Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Caminoalasiembra PDF
Caminoalasiembra PDF
En su artículo 14, la Convención sobre los Derechos del Niño establece la libertad de pensamiento, conciencia y
religión. UNICEF respeta este derecho, sin promocionar ningún culto en particular, en detrimento de otros. Las
opiniones aquí expresadas son responsabilidad de sus autores
Esperamos, entonces, que sean valiosos los conocimientos y las orientaciones que
se plasman en esta cartilla, dirigida a quienes acompañan la siembra desde los
equipos de apoyo regional, diocesano y/o zonal, para que puedan, a su vez, guiar
la formación de esos nuevos animadores y animadoras que cada vez más se unen
al Movimiento, y que deciden ofrecer sus vidas desinteresadamente, para
contribuir a que los niños y niñas vivan en un país mejor, donde tengan todo lo
necesario para crecer dignamente y hacer realidad sus derechos.
-
Estructura
de la cartilla
Contenido
1. Nuevos caminantes 10
4 Anexos 96
4.1 Principios que sustentan los derechos de los niños y niñas 96
4.2 Al creer, creamos... Representaciones sociales y enfoques de
intervención entorno a la niñez 100
4.3 Alguien que se transforma para transformar 104
4.4 El estilo educativo de Jesús 108
4.5 La resiliencia desde el apoyo psicosocial 110
4.6 Propuestas para promover la participación y orientar
la dinámica grupal con niños y niñas 115
4.7 Estando unidos acompañamos y nos acompañan 120
4.8 La participación de los niños: De la participación
simbólica a la participación auténtica 124
5. Bibliografía 133
Pero hay algo que no les hemos contado y ésta será la oportunidad, expresó
Blanca. Nos dimos cuenta que todas estas orientaciones básicas para animar
el Movimiento, que están recogidas en la cartilla Tierra Fértil para la Paz, son
el punto de partida para un proceso formativo, para el inicio de un camino que
nos conduzca a ser verdaderos animadores y animadoras de la siembra.
Así es, aportó Lucinda. Hace varios meses, cuando realizamos la formación para
nuevas animadoras y animadores, construimos diferentes propuestas
metodológicas para promover una mayor comprensión de las orientaciones que
plantea la cartilla Tierra Fértil para la Paz, y ayudar a desarrollar habilidades para
la labor con los niños y las niñas. Por eso hemos querido contarles cómo fue esta
experiencia y, además, compartirles estas propuestas para que ustedes las
aprovechen en la formación de los animadores y animadoras de sus comunidades.
Por eso es muy importante que cuando decidamos formar a nuevos animadores y
animadoras, partamos de una planeación en equipo y vinculemos a otras
organizaciones e instituciones de la comunidad y del Estado para apoyarnos
mutuamente en el propósito de contribuir a que los niños y lasniñas vivan en un
país mejor, donde tengan todo lo necesario para desarrollarse plenamente y hacer
realidad sus derechos.
Pero lo que más me gustó – continuó Lucinda – fue que ellos mismos me dijeron
que esa alegría la aprendieron de mí y que se sentían muy seguros y respaldados
por el acompañamiento que les brindamos. Y miren, – intervino Tulio señalando
otra fotografía del Diario de Grupo – aquí están Blanca y Franklin hablándoles de
Sembradores de Paz a los muchachos y muchachas del colegio. Sí, al final
quedaron muy motivados – dijo Blanca – aunque les confieso que yo tenía mucho
susto, si no es por Franklin que me tranquilizó y se encargó de animarlos con
dinámicas y hasta con chistes, no hubiera sido capaz yo solita.
Invitan y apoyan:
Movimiento de Niños y Niñas Sembradores de Paz
Comité Comunitario por la Niñez. Barrio El Colibrí
Institución Educativa Colombia Nueva
Parroquia Nuestra Señora de El Colibrí
Casa de la Cultura
Centro de Salud
Cuando llególa gente, le dimos una bienvenida especial y luego hicimos una
dinámica muy divertida para presentarnos y crear un clima de confianza. Después
realizamos una actividad que nos permitió conocer la realidad de la niñez en
nuestro barrio y en nuestro país. Sí, ya recuerdo que hicimos una exposición con
recortes de prensa, información que Nelson bajó de Internet y fotografías de
Esa actividad impactó mucho – retomó Franklin – y a partir de ella fue que
presentamos brevemente lo que es el Movimiento Sembradores de Paz y su
propósito de ayudar, de la mano de las familias y de las instituciones de la
comunidad, a que los niños y niñas tengan un mejor presente y sean protagonistas
en la construcción de la paz.
¿Recuerdan que Leonardo quería empezar a trabajar de una vez con los niños y
niñas?, preguntó Tulio. Y no sólo Leonardo, – respondió Lucinda – varios de los
participantes querían salir inmediatamente a conformar el grupo de Sembradores
de Paz, pero se dio una reflexión muy interesante acerca de la importancia de
formarnos primero para conocer más a fondo la propuesta del Movimiento y
desarrollar unas comprensiones y habilidades básicas para animar el proceso con
los niños y lasniñas.
El Padre Chucho insistía en que la base de la formación de los animadores tenía que
ser la cartilla Tierra Fértil para la Paz – recordó Lucinda – pues allí están las
orientaciones básicas para animar el Movimiento. También nos ayudó a reflexionar
sobre otros aspectos muy importantes que se deben considerar, teniendo en
cuenta nuestra realidad y cultura.
Una vez hicimos esta selección, en la que desde un principio sabíamos que no
podíamos abordarlo todo, pero sí por lo menos priorizar los aspectos más esenciales
– comentó Lucinda –, elaboramos un plan donde definimos el cronograma, los
responsables y los recursos que necesitábamos.
Este plan fue muy importante porque allí concretamos la propuesta formativa
respondiéndonos preguntas como:
Con todo este diseño y planeación del proceso formativo – retomó Tulio –
acordamos unos pasos o momentos que debemos tener en cuenta
para la realización de cada taller o encuentro de formación y que con-
stituyen una metodología inspirada en los mismos principios pedagógicos
que nos sugiere la cartilla Tierra Fértil para la Paz.
Nada menos por aquí tengo el cuadro que elaboró Franklin con el resumen de
estos pasos – dijo blanca – que aunque sabemos son apenas un derrotero, nos
resultaron muy útiles en el momento de preparar y desarrollar cada taller.
Y qué decir del temor que sentíamos cuando nos lanzamos a ser los
facilitadores y facilitadoras de la formación, comentó Blanca. ¿Sentíamos?
– Preguntó Lucinda – o querrás decir sentimos, porque a mí todavía me da susto
pararme frente a un grupo. A veces no me siento con la suficiente
experiencia ni con todos los conocimientos necesarios. La ventaja es que hemos
asumido el papel de facilitar y no el de expertos o especialistas.
Aquí nada más encontré en mi Diario de los Sueños, todos los aprendizajes
que hemos alcanzado en esta experiencia de facilitar el proceso de formación
de los animadores y animadoras, aportó Franklin. Miren todo lo que hemos
descubierto:
Punto de partida
Es necesario decidir rápidamente quiénes serán las seis primeras personas que se
deben rescatar. Éstas son algunas características de los sobrevivientes:
Luego, cada grupo debe rotar por los diferentes carteles y complementar la
información que encuentre en ellos.
Manos a la obra
Situación:
• •
• •
• •
• • •
• • •
• • •
• Los principales derechos de los niños y las niñas que se vulneran en nuestra
comunidad son:
• Para el respeto y la promoción de los derechos de la niñez podemos:
• Los principios que más recuerdo y que orientan los derechos de los niños y las
niñas son:
Analizar los imaginarios, las representaciones sociales y los enfoques, que han
caracterizado las acciones con y por los niños y las niñas, desarrollando nuevas
comprensiones que orienten la labor como animadores y animadoras del
Movimiento.
Punto de partida
Un día, ocurrió que Cangurito vio pasar ante sus ojos a una cangurita de su
misma edad. Y exclamó: “Mamá, ¡quiero casarme con esa cangurita!”.
Ella con voz lastimera le contestó: “Oh, ¿quieres abandonarme por una
cangura cualquiera? ¡Éste es el pago que das a mis desvelos!”. Y Cangurito
no se casó.
Tengamos en cuenta
Manos a la obra
Caso 2: Gloria, Raúl y Eliana son animadores del Movimiento. Gloria tiene un
grupo ‘ejemplar’, las niñas y niños son muy “juiciosos, respetuosos, callados, se
aprenden todo, y siempre me obedecen y están dispuestos a escuchar y a
realizar las actividades en mucho orden y disciplina”, como ella misma afirma.
Gloria siempre se enorgullece mucho de su grupo, y le cuenta a Eliana y a Raúl
lo maravillosos que son sus niños y niñas.
Punto de partida
Una vez escritos los artículos para las diferentes secciones del periódico,
hagamos una exposición, de manera que todos y todas podamos leerlos, y
facilitemos un espacio para reflexionar en torno a preguntas como:
• ¿Cuál será la realidad de los niños y las niñas de nuestro municipio dentro de
cinco años?
• ¿Qué sucedió en nuestro municipio para que esa realidad fuera de esa
manera?
• ¿Qué papel jugaron los niños y las niñas dentro de ese proceso de
transformación?
• ¿Cuál fue el papel del Movimiento de Niños y Niñas Sembradores de Paz para
construir esa realidad?
Una vez clasificadas las preguntas, reflexionemos en plenaria acerca de los temas
o categorías que surgieron, y comentemos a los animadores y animadoras el
momento del proceso formativo en el cual se podrá ir dando respuesta a esas
inquietudes.
Es posible que surjan dudas a las que podamos encontrar respuestas entre todos
y todas, otras necesitarán que investiguemos, pero en todo caso, estas
preguntas constituyen un importante derrotero para orientar en adelante el
proceso de formación.
Tengamos en cuenta
• Cartilla Tierra Fértil para la Paz, páginas 12 a la 15: Eso de Sembrar la Paz;
páginas 24 a la 26: Ni restas, ni sumas, ni divisiones, somos uno; y páginas
27 a la 32: Semillas que están en nuestro corazón.
• Diario de los Sueños, páginas 7 a la 18: El Colibrí.
Pensamiento Crítico
Pensamiento Creativo
Comunicación Afectiva
y Asertiva
Empatía
Resiliencia
Responsabilidad
Participación
Solidaridad
Marcela es una niña de 12 años que vive en el barrio Flores del Campo. Ella tiene
un hermano de 18 años llamado Juan, que la quiere mucho y que además
trabaja para mantener la familia, conformada por su madre y otros 4 hermanos
menores.
Hace poco Marcela se enteró que el dinero que su hermano aporta a la casa, lo
consigue robando, y esto la tiene realmente afectada, porque ella desaprueba
totalmente el comportamiento de él y así se lo ha hecho saber, pidiéndole que
busque alternativas diferentes para poder subsistir sin hacerle daño a otros.
Un día Marcela iba de camino a su casa con Juan, cuando de pronto vieron que
un grupo de policías se acercaba a ellos. Juan se puso nervioso porque en ese
momento llevaba un arma de fuego dentro de su maletín. Inmediatamente,
Juan le pidió a Marcela que cargara el maletín, e intentó tranquilizarla
diciéndole que el arma estaba muy bien guardada, y que si la policía la
descubría, no le pasaría nada por ser menor de edad.
Esta dinámica puede resultar muy interesante, si se entrega a los grupos la misión
de tal manera, que tengan que estar bastante tiempo cuidando al embrión. De no
ser esto posible, es recomendable preparar juegos o realizar otras actividades
mientras cuidan el huevo.
El Principito
Antoine de Saint-Exupéry
Tengamos en cuenta
Manos a la obra
• Actividad :
Antes de ir a su grupo, piense en una obra de arte para que la realice con
él, utilizando todos los materiales que tengan a su alcance. Explíqueles en
qué consiste la obra que usted propone, y permita que los demás
animadores y animadoras expresen sus opiniones y propuestas, tanto
frente a la obra, como a la manera de organizarse para realizarla. Después
de escucharlos a todos, tome usted la decisión de lo que se va a hacer y
de cómo se va a hacer. Dirija la realización de la obra, de tal manera que
se logre lo que usted decidió.
Definan entre todos y todas, la obra que como grupo quieran realizar
y en la cual cada uno y cada una sienta que su aporte se ha tenido en
cuenta. Organícense para la realización de la obra, de manera que
todos los integrantes asuman una responsabilidad de acuerdo con sus
talentos.
Punto de partida
Estando allí y para no perder la ida, le contó el motivo de su visita: “Busco a Dios
y no sé cómo ni dónde encontrarlo”. Ella sonrió, le ofreció un tinto, y empezó a
conversarle sobre sus quehaceres diarios, hasta que terminaron hablando sobre
los anhelos que cada uno tenía, y sobre algunas dificultades por las que habían o
estaban pasando. Sin darse cuenta, fue transcurriendo el tiempo en medio de
diferentes temas que aparentemente nada tenían que ver con la pregunta.
Tengamos en cuenta
• Actividad 2: Preparemos para cada persona, una hoja con las afirmaciones
que aparecen a continuación. Luego, pidámosles que expresen su posición
respecto a cada frase y la argumenten.
Concordar y discordar
Punto de partida
• ¿Qué relación tiene el ejercicio con el proceso formativo de los niños y las
niñas en el Movimiento?
• ¿Que implicaciones tiene en la formación de los niños y las niñas,
entenderlos como una hoja en blanco?, ¿cómo un recipiente?, ¿como un
poco de plastilina?, ¿y como una planta?
Finalmente, Julio les invitó a que pensaran juntos en cada una de las
razones que se habían planteado, y en las posibles alternativas o
estrategias que podían desarrollar.
Tengamos en cuenta
Manos a la obra
• Actividad 2: Motivemos a los mismos grupos para que escriban una carta
a los animadores de la actividad No. 2 del Punto de partida, en la cual les
orienten sobre cómo podrían resolver su situación.
Con mis propias palabras puedo definir cada principio de la siguiente manera:
• Educar en y para:
• La cotidianidad como oportunidad de aprendizaje:
• Desarrollar aprendizajes significativos:
• Promover la participación y la inclusión:
• Aprender jugando y jugar para aprender:
• Contextualizar:
Punto de partida
Por último, pidámosles que se quiten las vendas y compartan con su pareja las
sensaciones y reacciones que tuvieron durante esta experiencia. Podemos
orientarlos con las siguientes preguntas:
• Cartilla Tierra Fértil para la Paz, páginas 50 a la 60: Nuestra perspectiva psi-
cosocial.
• Anexo 5: La resiliencia desde el apoyo psicosocial.
Manos a la obra
Una mujer estaba muy preocupada por su único hijo. Vivía para él, el padre
había muerto. Este niño era su tesoro y quería que llegase a ser alguien
en la vida.
Cuando la mujer le dijo al maestro sufí sobre la situación, él respondió: “Tendrá que
perdonarme. En este momento no puedo decirle ni una sola palabra a este
hermoso muchacho. Soy viejo, tengo setenta años, y me tomará por lo menos dos
semanas ser capaz de decirle algo”.
¡La mujer no lo podía creer! Todo el mundo estaba listo para aconsejar. Y este
hombre no podía decirle nada a un niño inmediatamente, sobre algo tan trivial.
El niño se dio cuenta que el anciano era sincero y no sabía qué decir. Le
sorprendía que no lo hubiera juzgado de inmediato, sin escucharle como todos
los demás. Esto lo intrigó.
Al llegar a la casa del anciano, la mujer tenía muchas ansias por saber por qué
había necesitado dos semanas para responderle y se lo preguntó. Él le dijo: “Si
hubiera sido un problema fisiológico le hubiera respondido de inmediato, pero
era un problema de vida. Yo tengo setenta años y él siete. He vivido muchos
años más que el niño y aún me encanta comer dulces. Y mientras yo mismo
continúe comiendo dulces, no puedo decir nada. Estas dos semanas traté de no
comer dulces a ver qué pasaba”.
Y dirigiéndose al niño, le dijo: “Si te gustan, dejar los dulces será difícil. Yo
los he dejado durante estos días y ahora sé que tú también lo puedes hacer.
Dejarlos es bueno y saludable, pero es necesario un esfuerzo. Es un reto.
Puedes elegir”.
• Las actitudes que puedo desarrollar para ser más resiliente son:
• Algunas acciones que podemos impulsar desde el Movimiento Sembradores
de Paz para promover la resiliencia en los niños y las niñas son:
Punto de partida
Decoremos el otro espacio con elementos similares al anterior, pero de tal forma
que demos cuenta del tipo de sociedad que deseamos para todas y todos los
colombianos, especialmente para los niños y las niñas.
Algunas de las palabras pueden ser: Paz, Ciudadanía, Poder, Política, Cultura,
Justicia, Participación, Violencia, Solidaridad, No-violencia, Derechos.
• Cartilla Tierra Fértil para la Paz, páginas 60 a la 67: Ayudar a sembrar una
cultura pacífica y solidaria.
Manos a la obra
Para enriquecer la reflexión, invitemos a una persona de cada grupo para que
cumpla la labor de observadora y para tomar nota de las actitudes, gestos y
acciones de los animadores y animadoras.
Las indicaciones para cada grupo son las siguientes: En el equipo todos y todas
son mudos. Además, una tercera parte son ciegos, otra tercera parte no tienen
piernas, y el resto no tienen brazos.
Cada grupo puede elegir una o dos de las palabras, identificar una o varias
noticias relacionadas y hacerle seguimiento por unos días, describiendo quiénes
son los actores de la noticia, cuáles fueron los acontecimientos, por qué se
presentaron, cómo se ha ido transformando la situación, qué opinamos de lo
sucedido, y cómo estos hechos nos acercan o alejan de la sociedad que
queremos construir en el Movimiento.
Punto de partida
Había una vez una planta muy joven en la que se ponían grandes
esperanzas. Tenía exactamente cuatro hojas bonitas y resplandecientes.
Un día, las cuatro hojas tuvieron una reunión de equipo. Una dijo que su
vocación consistía en permanecer unida al naciente arbolito, pero que había
decidido pres-cindir del agua. Cuestión de proyecto personal.
Y he aquí que el arbolito tan prometedor dio signos de languidez y murió. Cada
hoja fue llevada por el viento a un sitio distinto.
• Hoja 4: Los participantes harán el mismo dibujo, pero esta vez podrán
actuar con libertad en toda la hoja. Deberán mejorar el dibujo
organizándose para que cada uno participe.
Tengamos en cuenta
Una vez dramatizados los personajes con sus discursos, invitemos a una
reflexión con preguntas como:
• ¿Qué responsabilidad asumió cada uno de los miembros del grupo con el
personaje?
• ¿Qué dificultades tuvieron en el trabajo en equipo?, ¿cómo las
solucionaron?
• ¿Qué opinan de la manera como solucionaron las dificultades?
• ¿Qué fortalezas y debilidades encontramos para el tipo de trabajo en
equipo que nos propone el Movimiento?
• ¿Por qué es importante el trabajo en equipo en el Movimiento?
En primer lugar, cada participante deberá ensayar una marcha que consiste en dar
siempre siete pasos, al mismo ritmo, pero empezando con seis pasos adelante y
uno atrás, luego cinco adelante y dos atrás y así sucesivamente hasta dar un paso
adelante y seis atrás.
Cuando todos y todas estén seguros de haber aprendido la marcha y ser capaces
de realizarla completa, con ritmo y sin equivocarse, se distribuyen en tres
subgrupos. Se deben poner de acuerdo para realizarla juntos, hasta que logren
hacerla completa sin que ningún integrante se equivoque.
q Punto de partida
El avión es un vehículo aéreo más pesado que el aire, que se utiliza para transportar
personas o carga. Se mueve por acción de las hélices y los motores de retropro-
pulsión, y se sostiene por efecto de la resistencia del aire a ciertas superficies rígidas.
No había muchas personas que pensaran que ése podía ser un buen medio de
transporte, así que, a partir de 1911, la primera ocupación práctica que se le dio
a los aviones fue el traslado de correspondencia. Las pequeñas aeronaves
comenzaron a surcar los cielos ingleses desde los poblados de Hendon a Windsor.
Los alemanes también hacían sus ensayos en ese momento, aunque ellos
desa-rrollaron otro tipo de naves: los zepelines, globos metálicos que contaban
con un motor que permitía dirigirlos y no dejarlos a merced del viento como
ocurría con sus antecesores.
En 1936 las compañías aéreas inglesas recibieron los hidroaviones Short Empire
que tenía una autonomía de vuelo de 1.300 kilómetros. Ello permitía acortar casi
a la mitad, el tiempo de vuelo entre Inglaterra y sus colonias en África y Asia.
El viaje a Ciudad del Cabo llegó a hacerse en tan solo... ¡cuatro días y medio!
En Estados Unidos comenzaron a operar los DC3, algunos de los cuales aún
pueden volar. El estallido de la Segunda Guerra Mundial aceleró las
investigaciones aéreas. Se desarrollaron los motores de reacción y se avanzó en
los aviones de transporte.
Más tarde vinieron los aviones a chorro, siendo los de mayor éxito los Boeing 707.
En la actualidad se usan aún los Boeing 747, los Jumbo y, hasta hace muy poco,
el Concorde, un avión super veloz de fabricación anglofrancesa.
Luego de que cada grupo haya preparado su taller según las indicaciones,
invitémoslos a realizarlo, pidiendo al resto de participantes actuar como niños y
niñas de un grupo de Sembradores de Paz.
Tengamos en cuenta
¿Por qué
Posibles Descripción de consideran que
Momentos actividades la actividad esta actividad es
acertada para
este paso?
Acogida
¿Qué queremos
lograr con este
tema?
Punto de partida
Desarrollo del
tema Tengamos en cuenta
Manos a la obra
Cierre
11- Página x
Las dos parejas deberán salir y preparar rápidamente una actividad durante
10 minutos, para desarrollar con el resto de participantes que simularán ser
niños y niñas. Pueden apoyarse en la cartilla Lluvia de Semillas o en uno de
los talleres diseñados en la actividad anterior.
Hagamos lo mismo con la segunda pareja, pero esta vez busquemos seis
voluntarios: dos que actúen de sabelotodos, otros dos de agresivos y los últimos
de bromistas.
El participante que
se distrae o está
callado:
El participante que
habla en exceso:
El participante que
está agresivo:
El participante que
actúa como quien
‘todo lo sabe’:
El participante que
hace bromas:
• Una palabra con la que relaciono cada uno de los momentos del paso a paso es:
• Para diseñar y desarrollar el proceso formativo con los niños y las niñas
debemos tener en cuenta:
• Para diseñar y realizar cada encuentro o reunión del grupo de Sembradores
de Paz, debemos tener en cuenta:
q Punto de partida
• Actividad 2: Entreguémosle a cada uno de los participantes una tira de lana. Las
tiras deben tener diferentes tamaños a partir de unos 60 ó 70 centímetros. Después
pidámosles que se organicen por parejas.
Indiquémosles que lanzaremos al aire un muñeco, y que cada pareja tendrá que
ingeniarse la manera de atajarlo utilizando únicamente la tira de lana que han
recibido, sin tocar el muñeco con las manos. Pidamos a las parejas que pasen una
a una para hacer el ejercicio hasta terminar.
Luego, propongamos que realicen el mismo ejercicio, pero ahora uniéndose todas
parejas con sus tiras, para atajar con éxito el muñeco.
• Cartilla Tierra Fértil para la Paz, páginas 94 a 104: Juntos lograremos más.
• Anexo 7: Estando unidos acompañamos y nos acompañan.
Manos a la obra
Caso 1: Mery y Pacho son animadores del grupo Semillas de Vida. Durante el
año y medio que llevan animando al grupo, han ido descubriendo diferentes
talentos en los niños y las niñas.
Mery y Pacho se sienten muy contentos y orgullosos de los niños y niñas, pero
les preocupa que sus familias son de escasos recursos y que viven apartados de
la cabecera municipal, por lo que hasta ahora no han tenido oportunidad de
desarrollar muy bien las capacidades de los pequeños.
Caso 2: Isán es una zona que se encuentra en disputa por parte de diferentes
grupos armados. Como consecuencia de los enfrentamientos, mucha de su
población rural se ha visto forzada a desplazarse al casco urbano del municipio.
Allí, en el pueblo, existe un grupo de Sembradores de Paz, del que hacen parte
muchos niños y niñas que han tenido que huir de esa violencia. Incluso a algunos
les han asesinado varios miembros de sus familias.
Pero además, no saben qué hacer ante lo que varios niños y niñas expresaron en
una actividad que realizaron la semana anterior, cuando al preguntarles qué
querían ser cuando fueran adultos, se encontraron con que muchos no quisieron
o no supieron decir nada, y otros dijeron que querían pertenecer a uno de esos
grupos armados. Estos últimos explicaban que querían hacerlo para vengar la
muerte de un familiar, para “ser importantes y tener mucha plata” o
simplemente porque les gustaba.
Un día, Andrés se acercó a Rocío y le dijo que le iba a contar algo, pero que
le prometiera que no le diría nada a nadie, porque se meterían en más
problemas con su papá. Cuál fue la sorpresa, cuando el niño le mostró su
espalda herida por una paliza que, en la noche anterior, le había dado su
papá cuando se encontraba borracho.
Leonardo y Cristian no se habían desanimado por esto y consideraban que era una
dificultad normal, pero la desmotivación llegó desde hace dos meses, cuando
cambiaron de párroco y el que llegó no mostró mucho interés por el Movimiento,
por lo que prácticamente no tienen apoyo. Ellos sienten que su trabajo no es
valorado, e incluso están pensando suspender el grupo por un tiempo.
q Punto de partida
El ejercicio consiste en escribir y responder unas frases inconclusas que les iremos
leyendo. Al completar cada frase, daremos una señal para indicar que se debe
pasar la hoja al compañero de la derecha.
• “Papá, pero yo pienso que...”, “cállate, aquí quien piensa y decide soy yo”.
• “¡Querido y apreciado pueblo! Los niños son el futuro de nuestro país, son
los líderes del mañana. Ellos serán quienes asuman luego, las riendas que
hoy hemos sabido llevar nosotros para conducir a nuestra patria por el camino
del bien”.
• “Profe, yo opino que fue injusta y además exagerada, la sanción que le puso a
Juan. Él lo único que estaba haciendo era tratando de amarrarse el zapato y no
burlándose de usted”. “¡Y a usted quién lo nombró abogado de Juan! Además,
¿Es que no ha leído el manual de convivencia?”.
• “A mí no me gustó la actitud suya cuando regañó a Marcela por haber
llegado tarde. Uno primero saluda, así haya llegado tarde, y después pregunta
qué pasó”.
• “Bueno, esto es lo que vas a decir allá en el evento, te lo aprendes de
memoria y lo dices como si fueran tus propias palabras...”
• “Por fin logramos que en el plan de desarrollo de nuestro municipio, se
incluyeran los programas por los que tanto hemos luchado desde la Red de la
Niñez. No fue fácil, pero esa movilización que hicimos con todas las organiza-
ciones e instituciones, y en la que participaron tan activamente los niños y las
Tengamos en cuenta
Manos a la obra
Los Derechos de la Niñez son simplemente derechos humanos para niños y niñas. Son
una especificación de los derechos humanos para todos los menores de 18 años, y
constituyen el reconocimiento de los niños y las niñas como personas, sujetos de
derecho, en todo el sentido de la palabra.
Los Derechos de la Niñez reconocen que, por el hecho de ser niños y niñas, las personas
menores de 18 años tienen unos derechos propios y específicos, en tanto necesitan de
una protección integral por parte de los adultos para poder alcanzar su pleno desarrollo
como personas.
• Para visibilizar a los niños y las niñas, quienes histórica y culturalmente han sido
considerados como objetos de derechos y no sujetos de esos derechos.
• Para responder a las particularidades de esta etapa del desarrollo humano.
• Para regular los conflictos entre las necesidades y derechos de los niños y las niñas, y
las necesidades y derechos de los adultos.
• Para orientar las acciones relacionadas con la niñez, desde todos los ámbitos,
especialmente desde las políticas públicas.
1. La no discriminación
Los derechos humanos constituyen los mínimos principios éticos desde los cuales es
posible construir una sociedad justa que permita a todos y todas una vida digna. “Las
desigualdades sólo son tolerables, cuando satisfacen o procuran, entre otras
condiciones, el máximo beneficio de los miembros menos aventajados de la sociedad”13.
No se define a los niños y las niñas por sus necesidades o carencias, por lo que les
falta para ser adultos y valerse por sí mismos. Por el contrario, se les define y valora
por sus atributos, por sus derechos en la familia, el Estado y la sociedad, en todos
aquellos espacios donde se produce su desarrollo.
Este principio supera la idea del niño o niña como sólo objeto de beneficencia,
protección y control, y reconoce su autonomía progresiva para el ejercicio de sus
derechos y responsabilidades.
“Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás”.
Artículo 44 de la Constitución Política de Colombia.
4. La integralidad
La Convención sobre los Derechos del Niño no es sólo un texto de buenas inten-
ciones. Es un compromiso de los Estados a adoptar todas las medidas necesarias para
hacer efectivos estos derechos.
Son un mandato legal y una obligación moral, que busca influir en las legislaciones
nacionales, las políticas públicas y en las relaciones sociales cotidianas.
Portadores de las
obligaciones:
responsables por
el cumplimiento
de los derechos
Convenciones • Cotidianidad
internacionales, • Actitudes y acciones
leyes nacionales, individuales y
Políticas públicas colectivas
y planes • Organizaciones y
de gobierno movimientos sociales
• Un intervalo de edad, que para algunos abarca de los 0 a los 7 años, para otros entre los
0 y los 12 años, los 0 y los 14 años, etc. La Convención sobre los Derechos del Niño,
adoptada por la mayoría de países del mundo, define este intervalo de edad entre los 0
y los 18 años; sin embargo, no siempre actuamos desde esta comprensión, sino desde
lo que cada persona, institución o región identifica como tal.
• Las características psicológicas, sociales y biológicas de una persona en una etapa
determinada de la vida y que está en desarrollo.
• Lo que cotidianamente imaginamos y construimos sobre la infancia desde la forma
en que nos relacionamos con los niños y las niñas. Por ejemplo, la importancia que
damos a sus opiniones en nuestra familia, da cuenta de la concepción que tenemos
sobre su capacidad de aportar.
Estos imaginarios se convierten en prejuicios desde los cuales nos relacionamos con
los niños y las niñas, llevándonos muchas veces a desconocer sus necesidades reales,
así como sus capacidades y la manera en que les afectan algunos problemas. Aún
hoy, en muchos espacios familiares, escolares y comunitarios, son invisibles, se
cuestionan y reprimen sus opiniones y su participación, se desconoce su capacidad
creadora y reflexiva porque no se expresan desde las lógicas adultas, o lo que es
peor, se les utiliza como objetos sexuales o de consumo; por ejemplo, a través de
los medios de comunicación y la publicidad son manipulados, se les crean referentes
de identidad y de valores orientados a consumir y a ser parte activa del mercado.
En términos generales, desde la cotidianidad, los niños y las niñas no son prioridad,
son sólo responsabilidad de sus familiares, son una preocupación en tanto ‘son el
Con frecuencia todos aceptamos y hasta proclamamos que los niños y las niñas merecen
atención y trato especial, pero en la realidad poco se hace por mejorar sus condiciones
de vida, se deja esta responsabilidad a otros o simplemente se posterga.
Al existir una pobre preocupación por la niñez como grupo social, poco se cuestionan
los servicios y tipos de intervenciones para resolver sus necesidades y problemas como
sector poblacional. Esto tiene relación con que los niños y las niñas han sido invisibles
para la sociedad y cuando se ha tornado la mirada hacia ellos, se ha hecho desde el
temor a los problemas sociales que pueden representar si no se controla su proceso de
socialización, básicamente desde criterios morales y no desde una preocupación real
por su desarrollo.
Las acciones por la niñez también se han abordado desde el enfoque preventivo, en
este caso se han observado las problemáticas que afectan a los niños y las niñas
(drogadicción, delincuencia, maltrato familiar, abuso sexual, trabajo infantil,
prostitución, etc.) y se ha intervenido sobre las causas, buscando que todos los niños
y las niñas vivan en un entorno físico, social y ambiental favorable para su
desarrollo, y buscando evitar que las situaciones de riesgo que hay a su alrededor
lleguen a convertirse en una problemática social.
Con la Convención sobre los Derechos del Niño (1989), se comienza a construir una
nueva representación social sobre la niñez y con ella, formas diferentes de
actuación que no sólo identifican las necesidades y los problemas que los afectan,
sino que reconocen sus capacidades y su condición como sujetos de derechos. De
esta forma, “la Convención sobre los Derechos del Niño, a diferencia de la
tradición jurídica y social imperante en muchos países hasta antes de su
aprobación, no define a los niños por sus necesidades o carencias, por lo que les
falta para ser adultos o lo que impide su desarrollo. Por el contrario, al niño se le
La invitación es a repensar lo que hasta ahora creíamos sobre nuestros niños y niñas,
aquello que parecía obvio, que siempre fue así porque así nos lo enseñaron otros con sus
palabras y acciones, para que en Sembradores de Paz sea posible ver a los niños, creer en
ellos, valorarlos por lo que son hoy como personas, reconocerlos en todas sus
dimensiones, promover su autonomía, acompañarlos en su desarrollo y en el ejercicio de
sus derechos. Amar a los niños y las niñas, es creer en ellos y crear con ellos.
15- Miguel Cillero Bruñol. Infancia, Autonomía y Derechos: Una Cuestión de Principios. En: Derecho a tener
Derecho, Tomo 4. Montevideo: Instituto Ayrton Senna, Instituto Interamericano del Niño y UNICEF. p 34
Ser animadora o animador es darse a sí mismo para dinamizar la vida de los grupos
de niños y niñas, de los equipos locales, diocesanos y regionales, sabiendo siempre
que en esta tarea no estamos solos, y que nuestro papel esencial es potenciar las
capacidades de todas las personas que hacen parte de la experiencia, es decir, se trata
de crear y recrear juntos el Movimiento.
LEER LA DINAMICA
TRASNFORMAR PARTICIPACIÓN GRUPAL
MOTIVAR EQUIPO
METAS
PLANEACIÓN
OBJETIVOS
Paulo Freire nos propone algunas tensiones que sortean en todo momento los
educadores y que en nuestro caso se convierten en desafíos que podemos asumir como
animadores y animadoras, estas son:
Después de estos desafíos que nos plantea Paulo Freire, podemos afirmar que ser
animador y animadora es hacerse responsable de lo que se dice y se hace, porque es
muy posible que todo ello resuene en la vida de los niños, niñas y animadores que
acompañamos.
Detrás de lo que narran los evangelistas, lo primero que se puede deducir es que Jesús no
improvisó. Sus palabras y acciones reflejan una intencionalidad abiertamente establecida y
se pueden identificar algunos de sus principios educativos, su estilo o manera particular de
enseñar y la concepción o idea de ser humano desde la que asumió con coherencia su ser
de maestro.
En sus enseñanzas, tanto desde sus palabras y acciones, Jesús partía de reconocer la
realidad de su pueblo y de dejarse tocar por ella, tanto en los rostros concretos de la
gente, como en las manifestaciones de injusticia del sistema político y religioso de la
época: “Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban angustiados y
desvalidos.”18 “¡Hay de ustedes, maestros de la ley y fariseos hipócritas!..”19
De igual manera, Jesús desarrolla sus acciones cotidianas junto al grupo que elige, como
una forma de enseñar desde la vida misma: sale con ellos a orar, a predicar, a descansar,
a comer. Enseña en la sinagoga y en el desierto, es decir, desarrolla nuevas estrategias y
experiencias de aprendizaje, que resultaron incluso novedosas con respecto a los demás
maestros de su época.
Desde esa cotidianidad y cercanía que privilegia en su proceso educativo, Jesús construye
un lenguaje y un estilo sencillos que caracterizan su didáctica, donde especialmente
podemos destacar las parábolas o metáforas. Esta capacidad de Jesús para ejemplificar,
permitía una comprensión de conceptos abstractos (el Reino de Dios, la misericordia, por
ejemplo) relacionándolos con situaciones reales y concretas de la vida diaria (la levadura, una
oveja perdida, entre otras), estableciendo una conexión entre los conceptos y la experiencia.
Al pintar situaciones familiares para la gente, su discurso se hacía atractivo, fácil de entender
y de recordar por cualquier persona. Pero además, Jesús deja cierta duda con sus parábolas
acerca de la interpretación precisa, lo que obliga a asociar, a pensar, promoviendo de esta
manera una actitud reflexiva que reta la creatividad de las personas. La parábola es una forma
de no dar conceptos acabados, con el fin de incentivar la imaginación y la proyección, y lograr
que el conocimiento se apropie de acuerdo con lo que es verdaderamente significativo para
cada persona. Es un acto de reconocimiento del otro, de trato horizontal y no vertical, donde
no se imponen las ideas sino que se estimula la capacidad creadora.
Además de las parábolas se pueden mencionar otras estrategias didácticas de Jesús, como el
enseñar una cosa a la vez y recurrir a varios ejemplos frente al mismo tema. Por ejemplo,
cuando enseña sobre la misericordia y presenta las parábolas de la oveja y la moneda
perdidas, y el hijo pródigo23. Igualmente, la estrategia de indagar por los saberes previos de
sus discípulos, como cuando les pregunta: “¿Y ustedes quién dicen que soy yo?”, antes de
revelarles su verdad24 .
Jesús es pues, sin duda alguna, un verdadero maestro, no sólo por lo que enseñó, sino por su
forma de enseñar, por su preocupación por el aprendizaje de sus discípulos y de quienes le
seguían24 y especialmente por la coherencia con la vida, por su testimonio extremo con el que
señaló el camino para ser felices: el amor.
Pero qué tiene que ver la capacidad de un material para recuperar su forma después de
ser sometido a presión, con ayudar a las personas a recuperarse de situaciones difíciles.
Resulta que todos podemos potenciar nuestra capacidad de resiliencia, en la medida en
que logramos resolver positivamente las situaciones adversas a las cuales nos enfrentamos,
e incluso algunas personas, a pesar de estar en ambientes que pueden dificultar su
superviciencia y desarrollo, logran obtener habilidades para alcanzar sus metas y obtener
las destrezas suficientes para establecer relaciones sociales gratificantes. Ésta es pues, una
capacidad que facilita nuestra recuperación después de situaciones difíciles.
Esta capacidad física, mental y emocional, está orientada hacia dos aspectos: de un lado,
como posibilidad de resistir frente a situaciones de destrucción, es decir “la capacidad de
proteger la propia integridad bajo presión” (Vanistendael, 1994)28 y de otro lado, la
posibilidad de construir a pesar de las circunstancias difíciles o de factores de riesgo, éstos
últimos entendidos como situaciones potencialmente dañinas para una persona.
Hasta la década de los 80s era común pensar que por las condiciones precarias y
adversas en la cuales nacían y/o debían crecer (enfermedades, pobreza, violencia
familiar, violencia social, entre otros factores de riesgo), algunas personas estaban
determinadas definitivamente a fracasar en su vida y a convertirse en sujetos problema
para la sociedad; sin embargo, múltiples casos mostraron lo contrario y por ésto se
comenzó a hablar de resiliencia.
El apoyo psicosocial se centró entonces en identificar los factores de riesgo, que ponían
en peligro el desarrollo de un individuo, e intervenirlos en el ámbito psicológico y social,
con el fin de que éste pudiese lograr sus metas a partir de un entorno y unas
condiciones favorables para ello. Sin embargo, acertar en la identificación de dichos
factores y lograr incidir en ellos, no siempre ha sido posible o efectivo.
En nuestro país, por ejemplo, existen multiples factores de riesgo para el desarrollo de
las personas que no pueden ser transformados directamente desde las posibilidades
individuales, pues se requiere de la voluntad y el compromiso de múltiples sectores,
grupos sociales, instituciones y, en general, de la sociedad que es afectada por ellos.
Algunos de estos factores pueden ser: la exposición a hechos violentos originados por
el conflicto armado o las condiciones de pobreza, lo que hace que los niños, niñas y
jóvenes vivan en medio de la desnutrición, el hacinamiento, la falta de servicios
sanitarios, de salud, educación, etc; o lo que es peor, que estén obligados a crecer en
medio del aislamiento, el miedo, el estrés y/o la angustia.
Ante este panorama, la resiliencia es una propuesta para ayudarnos a reconocer los
factores de riesgo que existen en el entorno, avanzando hacia el fortalecimiento de
los aspectos protectores con los cuales cuentan las personas o los grupos.
28- En: PUERTA DE KLINKER, María Piedad. Resiliencia: La Estimulación del niño para enfrentar desafíos.
Buenos Aires: Lumen Hvmanitas, 2002. p 15
Por otra parte, aunque todos los seres humanos tenemos la capacidad de resiliencia, es
necesario fortalecer los factores de protección, mediante los cuales podemos potenciarla.
Estos factores pueden ser externos e internos.
Los primeros son condiciones del entorno que reducen las posibilidades de que seamos
afectados. Por ejemplo, la familia, las relaciones de apoyo y afecto, las comunidades
integradas mediante grupos como nuestro Movimiento Sembradores de Paz, entre otros.
Los segundos, se refieren a características de la propia persona, tales como: estima,
seguridad, confianza en sí mismo, facilidad para comunicarse, empatía, etc.
Se trata de las personas, grupos e instituciones con las cuales nos relacionamos
cotidianamente, como la familia, los amigos, vecinos y todos aquellos en quienes nos
podemos apoyar en un momento dado.
Las personas que nos han aceptado y amado incondicionalmente, han favorecido en
nosotros la capacidad de resiliencia, pues nos han llenado de confianza en ellos y en
29- Ibid. p 20 - 23
Para todos y todas, es esencial tener en la vida alguien en quien confiar y creer, pues
ésto le da sentido a nuestra existencia y la llena de motivos para salir adelante. Se trata
entonces de desarrollar nuestra dimension espiritual y trascendente, desde el ámbito
religioso y en torno a la capacidad de asombro y de admiración frente a nosotros
mismos y lo que nos rodea. Claro está, que no hablamos de construir explicaciones a los
sucesos adversos desde la voluntad de Dios, sino más bien, de entenderlas como parte
de la realidad y de asumirlas con la fortaleza espiritual que nos brinda poder crer en
nosotros mismos, en las personas que nos rodean y en Dios.
Desarrollo de la autoestima
Cuando me acepto con humildad desde una visión realista de mí mismo y por tanto, me
quiero tal y como soy, poseo capacidad de autoestima. Esto me ayuda a aceptar las críticas
constructivas, a ser flexible para cambiar mis actitudes negativas por actitudes positivas, y a
recordar siempre, que somos seres en construcción permanente a partir de las enseñanzas
que pueden ofrecernos las demás personas y la relación con el entorno.
A partir de la autoestima, es posible desarrollar nuestro sentido del humor, porque nos
aceptamos y aceptamos a los demás sabiendo que somos imperfectos. Eso nos permite
reirnos de nosotros mismos, de nuestras equivocaciones y limitaciones y de las situaciones
difíciles, haciéndonos más fuertes interiormente. Saber que el sufrimiento es parte de la vida,
nos ayuda a aceptarlo y a verlo como una oportunidad de aprender, sacando de él lo mejor.
30- Ibid. p 24
Lograr que las personas participen en nuestro grupo es a veces un proceso que toma
tiempo. Muchas personas no están acostumbradas a participar y en la mayoría de los
casos se requiere de todo un aprendizaje, pues dependemos de nuestra personalidad,
de las experiencias previas vividas en la familia y en otros espacios de socialización, así
como de aspectos de nuestra cultura que han promovido o no en nosotros la
posibilidad de expresarnos frente a los demás.
Hay silencios que permiten la participación de quienes requieren más tiempo para
expresarse, o silencios que hacen una pausa y permiten una reflexión más profunda. En
otras ocasiones, los silencios pueden producir dispersión o tensión entre los
participantes, en cuyo caso es conveniente interrumpirlos con una pregunta o un
comentario que devuelva un ambiente agradable al grupo.
• El lenguaje no verbal: los gestos, las miradas, el tono de la voz, la ubicación de los
participantes, sus posturas, entre otros, son indicadores de la disposición que tienen los
integrantes de un grupo para participar o no. Es importante estar atentos a estas
señales, pues hay personas que con su expresión manifiestan inquietud y aunque no
se atrevan a pedir la palabra, podemos darles la oportunidad de que se expresen.
El grupo es entonces un sistema que podemos comparar con cualquier otro sistema, por
ejemplo, nuestro propio cuerpo. Así como nuestro cuerpo depende del buen
funcionamiento de cada órgano para estar sano, igualmente, el proceso que siga nue-
stro grupo dependerá de la forma en que se integren a él cada uno de los miembros.
Por tratarse de un sistema, en un grupo intervienen muchos factores, tanto externos como
internos, unos más evidentes que otros, pero todos con algún grado de incidencia en el
proceso grupal. Por esta razón, cuando realizamos una reunión de Sembradores de Paz,
es obvio que los objetivos propuestos, el tema a desarrollar, las actividades preparadas, es
decir el nivel técnico, incide en la dinámica grupal, pero más lo hacen otros aspectos que
no percibimos fácilmente, que son intangibles y que hacen parte del nivel psicosocial del
proceso grupal: los sentimientos, los valores, el contexto, el manejo del poder, y las normas
implícitas o explicitas que tiene el grupo.
Es como un iceberg, que es una gran masa de hielo flotante, de la que sólo puede verse por
encima de la superficie del mar una sexta o séptima parte de su tamaño, el resto permanece
sumergido. De la misma forma, en la dinámica grupal el nivel técnico es esa parte visible del
iceberg, mientras que el nivel psicosocial se refiere a la que permanece sumergida. De la
manera en que logremos relacionar el nivel técnico y el nivel psicosocial, dependerá la
dinámica grupal.
Veamos un ejemplo:
Mariela y Bernardo conforman el equipo animador de un grupo de Sembradores de Paz.
En la reunión del pasado jueves, notaron que varios de los niños y las niñas se
encontraban muy distraídos, por lo que decidieron introducir una actividad que no tenían
preparada: invitaron a los niños y las niñas a organizarse en parejas y a compartir los sen-
timientos de la semana que más recordaban o que incluso, tuvieran en ese momento.
En medio de esta actividad, se dieron cuenta que los niños que estudiaban en tercer
grado tenían un examen de matemáticas al día siguiente, y estaban muy preocupados
porque el profesor era muy exigente. Así que les propusieron quedarse media hora
después de la reunión de Sembradores para estudiar juntos y ayudarles con las dudas
que tuvieran. Luego, retomaron el tema que habían preparado para el grupo.
Es nuestra creatividad la que se pone en juego para enlazar los niveles técnico y
psicosocial a la hora de orientar la dinámica grupal. Así mismo, podemos asumir ciertos
comportamientos frente a algunos participantes que tienen diferentes
actividades en el grupo. Veamos algunos casos:
Ser conscientes de esta condición en la que crece la niñez, nos ha permitido ver en el
Movimiento de Niños y Niñas Sembradores de Paz, una oportunidad para ayudarles en el
afrontamiento de las situaciones que les afectan física, psicológica y socialmente.
Con el apoyo psicosocial buscamos acompañar a los niños y las niñas para que logren
obtener y potenciar capacidades, actitudes, relaciones y alternativas, que les permitan
recuperar su entusiasmo y su deseo de vivir, reconstruyendo los sueños y esperanzas
que tienen como parte de una familia y una comunidad con una historia particular
que es posible transformar. En este sentido debemos pensar tanto en los efectos que
la violencia ocasiona a cada niño y niña en su dimensión personal, como en aquellos
relacionados con su dimensión social y en la manera de responder ante unos y otros.
Se trata entonces de reconstruir y fortalecer las redes de apoyo social de los niños y
las niñas, esto significa, generar todas las relaciones posibles que les permitan
sentirse parte de una familia y de una comunidad que les ayuda de manera real y
duradera, al tiempo que les acompaña en su crecimiento con interés y afecto. Como
animadores y animadoras del Movimiento podemos contribuir a estrechar estos
vínculos afectivos y de apoyo, y a crear otros nuevos, siendo tejedores de una red social
en torno a los niños y las niñas, que nos permita unir esfuerzos y multiplicar recursos
para su desarrollo integral.
Un primer espacio para hacerlo es la familia, que constituye la red más inmediata e
importante en la vida de los seres humanos, pues en ella nos relacionamos desde el
afecto, somos aceptados y reconocidos sin condicionamiento alguno y desarrollamos las
primeras expresiones de confianza en nosotros y nosotras y en el entorno, lo que nos
permite con el tiempo tener la seguridad necesaria para afrontar situaciones adversas.
Por esto debemos establecer una relación cercana con los padres, madres y familiares de
los niños y las niñas, para conocer las posibilidades que tienen de contar con la atención,
el afecto y el respeto necesario para expresar sus inquietudes y resolver sus problemas.
Es posible comunicarnos constantemente con sus familias y fortalecer las relaciones entre
sus miembros, mediante visitas a sus hogares, actividades de nuestros grupos en las que
puedan participar, charlas informales, intercambios de experiencias entre los padres y
madres acerca de los niños y las niñas, encuentros de formación para las familias en temas
de su interés, entre otras.
Trabajar de manera articulada con otras personas que también acompañan a los niños y
las niñas, nos permitirá crecer humanamente, sentirnos acompañados en nuestra labor,
ampliar la mirada sobre la realidad de la niñez, obtener aprendizajes que enriquezcan
nuestro trabajo, construir con otros alternativas de vida para la comunidad y sobre todo,
aportar de una mejor manera para que los niños y las niñas tengan el cuidado que
merecen y las condiciones de vida a las que tienen derecho.
Para tejer, reconstruir y/o fortalecer estas redes, debemos tener en cuenta que en ellas
ponemos nuestros propios recursos al servicio de los demás y que, de manera solidaria,
nos relacionamos e intercambiamos con otras personas conocimientos, experiencias y
recursos para satisfacer diversas necesidades, resolver preocupaciones comunes o trabajar
en intereses que nos unen, alrededor del grupo de Sembradores de Paz, a un niño o niña
en particular, o a la niñez de nuestro municipio en general.
El paso siguiente, será facilitar la relación entre estas personas o instituciones, trazar
hilos entre ellas, para pensar entre todos, de manera creativa y participativa,
soluciones y propuestas que nos permitan acompañarlos integralmente. Finalmente,
tendremos más y mejores ideas, mayores recursos y oportunidades para actuar.
Definir estrategias
Conocer personas
para contactar a
organizaciones e
cada persona,
instituciones que
organización o
pueden ayudarnos
institución
Identificar Promover y
necesidades, Grupo
Sembradores facilitar espacios de
preocupaciones relación entre las
e intereses entorno de paz
personas e
a los niños y niñas instituciones
contactadas
Asumir
compromisos y Construir entre
desarrollar todos iniciativas
acciones para promover la
conjuntamente niñez o alternati-
vas de solución a
sus problemas
Introducción
33- HART, Roger. La participación de los niños. De la participación simbólica a la participación auténtica.
Ensayos Innocenti No. 4. Bogotá: UNICEF, 1993
Ciertamente, se debe permitir que los niños tengan una infancia, pero no es realista
esperar que repentinamente se conviertan en adultos responsables y participativos a la
edad de 16, 18 ó 21 años, sin ninguna experiencia previa en las habilidades y
responsabilidades que se requieren. Una comprensión de la participación democrática y la
confianza y la capacidad para participar, sólo se pueden adquirir gradualmente por medio
de la práctica; no pueden enseñarse como una abstracción. Muchas naciones occidentales
creen haber logrado una democracia plena, aunque enseñan los principios de la
democracia de manera pedante, en salones de clase que son modelos de autocracia. Esto
no es aceptable. Hay una multitud de ejemplos de niños que se organizan con éxito sin la
ayuda de adultos. Usted mismo probablemente recuerda haber construido con sus
amigos una casa de juegos a los siete u ocho años, sin que los adultos se enteraran, o
quizás haber vendido refrescos en una pequeña mesa en frente de la casa, y más tarde,
haber organizado juegos. Estos ejemplos tomados de su experiencia son la evidencia más
poderosa de la capacidad de los jóvenes.
El principio que hay detrás de esta participación es la motivación; los jóvenes pueden
diseñar y administrar proyectos complejos si sienten que esos proyectos les pertenecen. Si
los jóvenes no participan al menos parcialmente en el diseño de los objetivos del proyecto,
no es probable que demuestren la gran capacidad que poseen. La participación aumenta
William Golding describe en The Lord of the Flies34 el tipo de sociedad que un
grupo de muchachos podría crear si se los dejara solos en una isla desierta. Esto
es útil para recordarles a los idealistas que el tipo de sociedad que necesitamos
buscar es una en la cual los niños aprendan a ser ciudadanos competentes y
sensibles por medio de la participación con adultos competentes y sensibles.
Puede haber muchos ejemplos valiosos de grupos de niños que se organizaron
para alguna causa sin los adultos, pero no debemos cometer el error de suponer
que para que la gente joven se apropie de un proyecto, tiene que excluir a los
adultos. No debemos subestimar la importancia de la participación de los adultos,
no solamente por la orientación que puedan dar, sino también por las lecciones que
necesitan aprender.
Hay, sin embargo, ejemplos negativos de la utilización de la gente joven por parte de
ciertos grupos, como el del Movimiento de Juventudes utilizado por Hitler como una
fuerza subversiva contra los adultos; se animaba a los niños hasta a espiar a sus padres.
También hay muchos ejemplos positivos del desarrollo de radicalismo entre los
adolescentes, como respuesta a la inercia de los adultos, pero éstos generalmente
involucran a los adolescentes mayores y a los adultos adolescentes.
Sin embargo, lo más común es que las oportunidades que se le ofrecen a un niño para
que colabore en la administración cotidiana de los grupos familiares, escolares, vecinales
y comunitarios, refleje las oportunidades de participación que tienen los adultos en esa
cultura. Los dos están inevitablemente unidos de manera que debe hablarse de
fomentar la participación de todos, incluyendo los niños. Las intervenciones para
mejorar la participación de los niños son un medio de mejorar fundamentalmente toda
la sociedad, pero deben hacerse siempre teniendo presentes a la familia del niño y el
impacto que la mayor capacitación e independencia del niño puedan tener en las
relaciones familiares.
El Diagrama de la Escalera de la Participación está diseñado como una tipología inicial para
reflexionar sobre la participación de los niños en los proyectos. La metáfora de la escalera
se retoma de un artículo sobre participación de adultos, pero para explicar mejor este
tema en la niñez, se han desarrollado nuevas categorías.
Otro ejemplo de manipulación es una situación en la cual se consulta a los niños pero
no se les da ninguna retroalimentación. El método más común es que los niños hagan
dibujos o algo por el estilo, por ejemplo, sobre su campo de juego ideal. Los adultos
recogen los dibujos y de alguna manera oculta sintetizan las ideas y presentan el
“diseño de los niños” de un campo de juego. El proceso de análisis no se comparte
con los niños y por lo general ni siquiera se hace claro para otros adultos. Los niños
no saben cómo se usó su idea. Una sencilla modificación de esta idea sería hacer un
análisis de contenido o temático de los dibujos con los niños y de esa manera llegar a
algunos de los principios para el diseño de un campo de juego, o el tema de que se
trate. Esta clase de modificación pondría el proyecto tres escalones más arriba en la
escalera, y lo haría participativo.
Con la creciente acogida de la idea de que los niños pueden expresarse, las
organizaciones han comenzado a realizar encuestas y referéndums con los niños.
El simbolismo será una manera de describir la forma como a veces se usa a los niños
en las conferencias. Los adultos seleccionan a niños encantadores y que se saben
expresar para participar, con ninguna o muy poca preparación sobre el tema y sin
ninguna consulta con los otros niños, a quienes se supone que ellos representan.
Esto no quiere decir que los jóvenes no pueden participar en forma genuina y efec-
tiva en conferencias y mesas redondas. Si este tipo de actividades se organiza de
manera participativa y si los niños se sienten cómodos con ese medio de
comunicación, pueden ser experiencias valiosas.
Puede suceder que en muchas movilizaciones a gran escala, aunque los niños puedan
no haber iniciado el proyecto, puedan estar bien informados, tener un sentido de
apropiación del asunto, y aún tener algunas reflexiones críticas sobre la causa.
Mandar a una tropa scout a recoger la basura después de un evento deportivo no sería
participación. Sin embargo, si se le informa a la tropa scout sobre el problema y sus
causas con anterioridad al proyecto, y si ellos comprenden por qué se les pidió ser
voluntarios, entonces esto se podría clasificar en el primer peldaño de participación de
la escalera: "Asignado pero informado". En la sección siguiente consideraremos esta
categoría.
Tampoco es necesario que los niños participen siempre en los peldaños más altos de la
escalera. Distintos niños en oportunidades diversas pueden preferir desempeñarse a
diferentes grados de participación o de responsabilidad. El principio importante es el de la
opción: se deben diseñar programas que maximicen la oportunidad de que los niños
seleccionen su propia participación a su máximo nivel de habilidad.
Es útil tomar como ejemplo una conferencia, porque con frecuencia ésta es una
oportunidad que se presta para la participación "decorativa", "manipuladora" o
"simbólica" de los niños. La reciente Cumbre Mundial sobre la Infancia en la sede
de las Naciones Unidas, en Nueva York, fue un acontecimiento muy amplio y de
gran complejidad. Hubiera sido difícil involucrar verdaderamente a los jóvenes en
la planeación de ese evento, pero los organizadores querían superar la
participación corriente de los niños y adolescentes simplemente como lindos
representantes de su grupo de edad.
Se crearon roles que eran importantes tanto funcional como simbólicamente. Por
ejemplo, a cada uno de los 71 líderes mundiales se le asigno un niño. Como pajes,
estos niños se convirtieron en conocedores del edificio de las Naciones Unidas y del
evento, y pudieron jugar el importante papel de llevar a los presidentes y primeros
ministros a los lugares apropiados en el momento preciso.
Una compañía de televisión de Nueva York, en ocasiones diseña nuevas ideas para pro-
gramas de televisión, consultándolas con grupos de niños. Se hacen versiones de bajo
costo del programa que son criticadas por los niños. Entonces se rediseña el programa y
se le vuelve a mostrar al mismo panel de niños expertos. Esto es muy diferente del uso
normal de los niños en la investigación de mercadeo en el mundo de las corporaciones,
en la cual se le paga a los niños por su tiempo para discutir un proyecto en una sesión
de grupo, pero no se les informa sobre los resultados de la sesión ni se los involucra
en proceso.
7. Iniciados y dirigidos por los niños. Todos podemos pensar en ejemplos en los
cuales niños en su juego conciben y ejecutan proyectos complejos. Cuando las
condiciones son favorables, aún los niños muy jóvenes pueden trabajar
cooperativamente en grandes grupos. Un ejemplo de este nivel es el de un gran sistema
de canales construido en un arenal detrás de una escuela de Vermont, Estados Unidos,
por niños menores de ocho años, quienes trabajaron durante muchos meses en grupos
hasta de cincuenta.
Aquí las condiciones favorables fueron dadas por un grupo de profesores progresistas
que comprendieron tan bien el valor de esta clase de actividad en el juego, que no
interfirieron ni dirigieron.
Sin embargo, es más difícil encontrar ejemplos de proyectos comunitarios iniciados por
los niños. Una razón primordial para esto es que los adultos generalmente no son
capaces de responder a las iniciativas de los jóvenes. Aún en aquellas situaciones en
las cuales los adultos dejan que los niños diseñen y pinten un mural en su propio
cuarto de recreo, les parece difícil no jugar un papel directivo.
8. Proyectos iniciados por los niños, decisiones compartidas con los adultos.
Uno de los mejores ejemplos en esta categoría de participación viene de una escuela
pública en los Estados Unidos. Dos niños de diez años habían observado con envidia
que yo llevaba al bosque a grupos de niños de otro curso para observar el
comportamiento de los animales desde un escondite construido especialmente. Ellos
pusieron una cortinilla debajo de una mesa y empezaron a observar el
comportamiento de los otros niños, usando unas guías que yo había diseñado para
el estudio del comportamiento animal.
CINDE, FUNDACIÓN ANTONIO RESTREPO BARCO, Save The Children UK, Unicef,
Universidad de Manizales, Programa por la Paz – Compañía de Jesús. Formar para la
paz en escenarios educativos. Cartilla de niñas y niños, Cartilla de madres y padres y
Manual de educadoras y educadores. Manizales: Blanecolor, 2002 [cartillas disponibles
en Internet en la dirección: http://www.unicef.org.co/centro – pub – pdf.htm ]
FICONPAZ y otros. Tierra Fértil para la Paz. Orientaciones pedagógicas para animadores
y animadoras del Movimiento de Niños y Niñas Sembradores de Paz, Colombia. Los
autores: 2005
________. Lluvia de Semillas. Herramientas didácticas para sembrar la paz con los niños
y las niñas del Movimiento Sembradores de Paz, Colombia. Los autores: 2005
UNICEF COLOMBIA. Desarrollo psicosocial de los niños y las niñas. Bogotá: El autor,
julio de 2004