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La entrevista laboral es la herramienta de selección de personal por

excelencia y permite a ambas partes, conocer distintos aspectos de


interés. La entrevista laboral también puede utilizarse en otras
situaciones, por ejemplo: dar a conocer los resultados de la
evaluación de desempeño, medir la satisfacción, comunicar la
desvinculación del empleado etc.
La entrevista laboral es la herramienta de selección de personal por
excelencia y permite a ambas partes, conocer distintos aspectos de
interés. La entrevista laboral también puede utilizarse en otras
situaciones, por ejemplo: dar a conocer los resultados de la
evaluación de desempeño, medir la satisfacción, comunicar la
desvinculación del empleado etc.

¿Cómo formular preguntas correctamente?

El modo de hacerlo, afecta directamente las respuestas que


obtengamos. Por lo tanto algunas recomendaciones son valiosas.

1. Tener amplia disposición para escuchar


2. No inducir la respuesta
3. Hacer una pregunta por vez.
4. Ser claro, y usar un lenguaje accesible
5. Mantener una postura neutral.
Tipos de preguntas

A. Cerradas: se pueden contestar con monosílabos “sí o no”.


B. Sondeo: sencillas y cortas: ¿por qué?, ¿Cuál fue la causa?
¿Qué ocurrió después?
C. Hipotéticas: se le presenta al entrevistado una situación
imaginaria para que la resuelva. No son recomendables, porque
el individuo en la realidad puede reaccionar de manera diferente
a lo esperado.
D. Mal intencionadas: obligan al entrevistado adoptar entre dos
alternativas indeseables. No son útiles, tampoco aconsejables.
E. Provocadoras: evalúan la capacidad de reacción del postulante,
se formulan repentinamente incorporando el factor sorpresa.
F. Sugestivas: se manifiesta claramente lo que se espera del otro,
por ejemplo: … usted terminará su carrera este año …¿verdad?
G. Abiertas: permiten que el entrevistado se explaye con libertad.
Esto puede desviar el curso de la entrevista, por lo tanto el
entrevistador debe demostrar su capacidad para volver al curso
deseado de la charla.
¿Cómo encarar al entrevistado según sus características?

El problemático

Es el caso el individuo que se resiste a dar información de sus


antecedentes. Por ejemplo los abogados son difíciles de entrevistar,
no están acostumbrados a buscar trabajo, es recomendable enfatizar
en que esos datos son muy importantes para considerar si él es la
persona adecuada. Compare la situación con la visita al médico
(¿cómo diagnostica si no conoce lo que le ocurre?)
El nervioso

Si el postulante se encuentra ansioso e intranquilo, prolongue el


comienzo de la entrevista, y pregunte acerca de sus estudios
universitarios, o su vida social. Estos temas son útiles para relajar al
otro. Superada la incomodidad del momento, inicie la entrevista
propiamente dicha.
El que hable demasiado

Es de difícil control, suele ser verborrágico, y se explaya en aquello


que no se le ha preguntado. Los conocidos son los peores, recuerde
que entrevistador es el que dirige. Si considera que la entrevista llegó
a su fin y no puede concluirla verbalmente, apele a los gestos, por
ejemplo: ofrézcale su mano en tono de despedida, acomode las
cosas del escritorio, bríndele una tarjeta y comuníquele que se le
avisará del resultado.
El agresivo
Es muy común que llegue a la entrevista una persona realmente
desesperada o angustiada por la urgencia de trabajar. Si usted nota
que no podrá manejar la exaltación del individuo, sugiérale pasar la
cita para cuando se sienta mejor. En general el agresivo lo agrede a
usted como personal, sino a la figura del entrevistador.
El emotivo

Esta es una situación realmente incómoda para ambos. No se


contagie de ese estado, mantenga el equilibrio, y proponga un tiempo
de espera, o bien, postergue la cita para más adelante. Debe
asegurarle al postulante que lo recibirá nuevamente.
El dominante

No se deje inhibir por la personalidad avasallante de este tipo de


personas. En el fondo son muy inseguros, y esta postura de dominio
enmascara su debilidad.
Cómo crear el clima

Comenzar bien una entrevista es un arte y nos ayudará en el resto de


la entrevista.

Aflojar la tensión, crear un clima cordial será necesario para alcanzar


el mejor resultado de una entrevista, éste se alcanza cuando el
entrevistador logra conocer al candidato y para lograrlo el primer paso
es tranquilizar al entrevistado. Para eso hay que saludar al
entrevistado con una sonrisa mirándolo a los ojos, presentarse con un
apretón de manos firme, pero gentil.

Antes de entrar en tema es aconsejable “romper el hielo” apelando a


la amabilidad con preguntas tales como ¿les costó trabajo llegar
hasta aquí?

Muchos entrevistadores creen que lo mejor es empezar


suministrándole al candidato toda la información sobre el cargo y la
compañía antes de empezar a interrogarlo. Esto lo hacen por tres
razones:
 Si el entrevistador da esta información desde el principio, es
menos probable que se le olvide algo.
 Si espera hasta el final de la entrevista para hablar de estas
cosas es posible que no le alcance el tiempo
 Cuando el entrevistador habla más que el entrevistado al
principio de la entrevista, el candidato siente más confianza.
 Pero suministrar toda la información antes de interrogarlo tiene
sus contras porque es posible que si le describimos al
entrevistado el ideal que estamos buscando, condicionaremos a
nuestro interlocutor y éste nos describirá aquello que esperamos
oír.
 Es importante recordar que el entrevistador no debe ser un
nuevo amigo de entrevistado, sino sólo una persona cordial que
deberá lograr que el entrevistado se sienta bien para que le
cuente todo lo que el entrevistador necesita saber para tomar
una buena decisión.
Etapas de la entrevista laboral

1. Caldeamiento

Es la etapa inicial de la entrevista, un encuentro que requiere


preparación, adecuación, sintonía, eliminación de ansiedades que
pueden obstaculizar la tarea. Por esta razón el caldeamiento
condiciona el carácter de la entrevista. Es importante explicar lo que
se espera del otro.

Afrontada con claridad, permite entrar en tarea sin carga, generando


un clima activo de trabajo.

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