Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Biro recuerda la oferta de ese señor argentino y se pone a buscar aquella tarjeta
de presentación que recibió en el Hotel Rogacka Clatina de Hungría. Al poco
tiempo, Biro y Meyne no tuvieron inconveniente alguno para ingresar en el país
que para ellos significaba la libertad y la propia vida. Recién en la Argentina y al
intentar ubicar a aquel hombre providencial para ellos, supieron de quién se
trataba. No era presidente de ninguna empresa.
Hasta febrero de 1938 había sido presidente, sí, pero de la Nación. Se trataba
del general e ingeniero Agustín P. Justo. Los recibió, los ayudé, instalaron una
fábrica con su auspicio y lanzaron al mercado las lapiceras
Ignorancia
a las que llamaron “Birome”, contracción del apellido
del inventor (l3iro) y de la primera sílaba del de su colaborador Meyne.
Era 1941, cuando reunió a los treinta y dos obreros de su fábrica y les contó,
con absoluta franqueza, los problemas que estaban viviendo, les dijo que él
Fe y
creencia
quería seguir. Les advirtió que no podría pagarles hasta que la cosa resultara Certeza
y preguntó si, a pesar de todo, alguno de ellos lo acompañaría en la aventura. Subjetiva
Todos los acompañaron y en 1941 se le encontró la solución y nació el primer
bolígrafo “antimancha”, inclusive funcionaban en los aviones, cosa que no
Correspondencia ocurría con las lapiceras comunes de aquella época. El invento se hizo muy
popular e inclusive les hicieron un reportaje para la revista Time de EE.UU.