LA IMPORTANCIA DE LA ÉTICA Y LOS VALORES EN EL

EJERCICIO DE LA PROFESIÓN

¿Por qué los principios éticos son fundamentales en la práctica

profesional de la enfermería?

Francy Elena Giraldo Osorio

Instituto de Capacitación Técnica INCATEC

Técnico Laboral por Competencias Auxiliar en Enfermería

Ética
Facatativá
2018
 LA IMPORTANCIA DE LA ÉTICA Y LOS VALORES EN EL EJERCICIO DE LA
PROFESIÓN

¿Por qué los principios éticos son fundamentales en la práctica profesional de la

enfermería?

Desarrollarse como un profesional de la enfermería, requiere no solo de una sólida

preparación teórica que afiance los conocimientos y habilidades necesarias para desempeñar
correctamente la tarea de cuidar; además, es necesario que la preparación profesional de un
enfermero esté orientada y centrada en la ética y los valores que han de ser respetados
durante su ejercicio en esta práctica sanitaria. Puesto que, en las manos de un enfermero con
frecuencia se dispone la vida del ser humano, es imprescindible que este se encuentre
formado con un carácter basado en el valor moral, que radique en su voluntad de querer hacer
el bien, obrando de tal modo, que considere la humanidad de las personas que dejan bajo su
cuidado. Por ello, el propósito de este ensayo es exponer a través de argumentos la
importancia de la formación ética en un profesional de la salud, usando como fundamento las
ideas filosóficas que han orientado el ejercicio de esta profesión.

Para comenzar, es importante comprender que existen

numerosas y variadas acepciones de los cuidados de enfermería, desde las más existenciales a
las más técnicas, entendiendo este ejercicio de cuidado como trato humano; como imperativo
y compromiso moral de mantener la dignidad e integridad de las personas; como afecto,
implicación emocional, empatía e intimidad; como atención biológica, asociada a la búsqueda
de resultados fisiológicos; cuidado como acto terapéutico en el que el paciente percibe
necesidades y la enfermera interviene en la satisfacción de las mismas. (I. M. Barrio, 2006).
No obstante, cualquiera que sea la concepción que se tome de esta profesión, siempre se
asociará la misma con el cuidado, protección y defensa de la vida.

De manera que, realizar acciones de cuidado precisa de

cierta disposición personal, pues “un cuidador ha de incorporar una serie de actitudes para
desempeñar bien su labor, conocimiento, alternancia del ritmo, paciencia, honestidad,
confianza, humildad, esperanza y coraje” (I. M. Barrio, 2006). Más aún, hay una virtud

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llamada a ser la primordial que debe poseer cualquiera que desee ejercer esta profesión, esta
es la voluntad, pero no entendida simplemente como la intención o el deseo de hacer algo;
sino más bien, una voluntad entendida como voluntad buena, tal y como lo describe el
filósofo Immanuel Kant, quien apoyaba su tesis en que el valor moral sólo puede radicar en la
voluntad del hombre, pero no entendida desde el acto si no desde la intención que mueve a
realizarlos, pues según él, la moralidad no consiste en lo que se hace sino en cómo se hace lo
que se hace, pues el resultado puede ser bueno o malo pero la intención es fundamental.

Ahora bien, no solo se trata de voluntad, el desarrollo

profesional de la enfermería tiene como propósito proteger el derecho primario y
fundamental, el derecho a la vida de toda persona, y en el cual encuentran sentido y
fundamento los demás derechos del hombre. Por ello, en el trabajo de la enfermería es
primordial el respeto de los principios éticos en que se apoya la tarea de cuidar, entendiendo
que el término ética proviene del vocablo “éthos”, que significa carácter o modo de ser, de
ahí que, la ética es el modo de ser que la persona adquiere para sí misma, a lo largo de su
vida, asociada a determinadas acciones con características de hábitos. (Fraile, 2002)

De modo que, un profesional virtuoso y respetuoso de

los principios éticos que rigen su práctica profesional, tendrá como hábito durante su labor
diaria estos principios, en concordancia con el planteamiento Aristotélico, que entiende la
ética como una actitud adquirida, una disposición permanente, un hábito que implica
racionalidad, es decir saber escoger aquello que lo realiza como ser humano. Al mismo
tiempo, la definición de las funciones de enfermería y su práctica le obligaran a entender la
profesión como parte de un compromiso compartido con otros profesionales, pues en el
equipo sanitario, no todos hacen todo, cada uno tiene una tarea particular que realizar. (I. M.
Barrio, 2006). Por esto, una atención sanitaria que considere al individuo en su totalidad
necesita de un equipo caracterizado por la corresponsabilidad, y es allí donde la ética en la
profesión adquiere su sentido sociocultural, pues esta se desarrolla dentro de un entorno
social en el que el enfermero debe adaptarse al trabajo cooperativo y ha de ser flexible y
ajustarse a la situación concreta del paciente, de los miembros del equipo y al contexto donde
se realice la atención. (I. M. Barrio, 2006)

En conclusión, el desempeño profesional de la función

cuidadora propia de la enfermería, requiere de una conjunción de elementos dentro de los

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cuales el eje principal es el ejercicio ético de su profesión, pero que también debe ir
acompañado de una voluntad buena, entendida esta bajo el principio de la moralidad, y de
su práctica dentro de un entorno socio cultural en el que se incluye la participación de otros
profesionales y del propio paciente, que exige incorporar estos elementos a los programas
formativos de enfermería con el fin de desarrollar en ellos un carácter que les permita
prevenir y resolver los conflictos éticos en la práctica asistencial.

Bibliografía
Fraile, C. (2002). Ciencia, ética y enfermería. Ciencia y enfermería, 8(ISSN 0717-9553), 9-
14. Obtenido de https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-
95532002000100002

I. M. Barrio, A. M. (2006). Ética de enfermería y nuevos retos. Anales del Sistema Sanitario
de Navarra, 29, 41-47. Recuperado el Septiembre de 2018, de
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-66272006000600005