El planteamiento de este autor soviético es opuesto a la concepción presentada por
Piaget, orientada ésta desde una interpretación evolutiva que se encaminaría de lo individual (lenguaje egocéntrico) a lo social (lenguaje socializado). Vigotsky plantea el desarrollo del niño desde una perspectiva distinta, que se dirigiría de lo social a lo individual. Así, la primera función del lenguaje es la comunicación, el contacto social. Con respecto al problema de la relación entre pensamiento y lenguaje, Vigotsky considera que en el desarrollo infantil existe una fase prelingüística en el pensamiento y una fase preintelectual en el lenguaje. Para este autor, el vínculo que une pensamiento y lenguaje es primario y además se origina, cambia y crece en el curso de su evolución. Siendo esta relación continua, que va de la palabra al pensamiento y, a su vez, del pensamiento a la palabra. El pensamiento pasa por diferentes fases antes de ser formulado en palabras: Lenguaje interno (significativo y semántico). Lenguaje externo (esencialmente fonético). Dichos lenguajes forman una unidad aunque cada uno se rige por sus propias leyes, constituyendo procesos opuestos. El lenguaje interno parte del habla y se transforma en pensamiento, mientras que en el lenguaje externo es el pensamiento el que se convierte en habla. Así, para Vigotsky, lenguaje y pensamiento son dos cosas diferentes. Ambos se desarrollan en un proceso propio y confluyen en un momento determinado. Por tanto, la relación entre pensamiento y palabra no es constante e inmutable, es una relación dinámica, es un proceso viviente. El pensamiento nace a través de las palabras, una palabra sin pensamiento es una cosa muerta y un pensamiento desprovisto de palabras permanecerá en la sombra. Según este autor, la función principal del lenguaje es la generalización, que hace posible la adquisición de las experiencias de las generaciones anteriores. Aunque también es la base del pensamiento, permitiéndole al niño organizar su percepción, la memoria, reflexionar sobre los objetos, deducir conclusiones de sus propias observaciones,... desarrollando todas las potencialidades del pensamiento. Contando no sólo con su propia experiencia, sino también con la de la humanidad.
Función Indicativa vs Simbólica:
Sus diferencias se establecen por estar orientada la primera a los aspectos referenciales del lenguaje y la segunda a distinciones entre sentido y significado La función semiótica implica la posibilidad de evocar un objeto, una acción o un acontecimiento ausente mediante la elaboración y el uso de signos. El uso de signos establece en el niño el indicador de semiosis. El niño desarrolla desde muy temprana edad la posibilidad de comunicarse con los otros aunque no use aun el lenguaje. Es capaz de crear signos propios, nuevos y originales, de vivir un mundo simulado a través del juego y de imaginar realidades alternativas, donde las cosas tienen significados diferentes a los habituales. Es así como el niño, antes de dominar el lenguaje –la herramienta semiótica más sofisticada con la que contamos los humanos–, logra comunicarse y hacerse entender con sus acciones y sus gestos. Se sitúan estas formas semióticas infantiles iníciales en la génesis y el desarrollo de los primeros signos-en-acción infantiles, su vínculo con las experiencias de intersubjetividad y su desarrollo hacia la capacidad de transformar la realidad y de actuar independientemente, o más allá, de lo que se ve.