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Mateo 5:3-9 Introducción a las bienaventuranzas

Introduccón

Acerca de los macarismos: El tema de hoy son las bienaventuranzas o, si preferimos decirlo

en griego, los macarismos1 En el griego clásico, makários equivale a «feliz» en un sentido

pleno, insuperable; hasta el extremo de que, originalmente se aplicaba solo a los dioses. En

consecuencia, traducirlo por «dichoso» resulta demasiado pobre; pero traducirlo por

«bienaventurado» hace pensar en algo exclusivo de la otra vida (de hecho, la primera

acepción de «bienaventurado» que ofrece el Diccionario de la Real Academia es el «que

goza de Dios en el cielo»). Eso hace que no resulte fácil inclinarnos por una traducción u

otra.1

Las diferentes traducciones: Dichosos, bienaventurados, felices, Dios bendice…

I. La base de la enseñanza de Jesús


A. Comenzó a enseñarles diciendo… Mateo ubica las bienaventuranzas como la

base de la enseñanza de Jesús, una doctrina que en primer lugar es:


1. Contracultural porque “las bienaventuranzas de Jesús rompen decididamente

con los esquemas de felicidad del mundo.”2


Felices los pobres (de espíritu)
Y en segundo lugar…
2. Son paradójicas, es decir: son Dichos que parecen contrarios a la lógica, o

expresiones que aparentemente envuelven contradicción.

Por ejemplo: Felices los que lloran.

1 Idem.
2 GONZÁLEZ-CARVAJAL, LUIS. LAS BIENAVENTURANZAS, UNA CONTRACULTURA QUE HUMANIZA (El Pozo de
Siquem) (Spanish Edition) (Posición en Kindle85-90). Sal Terrae. Edición de Kindle.
Las bienaventuranzas, en efecto, constan de dos partes diferenciadas, la primera sirve para

designar la persona o clase de personas felices y el segundo para expresar la razón de dicha

felicidad.

Como observa Sicre, si las bienaventuranzas fueran evidentes no necesitarían justificación.

El hecho de que todas ellas vayan seguidas de una explicación significa que Jesús no

propone unos valores evidentes a primera vista. Proclama dichosas a personas que mucha

gente consideraría desgraciadas, y por eso se ve obligado a añadir una explicación.

Las bienaventuranzas una propuesta a vivir a contracorriente.

Pero ¿de qué felicidad se trata? ¿Y para cuándo? ¿Para esta vida presente o para el "más

allá"? La bienaventuranza es una fórmula de felicitación, de la que encontramos muchos

ejemplos en el evangelio, por ejemplo:

1. (Lc 1,45); "Dichosa tú, que has creído” (Lc 11, 27-28) "¡Dichoso el vientre que te

llevó y los pechos que te criaron! - Mejor: ¡Dichosos los que escuchan el mensaje

de Dios y lo cumplen”! Si consideramos las bienaventuranzas sobre este trasfondo,

es una fórmula de felicitación, entonces Jesús no solo promete felicidad a quien

pone en practica estas ocho actitudes sino que exclama: “¡que feliz es el pobre de

corazón, el manso, el misericordioso y el puro de corazón…” De este modo expresa

que el ser humano que vive estas actitudes es ya feliz porque experimenta la

plenitud de la vida.”

II. Acerca del reino de los cielos: termino acuñado por

A. La dicha prometida por las bienaventuranzas –como el reino de Dios, del que es una

consecuencia– ya ha llegado, aunque todavía no en plenitud.


B. “El ya y el todavía no del Reino.” Él ya se cumple con la llegada de Jesús, el

Mesías, y él mismo lo confirma con sus palabras: “Pero si yo por el Espíritu de Dios

echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios” (Mateo

12:28 RV, 60).

1. Hay un detalle. El reino de Dios ha venido, pero el reino del mal no se ha

ido. Por ahora el reino de Dios vive en tensión, contradicción y combate. No se

ve mucho de la justicia y el amor del reino. Por eso Jesús nos manda buscar

primero el reino y su justicia, y por eso oramos, "Venga tu reino (¡como si no

hubiera venido ya!), hágase tu voluntad en la tierra", en nuestros países (Mat

6:10,33). Y por eso, sobre todo, Cristo volverá a traer la plenitud del reino.

(Stam, 2015, p.1).

CONCLUSIONES

Naturalmente, si el Evangelio llama felices a personas que nuestra cultura considera

desgraciadas, quiere decir que Jesús no tenía el mismo concepto de felicidad que

nosotros y dicho concepto como dijimos en contracultural. Las bienaventuranzas no

dicen que los desgraciados de hoy serán felices en la otra vida, sino que muchas

personas consideradas infelices por la gente son felices ya ahora y lo serán todavía

más en la otra vida.

Aplicaciones

¿Cuáles son los parámetros de felicidad en nuestros días?

El materialismo: Sistema filosófico, opuesto al espiritualismo, que considera que

solamente existe la materia y que reduce el espíritu a una consecuencia de ella.

Actitud de la persona que da excesivo valor a las cosas materiales, como el dinero o

las propiedades.
El consumismo: Tendencia al consumo excesivo e innecesario de bienes y

productos.

El individualismo: Tendencia de una persona a obrar según su propia voluntad, sin

contar con la opinión de los demás individuos que pertenecen al mismo grupo y sin

atender a las normas de comportamiento que regulan sus relaciones

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