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Wenceslao González–Viñas
Héctor Luis Mancini
Ciencia de los Materiales
Wenceslao González–Viñas
Héctor Luis Mancini
Prólogo
La Ciencia de los Materiales es una de las áreas del conocimiento más im-
portantes y activas en la sociedad contemporánea. Por ello resulta muy difı́cil, si
no imposible, condensar en un solo libro una introducción que refleje a la vez la
extensión y la profundidad de esos conocimientos.
Los materiales constituidos por substancias más o menos puras, con los cuales
se llegó al desarrollo industrial y tecnológico actual, fueron evolucionando desde el
aprovechamiento directo de productos naturales o derivados hasta los materiales
sintéticos de diseño cuyas propiedades son hoy, con frecuencia, definidas a priori.
Para lograr este resultado han confluı́do en la ciencia de materiales conocimien-
tos provenientes de diversas ramas del saber como la fı́sica general, la quı́mica,
la termodinámica, la mecánica estadı́stica, el electromagnetismo o la mecánica
cuántica. Se trata, por lo tanto, de un campo multidisciplinar que además reune
aspectos cientı́ficos y tecnológicos.
El estudio de cada material conlleva esa reunión de conocimientos y resulta
sorprendente la cantidad de trabajos cientı́ficos y de ingenierı́a que se han rea-
lizado en este siglo sobre cada material de interés tecnológico. En las últimas
décadas, los avances en el conocimiento de la relación existente entre estructura
y propiedades han permitido un desarrollo vertiginoso de nuevos materiales y po-
sibilitado aplicaciones impensables sin ellos. Es suficiente destacar el papel que
desempeñan pequeñı́simas cantidades de impurezas en la conducción eléctrica en
los semiconductores para evaluar su importancia.
Durante muchos siglos por el desconocimiento de la relación entre las propie-
dades y la estructura, la tecnologı́a debió recurrir para su desarrollo al procedi-
miento de prueba y error. En la actualidad ese conocimiento permite el desarrollo
de nuevos materiales en mucho menor tiempo y a costes mucho menores. Simultá-
neamente, los materiales son hoy maquinados por la ingenierı́a mediante métodos
que tienen en cuenta sus propiedades fı́sicas, quı́micas, mecánicas, eléctricas. De
esta forma conocimiento y tecnologı́a están fuertemente asociadas en la evolución.
II
Sin esta relación estrecha, los costes y los tiempos necesarios para lograr nuevos
materiales serı́an enormes. Gracias a este conocimiento, la enorme cantidad de
nuevos materiales ha aumentado la comodidad, mejorado las comunicaciones, el
transporte y la salud, en resumen, la calidad de vida.
Este libro intenta proporcionar a estudiantes no graduados y a quienes desean
introducirse en los temas fundamentales que trata la Ciencia de los Materiales, un
conocimiento mı́nimo que relacione las propiedades y la estructura de los materia-
les que utiliza la tecnologı́a actual. El conocimiento de esta relación proporciona
las herramientas necesarias para utilizar correctamente técnicas de cálculo que
permiten estimar propiedades con un software que hoy se encuentra alcance de
cualquier estudiante de ciencias. Los métodos computacionales son hoy un ele-
mento imprescindible para este propósito.
Paralelamente, en la actualidad disponemos de bases de datos suficientes crea-
das por empresas productoras de nuevos materiales y por laboratorios de inves-
tigación, que proporcionan detalladamente las propiedades de los productos que
trabajan. Esto hace innecesario repetir en un texto tablas con aquellos datos que
no se relacionan directamente un propósito didáctico.
En este contexto, en la enseñanza de la ciencia de los materiales resulta ne-
cesario destacar cuales son los principios básicos que permiten, por una parte,
seleccionar entre la copiosa información existente aquellos datos que son correc-
tos y relevantes para una aplicación particular y en caso necesario calcularlos. Por
otra parte y pensando ahora en la fabricación de nuevos materiales para un deter-
minado fin, en conocer cuáles son los elementos estructurales que nos permitirı́an
obtener un material con determinadas propiedades.
En este libro faltan temas metalúrgicos como las aleaciones Fe-C y temas clá-
sicos de materiales cerámicos, entre otros. Hemos preferido volcar el énfasis en
otros capı́tulos que son de importancia creciente en la industria e investigación
contemporáneas, como los semiconductores, los superconductores, los materia-
les ópticos, la ciencia de superficies o temas de frontera como los fullerenos, los
cuasicristales o los materiales biocompatibles, junto con la inclusión de capı́tulos
fundamentales para la comprensión de la Ciencia de los Materiales. Esperamos
que la ausencia de esos capı́tulos clásicos no reduzca la inteligibilidad de este
libro.
Los materiales del futuro serán materiales hı́bridos, con diversos niveles de
organización. Sus propiedades podrán graduarse seleccionando componentes mo-
leculares, métodos de ensamblaje intermolecular, orden estructural, impurezas y
defectos. Al diversificar y jerarquizar la composición de los materiales y trabajar
III
Índice general
Prólogo I
Introducción 1
Clasificaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Propiedades fundamentales de los diversos tipos de materiales . . . . . 6
1. Sólidos cristalinos 9
1.1. Orden, invariancia translacional. Anisotropı́a . . . . . . . . . . . . 13
1.2. Red de Bravais, celda de Wigner-Seitz. Red recı́proca, 1a zona de
Brillouin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
1.3. Estructuras Cristalinas. Tipos de cristales, propiedades . . . . . . 20
1.4. Ec. de Schrödinger. Potenciales periódicos y teorema de Bloch.
Bandas de energı́a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
1.5. Conductores, aislantes y semiconductores . . . . . . . . . . . . . . 29
1.6. Determinación de la estructura de un cristal . . . . . . . . . . . . 37
Problemas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
2. Imperfecciones 45
2.1. Defecto. Tipos de defectos. Vibraciones . . . . . . . . . . . . . . . 45
2.2. Defectos puntuales. Defectos Frenkel, defectos Schottky . . . . . . 46
2.3. Dislocaciones y disclinaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
2.4. Defectos planares. Tamaño de grano . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
2.5. Detección de defectos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
2.6. Materiales amorfos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
Problemas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
3. Propiedades eléctricas 59
3.1. Conductividad eléctrica y temperatura . . . . . . . . . . . . . . . 60
3.2. Efectos termoeléctricos y galvanomagnéticos . . . . . . . . . . . . 61
VI ÍNDICE GENERAL
6. Superconductividad 105
6.1. Introducción y aplicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
6.2. Superconductores de tipo I y de tipo II . . . . . . . . . . . . . . . 108
6.3. Efecto Josephson . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114
Problemas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
Problemas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177
Introducción
Clasificaciones
Normalmente, la forma de presentación macroscópica de un material (fase),
que define sus propiedades, depende de variables externas como la temperatura y
la presión. Esa fase puede modificarse al cambiar los parámetros externos. En ese
caso, para afirmar que una muestra es de un tipo u otro, debe especificarse además
del material el intervalo de condiciones ambientales en el cuál esa fase es estable.
Por ejemplo: no podemos decir que el aluminio es un material conductor sin
especificar a que temperatura lo es, porque si ésta es menor de 1.19K el aluminio
está en fase superconductora, que presenta una fenomenologı́a muy distinta de
la conductora. En muchos casos ni siquiera esto es suficiente, existen estados
metaestables que aparecen por degradación del material que permiten que una
muestra de un material estable bajo ciertas condiciones, pueda coexistir con otra
muestra en otra fase, aún bajo las mismas condiciones externas. Por ejemplo: el
carbono en condiciones normales puede coexistir, de forma natural, en las formas
alotrópicas del diamante y del grafito. Claramente no bastarı́a en ese caso indicar
las condiciones ambientales sino que se requieren, además, datos sobre la historia
del material considerado. En el ejemplo de más arriba se deberı́an señalar las
presiones y temperaturas a las que se ha visto sometido el carbono y durante
cuanto tiempo, etc., para poder afirmar sin ambigüedad que fase presenta una
muestra concreta de un material. Sin analizar esas complicaciones listaremos a
continuación algunas de las clasificaciones posibles.
La clasificación más general de los materiales es dividirlos en materiales
simples y materiales hı́bridos. Éstos últimos materiales están formados por
más de un tipo diferente de material.
Después de esta sencilla clasificación, se suelen hacer clasificaciones en función
de distintas propiedades, ası́:
Según los componentes:
5
Según el enlace:
• Monocristalinos.
• Policristalinos.
• Vı́treos, que presentan orden de corto alcance.
• Cuasicristalinos.
• Semicristalinos.
• Orden parcial, por ejemplo sı́ posicional (los centros de masa de los
componentes presentan una disposición ordenada) pero no orientacio-
nal (los componentes, necesariamente en este caso anisótropos, no pre-
sentan una orientación ordenada).
• Amorfos.
• Hı́bridos (ver la clasificación según los componentes).
etc.
Materiales metálicos.
Materiales cerámicos.
Materiales poliméricos.
Materiales semiconductores.
Materiales hı́bridos.
Capı́tulo 1
Sólidos cristalinos
tes del sólido. Esto define un criterio inicial para la clasificación que utilizaremos.
Ası́, a modo de introducción:
Materiales covalentes. Como se verá más adelante (fig. 1.8) hay una gra-
dación continua entre enlace iónico y covalente. Sin embargo en el extremo
del enlace covalente puro tenemos que los átomos están unidos por enlaces
direccionales como en las moléculas covalentes (fig. 1.2). Un caso tı́pico es el
diamante (forma alotrópica del C), en el que los cuatro electrones de enlace
de cada átomo de C están localizados según las funciones de onda tetraédri-
cas sp3 , que sirven para enlazar cada átomo de C a otros cuatro, resultando
la estructura cristalina diamante. La separación entre dos átomos de C es
de 1,54 · 10−10 m. En cierta forma los sólidos covalentes son similares a ma-
cromoléculas tridimensionales. Son muy duros, son pobres conductores, y
la energı́a necesaria para excitar modos de vibración en la red es elevada
debido a la rigidez y direccionalidad del enlace. Las energı́as de excitación
electrónicas son mucho mayores que la energı́a térmica (del orden de KB T ,
aproximadamente 20 meV a temperatura ambiente) y que la energı́a de la
luz visible (1.8-3.1eV), y por tanto son transparentes.
12 Sólidos cristalinos
dependen de los vectores involucrados sino del módulo de los mismos. Se puede,
en general, atribuir anisotropı́a a alguna propiedad fisicoquı́mica concreta en
un material concreto si la propiedad citada presenta dependencia de la dirección
en la muestra citada. Esto permite especificar la anisotropı́a general que presenta
una muestra, y decir que ésta presenta anisotropı́a en tal propiedad, pero que no
la presenta en tal otra.
Las anisotropı́as que se manifiestan en una muestra concreta de un material
pueden ser debidas a distintas causas, a saber:
a3
a2
kj
i a1
Figura 1.6: Red b.c.c. Se indican un conjunto de vectores primitivos y la celda de
Wigner-Seitz.
a1 a2
k a3
j
i
Figura 1.7: Red f.c.c. Se indican un conjunto de vectores primitivos y una celda
unidad primitiva.
Las redes b.c.c. y f.c.c. son mutuamente recı́procas (problema 1.7). La red
cúbica simple es recı́proca de si misma, salvo un factor de escala.
Dado que una red de Bravais admite más de un conjunto de vectores primiti-
vos, es conveniente asignar a uno de estos conjuntos de la red directa, uno y sólo
un conjunto de vectores primitivos en la red recı́proca para ser consistente con la
reciprocidad. Ası́, si los vectores primitivos de la red directa son ~a1 , ~a2 , y ~a3 , se
escogen como vectores primitivos de la red recı́proca asociados a los primeros a:
En este caso2 ,
2
δij es la delta de Kronecker, definida igual a uno si sus ı́ndices son iguales entre sı́ e igual
a cero si son distintos.
20 Sólidos cristalinos
conseguir una aleación metálica amorfa se dirige un chorro del material fundido
a un disco rotatorio de alta velocidad refrigerado, de manera que el material
solidifique en pequeños trozos con un orden de corto alcance.
Como se verá en la sección 1.6, se puede estudiar el orden cristalino a través
de la difracción de radiación X.
Para estudiar las estructuras cristalinas un primer paso es considerar el empa-
quetado óptimo de esferas (isotropı́a atómica o iónica). En éste son magnitudes
importantes las distancias interatómicas y los radios iónicos, los cuales serán im-
portantes al seleccionarse la estructura cristalina sobre todo en el caso de un
material compuesto de especies atómicas de distinto radio.
Supongamos, inicialmente, que tenemos un material compuesto de una sola
especie atómica. En este caso, las estructuras más empaquetadas son la f.c.c. y la
c.p.h. (hexagonal compacta) (tabla 1.1). Estos empaquetamientos (los que pre-
sentan un factor de empaquetamiento atómico mayor, sobre todo) los presentan
materiales con enlace de Van der Waals o metálico, pues en estos casos las capas
electrónicas están cerradas y se puede considerar que tenemos capas rı́gidas.
4+ 4+ 3+ 5+
Ge Ge Ga As
4+ 4+ 5+ 3+
Ge Ge As Ga
(a) (b)
+ 7+
2+ 2+ K Cl
Ca Se
2+ 2+
Se Ca 7+ +
Cl K
(c) (d)
El grafito tiene un enlace mixto (covalente en planos y Van der Waals entre
planos) (fig. 1.9) que le da un carácter metálico fuertemente anisótropo y una
dureza pequeña, propiedad que lo hace apto para lubricación.
Los elementos del grupo VB (Bi, Sb) tienen comportamiento metálico pues
los enlaces interplanos son predominantemente metálicos. La covalencia hace que
el número de coordinación baje de forma que, en estado lı́quido, al perderse
el carácter covalente, haya empaquetamiento compacto. Por tanto, este tipo de
materiales se contraen al fundirse.
Sección 1.3 23
a (c)
c c
a
a a
(b) b
(a)
a a
(f)
(e) a
a a
c c
(g)
a
b
(d) b c
a
a a
a
Figura 1.10: Sistemas cristalinos. (a) cúbico, (b) tetragonal, (c) ortorrómbico, (d)
monoclı́nico, (e) triclı́nico, (f) trigonal y (g) hexagonal.
Cúbica
Hexagonal Tetragonal
Trigonal Ortorrómbica
Monoclínica
Triclínica
Figura 1.11: Estructura jerarquizada de los siete sistemas cristalinos. Las flechas
indican especialización en los grupos de simetrı́a.
h̄2 2
" #
∂ψ
− ∇ + V (~r)1 ψ = ıh̄
2m ∂t
H[ψ] = Eψ
3
del inglés: giro.
26 Sólidos cristalinos
~2
P ~ = −ıh̄∇ y
donde H viene descrito por una componente cinética T = 2m siendo P
una potencial V (~r)1 y E es la energı́a correspondiente al estado autovector ψ del
operador de Hamilton H. ψ representa fı́sicamente una amplitud de probabilidad.
Entonces la densidad de probabilidad vendrá dada por |ψ|2 , estando la misma
normalizada a la unidad.
Si nuestro sistema consta de más de una partı́cula (N ) entonces el sistema se
describe por una parte cinética:
N ~2
X Pi
T =
i=1 2mi
y una potencial:
V (~r1 , . . . , ~rN )1
Energía
compacto dos átomos
3p
3s
2p
2s
1s
Distancia
equilibrio aislado
E(eV)
15
10
−5
−10
−15
L Γ X U,K Γ K
Figura 1.13: Bandas de energı́a en el germanio para distintas direcciones del es-
pacio recı́proco. La zona prohibida está entre la curva sólida gruesa y la linea de
puntos adyacente superior. El band-gap es indirecto y se señala la transición de
mı́nima energı́a.
Por tanto, los sólidos cristalinos tienen una estructura de bandas consis-
tente en un cuasicontinuo de estados donde se irán colocando los electrones de
valencia de cada uno de los átomos que forman el sólido. Estas bandas de energı́a
están intercaladas por zonas prohibidas vacı́as de estados.
Los electrones de valencia disponibles en el sólido cristalino se distribuirán en
los estados permitidos de las bandas de energı́a de forma que haya como máximo
un electrón por estado permitido debido al principio de exclusión de Pauli. Puesto
que los electrones pueden estar en dos estados de espı́n, para cada vector de onda
permitido puede haber dos electrones, como ya se ha dicho antes. Si pensamos
que, en una primera aproximación, las energı́as de los estados de vector de onda
~k crecen monotonamente con el módulo del vector de onda, entonces en el estado
fundamental (a T=0K) los estados ocupados están limitados por una superficie
elipsoidal en el espacio recı́proco llamada superficie de Fermi, siendo el número
de onda asociado a la superficie el número de onda de Fermi.
Si se considera que el efecto del campo cristalino es nulo (aproximación razo-
nable para electrones en la banda de conducción lejos de sus extremos) podemos
considerar a los electrones en un sólido como un gas interactuante llamado gas
Sección 1.5 29
E(eV)
15
10
−5
−10
−15
L Γ X U,K Γ K
Figura 1.14: Bandas de energı́a en el silicio para distintas direcciones del espacio
recı́proco. La zona prohibida está entre la curva sólida gruesa y la linea de puntos
adyacente superior. El band-gap es indirecto y se señala la transición de mı́nima
energı́a.
E E
ex
x x
V=0 V=ex
T=0K
L
E E
Energía de Fermi
e
I
e e
x x
E=−eV V
T=0K
L
E
E
Banda de conducción
Banda de valencia
x
x
V
E=−eV
T=0K
L
E E
Banda de conducción
Band−gap
Zona prohibida
Banda de valencia
x x
V
E=−eV
T=0K
L
E
T=0K
E=−eV
e−
E E
hν
−
e
x x
T>0K T=0K
lectromagnéticas. Los niveles que nos interesan son aquellos que aparecen en el
band-gap. Los niveles extrı́nsecos, por presentar un numero finito de estados,
tienen asociados estados de carga estática.
Supongamos en primer lugar que tenemos una impureza de un material quı́mi-
camente muy similar al de los átomos de la red. Entonces el nivel estará cercano
a una de las bandas y se llamará nivel poco profundo. A modo de ejemplo
consideremos estos dos casos:
E E n>p (tipo N)
x x
T=0K T>0K
E E p>n (tipo P)
x x
T=0K T>0K
0.555eV
1eV
0.343eV
x
T=0K
la regularidad de su distribución.
b b b c c c
a
d2 d3 d1
a
Figura 1.24: Grupos de planos paralelos en una red cúbica simple en dos dimen-
siones.
2d sin θ = mλ
1 2
θ θ
3
4
5
6 d
Figura 1.25: Dispersión de luz incidente con un ángulo θ sobre un grupo de planos
paralelos equidistantes entre sı́ de una red cúbica simple en dos dimensiones.
Para rayos como los de la figura 1.25, la condición de Bragg expresa el refuer-
zo que se produce entre todos los rayos que inciden con ese ángulo para todo el
grupo de planos paralelos dando lugar a un máximo muy intenso cuyo patrón se
conoce como manchas de Laue. Para una distancia entre planos d y una lon-
gitud de onda λ fijadas, los máximos de intensidad luminosa correspondientes a
interferencia constructiva alternan con posiciones de mı́nima intensidad luminosa
correspondientes a interferencia destructiva. La condición de Bragg puede utili-
zarse entonces para medir el espaciamiento d de un determinado cristal mediante
un dispositivo conocido como espectrómetro de cristal, cuyo esquema puede
verse en la figura 1.26.
Cuando un haz de rayos X monocromáticos, o sea, de una sola frecuencia, se
hace incidir sobre un cristal simple, se produce un conjunto regular de manchas
como el que aparece en la figura 1.27. En esta figura, cada punto en el patrón de
Laue corresponde a la dirección de dispersión por una familia de planos.
Si en lugar de un cristal simple, la muestra consiste en un cristal pulveriza-
do que contiene un gran número de cristales orientados al azar, las direcciones
correspondientes a una familia de planos que satisfacen la condición de Bragg
estarán distribuidas en superficies cónicas alrededor de la dirección de incidencia
40 Sólidos cristalinos
θ
θ
Ranura
θ Cristal
Pantalla
Monocristal
Rayos X
Rayos X dispersados
incidentes
(a) (b)
(fig. 1.28). Si se dispone una placa fotográfica como indica la figura, cada su-
perficie cónica produce un anillo brillante. El conjunto de éstos se conoce como
patrón de Debye-Scherrer. Analizando los patrones que se producen se puede
determinar la estructura del cristal o bien la longitud de onda de los rayos X.
Cristal
pulverizado
φ
(a) (b)
Problemas
1.1. Demostrar que ~a1 = aı̂, ~a2 = â, ~a3 = a2 (ı̂ + ̂ + k̂) es un conjunto de vectores
primitivos de una red b.c.c.
1.2. Demostrar que ~a1 = a2 (−ı̂ + ̂ + k̂), ~a2 = a2 (ı̂ − ̂ + k̂), ~a3 = a2 (ı̂ + ̂ − k̂) es
un conjunto de vectores primitivos de una red b.c.c.
1.3. Demostrar que ~a1 = a2 (̂ + k̂), ~a2 = a2 (ı̂ + k̂), ~a3 = a2 (ı̂ + ̂) es un conjunto
de vectores primitivos de una red f.c.c.
1.4. Demostrar que ~a1 = a2 (ı̂ − k̂), ~a2 = a2 (̂ − k̂), ~a3 = ak̂ es un conjunto de
vectores primitivos de una red f.c.c.
1.6. Demostrar que la red recı́proca de la red recı́proca de una red es ella misma.
1.7. Demostrar que las redes b.c.c. y f.c.c. son mutuamente recı́procas.
1.8. Demostrar que si V = ~a1 ·~a2 ×~a3 es el volumen de una celda unidad primitiva
3
de una red, entonces el volumen de la primera zona de Brillouin es (2π) V
.
42 Sólidos cristalinos
1.9. Dibujar la primera zona de Brillouin para una red hexagonal simple.
1.13. El CsCl cristaliza en una red cúbica simple con una base fı́sica {0, a2 (ı̂ + ̂ +
k̂)}, en la que el primer elemento de la base es un ion Cs+ y el segundo Cl− .
Dar un ejemplo de ı́ndices de Miller de un plano que contenga ambos tipos
de iones. Dar los ı́ndices de Miller de dos planos equivalentes al primero.
¿Cuál es la fracción de iones de cesio en ese plano cristalino?. Interpretarlo.
1.16. Razonar que diferencias habrı́a en las bandas de energı́a, si el sólido consi-
derado es amorfo y no cristalino, como se ha supuesto hasta ahora.
Capı́tulo 2
Imperfecciones
Antes de entrar en materia, se debe hacer notar que a medida que los átomos
del soluto son más pequeños aumenta la probabilidad de tener átomos intersticia-
les frente a átomos substitucionales. Por este motivo, los átomos más importantes
para defectos intersticiales son: C, N, O (todos ellos con un radio menor a 0.8Å).
Las vibraciones de los componentes en la red ideal son una fuente de crea-
ción de defectos en la misma. Ası́, si un átomo vibra con suficiente amplitud es
posible que éste deje una vacante ocupando a su vez otra vacante (fenómeno de
difusión de vacantes), o bien ocupando una posición intersticial (a esta combina-
ción la llamaremos defecto Frenkel), o bien ocupando una posición superficial
(combinación llamada defecto Schottky).
La concentración de equilibrio de cada tipo de defectos puntuales depende de
la temperatura. Vamos a ver cual es la variación de energı́a libre en la creación
isotérmica e isobárica cuasiestática de un defecto: ∆G = ∆H − T ∆S, la variación
Sección 2.2 47
centro VK donde un hueco liga a dos iones negativos de la red (en ausencia de
defectos) o un centro H (donde un hueco liga un ion negativo de la red con un ion
negativo intersticial). En ambos casos se producen pseudomoléculas (similares a
Cl2 ) con espectros tipo moleculares. No es posible observar compuestos de átomos
con números de oxidación positivos donde un electrón sirva de ligadura pues
tampoco existen moléculas covalentes, por ejemplo, de Na.
Los anchos de las lineas de absorción de los centros de color son mucho mayores
que las de los átomos aislados (que son estrechas ya que pueden decaer sólo
mediante emisión de radiación electromagnética y por tanto tienen tiempos de
decaimiento largos) ya que un centro de color, al estar fuertemente acoplado con
el cristal, puede decaer vı́a vibraciones de la red.
En cristales iónicos (aislantes) cuando un electrón se promociona a la banda de
conducción, éste se puede mover de forma localizada con un apantallamiento de
carga debido a una deformación local de la red (causada por la gran intensidad de
la interacción electrón-ion en este tipo de cristales). Ası́ pues, la masa efectiva de
este electrón es distinta a la masa efectiva predicha por una teorı́a de bandas pura.
A la excitación elemental formada por un electrón y su campo de deformación
local de la red se la denomina polarón.
Los defectos puntuales más tı́picos son los que hemos visto hasta ahora. Otro
tipo de defectos llamados excitones están basados en que iones del cristal per-
fecto están en estados electrónicos excitados. Más precisamente podrı́amos decir
que un excitón es un estado ligado formado por un par electrón-hueco. Éste puede
transportar energı́a pero no carga (es neutro eléctricamente). El rango de energı́a
de ligadura de un excitón está entre 1meV y 1eV (tabla 2.1). Esto hace que la
energı́a de formación de excitones sea menor respecto de la del band-gap directo
(o indirecto). Podemos medir la energı́a de ligadura a través de transiciones óp-
ticas desde la banda de valencia, por la diferencia entre la energı́a necesaria para
crear un excitón y para crear un hueco y un electrón libres. También la podemos
medir comparando estas energı́as en luminiscencia de recombinación. O también
mediante fotoionización de excitones (en ésta hay el inconveniente de necesitar
un concentración alta de excitones).
Tabla 2.1: Energı́a de ligadura para excitones en varios materiales (en meV).
50 Imperfecciones
Los dos casos extremos son los excitones de Frenkel (o excitones fuertemente
ligados) que no están localizados como un todo (pueden estar en cualquier lugar
de la red) pero que describen una órbita pequeña, como si fueran átomos. En el
otro extremo, los excitones débilmente ligados o de Mott-Wannier que describen
órbitas muy grandes comparadas con la distancia interatómica (fig. 2.2).
Intensidad (u.a.)
εF
ϕs
FE
EHD
En primer lugar, cabe distinguir entre los dos tipos principales de disloca-
ciones: dislocación en cuña y dislocación helicoidal, que se identifican muy
bien con un dibujo (fig. 2.4). En general, sin embargo, las dislocaciones no tie-
nen porqué ser rectas y se puede definir una dislocación general como una región
unidimensional dentro del cristal que cumple las siguientes propiedades:
Vector de Burgers
b
Línea de C
dislocación
de cuña
A
Línea de
dislocación
helicoidal
Vector de Burgers b
Para que esta definición sea aplicable se debe definir qué es el vector de Bur-
gers: Sea una curva cerrada en un cristal perfecto que pasa por una sucesión de
nudos de la red (y que por tanto puede ser descrita por una secuencia de des-
plazamientos en la red de Bravais). Entonces se recorre la misma secuencia en
el presunto cristal dislocado. Este circuito debe recorrerse lejos de la presunta
dislocación para evitar ambigüedades sobre el significado de misma secuencia. Si
no conseguimos llegar al punto inicial entonces la curva ha rodeado una disloca-
ción y el camino que falta por recorrer para llegar al punto inicial se denomina
vector de Burgers. Bajo esta perspectiva se pueden precisar las diferencias entre
dislocación en cuña y dislocación helicoidal. En una dislocación en cuña ideal el
vector de Burgers es perpendicular a la linea de dislocación y en una dislocación
helicoidal el vector de Burgers es paralelo a la linea de dislocación.
a)
b)
(a) (b)
(c) (d)
Figura 2.6: En (a) los átomos están débilmente atraı́dos por un plano, sin embargo
en (b) un borde los atrae más fuertemente y aún más una esquina (c). Si el cristal
tiene una dislocación helicoidal, ésta atrae a átomos de forma óptima (d).
Ası́ pues, las dislocaciones cambian las propiedades de los materiales siendo
ésto de interés tecnológico fundamental. También es de interés tecnológico que
las dislocaciones (helicoidales, principalmente) favorecen el crecimiento de mate-
riales monocristalinos alrededor de las mismas en forma espiral (fig. 2.6). Como
consecuencia la muestra fabricada sólo tiene un defecto: la dislocación helicoidal.
Esto es debido a que la interacción de la muestra con átomos, moléculas o iones
es máxima alrededor de la dislocación helicoidal.
Si bien podemos visualizar una dislocación en cuña en un cristal perfecto al
que se ha le ha eliminado los átomos que estan en un semiplano cristalino y se
han pegado los bordes nuevamente como la linea que delimita ese semiplano, una
disclinación se puede visualizar como la linea que delimita al sector cilı́ndrico
sito en un cristal perfecto, en el que los bordes se han vuelto a pegar.
54 Imperfecciones
su vez son más simples que en los defectos puntuales, debido a la dimensión de
los mismos. Es fácil observar lı́mites de grano que no sean de inclinación aprove-
chando que los materiales cristalinos son anisótropos. Esta anisotropı́a hace que
si cortamos y pulimos la muestra y después lo atacamos con un reactivo, éste
actúe diferente según las direcciones cristalográficas expuestas. Por tanto la ru-
gosidad resultante hará que refleje con más o menos dispersión la luz que recibe,
por ejemplo de un microscopio óptico y, por tanto, se vean de forma distinguida
los diferentes granos del material. La microscopı́a electrónica de reflexión, con-
cretamente la de barrido (S.E.M.) se usa comúnmente en el estudio de los lı́mites
de inclinación, ası́ como la difracción de radiación X.
Mediante técnicas de microscopı́a electrónica pueden observarse las disloca-
ciones en una muestra. Estas técnicas admiten un aumento mucho mayor y se usa
predominantemente la de transmisión (T.E.M.), aunque en este caso es necesario
que las muestras sean muy delgadas para evitar que los electrones del sistema
óptico se vean absorbidos por la muestra. Su ventaja principal es que (además de
permitir muchos aumentos) se pueden ver defectos lineales de dentro del sólido.
También se puede decorar una dislocación con un material quı́micamente afı́n ya
que en la dislocación las distancias interatómicas están modificadas y por tanto
hay fuerzas no compensadas localmente por el sólido.
Los defectos puntuales pueden observarse por técnicas de microscopı́a electró-
nica, de efecto túnel y de fuerzas atómicas, entre otras.
Las técnicas mencionadas anteriormente son directas, sin embargo hay una
gran cantidad de técnicas indirectas para medir el número de defectos de cada
tipo presente en el sólido cristalino.
Si−Si O−O
1 2 3 4 5 6 ο 7
Si−O O−O Si−O Si−Si r(A)
Figura 2.7: Densidad media del SiO2 vı́treo en función de la distancia. Se indican
las distancias medias de los enlaces.
Problemas
2.1. ¿Cuál es la concentración tı́pica de defectos Schottky a temperatura am-
biente?
Sección 2.6 57
Capı́tulo 3
Propiedades eléctricas
Entre colisiones, la interacción de un electrón dado con otros y con los iones
es muy pequeña, aproximaciones denominadas de electrones independientes
(buena) y de electrones libres respectivamente.
T T+∆T
B B
+ −
P N P N P N
frío
Figura 3.2: Figura esquemática de una célula Peltier. Las placas que acotan los
semiconductores son de material cerámico.
Ex
Ey
Jx
Ey
R(H) ≡
x B
donde q es la carga del portador haciendo la masa efectiva por definición positiva,
para poder aplicar las ideas clásicas de fuerza, aceleración, etc. De esta forma,
midiendo el sentido del campo eléctrico transversal, podemos determinar cuales
son los portadores de carga mayoritarios y su densidad.
z
Vx y
B x
eVx B
Ex
Ey
Jx
V E=/0
Tipo N Tipo P
E=0
Vo
X
E=0
Capa desierta
Figura 3.5: Potencial eléctrico idealizado en una unión P-N sin campo externo.
!
NA ND
eV0 = KB T ln
n2i
E Tipo N Tipo P
Banda de conducción
eVo
EB Eg
EA
Banda de valencia
X
T>O
Como se ve, el campo eléctrico en la capa desierta impide que los portadores
pasen de una zona a la otra y, por tanto, no hay corriente.
Sin embargo, si aplicamos una diferencia de potencial directa V (es decir, tal
que el campo eléctrico se dirija de la zona P a la N) estamos reduciendo el campo
interno facilitando que los electrones en la banda de conducción y los huecos en
Sección 3.3 67
E Tipo N Tipo P
e(Vo −V)
N P
X V
Figura 3.7: Bandas de energı́a en una unión P-N polarizada con una diferencia
de potencial directa.
siendo Is ∼ 1µA la corriente inversa que se obtiene cuando se impone una diferen-
cia de potencial inversa V < 0 y que es proporcional a n2i . Para una diferencia de
potencial inversa muy grande (| V |> VR , VR voltaje de ruptura) la intensidad a
través del diodo crece muchı́simo debido a que hay conducción por efecto túnel
(si e | V0 + V |> Eg con Eg la energı́a del gap) y/o por efecto avalancha.
Transistores. FET
Un transistor4 semiconductor (bipolar) o BJT5 tiene dos uniones P-N
(fig. 3.8). Si en éste observamos las bandas de energı́a al polarizar el sistema
de forma que la unión base–emisor esté polarizada en directo y la unión base–
colector lo esté en inverso, polarización que se dice estar en la zona activa lineal,
obtendremos la figura 3.9.
Con un VE − VB > 0 pequeño se inyectan una gran cantidad de portadores en
la base desde el emisor, portadores que recombinarı́an rápidamente y se irı́an
4
del inglés TRANSfer resISTOR: resistor de transferencia.
5
del inglés Bipolar Junction Transistor: transistor de unión bipolar.
68 Propiedades eléctricas
P N P
X
E B C
IE
IB
I B+ IC
VE VB IC VC
por la base (IB ≈ IE ). Sin embargo los transistores se construyen de forma que la
base sea muy estrecha y que los portadores inyectados en ésta estén en el colector
antes que se den cuenta. Por tanto, obtendremos IB ≈ 0 y IE ≈ IC . Debido a que
VB − VC VE − VB la potencia de la señal que sale del colector es mayor que la
que entra por el emisor, con lo que vemos que el transistor es un amplificador
de potencia. Esta es una de las más importantes aplicaciones analógicas de los
BJT polarizados en la zona activa lineal. Los BJT polarizados de otras formas
tienen sus aplicaciones más importantes en el ámbito de la electrónica digital.
Hemos dicho que el transistor de unión es un dispositivo bipolar, sin embargo
se puede construir un transistor de efecto campo o FET6 (fig. 3.10) que es
un dispositivo monopolar en el que sólo conducen un tipo de portadores.
PUERTA
METAL
FUENTE
AISLANTE
DRENAJE
+ +
N P N
Los FET pueden ser, o bien JFET7 o IGFET8 , categorı́a última a la que
pertenecen los MISFET9 (fig. 3.10) y los MOSFET10 . En el FET , el contacto
de puerta11 produce un campo eléctrico (de aquı́ viene el nombre FET ), de forma
parecida a como lo hace un condensador plano, polarizando a los portadores en N
y P de forma que la cantidad de portadores disponibles de un tipo es mucho mayor
que la usual (fig. 3.11). Poniendo entonces una ligera diferencia de potencial entre
los contactos fuente12 y drenaje13 conseguiremos que la intensidad que pase por
6
del inglés Field Effect Transistor
7
del inglés Junction Field Effect Transistor : transistor de unión de efecto campo.
8
del inglés Insulated Gate Field Effect Transistor : transistor de efecto campo de puerta
aislada.
9
del inglés Metal Insulator Semiconductor Field Effect Transistor : transistor de efecto campo
metal aislante semiconductor.
10
del inglés Metal Oxide Semiconductor Field Effect Transistor : transistor de efecto campo
metal óxido semiconductor.
11
en inglés gate.
12
en inglés source.
13
en inglés drain.
70 Propiedades eléctricas
+
DRENAJE
+ +
N P N
Procesado de semiconductores
El procesado de los semiconductores consistente en transformar la sı́lice en
materiales semiconductores aptos para el uso microelectrónico en chips se puede
resumir en los siguientes pasos:
Las etapas que siguen son especı́ficas para el tipo de componente que se nece-
sita, cuidando de enmascarar las zonas que no deseamos modificar con SiO2
(muy estable y con una difusión muy pequeña). Por ejemplo, para obtener
zonas dopadas de forma distinta al substrato se puede hacer por difusión
72 Propiedades eléctricas
Problemas
3.1. La densidad del cobre es 8.93·103 Kg
m3
. Calcular el número de electrones libres
por metro cúbico y deducir su velocidad media si fluye por la muestra una
A
densidad de corriente eléctrica de 1 cm 2.
3.9. ¿Por qué la zona de deplexión o capa desierta está cargada eléctricamente?
Sección 3.3 73
3.11. Razonar cual puede ser el mecanismo microscópico del efecto Seebeck.
Capı́tulo 4
Propiedades mecánicas y
térmicas
σ
e
ook
1: Límite proporcional
de H
Ley
3: Punto de fractura
3
4
2 4: Resistencia a la tracción
Módulo de resiliencia
1
Tenacidad estática
0.2% ε
fractura de un material puede ser frágil (que se produce sin haber antes una
deformación plástica apreciable) o bien dúctil (que se produce después de una
deformación plástica apreciable). La ductilidad es la propiedad que indica si
un material puede deformarse plásticamente sin romperse. El mecanismo de la
fractura es muy complejo e incluye fenómenos de tipo mecánico, térmico, sonoro,
electrónico, etc y depende mucho de las imperfecciones en el material (cap. 2).
La resiliencia es la capacidad que tiene un material de absorber energı́a
elástica cuando es deformado y de cederla cuando no se aplica ningún esfuerzo
y el módulo de resiliencia Ur es una medida de esta capacidad. Los materiales
resilientes tienen un lı́mite elástico alto y un módulo elástico bajo.
La tenacidad es la capacidad de un material de absorber energı́a, elástica
o no, antes de la fractura. Un material tenaz tiene alta ductilidad y resistencia.
Podemos distinguir, según el tipo de ensayo que realicemos, la tenacidad estática
y la tenacidad dinámica. Esta última da cuenta de la resistencia al impacto de la
muestra o de su tenacidad cuando una entalla está presente. La dureza es una
medida de la resistencia a la deformación plástica localizada. Hay muchas escalas
para medir dureza y la conversión entre ellas depende del tipo de material y de
las condiciones de medida.
4.2. Fonones
Los iones en la red cristalina tienen un potencial de interacción entre ellos,
correspondiente a las fuerzas interatómicas. Este potencial puede aproximarse co-
mo la suma de dos potencias inversas de la distancia interatómica, en el que se
deben ajustar los parámetros libres: V = − Crn1 + rCm2 con m > n (fig. 4.2). Este
tipo de potenciales presentan un mı́nimo que se corresponde con la distancia inte-
ratómica de equilibrio, que es la que toman los átomos a temperatura 0K. Cerca
de este mı́nimo se puede aproximar el potencial a una parábola, correspondien-
te al potencial de un muelle que cumple la ley de Hooke. Por lo tanto tenemos
que para vibraciones pequeñas procedentes de la agitación térmica como las que
mantienen la fase sólida, el comportamiento del sólido respecto de los nudos de la
red, si estos no cambian sus posiciones, entonces puede aproximarse a un sistema
de partı́culas dispuestas en extremos de muelles entrelazados (fig. 4.3).
Estos muelles entrelazados hacen que la agitación térmica esté acoplada en
los distintos nudos de la red. De esta manera la agitación térmica se describe
a través de modos normales de la red (es decir, básicamente a través de ondas
estacionarias) que representan la vibración colectiva de los nudos de la red. El
Sección 4.2 79
Energía potencial
5
E5 E3
E4 r2
E3 E2
E2 r1
E1 E1
r0
(a) (b)
cv = AT 3
Sección 4.3 81
cv = 3NA KB
Conductividad térmica
La conductividad térmica κ es la capacidad que tiene un material para
transferir calor, que no sea debido ni a radiación, ni a convección (donde hay
transporte de masa además de transporte de calor).
La conducción de calor en sólidos se realiza mediante dos mecanismos: el
primero es debido a las vibraciones de los nudos de la red (fonones), y el más
82 Propiedades mecánicas y térmicas
Dilatación térmica
La dilatación térmica es la propiedad que experimentan los materiales al
expandirse o contraerse cuando se calientan (o enfrı́an). Ası́, la variación relativa
de longitud de un material al aumentar un grado su temperatura es el coeficiente
de dilatación lineal αl , que en materiales anisótropos puede depender de la di-
rección. La variación relativa de volumen de un material al aumentar un grado
su temperatura es el coeficiente de dilatación de volumen αv . Si el material es
isótropo αv = 3αl . Los coeficientes de dilatación son casi siempre positivos (una
excepción es el agua entre 0 y 4◦ C).
Sección 4.3 83
Problemas
4.1. Comentar la afirmación: todos los materiales dúctiles son blandos.
Debye para el cobre sabiendo que el calor especı́fico del mismo a 15K es de
J
4.60 KgK . Razonar la coherencia de la solución.
4.6. ¿Por qué podemos usar dos tiras metálicas de materiales distintos, pegadas
a lo largo de su longitud como parte de un termostato?
4.7. ¿Por qué la sensación térmica de un material metálico es más frı́a que la de
un material no metálico, aún cuando estén a la misma temperatura, si ésta
es menor que la del cuerpo humano?
4.9. Con argumentos del problema anterior, razonar porqué no se cumple la ley
de Dulong-Petit a bajas temperaturas.
Capı́tulo 5
Materiales magnéticos y
dieléctricos
~ = µ0 (H
B ~ +M
~)
~ = 0 E
D ~ + P~
~ =ρ
∇·D
1
En lo que queda del capı́tulo usaremos este sistema de unidades
86 Materiales magnéticos y dieléctricos
~ =0
∇·B
~
~ = − ∂B
∇×E
∂t
Los campos eléctricos variables y las corrientes eléctricas crean campos mag-
néticos.
~
∂D
~ = J~ +
∇×H
∂t
F~ = q(E
~ + ~v × B)
~
~ = E
D ~ = 0 r E
~
~ = 1B
H ~ = 1 B ~
µ µ0 µr
donde la permitividad y la permeabilidad2 µ en sistemas no isótropos tienen
carácter tensorial3 y la permitividad r y la permeabilidad µr relativas pueden
depender de E ~ yB ~ y valen 1 en el vacı́o.
Hay también otros parámetros que se definen como la susceptibilidad χ y la
susceptibilidad eléctrica χe que expresan como cambian las polarizaciones respec-
to los campos. Por tanto, los tipos diferentes de materiales magnéticos o eléctricos
hacen referencia al comportamiento de las susceptibilidades.
2
La permeabilidad µ puede dar lugar a confusión con el momento dipolar magnético que se
denota por la misma letra griega. Por este motivo normalmente expresaremos la primera como
el producto de la permeabilidad en el vacı́o por la permeabilidad relativa.
3
En este caso esto significa que pueden ser representadas como matrices.
Sección 5.1 87
P~ = 0 χe E
~
~ = χH
M ~
desordenadora que hace que los dipolos no se ordenen todos, sino sólo una frac-
ción.
En este caso la magnetización por unidad de volumen será:
1
P
i µ ~
~i · B
M=
V B
~ es el campo magnético y ~µi es el momento magnético de cada partı́cula.
donde B
Entonces,
~ = µcos(αi )B
~µi · B
y por tanto,
siendo a = KµBBT
se obtiene que < cos(αi ) >= L(a), donde L(x) = coth(x) − x1 es
la función de Langevin.
Ası́ pues χ = MH
= µ0 MB
= µ0 N Bµ L( KµB
BT
). Obsérvese que para temperaturas
tendiendo a 0K y campos diferentes de 0 la función de Langevin tiende a 1 y la
magnetización a la de saturación N µ y que para temperaturas muy grandes la
función de Langevin tiende a 0 y por tanto no hay magnetización. La curva de
magnetización se representa en la figura 5.1.
Para valores de KµB
BT
muy pequeños se obtiene la ley de Curie (que expresa
que la susceptibilidad no depende del campo aplicado):
µ2
χ = µ0 N
2KB T
Si tenemos que los momentos magnéticos están cuantificados se deben usar
sólo las energı́as discretas permitidas. En ese caso se obtiene una magnetización
ligeramente distinta y viene caracterizada por funciones de Brillouin y no por las
de Langevin.
Sección 5.1 89
Ms
B
Figura 5.1: Curva de magnetización de un paramagneto clásico.
EF
µBB
−µBB
B=0
(a) (b)
(c)
Figura 5.2: Esquemas del origen del paramagnetismo metálico. (a) Bandas de
energı́a iniciales sin campo, (b) Bandas de energı́a desplazadas debido al cam-
po magnético, situación inicial inestable de ocupación de estados, (c) Situación
estacionaria final con campo magnético aplicado.
Sección 5.2 91
1 e2 r2 B
∆µ = erdv = ∼ 10−5 µB
2 4me
tal como habı́amos predicho.
M/Nµ
1
L[ λ µ M/ kT]
M
M=0
T > Tc
M/Nµ
1
L[ λ µ M/ kT]
M=0 M
T< Tc
Ms H=0
Tc
T
Bα M
Bs
Br
H H
c
Ha=0
H
S N
S N
N S
Figura 5.8: Esquema de los distintos tipos de materiales magnéticos con interac-
ción fuerte.
Los materiales de tipo ferromagnético pueden dar lugar a frustración, que con-
siste en que un sistema de dipolos magnéticos no puede colocarse en un estado de
mı́nima energı́a (fig. 5.9). En este sentido, hay otras propiedades que presentan
sistemas desordenados como ferrofluidos (dispersión coloidal estable de monodo-
minios magnéticos), vidrios de espı́n, etc. que no se estudiarán aquı́ y que definen
otros tipos de materiales magnéticos como los superparamagnéticos, entre otros.
?
Figura 5.9: En un sistema antiferromagnético y en una red triangular, impuestos
dos espines, el tercero queda indeterminado (frustración).
magnético. Ası́, ∆E = hν. Se hace variar H ~ con frecuencia ν creciente hasta que
se produce la transición y en ésta se conocen la posición relativa y magnitud de
los niveles de energı́a. Hay varios tipos de resonancia magnética4 , entre los cuales
están:
5.4. Aplicaciones
Instrumentos de medida. Son EPR, NMR, Mössbauer, otros sensores
magnéticos (que usan propiedades como: magnetostricción, magnetotorsión,
~
magnetoresistencia, efecto Hall (aparición de un voltaje perpendicular a H
~ etc).
y a I),
Otros.
5.5. Dieléctricos
Los dieléctricos son los materiales por excelencia donde se ponen en manifies-
to propiedades eléctricas distintas de la de los conductores o semiconductores.
En general se puede decir que un dieléctrico es un no conductor, y es en este
100 Materiales magnéticos y dieléctricos
sentido que en los dieléctricos la carga electrónica no está libre: los electrones, al
igual que los iones, están localizados. La dificultad de transporte de la carga hace
que los dieléctricos sean capaces de acumular o almacenar carga. Ası́, los enlaces
iónico-covalentes y los Van der Waals entre átomos con capas electrónicas cerra-
das darán lugar a materiales dieléctricos, donde las bandas de valencia estarán
llenas de estos electrones localizados y las bandas de conducción apreciablemente
alejadas de las de valencia estarán practicamente vacı́as por ser muy pequeña la
promoción electrónica. Los pocos electrones promocionados en un buen dieléc-
trico harán que aplicando campos de unos cientos de voltios por centı́metro se
obtengan corrientes eléctricas tan bajas como 10−9 A. Es patente el hecho que los
materiales dieléctricos son capaces de cargarse mediante procesos de rozamiento.
Aunque es un fenómeno no explicado completamente una solución tentativa pue-
de ser que en materiales como el vidrio común tenemos en las superficies externas
una interrupción de la red, cristalina o vı́trea, de forma que hay enlaces libres
que pueden perder electrones en un proceso de rozamiento adquiriendo el vidrio
una carga neta positiva. En materiales poliméricos como resinas, baquelita, seda,
nailon, etc. hay mucha facilidad de perder iones H+ adquiriendo estos materiales
una carga neta negativa. Hay que señalar que todos estos materiales cargados
superficialmente pierden fácilmente su carga con los iones OH− y H+ presentes
en el aire húmedo.
ε
int.
or.
at.
el.
−1
10 0 10
2 4
10
6
10
8
10 10
10 12
10
14
10
16
10 ν (Hz)
Figura 5.10: Espectro de frecuencias de la permitividad para un material hipoté-
tico.
y otro coeficiente,
! !
∂E ∂S
g= − =
∂T P
∂P T
a) b) c)
∂D
p=
∂T
C
χe =
T − Tc
Problemas
5.1. ¿Depende la susceptibilidad diamagnética de la temperatura? ¿Cómo?
5.10. Del problema anterior, explicar cuál puede ser el origen de cada una de
estas energı́as en relación a los tipos de anisotropı́a ası́ como razonar las
condiciones que se deben cumplir entre esas energı́as para que un material
magnético sea blando o duro, presente comportamiento antiferromagnético
o simplemente no presente comportamiento de tipo ferromagnético.
Capı́tulo 6
Superconductividad
dB~i
ρ=0⇒ =0
dt
Una consecuencia importante es que un conductor perfecto mantiene su mag-
netización constante, puesto que aunque se anule la inducción magnética exterior
al ser el flujo magnético no nulo se crean corrientes persistentes para mantenerlo
constante.
Una diferencia fundamental entre un conductor perfecto y un superconductor
estriba en que este último presenta el efecto Meissner-Ochsenfeld que consiste
Sección 6.1 107
~i = 0
ρ=0⇒B
pareja de Cooper es un bosón (es decir tiene espı́n total entero) con lo que no
verifica el principio de exclusión de Pauli y todas las parejas de Cooper pueden
estar en el estado fundamental particular, que será un estado que permitirá que la
resistividad baje a cero. De esta manera se puede representar esquemáticamente
el band-gap de energı́a (fig. 6.1).
( estado fundamental )
sc 2EF − 2∆
n EF
El hecho de la existencia de una zona prohibida hace que se puedan romper las
parejas de Cooper a través de la interacción con fotones de energı́a mayor que dos
veces el ancho de la zona prohibida. Generalmente esta energı́a se corresponde con
la de fotones de radiación infrarroja. A T > 0K la excitación térmica complica la
interpretación.
El efecto isotópico (también verificado por los superconductores de alta
temperatura crı́tica) dice que Tc = f ([isót.]), concretamente M α Tc = cte. siendo
α ≈ 0,5. Esto refuerza el argumento que en superconductividad juega un papel
importante el hecho de la interacción electrón-fonón.
También los superconductores en las uniones presentan un efecto túnel carac-
terı́stico, que dejaremos para más adelante.
Las aplicaciones principales son claras:
Aprovechamiento del uso de un conductor perfecto.
Estado intermedio
En un superconductor la inducción magnética B ~ en el interior es nula, sin
embargo el campo magnético H ~ puede ser distinto de cero debido a las corrientes
eléctricas superficiales que provocan una magnetización no nula. Ésta implica la
existencia de un factor desmagnetizador.
F A B C
E D
Figura 6.2: Esquema que ilustra el apantallamiento de un campo por las corrientes
superficiales creadas en un superconductor.
~
~ i = Ha
H
1−n
~
~ ef = xsc · 0 + xn · Bn ≡ η B
B ~ n = ηµ0 H
~i
xsc + xn
~ ef = B
encontrándose que M ~ ef /µ0 − H
~ i y por tanto:
~a
H
~i =
H
1 + n(η − 1)
Hi Bef.
H’c Hc Ha H’c Hc Ha
−M
H’c Hc Ha
Superconductores de tipo II
Ha =0
B=0
B=0
B=0
Hc H c Hc Ha
1 2
sc
sc
sc
n
n
EF
(d) ∆ /e ∆ /e V
En el caso que el voltaje aplicado sea negativo tampoco puede haber efecto
túnel hasta que ése sea −∆/e y pueda ir un electrón desde los estados ocupados
de la banda de conducción electrónica del superconductor hasta la parte superior
de la banda de conducción del metal normal. Además también es posible que
se pueda romper una pareja de Cooper yendo uno de los electrones al nivel de
cuasipartı́cula (es precisamente por esto que se necesita esa energı́a) y el otro cae
al nivel de Fermi del material metálico normal. Obsérvese que cuando hay un solo
electrón involucrado para que haya conservación de la energı́a, éste debe moverse
horizontalmente en el eje de energı́as. Si están involucrados dos, entonces pueden
moverse en varias direcciones de forma que la conservación de energı́a total se
produzca (es decir uno debe aumentar su energı́a y el otro disminuirla).
Supongamos que tenemos dos superconductores idénticos a T 6= 0K (entonces
hay niveles llenos de cuasipartı́culas). Si no aplicamos diferencia de potencial
alguna entonces no puede haber corriente túnel. Si aplicamos una diferencia de
potencial, desde el primer momento las partı́culas excitadas podrán experimentar
efecto túnel pero como éstas son pocas la corriente es pequeña y constante aunque
se aumente la diferencia de potencial. Esto ocurre hasta que V alcanza el valor
2∆/e donde es posible que los electrones de la banda de conducción llena de un
superconductor vayan a los niveles cuasiparticulares de la banda de conducción del
otro superconductor. Además, es posible la desintegración de un par de Cooper
(fig. 6.7) y que cada electrón vaya a una de las sendas bandas de niveles de
cuasipartı́culas.
Si los superconductores son distintos el esquema I-V es distinto (fig. 6.8) pero
se interpreta de forma similar. Obsérvese (fig. 6.8) que hay una zona de resistencia
diferencial negativa, en la que no profundizaremos.
Junto a todas estas formas de efecto túnel, existe el efecto Josephson que
es un efecto túnel de las parejas de Cooper en sı́ mismas, posible porque el con-
densado de parejas admite muchas de éstas. Aparece para capas aislantes muy
finas colocadas entre dos superconductores cuando no hay ninguna diferencia de
potencial entre los dos superconductores. A este flujo se le denomina superco-
rriente túnel. Si la densidad de corriente Josephson sobrepasa el valor jc aparece
una diferencia de potencial V a través de la unión experimentando efecto túnel
simultáneamente electrones y parejas de Cooper. Los pares de Cooper ahora no
pueden conservar la energı́a por sı́ solos, por tanto es necesario hacer el balance
de energı́a por otros medios, en este caso se emite un fotón de frecuencia ν y
energı́a 2V e. Este efecto se denomina efecto Josephson de corriente alterna. Co-
mo V ∼ 10−3 V entonces la radiación es de microondas. Con medidas de efecto
Sección 6.3 117
−4
(a) V = 0 (b) V~10 V
I
2∆
2∆ /e V
(d)
(c) V = 2∆ /e
Figura 6.7: Efecto túnel entre dos superconductores iguales. (a, b, c) esquemas
para distintos V aplicados y (d) caracterı́stica I-V.
V
(∆ 2− ∆1) /e 2 ∆1/e
Figura 6.8: Caracterı́stica I-V del efecto túnel entre dos superconductores distin-
tos.
118 Superconductividad
Josephson se puede determinar con precisión los band-gap de energı́a del estado
superconductor y su variación con la temperatura y/o con un campo magnético.
El efecto Josephson se puede caracterizar completamente con el comporta-
miento de la diferencia de fases en la función de onda del par de Cooper entre
uno de los superconductores y el otro. Se puede demostrar que la supercorriente
Josephson is = ic sen(∆φ) donde ic es la corriente crı́tica del gap, y que el voltaje
que se desarrolla entre los dos superconductores es 2V e = h̄ dtd ∆φ.
is
R C V
Las uniones débiles son una generalización de las uniones Josephson. Pueden
ser contactos puntuales o bien estrechamientos importantes del superconductor.
Su comportamiento cualitativo es el mismo que el de las uniones Josephson debido
a que también en la unión débil la corriente crı́tica es mucho menor que en el
superconductor.
Una aplicación muy importante del efecto Josephson es el SQUID1 que es un
anillo superconductor con una o más uniones débiles. Debido a que las corrientes
que pueden pasar por las uniones débiles son muy pequeñas, el momento lineal
de las parejas de Cooper también será pequeño y, en consecuencia, tendrán una
longitud de onda muy grande por lo que sino hay campo aplicado la diferencia
de fases es casi nula.
En lı́neas generales, el fundamento de un SQUID es el siguiente: si tenemos un
anillo superconductor que se ha enfriado sin campo, y en estado superconductor
se impone un campo magnético entonces aparece una supercorriente i que cancela
el campo interior de forma que L | i |= Φa donde L es la autoinductancia del
anillo. Si hay uniones débiles, se sigue que la corriente crı́tica es muy pequeña,
por tanto (excepto para campos aplicados extremadamente pequeños) no puede
circular suficiente corriente para anular el campo magnético en el interior. Además
la corriente que circula no puede cambiar significativamente la diferencia de fase a
través de ella. La mayor parte de los SQUID se construyen de forma que ic L Φ0
(Φ0 es el flujo magnético de un fluxón: flujo magnético cuantificado). Entonces
Φ ≈ Φa (y no tiene porque ser un número entero de fluxones debido a la unión
débil).
Se puede demostrar que la diferencia de fase producida por un campo mag-
nético es ∆φ(B) = 2π ΦΦa0 . Sin embargo, la fase debe tener un cambio entero de
2π en un anillo superconductor. Por tanto se creará una corriente i que hará
que la diferencia de fase total (si hay m uniones débiles) sea un múltiplo entero
de 2π: ∆φ(B) + m∆φ(i) = 2πn. En general, se deben medir las variaciones de
intensidad producidas por cambios muy pequeños de flujo magnético, de forma
que la diferencia de fase en el anillo sea un múltiplo de 2π. De esta manera las
variaciones en intensidad tendrán un periodo equivalente a la variación del flujo
de un fluxón. Esto permite usar el SQUID como un magnetómetro muy preciso.
1
del inglés Superconducting QUantum Interference Device: Dispositivo superconductor de
interferencia cuántica.
120 Superconductividad
Problemas
6.1. ¿Qué significa que el campo magnético desordena el superconductor? ¿Por
qué lo hace?
6.2. Explicar que es una pareja de Cooper. ¿Por qué es un ingrediente funda-
mental de la superconductividad?
6.4. Interpretar la curva I-V de efecto túnel electrónico (fig. 6.8) para dos su-
perconductores distintos2 .
6.6. Ilustrar las diferencias y similitudes del estado intermedio de los supercon-
ductores de tipo I y del estado mezcla de los superconductores de tipo II
con ejemplos ajenos a los superconductores.
6.8. En el sentido del problema anterior, razonar si el estado mezcla puede con-
siderarse como resultado de una anisotropı́a de forma. ¿Por qué?
6.10. Calcular diferencia de potencial continua que aparece a través de una unión
Josephson de mercurio a 0.2K si se “ilumina” con radiación electromagnética
de 483.6MHz (h = 4,136 · 10−15 eV · s).
2
I. Giaver & E. Megerle, Phys. Rev. 122, 1101 (1961).
121
Capı́tulo 7
Materiales ópticos
ν λ hν
Frecuencia Longitud de Energía Fuente Generación
(Hz) onda (m) fotónica (eV) Microscópica Detección artificial
10 22 Núcleo Contadores
RAYOS γ
−13 atómico Geiger Aceleradores
10
6 y
10
Electrones de destellos
Tubos de
RAYOS X Cámara de
−10 internos rayos X
1A 10 ionización
−9 3
1 nm 10 10 Electrones
ULTRAVIOLETA internos y Fotoeléctrico
10 externos Fotomultiplicador Láseres
10 15 −6
1µ 10 1 LUZ VISIBLE Electrones externos Ojo Arcos
10 14 −1 Vibraciones Bolómetro Chispas
10 moleculares Lámparas
INFRARROJO
y Termopila Cuerpos
1THz 10 12 calientes
rotaciones
Magnetrón
1cm 10 −2 MICROONDAS Spin electrónico Klystrón
Spin nuclear Tubo de
1GHz 10 9 línea 21cm H −6 Rádar ondas viajeras
10 TV UHF Cristal
1m 10 0 H TV VHF Radio FM
Circuitos Circuitos
1MHz 6 10 2 Onda corta
10 electrónicos electrónicos
1 km 10 3
RADIOFRECUENCIA
5 −11 Generadores
10 10
1kHz 10 3 de CA
Tendido eléctrico
Aquellos procesos donde se conserva la energı́a del fotón (tabla 7.1) son
los fenómenos que estudia la óptica fı́sica y suele bastar para su tratamiento con-
siderar, en primera aproximación, a la materia identificada por constantes ma-
croscópicas como el ı́ndice de refracción, sin considerar los efectos de carácter
cuántico.
El estudio detallado de la absorción y emisión de radiación, los fenómenos
con aparición de cargas eléctricas y aún aquellos de dispersión con cambio de fre-
cuencia requieren considerar a la materia microscópicamente teniendo en cuenta
124 Materiales ópticos
Gases a 0◦ C
√
Material r n
Aire 1.000294 1.000293
He 1.000034 1.000036
H2 1.000131 1.000132
CO2 1.00049 1.00045
Lı́quidos a 20◦ C
√
Material r n
Benceno 1.51 1.501
H2 O 8.96 1.333
Etanol 5.08 1.361
Tetracloruro de carbono 4.63 1.461
Sólidos a 20◦ C
√
Material r n
Diamante 4.06 2.419
Ámbar 1.6 1.55
Sı́lice fundida 1.94 1.458
NaCl 2.37 1.50
~ 0 eıω(t−ñ ~rc·v̂ )
~ =E
E
I = I0 e−α~r·v̂
siendo α = 2 ωκ
c
= 4π λκ0 el llamado coeficiente de absorción o de atenuación.
La curva que expresa el valor de α en función de la energı́a (hν = h̄ω) o
en función de la longitud de onda de la radiación en el vacı́o λ0 se denomina
espectro de absorción (figs. 7.2 y 7.3).
15
−1
−1
105
4
10 10
3
10
5
2
10
0
0.2 0.5 1 2 3 4 567 10 20 0.1 0.2 0.5 1 2 4 6 10 20 50 100
Longitud de onda (µ m) Longitud de onda (µ m)
(a) (b)
1.0
Ag
0.8
Absorbancia
Au
0.6
0.4 Cu
0.2 Al
0
200 300 500 700 900 1100
Longitud de onda (nm)
hasta aquı́, funciona bien en la región infrarroja, donde las longitudes de onda son
largas y las frecuencias relativamente bajas. Cuando la longitud de onda decrece,
comienza a hacerse patente la naturaleza granular de la materia, de forma que, a
frecuencias ópticas, los resultados experimentales ya no son adecuadamente repre-
sentados por este modelo y debe retornarse a los modelos atómicos clásicos (como
el de Drude (cap. 3) y otros similares). Estos modelos dan resultados adecuados,
aún sin entrar de lleno en el dominio de la mecánica cuántica, considerando al
material metálico como una red de iones con unos electrones ligados interiores y
un gas de electrones libres. Los electrones ligados tendrán frecuencias de resonan-
cia como ocurre en los dieléctricos y los libres darán reflexión independiente de la
longitud de onda. Con un medio ası́ se puede llegar a una relación de dispersión
análoga a la de los dieléctricos en la que aparecerán independientemente una con-
tribución del gas de electrones y otra de los electrones ligados. Un indicio para
establecer la importancia de utilizar esta relación u otra más sencilla, consiste en
ver si el material metálico presenta coloración o no. Si la presenta, es un indicio de
la relevancia de los electrones ligados en el material que reflejarán y absorberán
selectivamente (fig. 7.3).
Como ejemplos prácticos, tanto el oro como el cobre presentan una colora-
ción rojo amarillenta porque las reflectividades son más altas en esas frecuencias:
para frecuencias más pequeñas de la zona visible el oro aparece amarillento, en
tanto que una lámina de oro muy delgada (una pelı́cula suficientemente delgada
para que la profundidad de penetración sea mayor que el espesor y permita la
transmisión) transmite, en este caso, luz de color predominantemente verde azu-
lado. El material aparece con estos colores cuando se observa por transmisión y
es iluminado con luz blanca.
1.0 Reflejada
Balance de energía
0.8 Absorbida
0.6
0.4
Transmitida
0.2
0
0.8 0.8
R
0.6 0.6
0.4 0.4
R R
R
0.2 0.2
R
0 0
0 30 60 90 0 30 60 90
A. Brewster A. Brewster
Ángulo de incidencia ( ) Ángulo de incidencia ( )
(a) (b)
Figura 7.5: Coeficientes de reflexión para (a) un material metálico y (b) uno
dieléctrico.
En En
Figura 7.6: Absorción de un fotón por un átomo aislado idealizado (dos niveles).
En+s En+s
hν
En En
Figura 7.7: Emisión espontánea de un fotón por un átomo aislado idealizado (dos
niveles).
En+s En+s
hν hν
En En
Figura 7.8: Emisión estimulada de un fotón por un átomo aislado idealizado (dos
niveles).
Materiales metálicos.
En un sólido metálico, la banda de conducción está parcialmente llena
(fig. 1.16). Los fotones correspondientes a la radiación visible, entre 1.8
y 3.1eV, excitan a los electrones hacia estados energéticos no ocupados por
encima del nivel de Fermi (fig. 7.9). A diferencia del caso del átomo aislado,
siempre hay niveles vacı́os que permiten las transiciones electrónicas. Esto
hace que todas las energı́as fotónicas ópticas coincidan con algún valor de
energı́a permitido, con lo que se favorece la absorción del fotón considerado.
E a) E b)
hν Energía hν
de Fermi
B.C. B.C.
hν hν
Eg
B.V. B.V.
a) a)
Figura 7.10: Absorción (a) y emisión (b) directas por un material aislante o se-
miconductor intrı́nseco.
B.C. B.C.
Eg
B.V. B.V.
a) b)
Figura 7.11: Absorción (a) y emisión (b) indirectas por un material aislante o
semiconductor intrı́nseco.
Presencia de imperfecciones
BC BC
hν
hν’
(a) BV (b) BV
BC BC
hν E =hν
hν’’ hν’’
BV (c) BV (d)
0.9
0.8
Transmitancia
Zafiro
0.7
Rubí
0.6
0.5
0.4
0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1.0
Longitud de onda (µ m)
El rubı́ tiene una importancia histórica adicional pues fue utilizado para
construir el primer láser que funcionó, aunque su importancia actual ha
disminuido frente a otros láseres sólidos como el de Neodimio (en matriz de
vidrio o YAG3 ) o el de Titanio-Zafiro, y frente a láseres gaseosos como el
de Helio-Neón o el de Argón.
El dopado con otros óxidos que introducen algunos iones caracterı́sticos en
vidrios inorgánicos suele ser muy utilizado para fabricar vidrios coloreados,
de aplicación en cristalerı́a y en vidrios para la industria de la construcción
y de la decoración.
Luminiscencia
de diverso tipo. El color del LED depende del semiconductor con el que se
ha fabricado.
Por último, la luz del sol da energı́a a las cargas eléctricas en las célu-
las fotovoltaicas o baterı́as solares donde se emplean semiconductores. En
cierto sentido su funcionamiento es inverso al de los LEDs. Se utiliza una
unión P-N en la cual los electrones y los huecos fotoexcitados se alejan de la
unión en direcciones opuestas y forman parte de una corriente cuyo circuito
se cierra externamente sobre una carga. En su construcción el material más
utilizado es el silicio, cuya abundancia en la corteza terrestre lo hace viable.
Sin embargo, el silicio monocristalino de alta pureza es muy costoso y hace
que se use el silicio en su variedad amorfa hidrogenada (capı́tulo 8) o poli-
cristalina. El coste económico, la insensibilidad a la presencia de impurezas
y su estabilidad hacen que sea muy viable e interesante para la industria.
7.5. Láseres
Radiación coherente
En todos los tipos de emisión vistos hasta aquı́, la aparición de cada fotón es
espontánea, es decir independiente de la presencia de los demás fotones y por lo
tanto se encontrarán fotones con todas las fases posibles distribuidas aleatoria-
mente, con todas las componentes de polarización y sin correlación alguna entre
unos y otros. Si consideramos la distribución de las frecuencias emitidas, salvo en
los casos en los que intervienen estados puros entre los que se emiten espectros de
lı́neas, normalmente son distribuciones de frecuencias de bandas anchas compa-
rables a las de absorción. Este tipo de radiación natural se conoce como radiación
incoherente.
Desde que en 1960 se fabricó el primer dispositivo, el interés creciente por tener
anchos de lı́nea lo más angostos posibles, con fotones correlacionados en fase y
con polarización única y definida por el conjunto de los fotones emitidos llevó al
desarrollo de las fuentes de radiación coherentes o láseres. El láser en realidad
no amplifica la luz, sino que es un oscilador, o sea, un dispositivo que tomando
energı́a de una fuente continua o alternante es capaz de crear una oscilación,
continua o alternante, de frecuencia muy pura y que mantiene sus propiedades
de fase y frecuencia en una distancia relativamente larga. A esta distancia se la
denomina longitud de coherencia y a la radiación, radiación coherente.
Disponer de estas propiedades, que se obtienen con cierta facilidad en la re-
142 Materiales ópticos
Transiciones no
radiativas
Estado
verde metaestable
LASER
azul
rojo
Bombeo (absorción)
Estado
fundamental
Si uno de los espejos en lugar de ser reflector perfecto tiene algo de transmitan-
cia, por ejemplo transmite 10 % y refleja un 90 %, de cada cien fotones que llegan
a él, noventa se reflejan permaneciendo en el interior y diez salen al exterior como
radiación coherente. Los noventa restantes continuarán el proceso de amplifica-
ción logrando que en el siguiente viaje lleguen nuevamente al espejo parcialmente
reflector cien fotones. Gracias al proceso de amplificación por emisión estimulada
se puede obtener la salida útil. El láser de rubı́ tiene una emisión pulsada en
144 Materiales ópticos
Rubí
Haz
Electrodo
disparador
Lámpara de destellos
Láseres semiconductores
Hemos visto que una unión P-N puede producir alta intensidad luminosa al
introducir una corriente directa capaz de generar una alta tasa de recombinación.
Si la unión se lleva a niveles de excitación para los cuales la cantidad de porta-
dores que pueden recombinarse está en condiciones de inversión de población y
si aparecen un número suficiente de fotones en fase que puedan producir emisión
estimulada en la región del espacio donde la recombinación se está produciendo
(la capa desierta) (fig. 7.16), se puede obtener radiación coherente cuando la ga-
nancia supera a las pérdidas. En estas condiciones el ancho de frecuencias de la
emisión se angosta notablemente y la potencia en esa lı́nea de frecuencia definida
crece y alcanza picos de potencia por intervalo de frecuencia, es decir la emisión
se hace coherente. Para lograr el número de fotones necesarios se debe orientar la
dirección de la unión en la dirección de una cavidad óptica (dos espejos enfrenta-
dos como en el caso del rubı́). Estos espejos, si se desea alta calidad de emisión,
son externos, pero en el comienzo se utilizaron los planos de clivaje naturales
para construirlos. En un principio estos láseres trabajaban en el infrarrojo, eran
pulsantes y debı́an operar a la temperatura del nitrógeno lı́quido. Actualmente
operan a temperatura ambiente, y dan luz visible continuamente, usándose en
lectores de disco compacto y de CDROM7 .
Estos láseres, dan radiación coherente multimodo, es decir emiten radiación
estimulada de varias frecuencias. Para filtrar éstas, se introducen a modo de es-
pejos de la cavidad reflectores de Bragg distribuidos, o DBR, que hacen que el
láser semiconductor pase a operar en monomodo. De todas maneras la banda
espectral de salida puede llegar a ser, tı́picamente de 3MHz de ancho, con lo cual
se construye una cavidad extendida, es decir a la salida del láser, el haz se dirige
a esta cavidad de forma retroalimentada, de tal forma que se pueda estrechar el
ancho de banda final hasta en un factor doce.
7
del inglés Compact Disk Read Only Memory: disco compacto de memoria de sólo lectura.
146 Materiales ópticos
tipo P
Capa desierta −
tipo N
Láser
Fenómenos no lineales
La posibilidad de obtener fuentes de radiación láser capaces de generar pulsos
de luz del orden de 109 W ha introducido la posibilidad de observar fenómenos
desconocidos hasta entonces.
Para obtener estos pulsos de luz, cortos y potentes, se puede seguir el siguiente
proceso: un láser potente (10W) de Ar bombea ópticamente un láser de Titanio-
Zafiro que emite un tren de 82MHz de radiación de una longitud de onda de
800nm. Este pulso tiene una duración de 60fs y un potencia de 1W. Para ampli-
ficar esta potencia el pulso se debe ensanchar, ya que no existen amplificadores
tan rápidos, mediante una red de difracción hasta 300ps. Parte de este pulso va
a un fotodiodo muy rápido que convierte la señal luminosa en eléctrica, que es
dividida hasta la escala de 1KHz. Esta señal activa una célula Pockels que atra-
pa el pulso y lo pone en un amplificador regenerativo, también activado por el
fotodiodo. El amplificador regenerativo consiste en una barra de Titanio-Zafiro
bombeada ópticamente por un láser doblado de Neodimio-YAG. A la salida del
amplificador se obtiene un pulso de 800nm a 1KHz de energı́a 1mJ. Esta señal se
comprime mediante una red de difracción hasta 100fs de forma que la intensidad
en la región focal es aproximadamente 1015 Wm−2 .
Hasta aquı́ se ha hablado sobre la caracterización de diversos materiales en
148 Materiales ópticos
Láser
(λ=1.06µm) ω
θ
ω,2ω,...
Cristal
no lineal
Problemas
7.1. Estimar los coeficientes de absorción de una hoja metálica de 50nm de grosor
sabiendo que refleja el 40 % y transmite el 20 % de la luz incidente.
7.2. La ley de Snell expresa que el ı́ndice de refracción multiplicado por el seno
del ángulo que forma el rayo luminoso con una superficie de separación
entre dos medios es constante cuando el rayo atraviesa esta superficie de
separación. ¿En qué situación puede no haber rayo transmitido?
7.3. Las fibras ópticas combinan una transparencia muy buena con el fenómeno
de reflexión total del problema anterior. Razonar el funcionamiento de las
fibras ópticas.
7.4. La fibra óptica más simple puede ser considerada como un cable cilı́ndrico
transparente de ı́ndice de refracción n dispuesto en el vacı́o. ¿Cuál es el valor
mı́nimo de n para que todos los rayos que penetren en la fibra experimenten
reflexión total?
7.6. ¿Por qué la relación de Maxwell y el ı́ndice de refracción no son iguales (ver
la tabla 7.2)?
7.8. Calcular a partir de que longitud de onda se vuelve opaco el diamante, cuyo
band-gap es de 5.33eV.
7.9. Un LED emite radiación visible con una longitud de onda de 0.52µm. ¿Cuál
es el nivel de energı́a desde el cual los electrones caen a la banda de valencia?
Capı́tulo 8
Materiales no cristalinos
(a) (b)
Figura 8.1: Esquema que representa (a) el SiO2 cristalino y (b) el SiO2 vı́treo.
poliamorfismo.
1
A partir de aquı́ usaremos la generalización de este concepto en el espacio.
Sección 8.1 153
8.1. Cuasicristales
Los cuasicristales tienen tres ingredientes básicos. En primer lugar presentan
un orden translacional cuasiperiódico: la densidad de los cuasicristales es una fun-
ción cuasiperiódica. En segundo lugar existe una separación mı́nima entre átomos:
esto los diferencia de la superposición de dos redes periódicas inconmensurables.
Y en tercer lugar presentan orden orientacional: los ángulos que forman los enlaces
entre átomos vecinos presentan correlaciones de largo alcance y estan orientados,
en media, a lo largo de unos ejes que definen este orden.
Introducción
Debido a que los cuasicristales se pueden describir geométricamente mediante
teselaciones del plano o del espacio, es conveniente conocer algunas propiedades
relevantes de éstas. Por ejemplo, la existencia de teselaciones no periódicas2 . Ade-
más de existir teselaciones no periódicas, existen teselaciones sólo no periódicas
(fig. 8.2). Es decir, teselaciones tales que con su conjunto asociado de teselas
es imposible construir alguna teselación periódica. Un ejemplo de este tipo de
conjunto de teselas lo constituyen las teselas de Penrose.
Es importante señalar que las teselaciones, fijado un conjunto de teselas, no
son únicas. Este punto es muy importante y requiere que para formar estructuras
cuasiperiódicas debamos introducir reglas de empalme entre teselas. Estas leyes
determinan, por ejemplo, la orientación relativa de dos teselas al unirse entre sı́
(fig. 8.3)
Estas reglas de empalme no son muy rı́gidas y tienen una acción muy sutil:
dado un número de teselas base, hay muchos racimos3 que se pueden construir sin
violar estas reglas. Sin embargo, el número de posibles racimos en concordancia
con las reglas de empalme disminuye a medida que los racimos son más grandes.
Ası́ pues es difı́cil construir una red cuasicristalina perfecta añadiendo teselas una
a una, puesto que en cada caso hay caminos sin salida aunque se cumplan las
reglas de empalme. En otras palabras, las reglas de empalme no impiden crecer
a la red sin defectos.
Idealmente, se puede hacer crecer una red cuasicristalina sin defectos:
72º
36º
Figura 8.3: Teselas de Penrose y sus reglas de empalme. Las teselas deben unirse
de forma que los tipos de flecha iguales coincidan.
Sección 8.1 155
a) b)
Preparación de cuasicristales
Los primeros cuasicristales en estudiarse fueron los de tipo AlMn, de poca ca-
lidad preparados por procedimientos de temple rápido. Más adelante se consiguie-
ron icosaedros perfectos en aleaciones del tipo AlCuFe y AlPdMn. También se ha
visto que se puede transitar reversiblemente de fases cuasicristalinas a cristalinas,
lo que evidencia experimentalmente la diferencia entre estructuras icosaédricas
verdaderas y estructuras pseudoicosaédricas microcristalinas.
Las técnicas de producción de cuasicristales más relevantes son:
Aleación
fundida
Cinta
Calentamiento
Disco giratorio
frío
Aleado mecánico.
Enfriado lento del fundido. Esta técnica solamente es útil en los casos
en que la fase cuasicristalina sea estable en un rango de las variables ter-
modinámicas relevantes y no se basa en la producción de desorden a escala
local sino todo lo contrario. Tiene la ventaja de permitir el crecimiento de
granos de gran tamaño con estructura determinable mediante difracción de
radiación X o de neutrones. El primer material que se encontró que cumplı́a
estas caracterı́sticas es el Al6 Li3 Cu (fase icosaédrica). Para un crecimiento
congruente, es decir para que la composición del material fundido sea la
misma que la del sólido, es necesario que se prepare el cuasicristal al modo
geoda.
También son estables fases icosaédricas de los sistemas GaMgZn, AlPdMn y
AlCu(Fe,Os,Ru) (fig. 8.6) ası́ como fases decagonales de los sistemas AlCuCo
y AlCuNi.
158 Materiales no cristalinos
En todos los casos hay que distinguir el orden cuasicristalino real de mues-
tras policristalinas ordenadas parásitas que dan lugar a patrones de difrac-
ción similares a los cuasicristales5 .
72º
36º
Figura 8.7: Ejemplo de decoración atómica de las teselas de Penrose (fig. 8.3).
Como ya se ha dicho antes, sin embargo, las reglas de empalme clásicas (que
determinan la orientación relativa entre dos teselas compatibles mediante leyes
locales en las aristas o en las caras de las mismas) no son suficientes para de-
terminar una estructura cuasicristalina y por tanto para evitar la formación de
5
Nótese que cualquier función bien comportada en una zona del espacio puede ser aproximada
por sumas de funciones periódicas.
Sección 8.1 159
Tipos de cuasicristales
Los tipos de cuasicristales más relevantes son:
Fases octogonales.
Fases decagonales.
Fases dodecagonales.
Fases icosaédricas. Son las fases más comunes y caben distinguir varios
tipos:
• Fases de racimos de tipo Mackay con orden atómico local. Estos tipos
de cuasicristales son muy perfectos, con picos Bragg sin dispersión di-
fusa. Se corresponden a redes f.c.c. en seis dimensiones. Pueden formar
los verdaderos monocuasicristales, con nuevas propiedades muy distin-
tas de las de los materiales vı́treos y de los cristalinos. Ejemplos de
cuasicristales de este tipo son: Al0,62 Cu0,255 Fe0,125 , Al0,695 Pd0,255 Mn0,08 ,
Al0,64 Cu0,22 Ru0,14 y el Al0,71 Pd0,2 Re0,09 . En estos últimos se ha obser-
vado difracción dinámica (efecto Borrmann) en la que hay interacción
coherente de segundo orden, indicativo de un muy largo alcance en el
orden.
Para longitudes de onda muy altas (λ > 3,33Å ó ω < 1,4THz ó E < 6meV)
aparecen modos acústicos lineales isótropos bien definidos.
Para 1.67Å < λ < 3,33Å ó 2.8THz> ω > 1,4THz ó 12meV> E > 6meV la
excitación se ensancha progresivamente y el ancho de linea para un ~q dado
llega hasta 1THz (4meV). La relación de dispersión deja de ser lineal pero
se mantiene isótropa.
a distintas longitudes de onda proviene del hecho que, en realidad, las leyes de cre-
cimiento deflacionario dan un marcado carácter auto-similar a los cuasicristales,
como ocurre también en las redes fractales.
En lo que respecta a la dinámica de los defectos topológicos11 en cuasicristales,
ésta se diferencia de la de los cristales puesto que en el caso cuasicristalino se
definen en un espacio de más dimensiones que el espacio fı́sico. Ası́, aunque haya
defectos el cuasicristal es frágil y no tiene comportamiento plástico apreciable. No
se pueden mover fácilmente las dislocaciones ya que involucran fasones y escalas
de tiempo difusivas. El vector de Burgers está definido en el hiperespacio con
contribuciones de tipo fonón y fasón. Si se corta un trozo del cuasicristal y se
pegan los bordes resultantes, no obtenemos una dislocación como en los cristales,
sino un defecto de apilamiento (que es un defecto planar).
Las propiedades eléctricas, algunas de las cuales no tienen explicación teórica,
se pueden resumir en las siguientes:
77K
300K
Cu
Fe
Al
4
10 5 10 10
3
10
2
10 1 −1
10
Resistividad (µΩ cm)
250
200 Transición metal−aislante
σ 4K (Ω cm )
−1
150
−1
100 Al Pd Mn
Al Cu Fe
"! "!
50 Al Pd Re
Al CuRu
&%#$ &%#$ /. --- ('('(' ,+,+,+ *)*)*)
/./. 101010 323232 545454 ;:;;:: 899889 767766
0 100 200 300 400
−1 −1
σ (Ω cm )
300K
500
Densidad de estados
400
(u.a.)
σ(Ω cm )
−1
300
−1
200 0.17 eV
100
Figura 8.10: Conductividad eléctrica del cuasicristal Al70 Pd20 Re10 (linea contı́nua)
y del semiconductor Al2 Ru (linea a trazos) en función de la temperatura. Se
observa el efecto de la baja densidad de estados electrónicos en el cuasicristal
respecto de la zona prohibida del semiconductor.
Sección 8.1 165
El camino libre medio del electrón es de 20-30Å y por tanto mucho más
pequeño que la longitud de Fermi.
Al70.5Pd22Mn7.5
8
ρ (m Ω cm)
4 10 K min−1
Etapa de 1h a
1000K.
2
Figura 8.11: Histéresis en la resistividad del cuasicristal Al70,5 Pd22 Mn7,5 que de-
muestra el aumento de la resistividad al disminuir las imperfecciones mediante
un tratamiento térmico.
Otras propiedades fisicoquı́micas, que aún están en discusión, son las siguien-
tes:
2.4
Al70.5Pd22Mn7.5
2.2 ρ = 4550 µΩcm
300Κ
2.0
ρ(Τ) / ρ300Κ
1.8 Al70Pd22.5Mn7.5
1.6 ρ = 3400 µΩcm
300Κ
1.4
1.2 Al71Pd21.5Mn7.5
ρ300Κ = 2350 µΩcm
1.0
0 100 200 300
T(K)
30
25
Al 70 Pd 22.5Mn7.5
20
R (10 Ω mT )
H
15
−9
Al70.5Pd 21.5Mn 8 10
−1
5
Al70.5Pd 22 Mn 7.5
0
Al70 Pd 23 Mn 7
−5
Al70.5Pd22.5Mn 7
−10
0 50 100 150 200 250 300
T (K)
30
Al65Cu 20Ru15
Al68 Cu17Ru15
20 Al70Cu15Ru 15
Al52.4Cu12.6Mg35(vítreo)
S(µVK )
10 Ti54Ni20Zr26 (vítreo)
−1
−10
−20
A finales del s.XX se han encontrado cristales icosaédricos con orden mag-
nético de largo alcance. El orden esperado es el correspondiente a materiales
antiferromagnéticos.
8.2. Vidrios
Los materiales vı́treos presentan un orden de corto alcance. En primer lu-
gar, estos materiales deben ser distinguidos de los materiales nanocristalinos, que
presentan granos de tamaños nanométricos, de los policristalinos (que se pueden
obtener mediante un proceso de recocido de los nanocristales), que presentan gra-
nos microscópicos o macroscópicos, y de los cuasicristales, de los que se ha hecho
referencia en la sección 8.1. Todos ellos tienen un orden de medio o largo alcance.
Es también importante distinguir los materiales vı́treos de otros materiales de-
sordenados como los llamados genéricamente amorfos. Los materiales vı́treos se
distinguen de los amorfos en que los primeros se forman continuamente del estado
lı́quido por sobreenfriamiento de éste a temperaturas inferiores a la temperatura
168 Materiales no cristalinos
12
L. Santen & W. Krauth Absence of thermodynamic phase transition in a model glass former
Nature 405, 550-551 (2000).
13
excepto en liquidos moleculares frágiles.
Sección 8.2 169
Cp /(3NR)
Au−Si
As 2Se 3
Ge O2
1
Tolueno
1 T/Tg
Figura 8.15: Transición vı́trea para varios materiales: moleculares (tolueno), me-
tálicos (aleación Au-Si ), covalentes (As2 Se3 ) y de red abierta (GeO2 ).
tivos, muchas veces se toma por convenio que la temperatura de transición vı́trea
es aquella en la que se alcanzan los valores de viscosidad arriba indicados.
En general, los ritmos de enfriamiento necesarios son muy elevados (fig. 8.16).
Por ejemplo, el agua lı́quida a 0◦ C tiene una viscosidad de 1,8cp y por tanto sus
moléculas se pueden reordenar muy rápidamente para cristalizar antes que su
viscosidad aumente por encima del punto de transición vı́trea. Hay algunos mate-
riales cerámicos que son buenos formadores de vidrios como el B2 O3 14 (ingrediente
del vidrio Pyrex
r ) o el SiO (ingrediente principal del vidrio común).
2
El reordenamiento que necesariamente ocurre en la cristalización de la mues-
tra puede evitarse aumentando la complejidad del material fundido. Esta com-
plejidad, que normalmente se consigue añadiendo nuevos componentes, introduce
grados de libertad nuevos que confunden al sistema dificultando el proceso de
cristalización.
La viscosidad en un fluido está relacionada con el ritmo al que las moléculas
llegan al equilibrio con un reordenamiento en una escala de longitud pequeña.
Este reordenamiento puede tener lugar por difusión de vacantes, o bien por in-
tercambio entre dos moléculas vecinas, y en ambos casos existe una barrera de
energı́a electromagnética que se opone a este reordenamiento. Si esta barrera es
mucho mayor que la energı́a térmica entonces la viscosidad será alta, sino será
baja. El orden de magnitud de la viscosidad mı́nima de un lı́quido genérico se
14
para que cristalice es necesario aplicar presión.
170 Materiales no cristalinos
2
10
1
Cerámicas
10−2 vítreas
−4
10
0.4 0.5 0.6 0.7
Tg reducida
puede estimar teniendo en cuenta que habrá más interacciones que en un gas con
los mismos parámetros fisicoquı́micos (distancia intermolecular, densidad, etc) y
que, por tanto, será mayor que la de éste; se puede calcular fácilmente la visco-
sidad de este gas imaginario, obteniendo un valor tı́pico de 0,3cp. Con esto se
obtiene el orden de magnitud de la barrera de potencial si queremos que la tran-
sición a material vı́treo ocurra a una temperatura determinada. Por ejemplo, si
deseamos que la transición vı́trea ocurra a 2000K, entonces la barrera de energı́a
será aproximadamente de 6eV. En general, cuanto más alta es la barrera de ener-
gı́a, más vı́treo puede ser el material. De esta manera el orden de magnitud de la
barrera energética de materiales formadores de vidrios es de más de 1eV y en los
materiales no formadores de vidrios esta energı́a es del orden de 0.01eV.
De la misma manera, como ya comentaremos más adelante, existen barreras
de energı́a de activación para materiales magnéticos pudiendo ası́ obtener un
material cristalino pero con desorden magnético.
Una aplicación de los vidrios es debida a la facilidad de moldeado de los
mismos a temperaturas en las que sus viscosidades son más asequibles que a
temperatura ambiente. Por ejemplo, los materiales vı́treos se moldean entre 103
y 106 poise, correspondiendo esta viscosidad a una temperatura de 1000◦ C para
Sección 8.2 171
nucleación
vidrio ideal
cristal b
cristal a aumenta ρ
Espacio de configuraciones
Figura 8.17: En esta figura se muestran una transición entre diferentes estados
vı́treos mediante nucleación de una fase dentro de la otra, diferentes fases crista-
linas y una fase vı́trea ideal. Se muestran también varias cuencas de atracción.
Nótese que la figura es extremadamente esquemática puesto que el espacio de con-
figuraciones tiene 3N dimensiones, explicando algunos caminos no visibles entre
transiciones. Tampoco se representan las permutaciones cristalinas, por simplici-
dad.
Sección 8.3 173
24
Sm 0.4Fe 0.6
16
Hc (kG)
8
campo
desmagnetizador
0
0 5 10 40
vs (m/s)
orden.
Relacionado con ésto, en los sólidos amorfos pueden haber estados localiza-
dos, debido a la inhomogeneidad del campo cristalino. Estos estados localizados
estarán cerca de los extremos de las bandas de energı́a, es decir para electrones
y huecos poco energéticos, que en eventuales choques perderı́an su energı́a ciné-
tica. En estos estados la conducción tiene lugar como un proceso de promoción
térmica, lo cual significa que a muy bajas temperaturas el efecto Hall será anó-
malo, puesto que los estados localizados anclados por las inhomogeneidades no
conducirán, y no servirá ése para determinar la concentración de portadores.
Ası́, los semiconductores amorfos se comportan de forma muy similar a los
semiconductores intrı́nsecos, salvo que el nivel de Fermi queda anclado debido
a la presencia de inhomogeneidades que, como hemos dicho, producen estados
localizados en la zona prohibida.
Los principales tipos de semiconductores amorfos son los de enlace tetraédrico,
los sólidos multicomponentes anfı́genos (con S, Se o Te) y compuestos de elemen-
tos del grupo V de la tabla periódica. Los primeros tienen propiedades similares
a las versiones cristalinas, excepto en el hecho proveniente de las inhomogeneida-
des. Ası́ pues, si compensamos éstas con hidrógeno (10 %), obtenemos un material
amorfo, con caracterı́sticas muy parecidas al material monocristalino (en cuanto
a propiedades semiconductoras se refiere) y mucho más barato, cosa que los hace
buenos candidatos para la fabricación de células fotovoltaicas.
También los semiconductores amorfos tienen aplicabilidad en xerografı́a y en
dispositivos simples de conmutación y memorización, aplicaciones en las que se
usan sólidos multicomponentes anfı́genos con una transición de amorfo a crista-
lino reversible que permite memorizar al tomar una forma cristalina anisótropa
respecto la amorfa, homogénea e isótropa.
Conductividad térmica
La conductividad térmica en los materiales vı́treos y en los materiales amorfos
es muy pequeña. A temperatura ambiente o mayor está limitada por la escala del
orden de la estructura, ya que ésta determina cuál es el camino libre medio de los
fonones térmicos dominantes. Para temperaturas bajas (< 1K) la conductividad
está limitada por la dispersión fonónica respecto de las excitaciones comentadas
para el calor especı́fico.
Problemas
8.1. Razonar cómo se distinguen experimentalmente un material cristalino y uno
no cristalino.
8.4. ¿En qué sentido se puede considerar a un material amorfo, y en que sentido
no, como un material policristalino cuando se realiza el lı́mite del tamaño
de grano tendiendo a cero?
8.6. Dibujar (en 2-d) la estructura del GeO2 vı́treo a partir de la figura 8.19,
obtenida mediante EXAFS18 .
GeO2 (vítreo)
Absorción (u.a.)
GeO2 (hexagonal)
GeO2 (tetragonal)
Figura 8.19: Absorción de varias formas del GeO2 como función de la energı́a
de la radiación X relativa al umbral para la fotoexcitación de un electrón en un
estado profundo (por ejemplo un estado K) a una banda permitida.
8.8. ¿Qué tipos de anisotropı́a son menores en los materiales no cristalinos que
en sus versiones cristalinas?
8.9. Razona que propiedades genéricas tendrı́a un material hı́brido: amorfo con
matriz cristalina.
Capı́tulo 9
Materiales Poliméricos
Clasificación
En los altos polı́meros, por la diversidad y amplitud de los temas que aparecen
involucrados en su estudio, se utilizan diferentes clasificaciones en función de los
aspectos que se desean destacar.
2
del inglés nylon.
3
En inglés: to blend
4
En inglés: composites
181
• Polimerizados.
• Policondensados.
• Poliaductos.
• Elastómeros.
• Termoestables (o termorı́gidos5 ).
• Termoplásticos.
Hemos mencionado que las macromoléculas que forman los materiales poli-
méricos están compuestas por muchas (cientos o miles) de subunidades o meros,
unidades funcionales que se repiten y se mantienen unidas mediante enlaces co-
valentes. Cada unidad proviene de una molécula fundamental capaz de enlazarse
con otras similares para formar una cadena. Estas cadenas pueden tener o no
ramificaciones laterales y a su vez unirse a otras mediante enlaces cruzados6 .
La molécula inicial es el monómero, un mero que no tiene enlaces libres y que
debe poder convertir bajo algún tipo de acción un enlace interno en un enlace
libre capaz de ligar a otros meros. Esa molécula puede incluir uno o varios grupos
funcionales.
Homopolı́mero es aquel polı́mero constituido por un solo tipo de mero. En
contraposición, un heteropolı́mero o copolı́mero está constituido por más de un
tipo de mero y permite muchas posibilidades para obtener polı́meros con cier-
tas propiedades en gradación continua y optimizadas en función de la aplicación
que se pretenda. Entre los más importantes e interesantes ejemplos de heteropo-
lı́meros están los biopolı́meros cómo el DNA, que tiene cuatro tipos distintos de
monómeros y las proteı́nas, que tienen 20.
Homopolı́meros
Un ejemplo sencillo y paradigmático de homopolı́mero es el PE:
... − CH2 − CH2 − CH2 − CH2 − CH2 − CH2 − CH2 − CH2 − ...
150
Punto de fusión ( C)
100
50 Propiedad independiente de M
−50
−100
log(M)
109
C
C C
Figura 9.2: Esquema de una unión carbono-carbono en una cadena curvada por
efecto de la rotación espacial.
H H H H H H H H
C C C C
C C C C
H H H H H H H H
Esta disposición espacial, que no es la única posible ya que hay varios isó-
meros rotacionales, es la responsable de la gran flexibilidad que posee la cadena
del polı́mero. La posición de equilibrio que representan los átomos de la figura
se puede ver ligeramente modificada por diversas causas. En primer lugar, los
cambios espaciales en el ángulo de ligadura entre uniones adyacentes permiten
rotaciones de algunas partes de la molécula con respecto a otras. Las uniones
simples permiten rotar alrededor de sus ejes covalentes y dar formas rotacionales
isómeras. Esta posibilidad no existe en las uniones dobles.
En segundo lugar, la inclusión en posiciones distintas de diferentes grupos
funcionales también da lugar a nuevas posibilidades espaciales. En la figura 9.4
se pueden ver dos configuraciones posibles para el polipropileno (PP).
En muchos cálculos, las moléculas se pueden considerar como una construc-
ción con esferas rı́gidas unidas entre sı́ con ángulos y distancias fijos y se pueden
186 Materiales Poliméricos
H H H H
C C
C C
C H H C
H H H H H H
H H H H H H
| | | | | |
C C C C C C
|
|
|
|
|
|
|
| | | | | |
H H H CH 3 H C6H6
n n n
PE PP PS
H H H H H H
| | | | | |
C C C C C C
|
|
|
|
|
|
|
| | | | | |
H Cl H OOCCH 3 H CN
n n n
H H H H H H
| | | | | |
C C C C C C
|
|
|
|
|
|
| | | | | |
H C4H 9 H OH H COOCH 3
n n n
R
Polimetil penteno TPX Polialcohol de vinílico (PVAL) Poliacrilato de metilo
H H H F H CH 3
| | | | | |
C C C C C C
|
|
|
|
|
|
|
| | | | | |
H F H F H COOCH 3
n n n
PVF PVDF Polimetacrilato de metilo (PMMA)
H Cl Cl F F F
| | | | | |
C C C C C C
|
|
|
|
|
|
|
| | | | | |
H Cl F F F F
n n n
Polidicloruro de vinilo Policloruro de trifluoroetileno PTFE
H H H H H H H H H H H H
C C C C C C C C C C C C
b)
H H H H H H
H H H H H H H H H H H H
C C C C C C C C C C C C
c)
H H H H H H
Estereoisomerı́a
La estereoisomerı́a indica una configuración donde se mantiene el orden trans-
lacional dentro de la cadena, pero cambia el orden espacial. El caso de ordena-
miento cabeza-cabeza en el cual todos los grupos estan en el mismo lado es un
caso particular que se denomina isotáctico (fig. 9.7).
Sección 9.1 189
H H H H H H
H C H H C H H C H H C H H C H H C H
H H H H H H
C C C C C C
C C C C C C
H H H H H H
H H H H H H
El caso de la figura 9.8 en en cual los grupos alternan a uno y otro lado de
la cadena es translacionalmente análogo al anterior y se denomina ordenamiento
sindiotáctico.
H H H
H C H H C H H C H
H H H
H H H H H H
C C C C C C
C C C C C C
H H H
H C H H H H C H H H H C H H H
H H H
Los casos en los cuales los grupos (en el ejemplo: metilo) tienen posiciones
completamente aleatorias se denomina configuración atáctica (fig 9.9).
H H H
H C H H C H H C H
H H H
H H H H H H
C C C C C C
C C C C C C
H H H
H C H H H H H C H H H H C H H
H H H
Isomerı́a geométrica
En aquellos casos donde hay una doble ligadura entre los átomos de carbono
de una cadena resultan posibles otras configuraciones que modifican fuertemente
las propiedades. Un ejemplo clásico es el polı́mero del isopreno que lleva a dos
configuraciones (fig. 9.10) según el grupo metilo y el hidrógeno se encuentren
ambos a un mismo lado o en lados distintos de la cadena. El primer caso de es-
tructura con ambos radicales de un mismo lado se denomina cis-isopreno y es el
conocido como caucho natural. El segundo con los radicales a cada lado se deno-
mina trans-isopreno y suele recibir el nombre de gutapercha cuyas propiedades
son muy distintas. No es posible pasar de cis a trans por simple rotación de la
cadena pues el doble enlace es muy rı́gido y lo impide.
C C C C
a) b)
Figura 9.10: Isomerı́a geométrica. a) Cis-isopreno (caucho natural) y b) trans-
isopreno (gutapercha).
Los ejemplos hasta aquı́ mostrados, han sido de homopolı́meros que comparten
la propiedad de tener en la cadena principal únicamente átomos de carbono. En la
clasificación del comienzo los hemos llamado: carbopolı́meros. En esa clasificación
incluimos además otros polı́meros que podı́an tener oxı́geno en la cadena y los
hemos llamado carboxipolı́meros (fig. 9.11).
Hemos agregado en la clasificación otros grupos que incluyen nitrógeno y los
hemos llamado carboazopolı́meros (fig. 9.12).
Los polı́meros, como se desprende de los ejemplos anteriores, pueden combinar
elementos estructurales que no sean excluyentes y ser a la vez, por ejemplo, lineales
e isotácticos, o ser lineales y poseer oxı́geno en la cadena principal. Por ello se debe
especificar la estructura molecular en función de todos los elementos posibles.
En los casos en los cuales aparecen grupos bencénicos en la cadena principal
algunas propiedades se modifican fuertemente. Estas modificaciones provienen
principalmente porqué el enlace confiere más rigidez al esqueleto aumentando
la resistencia del material al ataque de reactivos quı́micos, ası́ como también
aumenta la tenacidad y la resistencia al impacto.
Sección 9.1 191
CH 2 OH
|
H CH O
|
C O CH CH O
|
|
|
|
|
|
H CH CH
n | |
Resina Poliacetal OH OH n
Celulosa
Cl
|
H H C H H CH3
|
|
| | | |
C C C O C (CH 2 )3 O
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
| | | |
H H C H H CH3
|
|
| n
Cl n
Resina fenoxi (polihidroxiéter)
Poliéter clorinado
CH3 CH3 O
| | ||
O C O C O
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
| |
CH3 n
CH3 n
Polióxido de 2,6−dimetil−1,4−fenileno PC
Figura 9.11: Algunos polı́meros que incluyen oxı́geno en la cadena principal (car-
boxipolı́meros).
192 Materiales Poliméricos
O O O
|| || ||
|N (CH 2) 5 C N (CH 2) 6 N C (CH 2) 4 C
|
|
|
|
|
|
|
| | |
H H H
n n
Nailon 6 Nailon 6/6
O O O
|| || ||
N (CH 2) 6 N C (CH 2) 8 C N (CH 2) 10 C
|
|
|
|
|
|
|
|
| | |
H H H
n n
Nailon 6/10 Nailon 11
O O
|| ||
O (CH 2) x O C N (CH 2) y N C
|
|
|
|
|
|
|
| |
H H
n
Poliuretanos
Heteropolı́meros o copolı́meros
Una manera alternativa a cambiar el mero de partida en la cadena, como se ha
ejemplificado en el caso de los homopolı́meros, consiste en cambiar la composición
quı́mica. Esto se consigue mezclando grupos estructurales distintos mediante el
proceso conocido como copolimerización.
En este proceso se parte al menos de dos monómeros distintos, por ejemplo
estireno y acrilonitrilo, que puedan reaccionar para formar el copolı́mero corres-
pondiente, que en este ejemplo se denomina: estireno-acrilonitrilo (SAN). Nue-
Sección 9.1 193
H H H H
| | | |
C C C C
|
|
|
|
| | | |
H CN H C6H6
x y
Acrilonitrilo Estireno
H H H H H H
| | | | | |
C C C C C C
||
|
|
|
|
|
|
|
| | | |
H H H C6H6
x y
Butadieno Estireno
F F F F
| | | |
C C C C
|
|
|
|
| | | |
F F F CF 3
x y
Tetrafluoroetileno Hexafluoropropileno
H H H H H H H H
| | | | | | | |
C C C C C C C C
||
|
|
|
|
|
|
|
|
| | | | | |
H CN H H H C6H6
x y z
Acrilonitrilo Butadieno Estireno
Figura 9.13: Copolı́meros de dos y tres componentes. En cada grupo los subı́ndices
x,y,z indican la composición fraccional de uno y otro componente.
mero dado podrı́a lograrse haciendo reaccionar primero uno de los componentes
y luego el otro, o permitiendo que ambos componentes coexistan en un reactor y
reaccionen libremente.
a)
b)
c)
d)
Ordenamientos en cadena
En primer lugar, no hay razón a priori para suponer que las cadenas deban ser
rectas (independientemente del zigzag que exige la espina dorsal de la macromo-
lécula debido al ángulo del enlace carbono-carbono). Una cadena con un enlace
sencillo puede mantenerse en un plano o bien rotar y curvarse en tres dimensio-
nes de manera ordenada7 o desordenada como aparece en el esquema de la figura
9.16. En el ejemplo del PE, el enlace entre las moléculas de carbono debe formar
7
El ejemplo más importante en la naturaleza es la estructura en doble hélice que forma el
ADN.
Sección 9.2 195
a) b)
c) d)
C
109 C C C C
C C C C
C
109
C C C
C C
C
C C
C
C
Figura 9.16: Esquema de una cadena rectilı́nea (a) y de una cadena curvada (b)
por efecto de la rotación espacial. Véase también la figura 9.2.
Ramificaciones
Análogamente a los copolı́meros donde la situación es evidente, las macromo-
léculas de homopolı́meros se pueden ramificar. La ramificación es relativamente
controlable mediante el empleo de catalizadores y modificando la presión en el
reactor durante la fabricación del polı́mero. Las ramificaciones, junto a otras pro-
piedades reducen la densidad, que pasa a depender del número de ramificaciones
por unidad de longitud ya que el empaquetado compacto se hace más difı́cil. Por
ejemplo, crear una ramificación importante cada 500 unidades y otras peque-
ñas cada 50 durante la fabricación del polietileno produce el polietileno de baja
densidad(LDPE).
Reticulados
Cuando las cadenas laterales adyacentes se unen mediante enlaces aparecen
fuerzas importantes entre cadenas que pueden ser del tipo de Van der Waals,
uniones puente de hidrógeno o covalentes y se forma una estructura entrecruzada
o reticulada, bidimensional o tridimensional. Muchos de los materiales elásticos
como el caucho, están entrecruzados mediante el procedimiento llamado vulca-
nizado. Los puentes entre cadenas pueden generarse durante la sı́ntesis o por
reacciones quı́micas irreversibles normalmente a elevadas temperaturas. Cuando
el monómero posee tres enlaces covalentes activos (monómeros trifuncionales) la
Sección 9.3 197
Longitud de la cadena
Una caracterı́stica de las substancias macromoleculares es que están constitui-
das por una mezcla de macromoléculas similares. Estas macromoléculas análogas
que se diferencian en el grado de polimerización poseen diferencias tan pequeñas
entre sı́ que no pueden separarse con métodos normales en sus diversas espe-
cies individuales. Lo normal es una distribución de macromoléculas centrada en
un cierto valor medio <n>para el grado de polimerización y en consecuencia,
también para el peso molecular M. Se dice entonces que estas substancias son
polidispersas8 .
A pesar de esta distribución macromolecular, los altos polı́meros se compor-
tan como una única substancia. Las consecuencias de la distribución estadı́stica
se reflejan mucho más que en una diferencia en las propiedades fı́sicas en otras
consecuencias derivadas de estar formados por moléculas de distinto tamaño, co-
mo la falta de un punto de fusión definido. Los altos polı́meros poseen una zona
de fusión o reblandecimiento por estar formados por moléculas de diferente tama-
ño y por presentar distintos tipos de fuerzas secundarias de enlace que originan
interacciones complejas en el material polimérico.
Muchos materiales poliméricos, en particular los que poseen moléculas de tipo
lineal, presentan zonas cristalizadas donde las fibras poseen ordenación paralela
a la manera de fibrilas ordenadas coexistiendo con zonas desordenadas, caracte-
rı́sticas de materiales amorfos (fig. 9.17). Son ejemplos la celulosa, el PP, etc.
a) b) c)
ρc (ρ − ρa )
c( %) = · 100
ρ(ρc − ρa )
C C C
C
C
C C
C
C C C
C
C
C C
C
C
0.255nm
C C
C
C
C C
C
C C C
C
C
C C
C
C C C
C
C
C
m
94n
0.740nm 0.4
El primer modelo, que fue aceptado y utilizado durante muchos años, presen-
ta un polı́mero donde una cristalita esta formada por un grupo de cadenas de
moléculas alineadas parcialmente y embebidas en una matriz amorfa, como se
ha esbozado en la figura 9.18. Diferentes regiones de una misma macromolécula
pertenecen a una cristalita o a la región amorfa.
Sin embargo, estudios de crecimiento cristalino realizados a partir de solucio-
nes diluidas han permitido observar que los cristales se forman normalmente como
placas delgadas de unos 10 a 20 nm de espesor y 10 mm de largo. Estos cristales,
cuyo esquema se muestra en la figura 9.20, se pueden observar con facilidad en
un microscopio electrónico de barrido. Este tipo de ordenamiento se conoce como
de cadena plegada, ya que una cadena ocupará un espesor de 10 o 20 nm y luego
se plegará sobre sı́ misma, repitiéndose hasta plegar su longitud completa, que
al ser mucho mayor que el espesor, da esa dirección del cristal una dimensión
muy superior. Un misma lámina puede contener varias moléculas pero siempre la
longitud del cristalito será mucho mayor en una dirección.
10−20 nm
10 µm
Si las substancias tuvieran moléculas iguales, obviamente, los tres valores coin-
cidirı́an. Al no ser ası́ y al depender del método de medida los valores suelen
ser ligeramente diferentes. Los grados de polimerización media <n>se obtiene
dividiendo los promedios por el peso molecular del monómero. Cuanto mayor
dispersión existe en los tamaños moleculares, más difieren entre si los valores me-
dios obtenidos por los diferentes métodos y esta diferencia permite anticipar la
polidispersión en una determinada muestra.
Peso del polímero/unidad de tamaño
Promedio numérico
Promedio en viscosidad
Promedio en peso
Promedio Z
Longitud de la cadena
• Ebulloscopı́a (<4·104 ).
204 Materiales Poliméricos
• Crioscopı́a (<5·104 ).
• Osmometrı́a (104 -106 ).
• Viscosimetrı́a (ilimitado).
• Velocidad de sedimentación (104 -107 ).
• Equilibrio de sedimentación (>105 ).
α
l = na sin
2
del monómero a0 (a0 > a). Se suele utilizar una relación semi-empı́rica para
moléculas en solución, cuyos coeficientes son ajustados con valores obtenidos de
medidas experimentales proporcionales a esa dimensión: la dispersión de la luz,
la sedimentación, la difusión de disoluciones diluidas del polı́mero y en parte, la
viscosidad.
1+e
d = a0 n 2 (9.1)
En esta expresión, el exponente depende del disolvente utilizado y su valor
oscila entre 0 y 0.333, siendo mayor cuanto mejor sea el poder disolvente. En un
mal disolvente ese valor es cercano a cero (solución precipitante) y la expresión
resulta simplificada e independiente del disolvente utilizado:
1 1
d = a0 n 2 ≈ M 2
Polimerización en cadena
En la polimerización propiamente dicha, también llamada polimerización por
adición o polimerización en cadena, el encadenamiento de las moléculas se produce
sin que exista separación de moléculas sencillas. Por lo tanto, la composición
centesimal del polı́mero es igual a la del monómero que le dio origen. El proceso
de polimerización puede ser formulado de la siguiente manera:
C=C
C=C o bien
C=C
Figura 9.23: Estructuras polares limites producidas por escisión heterolı́tica del
par de electrones π.
C=C C=C
Figura 9.24: Activación de la doble ligadura por escisión homolı́tica del par de
electrones π.
Estas distribuciones anómalas de los electrones son decisivas para que este
tipo de compuestos produzca reacciones de polimerización.
La activación del doble enlace puede iniciarse por acción de la luz, del calor,
de ultrasonidos, de formadores de radicales o por agentes catalizadores. Los for-
madores de radicales son substancias que por acción del calor se descomponen
fácilmente en radicales libres, como el peróxido de diacetilo o de dibenzoilo, el
ácido perbenzoico, algunos azocompuestos, etc. Los catalizadores (ácidos o bá-
sicos) son substancias que intervienen sólo durante el inicio de la reacción no
participando de los productos finales.
En la reacción iniciada por radicales (ácidos o básicos) la polimerización avan-
za según el mecanismo iónico, mientras que en la activada por luz, calor, ultraso-
nidos o formadores de radicales la polimerización se desarrolla por el mecanismo
radical. La propagación de la reacción es rápida (del orden de 0,01 a 0,001 s cada
mil unidades de monómero). La reacción puede terminar por diversos caminos,
por ejemplo al reaccionar los extremos activos de dos cadenas que se propagan
formando una molécula no activa, o también cuando un extremo activo reac-
ciona con el iniciador u otra especie quı́mica con un enlace activo simple. Las
velocidades relativas de iniciación, propagación y terminación determinan el peso
210 Materiales Poliméricos
Propiedades térmicas
Las propiedades térmicas están claramente condicionadas por la estructura
de los materiales poliméricos. En este sentido, los enlaces poliméricos son mucho
más dispersos que los enlaces en otro tipo de sólidos, esto hace que la conducti-
vidad térmica sea pequeña ya que hay poca transmisión de vibraciones y el calor
especı́fico sea grande ya que hay capacidad de vibración independiente, compara-
tivamente a los otros tipos de materiales, con lo que se clasifican como aislantes
térmicos. Evidentemente, a medida que el material se va acercando a una situación
9
En inglés: thermosets
10
En inglés: thermoplastics
11
En inglés: rubbers (gomas)
Sección 9.6 213
100
Cristalinidad (%)
Ceras frágiles
Plásticos duros
Grasas
Líquidos
0 3 4 5
10 10 10
Peso molecular
un sólido en una fase lı́quida, viscosa y amorfa. Este fenómeno se puede ver en al-
gunos productos de PVC no muy perfectos donde después del moldeo en caliente
se observa en el producto una granulosidad que proviene del material original en
la fase sólida.
El comportamiento térmico cualitativo de aquellos materiales poliméricos que
funden sin descomponerse es el siguiente: a temperaturas muy bajas son frágiles
y rı́gidos (están en una fase vı́trea). Al aumentar la temperatura adquieren cierta
elasticidad (fase viscoelástica, fig. 9.26) antes de pasar al estado lı́quido. Se suele
explicar esta transición admitiendo que las cadenas laterales primero comienzan a
adquirir una cierta movilidad denominada movimiento microbrowniano. La tran-
sición desde el estado liquido de movimiento microbrowniano congelado al de
movimiento microbrowniano libre se denomina transición vı́trea12 .
σ ε
t t
ε σ
t t
(fig. 9.27).
Tg Tm Temperatura
las macromoléculas poseen enlaces mucho más dispersos que otros tipos de sólidos,
tienen conductividad térmica baja (tabla 9.1) ya que junto a muy pocos electrones
libres hay poca eficiencia en transmisión de vibraciones (al haber mucha disper-
sión fonónica). Tienen asimismo calor especı́fico grande (tabla 9.1), por su alta
capacidad de producir vibraciones independientes unas de otras, sobre todo los
materiales poliméricos amorfos. Como consecuencia de esta estructura, a medida
que los materiales poliméricos son más cristalinos y logran un empaquetamiento
mayor, la conductividad térmica aumenta y el calor especı́fico disminuye.
El cociente entre la conductividad térmica κ y el producto de la densidad ρ por
el calor especı́fico cv es la denominada difusividad térmica χ que indica el ritmo
con el que se enfrı́a una muestra en contacto con el ambiente. Aunque la densidad
de los materiales poliméricos es relativamente pequeña, su difusividad térmica es
muy pequeña y hace que se necesite más tiempo para enfriar un material que el
tiempo que soporta la muestra bajo su propio peso sin deformarse dando lugar a
Sección 9.6 217
Propiedades mecánicas
Densidad
La densidad de los materiales poliméricos se caracteriza por ser relativamente
baja y aumentar con el grado de cristalización. La densidad cambia en los mate-
riales poliméricos termoplásticos de uso más común desde valores menores que la
del agua en las poliolefinas hasta una densidad bastante mayor, correspondiente a
polı́meros que contienen grupos con halógenos. Los demás polı́meros dan valores
intermedios. En la tabla 9.2 se puede ver esta caracterı́stica.
La densidad del PE con un grado de cristalización determinada puede esti-
marse mediante una ley lineal que combine la densidad de la fase amorfa (ρa =
0.85 gr cm−3 ) y la de la fase cristalina (ρ = 1 gr cm−3 ).
La fusión del PE provoca un gran aumento en el volumen y consecuentemente
la densidad cae a valores por debajo de los correspondientes a la fase amorfa
(por ejemplo: a 0,75 gr cm−3 ). Esto obliga a mantener alta presión durante el
enfriamiento después del moldeo para evitar hundimientos superficiales y vacı́os
en el interior.
Material Estructura Cristalización Densidad
PP 0.85-0.92
PE comercial
Baja densidad lineal, ramificado ≈50 % hasta 0.92
Baja densidad lineal, poco ramificado 50 % 0.92-0.94
Alta densidad lineal, poco ramificado 90 % 0.95
PTFE 2.1-2.3
Elasticidad
El comportamiento elástico y plástico de los materiales poliméricos es diferen-
te del de los sólidos metálicos o las cerámicas, entre otros aspectos, por la gran
sensibilidad a la temperatura y por la gran dispersión de valores y comporta-
mientos que pueden lograrse. Para caracterizarlo se utilizan ensayos de esfuerzo-
deformación, análogos a los usados con otros materiales. Sin embargo, en los
218 Materiales Poliméricos
a)
b)
25MPa
20MPa
15MPa
c)
d)
ε (u.a.)
Propiedades eléctricas
Conductividad eléctrica
Ası́ el PVC, el PE, el PTFE y otros plásticos que poseen baja difusividad son
ampliamente utilizados como aisladores de conductores de cobre, como dieléctri-
cos (tabla 9.3) en condensadores y en cables coaxiales y en el encapsulado de
semiconductores. Se utilizan a bajas tensiones de ruptura y a temperaturas más
bajas que las cerámicas y vidrios. Como sucede normalmente con todo dieléctrico,
debe evitarse durante la fabricación la inclusión de impurezas que favorezcan la
conducción iónica
Material r n
Poliolefinas
Polietileno 2.3 1.5
Polipropileno 2.2 1.49
Poliisobutileno 2.2 1.49
Vinı́licos
Policloruro de vinilo 3.1 1.54
Polifluoruro de vinilo 8.5 1.42
Aromáticos
Poliestireno 2.6 1.6
Policarbonato 2.5-3.0 1.6
Nitrilos
Poliacrilonitrilo 3.1 1.53
Acrilatos
Polimetacrilato de metilo 2.8-3.7 1.51
Poliamidas
Polihexametileno (nailon 6,6) 4.1 1.50
Poliacrilamida 5.7 1.53
Tabla 9.3: Permitividad relativa (en CC) e ı́ndice de refracción de algunos mate-
riales poliméricos comunes.
Los polı́meros que poseen estructuras con electrones π conjugados tienen pro-
piedades eléctricas especiales como por ejemplo bajo potencial de ionización, tran-
siciones ópticas de baja energı́a o alta afinidad electrónica. Esto los convierte en
materiales cuya oxidación o reducción se puede llevar a cabo más fácilmente que
en un polı́mero que no los tiene. Dopajes con agentes que actúan por transferen-
cia de carga pueden convertir materiales poliméricos aislantes en conductores, con
una conductividad que en algunos casos es comparable a la de un buen conductor
222 Materiales Poliméricos
Piezoelectricidad y piroelectricidad
Los materiales poliméricos, al igual que algunas ceramicas (TiO3 Ba o TiO3 Sr),
conservan una polarización residual en ausencia de campo eléctrico, una vez que
han sido sometidos a un campo eléctrico de continua. Según se dijo en el capı́tulo 5,
esta polarización residual, ligada a la carga superficial de los dipolos del material,
hace que algunos materiales sean piezoeléctricos. Si se aplica un campo eléctrico
en la dirección de la polarización, se modifican las dimensiones del material en un
valor proporcional al campo, recuperando su valor inicial al cesar la excitación.
Con este efecto se logra un transductor de señal eléctrica a longitudes capaz de
producir movimientos continuos o alternados con muy alta precisión y velocidad.
Ejemplos clásicos de polı́meros piezoeléctricos son el polifluoruro de vinilideno
(PVDF), PTFE, policloruro de vinilideno, policianato de vinilideno, etc. Para
polarizarlos, se les aplica en caliente un campo eléctrico que orienta a los dipolos
en la dirección del campo y al retirar el campo eléctrico, el material conserva
Sección 9.6 223
la polarización por debajo de una temperatura critica. Por esta propiedad suelen
aplicarse en la construcción de pequenos micrófonos y altavoces. Una temperatura
superior a la critica desordena el sistema y se pierde la propiedad citada.
La piroelectricidad depende de la capacidad que presenta el material al reci-
bir un impacto térmico para modificar la polarización residual y retornar a las
condiciones iniciales. Los materiales piroeléctricos suelen utilizarse como sensores
de radiación que resultan (relativamente) independientes de la longitud de onda.
Propiedades ópticas
Como buenos aislantes, los materiales poliméricos usualmente tienen unas
zonas prohibidas apreciables de manera que las formas monocristalinas ideales
serı́an transparentes para un buen rango de radiación electromagnética visible.
Sin embargo, la transparencia puede estar enmascarada debido a anisotropı́as de
forma producidas en los lı́mites de grano en formas semicristalinas o en las inho-
mogeneidades en formas vı́treas o amorfas. Para que un material sea transparente
es necesario que sea homogéneo en una escala de longitudes mucho mayor que las
longitudes de onda de la radiación electromagnética visible. Una cristalita tı́pica
lo cumple. Sin embargo, debido a la existencia de un gran número de ellas en
una muestra, los lı́mites de grano hacen que se produzcan refracciones múltiples
difundiéndose la luz. Esto hace que los materiales poliméricos semicristalinos sean
blancos o translúcidos, a diferencia de los materiales poliméricos amorfos que son
altamente transparentes a la luz. Ésto explica que cuando, por ejemplo, se funde
LDPE aumenta claramente su transparencia.
El ı́ndice de refracción n de los materiales poliméricos más comunes ronda 1.5
(tabla 9.3).
Los termoplásticos amorfos han contribuido apreciablemente en muchas apli-
caciones donde la transparencia del material es fundamental, puesto que un coste
no muy alto permite obtener materiales casi tan transparentes como el vidrio
común pero con una tenacidad mucho mayor. El ejemplo más significativo en el
que un material polimérico substituye al vidrio15 es el polimetacrilato de metilo
(PMMA o acrı́lico), aunque éste tiene una dureza menor. Aún se puede aumentar
más la tenacidad incorporando capas de elastómeros compatibles (que son muy
resilientes) con el mismo ı́ndice de refracción, pero esto aún reduce más la dureza
del material. El PS es similar pero menos tenaz que el PMMA. En las aplicaciones
prácticas donde la resistencia al impacto es más importante que la transparen-
15
Muchas veces se denomina vidrio orgánico.
224 Materiales Poliméricos
Propiedades quı́micas
Una de las propiedades buscadas en el uso de materiales poliméricos es la
resistencia frente a la acción de agentes quı́micos.
Los materiales poliméricos usualmente resisten el ataque de agentes quı́mi-
cos como ácidos y bases en medios acuosos, pero son sensibles a agentes como
disolventes orgánicos, que pueden disolver a las muestras por completo, o bien
producir plastificación de la muestra, o bien producir hinchazón en la muestra.
Esta visión amplia y general se debe concretar diciendo que las moléculas del
solvente deben ser absorbidas y difundirse en la muestra como consecuencia de
ser atraı́das por partes de las cadenas poliméricas tanto o más que estas partes de
las cadenas entre sı́. Si la difusión no es suficiente el ataque se producirá básica-
mente en las superficies de la muestra. Por supuesto las zonas amorfas difundirán
mucho mejor que las cristalinas. Ası́, la cristalización confiere resistencia frente a
los agentes quı́micos.
Los ambientes quı́micamente agresivos acentúan la sensibilidad de los polı́me-
ros frente al crecimiento de fisuras y frente a la fractura. Ası́ pues, la vitrificación
cerca de las puntas de las microfracturas existentes y la existencia de espacio vacı́o
en el que es fácil que se produzca difusión hace que los disolventes actúen prefe-
rentemente en estas microfracturas y por ejemplo provoquen una reducción de la
ductilidad de manera que la microfractura crezca con facilidad. Este fenómeno se
conoce como fractura por esfuerzo corrosivo o ambiental.
Se denomina degradación al deterioro de las propiedades de una muestra. Esta
degradación ocurre en la fabricación y procesado de la muestra, o debido al uso,
o al ambiente. Normalmente la potencial degradación máxima se produce en el
procesado, debido a que entonces es cuando el material debe soportar las más
altas temperatura y esfuerzos. Éste es un problema técnico fundamental puesto
que por ejemplo la rotura de cadenas puede no modificar la estructura del material
Sección 9.7 225
pero sı́ su peso molecular medio, cosa que reduce la viscosidad en el fundido ası́
como otras propiedades mecánicas como la tenacidad y la resistencia a impactos.
Esto es fundamental en el momento de reciclar termoplásticos ya que si no se
evita la proporción de material irrecuperable las propiedades del reciclado van
empeorando paulatinamente. Cuando la degradación de un material ocurre a lo
largo de largos periodos de tiempo se denomina envejecimiento.
La oxidación de los materiales poliméricos es compleja y usualmente se refleja
en la aparición de enlaces entre cadenas que reticulan la muestra. Fundamen-
talmente ésto implica que la muestra se fragiliza. La oxidación es catalizada en
muchos casos mediante la luz solar, y en consecuencia, para evitar la oxidación se
deben incorporar en el material polimérico antioxidantes o pigmentos filtrantes
de la luz responsable de la catálisis antes mencionada.
Los cristales lı́quidos poliméricos son cristales lı́quidos (ver la sección 11.2)
constituidos por cadenas poliméricas. De entre los cristales lı́quidos liotrópicos
uno de los más interesantes es la poliamida aromática poliparafenileno ter-eftala-
mida o fibra Kevlar (PPTA) que es una solución del polı́mero en ácido sulfúrico
concentrado. Esta fibra mantiene el punto de crı́tico de pérdida de cristalización
por encima de la temperatura de descomposición. Otro polı́mero de este tipo de
propiedades similares es el poliparafenileno benzobiaxozol (PBO). Los cristales
lı́quidos termotrópicos tienen una viscosidad mucho menor que otros materiales
226 Materiales Poliméricos
Polı́meros funcionales
ladas dentro de una matriz del PS, para evitar el efecto contrario. En ABS las dos
fases son un copolı́mero monofásico, acronitrilo-estireno (SAN) y un elastómero
butadieno ligeramente reticulado. Aquı́ también el elastómero en forma de pe-
queñas partı́culas forma una dispersión ligada por la matriz copolimérica. Otros
más complejos pueden ser el PVC donde se han introducido partı́culas de ABS u
otro termoplástico endurecido por elastómero. En todos los casos el objetivo es
aumentar la tenacidad de los materiales iniciales puros.
Los materiales poliméricos celulares son materiales poliméricos hı́bridos donde
una de las fases es aire. Este tipo de materiales son porosos y se usan ampliamente
en empaquetado, acolchado y en general, como aislante térmico, sonoro y mecá-
nico. La caracterı́stica fundamental de estos materiales, compartida por todos los
materiales porosos, consiste en la igual dependencia de sus propiedades fisicoquı́-
micas respecto de la estructura métrica de los poros, y por tanto topológica, que
respecto del material polimérico subyacente.
El primer material polimérico celular fue el caucho natural donde por medios
mecánicos se insufló aire. Actualmente los métodos de fabricación consisten en
introducir dentro del material polimérico un agente esponjante que genere gas,
por ejemplo al calentarlo. En una estructura celular abierta rápidamente el gas es
reemplazado por aire. Los materiales más comunes están basados en los PS y los
poliuretanos, pudiéndose conseguir desde propiedades muy aislantes del calor en
estructuras celulares cerradas hasta flexibilidades muy altas en estructuras celu-
lares abiertas. Una caracterı́stica muy útil de los materiales poliméricos celulares
estriba en que tienen una densidad efectiva muy baja permitiendo el uso en mate-
riales hı́bridos con estructura de relleno. Ésto se usa en un proceso de fabricación
simple que consiste en rellenar un molde con un material polimérico al que se ha
añadido un agente esponjante. El material solidifica rápidamente cerca del molde
dando lugar a una capa polimérica no porosa sólida que hace que el interior se
mantenga a alta temperatura más tiempo dejando que el agente esponjante ac-
túe formándose una espuma polimérica en el interior. El resultado combina una
estructura tenaz pero liviana.
Adhesivos
R − N H2 + ClH = R − N H3 (+)Cl(−)
y la de intercambio:
Problemas
9.1. ¿Por qué el caucho cuando se estira tiende a cristalizar?
9.2. Un polietileno (PE) de alto peso molecular tiene un peso molecular promedio
de 450kg mol−1 ¿Cual es el grado de polimerización promedio?
9.3. ¿Cuánto azufre debe añadirse a 10g de elastómero polibutadieno para en-
trecruzar un 3 % de los meros, considerando que todo el azufre se usa en el
entrecruzamiento y que sólo un átomo está en cada enlace?
Capı́tulo 10
Ciencia de superficies
2
del inglés Scanning Tunneling Microscopy.
234 Ciencia de superficies
0.2
W
Energía (u.a.)
EF
0
− 0.2
Mo Mo Mo
0 1.0 2.0
Distancia (a)
Vacío
0.27
Al Al
3.2
2.14 2.14
3.2 3.2
Al
2.14 2.14
3.2
Al Al
2.14
Para ésto es necesario poder tener vacı́os ultra altos (UHV) (10−10 torr), en este
sentido se define el langmuir (1l=10−6 torr·s) como la unidad de exposición gaseo-
sa, que es la exposición que cubrirá con una monocapa del gas una superficie del
orden de 1cm2 suponiendo que todas las moléculas del gas que chocan contra la
superficie se adsorben. El proceso de la fotoemisión electrónica es muy complejo,
y en una primera aproximación para bajas energı́as es válido el modelo de las tres
etapas, en el que el proceso de fotoemisión se compone de etapas independientes,
a saber: proceso de excitación del electrón por el fotón, transporte del electrón a
la superficie y escape del electrón a través de la misma. Como se ve, el efecto de
la superficie es muy importante en este proceso y por tanto, se puede estudiar la
misma a través de este tipo de espectroscopı́a.
Substrato
a)
Substrato Substrato
b) c)
4
del inglés Molecular Beam Epitaxy: epitaxis por haces moleculares.
5
del inglés Chemical Vapour Deposition: deposición quı́mica en fase vapor.
238 Ciencia de superficies
Problemas
10.1. ¿Por qué una superficie limpia puede estar reconstruida o no reconstruida?
10.5. ¿Cuál es la energı́a mı́nima de un fotón para que produzca efecto fotoeléc-
trico en un material?
10.8. Para los planos (100) del cobre se absorben el uno por ciento de las moléculas
de oxı́geno que chocan contra ellos a 300K. Calcular la presión necesaria para
Sección 10.2 239
10.10. Razonar en qué situaciones un material escogerá cada uno de los modos
de crecimiento epitaxial (fig. 10.3).
241
Capı́tulo 11
Nuevos materiales
11.1. Fullerenos
Los fullerenos son un conjunto de formas alotrópicas del carbono diferentes
del diamante y del grafito, y se corresponden con la única forma estable y finita.
Se descubrieron por primera vez en 1990 por Krätschmer y Fostiropoulos, aunque
ya fueron predichos por Jones en 1966 y se encontraron, sin confirmación, en 1985
por Smalley, Curl y Kroto. Los fullerenos son sólidos moleculares formados por
moléculas pseudoesféricas que contienen desde 32 hasta 960 átomos de carbono.
Estas formas facilitan la estabilidad comentada más arriba ya que dificultan la
aparición de enlaces libres. La más famosa, común y estable de estas molécu-
las es el buckminsterfullereno (C60 ) (fig. 11.1), de un diámetro del orden del
nanómetro.
Después del descubrimiento del buckminsterfullereno, se han propuesto bucky-
bebés (C32 , C44 , C50 y C58 ) el fullereno C70 (también fabricable en cantidades
apreciables) y los fullerenos gigantes (C240 , C540 y C960 ). Cada uno de los fulle-
242 Nuevos materiales
renos es una red hexagonal cerrada en sı́ misma, con una cierta composición de
pentágonos para que sea posible el cierre. La cantidad de pentágonos es 12 inde-
pendientemente del fullereno y ya fue calculada, geométricamente, por Euler. El
buckminsterfullereno tiene exactamente 20 hexágonos y el C70 tiene 25.
También se han sintetizado compuestos en los que una parte son fullerenos.
Por ejemplo: el C60 (OsO4 )(4-tert-butilpiridina)2 , el K3 C60 , el C60 F60 , etc, con pro-
piedades muy interesantes. También ha sido posible introducir pequeños átomos
dentro de los fullerenos.
Desde el punto de vista de la ciencia de materiales, lo importante no es sólo la
estructura de estas sorprendentes moléculas, sino las propiedades de los materiales
macroscópicos hechos con fullerenos que son consecuencia tanto de las moléculas
en sı́ mismas, como de la estructura del material. En este sentido se ha visto que
el buckminsterfullereno cristaliza según una red de Bravais f.c.c. y se ha predicho
que es un material semiconductor intrı́nseco con un band-gap directo. En los
nudos de la red las moléculas de buckminsterfullereno giran a alta frecuencia
aleatoriamente de forma que dan al buckminsterfullereno un marcado carácter
de desorden, de forma que presentan un orden parcial: tienen orden posicional
global, pero no orden en la orientación y velocidad angular de las moléculas en
cada nudo de la red.
El K3 C60 , una sal potásica del buckminsterfullereno, presenta propiedades
metálicas y tiene una estructura f.c.c. con una base formada por un átomo de
K y una molécula de buckminsterfullereno. Este material tiene comportamiento
superconductor por debajo de una temperatura de 18K. Si el potasio se substituye
por rubidio o por rubidio y talio se consigue aumentar esta temperatura crı́tica
hasta los 43K.
El buckminsterfullereno se puede dopar, por ejemplo, poniendo átomos de
impurezas dentro de cada molécula. Esto modifica de forma importante las pro-
Sección 11.2 243
Sólidas, lı́quida isótropa y gaseosa. Las primeras son distintas fases solidas
cristalinas y presentan orden total ocurriendo a temperaturas bajas, y las
demás corresponden a temperaturas altas y están completamente desorde-
nadas.
(b)
(c)
(d)
Figura 11.2: Varias mesofases de los cristales lı́quidos: a) fase nemática, b) fase
colestérica, c) fase esméctica A, d) fase esméctica C.
colestérica.
Apéndice A
Constantes fundamentales
1
Velocidad de la luz en el vacı́o c ≡ (0 µ0 )− 2 ≡ 2,99792458 · 108 ms−1 .
1
Léase: h barra.
BIBLIOGRAFÍA 253
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[34] Fuller, R.A. & Rosen, J.J., 1986, Materiales para la Medicina. Scientific
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ÍNDICE ALFABÉTICO 257
Índice alfabético
perfecto, 91 distribución
dieléctrico, 5 de Boltzmann, 88
diferencia dominio
de potencial ferroeléctrico, 103
directa, 66 magnético, 92
inversa, 67 dopado, 71
difracción, 37, 160 drain, 69
de electrones de baja energı́a, 232 drenaje, 69
de radiación X, 21, 37 ductilidad, 53, 75, 78
de electrones, 161 dureza, 7, 75, 78
de neutrones, 160
ecuación
de radiación X, 160
de Schrödinger, 25
dinámica, 160
ecuaciones
difusión
de Maxwell, 85
de vacantes, 46
efecto
gaseosa en sólido, 72
avalancha, 67
difusividad Borrmann, 160
térmica, 216 Doppler, 133
dilatación Ettingshausen, 64
térmica, 82 Faraday, 146
diodo, 65 fotoeléctrico, 235
óptico, 147 galvanomagnético, 63
dipolo Hall, 63, 98, 166, 176
inducido fluctuante, 5 anómalo, 176
dirección óptico, 147
de ganancia, 142 isotópico, 108
disclinación, 45, 53 Josephson, 116
dislocación, 45 de corriente alterna, 116
en cuña, 51 Joule, 61, 125
helicoidal, 51 Kerr, 99, 148
dispersión, 37, 124 Leduc–Riggi, 64
anómala, 128 magnetocalórico, 99
Raman, 123 Meissner-Ochsenfeld, 106
Rayleigh, 123 Nerst, 64
dispositivo Peltier, 62
bipolar, 65 Pockels, 146
monopolar, 69 Seebeck, 61
ÍNDICE ALFABÉTICO 261
termogalvanomagnético, 64 de cizalladura, 75
Thompson, 63 de compresión, 75
túnel, 32, 67 de torsión, 75
elasticidad, 7, 76 espacio
elastómero, 179 recı́proco, 18
electrón, 27 espectro
elemento de absorción, 126
de volumen, 244 electromagnético, 121
emisión espectrómetro
espontánea, 132, 133 de cristal, 39
estimulada, 132, 133 espectroscopı́a
fotoeléctrica, 123 fotoelectrónica, 235
termoiónica, 235 espı́n, 25, 26
emisor, 67 estado
energı́a excitado, 133
de Fermi, 81, 89 fundamental, 133
de ionización, 133 gaseoso, 9
dipolar intermedio, 109
magnética, 88 lı́quido, 9
enfriado localizado, 176
lento, 157 metaestable, 20
mezcla, 112
rápido, 156
plasma, 9
enlace
sólido, 9
covalente, 5
superficial, 232
cruzado, 183
estereoisomerı́a, 188
de hidrógeno, 5
etapa
de Van der Waals, 5
de recristalización, 54
iónico, 5
de recuperación, 54
libre, 183, 232
EXAFS, 177
metálico, 5
excitón, 49, 132
mixto, 5
de Frenkel, 50
envejecimiento, 225
de Mott-Wannier, 50
EPR, 97
exposición
ergodicidad, 168
gaseosa, 236
esferulita, 201
esfuerzo, 75 factor
de tracción, 75 de pérdida, 100
262 ÍNDICE ALFABÉTICO
cristalinos, 20 translacional, 14
grupo inversión
espacial, 24 de población, 142
puntual, 23 isomerı́a, 185
gutapercha, 190 isotropı́a, 14
del espacio, 16
HDPE, 184
heteropolı́mero, 183 JFET, 69
HIPS, 226 KDP, 147
histéresis, 77, 92, 103, 219 KTP, 147
homogeneidad, 14
homopolı́mero, 183 langmuir, 236
HREM, 161 LÁSER, 132
hueco, 27, 62, 65, 135, 175 láser
aleatorio, 144
IGBT, 70 de Neodimio, 139
IGFET, 69 de rubı́, 139
implantación látex, 219
directa, 157 LDPE, 196
iónica, 72 LED, 140
impureza LEED, 232
aceptadora, 65 ley
dadora, 65 de Beer–Lambert, 130
ı́ndice de Curie, 88
de refracción, 123, 244 de Curie-Weiss, 92
ı́ndices de Miller, 24 de Debye, 176
inducción de Dulong-Petit, 81
magnética de Hooke, 76
efectiva, 110 de Lenz, 89
intensidad de Planck, 132
de la onda, 126 de Wiedemann-Franz, 82
luminosa, 130 de Arrhenius, 171
interacción lı́mite
de intercambio, 91 de fase, 54
de Pauli, 26 de grano, 15, 20, 54
hiperfina, 98 de inclinación, 54
interferencia, 38 de macla, 54
invariancia elástico, 77
264 ÍNDICE ALFABÉTICO
de Néel, 96 vacante, 46
de Kauzmann, 173 vector
tensión, 75 de Burgers, 51
térmica, 83 de onda, 19
teorema de Burgers, 163
de Bloch, 27, 175, 232 primitivo, 16
teorı́a velocidad
BCS, 105 de la luz, 124
de Weiss, 92 de solidificación, 199
termopar, 62 viscosidad, 168
tesela, 152 de cizalla, 218
teselación, 152 extensional, 218
tiempo voltaje
de relajación, 59, 136 de ruptura, 67
libre medio, 61 vulcanización, 182, 219
tiempos work
caracterı́sticos, 20 function, 234
trabajo
de extracción, 234 YBaCuO, 113
trans-, 188
zona
transición
activa
directa, 34, 135
lineal, 67
indirecta, 34, 136
de Brillouin, 19
intrabanda, 132
de deplexión, 65
óptica, 175
prohibida, 32
vı́trea, 168, 214
transistor
bipolar, 67
FET, 69
transmisión, 123
transmitancia, 130
transparencia, 34
UHV, 71
unión
débil, 113, 119
P-N, 65, 140
270 ÍNDICE ALFABÉTICO