Está en la página 1de 19

INTEGRANTES .

ESTEBAN UCEDA LLANCO


Introducción

Desde el Análisis Económico del Derecho, en este estudio se examina la importancia que
tiene el Teorema de Coase en materia de acuerdos o contratos, dando la solución más
eficiente de carácter económico y de carácter jurídico, cuando se presentan problemas
entre las partes.

Así ante problemas de tipo contractual, estos pueden resolverse en el mercado de forma
privada entre los interesados cuando existe acuerdo o con intervención legal o fuerza
normativa que obligue a las partes a cumplir dicho contrato, cuando no hay cooperación
entre ellas. De esta manera, ante los conflictos contractuales se debe tener en cuenta los
costes de transacción y la correcta definición y asignación de los derechos de propiedad,
con el fin de buscar el menor daño para las partes, partiendo del supuesto de que un
acuerdo es un proceso recíproco en el cual el beneficio o perjuicio no debe repercutir en un
solo interés o deseo, sino que debe ser equitativo.

En el Análisis Económico del Derecho, el Teorema de Coase ha sido un pilar fundamental en


lo que concierne a los costes de transacción y derechos de propiedad en función de la
economía mediante análisis y explicación del sistema jurídico.

Este campo actualmente es considerado como el desafío más importante dentro del
estudio del derecho en los últimos años, dado que incorpora una nueva forma de estudiar
los problemas jurídicos por medio de conceptos y herramientas de la teoría económica; esta
última explica y aclara cuestiones legales, determinando la estructura de los incentivos y
desincentivos de las normas legales en muchas materias como: responsabilidad, derecho de
familia, justicia civil y criminal, delitos y penas, y contratos que es el motivo de nuestro
estudio
DEDICATORIA:
TEOREMA DE COASE

Desde un enfoque aún más profundo y practico, en materia de acuerdos, el Teorema de Coase del que
germina la idea básica del Análisis Económico del Derecho, se origina en el estudio expuesto por
Ronald Coase, el cual ha sido transcendental a la hora de solucionar problemas de tipo contractual, y
ello nos obliga a conocer el concepto de “externalidad” que Coase denomina “efecto externo”. La
externalidad es entendida como el beneficio o perjuicio que recibe un agente económico, consumidor
o empresa, como consecuencia del acto de producción o consumo de un segundo agente económico.
De tal manera que el receptor de la externalidad puede ser tanto un consumidor como un productor e
igualmente el emisor de la misma. Y de acuerdo al efecto que reciba el receptor de la externalidad,
beneficioso o dañino, se determinan si son externalidades positivas o negativas, siendo las ultimas las
que más suelen presentarse. El Teorema de Coase

Lo artículos de Ronald Coase tienen una gran importancia además de influencia en las
decisiones judiciales, pero curiosamente esta importancia no fue percibida inicialmente por
sus lectores. Probablemente la gran innovación que significaron en la teoría económica
impidió que éstos comprendieran la importancia que tenían en otros temas.

Aunque la Teoría de la Firma es anterior en el tiempo, Coase revolucionó visiblemente la


interpretación jurídica cuando en 1960 este economista inglés expatriado publicó un El
Problema del Costo Social

Coase, 1937, 1959.) Coase argumentó que, desde una perspectiva económica, el objetivo del
sistema legal debe ser establecer un patrón de derechos de tal modo que se alcance la
eficiencia económica. El sistema legal afecta los costos de transacción y el objetivo de este
sistema es reducir al mínimo los daños o costos, en su concepción

Señaló que las negociaciones entre las partes afectadas podrían dar lugar a un resultado
eficiente e invariante bajo las hipótesis estándar de mercados competitivos (sobre todo, que
los costos de transacción sean cero), siempre y cuando los derechos estén bien definidos.
EL PROBLEMA A EXAMINAR

Este trabajo se refiere a las actividades de una empresa que tienen efectos
perjudiciales en otras.

más común es el del humo de una fábrica que provoca efectos nocivos en los que
ocupan las propiedades vecinas. El análisis económico de tal situación se ha realizado
usualmente en términos de una divergencia entre el producto privado y social de la
fábrica.

La conclusión a la que parece haber conducido este tipo de análisis a la mayoría de


los economistas es que sería deseable responsabilizar al dueño de la fábrica por el
daño causado a los afectados por el humo, o, alternativamente, fijar un impuesto
variable al propietario de la fábrica según la cantidad de humo producido, equivalente
en términos monetarios al daño que causa, o, finalmente, excluir a las fábricas de los
distritos residenciales (y presumiblemente de otras zonas en las que el humo tendría
efectos perjudiciales). Mi opinión es que los cursos de acción sugeridos son
inadecuados porque llevan a resultados que no son necesariamente deseables.

costos de transacción impiden una reasignación de los derechos establecidos en los


fallos judiciales. Coase sostiene que en estos casos las cortes deben intentar minimizar
los costos asociados a sus fallos, siempre que ello no altere la tesis de la ley. Esta
observación, que generalmente se olvida al analizar el trabajo de Coase, puede
considerarse como la segunda parte del teorema y demuestra la importancia que
Coase atribuye a la estabilidad de la ley.
2. La naturaleza recíproca del problema

El enfoque tradicional ha tendido a obscurecer la naturaleza de la elección que


encierra. El problema se formula comúnmente como uno en el que A ocasiona daño
a B y lo que tiene que decidirse es: ¿Cómo se puede restringir a A? Pero esto es
erróneo.

Estamos tratando un caso de naturaleza recíproca. Evitar daño a B infligiría un


perjuicio a A. La cuestión real que debe decidirse es: ¿Debe permitirse que A dañe a
B o que B dañe a A? La cuestión es evitar el daño mayor.

Ejemplo: el caso de un panadero cuya maquinaria, con sus ruidos y vibraciones,


perturbaba el trabajo de un médico. Evitar daños al médico ocasionaría perjuicios al
panadero. El problema presentado en este caso era básicamente si se valoraban más,
como resultado de restringir los métodos de producción del panadero, los mayores
servicios del médico cuyo costo es una oferta reducida del producto del panadero.

ejemplo: es el del ganado que se desbanda y destruye los sembrados de campos


vecinos. Si es inevitable que algunos animales se dispersen, un incremento de la oferta
de carne sólo puede obtenerse a expensas de una disminución de la oferta de granos.
La naturaleza de la elección es clara: carne o granos. Por supuesto, la respuesta que
debe darse no es muy clara, a menos que conozcamos el valor de lo que se obtiene, y
también el valor de lo que se sacrifica para obtenerlo.

Ejemplo: el profesor George J. Stigler habla de la contaminación de un arroyo.3 Si


suponemos que ésta mata peces, lo que se tiene que decidir es lo siguiente: ¿Es el
valor de los peces perdidos mayor o menor que el valor del producto que origina la
contaminación del arroyo? Se deduce que el problema debe ser considerado en su
totalidad y marginalmente.
El sistema de precios con responsabilidad por el daño

un caso en el que la mayoría de los economistas estarían presumiblemente de acuerdo


en que el problema puede resolverse de una forma completamente satisfactoria:
cuando el negocio que daña debe pagar todo el daño causado y el sistema de precios
funciona correctamente (de modo estricto, esto significa que la operación de un
sistema de precios es sin costo).

ejemplo del problema que se discute es el caso del ganado extraviado que destruye
cosechas de tierras vecinas. Supongamos que un granjero y un ganadero están
operando en propiedades vecinas. Supongamos, además, que, sin bardas entre las
propiedades, un incremento en el tamaño de la manada del ganadero aumenta el daño
total a los cultivos del granjero.

El sistema de precios sin responsabilidad por daños

Me refiero ahora al caso en el que, aunque se suponga que el sistema de precios


funciona correctamente (o sea, sin costos), el negocio que ocasiona el daño no es
responsable por él. No debe realizar un pago a los perjudicados por sus actos. Me
propongo demostrar que la asignación de recursos será igual en este caso que cuando
el negocio causante del daño era responsable por el daño causado. Como demostré en
el caso anterior que la asignación de recursos era óptima, no será necesario repetir
esta parte del argumento.

El TEOREMA DE COASE

Como mencionamos antes, el primer estudioso que realmente sistematizó los alcances del
Análisis Económico del Derecho es Ronald Coase, a quien se le atribuye el Teorema que
lleva su nombre

• La obra de la que se desprende el Teorema, nunca formulado por él en esos términos, es


"El Problema del Costo Social"

Este famoso Teorema tiene dos formulaciones. La primera de ellas puede ser resumida como
sigue:
"Si los costos de transacción son iguales a cero, no importa la solución legal que se
adopte, pues siempre las partes, a través de acuerdos voluntarios entre ellas, llegarán
a la solución más eficiente."

el concepto medular en la concepción de Coase. Como él dice, no es posible entender las


transacciones que se producen en el mercado sin tomar en consideración que en orden a
llevarlas a cabo es necesario "descubrir con quién desea uno tratar, informarse acerca de qué
se desea intercambiar, establecer los términos en que habrán de llevarse a cabo, proceder a
las negociaciones que llevarán al acuerdo, preparar los términos del contrato y comprometer
la inspección necesaria para asegurar que sus términos están siendo observados", todo lo que
puede llevar a que existan costos importantes para celebrar un contrato, y que, en ciertos
casos, pueden llevar a que no se culmine una transacción por más que su realización podría
ser eficiente

En términos sencillos los costos de transacción son los costos de celebrar un contrato, y que
en ciertas circunstancias son tan altos que pueden evitar que se perfeccione el acuerdo, o
llevar a que éste se perfeccione en términos ineficiente

entro de la primera formulación del Teorema se asume que estos costos no existen. Cabe
hacer la analogía entre el mundo de Coase en el que las transacciones se desarrollan sin costos
y el mundo de los físicos donde los cuerpos se mueven sin tener la resistencia de la fricción
del aire. Obviamente, la primera formulación no puede interpretarse en el sentido que sólo
funciona cuando los costos de transacción son iguales a cero (situación absolutamente ficticia
e imposible de alcanzar) sino en el sentido que los costos de transacción son razonables como
para no interferir de manera significativa en la transacción y en general en el funcionamiento
del sistema de mercado.

 Un segundo concepto que es importante definir para entender el Teorema de Coase es el de


externalidad o costo externo. Una externalidad puede ser definida como un costo no
contratado.
Por ejemplo, si un microbús no revisa sus frenos incrementa las posibilidades de causar un
accidente. Si el accidente ocurre y el microbusero no responde por él, está externalizando parte
del costo de su actividad a la eventual víctima. Como el microbusero no asume los costos que
genera, no hará las reparaciones adecuadas a sus frenos. Imaginemos que el microbusero
obtiene una utilidad de S/.1 ,000 por el uso de su vehículo. El hecho de no reparar los frenos
hace que los potenciales daños a las víctimas se eleven en, digamos, S/. 2,00012. Resulta que
reparar los frenos sólo tiene un costo de S/.200. Los SI. 2000 son una externalidad. Son parte
del costo social de la actividad de los microbuseros, pero no del costo privado de los mismos.
Esto crea una divergencia entre el costo social, que es el verdadero costo que una actividad
genera a la sociedad, y el costo privado, que es el que toman en cuenta los individuos para
decidir cómo comportarse, y que se identifica con el costo de producción de un recurso. La
reparación de los frenos es socialmente deseable. Con una inversión de S/.200 se evita una
pérdida de S/.2,000 en daños. Se da pues un ahorro de S/.1 ,800. Pero si el microbusero no
tiene que pagar los daños que genera no encontrará razón lógica para gastar S/.200 que reducen
un costo que él nunca asume.

Si cambiamos la regla de no responsabilidad por una de responsabilidad las cosas son


diferentes. Si el microbusero tiene que pagar los daños que ocasiona, su utilidad de S/.1 ,000
se convierte en pérdida de S/.1 ,000. Recibe beneficios por S/. 1 ,000, pero al tener que pagar
indemnizaciones por S/.2,000 sufre una pérdida. Sus opciones son dos. O se retira del
negocio, pues no es razonable trabajar a pérdida, o arregla sus frenos. Retirarse del negocio
no genera ganancias, pero tampoco pérdidas. Deja de ganar S/.1 ,000, pero también deja de
causar daños por S/.2,000 que tendría que indemnizar.

La segunda opción, reparar los frenos, resulta más razonable. Asumirá un costo de S/.200,
con lo que su utilidad se reduce a S/.800. Pero elimina un costo en indemnizaciones de
S/.2,000. Como ganar S/.800 es mejor que no ganar nada, y si no existe otra actividad en la
que puedan utilizarse los mismos recursos a un rendimiento mayor, el microbusero decidirá
arreglar sus frenos.

¿Cómo entender la primera formulación del Teorema de Coase a la luz de los dos conceptos
señalados? Si los costos de transacción son lo suficientemente bajos como para hacer viable
una solución contractual, la existencia de una regla legal es inocua para alcanzar el resultado
final. Imaginemos que los peatones, potenciales víctimas de los accidentes, pueden llegar a
celebrar un acuerdo con los microbuseros. Esto implica que reunirlos a todos es posible, que
la información entre las partes es perfecta, y que ningún costo es lo suficientemente alto como
para impedir que este supuesto contrato se perfeccione Dentro de este mundo ideal, si se
establece una regla que asegura la irresponsabilidad de los microbuseros, existe un incentivo
en los peatones para cambiar la situación. Ellos sufren daños por S/.2,000 y los causantes de
ese daño reciben beneficios por S/.1 ,000. Obviamente es posible, si los costos de transacción
son iguales a cero o son razonablemente bajos, que los microbuseros y los peatones se sienten
en una mesa a negociar y que lleguen a un acuerdo. En dicha negociación los peatones están
dispuestos a pagar hasta S/.1 ,999 para evitarse el daño por S/.2,000. Por el contrario los
microbuseros estarán dispuestos a recibir más de S/.1 ,001 a fin de detener su actividad.
Podrán guardar su microbús en un garage y dedicarse a recibir una renta superior a la que
producían antes. En tal sentido, por un pago de SI. 1,500 los microbuseros estarán dispuestos
a detener su actividad y los peatones se sentirán más seguros, recibiendo un beneficio de
S/.500 (los S/. 2,000 de daños que sufrían menos los S/.1 ,500 que tienen que pagar a los
microbuseros por el mérito del contrato}. Pero obviamente esa no es la mejor solución. Si la
información es perfecta y los peatones identifican que a un costo de S/.200 el problema queda
solucionado, ofrecerán a los microbuseros pagarles la reparación de sus frenos. Se eliminará
la pérdida de S/.2,000 a un costo de S/.200 para los peatones y los microbuseros seguirán
recibiendo una utilidad de S/.1 ,000. Invirtamos la regla. Si hacemos a los microbuseros
responsables por los potenciales daños que generen, internalizarán los costos de los
accidentes que ocasionen. Como tienen que asumir un costo de S/.2,000, que puede ser
evitado con una inversión de

S/.200, los microbuseros elegirán hacer esto, a pesar que verán reducida su utilidad a S/.800.
En uno y otro caso se llega a la solución más eficiente: la instalación de los frenos. Debemos
destacar, sin embargo, que si bien el resultado en materia de eficiencia es indiferente a la
regla legal que se adopte, no sucede lo mismo en términos de distribución del ingreso.
Mientras en el primer caso son los peatones los que pagan de su propio bolsillo la reparación
de los frenos, en el segundo, este costo es asumido por los microbuseros. Pero el Teorema de
Coase no va dirigido a destacar el efecto en términos de distribución, sino de eficiencia. Pero
en el caso entre peatones y microbuseros es difícil imaginar la no existencia de costos de
transacción que nos lleven a soluciones como las mencionadas. El gran número de peatones
y microbuseros, los costos de información, la posibilidad de sentarlos a negociar y llegar a
acuerdos a un costo razonable hacen el acuerdo impensable. Los costos de transacción hacen
la solución de mercado inviable.
Esto nos lleva a la segunda formulación del Teorema de Coase:

"Si los costos de transacción son significativamente superiores a cero, sí interesa la regla legal
que se adopte para llegar a una solución más eficiente."

Como hemos dicho es impensable un sistema contractual que pueda solucionar el problema
de las relaciones entre microbuseros y peatones. Vimos también que, si no existe acuerdo, la
regla de irresponsabilidad generaba una discrepancia entre el costo privado y el costo social
(producido por las externalidades presentes} que llevaba a decisiones ineficientes que
producen una inadecuada asignación de recursos. En cambio, el sistema de responsabilidad
civil, al internalizar las externalidades, genera el incentivo en los choferes para que éstos
reparen sus frenos a pesar del costo que esto les signifique. En pocas palabras los costos de
transacción hacen la diferencia y justifican que en ciertos casos, en que los costos de
transacción son elevados, el Derecho intervenga para identificar la solución más eficiente.
Como señala Torres López, las funciones del Derecho bajo esta perspectiva son dos: reducir
los costos de transacción que pudieran existir y proceder a una atribución de derechos que
lleve consigo elecciones eficientes Dicho en otras palabras, se trata de facilitar el
funcionamiento del mercado, y en los casos en que superar los impedimentos resulte
demasiado difícil o imposible, el Derecho debe actuar
LA RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL

La responsabilidad civil extracontractual, puede definirse como aquella que existe cuando una
persona causa, ya sea por sí misma, por medio de otra de la que responde o por una cosa de su
propiedad o que posee, un daño a otra persona respecto de la cual no estaba ligada por un vínculo
obligatorio anterior relacionado con el daño producido.

En el área del derecho civil también se conoce fuentes de las obligaciones.

Un caso de responsabilidad extracontractual es el que puede surgir por los daños y perjuicios causados
a terceros como consecuencia de actividades que crean riesgos a personas ajenas a las mismas, como
la conducción de un automóvil o el desarrollo de una actividad industrial.

Requisitos de la responsabilidad extracontractual

El hecho, comportamiento causante del daño, incluidas las acciones y omisiones.

El daño o agresión ilegítima a bienes, derechos o a la propia persona.

La relación de causalidad o nexo causal entre el comportamiento causante del daño y el daño.

El criterio de imputación de la responsabilidad. se aceptan criterios distintos a la culpa, como el dolo


o consciencia de que el comportamiento causa el daño, el riesgo o creación de una situación de
peligro.

Objetivo de la responsabilidad civil

consiste en restablecer el equilibrio que existía entre el patrimonio del autor del daño y el patrimonio
de la víctima antes de sufrir el perjuicio. En pocas palabras, procurar la reparación.

La responsabilidad civil posee un aspecto preventivo, que lleva a los ciudadanos a actuar con
prudencia para evitar comprometer su responsabilidad; y un aspecto punitivo, de pena pecuniaria.

Responsabilidad civil, responsabilidad penal y responsabilidad moral

La responsabilidad civil intenta asegurar a las víctimas la reparación de los daños privados que le han
sido causados.

La responsabilidad penal, ya que esta última tiene por finalidad designar a la persona que deberá
responder por los daños o perjuicios causados a la sociedad en su totalidad. Tiene un carácter social,
pues son considerados atentados contra el orden público lo suficientemente graves como para ser
fuertemente reprobados y ser erigidos en infracciones. Dicho sea de paso, Las sanciones penales
tienen una función esencialmente punitiva y represiva.

La responsabilidad moral, en la cual los responsables no responden de sus actos ante la sociedad, sino
ante su propia conciencia.

CAPACIDAD DEL SISTEMA CONTRACTUAL

El contrato se define como acuerdo de voluntades. La manifestación del consentimiento de cada una
de las partes puede darse de muy diferentes maneras, pero requiere en todo caso que el consentimiento
se haya formado libre y conscientemente y, además, por persona que tenga capacidad de obrar o
capacidad contractual.

El Ordenamiento jurídico vela en todo caso porque el consentimiento contractual se preste por los
contratantes de forma libre y consciente. Por ello, cuando el consentimiento ha sido fruto del error,
de la coacción o del engaño, declara viciado el contrato y permite que sea anulado por el contratante
que ha sufrido tales interferencias en la formación de su consentimiento o voluntad de contratar.

El contrato radica en el acuerdo de voluntades o en la coincidencia del consentimiento de las partes


respecto de una determinada operación económica o negocio: importa el aspecto consensual o
espiritual y no los extremos de carácter formal.

Capacidad

La capacidad jurídica es un término que se usa normalmente para describir la aptitud de una persona,
ya sea natural o jurídica de ser sujetos de derecho.

Dicha capacidad se divide en dos:

la capacidad para tener derechos, la capacidad para ejercer esos derechos y obligaciones.

Agente capaz

solo las personas que tienen plena capacidad de ejercicio pueden celebrar contratos, porque solo
alguien con plena capacidad podrá manifestar válidamente su voluntad o consentimiento; en este caso
tanto los menores como los incapaces no podrían celebrar contratos, salvo que se encuentren
debidamente representados por padres, tutores o curadores, según sea el caso.

Forma

Todo acto jurídico y contrato deben revestir una formalidad mínima.


La declaración de voluntad y el consentimiento de las partes

El artículo 141 menciona que la manifestación de la voluntad, puede ser expresa cuando se realiza en
forma oral o escrita, o tácita, cuando se infiere indubitablemente de una actitud o de circunstancias
de comportamiento que revelan su existencia.

Actos patrimoniales y extrapatrimoniales

Sabemos que los contratos son actos jurídicos de carácter patrimonial, por ende, su naturaleza
responde a la relación entre intereses de orden económico, patrimonial o traslativo de riqueza. El
carácter patrimonial no solo comprende los contratos, sino también los derechos reales,
obligacionales y participatorios.

El contrato es el acto jurídico bilateral o plurilateral, mediante el cual las partes regulan sus derechos
patrimoniales o no patrimoniales, pero susceptibles de apreciación pecuniaria

El mismo artículo 140 nos exige los requisitos de validez para el acto jurídico, que serán aplicados
por extensión al contrato.

VICIOS DEL CONSENTIMIENTO


Los vicios del consentimiento son aquellos hechos que tienen la capacidad de provocar la alteración
del consentimiento y, por lo tanto, la nulidad del acto jurídico.

CONCLUSIÓN:

● Para hablar de responsabilidad extracontractual es necesario que se cumplan los cuatro


requisitos más arriba mencionados. Si alguno de ellos no se produjera, dejaría de existir este
tipo de responsabilidad.
● La capacidad del sistema contractual por el consentimiento contractual cuando se preste por
los contratantes de forma libre y consciente. Por ello, cuando el consentimiento ha sido
fruto del error, de la coacción o del engaño, declara viciado el contrato y por consiguiente
permite al contratante anulas la manifestación de voluntad.

También podría gustarte