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INTRODUCCIÓN

El presente trabajo se lleva a cabo cumpliendo con los requerimientos de la Cátedra Salud
Publica, elaborando para ello el siguiente trabajo monográfico cuyo tema surge del interés
del docente. El tema asignado es hipertensión arterial (HTA) ya que en la actualidad
constituye uno de los factores más importante para el desarrollo de enfermedades
cardiovasculares.

En la actualidad numerosas investigaciones muestran claramente que la HTA no debe ser


considerada como un hecho aislado sino formando parte de un síndrome clínico que agrega
cada vez más elementos constitutivos de orden morfológico, funcional y metabólico.
Nuestro país se encuentra en los primeros lugares de mortalidad cardiovascular en América,
siendo superado solo por Trinidad y Tobago. Los datos disponibles en la actualidad
muestran una prevalencia del 35,5% de mortalidad cardiovascular aterosclerótica y 10% de
causas encefalovasculares vinculadas a la HTA; estudios de prevalencia de factores de
riesgo en nuestro país en diferentes comunidades han mostrado que estimativamente uno de
cada tres argentinos es hipertenso.

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PRESION ARTERIAL

La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a
medida que el corazón bombea sangre a través del cuerpo. El resultado de la lectura de la
presión arterial se da en dos cifras. Una de ellas es la sistólica que esta arriba o sea el
primer numero en la lectura. La otra es llamada diastólica que esta abajo y es el segundo
número en la lectura. Se expresa normalmente en milímetros de mercurio (mmHg) sobre la
presión atmosférica. Tradicionalmente se ha considerado como presión arterial ideal a los
siguientes valores: < a 120 mmHg de sistólica y < de 80 mmHg de diastólica. Aceptándose
como una presión alta (hipertensión= HA) cuando los valores de la sistólica están sobre los
140 y/o la diastólica sobre 90 mmHg.

HIPERTENSION ARTERIAL ( HTA)

La hipertensión arterial (HTA) es el aumento de la presión arterial de forma crónica. Es una


enfermedad que no da síntomas durante mucho tiempo y , si no se trata, puede
desencadenar complicaciones severas como un infarto agudo de miocardio, una hemorragia
o trombosis cerebral, lo que se puede evitar si se controla adecuadamente. Las primeras
consecuencias de la HTA las sufren las arterias, que se endurecen a medida que soportan la
presión arterial alta de manera continua, se hacen más gruesas y puede verse dificultado el
paso de sangre a su través; esto se conoce con el nombre de arterosclerosis.

La hipertensión arterial se define como el nivel de presión capaz de producir lesión


cardiovascular en un paciente determinado. Se considera que este umbral está por encima
de 135/85 mmHg (milímetros de mercurio). Por otra parte es obligatorio hacer una
valoración global de riesgo para cada persona, enferma o no, para calcular las cifras de
presión que deberían considerarse «seguras» para ella, para cada paciente existiría una cifra
umbral para diagnosticar «hipertensión». Dicho nivel estará dado por la evidencia científica
disponible con relación a su perfil individual, en especial evidencia proveniente de estudios,
observacionales, epidemiológicos o de experimentos clínicos controlados. Presenta
numerosas sub-clases, que incluyen: hipertensión fase I, hipertensión fase II, e hipertensión
sistólica aislada. La hipertensión sistólica aislada se refiere a la presencia de una presión

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sistólica elevada conjuntamente con una presión diastólica normal, una situación frecuente
en las personas de edad avanzada. Estas clasificaciones se obtienen haciendo la media de
las lecturas de la presión arterial del paciente en reposo tomadas en dos o más visitas del
paciente. Los individuos mayores de 50 años se clasifican como hipertensos si su presión
arterial es de manera consistente al menos 140 mmHg sistólica o 90 mmHg diastólica. Los
pacientes con presión arterial mayor de 130/80 mmHg con presencia simultánea de diabetes
o enfermedad renal requieren tratamiento.

CAUSAS

Algunos de los factores ambientales que contribuyen al desarrollo de la hipertensión arterial


incluyen la obesidad, el consumo de alcohol, el tamaño de la familia, circunstancias de
nacimiento y las profesiones estresantes. Se ha notado que en sociedades económicamente
prósperas, estos factores aumentan la incidencia de hipertensión con la edad.
Aproximadamente un tercio de la población hipertensa se debe al consumo de sal, porque al
aumentar la ingesta de sal se aumenta la presión osmótica sanguínea al retenerse agua,
aumentando la presión sanguínea. Los efectos del exceso de sal dietética dependen de la
ingesta de sodio y de la función renal. Se ha observado que la renina, secretada por el riñón
y asociada a la aldosterona, tiende a tener un rango de actividades más amplio en pacientes
hipertensos. Sin embargo, la hipertensión arterial asociada a un bajo nivel de renina es
frecuente en personas con ascendencia negra lo cual probablemente explique la razón por la
que los medicamentos que inhiben el sistema renina-angiotensina son menos eficaces en
ese grupo de población.

En individuos normotensos, la insulina estimula la actividad del sistema nervioso simpático


sin elevar la presión arterial, sin embargo, en pacientes con condiciones patológicas de
base, como el síndrome metabólico, la aumentada actividad simpática puede sobreponerse a
los efectos vasodilatadores de la insulina. Esta resistencia a la insulina ha sido propuesta
como uno de los causantes del aumento en la presión arterial en ciertos pacientes con
enfermedades metabólicas.

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La apnea del sueño es un trastorno común y una posible causa de hipertensión arterial. El
tratamiento de este trastorno por medio de presión aérea positiva continúa u otros manejos,
mejora la hipertensión esencial. La hipertensión arterial es uno de los trastornos más
complejos con un componente genético asociado a la aparición de la enfermedad. Se han
estudiado a más de 50 genes que podrían estar involucrados con la hipertensión. Al
transcurrir los años y según los aspectos de la enfermedad, el número de fibras de colágeno
en las paredes arteriales aumenta, haciendo que los vasos sanguíneos se vuelvan más
rígidos. Al reducirse así la elasticidad, el área seccional del vaso se reduce, creando
resistencia al flujo sanguíneo y como consecuencia compensadora, se aumenta la presión
arterial.

RIESGOS

Los órganos cuya estructura y función se ven alterados a consecuencia de la hipertensión


arterial no tratada o no controlada se denominan «órganos diana» e incluyen el sistema
nervioso central, arterias periféricas, corazón y riñones, principalmente. La asociación entre
la presión arterial y el riesgo de cardiopatías, infarto agudo de miocardio, derrame
cerebral y enfermedades renales es independiente de otros factores de riesgo.

Lesiones en la visión: retinopatía hipertensiva, vasoespasmo, aumento del brillo arterial,


cruces arterio-venosos patológicos (signo de Gunn), hemorragias, exudados, papiledemas y
trombosis retinianas venosas.

Lesiones del sistema nervioso central: La hipertensión arterial persistente puede causar
un accidente cerebrovascular trombótico o embólico, infartos lacunares o un accidente
cerebrovascular hemorrágicocon hematoma intracerebral, entre otros.. Otras
manifestaciones de la hipertensión incluyen la encefalopatía hipertensiva lesiones
microvasculares cerebral y la demencia de origen vascular como consecuencia de múltiples
infartos del sistema nervioso central.

Lesiones en arterias periféricas: las lesiones arteriales pueden incluir disfunción endotelial,
remodelado parietal y estrechamiento luminal, arterioloesclerosis, ateroesclerosis
progresiva de grandes vasos, en especial de vasos cerebrales, aorta, coronarias y arterias de

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los miembros inferiores, generando hipoperfusión crónica subclínica o sintomática;
aneurismas complicados eventualmente con disección o ruptura, especialmente a nivel de
aorta torácica.

Lesiones cardíacas :las más comunes son hipertrofia ventricular izquierda, fibrosis
miocárdica con deterioro de la distensibilidad parietal y de las propiedades viscoelásticas
del miocardio contráctil, isquemia microvascular coronaria, síndrome coronario agudo,
disfunción diastólica ventricular izquierda, disfunción sistólica ventricular izquierda,
insuficiencia cardíaca congestiva, valvulopatías degenerativas de hemicardio izquierdo ,
fibrilación auricular y arritmias ventriculares.

Lesiones renales: puede producirse micro albuminuria, fibrosis túbulo intersticial,


gloméruloesclerosis, isquemia renal crónica, infarto renal, reducción de la tasa de filtrado
glomerular e insuficiencia renal crónica como evento terminal.

TRATAMIENTO

Se indica tratamiento para la hipertensión a:

 Pacientes con cifras tensionales diastólicas mayores de 90 mmHg o sistólica mayores


de 140 mmHg en mediciones repetidas;
 Pacientes con una tensión diastólica menor que 89 mmHg con una tensión sistólica
mayor que 160 mmHg;
 Pacientes con una tensión diastólica de 85 a 90 mmHg que tengan diabetes mellitus o
con arteroesclerosis vascular demostrada.

Los pacientes prehipertensos o que no califiquen para recibir tratamiento específico deben
ajustar sus hábitos modificables, entre ellos:

 Pérdida de peso en pacientes con sobrepeso u obesidad, fundamentalmente con


ejercicio y una dieta rica en frutas, vegetales y productos lácteos libres de grasa
 Limitación del consumo de licor y de bebidas alcohólicas

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 Reducción de la ingesta diaria de cloruro de sodio( sal común de mesa) a no más de
6 gramos.
 Mantener una ingesta adecuada de potasio en la dieta (frutas y vegetales);
 Mantener una ingesta adecuada de calcio y magnesio;
 Cesar el consumo de cigarrillos u otras formas de nicotina y cafeína y reducir la
ingesta de grasas saturadas y colesterol

El Séptimo Comité sugiere, como línea inicial medicamentosa para la hipertensión, las
siguientes estipulaciones:

 Pacientes pre hipertensos, es decir, con una presión arterial de 120-139/80-89: no se


indican medicamentos.
 Hipertensión arterial estadio 1 (140-159/90-99): diuréticos tipo tiazida se
recomiendan para la mayoría de los pacientes. Los IECA, ARA-II, beta
bloqueantes, bloqueante de los canales de calcio o una combinación de éstos puede
que sea considerada.
 Hipertensión arterial estadio 2, con una presión arterial mayor de 160/100:
combinación de dos fármacos, usualmente un diurético tiazida con un IECA, ARA-
II, beta bloqueante o BCC.

Además del tratamiento medicamentoso, en todos los pacientes (independientemente del


estadio) se procurará ajustar los hábitos modificables antes señalados.

PREVENCION

Si bien no es posible eliminar por completo la hipertensión, varias acciones son muy útiles
y necesarias para prevenir su aparición y para evitar el empeoramiento de los síntomas:

 Incrementar la actividad física aeróbica;


 Mantener un peso corporal dentro de los estándares correspondientes a la edad y la
estatura, según el sexo;
 Reducir al mínimo el consumo de alcohol: al día no deben consumirse más de 30 ml
de etanol, que equivale a 720 ml (2 latas) de cerveza; 300 ml de vino (dos copas; un

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vaso lleno contiene 250 ml); 60 ml de whisky (un quinto de vaso), en los varones;
en las mujeres, la mitad;
 Reducir el consumo de sodio, hacer la suplementación de potasio;
 Consumir una dieta rica en frutas y vegetales; lácteos bajos en grasa con reducido
contenido de grasa saturada y total;
 Privarse de todo tipo de tabaco (cigarro, pipa, habano, etc.), y
 Controlar la glucemia (sobre todo si la persona padece diabetes).

CONCLUSIÓN

El presente trabajo nos permitió hacer un recorrido por el tema de hipertensión arterial, y
conocer su clasificación, causas, órganos que puede lesionar y de qué manera, tratamiento y
prevención.

El objetivo de dicho trabajo ha sido ampliar los conocimientos sobre el tema y dejar
sentado la importancia de este factor de riesgo en el desarrollo de enfermedades
cardiovasculares.

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BIBLIOGRAFIA

Revista argentina de cardiología


versión On-line ISSN 1850-3748
Rev. argent. cardiol. v.74 n.4 Buenos Aires jul./ago. 2006

Formato Documento Electrónico (ISO)


DIAZ, Mónica. ¿Cómo comenzar el tratamiento del paciente hipertenso?. Rev. argent.
cardiol. [online]. 2006, vol.74, n.4 [citado 2012-10-25], pp. 191-193 . Disponible en:
<http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1850-
37482006000400001&lng=es&nrm=iso>. ISSN 1850-3748.

http://www.msal.gov.ar/index.php/component/content/article/48/108-hipertension-
arterial

http://books.google.com.ar/books?id=tk_t_jxC3z4C&printsec=frontcover&dq=hipert
ension+arterial&hl=es&sa=X&ei=DaGJUN-1DYSc9QTXm4HoDQ&redir_esc=y

Prensa OMS/OPS Y Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial.

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