Desigualdad social

y resiliencia académica

Según el Informe PISA 2009, España

se sitúa entre los países con mayor

porcentaje de alumnos resilientes, es

decir, que proviniendo de entornos

socioeconómicos desfavorecidos,

obtienen buenos resultados

escolares. Se trata, en su mayoría,

de alumnado autóctono, de sexo

femenino, no repetidor, con buen

hábito de lectura y que estudia en

centros de titularidad privada.

FLOR GARCÍA

Las desigualdades educativas han centrado gran parte de la

ADRIÁN ZANCAJO, ALBA CASTEJÓN Y FERRAN FERRER
Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
investigación en ciencias sociales en las últimas décadas. En este
contexto, las evaluaciones internacionales son una herramienta
útil para conocer la situación de los diferentes sistemas educa-
tivos con relación a la igualdad de oportunidades, mediante la
comparación entre ellos.

58 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. Nº 425 MONOGRÁFICO } Nº IDENTIFICADOR: 425.011


Desde la primera edición del proyecto PISA (Programme for
International Student Assessment), la Organización para la Co-
operación y el Desarrollo Económicos (OCDE), responsable de
este proyecto, ha incidido de manera especial en el estudio de
las desigualdades en torno a diversos subgrupos de alumnos (de
bajo nivel socioeconómico, provenientes de familias inmigran-
tes...). A su vez, es considerable el esfuerzo realizado por este
organismo internacional para analizar las desigualdades educa-
tivas desde el punto de vista de la política educativa. Prueba de
ello son sus informes periódicos, que recogen recomendaciones
para la mejora de la equidad de los sistemas educativos.
Sin embargo, otro aspecto que en los últimos años ha adqui-
rido especial relevancia es el análisis de aquellos alumnos que
proviniendo de entornos socioeconómicos desfavorecidos ob-
tienen unos buenos resultados escolares. Se considera que el
estudio de estos alumnos, llamados “resilientes”, puede ayudar
a mejorar la equidad de los sistemas educativos, a través de
prácticas que reduzcan la intensa relación existente entre el nivel
socioeconómico y los resultados académicos.
El presente artículo se centra en el análisis de las desigualda-
des, según el nivel socioeconómico de los alumnos en el sistema
educativo español, a partir de los datos de la edición 2009 del
proyecto PISA. En primer lugar, se analizan las diferencias en el
nivel de competencias de los alumnos con relación al estatus
socioeconómico de sus familias. En segundo lugar, se centra en
el estudio de los alumnos resilientes, tanto en la comparativa de
la situación española en el contexto internacional como en la
descripción de las principales características de estos alumnos
en España. Por último, se apuntan las principales conclusiones
y se recogen algunas de las recomendaciones políticas a partir
de estudios recientes sobre la temática.
La competencia en lectura y el nivel
socioeconómico
PISA es una herramienta útil para analizar los niveles de las
competencias adquiridas por los estudiantes. A partir de la es-
cala de comprensión lectora, la OCDE establece seis niveles
competenciales que indican la capacidad de los estudiantes para
resolver tareas de diferente complejidad. La pertenencia a un
nivel de competencia señala que el estudiante es capaz de re-
solver tareas de ese nivel e inferiores. Con relación a estos seis
niveles, la OCDE identifica cuatro categorías de estudiantes:
Cuadro 1
Niveles de competencia lectora, según PISA
Nivel de competencia
alto medio-alto
en lectura
Niveles en la escala de
5y6
comprensión lectora
Rango de puntuación
más de 626 puntos entre 553 y 626 puntos
en la prueba de lectura
Fuente: elaboración propia a partir de PISA-2009.
monográfico
aquellos que tienen un nivel alto, los de nivel medio-alto, los de
nivel medio-bajo y los de nivel bajo. En el cuadro 1 se detallan
los niveles de rendimiento en la escala de compresión lectora
que se corresponden con las categorías anteriores, así como los
intervalos de puntuación en la prueba de comprensión lectora.
Cabe destacar que PISA advierte que los alumnos que no supe-
ran el nivel bajo no han adquirido las competencias que se con-
sideran básicas para la vida adulta en los países desarrollados
(véase cuadro 1).
¿Qué son capaces de hacer los alumnos situados en cada uno
de los niveles competenciales? A modo de ejemplo, algunas di-
ferencias entre aquellos estudiantes asignados en el nivel más
bajo y el nivel más alto son que mientras los primeros únicamen-
te pueden localizar información explícita en textos de baja com-
plejidad y hacer inferencias sencillas, los de nivel alto son capaces
de comprender de forma detallada y global la información de un
texto y de hacer inferencias múltiples, entre otros aspectos.
El nivel socioeconómico es una de las variables que más ex-
plica la variación de los resultados entre los estudiantes de un
mismo sistema educativo. Actualmente, el papel central que
tienen las competencias en los currículos educativos hace que
esta relación entre resultados académicos y nivel socioeconómi-
co se traduzca en una adquisición desigual en los niveles de
competencia lectora estipulados por PISA. Así, si comparamos
los niveles competenciales alcanzados por los alumnos, según
el estatus socioeconómico de los mismos, se observan algunas
tendencias relevantes (véase cuadro 2).
En primer lugar, el descenso del porcentaje de alumnos de
bajo nivel competencial a medida que aumenta su nivel socioeco-
nómico. Por otro lado, los alumnos en los niveles superiores de
competencias se concentran básicamente entre aquellos de ma-
yor nivel socioeconómico.
En segundo lugar, la relación entre nivel socioeconómico y
nivel competencial se hace aún más evidente si se comparan los
grupos de estudiantes de menor y mayor estatus socioeconó-
mico. Entre los alumnos de nivel socioeconómico bajo se obser-
va una proporción mucho mayor en los niveles competenciales
inferiores que en la media de España. En cambio, en los niveles
competenciales más altos se observa que los alumnos más des-
favorecidos socialmente presentan porcentajes significativamen-
te menores que en la media del país. En el caso de los estudian-
tes de nivel socioeconómico alto se observa la tendencia
inversa, es decir, el porcentaje de alumnos situados en niveles
competenciales bajos es casi tres veces menor que la media es-
medio-bajo bajo
4 3y2 por debajo de 2
entre 407 y 553 puntos menos de 407 puntos
{ Nº 425 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. 59
 Cuadro 2
Distribución de los niveles de competencia en comprensión lectora según nivel socioeconómico. España
Fuente: elaboración propia a partir de la base de datos OCDE-PISA 2009.
pañola, y mucho mayor en los niveles competenciales altos.
En definitiva, se demuestra una diferencia muy acusada en
cuanto a los niveles de competencia adquiridos por los estudian-
tes, con relación a su nivel socioeconómico. La probabilidad de
que un alumno de bajo estatus socioeconómico no adquiera las
competencias básicas en lectura es casi cinco veces mayor que
la de sus compañeros de nivel socioeconómico más alto (véase
el cuadro 2).
Conviene tener en cuenta, igualmente, la importancia de las
competencias alcanzadas a lo largo de la trayectoria académi-
ca; grandes desequilibrios entre grupos de población pueden
favorecer la consolidación de desigualdades sociales poste-
riores, fruto precisamente de estas desigualdades educativas
iniciales.
El fenómeno de la resiliencia académica
Como se ha dicho en el apartado anterior, existe una estrecha
relación entre el nivel socioeconómico de los alumnos y el nivel
de competencias alcanzado en PISA. En contraposición a este
determinismo social en los resultados académicos tiene sentido,
desde una perspectiva pedagógica, el estudio de la resiliencia
académica. Se entiende por alumnos resilientes aquellos que,
aun teniendo alguna característica personal o familiar que pue-
de favorecer unos bajos resultados académicos, obtienen bue-
nas puntuaciones con relación al conjunto de sus compañeros.
En este caso se han considerado como alumnos resilientes aque-
llos que, perteneciendo al grupo del 25% de población de cla-
se social más baja, obtienen puntuaciones situadas entre el 25%
de alumnos con mejor resultado PISA en su país.
60 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. Nº 425 }
A la vista de los resultados en la comparativa internacional
(véase cuadro 3), una de las primeras observaciones que se
puede realizar es que el porcentaje de alumnos resilientes –sal-
vo algunos casos concretos– oscila entre el 9% y el 12% en la
muestra seleccionada. Esto se puede explicar por el hecho de
que gran parte de estos países comparten un contexto socioeco-
nómico y cultural similar (exceptuados los países asiáticos) y,
por tanto, no cabe esperar grandes diferencias en cuanto al
conjunto de alumnos desfavorecidos que son capaces de ob-
tener altas puntuaciones. Sin embargo, en esta comparativa
internacional España se sitúa entre los países con mayor núme-
ro de alumnos resilientes.
Perfil del alumnado resiliente en España
El estudio de los factores personales y familiares del alumnado
resiliente ha centrado buena parte de la investigación educativa
en este ámbito. Se considera que conocer qué aspectos distin-
guen a los estudiantes resilientes de sus compañeros homólogos
de nivel socioeconómico bajo puede facilitar la eficacia de las
intervenciones pedagógicas en este ámbito.
¿Cuáles son las características personales y familiares de los
alumnos resilientes españoles? El gráfico 2 presenta el porcen-
taje de estudiantes resilientes sobre el total de alumnos de nivel
socioeconómico bajo, para un conjunto de categorías agrupa-
das en función de variables personales. Además, en la parte
final del gráfico, se ha añadido el porcentaje de alumnos resi-
lientes de España, para poder compararlo con cada una de las
categorías presentadas. De esta manera, si el porcentaje de
alumnos resilientes en alguna de las categorías es inferior o su-

perior a la media española, esto significa que los alumnos de
dicha categoría se encuentran subrepresentados o sobrerepre-
sentados, respectivamente, con relación al conjunto de los alum-
nos resilientes (véase cuadro 4).
Los datos presentados muestran, en primer lugar, una mayor
preponderancia de resilientes entre los alumnos de sexo feme-
nino, en comparación con sus homólogos masculinos. Por su
parte, solo un bajo porcentaje de alumnos no autóctonos –es
decir, según el criterio PISA, aquellos que, independientemente
de su nacionalidad, sus padres han nacido fuera del país– con-
siguen obtener altas puntuaciones. Asimismo, otro aspecto re-
lacionado con el anterior es que los estudiantes de nivel so-
cioeconómico bajo, que emplean habitualmente en casa una
Cuadro 3
Porcentaje de alumnos resilientes sobre el total de alumnos de nivel socioeconómico bajo
Fuente: elaboración propia a partir de la base de datos OCDE-PISA 2009.
monográfico
lengua no oficial del Estado español, se encuentran sobrerepre-
sentados respecto al global de los alumnos resilientes.
Por otro lado, factores como el hecho de no haber repetido
curso o tener el hábito de leer por placer favorecen las posibi-
lidades de situarse entre los estudiantes considerados resilien-
tes. Por último, los datos apuntan que los alumnos y alumnas
de origen desfavorecido que estudian en centros de titularidad
privada obtienen puntuaciones consideradas altas en mayor
medida que aquellos que asisten a centros públicos. Esta dife-
rencia según la titularidad del centro puede ser explicada por
el efecto de una mayor concentración de los alumnos social-
mente desfavorecidos en los centros públicos españoles. La
investigación educativa internacional ha señalado en repetidas
FLOR GARCÍA
{ Nº 425 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. 61
 Cuadro 4

Porcentaje de alumnado resiliente sobre el total de alumnos desfavorecidos en función de variables personales.
España

Fuente: elaboración propia a partir de la base de datos OCDE-PISA 2009.

ocasiones que este último fenómeno favorece la obtención de
bajos resultados escolares.
Conclusiones y recomendaciones políticas
A partir de los resultados de nuestro análisis sobre las desigual-
dades sociales y la resiliencia académica podemos concluir que
se trata de una perspectiva novedosa, por lo que al proyecto PISA
se refiere, y que proporciona una mirada interesante no tanto
para diagnosticar las desigualdades como para hacerles frente
desde una perspectiva pedagógica. De esta manera se vuelve a
poner el acento en la capacidad de los centros escolares –y de
los profesores que en ellos ejercen– para combatir un cierto de-
terminismo social que, en ocasiones, ha invadido excesivamente
el discurso educativo. Ello ha servido, de manera errónea, para
que aquellos sectores docentes más inmovilistas tuvieran una
buena excusa para hacer dejadez de sus responsabilidades so-
ciales ante los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. Es
por ello que saber que entre los alumnos desfavorecidos los que
tienen más probabilidades de ser resilientes son chicas, autócto-
nos, que hablan en casa castellano o cualquier otra lengua oficial
del Estado español, no han repetido curso, leen normalmente
por placer y asisten a centros de titularidad privada nos ofrece
orientaciones de actuación política para incrementar su número.
Entre otras relevantes destacaríamos las siguientes:
- Incentivar un reparto más equilibrado de alumnos provenien-
tes de entornos desfavorecidos entre los centros del país, pro-
curando aulas más heterogéneas, desde el punto de vista so-
cioeconómico y cultural.
- Aplicar una política educativa que promueva más la atención
personalizada de los alumnos en dificultades y menos la repeti-
ción como estrategia de mejora de los resultados actuales.
- Promover el placer por la lectura, tanto en las aulas a través
del ejemplo y las propuestas de los docentes, como en el ám-
bito extraescolar (políticas de promoción de las bibliotecas, ma-
yor uso de los medios de comunicación tradicionales y alterna-
tivos entre la población infantil y juvenil, etc.).
para saber más
 OECD (2012): Equity and quality in education. Supporting disa-
dvantaged students and shools. París: OECD.
 OECD (2011): Against the odds: disadvantaged students who
succeed in school. París: OECD.
 OECD (2010): PISA 2009 results: overcoming social background.
Equity in learning opportunities and outcomes. París: OECD, vol. II.

62 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. Nº 425 }