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Domingo Faustino Sarmiento

Domingo Faustino Sarmiento

Domingo Faustino Sarmiento, Presidente de Argentina, en 1873

Domingo Faustino Sarmiento (San Juan, Provincias Unidas del Río de la Plata, 15 de febrero de 1811 –
Asunción, Paraguay, 11 de septiembre de 1888) fue un político, escritor, docente, periodista y militar argentino; gobernador de
la Provincia de San Juan entre 1862 y 1864, presidente de la Nación Argentina entre 1868 y 1874, Senador Nacional por
su Provincia entre 1874 y 1879 y Ministro del Interior de Argentina en 1879.

Se destacó tanto por su laboriosa lucha en la educación pública como en contribuir al progreso científico y cultural de su país.
En 1947 la Conferencia Interamericana de Educación estableció como Día Panamericano del Maestro el 11 de septiembre, fecha
de su fallecimiento y en homenaje a su figura de educador.

Biografía
Nacimiento, familia y educación
Domingo Faustino Sarmiento nació el 15 de febrero de 1811 en una casa del barrio Carrascal, uno de los más humildes de
la ciudad de San Juan, capital de la provincia homónima.

Hijo de José Clemente Cecilio Quiroga Sarmiento y Paula Zoila Albarracín de Irrazábal, sus nombres de bautismo eran
Faustino y Valentín. Según algunas fuentes el nombre Domingo se le adjudicó sucesivamente aunque no figuraba en su
partida de nacimiento.2 Existen además testimonios de que ni sus familiares ni amigos lo llamaban "Valentín", nombre que
le fue dado por ese Santo. El nombre de "Faustino" le fue dado por el Santo del día de su nacimiento.3

Los primeros maestros de Domingo fueron su padre y su tío José Eufrasio Quiroga Sarmiento, quienes comenzaron a
enseñarle lectura a los cuatro años. En 1816, ingresó a una de las llamadas "Escuelas de la Patria", fundadas por los
gobiernos de la Revolución, donde tuvo como educadores a los hermanos Ignacio y José Rodríguez, maestros
profesionales. Finalizados éstos estudios en 1821 su madre sugirió que cursara el seminario en Córdoba, pero Sarmiento
se negó, tramitando una beca para ingresar al Colegio de Ciencias Morales en Buenos Aires que no le fue concedida.
En 1823 trabajó como asistente del ingeniero Víctor Barreau en la Oficina de Topografía de San Juan. Ese mismo año, su
tío José de Oro fue desterrado a San Francisco del Monte (actualmente San Francisco del Monte de Oro, en homenaje al
rebelde fraile y maestro) y él lo acompañó.

Presidencia
Fue propuesto como candidato a la presidencia de la Nación por un grupo de políticos del país, a iniciativa del
coronel Lucio V. Mansilla.6 Mientras se encontraba en los Estados Unidos, fue electo para el cargo en las elecciones
nacionales de agosto de 1868, y asumió el cargo el 12 de octubre de 1868.

La presidencia de Sarmiento fue la segunda de las presidencias históricas de Argentina. Estas presidencias históricas o
fundacionales del estado argentino moderno tuvieron tres claros objetivos o metas: “nación, constitución y libertad”. La
nación entendida como la unión definitiva de las provincias argentinas como entidad superior a las partes que la
componen. La Constitución como las bases de los derechos de las personas y del poder. La libertad concebida como
principio del liberalismo que dio paso a la “civilización” y relegó a la “barbarie”.

Dos días después de la asunción presidencial, el Congreso se reunió para una breve sesión extraordinaria, durante la cual
se aprobó el presupuesto para el año siguiente, un crédito de cuatro millones de pesos y una suba en los derechos
aduaneros, para solventar la continuidad de la Guerra del Paraguay. 7

Educación y cultura
Generalmente se acepta que Sarmiento centró la mayor parte de su esfuerzo gubernativo en la promoción de la
educación, aunque algunos historiadores afirman que dio al menos igual importancia a la extensión de las comunicaciones
en el país.8

En cualquier caso, el impulso dado a la educación bajo el ministerio de Nicolás Avellaneda fue notable. Mediante la Ley de
Subvenciones de 1871 –que asignaba a la educación pública las herencias sin sucesión directa y un octavo de las ventas
de tierras públicas– garantizó los fondos para la creación de nuevas escuelas y la compra de materiales y libros. Durante
su mandato, y con apoyo nacional, las provincias fundaron unas 800 escuelas de primeras letras, alcanzando a un total de
1816 escuelas, de las cuales el 27% eran privadas;9 la población escolar se elevó de 30 000 a 110 000 alumnos.10

A fin de garantizar la educación primaria, trajo desde los Estados Unidos 61 maestras primarias;11 creó las primeras
escuelas normales, tomando como ejemplo la Escuela Normal de Paraná, fundada en 1870. 12 Subvencionó la primera
escuela para sordomudos, que era privada.13

Continuando con la política de su antecesor, fundó los Colegios Nacionales de La Rioja, Santa Fe, San
Luis, Jujuy, Santiago del Estero, Corrientes y Rosario.14

Fundó escuelas de arboricultura y agronomía en San Juan, en Mendoza, y más tarde en San Miguel de Tucumán y Salta.

En ese mismo año propició la creación y el desarrollo de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), que
hasta la actualidad fomenta el fortalecimiento de las bibliotecas populares en tanto organizaciones de la sociedad civil e
impulsa su valoración pública como espacios físicos y sociales relevantes para el desarrollo comunitario y la construcción
de ciudadanía.15 En la capital fundó la Biblioteca Nacional de Maestros.

Una de sus primeras decisiones fue realizar una Exposición de Artes y Productos Nacionales, que finalmente fue realizada
en 1871 en la ciudad de Córdoba. La gente tomó este proyecto como una locura, pero terminó siendo un gran éxito. En
ella se promovieron tejidos, curtiembres, fundiciones, tintorerías, y productos agropecuarios; todos de distintas regiones
del país. Durante su visita a la exposición Sarmiento ostentó un traje de vicuña elaborado con telas nacionales y recibió
además en premio una medalla por haber introducido el mimbre en el país.16 También se promocionó abundante
maquinaria agrícola e industrial disponible para importar. Esta exposición inició la preocupación por las ciencias básicas, y
de ese impulso surgieron la Academia de Ciencias de Córdoba –dirigida por el botánico alemán Germán Burmeister– y el
Observatorio Nacional de Córdoba, dirigido por el astrónomo norteamericano Benjamín Gould.13
En la Universidad Nacional de Córdoba se creó la Facultad de Ciencias Exactas, Física y Naturales, que dictaba la carrera
de ingeniería.13 Por su iniciativa se crearon en la región cuyana las cátedras de mineralogía en los Colegios nacionales de
Catamarca y de San Juan, que se convertirían en 1876 en la Escuela de Ingenieros de San Juan.

Población y sanidad
Una de las primeras medidas de Sarmiento fue organizar el primer censo nacional, que se realizó en el año 1869; el
mismo arrojó el resultado de 1 836 490 habitantes para el país. El 8% del total eran inmigrantes europeos, el 70% era
población rural, y el 71% del total era analfabeta.39

Durante su mandato tuvo un aumento importante la inmigración, con la llegada de 280 000 inmigrantes, que se asentaron
principalmente en la ciudad de Buenos Aires y –en menor medida– en colonias agrícolas en las provincias del Litoral.40

El rápido aumento de la población en la capital generó problemas de vivienda e higiene a gran escala: en 1871,
una epidemia de fiebre amarilla –probablemente a consecuencia de la guerra– causó la muerte en Buenos Aires de
alrededor de 14 000 personas. El gobierno nacional en pleno huyó de la ciudad, por lo que la lucha contra la peste debió
ser llevada adelante por una comisión; ésta dispuso la creación del Cementerio de la Chacarita, y en los años siguientes
se crearon las primeras redes de aguas corrientes y de cloacas de la ciudad.

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