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DERECHO COMERCIAL I
C-I - p r i m e r c u at r i m e s t r e
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Índice
Presentación 4
Programa 5
Mapa Conceptual 6
Macrobjetivos 7
Agenda 8
Material 8
Glosario 9
Módulos *
Módulo 1 11
Módulo 2 17
Módulo 3 19
Módulo 4 24
Módulo 5 26
Módulo 6 29
Módulo 7 34
Módulo 8 38
Módulo 9 41
Módulo 10 47
Módulo 11 53
Módulo 12 55
Impresión
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56 páginas
páginas
¡Bienvenido a la asignatura!
En esta materia comenzaremos con el estudio del derecho comercial como
disciplina autónoma que regula las actividades mercantiles.
La asignatura encuentra su funda-
mento e importancia en el desarrollo
de las actividades comerciales en la
actualidad y su injerencia en el deve-
nir económico de un país. Asimismo,
el crecimiento de la empresa como un
ente en franco desarrollo en las econo-
mías globalizadas, obligan al estudio
de los distintos institutos mercantiles,
debiendo diferenciarlos de las institu-
ciones del derecho civil, tanto por su
origen y finalidad, pero no ya en gene-
ral en su distinción legislativa por la reciente unificación normativa del derecho
privado y la sanción del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación. Ello nos
obliga a recordar que a partir de agosto de 2015 son derogados el Código Civil
y el Código de Comercio, ambos elaborados por el Dr. Dalmacio Vélez Sarsfield,
creándose un nuevo código que contiene ambas ramas del derecho privado,
esto es el derecho civil y el derecho comercial.
¿Qué contenidos vamos a desarrollar?
Son diversos los temas que trabajaremos y todos ellos resultan de vital importancia
para su futura actividad como profesionales, comerciantes e intermediarios entre
partes, ya sea en la labor del corretaje como en la venta por subasta extrajudicial.
Le proponemos abordar, entre otros, los siguientes temas: el origen del comercio
como actividad natural del hombre, el nacimiento del Derecho Comercial como
marco regulador de dicha actividad, el conocimiento del acto de comercio eco-
nómico como tal, la intermediación como una de sus características distintivas, al
ánimo de lucro, el accionar de la empresa, el reconocimiento de los sujetos de
las relaciones comerciales y la actividad económica, las sociedades y las figuras
asociativas, los títulos de crédito que permiten entre otras cosas agilizar la circu-
lación de la riqueza, la noción de obligaciones y contratos de derecho privado
que luego devengarán en típicamente comerciales, las distintas operaciones y
contratos bancarios y el contrato de compraventa mercantil.
Todo ello, en este ajustado resumen, teniendo en cuenta al cambio legislativo
operado en nuestro país, por lo que el nuevo código civil y comercial será la
herramienta fundamental para el aprendizaje de la asignatura.
¿Está preparado para comenzar? Lo invitamos a leer el contenido de cada uno de
los módulos y realizar las actividades que allí proponemos; a modo de hoja de
ruta le proponemos que consulte el mapa conceptual de la materia.
Módulo 1: El comercio
Antecedentes históricos. Sistemas contemporáneos. Concepto económico y
concepto jurídico de comercio. Derecho comercial: Definiciones. Caracteres.
Módulo 6: Sociedades
Concepto. Legislación aplicable. Tipos societarios. Efectos de la inscripción en
el Registro público de Comercio. La llamada Sociedad de hecho. Sociedad de
Responsabilidad Limitada. Sociedad Anónima. La sociedad anónima uniperso-
nal. Principales modificaciones en la ley de sociedades.
Mapa conceptual
• Iniciar el estudio del Derecho Comercial como rama autónoma del Derecho
y del comercio, en sus aspectos jurídicos y económicos, para abordar con
éxito las situaciones especiales y particulares que regula.
• Desarrollar habilidades que le permitan llevar a cabo con éxito su labor en el
marco de las actividades comerciales típicas y afrontar el desafío de encon-
trar nuevas formas de comerciar.
• Reconocer las fuentes del derecho en general y del derecho comercial en
particular, para aplicarlo en supuestos concretos en el futuro ejercicio pro-
fesional.
• Distinguir la actividad económica organizada para reconocer a los sujetos
actores de la misma y conocer así las obligaciones que la ley les impone, ya
sea que la actividad sea llevada a cabo por una persona humana o por una
sociedad.
• Aprender los principales contenidos de la teoría de los títulos de crédito
en general, para luego aplicarla en particular a algunos de ellos, como el
cheque y el pagaré.
• Conocer los derechos y obligaciones que la ley le impone a los comercian-
tes para poder cumplir cabalmente con los preceptos legales atinentes en
la especie.
• Aprender los principales contenidos de la teoría general de la contratación
para aplicarlos en la formación e intervención de contratos en particular que
serán realizados, gracias a su intermediación, por quienes requieran vues-
tros servicios.
• Conocer los principales contratos bancarios y el contrato de compraventa,
como fuente de financiamiento y crédito los primeros, y como madre de la
actividad mercantil el segundo.
Semanas
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
M1 M2 M3 M4 M4 -M5 M6 M7 M8 M9 M10 M11 M11 - M12 M12
Material
Material básico:
Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación IC 1
Material complementario:
IC Material
información complementaria 1
M1 Contenidos
El comercio
El comercio es una de las actividades que el hombre realiza desde la antigüe-
dad y comenzó cuando no pudo satisfacer por sí solo, en su tribu o pueblo, sus
propias necesidades y se vio obligado a intercambiar bienes con otros, siendo el
trueque la primera forma de comerciar.
La primera vía elegida para ello fue la navegación, ya que tanto los ríos como el
mar, ante la inexistencia de caminos seguros, fue el medio para el traslado de las
mercancías, especies o riquezas. Con el devenir histórico, esa forma primitiva de
comerciar fue mutando y evolucionando, apareciendo el intercambio, la riqueza
metálica, el papel moneda, la empresa de fábrica, la empresa de servicios y muchas
otras formas ya mucho más modernas de comerciar. Todo ello como un hecho de la
realidad que el derecho ha reconocido como actos de comercio en general.
Antecedentes históricos del derecho comercial
El derecho comercial con sus características y disposiciones tales como las que
conocemos hoy, comenzó a desarrollarse en el Medioevo; con anterioridad, sólo
existían normas aisladas, confundidas con un sentimiento religioso y general-
mente referidas a la actividad marítima.
El Derecho Comercial nació como una rama del derecho privado, por exigencias
del momento histórico. Existe una íntima correlación entre el momento histórico
y el derecho mercantil, lo que explica su evolución de acuerdo al signo de los
tiempos que se viven.
Primero apareció el trueque, que era sostenido, en un principio, con la única finalidad
de satisfacer necesidades vitales y que luego se realizó con ánimo especulativo.
Después, con las primeras codificaciones, ya aparece la noción orgánica de
derecho comercial; así, en el código de Hamurabi (1700 A.C.) ya existían normas
sobre agrupamientos societarios y depósito.
También en Grecia existieron regulaciones respecto de cuestiones comerciales
atinentes a la navegación.
En Roma, y ello resuelta importante por su penetración legislativa posterior en
gran parte de la Europa continental y luego en nuestras tierras por imperio de la
colonización, no se conocieron normas orgánicas de derecho comercial.
Esto es así, ya que el derecho romano era un derecho para el ciudadano romano
y este no comerciaba. La actividad comercial era considerada una actividad
menor y un tanto despreciable. Sin embargo, el comercio existía, pero era regu-
lado por otro derecho, consuetudinario, no oficial ni escrito, que se denominaba
Derecho de Gentes, siendo estas, las gentes, los habitantes del imperio que no
gozaban del estatus de ciudadano romano.
Recién a partir de la caída del Imperio Romano y fundamentalmente a partir de
los siglos XIV y XV, se comienza a dar un perfil subjetivo al derecho comercial y a
concebirse este como la rama que regula la actividad de un determinado sector:
los comerciantes.
El uso de los comerciantes, en su tráfico comercial cotidiano, da origen a un
nuevo derecho que se diferencia del civil. Éste, a su vez, se nacionaliza y en con-
Sistemas contemporáneos
Sistema objetivo: El que rige en su mayoría en la Europa continental, y en Latino-
américa, basado en una serie de actos que el legislador considera comerciales.
Sistema Subjetivo: Principalmente como referente al derecho alemán que con-
sidera, aunque no tan tajantemente al derecho comercial como el derecho de los
comerciantes, siendo entonces de base predominantemente subjetiva.
Sistema Anglosajón: Históricamente enemigo de la codificación general, y basa-
dos en la jurisprudencia de casos pilotos –leading case- como obligatorios y
sentando precedentes, propio en la actualidad del derecho inglés y el derecho
norteamericano, que carecen de ordenamientos generales y que son suplidas
por leyes estaduales y no nacionales.
Derecho Comercial
Nos adentramos en el estudio del derecho comercial, rama del derecho privado,
que presenta particularidades que le son propias y que en este mundo global-
izado se agudizan. Consideraremos en este curso al derecho comercial, como
rama absolutamente evolutiva del derecho con continuos cambios que, paradóji-
camente, demuestran la evolución creciente de la sociedad a la que rigen.
Cuando en un Estado, el derecho comercial no presenta severas mutaciones,
es que la economía no evoluciona, que no existe superación y por ende que se
ha ingresado en una etapa de estancamiento. Las grandes potencias mundiales
descubren cada día nuevas formas de vincularse comercialmente, nuevas mane-
ras de estrechar relaciones mercantiles que implican cambios, en una primera
etapa, en las convenciones particulares y luego en las legislaciones que recogen
la nueva realidad social que se les presenta.
En cuanto al concepto de derecho comercial, este puede variar conforme el
sistema de que se trate. Para un sistema subjetivo como el alemán, será el
La ley - Concepto
Se ha enunciado que la ley es el pronunciamiento solemne del derecho, expre-
sado por los órganos adecuados y que representan la voluntad preponderante
de una multitud asociada (Del Vecchio).
En consecuencia, la ley mercantil es la norma jurídica emanada de los órganos
competentes del Estado y destinada a regular la materia comercial.
Existe no una sola ley, sino una pirámide kelseniana que nos permite sistematizar
las leyes en cuatro: a) la Constitución Nacional y las provinciales; 2) las leyes de
comercio, especiales y generales; 3) los reglamentos que se dicten en su conse-
cuencia y 4) las ordenanzas comunales.
La Constitución Nacional reservó como facultad delegada al Congreso Nacional
la de dictar los códigos de fondo, y así se llevó a cabo con el dictado del código
de comercio. Hoy el mismo Congreso Nacional aprueba una ley que deroga el
Código Civil y el Código de Comercio, sancionándose el nuevo Código Civil
y Comercial de la Nación, que obviamente pasa a ser fuente en este caso de
derecho comercial en lo que tenga que ver con la materia y, por la primacía de
las normas, todas las leyes que se sancionen para regular la materia comercial
deberán ser concordantes con lo dispuesto por la C.N. En este sentido, esta es
fuente del derecho comercial.
Son fuente del derecho comercial las leyes que regulan distintos institutos com-
erciales, tales como la ley de letra de cambio, de cheque, de quiebras, etc.
Usos y costumbres
Ambos son modos de conducta cumplidos con determinada regularidad, que
imponen una manera de actuar en materia comercial. La diferencia que existe
entre ambos es que mientras las costumbres son formas de conducta aceptadas
Acto de comercio
Concepto del acto de comercio: evolución
En este módulo le proponemos estudiar los principios de la teoría general de
los actos de comercio, para su correcta distinción de otro tipo de actos jurídicos
y proceder a su reconocimiento y correcta aplicación de la legislación vigente.
Para comenzar, es importante comprender que el comercio es una de las activi-
dades que le hombre viene realizado desde la antigüedad. Podríamos decir que
el comercio comienza a tener lugar cuando el hombre vio que no podía satisfacer
por sí solo sus propias necesidades y tuvo que intercambiar bienes con otros,
siendo el trueque forma más primitiva de comerciar.
La primera vía elegida para ello fue la navegación, ya que tanto los ríos como el mar,
ante la inexistencia de caminos seguros, fue el medio para el traslado de las mer-
cancías, especies o riquezas. Con el devenir histórico, esa forma primitiva de comer-
ciar fue mutando y evolucionando, apareciendo el intercambio, la riqueza metálica,
el papel moneda, la empresa de fábrica, la empresa de servicios, y muchas otras
formas ya mucho más modernas de comerciar. Todo ello como un hecho de la reali-
dad que el derecho ha reconocido como actos de comercio en general.
En base a ello, y a lo largo del tiempo se fueron ensayando distintas teorías acerca
del acto de comercio y del derecho comercial, vistas las principales a continuación.
Teoría subjetiva: Las diversas concepciones que ha tenido a lo largo de la his-
toria el acto de comercio han suscitado las distintas teorías que lo califican de
acuerdo al elemento que resulte predominante para su caracterización. La caída
del Imperio Romano y la ausencia de un derecho comercial oficial o escrito, dio
lugar que las personas que se dedicaban a la actividad comercial se asociaran
o agruparan gremialmente, lo que dio cabida al nacimiento de las llamadas aso-
ciaciones o corporaciones de comerciantes de la Edad Media. Estas tenían una
doble función; la primera resolver las controversias o entredichos que se susci-
taban entre los comerciantes, y la segunda comenzar a legislar en forma escrita
distintas instituciones del comercio. Pero sólo esto era aplicable a las personas
que como comerciantes se encontraban inscriptos a dicha corporación o aso-
ciación. Nace entonces el derecho comercial como un derecho de una clase de
personas, y no como una clase de actos, poniendo el acento en el sujeto. Por
ello, la llamada teoría subjetiva entiende que el acto de comercio es el realizado
por el comerciante dentro de las corporaciones. Como tal, queda sujeto a las
regulaciones jurídicas específicas, con normas propias, fundadas generalmente
en los usos y costumbres comerciales de la época y en la equidad. Tal era la
importancia de los tribunales consulares comerciales, en los que las personas
no comerciantes que realizaban un acto de comercio aislado caían bajo su juris-
dicción, puesto que eran considerados comerciantes accidentales. En definitiva,
la calidad comercial del acto provenía del carácter de comerciante de la persona
que lo realizaba y no de la propia naturaleza del acto en sí mismo. Se miraba a
la persona que realizaba el acto y no al acto mismo como tal.
Teoría objetiva: La abolición de las corporaciones de comerciantes en Europa, los ide-
ales de la revolución francesa que pregonaban la igualdad de todos los ciudadanos,
y el dictado de ciertas normas relativas a ciertos actos que se consideraban comer-
ciales, independientemente de quien los realizara, hace que apareciera otra visión, u
otra teoría, llamada en esta caso Objetiva, ya que en lugar de poner la mirada sobre
M4 Contenidos
Las Sociedades
Una de las principales modificaciones en esta materia, con la sanción del nuevo
código, fue la derogación de las llamadas sociedades civiles, que tenían su regu-
lación legislativa en el derogado código civil, a partir del art. 1648 del mismo. Por
ello, en el sistema anterior, convivían, aunque un tanto anacrónicamente, estas
sociedades civiles, con las sociedades comerciales, contempladas en la llamada
ley de sociedades comerciales. Hoy dicha ley, que lleva el número 19550 ha sido
modificada en parte, ya que no existen más las llamadas sociedades comercia-
les, por lo que la ley se denomina ahora, “Ley General de Sociedades. Otra de
las modificaciones de importancia es la creación de la llamada sociedad anón-
ima unipersonal, que permite la existencia de una sociedad de un solo socio.
Por ello la actual ley ha modificado la definición de las sociedades en su art. 1,
cuando dice:
“Habrá sociedad comercial cuando una o varias personas en forma organizada
y conforme uno de los tipos previstos en la ley se obliguen a la realización de
aportes para afectarlos a la producción de bienes o servicios, participando de las
ganancias y soportando las pérdidas”.
Se advierte de la definición que ya no es necesario que toda sociedad tenga por
lo menos dos socios como mínimo.
Esa sociedad reviste para nuestro derecho el carácter de persona jurídica, tan persona
para el derecho como cualquier persona humana, y mirando a la sociedad como per-
sona y como acto, el sólo hecho de su constitución implica un acto de comercio.
El art. 11 de la ley 19550, enumera los llamados requisitos esenciales o tipifican-
tes, lo que implica que son comunes a toda sociedad, independientemente del
tipo societaria o clase de sociedad de que se trate.
Lo mismos pueden resumirse en la existencia de un solo socio (sociedad anón-
ima unipersonal) o dos o más socios en el resto, también debe tener toda socie-
dad un capital, que se forma por el aporte de los socios; un objeto social, que
debe ser lícito y posible; un domicilio, que es atributivo de la jurisdicción; un
nombre, al que se le agrega el tipo social o abreviatura conforme la sociedad de
que se trate; un plazo por la cual se constituye la misma, y órganos de represen-
tación internos para su actuación en el mundo económico y jurídico.
A su vez se establecen requisitos formales o instrumentales respecto de su con-
stitución, los que pueden resumirse en que las mismas deben constituirse por
escrito (contrato social o estatuto) debiendo ser inscripto el mismo en una oficina
que se llama Registro Público de Comercio. La falta de cumplimiento de estos
requisitos (inscripción) no invalida la existencia de la sociedad, sino que la con-
vierte en una llamada sociedad residual, conforme la nueva designación (antes
sociedades de hecho e irregulares), no perdiendo por ello su personalidad, pero
haciendo responsables a sus socios frente a terceros por las deudas de la socie-
dad, aunque ahora respondiendo en forma mancomunada y no solidaria, por no
haber justamente cumplido con la obligación de la inscripción.
Para que una sociedad pueda ser considerada regular debe ser típica. Esa lla-
mada tipicidad societaria es algo que surge de la ley, como clase de sociedades
distintas, reguladas en forma taxativa por la ley de sociedades. Esto quiere decir
que no existen sociedades que no sean de algunos de esos tipos (clases) soci-
etarios. Los socios, al decidir constituir la sociedad deben necesariamente elegir
La inscripción de la sociedad
Las sociedades comerciales para ser regulares y que el tipo social elegido al
momento de su constitución tenga plenos efectos, debe inscribirse en el Regis-
tro Público de Comercio. Este trámite se inicia por ante el Juez del comercio del
domicilio de la sociedad, acompañando por escrito el contrato social, que con-
tiene los requisitos descriptos anteriormente establecidos en el art. 11 de la ley.
El Juez realiza entonces un control de legalidad y si se verifican los requisi-
tos esenciales en forma correcta, dicta una resolución ordenando al Registro
Público de Comercio, la toma de razón e inscripción de la sociedad.
A partir de allí la sociedad se encuentra regularmente constituida, siendo los
efectos de la inscripción meramente regularizatorios y publicitarios, y no consti-
tutivos. Esto quiere decir que la sociedad no nace por la inscripción, sino por la
voluntad de los socios.
La sociedad residual
La ley reconoce la existencia de estas sociedades, las que se convierten en tales
por no haberse cumplido con los requisitos formales establecidos en la misma.
Esta sociedad, que antes se denominaba sociedad de hecho o irregular, hace
que, como consecuencia de la no inscripción, los socios respondan ahora en
forma mancomunada ( en proporción al número de socios y por una porción
viril) por las deudas de la sociedad respecto de terceros, sin gozar de los ben-
eficios de excusión y división, lo que se traduce que un eventual acreedor de
esta sociedad puede atacar tanto el patrimonio de la sociedad, tanto y al mismo
tiempo el patrimonio de cada uno de los socios, pero reitero ahora, solo en
la parte proporcional al número de socios existente. Asimismo, cualquiera de
los socios que la conforman, invocando la existencia de la sociedad, la obligan
respecto de terceros, sin necesidad del consentimiento de los otros socios. Por
último, cualquier medio de prueba de los admitidos en derecho puede ser uti-
lizado para probar la existencia de una sociedad de estas características.
Límite del número de socios: Habiendo sido pensada esta sociedad para la pequeña
y mediana empresa, es lógica la limitación al número de sus integrantes, siendo una
sociedad que si se pretendiera clasificar, podría tildarse de mixta, a mitad de camino
entre una sociedad personalista y una sociedad netamente de capital.
Aportes: En este tipo societario la ley establece que el aporte de los socios
debe consistir en dinero o en bienes de ejecución forzada, no permitiéndose
como aporte obligaciones de hacer. Dichos bienes dejan de pertenecer a los
socios para formar parte del capital de la sociedad. En el caso de que el aporte
consistiera en dinero, la ley permite una integración parcial de por lo menos un
veinticinco por ciento del monto total y su integración posterior en un plazo no
mayor a los dos años. Es por eso que los socios, conforme el art. 150 de la ley,
garantizan a terceros la verdadera y efectiva integración de los aportes.
SOCIEDAD ANONIMA
Sociedad netamente capitalista, pensada para la gran empresa y aglutinante en
general de grandes masas de capital para destinarlos a la producción de bienes
y servicios. Una organización societaria más compleja que la SRL, distinguién-
dose los siguientes rasgos característicos.
Títulos de crédito
En este módulo lo invitamos a identificar los documentos existentes que permi-
ten la circulación de la riqueza y el otorgamiento del crédito a los fines de poder
utilizarlos luego en el momento indicado y de manera pertinente.
César Vivante, ilustre autor italiano, ha dado un concepto sobre los títulos de
crédito, que es aceptado de manera prácticamente unánime en la doctrina. El
tratadista citado ha dicho que los títulos de crédito son el documento necesario
para ejercer el derecho literal y autónomo en el contenido. Esta conceptualiza-
ción del título de crédito o título valor o circulatorio, como lo nomina la doctrina
en general, tiene la virtud de resaltar los caracteres fundamentales del instituto y
que hacen a la utilidad del mismo.
Los títulos de crédito tienen la finalidad de permitir –en forma rápida, expeditiva,
sin mayores formalidades y atendiendo a las necesidades del tráfico comercial–
que los títulos circulen de mano en mano en el mercado y, por ende, que la
riqueza tenga un rápido desplazamiento. Estos títulos han nacido para permitir
un proceso ágil de circulación de riqueza, instrumentada a través de los propios
títulos, lo que da fundamento a sus caracteres, que hemos de analizar.
Caracteres
Literalidad: Pasiva y activa - Concepto, naturaleza, cantidad y calidad del dere-
cho. La literalidad de los títulos circulatorios implica que el texto escrito del
documento expresa, delimita y contiene el derecho que dimana de él. En otras
palabras, el alcance y la magnitud del derecho cambiario se encuentran expre-
sados en el texto literal del documento.
Si este carácter no se encontrara presente en los títulos de crédito y, para poder
evaluar y determinar el alcance del derecho cambiario, se debiera efectuar otro
análisis más allá del contenido escrito del documento, la utilidad de los docu-
mentos sería prácticamente nula.
Dice Ignacio Escuti en su obra “Títulos de Crédito” que la literalidad permite la
incorporación del derecho al texto escrito del documento, de manera tal que
se produce una identidad entre texto escrito y alcance del derecho. Además,
la literalidad determina la necesidad de la posesión del título para obtener la
legitimación del derecho cartular en la persona que pretenda el ejercicio de los
derechos cambiarios.
M8 Contenidos
OPERACIONES BANCARIAS
Se ha dicho precedentemente que la actividad bancaria constituye una actividad
de intermediación, en este caso entre la oferta y la demanda de recursos finan-
cieros. La entidad financiera se interpone e intermedia entonces entre quienes
deciden prestar su dinero, y quienes quieren recibir dinero prestado. Esto da
lugar, conforme la doctrina a que puedan ser clasificadas en general las distintas
clases de operaciones que puede realizar una entidad.
Derecho bancario
Podría definirse a esta rama del derecho comercial como el conjunto de normas
que regulan la actividad financiera en nuestro país. La particularidad del mismo,
M9 Contenidos
Contratos bancarios
El Código Civil y Comercial define al contrato en el art. 957 estableciendo que es un
acto jurídico mediante el cual dos o más partes manifiestan su consentimiento para
crear, regular, modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas patrimoniales.
Aquí la particularidad está dada en que una de las partes contratantes necesari-
amente debe ser un banco o entidad financiera. El contrato como eje de las rela-
ciones entre particulares es lo que va a vincular a los contratantes, es decir que
los vinculará con el banco, dando lugar de ese modo al nacimiento de derechos
y obligaciones entre las partes. Sin pretender agotar el tema, desarrollamos a
continuación algunos de los contratos bancarios existentes.
También merece tenerse en cuenta que el nuevo código incorpora una parte gen-
eral, aunque muy breve, referida a la contratación bancaria, estableciendo la apli-
cación de la ley de defensa del consumidor en forma supletoria, y estableciendo
expresamente que los contratos bancarios deben ser hechos por escrito, y que el
Contrato de descuento
Una de las cuestiones vitales en el desarrollo de cualquier actividad comercial,
industrial, empresarial o de servicios es que se cuente con liquidez para hacer
frente a las obligaciones contraídas. A veces dicha liquidez es difícil de obtener,
y en su caso puede accederse a este contrato como una forma de obtenerla.
Este contrato presupone la existencia de una persona que necesitando liquidez
(efectivo) y careciera de ella, tuviera un su poder un título o documento crediticio
no vencido, librado a su favor por un tercero.
En lugar de esperar el vencimiento del documento, el tenedor, ante la necesidad
de hacerse de fondos, puede descontar dicho documento en un banco.
Podría definirse entonces el contrato en aquél por el cual una persona entrega al
banco un documento crediticio librado por un tercero y aún no vencido, obligán-
dose el banco contra la entrega del documento, a pagarle una suma de dinero,
descontándole los intereses compensatorios hasta la fecha de vencimiento,
garantizándole el cliente el buen fin del crédito cedido.
Hoy el Código Civil y Comercial regula legislativamente este contrato en el art.
1409 que dice:” El contrato de descuento bancario obliga al titular de un crédito
contra terceros a cederlo a un banco, y a éste anticiparle el importe del crédito,
en la moneda de la misma especie conforme lo pactado…”
Si se pretende encontrar la naturaleza jurídica de este contrato en una figura aná-
loga, es el contrato de cesión el que se adapta a ello. El cliente sería el cedente,
el banco el cesionario, y el librador del documento el llamado deudor cedido.
Es un contrato nominado, bilateral y oneroso por citar sus principales caracteres.
Celebrado el contrato, el cliente tiene como principal obligación la entrega del
título al banco.- Este calculará los intereses hasta la fecha de vencimiento, y se
los descontará del monto nominal del documento, entregando entonces el dinero
correspondiente, previa dicha deducción. La ventaja para el cliente entonces es
hacerse de fondos y liquidez. La ventaja para el banco son los intereses com-
pensatorios que cobra por pagar anticipadamente el documento. Al vencimiento
de dicho documento, el banco se encuentra legitimado, previo haber notificado
al deudor cedido y librador del título, del contrato celebrado y la cesión efec-
tuada, a cobrarle al mismo el valor del título. Entonces al vencimiento, el librador
se encuentra obligado a pagarle al banco, habiendo entonces para el librador,
cambiado su acreedor. Pero una de las diferencias existentes con el contrato de
cesión, es que aquí el cliente del banco garantiza no sólo la existencia y legitimi-
dad del crédito cedido, sino también la solvencia del deudor. Y, ¿cómo lo hace?
Quedando obligado frente al banco a pagar el monto nominal del documento, en
caso de que el librador no lo hiciere a su vencimiento.
Pueden ser objeto del contrato de descuento cualquier documento crediticio,
siendo en su mayoría los documentos descontados, los llamados títulos de crédito.
Es un contrato sumamente utilizado en la realidad, cuando fundamentalmente
la empresa pequeña o mediana necesita liquidez y no tiene otra forma de finan-
ciarse. La inconveniencia del contrato para la empresa es la alta cuantía de los
intereses que los bancos aplican en esta operatoria.
M10 Contenidos
La contratación comercial
Obligaciones y Contratos
El término obligación proviene del latín ob - ligare, o sea, ligarse alrededor de
algo. En la vida jurídica, tiene tres significaciones distintas:
1. Obligación como derecho de alguien: soy titular de tal obligación. El término
está concebido como una facultad.
2. Obligación como deber: por ejemplo, cuando hablamos de las obligaciones
comunes de los comerciantes.
3. Finalmente, se encuentra la acepción que nos interesa y que se refiere al
vínculo jurídico existente entre dos personas, mediante el cual una está
obligada a cumplir una prestación y la otra a prestarla.
En cuanto a la clasificación de las obligaciones, las mismas pueden ser de dar,
de hacer y de no hacer. Dentro de las llamadas obligaciones de dar, podemos
encontrar las de dar cosas ciertas, las obligaciones de dar cantidades de cosas
y las obligaciones de dar una suma de dinero.
CONTRATOS:
A los fines de definir un concepto debemos partir del art.957 del Código Civil y
Comercial, que define al contrato cuando dice que “Contrato es el acto jurídico
mediante el cual dos o más partes manifiestan su consentimiento para crear,
regular, modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas patrimoniales.”
Este precepto establece la bilateralidad del contrato como acto jurídico, ya que
necesariamente se necesitan dos partes, siendo imposible contratar con uno
mismo. A su vez se habla de la manifestación del consentimiento y una declara-
ción común de voluntad a los fines de perfeccionar o anudar el contrato.
Otro de los elementos que caracterizan al contrato, además de la pluralidad de
partes, es que el acuerdo arribado tiene que estar atrapado por el mundo del
derecho y tener un contenido patrimonial.
La autonomía de la voluntad: Tiene su sustento legal en el art. 958 del Código
Civil y Comercial, cuando establece que las partes son libres para celebrar un
contrato y determinar su contenido, dentro de los límites impuestos por la ley,
el orden público, la moral y las buenas costumbres. Esto implica que el artículo
citado le otorga validez y fuerza obligatoria de ley a la convención o acuerdo de vol-
untades entre dos personas. Ello tiene las siguientes consecuencias prácticas en:
1) La libertad de las partes de contratar o no.
2) La potestad del individuo de discutir en un pie de igualdad las cláusulas
contractuales (y la importancia que tal principio asume en un mundo comer-
cial de contratos de adhesión).
3) La facultad de elegir entre las legislaciones de los Estados la que sea más
conveniente a los intereses de los comerciantes, mientras no se viole la ley
ni el orden público. Esto tiene significativa importancia en un mundo global-
izado, donde se pueden realizar acuerdos entre sociedades.
4) La facultad de incluir en los contratos las cláusulas que se estimen convenientes.
En definitiva, por medio de la autonomía de la voluntad las partes son libres para
arribar a acuerdos, convenio o contratos, sin tener que sujetarse a moldes rígi-
dos que condicionen los mismos.
Como en todos los demás aspectos, en este también el derecho comercial se
encuentra indisolublemente unido a las contingencias políticas del lugar. Si nos hal-
lamos en un Estado de economía dirigida, seguramente las restricciones contractu-
ales serán mayores y la autonomía de la voluntad estará sumamente condicionada.
En Estados como el nuestro, con una economía prácticamente libre, las únicas
restricciones se encuentran en regulaciones estatales de determinadas activi-
dades o formas de realizarlas (ejemplo: las bancarias, bolsas y mercados).
Cláusula resolutoria implícita: Conforme los artículos 1087, 1988 y 1089 del
nuevo Código Civil y Comercial, se entiende implícito en todos los contratos con
prestaciones recíprocas, otorgando la facultad al contratante que hubiera cump-
lido con su obligación, de exigir e intimar en forma fehaciente el cumplimiento
del contrato a la parte incumplidora, otorgándole para ello un plazo no inferior
a los quince días, bajo apercibimiento de que el contrato se resuelva en caso
de no cumplir en dicho plazo, todo ello con mas los daños y perjuicios deriva-
dos de la demora. En consecuencia, los requisitos para que proceda son el
incumplimiento de una de las partes, la intimación fehaciente bajo apercibimiento
y el plazo. Intimada la incumplidora puede suceder que la misma cumpla con su
obligación, por lo que el contrato continúa, o que por el contrario no cumpla, con
lo que el contrato quedará, vencido el plazo otorgado, resuelto.
Cláusula resolutoria expresa: A diferencia del anterior, las partes han estab-
lecido esta facultad en una cláusula del contrato. Es entonces la convención
expresa previendo que una de las partes no cumpliera con las obligaciones que
nacen del contrato. En este supuesto, existiendo el incumplimiento de una de
las partes, la otra podrá resolver el contrato notificando en forma fehaciente su
voluntad de resolver, sin necesidad de la intimación previa al cumplimiento y
otorgamiento del plazo.
M11 Contenidos
Caracteres
1. Consensual: Queda perfeccionado por el mero acuerdo de las partes, y no
por la entrega de la cosa vendida, la que es la principal obligación del vendedor.
2. Bilateral: Desde que nacen obligaciones recíprocas para las partes contratantes.
3. Oneroso: por cambiarse u otorgarse ventajas las partes recíprocamente.
4. No formal: En general, salvo que por la naturaleza de la cosa o por impe-
rio de alguna ley especial (ej. Ley de defensa del consumidor) se exija el
cumplimiento de alguna formalidad.
Actividad 1: Compraventa
1. Enumere y explique detalladamente, los caracteres jurídicos del contrato
de compraventa; explicando cada uno de ellos.
2. Describa cuáles son los elementos esenciales de este contrato, explicando
brevemente en qué consiste cada uno de ellos.
3. Explique la diferencia entre la llamada venta sobre muestras y la venta a
prueba o a satisfacción del comprador.
M12 Contenidos
Vicios ocultos
También llamados vicios redhibitorios, son aquellos que no pueden ser perci-
bidos por los sentidos al momento de la entrega. Son deficiencias internas y
ocultas de una cuantía o entidad importante que hacen impropia la cosa para su
destino, y que de haber sido conocidos por el comprador no hubiera comprado
la cosa o hubiera ofrecido para un precio menor por la misma (art 1051 Código
Civil y Comercial). Son requisitos de los mismos: