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NACIONALES
ANTOLOGÍA DE TEORIA
DEL CONFLICTO
2002
1
ADVERTENCIA
2
LEY No 13714
PROLOGO
3
TEORIA DEL CONFLICTO
INDICE
Pág
INTRODUCCIÓN................................................................237
CAPITULO I
SOBRE EL CONFLICTO
1. EL CONFLICTO,
Por: El CAEN (TE-001-85)............................................239
CAPITULO II
SOBRE LA GUERRA
3. NATURALEZA DE LA GUERRA
Por: Karl Von Clausewitz..............................................259
4. LA GUERRA,
Por: CAEN (TE-001-85)................................................305
CAPITULO III
SOBRE LA SUBVERSIÓN
5. GUERRA REVOLUCIONARIA,
Por: Escuela Superior de Guerra del Brasil.................315
CAPITULO IV
4
Ninguna sociedad está liberada de los conflictos, es más,
muchas veces resultan inevitables, en este sentido, el estudio
del conflicto sus causas, las formas y magnitudes de su
manifestación son situaciones que necesitan ser conocidas y
explicadas, sobre todo porque se suelen presentar con
relativa frecuencia.
Y así como el conflicto es inevitable, así también se plantea
la posibilidad de su tratamiento, manejo y regulación y/o
administración del mismo. Si la sociedad perdura es porque
de una u otra manera dos grupos juntos han encontrado una
solución temporal o aparentemente definitiva para dirigir sus
intereses encontrados.
Las partes opuestas pueden ser dos personas, cuyos
desacuerdos pueden culminar con la disolución del vínculo
que los unía; también las partes pueden ser dos grupos
sociales, una empresa respecto a su sindicato en cuyo caso el
conflicto puede traducirse en una huelga; también el conflicto
puede darse entre países, y en este caso, la guerra, puede
ser la manifestación más violenta del conflicto.
Por último, la subversión y el terrorismo, son otras formas de
conflicto que se presentan en una sociedad, como
consecuencia de la aparición de un grupo que cuestiona el
estado de cosas y supone que es necesario el cambio de lo
existente, no a través de mecanismos formales y legales
permitidos por la sociedad sino a través del uso de la
violencia como modalidad para captura del poder.
El conjunto de lecturas que aquí se presenta están orientados
a comprender el fenómeno social llamado Conflicto, para tal
efecto las lecturas han sido agrupadas en tres secciones: la
primera sección, está dirigida a precisar teóricamente lo que
es el conflicto y las funciones que cumplen en cualquier
sociedad, la segunda sección, trata sobre la Guerra, la que no
es otra cosa que la manifestación más dramática y violenta
del conflicto y finalmente, la tercera sección, trata de ser una
aproximación al problema de la Subversión.
La Defensa Nacional, está asociada a cada uno de estos
problemas por tanto, es necesario para el tratamiento y
solución de la misma, estar en conocimiento de una teoría
mínima que ayude a entender y a explicar el por qué de los
conflictos.
5
OBJETO, FINALIDAD Y ALCANCE
OBJETO
FINALIDAD
ALCANCE
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CAPITULO I
SOBRE EL CONFLICTO
1. EL CONFLICTO
a. INTRODUCCION
b. CONCEPTUALIZACION
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elementos, éstos siempre llegan a formar coaliciones y por
tanto a polarizarse en dos fuerzas opositoras.
c. CARACTERÍSTICAS
(2) Permanencia
d. CLASIFICACIÓN
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Es aquel en el que las partes no son conscientes de la
relación de oposición.
9
precisos. En este caso, se encuentran las relaciones
obrero-empresariales las que, cuando dejan de ser de
cooperación se tornan conflictivas, asumiendo el
sindicato la representatividad de los obreros en cuya
virtud discute y presiona a la empresa para conseguir
sus objetivos.
10
internacionales. Estas pueden ser de colaboración
recíproca y de amistad, lo que indudablemente, no es
invariable ya que en función del logro de sus
objetivos, los Estados pueden ir desde la crisis, al
rompimiento de las relaciones diplomáticas, pudiendo
desembocar en la guerra como la expresión más
dramática y sangrienta del conflicto.
(1) No Coactivos
11
estructura nacional. En este caso, en las
relaciones entre un sector de la población y el
Estado, una de las partes recurre a la ejecución y
marchas de protesta, mítines, paros (de brazos
caídos, suspensión de labores), huelgas, toma de
locales, captura de rehenes, saqueo o incendios.
Algunos conflictos entre estas partes han
derivado en guerras civiles.
g. ESCALADA Y DESESCALADA
12
Todo conflicto puede determinar el debilitamiento, la
desorganización o la destrucción de un sistema. Asimismo,
puede fortalecer la unidad y el mantenimiento de un
sistema dado.
13
Los países se "han acercado" y el término "lejanía" es muy
relativo; los campos de fuerza se reestructuran con una
dinámica desconocida hasta hace muy poco y su
conformación final es de muy difícil pronóstico.
14
necesidad de producir decisiones políticas, sin las
cuales no será posible alcanzar sus objetivos. Su
materialización estará indisolublemente unida a la
voluntad de quien las haya establecido.
15
2. TEORIA DEL CONFLICTO
a. CONCEPTO DE CONFLICTO
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estables o inestables.
17
En los conflictos podemos reconocer la presencia de los
siguientes elementos:
(1) Lenguaje
18
relación con el ejercicio de lo que los actores
entienden por su derecho, pueden darse situaciones
de:
19
La agresividad enlaza a la hostilidad con la violencia
y aparece luego de otras etapas anteriores en el
desarrollo del conflicto.
- Paz seráfica
20
mundo.
- Paz evangélica
- Paz política
21
Combinando las antedichas situaciones con la aparición
sucesiva de los elementos del conflicto, podemos
establecer sus niveles de virulencia o intensidad:
22
El conflicto se inicia, tal como hemos expresado, con las
contramedidas del defensor. Cuando se percibe la
amenaza, aparece la tensión, pudiendo luego recorrer los
niveles de virulencia mínima hasta moderada, antes de
llegar a la violencia. Para cambiar la intensidad del
conflicto en la medida necesaria para influir sobre la
conducta de otro actor, se apela a la escalada. Este
materializa el ejercicio del poder a través de opciones y
procedimientos cada vez más contundentes.
Inversamente, la intensidad del conflicto puede
disminuirse mediante una desescalada, especialmente si
se trata de lograr una solución negociada o una tregua.
(1) Contagio
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(a) Colapso de uno o más actores. Ejemplo:
Segunda Guerra Mundial a partir de la
rendición italiana a los aliados.
(b) Acuerdo entre algunas de las partes implicadas.
(1) Tregua
(2) Compromiso
24
arbitraje, mediación o también, por imposición de
un tercer actor más fuerte, cuyos intereses
puedan verse afectos por la continuación del
conflicto.
(3) Derrota
(d) Aniquilamiento:
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CAPITULO II
SOBRE LA GUERRA
3. NATURALEZA DE LA GUERRA
A. ¿ QUE ES LA GUERRA?
1. INTRODUCCION
2. DEFINICION
( *)
Tomado del libro de la Guerra de Karl Von Clausevitz. Ediciones Mar
Océano, Buenos Aires, Páginas 09 al 38.
27
La fuerza, para enfrentarse con la fuerza, recurre a las
creaciones del arte y de la ciencia. Va acompañada de
restricciones insignificantes, que es casi inútil mencionar,
que se imponen por si mismas y son conocidas bajo el
nombre de leyes y usos internacionales, pero que en
realidad no debilitan su poder. La fuerza, es decir, la
fuerza física (porque existe fuerza moral fuera de los
conceptos de ley y estado), es de este modo el medio;
imponer nuestra voluntad al enemigo es el objetivo.
28
razón reside en la condición social de los estados
considerados en sí mismos y en sus relaciones
recíprocas. La guerra surge, se delinea, se limita y
modifica de acuerdo con esa condición y sus
circunstancias concomitantes. Pero tales elementos no
son parte de la guerra, sino que existen de por sí. En la
filosofía de la guerra no podemos introducir en modo
alguno un principio modificador sin caer en el absurdo.
29
involucradas en ella.
30
rendirse.
31
que ésta se basa en números (aunque no del todo), pero
la fuerza de la voluntad sólo puede ser medida, en forma
aproximada y en menor escala, por la fuerza del motivo
que la impulsa. Suponiendo que por este camino
lográramos un cálculo razonablemente aproximado del
poder de resistencia de nuestro oponente, podríamos
regular nuestros esfuerzos de acuerdo con dicho cálculo
o intensificarlos para obtener una ventaja o bien sacar de
ellos el máximo posible, si nuestros medios no bastaran
para asegurarnos esa ventaja. Pero nuestro adversario
procede del mismo modo y surge así entre nosotros una
nueva puja que desde el punto de vista de la teoría pura
nos lleva una vez más a un punto extremo. Esta es la
tercera acción recíproca que encontramos y el tercer
extremo.
6. MODIFICACIONES EN LA PRACTICA
32
admitir sin embargo que no es fácil que la mente
humana se someta al gobierno de esas fantasías lógicas.
En muchos casos, el resultado habría de ser un derroche
inútil de fuerzas que se vería restringido por otros
principios del arte de gobernar. Esto requeriría un
esfuerzo desproporcionado en relación con el objetivo a
la vista e imposible de realizar. En efecto, la voluntad
del hombre nunca extrae su fuerza de sutilezas
lógicas.
33
por debajo del nivel de la perfección absoluta y así estas
deficiencias, inherentes a ambos bandos, se convierten
en influencia modificadora.
34
hipotético.
35
nuestros esfuerzos en la decisión de las acciones
iniciales, ya que un comienzo desfavorable en
desventaja a la cual nadie se expondría de intento, dado
que si bien la primera decisión es seguida por otras,
mientras más decisiva sea, mayor será su influencia
sobre las que le sigan. Pero el hombre trata de eludir del
esfuerzo excesivo al amparo de la posibilidad de que se
produzca una decisión subsiguiente y, por lo tanto, no
concreta no pone en tensión sus recursos para la primera
decisión hasta donde hubiera podido hacerlo, de no
mediar aquella circunstancia. Lo que uno de los
adversarios no hace por debilidad, se convierte para el
otro en base real y objetiva para aminorar sus propios
esfuerzos y; de este modo, a través de esta acción
recíproca, la tendencia hacia el extremo se reduce una
vez más a un esfuerzo limitado.
36
acontecimientos no es ya teórico, sino que está
determinado de acuerdo con sus propias leyes, entonces
la situación real suministra los datos para determinar lo
que se espera, la incógnita que debe ser despejada.
37
no de simples ideas, esa base constituiría la medida
relativa para esos dos estados contrincantes.
40
acción. Pero, desde ese momento, la necesidad de
actuar parece por lógica recaer en su oponente, a fin de
no dejarle tiempo al vencido para que se prepare para la
acción.
42
inmediatamente. Esto es, evidentemente, algo muy
distinto.
43
18. UNA SEGUNDA CAUSA RESIDE EN EL
CONOCIMIENTO IMPERFECTO DE LA SITUACIÓN
44
sabemos, es siempre un factor en el producto de
nuestras fuerzas.
45
nos presentará aún más como un juego. El elemento
dentro del cual se realiza la acción bélica es el peligro;
pero, ¿cuál es en el peligro la cualidad moral
predominante?. Es el valor. El valor, por cierto, es
compatible con el cálculo prudente, pero sin embargo el
valor y el cálculo difieren por naturaleza y pertenecen a
partes distintas del espíritu. Por otra parte, la osadía, la
confianza en la buena suerte, la intrepidez y la temeridad
son sólo manifestaciones de valor, y todos estos
esfuerzos del espíritu buscan lo accidental porque es su
propio elemento. Vemos por lo tanto que, desde el
principio, la facultad o teoría como se llama, no
encuentra en parte alguna base segura en los cálculos
del arte de la guerra. Desde el comienzo existe un juego
de posibilidades y probabilidades, de buena y de mala
suerte, que aparece en todos los hilos, grandes o
pequeños de su trama y hace que de todas las ramas de
la actividad humana, sea la guerra la que más se semeje
a un juego de naipes.
46
teoría debe tener en cuenta el elemento humano y
conceder un lugar al valor, a la intrepidez hasta a la
temeridad.
47
Ahora bien, si en sí misma fuera un acto completo e
inalterable, una manifestación absoluta de violencia,
como tuvimos que deducir de su concepción pues, desde
el momento en que se pone de manifiesto por la política,
tomaría el lugar de la política, y como algo
completamente independiente de ella la dejaría a un lado
y sólo se regiría por sus propias leyes; del mismo modo
que cuando se dispara una mina, no es posible ya
cambiar su rumbo hacia ninguna otra dirección fuera de
la marcada en los ajustes previos.
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adaptarse a la naturaleza de los medios a su disposición,
y de tal modo, cambiar a menudo completamente, pero
se le debe considerar siempre en primer término. La
política, por lo tanto, intervendrá en la acción total de la
guerra y ejercerá una influencia continua sobre ella,
hasta donde le permita la naturaleza de las fuerzas
explosivas que contiene.
49
tendencia a la violencia, coincidirá menos con las
directivas políticas; por lo tanto, cuanto más se aparte la
guerra de su tendencia natural, mayor será la diferencia
entre el objetivo político y el propósito de una guerra
ideal, y la guerra tendrá mayores apariencias de guerra
política. Pero para que el lector no se forme ideas falsas,
debemos hacer notar que por esa tendencia natural de la
guerra entendemos solamente la tendencia filosófica,
estrictamente lógica y de ningún modo la de las fuerzas
que realmente intervienen en la lucha, hasta el punto de
que, por ejemplo, deberíamos incluir todas las
emociones y pasiones de los combatientes. Es verdad
que éstas pueden, en muchos casos, ser excitadas a tal
extremo que sólo con dificultad podrán mantenerse
confiadas en el campo político; pero en la mayoría de los
casos no surge esta contradicción, porque la existencia
de emociones tan fuertes implica también la existencia
de un gran plan de armonía con ellas.
50
correspondería más que el primero a la política.
51
azar y las probabilidades, que hacen de ella una
actividad libre de emociones, y el carácter subordinado
de instrumento político, que hace que pertenezca al
dominio de la inteligencia pura.
52
que sea el medio adecuado para alcanzar el objetivo
político, nos encontramos con que éste es tan
variable como lo son el objetivo político y las
circunstancias particulares de la guerra.
53
no todas las guerras admiten una decisión y arreglo
completos.
54
reales debemos admitir que en toda una categoría de ellos,
especialmente en los casos en que el enemigo es
evidentemente más fuerte, su derrota sería un juego fútil de
ideas.
La razón por la cual el objetivo de la guerra deducido de la
teoría no siempre concuerda con la guerra real, reside en la
diferencia entre las dos, de la cual nos hemos ocupado en el
capítulo anterior. De acuerdo con la teoría pura, una guerra
entre estados de fuerza desigual evidente, parecería ser un
absurdo y en consecuencia sería imposible. La desigualdad
en la fuerza física no tendría que ser mayor, a lo más que lo
podría ser neutralizado por la fuerza moral, y esto no significa
mucho en Europa, en nuestro estado social actual. Por lo
tanto, si hemos visto que ciertas guerras se producen entre
estados de poderío desigual, esto se debe a que en la
realidad la guerra se aparta mucho de nuestra concepción
teórica original.
56
hasta destruir todas las fuerzas, o si nos contentamos con una
victoria destinada a quebrantar el sentimiento de seguridad
del enemigo, haciéndole sentir nuestra superioridad e
infundiéndole así aprehensión sobre el futuro. Siendo ésta
nuestra intención, llevaremos la destrucción de sus fuerzas
solamente hasta donde sea necesario para el logro de ese
propósito. Análogamente, la conquista de territorio enemigo
es una medida totalmente diferente, y el objetivo no es
derrotar al enemigo. Si tal fuera nuestro objetivo, la
destrucción de sus fuerzas sería una acción verdaderamente
efectiva y la apropiación de los territorios sólo sería una
consecuencia. El apoderarse de esos territorios antes que sus
fuerzas hayan sido despedazadas ha de ser siempre
considerado como sólo un mal necesario. Por otra parte, si
nuestro propósito no es el de derrotar a las fuerzas enemigas
y si estamos convencidos de que el enemigo no busca, sino
que teme, llevar la lucha a un terreno sangriento, el hecho de
apoderarse de una parte de territorio débil o completamente
desguarnecido constituye en sí mismo una ventaja, y si esta
ventaja es suficientemente grande como para que el enemigo
sienta aprehensión sobre el resultado final, deberá ser
considerada entonces como un camino corto hacia la paz.
Nos encontramos ahora con otros medios especiales de
influir sobre la probabilidad de éxito sin la derrota de las
fuerzas armadas del enemigo, a saber aquellas actividades
que tiene efecto inmediato sobre la política. Si es posible
realizar actos que sirvan para romper las alianzas del
enemigo o hacerlas ineficaces, para atraernos a nuevos
aliados a nuestro lado, para estimular las actividades políticas
en nuestro favor, etc. fácil será concebir, entonces, que tales
actividades pueden aumentar las probabilidades de éxito y
convertirse en un camino mucho más corto para el logro de
nuestro objetivo que el de la derrota de las fuerzas armadas
enemigas.
57
significado de cada uno de estos términos varía, y que cada
operación difiere en su carácter de acuerdo con el objetivo
que tenga en vista. Aunque estas diferencias sean por regla
general muy pequeñas, esto no debe asombrarnos, puesto
que en la práctica, cuando los motivos son débiles, resulta a
menudo que los matices más tenues de diferencia son
decisivos en favor de tal o cual método de aplicar la fuerza.
Por ahora, sólo nos interesa mostrar que bajo ciertas
condiciones supuestas, hay otros caminos posibles para llegar
hasta nuestro objetivo, y que los caminos no son
contradictorios ni absurdos, ni siquiera equivocados.
58
Ahora bien, si queremos sobrevivir al enemigo en la
continuación de la lucha, debemos contentarnos con los más
pequeños objetivos posibles, porque, naturalmente, un
objetivo grande exige un gasto de fuerzas mayor que uno
pequeño; pero el objetivo más pequeño que podemos
proponernos es la resistencia pura, es decir un combate sin
ninguna intención positiva. En este caso, en consecuencia,
nuestros medios serán utilizados casi al máximo y la
seguridad de éxito será mayor.
59
y en la cual se comprende esa ley filosófico - dinámica que
establece una relación constante entre la magnitud y la
seguridad del éxito.
60
todas las circunstancias materiales?.
61
armados, la idea del combate debe prevalecer
necesariamente por sobre todo.
62
Ahora bien, en el encuentro, toda actividad está dirigida a la
destrucción del enemigo, o más bien de su capacidad de
luchar, ya que esto es inherente a la concepción de un
encuentro. La destrucción de las fuerzas armadas del
enemigo es siempre, en consecuencia, el medio de alcanzar
el objetivo del encuentro.
63
el campo de batalla, debe serlo aún mucho más en todo el
teatro de la guerra, donde se trata solamente de la oposición
de un ejército contra otro, sino de un estado, una nación o un
país contra el otro.
66
Es razonable que los medios en cuestión deben ser los más
costosos, ya que, si bien otras cosas le son iguales, el gasto
de nuestras propias fuerzas es siempre mayor, mientras
mayor sea nuestro propósito encaminado a la destrucción de
las del enemigo.
67
modo, a la resistencia para, que pueda ser adoptada con el
fin de agotar las fuerzas del enemigo.
68
pero, solamente a riesgo de que no sea el método más
conveniente, cuestión esta que depende de condiciones
totalmente diferentes, que reposan, no en nosotros mismos,
sino en nuestro oponente. Este es otro camino, el incruento,
no puede, por lo tanto, ser considerado de ningún modo como
el medio natural de satisfacer la creciente ansiedad de
conservar nuestras propias fuerzas.
69
sobre todos los otros que puedan buscarse en la guerra.
70
4. LA GUERRA
a. GENERALIDADES
71
económicas. La suerte de ese ejército era la suerte de
la guerra que, generalmente se definía en un solo
combate. La población no tenía participación alguna,
pero, sufría las consecuencias de la derrota y no
disfrutaba las ventajas de la victoria.
72
aviación en misiones profundas y la creación de
nuevos procedimientos de lucha, han hecho que las
"Zonas de Seguridad" sean cada vez más
restringidas, y los espacios de combate cada vez
más amplios.
b. CONCEPTUALIZACIÓN Y DEFINICIÓN
73
(2) Definición
c. FINALIDAD
d. OBJETIVOS
e. CARACTERÍSTICAS
(1) Totalidad
f. PRINCIPIOS DE LA GUERRA
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objetivo de la guerra es la destrucción del potencial
enemigo y de su voluntad de continuar la lucha.
77
Exige la combinación juiciosa del movimiento y de los
medios disponibles, para lograr la conquista del
objetivo o de una posición más ventajosa que permita
alcanzar el objetivo a pesar de la acción del enemigo.
La maniobra requiere flexibilidad de organización,
apoyo administrativo y facilidades de comando y de
control. Implica la constante innovación de los
procedimientos operativos y tácticos, el cambio
frecuente de posiciones de combate y de los
elementos administrativos, y la rápida reorganización
y redistribución de los medios. La ocupación previsora
y oportuna de posiciones apropiadas por la fuerza en
relación con la situación del enemigo puede lograr
resultados que de otra manera sólo se podrían
obtener con fuertes pérdidas en hombres y material.
78
La aplicación decisiva de toda la potencia combativa
requiere unidad de comando. La unidad de comando
permite la integración efectiva de todos los elementos
de combate disponibles. Mediante un solo propósito,
voluntad y deseo para coordinar y cooperar se
obtiene unidad de esfuerzo. Los factores esenciales
para obtener la unidad de comando son: el trabajo
coordinado, don de mando, disciplina, moral y una
adecuada organización.
g. TIPOS Y FORMAS
1 Guerra Revolucionaria
79
Es aquella que está dirigida a derrocar al
régimen establecido y capturar el poder
político, a fin de implantar otro sistema
político que es influenciado y aun promovido
por corrientes ideológicas ligadas al
Marxismo-Leninismo, a ideologías
fundamentalistas o de sectas religosas, u
otras organizaciones que emplean
fundamentalmente acciones políticas,
sicosociales, económicas y acciones
militares, en último caso.
2 Guerra Subversiva
Es la forma de guerra no convencional
preferida de la Guerra Revolucionaria. Es
aquella que realiza una parte de la población -
y excepcionalmente una gran mayoría- contra
el poder constituido, con el fin de derrocarlo e
instalar un nuevo orden político o para
imponerle determinadas condiciones en su
conducta. Se puede llevar a cabo con ayuda
del exterior o sin ella. Es el caso típico de los
movimientos de liberación y de los
movimientos insurreccionales. También
pueden desencadenarse bajo el influjo de
corrientes ideológicas anarquistas,
nazifacistas, fundamentalistas, etc.
80
CAPITULO III
SOBRE LA SUBVERSIÓN
5. GUERRA REVOLUCIONARIA
a. INTRODUCCIÓN
( *)
Tomado del libro Doctrina Básica, de la Escuela Superior de Guerra del
Brasil, traducción de la Dra. Cecilia Simas de Souza de Miro Quesada.
81
“La coexistencia pacífica, que constituye la línea general
de la política exterior de la Unión Soviética y de otros
países socialistas, quiere decir una ausencia de guerra, en
el tiempo o un alivio entre dos conflictos”. (L.Gragolev y V.
Larionov).
b. CARACTERIZACIÓN Y CONCEPTUACIÓN
83
lugar huelgas, manifestaciones públicas, protestas,
sabotajes, desórdenes, multas, y el ambiente se deteriora.
84
Organización, fase de la instauración y funcionamiento de
las jerarquías.
85
para la reformulación de nuevos planes y tácticas.
86
vecinos.
d. CONCLUSIÓN
e. BIBLIOGRAFÍA
89
- Escola Superior de Guerra - C-19-68 A Guerra Revolución
los aspectos Modernos dso Movimientos Subversivos.
EJC Río de Janeiro, 1968.
Tomado del libro “Inicio, Desarrollo y Ocaso del Terrorismo en El Perú”, Tomo
II.
90
Una parte de esta ideología, consistía en mitos o imágenes
motrices, cuyo valor no residía tanto en la realidad tal como
era, sino en la realidad que creaban. Uno era la creación de la
“República Popular de la Nueva Democracia” o la “República
Popular del Perú”, mediante una dictadura conjunta de los
tres tercios, proletariado, campesinado (principalmente pobre)
y pequeña burguesía.
91
“Pensamiento Gonzalo”, lo hacen por niveles, atendiendo las
especificaciones y requerimientos de cada aparato del nuevo
SL. Para este estudio han seleccionado los siguientes
documentos: “Defender la Vida del Presidente Gonzalo”,
“Discurso del Presidente Gonzalo”, “Resolución del Comité
Central” y “Gloria al Día de la Heroicidad”.
92
combatiendo con ellos y generando nuevos triunfos con los
que se acercarán cada día a sus metas.
93
jamás se debe subestimar al enemigo y nunca olvidarse el
consejo de Sun Tzu: “el arte de la guerra nos enseña a no
confiar en las probabilidades de que no aparezca el enemigo,
sino en nuestra propia capacidad para recibirle; no confiar en
el azar de que no ataque, sino mejor en el hecho de que
hemos convertido nuestra posición en inaccesible”. De lo que
sí estoy seguro es que la situación de la lucha ha cambiado,
tanto en tiempo, lugar, escenarios, circunstancias, personales
y que nunca debemos repetir la misma táctica con la que
hemos conseguido alguna victoria.
94
1. Sendero Luminoso para mantener el rumbo de su
llamada “guerra popular” y proseguir con la construcción
de “los tres instrumentos de la revolución” (partido,
ejército y frente), requiere contar, además del plan
estratégico de desarrollo (PED) y el plan estratégico de
construcción (PEC); planes que por su naturaleza eran
reajustados en forma periódica, de acuerdo con la fluidez
de la guerra. Cuando Abimael Guzmán estaba libre, estos
dos planes eran elaborados por la Dirección Central, en
cuya cabeza estaba él. El plan militar elaborado para las
campañas, era el resultado de los dos planes anteriores,
mientras que el PEC y el PED, eran de corte político.
95
del poder y guiar la construcción del partido, ejército y
frente”.
96
completos. Del estudio que realizaba el líder, el mismo
que sus seguidores lo tomaban como “magistral, justo y
correcto”, salían los planes estratégicos, de desarrollo y
construcción de la guerra popular en el país. Un dirigente
senderista que no esté en la capital, se aleja del “centro
económico, social y político” y es difícil que pueda tener
un conocimiento cabal de la realidad nacional e
internacional. El centralismo hizo que Abimael Guzmán
anclara en la capital y fue una de las causas de su caída.
97
3. La estrategia de SL empieza a sentir los estragos
después de la captura de Abimael Guzmán, del Buró
Político y “Feliciano”.
98
fuerza principal, en el lugar de los hechos, comandando”.
Agregó, que esta actitud siempre la asumió el presidente
Mao durante el desarrollo de la guerra popular en China.
La tesis del “hechismo” siempre puso al líder senderista
en una posición muy incómoda. La crítica que hacía
“Feliciano” iba contra él. Contra la actitud “aburguesada”
de estar en Lima y no en el campo, frente a la fuerza
principal, la usanza de Mao.
99
una a favor del acuerdo de paz y la otra que pretende
seguir desarrollando la guerra popular hasta la conquista
del poder, pensando tal vez, superar el “problema de
dirección”. Problema que se les presenta como principal y
grave. Un problema de este tipo se soluciona desde el
punto de vista marxista-leninista aplicando soluciones al
problema según sus necesidades y sujetándose a los
principios organizativos y no siempre a las formas
establecidas.
100
Pero, repito, no debemos pecar de optimismo histórico y
pensar que SL está acabado. Al menos, no, desde el
punto de vista táctico. Y es porque también existe otra
razón, quizás no tan evidente, pero que tiene gran fuerza:
“ser terrorista en nuestro país es una forma de vida”. En
algunas zonas de la selva peruana, donde existe un
matrimonio entre terrorismo y narcotráfico, ser terrorista
resulta un negocio muy lucrativo. Es una forma de
sobrevivir, incluso, cuando esta el apogeo la Ley de
Arrepentimiento y muchos senderistas se acogían a ella
después de la captura de Guzmán, para otros resultaba
muy difícil dejar este “modus vivendi”, ya que esta
actividad, además de dinero, les daba un status social y
una jerarquía dentro de la organización. Se sentían
importantes y sobrevivían en una sociedad donde la
desocupación y la extrema miseria es cada vez más
creciente en la población. Los senderistas para convencer
a muchos pobladores: “ven a la guerra con nosotros que
el pobre no tiene más que perder que su pobreza”.
101
Esto les permitiría ganar tiempo para recuperar sus
fuerzas y recomponer su dirección, o sea, prepara
dirigentes y cuadros que les permitan, como ellos
denominan, “garantizar el avance de la lucha armada”, en
el futuro, situación que en la actualidad no han
demostrado quienes está liderando la organización. El
abismo de confusión, incredulidad, y decepción que
sintieron los senderistas con el primer impacto de las
cartas, se despejó después del análisis ideológico y
político que realizó su actual dirigencia. Luego toman una
posición en torno al contenido de las cartas, desde una
posición política.
Se descarta la posibilidad, que Guzmán se haya
“quebrado” en prisión o que presente “tintineos de
capitulación” utilizando el léxico senderista. El filósofo
Miguel de Unamuno decía: “...ni a un hombre, ni a un
pueblo –que es en cierto sentido, un hombre también. Se
le puede exigir un cambio que rompa la unidad y la
continuidad de su persona. Todo lo que en mí conspire a
romper la unidad de mi vida, conspira a destruirme y, por
lo tanto a destruirse”.
102