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La Influencia del Plagio Académico en la Educación

Eric Garay

La evolución de la tecnología ha permitido que encontremos en internet gran cantidad

de información disponible sobre todos los temas que podamos imaginar tales como: ciencia,

cultura, religión, deportes y hasta la respuesta a las tareas más básicas que se dan a nivel

inicial en los centros educativos. La facilidad con la que se puede copiar, pegar, imprimir y

presentar dicha información como elaborada por uno mismo hace que el estudiante vea

reducida su necesidad de incrementar y fortalecer sus capacidades de leer, sintetizar,

comprender y redactar documentos académicos. Por tal razón es necesario identificar cómo

afecta el plagio académico en la educación y qué acciones se debe tomar para evitarlo. El

presente ensayo resume en sus primeros párrafos la definición del plagio académico y las

razones por las que se realiza, seguidamente describe cómo afecta al estudiante y al autor

original y finalmente presenta una serie de estrategias para combatir el plagio incluyendo los

programas informáticos.

Con la aparición de las tecnologías de información y la facilidad de encontrar diversas

publicaciones en internet se hizo más común la práctica del plagio académico. Para entender

el significado de plagio académico podemos recurrir a la Real Academia Española que

definió al verbo plagiar como el acto de “copiar en lo substancial obras ajenas, dándolas

como propias”, al respecto en el informe de Turnitin (Parte 1) se mencionó que el plagio

académico consiste en la apropiación parcial o completa de las ideas expresadas en forma

verbal o escrita por otros autores, violando de esta manera los derechos de la propiedad

intelectual, este acto se realiza de forma intencional o involuntaria principalmente por no citar

de forma correcta al autor original de las ideas. Yankelevich (2016) usó un término más

drástico y claro e indicó que el plagio académico es un robo y aquellas personas que los

plagiadores son ladrones de palabras, ideas y créditos. De lo anterior podemos resumir que el
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plagio académico es el acto de robar una obra intelectual, desconocer al autor original y

presentar la obra intelectual como propia.

En la era del internet y con la gran información que se puede encontrar en ella, el

plagio académico representa la forma más fácil de cumplir con una tarea o investigación

encomendada por el docente. La práctica de copiar y pegar permite elaborar documentos

fraudulentos permitiendo a los plagiadores, según Vera (2016), obtener recompensas

atractivas y simbólicas mientras no sean detectados considerando la dificultad por parte de

los revisores de identificar el plagio y cuando estos son detectados las consecuencias

generalmente son llamadas de atención leves o no se realiza ninguna acción por parte del

docente y la institución educativa, esto último hace que lleguen a convertirse cómplices del

plagio. Entonces podemos decir que el plagio académico se da por tres razones: (a) obtener

un beneficio, calificación aprobatoria o reconocimiento, (b) por ser difícil de detectar y (c)

por imponer sanciones menores o nulas para la detección del plagio.

Vera (2016) mencionó los beneficios obtenidos por los plagiadores; sin embargo, son

mayores los perjuicios generados sobre el estudiante, el autor plagiado y la institución

educativa. Ballano y Muñoz (2014) resaltaron la importancia de mantener unidos la lectura en

papel y en un medio digital, aprender y practicar la lectura en cualquiera de los medios

permite que el estudiante desarrolle capacidades de comprensión y manejo de información

que derivan en la adquisición del conocimiento. El plagio académico ocasiona que el

estudiante lea los títulos, sub títulos y tal vez las primeras líneas de un párrafo y proceda a

copiar y pegar. Según Andrade (2016), la diversidad de información en internet y facilidad de

acceso a la misma, hacen que los estudiantes no desarrollen o pierdan la capacidad de

investigación documental, la honestidad y ética. La información encontrada es copiada y

pegada sin ser leída, analizada y verificada. Consecuentemente, un estudiante que perdió el

interés por la lectura y la capacidad de adquirir conocimiento mediante ella, reduce su

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capacidad para ordenar y sintetizar ideas, así como su capacidad para escribir documentos de

investigación de manera correcta. En cuanto al autor del documento original, Soto (2012)

resumió como el plagio atenta contra sus derechos intelectuales, morales, patrimoniales y

también sus derechos de explotación al poner en el mercado un producto que copia gran parte

de su obra original. De lo anterior podemos resumir que los efectos generados por el plagio

son principalmente la pérdida de ética y honestidad en el estudiante, así como su capacidad

para leer y redactar documentos académicos, generando un engaño sobre sí mismo.

Luego de haber definido el plagio académico y conocer el impacto principalmente

sobre el estudiante, es necesario conocer cuáles son las mejores acciones para combatirlo.

Andrade (2011) indicó que la solución no sería retirar el internet del proceso de formación

académica y dejar de lado todos los avances científicos logrados por décadas, sino que se

deberían desarrollar estrategias para que el alumno aproveche al máximo el internet como

herramienta de apoyo para la investigación académica. Entre ellas mencionó la

implementación de talleres de lectura comentada, estudio de casos y mesa de debates para

actividades de manejo de información asistida con internet. Esto nos lleva a que el estudiante

debe evolucionar a la par con la tecnología desarrollando otras formas de explotar sus

capacidades intelectuales que permitan un mejor y más rápido análisis y síntesis de la vasta

información que pueda encontrar en internet, además de poder ordenar y redactar sus ideas en

los informes académicos.

Existen otras estrategias para combatir el plagio, Pinto (2014) resumió tres tipos de

respuestas que el docente puede optar frente al plagio académico: (a) la respuesta punitiva,

(b) la respuesta económica y (c) la respuesta pedagógica. Las dos primeras respuestas se

refieren a sanciones aplicadas una vez detectado el plagio mientras que la respuesta

pedagógica se refiere a la formación de los estudiantes basada en valores, identificando al

plagio como un acto muy perjudicial para ellos mismos y desarrollando capacidades para la
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elaboración eficiente y responsable de los trabajos académicos. De lo anterior, considerando

que las mejores estrategias son las preventivas (respuesta pedagógica) frente a las reactivas

(respuesta punitiva y económica), se puede afirmar que las mejores acciones para combatir el

plagio deben de implementarse desde la etapa de la niñez en la institución académica y

principalmente en el hogar.

Como se mencionó en los párrafos anteriores la mejor estrategia para combatir el

plagio es dotar al estudiante desde la niñez educación que permita desarrollar habilidades y

capacidades para que el estudiante pueda buscar, evaluar, procesar y comunicar

adecuadamente la información (Pinto, 2014). La búsqueda de información permite identificar

la información útil, conocer las fuentes confiables de información y establecer una estrategia

de búsqueda, posteriormente se realiza la evaluación que consiste en determinar si la

información es de calidad y aporta al objetivo de la investigación, seguidamente se procede al

tratamiento de la información organizar, esquematizar y sintetizar la información para

finalmente proceder con la comunicación y difusión de la información generando

documentos creativos, honestos y responsables. Lo último resume claramente los pasos a

seguir para realizar una correcta investigación académica a nivel primario, secundario,

universitario y profesional.

Finalmente, es necesario conocer las herramientas que ayudan a los revisores y a

nosotros mismos a verificar la originalidad de los documentos redactados. Barrón (2014)

indicó que las tecnologías de información elevaron el número de reutilizaciones de texto en la

redacción de documentos académicos, pero son esas mismas tecnologías que desarrollaron

técnicas para identificar si el texto ha sido generado a partir de otro. Estas tecnologías se

refieren a diferentes programas que podemos encontrar en internet tales como Picapica y

Turnitin. Los enfoques de los programas son intrínsecos y externos, los intrínsecos permiten

irregularidades que levanten sospechas de ser un texto aislado y los externos permiten hallar
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fragmentos demasiado similares que hacen suponer que el documento fue elaborado a partir

de uno existente. En definitiva, la presencia de programas informáticos que ayuden a la

identificación del plagio en los documentos académicos ayuda significativamente a los

revisores pertenecientes a las instituciones educativas responsables de la formación

académica, aportando de esta forma al cuidado de la imagen y prestigio de la institución.

En conclusión, el plagio académico es el robo parcial o total de una obra intelectual,

desconociendo al autor y presentándola como propia; se realiza porque se quiere obtener un

beneficio académico de manera fácil, la dificultad para detectar el plagio académico y las

leves o nulas sanciones al ser detectado. Los efectos generados por el plagio son

principalmente la pérdida de ética y honestidad en el estudiante, así como su capacidad para

leer y redactar documentos académicos, generando un engaño sobre sí mismo. Las mejores

acciones para combatir el plagio académico deben de implementarse desde la etapa de la

niñez en la institución académica y principalmente en el hogar capacitando al estudiante para

que pueda buscar, evaluar, procesar y comunicar la información de manera ética y

responsable.
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Referencias

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y Ciudadanía” (Ed.), El plagio académico en Educación Secundaria: características

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Barrón, A. (2014). Software para la detección de plagio académico. En Grupo de

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Pinto, M., & Guerrero, D. (2014). La importancia de las competencias informacionales para

afrontar el plagio académico: estrategias para la alfabetización informacional del

alumnado de secundaria y bachillerato. En Grupo de investigación de la Universidad

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académico 38(154). Recuperado de www.iisue.unam.mx/perfiles/descargas/pdf/2016-

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