceptación y respeto. Típicamente la familia de
origen es imparcial, fría, rechazante, negadora, poco permisiva, aislada, explosiva,
imprevisible o abusadora.

1. Abandono / Inestabilidad  se percibe el apoyo como inestable y poco confiable. Envuelve


el sentimiento de que las personas significativas no están capacitadas para mantener el
apoyo emocional, o la protección, que son emocionalmente impredecibles (por ejemplo son
hostiles) o erráticos, ya sea porque morirán inminentemente o porque le abandonaran por
alguien mejor.

2. Desconfianza / Abuso  se refiere a la expectativa de que los otros son abusadores,


humillan, manipulan o sacan ventaja. Usualmente envuelve la percepción de que el daño es
intencional o el resultado de la negligencia extrema e injustificada. Incluye un sentimiento
de que se termina siendo siempre trampeado por los otros.

3. Deprivación emocional  se refiere a la expectativa de que el apoyo emocional normal


esperado de parte de los otros no será encontrado. Hay tres tipos importantes de
deprivación:
a. Deprivación de cuidado: ausencia de atención, afecto, calidez o compañía.
b. Deprivación de empatía: ausencia de escucha, o de compartir los sentimientos con el
otro.
c. Deprivación de protección: de la guía por parte de los otros.

4. Vergüenza / Defectuosidad  se refiere al sentimiento de que se es defectuoso, malo,


indeseable, inferior o invalido en aspectos importantes, o de que si se expone a los otros
será rechazado. Envuelve una hipersensibilidad a la crítica, al rechazo y la culpa, una
autoconciencia dura, una actitud de compararse, un sentimiento de inseguridad acerca de los
otros, así como de vergüenza. El sentimiento de ser defectuoso puede referirse a aspectos
privados (por ejemplo deseos sexuales no aceptados, impulsos de ira) o públicos (por
ejemplo apariencia física indeseable, fracaso social).
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5. Exclusión social / Alienación  se refiere al sentimiento de que se está aislado del resto del
mundo, de que se es diferente a las otras personas y de que no se es parte de ningún grupo o
comunidad.

POBRE AUTONOMIA Y COMPETENCIA


Se refiere a la expectativa que tiene la persona acerca de si mismo o del ambiente que interfiere
con la capacidad para separarse, funcionar en forma independiente o actuar con éxito.
Típicamente la familia de origen es desvalorizadora de la confianza del chico, sobreprotectora,
o fracasa en el reforzamiento del niño acerca de su competencia fuera del núcleo familiar.

6. Dependencia / Incompetencia  se refiere a la creencia de que se es incapaz de hacer frente


a las responsabilidades diarias de una forma competente, sin la ayuda considerable de los
otros.

7. Vulnerabilidad al daño y la enfermedad  hay un temor exagerado de que una catástrofe


suceda en cualquier momento y una creencia de que se será incapaz de prevenirla. El temor
se centra en uno o más de los siguientes temas:
a) Catástrofes médicas (por ejemplo un ataque al corazón)
b) Catástrofes emocionales (por ejemplo volverse loco)
c) Catástrofes externas (por ejemplo ser víctima de un crimen, desastre natural etc.)

8. Dependencia  Compromiso emocional e intimidad excesiva con uno o más de las


personas significativas (frecuentemente padres), a expensas del desarrollo individual o
social normal. Usualmente implica la creencia de que no se puede vivir o ser feliz sin el
apoyo constante de otro. Incluye sentimientos de ser contenido, o de estar fusionado con
otros o una identidad individual insuficiente. Frecuentemente experimentan sentimientos de
vacío y de estar en dificultades, sin dirección o en los casos extremos se cuestionan acerca
de la propia existencia.

9. Fracaso se refiere a la creencia de que se ha fracasado o que se fracasara inevitablemente,


de que se es básicamente inadecuado en relación a los pares o en áreas de realización
personal. Frecuentemente incluye la creencia de que se es estúpido, inepto, poco talentoso,
ignorante, de menor status, menos exitoso que los otros y otras de este tipo.
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LIMITES INSUFICIENTES
Se refiere a la deficiencia en los límites internos, en la responsabilidad hacia los otros, o en la
orientación hacia metas a largo plazo. Se relaciona con la dificultad para respetar y tener en
cuenta los derechos de los demás, cooperar y asumir compromisos o tener metas personales
realistas. Típicamente las familias de origen se caracterizan por ser muy permisivas,
indulgentes, con poca dirección o con un sentimiento de superioridad, en vez de una adecuada
confrontación, disciplina y limites en relación al tema de la responsabilidad, la cooperación en
forma recíproca o las metas. En algunos casos los niños no fueron preparados suficientemente
para tolerar niveles normales de frustración o no fueron adecuadamente guiados y
supervisados.

10. Autograndiosidad  se refiere a la creencia de que se es superior en relación a los demás,


esperando tener derechos y privilegios especiales, o a no tener en cuenta las reglas de
reciprocidad que guían la interacción social normal. Frecuentemente incluye la idea de que
se debe poder tener todo lo que desea, sin reparar en la realidad, en que lo que otros
consideren razonable, en el costo que supone para otros o exagerando la focalización en la
superioridad (por ejemplo sentirse el más exitoso, más famoso etc.). Estas conductas
incluyen la aseveración sobre el propio poder, el forzar el punto de vista personal o el
controlar la conducta de los otros según los propios deseos sin empatía o consideración
acerca de los sentimientos o necesidad ajenas. Estas conductas están dirigidas a obtener o
sentir un poder y control sobre los otros (en otras palabras a no ser dominado por los otros)

11. Insuficiente autocontrol / autodisciplina  se refiere a la dificultad persistente en términos


de autocontrol y tolerancia a la frustración, o la dificultad para restringir la expresión
excesiva de las emociones e impulsos. En su forma más suave se presenta como un énfasis
exagerado en la evitación del disconfort: evitación del dolor, del conflicto, de la
confrontación, de las responsabilidades – a expensas de la propia realización, compromiso o
integridad personal.
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FOCALIZACIÓN EN LOS OTROS


Se refiere a la excesiva focalización en las necesidades, sentimientos y respuestas de los otros,
a expensas de las propias necesidades en orden a ganar el cariño y la aprobación externa, o
evitar rechazos. Usualmente estas personas suprimen cualquier tipo de enojo o ira así como
cualquier inclinación natural. Típicamente las familias de origen están basadas en una
aceptación condicional: los niños deben suprimir importantes aspectos de sí mismos en orden a
ganar el amor, atención y aprobación. En muchas de estas familias las necesidades y deseos de
los padres o su aceptación social y status son más importantes que las necesidades y
sentimientos del niño.

12. Subyugación  se refiere a la excesiva subordinación a los otros porque se sienten


controlados o para evitar el enojo, abandono o represalias. Las dos formas importantes de
subyugación son:
a. Subyugación de las necesidades: supresión de las preferencias, decisiones y deseos
personales.
b. Subyugación de las emociones: supresión de la expresión emocional, especialmente
enojo.

Usualmente incluye la percepción de que los propios deseos, opiniones y sentimientos no son
válidos o importantes para los otros. Frecuentemente presentan una excesiva sumisión,
combinada con hipersensibilidad a sentirse emocionalmente engañados. Generalmente conduce
a una acumulación de ira, manifestado a través de sentimientos desadaptativos (por ejemplo una
conducta pasivo-agresiva, explosiones incontrolables de enojo, síntomas psicosomáticos, acting-
out, abuso de sustancias)

13. Autosacrificio  se refiere a la excesiva focalización en buscar satisfacer voluntariamente


las necesidades de los otros en las situaciones diarias, a expensas de las propias. La razón
más frecuente es prevenir causar dolor a otros, evitar la culpa de sentirse egoísta, o para
mantener la relación con las personas percibidas como importantes. Frecuentemente es
resultado de una acusada sensibilidad al dolor de los otros. A veces conduce a un
sentimiento de que las propias necesidades no son adecuadamente satisfechas y al
resentimiento hacia aquellos a quienes se cuida (se superpone con el concepto de
codependencia).

14. Búsqueda de aceptación y de reconocimiento  se refiere al énfasis excesivo en buscar


ganar la aprobación, reconocimiento o atención de otras personas, a expensas del desarrollo
de un sentimiento seguro y verdadero de sí mismo. La persona depende más de la reacción
de los otros que de sus propias inclinaciones naturales. A veces incluye un énfasis excesivo
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en el status, apariencia, aceptación social, dinero o éxito, como una forma de ganar
aprobación, admiración o atención (no primariamente poder o control). Frecuentemente
conduce a que la toma de decisiones importantes sea poco auténtica o poco satisfactoria o a
una hipersensibilidad al rechazo.

HIPERVIGILANCIA E INHIBICIÓN
Se refiere a una excesivo énfasis en la supresión de los propios sentimientos espontáneos,
impulsos o elecciones o en una rigidez excesiva, internalización de reglas y expectativas
acerca de la conducta ética y el performance, frecuentemente a expensas de la felicidad, la
autoexpresión, la tranquilidad, las relaciones intimas o de la propia salud. Típicamente las
familias de origen son sobrias, demandantes, y a veces castigadoras: el performance, el deber,
perfeccionismo, ciertas reglas y la evitación de errores predominan sobre el placer, juego y el
relax. Usualmente son pesimistas y se preocupan en exceso, cosas estas que llevan a que tengan
una conducta vigilante y cuidadosa todo el tiempo.

15. Negativismo / Pesimismo se refiere a la focalización persistente en los aspectos negativos


de la vida (dolor, muerte, pérdidas, desilusiones, conflictos, culpa, resentimiento, problemas
sin resolver, errores potenciales, etc.), mientras se minimizan o niegan los aspectos
positivos o optimistas. Usualmente envuelve un miedo a cometer errores que puedan
terminar en un colapso financiero, en perdidas, humillaciones o en verse atrapado en
situaciones negativas. Debido a que el potencial negativo de las cosas es exagerado, estos
pacientes frecuentemente se caracterizan por tener una preocupación, vigilancia, queja o
indecisión crónica.

16. Inhibición emocional  se refiere a la excesiva inhibición de acciones, sentimientos o de la


comunicación espontánea, usualmente para evitar la desaprobación de otros, para evitar
sentir vergüenza o perder el control sobre sus impulsos. Las áreas más comúnmente
inhibidas son: (a) inhibición de la ira (b) inhibición de los impulsos positivos (por ejemplo
juego, afectos, excitación sexual); (c) dificultad para expresar las debilidades o comunicar
libremente los propios sentimientos, necesidades etc. o (d) excesivo énfasis en la
racionalidad.

17. Estándares inexorables/ hipercriticismo  se refiere a la creencia subyacente de que se


debe luchar por alcanzar estándares internos muy altos de conductas y performance,
usualmente para evitar la critica. Típicamente esto desemboca en sentimientos de presión, y
una hipercrítica hacia sí mismo y los demás. Debe incluir prejuicios para el placer, el relax,
la salud, la autoestima, la sensación de autorealización, o la satisfacción en las relaciones
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interpersonales. Estos estándares típicamente se presentan como: (a) perfeccionismo,


excesiva atención a los detalles (b) reglas rígidas y “deberías” en muchas áreas de la vida,
incluido una moral rígida, una ética poco realista o una religiosidad importante; o (c) la
preocupación por el tiempo y la eficiencia.

18. Castigo  se refiere a la creencia de que la gente debe ser fuertemente castigada por sus
errores. Envuelve la tendencia a ser hostil, intolerante y castigador, así como impaciente
con otras personas (incluido consigo mismo) que no cumplen con sus expectativas.
Usualmente incluye la dificultad para perdonar los propios errores o los de los demás, la
dificultad para aceptar las debilidades e imperfecciones humanas así como la dificultad para
empatizar con los sentimientos.
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El ORIGEN DE LOS ESQUEMAS

En relación al origen de los esquemas, Young señala que de acuerdo a su observación hay cinco
áreas primarias de desarrollo que los niños deben negociar con el ambiente en orden a
desarrollarse adecuadamente. Young afirma que cuando cualquiera de esas cinco áreas no son
satisfechas, la persona desarrollara dificultades en su funcionamiento en uno o más de los cinco
esquemas dominantes:

1) abandono y rechazo
2) pobre autonomía y competencia
3) limites inadecuados
4) focalización en los otros
5) hipervigilancia e inhibición

Cuando los esquemas se desarrollan en la infancia bloquean al niño en uno o más áreas de
dominio.

Young señala que en el origen de los esquemas juega un rol importante la biología y el
temperamento. Por ejemplo un niño que es especialmente ansioso por naturaleza tendrá más
dificultades para transitar el proceso de dependencia a autonomía. Similarmente, un niño que es
tímido estará más predispuesto a desarrollar un esquema de aislamiento. La capacidad del niño
para negociar cada uno de esas áreas será en parte determinada por su temperamento innato, en
combinación con los estilos parentales y las influencias sociales a las que este expuesto.
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“PROCESOS” del esquema

Young describe tres procesos que considera son los más importantes:
- Mantenimiento del esquema
- Evitación del esquema
- Compensación del esquema

Estos procesos explican cómo los esquemas funcionan dentro de cada individuo, cómo se
mantienen y cómo son evitados, y cómo los pacientes a veces adaptan sus esquemas con una
sobrecompensación. Estos procesos pueden manifestarse a través del área cognitiva, afectiva y
conductual.

Mantenimiento del esquema

Como decíamos anteriormente para muchos pacientes los esquemas tempranos desadaptativos
son parte del concepto de sí mismos. Los ETDs son una parte central de la organización de la
personalidad. El mantenimiento de los esquemas se refiere a los procesos mediante los que se
refuerza a los ETDs. Estos procesos son apoyados cognitiva y conductualmente e incluyen la
utilización habitual de distorsiones cognitivas y de conductas autoderrotistas. El proceso de
mantenimiento del esquema explica la rigidez que es tan característica de los trastornos de
personalidad.

A nivel cognitivo, el mantenimiento de los esquemas normalmente se produce “resaltando o


exagerando la información que confirma los esquemas y negando, minimizando o descontando
la información que contradice dichos esquemas”. Muchos de estos esquemas de mantenimiento
fueron descritos por Beck como distorsiones cognitivas. Algunas de las distorsiones más
importantes son magnificación, minimización, abstracción selectiva, y generalización. Cuando
el terapeuta comienza a cuestionar o buscar cambiar estos esquemas, usualmente encuentra una
enorme resistencia. El paciente frecuentemente busca demostrar al terapeuta que el esquema es
verdadero. La información se distorsiona para mantener el esquema intacto.

A nivel conductual, el proceso de mantenimiento del esquema se consigue por medio de


patrones de conductas autoderrotistas. Estos patrones de conducta dirigidos por los esquemas
pueden haber sido adaptativos y funcionales en el temprano ambiente familiar del niño. En
épocas posteriores de la vida, fuera del ambiente familiar original, estas conductas son a
menudo autoderrotistas y desadaptativas, y en último término, sirven par reforzar los esquemas
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del paciente. Por ejemplo una señora con un esquema de subyugación buscara repetidamente
hombres que la dominen. De esta forma, adoptara un rol subordinado con el que se siente
familiarizada, mientras refuerza su punto de vista de si misma como subyugada. La selección
inadecuada de la pareja es uno de los más comunes mecanismos con los que los esquemas se
mantienen.

El mantenimiento de los esquemas conduce a los pacientes a sentirse desesperanzados acerca


del posible cambio de los mismos, incluso después de que aprenden a reconocerlos y
monitorearlos. El hecho de que sean vistos como partes importantes del autoconcepto hace que
los pacientes los sientan como imposibles de cambiar, sin importar cuan motivados estén para
ello.

Resumiendo, los filtros cognitivos y las conductas autoderrotistas son mecanismos primarios de
mantenimiento del esquema y juntas sirven para perpetuarlo, haciéndolo cada vez más
inflexible.

Evitación del esquema

La importancia de la evitación como característica de los desordenes de personalidad ha sido ya


enfatizada. Para reiterarlo, cuando los esquemas tempranos desadaptativos son desencadenados,
el individuo con un trastorno de personalidad usualmente experimenta un elevado nivel de
afecto, como ira, ansiedad, tristeza o culpa intensa. Estas emociones y su intensidad son a
menudo desagradables, por lo que el individuo desarrolla procedimientos tanto conscientes
como automáticos para evitar la activación del esquema y la experimentación del afecto
conectado con el mismo. Este proceso puede ser explicado como un condicionamiento aversivo.

Young ha observado diversos tipos de evitación del esquema. Algunos de estos procesos
envuelven una evitación cognitiva. La evitación cognitiva se refiere a intentos conscientes y
automáticos de bloquear pensamientos o imágenes que puedan activar el esquema. Por ejemplo,
cuando a algunos pacientes se les pide que recuerden eventos que activan esquemas, dirán que
no quieren pensar en ello o que lo han olvidado y si se le pide que visualicen la situación podrán
cerrar sus ojos y decir que no ven nada.

Algunos de estos procedimientos de evitación del esquema pueden asemejarse al concepto


psicoanalítico de mecanismos de defensa. Ejemplos de ellos incluyen la represión, supresión y
negación. Otras estrategias de evitación cognitiva son la despersonalización, como
procedimiento a través del cual el paciente quita su persona psicológica de la situación que
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activa el esquema. Las conductas compulsivas pueden tener también esta misma función de
distraer al paciente de la focalización en pensamientos que son potencialmente activadores de
esquemas.

Un segundo tipo de evitación del esquema es la evitación afectiva, la cual se refiere al intento
consciente o automático de bloquear sentimientos que pueden activar esquemas. Por ejemplo,
algunos pacientes borderline informan que se cortan las muñecas para insensibilizarse ante el
dolor insoportable desencadenado por los esquemas tempranos (evitación del esquema).

Más frecuentemente se observa que los pacientes aprenden estrategias automáticas para
suprimir la experiencia emocional. Estos pacientes raramente experimentan sentimientos fuertes
de hostilidad, enojo, angustia o ansiedad, incluso en situaciones que seguramente activan esas
emociones en la mayoría de las personas. Esta evitación afectiva puede tener lugar incluso
cuando no hay ninguna evitación cognitiva. En otras palabras, enfrentando algunos eventos
difíciles hay pacientes que pueden reportar sobre sus cogniciones, pero niegan las emociones
que normalmente acompañan a este tipo de pensamientos. El resultado de esta evitación afectiva
conduce en muchos casos a la presencia de síntomas psicosomáticos, los cuales están más
presentes en los pacientes evitativos que en los no evitativos, quienes en comparación
experimentan emociones más intensas, que se suceden rápidamente, seguidas de un ánimo
normal.

El tipo final de evitación del esquema es la evitación conductual, que se refiere a la tendencia de
muchos pacientes a evitar situaciones de la vida real que puedan activar sus esquemas
dolorosos. En su extremo mayor, la evitación conductual puede ser demostrada a través de un
aislamiento social, agorafobia, o fracaso en el intento de cualquier tipo de carrera profesional
productiva o responsabilidad familiar.

Como ejemplo de un tipo menos extremos de evitación conductual se puede considerar el caso
de un paciente con un esquema de fracaso. Este paciente asumía a priori que iba a fracasar en
todo lo que hiciera. Basándose en esa premisa el evitaba comprometerse en las demandas de su
trabajo y no buscaba mejorar. Esto es un ejemplo de una conducta dirigida por los esquemas.
No buscando cambiar evitaba el dolor que anticipaba iba a sentir si fracasaba, sin embargo se
mantenía en la misma situación laboral, reforzando así su visión de si mismo como
incompetente. Esto, la evitación conductual del esquema, protege al individuo de la posibilidad
de verse inmerso en situaciones activadores de esquemas tempranos, pero al mismo tiempo la
validez del esquema sigue intacta.
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En resumen hay tres tipos importantes de evitación del esquema:

1. evitación cognitiva
2. evitación afectiva
3. evitación conductual

A través de ellas el paciente se escapa del dolor asociado a los esquemas tempranos
desadapativos. Sin embargo el precio que debe pagar por esa evitación es:

a) el esquema nunca tendrá posibilidad de ser cuestionado o salir a luz


b) se evitan experiencias de vida que podrían cuestionar la validez de estos esquemas.

Compensación de los esquemas

Se refiere a los procesos que compensan en exceso los esquemas tempranos desadaptativos.
Muchos pacientes pueden adoptar estilos cognitivos/conductuales que son el opuesto de lo que
se predeciría cuando el terapeuta llega a comprender o tener conocimiento de los ETDs del
paciente. La compensación de los esquemas es funcional en cierta medida. Los impulsos
antifóbicos pueden ser ventajosos. Pero la compensación de los esquemas se entiende mejor
como un intento potencialmente satisfactorio de cuestionar el esquema original, que casi
siempre conlleva un fracaso para reconocer la vulnerabilidad subyacente y, por consiguiente, no
prepara al paciente para el fuerte dolor emocional que se produciría si la compensación del
esquema fracasa y el esquema emerge. Además, puede que las conductas reguladas por el
esquema que compensan en exceso infrinjan injustamente los derechos de los demás y
produzcan consecuencias negativas en la vida real.
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ETAPAS DEL TRATAMIENTO

En líneas generales la terapia focalizada en los esquemas se divide en dos etapas:


1. Conceptualización del caso
2. Cambio del esquema

Conceptualización del caso


Requiere ocho pasos básicos:

1. Identificar los síntomas y problemas presentes a través de una anamnesis adecuada durante
la sesión inicial de evaluación. Obtener una historia de vida breve y lo más completa
posible.

2. Administrar el inventario multimodal de eventos de vida de Lazarus2 y el cuestionario de


esquemas tempranos (YSQ3).

3. Educar al paciente acerca de sus esquemas y discutir el YSQ.

4. Activar esquemas en la sesión y fuera de la misma a través de imágenes, discutiendo


eventos molestos del pasado y del presente, examinar la relación terapéutica, recomendar
libros y películas relevantes, revisar sueños y asignar tareas.

5. Confrontar la evitación del esquema, si es necesario.

6. Identificar las conductas dirigidas por esquemas: proceso de mantenimiento, de evitación y


de compensación de los esquemas. Administrar el inventario de evitación (YRAI4) y el
inventario de compensación (YCI5).

7. Integrar toda la información precedente dentro de una conceptualización coherente del


paciente. Administrar el inventario sobre padres (YPI6). Relacionar los EMPs con los
problemas presentes, experiencias de la niñez, los patrones conductuales de la adolescencia
y la adultez, las emociones y la relación terapéutica. Completar el formato de
conceptualización del esquema. Obtener información del paciente acerca de la
conceptualización.

2
Lazarus, A., & Lazarus, C. (1991). Multimodal Life History Inventory (2nd ed.). Champaign, IL: Research Press.
3
Young Schema Questionnaire (Long Form, Second Edition, 1990). Desarrollado por J. Young, PhD y Gary Brown, Med. Centro
de Terapia Cognitiva, New York.
4
Young – Rygh Avoidance Inventory (J. Young & Rygh, 1994)
5
Young Compensation Inventory (J. Young, 1995)
6
Young Parenting Inventory (J. Young, 1994)
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8. Distinguir entre esquemas primarios, secundarios y esquemas relacionados. Elegir uno o


dos de los más importantes como objetivos para el proceso de cambio.

La evaluación y el uso de cuestionarios

El primer paso en la identificación de los esquemas es la sesión de evaluación, durante la cual,


el terapeuta trata de identificar los síntomas y problemas presentes. El terapeuta comienza a
hacer conexiones entre las emociones, síntomas, problemas y esquemas. Durante el proceso de
identificación sobre los eventos de vida y los sentimientos se comienza a hacer hipótesis acerca
del desarrollo de los problemas. Aspectos de los 5 esquemas más importantes deben ser
explorados para observar si el paciente tiene problemas en alguna de esas áreas.
La segunda etapa del proceso de identificación es la administración del Life History Multimodal
de Lazarus y el YSQ, que son usualmente asignados como tareas durante la 2 y la 4 sesión.

Educando al paciente acerca de los esquemas

El tercer paso en el proceso de identificación es la educación de los pacientes acerca de la


naturaleza de los esquemas. El terapeuta le explica al paciente los siguientes aspectos:
 Que los esquemas son temas extremadamente fuertes relacionados con si mismo y los
demás que han sido aprendidos desde la niñez.
 Que las creencias y sentimientos son tan fuertes que los pacientes simplemente asumen que
estas son verdad.
 El terapeuta señala que los esquemas son diferentes de otro tipo de pensamientos ya que
están asociados a fuertes emociones, situaciones de vida, recuerdos y constantemente
vuelven de nuevo.
 Que los esquemas son frecuentemente una parte central de la imagen de si mismo y de la
visión del mundo.
 Que los esquemas luchan fuertemente por sobrevivir. Puede ser confortable y hasta
reasegurante para el paciente volver al esquema, a pesar de sus consecuencias negativas. Se
compara a veces el esquema con un zapato viejo cómodo que no puede ser usado mucho
más pero que es sentido por la persona como muy cómodo.

Se le explica al paciente que se anticipa que ellos distorsionaran la información para mantener el
esquema, por lo que no deben sentirse desilusionados por la lentitud del cambio. Se trata de
preparar al paciente para lo que el proceso de cambio de esquemas supondrá. Se usa la metáfora
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de la guerra y se enfatiza que en forma conjunta se llevaran a cabo sucesivas batallas contra el
esquema.

Se le sugiere al paciente que lea el libro titulado Reinterpretando tu vida (Young y Klosko,
1994), un libro de autoayuda basado en la visión de la terapia de focalización en el esquema.
También se le sugiere que lean la guía de la terapia focalizada en los esquemas, desarrollada por
Young.

Después de explicarle al paciente la naturaleza de los esquemas, el terapeuta revisa el inventario


de esquemas tempranos en detalle con el paciente. El terapeuta presenta especial atención a los
ítems en los que el paciente obtuvo puntajes altos (5 o 6) y se le pide al paciente ejemplos para
ampliar y clarificar las respuestas dadas. Cuando es posible el terapeuta intenta relacionar el
YSQ con problemas presentes o con el inventario multimodal de eventos de vida con el objetivo
de demostrar al paciente la relevancia de los esquemas en su vida.

Activando esquemas

Hasta este momento el proceso de identificación de los esquemas ha sido básicamente cognitivo
e intelectual. El siguiente paso supone la activación por parte del terapeuta de los esquemas del
paciente en una forma afectiva durante la sesión y fuera de la misma. Utilizando técnicas
experimentales para activarlos, el terapeuta puede testear cada uno de los esquemas
hipotetizados durante los primeros cuatro pasos del proceso. Se puede saber cuando el esquema
ha sido activado cuando se observa un alto nivel de afecto. Cuando más alto es el nivel de afecto
asociado, más primario es el esquema. Los esquemas secundarios están generalmente asociados
a un menor nivel de afecto y no serán activados totalmente durante esta fase.

Hay una variedad de estrategias para activar los esquemas:

Imaginación: esta técnica es extremadamente útil y consiste en pedir al paciente que cierre sus
ojos y que describa todas las imágenes que vienen a su cabeza espontáneamente. Una variación
de esta técnica es pedirle al paciente que imagine una escena especial que el terapeuta crea, de
acuerdo a los datos obtenidos previamente, que pueda activar el esquema. Esto por ejemplo
puede ser una escena con la pareja.

Eventos actuales e importantes: la segunda técnica utilizada para activar esquemas es la de


discutir eventos que han tenido lugar en la vida del paciente. El terapeuta puede obtener
información adicional acerca de los esquemas pidiéndole al paciente que discuta acerca de estos
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eventos estresantes o que activan fuertes sentimientos y que piense acerca del significado de los
mismos.

Recuerdos pasados: la tercera técnica para elicitar esquemas es invitar al paciente a discutir
sobre sus recuerdos y experiencias estresantes del pasado. El recordar imágenes y experiencias
de la niñez generalmente provoca altos niveles de afecto. Se presume que estas experiencias del
pasado han sido las que han iniciado el esquema. Se le pide al paciente que complete el YPI, un
inventario que incluye conductas de la madre y el padre que se hipotetizan son los orígenes de
cada esquema. También sirve discutir los ítems de este inventario con el paciente para poder
explorar el origen de los esquemas.

Relación terapéutica: otra estrategia para activar esquemas es la discusión acerca de la relación
terapéutica- lo que en el campo analítico se denomina transferencia. En la terapia focalizada en
los esquemas el terapeuta presta mucha atención a la relación terapéutica, buscando eventos que
puedan activar los esquemas durante la sesión. Cuando estos eventos se alcanzan, el terapeuta se
toma un tiempo para discutir los aspectos difíciles de la relación terapéutica con el paciente.

Libros y películas: los esquemas también pueden ser activados por libros y películas que se le
pide al paciente que vea o lea, y que son relevantes en relación a sus esquemas. Este sistema ha
probado ser una forma muy poderosa de activar esquemas, los que pueden ser discutidos en
sesiones siguientes.

Terapia de grupo: la terapia de grupo es una excelente forma de activar esquemas que están en
la naturaleza interpersonal.

Sueños: los sueños son otra técnica muy útil de elicitar esquemas.

Tareas: la estrategia final para desencadenar esquemas es pedirle al paciente como tarea que
escriba acerca de ciertos temas relacionados con el esquema o que lleve un diario sobre sus
esquemas.

Confrontando la evitación del esquema

Muchos de los pacientes con trastornos de personalidad evidencian cierto nivel de evitación del
esquema. Esta evitación es usualmente una forma que tiene el paciente de evitar sentir las
emociones intensas y displacenteras que se experimentan cuando el esquema aparece.
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Es importante estar capacitado para reconocer y diferenciar cuando el paciente presenta


síntomas que son parte de un esquema y cuando estos síntomas son básicamente producto de la
evitación del esquema.

Dos características diferencian a la evitación del esquema de la activación propiamente dicha


del esquema son:

- cuando un paciente experimenta síntomas o emociones pero no puede identificar el


contenido relacionado con las mismas, se trata típicamente del proceso de evitación del
esquema.
- cuando aparecen síntomas somáticos como fatiga, despersonalización, en vez de emociones
primarias como enojo, miedo, angustia o culpa. Los síntomas somáticos son frecuentemente
indicadores de la evitación del esquema.

Cuando el terapeuta reconoce que la evitación del esquema esta teniendo lugar, debe incitar al
paciente a confrontar los pensamientos, imágenes y emociones que están conectadas con el
esquema y a no escapar de ellas (esto puede no ser posible con pacientes muy frágiles), lo que
puede llevarse a cabo discutiendo los pros y contras de esos temas.

Habitualmente el paciente es capaz, luego de la confrontación, de refocalizarse en el esquema y


comenzar una vez mas a discutir el contenido relacionado con el mismo. El terapeuta debe
ayudar al paciente a ver que esta experiencia de dolor a corto plazo provocada por la activación
del esquema dará lugar a beneficios a largo plazo dado que permitirá conocer mejor los
esquemas y trabajar sobre como cambiarlos.

Identificando las conductas dirigidas por esquemas

El sexto paso es reconocer cuales son las conductas dirigidas por los esquemas. Como fue
explicado anteriormente uno de los motivos por los cuales los esquemas se mantienen es que los
pacientes desarrollan conductas defensivas los refuerzan. Estas conductas son formas de
enfrentar y adaptarse al ambiente, basadas en la autopercepción generada por el esquema. Cada
conducta defensiva puede ser clasificada como forma de mantener el esquema, de evitarlo o de
compensarlo, dependiendo de su función.

Estas conductas simultáneamente mantienen el esquema intacto, le permite al paciente evitar su


activación o le permite funcionar en el mundo con el mínimo de estrés posible. Estas conductas
sin embargo suponen un difícil equilibrio para el paciente.
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Desde el punto de vista positivo, el paciente puede evitar el afecto doloroso conectado con el
esquema y usualmente le permite funcionar más adecuadamente en su mundo. Desde el punto
de vista negativo, el esquema nunca cambiara, por lo que el paciente será siempre vulnerable a
activar eventos que pueden romper ese difícil equilibrio entre luchar y no luchar. Por otra parte
estas conductas por lo general incluyen la evitación de aspectos importantes de la vida, como
relaciones cercanas o cambios a nivel profesional.

Identificar estas conductas supone un análisis cuidadoso de las conductas actuales del paciente
en áreas específicas. Una vez que las mismas han sido confirmadas el terapeuta le presenta al
paciente las mismas y busca feedback.

Es importante hacer notar que más de un esquema puede estar asociado a cada área de la vida.
Además los esquemas pueden ser activados en un área y no en otra.
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Ejemplo que ilustra la relación entre las áreas problemáticas, los esquemas y las conductas
dirigidas por esquemas

Áreas problemáticas Esquemas Conductas dirigidas por los


esquemas

Relaciones románticas Abandono/inestabilidad Evita a los hombres la mayor parte


Vergüenza/Defectuosidad del tiempo. Termina las relaciones
ni bien empiezan a volverse mas
cercanas (evitación del esquema)

Rendimiento académico Subyugación, estándares Estudia constantemente. No tiene


Implacables/hipercriticismo tiempo para actividades
placenteras. Hace todo lo que cada
profesor espera ( mantenimiento
del esquema)

Relaciones familiares Todos sus esquemas Constantemente trata de cumplir


con las expectativas de sus padres.
Suprime sus propias emociones y
necesidades (mantenimiento del
esquema)

Relación terapéutica Abandono/inestabilidad Constantemente trata de complacer


deprivación emocional al terapeuta, agradeciéndole y
Vergüenza/Defectuosidad disculpándose por no ser un
Subyugación (de sus emociones) buen paciente. Mantiene la
cabeza baja durante las sesiones,
tratando de suprimir el enojo y el
llanto durante las sesiones.
Se preocupa por la posibilidad de
que el terapeuta le abandone,
especialmente cuando se va de
vacaciones (mantenimiento del
esquema)
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Conceptualizando al paciente en términos de esquemas

Los pasos número siete y ocho envuelven la conceptualización del paciente en términos de sus
esquemas. Primero, el terapeuta debe unir el material obtenido a través del proceso descrito
anteriormente y demostrar la conexión entre los esquemas, las emociones, los eventos
desencadenantes, la relación terapéutica y los orígenes pasados del problema.

Una vez que el terapeuta esta capacitado para identificar los esquemas y para ver como se
manifestaron en el pasado y se manifiestan en el presente, entonces el terapeuta resume las
conclusiones para el paciente y le pide feedback.

El paso final es que el terapeuta distinga entre los esquemas primarios, secundarios y
relacionados. Para hacer esto el terapeuta debe entender como todos los esquemas relevantes se
interrelacionan. Los pasos a seguir son los siguientes:

1) Identificar cuáles son los esquemas más importantes, o sea los esquemas primarios; esto
generalmente sirve como objetivo inicial para el cambio descrito en la próxima sección.
Estos esquemas fuertes pueden ser aislados prestando mucha atención a los eventos
desencadenantes de un intenso afecto, a los problemas y eventos más problemáticos y al
origen primero del problema emocional del paciente.

Los esquemas primarios se identifican a través de tres criterios:


- usualmente desencadenan los niveles emocionales más intensos.
- casi siempre están fuertemente relacionados con los eventos más estresantes, persistentes y
duraderos experimentados por el paciente.
- usualmente están cercanos a los problemas más serios desarrollados en la relación del
paciente con sus padres, hermanos y pares durante los primeros años de su vida.

2) Buscar cuáles esquemas están relacionados con cada uno de los esquemas primarios. Un
esquema relacionado es aquel que puede ser mejor explicado relacionándolo con el esquema
primario. Por ejemplo, el esquema de subyugación puede relacionarse con el esquema de
abandono: si se fracasa en el intento de satisfacer todos los deseos de los demás entonces se
será abandonado.

3) Después de delimitar los esquemas primarios y los esquemas relacionados se procede a


identificar los esquemas secundarios. Estos esquemas son relativamente independientes de
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los esquemas primarios y tienen menor prioridad. Estos esquemas serán secundarios dentro
de los objetivos de cambio del tratamiento.

CONCLUSIONES

La terapia focalizada en los esquemas difiere de la terapia cognitiva breve en los siguientes
aspectos:

1. Es menos guiada y más confrontativa


2. Utiliza más la relación terapéutica como vehículo para el cambio.
3. Es más larga.
4. Incluye un nivel de afecto más intenso durante la sesión.
5. El terapeuta está más concentrado en identificar y superar la evitación cognitiva, afectiva y
conductual.
6. Le presta mucho más atención y tiempo al trabajo sobre los orígenes infantiles de los
esquemas y en el uso de técnicas emocionales acerca de esos temas.

Al mismo tiempo la terapia focalizada en los esquemas conserva muchos de los elementos más
importantes desarrollados en la terapia cognitiva estándar de Beck que la diferencian de los
tratamientos psicoanalíticos tradicionales o de las terapias centradas en el cliente:

1. El terapeuta es mucho mas activo


2. Las técnicas de cambio son mucho mas sistemáticas
3. Se pone un fuerte énfasis en la realización de tareas
4. La relación terapéutica es mas colaborativa que neutral
5. Es más rápida y efectiva que la psicoterapia convencional
6. El terapeuta utiliza los datos empíricos así como el análisis de las evidencias para lograr el
cambio de los esquemas.

La terapia cognitiva focalizada en los esquemas puede ser vista como entonces como una
extensión de la terapia cognitiva tradicional que integra además técnicas de otros enfoques
terapéuticos.

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