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Terapia Centrada en Los Esquemas - J.Young PDF
Terapia Centrada en Los Esquemas - J.Young PDF
Introducción
Los trastornos de personalidad son probablemente uno de los problemas clínicos más
resistentes a la terapia, por lo que uno de los desafíos a los que se ve enfrentada la terapia
cognitiva actual es el desarrollo de tratamientos y estrategias efectivas para el tratamiento de los
pacientes con estos trastornos.
Desde hace escaso tiempo los terapeutas cognitivos y cognitivos-conductuales
(Freeman, Fleming, Young, Beck etc.) empezaron a concebir y plantear un enfoque de
tratamiento cognitivo-conductual para este tipo específico de patologías.
En el presente trabajo se analiza específicamente el trabajo de Jeffrey Young. Este autor
ha desarrollado (1994) un tipo de terapia que recibe el nombre de “Terapia cognitiva centrada
en los esquemas” (TCE) como estrategia de tratamiento para los trastornos de personalidad en
general. Es una adaptación de la terapia cognitiva de Beck y sus técnicas han sido utilizadas
también en la prevención de recaídas en el tratamiento de la depresión, los trastornos de
ansiedad, el abuso de sustancias y en el tratamiento del abuso físico y psicológico así como
trastornos de la alimentación y dolor crónico.
El modelo de Young es pionero en la integración del abordaje cognitivo-conductual con
abordajes gestálticos y psicoanalíticos. Va mas allá de la terapia cognitivo-comportamental
convencional, dándole mayor énfasis a la relación terapéutica, a la experiencia afectiva y a la
discusión de las experiencias más tempranas.
En la primera parte de este trabajo se describen las 7 características que J. Young
considera que deben tener los pacientes para ser susceptibles de ser tratados con éxito en la
terapia cognitiva breve (TCB). Cuando este autor habla de terapia cognitiva breve se refiere a
tratamientos cuya duración es de 16 a 20 sesiones originalmente desarrollados por Beck y sus
colegas en 1979 para la depresión. En esta parte del trabajo se discute cómo y por qué J. Young
considera que los pacientes con trastornos de personalidad no cumplen o violan algunas de las 7
características básicas de la terapia cognitiva breve.
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Young, Jeffrey E. Cognitive Therapy for Personality Disorders: A schema – Focused Approach. Third
Edition. Professional Resource Press, USA. Traducido por Soledad Cordero.
2
Según Young la terapia cognitiva breve (TCB) asume que los pacientes presentaran las 7
características que se describen a continuación:
1. Que los pacientes tendrán, luego de un entrenamiento breve, acceso a sus sentimientos. Se
asume que con un corto entrenamiento se puede enseñar a los pacientes a reportar cuando se
sienten ansiosos, angustiados, culpables u sienten cualquier otra emoción. Sin embargo,
según Young en una variedad de pacientes con trastornos de larga data, esa habilidad no
aparece. Muchos pacientes están bloqueados y son incapaces de expresar y describir lo que
sienten, para esos pacientes es que Young considera que se ha de modificar el esquema de la
TCB.
2. Que el paciente tendrá acceso a sus pensamientos e imágenes tras un breve entrenamiento.
Muchos pacientes con trastornos de personalidad no pueden reportar a los terapeutas cuáles
son sus pensamientos automáticos y dicen no tener imágenes. Para esos pacientes Young ha
desarrollado nuevas estrategias que no están disponibles en la TCB.
3. Se presume que los pacientes tendrán problemas fácilmente identificables en los que
focalizar la terapia. Algunos pacientes difíciles tienen problemas vagos o difíciles de
definir, prevaleciendo un malestar general y una incapacidad para identificar los
desencadenantes específicos del mismo. En estos casos también hay que modificar la TCB
para poder trabajar.
4. La TCB asume que los pacientes tendrán la suficiente motivación para realizar las tareas
que se les prescriben y para aprender estrategias de autocontrol. Sin embargo muchos de
ellos no están capacitados para realizar las tareas que se les asignan y muestran una gran
resistencia a la hora de aprender estrategias de autocontrol. Estos pacientes muchas veces
parecen estar más motivados para obtener apoyo de parte del terapeuta que para aprender
estrategias para autoayudarse.
5. Se asume que el paciente podrá establecer una relación de colaboración con el terapeuta
en unas pocas sesiones; sin embargo para muchos pacientes esto es casi imposible,
volviéndose en cambio la relación con el terapeuta muy problemática.
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7. Que todos los patrones cognitivos y conductuales pueden cambiar a través de un análisis
empírico, con una discusión lógica, con práctica y pasos graduales. Con muchos pacientes
de este tipo, las cogniciones y autodefensas son patrones extremadamente resistentes a la
modificación a través de la TCB. Estos pacientes van a repetir continuamente que ellos
entienden intelectualmente lo que su terapeuta le plantea, pero que sus emociones,
conductas y creencias siguen sin cambiar, incluso después de meses de trabajo cognitivo.
Estos pacientes muestran una gran desesperanza al respecto e informan que esas creencias
han sido una parte fundamental de si mismos hasta ese momento.
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Rigidez: La terapia cognitiva breve asume que los pacientes tendrán cierta cuota de flexibilidad
y esa asunción no aparece como cierta en gran parte de los trastornos de personalidad.
Típicamente los terapeutas cognitivos utilizan una variedad de estrategias para ayudar a sus
pacientes a ver lo inadecuado o desadaptativo de sus esquemas. El terapeuta asume que el
paciente podrá modificar sus patrones cognitivos y conductuales si tiene suficiente practica y
ensaya lo suficiente. Sin embargo, de acuerdo con el DSM-IV uno de los sellos que caracterizan
a los trastornos de personalidad es la presencia de patrones persistentes e inflexibles. T. Millon
(1981) refuerza este punto de vista especificando que dos de los criterios importantes para
realizar un diagnóstico de trastorno de personalidad es la inflexibilidad y la presencia de
círculos viciosos, y dice al respecto que son “estrategias que la persona usa para relacionarse
con los otros, para alcanzar sus metas y para luchar contra el estrés que no son suficientes en
número apareciendo más bien como rígidas”.
Evitación: según Young la TCB asume que los pacientes tienen cierto acceso a lo que piensan o
sienten, pero sin embargo, en muchos casos de trastornos de personalidad, los sentimientos y
pensamientos frecuentemente son evitados o bloqueados debido a su carácter doloroso. Esta
evitación cognitiva y afectiva puede ser explicada, de acuerdo al autor en cuestión, como
resultado de conductas aversivas: la ansiedad y la depresión se asocian con algunos recuerdos y
emociones que el paciente quiere evitar. Esto se transforma en una estrategia crónica que no
puede ser tratada a través de la TCB. Es entonces muy importante desarrollar estrategias para
luchar contra esta evitación.
Para lograr una conceptualización más amplia y completa y un tratamiento más eficaz de los
trastornos de personalidad Young plantea agregarle cuatro conceptos básicos a los propuestos
tradicionalmente por Beck y sus colegas. Uno de ellos se refiere a los esquemas tempranos
desadaptativos (ETDs) y 3 de ellos a los procesos que operan sobre ellos para sostenerlos en su
lugar.
La terapia cognitiva breve se focaliza primariamente en tres niveles del fenómeno cognitivo:
1. Pensamientos automáticos
2. Distorsiones cognitivas
3. Supuestos subyacentes
Una vez trabajados estos niveles se da paso al trabajo sobre las creencias básicas o esquemas.
Young, por el contrario, propone enfatizar primariamente el trabajo en un nivel más profundo de
la cognición: en los esquemas tempranos desadaptativos (ETDs).
Los ETDs se refieren a temas extremadamente estables y duraderos que se desarrollan durante
la infancia y se siguen elaborando a lo largo de toda la vida del individuo. Estos esquemas
sirven como “plantillas” para el procesamiento de las experiencias posteriores. Algunas
características básicas de los mismos son:
1. La mayoría de ellos son creencias incondicionales acerca de uno mismo en relación con el
entorno. Los esquemas son las verdades a priori y se dan por supuestos. Young plantea para
comprender mejor a los ETDs compararlos con los supuestos subyacentes. Mientras estos
encierran la posibilidad de cambio y son condicionales (por ejemplo “Si puedo ser
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perfecto, o bueno con todo el mundo, seré valioso”), los esquemas son usualmente
incondicionales y más rígidos. Un ejemplo de estas características de los esquemas puede
verse en la siguiente frase: “No importa que haga porque soy incompetente, poco querible y
seré abandonado”. Cuando un esquema se activa los individuos creen que pueden, como
mucho, retrasar o esconder el rechazo y castigo que será de todas formas inevitable.
2. Los ETDs se autoperpetúan y, por consiguiente, son muy resistentes al cambio. Debido a
que se desarrollan tempranamente en la vida, a menudo forman parte del núcleo del
autoconcepto del individuo y su concepto del entorno. Estos esquemas son cómodos y
familiares y cuando se cuestionan, el individuo distorsiona la información para mantener su
validez. La amenaza de cambio del esquema es disruptiva para la organización cognitiva
básica, por lo que el individuo apela a una serie de estrategias para mantenerlos intactos.
3. Los ETDs, por definición, tienen que ser disfuncionales de alguna forma recurrente y
significativa.
4. Se activan normalmente por acontecimientos del entorno que son relevantes al esquema en
particular.
6. Los ETDs parecen ser el resultado de experiencias disfuncionales con padres, hermanos o
iguales durante los primeros años de vida del individuo. En vez de provenir de sucesos
traumáticos aislados, la mayoría de ellos están probablemente causados por pautas
continuas de experiencias cotidianas negativas con los miembros de la familia y los iguales,
lo que hace que se fortalezcan los esquemas de manera acumulativa.
ABANDONO Y RECHAZO
Se relaciona con la no satisfacción de las expectativas previstas de seguridad, estabilidad,
cuidado, empatía, de compartir sentimientos, aceptación y respeto. Típicamente la familia de
origen es imparcial, fría, rechazante, negadora, poco permisiva, aislada, explosiva,
imprevisible o abusadora.
5. Exclusión social / Alienación se refiere al sentimiento de que se está aislado del resto del
mundo, de que se es diferente a las otras personas y de que no se es parte de ningún grupo o
comunidad.
LIMITES INSUFICIENTES
Se refiere a la deficiencia en los límites internos, en la responsabilidad hacia los otros, o en la
orientación hacia metas a largo plazo. Se relaciona con la dificultad para respetar y tener en
cuenta los derechos de los demás, cooperar y asumir compromisos o tener metas personales
realistas. Típicamente las familias de origen se caracterizan por ser muy permisivas,
indulgentes, con poca dirección o con un sentimiento de superioridad, en vez de una adecuada
confrontación, disciplina y limites en relación al tema de la responsabilidad, la cooperación en
forma recíproca o las metas. En algunos casos los niños no fueron preparados suficientemente
para tolerar niveles normales de frustración o no fueron adecuadamente guiados y
supervisados.
Usualmente incluye la percepción de que los propios deseos, opiniones y sentimientos no son
válidos o importantes para los otros. Frecuentemente presentan una excesiva sumisión,
combinada con hipersensibilidad a sentirse emocionalmente engañados. Generalmente conduce
a una acumulación de ira, manifestado a través de sentimientos desadaptativos (por ejemplo una
conducta pasivo-agresiva, explosiones incontrolables de enojo, síntomas psicosomáticos, acting-
out, abuso de sustancias)
en el status, apariencia, aceptación social, dinero o éxito, como una forma de ganar
aprobación, admiración o atención (no primariamente poder o control). Frecuentemente
conduce a que la toma de decisiones importantes sea poco auténtica o poco satisfactoria o a
una hipersensibilidad al rechazo.
HIPERVIGILANCIA E INHIBICIÓN
Se refiere a una excesivo énfasis en la supresión de los propios sentimientos espontáneos,
impulsos o elecciones o en una rigidez excesiva, internalización de reglas y expectativas
acerca de la conducta ética y el performance, frecuentemente a expensas de la felicidad, la
autoexpresión, la tranquilidad, las relaciones intimas o de la propia salud. Típicamente las
familias de origen son sobrias, demandantes, y a veces castigadoras: el performance, el deber,
perfeccionismo, ciertas reglas y la evitación de errores predominan sobre el placer, juego y el
relax. Usualmente son pesimistas y se preocupan en exceso, cosas estas que llevan a que tengan
una conducta vigilante y cuidadosa todo el tiempo.
18. Castigo se refiere a la creencia de que la gente debe ser fuertemente castigada por sus
errores. Envuelve la tendencia a ser hostil, intolerante y castigador, así como impaciente
con otras personas (incluido consigo mismo) que no cumplen con sus expectativas.
Usualmente incluye la dificultad para perdonar los propios errores o los de los demás, la
dificultad para aceptar las debilidades e imperfecciones humanas así como la dificultad para
empatizar con los sentimientos.
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En relación al origen de los esquemas, Young señala que de acuerdo a su observación hay cinco
áreas primarias de desarrollo que los niños deben negociar con el ambiente en orden a
desarrollarse adecuadamente. Young afirma que cuando cualquiera de esas cinco áreas no son
satisfechas, la persona desarrollara dificultades en su funcionamiento en uno o más de los cinco
esquemas dominantes:
1) abandono y rechazo
2) pobre autonomía y competencia
3) limites inadecuados
4) focalización en los otros
5) hipervigilancia e inhibición
Cuando los esquemas se desarrollan en la infancia bloquean al niño en uno o más áreas de
dominio.
Young señala que en el origen de los esquemas juega un rol importante la biología y el
temperamento. Por ejemplo un niño que es especialmente ansioso por naturaleza tendrá más
dificultades para transitar el proceso de dependencia a autonomía. Similarmente, un niño que es
tímido estará más predispuesto a desarrollar un esquema de aislamiento. La capacidad del niño
para negociar cada uno de esas áreas será en parte determinada por su temperamento innato, en
combinación con los estilos parentales y las influencias sociales a las que este expuesto.
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Young describe tres procesos que considera son los más importantes:
- Mantenimiento del esquema
- Evitación del esquema
- Compensación del esquema
Estos procesos explican cómo los esquemas funcionan dentro de cada individuo, cómo se
mantienen y cómo son evitados, y cómo los pacientes a veces adaptan sus esquemas con una
sobrecompensación. Estos procesos pueden manifestarse a través del área cognitiva, afectiva y
conductual.
Como decíamos anteriormente para muchos pacientes los esquemas tempranos desadaptativos
son parte del concepto de sí mismos. Los ETDs son una parte central de la organización de la
personalidad. El mantenimiento de los esquemas se refiere a los procesos mediante los que se
refuerza a los ETDs. Estos procesos son apoyados cognitiva y conductualmente e incluyen la
utilización habitual de distorsiones cognitivas y de conductas autoderrotistas. El proceso de
mantenimiento del esquema explica la rigidez que es tan característica de los trastornos de
personalidad.
del paciente. Por ejemplo una señora con un esquema de subyugación buscara repetidamente
hombres que la dominen. De esta forma, adoptara un rol subordinado con el que se siente
familiarizada, mientras refuerza su punto de vista de si misma como subyugada. La selección
inadecuada de la pareja es uno de los más comunes mecanismos con los que los esquemas se
mantienen.
Resumiendo, los filtros cognitivos y las conductas autoderrotistas son mecanismos primarios de
mantenimiento del esquema y juntas sirven para perpetuarlo, haciéndolo cada vez más
inflexible.
Young ha observado diversos tipos de evitación del esquema. Algunos de estos procesos
envuelven una evitación cognitiva. La evitación cognitiva se refiere a intentos conscientes y
automáticos de bloquear pensamientos o imágenes que puedan activar el esquema. Por ejemplo,
cuando a algunos pacientes se les pide que recuerden eventos que activan esquemas, dirán que
no quieren pensar en ello o que lo han olvidado y si se le pide que visualicen la situación podrán
cerrar sus ojos y decir que no ven nada.
activa el esquema. Las conductas compulsivas pueden tener también esta misma función de
distraer al paciente de la focalización en pensamientos que son potencialmente activadores de
esquemas.
Un segundo tipo de evitación del esquema es la evitación afectiva, la cual se refiere al intento
consciente o automático de bloquear sentimientos que pueden activar esquemas. Por ejemplo,
algunos pacientes borderline informan que se cortan las muñecas para insensibilizarse ante el
dolor insoportable desencadenado por los esquemas tempranos (evitación del esquema).
Más frecuentemente se observa que los pacientes aprenden estrategias automáticas para
suprimir la experiencia emocional. Estos pacientes raramente experimentan sentimientos fuertes
de hostilidad, enojo, angustia o ansiedad, incluso en situaciones que seguramente activan esas
emociones en la mayoría de las personas. Esta evitación afectiva puede tener lugar incluso
cuando no hay ninguna evitación cognitiva. En otras palabras, enfrentando algunos eventos
difíciles hay pacientes que pueden reportar sobre sus cogniciones, pero niegan las emociones
que normalmente acompañan a este tipo de pensamientos. El resultado de esta evitación afectiva
conduce en muchos casos a la presencia de síntomas psicosomáticos, los cuales están más
presentes en los pacientes evitativos que en los no evitativos, quienes en comparación
experimentan emociones más intensas, que se suceden rápidamente, seguidas de un ánimo
normal.
El tipo final de evitación del esquema es la evitación conductual, que se refiere a la tendencia de
muchos pacientes a evitar situaciones de la vida real que puedan activar sus esquemas
dolorosos. En su extremo mayor, la evitación conductual puede ser demostrada a través de un
aislamiento social, agorafobia, o fracaso en el intento de cualquier tipo de carrera profesional
productiva o responsabilidad familiar.
Como ejemplo de un tipo menos extremos de evitación conductual se puede considerar el caso
de un paciente con un esquema de fracaso. Este paciente asumía a priori que iba a fracasar en
todo lo que hiciera. Basándose en esa premisa el evitaba comprometerse en las demandas de su
trabajo y no buscaba mejorar. Esto es un ejemplo de una conducta dirigida por los esquemas.
No buscando cambiar evitaba el dolor que anticipaba iba a sentir si fracasaba, sin embargo se
mantenía en la misma situación laboral, reforzando así su visión de si mismo como
incompetente. Esto, la evitación conductual del esquema, protege al individuo de la posibilidad
de verse inmerso en situaciones activadores de esquemas tempranos, pero al mismo tiempo la
validez del esquema sigue intacta.
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1. evitación cognitiva
2. evitación afectiva
3. evitación conductual
A través de ellas el paciente se escapa del dolor asociado a los esquemas tempranos
desadapativos. Sin embargo el precio que debe pagar por esa evitación es:
Se refiere a los procesos que compensan en exceso los esquemas tempranos desadaptativos.
Muchos pacientes pueden adoptar estilos cognitivos/conductuales que son el opuesto de lo que
se predeciría cuando el terapeuta llega a comprender o tener conocimiento de los ETDs del
paciente. La compensación de los esquemas es funcional en cierta medida. Los impulsos
antifóbicos pueden ser ventajosos. Pero la compensación de los esquemas se entiende mejor
como un intento potencialmente satisfactorio de cuestionar el esquema original, que casi
siempre conlleva un fracaso para reconocer la vulnerabilidad subyacente y, por consiguiente, no
prepara al paciente para el fuerte dolor emocional que se produciría si la compensación del
esquema fracasa y el esquema emerge. Además, puede que las conductas reguladas por el
esquema que compensan en exceso infrinjan injustamente los derechos de los demás y
produzcan consecuencias negativas en la vida real.
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1. Identificar los síntomas y problemas presentes a través de una anamnesis adecuada durante
la sesión inicial de evaluación. Obtener una historia de vida breve y lo más completa
posible.
2
Lazarus, A., & Lazarus, C. (1991). Multimodal Life History Inventory (2nd ed.). Champaign, IL: Research Press.
3
Young Schema Questionnaire (Long Form, Second Edition, 1990). Desarrollado por J. Young, PhD y Gary Brown, Med. Centro
de Terapia Cognitiva, New York.
4
Young – Rygh Avoidance Inventory (J. Young & Rygh, 1994)
5
Young Compensation Inventory (J. Young, 1995)
6
Young Parenting Inventory (J. Young, 1994)
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Se le explica al paciente que se anticipa que ellos distorsionaran la información para mantener el
esquema, por lo que no deben sentirse desilusionados por la lentitud del cambio. Se trata de
preparar al paciente para lo que el proceso de cambio de esquemas supondrá. Se usa la metáfora
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de la guerra y se enfatiza que en forma conjunta se llevaran a cabo sucesivas batallas contra el
esquema.
Se le sugiere al paciente que lea el libro titulado Reinterpretando tu vida (Young y Klosko,
1994), un libro de autoayuda basado en la visión de la terapia de focalización en el esquema.
También se le sugiere que lean la guía de la terapia focalizada en los esquemas, desarrollada por
Young.
Activando esquemas
Hasta este momento el proceso de identificación de los esquemas ha sido básicamente cognitivo
e intelectual. El siguiente paso supone la activación por parte del terapeuta de los esquemas del
paciente en una forma afectiva durante la sesión y fuera de la misma. Utilizando técnicas
experimentales para activarlos, el terapeuta puede testear cada uno de los esquemas
hipotetizados durante los primeros cuatro pasos del proceso. Se puede saber cuando el esquema
ha sido activado cuando se observa un alto nivel de afecto. Cuando más alto es el nivel de afecto
asociado, más primario es el esquema. Los esquemas secundarios están generalmente asociados
a un menor nivel de afecto y no serán activados totalmente durante esta fase.
Imaginación: esta técnica es extremadamente útil y consiste en pedir al paciente que cierre sus
ojos y que describa todas las imágenes que vienen a su cabeza espontáneamente. Una variación
de esta técnica es pedirle al paciente que imagine una escena especial que el terapeuta crea, de
acuerdo a los datos obtenidos previamente, que pueda activar el esquema. Esto por ejemplo
puede ser una escena con la pareja.
eventos estresantes o que activan fuertes sentimientos y que piense acerca del significado de los
mismos.
Recuerdos pasados: la tercera técnica para elicitar esquemas es invitar al paciente a discutir
sobre sus recuerdos y experiencias estresantes del pasado. El recordar imágenes y experiencias
de la niñez generalmente provoca altos niveles de afecto. Se presume que estas experiencias del
pasado han sido las que han iniciado el esquema. Se le pide al paciente que complete el YPI, un
inventario que incluye conductas de la madre y el padre que se hipotetizan son los orígenes de
cada esquema. También sirve discutir los ítems de este inventario con el paciente para poder
explorar el origen de los esquemas.
Relación terapéutica: otra estrategia para activar esquemas es la discusión acerca de la relación
terapéutica- lo que en el campo analítico se denomina transferencia. En la terapia focalizada en
los esquemas el terapeuta presta mucha atención a la relación terapéutica, buscando eventos que
puedan activar los esquemas durante la sesión. Cuando estos eventos se alcanzan, el terapeuta se
toma un tiempo para discutir los aspectos difíciles de la relación terapéutica con el paciente.
Libros y películas: los esquemas también pueden ser activados por libros y películas que se le
pide al paciente que vea o lea, y que son relevantes en relación a sus esquemas. Este sistema ha
probado ser una forma muy poderosa de activar esquemas, los que pueden ser discutidos en
sesiones siguientes.
Terapia de grupo: la terapia de grupo es una excelente forma de activar esquemas que están en
la naturaleza interpersonal.
Sueños: los sueños son otra técnica muy útil de elicitar esquemas.
Tareas: la estrategia final para desencadenar esquemas es pedirle al paciente como tarea que
escriba acerca de ciertos temas relacionados con el esquema o que lleve un diario sobre sus
esquemas.
Muchos de los pacientes con trastornos de personalidad evidencian cierto nivel de evitación del
esquema. Esta evitación es usualmente una forma que tiene el paciente de evitar sentir las
emociones intensas y displacenteras que se experimentan cuando el esquema aparece.
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Cuando el terapeuta reconoce que la evitación del esquema esta teniendo lugar, debe incitar al
paciente a confrontar los pensamientos, imágenes y emociones que están conectadas con el
esquema y a no escapar de ellas (esto puede no ser posible con pacientes muy frágiles), lo que
puede llevarse a cabo discutiendo los pros y contras de esos temas.
El sexto paso es reconocer cuales son las conductas dirigidas por los esquemas. Como fue
explicado anteriormente uno de los motivos por los cuales los esquemas se mantienen es que los
pacientes desarrollan conductas defensivas los refuerzan. Estas conductas son formas de
enfrentar y adaptarse al ambiente, basadas en la autopercepción generada por el esquema. Cada
conducta defensiva puede ser clasificada como forma de mantener el esquema, de evitarlo o de
compensarlo, dependiendo de su función.
Desde el punto de vista positivo, el paciente puede evitar el afecto doloroso conectado con el
esquema y usualmente le permite funcionar más adecuadamente en su mundo. Desde el punto
de vista negativo, el esquema nunca cambiara, por lo que el paciente será siempre vulnerable a
activar eventos que pueden romper ese difícil equilibrio entre luchar y no luchar. Por otra parte
estas conductas por lo general incluyen la evitación de aspectos importantes de la vida, como
relaciones cercanas o cambios a nivel profesional.
Identificar estas conductas supone un análisis cuidadoso de las conductas actuales del paciente
en áreas específicas. Una vez que las mismas han sido confirmadas el terapeuta le presenta al
paciente las mismas y busca feedback.
Es importante hacer notar que más de un esquema puede estar asociado a cada área de la vida.
Además los esquemas pueden ser activados en un área y no en otra.
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Ejemplo que ilustra la relación entre las áreas problemáticas, los esquemas y las conductas
dirigidas por esquemas
Los pasos número siete y ocho envuelven la conceptualización del paciente en términos de sus
esquemas. Primero, el terapeuta debe unir el material obtenido a través del proceso descrito
anteriormente y demostrar la conexión entre los esquemas, las emociones, los eventos
desencadenantes, la relación terapéutica y los orígenes pasados del problema.
Una vez que el terapeuta esta capacitado para identificar los esquemas y para ver como se
manifestaron en el pasado y se manifiestan en el presente, entonces el terapeuta resume las
conclusiones para el paciente y le pide feedback.
El paso final es que el terapeuta distinga entre los esquemas primarios, secundarios y
relacionados. Para hacer esto el terapeuta debe entender como todos los esquemas relevantes se
interrelacionan. Los pasos a seguir son los siguientes:
1) Identificar cuáles son los esquemas más importantes, o sea los esquemas primarios; esto
generalmente sirve como objetivo inicial para el cambio descrito en la próxima sección.
Estos esquemas fuertes pueden ser aislados prestando mucha atención a los eventos
desencadenantes de un intenso afecto, a los problemas y eventos más problemáticos y al
origen primero del problema emocional del paciente.
2) Buscar cuáles esquemas están relacionados con cada uno de los esquemas primarios. Un
esquema relacionado es aquel que puede ser mejor explicado relacionándolo con el esquema
primario. Por ejemplo, el esquema de subyugación puede relacionarse con el esquema de
abandono: si se fracasa en el intento de satisfacer todos los deseos de los demás entonces se
será abandonado.
los esquemas primarios y tienen menor prioridad. Estos esquemas serán secundarios dentro
de los objetivos de cambio del tratamiento.
CONCLUSIONES
La terapia focalizada en los esquemas difiere de la terapia cognitiva breve en los siguientes
aspectos:
Al mismo tiempo la terapia focalizada en los esquemas conserva muchos de los elementos más
importantes desarrollados en la terapia cognitiva estándar de Beck que la diferencian de los
tratamientos psicoanalíticos tradicionales o de las terapias centradas en el cliente:
La terapia cognitiva focalizada en los esquemas puede ser vista como entonces como una
extensión de la terapia cognitiva tradicional que integra además técnicas de otros enfoques
terapéuticos.