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DISRUPCIONES DEL PENSAMIENTO EN EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN

E HIPERACTIVIDAD (TDAH)

Mateo Alejandro Ferro Lozada Cod: 25352031


Luis Alejandro Ladino Ramos Cod:1013644311
Jorge Ivan Robles Gonzales Cod:25352035
Sergio Ricardo Ramirez Cubides Cod: 25351997

Docente: ​Alejandro Bejarano Gomez


Asignatura: Lenguaje y Pensamiento

Universidad Nacional de Colombia


Facultad de Ciencias Humanas
Departamento de Psicología

Bogota D.C.
02 de Junio de 2016
1. Orígenes y desarrollo

1.1 Antecedentes y pioneros en el tema

La conceptualización del Trastorno por déficit de atención e Hiperactividad tiene su primera


aparición en el año de 1798 en el libro “An inquiry into the nature and origin of mental
derangement comprehending a concise system of the physiology and pathology of the
human mind and a history of the passions and their effects” de Sir Alexander Crichton. En
donde este médico describe las características del trastorno, como la incapacidad para
atender con constancia y también hace referencia a un estado inquieto. Posteriormente en
el año de 1845 se vuelve a enfatizar en este trastorno gracias a Heinrich Hoffmann, un
escritor e ilustrador, que decide dedicarle uno de sus cuentos a este déficit en donde se
relata la historia de el Sr. y la Sra. Hoffman y su hijo.

A mediados del 1877, Irelan describió el caso de un varón de 7 años, el cual lo caracteriza
como un niño de comportamiento destructivo y antisocial. Ese mismo año Bourneville,
describió a varios niños como inestables con una inquietud física y psicológica fuera de lo
común, sumandole a todas estas características un pequeño retraso mental. Clouston en
1892 definiría como estados de “defectuosa inhibición” al exceso de actividad, lo que
produciría enfermedad impulsiva, enfermedad motivacional e impulso incontrolable.

A comienzos del siglo XX, Demoor encontraría cierto grupo de niños los cuales consideraba
muy emotivos, al verlos que se movían constantemente. Sería el primero en enfocarse en la
dificultad de atención de los niños. Después de él, llegaría en 1902, uno de los principales
teóricos del TDAH que sería George Still, el cual agrupó a 20 niños con síntomas similares
a lo que hoy llamaríamos TDAH, con conductas violentas, inquietos, revoltosos, destructivos
y con poca atención. En lo único que falló fue en el hecho de señalar el trastorno como un
defecto patológico en el control moral. Posterior a Still vendrían varios científicos que
relacionarían estos patrones en los niños con problemas cerebrales, como lo fueron
Hohman en 1922 , que consideraría estas conductas como secuela de la encefalitis
epidémica, y como Kahn y Cohen en 1934, que relacionarían estas características con una
disfunción troncoencefálica como origen de la disfunción psíquica de los niños.

Ulteriormente, Laufer y Dentroff en el año 1957 proponen referirse a esta anomalía como
trastorno impulsivo hipercinético. En 1962, Clements y Peters cambian este término por el
DCM (Disfunción Cerebral Mínima) el cual abarcaría dos grupos principales de niños, los
que padecían de hiperactividad y los que padecían de dispersión atencional, basándose
principalmente en teorías neuroquímicas y neurofisiológicas. Cinco años después, el grupo
internacional de Oxford en Neurología Infantil acoge el término “Síndrome de disfunción
cerebral mínima”, para clasificar a los pacientes que tenían hiperactividad, deterioro
perceptivo motor, dispraxia, trastornos de atención, impulsividad, déficit de memoria y
alteración de aprendizaje.

En 1968 el TDAH tiene su primera aparición en el DSM ll o Manual diagnóstico y estadístico


de los trastornos mentales (segunda edición), pero con el término de Disfunción Cerebral
mínima. Para luego ser reemplazado por La Asociación Americana de Psiquiatría en 1970
por el de Trastorno por deficit de atencion con hiperactividad o el de Trastornos
Hipercinéticos. En la década de los 70 , llegó Virginia Douglas quien le dio importancia a los
aspectos cognitivos , como la dificultad para mantener la atención y controlar los impulsos ,
y gracias a ella en el DSM lll el trastorno pasó a denominarse Trastorno de Déficit de
Atención con o sin hiperactividad.

La hiperactividad es nuevamente tenida en cuenta, en el año de 1978 en donde se vuelve


una pieza clave en el cuadro clínico, denominándose el trastorno como es actualmente
conocido: TDAH. Luego en 1992 el TDAH se reconoce como entidad clínica y queda
recogido en el grupo de trastornos del comportamiento y de las emociones, de comienzo en
la infancia y la adolescencia, dentro del subgrupo de Trastornos Hipercinéticos según el
CIE-10.

1.2 Autores representativos en la actualidad

El TDAH ha sido estudiado por múltiples autores con diferentes enfoques psicológicos, que
han contribuido bastante al entendimiento de este trastorno de manera permanente. A
continuación se expondrán los más representativos para el TDAH en la actualidad.

Barkley(2006)

La hipótesis del control inhibitorio propuesta por Barkley sostiene que hay una falla en el
control para inhibir la respuestas y una interrupción del control cuando el sujeto lo hace
deliberadamente, causando múltiples problemas en procesos cognitivos como el caso de la
internalización del lenguaje porque tienen problemas a nivel de la memoria de trabajo
verbal. En el sentimiento del yo, el cual es memoria de trabajo no verbal, esta mala
inhibición también causa problemas en la planificación y solución de problemas. También se
pueden dar fallas en la autorregulación, motivación y el control emocional.

Sergeant & Cols.

Estos autores proponen la hipótesis de la regulación del estado, la cual tiene una propuesta
similar a la de control inhibitorio a grandes rasgos. Esta se enfoca más en la regulación del
estado del esfuerzo y de la motivación del sujeto. Esto se ve en tareas de demanda baja o
lenta donde la respuesta del sujeto es más factible y en tareas de “hacer-no hacer”
haciendo referencia al problema de los sujetos con TDAH de sostener la atención, mantener
estado de vigilancia y tener planeación para resolver problemas

Sonuga-Barke & Cols.

Sostiene la hipótesis de aversión a la espera, que básicamente consiste en que el individuo


rechaza la espera, en cualquier ámbito u actividad y se da a la impulsividad como manera
de evitar la espera. Estos autores postulan también un modelo dual para entender el TDAH
donde se mira desde el nivel cognitivo pasando por el nivel computacional hasta evaluar el
nivel de funciones ejecutivas que es donde se encuentran las mayores fallas a nivel de
solución de problemas.

1.3 Definición (Que estudia, problemas de lo que estudia y en el campo de


investigación)

El DSM-V define el TDAH (Trastorno de atención o hiperactividad) cómo un desorden en el


inicio de la infancia, el cual está caracterizado por la presencia de uno o varios factores
como son desatención, hiperactividad o impulsividad, el cual es más fuerte en comparación
a pares o niños de la misma edad.

Principalmente en este trastorno se estudia la relación conductual y cognitiva de los sujetos,


es en este campo donde tienen las principales dificultades de socialización y funcionamiento
personal. Las personas con TDAH normalmente rechazan todas las actividades en las que
se enfrenta una dificultad, una obligación o un obstáculo dado en interacciones sociales,
esto se puede interpretar como una reacción de repugnancia o rechazo al esfuerzo. El
trastorno disruptivo del comportamiento es una categoría que agrupa tres tipos de
diagnósticos que son el TDAH, el TND (Trastorno negativista desafiante) y el TD (Trastorno
de la conducta) ya que los síntomas de estos son muy parecidos y se van diferenciando a
medida que el tiempo transcurre ya sea por factores genéticos, factores sociales o edad de
desarrollo del trastorno.
Para los investigadores del TDAH los objetivos principales son encontrar las causas
genéticas y los factores ambientales. También a nivel cerebral entender cómo se presenta
el desarrollo de este trastorno a nivel neurofisiológico.

Genéticamente se ha postulado que el TDAH se transmite a través de un gen mayor


dominante/codominante el cual al parecer se presenta constantemente en la población
normal y se transmite de manera consistente, por lo cual este trastorno tiene una
prevalencia relativamente alta, en comparación con otros trastornos del desarrollo. En los
estudios de asociación y ligamiento genético se encuentran cada vez más relaciones con
sistemas dopaminérgicos, entonces se ha venido discutiendo por la idea de que un solo
neurotransmisor no puede definir todo un trastorno. Se han encontrado evidencias de que
un locus ubicado en la región telomérica del brazo corto del cromosoma 11 es la que puede
estar más relacionada con este trastorno. Para definir cuál era la parte o el neurotransmisor
que inhibe o dispara el TDAH se usaron técnicas cómo aplicar medicamentos que estimulan
o inhiben la producción de algún neurotransmisor y a lo largo de estas pruebas se llegaron a
cuatro hipótesis las cuales serán presentadas en las siguientes líneas.

Para empezar presentaremos la hipótesis del neurotransmisor único. Postula que puede ser
la dopamina, la noradrenalina o la serotonina la causante de los síntomas del TDAH. Todos
estos se han investigado por separado suministrando medicamentos que estimulan la
producción de estos neurotransmisores y posteriormente analizando sus efectos
conductuales en pacientes con TDAH. Aparentemente en la estimulación de la dopamina
se disminuyen considerablemente los síntomas de retrasos o problemas psicomotores. De
este mismo modo cuando se administran medicamentos como la d-anfetamina la cual
estimula la noradrenalina, disminuye bastantes síntomas del TDAH. Cuando se suministran
medicamentos que inhiben esta, los síntomas aumentan y son más difícil de controlar, lo
mismo sucede con la serotonina pero en menor medida. Estos resultados obtenidos llevan
a una discusión entre los profesionales que estudian el TDAH porque varios no aceptan que
exista un neurotransmisor único. Entonces surge la teoría de la alteración catecolaminérgica
múltiple con efectos interactivos, la cual postula que la teoría de neurotransmisor único no
se puede seguir sosteniendo por más tiempo, ya que varios estudios de biología molecular
sugieren que los neurotransmisores se distribuyen de manera más difusa, además la
actividad funcional y bioquímica de los neurotransmisores varía dependiendo de muchos
factores como la fuerza iónica, los receptores en otras neuronas, etc.

2. Sistemas Conceptuales

2.1 Modelos Conceptuales más representativos:

Los diferentes cuadros diagnósticos del TDAH se basan en la coincidencia de un


determinado número de síntomas en un mismo individuo. Tales síntomas se han estudiado
desde la expresión conductual de un déficit en el funcionamiento cognitivo mediante la
observación sistematizada. Sin embargo, en los últimos años se han intentado encontrar
marcadores biológicos o endofenotipos más específicos, dado que existe una correlación
entre los soportes biológicos del trastorno con sus manifestaciones conductuales. Ambos
intentos, realizados desde la neuropsicología, la psiquiatría y otros campos de estudio se
han dirigido hacia salir de la heterogeneidad de la presentación del diagnóstico.

Existen diferentes modelos explicativos que intentan asociar las múltiples manifestaciones
cognitivas ligadas al TDAH. Así, se puede concebir tales modelos: de acuerdo a la forma de
explicar la asociación entre las diferentes manifestaciones cognitivas (caracterización
conductual del trastorno) y de acuerdo al modo de relacionar éstas con sus soportes
fisiopatológicos (caracterización etiológica). Desde la primera concepción se encuentran los
modelos de déficit único y los modelos de déficit múltiple. Desde la segunda, se encuentran
los modelos basados en la hipótesis cognitiva y los basados en la hipótesis emocional.

En los modelos de déficit único, se presupone que la baja eficiencia de un mecanismo


cognitivo básico puede por sí misma explicar todas las manifestaciones ligadas al TDAH.
Los modelos de déficit múltiple implican la interacción de varios aspectos cognitivos sin un
origen único (Artigas-Pallarés, 2009). Aunque pueden parecer mutuamente excluyentes, en
realidad los últimos han llegado a constituir una ampliación de los primeros.
Las alteraciones neuroanatómicas y neurofuncionales de los pacientes con déficit atencional
se explican en los modelos basados en la hipótesis cognitiva mediante la desregulación del
control cognitivo del comportamiento; mientras que en los modelos basados en la hipótesis
emocional mediante la alteración de los procesos asociados al reforzamiento de conductas
adaptativas (Henríquez-Henríquez, 2010).

Dado que el rendimiento de los pacientes frente a pruebas destinadas a medir la inhibición
no se correlaciona con el rendimiento alcanzado en pruebas destinadas a medir la aversión
al retraso en la recompensa (Casey et. al. 2002), se ha sugerido que ambos déficit son
características independientes en el TDAH y que juntos permiten clasificar correctamente al
90% de pacientes.

Modelo del control inhibitorio (Barkley, 1997)

Define el trastorno como un déficit en el control inhibitorio, que es la capacidad de frenar


aquellas respuestas motoras y emocionales inmediatas mediante la retroalimentación de
sus errores, para sustituirlas o regularlas por aquellas más adecuadas.

De acuerdo a una caracterización conductual del trastorno éste es un modelo de déficit


único: La capacidad de inhibición de respuesta como la acción conjunta de tres procesos
paralelos, que en realidad son distintas formas de expresión de un mismo mecanismo:
inhibición de respuestas prepotentes ante un evento, interrupción de respuestas
prepotentes y control de la interferencia. El correlato cerebral del trastorno según este
modelo se sitúa en el circuito estriadotalamocortical implicado en el control ejecutivo.

La memoria de trabajo no verbal representa la propiocepción implícita, es la sensación de


estar ubicado en un espacio-tiempo más allá de una conciencia verbal. Así permite la
retención de sucesos inmediatos para dirigir la acción, mediante formas de memoria
retrospectiva y prospectiva; esto influye en la imitación de conductas nuevas. El sentido del
tiempo está involucrado cuando hay demora en la gratificación; esto explica la aversión a la
demora como señal de dificultad para controlar la conducta anticipatoria en niños
hiperactivos.

La memoria de trabajo verbal o habla autodirigido es una reflexión mediatizada por el


lenguaje que facilita el razonamiento consciente y el control autónomo de la conducta.
Permite la retención de información mediata o en línea, mediante la retroalimentación de las
consecuencias de los actos. Está implicada en la planificación coherente de las metas, y es
esencial para el aprendizaje y en la comprensión lectora ya modula los aciertos/desaciertos.
Permite el seguimiento y construcción de reglas y meta-reglas, lo cual se evidencia en la
poca adaptación de los niños con TDAH al ritmo escolar acumulado.

La planificación es la fragmentación de las conductas observadas (actividad de análisis) y la


recombinación de sus partes para el diseño de nuevas acciones (actividad de síntesis).
Permite la flexibilidad de conductas nuevas y la resolución de problemas, mediante la
adopción de decisiones correctas y/o eficientes. La adaptación eficaz al entorno físico y
social requiere de la interrelación entre la actividad analítica y sintética. Influye en la fluencia
verbal y en la coherencia del discurso lo cual se expresa en las dificultades pragmáticas del
lenguaje en los niños con TDAH.

La autorregulación de las emociones y la motivación es la capacidad de dirigir la acción con


el fin de alcanzar un objetivo movilizando el esfuerzo. Permite moderar la conducta en
ausencia de gratificación inmediata. El control emocional se relaciona con el ajuste de la
interpretación subjetiva, lo cual tiene una influencia en la toma de perspectiva social. Ante
las demandas del contexto social y lo adecuado que son algunas respuestas, el TDAH
genera dificultades a la hora de moderar las actitudes y las emociones.

En éste modelo, el TDAH se contempla más como una disfunción ejecutiva que como un
déficit de atención, lo cual sería un daño colateral del déficit. De los seis tipos de atención,
sólo se concentra en la atención sostenida, debido que no es un problema de focalización
sino de persistencia en las acciones.

En los cuadros clínicos del trastorno, las alteraciones del circuito estriadotalamocortical no
serían suficientes para tener el trastorno porque el 50% de los pacientes con diagnóstico
clínico de TDAH que no presenta déficit ejecutivo. Según la etiología, no serían
necesariamente parte central en la etiopatogenia del síndrome, sino epifenómenos
asociados a la expresión clínica de la sintomatología y a la remisión de ésta.

Modelo de la regulación del estado (Sergeant & Cols., 1999)

Define el TDAH como un déficit en la capacidad de regulación del esfuerzo y la motivación


que funciona por mecanismos habilitadores o limitadores de las funciones ejecutivas.Ésta
regulación se considera función ejecutiva porque depende del lóbulo frontal y sus
conexiones con el sistema límbico.

Supone que para lograr los objetivos es necesaria la activación y movilización de ‘energía
mental’, para adecuando los esfuerzos mentales a las demandas del entorno y así optimizar
la respuesta.

Según Sergeant y cols. (2005), las personas con TDAH dependen en mayor medida de los
controles del refuerzo externo para obtener su máximo rendimiento, así como normalizan su
rendimiento cuando se les refuerza frecuente e inmediatamante, y además muestran una
menor respuesta psicofisiológica periférica (tasa cardiaca y conductancia de la piel) ante la
recompensa que las personas sin el trastorno.

El déficit se refleja en la alteración en el tiempo de reacción ocasionando respuestas


desajustadas e irregulares: Una sobreestimulación origina respuestas rápidas, imprecisas e
inadecuadas, mientras que una estimulación baja origina respuestas lentas, variables e
ineficientes.

Modelo de aversión a la demora (Sonuga-Barke & Cols,1992)

Define el TDAH como una alteración al reforzamiento de conductas adaptativas que se


expresa en una hipersensibilidad a lo inmediato y una hiposensibilidad a lo tardío. Esto
explica la sensación subjetiva de aversión al retraso en hiperactivos. Su correlato cerebral
se sitúa en los circuitos cerebrales de recompensa que conectan las regiones frontales con
el núcleo accumbens y en la acción de la dopamina como neuromodulador de la
recompensa.

Es característico de sujetos con TDAH preferir obtener una gratificación inmediata aunque
pequeña, que una con mayor magnitud y alcance, pero demorada. Lo anterior significa una
dificultad para anticipar la recompensa y para reducir el tiempo de demora; y se sustenta en
una reducción en la activación del estriado ventral y de la amígdala.

El modelo planteado por Sonuga-Barke toma en cuenta esta consideración y explica que
existe una independencia entre las alteraciones en el circuito ejecutivo, modulado por
terminaciones dopaminérgicas mesocorticales y nigroestriatales, y el circuito de regulación
emocional-motivacional del comportamiento, modulado por terminaciones dopaminérgicas
mesolímbicas. En el modelo propuesto por Nigg y Cassey se señala también una
independencia entre el circuito frontoestriatal asociado a funciones ejecutivas superiores, el
circuito frontocerebelar asociado a la percepción y valoración del tiempo, y en el circuito
frontoamigadloestriado asociado a la regulación emocional (motivacional) del
comportamiento. Ambos modelos sitúan estos circuitos neurales mediante loops
estriadotalamocorticales, los cuales constituyen vías para la comunicación bidireccional
entre la corteza y los centros subcorticales. Estas vías cumplen funciones motoras,
sensoriales, asociativas y límbicas.

Éste tipo de marcadores neuropsicológicos han renovado el diagnóstico conductual,


adoptando la hipótesis de independencia cognitiva-emocional. Incluso se dice que podrían
jugar en el futuro un papel relevante en el diagnóstico del TDAH en sustitución de la actual
evaluación basada en los síntomas conductuales (Sonuga-Barke, Sergeant, Nigg y Willcutt,
2008).

2.2 Áreas actuales que componen el campo de estudio

Gracias al avance que ha tenido la tecnología en los últimos tiempos, desde las
Neurociencias se ha venido estudiando el TDAH, y se han llegado a obtener resultados que
brindan un mejor entendimiento del tema.

En primer lugar reconocer correctamente las emociones que están experimentando otros y
regular nuestras propias emociones son habilidades cruciales a la hora de interactuar
socialmente . Los estados emocionales y las intenciones se hacen visibles a través de
señales como las expresiones faciales. Así, la habilidad para interpretar y responder a estas
señales constituyen un componente importante para desarrollar relaciones interpersonales.
Por otro lado, la habilidad para regular las emociones es crucial no sólo para un buen
funcionamiento social sino también para el bienestar general.

Las principales investigaciones han abordado el estudio de la competencia emocional en


niños, adolescentes y adultos con TDAH. Los datos existentes se organizan en dos grandes
grupos: los relacionados con el procesamiento emocional y los asociados con la expresión y
la regulación emocional. La teoría integradora de Nigg y Casey (2005), es posiblemente la
más explícita en este sentido, ya que sostiene que el TDAH es el resultado de un mal
funcionamiento de tres circuitos neurales entre los que se incluye uno que está implicado en
la evaluación del significado emocional de los acontecimientos (circuito
prefrontal-amigdalar). De hecho, la hipótesis de la aversión de la demora de Sonuga-Barke
(2002, 2003) predice una hiperactivación de estructuras asociadas con la evaluación
emocional (como por ejemplo, la amígdala) cuando las personas con TDAH tienen que
esperar la recompensa, ya que perciben la demora como algo negativo o desagradable.

Otros estudios con resonancia magnética funcional dan un paso más al observar un
funcionamiento anómalo del sistema de recompensa en adolescentes y adultos con TDAH,
respectivamente. En las investigaciones se encontró en las personas con TDAH una
activación reducida del estriado ventral durante la anticipación de la recompensa.

El TDAH es un trastorno complejo en el que están implicados no sólo procesos cognitivos


sino también afectivos. Las personas con TDAH muestran alteraciones motivacionales,
como puede ser la escasa habilidad para tolerar la demora de la recompensa. La aversión
a la demora se manifiesta en una incapacidad para esperar por recompensas a largo plazo,
lo que conlleva a que el comportamiento de estas personas terminan guiándose por
recompensas inmediatas que muchas veces están alejadas de los objetivos que desean. La
disfunción del circuito mesolímbico (corteza prefrontal ventromedial, núcleo accumbens y
amígdala, fundamentalmente) parece estar detrás de las principales alteraciones
motivacionales del TDAH, incluida la deficiente anticipación de la recompensa y la aversión
a la demora. Asimismo, muchas de las personas con TDAH muestran alteraciones
emocionales, entre las que destacan la dificultad para reconocer la información emocional y
la incapacidad para regular sus propias emociones. Las investigaciones que han abordado
el estudio de los mecanismos neurales implicados en el procesamiento emocional de las
personas con TDAH sugieren la presencia de anomalías en etapas tempranas del
procesamiento, tanto desde el punto de vista temporal como anatómico.

2.3 Instrumentos utilizados y experimentos realizados para estudiar el TDAH

Instrumentos diagnósticos

Criterios diagnósticos del DSM-V


Existen cinco criterios diagnósticos necesarios para el TDAH. El primer criterio consiste en
que se presente un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad que interfiera con el
desarrollo durante al menos 6 meses. Antes de los 17 años se requiere la presentación de
mínimo 6 síntomas de nueve para cumplir el criterio, mientras que después de los 17 años
se requiere de mínimo 5 síntomas:

La inatención se caracteriza por los siguientes síntomas: no prestar ni mantener la atención


debida, no seguir instrucciones ni organizar las tareas, disgusto por iniciar tareas que
requieran mantener la atención, olvidar hacer actividades cotidianas, etc.

La hiperactividad-impulsividad se caracteriza por los siguientes síntomas: manifestar


inquietud y deseo de levantarse mientras se está sentado, incapacidad de jugar
tranquilamente, habla excesiva e inesperada, no esperar su turno e interrumpir las
actividades de los demás, etc.

Los otros 4 criterios corresponden a la presentación de los síntomas antes de los 12 años,
dada en dos o más contextos, habiendo disminución en el rendimiento social. Estos
síntomas no deben ser producidos exclusivamente durante el curso de otro trastorno.

El TDAH puede presentarse de tres formas: predominancia de la inatención, predominancia


de la hiperactividad o presentación combinada. Hay remisión parcial si una vez cumplidos
todos los criterios ya no se cumplen todos. Se puede clasificar a su vez en leve, moderado y
grave.

Evolución de los criterios diagnósticos del DSM


El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales ha tenido a través del tiempo
una diferente definición, distinción, categorización y espectro diagnóstico del TDAH.

En sus orígenes, el DSM-I (1962) caracterizó el trastorno como una Disfunción cerebral
mínima (Minimal Brain Dysfunction). El DSM-II (1968) se cambió la definición a Síndrome
hipercinético infantil (Hyperkinetic Syndrome of Childhood). Gracias al trabajo de Virginia
Douglas, en el DSM-III (1980) se cambió el nombre del trastorno a TDAH y se especifica si
cuenta o no con hiperactividad (ADHD/ADD), sin embargo, en la versión revisada se omite
esta distinción y se incluye en la categoría de Desórdenes Disruptivos del Desarrollo.
En el DSM-IV-TM (1994) se distinguen los tipos de presentación del trastorno (inatento,
hiperactivo y combinado) aunque los criterios diagnósticos no cambiaron mucho. En el
DSM-IV-TR (2000) se incluye una cuarta categoría sintomática de TDAH no especificada.

Los cambios en el actual DSM-V. (2013), tienen que ver con la amplitud del espectro
diagnóstico. La presencia requerida de 5 (no 6) síntomas para pacientes mayores de 17
años y orientada según la APA a tratar con justicia casos de TDAH continuados en la
adultos. Y la presencia requerida de algunos síntomas antes de los 12 años (no 7 años).
Sin embargo, al acrecentarse el número de diagnósticos dados, aumentó el número de
prescripciones farmacológicas (de alto riesgo) y de casos de abuso, más dados en
adolescentes y adultos (35% de universitarios sobre 10% de escolares) (Wilens, 2008).

Adicional a los cambios en la amplitud del espectro diagnóstico, se agregaron nuevas


especificaciones: La categoría en remisión parcial se hizo aplicable a todas las edades (no
sólo adolescentes y adultos); es posible para los síntomas variar dependiendo del contexto
dentro de una condición dada; no hay criterio de exclusión para personas con autismo ya
que síntomas de ambos desórdenes co-ocurren.

Cuestionario de Conners

Consta de diferentes versiones: una para padres (abreviada con 48 preguntas y larga con
93), una para profesores (corta con 28 y larga con 39 preguntas), y un autoinforme que es
complementario para niños mayores de 12 años. Éste cuestionario determina si es
necesario un estudio a profundidad.

En la escala de padres los niños que obtienen una puntuación de 15 o superior requieren un
estudio en profundidad porque posiblemente sean hiperactivos. Para las niñas, la
puntuación es de 13 o superior. En la escala de profesores, una puntuación de 17 o superior
para los niños y de 13 o superior para las niñas hace sospechar la existencia de una posible
TDAH.

La aplicación del cuestionario para padres, por ejemplo, dura entre 15 y 20 min. y evalúa los
siguientes factores clínicos: alteraciones de conducta, miedo, ansiedad,
inquietud-impulsividad, inmadurez-problemas de aprendizaje, problemas psicosomáticos,
obsesión, conductas antisociales e hiperactividad. Es uno de los instrumentos más
utilizados. Existen versiones validadas para niños de diferentes países incluido Colombia.

Escala multidimensional de Reynolds y Kamphaus (BASC)

Es una escala que trabaja 4 dimensiones: el auto-informe (disponible para niños mayores
de 8 años), la valoración de los padres o tutores, la historia de desarrollo y el seguimiento
del rendimiento escolar. Al igual que la escala de Conners, existen versiones para padres,
profesores y autoinforme. A diferencia de ésta, la escala BASC determina con precisión la
presencia de TDAH.

Los componentes de este instrumento ofrecen varios tipos de validez, que le permiten al
clínico medir la veracidad y la consistencia de los informantes. Son consistentes no sólo a
través de los diferentes sexos y edades, sino también entre los distintos formularios: los del
profesor, los de los padres y el autoinforme (Puerta, 2004).

Las escalas clínicas presentes en el cuestionario para padres y maestros son: problemas de
conducta, de aprendizaje y de atención, somatización, estrés social, atipicidad (tendencia a
comportarse de manera no convencional), ansiedad, depresión, aislamiento y agresión. Las
escalas adaptativas presentes son: adaptabilidad, habilidades sociales, habilidades en el
estudio y compañerismo.

Instrumentos cognitivos-conductuales.
En el diagnóstico conductual se han usado las siguientes pruebas, utilizadas para medir los
diferentes déficit cognitivos presentes en el TDAH:

● Prueba de control de la escala de memoria de Wechsler: se pide al sujeto contar y


decir el alfabeto de manera regresiva, así como sumar tres unidades desde el 1
hasta el 40; se contabiliza el tiempo requerido y el número de errores cometidos.
● Prueba de ejecución continua auditiva (test de vigilancia de Strub y Black): se le pide
al sujeto dar una respuesta cuando escuche una letra particular de una serie al azar;
se cuentan aciertos y omisiones.
● Prueba de memoria visuo-verbal: se le pide al sujeto memorizar 10 elementos
presentados con su figura y sonido del nombre respectivo, se traza una curva de
aprendizaje que modela el progreso de aprendizaje.
Además de las pruebas señaladas, existen otras pruebas que ayudan a evaluar distintas
habilidades cognitivas como la prueba de ordenamiento de tarjetas de Wisconsin, que
evalúa la capacidad de abstracción; la prueba de fluidez semántica y fonológica FAS, que
evalúa la capacidad de producción espontánea de palabras; la prueba de copia de una
figura compleja de Rey que evalúa la memoria no verbal, y la prueba de de Stroop que
evalúa la atención selectiva.

Experimentos realizados en Colombia

Estudios hechos en Cali, Colombia (Bará-Jimenez et. al, 2003) obtuvieron resultados
experimentales muy similares a los realizados en Medellín (Pineda, D. et. al., 2000). Con
esto se valida la presencia de las dimensiones cognitivas y conductuales del TDAH con
independencia de los aspectos culturales y regionales del trastorno. Se encontró que niños
del tipo inatento presentan CI totales 7 y 15 puntos por debajo del resto de la población así
como con baja fluidez semántica; sin embargo, en la fluidez fonológica no se hallaron
diferencias significativas con el grupo de control. Los niños del tipo combinado presentan
una alteración en los mecanismos de atención sostenida y la presencia de impulsividad.

La prevalencia encontrada en niños colombianos en Antioquia es del 15-17% con


predominancia de tipo hiperactivo, en Bogotá es de 5.4% con predominancia de tipo
inatento (van Meerbeke, et al, 2008). Diferencialmente, en Estados Unidos la prevalencia es
del 3% de niños en edad escolar diagnosticados y tratados. El TDAH es un problema
estimado en 1% de la población en edad escolar.

Publicaciones Especializadas en el tema:

- Análisis Bibliométrico:

Revistas (nacionales e internacionales) especializadas

1. Revista Médica Clínica Las Condes (Chile)

Esta revista, que tiene 25 años de ininterrumpida publicación, está concebida como un
medio de difusión del conocimiento médico, a través de la publicación de trabajos de
revisión de la literatura biomédica, investigación, actualizaciones, experiencias clínicas
derivadas de la práctica médica y casos clínicos, en todas las especialidades de la salud.
Está escrita por los autores más calificados en el tema, provenientes de cualquier institución
de salud, chilena y/o extranjera. Su objetivo es entregar una puesta al día en los más
diversos temas de la ciencia médica, con la mejor evidencia científica disponible. Revista
Médica Clínica Las Condes está dirigida a médicos generales y especialistas, a
profesionales de la salud, alumnos de medicina y carreras afines de pre y postgrado,
quienes pueden utilizarla como texto de consulta para profundizar sus conocimientos o
como guía en el manejo de sus pacientes.

http://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo-trasto
rno-por-deficit-atencion-e-90393601

2. Revista de Salud Pública (Colombia)

Presenta informes especiales sobre temas de interés y servicios adicionales, como


información útil sobre cursos, seminarios, conferencias, posgrados, y becas, para los
profesionales relacionados con la Administración de Salud y la Salud Pública.

http://revistas.unal.edu.co/index.php/revsaludpublica/article/view/35395/37859

3. Revista de Neurología (Internacional):

Revista de Neurología es una publicación de ámbito internacional que se distribuye en


España, Portugal e Iberoamérica. Actualmente ​Revista de Neurología, está incluida en
MEDLINE/Medlars/Index Medicus; SciSearch/Science Citation Index; EMBASE/Excerpta
Medica; Research Alert; Neuroscience Citation Index; IME/Indice Médico Español;
IBECS/Indice Bibliográfico Español en Ciencias de la Salud. Forma parte del JOURNAL
CITATION REPORT, con un factor de impacto de 1,179.

Revista de Neurología es revista fuente de citaciones del JCR, dentro de este círculo
​ evista de
selecto donde sólo aparece un reducido número de revistas en español. Además R
Neurología ha sido la promotora de la Federación de Revistas Neurológicas en español, que
concentra y difunde buena parte de la producción científica iberoamericana en neurología.
La edición electrónica de ​Revista de Neurología (​www.neurologia.com​) cuenta con 260.000
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usuarios registrados y recibe más de 4.000 visitas diarias. Además, R
se encuentra en las redes sociales y en Facebook ya cuenta con más de 20.000
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Publicaciones relacionadas con el TDAH:


http://www.neurologia.com/sec/buscador.php?donde=clave&pag=1&idioma=e&texto=
tdah

4. Revista de psiquiatría y salud mental (España):

Revista de Psiquiatría y Salud Mental es el órgano de expresión oficial de la Sociedad


Española de Psiquiatría y de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica. Es una
publicación orientada al estudio de las enfermedades mentales, sus procesos patológicos y
sus consecuencias psicosociales, y tiene como finalidad difundir los avances científicos en
todos los campos relacionados con la enfermedad y la salud mental. Se publican trabajos
inéditos sobre la psiquiatría y salud mental y su repercusión médica y social. Por ese
motivo, se da cabida en la revista a trabajos procedentes del ámbito biológico, clínico y
psicosocial. Los manuscritos son evaluados, antes de ser aceptados, por revisores externos
(peer-review). La revista publica cuatro números al año en español y su traducción al inglés.

Publicaciones relacionadas con el TDAH:


http://www.elsevier.es/es-revista-revista-de-psiquiatria-y-salud-mental--286-buscar?c
mbBuscador=286%7CRevista+de+Psiquiatr%C3%ADa+y+Salud+Mental+&txtBuscado
r=tdah

5. International Journal of Clinical and Health Psychology (Internacional):

International Journal of Clinical and Health Psychology es la revista de la Asociación


Española de Psicología Conductual y publica trabajos con énfasis básico y aplicado de
carácter teórico y experimental que contribuyan al avance de cualquier ámbito de la
Psicología Clínica y de la Salud.
Publicaciones relacionadas con el TDAH:
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1697260015000824

Publicaciones internacionales más representativas (2):


● International Journal of Clinical and Health Psychology (Internacional)
● Revista de psiquiatría y salud mental (España)

Palabras clave: Trastorno por déficit de atención e hiperactividad y TDAH o


ADHD​ .

Frecuencia en los números consultados:

● International Journal of Clinical and Health Psychology: 82


● Revista de psiquiatría y salud mental: 3+83=86

Frecuencia en los ultimos 5 numeros:


● International Journal of Clinical and Health Psychology: 82​+26+37=145
● Revista de psiquiatría y salud mental: 86+10=96
Discusión:

Esta discusión tendrá como base principal las relaciones directas del Trastorno por déficit
de atención e Hiperactividad con el tema del lenguaje y el pensamiento. Lo usual es que los
niños con TDAH no tengan un cuadro clínico puro, ya que existe una amplia comorbilidad
con otros trastornos del lenguaje, la conducta motora o la afectividad: Más del 50% de la
población que sufre el trastorno sufre a su vez de algún trastorno relacionado con el
lenguaje y, en relación con el aprendizaje, un gran porcentaje de niños con TDAH presentan
un bajo rendimiento escolar.

Los niños con TDAH manifiestan constante dificultad en el uso pragmático y social del
lenguaje, que se manifiesta en sus habilidades para conversar. Esto tiene implicaciones en
el aprendizaje, más específicamente los problemas en lecto-escritura, ya que inicialmente
suele acompañarse en problemas de la adquisición del lenguaje, dificultades para retener la
información auditiva e importantes dificultades en la pronunciación y decodificación de las
palabras. Un estudio realizado por Cantwell y Baker en 1991 arrojó que de 300 niños con
problemas en el lenguaje, el 53% de los casos cumplian criterios para el TDAH, y en otro
estudio realizado por Cohen, Wallace, Barwick, Menna, Horodezky e Isaacson en el 2000 se
mostró que la asociación de TDAH y problemas de aprendizaje llegó a un valor significativo
del 63.6%. Esto nos da a entender que los Problemas de aprendizaje relacionados con el
TDAH tienen una relación directa con el desarrollo a través de los estadios de los niños en
la adquisición, comprensión y producción del lenguaje.

El origen de estas fallas sigue encontrando una explicación en el modelo cognitivo de las
funciones ejecutivas, debido a que los niños con tdah no logran llevar un hilo en la
conversación, porque no organizan la información (Vaquerizo, Estévez y Pozo, 2005). Se
puede decir que las funciones ejecutivas tienen una relación bidireccional con el lenguaje
desde el inicio del desarrollo, afectando en gran medida su componente pragmático, de
modo que existe excesiva expresión verbal durante las conversaciones cotidianas;
disminución de la expresión verbal en tareas de atención sostenida; dificultad para
comenzar, mantener y cambiar de tema durante la conversación; problemas de selección y
uso de las palabras en la transmisión de mensajes ambiguos; y dificultad para ajustar el
lenguaje hacia quien lo escucha. Las habilidades pragmáticas del lenguaje, guardan
profunda relación con la fluidez, lenguaje no verbal, capacidad de negociación, teoría de la
mente, lenguaje emocional y narrativa.

Las fallas en la memoria de trabajo verbal para la producción de una narración no se


producen por un problema de almacenamiento sino por fallas en la forma como se organiza
o codifica la información pertinente. A los sujetos con TDAH se les dificulta mantener las
conexiones causales y los antecedentes necesarios para el relato mientras tiene activada la
atención en los datos inmediatos. Las dificultades en la comprensión se manifiestan en poco
volumen de reproducción, errores en la información general y menos detalles en la
producción.

5. Conclusiones

El Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno complejo en el


que están implicados los procesos cognitivos y afectivos. Las personas que padecen de
TDAH muestran alteraciones motivacionales, como puede ser la escasa habilidad para
tolerar la demora de la recompensa. La aversión a la demora se manifiesta en una
incapacidad para esperar por recompensas a largo plazo, lo que tiene como resultado que
el comportamiento de estas personas terminan guiándose por recompensas inmediatas que
muchas veces están alejadas de los objetivos que desean. Asimismo, muchas de las
personas con TDAH muestran alteraciones emocionales, entre las que destacan la dificultad
para reconocer la información emocional y la incapacidad para regular sus propias
emociones​.

Etiológicamente, uno de los argumentos más fuertes se refiere a las alteraciones


correspondientes al lóbulo prefrontal, presente en todas las manifestaciones del TDAH, ya
que a partir de este lóbulo el sistema en general se autorregula, tanto conductualmente
como en el habla. Es por esta misma razón, que los sujetos que padecen de este trastorno
generalmente no aprenden a controlar ni su pensamiento ni su dialecto, y tienden a
interrumpir conversaciones. En otras palabras, se podría decir que las manifestaciones del
TDAH convergen en las funciones ejecutivas, las cuales guardan relación con la actividad
del córtex prefrontal y tienen influencias de carácter cognitivo, emocional y de inhibición.

Tales influencias, en resumen, se expresan en dificultades conducta propositiva;


incapacidad de resolver problemas, dificultad para la planificación de forma estratégica;
escasa habilidad para poner atención; incapacidad para captar lo esencial de una situación
compleja; incapacidad para mantener conductas sociales; e incapacidad de inhibir
respuestas espontáneas.
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