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Analizar las historias de vida: reflexiones metodológicas y epistemológicas

ALBERTINA PRETTO, 2011.

Las técnicas del modelo analítico-estructural

Este método de análisis, propuesto y sostenido por Demazière y Dubar (1997), ofrece una técnica compuesta por tres
niveles diversos interdependientes. Sobre el primer nivel, el de las funciones, la listan los episodios del relato - llamado
secuencias - que van colocados en orden cronológico. Las secuencias proporcionan así la trayectoria de la narración
biográfica producida por la interacción entre el entrevistador y el entrevistado.

En el segundo nivel se individualizan los argumentos que el narrador usa a fin de convencerlo a sus oyentes para
defender su propio punto de vista, para proponer su propia visión del mundo. Analizando las funciones y argumentos se
obtiene así el nivel de los actores, o sea, aquellos que aparecen como co-protagonistas de la historia junto o al lado del
narrador. Entre los actores se debe considerar no sólo aquellos que toman un papel central en la vida socio-afectiva del
entrevistado (familiares, amigos, figuras relacionales primarias) sino también aquellas que aparecen con roles
meramente institucionales (médicos, jueces, asistentes sociales, maestros) y aquellos que aparecen como personajes
de fondo con una relevancia marginal.

Resumiendo, el análisis estructural consiste en articular los episodios de una historia (la secuencia), con personajes (los
actores), con el fin de revelar el sentido que el narrador atribuye a la propia historia (los argumentos).

En la tabla IV hemos reportado un ejemplo de este análisis realizado sobre la historia de Teresa, entrevistada para un
proyecto de investigación sobre sujetos que se acercan al mundo de la medicina no tradicional. Por razones de espacio
se ha reportado solo una parte de los eventos examinados:
En la columna de la secuencia se indica las situaciones, los hechos que han sucedido en la vida de Teresa especificando al
costado el año en el cual se produjeron. Con este propósito se subraya que este tipo de análisis debe ser precedido por
una modalidad de conducción de la entrevista escrupulosamente atenta a la datación de los eventos que el narrador
reporta en su historia. Tenemos que subrayar, sin embargo, que interrumpir a un entrevistado para pedir una
precisión temporal de un evento puede afectar la espontaneidad y la fluidez de la misma narración, con el riesgo que
quien cuenta no recuerde el momento preciso en el cual ha sucedido un evento.

Hay pues hechos para los cuales, por el propósito de la misma investigación, tiene poca relevancia la precisión temporal:
por ejemplo en el curso de la enfermedad de Teresa, ¿es muy interesante saber exactamente cuáles son los años
escolares que se han perdido?

El nivel de los actores en la historia de Teresa, es rico en personajes: en algunos casos se trata de personas que tienen
relaciones significativas con ella y estructurantes (padres, esposo, hermana) o que producen efectos importantes en su
ciclo de vida (muchos médicos tradicionales, terapeutas alternativos, etc.). En otros casos, en cambio se trata de
personajes de fondo con roles marginales y/o transitorios (los grupos de reiki, las enfermeras, un primo, etc.).

Esta clasificación de los actores se basa entonces en el tipo de relación y el rapport más o menos significativo que
mantengan con Teresa.

A nivel de los argumentos, como se ha dicho precedentemente, el entrevistado atribuye sentido y coherencia al curso de
la narrativa: en la historia de Teresa podemos individualizar dos argumentos característicos (como se prevé en este tipo
de análisis) de una connotación valorativa mediante la cual pesan situaciones y personas sobre la base de categorías
dialécticas (positivo/ negativo, mejor/peor, etc.). Para Teresa es negativa, por ejemplo, la relación con la enfermedad,
pero resuelta paradójicamente negativa también la relación con la salud que mejora después del primer transplante.
Positiva la relación con la hermana no obstante que esta le niega inicialmente el riñón (que le dona en un segundo
momento).

En cada uno de los tres niveles es posible individualizar categorías específicas de las cuales emerge el sentido general de
la entrevista; propiamente estas categorías serán identificables como sistemas de oposiciones (mejor/ peor,
informado/desinformado, justo/equivocado, posible/imposible y así sucesivamente) de los cuales se podrá recavar una
representación gráfica del esquema de la narración.

Las técnicas del modelo comprensivo

El método de análisis comprensivo propuesto por Bichi (2000; 2002) es una intersección de las técnicas descriptas hasta
el momento, con la exclusión del análisis del contenido. El objetivo del análisis de una historia de vida consiste, para
Bichi, en explicitar las informaciones y los significados que ella ofrece, las prácticas y los contextos sociales en los que
vive el narrador y por los cuales puede estar condicionado, las interacciones con otros protagonistas y, por último, pero
no menos importante, todo el curso de vida del entrevistado. Como se mencionó anteriormente, este análisis se
desglosa en tres segmentos, es decir la interacción de la entrevista, la vivencia y el ciclo de vida.

El segmento relativo a la entrevista y todos los elementos que constituyen la situación particular son analizados a través
de cuadros que se refieren a momentos específicos de la conducción y sobre los cuales la autora se basa para evaluar la
eficacia de su propia conducta en la entrevista.

Otros cuadros contienen las percepciones, estados de ánimo, motivaciones y emociones de la misma investigadora
durante la recolección de historias de vida. Este material proviene de las notas que el investigador debe tomar antes,
durante y después de cada entrevista.

Siempre, a través de los cuadros, se analiza el punto de vista del narrador reportando fragmentos de entrevistas
integralmente transcriptos que se consideran más eficaces que las palabras de la investigadora para ilustrar
determinados aspectos. El tratamiento de los temas específicos relativos a las trayectorias de vida complejas (pluri-
matrimonios, movilidad, divorcio, etc.) se lleva a cabo ya sea desde un punto de vista teórico o a través de pequeños
grupos de citas propias de los entrevistados. Estos últimos, aun permaneciendo anónimos, no son totalmente
desconocidos para el lector, ya que se les asigna una sigla que los hace identificables y se acompaña una breve
descripción que lo ubica (aunque brevemente) a nivel sociográfico y contextual.

Pereira de Queiroz, M. I. 1991. Relatos orais: do 'indizível' ao 'dizível'. E

Historia de vida: “El relato de un narrador sobre su existencia a través del tiempo, intentando reconstituir los
acontecimientos que vivió y transmitir la experiencia que adquirió. Narrativa linear e individual de los acontecimientos
que él considera significativos, a través de la cual se delinean las relaciones con los miembros de su grupo, de su
profesión, de su clase social, de su sociedad global, que cabe al investigador mostrar. De esa forma, el interés de ese
último está en captar algo que trasciende el carácter individual de lo que es transmitido y que se inserta en las
colectividades a que el narrador pertenece” (Pereira de Queiroz 1991:6).

“la finalidad de un biógrafo, al escribirle la historia, es opuesta a la de un investigador al utilizar la técnica de historias de
vida. El primero hará que sobresalgan en su trabajo los aspectos marcados e inconfundibles del individuo cuya existencia
decidió revelar al público. El segundo busca, con las historias de vida, alcanzar la colectividad de que su informante hace
parte y lo encarna, pues como representante de la misma, se revelan rasgos de esta colectividad. Aunque el sociólogo
registre solamente una historia de vida, su objetivo es captar el grupo, la sociedad de que ella hace parte; busca
encontrar la colectividad a partir del individuo. El biógrafo, que retrate la sociedad de que su personaje participa, lo hace
con el propósito de comprender mejor la existencia del biografiado” (Pereira de Queiroz 1991:9-10).

FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA Y USO DE LAS HISTORIAS Y RELATOS DE VIDA COMO TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN EN
PEDAGOGÍA SOCIAL

ANTONIO VÍCTOR MARTÍN GARCÍA 1995

Un punto importante que mercere la pena acentuar es el de que, en la investigación social, la historia de vida es
considerada una técnica más, que adquiere una funcionalidad complementaria de otros registros de datos. La técnica de
la historia de vida requiere, a su vez, de la verificación y concordancia de los hechos narrados, por medio de otros datos
aportados por otros métodos de registro y con material proporcionado por otras personas que conocen al individuo y
los lugares y acontecimientos descritos

En términos muy similares, hay autores que distinguen dentro de las historias de vida tres aspectos diferentes:

- 1. El de la Historia de vida total: el investigador trabaja sobre un relato que comprende desde el momento en que se
está confeccionando la historia de vida hasta el recuerdo más antiguo del sujeto. Es decir, se analiza íntegramente la
vida del sujeto.

- 2. El aspecto temático: el investigador sigue un determinado tema a lo largo de toda la vida relatada por el sujeto.
Esto permite la comparación temática de los relatos de diferentes vidas.

- 3- La Biografía preparada por el investigado: Este reacomoda y recorta la narración en un intento de seleccionar el
material a fin de darle un formato más manejable y más adecuado para su publicación. La mayoría de las historias de
vida hacen necesario algún tipo de recorte y de orientación (Sarabia, 1989).

Historias de vida: Una metodología de investigación cualitativa

Mayra Chárriez Cordero, 2012

Respecto a sus características, las historias de vida representan una modalidad de investigación cualitativa que provee
de información acerca de los eventos y costumbres para demostrar cómo es la persona. Ésta revela las acciones de un
individuo como actor humano y participante en la vida social mediante la reconstrucción de los acontecimientos que
vivió y la transmisión de su experiencia vital. Es decir, incluye la información acumulada sobre la vida del sujeto:
escolaridad, salud, familia, entre otros, realizada por el investigador, quien actúa como narrador, transcriptor y relator.
Éste, mediante entrevistas sucesivas obtiene el testimonio subjetivo de una persona de los acontecimientos y
valoraciones de su propia existencia. Se narra algo vivido, con su origen y desarrollo, con progresiones y regresiones, con
contornos sumamente precios, con sus cifras y significado. Para ello, el investigador, mediante una narrativa lineal e
individual, utiliza grabaciones, escritos personales, visitas a escenarios diversos, fotografías, cartas, en las que incorpora
las relaciones con los miembros del grupo y de su profesión, de su clase social. Pero no solo provee información en
esencia subjetiva de la vida entera de una persona, sino que incluye su relación con su realidad social, los contextos,
costumbres y las situaciones en las que el sujeto ha participado. Es decir, “hace referencia a las formas de vida de una
comunidad en un período histórico concreto” (Santamarina y Marinas, 1995). Así pues, las historias de vida no solo
permiten conocer a la persona que narra, sino que también ayudan a desentrañar las realidades que viven muchos
países o contextos. Es decir, las historias de vida hacen que lo implícito sea explícito.

Cornejo et al. (2008) proponen un interesante modelo de trabajo para el diseño de investigaciones con relatos de vida
que contempla las siguientes etapas:

1. Momento preliminar. Antes de la recolección del primer relato, el investigador debe realizar dos elecciones
ineludibles: el tema y el ángulo de abordaje del mismo, respondiendo algunas cuestiones suscitadas: ¿Por qué la
elección del tema? ¿Por qué investigarlo? ¿Para qué investigarlo?, ¿El interés surge de una experiencia personal? ¿Cuál?
Asimismo, debe hacerse una revisión crítica de la literatura científica pertinente al tema con el fin de profundizar en la
comprensión del objeto de estudio. El manejo de fuentes más recientes a lo largo de la investigación permite la
emergencia de nuevas pistas dignas de consideración.

2. Contactos, negociaciones y contratos. En esta fase, los cuestionamientos éticos se vuelven fundamentales,
cruzándose con los científicos. Se trata de definir y aplicar los criterios de inclusión y exclusión de los participantes,
delimitar los narradores que van a intervenir y entregarles la información sobre los objetivos y el contenido de la
investigación así como los procedimientos que va a suponer su participación. Asimismo, se aboga por consentimiento
informado y por la libertad para dejar la investigación en el caso que se desee. El conocimiento de los investigadores por
parte de los participantes facilita la transparencia y acercamiento en este tipo de trabajos.

3. Recolección de los relatos mediante la entrevista. Los relatos de vida son siempre construcciones, versiones de la
historia que un narrador o sujeto interpelado en su historia relata al investigador o narratorio particular utilizando para
ello la entrevista. Para el citado autor son dignos de consideración aspectos, como el número, duración, ritmo y
conducción de las entrevistas así como la transcripción de los relatos lo más fidedignamente posible, con toda su riqueza
(lenguaje, lapsus, modismos, entre otros). La utilización de un cuaderno de campo posibilita realizar un mejor
seguimiento del proceso y preparar el material para análisis.

4. Análisis de los relatos. La lógica y la metodología de análisis de los relatos debe estar en función, por un lado, del
objeto de estudio, y por otro, del tipo de resultados que se deseen obtener; es decir los métodos de análisis deben
adaptarse a ellos y nunca al revés.

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