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Es una antigua teoría de origen pitagórico, donde afirmaban que el modelo para la creación
del universo estaba basado en el uso de las proporciones musicales. Según esta creencia, los cuerpos
celestes conocidos en ese entonces (Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno) con sus
respectivos movimientos, producían sonidos, que al combinarse formaban una armonía bien hecha.
Para los seguidores de Pitágoras, los pitagóricos, las distancias entre los planetas -las esferas- tenían
las mismas proporciones que existían entre los sonidos de la escala musical que eran considerados
entonces como "armónicos" o consonantes, aunque también pueden ser disonantes. Se trataba de
un cosmos en el que se integraban las 7 notas musicales con los 7 cuerpos celestes conocidos
En otros términos, plantea que si cada cuerpo en el planeta Tierra, al moverse, generan
algún sonido, frecuencia o ruido, es imposible creer que los planetas, siendo cuerpos mucho más
grandes, no produzcan algún sonido, puesto que se dice que en el espacio se encuentra el vacío, y
el sonido no se transporta por ese medio. Es una teoría que ha sido un tanto difícil de definir, puesto
que se ha entendido de muchas maneras a lo largo del tiempo. La armonía de las esferas nace en
un momento donde la música y la astronomía se relacionaban mucho con las matemáticas, por
tanto se ocuparon en combinar esos 3 elementos para descubrir un hecho que aún hoy es debatible:
la armonía del cosmos.
El astrónomo Kepler quien estableció que un astro emite un sonido que es más agudo tanto en
cuanto su movimiento es más rápido, por lo que existen intervalos musicales bien definidos que
están asociados a los diferentes planetas. Kepler postuló, en su obra Harmonices Mundi, que las
velocidades angulares de cada planeta producían sonidos
En el libro V de Harmonices Mundi, descubre en las velocidades angulares de los planetas las mismas
proporciones de nuestro sistema musical
Un En abril de 1998 por la NASA, el Transition Region and Coronal Explorer (TRACE), ha
encontrado las primeras evidencias de música originada en un cuerpo celeste.
El planeta que habitamos también tiene su música, de la cual somos parte. No hace mucho leí que
los científicos estaban notando cambios en el campo magnético de la tierra, según las
investigaciones la intensidad del campo magnético ha estado decayendo durante los últimos
2.000 años.
Nuestro planeta tiene una vibración que es como su música, sintamonos parte de ella
acercandonos a él, a sus mares, a sus campos, a sus montañas todo aquello que nos haga sentir
uno con él.