Está en la página 1de 7

FORO DE DISCUSIÓN:

OPINION A LA LEY Nª 30742

El pasado 27 de marzo se promulgó por insistencia la Ley N°30742 – Ley de


Fortalecimiento de la Contraloría y del Sistema Nacional de Control. Esta se
aprobó en una ceremonia organizada por el Ejecutivo en la que participó
Martín Vizcarra, presidente de la República, Nelson Shack, contralor general
de la República, Luis Galarreta, presidente del Congreso, entre otros
congresistas.

Dicha norma fue observada en febrero del presente año por el entonces
presidente, Pedro Pablo Kuczynski. Las observaciones se hicieron
principalmente a los artículos 19° y 33° de la ley mencionada, el primero
cuestiona el control externo que tenía el Congreso y el segundo se cuestiona
por ser presuntamente inconstitucional. Sin embargo, esta ley también trae
consigo múltiples beneficios para el fortalecimiento de la Contraloría como el
establecimiento de mayores requisitos para ser contralor y la mención de una
nueva causal de vacancia para el cargo.

A raíz de la controversia originada, a continuación are un análisis de esta


norma, para lo cual mencionare tanto los beneficios que tiene esta ley para
el fortalecimiento y transparencia de la Contraloría, sus pro y sus contras, así
como también los cuestionamientos planteados en los artículos 19 y 33.

Detallamos a continuación los siguientes aspectos más resaltantes de esta


ley:

- En primer lugar haciendo mención al Artículo 9 detalla, a partir de


ahora, en relación al principio de control gubernamental de acceso a la
información, las operaciones de las entidades comprendidas dentro de
este, serán de manera directa, permanente, en línea, irrestrictivo y
gratuito a la base de datos, sistemas informáticos y cualquier
mecanismo de almacenamiento de información.
Muy aceptable esta medida tomada por la contraloría, lo cual
indica que se tendrá acceso directo a la base de datos de las
entidades sujetas a auditorias, lo cual en comparación con la
anterior ley se mantenía en reserva.

- En segundo lugar, el artículo 19 de esta ley se suprime el párrafo que


indica la necesidad de que la Contraloría realice un concurso público
para nombrar a los jefes de órganos de auditoría interna. Ahora podrán
ser elegidos directamente por la gestión.

Es una de las medidas antepuestas en esta ley que no comparto,


esto nos da a entender que los jefes de órganos de auditoría
serán elegidos por el mismo congreso, exonerando de esta
manera a la contraloría, otro mecanismo es que estos
fiscalizadores serán elegidos por conveniencia y no por sus
méritos y logros, esto en referencia al concurso público
excluido en esta nueva ley. Con esto queda demostrado que el
congreso está por encima de los demás, rompiendo el concepto
de unidad, equidad y transparencia. Además que la labor
fiscalizadora debe ejercerse con total autonomía e
independencia.

- En tercer lugar, en artículo 20 de la ley, faculta a la Contraloría General


de la República a contratar sociedades de auditoría calificada e
independiente, para la realización de labores de control posterior
externo, previo concurso público de méritos, para examinar las
actividades y operaciones de las entidades.

Las entidades tanto del gobierno nacional, regional y local quedaran


autorizados para realizar transferencias financieras, en favor de la
contraloría, para cubrir gastos que se deriven de la contratación de las
sociedades de auditoria.

De acuerdo al párrafo 2 de este artículo, no lo veo conveniente


que gobiernos nacionales, regionales y locales transfieran
parte de sus recursos públicos para uso de la contraloría, por
ley se establece un presupuesto que demande de todos sus
gastos.

- En cuarto lugar, el artículo 22, numeral a) añade una nueva atribución


a la Contraloría General de la República. Ahora, se señala que tendrán
acceso directo, pleno y en todo momento a la información de
entidades; aun cuando estas sean secretas. Frente a esta nueva
atribución, los titulares de las entidades y los encargados de las bases
de datos de las mismas deberán facilitar el acceso a dicha información
a la Contraloría.

Esta medida tomada en esta ley faculta a la administración de


fiscalizadora llevar un mejor control en la realización de las
auditorias, ya que va contribuir a mejorar la gestión de los
recursos, donde se tendrá acceso directo a la base de datos y a
los sistemas informáticos.

- En quinto lugar, en el artículo 28, incisos f) y g) se añaden nuevos


requisitos para ser Contralor General de la República. El primer inciso
mencionado señala que se debe tener una conducta intachable,
solvencia e idoneidad moral, e independencia política. El segundo
inciso referido menciona que deberán suscribir una declaración jurada
en la que aseguren no tener conflicto de intereses con la Contraloría
General de la República y el Sistema Nacional de Control.

Muy aceptable la postura que la contraloría pone en mención,


de esa manera se pretende generar mayor confianza en la
población a cerca de la ética profesional e independencia del
contralor.

- En sexto lugar, en el artículo 29, se señalan claros impedimentos para


ser contralor general de la República. Estos son mantener afiliación con
alguna organización o partido político, mantener algún tipo de relación
con empresas que mantengan contratos vigentes con el Estado, estar
inscrito en el Registro de Deudores Alimentarios Morosos (REDAM), y/
o tener sentencia firme por delito de terrorismo, apología al terrorismo
o violación contra la libertad sexual, y delitos de corrupción de
funcionarios públicos.

- Los impedimentos mencionados intentan mantener la figura del


contralor como un funcionario honorable e imparcial que se gane la
confianza y legitimidad de los organismos estatales y sobre todo de la
ciudadanía peruana. Finalmente, en el artículo 30, inciso f) se agrega
una nueva causal de vacancia que es la falta de solvencia, e idoneidad
moral y ética para el cargo. Esto le da mayor respaldo a los
requerimientos e impedimentos para ser contralor establecidos en el
artículo 28 y 29 respectivamente.

Con respecto a las críticas hechas a esta norma, estas giran principalmente
en torno a dos de sus artículos: el artículo 19° y el 33°. Con respecto a este
último, se critica su constitucionalidad debido a que este establece que podrá
existir como máximo dos vicecontralorías, las cuales serán designadas por el
Contralor General de la República. Esto iría directamente en contra del
artículo 79° de la Constitución, referente a las restricciones al gasto público,
que expresamente menciona lo siguiente: “los representantes al Congreso no
tiene iniciativa para crear ni aumentar gastos públicos, salvo en lo que se
refiere a su presupuesto.” De esta manera, se estaría contraviniendo a la
Constitución y otorgando facultades de manejo del erario público al Congreso.

La crítica que ha recibido más atención es la relacionada con el artículo 19°.


Este menciona que la Contraloría designará a los jefes de los órganos de
control institucional (OCI) de las respectivas entidades; sin embargo, se
enfatiza que “están exceptuados los jefes y el personal del órgano de control
institucional del Congreso de la República cuyo régimen laboral y dependencia
funcional se rige por las normas que estipula dicho Poder del Estado”. Como
podemos observar, la norma establece que en el caso del Congreso el jefe
del OCI será designado por las normas de aquella y no por la Controlaría. De
esta manera, se cuestiona la independencia y autonomía que tendrá el jefe
del OCI para fiscalizar la labor del Congreso.

A partir de lo mencionado, es posible afirmar que el OCI y sus procedimientos


son las herramientas esenciales del sistema de fiscalización; así mismo,
efectúa una evaluación objetiva y sistemática de las acciones de cada
institución. Es ahí donde radica su importancia.

A raíz de lo expuesto, consideramos que la Ley N° 30742 – Ley de


Fortalecimiento de la Contraloría y del Sistema Nacional de Control trae
consigo diversos avances que mejoran y fortalecen el rol de la Contraloría
General de la República así como el ejercicio de sus funciones fiscalizadoras.
Sin embargo, esta norma contiene artículos que son muy cuestionables
debido a que permiten que el Congreso de la República tenga la potestad de
influir directamente en la elección del Jefe del OCI de esta institución. De esta
manera, se afecta la imparcialidad y objetividad, ambos principios
fundamentales de la función fiscalizadora, del Órgano de Control Interno del
Congreso de la República. Asimismo, toda norma promulgada no puede
contravenir a lo estipulado en la Constitución como lo estaría haciendo el
artículo 33 de la mencionada ley.

Esta situación es aún más grave si consideramos que, durante los últimos
meses, el Congreso ha ido perdiendo legitimidad y confianza frente a la
población. No son pocos los cuestionamientos sobre actos de corrupción y
uso indebido de los recursos públicos por parte de los congresistas. En este
contexto, toma aún más importancia el rol que cumple la Contraloría, puesto
que toda institución del Estado debe estar fiscalizada objetiva e
imparcialmente. Por todo ello, consideramos que una norma como la
propuesta, concretamente en su artículo 19°, genera inseguridad acerca de
la fiscalización del gasto de los recursos asignados al Congreso y genera aún
más desconfianza sobre esta institución; por ende, debe ser revisada.
 La Contraloría implementará de manera progresiva el procedimiento
electrónico, la notificación electrónica, el domicilio electrónico, la casilla
electrónica, la mesa de partes virtual y mecanismos similares, en los
procedimientos administrativos, procesos de control y encargos legales que
se encuentren bajo el ámbito de sus atribuciones, incluyendo aquellos que
corresponden al Tribunal Superior de Responsabilidades Administrativas,
estando las personas relacionadas con dichos procesos o procedimientos
obligadas a su empleo.

En séptimo lugar, en el artículo 45, 46 Facultad sancionadora.-

La reciente ley otorga potestad y facultad sancionadora a la Contraloría, la


que a través del reglamento correspondiente, definirá y precisará los
conductas infractoras que serán materia de sanción a los funcionarios y
servidores públicos que resulten responsables.

Fiscalización patrimonial.-

La Contraloría tendrá la facultad de fiscalizar el incremento patrimonial de los


funcionarios públicos, para lo cual tendrá acceso directo, en línea, irrestricto
y gratuito a las bases de datos que administran las entidades sujetas a
control.

Transparencia.-

Con la nueva ley se promoverá la transparencia de los informes que emiten


los jefes de los Órganos Internos de Control (OCI). En efecto, estos informes
ya no serán reservados, pues serán publicados íntegramente para
conocimiento de la ciudadanía sobre cómo se están ejecutando los recursos
públicos.

Autonomía.-
Como se sabe, actualmente, en su gran mayoría, los jefes y servidores de las
OCI, figuran en la planilla de la entidad a quien controlan y fiscalizan. Con la
nueva ley, las OCI serán independientes y los jefes de estas oficinas serán
designados por la Contraloría. Es decir, dependerán funcional y
administrativamente de la Contraloría General de la República y no de la
entidad que controlan y fiscalizan.

Después de la publicación del reglamento de la nueva ley, la Contraloría


emitirá un plan de absorción de trabajo de las OCI, para que todas estas
oficinas dependan directamente de la Contraloría y no de las entidades
públicas.

También podría gustarte