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Causas de Justificacion en El Codigo Pen
Causas de Justificacion en El Codigo Pen
Conforme a lo desarrollado sobre dicha eximente y sus elementos, se tiene que para su
configuración, es necesaria la concurrencia de tres requisitos:
1. La agresión actual e ilícita
2. La defensa necesaria y racional, y
3. La falta de provocación suficiente.
En lo concerniente al primer elemento “la agresión actual e ilícita”, no hay duda que el
forcejeo del asalto connotaba claramente una agresión actual (pues esta había iniciado y
continuaba todavía) no era una agresión pasada o que aún no se concretaba, de igual
forma se trataba de una agresión ilegítima, que contravenía la normativa penal, era un
ataque antijurídico.
Por tanto, si bien el empleo del arma por parte del funcionario fue necesario, pues no
disponía en aquel momento de otro medio menos lesivo para defenderse, no obstante el
ejercicio de la defensa no fue racional , pues al emplear el arma , intentó finiquitar el
peligro en un solo intento, utilizando el medio más grave y lesivo, un certero disparo en
la cabeza, que no sólo reducía a su atacante sino que además acababa inexorablemente
con la vida de éste, cuando pudo haber disparado a otra zona menos comprometedora
de la vida del sujeto, y lograr así una efectiva e idónea reducción de su agresor.
A modo de ejemplo, recuérdese el muy citado caso del paralítico, quien hace uso de su
escopeta, al sólo tener dicha arma a su alcance, no disponiendo de ningún otro medio
para evitar que un niño se apodere de una manzana. En dicho supuesto el mencionado
jurista argentino mantiene que su hecho será antijurídico, no porque el bien jurídico
vida sea de superior jerarquía que el bien jurídico propiedad, sino porque el orden
jurídico no puede considerar conforme al derecho que para evitar una lesión de tan
pequeña dimensión se acuda a un medio que, pese a ser necesario por ser el único
disponible, sea tan considerablemente lesivo como un disparo mortal de arma de fuego
De igual manera, quien fusila al que le hurta la cartera con una ínfima suma de dinero
no se defiende legítimamente, porque la defensa es tan evidentemente
desproporcionada que genera un conflicto de mayor magnitud al que se provocó
originalmente, lo que excluye su legitimidad aunque el medio fuese el único disponible.
Así en este caso y en otros similares, la acción de disparar es necesaria, porque no existe
otra menos lesiva para evitar el resultado, pero no “racional”
Recuérdese que en el supuesto del disparo a matar, la doctrina insiste que éste sólo se
admite, cuando para la protección del bien jurídico amenazado no baste dejar fuera de
combate al agresor, como sucede en los casos de terrorismo y toma de rehenes
En este sentido, de acuerdo con la posición de los juristas mencionados, considero que
la admisibilidad de la muerte en defensa de bienes patrimoniales, tiene ciertamente
límites, los que provienen del requisito de la defensa necesaria y racional, de este modo,
no se admiten los casos en los que existe una escandalosa desproporción de la defensa
respecto a la agresión, tal como sucedió en el supuesto comentado.