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Introducción

El Perú de hoy, heredero de una de las cinco civilizaciones prístinas cuyos inventos y
tecnologías condicionaron el desarrollo de la cultura de Occidente, ocupa un territorio
extremadamente variado en cuanto a paisajes, climas y formas de vida vegetal y
animal. Asimismo, la mayoría de sus regiones posee una ecología fragil donde la presen
cia humana a traves del tiempo ha provocado graves alteraciones en ella. Observando
los paisajes y la geografía diversa del territorio nacional, nace naturalmente la
admiracion sobre aquellos pobladores y primeras civilizaciones Que tuvieron la ardua
tarea de afrontar las distintas situaciones y coyunturas propias del medio, creandose la
necesidad de tener una relacion cercana con el medio para conocer y reconocer sus
formas
.Aprovecharlo, la relacion del hom"re peruano con el mar ha sido una característicacons
tante en las civilizaciones desarrolladas en la costa de nuestro país, así como también la
capacidad de transformar el desierto costero en fertiles campos de cultivo gracias al uso
de diferentes sistemas de riego' mientras que en la alturas de la cordillera, nuestros
antepasados supieron sacar provecho a las laderas de las montañas mediante la
habilitacion de andenes como espacios destinados a la agricultura, y en las praderas de
la puna, hicieron posible el pastoreo intensivo de camelidos como la alpaca, la llama y
la vicuña.
CULTURA ANDINA

1. PLANTEAMIENTO DE PROBLEMA:

Analizar la cultura ancestral andina desde la perspectiva de su desarrollo histórico


inédito y los obstáculos epistémicos que dificultan su estudio y reconstrucción

2. OBJETIVOS:
- Analizar la originalidad de la cultura andina y
- Identificar y analizar las dificultades epistémicas de la cultura andina que dificultan
su estudio y reconstrucción.

La originalidad de la cultura andina

"Andino" viene de "Andes", que es el nombre que recibe el sistema montañoso de


millones de años de formación y antigüedad, que atraviesa el continente suramericano,
desde Venezuela y Colombia en el norte hasta la Antártica en el sur. "Andes" tiene su
origen en el antiguo aymara "Qhatir Qullo Qullo": "Montaña que se ilumina" (por la
salida y puesta del sol); y que los españoles redujeron únicamente a "Qhatir", el cual
castellanizaron como "Antis" y finalmente "Andes". Se trata de una cadena interminable
de cumbres, la más larga del mundo con 7.500 kilómetros de largo, con un promedio de
4.000 metros de altura sobre el nivel del mar, superando en muchos puntos los 6.000
metros. Hace de columna vertebral simbólica del continente, omnipresente, diversa y
común, de norte a sur, de océano a océano, conectando de una u otra forma todos los
actuales países, fundiéndose en los actuales Perú y Bolivia con el Amazonas en una
fuerte identidad andino-amazónica. Privilegiado observatorio natural astrológico y
escenario de permanentes y cíclicos sacudimientos telúricos, con inevitables
consecuencias mítico espirituales y religiosas en los pueblos que milenariamente los
habitan. En torno a los Andes surgieron los primeros y sorprendentes órdenes sociales y
estatales, abarcando amplios territorios de varios de los países actuales suramericanos.

El origen de lo inédito

No existen pruebas serias de la llegada a América de seres humanos luego de que se


cerrara el llamado "Puente de Bering" que unió por congelamiento Norteamérica y
Europa hace once mil años, ni existen pruebas contundentes que permitan concluir que
los pueblos americanos tuvieron contactos con pueblos de otros continentes hasta la
llegada de los europeos en el siglo XV, salvo excepciones como la de la exploración
vikinga en Norteamérica en el siglo X y las evidencias de exploración china en
Latinoamérica seis décadas antes de la llegada de los Europeos[1]El aislamiento de
América y sus poblaciones de todo contacto significativo con las poblaciones de otros
continentes del planeta, a partir de alrededor de once mil años atrás, luego de que el mar
cerrará el llamado "Puente de Bering", determinó que los seres humanos desarrollarán
una interacción única e irrepetible con los medios geográficos, climatológicos y
zoológicos específicos de esta región, una evolución socio cultural diferente, paralela e
independiente, de las desarrolladas en otras partes del planeta. Esta es la base de la
originalidad, del carácter inédito de la denominada prehistoria americana, al punto que
no se emplea la periodización tradicional de la prehistoria usada en otras partes del
mundo, sino una específica adecuada a la realidad arqueológica del continente,
planteándose una teoría y metodología también específicas para el estudio de la
prehistoria en América, ampliamente aceptadas y usadas.[2] Del mismo modo, las
primeras civilizaciones de América se desarrollaron de manera aislada, paralela pero
independiente, del resto del planeta durante miles de años[3]que materialmente hubo de
generar consecuentemente órdenes sociales y estructuras culturales igualmente únicos e
irrepetibles. Esta es la base de la originalidad, del carácter inédito, de la denominada
prehistoria americana, al punto que para su estudio no se emplea la periodización
tradicional de la prehistoria, ni la metodología, usadas en otras partes del mundo, sino
unas específicas y adecuadas a la realidad arqueológica del continente.

La periodización adecuada y más consensuadas para su estudio y comprensión es la de


tres grandes horizontes panandinos, es decir, órdenes sociales estatales que abarcaron
territorios de varios de los países actuales de Suramérica: Temprano (Chavín),
Intermedio (Tiawanaku) y Tardío (Tahuantinsuyo). Pero que no son correlativos y
consecutivos, sino que están interrumpidos por períodos intercalados de predominio de
la fragmentación en numerosos órdenes sociales de carácter regional y local, limitados a
pequeñas porciones de territorio. Se les llama dos grandes "intermedios". En coherencia
con los principios básicos de flexibilidad y adaptación que inspiran a todas las culturas
y comunidades andinas, éstos horizontes e intermedios, obedecían a periodos de
aumento de hielos en las cumbres andinas que imponían, como mecanismo de
adecuación, la formación compleja y contradictoria de ordenes sociales que, siendo
estatales, jerárquicos y con relaciones de dominación, conflicto y violencia,
conservaban sin embargo los principios fundamentales de la reciprocidad /
redistribución social comunitaria a gran escala, y el equilibrio armónico con el medio
ambiente. Subyacentemente, existe una continuidad cultural que por miles de años
sostuvieron, bajo diversas formas políticas, cientos de diversos pueblos andinos que
permitió desarrollar un alto grado de conocimiento agro astrológico, matemático
geométrico, arquitectónico, hidráulico, simbólico comunicacional, y cultural.
Dificultades epistémicas de la reconstrucción de la cultura andina

La re-construcción seria y rigurosa de la cultura andina, ancestral y permanente hasta


hoy, presenta enormes dificultades de entrada, de carácter epistémico, es decir, desde
dónde, desde quién, y cómo, se busca conocerlas, re-construirlas, pensarlas. En primer
lugar, se trata del esfuerzo adicional, lleno de riesgos, que implica re-construir lo que ha
sido descalificado, negado, invisibilizado y silenciado, tanto teóricamente como en la
práctica histórica, por las formas de conocimiento y de pensar hegemónicos. El "otro"
que se busca re-construir, en este caso lo andino, fue considerado una forma de barbarie,
de ignorancia, de estado de naturaleza, casi al borde de lo no humano.

Podemos diferenciar una serie de obstáculos que dificultan la reconstrucción de la


cultura andina entre las cuales podemos señalar:

a.- La subjetividad investigativa y la visión euro centrista de la cultura andina

La visión de la cultura andina, durante siglos, ha obviado dos aspectos que son
fundamentales en su interpretación y análisis:

1. que hasta quien se considere el más objetivo especialista está prisionero de sus
experiencias, de los valores dominantes de su sociedad, de las tradiciones, de los
estereotipos de su entorno. La mirada es predominantemente eurocéntrica de la historia;

2. que cualquier teórico y/o académico que se aproxima a cualquier disciplina sea del
ámbito que sea, y de forma especial en las humanidades, lo hace desde la perspectiva de
su ámbito cultural, nacional o ideológico y establece una elaboración teórica según esos
valores. Por lo tanto, nadie es independiente; el teórico y/o académico se puede
aproximar más o menos a la objetividad, pero nunca a la independencia.

La perspectiva eurocéntrica tiene su sustento en la imposición ideológica y de un


sistema de dominación que considera la idea de la "civilización occidental" como el
único modelo civilizatorio mundial al cual todas las demás civilizaciones deben
subyugarse a él. Occidente justifica las nuevas formas de colonialismo, olvidando que
su conquista fue posible a la fuerza a la violencia organizada y no por la superioridad
valórica. De esta manera, el tema de los derechos humanos se ha transformado en el
caballo de batalla para criticar los sistemas políticos, económicos, sociales y culturales
que Occidente no comparte.

Muchos de los registros históricos que quedan, y a los cuales está obligado a recurrir
cualquier estudio, son en sí mismos visiones tergiversadas, coloniales, negadoras

Peor aún, aunque se ha contado con la permanencia de muchas comunidades andinas,


las propias estructuras teóricas y analíticas desde las que inevitablemente se miran y
estudian corresponden a las de esa razón hegemónica y negadora en la que se ha
formado académicamente desde hace siglos a los investigadores, tendiendo a reproducir
esa ceguera y sordera epistémica, como lo señala Quijano: "Aplicada de manera
específica a la experiencia histórica latinoamericana, la perspectiva eurocéntrica de
conocimiento opera como un espejo que distorsiona lo que refleja".

Europa usa su propio patrón civilizatorio para "medir" a otras realidades. Y de acuerdo
a ese patrón el mundo latinoamericano es sencillamente "salvaje. Jorge Hegel,
monumento del pensamiento alemán plantea que,.. el pueblo de los americanos no es
susceptible de ninguna forma de civilización e incapaces de gobernarse están
condenados a la extinción[9]Habla, sin apelación a nombre de la humanidad, diciendo
que son pueblos "sin historia". Pueblos en casi puro "estado de naturaleza". Y como la
naturaleza, sometibles, explotables. Consta detalladamente en los registros de Archivo
de Indias en España, que, sólo entre 1503 y 1660, 18.5000 kilos de oro y 16 millones de
kilos de plata fueron saqueados de América y llevados a Europa. Los indios fueron
repartidos en "encomiendas" como una nueva moneda corriente. "...lo mismo es dar a
uno quinientos pesos y myll de renta... a dárselos en yndios que lo renten por vía de
encomienda..." (Autos de repartimiento. 1569). Y en las encomiendas se realiza la obra
civilizatoria. La enseñanza de la sanguinaria disciplina laboral en la explotación
intensiva de minerales y plantaciones. La importación de enfermedades inéditas e
indefectiblemente fatales para el sistema inmunológico de los pueblos indígenas, tales
como la malaria, la viruela y el sarampión. El uso acostumbrado de perros salvajes, del
garrote y de la carga a degüello con la espada para mostrar a los díscolos las inapelables
verdades del catolicismo. Muerte se volvió equivalente de conquista… cualquier
establecimiento español comenzaba con edificar una horca… las enfermedades se
propalan con los barcos y sus ratas, los virus llegan incluso antes que la hueste de
Pizarro

b.- La "leyenda negra" de la cultura andina

Luego tenemos la llamada "leyenda negra" de la cultura andina, tergiversaciones y


distorsiones realizadas sistemáticamente con el objetivo político de justificar la invasión
y saqueo como obra "civilizatoria" frente a bárbaros, salvajes e inhumanos, obstáculo
difícil de salvar. Bajo la inspiración del mismo virrey… se propaló una visión del
pasado andino… con la finalidad de justificar la conquista. Toledo enroló para este
proyecto a Sarmiento de Gamboa, autor de la "Historia Indica" en esa crónica… en el
discurso toledano: los incas eran idólatras, convivían con el diablo, ejecutaban
sacrificios humanos y, por último practicaban la sodomía.[14] Se construye así una
estructura sutil de descalificación, legitimada como conocimiento válido, sustentada en
la autoridad de la "historia", asumida como la "verdad", naturalizada como "realidad",
indiscutible, "oficial". El colonialismo, como hecho histórico, significó la formación de
nuevas identidades en América Latina, así en trescientos años las muchas identidades de
diversos pueblos y culturas, quedaron reducidas a una identidad racial inventada por los
colonizadores: indios, adjetivo deshumanizador, lleno de todo lo negativo

c.- La falsa dicotomía de tener que "elegir" teóricamente entre distintas concepciones de
la cultura andina

Posteriormente , está la falsa dicotomía, que aparece casi como reacción refleja ante la
falta de estudio riguroso, de tener que "elegir" teóricamente entre una concepción de la
cultura andina como "repetición de lo mismo", caso particular de leyes universales de
toda la humanidad, u otra donde es una especie de "paraíso" perfecto, sin relaciones de
dominación, conflicto y violencia. Se evade de este modo, el arduo trabajo de
reconstruir y reconocer con rigurosidad una realidad que no es ni una ni la otra, sino
diferente, con relaciones de dominación, conflicto y violencia, pero que son inéditas y
originales y no reductibles a las supuestamente universales.

Reaccionando ante la violenta negación y descalificación histórica, hay quienes llegan a


la idealización acrítica del pasado, en este caso de la cultura andina, ajena y contraria al
esfuerzo de reconstrucción auténtica, rigurosa y útil; sirviendo a veces de base a una
visión indigenista totalitaria, de base filo racista, y que pretende incluso una posición de
privilegio, excluyente y sectaria, en una nueva estructura jerárquica de relacionamiento
hacia los demás pueblos y actores sociales. Más ideológico que serio y sistemático,
entre las interpretaciones "satanizadoras" o idealizadoras", ambas coloniales, del
Tahuantinsuyo.

d.- La distancia cronológica hacia atrás, por la cual los conceptos actuales pierden
significados y utilidad

Tenemos además, el obstáculo que representa siempre, la distancia cronológica hacia


atrás, por la cual los conceptos actuales pierden significados y utilidad, en la medida que
se investigan realidades hacia atrás en el tiempo. Conceptos como economía,
productividad, desarrollo, educación y muchos otros, que hoy nos parecen naturales y
evidentes, pierden todo significado antes de la época moderna incluso en la misma
Europa, como lo ha señalado contundentemente, entre otros, Iván Illich.

Origen
Al respecto existen tres teorías: de Max Uhle (Teoría Inmigracionista: difusionista),
de Julio C. Tello y de Rafael Larco Hoyle (Teoría autoctonista: evolucionista), y
de Federico Kauffmann Doig (Teoría aloctonista: difusionista).

Note que estas teorías fueron postuladas antes del descubrimiento de la ciudad estado de
Caral, en el valle de Barranca, Supe al norte de Lima, la cual evidentemente es mucho
más antigua que la civilización Chavin.

 La Teoría Inmigracionista (difusionista) de Max Uhle (1856-1944), sostuvo


que fue en la costa. Proto Chimú y Proto Nazca, habrían sido los primeros
centros de alta cultura, “derivados de la cultura Maya”. De la costa, la
civilización se habría expandido a la sierra para formar otras culturas. La
influencia cultural centroamericana habría llegado al Perú por mar y tierra, de
manera directa o indirecta. Según Uhle, antes de este hecho, en la costa “existían
primitivos pescadores”.

 La Teoría Autoctonista (evolucionista) de Julio C. Tello (1880-1947), sostenía


que Chavín de Huántar, fue la alta cultura andina más antigua, con iniciadores
que provenían de la selva amazónica peruana. Después de un desarrollo local,
dicha cultura se dispersó hacia otros lugares como Sechín, Moxeke, Cupisnique,
Paracas, etc. Rafael Larco Hoyle (1901-1966), fue otro autoctonista. Creía que la
alta cultura andina se originó en la costa, en Cupisnique o valle de Nepeña
(región La Libertad). Desde allí se habría difundido a la sierra “portando el culto
felinico”.

 La Teoría Aloctonista (difusionista) de Federico Kauffmann Doig (1928),


sostiene que la primera cultura andina fue la de Valdivia (costa de Ecuador), con
una antigüedad de 5000 años.

Según la arqueología estadounidense, “Formativo”, es sinónimo de neolítico o “alta


cultura”. Para que una cultura llegue al “formativo”, debe haber tenido un desarrollo
sostenido, desde los inicios de la revolución agrícola hasta que las comunidades
aldeanas entran en crisis, por su complejidad, en su avance hacia un control
administrativo central y estatista. En este quehacer, muchas veces se sucedieron guerras
o luchas entre civilizaciones, que terminaron por tomar una de otras algunos elementos
que les servían e incorporarlas a su bagaje cultural; en otros casos fue un desarrollo
individual, sin injerencia externa. Así las cosas, no se descarta influencia por ejemplo en
la cerámica, de culturas colombianas o centroamericanas.

Periodización

La mayor parte de los arqueólogos, historiadores y antropólogos contemporáneos están


en su mayor parte de acuerdo con las mismas líneas generales de la historia andina
antigua, incluyendo su cronología, el momento en que surge o decae tal o cual cultura o
Estado y el tipo de influencia que éstas ejercieron. Y ello pese a que la arqueología está
aportando permanentemente nuevos datos para su interpretación. Los desacuerdos están
en la periodización de esa cronología, en el nombre de cada etapa, en los procesos que
motivan la diferencia entre una etapa y otra, en sus subdivisiones y en el momento
exacto en que una se inicia y otra se acaba.. Todo ello ha llevado a diferentes propuestas
de periodización de los Andes Antiguos.
A continuación mostramos un cuadro con las principales propuestas cronológicas.

Civilización andina

Lítico

Arcaico
Precerámico

(Precerámico
Tardío)

Período
Inicial
Formativo
Horizonte
Temprano

Intermedio
Temprano
Culturas
Regionales
Horizonte
Medio

Intermedio
Tardío
Posclásico
Horizonte
Tardío

Horizontes e Intermedios
La más influyente de estas propuestas cronológicas ha sido sin duda la cronología
de Dorothy Menzel y John Rowe) que no es sino una "afinación" de la Cronología
de Lanning que plantea una división en Horizontes e Intermedios. Según Lanning
los Horizontes son períodos de integración regional donde existe una cultura dominante
en un territorio muy amplio que se superpone a las culturas locales. Ese sería el caso
de Huari y del Imperio inca y en menor medida de Chavín. Los Intermediosserían
momentos de florecimiento regional, donde existen marcadas diferencias entre una
sociedad y otra. A todo ello antecede un "Período Inicial" caracterizado por la aparición
de la cerámica y la edificación de templos.
Período Principales culturas

Horizonte
Chavín - Paracas - Cupisnique - Pucará
Temprano

Intermedio Moche - Nazca - Recuay - Cajamarca -


Temprano Tiahuanaco - Lima - Vicús - Huarpa

Horizonte Huari - Tiahuanaco - Pachacámac -


Medio Lambayeque

Chimú - Chincha - Chachapoyas - Colla -


Intermedio Lupaca - Chiribaya - Maranga -
Tardío Cajamarca - Huamachuco - Huanca -
Chancay

Horizonte
Inca
Tardío

 Las culturas andinas prehispánicas

Sería imposible exagerar la importancia de las civilizaciones prehispánicas en el


desarrollo de las culturas andinas de hoy en día. Se sabe hoy que estos pueblos datan de
hace 5.000 mil años pero en mayor parte su fascinante historia (¡en serio!) es
desconocida, o bien ignorada, por casi todos los estudiantes estadounidenses. Con esta
actividad, intentamos arreglar esta situación. Garantizamos que vas a aprender
información nueva al interaccionar con sitios de la red que son sumamente interesantes.
Hemos tomado la decisión de presentar sólo tres épocas en la historia prehispánica
andina y, por eso, es importante subrayar que no es la historia completa de los cinco mil
años de civilización. Aquí ofrecemos la oportunidad de explorar las civilizaciones
Caral-Supe, Nazca e Inca.

1. CARAL:

Caral es un sitio arqueológico donde se hallan los restos de la principal ciudad de la


civilización Caral. Se encuentra en el valle de Supe, a 182 kilómetros al norte de Lima
(Perú), a 23 km del litoral y a 350 msnm. Se le atribuye una antigüedad de 5000 años y
es considerada la ciudad más antigua de América, pues no se ha encontrado hasta ahora
en dicho continente otro sitio más antiguo con semejante diversidad de edificios
monumentales, con distintas funciones ceremoniales y administrativas. Ha sido
declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO

La cultura Caral se desarrolló entre 3000 y 1800 a.C. (Arcaico Tardío y Formativo
Inferior) es decir, fue contemporánea de otras civilizaciones primigenias como las de
Egipto, India, Sumeria, China, pero a diferencia de ellas (que intercambiaron sus
logros), se desarrolló en completo aislamiento. En América, es la más antigua de las
civilizaciones prehispánicas, superando en 1500 años a la civilización Olmeca, otro
importante foco civilizatorio situado en Mesoamérica.

Estrechamente relacionada con la ciudad de Caral se hallaba Áspero o El Áspero,


situado en el litoral cercano a la desembocadura del río Supe, y que, según todos los
indicios, fue su ciudad pesquera.7 Allí es donde se han hallado restos de sacrificios
humanos (dos niños y un neonato),8 y más recientemente (2016), de una mujer, que
presumiblemente perteneció a la elite local de hace 4500 años.9 Otros sitios situados en
el valle de Supe y que formaban parte del núcleo de la civilización caral son Miraya,
Lurihuasi, Chupacigarro, Allpacoto, entre otro

Descubrimiento arqueológico

En 1905, Max Uhle investigó Áspero, un asentamiento precerámico situado en el litoral


del valle de Supe, a 23 km de Caral.15 Julio C. Tello exploró el mismo lugar en 1937.
No hay evidencias que ellos se adentraran en el valle de Supe y, por lo tanto, que
llegaran a conocer Caral.[cita requerida]

El primero que llamó la atención sobre Caral fue el viajero estadounidense, Paul Kosok.
Éste visitó el lugar juntamente con su compatriota, el arqueólogo Richard Schaedel, en
1949. En su informe, publicado en el libro "Life, Land and Water in Ancient Peru", en
1965, mencionó que Chupacigarro (como se le conocía a Caral entonces) debía ser muy
antiguo, aunque no pudo precisar su antigüedad. También contiene una impresionante
fotografía aérea de un sector de la ahora llamada Ciudad Sagrada de Caral.16

En 1975, el arquitecto peruano Carlos Williams hizo un detallado registro de la mayoría


de los sitios arqueológicos del valle de Supe, entre los cuales registró a Chupacigarro
Grande (denominación con la que entonces se conocía al actual sitio arqueológico de
Caral), a partir del cual hizo algunas observaciones sobre el desarrollo de la arquitectura
en los Andes. Lo presentó primeramente en el artículo Arquitectura y Urbanismo en el
Antiguo Perú, publicado en 1983 en el tomo VIII de la serie "Historia del Perú" de la
editorial Juan Mejía Baca.17 Y, después, en el artículo «A Scheme for the Early
Monumental Architecture of the Central Coast of Peru», escrito en 1985 en el libro
Early Ceremonial Architecture in the Andes.18

En 1979, el arqueólogo suizo Frederic Engel visitó el lugar, y excavó y levantó un plano
del mismo. En su libro De las begonias al maíz, publicado en 1987, afirmó que
Chupacigarro Grande (Caral) pudo haber sido construido antes de la aparición de la
cerámica en los Andes (1800 a.C.).19 Sin embargo, los arqueólogos andinos asumieron
que el asentamiento era "acerámico", es decir, que había sido construido por una
población que no utilizaba la cerámica, aunque ya se conocía en otros lugares de los
Andes.

En 1994, Ruth Shady recorrió nuevamente el valle de Supe y reidentificó 18 sitios con
las mismas características arquitectónicas, entre los cuales se encontraban los cuatro
conocidos como Chupacigarro Grande, Chupacigarro Chico, Chupacigarro Centro y
Chupacigarro Oeste. Para diferenciarlos Shady los denominó, Caral, Chupacigarro,
Miraya y Lurihuasi. Caral, Miraya y Lurihuasi son los nombres quechua de los poblados
más cercanos a los sitios. Chupacigarro es el nombre español de un ave del lugar.

El equipo dirigido por Shady excavó en Caral, a partir de 1996. Ella presentó sus datos,
por primera vez, en 1997, en el libro La Ciudad Sagrada de Caral-Supe en los albores de
la civilización en el Perú. En ese tratado sustentó abiertamente la antigüedad
precerámica de Caral, afirmación que consolidó de manera irrefutable en los años
siguientes, a través de excavaciones intensivas en el lugar.20

El Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe está a cargo de los trabajos de


investigación y restauración en Caral, así como de los asentamientos coetáneos del valle
de Supe (Áspero, Chupacigarro, Miraya, Lurihuasi y Allpacoto) y del valle de Huaura
(Vichama)

Estatuillas de arcilla

En general se considera a Caral como una cultura precerámica, es decir, que no


desarrolló la técnica alfarera (esto es, piezas modeladas en arcilla y cocidas al fuego).
Para Ruth Shady, los caralinos no necesitaban de cerámica pues contaban con mates de
calabaza, cucharas de madera y platos tallados en piedra, por lo que, según ella, debería
ser calificada más bien como cultura acerámica. Aunque si modelaban pequeños ídolos
antropomorfos en arcilla, dejándolos secar al sol. Estas estatuillas, que representan
figuras masculinas y femeninas, se han encontrado fragmentadas y formarían parte de
rituales relacionados con la renovación de los edificios y el culto de la fertilidad. A base
de estas representaciones se puede inferir la vestimenta, el tocado y el peinado de los
habitantes de Caral.

Quipus

En la pirámide La Galería se halló un resto textil que ha sido interpretado como un


quipu, el conjunto de hilos con nudos que los incas utilizaban como instrumento
nemotécnico (es decir, como medio de conservación de información estadística o
mensajes para comunicarse). Sería pues, el más antiguo quipu hallado en el Perú y
evidenciaría la antigüedad milenaria de su uso. Como para corroborar el uso del quipu
en Caral, se descubrieron representaciones pictóricas de dichos objetos sobre tres
bloques líticos de las plataformas de la pirámide Menor de Caral.33
Shicras

Restos de shicras en Caral.

Los constructores de Caral usaban la técnica de shicras, bolsas hechas con fibras
vegetales y llenas de bloques de piedra, con las que rellenaban las plataformas de los
templos, colocándolos ligeramente separadas. De esa manera lograban estabilidad en las
estructuras. Al ocurrir un fuerte sismo o terremoto, ese núcleo de shicras que hacía de
base del edificio se movía con la vibración, pero de manera limitada, pues las piedras
eran contenidas en las bolsas. Luego, las shicras se reacomodaban encontrando un
nuevo punto de estabilidad. La shicras tenían pues, una función antisísmica.

Música

Se descubrieron tres conjuntos musicales conformados por instrumentos de viento:36

Un conjunto de 38 cornetas, hecho de huesos de huanaco y venado.

Un conjunto de 32 flautas traversas, de huesos de cóndor y pelícano, con diseños


zoomorfos.

Un conjunto de 4 antaras (flauta de pan), de carrizo e hilos de algodón.

Tejidos de algodón

La importancia que alcanzó la textilería se evidencia por el hallazgo de cantidad de


semillas y motas de algodón. Este era de diversas tonalidades naturales: pardo, marrón,
crema y beige. Con las fibras de este producto se tejían los vestidos, que eran piezas
llanas, sin decoración. Se empleaba la técnica del entrelazado y el torzal. También
elaboraron calzado, bolsas, sogas, redes de pescar, cordeles, etc. Conjuntamente con la
fibra de algodón se usaron las de otros vegetales, como totora, junco, cabuya, etc.3738

Astronomía

Piedra o huanca en Caral.

Se han encontrado evidencias de que los hombres de Caral contaban con conocimientos
de astronomía, que aplicaban en la elaboración del calendario, relacionado con la
celebración de festividades y otras actividades económicas, religiosas y cívicas. Dichos
conocimientos los aplicaron también en la orientación de los edificios públicos. Se han
hallado, por ejemplo, geoglifos y líneas esparcidos en las planicies desérticas, al lado de
piedras talladas dispersas; así como un recinto subterráneo originalmente techado, que
parece ser un observatorio. Es de destacar también un monolito o huanca hincado en el
suelo de una plaza pública, que habría sido un instrumento de observación astronómica
2. INCA:

El Imperio incaico o inca fue un estado sudamericano con el dominio más extenso en la
historia de la América precolombina.2 Al territorio del mismo se denominó
Tahuantinsuyo (del quechua tawantin suyu, «las cuatro regiones o divisiones») y al
periodo de su dominio se le conoce además como incanato y/o incario. Floreció en la
zona andina del subcontinente entre los siglos XV y XVI, como consecuencia del
apogeo de la civilización incaica.[cita requerida] Abarcó cerca de 2 millones de
kilómetros cuadrados entre el océano Pacífico y la selva amazónica, desde las cercanías
de Pasto (Colombia) en el norte hasta el río Maule (Chile) por el sur.

Los orígenes del imperio se remontan a la victoria de las etnias cuzqueñas (Región Sur
del actual Perú), lideradas por Pachacútec, frente a la confederación de estados chancas
en 1438. Luego de la victoria, el curacazgo incaico fue reorganizado por Pachacútec,
con quien el Imperio incaico inició una etapa de continua expansión, que prosiguió con
su hermano Cápac Yupanqui, luego por parte del décimo inca Túpac Yupanqui, y
finalmente del undécimo inca Huayna Cápac, quien consolidó los territorios. En esta
etapa la civilización incaica logró la máxima expansión de su cultura, tecnología y
ciencia, desarrollando los conocimientos propios y los de la región andina, así como
asimilando los de otros estados conquistados.

Luego de este periodo de apogeo el imperio entró en declive por diversos problemas,
siendo el principal la confrontación por el trono entre los hijos de Huayna Cápac: los
hermanos Huáscar y Atahualpa, que derivó incluso en una guerra civil. Entre los incas
la viruela acabó con el monarca Huayna Capac, provocó la guerra civil previa a la
aparición hispana y causó un desastre demográfico en el Tahuantinsuyo, que antes de la
llegada de los españoles contaba con 14 millones de habitantes, mientras hacia el siglo
XVIII contaba con apenas 1,5 millones. Finalmente Atahualpa vencería en 1532. Sin
embargo su ascenso al poder coincidió con el arribo de las tropas españolas al mando de
Francisco Pizarro, que capturaron al inca y luego lo ejecutaron. Con la muerte de
Atahualpa en 1533 culminó el Imperio incaico. Sin embargo, varios incas rebeldes,
conocidos como los «Incas de Vilcabamba», se rebelaron contra los españoles hasta
1572, cuando fue capturado y decapitado el último de ellos: Túpac Amaru I.

Cosmovisión

Según la mitología incaica, existían tres mundos diferentes, los cuales habían sido
creados por el dios incaico Viracocha (también conocido como Wiracocha o
Huiracocha). La división se hacía de la siguiente manera:

1. Hanan Pacha (mundo de arriba, celestial o supraterrenal): era mundo celestial y sólo
las personas justas podían entrar en ella, cruzando un puente hecho de pelo. En la
tradición andina se definió al Hanan Pacha como el mundo superior donde habitaban los
dioses como Viracocha, Inti, Mama Quilla, Pachacamac, Mama Cocha, etc. Era
representado por el cóndor, ave ancestral de los Andes.

2. Kay Pacha (mundo del presente y de aquí): en la cosmovisión andina, Kay Pacha es
el nombre del mundo terrenal, donde habitan los seres humanos y pasan sus vidas.
Representado por el puma, animal de a pie, del mundo terrestre.

3. Uku Pacha (mundo de abajo o mundo de los muertos): en la mitología andina, Uku
Pacha era el mundo de abajo o mundo de los muertos, de los niños no nacidos y todo lo
que estaba debajo de la superficie de la tierra o del mar. Las fuentes, cuevas u otras de
las aberturas de la superficie terrestre eran considerados líneas de comunicación entre el
Uku Pacha y el Kay Pacha. Representado por la serpiente, animal rastrero y de las
profundidades.

Wiracocha

Su nombre completo a fin de recalcar su calidad de ser supremo, es: Apu Qun Tiqsi
Wiraqucha (Apu Kon Titi Viracocha). Era considerado como el esplendor originario o
El Señor, Maestro del Mundo. En realidad fue la primera divinidad de los antiguos
peruanos, tanto los habitantes de Caral, Chavin, Huari y especialmente los Tiahuanacos,
que provenían del Lago Titicaca. Surgió de las aguas, creó el cielo y la tierra. El culto al
dios supuso un concepto de lo abstracto y de lo intelectual, y estaba destinado solo a la
nobleza. Huiracocha, al igual que otros dioses, fue un dios nómada y tenía un
compañero alado, el Pájaro Inti, una especie de pájaro mago, sabedor de la actualidad y
del futuro. Este pájaro mago, no es otro que el Corikente de las tradiciones orales, el
picaflor de oro, mensajero de los dioses, cuyas plumas servían para la mascaipacha o
corona imperial del Inca. Huiracocha es representado con dos varas, que al parecer eran
realmente estólicas (propulsalanzas) o warakas (hondas gigantes andinas)

Inti

Era el dios sol y dios supremo, el cual ejercía la soberanía de la actualidad en el plano
divino (Hanan Pacha). Igualmente era hijo del dios sol del mundo antiguo (Ñaupapacha)
y reinaba sobre el ser humano en el mundo actual (Kaypacha). Inti era la divinidad
popular más importante del imperio incaico siendo adorado en varios santuarios. Se le
entregaban ofrendas de oro, plata y ganado, así como las llamadas Vírgenes del Sol.
También se le hacían ofrendas humanas en el mes de los Capac hucha, la cual muchas
veces consistía en reos de muerte, como dios más importante.

Mama Quilla

Era la madre luna y esposa de Inti. Madre del firmamento, de ella se tenía una estatua en
el Templo del Sol, en el que una Orden de Sacerdotisas le rendía culto. Los antiguos
moche a diferencia de los incas, consideraban a la Luna la deidad principal.
Pacha Mama

Llamada también Madre Tierra ya que era la encargada de propiciar la fertilidad en los
campos. Se le tributaban ofrendas o pagos.

Pachacámac

Era una reedición de Viracocha, el cual era venerado en la Costa Central del imperio
incaico. Era conocido como el dios de los temblores, y su culto hizo un aparente
sincretismo con el actual Señor de los Milagros, el cual tiene rasgos de este antiguo dios
pagano según la historiadora María Rostworowski.

Mama Sara

Era la Madre Maíz o del alimento, la más importante de las conopas (representaciones
religiosas) de los alimentos junto con la coca y papa.

Mama Cocha

Madre del Mar, a quien se le rendía culto para calmar las aguas bravas y para la buena
pesca. Era la madre que representaba todo lo que era femenino.

Dioses menores

Aparte del gran Wiracocha y su corte terrenal de Amauta, o sabios y primeros


sacerdotes y administradores, el segundo cordón de clérigos, la nobleza militar y los
Ayllus o gremios, regidos hasta en su más mínimo movimiento por la ley del Inca, el
pueblo llano tenía su panteón con otros dioses menores, a los que -tal vez- le resultaba
más sencillo y cercano dirigirse en busca de favores y soluciones.

La estrella rizada o de la mañana acompañaba al Sol, al igual que Illapa, dios del trueno
y la batalla, como la imagen de la estrella de oro, la de la tarde, Venus o Chasca, hacía
su guardia junto a la Luna, y Chuychú, el bello arco iris estaba por debajo de ambos
grandes dioses. El arco iris fue luego elevado a dios de los nobles debido a que
representaba la belleza que estaba reservada para los nobles

Las constelaciones de la copa de la coca (Kukaa Manka) era una constelación que
cuidaba de las hierbas mágicas, como la constelación de la copa de maíz (Sara Manca)
lo hacía con los alimentos vegetales, y la del jaguar (Chinchay) se encargaba de los
felinos. El Wasikamayuq era el dios tutelar del hogar, mientras que el Qhaxra-kamayuq
se esforzaba por evitar que los ladrones entraran en esa misma casa, y los Auquis
asumían la vigilancia de cada poblado. Había también un dios de las tormentas y otro
dios del granizo; tras Pacha Mama, la diosa de la Tierra, estaban Apu katikil y Pikiru,
como dioses tutelares de los gemelos; la serpiente Hurkaway era la divinidad de lo que
estaba bajo tierra, mientras que el ávidoSupay reinaba en el mundo de los muertos y no
cesaba de reclamar más y más víctimas para su causa, lo que hizo que los españoles le
dieran el nombre de diablo, aunque tenía cualidades benignas y malignas.
Arquitectura

MachuPicchu es uno de los ejemplos más representativos de la arquitectura inca.

Acllahuasi en Pachacámac.

Coricancha y convento de Santo Domingo.

Fortaleza de Sacsayhuamán
CONCLUSIONES

Estos obstáculos y condicionantes coloniales epistémicos imponen el esfuerzo


incesante de autorreflexión crítica. Exigen un doble trabajo simultáneo de
descolonización, de las fuentes de las que se estudia y de las matrices de conocimiento
que habitan al investigador y con las que éstas son pensadas. Conjuntamente, exige un
principio de prudencia y des-prejuicio, evitando al máximo posible concepciones
analíticas a priori que arriesguen a perder la autenticidad, complejidad y riqueza de
realidades inéditas y únicas, en tanto totalidades aisladas, paralelas y autónomas en su
dinámica histórica respecto de las hegemónicas. En suma, se trata de encontrar nuevas
estrategias de conocimiento que no sean en sí mismas estrategias de dominación y
colonialidad. Re-construir con rigor de autenticidad la cultura andina representa de
hecho una traducción de un mundo a otro, del andino al occidental moderno, con la
dificultad de que uno de los mundos ha estado largamente negado y silenciado y ha de
traducirse su silencio, buscando en el camino el mecanismo de traducción que
garantice la mínima e irrenunciable horizontalidad entre ambos. En ese sentido, y más
allá de la vigencia y aporte que de hecho representa la cultura andina, la
descolonización del saber que implica su re-construcción, su recuperación y
reivindicación como un "otro" creador de conocimiento, legítimo y útil, en dialogo
horizontal con el conocimiento occidental moderno, resulta en sí mismo un ejercicio
de emancipación intelectual y de ética de la responsabilidad, un proceso de renovación
de las estrategias de conocimiento y de la política. En términos históricos, se trata de la
cultura andina como símbolo de la negación, la exclusión y el sufrimiento humano,
fundamentado y justificado a partir de haber impuesto como "universal", en última
instancia por la violencia, la razón de una realidad particular, local y específica, la de la
modernidad occidental europea. Pero también como símbolo de emancipación
integral, justamente, a través del esfuerzo de descolonización epistémica.

Se deben redoblar esfuerzos para facilitar esta tarea histórica, la de descolonizar el


saber, desaprender la colonialidad, dar su lugar a nuestros pueblos originarios como
un "otro", diferente, creador de conocimiento legítimo y útil, en imprescindible diálogo
horizontal con el conocimiento occidental moderno. Encontrar otras formas de
entender lo "otro", que permitan su descripción y análisis en lo que de hecho eran y
son, más allá de trampas políticas universalistas y negadoras, por un lado, o idealistas y
justificadoras, por otro. Una exigencia de descolonización epistemológica que supere
la polaridad de la satanización o el fetichismo de las culturas ancestrales y diferentes,
en este caso la andina, construyendo una aproximación de conocimiento más real y
útil, aunque más compleja y difícil, en el amplio y desigual terreno que se extiende
entre aquellas visiones extremas y fáciles.
BIBLIOGRAFIA

 De la Vega, Gracilazo. Comentarios reales de los Incas. Fondo de Cultura


Económica. Lima, Perú. 1991.
 Flores Galindo, Alberto. Buscando un Inca: Identidad y Utopía en los
Andes. Instituto de Apoyo Agrario. Lima, Perú. 1987. Pág. 292.
 Illich, Iván La crítica radical de la empresa escolar. En: Opciones N° 13.
Suplemento de El Nacional, México 1992.

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