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ACCIÓN PROFETICA “LAS BIENAVENTURANZAS”

1. REFLEXIÓN BIBLICA

La biblia recoge los preceptos de las bienaventuranzas en el capítulo 5 del


evangelio de San Mateo, que es la propuesta que Jesucristo nos realiza para
encontrar el camino a la felicidad.

2. INTRODUCCIÓN

¿ Por qué Jesús pronuncio las bienaventuranzas?

El ser humano siempre ha estado en la búsqueda constante de la felicidad, y todo


lo que hace gira en torno a ella, esta necesidad no ha cambiado a través del tiempo,
ya que, desde siempre, en el mundo, el tener más riquezas y un mayor poder, ha
supuesto tener mayor bienestar.
En contraste a este concepto, nos encontramos que la felicidad según Dios es
movida más bien por sentimientos internos que se experimentan y causan
bienaventuranza en la persona.
Es por esta razón que Jesucristo pronuncia las bienaventuranzas, desde el Monte
de las Bienaventuranzas, un lugar cerca del Mar de Galilea, esto se le conoce como
El Sermón del Monte, que constituye no sólo la prédica más famosa dada por
cualquier persona, sino que contiene las principales disciplinas de la religión
cristiana en las siguientes bienaventuranzas.

¿Realmente podemos ser felices con las bienaventuranzas?

En la primera parte del Sermón del Monte, Jesucristo se dedica a bendecir y señalar
quienes son bienaventurados, en la segunda parte indica a aquellos que
son bienaventurados por sus acciones y por último que gracias reciben aquellos
que son bienaventurados.
Al final de cuentas, no se trata de ser bueno para ser feliz, se trata de ser feliz para
ser bueno, y esto se consigue cuando somos de corazón bondadoso, honestos,
honrados, sufrimos el dolor del prójimo, reflejando en cada una de nuestras
acciones el amor a Dios, que es el ingrediente principal para encontrar el camino a
la felicidad.
Por ello las bienaventuranzas no reemplazan a los 10 Mandamientos, sino que los
lleva a su plenitud, porque representan la voluntad de Dios para con nuestras vidas,
y así conseguir el camino a la felicidad que es el camino al cielo.

3. DESARROLLO

“BIENAVENTURADO” la palabra griega que usa el nuevo testamento es la palabra


makários que significa feliz es por eso que en algunas versiones de la biblia en
español la traducen como felices, dichosos en vez de bienaventurados.

¿Qué son las Bienaventuranzas?


 Es la satisfacción, el bienestar, el estado de felicidad suprema o de salvación
de aquellos que pertenecen al reino que trae Jesús.
 Son declaraciones de que ya es una realidad presente el gozo sublime
esperado en la consumación de los tiempos.
 No son una simple expresión de bendición. Es decir un buen deseo que se
espera que algún día ocurra.
 La felicidad que se describe no se basa en la ausencia de problemas o
sufrimiento. Al contrario es una realidad a pesar de estos.
 Anuncian que la alegría del Reino de Dios se ha acercado a la tierra.

¿Cuáles son las Bienaventuranzas?

1 – Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de


los cielos.

Para Jesús pobre no es aquel que no tiene cosas, si no aquel que no tiene puesto
su corazón en las cosas.
El Nuevo Testamento manifiesta que la mayor riqueza proviene de nuestro
interior, porque la felicidad no depende de las circunstancias exteriores sino de
nuestro fuero interno.
Entonces los pobres de espíritu son los que se han convencido de su necesidad
espiritual, quebrantan el orgullo, y comienzan a clamar desde el fondo de su
corazón contrito que no tienen nada y que todo, absolutamente todo, se lo deben
a Dios.

2 – Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

El llanto es una respuesta natural que surge para expresar alguna emoción, ya
bien sea por dolor, tristeza o pérdida, y socialmente es visto como un signo de
debilidad, pero incluso se puede llorar de felicidad, que de acuerdo a los valores
sociales se vincula con un triunfo.

3 – Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.

Bíblicamente, la palabra manso significa tener un espíritu apacible con un dominio


propio que sólo se recibe de Dios a través del Espíritu Santo. El manso es suave
por fuera pero fuerte en lo que cree por dentro, estos poseerán la tierra es decir
irán al cielo.

4 – Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos


serán saciados.

En esta bienaventuranza se hace mención de dos deseos naturales como son


el hambre y la sed, necesidades que juntas expresan una terrible avidez
de justicia en el alma que parece insaciable, y que solo es solventada con lo
espiritual. Cristo sabe que hay injusticias, pero él no nos dice: busca que se te
haga justicia, véngate, desquítate…. Sino que dice: ¡Alégrate, que ya Dios será
justo en premiarte en el cielo por lo que has pasado en la tierra!

5 – Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán la


misericordia.

Ser misericordioso significa ser empático y perdonar a los demás aunque la


ofensa haya sido grande sentir desde el propio corazón la miseria, la pobreza y la
vulnerabilidad del prójimo. Perdonar cuesta mucho, pero es eso lo que Dios nos
pide que hagamos, así lo hace el con nosotros que siempre nos recibe con los
brazos abiertos.

6 – Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

En el momento que Jesucristo dijo bienaventurados los limpios de corazón, se


refirió a aquellas personas de emociones, intenciones y pensamientos puros y
sinceros, que actúan con integridad y sinceridad en concordancia a cómo
piensan o sienten.

7 – Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados


hijos de Dios.

Jesucristo dejó su prerrogativa en este mundo para establecer como


bienaventurados los que buscan paz, por qué el hombre tiene tanta dificultad en
ceder a su orgullo y conveniencia para deponer la paz con otros, lo que impide
buscar la paz.

8 – Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de


ellos es el Reino de los cielos.

En esta bienaventuranza, Jesucristo se refiere a quienes han desarrollado una


formación espiritual siendo limpios de corazón y espíritu, sufriendo por sus
pecados, predicando la mansedumbre, la misericordia y la paz con hambre y sed
de justicia, sufrirán de la persecución como consecuencia de ser hijos de Dios.

9 – Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con


mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.

Esta bienaventuranza expone que los malos tratos, calumnias y mentiras a lo que
son sujetos quienes profesan la justicia de Dios, no representan la razón de la
felicidad, pero sí constituyen pruebas de fe.

10 – Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los


cielos.

Las últimas palabras de las bienaventuranzas en el Sermón del Monte que


Jesucristo le manifiesta a los feligreses son: alegraos y regocijaos porque
vuestra recompensa será grande en los cielos.
En este sentido, se hace referencia a que la alegría y el regocijo envolverán a los
fieles tras la promesa de recibir una gran recompensa.

4. REFLEXION DEL TEMA

Jesús cuando vino al mundo se dio cuenta de que buscamos la felicidad dónde no
está.
Por eso un día subió a la montaña y habló de las BIENAVENTURANZAS, y explicó
que la felicidad no está en tener, dominar, poseer…sino en algo muy diferente: EN
AMAR Y SER AMADO.

5. Bibliografía
Tema anterior
Biblia
Libro de confirmación
https://yocreo.com/bienaventuranzas/
P. Agustín Apaolaza OSB, “Bienaventuranzas, Monasterio San Benito.
P. Raniero Cantalamessa, “Las bienaventuranzas”, Predicación 2007 curia
romana.

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