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EL SENDERO DE LA MANO IZQUIERDA Y DE LA MANO

DERECHA DE ACUERDO CON LA VISIÓN DEL TEMPLO.

Popularmente se han venido empleando, desde mediados


de los años setenta del siglo XX, originadas por Michael
Aquino; las siglas L.H.P y R.H.P , para referirse
respectivamente al camino de la mano izquierda (de las
siglas en inglés *Left Hand Path*), y camino de la mano
derecha *Right Hand Path*), y con estas mismas siglas nos
referiremos a la explicación de ambos caminos en este
escrito, debido a que estas siglas son familiares a quienes
hayan leído con anterioridad algo sobre este tema.
Aquí se hablará de estas dos vías como caminos de
Iniciación esotérica, y no meramente como vías religiosas
o sociales.
Los conceptos originales sobre el L.H.P y el R.H.P fueron
malinterpretados y mal definidos, en la mayoría de los
casos, debido a "definiciones planas" acerca de estos dos
caminos introducidos en occidente por la maestra en
Teosofía; Helena Petrovna Blabatsky, y los magos: Aleister
Crowley, y más tarde Anton Szandor LaVey, y sus
sucesores: satanistas, luciferinos, y setianos. igualando el
L.H.P. con la Magia Negra y el Satanismo. Nada de esto
tiene que ver con la aparición y concepto original de estas
dos vías en su origen.
Ambos términos hallan su significado original desde el
nexo tántrico del cual derivan: "Vama Marga" o "Vama
Cara"; significando "camino de la izquierda", y "Daksina
Marga"; "camino de la derecha". En la tradición tántrica
ambos caminos conducen a la misma meta: un estado de
autodeificación de la consciencia que apunta a la
liberación total y a la iluminación; sus únicas diferencias,
en dicho contexto, son en cuanto a *técnicas* y a
*métodos* nada más.
En el Templo del Princeps Tenebrarum no condenamos el
RHP, desde el punto de vista iniciático, consideramos esta
vía cuando es practicada con sinceridad y con el
conocimiento correcto, una vía legítima de desarrollo
personal y espiritual. Volviendo al RHP en su contexto
original, Daksina Marga, se trata de una disciplina
espiritual válida y compleja, que requiere un
entrenamiento riguroso y una gran dedicación (¡lo mismo
que el L.H.P!).
El R.H.P no puede solo ser considerado, como lo han
definido algunos magos contemporáneos occidentales del
L.H.P. , solamente como una vía de sumisión o
sometimiento a un principio o principios divinos más altos;
y un camino irracional o sin sentido; adorando o rezando a
Dios.
A través de un estudio más exhaustivo, especialmente en
cuanto a su vía iniciática y filosófica,podemos observar
que, generalmente hablando, el R.H.P es una vía en que al
intelecto se le da gran exaltación, eminentemente
racionalista, filosóficamente platónico, no físico, cerebral,
arquetípicamente masculino (solar) y de patriarcado en
sus aproximaciones a la magia o a la religión, y concernido
con comportamientos acordes al respeto social o
comportamientos apropiados, con un gran énfasis en
rango y estatus social.
Por contra el L.H.P. en su concepto de Vama Marga,
entraña la exaltación del principio femenino de fuerza,
Shakti, y su despertar requiere en parte la ruptura de
tabús heredados y adquiridos individual o culturalmente, a
menudo a través de un comportamiento antisocial llevado
contra la norma (antinomianismo), y ritos sexuales
diseñados para despertar estados específicos de
consciencia (autodeificación), habilidades mágicas pueden
ser obtenidas a raíz de estos ritos sexuales o de
estimulación, se caracterizan por una comprensión
psicocéntrica, por la importancia que para ellos tiene el
cuerpo físico como una puerta a la iluminación y la
liberación, es el camino de la acción; todo ello integrado
en una disciplina yóguica y de meditación, normalmente
sus ritos se practican de noche. Lo que el Vama Marga
pretende conseguir con todo ésto es transformar al
*Pashu* (la bestia) en un *Vira* (héroe), o eventualmente
en un *divya* (ser divino); a través de la ruptura audaz de
todos los límites que el no iniciado (Pashu) acepta
gustosamente.
El rol del "femenino daimónico" es la llave original hacia
una transformación de consciencia en el L.H.P Vama
Marga; un concepto que inicialmente causa caos necesario
en la vida del Iniciado; para reordenar los diferentes
elementos de la psique hacia un estado de semidivinidad
(Vira), o divinidad (Dyvya); seres con consciencia
psicocéntrica realizada y manifestadas en sus vidas de una
manera ajena al inconsciente colectivo, o la mentalidad
común del rebaño, y capaces de manejar todos sus centros
psíquicos de manera consciente y poderosa.
El L.H.P. es originariamente entonces más un camino de
acción que de reflexión y devoción intelectual y emocional;
como es el caso del R.H.P.
En cuanto al R.H.P: el adepto de este camino (Daksina
Marga) busca su liberación a través de meditación ascética
y ritual simbólico, y se diferencia del Vama Marga porque
excluye de sus prácticas los ritos sexuales y la ruptura de
tabús. El R.H.P. desde este punto de vista es el camino más
respetado por la sociedad, y está vinculado al principio
masculino ordenante y a los poderes solares.
Mientras que el Vama Marga insiste más en la sabiduría
del cuerpo físico como una puerta a la iluminación; el
Daksina Marga pone mayor énfasis en el estudio
intelectual de los textos religiosos y en las devociones
(Bhakti).
El camino de la derecha puede conducir a la iluminación,
pero es una vía más lenta, suave y segura, que el camino
de la mano izquierda; el cual se caracteriza este último por
su peligrosidad, su rapidez en resultados, y porque es
agradable de caminar solo para unos pocos. En el R.H.P. el
Iniciado, supuestamente, alcanza la iluminación de una
manera gentil y gradual a través de una conducta correcta
kármica y ascética, pasando por muchas reencarnaciones.
El L.H.P, sin embargo, busca el despertar a través de
"shock" metafísico y físico en esta vida, y en el cuerpo
físico presente en el Iniciado. Pero, repetimos, ambos
conducen al mismo destino, y de hecho, todos los Iniciados
del L.H.P. en el Este comienzan su proceso de despertar en
el R.H.P. La aventura iniciática en el L.H.P es solo
perseguida una vez el individuo está bien familiarizado, de
manera práctica, con el fondo de la meditación, y de la
constricción del R.H.P.
En Occidente, en el siglo XX, el factor antinomiano en el
L.H.P. trabajó con las figuras de Satán y Lucifer; "los
rebeldes contra la injusticia cósmica (Dios)"; surgiendo así
el satanismo, de la mano de Anton LaVey, y más tarde el
luciferismo. Una vez el aspirante satanista se limpiaba del
dogma judeocristiano a través de la filosofía y el ritual
satánico, y vivía en la libertad que estas acciones le
producían, poco más había que decir. Y aquellos que
querían encontrar "ese algo más"recurrieron a la figura de
Lucifer, y así surgieron escuelas iniciáticas como el Templo
de Set (de espíritu luciferino aunque prefirió trabajar con
la entidad egipcia denominada Set), o Dragon Rouge.
La primera definición del L.H.P. en un contexto occidental
en el siglo XX surgió por parte del Dr. Michael Aquino;
quien definió el L.H.P. como un camino que entraña la
separación de la psique del universo objetivo; para
identificar y reforzar esta misma psique, y al R.H.P. como
el camino que entraña la unión de la psique o alma con el
universo objetivo. Más tarde el Dr. Stephen Flowers
definiría el L.H.P. como : " el camino de no unión con el
universo objetivo. Es el camino que aísla la consciencia
dentro del universo subjetivo, y en un estado de
autoimpuesta soledad psíquica, pretende refinar el alma o
psique hacia niveles más perfectos, para hacer que el
universo se armonice con la voluntad de la psique
individual". Esta definición entraña la clasificación del
Universo en: un universo objetivo, y un universo subjetivo,
además de que la psique o alma está separada del
universo objetivo de manera radical.
En nuestra opinión las definiciónes de Aquino y Flowers
son válidas para empezar a explicar y a clasificar
elementos individuales y universales a aspirantes que
recorren por vez primera este sendero, y a la vez como
una técnica (la cual ya existía mucho antes de que Aquino
y Flowers encarnaran) para refinar y purificar la psique
humana, de manera que brille en su pura brillantez. Pero
en nuestros estudios y de acuerdo a nuestras experiencias
en los grados superiores de nuestro Templo, no existe tal
cosa como un universo subjetivo separado del universo
objetivo excepto por el "tenue" vínculo mágico que los
relaciona; tal y como postula Michael Aquino. ¡No!, ¡no
existe sino un Universo fruto de la creación del Ser!. El
universo objetivo es más moldeable de lo que puede
parecerles a los no iniciados. A grandes rasgos, y en
nuestra opinión, todo está "entretejido"y conectado por la
CONSCIENCIA en mayúsculas, no cabe entonces hablar de
separación; sino de consciencia creativa y perceptiva de
sus creaciones; todo lo demás son únicamente esquemas y
definiciones para la mente racional.
Nuestra filosofía continúa siendo psicocéntrica, pero sin
las "mentiras" de los Magus Aeónicos del L.H.P, ¡mentiras
que pueden ser piadosas!, ¡pero mentiras al fin y al cabo!.
Entonces para nosotros la definición de Aquino del L.H.P.
puede ser tomada como una teoría agradable o hipótesis
inicial, pero que en la realidad iniciática no se sostiene por
mucho tiempo. Si un sistema filosófico y mágico no trata la
realidad de manera holística; tal sistema está incompleto,
y entonces trabaja más unos aspectos que otros,
produciendo una fragmentación; lo que lleva a muchos
problemas de naturaleza psíquica y física, resultando en
una Iniciación fragmentada y desembocando en callejones
sin salida; al igual que un ratoncillo es incapaz de
encontrar la salida del laberinto; con el tiempo
olvidándose incluso de que existe una salida.
Si alguien hace un estudio serio acerca de las religiones,
escuelas esotéricas, y órdenes mágicas en el mundo hoy; y
además realiza este estudio con las etiquetas "L.H.P." y
"R.H.P.", como propuestas por el Dr. Aquino, tendrá
ciertas complejidades o dificultades a la hora de dilucidar
qué religión, escuela u orden es genuinamente del
sendero de la mano izquierda o derecha. Por ejemplo, en
la India tenemos adeptos del "R.H.P.", la secta Samkya,
cuya puntería es lograr un estado de separación psíquica
que está de acuerdo con la definición de Michael Aquino.
En el Bhagavad Gita, uno de los libros sagrados del
hinduismo, el cual contiene mayormente ideas que
pueden ser definidas como R.H.P. y que están en armonía
con la definición de Aquino, se enseña a sus lectores a
crear un estado de "aislamiento". En la religión cristiana,
cuya objetivo postmortem es morar en el cielo como
almas individuales disfrutando del paraíso y de la visión de
Jesucristo, o si hacemos caso del Apocalispsis de San Juan
¡la resurrección de las almas en sus cuerpos terrenales!; en
ambos casos no se produce ese merger o nirvana con el
universo objetivo o físico, ¿entonces son R.H.P. o L.H.P.?.
También tenemos ejemplos en la otra cara, el L.H.P,
existen Adeptos en Oriente considerados de la senda de la
mano izquierda quienes buscan una completa y profunda
inmersión con el universo; simbolizado por Shakti, la
energía tántrica femenina sexual considerada
originalmente de la senda de la mano izquierda.
En resumen, como aquí se ha tratado de demostrar, la
unión con el universo o la separación del mismo,
objetivamente hablando, no etiqueta, ni nos ayuda a
definir un movimiento religioso, esotérico, mágico, o
filosófico como "R.H.P." o "L.H.P." , tales definiciones se las
dejamos a los teóricos amantes de discutir teorías de
acuerdo a sus propias etiquetas . Para estos teóricos que
quisieran definirnos le diremos que somos Prinquepsianos,
y que algunas de nuestras prácticas y filosofías son "L.H.P."
y otras "R.H.P.". Para nosotros esto no es lo importante;
más considerando que el "L.H.P. moderno" occidental está
tristemente llegando a ser más y más una moda entre
inadaptados antinomianos que una filosofía esotérica
perseguida y practicada con sinceridad, madurez y
precisión.
Lo que al Templo le importa son las técnicas y filosofías
tradicionales mágicas que funcionen, estas técnicas
tambien pueden ser innovativas; pero siempre tendrán
algun punto de referencia importante desde la tradición.
Técnicas comprobadas que han funcionado para muchos.
Si algo funciona para nuestras punterías elegidas
individualmente, nos importa poco si son consideradas
"L.H.P." o R.H.P", nosotros no basamos nuestra filosofía y
metas en etiquetas; sino en su funcionalidad práctica y
efectiva. De modo que hemos recogido e investigado las
mejores técnicas mágicas y caminos para nuestro objetivo,
de acuerdo a los tiempos en que vivimos.
Nosotros no alimentamos incesantemente a nuestros
miembros con enseñanzas teóricas y prácticas que no
llevan a ninguna parte, nosotros formamos Maestros,
Filósofos y Magos, que puedan transformarse no solo a
ellos, sino al mundo. Posibilitamos que el individuo
descubra su propio camino de Iniciación; en nuestro
sistema de grados, eso equivaldría al grado de Iniciado, y
que el miembro llegue a ser un maestro de las Artes
Negras; lo cual equivale al Adeptado. ¡No formamos
alumnos seguidores, formamos maestros!.

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