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CARLOS KLEIBER
a ritmo de vals
Cuando se busca la mejor Alta Fideli-
dad hay que entrar en el sonido Digi-
tal Y Philips le abre la puerta de este
nuevo mundo con su sistema total-
mente digital Tres piezas únicas de
avanzada tecnología firmadas p e el
creador de la tecnología CD.
Reproductor Digital
de Compact Disc CDD-882.
El sonido digital ir.icia su futuro con
el CDD-882 El primer reproductor
totalmente digital con unas presta-
cionesyope'atividad noiguaiadasy
que representa lo más alto de la ga-
ma de Reproductores de CD Ptiilips.
El mando a distancia, el sistema FTS
para selección de temas, la progra-
mación aleatoria "Shuffle Play" y su
sistema de carga "Linear Skate" son
algunas de las avanzadas ventajas
que Philips ha incluido en el
CDD-889 Pero lo mis importante es
su exclusiva conexión digital para
amplificadores digitales como el
DFA-888
Amplificador Digital
DFA-888.
El DFA888esel primer Amplificador
Digital capaz de ofrecer la misma pu-
reza de sonido que un Reproductor
de Compact Di se gracias a (a combi-
nación de filtros digitales y cuádru-
plefrecuenaademuestreo Además
permite conectar digitalmente se na-
les de CD(«,1 kH2), DAT(48*Hz)y
radio FM vía satélite (35 VHz).
La potencia nominal de 2x115 wa-
tíos, la conexión CD Direct y el selec-
tor de grabación separado son ya
de por sí motivos para reconocer la
superioridad tecnológica
de Philips
DIGITAL HI-TECH
Ahora esta claro el futuro de la Alta
Fidelidad es Digital, y el líder seguirá
siendo el mismo Philips
PHILIPS
Edita
SCHERZO EDITORIAL, S.A.
C/ Marqués de Mondéjar, II 4 . ' C
28D28-Madnd.
Telef. (91(24*76 22
Fax (91) 256 IS64
Presidente
Gerardo Queipo de Llano
Director
Amonio Mora!
Director Adjunio
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Redactor Jefe
Enrique Martínez Miura
Consejo de Redacción
Javier Alfaya, Roberto Andrade Maldc. Domin-
go del Campo Castel, Santiago Martín Bi-rmúdeí.
Antonio Moral. José Luis Pérez de Arlcaga. Ar-
luro Reverter. José Luis Téllez.
Coordinan et dosier de este número:
Pilar Tomás González y bnrique Martínez Miura Año IV n.° 36 • JULIO-AGOSTO 1989 - 425 ptas.
Seccione*
Redacción en Barcelona: RogerAlier. Redacción
en Valencia: Blas Cortés. Actualidad: Enrique
Martínez Miara y Javier Al/aya Discos: Enrique
Pérez Adrián. Libros: Xoan Manuel Carreira. Al-
la fidelidad: Alfredo Orozco. Jazz: Ebbe Traberg.
Música contemporánea: José Igés. Educación mu-
sical: Víctor Pliego.
Colaboran en esle número:
Javier Alfaya, José Carlos Cabello Arroyo, Do- SUMARIO
mingo del Campo Caslel, Sansón Carrasco, Xoan
Manuel Carreira, Luis Fernando Carvajal Bláz-' OPINIÓN: 4
quez. Jesús Castafiar. Miguel Ángel Coria, Blas TRIBUNA ABIERTA:
Corles. Niño Denlki. Pedro Elias, Fernando Fra-
ga, Florenlino Gracia Utrillas, Francisco Gutié- — De cómo el «Concierto Barroco» desconcertó una ciudad, Javier Villán 8
rrez, José Igés, Enrique López-A randa Domingo, ACTUALIDAD 10
Kennelri L-oveland, Enrique X. Macías, Santia- — «Tif'ereth» de Enmanucl Nunes: el esplendor emblemático del espacio,
go Martín Bermúdez. Amonio Manin Moreno,
Joaquín Martín de Sagarmínaga, María Antonia Enrique X. Matías 10
Martínez Ibáñez, Enrique Martínez Miura, Blas — El holandés errante en Los Angeles, Klaus Umbach 15
Matamoro, Ángel Fernando Mayo. Wolfgang — La coherencia de un gran músico, José Igés 22
Amadeus Mozarl. Manuel Navarro Martínez, José
Antonio Nieto de Miguel, Alfredo Orozco Bue- ICONOGRAFÍA MUSICAL:
zo, Rafael Ortega Basagoili. Enrique Pérez — Antonio Carnicero, pintor de la música, María Antonia Martínez ¡báñez 32
Adrián, José Luis Pérez de Aneaga, Gerardo GRANDES INTERPRETES:
Oueipo de Llano Onaindía. Jordi Ribera i Bergós,
Carmen Rodríguez Suso, Andrés Ruiz Tarazona, — Carlos Kleiber: el duende, Enrique Pérez Adrián 36
Ebbe Trabetg. Klaus Umbach, Juan Ángel Vela ENTREVISTA:
del Campo, Alberl Vilardell. Javier Villán, Juan — Lorin Maazel, enemigo de la rutina, José Luis Pérez de Arleaga 43
Amonio Zubikarai.
ACTUALIDAD DISCOGRAFICA:
foto de portada; CBS, — Más grabaciones de Seiji Ozawa, Enrique Pérez Adrián 51
Administración
DISCOS 52
Cristina Míllet.
ESTUDIO DISCOGRAF1CO:
Publicidad:
— Berg y Abbado: nacidos para entenderse, Santiago Martín Bermúdez 64
Doble Espacio LIBROS 65
General Yagüe, 10' LA GUIA 66
28020 Madrid DOSIER: LA MÚSICA EN TORNO A LA REVOLUCIÓN FRANCESA 67
Telefs. (91) 455 67 67 • 597 11 83
Fas (91) 456 13 07 — Naturaleza y progreso en las ideas musicales de los enciclopedistas,
Imprime: Enrique Martínez Miura 68
MOVIECRAF, S.A. — Los himnos de la Revolución, Gerardo Queipo de Llano Onaindia.. 71
C/ Esligia, 3 y 5 — Los ideales de la Ilustración en la música española, Antonio Martín
2803? Madrid Moreno 76
Telif. (91) 2O4 9S 03
Fotocomposiaón
— Pierre Garath, el «Orfeo de Francia», Juan Antonio Zubikarai 78
Lumímar. S.A. — Recepción, expansión y frustración del ballet moderno en España,
Albasanz, 48-50 Xoan Manuel Carreira 81
2803 7-Madrid. — El «Fígaro» de Mozart: música y moral familiar en la época de la
Tllef. (»lí 204 30 01
Fax (91) 204 95 48 Revolución, Carmen Rodríguez Suso 84
Depósito legal M-4I822-19S5 EDUCACIÓN:
ISSN-0213-4S02 — La reforma ataca de nuevo, Víctor Pliego de Andrés 88
DANZA:
SCHERZO es una publicación de carácter plural — Madrid en danza: tercera edición, Jesús Castañar 90
y no pertenece ni está adscrita a ningún orga-
nismo público ni privado. La dirección respeta ALTA FIDELIDAD:
la libertad de expresión de sus colaboradores. — La caja acústica Spendor S-I00, Francisco Gutiérrez 94
Las textos firmados son de la exclusiva respon- JAZZ:
sabilidad de los firmantes, no siendo por tanto — Episodios, Ebbe Traberg 96
opinión oficial de la revista. EFEMÉRIDES, Luis Fernando Carvajal Blázquez 98
Scherzo 3
-opinión
4 Scherzo
opinión
KL MUSICAL
U
que niel un-dos-tres. I-I descamisado vi- los pelos, e Isolda diciendo aquello de
na nos invade. Operas, concier- cepresidente pierde el recato (,'.ln tuvo «Irisiana. qué mona estás". > el publi-
105, sinfonías, serénalas, aiguna ve/?) > monta tm mitin a cuen- co ca/ando ganuisinos y llamando a Lu-
sonatas, fantasías, arias, canciones..., no ta di' lo\ empalmes que ya, \a. Uit can- carna a preguntar que qué pasa, que )<i
me lo creo. De los cuatro años que lle- didato de la i/quierd;i licué mucho eslá bien, que con Tranco no pasaban
vo redivivo, ninguno se puede compa- ínteres en bajarle las medias a la I hal- estas cosas y que eslo es una guarrería,
cher, que es que ha> mucho gol lo pot que donde vamos a parar, señor, si mi
rar a éste. Pero he advertido algunos ithí. se lo digo \o.
sintonías de desaliento: he detectado l'cpe lev amara lacabe/;i, que es que to-
das sor unas perdidas, y todas esas
una especie de fatiga musical entre las Y va niel idos en esios desmadres, ¡i cosas.
gentes. Las representaciones de El Rap- ver si se creían VJs. que la músiea se iba
io y laida no llenaron totalmente el Al- a librar, l'ues no. guapos, no. (Juc aho- Además, se les lia olvidado un deta-
béniz, y cuando escribo esto, azuzado r<i resulta que vamos a poder ver (ha- lle: puestos ya en plan cochino, podía
por ese tirano de director de la revista, bremos v isio, cuando lean ViU. esiu) la haber salido el hueno de karajan a di-
a pocos días de la continuación de mi famosa ópera de Waimer "Isolda y Iris- rigii en pelota viva, que no sé quién le
festiva! en el Auditorio Nacional, con tana", que es que ya le tienen a uno cu ha sacado una lulo de esa uuisa > van
uno no-soqué que que-sc-yo. l\irque fí- > la publican los de esc diario que des-
mi adorada Pires, no sé lo que ocurrirá. jense el enigma: ¿Será que al umigo de lo de lluiragueño parece que se van
El desaliento es cosa mala: Pimperl. Wagner le din por las titncU'tti"*'.' Hom- especializando y ahora ya los hacen in-
mi perro, que he traído de la eternidad bre-, digi» vo que iiiiü canncMia desval/a tegrales. I o malo es que Butragueño hi-
hace unos días para hacerme compañía, no era, pero lo de lus iinu-k'ilcs parece zo perder el sen i ido a más de una. pero
anda con tal sensación de desánimo, un poco fuerte. Puetle que hava sido co- en este caso el que ha perdido el senti-
que algo en su expresión me recordó a sa dd eseenóüraío. que es que ya no sa- do es karajan. peto el de la estética, que
ia de Marcelino Oreja, después del 15-J. ben que ¡inenuir, v cuando ya lian el pobre parece un pellejo, que v.i ha-
mientras daba unos ladridos lastimosos vesnito :i Siglrido de frac y a W'oi.in üc cen falta ganas.
mirando fijamente mi busto que tengo coronel de la SS. pues a ver: lla> que
comprenderlos a los chicos: iransloima- 1 o dicho: unos pierden el sentido,
colocado sobre el piano, como dicién- mus ;i Tristán en una mariposita que vo- oíros la verjanen/a y oíros la gorra, Tris-
dome: Wolfie, a los españoles no los en- laba ni ilií- gartlen y hala, que lo cante lan perdió los... bueno, ya se lo imagi-
tiende ni seine valer. Se saturan a la llibi Audcrscu. l.o que se queda uno es nan Vds. Quizá, Ui más probable, es que
primera. Menos del PSOE se saturan di eon la curiosidad de saber si los gulis el tío de la radio que anunció la ópera
tutto. ¡Porca miseria! Pero Pimperl es se los han cortado ames de enirar en es- hubiera perdido... mi lomillo. ¡Teli/
un perro inteligente y sensible, y al ver- cena o sí (orina p.tric de la noiedad. verano!
me en fase depre me agarró suavemen l'uede también haber ocurndo enferme-
te de la casaca y me lievó al escritorio, dad debidamente justificada del Helden-
cogió con sus suaves patitas una hoja Rafael Onega
de papel pautado en blanco y con su pa-
la delantera derecha asió una pluma del
estornino que utilizó para escribir, mo
jola en el tintero y garrapateó: ¡Que los
zurzan con hilo verde a todos! Un enor-
me trueno resonó en la habitación..., la
X
tormenta comenzaba una tarde más...,
Pimperl y el estornino atacaron a dúo ' *W\ t:\'tiol¿i iÁ}(D¿if/sa hoy tiif-itiu
su canción predilecta.... me adormecí a llame/un!
.su son y olvidé por unos instantes...,
hasta que la sombra alargada de Wag-
ner, disfrazado de Ruiz Mateos, me
m SOTO MESA 2478583/2-J829 27
desveló... I i i s j . m r f í . i '(•• \ » > r < . i r i n 2
S , » l l i ' M | n - "n-ft 1
W. A. M. s de experiencia nosavalau
Scherzo 5
-opinión •
BACHILLERÍAS ÁNGULOS
Sansón Carrasco
6 Scherzo
opinión
Schcrzo 7
opinión
TRIBI \ A ABIERTA
Javier Villún
8 Scherzo
SERIE DE COMPACT DISC A PRECIO ESPECIAL
NOVEDADES PRIMAVERA '89
BRAHMS
1
Rapsodia para contralto
Schucksalslied
1 *,! MAHl.ER
Canciones de un camarada errante
Mildred Miller, meiiosoprano
Orquesta Sinfónica Columbia
Bruno Walter
MYK45«O - CD MYT455U3 - MC
CHOPIN LISZT
Concierto para piano. N" I Concierto para piano. /V" 2
Emil Gilels, piano WEBERN
Orquesta de Filadelfia • E. Ormandy Pieza de concierto para piano
LISZT y orquesta. Op. 79
Concierto para piano. N" ¡ Roben Casadesus, piano
Charles Rosen, piano Orquesta de Cleveland
O. New Philharmunia - J. Prilchard George S'ell
MYK4_v>(W - C"R M1T45JII-I - M C MYK4SÍM • CD MYT45WK • MC
MAHLER
Sintonía N" 5
Filarmónica de Nueva York
Leonard Bemslein
MYK45ÍIC - (.D MY"t"4>5(C - MC
MOZART
Concierto para piano ,V' '/
Concierto pura pitmo N" 23
Rudolf Serkin. Piano
Orquesta del Festival de Marlboro
Orquesta Sinfónica Columbia
Alexander Schneider
MYK455lKi - CD MYT4Í5I* - MC
MOZART MAHLER
Serenata N" 9 "De! Postillón" La canción de la tierra
Exulta te. Jubílate Mi Id red Miller, meízowprano
Judith Raskin. soprano Ernst H afligir, tenor
Orquesta de Cleveland Filarmónica de Nueva York
George Szell Bruno Walter
M1K4.«(W - CD MYT4Í5IN - MC MYKJÍÜIKI - CD \\\ 14JÍIKI - MC
SATIE: Piezas para piano
TCHAIKOVSKY
Je te veux. Tres Gnossiennes.
Sinfonía N" 5
Tres Gymnopcdics. Primer nocturno. Orquesta de Cleveland
Descriptions aulomatiques. Les trois Lorín Maazel
valses disiinguées du précieux dégouté • • MYWSS01 - CD MYT455OI - MC
Philip pe Entremont, piano
MYK4J5DÍ - L~n MYT4JMJ - MC RICHARD STRAUSS
Así hablaba Zaratustra
Filarmónica de Nueva York
Leona rd Bernstdn
octualidod-
10 Scherzo
-actualidad-
Scherzo 11
-actualidad -
mente su obra Nachtumusik II. ble del sonido. Sin tiempo no hay sonido,
E. N.—Si. Así este tipo de desenvolvi- hay otra cosa. Además, como habrá leí-
miento rítmico con cierto congelamiento do en alguno de mis textos, hay un libro
del desenvolvimiento armónico, pero en de Husserl que se llama Lecciones sobre
proporciones mucho más alargadas, su- la conciencia íntima del tiempo. Ese libro
cede por vez primera en esta obra que la ha tenido mucha importancia como punto
comento, que yo he asumido y que tiene de parlida de muchas reflexiones. Inclu-
mucha más relación con la primera parlo so sobre los problemas de la forma abier-
de Tif'ereth. ta, o de la forma cerrada como oposición
S.—¿Cómo podemos entender la segun- de la forma abierta. Y digamos que es un
da parte dividida en antifonías? problema casi platónico en el sentido de
E. N.—Originariamente había 6, en ca- registro solamente agudu. Y yo con mi noción de potencialidad y de actualidad.
da una había un solista predominante. Co- teoría y mi práctica considero que hay una Una cosa es un potencial y otra la forma
mo yo normalmente cuando tengo una diferencia muy grande en el cambio es- como se actualiza. Pero para mi todo es-
idea directa y obvia, tengo también una pacial entre las frecuencias muy graves y te tipo de reflexión es extremadamente
contraidea menos obvia, le puedo decir las frecuencias agudas. Así, cuando lo importante. Y, sobre todo en Husserl he
que también había un solisia secundario oyes por primera vez en la Antifonia IV encontrado muchos puntos de partida pa-
para cada antifonia. Así había dos solis- tiene un carácter muy especial. Ese carác- ra reflexiones que luego olvido comple-
tas, había combinaciones de dos para ca- ter especial va muy bien con la función tamente cuando compongo, si no no
da una: uno principal y otro secundario. como usted dice emblemática de compondría. Porque no se puede compo-
Recuerde que la primera antifonia, que to- Tif'ereth, porque las cuatro notas son un ner un concepto, tienes que componer
clúster y ese clúster curiosamente es un
davía está sin escribir, será para percusión. música. Tienes que componer una reali-
En la segunda, violín y oboe, uno princi- clúster contemporáneo, pues las notas son dad y una realidad es todo un orgánico
pal y otro secundario, respectivamente; asi en el orden de registro: la, si bemol, si, que, quizá, esté por delante de los con-
dio una antifonia doble del oboe y el vio- do. Es un clúster de tercera menor, don- ceptos. Es una creación. Es como tener
lín sin interrupción. \& Antifonia III es de yo no escogí las notas, me fueron im- un hijo, que cuando está hecho vive su
la del trombón, que ha pasado al contra- puestas. Por eso, quizás, suene más vida y muere más joven o más viejo, de-
bajo y se ha vuelto la antifonia del trom- particular. Y esa sección va a ser repeti- pende. Y, a veces, muere y resucita, que
bón con contrabajo, o del contrabajo con da la segunda vez con la parte de las trom- es una ventaja en relación con los hom-
el trombón. Además, si se ve mi Musik pas que giran en canon. Porque más tarde bres. Asi, no es que yo ponga en prácti-
der Frühe, hay lodo un pasaje de metales este tipo de trabajo con las trompas ya ca teorías temporales, pero encuentro
con contrabajo, y también de contrafagot no es en canon, es en sincronía, y hay otro muchos paralelos, muchos cruzamientos
con contrabajo. No tiene nada que ver tipo de trabajo de especialización que es entre ciertas reflexiones y mi concepción
desde el punto de vista del material, pero un acorde que está siempre presente. Ima- musical del tiempo. En este sentido, cuan-
¡imbricamente es algo que me gusia. Lue- gínese que tiene seis trompas (una en ca- do trabajé con Siockhausen, él era quizá
go la Antifonia IV, donde está lo que lla- da grupo orquestal) y tiene un acorde de en esa época el único compositor que yo
ma adagio, seria una antifonia de otros seis notas, que yo llamo acorde Tif'ereth. conocía que sabía trabajar con duracio-
solistas. Cada nota de este acorde va a mucha ve- nes muy largas. Porque es un problema
locidad, cambiando de trompa, pero co- muy delicado hacer vivir una duración
mo cambian todas, siempre se tiene el larga, es un problema de antes, durante
S.—¿En este caso del violín? mismo acorde. Simplemente que cada no- y después, es un problema de contexto to-
E. N.—Si y no. Porque después hay una ta hace un giro, es un efecto de trompa tal. Es un problema —como yo digo mu-
parte de trompa muy importante con un oreil, si usted quiere, que está ahora de chas veces— de tener la capacidad de salir
pequeño coral. Este coral conduce en cier- moda, digamos así. Este acorde es el acor- y entrar de una manera muy acrobática
ta medida ala Antifonia V. Tienes las cua- de que puede cambiar de posición, poco, en la partitura y en el sistema. Yo en una
tro notas de la trompa con fermala, lue- creo, y el acorde es de seis notas: mi, si partitura puedo hacer lo que me de la ga-
go comienza el final de la Cuarta Anti- bemol, sol, la, si, do. No tiene mi bemol. na en un momento x, pero al hacerlo ten-
fonia y pasa a la Quinta. La Quinta es una Podría tener, pero no tiene. go que pagar las consecuencias de ello.
verdadera antifonia de trompa, con lodos No voy a hacer un chiste en un punto y
los cánones, etc. Pero hay algo que se pue- continuar mi camino como antes. Hay to-
de mencionar y es que a partir de la An- S.—Habló antes de Tif'ereth como de da una revivificación orgánica del discur-
tifonia III hay una estructura de percu- una pieza que no quería que apelase a un so. Y lo que es muy importante para mí
sión muy aguda que aparece dos veces. gigantismo, sino que, por el contrario, es esa capacidad de movilidad, de salir y
Una en la Tercera Antifonia y otra en la surgía de un acto, de un claro acto de ne- entrar de una pieza, cuando estás com-
Cuarta. Una vez sin trompas y olra vez cesidad, de cómo se había creado una ma- poniendo, no después, durante. Es un
con trompas. teria y se le había dado un orden y un problema que va a unir —usted hablaba
proceso de composición a la misma, Pe- así de mí— el acaso y el determinismo.
S.—¿La misma estructura? ro digamos que tiene obras que da por ce- que para mí son dos aspectos de un fe-
E. N.—La misma. Fotocopia. Esa es- rradas, pero que, al mismo tiempo, nómeno total. Yo no soy taoísta, pero ahí
tructura es muy importante en la obra pa- pueden ir a más. Explique un poco la podría haber un paralelismo de actitudes
ra mi, porque tiene un género de respi- cuestión de la dimensión y ¡a temporali- en el sentido del acaso y determinismo.
ración particular, de agujero vacío, de dad en su trabajo. En un punto más elevado es la misma
espacio vacio, sólo con la circunferencia cosa.
(como si hubiera solamente un marco). E. N.—-Cuando dice temporalidad, ¿se
Y esa parte desde el punto de vista armó- está refiriendo a la duración o en general
nico es completamente estática, basada en al concepto de temporalidad presente, in-
cuatro notas lijas que provoca este mar- finito, futuro, etc.?
co con vacío en el medio, porque es un S.—Oigamos que todo un poco com- Enrique X. Macías
binado. Le pediría una reflexión del tiem-
po. Por ejemplo, ¿por qué sus obras
tienen necesidad de una gran duración?
E. N.—A lo mejor tengo yo la necesi-
dad y no las obras, eso no lo sé. Depen-
de. Pero yo creo también que tengo obras
cortas y obras largas. O que yo conside-
ro corlas y largas. Pera mí no es un cri-
terio de calidad. El problema del tiempo
está extremadamente unido a la percep-
ción de la existencia, al carácter inevita-
12 Scherzo
actualidad
Scherzo 13
-octuoüdod-
Abbado y Viena,
cada día más compenetrados
Viesa. Slaalíoper. 28-V-89. Rossini, II viaggio a Reims. Dirección musical: Claudio Abbado. Dirección Si discutible es la puesta en escena,
escénica: Luca Roncom. Escenografía y veiiuarioj Cae Aulenli. Cecilia Gasdia, Ijicia Valennni Terrani. no lo es, sin embargo, la dirección mu-
Lella Cuberli. Montserral Caballé. Frank Lopardo, Willtam Maleuzíi, Samuel Ramey, Ruggero Raimondi,
t n i ü Dará. Carlos Chausion. Raquel Pierom. 29-V-81). Musiorgiky, Kovantchina. Dirección Musical: sical. Abbado, ya lo había demostrado
Claudio Abbado. Dirección escénica: Alíred Kirchner. Escenografía: Ench Wonder. Coro de la Opera en otras ocasiones, ama hasta el límite
de Vicna. Coro Bralislava de la FilarnKuuca h^lovaca. Coro Infantil Sangerknabcn Viena. Aggc Hau- la música de Mussorgski y la transmite
gland, Wladimir Allanxow, Juri Marusin. AnaioJij Koischerga. Paaia Burchuladzt Ludmila Schemsehuck. como un auténtico poseso. Asi, comple-
menta la tensión dramática de la histo-
ria (gama dinámica con sonidos
Desde que Claudio Abbado se hizo la revista inglesa Opera, cuando afirma extremos, secos, pesimistas, casi hirien-
cargo de la dirección musical de la Ope- que se trata de una Kovanchina para, tes), con la delicadeza máxima de una
ra de Viena, una de sus constantes ha al menos, un milenio. cuerda —¡qué violas, qué violonche-
sido la compaginación del repertorio La versión utilizada es la instrumen- los!— que canta el lamento del pueblo,
tradicional centroeuropeo {líerg, tada por Shostakovich, con el añadido su destino incierto. Y siempre respiran-
Strauss), con otros autores de lengua no de la escena final coral que Stravinsky do con los cantantes, sintiendo la mú-
alemana, poco habituales en los usos y arregló pra Diaguilev en 1913. Una es- sica a través de ellos.
costumbres de la capital austríaca. Ros- cenografía agresiva de tonos fuertes y En el reparto vocal, ciertamente equi-
sini y Mussorgski han sido, hasta aho- contrastados —verde, azul, rojo, librado, destacaron Paata Burchuladze
ra, los dos compositores más mimados
de su viaje a Viena.
No es cuestión de insistir demasiado
en ese milagro de conjunción teatro-
música-voces que el tándem Abbado-
Ronconi, con la colaboración de Gas-
día, Caballé, Valentini Terrani, Dará,
Raimondi, Ramey, etc., ha sabido im-
primir a la excelente y divertida parti-
tura rossiniana. Este montaje de El
viaje a Reims, originalmente estrenado
en Pesaro en 1984, se empezó a repre-
sentar en Viena en enero de 1988, sien-
do retransmitido en directo por TVE.
En poco tiempo se ha convertido en un
clásico. Ronconi rompió con todas las
concepciones del espacio escénico tra
dicional; se apoyó, integrándolos en el
desarrollo de la obra, en otros lengua-
jes artísticos, como el cinematografíen
y hasta implicó en la complicidad del
juego escénico a público y orquesta, di
recior incluido. El resultado es una ac-
ción de una increíble comicidad —hasta
Caballé parece un personaje de come- «Kovanlfhina» de Afu.s.iwj;U.i en la Siuui\ii/n-t de I
dia americana— en que público y ar- amanllo—, utiliza como motivos recu- (Dosifei), aunque necesite a veces con-
tistas se lo pasan maravillosamente rrentes el cuadro de Wasili Wereschts- trolar y matizar su gran caudal de voz;
bien. En el terreno orquestal, Abbado chagin. Apoteosis de los Kriegs (1871) Ludmila Schemtschuk (Marfa), el per-
ha conseguido un especial refinamien- —un amontonamiento de calaveras, sonaje clave de la obra, con una voz no
to, hasta el punto de lograr algo asi co- donde se apoyan los cuervos—, y una poderosa, pero sí eslava, de tintes opa-
mo un Rossini pasado por Schubert, lo especie de tornillo que gira, en clara cos, muy apropiada al papel; Anatoli
cual no está nada mal. simbología a la repetición de la histo- Kotscherga, un bajo-barítono ruso de
Mayor actualidad —y no únicamen- ria. Diferentes ilustraciones de motivos timbre cálido y generosos medios y
te por encontrarnos en el año que se ce- de la civilización industrial, unidos a Heinz Zednik, entre otros, por no alar-
lebra el 150 aniversario del nacimiento otras más tradicionales, acaban por gar la relación hasia la totalidad del re-
del autor—, posee el montaje de Ka- confundir en su alan pretencioso de ge- parto. A un buen nivel tanto los coros
vanlchina, de Mussorgski. Distribuidos neralización. Además, la uniformidad austnacos como loschecos, con los que
entre enero y mayo las ocho represen- y el movimiento convencional y hasta la obra contó.
taciones de la nueva producción de Al- torpe, sobre lodo de las masas corales, Obvio es decirlo: el éxito, tanto en
fred Kirchner con decorados de Erich limitan algunos hallazgos plásticos, Rossini como en Mussorgski, fue ine-
Wonder, ambos muy de moda en el área simplifican el planteamiento teórico y narrable.
alemana, los resultados musicales de la dificultan la comunicación del especta-
misma han sido realmente asombrosos dor con la obra. Quedan, eso sí, mo-
hasta el punto de justificar las exclama- menios aislados de belleza sobrecoge-
ciones entusiastas de Max Lopper: en dora. Juan Ángel Veía del Campo
14 Schcrzo
actualidad
Scherzo 15
actualidad
es un «sanio o un santo cómico». de Muli? «Un hombre carente absolu- rumano griego-ortodoxo había entrado
En verdad hace ya tiempo que Celi- tamente de talento. Un tormento. Yo en contacto con doctrinas de salvación
bidache es una leyenda: el espíritu de podría sobrevivir tres semanas sin co- procedentes del Exlremo Oriente. Para
la contradicción en la propia casa. Se mer. Tres horas en un concierto suyo..., iniciarse en el juego de los abalorios, se
obstina en la perfección orquesta], pe- infarto de miocardio». sumergió en el budismo Zen, residió al-
ro detesta el medio discográfico, don- También cuando enseña a jóvenes gún tiempo con regularidad en monas-
de e-ta perfección es la regla, y sólo instrumentistas, como en el Festival de terios indios, se hizo Nuevo Gnóstico,
porque no quiere que se prense como Música de Schleswig-Holstein, o cuan- fue alumno de Sai Baba y discípulo del
una tortilla el «sublime misterio» lla- do imparte cursos en la Universidad de gurú alemán Martin Steinke.
mado Música. Provoca un extravagan- Maguncia sobre Fenomenología de la «Mientras trasciendo mis experien-
te fetichismo sonoro, y exige a sus Música, su tema predilecto, Celibidache cias sonoras y las intuiciones de ajenas
admiradores el raído sonido de cual- no se anda con pelos en la lengua. A subjetividades fundadas en tales expe-
quiei grabación pirata (*). Evita casi to- un estudiante, en Maguncia: «¿Cuán- riencias, alcanzo el escalón de la vali-
dos los festivales, se contenta con un do has nacido? ¿Por qué es ahora cuan- dez objetiva, esto es, lo concerniente
repertorio pequeño y proscribe de pla- do vienes?». A una alumna: intersubjetivo». En otras palabras: los
no la ópera: «No es música», sino, a lo «¿Preguntas siempre lan tontamente?». músicos no debieran hablar.
sumo, «un género que lleva también Un joven instrumentista entra mal: Celibidache está en el podio «para
música». «¿Por qué entras can tarde? ¿A causa unir todos los elementos»: «Tengo que
Sólo se mata ensayando: dispone y del reúma?». Otro toca el triángulo con estar aquí, pero no estoy aquí». Más
realiza ocho, diez, incluso más ensayos, alguna rudeza: «¿Golpeas con una cu- bien «estoy aqu», porque no estoy
una norma archirrepetida y un capricho chara sopera?». aquí». O expresado de otro modo; «Es-
lujoso que hacen que Celibidache no es- i', i'l ramo l k'itc i'ii irdc1. NI\ principio v
té al alcance económico de la mayoría
de las orquestas. Su compromiso como
director de la Orquesta Filarmónica de
Israel se fue a pique hace años también
a causa de tales excesivos deseos. Para
su presentación en los Estados Unidos
(pasada casi inadvertida), hace cinco
años, no escogió una de las formacio-
nes musicales americanas acreditadas y
de prestigio, sino una orquesta estudian-
til, con la que —en enseñanza teórica
y práctica— pudo hacer lo que quiso.
Y quiso hacerlo, durante tres semanas,
seis días a la semana y dos horas diarias.
«Lo poco que sé», así comentó Celi-
bidache los ejercicios, «quiero transmi-
tírselo a los jóvenes antes que caigan en
las manos de la mafia de intereses mu-
sicales americanos». Con tales verdades
Celibidache se ha ganado siempre
amigos.
La «cultura Ka rajan»
Si la cultura Karajan, esta cadena
multimedia! de la industria musical per-
fectamente engrasada, tiene un contrin-
cante inquebrantable e incorruptible,
éste es Celibidache, este escándalo pú- \LV* iUilt'rl. líi'llltl'-iuiti' f'iiMJli ti punt •.( , - /
blico refrescante largando toda clase de burlas e improperios su alegría del mal toy, pues?». Una buena pregunta:
descaradas porquerías: ¿Karajan? «Ho- ajeno, y en el concierto de los represen- ¿Quizá en la trascendente zona de pe-
rrible. O es un buen hombre de nego- tantes de la civilización, de ordinario numbra entre el genio y la charlatane-
cios, o es que no oye». ¿Hans Knap- tan lleno de tacto, donde, al menos, en ría? ¿O alzado sobre la materia
pertsbusch? «Un escándalo, la negación público cada cuervo grazna a los otros espumosa de una religión privada o con
de la Música hasta lo inconcebible». sólo cantos de alabanza, Celibidache es ambas piernas sobre la base de tocatas
¿Ariuro Toscanini? «Una mera fábrica la mala lengua con el colmillo afilado. y contrapuntos?
de notas». ¿Theodor W. Adorno? «El Sólo que con sus bufonadas Celibida- Su carrera empezó recién iniciada la
mayor charlatán de la historia mun- che no quiere meramente echar humo posguerra. El 23 de agosto de 1945 el
dial». ¿Karl Bóhm? «Un saco de pata- por la nariz y mostrarse, pendenciera- direuor de orquesta Leo Borchard fue
tas, no ha dirigido en su vida un sólo mente, un poco anticolegial; no, está abatido en Berlín, en plena calle, por
compás de música». Leonard Bermiein plenamente convencido de que él Hola los disparos de un soldado americano
y Zubin Mehta «no tienen lugar en mi muy por encima de los posos de la in- de las fuerzas de ocupación. Con esto
mundo»: Riccardo Muti «tiene real- terpretación común o vulgar, porque só- la Orquesta Filarmónica de Berlín per-
menie talento, pero es un enorme igno- lo a él le ha sido participada la gran dió al hombre que había hecho el pa-
rante». ¿Y Claudio Abbado, el paisano iluminación. pel Je jefe durante la prohibición de
Ya con sólo doce años de edad —al actuar a Wilhelm Furtwángler. Como
(*) El redactor se refiere a que Celibidache com- menos esto es lo que hoy afirma sustituto del sustituto, Celibidache al-
pra discos suyos para romperlos. Celibidache—, este hijo de un perfecto canzó el poder justo a los 33 años de
16 Scherzo
actualidad
edad, después de estudiar Matemáticas Cuando finalmente el guardión de Grial rector Riccardo Chailly, despreciado
y Filosofía y con la hoja de la Música alemán, desnazificado, retornó a su por Celibidache. Después, en junio de
aún t:asi en blanco. Seis días después de puesio, el Gastarbeiter balcánico pasó 1981, hubo un escándalo por un trom-
la muerte de Borchard apareció —según sin rechistar a la segunda fila. Cuando pa. Celibidache se hizo el ofendido y só-
sus propias manifestaciones «política- Furtwángler murió en 1954, Celibida- lo salió de su enfado después de que al
mente virgen» y legitimado con una li- che se hizo sus ilusiones. En vano. La maestro le fuera «asegurada la plena
cencia para todas las zonas de ocupa- mayoría de la Orquesta no quería sus confianza de la ciudad».
ción— por primera vez al frente de la fastidios ni su estilo, algunos susurra- Esta confianza se acabó otra vez en
Filarmónica de Berlín. ban tapándose la boca con la mano que 1984, cuando el maestro, aquejado de
¿Qué significa apareció1} Para Celibi- Celibidache era un espía ruso. El suce- gota y forzado a cancelaciones, se ima-
dache, el nombramiento fue una invi- sor de Furtwángler fue Herbert von ginó marginado en la elección de los di-
tación a la danza- Con temperamento Karajan. rectores sustitutos: «El bello trabajo se
de virtuoso se marcaba en el podio sus Ahora Celibidache era un direcior sin ha ido al diablo»; «ya me han enterra-
piruetas, saltaba en el aire, se contonea- puesto fijo, un Holandés errante con el do o poco menos».
ba, elevaba los brazos al cielo como un trauma del no deseado. En verdad tu- Pero tan pronto se pelea como se lle-
redentor y movía la batuta, esla vez co- vo notables éxitos en Centro y Sudamé- ga a un acuerdo. El maestro tronó, la
mo palanca de mando para vuelos de rica, durante algún tiempo incluso se ciudad amenazó con un ultimátum, pe-
altura de la Filarmónica, esta otra co- comprometió con la Orquesta Real de ro todo retornó a su cauce y Celibida-
mo barrita de incienso para el trance Copenhague, con la Orquesta Sinfóni- che volvió a ser traído y llevado en
sinfónico, y siempre como palo amena- ca de la Radio Sueca y desde 1972 con bandeja de plata: «Por desvergonzado
zante sobre los desmirriados músicos la Orquesla Sinfónica de la Radio de que esto suene», dijo en el Ayuntamien-
que tenían que obedecerle sin rechistar Stultgarí. Pero nadie quiso confiarle un to, las autoridades han de reconocer
en su mover el esqueleto. Pero las da- último y gran crescendo en esla carrera. «que para Munich no hay una alterna-
mas berlinesas no cesaban de hacerse Tampoco parecieron duraderas las re- tiva a CeÜbidache».
ilusiones con este fascinante vibrador laciones, oficialmente comenzadas en Realmente, no la hay. En un tiempo
con sus riiíos negros. 1979, con la Orquesta Filarmónica de de Universal Música-Exploración, don-
Munich, entonces todavía un conjunto de casi todas las orquestas de rango han
de tercera clase. Como obertura Celibi- llegado a la misma pulida e intercam-
Sin puesto fijo dache anunció que la Harmonía» entre biable brillantez y casi todos los direc-
él y la Orquesla ya había sido «destrui- tores de rango quieren precisamente esla
En total, Celibidache dirigió 414 ve- da» apenas surgida. Entonces no se lle- estilización, Celibidache, este verdugo
ces a la Filarmónica y la mantuvo en gó a ello, pero la ciudad tuvo que anular de los ensayos, este boicoteador de dis-
forma para la vuelta de Furtwángler. los contratos ya concluidos con el di- cos y jugador en el juego de los abalo-
. fascinante
ibrador de
¡zos negros
Scherzo 17
- actualidad -
ríos, es un solitario de tiempos lejanos lo ha llegado a ser más moroso que na- Con todo, Celibidache realmente sólo
y una enriscada piedra de escándalo. die, sino, en verdad, también más puede dirigir así, como un sacramento
Seguramente hay música que él hace sereno. Quizá en Munich, en sus días sinfónico, la roca Bruckner, porque al
siempre trizas a fuerza de sutilizarla; de vejez, ha superado finalmente el fin ha cerrado la paz consigo mismo.
después la manosea y soba hasta que trauma de Berlín y la amarga eviden-
la estructura musical se hace añicos y cia de que de sus (contados por él mis- Klaus Umbach
el río musical se escurre. Pero en la mo) «6.000 alumnos», quizá ninguno
Cuarta de Bruckner, que aún habrá pro- ha llegado a ser lo que su profesor Ce-
puesto a los americanos varias veces libidache había esperado, «un balance ©DER SPIEGEL
hasta finales de este mes de abril, no só- negaiivo». (Traducción: A.h. Mayo)
18 Scherzo
.actualidad-
éééééé'é'i
Stravinsky. Habrá un recital de Montse- Arleen Auger, del Gate Theatre de Du-
rrat Caballé, acompañada por Miguel blin con la Salome, de Osear Wilde, de
Zanetti, con obras de Vivaldi, Merca- la Compagnie Jerome Deschamps, una
Scherzo 19
actualidad
Pequeño y hermoso
Montserrat Caballé acompañada al
Santander: fiel a su cita
Concierto para clave y
piano por Zanetti; Barry Douglas ton cinco instrumentos y
un programa que incluye Beethoven, Pysché.
Berg, Brahms y Chopin; Música Anti- El Conjunto Barroco
qua Kóln; Barry Tuckwell y Daniel Blu- Zarabanda, que dirige
menthal; el Cuarteto Orlando; Bruno Alvaro Marías, hará un
Giuranna y Giorgio Sacehetli; I Solisti programa titulado «La
ltaliani; Yepes y Zabaleía; la Orquesta cántala de Cámara Ba-
Sinfónica de la Radio de Moscú con Fe- rroca», con obras de
doseiev ai frente y Tretiakov y Míkhail Croft, Haendel, Tele-
Pletnjov como solistas; el Nuevo Trío de mann y Vivaldi, en el
Praga; Antonio Meneses y Cécile Licad; que actuará como solis-
Joan Plowright y Geoffrey Parsons; la ta la soprano Jennifer
Orquesta Nacional de Francia con Maa- Amith. García Asensio
zel; Pinchas Zukerman y Mark Neik- dirigirá a la Orquesta
rung; el Cuarteto Lindsay; Julián del Metropolitan neo-
Bream; la Sinfónica de Bamberg con yorquino en un progra-
Georges Prétre... Más la Orquesta de ma de preludios y ro-
Cuerdas del Fesiival dirigida por Eugen Julio BOIÍU. manzas de zarzuela, en
Prokop con Alexis Weisenberg al piano. Un recital del bajo Samuel Ramey, el que actuarán los solistas Luis Eduar-
Vale la pena hacer un recuento mi- acompañado por la orquesta de la Me- do Lima y Carmen González. La Or-
nucioso de solistas y conjuntos porque tropolitan Opera House, dirigida por questa Sinfónica de Tenerife con Víctor
son por sí mismos bastante significati- Julius Rudel, iniciará ia XXXV1I1 Edi- Pablo Pérez al frente, interpretará obras
vos. Todos ellos acudirán entre ei 1 de ción del Festival de Santander, que si- de Sibelius y Beethoven, con Krystian
julio y el 7 de septiembre a la localidad gue siendo uno de los más prestigiosos Zimerman como solista. Esta misma
mallorquina de Pollensa para celebrar no sólo de nuestro país, sino del sur de orquesta y director acompañará al Ba-
la XXVN1 edición de esie festival po- Europa. Entre las orquestas invitadas se llet del Teatro Colón de Buenos Aires,
co conocido, pero que es, sin lugar a du- cuentan la Nacional de Francia —que con Julio Bocea como artista invitado,
das, uno de los mejores que se llevan recientemente hemos admirado en en varios programas. En ballet también
a cabo en nuestro país. Nacido de una Madrid— con su titular al frente, el ex- nos encontramos con una actuación de
iniciativa municipal y fundado por el traordinario Lorin Maazel. La ONF ha- la Martha Graham Company, que se
profesor Philip Newman (1904-66), el rá dos programas. En uno de ellos se presentará en Santander. Habrá tam-
Festival de Pollensa ha ido creciendo a representará una versión de concierto bién una «Gala de Estrellas Internacio-
lo largo de los años hasta convertirse en del Fidelio, de Beethoven, con Elisabeth nales de Danza» —con acompañamien-
algo muy importante. Connell, Ben Heppmer, Wolfgang Lenz, to de nuevo de la orquesta del Metro-
El presupuesto es relativamente pe- Elisabeth Buchanan y Leonard Pezzi- politan, dirigida por Rudel— con la
queño y la opción de los organizado- no como solistas, con la participación presencia de figuras como Silvie Gui-
res no va, desde luego, por el camino del Orfeón Donostiarra. En el otro con- llem, Arantxa Arguelles, Juan Carlos
de la bambolla y el gran aparato. En el cierto los compositores interpretados se- Gil, Sonia Calero, etc. La Compagnie
Claustro de Santo Domingo actúan or- rán Debussy, Ravel y Berlioz. Maguy Marín presentará un espectácu-
questas sinfónicas, conjuntos cameris- La ONE actuará interpretando la lo de Danza, nueva producción estrena-
ticos y solistas escogidos con un criterio Grand Messe des Morís, de Berlioz, da en el Festival de Avignon, conme-
selectivo digno de encomio. Son ochen- también con el Orfeón Donostiarra morativa del 11 Centenario de la Revo-
ta millones los del presupuesto, apro- —que prepara José Antonio Sáinz— lución Francesa y que tiene como títu-
vechados con inteligencia hasta el bajo la dirección de Rafael Frühbeck de lo «Eh, qu'est ce que ca me fait mou-
último céntimo. Y ha sido a panir del Burgos. rir?». Teresa Berganza dará un recital,
XXV Aniversario de la fundación del La London Symphony Orchestra acompañada al piano por Alvarez Pa-
Festival cuando éste ha tomado mayor vendrá también, con su actual titular, rejo, con obras de Pergolesi, Rossini, Bi-
envergadura. el norteamericano Michel Tilson Tho- zet, Richard Strauss y Rodrigo.
Un repaso a la historia de este festi- mas, haciendo dos programas, uno con En la programación nos encontramos
val hace surgir los nombres de Sviais- obras de Stravinsky y Beethoven y otro igualmente al Ballet Nacional de Espa-
lav Richter, Wilhelm Kempf, Friedrich de Haydn y Bruckner-Sex/<7 Sinfonía. ña, con su directora, Maya Plisetskaya.
Gulda, Alicia de Larrocha, Cziffra, Alicia de Larrocha será la solista del Un recital de José Carreras y otro de
Eduardo del Pueyo, Marina Argerich, Primer Concierto para piano y orquesta Pinchas Zukerman, acompañado al pia-
Demus, Ftrkusny, Ferras, Isaac Stern, de Beethoven. La acompañará la Scot- no por Marc Neikrug. Habrá actuacio-
Accardo, Cassadó, Julián Bream, Pie- tish Chamber Orchestra, bajo la direc- nes del Gesualdo Consort Amsterdam,
rre Fournier, Markevich, Victoria de los ción de Leopold Hager, que interpretará del Claude Rippas Trompeten Ensem-
Angeles. Teresa Berganza, Montserrat también la Sinfonía London, de Haydn ble, del Diabelli Trio, de la Escuela Co-
Caballé, Pilar Lorengar, Rita Streích, el y la Sinfonía Praga, de Mozart. La Or- ral de la Capilla Real de Viena... Pablo
Cuarteto Vegh, el Cuarteto Melos, el questa de Cámara del Teatro Lliure, di- Milanés dará un concierto en la plaza
Cuarteto de Praga, etc. rigida por Josep Pons, interpretará El de Toros santanderina. Y en jaz?. nos
Sin pretensiones, sin gran aparato pu- retablo de Maese Pedro, de Falla, con encontramos con nombres como el
blicitario, un Fesiival que se ha im- Ginesa Ortega, Iñaki Fresan, Joan y Kenny Drew Trío, el Ran Blake Quar-
puesto. Xavier Cabero. El programa será com- tet —que se presentará en España— y
pletado con otras dos obras de Falla: el Benny Cárter.
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• actualidad -
Scherzo 23
-actualidad
24 Scherzo
actualidad
Homenaje
a Barja
En la Sala Goya del Circulo de Be-
llas Arles hemos asistido a un acto
ejemplar, ln Diputación de León lo ha-
bía patrocinado y en él se rendía home-
naje al compositor Ángel Barja Iglesias
(Santa Cruz de Terroso 1938-León
1987), figura esencial en el panorama
musical leonés durante muchos años.
El acto ofrecía tres vertientes clara-
mente diferenciadas. La primera fue la
presentación en un espléndido álbum de
discos con cuatro clepés, incluyendo di-
versos aspectos de la obra de Barja.
Desde piezas polifónicas de signo po-
pular o religioso, pasando por obras de
cámara, para órgano y sinfónicas, e! ál-
bum supone una de las más completas
aportaciones discográficas que puede
La O.M.V. cierra el ciclo del Palau presentar un compositor español actual.
Incluye además esta caja dos libros.
Uno de ellos contiene la emocionante
El cielo Concienos de Primavera del vimiento, faltó tensión en el Scherzo y biografía trazada por su hermano Jo-
Palau de la Música, celebrado entre rotundidad dramática en el primer mo- sé. El otro recoge las partituras comple-
abril y junio, ha estado dominado por vimiento. Con lodo, fue una versión es- tas de todas las piezas en él incluidas,
los concienos ordinarios de la Orques- timable tratándose de tal obra. Los alguna de tanta importancia y represen-
ta Municipal de Valencia (OMV), con coros tuvieron fuerza, aunque excesiva tatividad como el Planclum Jeremiae,
escasos concienos extraordinarios, ta- e innecesaria densidad (casi 130 voces). el Trío para piano, violin y violonche-
les como la versión del Orfeo de Mon- Destacaron las voces solistas masculi- lo, el Cuarteto «Fluencias», o la Suite
teverdi a cargo de la propia OMV, y los nas por su temperamento. para orquesta.
conciertos de la Filarmónica de Lenin- El último concierto de la OMV estu- La segunda razón del acto era la pre-
grado y de la Bournemoulh Symphony vo dedicado a la AEDEM (Asociación senlación del primer lomo de las Obras
Orchestra. Un ciclo, pues, más pobre Española de Esclerosis Múltiple) y se completas del compositor, a cargo de
que los de trimestres anteriores. Si ha abrió con una estimable versión de la Luis G. Viñuela. Viñuela ha recupera-
continuado con el acostumbrado inte- obertura de // matrimonio segrelo, obra do y ordenado las muchas partituras de
rés el resto de las actividades del Palau, que subirá al escenario del teatro Prin- Barja (más de seiscientas obras) y aho-
como el programa « El Palau de los jó- cipal cuando se abra tras su reforma en ra aparece un tomo dedicado a la obra
venes», con ciclos de música antigua y el próximo octubre. El Tercer Concier- coral sacra, en la que tanto brilló el mú-
barroca española y con audiciones di- to para violin de Mozart contó con sico galaico-leonés. El volumen, cuida-
dácticas para escolares. Juan Lunares, uno de los valores más dosamente editado, recoge el Planctum
Los conciertos más interesantes de la sólidos entre los intérpretes valencianos, Jeremiae, las Condones Job, las seis
OMV se han producido bajo la baluta dueño de un bello timbre y de ese raro Canciones Espirituales y dieciséis pie-
de su titular Manuel Galduf, frente a sentido mozartiano, y con una amplia zas polifónicas en latín > en castellano.
la escasa relevancia de los dirigidos por e interesante experiencia en la música Viñuela asegura que la obra de Barja
Christian Sües, con la Segunda de Beet- de cámara. La aparente facilidad del es- llenará unos cuarenta tomos como el
hoven, por E. García Asensio, con la tilo mozartíano, uno de los permanen- publicado.
Sinfonía del Nuevo Mundo y el Con- tes escollos para la OMV, se resolvió
El acto de homenaje, que tuvo una
deno n.° 1 para violin de Bruch a car- esta vez con notable fluidez, aunque no
acertada iniroducción de Tomás Mar-
go de la solisia Anabel García del suficiente soltura en la articulación, y
co, se cerró con un concierto en el que
Castillo, y por Luis Izquierdo, con obras un sonido más contenido y transparente
el Trio Mompou interpretó el Trío pa-
de S. Revueltas, M. Ohana y J. Turina. que en otras ocasiones. No obstante, a
ra piano, violin y violonchelo de 1983,
Con la Novena de Beethoven la Orques- la versión le faltó animación y viveza
y el pianista Perfecto García Chornet
ta Municipal ha proseguido su interpre- en los tiempos. En la Segunda de Sibe-
una selección de las muy bellas y con-
tación de grandes obras sinfónico- lius la OMV pisaba un terreno propi-
centradas piezas que integran los Can-
corales con una versión digna y musi- do, el del tardorromam ¡cismo. La
tos de noche alia. Ángel Barja escribió
cal. Un acontecimiento de imposible intensidad expresiva de esta magnífica
al comienzo de esta última partitura:
realización hace sólo pocos años. Hu- Sinfonía, la pureza de timbres, el impul-
«En recuerdo de toda la obra de Mom-
bo ortodoxia y calidad estilística en la so apasionado dentro de un conirol for-
pou. Es un regalo del corazón a los
dirección y en la respuesta de orquesta mal clásico, fueron bien expuestos por
dedos».
y coros, volviendo a destacar las cuer- director y orquesta. Hasta después del
das, sobre todo las graves (asi en el cuar- verano hay que señalar el próximo Fes- Como un gran regalo a los buenos
to movimiento) y las maderas; metales, tival Internacional de Orquestas Juve- aficionados han caído estos discos y es-
aun con irregularidades en las trompas, niles que, como el pasado año, se te primer volumen de música de Ángel
y la percusión estuvieron más conteni- celebrará en el Palau desde mediados de Barja, por cuya continuidad hacemos
dos que en otras ocasiones. Acertada la julio. los más fervorosos votos.
versión en el Adagio y en el cuarto mo- Blas Cortes Andrés Ruiz Tarazona
Scherzo 27
-QCtUOlldod-
28 Scherzo
actuolldod •
Schcrzo 29
actualidad
30 Scherzo
actualidad
Orquesta devirtuosos
Cuesta trabajo imaginarse a una or- El programa a cargo de Temirkanov no
questa sin el director que a lo largo de de- era tampoco muy allá, si exceptuamos el
cenios la ha dirigido, marcándola con la Primer Concierto para violin de Proko-
impronta de su personalidad. La Filarmó- fieff. \a demás era la obertura de Obe-
nica de Leningrado tuvo cincuenta años rón de Weber y la Segunda Sinfonía de
a su frente a uno de los maestros de di- Rachmaninov. Muy bueno el violinista,
' rección de orquesta de nuestro siglo: Ev- Sergei Stadler, que exhibió un deslum-
geny Mravinski. En los últimos años la brante virtuosismo, y muy bueno también
sobriedad y la concentración expresiva del el acompañamiento de Temirkanov y los
gran músico ruso tenían una pl asm ación leningradenses. Pero fue el Rachmaninov
gestual casi irreal: Mravinski dirigía sen- lo que constituyó el gran momento de or-
lado y era sólo la fuerza de su mirada, la questa y director. No es cuestión de ha-
levedad y concisión de algún movimien-
to de sus manos lo que controlaba el po- blar aquí de la música orquestal de
der de su conjunto sinfónico. Leningrado Rachmaninov: tardorromant ¡cismo con
ha sido una orquesta con suerte: funda- todas las notas desfavorables de sentimen-
da en 1917, la dirigió Kussevitzky hasta talismo, efectismo y hasta cierta triviali-
1921. Le siguieron —cuando Kussevitzky dad. Pero ahí fue donde ese excepcional
prefirió el camino de la emigración— director y gran músico que es Temirkano\
Emil Cooper, Nikolai Malko, Alexandre demostró lo que es capaz de hacer. Con-
Gauk —el maestro de Kondrashin—, Fritz virtió una música de comedia romántica
Sliedry y por fin Mravinski, que tuvo ad- a lo Hollywood en algo desgarrado, des-
junto durante diecinueve años, entre 1941 carnado, casi expresionista. Ja/i
y 1960, nada menos que a Kurt Sander-
líng. Muerto Mravinski se creyó que la su-
cesión natural correría a cargo de su
ayudante, el joven y dinámico Mariss Jan-
sons, hijo a su vez de un excelente maes-
tro, Arvid Jansons. Pero en la URSS
Stravinski en el María Guerrero
soplan vientos de «Perestroika» y la Fi- tro muy peculiar. Basándose en una di-
larmónica de Leningrado votó para ele- Los críticos mostramos a veces nues-
gir sucesor del maestro fallecido. Votó a tro entusiasmo por productos tras cuya rección orquestal muy meditada y eficaz
un hombre que no la había dirigido nun- dignidad o altura se esconde un presu- de Juan de Udaeta, el entusiasta direc-
ca, al director de la Opera Kirov de la ciu- puesto millonario poco justificado. Es tor y coreógrafo Antonio Llopis (anti-
dad: Yuti Temirkanov. Temirkanov no era el caso del Ciclo Stravinski realizado por guo miembro de aquel mítico grupo, el
ningún desconocido en España: ha diri- dos unidades del INAEM —la Joven TEI, que con José Carlos Plaza, Wi-
gido aquí a la Orquesta de la RTVE, lo Orquesta y el Centro Dramático lliam Layton, Francisca Ojea, Arnold
hemos visto con alguna orquesta británi- Nacional— con el patrocinio de la Fun- Taraborelli y otros realizó una labor
ca y hace unos cuantos años al frente de dación de la Universidad Complutense inolvidable en el Pequeño Teatro Maga-
su orquesta del Kirov en un concierto inol- y el concurso de algunos artistas ajenos, llanes desde 1971 hasta más o menos
vidable en que dio la Quinta Sinfonía de el caso es muy distinto, ya que los gas- 1976) ha dado vida a una obra que tie-
Shostakovich y el Alexander Nevski de tos principales han sido los de las can-
tidades fijas del CDN y la JONDE y los ne elementos de ballet, de pantomima,
Prokofieff. de melodrama, de alegoría dramática.
otros han sido asumidos de manera ra-
cional y ecuánime. La gran protagonis- Excelente el soldado de Roberto Alva-
ta ha sido la JONDE en diversas rez, inquietante en su actuación y su fí-
Los leningradenses han venido a Ma- formaciones camerísticas, algo de gran sico bello y ambiguo el Diablo —a veces
drid con un par de programas no muy importancia para el aprendizaje de sus desdoblado en otros actores-bailarines—
atractivos y los dos directores citados, Jan- siempre cambiantes componentes, aun- de Germán Cabrera, rodeados de un le-
sons y Temirkanov. El primer programa, que en unas fechas (lo que sucede a me- gítimo histrionismo por el Narrador de
el de Jansons, incluía la obertura Carna- nudo en dicha orquesta) acaso no muy Luis Olmos. Llopis ha sido defensor y
val romano de Berlioz, el Concierto para adecuadas para quienes están estudian- animador de su idea (y grupo) Teatro
piano y orquesta de Schumann —con Eli- do en tal o cual punto del mundo. Los de la Dama, en un esfuerzo a menudo
so Virsaladze de solista— y la Sinfonía n.° resultados artísticos han sido conside- tan poco comprendido y acogido que
4 de Tchaikovsky—. Jansons ya había ac- rables, a pesar de que el público no ha podemos sentir un especial placer no só-
tuado en Madrid. Concretamente hace respondido demasiado bien a la convo- lo por ei producto concreto de esta fun-
años sustituyó a un indispuesto Mravins- catoria, en especial en lo que se refiere ción, sino por ver salir adelante una idea
ki en la Séptima Sinfonía de Shostako- a los conciertos de los días 12, 13, 19 y
vich. Fue la suya entonces una versión defendida con tesón y contra adversida-
20 de mayo. En ellos se dieron obras de des duras. Este campo de pruebas ha po-
brillante y nerviosa, que captó espléndi- todas las épocas del compositor en ver-
damente la pulsación febrilmente épica de siones dignas, donde podía aparecer al- dido ser para el veterano Llopis, por fin,
la obra de Shostakovich. Luego Jansons gún detalle de impericia más que de un acicate para continuar en una línea
volvió por aquí con la Filarmónica de Os- concepto. Hay que tener muy en cuen- estética tan original como digna, a juz-
lo, de la cual es titular, mostrando de nue- ta los nombres de los dos directores jó- gar por los resultados de esta Historia
vo un excelente oficio. De su concierto hay venes que asumieron las sesiones, Ernest del soldada Ahora, el mismo equipo
que decir que dirigió adecuadamente la Martínez Izquierdo y Josep Pons. Más podría dar un salto adelante: ¿quién
obra de Schumann —muy bien tocado, en lucida resulto la puesta en escena de La puede encargarle a Llopis, a la JONDE
una lectura intimista, por Virsaladze— y historia del soldado, una obra no dema- y a Udaeta, pongamos por caso, un
estuvo muy bien en Tchaikovsky. Un siado inhabitual en las salas de concier- Mandarín maravilloso, un Pulcinella, o
Tchaikovsky tan poco convencional y tos, pero que se ve poco en su dominio el estreno absoluto en España de ballets-
edulcorado como el de su maestro, con natural, el teatro, aunque se trate de tea- pantomima como Signorina Giovemú
una insistencia especial —muy rusa, por o Nikotina, ambas de Vttezslav Novák?
otra parte— en sus valores rítmicos. M.N. Martínez
Rchenn 11
iconografía musical
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Meriendo
en la playa.
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Con el patrocinio d e :
36 Scherzo
grandes intérpretes
Scherzo 37
-grandes interpretes
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38 Scherzo
AJUNTAMENT DE POLLEN^A
XXVIII FESTIVAL DE POLLENCA
1989
AMB EL PATROCINI DE LA
CONSELLERIA DE TURISME DEL GOVERN BALEAR
I DEL
CONSELL INSULAR DE MALLORCA
MONISKKKAI C'ABAIJ.E
M H ; I EL ZANETTI mM.
, a les 22
E L N O U T R I O I ) KP R A Í Í A A N T O N I O M K N E S E S wni
CECILE LICAU i i w .
Organizado por el t"veme Ayuntamiento de San Sebastian. Con el patrocinio de la Diputación R)ril de Guipúzcoa ¡ tí Departamento de Cultura > íurjimo del Gobiern
QUINCENA MUSICAL SAN SEBASTIAN- DONOSTIA
TEATRO PRINCIPAL
SALÓN DE ACTOS DEL AYUNTAMIENTO!
CICLO DE MÚSICA DE CÁMARA
AGOSTO
AGOSTO
1 6 RAFFAELA ACELLA, violín
GRUPO INSTRUMENTAL BARROCO
1 7 ALVARO PABLO CAMPOS, cello Esteban Eliiondo. Bernard Brauchií. Georgia Kiss,
Loreto Imaz, claves
1 8 DONOSTI ERESK1 Obras de: J. S. Bach
Director: M. AMANTEGUi
Polifonía, Lied Romántico y Música Coral del Siglo XX. 29 OPERA DE CÁMARA DE AMBERES
«Pimpinone». G. F. Teleman
••La Serva Padrona», G. S Pergoles'
21 IGLESIA D E SAN V I C E N T E
CAMERATA AIIA DONOS1IA.
31 CUARTETO VOGLER
Obras de L. Beeiboven, B. Bartoik. h. Mcndelssohn
Director: J.L de Salbide
CORAL DE CÁMARA DE PAMPLONA
Director: J.L. Eslava
Estreno obra de encargo de A. González Milu, para coros SEPTIEMBRE
y orquesta
23 CUARTETO SONOR
2 JAMES BOWMAN, contraienor
CAPILLA P E S A I T O R I D A , Director y Clave: J. Rada
Obras de: A. Wcbern. estreno obra encargo de T. Aragués.
S. Prokofítv. Obras de P. de Tafalla, J. Hidalga. J de Durango.
24 MULTIMUSICA
Director: G. BRNCIC
Obras de: J. Rodriguez-Picó, LL. Callejo, C, Zulian
Colaboración del Ministerio de Cultura, liuwuio Nacional de lat Arto Emrnicas y de la Muuca Información: (943) 27 66 00 - 27 66 33. Fax; 21 94 52.
"harpentier es para mí, una
constante. ...encuentre
liempre aquí o alfa algo par;
entusiasmarme...
WilUamChristie
MARC-ANTOINE
CHARPENTIER
TE DEUM H.146
MISSA "ASSUMPTA EST
MARÍA" H.ll
LITANIES DE LA VIERGE
H.83
LES ARTS FLORISSANTS
W. CHRISTIE, director.
HMC 901298 CD
HMC 401298 MC
Lorin Maazel,
enemigo de la rutina
S
como usted ha ofrecido a lo largo de su vi- Es de suma importancia que el intérprete, y pienso ahora en
da, ¿es difícil dejar a un lado el peligro de mi caso, el de un director de orquesta, trabaje con el máximo
la ni lina? cuidado, con su orquesta, de manera que los diferentes as-
LOR1N MAAZEL-—Sí... bien, yo no creo pectos técnicos de la partitura se mezclen, se unifiquen y se
en la rutina, en absoluto, todo lo contrario: fundan en un todo, porque una vez que los solistas dominan
para mi cada concierto tiene algo muy espe- sus papeles individualmente es necesario unir todos esos ele-
cial, tanto para aquellos que damos el con- mentos en una fusión de conjunto, sin olvidar, además, los
cierto como para aquellos que lo escuchan, porque de no ser particulares aspectos acústicos de la sala donde se toca: no
as! no hay razón alguna para no quedarse en casa y oír una olvidemos que cada local requiere un balance distinto de las
buena grabación. La única diferencia entre una gran graba- secciones entre si, el metal y la madera, o todo el viento con
ción y un gran concierto es !a integración que se crea entre las cuerdas, o los solos con el conjunto, y aquí entramos tam-
el intérprete y el público. Esto es algo que no se puede descri- bién en el tema de la colocación sobre el escenario, de forma
bir, y que tampoco se puede crear artificialmente: pero ese que los solos tengan la proporción de audibilidad exacta... y,
fenómeno existe, y de no ser así la gente no iría nunca a los en Un, miles de aspectos que se refieren, insisto, sólo a la téc-
conciertos. De hecho las personas van a los conciertos por- nica de ejecución, no hablo para nada de conferir vida sana
que esperan que eso, ese algo especial ocurra. a la partitura. Y, eso sí, una ve/, que todos los problemas téc-
S.—Imaginemos que no ocurre nada en el condeno, ¿es eso nicos han sido resuellos, el intérprete tiene que ocuparse a
posible? fondo de que la música que está detrás de las notas cobre vi-
L.M.—¡Oh, sí, por desgracia ocurre muy a menudo! Hay da. Quiero decir con esto que la música nace en función de
muchas personas, que, simplemente, no se dan cuenta de por una determinada instancia, una instancia del propio compo-
qué esián sobre la escena. Naturalmente, están allí para dar sitor: un músico no se sienta delante del papel en blanco, ga-
vida a la música, no para leer una partitura impresa. Bueno, rrapatea unas notas, y dice: «¡ya está!», detrás de esto hay
hay personas que sostienen que la interpretación como tal no unos pensamientos, unos razonamientos, unas visiones, una
existe, porque, desde el momento en que la música ha sido manera de entender el mundo, que es lo que provoca, en últi-
escrita por el compositor, sólo hay que atenerse a lo escrito, ma instancia, el nacimiento de la música como tal. Hay ra-
y punto. Claro, es como decir que uno sube al escenario con zones y sentimientos que hacen nacer las notas musicales; y
un libro y lee escuetamente una pieza de Shakespeare, o de una ve/, que el intérprete ha resuelto los externos problemas
Schiller o de García Lorca, lo cual supone negar al intérprete técnicos que la mera escritura de esas notas, que esa nota-
cualquier tipo de visión sobre la obra, con lo que el elemento ción, le plantea, tiene que preguntarse sobre los motivos del
teatral desaparece de inmediato. Esio es algo tan grotesco que nacimiento de esas notas, se tiene que interrogar sobre esas
uno se pregunta cómo alguien, con un mínimo de inteligen- visiones, razones, pensamientos o sentimientos que han ori-
cia, puede defender algo tan necio. Creo, además, que esta ginado las notas, tiene que saber de dónde viene y hacia dónde
forma de ver las cosas es algo terriblemente peligroso, pero va esa música. Así que yo entiendo que es el deber, la obliga-
para el público, no para el intérprete, porque es negar la po- ción, y, naturalmente, también la alegría del intérprete el in-
sibilidad de que algo ocurra, eso que hace un momento le de- vestigar, el buscar a través de la imperfección de la notación
cía; es decir, sería sostener que no exisie esa especial musical en pos del origen de la música en la mente de su crea-
comunicación mística entre el compositor y el público por me- dor. El intérprete tiene que buscar la fuente, la fe de bautis-
dio de un intérprete que da vida a la obra. Y sabemos que mo —podríamos decir— de la música que tiene delante de
una obra, una obra musical, se escribe por medio de un len- sus ojos, es como si persiguiera detectivescamente la partida
guaje, la notación musical, lenguaje que es, en sí, extremada- de bautismo de la obra que tiene ante sí, y tratara de desen-
mente imperfecto; esto es algo que el compositor sabe, sabe trañar las razones por las que esa pieza ha sido concebida y
también que depende del intérprete el que su música cobre se ha desarrollado en la mente de su creador. Y si me permite
vida. justificarme, es decir, explicar por qué estoy dedicando tanto
S.—Estas ideas que acaba usted de exponerme, ¿pueden tiempo a este punto, ello se debe a que todavía hoy, en 1989,
aplicarse a todo tipo de música? Quiero decir, ¿restringe us- nos encontramos una corriente... mejor sería decir una con-
ted estos conceptos al terreno de la música clásica, o los lle- tracorriente, o... /sonriendo, y tras unos segundos de reflexión,
varía también al ámbito de la música popular? lanzando una estentórea carcajada) ... bueno, la palabra exacta
L.M.—¡Oh, sí, claro que sí! Esto es absolutamente cierto sería una resaca ¡si me deja usted utilizar esta expresión!, el
en el campo de la música pop. Usted puede escribir una gran caso es que esta resaca todavía insiste en nuestro tiempo en
canción, pero ese tema se convierte en un éxito gracias a la negar los fundamentos de la existencia misma de la intei pro-
labor del intérprete, al genio de ese intérprete, que hace de tación musical. ¡Bueno, esto es absurdo! Tan absurdo que si
la pieza algo brillante, fabuloso y fascinante. Esa misma can- usted lo acepta está negando la razón misma de que haya con-
ción de éxito, si no es proyectada, comunicada por el intér- ciertos; si usted niega la razón de .ser de los conciertos no hay
prete, no va a ninguna parte: sólo son unas palabras \ unas por qué darlos, no tiene por qué haber conciertos: pero, claro,
notas en un papel. Claro, esto se multiplica en dificultad con esto es increíble, quiero decir que es increíble para el público
nuestra música, con la música clásica, que es mucho más com- que el público no se lo puede creer, porque usted no va a con-
pleja, que encierra más sutilezas, que es multidimensional, vencer tan fácilmente de que nade sucede en la sala de con-
que es terriblemente difícil de interpretar adecuadamente, y ciertos, de que no existe esa magia que se produce a través
seniimienios que
hacen nacer
¡as ñolas
musicales
44 Scherzo
entrevisto
de la interpretación en vivo de la obra musical en un momen- na música de cámara, no lendria, virtualmente, la oportuni-
io determinado y en lugar preciso. Trate de convencer a la dad de escuchar nunca un conjunto sinfónico interpretando
audiencia de que lo interesante es ir a la sala de conciertos, sus obras, sólo podría oír su música en la cabeza, y entiendo
mejor o peor vestidos, y encontrarse allí con un montón de que hay también una necesidad de escuchar los sonidos que
gente, más o menos agradable, más o menos ilustrada, que, uno produce: no me puedo creer que haya un compositor que
de manera más o menos divertida (subrayando al llegar aquí pase por completo de la audición de su música, a quien no
los adverbios más y menos que ha venido utilizando en toda le interese escuchar el sonido real de la notación que ha es-
la exposición), se reúna, con libros en las manos, y se digan crito. Si tal es el planteamiento, los compositores, en general,
unos a otros: «bueno, vamos a ver qué página musical tene- no tendrían nada que hacer, entrarían en el ámbito de los de-
mos esta noche, abramos la partitura por el número 10, por socupados plenos. Y además... sin música en vivo, las graba-
ejemplo», y empiecen a leer, silenciosamente, las partituras, ciones se convertirían... bueno, se irían desvaneciendo, se
los pentagramas de la pieza de que se trate, todos, al uniso- convertirían en algo asi como artefactos, como reliquias ar-
no... más o menos al unísono. Bueno, si yo me encuentro con tísticas en alguna institución, y dudo que significaran algo
que los conciertos son esto, prefiero irme a casa, conectar la para las generaciones siguientes. La música terminaría por mo-
televisión, o simplemente echarme a dormir, pero para esto rirse, en general, y no creo que ésa sea una idea agradable,
no me hagan ir a una sala de conciertos: si usted me dice que y menos aún para quienes disfrutan con un buen concierto.
la interpretación musical no existe, y todavía hoy hay gente Yo creo que, hoy por hoy, la gente joven está cada vez más
que lo mantiene, vamos a quedarnos todos en casa, siempre inmersa, en lodo el mundo, en la participación en los gran-
echarán por la tele algún buen partido de fútbol o de balon- des conciertos, en vivir la música: en e! último concierto que
cesto, o alguna película antigua que valga la pena ver. he dirigido en Madrid con la Orquesta Nacional de Francia
S.—Acaba usted de hacer una defensa ardiente y apabullantehabía una cantidad enorme de gente joven... ¡los jóvenes! (es-
de la necesidad de la música en vivo, y no deja de ser intere- tas dos últimas palabras dichas en castellano), la gente joven
sante que estas palabras provengan de uno de los artistas, deestá ahí, confia en la música, vuelve a casa deseando saber
los iniérpretes, que más discos ha grabado, que más música más sobre la música clásica, y eso me hace ex! rao rd i nana-
enlatada —y le pido perdón por el término— ha producido. mente feliz. Yo confio que esto continúe asi, porque sin el apo-
L.M.—Pero es lógico que yo hable así, porque sin la músi- yo de los jóvenes la música clásica puede morirse, desaparecer,
ca en vivo la función total, integradora de la música, desapa- y eso significaría una tremenda pérdida, no ya para los intér-
rece por completo. Y pienso que esto seria una tragedia... pero pretes —como antes le he dicho—, sino para nuestra civiliza-
no tanto para los intépretes, que siempre somos gente lista ción en términos globales.
/riéndose de nuevo/, y sabríamos cómo buscarnos la vida de S.—De alguna manera, su defensa de la interpretación re-
algún modo... Pero ahora le hablo en serio, pienso que esto fleja la contradicción entre la idea de Stravinsky de que el
sería terrible para el compositor, que, dejando a un lado la intérprete debe funcionar, respecto de la partitura, como un
música instrumental, para piano o para violin, o quizá algu- reloj suizo, y la de Mahler, que usted ha citado anteriormen-
Scherzo 45
-entrevista
46 Scherzo
c
Las Qrandes Interpretaciones históricas
16 NOVEDADES EN CD
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entrevista
ritos en otro terreno, usted no puede imponerle a [a gente un prendo muy bien las críticas que reciben por parte de
«soy muy bueno en lodo», entre otras razones porque la gente compositores, de musicólogos, de comentaristas, y a veces has-
es lo suficientemente inteligente como para no creérselo... ta del mismo público; y lo entiendo tan bien porque yo mis-
S.—£5 curioso recordar, en este lerreno que ha abordado mo desapruebo, a veces en voz alta, su manera de entender
usted anterior/nenie, de la meticulosidad de los composito- y de hacer la música, yo mismo me hago crítico en contra
res a la hora de anotar sus partituras, a la hora de superar de estas disfunciones de la interpretación musical, hoy como
esas imperfecciones que usted comentaba del lenguaje musi- ayer frecuentes y hasta incesantes. Y ante esto no solamente
cal escrito, evocar el cuso de Béla Bartok, que llenaba sus par-puedo comprender la crítica, comprendo también la envidia
tituras de iodo tipo de indicaciones aceña de la ejecución, y hasta el recelo- Pero también me parece importanle señalar
y que incluso —pienso en la Música para cuerda, percusión algo; las críticas, en estos casos, deben dirigirse desde la in-
y celesia o en el Segundo Concierto para violín— anotaba terpretación misma, o hacia la interpretación, quiero decir en
en minutos y segundos las duraciones que él estimaba idea- contra de /a/interpretación, pero no en contra de la interpre-
les de segmentos parciales de las partituras. tación en general, como concepto. Si una persona está des-
L.M.—Sí, es otro caso de autor que deseaba que lodo es- virtuando, pervirtiendo las intenciones del compositor, o, lo
tuviera en las partituras, pero si usted ha escuchado interpre- cual es mucho más flagrante, está destrozando la escritura
taciones de Béla Bartok, del que también se conservan varias misma, el elemento más externo de lo musical, hay sobradas
grabaciones, verá, y esto es muy divertido, que él era e! pri- razones para atacarle, pero para atacarle como intérprete, des-
mero en prescindir de sus propias observaciones y tocar la de dentro de la misma interpretación; el caso aislado repro-
música a su aire... lo cual no me parece nada mal. ¡Dudo que bable no puede convertirse inductivamente en ley contra una
llegara a tocar dos veces una partitura suya del mismo mo- práctica generalizada y necesaria.
do! Mire, cuando usted afronta las diferentes facetas de la rea- S.—Hablando de Mahler, pero ya no en términos teóricos,
lidad de la vida, lo que usted se ha imaginado cambia por me gustaría preguntarle qué pasó con su grabación de la Oc-
entero en contacto con esa realidad. Siravinsky podría ser un tava Sinfonía, la única pieza que le falta para completar su
ejemplo perfecto, porque nos ha dejado prácticamente do- ciclo con la Filarmónica de Viena. Se dijo que la sinfonía iba
bles grabaciones de casi todas sus obras; quiero decir que en a haberse grabado hace cuatro años, coincidiendo con el con-
dos etapas distintas de su vida grabó todas sus composiciones cierto inaugural del festival de Satzburgo.
importantes: la primera interpretación no tiene nada que ver L.M.—Bueno, ...va a ser grabada, finalmente fmientras jun-
con la segunda, parecen dos directores de orquesta comple- ta las palmas de las manos y eleva la mirada al cielo, en un
tamente diferentes. Es decir, que sus interpretaciones tenían gesto entre divertido y piadoso, como implorando la protec-
entre sí muy poco en común, con lo que él mismo desbarata- ción de la divinidad para que los planes se cumplan). Lo que
ba sus propios argumentos. Esto me permite decir que mu- ocurrió entonces, y la historia que usted dice es cierta, fue-
chos de estos argumentos habían nacido de los celos, o de bueno, ocurrió que la CBS, que iba a efectuar la grabación,
la envidia: quiero decir, y creo que existen suficientes testi- sufrió un fuerte quebranto económico, ellos tenían proble-
monios que avalan mis palabras, que Stravinsky era funda- mas de financiación, y se canceló la grabación dado que fal-
mentalmente una persona bastante recelosa, y dotada de un taban recursos financieros para poder pagar a todo el mundo;
notorio sentido de la envidia; Stravinsky nunca llegó a com- la situación, actualmente, como usted sabe ha cambiado, se
prender —y en parte puedo entender su posición, aunque no ha producido un giro de ciento ochenta grados, dado que aho-
la apruebo— la razón de que Stokowsky, Toscanini, o cual- ra la Sony ha adquirido la CBS y no es que falte el dinero,
quiera de los directores importantes de su tiempo fueran más es que hay una gran cantidad de dinero y de inversiones en
famosos que él y, sobre todo —y esto es lo fundamental—, proyectos de gran valor, y uno de estos proyectos, obviamen-
nunca pudo entender que fueran más ricos que él, que gana- te, es concluir ese ciclo Mahler con la Filarmónica de Viena.
ran más dinero que él, y, ¡el colmo de la paradoja!, que parte Así que por fin voy a completar mi ciclo Mahler, la sinfonía
de ese dinero lo ganaran interpretando su propia música. Me se va a grabar, pues... ¿cuándo se publica esta entrevista?
perdonará que diga esto, pero vuelvo a repetirle que nos so- S.—Pues me imagino que en el verano, al principio del
bran testimonios en el sentido de que Stravinsky era un hom- verano...
bre bastante mísera, tocado por la codicia, avaricioso, que I..M.—Pues entonces precisamente, entre junio, final de ju-
sentía una inquietante turbación ante el éxito de cualquier per- nio y principios de julio está previsto que completemos en
sona que no fuera él mismo, en cualquier campo, y... Bueno, Viena la grabación de la obra; o sea, que, justamente, cuan-
no quiero dar un juicio exagerado, entre otras razones por- do ustedes publiquen esto yo estaré grabando la sinfonía. Y
que ninguno de nosotros está libre de culpa; ya sabe, «que la verdad, me ciento muy feliz de que esto ocurra, entre otras
arroje la primera piedra el que eslé libre de pecado», y pro- cosas, ¡porque nadie me volverá a preguntar qué demonios
bablemente todos sentimos envidia, avaricia o codicia en al- pasó con la Octava de Mahler! /entre grandes risas),
gún momento de nuestras vidas, y le digo esto porque no S.—Bien, me alegro por usted... y también por todos los
quiero dar la impresión de una antipatía hacia Stravinsky, al melómanos que hemos ido siguiendo sus proyectos Mahler,
que venero como compositor, pero lo que sí trato es de expli- en concierto o en disco; creo que muchos de nosotros toda-
car la motivación de sus ataques, terribles, y entiendo que cien- vía recordamos ese cielo que realizó usted, hace casi una dé-
tíficamente injustificados, contra d arle de la interpretación. cada, en Londres, con ¡a Philharmonía, en el que hubo algunas
Ahora bien, también me parece importante señalar que hoy, interpretaciones inolvidables. Sin embargo, Mahler no es uno
ahora mismo, hay muchos, muchísimos intérpretes que dis- de los primeros amores de su vida musical: ¿cómo llegó us-
torsionan la música, que traicionan a la música, y que com- ted a la música de Mahler?
7 * -^ a melancolía que se da en
la música de Mahler es la misma
que todos experimentamos m m
48 Scherzo
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Scherzo 49
entrevisto
una melancolía, si, y donde hay un sentido de búsqueda y cia —y al menos en varias ocasiones—, Mahler pudo encon-
una excitación, todo ello unido a un sentido del humor asom- trar. Claro, naturalmente, Mahler, en sus últimos años de vida
broso, con sentimientos muy positivos, con una capacidad de sabía que ésta se extinguía, sabía que iba a morir, además iba
lucha envidiable, ¡en fin, todo un carácter! a morir de una dolencia que degeneró en cardiopatta, una en-
fermedad vírica que hoy se cura de la forma más simple, con
S.—Paul Maers, el famoso productor discográfico, que tra- penicilina, pero que a él lo llevó a la tumba; bueno, ¿quién
bajó durante muchos años con George Szell en Cleveland, me está libre de no decir en un momento asi, de no gritar a los
comentaba hace tiempo que este maestro, Szell, que realizó cielos «¡Dios!, ¿por qué me has abandonado», quién no lo
algunas interpretaciones antológicas de varias de sus obras, diría? Yo entiendo que él tenía todo el derecho a plantearse una
tenía una sensación de ambivalencia frente a esta música, ya cuestión tan aterradora como la del final de su propia vida,
que él consideraba que en Mahler se daba un tremendo pesi- sabiendo —como él sabía muy bien— que tenia todavía tan-
mismo y en muchas ocasiones un trasfondo de aulocompa- to que decir y que hacer, ¿cómo no decir a gritos «por qué
sión que para Szell resultaba casi insoportable. ha de llegar mi vida a un fin»? No creo que nadie a los cua-
renta y nueve, o a los cincuenta años, pueda contemplar su
L.M.—(adoptando un aire muy serio, casi severo) Pues de- inmediata muerte con gran placer, es una edad demasiado tem-
bo decir, con el máximo respeto hacia mi predecesor en la Or- prana para morir. Por ello pienso que es muy cruel y hasta
questa de Cleveland, que no he sido capaz de detectar o irracional atribuir un significado mayor del que tiene, circuns-
escuchar una sola nota de autoeom pasión en toda la música tancialmente, a las anotaciones de Mahler, las que dejó en
de Mahler, así que pienso exactamente lo contrario. Yo creo sus últimas partituras, y en las que refleja los sentimientos
que la melancolía que se da en la música de Mahler es la mis- que le invadían en esos últimos años, meses incluso, de su exis-
ma que todos experimentamos y que lógicamente debemos tencia: «¿cómo puedo afrontar esto?", o «¿es que no es otro
vencer para realizar actos positivos en la vida. Creo que esa el sentido de la vida sino éste?», o «¡Oh, Muerte, vieja com-
melancolía es también una especie de terapia, un antídoto con- pañera trágica!», y cosas por el estilo, entiendo que es muy
tra un exceso de seguridad, de dogmatismo por nuestra parte deshonesto y muy injusto, respecto de su memoria y de sus
al afrontar determinados problemas, y que incluso puede ser esfuerzos, tomar sus expresiones de desesperación, pronun-
una beneficiosa medicina para las personas, como seres hu- ciadas en un momento muy determinado, como síntomas o
manos, como individuos, quizá incluso como raza. Esa me- reflejos de su postura general ante la vida, esto es una afren-
lancolía, que yo considero positiva, nos acerca a los problemas ta, una perversión del auténtico carácter de un hombre.
con un rostro más humano, y en cierta medida viene a ense-
ñarnos que nuestro destino es algo bastante complicado, y
que incluso puede ser trágico, a menos que encontremos la
fuerza necesaria para afrontarlo, una fuerza que, en aparien- José Luis Pérez de Arteaga
50 Scherzo
discos
ACTUALIDAD
D1SCOGRAFICA
1. Más grabaciones de Seiji Ozawu Seguimos en PotyGram, pero ahora una serie de discos consagrados a la
en Decca, quien nos anuncia la próxi- música austríaca contemporánea, mos-
o se vislumbran grandes acon- ma reedición en compacto de una serie trando asi que también las creaciones
N tecimientos discográficos para
este verano. El sello amarillo pa-
rece empeñado ahora en recuperar el
de importantes versiones de ópera per-
tenecientes a colecciones de precio me-
dio: destaquemos Orfeo edEuridice, de
musicales de nuestros días son dignas
de la gran tradición, mereciendo el in-
terés de una gran parte del público. Los
aparentemente olvidado Seiji Ozawa Gluck (Horne, Lorengar, Donath/Sol- objetivos de tal edición son: dar a co-
que, desde sus asépticos discos dedica- ti), el Don Giovanni mozartiano (Sie- nocer a los compositores austríacos de
dos a obras de Fauré y Prokofiev con pi, Dermota, Corena, Danco, della Ca- postguerra; reunir una documentación
su Sinfónica de Boston, no había vuel- sa, Gueden/Krips, una de las grandes tan completa como sea posible de la
to a regisirar nada para ellos (aunque lecturas de esta obra maestra), L'ltalia- creación musical contemporánea en
si lo había hecho para una de las gran- na in Algeri, de Rossinni (Berganza, Al- aquel país, incluyendo los éxitos más
des empresas hermanas, Philips: recor- va, Corena, ftnerai/Varviso) y el do- destacados de la evolución musical per-
demos su Eleklra, con Hildegard Beh- blete Cavalleria-Pagliacci (del Monaco, tenecientes a cualquier género y estilo,
rens y Christa Ludwig, o su Carmen, Simionato, MacNeil, Tuce i/Sera fin, y, por último, propagar la música aus-
con Jessye Norman, esta última toda- Molinari-Pradelli). Para finalizar con el tríaca de hoy en el plano internacional.
vía sin aparecer en el mercado. Deuts- grupo PolyGram digamos que la terce- La selección de obras y compositores
che Grammophon nos anuncia ahora ra empresa del consorcio, Philips, ha sa- fue llevada a cabo por un jurado inde-
las próximas grabaciones de este técni- cado al mercado una nueva colección pendiente en el que estos últimos no
co infalible y artista discutibilísimo: a precio medio llamada Baroque Clas- fueron admitidos. La producción de los
un disco Poulenc con la Boston sics. en la que hay excelentes muestras discos y la gestión del proyecto fueron
Symphony {Gloria y Slabal Moler, con interpretativas del Barroco, eso si, lejos confiados a la Sociedad para la promo-
la colaboración de Kathleen Battle) y de los criterios de autenticidad que pre- ción de la Música austríaca, en colabo-
otro dedicado a obras de Tchaikovsky dominan hoy en día (obras de Handel, ración con PolyGram. Se proyecta pro-
(Cuarta Sinfonía y Capricho italiano), por Raymond Leppard, de J.C. Bach, ducir un total de 50 discos en un perío-
con la Orquesta Sinfónica de Berlín. por Marriner, de Vivaldi, por Vittorio do de aproximadamente diez años. Al-
Como se ve, nada del otro jueves. Tam- Negri, las Suites de J.S. Bach, por Mau- gunos de ellos serán comentados en
bién en Deutsche Grammophon hay rice Gendron, etc.). nuestra sección de crítica disco gráfica:
que destacar dos importantes reedicio- la ópera de Friedrich Cerha Baal (Fi-
nes operísticas en disco compacto: en larmónica de Viena/Christoph von
primer lugar Dokior Faust, de Busoni, 2. Gyorgy Ligefi en 8 compactos Dohnányi). las Sinfonías Cuarta y Sex-
con Fischer-Dieskau en el papel prota- ta, de Roben Schollum (Sinfónica de la
gonista; después, Palestrina, de Hans La empresa Wergo ha empezado a ORF/Bruno Maderna), La visita de la
Pfitzner, denostada y bellísima ópera editar en discos compactos las princi- vieja señora, de Gottfried von Einem
que cuenta en esta ocasión con un elen- pales obras de este gran compositor (fal- (Christa Ludwig, Orquesta y coro de la
co vocal de auténtico lujo (Donath, tando, no obstante, algunas de impor- Opera de Víena, Horst Stein), Sinfonías
Fassbaender, Fischer-Dieskau, Gedda, tancia, como Relojes y nubes, la ópera de Ernst Krenek (Sinfónica de la
Prey, Weikl, Ridderbusch...) y una edi- El gran macaba, las Tres fantasías para ORF/Zagrosek), tres volúmenes de mú-
ción musical debida a un gran Maestro: 16 voces mixtas a capella y el Concier- sica electrónica, etc.
Rafael Kubelik. Ambas reediciones per- to para piano). De momento han apa-
tenecen a la serie 2Oth Ceníury Classics. recido en el mercado europeo (aunque Enrique Pérez Adrián
no en España), un primer disco conte-
niendo los dos primeros Cuartetos pa-
ra cuerdas, interpretados por el Cuar-
teto Arditti, y un segundo compacto en
el que se incluye el Concierto para vio-
loncello y orquesta, Lontano, el Doble
concierto para flauta, oboe y orquesta,
y la San Francisco Polyphony, en inter-
pretaciones de Siegfried Palm (cello), la
Orquesta de la Radio de Frankfurt y
Michael Gielen, Gunilla von Bahr (flau-
ta), Torleif Lannerholm (oboe) y la Or-
questa de la Südwestfunk de Badén Ba-
dén, dirigida por Ernst Bour.
esenciales. La dicción orquestal de Gal!¡era BRAHMS: Serenata n° I- Variaciones sobre CHARPENTIER: Magnifica! pour le Port
está en una linea absolutamente tradicional un tema de Haydn. Ulsler Orcheslra. Dir.: Roya!. H. 81; Messe pour le Port Roya!. H.5;
y romántica que no desdice en absoluto del Vtmon Handley. CHANDOS CHAN 8612 Dixil pour le Por! Royal, H. 226; Laúdate
esiilo recortado y austero de Gieseking. Los DDD 64' 32". Distribuido por Harmonía Dominum pour le Port Royal; Stabaí Ma-
resultados obtenidos en el Cuarto Concier- Mundi. terpour les religieuses, H. 15. Greta de Reyg-
to sitúan esta versión, a mi juicio, en el gru- here. Isabflle Poulenard, Jill Feldman,
po de las mejores: podríamos establecer un Aunque la Serenata n" I de Capella Ricercar j Bemard Foccroullt (ór-
cierto paralelismo al decir que está en un ni- Brahms no es una de sus obras gano). RICF.RCAR RIC 0S2034. DDD. Du-
vel similar a la de Backhaus-Schmidt/Isser- más ftecuen temen te escuchadas, ración: 67*. Distribuido por Harmonía
ledt con el concurso de la Filarmónica de enisten otras grabaciones (con Abbado, por Mundi.
Viena para el sello Decca. ejemplo) que hacen descartar la recomenda-
En el Emperador la compeiencia con que ción de este disco. Se recogen en este interesantísi-
se enfrenta el dúo Gíeseking^Galliera es más La Orquesta del Ulster, según los únicos dios© mo disco del sello Ricercar obras
que el compositor escribió para
fuerte. Es posible afirmar sin embargo que elementos de juicio de que dispongo y que
se (rala de una versión con una leciuta for- son los que proporciona esta grabación con las monjas de uno de los dos conventos de
midable del movimiento central. la suficiente calidad como para hacer atrac- Port Royal que entonces existían, el de Pa-
El sonido es más que decente, diría incluso tivas sus versiones de compositores tan uni- rís. Dejando de lado algunas peculiaridades
que resulta brillante y en algunos aspectos versales como puede serlo Brahms. Entre sobre cómo llegó Charpentier a componer
superior a ciertas cosas de la píeseme déca- oirás razones, por citar alguna, porque po- música para el convento (y que están entre-
da. Sería deseable únicamente una mayor see una cuerda excesivamente dura y tiene lazadas con problemas de religión etc.), y
transparencia en la orquesta. El bajo nivel problemas de empaste. Además, en lo que centrándose en lo puramente musical, lo pri-
de ruido es excelente dada la edad de la gra- a su director titular se refiere, no creo que mero que hay que decir es que resulta sor-
se le pueda acusar de tener demasiada deli- prendente que esta música, que en sí no es
bación
- A.O.R cadeza en sus interpretaciones. demasiado compleja en cuanto a estructu-
ras y texturas, sea, por el contrario, tan in-
KL.-A.D. tensamente bella y hechizadora. Como es
BECTHOVEN: Cuartetos n°9IOp.59, n°3) lógico, eslá compuesta únicamente para vo-
v n." 10 fOp. 74, «de las Arpas»). Cuarteto ces femeninas, pero arite la dificultad de no
Amadeos. CD DECCA 421364 DDD63W. poder disponer de una gran variedad de re-
Esperando interpretaciones con CHERUBINI: Sinfonía en Re Mayor. Ober- gistros, Charpentier se alza componiendo
instrumentos originales, ¿Cómo turas de Medea, IJigenia en Aulide y El Cres- una música de una rara luminosidad. El
escoger su integral? El rigor ana- cendo. Orquesta de la Toscana: Donato Magníficat, por ejemplo, de una hermosu-
lítico de los Juilliard (I y II) privilegia la Renzclti; director. Frequenz-CD (Digital) ra arrebatadora; y la Misa, bastante más aus-
audacia de las obras. La segunda versión, pa- 011-042 Importado por PDI. tera, también es otro de los puntos fuertes
ra más tensión y brillo, está grabada en con- del compacto. Para evitar caer en la mono-
cierto. El lirismo, la sensualidad, el esplen- El inquieto Cherubíni era un tonía, Charpentier varia constantemente la
dor sonoro, la voluptuosidad alumbran la hombre admirable. Además de disposición de las voces (teniendo en cuen-
versión del Italiano (Philips); el joven Po- compositor: era también pintor ta que está compuesta para un registro, el de
llini tocaba asi. La violencia del Vegh acen- y botánico, y en alguna ocasión tuvo que soprano), ya utilizando una sola, ya dos, o
túa el aspecto de modernidad permanente buscar refugio en estas actividades, al ser re- tres, o bien dando más o menos consisten-
de la escritura: una visión muy contraslada chazado su tatemo musical por Bonaparte. cia a las intervenciones corales.
crea, en momentos distintos, zonas de sor- Sin embargo, a partir de un momento fue el
presa absoluta. Estos tres cuartetos tienen en destinatario de multitud de elogios tributa- Las interpretaciones son, digámoslo ya, de
común el haber conseguido enlazar las die- dos por los más grandes músicos, desde Beet- un nivel altísimo. Las voces de las ires so-
ciséis obras denlro de un pensamiento con- hoven hasta Weber, Mendelssohn, pranos solistas demuestran todo aquello que
tinuo. La brillantez del Berg parece más afín Schumann, Wagner o Brahms. es necesario cantar para esta música: no só-
al Op.lS; la valorización de timbre y color, Hoy, cuando alabanzas y descalificacio- lo técnica, sino también timbres muy atrac-
por los Talich, parece convenir a los cuar- nes quedan un lanío atrás, nuestra autor sus- tivos, sensibilidad y una elegancia como
tetos del medio; el Amadeus, en su integral, cita pocas controversias. Un compacto pocas veces se puede escuchar. La Capella
ofreció una visión de un Beethoven clásico, dedicado a su obra es acogido con la indo- Ricercar, formada al efecto, si bien no tiene
den lio de una tradición musical, un poco co- lencia destinada al producto de coleccionis- intervenciones complicadas, también canta
mo el Schubert de Alfred Brende! (hoy); su ta, ¡Gran error! Esta es música viva para deliciosamente, y las interpolaciones del or-
interpretación tan llena de vida y de huma- quien sepa frecuentarla y no sólo oírla de tar- ganista son modélicas (además de estar mag-
nismo convence hasta a los que prefieren la de en tarde; no en vano alguien ha escrito nificamente interpretadas, de forma
opción del Vegh. Admiradores y detractores, que el academicismo de Cherubini es un dis- imaginativa y con gran técnica, hay que re-
sin embargo, están de acuerdo sobre un pun- fraz bajo el que palpita fuertemente su na- saltar el maravilloso sonido del órgano de
to; ¡el primer violln sobresale! Y en este nue- turaleza romántica. la Iglesia de Si. Apollinaire, de Bolland,
va disco, que tenía que ser el primero de una Francia, lugar de grabación). En resumen,
nueva intergral (interrumpida por la muerte El disco, además, es recomendable por el excelente novedad discográfica, con intere-
de Peter Schidloí, viola), ocurre una cosa ex- entusiasmo de Donato Renzetli, uno de los santes obras, interpretaciones de primera ca-
traordinaria y sobrecogedora. La voz de Nor- nuevos directores italianos más volcado en lidad y presentación también de gran altura.
bert Brainín (primer violín) se ha helado, pa- el repertorio operístico. Su trabajo no tiene Muy recomendable.
reciéndose a la voz de Billie Holliday; el cuar- maneras ni sabor de foso. Sabe poner de re-
teto alcanza un equilibrio mágico, se diría lieve la sabudin'a con trapu Mística de Che-
que a pesar de los esfuerzos individuales. rubini sin olvidar ¡a vena contabile —que era J.C.C.A.
Nunca la pequeña frase del Allegro IOp.59) su pasaporte ilaliano— ni asfixiar los suti-
cantada por el primer violín ha parecido tan les entrelazamientos de los instrumentos de
desolada frente a la alegría de sus compa- soplo con los arcos.
ñeros. Ni tampoco, que nunca la fuga final
haya tenido una tal fusión orgánica. En el Las oberturas, en especial Medea —gran DEBUSSV: El mar. Preludio a la siesta de
Op.74 la violencia del Presto no ha sido nun- versión la de Callas y Bemstein—, piden a un fauno. La catedral sumergida (orquesta-
ca tan sorda, ni los dos acordes finales en gritos lo que sigue. El pialo fuerte, la Sinfo- ción: Siokowski). BERLIOZ: Danza de los
piaña tan resignados, fuera de aliento. nía, es una obra que para llegar a Cherubi- silfos, de La condenación de Fausta RA-
ni parte deGluck y atraviesa a Haydn antes V EL: Dafnis y Ctoe, Suite n, °2 Coro o> la
que a Mozan. Los ingleses grabaron una ver- Sinfónica de Londres. Orquesta Sinfonía de
sión más lujosa, firmada por Mackerras y Londres, Orquesta New Philharmonía (pa-
Poco importa que se tenga ya el Noveno apoyada por una orquesta mejor, la Sinfó- ra La catedral sumergida). Director: Ifopold
por los Busch, Smetana, Húngaro, y el Dé- nica de Londres, pero la de Renzetti es más Stoliowsli. DECCA OVATION 417779-2,
cimo por el Rose, Budapest, Wienerconzen- entusiasta, más ligera y está acentuada con compacto ADD. Duración: 65'3Z". Graba-
haus; una discoteca no tiene sentido sin este más gracia. ciones: Kingsway Hall, binares, 1965 y 1969.
disco- Royal Festival Hall, concierto público.
RE. J.M.S.
Scher/.o 53
discos
14/6/1972. Productores: Marty Wargo. Ray- percibidas a través de un velo (se piensa in- lin. Orquesta Sinfónica de la RTV de Mos-
mond Fcw. Ingeniero: Arthur Lílley. Precio mediatamente en lo que hubiera podido ha- cú. Dir: Gennadi Rozhdeslvenski. LDC 278
medio. cer Karel Ancerl). Boult (CD, EMI) evoca 925 CD, LE CHANT ÜL MONDE. Distri-
una fiesta distinguida, mundana casi, a la buido por Harmonía Mundi.
Hace algunos años Sergiu Celi- cual asistimos desde las cocinas. H and ley,
bidache dio una serie de confe- (CD. EMI. económico) nos invita a una fiesta Los tres Conciertos de Clazunov
rencias en el Curtís lnslitute de más campechana; cada variación es desta- que integran esta grabación tie-
Füadelfia y, con su diplomacia habitual, in- cada, pulida, un poco a la manera de Ba- nen como nota común el apartar-
terrogó asi al sorprendido auditorio: ('¿Có- renboim (CBS), pero menos extrovertido se del esquema convencional en Ires movi-
mo han podido ustedes mantener durante salvo en la variación XI. Thomson es el más mientos. Tamo el Concierto para violin
treinta anos a un subnormal al freme de una misterioso, interpreta las Variaciones como (1904) como el Segundo para piano (1917)
orquesta habiendo tenido antes un genio co- una su i le lírica. Estudié últimamente varias se estructuran en un vasio movimiento en el
mo Siokowski?». Evidentemente no es este de sus interpretaciones para las reseñas (y mi que se suceden diversos episodios, bastante
el lugar adecuado para anali/ar al pobre Or- placer): tanto las obras de Vaughan Williams libres en aquél y ordenados en cuatro sec-
mandy (en algún futuro más o menos leja- ciones al modo de una sinfonía en éste. En
como las que completan este disco parecen cuanto al Primer Concierto de piano (1910)
no confío en que lo haga José Luís Pérez de inmersas en un universo neptuniano; partien-
Arteaga, admirador entusiasta y conocedor se articula en dos tiempos, Allegro modera-
del arte del desaparecido maestro húngaro), do de similitudes parciales, Bryden Thom- to y Tema y variaciones, una forma biparti-
pero si podemos afirmar que estamos en pre- son conduce las imágenes hacía su realidad da que recuerda al 7>io en IM menor de
sencia de unas grabaciones dirigidas por uno poética. Chaikovski y anticipa a la Segunda Sinfo-
de los más extraordinarios creadores de or- nía de Prokofiev. La escritura violinística está
questas que han existido, el responsable de PE. admirablemente adaptada a las condiciones
que la Orquesta de Füadelfia fuese una agru- técnicas del intrunienta cuyos recursos se en-
pación única por su color, precisión, poder p I otan con virtuosismo nunca excesivo; la
y virtuosismo, un músico con un oído supe- pianística es menos inventiva y descubre su
rior para el sonido y con una experta técni- F. COUPERIN: Concern Royaux. Tilomas deuda con Rachmaninov o Scriabin. Lo más
ca para obtenerlo. Un maestro que, también Brindis, violín. Heinz Holliger, oboe. Aurele original de estas partituras tanto en lo que
hay que decirlo, deformaba las partituras y Chrisliane Nicolet, flautas. Josef Dlsanier, respecta a solistas como a orquesta acom-
más que cualquier otro director del siglo y viola da gamba. Manfred Sax, fagot. Chris- pañante es el toque claro, ágil, casi liviano
que sus transcripciones e incluso sus inter- tiane Jaccoltel, clavicémbalo. ARCHIV. GA- en el que está ausente la pesadez abruma-
pretaciones podían ser escandalosamente LLERÍA. 427 119-2. Compílelo ADD dora de las estéticas lardorrománticas al uso.
vulgares. Muchos músicos decían de él: «Si, (55'05"). Los pianistas Alexei Nasedkin y Dimilri
es un gran técnico, con un magnífico olfato Alexeev parecen contagiados por el acadé-
para la orquesta, pero nunca será un músi- mico pulido y solemne y proponen estas
co serio». Nada más lejos de tal aserio. Basta Bajo el nombre de Concerls Ho- obras con vocación arquitectónica, sin tra-
escuchar cualquiera de los regisiros que in- yattx se agrupan cuatro suites tar de desentrañar contenidos de mayor ca-
tegran este espléndido disco: claridad, vita- instrumentales, que recibieron tal lado; ninguno de los dos se plantea otros
lidad, elegancia e impecable respuesta por denominación por haber sido destinadas pa- problemas más allá de una reproducción co-
parte de todos los elementos que componen ra su ejecución ante el rey Luis XIV. Cons- rrecta y objetivamente ajustada, pero distan-
estas grabaciones son algunas de las carac- tituyen, sin duda, una excelente muestra de te. Más cálida y cordial es la aproximación
terísticas esenciales que conforman sus lec- la elevada calidad de la música de cámara de Rozhdestvenski en el Concierto para vio-
turas, teniendo en cuenta también que escrita por Francois Couperin. lin, poniendo en juego posibilidades [imbri-
Stokowskí ya pasaba de los ochenta cuando Sobre la presente versión cabe destacar, en cas que favorecen una lectura más proyectada
grabó este disco, y en el caso de L'apres-midi primer término y ante todo, que, a pesar del hacia el futuro. La apuesta es arriesgada,
d'un ¡aune (grabación en concierto público tiempo transcurrido desde su primera apa- pues supone enfrentarse con un violinista que
el 14 de junio de 1972) tenía más de noventa rición en 1976, conserva una lozanía y una no renuncia a toda la parafernatia expresiva
años. Sin embargo, ni la menor sombra de frescura que constituyen, ya de entrada, una romántica: La versión recoge así las contra-
duda o debilidad: todo respira fuego, sono- buena carta de recomendación. Si a ello se dicciones de una partitura en el filo de dos
ridad y magnetismo- He aquí uno de tos le- añade el sonido excelente del disco y la gran siglos, pero sobre lodo de dos lineas estéti-
gados de un gran director. categoría y el buen hacer profesional de los cas. Por ejemplo, la extensa cadencia parece
integrantes del conjunto, tenemos entonces un cuerpo extraño, difícil de integrar, mien-
un cuadro completo para asegurar una pla- tras el finalc está visto con una despreocu-
centera audición. Equilibrio y coordinación, pación extrovertida y contagiosa, muy
dos factores esenciales en este tipo de agru- comunicativa, lal vez sea el sino de una obra
E.RA. paciones reducidas, presiden en todo mo- concebida desde el Olimpo académico, pero
mento la ejecución de estos hermosos que no se salva de la contaminación de una
pentagramas. Por lo que se refiere a los in- sensibilidad naciente.
ELGAR: Variaciones Enigma, Op. 36. Ba- térpretes, me resulla imposible decantarme
llet The Sanguine Fart. Op. 81, Música inci- hacia ninguno de ellos, habida cuenta de que
dental. Marcha fúnebre y Canción de la abra todos cumplen su cometido de forma plena-
de teatro Grania and Dinamird Op. 42. mente satisfactoria. Claridad expositiva y ex-
Jenny Miller, soprano. The London Philar- quisita musicalidad son aspectos D.C.
monic. Brydtn Thomson. CD CHANDOS fundamentales a destacar en la interpretación
CHAN 8610. DOIÍ. 64'14. Distribuido por que nos ocupa. La reedición constituye, des-
Harmonía Mundi. de luego, una estupenda oportunidad para
hacerse con esta magnifica versión. HAYDN: Missa in honorem Beatissimae
Se ha admitido la alternancia en- Virginis Mariae. Missa Sanen NicoIaL Missa
tre Mayor y Menor del tema de «Rorate coeli desuper». Nelson. Mioly, W»l-
las Enigma como un reflejo de FÚ.U. kinson, Covey Crump, Hill, Trmmas. The
las tendencias extrovertidas e introvertidas dd Choir of Chrisl Cburch Calhedral Oxford.
compositor. Esta interpretación interesa re- The Academy of Ancienl Music. Director
lativamente hoy, pero tampoco se puede de- Simón Presión. L'Oiseau-Lyre. CD 421
jar de lado; los directores, también, en esta GLAZUNOV: Concierto n.° i para piano y 478-2. ADD. 74"51".
obra se dividen entre los que privilegian uno orquesta en Fa menor, Op. 92. Alexei Na-
u otro rasgo de la personalidad (presupues- srdkin, piano. Orquesta Sinfónica de la RTV Al reeditarse estas grabaciones en
ta) de Elgar. de Moscú. Dir.: Algis Jurailis. Concierto n." soporte de disco compacto, la
Los directores extranjeros (Bernstein, Solti, 2 para piano y orquesta en Si mayor, Op. agrupación de obras original ha
Barenboim) privilegian el lado extrovertido, 100. Dimilri Alexeev, piano. Orquesta Sin- sido alterada. La Missa Brevis, en fa mayor,
a partir de la brillantez de la orquestación. fónica de la RTV de Moscú. Dir.: Yourí Ni- que acompañaba a la Missa Sandi Nicolai
Los nativos parecen más introvertidos: las kolacvskl. Concierto para violin y orquesta en LP ha sido sustituida por las dos citadas
Variaciones no son menos brillantes, sino en La menor, Op. 82. Semen Snitkovski, vio- en el encabezamiento. En cualquier caso, se
discos
nos ofrece una valiosa panorámica de las Mi- nada parecido. Qué enorme sentido dramá- primera mitad de los setenta. Algo posterior
sas haydnianas de dimensiones medias. Por tico, qué capacidad de expresión de ¡o gran- es otro ciclo, que al menos en parte, se ha
su pane, la Missa «Rarale coeli desuper». dioso a partir de elementos limitados en visto en determinadas tiendas especializadas
con una duración de menos de ocho minu- número pero excelentes en las prestaciones, y en grandes almacenes (y el primero de ellos
tos, es una buena muestra de la capacidad qué mesurada unidad de lo masivo (esencial- inclusa en formato CD), de los que al me-
de condensación de Haydn —los movimien- mente lo coral) con lo ¡¡rico en incluso lo ín- nos han aparecido cuatro: uno dirigido por
tos apenas pasan del minuto— dentro del timo. A esto ayudan dos conjuntos que FerencsJk, oiro por Ferenc Sapszon. un ter-
muy popular género de la Misa breve. Las funcionan a la perfección: el coro Cantores cero por liona Andor (femeninos e infanti-
muy adecuadas interpretaciones cuentan ante de Frankfurt y el Collegium Musicum de Fn- les, precisamente) y el último por István
todo con la magnifica presencia del coro oxo- burgo, con unos solistas no-divos en perfecta Zámbó. Me refiero siempre a obras corales
niense, donde las intervenciones de las vo- comunicación estítica con un director que a capella. aunque también hay discos de con-
ces infantiles otorga una atractiva definición sabe muy bien lo que está haciendo y cuyo siderable interés con determinado lipo de
de color. Las versiones son equilibradas, de- nombre es Wolfgang Scháfer. Si me !o per- acompañamiento, por ejemplo, el órgano, y
licadas, muy vivas en los tiempos rápidos. miten, destacaría a las dos mujeres protago- para ilustrarlo recordemos un disco dirigi-
Se da un expresivo juego de luces, donde no nistas, Pamela Coburn y Cornelia Kalüsch, do por János Reményi, con Gábor Lehotka
falla el tenebrismo de un registro grave muy soprano y contralto, y desde luego al narra- al órgano, con Organedia ad missan lectam
expresivo. Las pinceladas pretendidas por dor, Wolfgang Reichmann, un actor de la y otras obras. Se trata, en iodos los casos,
Haydn con el órgano en la primera de las Mi- mejor tradición germánica, con una fuerza de producciones del sello Hungaroton. Las
sas se integran convenientemente con el res- como no he oído en las versiones francesas presentaciones siempre están cuidadas, con
to, sin caer en excesos exhibicionistas. de esta misma obra (una obra que, no lo ol- textos de interés, y en el caso de la serie de
videmos, no es desconocida en nuestras es- cuatro el Interés es superior y la presentación
pañolas salas de conciertos, y no me refiero resulta ejemplar (por ejemplo, para nosotros
E.M.M. y nuestras deudas fonográficas pendientes).
sólo a Barcelona o Madrid). El resultado es
una obra llena de garra juvenil, y sin embar- El disco que hoy comentamos es húnga-
go poderosa y medida, dramática sin desma- ro en cuanto a los intérpretes y se nutre de
dres, algo realmente grande, donde se dan obras a capella de diversas épocas e inten-
HONEGGER: El Rey David. Wolfgang la mano todos aquellos diversos estilas, sin ciones dentro de la vida amplia, comprome-
Reichmann, Pamela Coburn, Cornelia Ka- menoscabo, y, además, se hermanan, o al tida, honesta y siempre dispuesta al pacto por
Illsch, Hans Peler Blochwitz, I/>la Mullid, menos conviven, el pasado musical europeo continuar su obra pedagógica y creativa, de
Frankfurler Kanlorie. Cullegium Musicum —o parle de él, con claras retrospectivas del Rollan Kodály. Se trata de un disco muy ade-
Frtiburg: Wolfgang Scháfer. Chrístopbonis. dieciocho— y un augurio valiente del futu- cuado para introducirse a la música coral de
CD 74523. 2 CDs. ADD <?> 36:12 Y 44:32 to. Porque, precisamente, uno de los valores este compositor. El aficionado que así lo ha-
rasp. DISTRIBUIDO POR PDI. de la lectura de Scháfer es ese enfoque ha- ga y espere algo demasiado parecido a Bar-
cia lo mejor que dará el teatro lírico del si- tók se encontrara con una sorpresa: Kodály
Frente a la antigua grabación di- glo XX en los años siguientes al estreno de es menos radical, sus armonizaciones son
rigida por el propio Honegger a este Rey David, en 1921. más clásicas, menos agresivas, más inmedia-
comienzos de los años 50 (Te- tamente accesibles. Recordemos su actitud
lefunken) y !a más reciente de Dutoil (Éra- a la hora de acercarse al tealro: después de
lo) la que ahora comentamos destaca por su S.M.B. haber visto los fracasos de las tres maravi-
diferencia esencial y por sus cualidades dra- llosas obras del tríptico escénico de su ami-
máticas. En primer lugar, y según indica la go en los años diez, él se acercó a la ópera,
propia presentación del álbum, se trata de KODALY: Obras corales: Salmo 50. Kószbn- en los veinte, con una especie de zarzuela tru-
una versión alemana libre a partir del texto to. La nación húngara. Siempre larde. Te fada de motivos populares sin complicar, que
francés original, que tiene en cuenta la tra- Deum de Sandor Sik, Las chicas noruegas. conocemos como Háry Janos. Esa es la ac-
ducción germana de la Biblia de Hans Rein- Los ancianos. Canto del atardecer. La gita- titud de Kodály frente a la música popular
han. De lo segundo hablaremos inmedia- nilla está comiendo queso blanco, Veni Em- que él mismo, como Bartók, buscaba, inves-
tamente. manuel. Canto al Rey San Esteban, Punge tigaba, recopilaba, transcribía y armoniza-
Lingua, Salmo 150, Jesús y los mercaderes ba. Estos cartorce cantos corales son una
Creo que el mejor elogio personal que pue- buena selección para quienes no consideren
do hacer, humildemente, de esta grabación del templo. Coro dt Cámara de Pees (Hun-
gría): Aurtl Tilla!, direclor. BNL Produc- necesario poseer una integral. Hay obras de
es que, hasta escucharla, consideraba El Rey un foldorismo que se diría un guiño de sa-
David una obra relativamente menor en el lions BNL 112613. DDD 53:53 mus.
Distribuido por Harmonía Mundi. bor local (como la muy conocida Gilani-
gran repertorio sinfónico-coral del siglo XX. lla...), piezas devotas (como la última reseña
Ahora creo que se trata de una obra muy im- o cualquiera de los dos Salmos), y desde lue-
portante. Y es que tal vez la he escuchado La especialísima prosodia del go obras de afirmación nacionalistas, como
por primera vez. Todo parecía predisponer- húngaro hace que sean raros los la tercera reseñada, que no necesitan caer en
me en contra: al considerar a Honegger un intentos de agrupaciones vocales la encendida agresividad que nosotros tan-
compositor demasiado valorado en su tiem- no húngaras de enfrentarse al re- to sufrimos. Se trata, en fin, de una selec-
po, el estimar excesivamente pretenciosas sus pertorio nacional. Es el caso de ia amplia ción justa y plausible, producida en una visita
propuestas en obras como este Rey David y obra vocal y coral de Zoltan Kodály, cuya del magnifico Coro de Cámara de Pees en
su Juana de Arco en la hoguera, por no ha- base es esencialmente popular, producto de Francia, y ha sido grabado (1986) en la Igle-
blar de lo tediosas que me parecen algunas las investigaciones propias del material aún sia de St. Léger de Bcauvray, en el departa-
de sus cinco Sinfonías y lo sumario de sus vivo en el ámbito rural cuando el proceso de mento de Saóne et Loire. En tanto que
conocidos poemas sinfónicos breves, tipo industrialización y el auge de las pautas ur- selección se trata de un registro destinado a
Rugby o ñicific23i. Sin embargo, creo ahora banas amenazaban este tipo de manifesta- colocarse con justicia entre los evocados más
que esta obra relativamente juvenil (com- ciones musicales. Los propios húngaros han arriba. &M.B.
puesta al borde de los treinta años) es un ex- acometido la grabación de la obra coral com-
celente resumen del ideario estético de un pleta de Kodály al menos en dos ocasiones,
compositor amplio y vital. En efecto, El Rey al modo en que se grabó la obra completa
David encierra determinadas unidades de los de Bartók que los aficionados conocen por
supuestamente opuestos: la grandiosidad es sus ya varias distribuciones en España. Este
compatible con una distribución instrumen- modo es el de encargar a especialistas dis-
tal cameristica, la aportación francesa es per- tintos una tanda de grabaciones según de- KORNGOLD: Violanta. Eva Marión, Sicg-
fectamente adecuada a una propuesta terminado criterio de analogía: por una parte fried Jerusakm, Waller Berrj, Ruth Hesse,
alemana (en una época, la de los Seis, espe- los coros femeninos, por otra los infantiles, Horts R. Laubenlhal. Munich Radio Orchts-
cialmente anligermana), el heroísmo rehu- por otra los masculinos, por otra los mix- Ira: Marek Jano»ski. CBS MK 79229. ADD.
ye el patetismo, lo teatral se une con lo tos... Así, de la primera edición de obras co- Duración: 73'40".
concertistico... rales de Kodály, puedo dar fe de la existencia,
al menos, de un segundo volumen, dirigido Die Tote Sladt (de 1920) y Vio-
La interpretación es soberbia, y el entu- por liona Andor, donde se recogen coros in- lanta (de 1916) son ¡as óperas de
siasmo nos gana sobre todo por sus cuali- fantiles. Se trata de una serie grabada en la Erich Wolfgang Korngold menos
dades, pero también porque no espetábamos olvidadas de las cinco que llegó a compo-
Schereo 55
discos
ner. Seis, si contamos la obra en un acto que luego sensacional): la reproducción de la en como otras ediciones anteriores que en
se incluye en e\film de 1935 para Jan Kie- ocasiones compleja dinámica mahleriana tal su momento se han comentado. Estas dos
pura y Gladys Swarthout Give us (he ntght. vez sólo sea posible en disco, si es que quie- óperas cortas de Massenel no es de lo
Violarla fue escrita por un compositor de re oírse lodo lo escrito; la pregrabación del mejor del fondo del Instituto francés, má-
dieciocho anos, muy influido por Richard órgano y las campanas, por muy efectiva que xime cuando el protagonista principal de
Sirauss, pero ya con unas características pro- sea, atenta contra la pretendida objetividad ambas, Alain Vanzo, que es lo más inte-
pias evidentes, por el lujurioso colorido or- de Kaplan. Hasta aquí los medios; en cuan- resante del conjunto de cantantes, cuenta
questal, el sentido dramático conciso y to a los resultados, la versión de Gilbert Ka- ya con grabaciones oficiales de las dos
directo de la música. La ópera en un acto es plan serpentea en torno a la corrección. Su obras: Le jongleur para Emi, La navarrai-
un verdadero tour de forcé para intérpretes se en CBS. La versatilidad de Massenet
y director. No hay un momento de respiro: logro es probablemente la claridad, su pun- está bien presente en estos registros, que
la lensión en la batuta y la entrega de los in- to flaco la expresión. Tal vez Kaplan ha va del encamo na(/~( rozando la cursilería) del
térpretes a este drama común de adulterio temido caer en la sobrecarga emocional de juglar al verismo escalofríame (al borde de
y muerte (por lo que, erróneamente, se ha la tradición, pero se ha ido al otro extremo, la caricatura) de la navarrica. No obstante,
dicho que es una muestra del Verismo ale- el de la frialdad. Los tiempos primero y úl- las dos óperas se hacen escuchar sin incon-
mán) no permite la menor perdida de clima timo de su Segunda son construcciones sin veniente, contando la primera de ellas con
o bache. La grabación de 1980 de CBS, la alma, faltó aquél de tensión dramática y re- algunos bellos momentos como llfaut beau
primera mundial, cuenta con un director bas- sultando ésie muy artificioso. voir de Jean el Juglar o el relato de la leyen-
tante preocupado por la sonoridad, sin per- E.M.M. da de la Virgen a cargo de Bonifacio. La ver-
der pulso y fuerza, acompañando a un sión suma a su favor la batuta inspirada y
equipo de protagonistas algo desigual. Co- experta de Pierre Dervaux y la presentación
mo era de esperar, el elemento más atracti- MAHLER: La canción de ¡a Tierra. Dielrich vocal de Vanzo, un tenor excelente de línea
vo del mismo es la presencia del gran artista Fischer-Dieskau, James King y la Orquesta y fraseo, en un rol que le va como anillo al
que sigue siendo Waltei Berry, lástima que Filarmónica de Viena di rígida por Lf onard dedo. Massard, el buen profesional de siem-
en un papel, aunque sustancioso, un poco Bemslein. DECCA 417783-2 DM. Duración: pre y Bastin, Dupouy y el resto completan
corto de extensión. Eva Manon está bien pre- 6632 minutos. con la corrección esperada. El registro es del
sente con su voz todo color y empuje, en el año 1973.
papel protagonista, que no le exige demasia- La canción de la Tierra es can-
das sutilezas canoras con lo que la soprano tada, normalmente, por una En la partitura de La navarraise existen
logra con Él una de sus mejores prestacio- voz grave femenina y una agu- un sinfín de ideas musicales insinuadas pe-
nes para el disco. El conjunto de secunda- da, masculina. La maestría y el divismo de ro que, debido a los limites temporales im-
rios (con relieve), tales Laubenlhal, Hesse o Fischer-Dieskau ha impuesto que asumiera puestos, se quedan sin desarrollar. En los
Manfred Schimd en Mal leo, cumplen con la primera misión, al menos, en dos graba- apenas tres cuartos de hora de duración ocu-
desahogo y propiedad. Lástima (y el juicio ciones. Una, bajo la dirección de Paul Kletzki rre un continuo fluir de entradas, salidas, en-
es ya una constante en este tipo de tenores) y la compañía de Murray Dickie. Y ésta, que cuentros y situaciones. El oyente jamás puede
que Siegfried Jerusalem, un atractivo can- data de 1966, en plena vocalídad del baríto- aburrirse. La versión 1NA de 1963 carece de
tante de voz muy linca, no dé el preciso juego no alemán. una dirección brillante e imaginativa, pero
en un rol de Heldenienor como es el fie Al- se compensa con un convencido terceto in-
fonso. Esta carencia es ya un mal endémico El cambio no es un pleno acierto. Resia terpretativo: la desconocida Genevieve Moi-
y entrar en mayor detalle es perder el tiem- una variedad timbrica que, en una música zan, que tiende a desmadrarse a veces, Vanzo,
po. Debemos aceptar ya que esta categoría muy elaborada en este aspecto, como la mah- algo menos cómodo vocalmente que en la
vocal está, como los dinosaurios, extingui- leriana, empobrece el conjunto. Para colmo, ópera antes comentada, y Jacques Mars, un
da. Grabación, a pesar de todo, reco- Fischer-Dieskau intenta parecer una contral- Garrido cómodo y con talla.
mendable. to y sus innúmeros recursos como profesio-
nal resultan escasos para tan atrevidos fines. Para quien le interesen las alternativas:
El resultado es una lectura afectada y blan- EMI, en CD ya, presenta EUuglarzon Van-
durria, como no le ocurre a las contraltos zo, Bastin (aqui como Bonifacio; en INA ha-
F.F. en serio (¡Oh, evidentes manes de Kathleen ce del Prior), Raffalli y dirección de Boutry.
Ferrier!) La Navarraise cuenta además con dos edi-
King está correcto, aunque, por momen- ciones, de 1974 las dos: Popp, Souzay y Sar-
MAHLER: Sinfonía n°2 Resurrección. Be- dinero con Almeida para CBS; y (la de las
nita Valenie, soprano; Maureen Forrester, tos, su agudo carezca de la decisión y la in-
císividad que exige su parte, engañosamente estrellas), Horne, Domingo, Milnes, Bac-
contrallo. The Ardwyn Síngers. BBC Welsh legible. Es traicionera esta atribución, ya que quier, Zacearía con Lewis para RCA.
Choras. Cartüff Potyphonk Choir. The pretende el lirismo intimista pero también el
Dyfed Choir. Inndon Symphony Chorus & arrojo heroico, y dar ambos es faena muy
Orchestra. Director (¡ilberl Kaplan. 2 Com- F.R
extremosa para cualquier tenor.
pactos IMP DPCD 910. 83" 17" <22- 22" y
60' 55"). Distribuido por Harmonía Mundi. El señor Bemslein, autor de sonadas ope-
retas y músicas de cine bailable, está, como MOZART: Conciertos para piano n." 13
No vamos a entrar aqui en si la siempre, eficaz, enérgico y grosero. Bandea en Do K.4I5 y n.° 14 en Mi bemol K.449.
obsesión de Kaplan por la Segun- los tiempos sin excesiva racionalidad y, por Milsuko Uchida (piano), English Chamber
da de Mahler es o no enfermiza, momentos, practica una peligrosa chinería Orchesln», Jetfrey Tale CD PHILIPS 412
o en si estamos ante el gigantesco capricho vienesa de fin de siglo, que sitúa a Mahler 359 DDD 51' 12".
de un millonario. Limitémonos a examinar en los confines del País de las sonrisas de
la grabación que nos llega. Esta interpreta' su colega Franz Léhar. Es que no todas las
Chinas vienesas son las mismas, estimado se- Milsuko Uchida no ha sido bien
ción es desde luego la de un auténtico direc- ñor Bernstein. HA/. tratada (por no decir insultada)
tor de orquesta. Según sus manifestaciones en varias criticas europeas. Ale-
(Véase entrevista en SCHERZO n" 28, jada de la elegancia natural de Perahia {Con-
pp.45-50), Kaplan se propuso seguir fielmen- ciertos n." 13 y 14, CD, CBS), del color trá-
te lo escrito por Mahler en su partitura. Es- MASSENET: le Jongleur de Nolre-Dame. gico pero con mesura de Zaeharías (n.° 14,
to apunta evidentemente al problema de fon- Vanzo. Baslin, Massard, Dupouy. Coros y CD, EMI) y de la vitalidad abrupta de Ran-
do de ta posibilidad de la objetividad en la Filarmónica úr I'ORFT. Pierrt Dervaux. La ki (n.° 14, CD, Hungaroton), la interpretación
interpretación musical. De acuerdo con ese navarraise. MoUan, Vaiuo, Mars, Lovano. de Uchida puede desconcertar: ofrece un
principio —pero, ¿no es esto ya una leciU' Coro y orquesta Radio-Iyrtques. Jean- Mozart extrañamente pensativo, alejado tam-
ral—, Kaplan ha aplicado unos tempi más Claude Hartemann. Le Chanl du Monde. bién de la reflexión de Brendel. Su loque es
ligeros de los hasta ahora recogidos en la dis- Distribuido por Harmonía Mundo. LDC uno de los más refinados, la calidad vocal
cografia, ha seguido también las indicacio- 2778911/1:. Duración: I24'48". de su canto es, por lo menos, igual al canta-
nes espaciales del compositor en la coloca- bile de Perahia. Su premeditación paradó-
ción del coro y los metales en el final. A to- jicamente entrelazada con una aparente y
do esto, posible en directo, ha añadido la ca- Estas dos grabaciones proceden continua improvisación confirma la presen-
pacidad de la técnica (la grabación es desde de los archivos de 1NA (L'lnsti- tación misma de Mozart: «ni demasiado di-
tut National de LAudiovisuel),
56 Scherzo
discos
fíales, tampoco fáciles, muy brillantes- En uno de los primeros números pretes preferidos, pero para el Primero, ra-
agradables a] oído —simples pero no de SCHERZO reseñábamos un ra vez hubo una complicidad tan perfecta
vacíos—, estos conciertos satisfarán lanío el álbum de EM1, de 5 LP, prota- entre solista, director y orquesta (Slern con
entendido como el público sin que este últi- gonizado por el pianista Dalton Baldwin y Mitropoulos o con Bernstein). Járvi ha fir-
mo sepa por qué», Por ejemplo, en el tercer los cantantes Eli y Ameling, Nicolai Gedda, mado una de las integrales de las Sinfonías
tiempo del Concierto n." 13, la construcción William Parker, Michel Sénéchal y Gérard de Prokofiev más interesantes (¿con Kosler
en secciones está unificada en la versión de Souzay, que suponía casi un integral de las y la Filarmonía Checa?): ha creado un so-
Perahia, mientras Uchida acentúa los episo- canciones de Francis Poulenc Dentro de su nido propio con la SNO, desde los truenos
dios, en suspense, subrayando asi la sorpren- amplio y no siempre regular repertorio, la más aterradores hasta la transparencia más
dente libertad de la escritura. Sólo se podría música vocal (tanto las obras corales o refinada, Lydia Mordkovitch parece la solista
poner un pero: Mozart escribió una versión sinfónico-corales, como las tres óperas y sus más idónea: su sonido es recio, vibrante, vi-
de los mismos Conciertos para piano y cuar- numerosas mélodies o canciones) destaca es- talísimo, su técnica le permite burlarse de las
teto de cuerdas. Esta ultima opción hubiera pecialmente y convierte a Poulenc en un terribles dificultades (segundo tiempo del
podido ser más afín con la delicadeza de compositor con un mundo propio, especial, Op. 19). Con Stoika Milán ova (otra de las
Uchida. donde tienen cabida la burla y la ironía, pe- primeras violinistas sin representación dís-
ro también el sentimentalismo y el recogi- cográfica), Lydia Mordkovitch trata el Pri-
P.S.: Las intervenciones de las orquestas miento. Sus poetas preferidos fueron mer Concierto con humor, prefigurando
son distintas en las versiones citadas. Se de- Apollinaire y Eluard, y así lo hicimos cons- Pedro y el lobo; humor que le permite tra-
be seguramente a las ediciones empleadas. tar en un programa de tres horas de dura- tar la «mezcla de cuento de hadas naif y
ción en Radio Dos (marzo de 1986), audaz salvajismo» (Sziget) con infinita su-
P.E. dedicado a las canciones de este composi- tileza.
tor basadas en poemas de tan especial! si mos
vates. Esta selección hace justicia a tal pre- P.E.
ferencia, pero no olvida otros autores bien
MOZART: Pequeña Música nocturna KV amados de Francis Poulenc, como Louise de
525. Serenata nocturna KV 239. Sinfonía Vilmorin (la autora originaria de la Mada-
concertante KV 364. Orquesta Filarmónica me de... Max Ophüls), Louis Aragón, Luise
Lalanne, Ronsard, Cocteau, Valéry y el mis- PUCCIN1: Madama Butterfly. Scotlo, Ber-
de Berlín. Dir.: Karí Bohm. IX G. «Privile- gonzi, Panerai, Si Staslo. Coro y Orquesta
gt» 427208.2 AAD y ADD. 63' 04". MO- mísimo Charles d'Orléans, contemporáneo
de Villon y padre de rey (Luís XII). del Teatro de la Opera de Roma. Director:
ZART: Sinfonías n" 31 «París», n° 40y n" Sir John Birbirolli. EMI 2 CD. CMS
41 «Júpiter». Orquesta Filarmónica de Ber- 7696541. ADD. Duración: 141*»".
lín. Dir.: Karl Bohm. D. G. «Privilege» La selección tiene una lógica considerable
427210.2 ADD 73' 03". como antología-recital, como concierto mo- Ya son varias las Butterfly apa-
nográfico de más que aceptable duración. recidas en CD. La presente, últi-
Karl Bohm ha sido uno de los Los protagonistas son la soprano Felicity ma hasta el momento, es un
grandes directores mozartianos y Lott y el pianista Graham Johnson, que in- registro realizado en 1966, realizado en un
aunque las preferencias persona- vitan en su recital a otros tres famosos, pa- momento en que su director, poco antes de
les de algunos se puedan inclinar hacia otros ra animar una agradable velada. Poulenc morir (1970) se acercó hacia la interpretación
(Krips, por ejemplo), no creo que en el te- visto por ingleses que pronuncian espléndi- operística en disco. En efecto, por esas fe-
rreno sinfónico se puedan poner en duda ni damente parece ganar en intencionalidad y chas, Barbirolli grababa también Dido y
la validez de sus criterios ni los resultados al mismo tiempo en una apariencia de lige- Eneas con Victoria de los Angeles; poco des-
de su dirección, especialmente cuando cuanta reza que hace aún más grande la empresa. pués, Olelto con Jones, MacCracken y
con la intervención de una orquesta como Quienes sólo deseen poseer una selección de Fischer-Dieskau, y puede sumarse aquí, el Ré-
la Filarmónica de Berlín, de la que, junto con canciones de Poulenc deben caer sobre esta quiem verdiano. Y la valoración de esta Ma-
la de Viena, poco a nada queda por decir. oportunidad. A quienes posean el álbum dama Butterfly es preciso iniciarla hablando
Con eslas grabaciones tenemos ocasión de EMI les puede venir bien realizar compara- de la batuta, que da a la partitura puccinia-
escuchar un Mo/art lleno al mismo tiempo ciones, que les garantizamos instructivas. Se na una claridad, frescura e interioridad hasta
de vitalidad y de profundidad, aunque en la trata de un recital sutilmente interpretado a entonces casi nuevas o desconocidas. Habría
Pequeña música nocturna, grabada en 1986 partir de unas piezas que, precisamente, ne- que exceptuar, no obstante, la versión de Ka-
(el resto corresponde a grabaciones muy an- cesita! algo asi. Por cierto, el recital conclu-
rajan de once años atrás, gracias a la labor
teriores) se acusa una excesiva lentitud, con- ye con una pieza ausente del álbum EMI, Les de su protagonista absoluta, del talento dra-
secuencia probable del estado físico en que chemins de l'amour, con texto de Anouilh mático por todos conocido, María Callas.
se encontraba Bohm en los últimos anos de para su comedía Leocadia. Las excelentes versiones anteriores (Angeles-
su vida. -Di Stefano, Angeles-Bjoerling, Tebaldi-
S.M.B. Bergonzi) contaban por el apartado canoro,
En resumen, reedición en discos compac- menos por las batutas, todas de oficio (y de
tos de precio medio, de antiguas grabacio- muy buen oficio) pero de sonoridad orques-
nes, con buena calidad de sonido, recomen- PROKOFIEV: Conciertos para violín Op. 19 tal de telón de fondo. Con Barbirolli la or-
dables para cualquier aficionado a la buena y 63. IjdU Mordkovilch (violín) Srottish Na- questa adquiere un rango de primera línea,
tional Onh futra. [SetmeJárvi.CDCHAN- pero sin jamás ofuscar, postergar al solista.
DOS OÍAN 8709 DDD 47'31. Distribuido Barbirolli, siempre cuidadoso de la narra-
EM.-AM. por Harmonía Mundi. ción, descifra la más mínima gradación, des-
taca el matiz más oculto y consigue una
lectura de un relieve orquestal esplendoro-
El Primer Concierto está conce- so, a la par que hace emerger, teatralmenie
bido como un moderno Concer- vivido, el drama. Digamos, sin embargo, que,
POULENC: Voyage á París. The Méloáies tó Grosso en el cual, poco a por momentos, esto se consigue por medio
ofFrancis Poulenc: Voyage á París, 2 mélo- poco, el primer violín destaca, engarzado en- de una lentitud o una pomposidad que pue-
diesdeG. Apollinaire, Bleuel, Voyage, Ho- tre los instrumentos de la orquesta; necesita de irritar o molestar. No hay cielo sin nubes.
tel, Trois poémes de Louise Lalanne, Teljour una intensa complicidad entre director y so- Tuvo, además, Barbirolli el privilegio de
/elle nuil, Til vois lefeu du soir, Métamorp- lista para traducir este peculiar juego de pre- encontrarse en los estudios con un terceto vo-
hoses, Cotloque, Deuxpoémes de Lois Ara- cisión. Se vuelve a encontrar la misma cal de categoría poco común. Renata Scot-
gón, Priez pour Paix, A sa guitare. Toreador. exigencia en otro plano, el de los cambias to está a medio camino entre Victoria de los
IVOÜJ voulons une perite soeur. Le chemins de atmósfera: lirismo y alegra burla. En el Angeles y María Callas. A la primera se acer-
de l'amour. FeJkity Lo!I, soprano, y miem- Segunda (estrenado en Madrid en 1935), de ca por la latinidad del timbre y la morbidez
bros del SonRmakers' Almanac (Ann Mu- corte más clásico, la relación solista-orquesta del fraseo; a la segunda por la intencionali-
rray, A. Rol fe Johnson j Richard Jackson). es más tradicional: escritos a unos quince dad dramática, La combinación es fascinante
Graham Johnson, piano. HYPKRJON. Tht años de distancia, los dos Conciertos for- y aquí eslá el resultado, donde la soprano,
Songmakers' Alminac Collection. CDA man, sin embargo, un díptico coherente. para añadir virtudes, se encuentra en un óp-
66147. CU DDD. 65:46 ra. Distribuido por
Harmonía MundL Para el Segundo Concierto es posible que
cada uno busque las versiones de sus intér-
Scherzo 57
discos
timo momento vocal. No así en ta realizada lúgubre de evidentes reminiscencias cnaikovs acerca a ella con un serio intento estilístico.
versión de algunos años después, que es me- kianas. Se inserta, aunque en un tono de ma- Malgoire ha pretendido acaso un equilibrio
jor ignorar. E] Pinkerton de Bergonzi es el yor discreción, en la serie de producciones entre su comicidad y la idea de Rameau co-
mejor fraseado de toda la historia del dis- sin fon ico-corales espectaculares para gran- mo clásico. Esto ha perjudicado la dimen-
co. El canto es fluido, de maestro de teno- des masas de ejecutantes que prolifcrarían sión humorística de la comedie-ballet, que
res. La voz, ya se conoce. Hay quien es en Europa en los años anteriores a la Gran en la versión es más bien una ironía un lan-
susceptible de seducirse por timbres más be- Guerra y en las que el lujo y el despilfarro ío seca, los cantantes, en consecuencia, se
llos. Rolando Panerai, fallo de redondez en de medios empleados no siempre estuvieron
en consonancia con los logros artísticos al- han visto obligados a componer sus perso-
los medios, es el gran barítono-arlista (en la najes de una forma un tanto forzada. Sin em-
línea de Gobbi y Taddei) de todos admira- canzados.
bargo, en lo musical el trabajo de conjunto
do. Da una humanidad al personaje insóli- Rachmaninov permanece ajeno al encan-
ta. Eficaz asimismo es la Suzuki de una es magnífico, siendo ésie probablemente uno
tamiento de las campanas místicas de Kilezh de los mejores logros de la carrera de
profesional de la experiencia de Arma di Sta- cuyos ecos y resonancias alumbraron todo
sio. Técnicamente, la grabación es muy buena Malgoire.
un ámbito de distancia y perspectiva en el
¿que más pedir? que se adentrarían Dcbussy y Ravel. El sub- E.M.M.
jetivismo mórbido fin de siécle le abocan a
F.F. sensaciones táctiles antes que luminosas y le
incapacitan para desembarazarse del demo- RAVEL; Bolero. La Valse. Menuet Antigüe.
nio romántico. Daphnis et Chioé, 2'suite. Pavone pour une
PURCELL: The Deum y Jubílate en re ma- Completa el disco la cantata La Primavera en/ante defunte. Alborada del Graciosa Or-
yor. My Hearl is inditing. O sing unto the para barítono, coro y orquesta sobre un poe- questa Filarmónica de Nueva York: Pten*
Lord. They Ihat go down lo the sea in ships. ma de Nekrasov del año 1902 que participa Boulez. CBS Mastenvorbs Pon rail MPK
Praise, the Lord, O Jerusalem. Choir of de la exaltación pasional del Concierto pa- 44846. C U AAD. 65:17 rain.
Chrisl Church Cathedral, Oxford. The En- ra piano n.° 2 de la misma época y los Ibes
glish Conceri. Simón Presión. ARCHIV. Ga- Corvs Rusos Op. 41, una de las escasas obras, El ciclo orquesta] de Ravel gra-
llería (Serie media) 427 124-2 AGA. CD apenas media docena, que compuso después bado por Boulez con la Filarmó-
ADD 6T30". de su emigración a Occidente, y en la que , .__ nica de Nueva York (y el con-
paradójicamente apela a algo que hasta en- curso de la de Cleveland para la Fantasía es-
tonces había dejado de lado, el folklore de pañola y la Alborada) a principios de los se-
Este CD quiere seguramente su país natal, ahora en clave nostálgica. tenta es ya legendario. Nos hemos referido
ofrecer las obras más atractivas a él repetidamente cada vez que reseñába-
del álbum de 3 LP que Archiv La versión de Las Campanas de Kilaien
ko es impetuosa y brillante, un tanto suma- mos algún Ravel, y es que no había otro re-
editó en 1981 de la música vocal de Purcell. medía Como con Debussy o Stravinski,
Tiene el indudable interés de las estupendas ria, sin cuidar los matices necesarios para
traducir la estética decadentista que siempre Boulez dio en el clavo mediante el descubri-
intervenciones del coro y el magnifico tra- miento de lo que antes no era evidente. Bou-
bajo de la cuerda del English Concert. Sin se ha asociado con el compositor. En cam-
bio, Svetlanov, que se ha revelado como un lez es un excelente descubridor de lo que
embargo, Preston no se muestra especialmen- estaba ahí, sin ocultarse, pero que no era ma-
te purcelliano. Su tendencia es a enfocar las intérprete plenamente indentifícado con es-
ta música, consigue una comunión sentimen- nifiesto. Su gran acierto es, quizá. La Valse
obras con una óptica que podríamos defi- más rechinante que nunca, cualidad de ta que
nir como haendeliana. Las interpretaciones tal, que deja en un segundo plano los
problemas técnicos, de todas formas muy participa también su Bolero (aunque, para
son vivaces y se mueve, sin duda, por los cau- rechinar, por ahí está una grabación pirata
ces de un general idiomatismo barroco, pe- bien resueltos, especialmente por un coro so-
bresaliente que dice su pane con un verbo de ambos del maestro Mitropoulos, que corta
ro parece más propio del XV11I que del el aliento). No es necesario extenderse, puesto
XVII. El rutilante servicio integrado por el y una claridad insuperables.
que se I rata ya de un clásico, cuando ape-
Te Deum y el Jubílale es expuesto con toda nas han pasado catorce años de la última de
brillantez, evitándose, desde luego, la vacua ac. estas grabaciones. Limitémonos a recomen-
pomposidad. De la labor solista debe desta- dar este CD a quien no lo tenga, advinién-
carse a David Thomas, por su potencia y mu- dole —eso sí— que la suite segunda de
sicalidad. RAMEAD: Platee. Rivenq, Ragon, Baudry, Daphnis está sacada de la integral de ballet
GardeH, Poultnard, Brewer. Miembros del (puesto que consiste, justamente, en el final
Conjunto Sagilarius. Conjunto Vocal del de la obra), que incluía aquel ciclo, y que la
RMM. Centro Nacional de Inserción Profesional de preciosa Alborada ahora recogida se la di-
Arle Lírico de MarsHIa. La Grande Lcurie rigió Boulez a Cleveland (algo que el disco
el La Chambre du Hoy. Director Jean- no dice, aunque reseña ambas orquestas, sin
RACHMANINOV: Las Campanas. Op. Í5. Cliudc Malgoire. 2 Compactos CBS M2K decir cuál toca qué).
Sergie Larin, tenor; Natalia Mikhailova, so- 44982. 64' 57" y 73' 29".
prano; Vuri Mazurok, barítono; ( o r o s del
Teatro Bolshol de Moscú: Orquesta Sinfó- Diderot afirmaba que la obra de S.M.B.
nica de Moscú; IWr.: Dimilrí Kilaíenko. La Rameau no sobreviviría más de
Primavera, Op. 20 y Tres Cantos Rusos. Op. diez años a su autor. Para nues-
41; Sergei Yakovenko, barítono; Coros Ru- tra fortuna, el gran filósofo se equivocó es- RAVEL; Integral de la obra para piaña Vo-
sos Yurtov y Orquesta Sinfónica de Moscú; trepitosamente y nuestros días ven cómo lumen V.Valses nobles et sentimentales, La
Dír.: Evgueni Svetlanov. LA CHA NT DLJ aumenta la discografia del compositor. Valse, Prélude, Menuet sur le nom de
MONDE LDC 27i 927 CD. Distribuido por Haydn, Jeux d'eau, Fronlispke, Caspard
Harmonía Mnndi. Platee es un curioso ejemplo de comedia
en el marco de las severas reglas de la esce- de la nuil. Begoña Uriarte y Karl-Hermann
na francesa del XVIII, dirigida» a potenciar Mrongovius, pianos. WERGÜ WER
El poema para solistas, coro y or- claramente la tragedia. Lo cómico se intro- 60140-50. DDD 60:57 mns.
questa Las Campanas de Rach- duce en la misma música de Rameau, que
maninov (1913) pertenece a la secunda el argumento mitológico en clave de El dúo formado por la española
época más fecunda del compositor que vio humor con distorsiones, extrañas colocacio- Begoña Uriarte y el alemán Karl-
nacer los 13 Preludios Op. 30, La Liturgia nes de acentos y vocalizaciones estrafalarias. Hermann Mrongovius es bien co-
de S. Juan Crisóstomo, los Eíudes-Tableaux, Se sirve también de la onomatopeya, imitan- nocido de los aficionados a la música de
las 14 Canciones Op. 34, la Segunda Sona- do cantos de pájaros y croar de ranas. La nuestro siglo. En su exigente discografia fi-
ta y la Vísperas Op. 37. Las Campanas, so- obra tuvo un gran éxito en su estreno en Ver- guran auténticas hazañas como una excelente
bre un poema de Edgar Poe traducido al ruso salles en 1745, varios años antes de que La lectura de las Visions de l'Amen de Messiaen
con ligeras modificaciones por fíonstanlin serva padrona desatara la célebre querelle en los anos setenta (Harmonía Mundi) o la
Balmont que evoca cuatro tipos de sonidos des boujfons. Música ricercata (con otras obras) en un dis-
de campana para simbolizar cuatro etapas co dedicado a Gyórgy Ligeti (Wergo, 1985).
de la vida humana, es una verdadera sinfo- De Platee hubo una vieja versión dirigi-
da por Froment en 1956 La actual de Mal- Es probable que sea necesario un dúo como
nía en cuatro movimientos, el último lento éste, tan especialmente compenetrado des-
goire respeta la integridad de la obra y se
58 Scherzo
discos
de mucho tiempo atrás, para hacer frente a Es decir, en este caso estarla fuera de lu- SATIE: Obras pianísticas de juventud. \a\.
un integral de Rave! con las características gar apelar a comparaciones con ravelianos I: Gnosiennes, Petile ouverture a danser,
que pueden deducirse de esta primera entre- de antes o ahora (Casadesus, Perlemuter, Prélude de la porte heroique du ciel, Dan-
ga. Las obras reseñadas pueden indicar al- Samson Francois, Gicseking, Meyer, Cros- sesgothiques. PHILIPS d a s s k s 4 1 2 243-2.
gunas de las intenciones posibles de esla seley, Argerich, Lcfébure, Février...) porqué ADD. 44:06 mns.
integral: dos pianistas, que han formado dúo la opción es completamente distinta, y esta SATIE: Obras pianísticas de juventud. Vol.
desde siempre, acometen la obra para piano opción radica en hacer otro Ravel no revo- ¡I: Ogives. Gymnepédies, Sarabandes. PHI-
solo y para dos pianos o piano a cuatro ma- lucionario, pero sí diferente, donde el cere- LIPS Classks 420 472-2. ADD. 50:00 mns.
nos (e incluso cinco, como en el caso de in- bro, rnás que los dedos, parece querer Ambas: Reinberl de Leeun, piano.
habitual Frontispice) con un concepto desmenuzar los sonidos y tener sumo cuida-
individual, pero repartiéndose las responsa- do en no dejarse traicionar por ese peligro-
bilidades en las obras para piano solo y asu- A principios de esta década que
so utensilio que es el pedal, creador de etéreas ahora concluye apareció un bo-
miéndolas conjuntamente en las restantes. sonoridades de tas de este primer CD rave-
Asi, poi ejemplo, dos de los platos fuer- nito álbum de tres LP con la
liano. Tal vez futuras entregas nos permitan Obra pianística de juventud de Erik Salie.
tes de este recital. Valses y Gaspard. son in- extendemos con mayor perspectiva sobre una
terpretados, respectivamente, por Mrongo- Estos dos CD que reseñamos son, exacta-
integral que, de momento, consigue inquie- mente, los dos primeros LP de dicho álbum,
vius y TJriarte Las obras son demasiado di- tarnos.
ferentes en [re si como para advertir simili- que había sido grabado entre 1977 y 1980 por
tudes. Pero es el tercer plato fuerte, la versión el excelente pianista holandés, y gran anima-
para dos pianos de La Valse, la que sirve de dor de música de cámara, Reinbert de Leeuw.
S.M.B. Salie es un compositor menor y lleno de en-
unificación de criterios. Al mismo tiempo,
el recital —precisamente con estas tres gran- canto. Es menor si lo comparamos con al-
des piezas— nos coloca frente a una de las gunos de los gigantes mayores que él, como
RAVEL: Bolero y Rapsodia española. CHA- Cesar Frank o Ernest Chausson, o contem-
características de Ravel, sobre la que hemos BRIER: España. FALLA: El amor bruja
hablado en este revista (SCHERZO n." 8, do- poráneos, como Claude Debussy, del que al-
Orquesta de la Suisse Romande dirigida por guna vez se pretendió maestro (sin duda
sier Ravel, III años): en Ravel la imrumen- Ernesl Ansermet. Solista: Marina de Gaha-
tación es la obra; una transcripción, además, azuzado por el revoltoso Jean Cocteau cuan-
raín. DECCA 417691-2 I X . Duración: 60.08 do aquello de Los Seis, en una época en que
no siempre es posible. En Gaspard es invia-
ble por la pura inexistencia de dimensión Debussy ya no podía defenderse). Ese encan-
horizontal, puesto que el acorde y lo verti- to es algo tan innegable como fácil de en-
cal son todo en ella. En cambio, es perfec- Entre 1957 y 1966 dirigió Anser- contrar, precisamente, en sus piezas de
tamente plausible en Valses nobles el met estas versiones de música di- juventud montmartroise. La opción de Rein-
sentimentales, pero el discurso de la versión recta o indirectamente española. bert de Leeuw es poco ortodoxa: crea un cli-
orquestal —por la especial paleta de Ravel— Cabe decir que la toma original es ejemplar- ma sonoro de cierta tensión, mórbido y muy
la convierten en algo distinto, y no sólo por mente límpida y equilibrada, lo cual permi- íntimo, a fuerza de pedal y de sonoridades
la mayor disponibilidad de medios en la or- te recuperarla con trucos digitalizantes y sostenidas. Por ejemplo, sus Gnosiennes es-
questa, sino por el especial y decisivo senti- obtener un resultado espléndido. tán en las antípodas de las de Samson Fran-
do del color raveliano. Esto se advierte aún Ansermet asistió a la creación de algunas (ois, alejadas éstas del romanticismo,
más en las piezas para piano a cuatro ma- de estas páginas y ayudó a difundirlas en tie- tomadas como piezas nerviosas, agitadas.
nos o para dos pianos, donde la acumula- rra de infieles, cuando ello suponía riesgos Reinbert de Leeuw, en cambio, les concede
ción sonora podría hacer esperar una mayor de escándalos. Recordemos su labor de líder una parsimonia langoureuse. pero el resul-
igualdad o equiparación con los efectivos modernista al frente de la APO de Buenos tado es francamente hermoso y digno de
sinfónicos. Pero sucede precisamente lo con- Aires en la década de los veinte. aceptación. Como sucede con su Ogives, por
trario, y para comprobarlo basta con escu- poner otro ejemplo, que se convierten en una
Sus lecturas, ya en sus años de madurez, especie de domésticas marchas fúnebres; o
char ambas versiones de Ma mere l'Oye no pueden ser más interesantes. Ante la li-
(ausente de esta primera entrega) o de Lo Val- con las de Gymnopédies, donde se fuerza un
nea que privilegia el sensualismo del color tanto el lempo habitual. En general, de
se. Encontramos en este CD, precisamente, (imbrico y la atmósfera de embriagante va-
una desacostumbrada versión de esta obra Leeuw huye del Satie juguetón y humorísti-
porización sonora (Monteux, Munch), An- co; no lo hace romániieo, pero si muy apro-
decisiva, dramática y, sin embargo —como sermet escoge un Ravel más calvinista.
siempre en Ravel—, distante sin ser fria, ele- piado para la escucha en soledad, o en escasa
basado en un desbrozamicnto intelectual de y dilecta compañía, sobre todo los días de
gante sin amaneramiento, entrañable sin la compleja textura de la orquesta, con una óp-
identificación subjetiva. Y, en mi opinión, lluvia. Pido excusas, pero prefiero no borrar
tica diáfana y honda de los planos instru- lo anterior. De alguna manera hay que ex-
uno de los grandes aciertos de las lecturas mentales y en un sutil subrayado de los nudos
de Uriarte y Mrongovius es, precisamente, presar esta manera tan distinta de attordar
armónicos, lodo ello sostenido en un exqui- al Satie pianístico, algo tan diverso a lo que
la fidelidad a estas premisas, a este modo de sito tratamiento de tos ritmos, basado en una
entender a Rave! que se encuentra en los pro- hicieron Aldo Ciccolini o Jean-Joél Barbier
diferenciación constante de las formas diná- en los años sesenta, o France Clidat al mis-
pios pentagramas del músico, no siempre micas y en un montaje adecuado de las me-
manifiesto, pero sí presente como exigencia mo liempo que R. de Leeuw, por no referir-
lodías correspondientes. Ansermet opta por nos al humorístico fervor de los mismísimos
insoslayable. La opción de Uriarte- la austeridad y la inteligencia, huyendo de
Mrongovius parece incluso demasiado cura- Février, Poulenc, Aune e incluso Milhaud.
todo colorismo obvio y de cualquier espec- Algo tan diverso, sí, y sin embargo, tan lle-
da de énfasis, en la propuesta de un Ravel tacul andad.
considerablemente depouillé, acaso producto no de (otro tipo de) encanto.
de su gusto por la música contemporánea, Recomendable, en especial, es la lección
en especial por aquella que tiende hacia la del Bolero, no sólo por el paciente juego del
abstracción o hacia lo inefable, como era el volumen que crece, sino por las inflexiones A estas dos entregas les falta aún olra pa-
caso de las dos grabaciones citadas al prin- variadísimas que se diseminan a los i ni ru- ra completar aquel álbum: en ella tendrán
cipio. No es tampoco un Ravel pianística- men los solistas y las matizaciones de la ba- que estar las Sonneries de la Rose+ Croix,
mente virtuoso, pero sí tremendamente se rítmica. La página se convierte, de mero las Piécesfraides, la Priéde y los Quatre Pré-
cerebral, donde, por ejemplo, parece preten- ostinato bailable y crecendo de volumen, en ludes. En resumen: recomendable si no se te-
derse la ruptura en determinado momento un ejercicio de variaciones sobre una escue- me errar por la vía de la heterodoxia y, desde
de las propias danzas (los valses en aquellas ta forma dada. luego, si interesa este repertorio menor donde
dos piezas), en una especie de aplicación — destaca, por la propia calidad de la suite, la
acaso ajena a los propios intérpretes— del Falla aparece como un ironista y un pa-
rodista del ftamenquismo del café-conceri, serie de Gnosiennes del primero de estos
efecto V brechúano a una música que ya es dos CD.
distante de por sí, arrebatándole deliberada- servido con una gracia orquestal constante-
mente lo entrañable en una especie de aná- mente inventiva. Ansermet no lo traduce al
lisis implacable y sin concesiones francés ni lo oscurece con fastidiosos pate- SM.R
(especialmente en Valses nobles). tismos andaluces de pena negra. El suyo es
un Falla lujoso y divertido, dentro del cual
intenta subsistir la modestísima señora de
Gabaraín.
B.M.
Scherzo 59
discos
SCHUBERT: Obras completas para piano, SCR1ABIN: Sinfonía n." 3 en do menor op. por el de esa lucha que, a pesar de denomi-
yol. 1. Cilbert Scbuditer. TUDOR, 3 CD 43, «Poema Divino». CHAIKOVSKI: Ro- narla agonal, tiene poco que ver con el mo-
744/46 ADD 64' 14", 65' 58" y 66' 13". Dis- meo y Julieta, Fantasía—Obertura. Orquesta delo griego, donde lo ritual, a pesar de la
tribuido por Harmonía Mundí. de Filadelfia: Riccardo Muli. EMI CDC 7 tentación naturalista del periodo de culmi-
491152. CU. «8:41 mns. ÜDD. nación de la tragedia (Eurípides, el gran en-
Segundo de los cuatro volúmenes frentador...), impedía el pathos según lo
que componen esta edición de ta Scriabin: uno de esos nombres entendemos nosotros (y que no tiene nada
obra completa para piano de que, sin que nadie les niegue su que ver con la catharsis teorizada por Aris-
Franz Schuben. Que yo sepa, es la única pu- importancia, no parecen incor- tóteles). Y si uno de los problemas a la hora
blicada en disco compacto y, de ser asi, en porarse plenamente a los repertorios sinfó- de interpretar el Scriabin orquestal es el de
ello radicaría su único interés, puesto que el nicos, a pesar de que deberían pertenecer a equilibrar aquí o allá según la opción —
pianista G. Schuchter hace una interpreta- ellos por pleno derecho, sobre lodo ahora puesto que Scriabin es desmesurado y de una
ción un tanto cuadriculada, inexpresiva y con que nos acercamos a los cien años de la com- incoherencia vital que constituye un atrac-
escaso; matices. La sucesión de las diferen- posición de sus obras orquestales. Aparecen tivo, pero que precisa una redefinición—,
tes obras obedece a un criterio de orden al con cuentagotas las obras de este extraordi- Muli consigue una especial lógica donde hay,
parecer aleatorio, y así escuchamos entremez- nario y tardorromántico compositor, acaso sobre todo, tragedia —es decir, dramática
cladas danzas, sonatas y variaciones, lo que, frenadas por el conservadurismo esencial de consecución de un destino, en este caso so-
en cierta medida, alivia un poco la monoto- esa institución omnipresente y de futuro no noramente anunciado desde esos graves acor-
nía de la interpretación. Quizá sea mejor es- garantizado que es la orquesta sinfónica. O des iniciales del metal que, recurrentes,
perar a la publicación de otra grabación de se renueva la orquesta o muere. Y para re- reaparecen y se muestran esplendorosos y he-
la integral a cargo de un pianista más acre- novarse tendría, primero, que echar mano de roicos, justo en el final de! primer
dilado y, mientras tanto, conformarse con la ese repertorio ya casi secular en que se en- movimiento— y también ese desgarramien-
obra incompleta, pero mejor interpretada. cuentran nombres como el de Scriabin. Re- to patético que le emparenta con el Chaikovs-
cuperados hace tiempo Bruckner y Mahler, ki de la obra con que se empareja en este CD.
hace veinte años escasos (cuando Brahnn Si esto es válido para las Lutles (primer mo-
RL.-A.D. empezaba a dejar de ser raro en nuestros pre- vimiento) también lo es para lo que podría
cisos pagos), la insititución se muestra re- ser un remanso (las Voluptés), cuyos tensos
nuente, desconfiada, prudente... Al principio interludios no consiguen aliviarnos la espe-
de esta década, cuando apareció el ciclo ra, y menos aún para el apotesis fija] (Jeu
Scriabin de lnbal con Frankfurt, comentá- Divin), especie de Ascensión; esto es, los dos
SCHUTZ: Musikalische Exequien, Op. 7. movimientos finales, que no llegan en total
Motel. Camicum b. Simeonis. MONTE- bamos en Ritmo que el suyo era uno «de los
nombres destinados a oírse a menudo en el a la duración del primer tiempo. Nos encon-
VERD1: Madrigales (Selección Libros I. VII, tramos, pues, ante tina lectura más dramá-
VIH y IX). Solistas vocales. Ensemble Ma- gusto de los aficionados frente a lo manido
de los programas». Ahora sabemos dema- tica, más teatral, que la de lnbal, y más
drigal (dir.: Stoyan Kralev). Coro de ni Sos próxima —pero en otro idioma— a la de
Bodra Smyana. Orquesta de Cámara Solis- siado bien que los problemas de las orques-
tas sinfónicas, a modo de árboles, son Svetlanov, autores ambos de ciclos scriabi-
tas de Sofía. Dirección: Vassil Kaiandjiev. nianos que acaso habría que reconsiderar con
FORLANE UCD 16546. UDD. 70'45". Gra- muchos, demasiados, y que no siempre —
casi nunca— dejan ver el bosque del reper- entusiasmo. Por no referirnos a uno de los
bación en directo realizada en el marco del ¡estamentos de Kondrashin, que tuvo tiem-
Festival Internacional de Sofia 1985. Distri- torio. Los aficionados son muy culpables,
por conservadores y miopes. Los programa- po de grabar con la Orquesta de Concertge-
buido por PDI. bouw de Amsterdam esta misma Sinfonía en
dores, por poco audaces. Y eso que no esta-
mos en Estados Unidos, donde el repertorio una versión modélica, precisamente, en equi-
Nos hallamos ante una grabación es archiconservador, como su público, sus librio.
HOnilJIlBH
de resultados muy contradicto- instituciones, sus patrocinadores, sus volan-
rios entre sí, hasta el punto que tes, su dinero. Es igual. No siempre se da la
uno no sabe si desaconsejar al lector su ad- imaginación que preside esle recomendabi- Es preciso destacar desde el principio al-
quisición o bien alentarla. Por un lado está lísimo disco: un Chaikovski, nombre taqui- gunas versiones ejemplares del Romeo y Ju-
la versión de un puñado de Madrigales de llera donde los haya, pero con un título no lieta de Chaikovski: Munch. Dorati,
Monteverdi, en unas interpretaciones clara- demasiado habitual, un Scriabin para remo- Sanderling... y, desde luego, Svetlanov. Si el
mente a evitar, transcritas para voces blan- vernos de la modorra. temperamento es semejante, el clima musi-
cas, en las que no se respetan ni la escritura cal es distinto. Decididamente, Chaicovski es
original —en tanto lo concerniente a las vo- más ruso, porque Scriabin era cualquier co-
ces adultas como al continuo— ni su agili- El emparejamiento es, en mi opinión, es- sa menos nacionalista. Conociendo a Muti
dad rítmica, ni incluso en ocasiones —y eso timulante. Enfrentar ambas obras a un mis- podemos comprender que pocas obras le van
es aún más grave—, su integridad. A este res- ma tiempo puede demostrarnos que no hay tan bien como ésta, por su desarrollo a par-
pecto podemos recordar la versión de Ogni diferencia, al cabo de tantos años, enlre el tir de acontecí miemos extramusicales de ca-
amante e guerrier(Libro VIII, núm 6), que pathosde Chaikovski y el agón de Scriabin. rácter lírico-dramático. Su lectura es
se nos presenta cercenada lamentablemen- En el Poema Divino, Scriabin ha dejado mesurada, con una preparación ejemplar que
te. Por favor, para los Madrigales de Mon- atrás sus gustos puramente líricos (típicos motiva y conduce la acción hacia los esta-
teverdi, diríjanse a las versiones de Raymond también de buena parte de su espléndida llidos progresivos que precipitan el drama
Leppard y e! Glyndebourne Opera Group obra pianística) para plantear auténticos poe- contenido en música tan decididamente pro-
(Philips, no sé si pueden encontrarse ya en mas sinfónicos de carácter agonal: auténti- gramática.
compacto). cas luchas, enfrentamientos, disputas con
dimensión cósmica. Es una época demasia- Pero, además de Muti, nos encontramos
Por otro lado, están las piezas sacras de do avanzada de esle visionario, pretencioso, aquí ante una de las mejores orquestas del
Schütz, en las que se muestra digna de aplau- místico, iluminado, profeta, exaltado, que en mundo, la de Filadelfia, de una capacidad
so la labor del Ensemble Madrigal, no sólo realidad fue uno de los últimos románticos, de definición y contraste realmente inhabi-
por la calidad de voces, sino por la natura- odiado por un Stravinski por razones no sólo tual, algo especialmente importante en obras
lidad y rigor estilístico de que hacen gala. personales. Como él quería, aún sigue sin ser donde los citados estallidos suelen ocultar-
A este respecto, las lecturas del Monet y el por completo comprendido casi cien años se entre aparentes remansos, que no por en-
Canlicum se revelan como ejemplares; ejem- después. Contra lo que él creía, sigue sin serlo gañosos han de confundir a quienes no los
plar es también el trabajo del bajo continuo a pesar de constituir el último paso de un traducen en sonido.
y correcta la de los solistas vocales. Lo me- romanticismo periclitado. Cuánto del pasa- Un disco, en fin, de enorme nivel, a con-
jor, pues, que podemos decir a favor de este do no hay en el Poema Divino, cuánto del dición de que nos reconozcamos con ese re-
compacto es que grabaciones con música de pasado no nos podía contar una obra cómo pertorio que, nos lo preguntamos, quizás esté
Schütz no aparecen lodos los días... ésta de estar más a menudo en los atriles de más vivo por el atrevimiento de los melóma-
Como sucede en otros compactos del se- las somnolientas instituciones sinfónicas. nos y la respuesta del disco que por la capa-
llo Forlane, en el presente brillan por su cidad gestora de los directores sinfónicos y
ausencia los textos de las obras interpretadas. ¿Por dónde se decanta Muti a la hora de las orquestas de todos los países.
traducir a Scriabin a tíñales de los ochenta?
JaR.R Lógicamente, dado su carácter dramático, S.AÍ.fl
60 Scherzo
-discos
SZYMANOWSKI: Rey Roger. Harnasie. Meditación, el Canto elegiaca el Vals a cinco Entre las dos guerras un males-
Coro y Orquesta de la Opera Nacional de tiempos conservan todo el potencial emoti- taren la civilización fue percibi-
Varsovia. Directores. Mieczy&law Mierzcjewv vo del compositor. Nadie (salvo algunos crí- do por creadores como animales
ki y Bohdan Wodiozku. Cruhadones: 1965. ticos) sabe cómo hay que interpretar: todos - -se dice— antes de un cataclismo telúrico.
OLYMPIA 2 Campados OCD 303.591 y esperamos, sin embargo, una interpretación Obras de Hermann Broch, André Bretón,
47'54". Distribuido por Discobi. AAD. distinta cada vez. Entonces ¿por qué no en- Shostakovich (su Cuarta), Vaughan Williams
cargar a Angela Brownridge una grabación (su Cuarta) fueron creadas en estado de es-
Esta grabación original de la ca- de los tres Conciertos de Tchaikowsky? Quie- pera de lo innominable. En la historia de la
sa polaca Nagrania agí upa las nes hayan disfrutado, perversamente, de es- interpretación, la versión (1938) de la Nove-
dos obras escénicas más impor- te disco, estarán esperando el próximo, na de Mahler por Bruno Walter (CD EMJ)
tantes de Karol Szymanowski, la ópera Król ¡temblando! es el ejemplo más terrible. La angustia, sien-
Roger i Rey Roger) y el ballet Harnasie. Aun- do abstracta, parece más insostenible que en
que próximas temporalmente, las dos crea- obras creadas durante la bestialidad en mar-
RE. cha {A Chité ofour time de Típpett, Sépti-
ciones responden a maneras estilísticas
diferentes del compositor La ópera expresa ma de Shostakovich...) o después {War
el gusto por la inspiración griega, con un len- réquiem de Britten). La cantata Dona No-
TCHAIKOVSKY: Sinfonía n." 6 en Si me- bis Pacem, creada paralelamente a la Cuar-
guaje musical entre el exotismo y la acepta- nor, Op. 74, «.Patética». Francesco da Rimi-
ción de la influencia impresionista. Harnasie. ta sinfonía participa de la opresión sin causa:
ni, Op. 32. Philharmonia Orcheslra. el clima de irrealidad está perfectamente
por el contrario, desarrolla una estilización Director Cario María Ciulini (Op. 32). EM1
del folklore nacional polaco, tal como transmitido por Edith Wiens y Brian Ray-
CDZ 7 626903 2, compacto A D R Duración: ner Cook, sin efecto, con distancia inocen-
Szymanowski pudo conocerlo por su estan-
cia en Zakopane. Volviendo a Rey Roger, te, como sí nadie supiera nada.
apenas puede exagerarse su significación his- 7I'3O". Grabaciones: junio de 1959 en la
tórica. Se trata de una de las cuatro o cinco Kingsway Hall de Londres (Op. 74) y octu- Los Cantos místicos y la London
óperas más importantes de este siglo. El !o- bre de 1969 en los Abbey Road Sludios en Symphony son contemporáneos y anterio-
gio musical corre pareja con la gran carga Londres (Op.32). Productores: Walier Leu- res a las obras citadas. La integración de ele-
filosófica y estética que propone (de ahí que ge y Ronald Kinloch Andersnn. Ingenieros mentos populares con su frescor y misterio
sea tan lamentable la ausencia de libreto con de sonido: Douglas Lartery Alien Stagg. Ib- evocan, con una melancolía más soportable,
el texto de esta edición). Sobre un libreto de procesado a digital: 1989. Serie económica. las cosas amadas que aún están y —se
[waszkiewicz y el propio compositor, se plan- intuye— no van a durar mucho; de las co-
tea la dicotomía fundamental del ser huma- Espléndido disco. La Patética sas que cambian cuando se las está miran-
no, que toma aquí varias formas: fue uno de los grandes logros do, y cuya voz se vuelve extraña. Algo de
apolíneo-dionisi'aco; cristiano-pagano; de Cario María Giulini en los esperanza se percibe a través del tono seguro
razón-irracionalidad, pero no puede ser ex- estudios de grabación, a años luz de la que y justo del barítono, mientras el director trata
presada sólo por una de ellas. este mismo maestro hizo anos más taide para la sinfonía con ternura e infinita nostalgia.
la Deutsche Grammophon pare estrenar la Estas cosas amadas eran aún cotidianas
titularidad de la Filarmónica de Los Ange- cuando Barbirolli (con Hallé) las interpre-
Cerca de un cuarto de siglo después de ser taba con alegría urgente, y Boutt (LSO) con
grabadas estas versiones mantienen su valor les. La intensidad y pasión puestas en jue-
go, unidas-a un talante viril y profundamente pasión latiendo debajo de una británica
de punto de referencia para las obras. No se rudeza. P.E.
traía sólo de que ésta sea una edición que emotivo, hacen de esta lectura una recrea-
respete el idioma polaco (hay una en alemán) ción francamente insuperable. Puede haber
para la ópera, sino de que en ella se respira otras aproximaciones distintas e igualmen-
entendimiento por el mensaje del autor. Hay te válidas (recordemos a Mravinsky o Mar-
verdad dramática y el extraordinario colo- kevitch, por citar dos ejemplos considerados VKRDI: Messa da Réquiem. Pnce, Bjorling,
rido de la orquesta del polaco es desatado definitivos en estos pentagramas), pero és- Elias, Tozzi. Singverein der Gesellschalf der
libremente. Trabajo global de las voces más ta, insistimos, permanece en la memoria des- Muhikfreunde Wien, Filarmónica de Vtena.
que aceptable, con sensacionales intervencio- pués de la primera audición y ya no se borra. Friu Reiner. Qualtro pezzi sacrí. Yvonne
nes de Hiolski (Roger) y Dabrowski (arzo- En cuanto a Francesco de Rimini sucede otro M¡ilion. Los Angeles Master Chórale. Hlar-
bispo). La dirección de Wodiczko de Harna- tanto: el temperamento fogoso y apasiona- mónka de Los Angeles. Zubin Media. DEC-
sie nos proporciona una expresionista, ruda do de Sir John Barbirolli cuadra a la perfec- CA. 421608-2. ADD. Duración: 136*03".
y brillante realización de la partitura. ción con esta música, y habría que acudir a
algunos registros de Leopold Stokowski pa- Entre digitales y reediciones van
ra encontrar algo parecida Disco extraordi- ya rondando la docena de versio-
E.M.M. nario, en definitiva, muy bien grabado y nes que de la obra verdiana (in-
procesado y, encima, a precio reducida Aña- mensa, genial) se pueden encontrar en so-
damos que esta nueva colección enconómi- porte compacto. La que presenta ahora Dec-
ca de EMt denominada Láser tiene en su ca en su serte económica Ovation (serie,
TCHAIKOWSKY: Diez y ocho piezas para haber algunas joyas, como el Peer Gym de
piano Op. 72. Angela Brownridge. CD HE- dicho de paso, donde la marca inglesa se ha
Grieg dirigido por Barbirolli, que oportuna- volcado con registros de verdadero interés en
LIOS HYPERION CDH 88029 Tipo de gra- mente serán comentadas desde estas mismas
bación sin precisar. 68'57. todos los campos de la música) puede con-
páginas. siderarse de las más conseguidas. Sobre to-
do por el equipo de cantantes, cuya
¡Perversa Angela! Estaba escu- importancia en !a obra no precisa detención.
chando este disco sin haber po- Bjórling, nada más atacar el Kirie ya acre-
dido encontrar las partituras, y E.P.A.
dita que nos hallamos ante el Tenor que ne-
en un momento de distracción —encender una cesita la obra. Grabada un año antes de
pipa— me pareció que la pianista estaba to- fallecer el cantante (1959) el tenor es un de-
cando a Satie. Un poco inquieto, lei más de rroche de pasión, estilo y belleza de instru-
cerca los títulos de las obras. Algunos, co- VAUGHAN WILLIAMS: Dona Nobis Pa- mento. Leonlyne Price, sensual y arrolladura,
mo Tiernos reproches, L'espiegle (la respin- cem. Cantata para soprano, barítono, coro con unos pianissime memorables, a pesar de
gona). Pasado ton i ano. Un poco di y orquesta. Cinco Cantos Místicos, para ba- algunas tosquedades propias de la intérpre-
Schumann, Un poco di Chopin... pueden en- rítono, coro y orquesta. Edlth Wfens (sopra- te, logra una prestación sobresaliente, a años
lazar con algunos títulos de Saiie y hasta con no), Brlan Rayncr Cook (barítono), The luz de su colaboración con Sol ti unos años
algunos Preludios higiénicos de la mañana Londun Philarmonic, Londos Philarmonic más tarde, en RCA. Sólo en Libera me la zo-
de Rosíini. Pude por fin encontrar las par- Choir. Briden Thomson. CD CHANDOS na grave de la voz aparece un tanto descolo-
tituras; Angela Brownridge locaba las notas CHAIS 8590 DDD. 56*36". rida. Ni la mezzo, Rosalind Elias, ni el bajo,
tal cual, y muy bien. La opción interpretati- Giorgio Tozzi, tiene la categoría de la pare-
va de la pianista (el uso de la metáfora) pie- .4 London Symphony (n.° 2). Concertó ja anterior. Menos dolados vocalmente, re-
senta considerables ventajas de suspensión:
acerca dos relaciones lejanas y justas. Que Grosso para orquesta de cuerda. Th* Lon- sultan, sin embargo, por simpatía quizás,
don Symphony Oches™. Bryden Thomson. brillantes y convenientes.
los amantes de la tradición no se asusten: la
CD CHANDOS CHAIS 8629 DDD. 64*40".
Scherzo 61
discos-
La Filarmónica de Viena y el Coro de transporta a otros mundos, a otros senti- SIR ADRIÁN BOULT DIRIGE A WAG-
Amigos de Viena son los elementos de la ca- mientos. En este sentido, es un verdadero NER: Volumen 1: El Ocaso de ¡os Dioses.
tegoría areh¡sabida que siempre sobresale, ejercicio espiritual. Tannhaiiser y Tristón e Isolda. Orquestas
aunque las bal utas, a veces, actúen en su con- No podemos acabar esta corta reflexión Landon Philharnuinic > New Philharmonía.
tra. No es aquí el caso con el húngaro- sobre el disco que comentamos sin referir- EM1 CDM 7-63120.2 ADD 68' 52". Volumen
americano Frisz Reinen Reiner apuesta por nos al trabajo que nuestro compatriota Jordi 2: Maestros Cantores, Lohengrin, Holandés
la visión contrastada dinámicamente y por Savall está haciendo con su nuevo conjun- Errante, Walkiria, Si&frido e Idilio de Sig-
la lentitud (a menudo exasperante) de tem- to. La Capella Reial de Barcelona, con el que fndo. Orquestas New Philarmoni», Ixindon
pi. Sin perder, empero, fuerza y tensión la ya ha conseguida dos prestigiosos premios Philharmonic y Loados Siophonv. EM1
obra, pero sí, en momentos, emoción. Es una internacionales para su grabación de dos mi- 7-43121.2 ADD 68' 39".
lectura, en general, escéplíca o racionalista, sas de Joan Cererols, y con el que actualmen-
pero respetable. En el plano técnico, las vo- te prepara obras de Victoria. A ver si, de una Edición en serie de precio medio,
ces aparecen en ocasiones un poco en segun- vez por todas, en España podemos presumir con una buena calidad de graba-
do plano. de coros, como lo hacen en Inglaterra. El ca- ción, de dos compactos que se
Como propina, y siguiendo el ejempio de mino recorrido, aunque corto, es promete- pueden adquirir por separada Se trata de
otras ediciones del Réquiem, se completa ésta dor. Mientras tanto, discos como el dirigido grabaciones realizadas originalmente entre
con las 4 piezas sacras, en irreprochable ver- por Híll son imprescindibles, J.C.C.A. lósanos 1971 y 1975. reeditadas ahora coin-
sión, registrada en 1970. cidiendo con el centenario del nacimiento de
este excelente director británica
F.F.
Fragmentos orquestales de pasajes de las
WAGNER: El holandés errante. Hans Hol- óperas de Wagner en versiones muy cuida-
ter, bajo-barítono (Holandés); Georg Hann, das lanío en la diferenciación de los planos
VICTORIA: Responsorios de ¡¡nieblas. Co- sonoros como en la belleza del sonido, diri-
ro de la Catedral de Weslminsler. Maestro bajo (Daland); Victoria Ursuleac, soprano
(tenia); Louise Wilkr, contrallo (Mary), Karl gidas con una gran inspiración, especialmen-
de la música: David HUÍ. HVPtRION CDA te en los momentos líricos y que, indudable-
6*304 DDD. Duración: 76' Distribuido por Oslerlag, tenor (Krik). Coro y Orquesta de
la Opera Estatal de Munich. Director: Cíe- mente, son recomendables para cualquiera
Harmonía Mundi. y muy especialmente para los que son inca-
meos krauss. KODOLPHfc PKOÜUC-
TION5 RPC 32515, 1 disco compacto ADtt paces de librarse de sus prejuicios sobre la
Es difícil encontrar en la histo- Duración total: 2 h. 24 M. Grabación: Mu- duración de las óperas de Wagner, para los
ria de la música española obras nich, 1944. Distribuida por Harmonía amantes de la ópera sin voz y para los que
que puedan superar la calidad de Mundi. prefieren el café sin cafeína.
los 18 responsorios de tinieblas reunidos en
esta grabación. Es difícil encontrar en la his-
toria de la música universal una música tan Otro acontecimiento discográfi- EL.-A.D.
buena y, desgraciadamente, tan poco cono- co en un solo compacto de do-
cida como la de Victoria, del cual a menu- ble duración (el sonido es
do sólo se sabe el nombre, pero nada de su prácticamente igual que el publicado por el
obra. Es difícil comprender la razón por la
que nuestros grandes polifonistas sólo se gra-
sello Laudis en dos compactos, o sea, que
la elección no deja lugar a dudas a pesar de
RECITALES
ban en Inglaterra, y también es difícil enten- que en el disco que comentamos se tenga que
der la causa por la que en el Reino Unido escuchar la primera mitad de la ópera por
la música de Victoria, o de Lobo, o Guerre- un canal y la otra por el otro). La grabación CANTATAS BARROCAS ALEMANAS
ro, o Vivanco, o Morales, o muchos otros, procede de la radio del Reich y el sonido es (VOL. III): obras de Schein, Tunder, Bu* te-
hace furor, y aquí solamente tienen público aceptable para la época, apreciándose en se- hude y anónimas. Creía de Reyghere. Agries
cuando hay conciertos gratis en alguna igle- guida la labor de conjunto conseguida gra- Mellon y Ricercar Consorl. RIC ERCAR
sia. El Coro de la Catedral de Westminster cias a la extraordinaria capacidad de director RIC 046023. DDD. Duración: 58' 37". Dis-
ha hecho ya varias grabaciones de Victoria lírico de Clemens Kraus, quien consigue, ade- tribuido por Harmonía Mundi.
(muchas de ellas comentadas desde estas mis- más, de la orquesta un instrumento idóneo
mas páginas con similares muestras de al- para reproducir olas, vientos, mar embrave-
borozo por parte del critico correspondiente), cido, canto de marineros, etc. Y no sólo eso, La pequeña discográfica france-
y todas ellas han tenido un gran éxito en to- también acompaña a sus cantantes ayudán- sa Ricercar cada vez está hacien-
do el mundo. Nos llega ahora la úitima con doles a delinear sus personajes (olía vez la do grabaciones más interesantes,
los Responsorios de tinieblas obra funda- sempiterna pregunta: ¿Quién podría hacer acercándose además a repertorios apenas fre-
mental en la producción del abulense, y parte hoy algo asi?, ¿Carlos Kleiber?... ¿Y cuán- cuentados. Excelentes intérpretes, muy buena
de su monumental Oficio de Semana San- tos más?...) La respuesta a esta pregunta se música, estupendas tomas de sonido, etc.,
la. No es ésta la única grabación de los Res- hace francamente difícil si la aplicamos a son algunas de sus credenciales. En esta oca-
ponsorios (hace algunos meses nuestro Hans Hotter, el Holandés por antonomasia sión nos traen el tercer volumen de cantatas
compañero E.M.M. comentaba la de Pro y el máximo atractivo de esta grabación, barrocas alemanas (los dos primeros estaban
Cantione Antiqua y Bruno Turner), pero co- quien con sólo 35 años se encontraba en la dedicados a casi los mismos autores que los
mo la interpretación es tan buena, poco im- fecha de grabación de este registro en la ma- escogidos ahora, aunque el segundo volumen
porta este detalle. No tiene mucho que ver, durez vocal e interpretativa idónea que re- fuera un monográfico Buxtehude).
desde luego, con el registro impresionante de quiere el personaje wagneriano (para el lector Como era de esperar, las obras contenidas
Turner (que, por cierto, apadrina, por así de- interesado en el tema le sugerimos la lectu- en este compacto están en su mayoría teñi-
cirlo, a este Coro de Wesiminster, e incluso ra del articulo de Ángel F. Mayo en el n? 590 das por la melancolía y la tristeza que mar-
las notas de la carpe!illa y la edición de la de la revista Ritmo). El resto del reparto bas- can tos acontecimientos de una honda
música son suyas), ya que las fuerzas emplea- cula entre lo notable (Georg Hann, Luise Wi- belleza, de una gran nobleza también, cua-
das son bien diferentes (voces masculinas 11er y Karl Ostertag) y lo discreto tirando a jadas de simbolismos que resaltan los tex-
adultas en Pro Canlione, coro con niños y flojo (Victoria Ursuleac mujer del director tos (silencios, suspiros, notas alargadas
adultos en este caso), pero sí hay coinciden- musical de este registro y otra excelente can- cuando se habla de descanso del cuerpo, tré-
cia en lo fundamental: en la intensidad, en tante, pero que en la fecha de este retrans- molos de la cuerda para indicar temor o du-
la maravillosa expresividad del coro, el más misión ya estaba en franca decadencia). da, y tantos otros).
latino de los ingleses. Voces bonitas y fres- Interpretación excelente, en definitiva, con
cas, lógicamente sin la afinación de The Ta- un sobrecogedor Hans Hotter y una esplén- Las interpretaciones son magníficas. Greta
llis Scholars (voces mixtas adultas), pero si dida dirección de Clemens Krauss. Es, sin du- de Reyghere, que ¡leva la pane fundamental
muy cercana, de timbres muy atractivos y pe- da alguna, uno de los puntales básicos en la de ¡a grabación, canta de manera intensa,
nen trames en los niños, de gran capacidad discografía wagneriana de todos los tiempos. sentida, sin rebuscamientos ni artificialida-
dramática. Hay algunas imperfecciones (los El disco se acompaña del libreto con el tex- des. Podríamos decir que su voz transmite
niños no son máquinas, aunque sean ingle- to alemán, sin traducción y sin estudios. todo lo humano que hay en esta música, con
ses), pero el ambiente general de! registro nos extraordinaria facilidad para empaparnos
con la tristeza a la que nos referíamos. No
ERA. tiene significativas dificultades esta solista en
62 Scherzo
discos
sus intervenciones, ya que está dotada de una y Paul Myers. Reprocesado por Ray Moo- estiliza ciertas giros de folklore georgiano,
voz flexible, aunque quizá» algo menos dúctil re 1988. Precio media a los que se somete a manipulaciones distor-
en los graves. Agnés Mellon canta a dúo con sionantes con resultados muy atractivos.
ella en dos de las piezas, y lo hace también Dentro de este ano, concreta-
a gran altura, sobrada de medios y técnica,
con voz exquisitamente bonita. El conjunto
mente en el próximo mes de oc- ac
tubre, dedicaremos el dosier de
instrumental es refinado, estilísticamente per- nuestra revista a los más grandes pianistas
fecto, y en las ocasiones en que se requiere contemporáneos y, obviamente, no podrá fal-
especial virtuosismo de la cuerda allí están tas Vtadímir Horowítz, uno de los más ex-
los companeros de Franjáis Fernández, su traordinarios creadores de timbres que el
director, para hacer constar su sensibilidad piano haya conocido. Este magnifico álbum
y capacidad. Disco, pues, muy recomenda- recoge los conciertos del pianista ruso en el
ble, tanto por la belleza de la música como Carnegie Hall después de doce años de
de las interpretaciones. ausencia de los escenarios de concierto; y.
aparte de su paleta tímbrica riquísima, Ho-
rowilz nos demuestra que posee todas las
J.CCA. cualidades que deben poseer los grandes det
teclado: mecanismo en grado superlativo,
sentido del ritmo, claridad de exposición,
control de intensidades, buen fraseo, ímpe-
LESSONS SOR THE LYRA-V1OLL. Obras tu, delicadeza, ataque justo y excelente sen-
anónima j de Corkioe y Ferrabosco. Jordi tido de la construcción. Pero donde brilla
Savall, lyia-viol di Paul J- Reichlin, basada particularmente el (alentó de Horowitz es en
en una de John Rose, 1598, y viola da gam- las diabólicas y dificilísimas piezas de Scria-
ba. Barak Norman, Londres, 1697. <¿raba- bin: escúchese la endiablada Sonata n.° 9.
ción: abril, 1979. ASTREE E 7750. CD de insuperable ejecución. En fin, hasta que
AAD. SS'IO". Distribuido por Harmonía volvamos sobre el tema digamos que este ál-
Mandi. bum es merecedor de todos los elogios po-
sibles, muy por encima del recientemente
La iyra-viol es un instrumento de grabado por el pianista ruso para Deutsche
la familia de las violas, de regis- Grammophon, Buen sonido, con ligero so-
tro bajo, que alcanzó una enor- plido de fondo pero sin molestar. Comenta-
me popularidad en Inglaterra durante el si- rios en tres idiomas (castellano excluido).
glo XVII. Buena prueba de ello es la abun-
dantísima literatura que le fue dedicada y
también las múltiples posibilidades de afi-
nación —se conocen nada menos que unas E.P.A.
sesenta— que indican la amplitud de su prác-
tica. Estéticamente, las páginas de música MÚSICA RUSA PARA DÚO DE CUER-
que alimentaron la vida de lyra-viol recorrie- DA: Slraviuki, Suite Italiana. Gllére, Ocho
ron toda la gama, aspecto que queda bien piezas para violín y cello Op. 19 Cherepnin,
reflejado en este disco, desde el lado popu- Dúo para violin y cello, Op. 49. Prokofiev,
lar y algo grueso de la anónima Bag-pipe tu- Sonata Op. 56. Eleonora Turovby, violín y
ning a las danzas de elaborado contrapunto Yuli Turovsky. cello. CHANDOS, CHAN
de Ferrabosco. 8652 CD. Distribuido por Harmonía MundL
Savali se ha acercado a este mundo como
gran gambisia que es. No ha pretendido pro- Eleonora y Yuli Turovsky, intér-
fundizar en el estilo, la sonoridad y la técni- pretes de origen ruso afincados
ca particulares de la lyra. El resultado, con en Canadá, tienen una discogra-
todo, es de una innegable belleza sonora. La fía ya extensa en calidad de solistas y al frente
intensidad expresiva en las danzas lentas, la de la orquesta de cámara 1 Musici de Mon-
vitalidad en las rápidas y una tremenda ener- trasl. Aquí nos proponen un excelente reci-
gía desplegada en la Bag-pipe inicial, son al- tal con predominio de obras y autores
gunos de los puntos más destacables de su infrecuentes. Sonido generoso, entusiasmo,
actuación. Si embargo, no puede quedar sin fácil comunicabilidad, su principal virtud es
señalarse que Savall deja de lado las infor- hacer interesante una sucesión de piezas para
maciones que sugieren que la lyra-viol se ta- una combinación atipica adobada por una
ñía muy verosímilmente con una arcada más ingeniería de gran calidad que resalta la pre-
prolongada. De igual modo, las danzas que sencia de los dos instrumentos. Luego los en-
d músico catalán toca en pizzicato, consi- foques son más discutibles. En la Suite de
guiendo unos instantes muy hermosos, es Stravinski, un arreglo para violín y cello de
cierto, si bien nos demuestran la proximidad su Pulcinella. la traducción a base de una
de esta música a la de laúd, aplican de for- sonoridad demasiado opulenta con amplio
ma desmedida un efecto que los intérpretes vibrato se aviene mal con el sarcasmo seco
de la época dosificaban seguramente mucho, y sin sentimentalismos del original, que que-
siendo impensable su uso para todo un mo- da así demasiado lejos, También se cargan
vimiento. las tintas expresivos sobre una partitura vol-
cada al pasado como las Ocho Piezas de
Gliere. en la que, sin embargo, el plantea-
miento está más justificado. En la obra de
E.M.M. Prokofiev, arreglo para violín y cello reali-
zado por David Oístrakh a partir de la So-
RECITALES DE VLADIMIR H O R O nata para dos violines Opus 56, el sonido
WITZ en d Carnegie Hall de Nueva York. redondo y denso no hace justicia a su ace-
Los conciertos históricos de 1965. 1966 y rado ascetismo que en cierto, sentido abre el
1968. Obras de Bach-Busoni, Chupín, De- camino de la nueva simplicidad iniciado en
bos&y, Havdn, Horowilz, ljsz(, Moszkows- 1932, en vísperas del retorno definitivo del
ki. Mozart. Scarialti, Schumann y Scriabin. compositor de la URSS. Tal vez lo más inte-
CBS Masltrworks M3K 44681, álbum de 3 resante del disco se dé en el Dúo de Cherep-
discos compactos ADD. Duraciones: 7O'S4", nin. en el que la acritud colorista del lenguaje
73'49" y 68'35". Productores: Tilomas Frosi
Se berzo 63
- discos-
ESTUDIO
DISCOGRAFICO
64 Scherzo
libros
Scherzo 65
-la guía de scherzo-
66 Scherzo
dosier
La música en torno a
la Revolución Francesa
La loma de La Bastilla.
68 Scherzo
la revolución Francesa
iran-le-Rond
D'Alembert Retrato de J.J. Rousseau por Maurice Quentin de
• firmado I atintr.
i'iir
Maurice
Quentin
líe Lalüur,
1753.
Schcrzo 69
dosier
plirse en el campo de la ópera, con el reencuentro con la pa- de su siglo era mejor o peor que la pasada, que cabía, en úl-
labra, amputada de un mismo cuerpo común. Rousseau no tima instancia, aplicaf la idea del progreso a la música?
es consciente —o no le concede importancia— de la contra- Las actitudes de !os enciclopedistas frente a la Historia fue-
dicción de que haya de ser el supremo artificio artístico de ron muy diversas. A Rousseau simplemente no le interesaban
la ópera el medio para la recuperación de la pureza natural. las supuestas \erdades que podían desprenderse de su examen,
Como Diderot, el ciudadano de Ginebra piensa que la mú- en un gesto intelectual muy suyo de rechazar todo aquello
sica pertenece a la emoción y no al intelecto. Por eso el fran- que perjudicase a sus opiniones. En general, la ilustración no
cés es condenado como idioma no musical, favorecedor del niega la Historia, pero cree que el pasado es un conjunto
grito y no del canto (Lelire sur la musique Jran^aise). Argu- monstruoso de errores causados por la debilidad de la razón.
menta que su condición lo capacita más para la expresión tic D'Alembert defiende la necesidad de estudiar ese pasado co-
razonamientos que de sentimientos. Toda música que sea na- mo el único medio de conocer al hombre. A su lado, Con-
tural será un canto (en el Dktionnaire de Musique, Rousseau dorcet y el mismo Diderot creen sinceramente en la idea del
identifica la composición con el «arte de inventar y escribir progreso. Todos, salvo Rousseau, contemplan con optimis-
cantos»), una melodía, en suma, que imite los movimientos mo el futuro de ¡a Humanidad.
del habla. La armonía, esa «invención gótica y bárbara», al La conciencia del progreso afecta por igual a la música.
carecer de modelo en la naturaleza, no tiene cabida en este La vemos expresada en las palabras iniciales del Traite de
esquema mental. Las complejidades del contrapunto le pare- L'Harmonie de Rameau. Ciencias y artes forman parle de un
cen «estupideces de un tipo que el oído no puede soportar todo impulsado en w conjunto por la fuerza de la razón. Nos
ni tu ra/ón justificar". Más ¡iiin: el Dntiniituwv ilc \/ÍI\/I/IÍI'
("¡udadanos
¡ untando
la
WarsellesQ.
Scherzo 71
dosier-
Festivales neoclásicos
VJossec, llamado el Tirteo de la revolución, fue el más pro-
h'fico autor de himnos revolucionarios, todos ellos escritos a
partir de noviembre de 1793. Los mejores de ellos nos recuer-
dan el viejo neoclasicismo de la reforma cíe Gluck, lo que es
perfectamente lógico, ya que en los festivales dirigidos por
Festejos patrióticos el pintor David, entre el enterramiento de Voltaire y Termi-
dor, los vestidos y los emblemas de la antigüedad clásica, fue-
Ejste tipo de himnos revolucionarios fue interpretado en di- ron la característica predominante. Pero ¡a noble simplicidad
versos festejos, tanto de París como provincianos, dedicados de Gluck se transforma con la revolución en un relajante op-
a celebrar el triunfo de la revuelta. Así, desde 1790, la gente timismo. Este es el estilo que predomina en el Chaní du 14
pudo escuchar y participar en una gran variedad de himnos dejui/let, que se constituye como el prototipo de himno re-
<ie Gossec, Mchul, Cherubini y muchos otros, cuyas partitu- volucionario, incluso para la propia Marsellesa.
ras eran distribuidas gratuitamente y en las que con un acom- Quizás de mayor ambición fueron las contribuciones que
pañamiento más o menos elaborado la escritura era
fundamentalmente para instrumentos de viento.
Una directiva gubernamental de enero de 17% dispuso que
La Marsellesa y otros himnos fueran cantados en todos los
teatros antes de alzarse el telón. Pero cantar espontáneamen- Rouget de Lisie
te era lugar común en cualquier clase de reunión política o
social. Las canciones más populares de la época fueron: Ah,
(a irá (1790), IM Marsetlaise (1792), La cormagnole (1792),
y la Marsellesa
Veilions au saiul de l'empire de Dalayrac (1792) y Chant du
départát Méhul(l794). No menos de 1.300 canciones se com- 1™ acido en Lons-le-Saulnicr (l-ranco Condado) en 1760 y muerto
pusieron, o fueron más o menos arregladas para la ocasión, en Choisy-Le-Roi, cerca de París en I83fi, Claude Joseph Rou-
entre los años 1798 y 1803. Además, muchas de estas cancio- get de Lisie ha pasado a la historia como el autor de la canción
revolucionaria por excelencia, es decir, l.a Marsellesa. Habien-
nes se incorporaron a piezas escénicas, estilizadas represen- do oído decir por casualidad a Dieirich, alcalde de Estrasburgo,
taciones de acontecimientos públicos o militares. Asi ocurrió que era lamentable que los jóvenes soldados no luvieran ningún
con L'offrande á la liberté de Gossec (1793), ¡M journée du canto patriótico a cuyos acordes pudieran marchar, pasó la no-
¡0 aoüt de Roben o Kreutzer (1792) y La pame reconatssante che del 24 de abril de 1792 ocupado en componer la letra y la
de Candeille (1793). música de una canción destinada a ese fin, ayudándose con su
propio violín en la composición de la melodía. La canción fue
C. Pierrc en Musique executée auxfétes nalionales de la cantada por el alcalde al siguiente dia y fue adaptada rápidameme
revolution franfaise (París, 1893) cuenta hasta 86 programas para banda militar, tocándose en la reí isla del siguiente dia. Dos
de festivales entre 1790 y 1800 en los que se incluían himnos meses más larde fue cantada en un banquete patriótico en Mar-
revolucionarios, así como las celebraciones anuales del día de sella Provocó tan gran entusiasmo, que se imprimieron nume-
La Bastilla (14 de julio), del 10 de agosto de 1792 y del adve- rosos ejemplares para entregar a los voluntarios que iban a partii
hacia Paris. Impulsados por esa canción, «realizaron la asom-
nimiento de la República {22 de septiembre de 1792), o cere- brosa ha/aña de atravesar Francia, arrastrando consigo sus ca-
monias especiales, como el reenterramiento de Voltaire en el ñones, a la velocidad de dieciocho millas por dia, en lo más cálido
Panteón el 11 de juüo de 1791, o con ocasión de grandes vic- de un tórrido verano y sin detenerse durante casi un mes. No hay
torias militares, funerales de personalidades y de mártires co- ejemplo de lal esluer/o en la historia de la guerra» (Hillaire Ue-
mo Bara y Viala, o el festival Robespierre del Ser Supremo lloc). i.os voluntarios marsetleses entraron en París cantando esa
el 8 de junio de 1794, y más tarde los festivales bajo el direc- canción y a sus acordó se dirigieron a Las Tullerias el 10 de agos-
to, la mañana del dia en que la valiente Guardia Sui/a era ani-
torio: el 9 de Termidor, dedicados a la agricultura, a la ju- quilada y Luis XVI y María Antoniela eran obligados a refugiarse
ventud, al matrimonio, etc.. en el Parlamento.
También cabe destacar, aun cuando en número más limi-
tado, los festivales e himnos organi/.ados por los realistas y
los moderados: así, en enero de 1795 la canción de Caveaux
Le revéil du peuple fue entonada por los Blancos, para ser G.Q.LL.O.
proscrita un año después por el Directorio. Entre 1790 y 1795
72 Scherzo
lo revolución Francesa
a los himnos revolucionarios reaiizó Cherubini, como suce- dez real, encontraban la manera de convertirla en algo ridicu-
de con L'Hymne au Panthéon (1794) y Hymne fúnebre sur lo por el modo de contar sus hazañas y por los adornos gro-
la morí du genera! Hoche (1797); también son desiacables tescos que añadían a la verdad. Así, por haber —no sin gran-
Hymne a la raison (1795) y la Scéne patriotique de Le Suerur des pérdidas— tomado el cuartel de caballería de la calle
(1794). Oíros compositores que escribieron himnos de esia na- Babylone, se creían en la obligación de decir con una serie-
turaleza fueron: Beron, Devienne, Girousi, los hermanos Ja- dad digna de los soldados de Alejandro: Estábamos en la to-
din, Manini y Pleyel. ma de Babylone. La frase conveniente habría sido demasiado
Dos cántalas de grandes dimensiones encargadas por Na- larga; por lo demás se la repetía (antas veces, que su abrevia-
poleón dieron fin a la era del himno revolucionario: Cham ción se hacia necesaria. ¡Y con qué solemnidad pomposa y
naiional du 14 juillet 1800, de Méhul, para tres coros y tres con qué acento circunflejo sobre la "o" articulaban el nom-
conjuntos y Chant du premier vendemiarie de Le Sueur, pa- bre de Babylone! ¡Oh, parisinos! ¡Farsantes gigantescos, si
ra cuatro coros y cuatro conjuntos. Ambas se ejecutaron en se quiere, pero desde luego, giganlescos farsantes!...
Los Inválidos. ¡Y la música, y los cantos, y las voces roncas con las que
Héctor Berlioz, nacido en 1803, y que en sus primeros años resonaban las calles! Hay que haberlas oído para hacerse una
vivió las inmediatas consecuencias de la Revolución, descri- idea apropiada!»
be en sus Memorias una jornada en la que es fácil adivinar
el ambiente en que se cantaron los himnos revolucionarios: Gerardo Queipo de Llano Onaindía
«... Por fin el 29 me encontré libre, y pude salir a vagabun-
dear por París, con la pistola en la mano y con la Santa Ca-
nalla hasta el dia siguiente. Nunca olvidaré la fisonomía de BIBLIOGRAFÍA
París durante aquellas célebres jornadas: el valor temerario
de la chiquillería, el entusiasmo de los hombres, el frenesí de H. Berlioz: Memorias. Tomo I. T&urus 1985.
las mujeres públicas, la triste resignación de los Suizos y de C. Pierre: Memoires defétes et ceremonies de la Revotution Fran-
la guardia real, el singular orgullo que experimentaban los caise. París 1899.
C. Pierre: Les hymnes el les chansons de la Revolution. París 1904.
obreros al verse, según decían, dueños de la ciudad, y sin em- C. Hughes: Musk of the French Revolution. Londres 1940.
bargo, no robar nada; y las espeluznantes fanfarronadas de The new grove dktionary of musk and musicians. Tomo XV. Mac-
algunos jóvenes, que después de dar prueba de una intrepi- Millan. Londres 1988.
La música en la primitiva
República francesa
La República francesa de 1848 no se mostró tan generosa con no, correspondía al 19 de febrero hasta el 21 de marzo). Fiesia
el arte músico como su predecesora la del 93. Esta, además de de la soberanía del pueblo. Poesía de Boisjolin, música de Catel.
crear y organi/ar el Conservatorio de música, tuvo durante cier- 5.' Dia 10 de Germinal (séptimo mes del calendario repu-
to tiempo a sus inmediatas órdenes varias orquestas y coros que blicano, comenzaba el 21 de marzo y terminaba el 19 de abril).
tocaban y cantaban hasta en las sesiones de la Asamblea. Según Fiesia de la Juventud. Poesía de Parny, música de Cherubini.
se lee en el Monlior de aquella época, las sesiones eran algunas 6.* Dia 10 de Floreal (octavo mes del calendario republica-
veces interrumpidas para que los músicos de ¡a república toca- no; desde el 20 de abril hasta el 19 de mayo). Fiesta de los espo-
sen himnos patrióticos, y cuando se había camado bastante se sados. Poesía de Ducis, música de Méhul.
volvía a tratar y discutir los asuntos. Si como en el caso presente 7.* Día 10 de Prarial (se estableció desde el 20 de mayo al
se abusaba del arte músico, también se sabía hacer un uso más 19 de junio). Gran solemnidad para el reconocimiento del Ser
acertado. En todas las solemnidades, ya tristes o alegres, vemos Supremo. Poesía de Meheraut, música de Cheruhini.
aparecer la música siempre. Así escribió Mehul su Chant du dé-
pari, cuando la creación de los catorce ejércitos; el Chant du re- 8." Día 10 de Mesidor (décimo mes del calendario republi-
lour después de la victoria, y Cherubini su magnífica música cano; empezaba el 20 de junio y concluía el 18 de julio). Fiesta
fúnebre para los funerales del general Hoche. de la agricultura. Poesía de Meheraut, música de Lesneur.
9.' Dia 26 de ídem. Aniversario de la toma de la Bastilla.
Cuando la abolición del culto católico, se compuso un gran Poesía de Chénier, música de Gossec.
himno para el reconocimiento del Ser Supremo. Esta eran fiesta 10.' Día 9 de Termidor (undécimo mes del calendario repu-
que debía repetirse una vez al año no podía reemplazar a todas blicano, desde el 19 de julio hasta el 17 de agosto). Aniversario
las fiestas suprimidas, con cuyo motivo se insiituyeron otras va- del 9 de agosto. Poesía de Chénier, música de Méhul.
rias que proporcionaron a los compositores la ocasión de escri- 11.' Día 23 de ídem. Aniversario del 10 de agosto. Poesía
bir himnos, cantatas, etc. El restablecimiento del culto católico de Chénier, música de Catel.
no dio lugar a que se publicase la colección de todas esas pie/as 12.' Día 10 de Fructidor {último mes del calendario republi-
de música y apena*, si existe en el día algún ejemplar. cano. Daba principio el 18 de agosto y concluía e! 16de septiem-
Como apuntes interesantes para la historia del arte ponemos bre). Fiesta de la Ancianidad. Poesía de Arnaut, música de
a continuación la lista de aquellas composiciones y la época en Lessueur.
que debían ejecutarse. 13.' Día 18 de ídem. Aniversario del IB Fructidor. Poesía
1.' Dia I de Vendimario (primer mes del calendario repu- de M música de Cherubini.
blicano que empezaba en 22 ó 23 de septiembre y concluía el 21 Además de estas fiestas fijas, había también un himno parti-
ó 22 de octubre). Himno para el aniversario de la fundación de cular para cada una de las tres grandes épocas de la vida del hom-
!a república. Poesía de Chenier, música de Manini. bre, y eran:
2.' Día 2 de Pluvioso (quinto mes del calendario republica- El himno del Himeneo. Poesía de Ginguené, música de Piccini.
no; comenzaba el 20 de enero y terminaba el 18 de febrero). Ani- Ídem del Nacimiento. Poesía de Meheraut, música de Catel.
versario del justo tasugo (palabras textuales) del último de los Ídem de la Muerte. Poesía de Legouvé (no llegó a componer-
reyes. Poesía de Lebrun. música de Jacinto Jadin. se la música).
3.' Día 12 de ídem. Plantación de los árboles de la libertad.
Poesía de Maheraut. música de Grétry.
4.' Dia 30 de Ventoso (sexto mes del calendario republica- La Zarzuela, 19-1-1857
Scherzo 73
XXXVIII Festh
29 JU1
MIEMBRO DE LA A
AVANCE DE
Día 23 ClmuBro de l i Catedral 9 nocht CAMARCO: Jardinn del Ayuntamiemo EMuriídasI AGRUPACIÓN CORAL DE PAMPLONA
DIABEI.LI-TRIO lASTRO-URDIALES: Caslillo Ocharan, csulo JOSÉ IUIS ESLAVA, flirecior
WILLY t-KElVOUEL. flauta naciónalisia-hisioriciMa. Ule&ia Sania María, \ Música de amores del siglo XX. XXV Aniversario &
ENRIQUE SANTIAGO, viola XVI t'apilla-Pantfón del Marques de Comillas. ARTURO UUO VITAL.
SIEGFR1ED SCHWAB, guitarra ENMEDIO REINOSA, Colegiala de Sin Ptdra do
Día 24 P l a n Ponteada 10J0 iraehr l'trvalos. S. X I I I . Iglesia de San Scbaslian. MÚSICA MEDIEVAL t N El. CAMINO DE
LAREDO: I g l c a de Nira. Sra. de la Asunci«fl, 1 SANTIAGO.
BAI-l.ET DF.l TEATRO I I R U Ó
NACIONAL XIl-Xlll.
LAREDO^ lalcia Nlre. Sra. de Laias NEGRO SPIRITUALS Y GOSPEL SONCS
M A t A PLISETSivAVA. directora arlislica
IOS CORALES DE BUE1.NA: Sanluano de Nlra. Salm.'. UAKKbl SISIERSL1Z McCOMB/GREGC
BARRA/MENDELSSOHN: Hoja de
Sra de las Caldas, s. X V I I . HUNTER
álbum
PFTIPA IVANOV/HERTEL: La filie mal NOJA Iglesia do San Pedro Mnca ('olíanles. Palacio
XXV ANIVERSARIO DE ARTURO DÚO VITAL
gardéc di I marques de Albaicfn
POTES: Monasterio de Samo Toribio de Liébana, s.
THE SCHOLARS
DUATO/CHAVEZ. Sinfonía india KVM AMPS. soprano (Oalalea». ANGUS DAVIDSON,
ALONSO/BIZET-5CHEDRIN. (.aunen XIII
contrarenor (Damón) ROBÍN DOVEPON. lenor
-tiite SAN VICENTE DE LA BARQUERA: Ruinas del
lAcis). DAVID VAN ASCH. ha¡o (F\>liTemo)
Convenio de San Luis. s. XV. Iglesia de Sania
•Ha 25 AsamMei Regional de Cantabrin. Clauslrcí I H E SCHOIARS BAROcJUE ENSEMBLE
Mana de los Angeles, s. VIH.
Q noche IRMGAR» SCHA1 LER, violin I W l l 1 IAM
SANTILLANA DEL MAR: Cianuro de la Colegiara
CE.SUA1.LIO tONSORT AMSTERDAM THORPE. violin II LESLIE SHRIGLEY-JONES.
de Sama Juliana, s. XII Torre de Don Borja.
BARBARA BORDEN, »oprano noloncello. JAN SPENCER. conlrabajo ROBÍN
Fundación Saniiltana
YVONNE BENSCHOP. toniraltu CANTER, Oboe I. RO*ENA ELLIS. Oboe I I .
SANTONA: Iglesia de Sania Mana del Puerto, s. X I I .
SIMÓN SCHOUTEN. contra t í ñor NANCY ¡1ADDEN, flauía CHRISTOPHER
TOHREI.AVEliA: Iglesia de la Asunción.
MICHIEL TEN HOUTE DE LANGE. STOKES, continuo.
UDALLA: Iglesia de Sama Marina, s. X111-
tcnur HAENDEU Acis y Gilalea
HAKRY VAN DER KAMP, bi)o
Múska del Renacimiento y Contemporánea MARCOS H I S T O H I c m D[. CANTABRIA XIX CICLO ESTIVAL DE MÚSICA CORAL Y DE
KERSTENS: Crudclc acerba. Obra ÓRGANO SANTUARIO DE LA BIEN
ení argO- THESCHOLARS APARECIDA
KASTNER. Funz Epigrammc von Angela KYM AMPS. soprano |Anai|. ANOUS PAV1PSQN. 16 jul to-27 agwto
Sllestus Obra encargo conlraicnoi (Ariasl. ROBÍN DOVETON, lenoi EXPOSICIÓN KS
JUAN ALFONSO GARCÍA: "Tres poemas (E«angel«ia). DAVID VAN ASCH, bajo (Jesús)
JANE I LINCE, soprano (Sirvienlaj. MARK JUAN NAVARRO BALDEWEli Cámara de Comercio.
amorosos», de GERARDO DIEliO.
TUCKER. lenor (Anas y Siervo). PAlll 29 julto-15 agosto
Obra encarar* hslreno absoluto
PARFITT, bajo (Arias. Pedro y Pílalos] THE AGUSTÍN DE CEI.IS: Museo Municipal de Bellas
Día 27 a m u r a de la Catedral ID JO noche SCHQI ARS BAROIJUfc bNSfcMBI.b Artes, agosto
Recital PINCHAS ZUKERWAN, nolin IRMGARD SCHALLER, violin I. W1LLIAM JOSÉ RAMÓN SÁNCHEZ: Museo Municipal de
MARZC NEIKRUU piano THOÍPK, nolin I I . SUSAN B1CKNALL. viola. Bellas Arles, agoslo
STRAVINSKI. BEFTHOVFN, ERIN HEADLEY. iunirabajo. ALAYNE LESLIE. MANOLO MOMPO Tfctfos i, 18 julio ) septiembre
S i H U M A N N . ENESCO oboe I. ROWENA ELLIS. Oboe I I . NANCV UN SIGLO DESDE EL ATENEO: Elposición 75
l i l i 21 Pbza Porteada 1SJ0 noche HEDDEN, naula. FRANCÉS EUSTACE. lagol. aniversario-Palacete del Embarcadero. 20 agos!o-l£
Ururtde Messe des Morís 'fíeqweml. de ANDRFW I.AWRENCF-K1NC. coniinuo septiembre
BEMLtOZ BACH. La Pasión según San Juan, BWV 1U INSTITUCIONES
ORQUESTA NACIONAL [)E ESPAÑA
AYUNTAMIENTO DE SANTANDER
ORFEÓN DONOSTIARRA Rccual PABLO CANO, forlepiano
DIPUTACIÓN REGIONAL DE CANTABRIA.
JOSÉ ANTONIO SAÍN?, director toro HAYDN. MOZART, BEETHOVEN.
Consejería de Cultura
RAI-AE1 FRUHBECK DE BURGOS,
MINISTERIO DE CULTURA: Instituto Nacional de
director CANTABILE la* Arres Escénicas v de la Música
IHa 2 ! M i n n MgnidMl í r Bella* Artes • [arfo RICHARD BRVAN, conlralenor. STEWART ASAMHI FA REGIONAL DE CANTABRIA
Encuenda ton. RAFAEL FRLIHBEC'K CO1.LINS, ltnor. PAUL HULL, lenor.
M l t H A E L STEFFAN, baniutio. ANPY READ. PATB(M INAIH1BES
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SAINZ piano BANCO SANTANDER
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IHE U1NDOS SVMPHONY (.AMPRA. PI.ANYAWSKY. I-RANCAIX. BARCENA MAYOR
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Día 31 Plaza P n n i n d l l o j * norbf C'anlo {¡re^oiiano
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MICHAEL TUSÓN THOMAS. dirctlor coniraienor. MICHIEI TEN HOUTE DE ti RANA DA
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bemol mayor Música del Renacimiento y Contemporánea
BRUCkNER Sinfonía n f l h en la mayor KERSTENÍ> trudelr acerba. Obm emarga. Olicina del Festival: Atda. de Calvo Soldó, l i , !."-
MARCOS HISTÓRICOS KASTNER: Fun/ FpiBramme von Ángelus 19002 SANTANDER Apartado de Correos 621.
DE UANIABHIA Silcsius. Obra emtrfo. JUAN ALFONSO Tils.: (9421 21 OS 0», 21 03 45. )1 »í 19 y 31 48 SJ
GARCÍA1 nnTres poema», amorososr,. d i Télev 1ÍS22 degr e
AMPUERO: Santuario de la Bien Aparecida. •>. XVIII. GERARIX) [JlEíiO Obra encargo. Eureno Wefaj. l»42) 31 47 67.
BARCENA MAYOR: Plaia absoluta O5caius de Información de Santander y Cantabria.
-dosier-
76 Scherzo
la revolución Francesa
fenor claman que aquello es una herejía. Pero clamen lo que qui- leitando, y para la redacción del mismo se inspiró fundamental-
sieren, que el juez supremo y único de la Música es el oído. Si mente en las fuentes francesas, como en el poema de Francisco
ta música agrada al oído, y agrada mucho, es buena y bonísima; Antonio lífevre, Música Carmen (París, 1704), las Reflexions
y siendo bonísima no puede ser absolutamente contra las reglas, critiques sur la peinture el la Poesie del abate Du Boss (1719)
sino contra unas reglas limitadas y mal entendidas. Dirán que y la obra de F. Raguenet Parallele des ilallens el des franjáis en
está contra arte, más. con todo, tiene un no sé qué que la hace ce qui regarde la musique el les operas (La Haya, 1737). En el
parecer bien. Y yo digo que ese no sé qué Poema La Música, Iriarte reconoce a
no es otra cosa que estai hecha según Ar- Francia la primacía en el ámbito de la teo-
te, pero según un arte superior a) suyo». SSS$ffÍS5;.ÍSfi£SÍ'/.-J; ría de la Música, citando expresamente a
El P. Feijoo se convierte en la gran auto- Mersenne, Sauveur, Burette, Nivers, Blain-
ridad intelectual del siglo XVIII, y la di- ville, Rameau, D'Alembert, Rousseau, Se-
fusión de sus escritos influyó en los rré, Roussier, Bal I ¡ere, Mercadier, Jamard
teóricos más avanzados de nuestro siglo y Bethizy. Es ésta una de las pocas obras,
XVIII, como es el caso de Antonio Ven- '^MANIFIESTO junto con algunos ensayos musicales de
(ura Roel del Rio, quien en su Institución ¡¿S CAUCO Feijoo, que fueron traducidas al italiano,
Harmónica (1748) defiende el nuevo es- «Tv^f; QUE HAZF, francés, alemán e inglés.
tilo galante y la música italiana, apoyán- I I K I LLM.t N T I LN L\ Dentro de los estrechos limites de este
dose en la autoridad moral de Feijoo y en MÚSICA. trabajo, no debemos olvidar la aportación
aquella parte de sus escritos más progre- S1^ ,\ 1.OS1 ONÍ11 ri'VIKH 1 N LA realizada por las Sociedades Económicas
sista. En oiro manuscrito de igual lilulo, 1
>1'í OlULimK.l Ul,.,(>,);,I,,. de Amigos del País, especialmente por el
fechado en 1766, defiende que «las reglas S^ conde de Peñaflorida, el marqués de Na-
Y AL1J5MI vil (K.liUl-.LVTAN
que hay para componer con perfección las •Cv1 .luí:. I.IM-. , ,1Vi.ü.nlotnlr». lij.r. rros y Manuel Ignacio de Altuna, recien-
obras de música unas miran a la harmo- ilt.i 11,.. i ,U
^-» ,^.,^1 i\V\\ 1I.11.U .U-Ini r>iii|ih»
• .IMI'rhlIU llttliít^
temente estudiados por Jon Bagues. Estos
nía y otras a la propiedad; fundadas las ,|M|H- WL.. ,«,/>,, ilustrados españoles, a los que habría que
de Harmonía en la experiencia de que el añadir otra amplia relación de nombres,
* - * •í" • • • • - •
oído, juez supremo de las consonancias •*•
*•*
entre los que destaca el de José Cadalso,
y disonancias (el subrayado es mío), ad- eran buenos conocedores de las obras de
mite gustoso las composiciones hechas en Rousseau y los enciclopedistas. Al propio
virtud de dichas reglas; y las de propie- /. -•,'T.LI T u -
Rousseau dedicó Feijoo la Carta Impúg-
dad en que asociado el oído con el enten- fftTífit nase un temerario que pretendió probar
dimiento, aprueba estas mismas composi- ser más favorable a la Virtud la Ignoran-
ciones como razonablemente adecuadas al asunto para que se cia que la Ciencia (1753), aunque en su concepción estético-
hacen o disponen». musical está muy próximo al ginebrino. Por otra parte, el Dic-
También Antonio Rodríguez de Hita, el renovador de la zar- tionnaire de Musique, de J. J. Rousseau, tuvo amplia difusión
zuela española junto con don Ramón de la Cruz, justifica su im- en España, como se demuestra por el hecho de la facilidad con
portante tratado titulado Diapasón instructivo (1747), apoyándose que se puede encontrar en nuestras bibliotecas. A pesar de ser
en Feijoo, cuando escribe que «las reglas que doy en este escrito Rousseau un autor prohibido en España por la Inquisición, las
(...) (no) pueden comprehenderse todas las ocurrencias y cami- estratagemas para hacerlo pasar hicieron posible su difusión en
nos de la fantasía, porque en ésta y otras facultades, el acierto nuestro país. En algunos ejemplares de esta obra que he mane-
«depende no sólo de reglas estudiadas (son palabras precisas del jado, el nombre de Rousseau es concienzudamente tachado, mien-
Eruditísimo Feijoo), pero, aún más, de cierta delicadeza del jui- tras que en otros, los propietarios optaban simplemente por
cio, cierta perspicacia genial que no puede explicarse en precep- recortar el nombre, eliminándolo limpiamente. Otro de los tru-
tos ni trasladarse al papel». En dicho tratado, considera inútil cos empleados era el de hacer desaparecer las páginas de la por-
la enseñanza del Contrapunto, tal como ocurría en la Europa tada en las que figuraba el nombre del autor. Así, en la Biblioteca
ilustrada de su época. de Catalunya hay un volumen que contiene todos los escritos mu-
El libro, que mejor recoge la influencia ilustrada en nuestros sicales de Rousseau con el título Pieces sur la Musique, que al
intelectuales del siglo XV11I que se ocupan de la música, es el no presentar por parte alguna el nombre de su autor, Pedrell lo
de Gaspar Molina y Saldívar, marqués de Ureña (1741-1806), ti- incluye en el apartado de «Varis», en su Cataleeh de ¡a Bibliote-
tulado Reflexiones sobre la Arquitectura, Ornato y Música del ca Musical de la Diputado de Barcelona.
Templo (Madrid, 1785), en donde, aludiendo de nuevo a Feijoo, Sin que pretendamos pecar de optimistas, es cierto que el pen-
pero apoyándonos especialmente en los teóricos franceses, Ure- samiento musical español del siglo XVIII experimenta un nota-
ña defiende tanto la música vocal como la puramente instrumen- ble impulso, debido principalmente a la extraordinaria aportación
tal. En sus páginas aparecen constantes citas de D'Alembert, del P. Feijoo y de los ilustrados españoles, bastante más al tanto
Perrault, Buretie, Maupenius, Boileau, Pluche, etc., entre los teó- de lo que se hacía más allá de nuestras fronteras, de lo que, a
ricos y Gluck y Haydn entre los compositores, lo que nos de- veces, se nos ha hecho creer. Lamentablemente no se produjo la
muestra su estar al tanto de lo que en aquellos momentos se estaba conclusión lógica de este proceso, por la que clamó el propio Iriar-
haciendo en Europa. El marqués de Ureña, junto con el mar- te, que era la institucionalizacíón de la enseñanza musical, co-
qués de Méritos, gaditanos ambos, son dos ilustrados españoles mo ocurrió con la Arquitectura, Escultura y Pintura, y habría
preocupados por relacionar a España con la rica actividad mu- que esperar al siglo XIX para asistir al nacimiento del Conser-
sical Europea, como se demuestra por el hecho de la amistad que vatorio de Madrid. Sin embargo, tanto el pensamiento como la
les unió a Joseph Haydn, siendo los causantes de que el famoso práctica musical de nuestro siglo XVIII participan en buena me-
compositor recibiese el encargo de escribir Las siete palabras para dida en lo que entonces se estaba haciendo en toda Europa, dán-
[a Iglesia de la Santa Cueva de Cádiz. dose en nuestro país prácticamente las mismas polémicas y
Mención aparte merece la figura de Tomás de Iriarte, otro ilus- discusiones que sacudían al mundo intelectual europeo.
trado español apasionado igualmente de Haydn, que nos demues-
tra el importante papel que la música comenzó a tener entre los
ilustrados españoles, al igual que ocurría en Francia y en el resto Amonio Martin Moreno
de Europa. Su poema La Música fue publicado en Madrid en Caltdráiico de Historia de la Música
1780, se inserta en la más pura estética iluminísta de enseñar de- Universidad de Granada
Scherzo 77
-dosier-
78 Scherzo
la revolución Francesa
Llegan malos tiempos. Ante las críticas cada vez más nu- se reúne con Rodé en El Havre y marchan a Hamburgo. Tras
merosas, la familia real restringe recepciones y ceremonias. dos años de ausencia, Garat vuelve a París.
Despide a Pierre, como al resto de los favoritos. Para enton- El 3 de agosto de 1795 se abre el Conservatorio de París,
ces, Garai había ingresado en la masonería. que había sido creado en 1793 como Instituto Nacional de
En 1789, Luis XVI convoca ios Estados Generales. José y Música.
Domingo son representantes del Tiers Eiat por Laburdi. Pie-
rre también se contagia de la fe en la nueva Arcadia. Pero En el Conservatorio
pronto llegaría el desengaño, ante el odio crecienle de que era
objeto la familia real. El tenor habría de convertirse en ene-
migo acérrimo del nuevo régimen, al contrario que el actor
E.A nombramiento de profesor de Perfeccionamiento de Can-
to en el Conservatoire de París suscitó polémica. Creían mu-
Francisco José Taima, amigo suyo, a quien se llegó a despa- chos que el sublime Garat no era el apropiado, pues los más
char de la Comedie Frangaíse por demasiado republicano. Al célebres maestros de Canto han sido mediocres cantantes. Se
desdén por el nuevo orden se unía la desafección del cantan- han manejado las más variadas hipótesis sobre la capacidad
te por la música colosal, de Gaveaux, Gossec, Méhul... En para el puesto (era la cumbre carismática y final de los alum-
cierta ocasión, en la Opera, después de criticar una de aque- nos, tras las clases de Lays y de Plantade), comentarios que
llas obras, cuando la gente se disponía a marchar rompió a van desde los ditirambos que le dedica su tío José Garat en
caniar en el atrio la romanza de Grétry Oh Ricardo, oh mi las Memorias hasta los denuestos de sus enemigos. Aunque
rey, el universo le abandona, canto considerado sedicioso, co- era un intuitivo, un músico de instinto, ante todo, sustentó
mo es natural. Se montó un gran escándalo. Garat fue arres- su enseñanza en tres principios fundamentales: respiración {en
tado. Un hombrachón siguió al grupo hasta la comisaría y sus varias formas), articulación y expresión, que él conden-
libró al cantor. Era Danton, amigo de su tío José... saba en italiano: «Chi sa ben respirare e sillabare, saprá ben
Su presencia en París se hace incómoda. Marcha a Rouan, cantare». Aunque sea cuestión tangencial, en este terreno hay
con el violinisfa Rodé. El 10 de enero de 1793 ofrecen un re- un punto que conviene corregir, y es la creencia extendida de
cital juntos en la ciudad bretona; les acompaña un joven cla- que üarat introdujo la moda de la «g» para la «r» sencilla
vecinisia... Boieldieu. En verano y otoño de este 1793 dan (el grasseyemeni), cuando es todo lo contrario, precisamente.
varios conciertos: en alguno interviene Kreutzer, y en otro, En el desempeño de su cátedra, el tenor laburdino tuvo que
Punto, gran trompa inglés. soportar las acusaciones de italianizante y anti-francés. Aun-
Había caído Luis XVI. Vendrá luego María Antonieta. Ga- que ya hemos dicho que gustaba de cantar obras de Planta-
rat no oculta su rechazo a la Revolución, de la que no sabe de, Devienne, Boieldieu, etc., y reconocía el arte elegante de
ver la parte de justicia. En un concierto con Boieldieu le pi- Lulli, la riqueza armónica de Rameau y el bon goül algo edul-
den La Carmañola. Pierre no se da por enterado y sigue su corado de los iniciadores de la ópera comique, Philidor, Mon-
programa. Orden de detención de la Policía y del Comité de signy y otros, el Orfeo de Francia se mostraba más proclive
Vigilancia. Boieldieu consigue huir de Rúan, Pedro es apre- al arte de los clásicos napolitanos y venecianos: Monteverdi,
sado a fines de Brumario (12 de noviembre de 1793). El mes Freseobaldi y Carissimi o los más cercanos N. Porpora, Ales-
anterior habían sido detenidos su lío José (había dimitido de sandro Scarlatti o Pergolesi. De este último interpretaba el
su cargo de ministro de Justicia y del Interior), que fue pues- Siabat Mater, debidamente trasladado a vo/. masculina. Por
to en libertad a los dos o tres días. Una vez ubre el cantor, otra parte, como ardiente gluckista, admiraba el arte alemán.
Scherzo 79
dosier
Alentó el Edipo en Colona de Sacchini —que había sido su las costumbres y su excentricidad le convirtieron en el Peiro-
primer acompáñame al clavecín, en el Versalles de María nio del Directorio.
Antonieía—, en el que creía ver la conjunción de los tres mun- En 1798, el Trovador del Directorio viaja a Madrid, donde
dos operísticos, intención que no fue entendida por sus con- residirá medio año. Llevaba la misión de introducir en los
temporáneos, que continuaron percibiendo en ello oiro círculos madrileños el mensaje del arle y de la amistad de la
simonía de su despego por el arte francés. Esia ha sido una joven república y el de ayudar al embajador francés, Mr. Tru-
creencia mantenida mucho guet, en la campaña de buena
tiempo. No es extraño, pues, imagen del orden nuevo ins-
que la ya mentada comedia del taurado en el país vecino. De
exaltado Victorien Sardou tra- las amistades entabladas por
te duramente a Pierre Garal. Garat en el Madrid de la épo-
El autor de Thermidor y La ca, vale la pena destacar tres.
Tosca escribió esta obra die/ Una. la del tenor Manuel Gar-
años después de la guerra fran- cía, padre de la Malibrán y de
coprusiana, en plena euforia la Viardot, a quien recomendó
de decantación de la música trasladarse a París. El sevilla-
nacional gala, a través de la no se convertida con el tiem-
Asociación de Músicos Fran- po en el intérprete preferido de
ceses. Rossini y, sin pretenderlo, con-
Aunque en sus actuaciones tribuiría a la caída de Garat.
de salón limitaba su repertorio Veintitrés años más tarde, es-
a los eslilos de su preferencia, tando éste a las puertas de la
más algunos autores contem- muerte, recibiría la visita emo-
poráneos, en sus clases revisa- cionada de Manuel. El actor
ba también el repertorio Isidoro Maiquez es el segundo.
clásico francés. Utilizaba tam- También a éste aconsejó tras-
bién como material el Edipo en ladarse a París, donde podría
Colona y... las canciones vas- aprender del arte de Taima: los
cas. Remacha Isidoro de Fa- progresos fueron increíbles. El
goaga, sin chauvinismo tercer amigo es el gran Luigi
oportunista, que Garat se sir- Boccherini, a quien Garat con-
vió de ellas en las dos ocasio- virtió en su exclusivo acompa-
nes más comprometidas: en su ñante al clavicordio. El músico
presentación ante María Anto- italiano escribió para el trova-
nieta y en el capítulo de la re- / I-I-- \ I /. ¡iiiuura e/i dor varias melodías.
conciliación con su padre, en Vuelto para siempre a París,
Burdeos. Apunta nuestro lenor y escritor navarro que en las su presentación ante el Primer Cónsul no pudo ser más feliz.
óperas de de Adam, Catel, Boleldieu y oíros que acompaña- Cantó al final de una cena. Tras su actuación, hubo un in-
ron s Garat no es difícil hallar reminiscencias de la canción termedio instrumental, pero lo interrumpió Napoleón con la
vasca. Tampoco es aventurado añadir a la observación de orden de «Garal, Garat». Esta estimación napoleónica se re-
Fagoaga la conjetura de que entre los recitales de Garat y frendó públicamente en el homenaje hecho a la memoria de
los de sus alumnos, buen número de aquellas canciones se Piccini por el Conservatorio, en el que Garat interpretó uno
difundió por abundantes círculos artísiicos, de lo que se de- de los papeles de La Creación, de Haydn, que valió el aplau-
rivaría un conocimiento y estimación de este material popu- so del Primer Cónsul, puesto de pie en el palco.
lar que quizá pudo pesar luego en la aparición de los Pero, poco a poco, las relaciones entre el Primer Cónsul
cancioneros, como el inédito de Chaho o el de Villahelio. y el Proteo Musical, como se le denomina en esta época, van
Un los treinta años que estuvo Garal en su cátedra de Per- enfriándose. Ya en el Imperio, (jaral llegaría a recibir una or-
feccionamiento tuvo pocos discípulos que puedan llevar tal den superior por la que se le exoneraba de su cátedra (1813),
nombre. Es posible que influyera en ello el poco tiempo que en la que poco después fue repuesto; aunque más que la ani-
le dejaba su vida mundana. Son los más señalados Ponchard, madversión política, jugó en esto la confabulación de algu-
Levasseur, Alexandrine Chevalier, más conocida por «la Bran- nos compañeros del profesorado y la progresiva disminución
chu» y Louis Nourrit, famoso entre todos ellos, el que ha- de su actividad artística, cada vez más espaciada. Sobre to-
bría de apadrinar a Ros si ni en su asentamiento parisino, do, era una imposición de ley natural: la garganta de Orfeo
haciendo una creación de los papeles de Comte Ory y Gui- comenzaba a resquebrajarse.
llermo Teil. Además de su proyección en la escena, el arte del La exclusión definitiva de la enseñanza vendría en 1818, al
tenor de Versalles siguió manteniéndose en e! Conservatoire reorganizar Cherubini el Conservatoire. En los cinco años pos-
gracias a Ponchard y Levasseur, sus continuadores en la en- teriores, Pierre Garat atravesaría una vida cada vez más soli-
señanza. taria, acentuada por la marcha a Rusia de Madame Krüdener,
El garatismo se convirtió en «una epidemia virulenta y con- el último amorío del tenor. Liquidada la aventura napoleó-
tagiosa». Todos querían imitar al Orfeo de Francia. El mis- nica, los nobles vueltos del exilio esquivaban a Garal, en quien,
mo se presentó, por consejo de Madame Tallien (Teresa paradójicamente, no veían más que al ídolo de la secuela re-
Cabarrús, Nótre Dame de Thermidor) ante públicos más nu- volucionaria. El Orfeo cuya fama haría palidecer, salvadas
merosos, arrendando el Théatre Feydeau. Parecía como si la las distancias de los mass media, la de cualquier cantante de
nueva sociedad quisiera atraer hacia sí a aquel artista antes nuestro tiempo, fue quedándose solo.
vapuleado por la onda revolucionaria y que mantenía aún en Quedaban atrás treinta años de reinado más o menos fir-
sus comportamientos el tufo del antiguo régimen. Ni tan si- me, unas romanzas escritas por Garat que atestiguan su cre-
quiera su no disimulado caudillaje de los incroyables mermó do artístico y un estilo que marcaba época y que años más
el favor del público, que comenzó a apodarle Le Troubadour larde, como certifica la parodia de Donizetti (¿por qué, si nó?),
du Directoire para borrar el sobrenombre de Orfeo de Fran- seguía vivo aún en la memoria de la gente.
cia, regalo de la monarquía. Aún más: su amaneramiento en Juan Amonio Zubikarat
80 Scherzo
la revolución francesa
je
/i
7
Scherzo 81
- dosier-
82 Scherzo
lo revolución francesa
Conclusiones provisionales
El «Fígaro» de Mozart
Música y moral familiar en la época de la Revolución
iba a asegurar las conquistas del pueblo fran-
ces arrancadas a siglos de tradición —como
(y decían— feudal? Desaparecidas, o en delicado es-
tado de funcionamiento, las viejas instituciones, incipiente-
mente organizadas las nuevas formas del poder, y asistiendo
además a la expectante actitud de acoso de las potencias mo-
nárquicas europeas, Francia desarrolló un fuerte sentimiento
nacionalista que se canalizaría en la devoción hacia su nueva
organización militar. Este nuevo ejército era un arma formi-
dable que, con sus numerosos inlegrantes reclutados en levas
masivas, podía derrotar fácilmente a los ejércitos tradiciona-
les en los que figuraban hombres menos motivados ideológi-
camente, y menos numerosos.
De este modo, el Ejército Nacional Francés se convirtió en
garantía de la continuidad de la Revolución, y hacia él se voicó.
por lo tanlo, ei entusiasmo popular. En el campo de lo musi-
cal esto significa que, en consecuencia, la música militar lle-
garía a ser objeto de la misma veneración, hasta el punto di-
que sustituyó los últimos restos que podían quedar de ia an-
tigua música urbana, cuyo ejercicio todavía ostentaban l e
menétriers. Desde entonces, para encontrar música verdade-
ramente tradicional, es necesario ubicarse en el mundo rural,
de donde la ecuación Música Tradicional=Mundo Campesi-
no, todavía hoy vigente.
Las nuevas melodías que enfervorizaban a las masas urba-
nas, normalmente compuestas por encargo, eran himnos del
tipo de La Marsellaise, cuya validez musical nos resulta a no-
sotros bastante discutible, pero que entonces se interpretaban
en todo tipo de actos oficiales, y aun espontáneamente.
Sin embargo, aunque el tipo más genuino de música que
produjo ia Revolución fueran las obras ceremoniales y los him-
nos, las ideas mismas que dieron lugar a esa gran convulsión
también fueron plasmadas, de manera más o menos eviden-
te, en muchas otras obras. Precisamente por su inclusión en
el mundo de las ideas, es probable que estas últimas puedan
representar mejor aún que los himnos revolucionarios el es-
píritu de aquel momento decisivo, aunque no llegaran a con-
vertirse necesariamente en música popular. El francés de ayer, el francés de hoy.
lido, el conjunto de sus personajes constituye un microcos- mantenimiento de los enseres domésticos será su principal de-
mos que enlaza directamente con ese gran todo que para el dicación, pero, sobre lodo —gran novedad—, deberá ser la
hombre del siglo XVIII era el edificio social, en el que se de- fuente de dulzura y cariño para su gente. Todo ello con la fi-
sarrollaba su vida. nalidad de proteger la integridad de la sociedad matrimonial,
Esta semejanza entre la estructura familiar, y la social, no incluida la integridad sentimental del esposo, así como la de
había escapado a los autores antiguos y medievales, pero en su patrimonio económico.
la época que nos interesa había sido expresamente indicada En el extremo queda la deslizante moral sexual del Mar-
en la Po/ilique tirée de ¡a Sainie Ecriture (1709) de J.B. Bos- qués de Sade (1740-1814), cuya anomia en las relaciones eró-
suet (1627-1704), el teórico principal de la monarquía abso- ticas fue interpretada, y lo es todavía, como ejercicio de la
luta de origen divino. Bossuet defendía la desigualdad natural lotal libertad personal en el marco de una total libertad so-
de los hombres, comparándola con las relaciones de sumi- cial. De esta línea del pensamiento dieciochesco, Mozart
sión que deben darse en el seno del núcleo familiar: la fami- —al igual que muchos de sus contemporáneos— recogerá úni-
lia autoritaria le servía, pues, como un modelo a escala camente el desparpajo en las expresiones de deseo, pero la
reducida de la estructura social del Estado. ideología del compositor, tal y como la expresan sus óperas,
La Ilustración nos dejó un panorama de las relaciones fa- se mantiene dentro de los cánones de lo que podríamos de-
miliares aparentemente menos despótico: Según el Emilio nominar el sentimentalismo burgués de Rousseau.
(1762) de J.J. Rousseau (1712-1778), que dibuja el nuevo ideal
burgués de familia, la vida conyugal debía ser un remanso
de paz y amor. El principio que La obra teatral
La presentación de esta visión de la moral matrimonia! bur- sino en sus innovaciones formales, especialmente en su lon-
guesa se hace patente en toda la obra teatral, pero sobre iodo gitud: para ser una opera buffa, bastaba con dos actos, en
en la moraleja final. Gracias a haber logrado una mujer her- lugar de los cuatro reales en que se desarrolla (de los cinco
mosa (un estado familiar), Figaro podrá «recuperar la esti- del original francés). Estas dimensiones la alejan de lo pura-
mación de todos» (ser admitido como miembro del Estado). mente frivolo, ligero e intrascendente que se supone a la ópe-
Y, tal y como se espera de una mujer que se ha mantenido ra bufa, indicándonos que Mozart la concibió como algo más
virtuosa hasta el momento del casamiento, le corresponderá que un puro entretenimiento pasajero. Pero a la vez tomó de
a ella mantenerse también aparte, fuera del triunfo de su ma- las convenciones del género bufo la agilidad escénica, que exige
rido, avivando el fuego del amor desde su hogar. Así lo ex- de los cantantes algo más que cantar de modo estático y los
presa Fígaro en su última intervención, cerrando la obra con convierte en auténticos actores.
la declaración final que realiza después de poner aparte «mi En este Fígaro es notable también la naturalidad del len-
mujer y mi negocio». guaje que emplean los intérpretes, tomada también del lega-
La intencionalidad crítica de Beaumarcháis con respecto do de la ópera bufa italiana. Apoyándose en ella, Mozart y
al rol de la mujer en todo este entramado, se ofrece sin disi- Da Ponte se alejaban de la sofislicación de la poesía clásica
mulo en las intervenciones de Susana, de tono marcadamen- y aun del idioma protocolario cortesano. De hecho, su len-
te feminista: guaje se asemeja al que podría escucharse en cualquier ba-
rrio de cualquier ciudad (lógico, pues era el mundo urbano
Todo disculpa al hombre el que iba a absorber por fin el patronazgo de las obras de
Si se desliza arte que anteriormente se producía para la corte). Necesita-
¡Y si la hembra tropieza ríamos oír un desgarrador lamento de la Condesa Rosina
Se le castiga! abandonada, o una amenazadora aria del Conde malvado,
Mas no te asombre. para creernos en el heroico mundo del drama cortesano. Pe-
Que la ley la escribieron ro no, aún estamos entre plebeyos... y Rosina nunca podrá
Los propios hombres. ser equiparada a mujeres sublimes como las Dido, Ariadna
Cuando a Fígaro ya le es imposible desentenderse por más o la Octavia de Monteverdi.
tiempo de las intenciones del Conde con respecto a su novia, ¿No es este olvido de las señas de identidad de una noble-
se producen intervenciones más panfletarias de toda la obra: za agonizante un rasgo más revolucionario que todas las alu-
¿Qué habéis hecho para merecer lodos esos bienes? Os ha- siones escondidas en el tema del Fígaro"} Al fin y al cabo, desde
béis tomado la molestia de nacer, eso es todo; por lo demás, la década de los años 30, el tema de los criados respondones
sois un hombre de lo más vulgar. y reivindicativos estaba recorriendo Europa, como sucedía en,
Pero, ¡esta irritación del plebeyo no se debe a un asunto por ejemplo, el caso de la Serpina de La Serva Padrona, otro
directamente político! Su ira se debe al hecho de que su amo gran personaje creado en el marco de la ópera bufa que tam-
trata de robarle la noche de bodas, es decir, el marco de su bién utiliza el matrimonio para lograr el ascenso social.
intimidad privada, y el ámbito de su dominio como ser indi-
vidual. Es significativo, por lo tanto, que el enfremamiento
entre señor y plebeyo se haya desencadenado por un asunto
sexual. Sexo, y por detrás de él, familia, propiedad. Estado,
quedan señalados asi como conceptos intercambiables en la
literatura de entre líneas de los anos inmediatamente anteriores
a la Revolución.
Le Nozze di Fígaro
88 Scherzo
educación musical -
por las Escuelas de Profesorado, ya rece la música en la enseñanza genera, dadera renovación. Lo que se refiere a
que, pobrecitas, sufren mucho paro y para «no profesionales»)- Y tampoco la música en la enseñanza general es un
llenen que echarle un poco de cuento. aparece la enseñanza musical en las pre- poco más revolucionario, al menos so-
El documento sugiere de pasadas algu- visiones estadísticas y presupuestarias. bre ei papel, y está previsto que se in-
nas posibles asignaturas, todas famiia- Asi pues, la música ya es, desde el punto corporen a las escuelas profesores
res y bien conocidas, excepto la «educa- cero, estofa de segunda clase. especializados en música. Pero, ¿dón-
ción superior de oído», disciplina que de se van a formar, mientras la música
se anuncia prometedora, pues por arriba La reforma sigue en el mismo punió eslé ausente de la universidad? Además,
tienen el oído un poco duro, sin duda. muerto de hace tres años, cuando otro la doble vía, profesional y no profesio-
En cuanto a los centros, los habrá de ministro presentó, también en plena nal, que es tan prematuramente discri-
dos tipos, profesionales (para «niftitos» campaña electoral, un polémico docu- minatoria, será un gran obstáculo,
entre 8 y 18 años, si no repiten) y supe- mento de trabajo, hoy incomprensible- como de hecho ya lo es hoy en día, pa-
riores (a partir de 18 años). El próxi- mente olvidado, y al que los profe- ra que la música se incorpore igual que
mo curso se promulgará una ley que sionales, en El Escorial, dieron una cla- otra materia cualquiera a la escuela,
regule la nueva ordenación del sistema ra respuesta, también hoy olvidada, que pues el que quiera estudiar música con
educativo, que se irá reformando de ya decía, entre otras cosas, que la pro- seriedad, profesional o no, deberá ha-
acuerdo a un calendario que concluye puesta "perpetuaba en su estructura el cerlo en horario extraescolar y en un
en 1977, y del que están ausentes las en- anterior sistema de enseñanzas (obso- conservatorio. Esio es suficiente para
señanzas musicales. Como no son pri- leto, caótico e ineficaz) y no garantiza- echar por tierra los mejores propósitos
marias, ni secundarias, ni bachilléralo, ba la incorporación real de la música y las más bellas utopías. La música con-
ni enseñanza profesional, pues ya se sa- a la universidad y a la enseñanza tinuará siendo algo raro y marginal en
be, a la cola. Es perfectamente lógico general». respuesta proporcional a su carácter sin-
este olvido. Igualmente, el libro blanco Lo que se refiere a la enseñanza mu- gular y a la naturaleza de sus enseñan-
incluye varios volúmenes con el diseño sical se ha repetido en el libro blanco zas. Amén,
curricular base de los disiintos niveles, del Sr. Solana. El nuevo esquema es de-
entre los que no aparecen las enseñan- masiado parecido al viejo como para
zas musicales por ninguna parte (sí apa- romper la inercia y dar lugar a una ver- Víctor Pliego de Andrés
schtí^zo
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(3) TichCH ID que no procedí
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-danzo-
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-danza
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1
i
CERTAMEN INTERNACIONAL
DE BANDES DE MÚSICA
"CIUTAT DE VALENCIA" 1989
del 7 al 13 de juliol
! MINISTERIO DE CULTURA
DIPUTACIO DE VALENCIA
• \
FESTIVAL INTERNACIONAL
DE ORQUESTAS JUVENILES
PALAU DE LA MÚSICA I CONGRESSOS DE VALENCIA
JULIO 1989
Día 17 JOVEN ORQUESTA DE CÁMARA «PAU CASALS» DE CARCAIXENT
ORQUESTA JOVEN DE TAVERNES DE LA VALLDIGNA
LONDON SCHOOLS SYMPHONY ORCHESTRA (INGLATERRA)
GENERAÜTAT VALENCIANA
CONSEIURIADE CULTURA EDUCCOI CIENCIA
alto Fidelidad
94 Scher/o
alto fidelidad
Festivales norteños
Los tres festivales de jazz que tradi- mericano Manhattan Transfer, cuyo re- ne con un grupo, All Stars, que incluye
cionalmente se celebran en las provin- pertorio sigue siendo netamente al trompetista Dizzy Gillespie y al saxo
cias vascas durante el mes de julio son comercial, y los momentos puramente alio Phil Woods. En segundo lugar ac-
cada vez más diferentes. El más joven jazzísticos se limitarán a las actuacio- tuará un interesante quinteto que cuenta
y modesto de ellos, que tiene lugar en nes del guitarrista Stanley Jordán, del con la vocalista Dee Dee Bridgewater
Guecho en la primera semana del mes, saxofonista Bob Berg y del trompetisla (día 17). Volverá el popular guitarrista
ofrece este año varias jornadas de ac- Randy Brecker. El festival cuenta con George Benson, que en esta ocasión di-
tuaciones y concursos locales, antes de un presupuesto de 45 millones de pese- fícilmente nos va a defraudar como en
culminar la noche del sábado 8 con un tas, cantidad que, a nuestro parecer, se anteriores visitas, ya que viene con un
programa doble de máxima importan- debería haber invertido de manera más grupo, All Stars, que incluye al trom-
cia, presentando a dos pianistas euro- inteligente en lugar de este absurdo in- petista Dizzy Gillespie y al saxo alto
peos: el maestro británico Stan Tracey, tento de sembrar la confusión entre el Phil Woods. En segundo lugar actuará
con su gran orquesta que incluye a al- público a base de dudosas concesiones. un interesante quinteto que cuenta con
gunos de los más destacados jazzmen Con bastante más criterio se ha con- el trombonista Steve Turre y el vibrafo-
de las islas, y el trío del francés Michel feccionado el programa del XIII Festi- nista Bobby Hutcherson (día 19), Mo-
Petrucciani. val de Jazz de Vitoria Gasteiz, que se dern Jazz Quartet y el trío del pianista
El Festival Internacional de Jazz de desarrollará entre el 17 y el 22 de julio. Kenny Drew (con el contrabajista danés
San Sebastián, que camina hacia su 24 Su organizador se ha inclinado siempre Niels Henning Orsted Pedersen y el ba-
edición, adelanta sus fechas para el 12 hacia las facetas más convencionales del tería Alvin Queen), al cual se unirá el
al 15 de julio y se desarrollará en tres jazz, huyendo de la vanguardia, pero es- clariienista Eddie Daniels (día 20). Vol-
escenarios distintos. Con el cambio ta vez presenta una serie de conciertos veremos a escuchar al veterano violinis-
inexplicable de organización ha sucedi- que, a priori, prometen ser, por lo me- ta francés Stephane Grappelli y, como
do algo muy grave, y un simple vistazo nos, agradables y, en un par de casos, la máxima atracción de este festival, a
al programa basta para confirmarlo. El incluso interesantes. Habrá un obliga- la cantante Betty Cárter (día 21), clau-
jazz, (al como lo entendemos, ha desa- do homenaje a la cantante Billie Holi- ta Jimmy Owens y el pianista Olívier
parecido prácticamente. Grupos de fu- day en el 30 aniversario de su muerte, Jones, y en la Escuela de Música Jesús
sión o de rock se mezclan con oíros que con la vocalista DEE DEE Bridgewa- Guridi se celebrara un seminario de pia-
buscan su inspiración en la música afri- ter (día 17). Volverá el popular guita- no (con Moniy Alexander), contraba-
cana, habrá —cómo no— una noche de rrista George Benson, que en esta jo (con Ray Brown) y guitarra (Herb
salsa y otra con cantantes brasileños. La ocasión difícilmente nos va a defraudar Ellis).
máxima atracción será el grupo nortea- como en anteriores visitas, ya que vie- E.T.
Scherzo 95
jazz
96 Scherzo
Jozz
ningún momento. Con gran energía y sica fue siempre un estímulo para Min- ción vanguardista. En esta ocasión, las
admirable concentración interpretaron gus y una notable influencia en su múltiples contradicciones que encierra
las complicadas piezas de esta riquísi- trabajo creativo, pueme entre el pasa- la obra de Mingus tuvieron un sentido
ma obra que deja mucho espacio para do y el futuro, con sus fuertes raice? en lógico, y de una manera casi armonio-
los solistas, tal como fue el caso de la el bines y el gospet y su clara disposi- sa se pasaba de momentos turbulentos,
orquesta de Duke Ellingion, cuya mú- de un swing denso, a pasajes líricos que
en el Sel/portrail - Chill OfDeaih, a fi-
nal de la primera parte, reflejaba cierta
influencia de Stravinski. Otros momen-
tos de impresióname fuerza fueron
Main Score, que abrió el concierto, el
homenaje que Mingus dedicó a otro im-
portante contrabajista, Osear Pettiford,
y que lleva sus iniciales, Wolverine
Blues, que viene del repertorio de Jelly
Rol! Morlón, la preciosa balada The
Sou/ y otra todavía más rica y acaba-
da, sin título.
Entre los solistas cabe destacar a los
dos sanos altos, John Handy y Bobby
Watson, que con ejemplar dedicación
daban continuas muestras del gran mo-
mento en el cual ambos se encuentran.
Los pianistas, Sir Roland Han na y John
Hicks, tuvieron intervenciones brillan-
tes, lo mismo que el veterano trombo-
nista Britt Woodman y el saxo tenor
George Adams, este último sobre todo
en la segunda parte del concierto, que
se desarrolló en un ambiente netamen-
te más relajado que la primera. Memo-
rable fue la ejecución de Better Gel Hit
l/i Your Sou!, uno de los temas más co-
nocidos de Mingus que llevó a los mú-
sicos a una larga serie de improvisa-
ciones de enorme impacto.
Con sorpresa encontramos al joven
trompetista Wynton Marsaiis en este in-
sólito conjunto, y guardaremos en el re-
cuerdo dos largos solos, uno de los
cuales, con sordina, muy del estilo de
Cootie Williams. En el escenario del
Lincoln Center hubo representantes de
varias generaciones de músicos, y su
manera de entenderse y de someterse
bajo la disciplina que Mingus siempre
exigió a su gente constituyó toda una
lección.
No nos sorprendería —y nos agrada-
ria sobremanera— ver salir un dis-
co de este singular concierto dedicado
a la memoria de uno de los más genia-
les y originales creadores que ha cono-
cido el jazz. En aquella maravillosa
madrugada de junio asistimos a nada
menos que la resurrección de Charles
Mingus, este coloso de un pasado re-
ciente que sigue siendo de candente ac-
tualidad.
Ebbe Traberg
Scherzo 97
EFEMÉRIDES
l/VII/1927: Wilhelm Funwángler dirige el fi/VIII/1904: Muere en Viena el musicólo-
estreno del Primer Concierto para piano y go y critico musical Eduard Hanslick.
orquesta de Beta Banók, interpretando la 7/VH1/1882: Nace en Liveni el compositor,
parle solista el propio compositor. violinista y director de orquesta rumano
2/VII/1714: Nace en Erasbach el composi- George Enescu.
tor alemán Chrisioph Willibald Gluck. 8/VIII/190S: Nace en París el composilor
3/VI1/1973: Fallece en Toronio el director André Jolivet.
de orquesta checo Karel Ancerl. 9/VJI1/I919: Muere en Montecatini el com-
4/VI1/1900: Nace en Nueva Orleans Louis positor italiano Ruggero Leoncavallo.
Daniel Armstrong, célebre trompelista de 10/VMI/1865: Nace en San Petcrsburgo (ac-
ja¿¿. tual Leningrado) el composilor Alexander
5/VII/1877: Nace en Vaisovia la clavecinis- Konstantinovich Glazunov.
ia, pianista y compositora Wanda Landows- I1/V111/1935: Alban Bcrg completa su Con-
ka, a quien Manuel de Falla dedicó su cierto de violín «A ¡a memoria de un ángel».
Concierto para clave v cinco instrumentos Esta obra, encargó del violinista Louis Kras-
(1926). ner, fue la última de las escritas por el com-
6/VI1/1937: Nace en Gorfcy el pianista ru- positor y está dedicada a Manon Gropius,
so Vladimir Ashkenazy. hija del segundo matrimonio de Alma Mah-
7/VII/1860: Nace en Kaliste (Bohemia) el ler, fallecida en abril de este mismo año. El
compositor austríaco Gustav Mahlcr estreno del Concierto se reaü/ó en Barcelo-
9/VM/1M5: Estreno en el Teatro del Circo na durante el Festival de la Sociedad de Mú-
de Madrid de El Asedio de Medina, ópera sica Contemporánea en febrero de 1936.
de Joaquín Espin y Guillen. 12/VII1/1644: Nace en Wartemburg (Bohe-
1O/VJI/1804: Estreno en París de la ópera mia) el violinisia y compositor Heinrich lg-
Ossiun o Los Bardos del compositor Jean- na? Fran7 von Biber.
Frarn,-ois Leseur (Le Sueur).
1 l/VTI/1%0: Fallece en Madrid Jesús Aram- 13/V1I1/19I2: Fallece en París el composi-
barri y Gárale. Director de orquesta y com- tor francés Jules-Emile-Fréderic Massenet.
positor. Discípulo de Gurídi y alumno de I5/VIII/19S1: Muere en Madrid el compo-
Paul Dukas. En 1933 fue nombrado direc- sitor toledano Jacinto Guerrero, autor de zar-
tor de la Banda Municipal de Bilbao, pasan- zuelas, enire las que destacan La Alsaciana,
do poco después a ocupar el mismo puesto La Montería, El Huésped del sevillano y la
Franz Liszt visto por Carmelo. inmortal La rota del azafrán.
en la Orquesta Sinfónica de la ciudad. Fun-
dó la Orquesta Municipal bilbaína (1939), 16/VIII/1S76: Estreno en Bayreulh de la
primera de las orquestas municipales en por Pablo Picasso y coreografía del bailarín ópera Sigfrido de R. Wagner.
España. ruso Leonid Massin. La dirección de la obra 17/V1I1/1831: Estreno de Enrico e Clotil-
corrió a cargo de E. Ansermet. de o IJI rosa blanca e ¡a rosa rossa, primera
II/VH/1937: Fallece en Hollywood el com- 23/V1I/1878: Fallece en Madrid el compo- de las óperas def compositor aragonés To-
positor norteamericano George Gershwin. más Gen ové.
sitor navarro Miguel Hilarión Eslava y
13/VII/1951: Muere en Los Angeles (USA) Eliozondo. 19/VIII/I929: Fallece ahogado en un canal
el compositor austríaco Arnold Schoenberg. 24/VI1/1828: Estreno en Viena del Tercer de Venecia el director de los Ballets Rusos
14/VI1/1949: Primera audición de la Sinfo- Concierto de violín de Niccolo Paganini, ac- Serge de Diaghilev (Serghei Pavlovich
nía de Primavera op. 44 de Benjamín Bril- tuando el amor como solista. Diaghilev).
len- Esta obra está dedicada a Koussevii/.ky, 25/VH/I894: Gustav Mahler concluye en la 20/VII1/186S: Nace en Lumbier (Navarra)
que dirigió el eslreno en Amsterdam. localidad austríaca de Steinbach-am-Aliersee el pianista y compositor Joaquín Larregla.
I5/V1I/1857: Fallece en Víena el pianista y su Segunda Sinfonía. 21/V1I1/1741: G.F. Haendel comien/a la
compositor austríaco Karl Cíerny. composición de El Mesías, oratorio que ter-
I6/VI1/I929: Nace en Ochandiano (Vizca- 26/VI1/I882: Hermann Levi dirige en Bay-
reuth el estreno de la ópera Porsifal de Ri- minaría en Ires semanas y que fue estrena-
ya) el compositor Carmelo Alonso Bernaola. do en abril del año siguiente.
I7/VI1/I947: La Fundación Koussevitzky chard Wagner.
22/VIII/1862: Nace en Saínt-Germain-eii
encarga a Olivier Mcssiaen una obra para 27/VI1/1867: Nace en Lérida el compositor Laye el compositor y pianista francés Achille-
gran orquesta; el resultado de esta petición Enrique Granados y Campiña. Claude Debussy.
sería !a Sinfonía Turangalila. 28/V11/1741: Fallece en Vicna el composi-
18/VII/I936: Fallece en Bayona Antonia tor italiano Antonio Vivaldí. 23/VI11/I937: Muere en Royan (Francia) el
Mercé y Luque, bailarina y coreógrala espa- 29/V1I/1856: En una clínica de Endenich compositor Albert (Charles- Paul -Mar i e)
ñola conocida universalmenle con el pseu- (Alemania) muere el compositor Roben Roussel.
dónimo de La Argentina. Schumann. 24/VTII/I826: Nace en La Coruña el com-
19/VII/1937: El régimen na?i disuelve la posilor Marcial del Adalid y Gurréa.
Asociación de Músicos Alemanes, institu- 30/VII/1886: Fallece en Bayreulh el compo- 25/VIH/1918: Nace en Lawrence, Massachu-
ción creada por Franz Liszt en 1861. sitor y pianista húngaro hranz (Fcrenc) Liszt. setts (USA) el pianista, compositor y direc-
2Q/VH/1920: Ernest Ansermet dirige en Durante los funerales Antón Bruckner inter- tor de orquesta norteamericano Leonard
landres el esireno de Historia del Soldado pretó al órgann, en una iglesia cercana, una Bernsiein.
de Igor Stravinsky. serie de variaciones sobre ¡a ópera farsijal 26/V1II/1958: Fallece en Londres el compo-
de Wagner. sitor inglés Ralph Vaughan-Williams.
2I/VI1/I897: Gustav Mahler es elegido di- l/Vlll/1926: Nace en Dresden el barítono 27/VHI/161I: Fecha probable del falleci-
rector adjunto de la Opera de Vícna. Theo Adam. miento en Madrid del compositor abulense
22/V1I/I919: Estreno en el Alhambra Thea- 2/V1J1/19I1: Fallece en Ñapóles el tenor ita- Tomás Luis de Victoria.
Ire de Londres de El Sombrero de Tres Pi- liano Enrico Car uso. 28/V1I1/1959: Fallece en Basilea (Suiza) el
cos dt Manuel de Falla. Esle ballet, encargo compositor checoslovaco Bohuslav Martinu.
de 5. Diaghilev. fue representado por los Ba- 3/VHI/I829: Estreno en Pari<- de la ópera 29/VII1/1936: Nace en París el compositor
llets Rusos con trajes y decorados diseñados Guillermo Tell de ü . Rossini. Gilberl Amy.
4/VI1I/1782: Wolfgang Amadeus Mozart
contrae matrimonio con Konstanze Weber en
Viena. L.F.C.B.
5/VHI/18S6: Nace en Alicanie el composi-
tor Osear Esplá Tríay.
98 Scherzo
IIIII MU
oadojna opiuos
sonido europeo
AL SERVICIO fRM) DE LA MÚSICA
REAL MUSICAL
CARLOS III. 1
(Frente al Teatro Real)
Tels.: 241 30 09 - 241 31 06
28013 MADRID