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REVISTA DE

Año IV - n." 16 - Julio-A ^ mas.

CARLOS KLEIBER
a ritmo de vals
Cuando se busca la mejor Alta Fideli-
dad hay que entrar en el sonido Digi-
tal Y Philips le abre la puerta de este
nuevo mundo con su sistema total-
mente digital Tres piezas únicas de
avanzada tecnología firmadas p e el
creador de la tecnología CD.
Reproductor Digital
de Compact Disc CDD-882.
El sonido digital ir.icia su futuro con
el CDD-882 El primer reproductor
totalmente digital con unas presta-
cionesyope'atividad noiguaiadasy
que representa lo más alto de la ga-
ma de Reproductores de CD Ptiilips.
El mando a distancia, el sistema FTS
para selección de temas, la progra-
mación aleatoria "Shuffle Play" y su
sistema de carga "Linear Skate" son
algunas de las avanzadas ventajas
que Philips ha incluido en el
CDD-889 Pero lo mis importante es
su exclusiva conexión digital para
amplificadores digitales como el
DFA-888

Amplificador Digital
DFA-888.
El DFA888esel primer Amplificador
Digital capaz de ofrecer la misma pu-
reza de sonido que un Reproductor
de Compact Di se gracias a (a combi-
nación de filtros digitales y cuádru-
plefrecuenaademuestreo Además
permite conectar digitalmente se na-
les de CD(«,1 kH2), DAT(48*Hz)y
radio FM vía satélite (35 VHz).
La potencia nominal de 2x115 wa-
tíos, la conexión CD Direct y el selec-
tor de grabación separado son ya
de por sí motivos para reconocer la
superioridad tecnológica
de Philips

Sintonizador Digital FT 880.


Una pieza maestra entre los Sintoni-
zadores Digitales que empieza a ser
superior ya en la entrada de señal.
Doble entrada de antena para reco-
nocer emisoras locales o distantes
La estabilidad de la señal se consi-
gue por un decodificador PLL y exis-
ten además filtros (SISC y para 19 y
38 kHz) que limpian la Señal. La bús-
queda de emisoras automática o
manual termina de completar la im-
presionante calidad de la tecnología
Philips del FT 880

DIGITAL HI-TECH
Ahora esta claro el futuro de la Alta
Fidelidad es Digital, y el líder seguirá
siendo el mismo Philips

PHILIPS
Edita
SCHERZO EDITORIAL, S.A.
C/ Marqués de Mondéjar, II 4 . ' C
28D28-Madnd.
Telef. (91(24*76 22
Fax (91) 256 IS64
Presidente
Gerardo Queipo de Llano
Director
Amonio Mora!
Director Adjunio
Javier Alfaya
Redactor Jefe
Enrique Martínez Miura
Consejo de Redacción
Javier Alfaya, Roberto Andrade Maldc. Domin-
go del Campo Castel, Santiago Martín Bi-rmúdeí.
Antonio Moral. José Luis Pérez de Arlcaga. Ar-
luro Reverter. José Luis Téllez.
Coordinan et dosier de este número:
Pilar Tomás González y bnrique Martínez Miura Año IV n.° 36 • JULIO-AGOSTO 1989 - 425 ptas.
Seccione*
Redacción en Barcelona: RogerAlier. Redacción
en Valencia: Blas Cortés. Actualidad: Enrique
Martínez Miara y Javier Al/aya Discos: Enrique
Pérez Adrián. Libros: Xoan Manuel Carreira. Al-
la fidelidad: Alfredo Orozco. Jazz: Ebbe Traberg.
Música contemporánea: José Igés. Educación mu-
sical: Víctor Pliego.
Colaboran en esle número:
Javier Alfaya, José Carlos Cabello Arroyo, Do- SUMARIO
mingo del Campo Caslel, Sansón Carrasco, Xoan
Manuel Carreira, Luis Fernando Carvajal Bláz-' OPINIÓN: 4
quez. Jesús Castafiar. Miguel Ángel Coria, Blas TRIBUNA ABIERTA:
Corles. Niño Denlki. Pedro Elias, Fernando Fra-
ga, Florenlino Gracia Utrillas, Francisco Gutié- — De cómo el «Concierto Barroco» desconcertó una ciudad, Javier Villán 8
rrez, José Igés, Enrique López-A randa Domingo, ACTUALIDAD 10
Kennelri L-oveland, Enrique X. Macías, Santia- — «Tif'ereth» de Enmanucl Nunes: el esplendor emblemático del espacio,
go Martín Bermúdez. Amonio Manin Moreno,
Joaquín Martín de Sagarmínaga, María Antonia Enrique X. Matías 10
Martínez Ibáñez, Enrique Martínez Miura, Blas — El holandés errante en Los Angeles, Klaus Umbach 15
Matamoro, Ángel Fernando Mayo. Wolfgang — La coherencia de un gran músico, José Igés 22
Amadeus Mozarl. Manuel Navarro Martínez, José
Antonio Nieto de Miguel, Alfredo Orozco Bue- ICONOGRAFÍA MUSICAL:
zo, Rafael Ortega Basagoili. Enrique Pérez — Antonio Carnicero, pintor de la música, María Antonia Martínez ¡báñez 32
Adrián, José Luis Pérez de Aneaga, Gerardo GRANDES INTERPRETES:
Oueipo de Llano Onaindía. Jordi Ribera i Bergós,
Carmen Rodríguez Suso, Andrés Ruiz Tarazona, — Carlos Kleiber: el duende, Enrique Pérez Adrián 36
Ebbe Trabetg. Klaus Umbach, Juan Ángel Vela ENTREVISTA:
del Campo, Alberl Vilardell. Javier Villán, Juan — Lorin Maazel, enemigo de la rutina, José Luis Pérez de Arleaga 43
Amonio Zubikarai.
ACTUALIDAD DISCOGRAFICA:
foto de portada; CBS, — Más grabaciones de Seiji Ozawa, Enrique Pérez Adrián 51
Administración
DISCOS 52
Cristina Míllet.
ESTUDIO DISCOGRAF1CO:
Publicidad:
— Berg y Abbado: nacidos para entenderse, Santiago Martín Bermúdez 64
Doble Espacio LIBROS 65
General Yagüe, 10' LA GUIA 66
28020 Madrid DOSIER: LA MÚSICA EN TORNO A LA REVOLUCIÓN FRANCESA 67
Telefs. (91) 455 67 67 • 597 11 83
Fas (91) 456 13 07 — Naturaleza y progreso en las ideas musicales de los enciclopedistas,
Imprime: Enrique Martínez Miura 68
MOVIECRAF, S.A. — Los himnos de la Revolución, Gerardo Queipo de Llano Onaindia.. 71
C/ Esligia, 3 y 5 — Los ideales de la Ilustración en la música española, Antonio Martín
2803? Madrid Moreno 76
Telif. (91) 2O4 9S 03
Fotocomposiaón
— Pierre Garath, el «Orfeo de Francia», Juan Antonio Zubikarai 78
Lumímar. S.A. — Recepción, expansión y frustración del ballet moderno en España,
Albasanz, 48-50 Xoan Manuel Carreira 81
2803 7-Madrid. — El «Fígaro» de Mozart: música y moral familiar en la época de la
Tllef. (»lí 204 30 01
Fax (91) 204 95 48 Revolución, Carmen Rodríguez Suso 84
Depósito legal M-4I822-19S5 EDUCACIÓN:
ISSN-0213-4S02 — La reforma ataca de nuevo, Víctor Pliego de Andrés 88
DANZA:
SCHERZO es una publicación de carácter plural — Madrid en danza: tercera edición, Jesús Castañar 90
y no pertenece ni está adscrita a ningún orga-
nismo público ni privado. La dirección respeta ALTA FIDELIDAD:
la libertad de expresión de sus colaboradores. — La caja acústica Spendor S-I00, Francisco Gutiérrez 94
Las textos firmados son de la exclusiva respon- JAZZ:
sabilidad de los firmantes, no siendo por tanto — Episodios, Ebbe Traberg 96
opinión oficial de la revista. EFEMÉRIDES, Luis Fernando Carvajal Blázquez 98

Scherzo 3
-opinión

Los caprichos dela señora Battle


D
esde estas mismas páginas de opinión, la revista SCHER- ramos a sus represen tan les que la señora Battle acepte la sustitu-
ZO ha venido denunciando con frecuencia loda esa pa- ción en el programa oficial de las arias de Mozart por los
rafernalia que, a veces, rodea a las cancelaciones de los espirituales, que no nos oponemos a que se den como propinas.
artistas, pues no siempre los organizadores dejan translucir con Asimismo, la invitamos a que suprima los compositores del si-
meridiana claridad el porqué de éstas. Entre las causas más co- glo XX, para que de este modo el recital, al menos, no pierda
munes de suspensión, con independencia de que sea cierta o no, coherencia denlro del ciclo y, además, aceptamos el cambio de
está la indisposición por motivos de salud del intérprete, que ge- fecha del concierto sugerido por Columbio como más idóneo para
neralmente se indispone en el último momento. Otras veces, la Miss Battle, ya que Madrid es el último punto de la gira euro-
suspensión se produce por un cambio de planes en la agenda del pea. De esta forma, e! recital queda definitivamente fijado para
divo o músico, normalmente confeccionada con dos años de an- el 27 de junio, en lugar del día 29 como estaba previsto inicial-
telación como mínimo. Y, por último, la menos frecuente suele menle y como ya se había informado en un primer avance del
II Festival Mozari. También hay un cambio en el pianista, que
darse por incumplimiento del compromiso contraído —firmado ahora pasa a ser Martin Katz, en lugar de Rudolph Jansen. To-
o no— de una de las partes. Pues bien, sea cual fuere la causa do ello supone que tenemos que tirar a la papelera 30.000 dípti-
desencadenante de la suspensión de una actuación, en el noven- cos publicitarios y rectifica! en imprenta los carteles del Festival,
ta y cinco por ciento de los casos el organizador argumenta que además de imprimir un nuevo caqui Maje.
ésia se ha producido por enfermedad del intérprete. Otras veces,
también es cierto, no se da ningún tipo de explicación, cancelan- La contestación en cuanto a los cambios del programa vuelve
do el concierto o, simplemente, se resuelve con el cambio sin más a ser negativa y se nos dice que definitivamente Miss Battle no
del suspendido por pane de la empresa. De esta forma, nunca acepta ninguna condición, ya que sólo hace un único programa'
nos llegamos a enterar por qué Pavaroiti canceló su recital de por gira y, naturalmente, en Madrid no va a hacer una excepción
Madrid o por qué üósta Winbergh no cantó en el último Don (!). Sin haber recibido contestación lodavía del programa com-
Giovanni del Teatro de la Zarzuela, siendo sustituido por Dal- pleto, pero con todos los extremos confirmados de! contiato por
mau González. ambas partes en cuanto a caché, fechas y viajes, el 10 de junio
En cualquier caso, haya causa justificada o no, la empresa tie- recibimos un fax en el que se nos dice que Miss Battle nunca ha
ne la obligación de dar una explicación a! público y, por supues- aprobado los 20.000 marcos y sugiere que se le paguen 20.000
to, de devolver el dinero siempre que exisla un cambio de fecha DOLARES, es decir, exactamente el doble de lo pactado en no-
viembre y confirmado, al menos diez veces, por diferentes télex
o intérpreie. En su corta experiencia como organizador de con- y fax de Columbio al Sr. Quesada, al cual agradecemos su pro-
ciertos, a SCHERZO le ha tocado pagar el pato en dos ocasio- fesionalidad y paciencia en todo este pintoresco asunto. Evide-
nes. La primera, con motivo del III aniversario de la revista, nemente, nuestra negativa fue rotunda, además de amenazar con
cuando Claudio Arrau se indispuso tan sólo unas horas antes publicar el escándalo y llevarlos a los tribunales. Cuatro días des-
de! concierto. El cambio de fecha cosió a las arcas de la revista pués Columbio vuelve a dar señales de vida para hacer una nue-
y su patrocinador, El Corte Inglés, la nada desdeñable cantidad va contraoferta: 30.000 marcos y si no se acepta consideran rolo
de 600.000 péselas, al dejar abierta la posibilidad de que el pú- el compromiso. Que finalmente es lo que ha ocurrido.
blico devolviese sus localidades, t.a segunda, y motivo de este
editorial, se refiere a la reciente cancelación del recital que Kath- Lógicamente, la encerrona era definitiva y el chantaje no po-
leen Battle debía ofrecer en Madrid dentro del II Festival Mo- día ser más claro. Las posibles soluciones eran tres y ninguna
zan, el pasado 27 de junio. de ellas fácil de lomar, dado que nos encontrábamos a algo más
La causa de la suspensión del recital no ha sido Otra que el de una semana del recital. La primera y más sencilla para todos
incumplimiento por parte de los representantes de la señora Battle, era la de tragar, como habitualmente se viene haciendo en este
la Columbio Anisis Management Inc. de Nueva York, de lo pac- país. La segunda y más socorrida era la de cancelar y argumen-
tado inicialmente en cuanto al caché que se debía abonar a la tar el tópico de la enfermedad. Y, por úllimo, la tercera y más
Battle por su recital de Madrid y que ascendía a 20.000 marcos complicada era cancelar y decir la verdad. Nosotros nos hemos
alemanes netos, es decir: impuestos (20%), viajes, estancia y pia- inclinado por esta última, no sabemos si la solución es la más
acertada o no, lo que sí queda claro es que éticamente no podía-
nista aparte. Con fecha 29 de noviembre de 1988, Columbio con- mos engañarnos ni engañar a unos cuantos miles de amigos que
firma a don Ricardo de Quesada —empresario español que había mensualmente depositan su confianza en nosotros. Evidentemen-
hecho la propuesta para coniratar a la señora Battle para el Fes- te, todo hubiese sido más fácil pagando y, probablemente, el re-
tival Mozatt— la reserva de la fecha para su participación en el cital hubiese sido un éxito, pues lo cierto es que Kathleen Batlle
Festival —el 29 de junio de 1989—, aunque no pueden confir- es una gran cantante. El Festival Mozart al final se ha quedado
mar el programa solicitado, que posponen a enero de 1989. Tras cojo y sin apuntarse este último tanto que era el de presentar en
varios lélex y fa\ de negociación acerca de cuál debía ser el pío- nuestro país a una de las sopranos punteras del escalafón inter-
grama definitivo, la dirección del Festival Mozart acepta que Kath- nacional. Total por 800.000 pesetas más no hubiera merecido la
leen Battle decida el programa y la inclusión o no de arias de pena tanto follón. Es posible —asi piensan algunos—, pero no-
Mo¿art en el mismo, lo cual demuestra la buena voluntad por sotros hubiéramos quedado mudos para siempre, y el Festival Mo-
nuestra parte, a pesar del problema que se planteaba con ello. zart habría entrado a formar pane de ese club tan concurrido
Asi las cosas, el 27 de marzo pasado. Columbio nos confirma en nuestro país y en el cual se permite todo, pues lo importante
todos los extremos del contrato previstos inicialmenle y nos trans- es ganar prestigio y apuntarse los fantos que otros dejan perder.
miten la alegría de la señora Battle por su debul español; tan Mientras tanto, España —gracias a tan ilustres colegas— segui-
sólo resta por confirmar el programa completo, aunque se da rá pagando varias veces más de lo que se paga en Holanda, In-
un avance de los compositores que lo compondrán: Haendel, glaterra o Austria, y permitiendo este cipo de chantajes. La
Schubert, Strauss, Fauré, Obradors y espirituales negros, y aña- denuncia está hecha. Acabamos de abrir un nuevo club dentro
den que «ante la insistencia del Festival, Miss Battle está dispuesta del gremio de promotores de espectáculos y la cuola es gratuita.
a cantar varias arias de Mozart como encares». De nuevo, reite-

4 Scherzo
opinión

KL MUSICAL

El Tristán dela cascara amarga


o está el palio. queridos! tenor, y a lo peor no lenian sino un
i I Leamos que lo liramov connaienor que echarse al calcio. Has-
k ^ ^ • ' A q u i Ik'iiu tu primavera > la puede que la transformación vaya por
perdemos el compás, el norte v lo que fases, > lo misino nos encontramos con
haya i|iK' perder. Rui/ Mateos picide la que la próxima es huido y Trislanu.
paitcnci.i. se pone (muido Je ( ola-C ao (abe incluso la posibilidad de que
> boxea que es un primor, i u hija de Instan fuera desde un principio de la
Rui/ Mateos pierde los nervio1. > se lia cascara amarga, o sea, de la acera de én-
a lurta/os con la chinana (pero [arla- treme, es decir, un satassa. y que ahora
i— UNA BROMA MUSICAL Ais di' Mallorca, evo si(. l'iñeiio pierde eslo hava sido descubierto por algún in-
iíl irasciro y abre una súbala de voios vestigador preclaro, y nosotros con es-
na especie de locura mozartia-

U
que niel un-dos-tres. I-I descamisado vi- los pelos, e Isolda diciendo aquello de
na nos invade. Operas, concier- cepresidente pierde el recato (,'.ln tuvo «Irisiana. qué mona estás". > el publi-
105, sinfonías, serénalas, aiguna ve/?) > monta tm mitin a cuen- co ca/ando ganuisinos y llamando a Lu-
sonatas, fantasías, arias, canciones..., no ta di' lo\ empalmes que ya, \a. Uit can- carna a preguntar que qué pasa, que )<i
me lo creo. De los cuatro años que lle- didato de la i/quierd;i licué mucho eslá bien, que con Tranco no pasaban
vo redivivo, ninguno se puede compa- ínteres en bajarle las medias a la I hal- estas cosas y que eslo es una guarrería,
cher, que es que ha> mucho gol lo pot que donde vamos a parar, señor, si mi
rar a éste. Pero he advertido algunos ithí. se lo digo \o.
sintonías de desaliento: he detectado l'cpe lev amara lacabe/;i, que es que to-
das sor unas perdidas, y todas esas
una especie de fatiga musical entre las Y va niel idos en esios desmadres, ¡i cosas.
gentes. Las representaciones de El Rap- ver si se creían VJs. que la músiea se iba
io y laida no llenaron totalmente el Al- a librar, l'ues no. guapos, no. (Juc aho- Además, se les lia olvidado un deta-
béniz, y cuando escribo esto, azuzado r<i resulta que vamos a poder ver (ha- lle: puestos ya en plan cochino, podía
por ese tirano de director de la revista, bremos v isio, cuando lean ViU. esiu) la haber salido el hueno de karajan a di-
a pocos días de la continuación de mi famosa ópera de Waimer "Isolda y Iris- rigii en pelota viva, que no sé quién le
festiva! en el Auditorio Nacional, con tana", que es que ya le tienen a uno cu ha sacado una lulo de esa uuisa > van
uno no-soqué que que-sc-yo. l\irque fí- > la publican los de esc diario que des-
mi adorada Pires, no sé lo que ocurrirá. jense el enigma: ¿Será que al umigo de lo de lluiragueño parece que se van
El desaliento es cosa mala: Pimperl. Wagner le din por las titncU'tti"*'.' Hom- especializando y ahora ya los hacen in-
mi perro, que he traído de la eternidad bre-, digi» vo que iiiiü canncMia desval/a tegrales. I o malo es que Butragueño hi-
hace unos días para hacerme compañía, no era, pero lo de lus iinu-k'ilcs parece zo perder el sen i ido a más de una. pero
anda con tal sensación de desánimo, un poco fuerte. Puetle que hava sido co- en este caso el que ha perdido el senti-
que algo en su expresión me recordó a sa dd eseenóüraío. que es que ya no sa- do es karajan. peto el de la estética, que
ia de Marcelino Oreja, después del 15-J. ben que ¡inenuir, v cuando ya lian el pobre parece un pellejo, que v.i ha-
mientras daba unos ladridos lastimosos vesnito :i Siglrido de frac y a W'oi.in üc cen falta ganas.
mirando fijamente mi busto que tengo coronel de la SS. pues a ver: lla> que
comprenderlos a los chicos: iransloima- 1 o dicho: unos pierden el sentido,
colocado sobre el piano, como dicién- mus ;i Tristán en una mariposita que vo- oíros la verjanen/a y oíros la gorra, Tris-
dome: Wolfie, a los españoles no los en- laba ni ilií- gartlen y hala, que lo cante lan perdió los... bueno, ya se lo imagi-
tiende ni seine valer. Se saturan a la llibi Audcrscu. l.o que se queda uno es nan Vds. Quizá, Ui más probable, es que
primera. Menos del PSOE se saturan di eon la curiosidad de saber si los gulis el tío de la radio que anunció la ópera
tutto. ¡Porca miseria! Pero Pimperl es se los han cortado ames de enirar en es- hubiera perdido... mi lomillo. ¡Teli/
un perro inteligente y sensible, y al ver- cena o sí (orina p.tric de la noiedad. verano!
me en fase depre me agarró suavemen l'uede también haber ocurndo enferme-
te de la casaca y me lievó al escritorio, dad debidamente justificada del Helden-
cogió con sus suaves patitas una hoja Rafael Onega
de papel pautado en blanco y con su pa-
la delantera derecha asió una pluma del
estornino que utilizó para escribir, mo
jola en el tintero y garrapateó: ¡Que los
zurzan con hilo verde a todos! Un enor-
me trueno resonó en la habitación..., la

X
tormenta comenzaba una tarde más...,
Pimperl y el estornino atacaron a dúo ' *W\ t:\'tiol¿i iÁ}(D¿if/sa hoy tiif-itiu
su canción predilecta.... me adormecí a llame/un!
.su son y olvidé por unos instantes...,
hasta que la sombra alargada de Wag-
ner, disfrazado de Ruiz Mateos, me
m SOTO MESA 2478583/2-J829 27
desveló... I i i s j . m r f í . i '(•• \ » > r < . i r i n 2
S , » l l i ' M | n - "n-ft 1
W. A. M. s de experiencia nosavalau

Scherzo 5
-opinión •

BACHILLERÍAS ÁNGULOS

De Gestoribus Los divos con las divas


H
ubo un tiempo, que ya sólo
recordamos los viejos del
lugar, en que la penuria era
S on de otro mundo, casi parecen caí-
dos del cielo. No hablan igual que
el resto de los mortales. Y posible-
mente tampoco sientan y padezcan como
los ciudadanos y ciudadanas de a pie. El
Puede que alguna vez hayan cumplido
una función artística. Uno empieza a sos-
pechar que un mundo tan complicado co-
mo el nuestro sus histerias, sus arrebatos,
sus caprichos empiezan a ser considera-
nuestra diaria compañera. Con el público, la genie, esta a sus pies. Ni siquie- dos por algunos —que cada vez serán
presupuesto musical de todo el Es- ra se les ocurre pensar que alguien —un más— como una reliquia de otra época.
tado para un año apenas hubiera pobre mortal anónimo— pueda decir que Ellos, en el fondo, no sirven al arte —ese
podido una familia pagar la factu- no a sus caprichos. Se han acostumbra- viejo y venerable propósito de todo artis-
ra del dentista. Ahora las cosas han do, por ejemplo, a que sus nombres en las ta verdadero— sino a sí mismos. Cuando
cambiado para nuestro bien y los cubiertas de los discos estén impresos en salen a un escenario lo que menos les im-
un tipo de letra mayor que el de los com- porta es el genio de quien creó las obras
ayuntamientos rivalizan con el go- positores. Mozarl, Verdi, Mahler, Schu- que acaban de tocar o cantar. Lo que im-
bierno, las comunidades autóno- ben, Wagner, Beethovcn, Brahms... no porta es que ellos y ellas han tomado una
mas, los bancos y el resto de los importan demasiado. Son, a lo sumo, un obra de arte, la han reconvertido a su gus-
patrocinadores (por más feo nom- pretexto. O aún peor, un medio a través to, la han pervertido en muchas ocasio-
bre esponsores) en la organización del cual pueden desplegar ellos, ellas, su nes y reciben el tributo insensato de unas
y/o subvención de aclos culturales talento o su genio. Están acostumbrados personas para las cuales no existe el arte,
a que les paguen liieralmenie lo que quie- sino su representación.
y/o musicales. Hay música para lo- ren. A que un leve fruncir de cejas provo-
dos y el que no va todas las tardes que rumores de catástrofe. A que su Claro que divos y divas los hay en cual-
a un concierto es porque no quiere, sonrisa o su ceño haga temblar a los po- quier medio. Pero la música los padece
no sólo en Madrid y Barcelona, si- bres infelices que les rodean. Son — más que nadie. La prodigiosa capacidad
no en muchos otros lugares. Y ¿por ustedes lo habrán adivinado— los divos, reproductora de las nuevas técnicas elec-
qué no acuden, si dicen que es tan las divas. trónicas lleva sus nombres, sus rostros y
sus voces por doquier. Los hay que inclu-
grande la sed de cultura? Esa es la
cuestión. Realmente habría que decir: son ina- so simulan sentir por el público un cierto
guantables. Porque en verdad que lo son. desprecio y el público —vaya usted a sa-
Varias son las respuestas, pero to- Firman un día un contrato, digamos en ber como consecuencia de que extra fia
das se encierran en una: hemos em- marcos alemanes, con todas las garandas pulsión sadomasoquista— se congratula
pezado a construir la casa por la legales, y al día siguiente, sin previo avi- de ello.
bandera. La asignatura pendiente so, deciden que donde decía «Deutsche La verdad es que deberíamos hacerlos
Marks» diga «Dollars». Sí alguien pro- desparecer. Tampoco seria tan difícil. Bas-
sigue siendo la enseñanza, como su testa lo abruman con su magnificencia, taría con que nos olvidáramos de ellos y
propio nombre indica, pero existen con su esplendor, con su poder. El —el tuviéramos más presente a la música. Que
otras razones que pueden explicar divo—, ella —la vida— han nacido para nos diéramos cuenta de que vale mucho
el vacío de muchos conciertos. Se- mandar. Son punto menos que reyes de más una interpretación fiel e irreprocha-
ñalaré en esta columna la escasez de la creación. Antaño algunas de ellas po- ble que las seudo brillanteces, los desme-
verdaderos gestores, personas que saban de fernmes fatales y de hecho más lenamientos, las histerias de esos tiranos
de un ciudadano se levantó la tapa de los sin corona, pero con corte.
entiendan lo que se traen entre ma- sesos al ver negado el camino a sus en-
nos y sepan pro-mover lo que me- cantos. Hogaño ya no hay femmes fata- Será hermoso el día —¡ay, aún lejano—
rece la pena ser pro-movido. Una les. Todos hemos espabilado lo suficiente en que no haya más divos y divas y la gen-
mala programación, una escasa pu- como para que crímenes o suicidios pa- te vaya a escuchar a Mozart o a Puccini
blicidad, una deficiente selección y sionales se hayan convertido en una anti- y no a X de X. Ustedes ya me entienden.
presentación pueden dar al traste qualla arqueológica. Pese a lo cual el
charme de divos y divas sigue producien-
con los esfuerzos de los músicos y do efectos devastadores.
frustrar los deseos de los oyentes. Javier Alfaya
No es fácil perfilar el retrato ro-
bot del gestor, enterado de lo que
se cuece en el mundillo musical, ex-
perto en sortear trabas burocráticas,
no excesivamente interesado en el
lucro o el medro, conocedor de las
necesidades de la puesta en escena,
etc., pero resulta sorprendente cómo
algunas entidades logran colocar en
los puestos de responsabilidad a las
personas más inadecuadas. Se diría
que han llevado a cabo una cuida-
dosa selección negativa.
¿Para qué poner ejemplos? No
cabrían en este recuadro.

Sansón Carrasco

6 Scherzo
opinión

AL MARGEN excelenies versiones, coherencia, empas-


tes poco comunes, variedadde planos so-
noros, ajustes en sus entradas sin apenas
geslo de su joven concertino Sr. Agostini.

Disonancias Pero nos extraña y nunca pensé podría


tolerarlo grupo de tan extraordinario pres-
tigio, consentir que fuere el piano quien
se encargase del continuo en vez del cla-
los puntos de vista y programa-
ción frente a una generación que ve. ¿Quién fue el culpable de tal imprevi-
a oferta sinfónica madrileña sión? ¿Cómo el grupo consintió tal

L para el próximo otoño-


invierno no se puede califi-
car de imaginativa ni, menos aún,
ya ha hecho historia» (sic), por-
que «!a generación musical espa-
ñola de 1931,... es mucho más rica
y varia de lo que muchos supo-
negligencia?
El Sr. Gagliano, al inicio de la segunda
parte del concierto, pidió disculpas a la
sala por el uso del piano en lugar del cla-
de audaz: una vez más nos propo- ve, no nos sirvió la aclaración; ya eia tar-
nen un desordenado recorrido por nen» (resic). de, la hubiéramos aceptado si se hubiese
el Gran Museo de la Música (Cla- Pues a buenas horas, cuando producido al comenzar el concierto, tam-
sicismo, Romanticismo), comple- durante lustros desde influyentes poco la justificamos, se debe tener previs-
mentado con alguna visita al de despachos, épicas emisoras y no to por la organización cualquier
menos heroicas publicaciones, se imprevisto.
Arte Moderno (Impresionismo,
Expresionismo) y hasta al de Ce- ha dirigido la música española ha- Agradecemos el esfuerzo de la Sra. o
cia la meta de un vanguardismo Sita. Garatti, que con gran sentido musi-
ra (Música Contemporánea). Na- cal, atereiopeló cuanto pudo el sonido del
da nuevo, pues; lo mismo de sin valor de uso ni, tampoco, de piano, pero no es eso.
siempre, el chím-pum de todas las cambio —sablear hábilmente a las Nos preguntamos. ¿Hubiesen ofrecido
temporadas. Se nota que los pro- distintas y aun opuestas Adminis- Las cuatro estaciones vivaldianas, usan-
gramad ores son incapaces, entre traciones de los últimos veinticua- do el piano continuo en el auditorio ma-
tro años no es lo mismo, a todas drileño, Liceo catalán o Palau valenciano?
otras muchísimas cosas, de dar un Perdió quilates en Albacete I Musici, lo
quiebro a la rutina y una larga luces, que competir libremente en sentimos por los oyentes, perdimos una
cambiada a las perdurables cama- el mercado—, mientras se cerraba ocasión de oro y tal vez, lo que pudo ser
rillas que siempre se las arreglan el paso a toda alternativa a la sem- el concierto del año, se tradujo en un con-
para saltar al anillo, pese a que el piterna música oficial. cierto más.
éxito nunca sea indescriptible, flo- A mí me parece que lo que pro- Ramón Sanz Vadillo
jee la entrada y todo acabe en un cede, en todo caso, es ampliar los Albacete
silencio, sólo roto por las palmas puntos de vista de cierta crítica in-
de la peña del 13. teresadamente miope, poniéndo-
la entre decorosos paréntesis a ver
si así, por fin, nos enteramos de
AfavordeNorrington
II lo que pasa en nuestra música y Estimados amigos:
de cual es su auténtico valor. Suelo decir, medio en broma y bas-
Según uno de nuestros más tante en serio, que soy un ateo que tie-
controvertidos cronistas ahora re- (continuará) ne por Dios a Beethoven. Pues bien,
sulta que es necesario «ampliar Miguel Ángel Coria la chabacana caracterización que ha-
ce el Sr. Pérez Adrián de Roger No-
rrington, además de insultante para
los «turiferarios» (admiradores, no
CARTAS aduladores) de este gran director, en
ningún caso desciende (o mejor, as-
VERANO MUSICAL
ciende) a analizar el trabajo de aquél.
DE ZUMAIA Las cuatro estaciones Por eso me ha alegrado el comenta-
rio de su crítico Sr. R.O.B. acerca de
Festival Internacional
Cursos de Interpretación
con piano las Sinfonías Primera y Sexta. Amis-
tosamente le haría una recomenda-
Con ciertos
El pasado día 24 de mayo se celebró en ción: escuche la Novena.
el Audi lorio Municipal el concierto ex-
1-11 de Agosto de 1989 traordinario de 1 Musía, patrocinado por un abrazo
PAUL BADURA SKODA la Caja de Albacete. Alberto Diez
piano El público llenó el auditorio, conoce-
dor sin duda de las excepcionales cuali- Barakaldo
RAFAEL GINTOLI dades del conjunto camerístico que nos
violin visitaba. Fe de erratas
MASSIMO SARDI I Musici es un grupo de cámara fuera Damos cuerna de tres importan íes erratas que
de lo normal, con un historial poco co- SÍ deslizaron, en SCHERZO n° 35 en la crítica
Técnica vocal titulada ¡Qué lástima! de Francisco José V¡-
mún, que ha dado ejemplo de casi abso- llalba.
LUCHY MANCISIDOR luta perfección en determinadas
pedagogía musical realizaciones dentro de un género estilís- pág, 34, linea 3B. donde dice:
sitúa, como, debe decir: sitúa, como único ele-
Información: tico musical determinado, que es el que mento decorativa la popo transparente de un
Casa de Cultura • Palacio de Foronda
los ha consagrado, manteniéndolos en pri- barco que se mantendrá durante
mera linea de éxitos, cerca ya de cuatro líneas 49-50. donde dice:
20750 ZUMAIA (Guipúzcoa-España) decenios. el árbol en el primer aero, debe decir: el árbol
Teléfono (943) 86 10 56 en el segunda acto de la ópera. Ridiculo el ha-
No descubrimos a estas alturas 1 Mu- bitáculo en el que se refugia Isolda en etprimer
Lunes, miércoles y viernes sici, conocemos su discografía y a juzgar acto
de 17 a 19 horas por lo escuchado en el concierto no en- pag. 35, col. 2. linea 3:
contramos, ni siquiera intentamos el apli- donde dice cantidad eximia, debe decir cantante
carles calificativos respecto de sus eximia.

Schcrzo 7
opinión

TRIBI \ A ABIERTA

De cómo el «concierto barroco»


desconcertó una ciudad
L legar a la pequeña ciudad y encontrarse con que iodo era música y contieno. Pa-
sear por sus calles enlre tañidos de campañas que, a veces, se tornaban furioso
guirigay. Era la suprema expresión de una música no escrita: el bajo profundo
del canipanón de la Iglesia Mayor, las votes blancas de las campanillas de las Clarisas,
los esquilones del reloj de Ayuntamiento. La ciudad era todo —y sólo— música, y el
silencio era música, un delicado diseño de pariiluras irreflexivas, una filigrana de acor-
des insumisos. Pura música las casas y el cielo y los balcones, sin más despropósito que
el ruido de los pasos sobre el adoquinado y más música aún las piedras de la catedral,
a partes iguales enire romániicas y góticas. Por lo demás, y Cuera de su naturaleza musi-
cal, !a ciudad era una sinrazón histórica, urbanística y geográfica y, por ellu, proclive
a toda cla.se de prodigios. En esto y en su esencia de redondas, corcheas y semifusas,
se justificaba su existencia. Y que, asi como fue adquiriendo cierta forma arbitraria de
diapasón desmesurado. La ciudad era una realidad fluyente, un código de sutiles ritmos
en el que se armonizaban sin esfuerzo las voces negras de ios canónigos cantando las
horas y el timbre atiplado de las monjas en sus coros, voces blancas dentro de unas to-
cas blancas, dentro de unas carnes blancas e intocadas de novicias en celo. Dicen, con-
taban entonces, aunque en secreto y con sigilo, que las voces de las novicias en celo
transmiten una desconocida pasión y que ahí está el secreto de una parte de la mística.
Dicen que la ardorosa continencia da a estas voces un poder absoluto sobre la materia
y que sólo lo pierden al primer contacto carnal con algún canónigo lascivo, Lra de oir
aquellas monuis iras las rejas del coro, manifestando en sus canios toda su vida de ab-
solutos y renuncias; y era de escuchar al cabildo en la catedral con sus gargamas rolas,
Dies inte; y, en adviento, en el imponente órgano, al organista tri/ar en fugas, escalas
y distorsiones alucinadas un Juan Sebastián Bach sideral y grandioso.
Pero nada como Carpentier, cuando se trajo aquí, en una geniiil pirueta inexplica-
ble, su Concierta harruco, su locura irrefrenable de Haendel, Scarlaili y el cura Vivaldi,
que quiso tirarse a todas las monjas de todos los conventos y entonces le dijeron que
de seguir así, en su furiosa incontinencia, la ciudad se quedaría sin doncellas y los con-
ventos sin doncellas y sin voces blancas. Se encomendó c¡ cura italiano al buen Arci-
preste Juan Rui/, mas de nada le valió, pues el obispo, que también era un putañero,
dijo que a sus monjas ni tocarlas y que para eso estuban las engolfadas pupilas del Os-
pedalle della Pielá. Nada como aquellos dias en que don Alejo, el cubano, quiso fundir
en un pentagrama la hermosura arcaica y vieja de una ciudad castellana que canta el
Dies /rüccomo una salutación, con la levedad marilima y lacusire del carnaval venecia-
no. V fue cosa de ver en esta ciudad hermética por dentro y abierta por fuera a pára-
mos y a vientos, a Pierina del violín. a Catarina del corneto, a líianca Maria organista,
a Margarita del atpa dopia. a Claudia del flantillo, a Lucietu dclla i rumba. Y a Scarlai-
ti sallando de campanario en campanario > al "sajón del «trajo •>, Jorge ledcr ico Haen-
del, afinando con una furia deicida los órganos de todus las iglesias \ al cura Antonio
Vivaldi adulando rastreramente al Arcipreste Juan Rui/ para que le 1'ranquease las can-
celas de !as clausuras, fosa de escuchar fue lal desbarajuste y desconcierto. Y cosa de
admirar a sor Angela María Lucrecia deslizando en el torno la llave ele la clausura, aun-
que con ello arriesgara la perdida de su hermosa u>/, la voz mas eniyniáticamenie ca-
chonda, la más liirvieme y la más pura de todos los convenios de la enloquecida ciudad.

Javier Villún

8 Scherzo
SERIE DE COMPACT DISC A PRECIO ESPECIAL
NOVEDADES PRIMAVERA '89
BRAHMS
1
Rapsodia para contralto
Schucksalslied
1 *,! MAHl.ER
Canciones de un camarada errante
Mildred Miller, meiiosoprano
Orquesta Sinfónica Columbia
Bruno Walter
MYK45«O - CD MYT455U3 - MC

CHOPIN LISZT
Concierto para piano. N" I Concierto para piano. /V" 2
Emil Gilels, piano WEBERN
Orquesta de Filadelfia • E. Ormandy Pieza de concierto para piano
LISZT y orquesta. Op. 79
Concierto para piano. N" ¡ Roben Casadesus, piano
Charles Rosen, piano Orquesta de Cleveland
O. New Philharmunia - J. Prilchard George S'ell
MYK4_v>(W - C"R M1T45JII-I - M C MYK4SÍM • CD MYT45WK • MC
MAHLER
Sintonía N" 5
Filarmónica de Nueva York
Leonard Bemslein
MYK45ÍIC - (.D MY"t"4>5(C - MC

MOZART
Concierto para piano ,V' '/
Concierto pura pitmo N" 23
Rudolf Serkin. Piano
Orquesta del Festival de Marlboro
Orquesta Sinfónica Columbia
Alexander Schneider
MYK455lKi - CD MYT4Í5I* - MC

MOZART MAHLER
Serenata N" 9 "De! Postillón" La canción de la tierra
Exulta te. Jubílate Mi Id red Miller, meízowprano
Judith Raskin. soprano Ernst H afligir, tenor
Orquesta de Cleveland Filarmónica de Nueva York
George Szell Bruno Walter
M1K4.«(W - CD MYT4Í5IN - MC MYKJÍÜIKI - CD \\\ 14JÍIKI - MC
SATIE: Piezas para piano
TCHAIKOVSKY
Je te veux. Tres Gnossiennes.
Sinfonía N" 5
Tres Gymnopcdics. Primer nocturno. Orquesta de Cleveland
Descriptions aulomatiques. Les trois Lorín Maazel
valses disiinguées du précieux dégouté • • MYWSS01 - CD MYT455OI - MC
Philip pe Entremont, piano
MYK4J5DÍ - L~n MYT4JMJ - MC RICHARD STRAUSS
Así hablaba Zaratustra
Filarmónica de Nueva York
Leona rd Bernstdn
octualidod-

«TiPereth» de Nunes: El esplendor emblemático del espacio


Del 3 al 13 de mayo, se han desarrollado en Lisboa los «13° Encontros Gul- En esta obra no hay forma abierta, pero
benkian de Música Contemporánea», que viene organizando con una periodici- hay espacialización. Pero, para mí, con
dad anual ¡a Fundación Gulbenkain. Podemos considerar este Festival uno de forma abierta o sin ella, la escritura de
una obra con espacialización tiene que ser
los más importantes de Europa y que, con más empeño, pretende programar con muy diferente de una obra que fue con-
el más cuidado criterio a los compositores que dan el pulso más vital de la actua- cebida sin la misma. Y desde ese punió
lidad, con gran atención a la música portuguesa y a jóvenes compositores. La de vista, como le digo, ya en 1964, me
inauguración de la presente edición incluía una composición del portugués Em- preguniaba cuál era la relación entre la
manuel Nunes, uno de los más destacados e importantes compositores actuales. espacialización de las fuentes sonoras y
la concepción formal. Ya en Oeldorf I de
los años 73/75, con las seis pistas de las

N unes nació en Lisboa en 1941. Es-


tudia composición en Colonia con
Pousseur y Stockhausen. Según
sus propias palabras y sobre el análisis que
realiza Stockhausen sobre Momente du-
Europea de la Radiodifusión, siendo es-
trenada el 9 de diciembre de 1985 en la
iglesia Notre Dame du Travail, de París,
dentro de las conmemoraciones del Año
Europeo de Música. En aquella sesión era
tres bandas magnéticas que constituyen
la obra, planteaba un tipo de espaciali-
zación que era únicamente para clarificar,
para distanciar los varios discursos. Des-
pués, con Grund (1982, para flauta y
rante los años 67/68, nos dice que «su- interpretada por la Orquesta Nacional de ocho flautas pregrabadas en ocho pistas)
pone ta fase más importante de mi prime- Francia, dirigida por el finlandés Leif Se- empecé efectivamente un tipo de escritu-
ra introducción al oficio de componer». gerstam y el español Arturo Tamayo. Una ra que tiene que ver directamente con la
Música Electrónica, con Jaap Spek y Fo- segunda interpretación de la obra (sólo de espacialización; pero es una espacializa-
nética con George Heike. Desde 1964 vi- la segunda parte) vería la luz dentro de ción que hoy en día 11 amaría pasiva, don-
ve fuera de su país, residiendo entre París la «Giornate della Nuova Música 1987», de el intercambio entre los diversos
y Oeldorf, cerca de Colonia. Ha desarro- de Tbrín. La versión de Lisboa suponía la puntos del espacio son un resultado de la
llado una importante labor docente en la tercera audición absoluta (la segunda in- escritura en cada parte, de la relación en-
Universidad de Pau, ha dictado regular- tegral), contando con la participación de tre las partes, pero no es una espacializa-
mente seminarios de composición en la los mismos directores de la versión italia- ción dinámica en el senlido de cambiar
Fundación Gulbenkian, IRCAM, Cursos na (M. Foster y A. Tamayo), y la Orques- determinados elementos compositivos de
de Verano de Darmstadt, Conservatorio ta Filarmónica de Silesia (Kaiowice), con un punto a olro.
Superior de Música de París y Escuela Su- la colaboración del bnsemble de percusión
perior de Música de Friburgo, donde ac- «Les Pléiades» y los solistas F. Stochl
tualmente es responsable de la clase de (contrabajo), S. Gualda (percusión), A. S.—¿Cómo se situaría Tifeieih dentro
composición. Su obra ha lenido una am- Gantier (trompa), E. Rombout (oboe), G. de estas reflexiones?
plia difusión en las tribunas más relevan- Coméntale (violín) y J. Burnam E. N.—Creo que en esta obra he traba-
tes de música europeas, habiendo tenido (trombón). jado con las diversas concepciones forma-
encargos de las más importantes institu- les de espacialización que están en el lí-
ciones: Radio France, F. Gulbenkian, Mi- Obra emblemática en su producción mite de utilización de la electrónica. Si us-
nisterio de Cultura francés, Donauchin- por la suerte de celebración, para el pro- ted analiza la Antifonía 11 hay un traba-
gen, Unión Europea de Radiodifusión, pio compositor, de los 300 años del naci- jo de imitación permanente, si quiere, de
etc. Entre su producción destacaríamos: miento de J.S. Bach, los 100 del nacimien- canon que no se oye, pero que se siente,
Ruj'(1975/77) para orquesta y banda mag- to y 50 de la muerte de A. Berg, así como a nivel de la nota, del ritmo, del timbre,
nética (una de sus obras más difundidas de un compositor vivo que el autor pre- de grupo a grupo. Esta evolución perma-
y que más proyección dieron al composi- fiere dejar oculto. Tifereth, obra resumen nente de cada elemento, de grupo a gru-
lor); Chessed ¡I (1979) para 16 solistas ins- que viene de una determinada trayectoria po, va a tener una función predominante
trumentales y orquestas; Musik derfrü- del pensamiento del autor (la expansión de la constitución del discurso. Sin me-
he (1980/84) para 18 instrumentos; Stretti de un corpus de principios comunes para dios electrónicos, el único cambio que
(1982/83) para dos orquestas con dos di- todo el ciclo compositivo La Creación puede existir de una escritura que va a ser
rectores; Wandlungen (1986) para 25 ins- que incluye esta obra), siendo una espe- espacializada es un cambio en la concep-
frumentos y live-electronics; Clivages I - cie de eslabón resumen que cierra y al mis- ción formal de las relaciones de los tiem-
¡I (1987/88) para seis percusionistas. mo tiempo abre. Obra autobiográfica en pos, de elementos que cambian de carác-
música de todo un percurso musical, de ter según el punto donde se encuentran.
lo que es y significa para Nunes la músi- Eso como un trabajo contrapuntístico de
ca. Con motivo de este sobresaliente es- orden real o en general... No sé, la verdad,
treno mantuvimos durante dos días sen- si podemos hablar de contrapunto, armo-
Tif'ereth dos encuentros que dieron de sí una dila- nía, etc., pero es el tipo de preocupación
tada entrevista de la que extractamos lo de un cubismo en movimiento que con-
Se Irata de una composición de cerca más significativo, y que son fundamen- duce necesariamente a una escritura de
de setenta minutos de duración, compues- talmente reflexiones sobre la propia tendencia conlrapuntíslica.
ta por Emmanuel Nunes, entre 1978 y Tifereth.
1985. Una orquesta de más de 100 instru- S.—¿Podemos hablar de Tiferelh co-
mentistas es dividida en seis grupos ins- SCHERZO.—¿Dónde se situarían sus mo una obra concluida?
trumentales, que están dispuestos en un inicios de reflexión compositivos sobre el E. N.—¿Quiere decir de obra que no tra-
espacio rectangular (en cada uno de sus espacio? bajo más?
vértices y en el medio de sus lados más ENMANUEI. NUNES.—Me gustaría S.—S/Tif ereth es una obra termina-
amplios. En el interior de este rectángulo decirle, en primer lugar, que cuando em- da o no.
se sitúa el público). Cada tres de estos gru- pecé a estudiar en París, e incluso antes E. N.—Sí y no.
pos es coordinado por un director. En la de irme a Colonia a estudiar con Stock- S.—Me lo imaginaba.
segunda parle de la obra (la de las Antí- hausen, había una cierta línea de puntos
fonas), a cada grupo orquestal se une un E. N.—Le hablaba ayer de que la par-
que para mí eran difíciles de poner en titura tal como está actualmente, tal co-
solista instrumental (violin, oboe, trom- práctica. Se trataba de buscar una rela-
pa, percusión, conirabajo y trombón). mo la escuchamos, es para mí un todo ce-
ción particular en la espacial izad ó n de la rrado. Pero es casi como un tipo de igle-
Tif'ereth (del hebreo), podría traducirse música, en la escucha, por supuesto. Me
por esplendor o magnificencia, y en la fi- sia románica que tiene un cuerpo prin-
refiero a una espacial i/ación inlerna, co- cipal, una estructura principal y luego edi-
losofía cabalística corresponde al núme- mo en Tif'ereth, la espacialización y to-
ro 6. La obra fue encargo de la Unión ficios anexos. En este caso que nos ocupa
da la problemática de la forma abierta. no podemos hablar de anexos, pero si de

10 Scherzo
-actualidad-

intercalados. Por ejemplo, mi problema es


que durante 3 meses antes de empezar la
partitura de la segunda pane estuve crean-
do una materia de todo orden (rítmico,
ideas, alturas, etc.), y de esa materia sólo
utilicé un 40°/o. Así que yo no parti de una
duración para hacer una obra. Parti de la
materia y la fui desarrollando y asi me en-
contré con la materia para mucho e hice
una parte. Puedo decir que hay cosas que
no hice y que me llaman, que me atraen,
que me polarizan y que me gustaría ha-
cer. Pero hay un punto que le debo comen-
tar a propósito de la obra y es que no la
concibo como una obra gigantesca, si va
a durar 1 hora y Vi es porque tiene que
durar 1 hora y Vi. Por otro lado, está pre-
visto desde el principio una antifonía, to-
davía no escrita, la primera que es relati-
vamente corta (pueden ser unos cuatro mi-
nutos) y donde el solista principal es la
percusión. Asi que, teóricamente, la se-
gunda parte debería empezar con un pre-
dominio de la percusión. Eso no lo he he-
cho por varios motivos, pero está plan-
teado. Por lamo, toda la materia es mu-
cho más vasta que las cuatro antifonias
que conocemos actualmente.

S.—¿Cómo debemos entender la forma


en TiTereth?
E. N.—La primera parte originalmen-
te no tiene denominación. Tiene partes
más o menos largas, pero sin títulos o de-
nominaciones. He pensado que cuando
haga la parte intermedia (una eventual
sección que falta en la obra, si algún dia
la hago) indicaré también las secciones de
la primera parte, como están ahora. Las
denominaré Preludiums con una nume-
ración. La parte intermedia tendría un
nombre relacionado con la técnica con-
trapuniística. Después vienen las antifo-
nías. La primera parte de la obra es una
mise en espace de la materia. Me parece
necesario tener como una afinación, co-
mo cuando afinamos las 4 cuerdas del
violín, de afinar el oído para el espacio,
de practicar una gimnasia estética y audi-
tiva particular del hecho de tener una per-
manente movilidad de puntos de atención.
Y así, luego pasamos al trabajo de con-
trapunto armón ico-melódico de la segun-
da pane, así llegamos a las antifonías que
son la relación privilegiada entre el tra-
bajo de contrapunto de espacio, no de
contrapunto de notas.

S.—¿Podría hablar de los aspectos mas


sobresalientes de escritura de esa prime-
ra parte?
E. N.—Desde el punto de vista tímbri-
co, cada grupo tiene entidades de dos ti-
pos: los instrumentos como tutti y como
solo, y también la percusión. Hay cierto
número de timbres que solamente tienen
una nota o dos para cada uno de los gru-
pos. Así, si tú quieres hacer una escritura
melódica de percusión, por ejemplo, auto-
máticamente tendrías un percurso espa-
cial que dependería de tu estructura me- ra cada grupo orquestal; pero la vivifica- quiero decir que el congelamiento de la
lódica. Ese es uno de los funcionamien- ción rítmica de esas entidades armónicas dimensión melódica debe exigir una per-
tos de los grupos en la primera parte. Ade- provoca una relación total de la armonía cepción privilegiada de las relaciones rít-
más, tienes para cada grupo proporciones que parece mucho más cargada o sobre- micas. Eso sucede natural y normalmen-
rítmicas de repetición que entre ellos, cargada. En Nachtmusik I, por ejemplo, te con instrumentos de percusión. Pero yo
cuando es oído en su totalidad, te va a tiene una viola que va con un cello, un no veo que no pueda suceder a nivel de
provocar un desplazamiento en las armo- corno inglés que va con un trombón y un instrumentos, vamos a decir normales. Y
nías según el ritmo que está en juego. Es clarinete bajo en medio. No hay casi de- todo esto hasta el final, que viene un gran
muy curioso que en muchas partes de la senvolvimiento metódico, solamente en sólo de corno inglés.
primera parte hay solamente dos notas pa- ciertos momentos muy cortos. Con esto S.—Qué es el que va a abrir posterior-

Scherzo 11
-actualidad -

mente su obra Nachtumusik II. ble del sonido. Sin tiempo no hay sonido,
E. N.—Si. Así este tipo de desenvolvi- hay otra cosa. Además, como habrá leí-
miento rítmico con cierto congelamiento do en alguno de mis textos, hay un libro
del desenvolvimiento armónico, pero en de Husserl que se llama Lecciones sobre
proporciones mucho más alargadas, su- la conciencia íntima del tiempo. Ese libro
cede por vez primera en esta obra que la ha tenido mucha importancia como punto
comento, que yo he asumido y que tiene de parlida de muchas reflexiones. Inclu-
mucha más relación con la primera parlo so sobre los problemas de la forma abier-
de Tif'ereth. ta, o de la forma cerrada como oposición
S.—¿Cómo podemos entender la segun- de la forma abierta. Y digamos que es un
da parte dividida en antifonías? problema casi platónico en el sentido de
E. N.—Originariamente había 6, en ca- registro solamente agudu. Y yo con mi noción de potencialidad y de actualidad.
da una había un solista predominante. Co- teoría y mi práctica considero que hay una Una cosa es un potencial y otra la forma
mo yo normalmente cuando tengo una diferencia muy grande en el cambio es- como se actualiza. Pero para mi todo es-
idea directa y obvia, tengo también una pacial entre las frecuencias muy graves y te tipo de reflexión es extremadamente
contraidea menos obvia, le puedo decir las frecuencias agudas. Así, cuando lo importante. Y, sobre todo en Husserl he
que también había un solisia secundario oyes por primera vez en la Antifonia IV encontrado muchos puntos de partida pa-
para cada antifonia. Así había dos solis- tiene un carácter muy especial. Ese carác- ra reflexiones que luego olvido comple-
tas, había combinaciones de dos para ca- ter especial va muy bien con la función tamente cuando compongo, si no no
da una: uno principal y otro secundario. como usted dice emblemática de compondría. Porque no se puede compo-
Recuerde que la primera antifonia, que to- Tif'ereth, porque las cuatro notas son un ner un concepto, tienes que componer
clúster y ese clúster curiosamente es un
davía está sin escribir, será para percusión. música. Tienes que componer una reali-
En la segunda, violín y oboe, uno princi- clúster contemporáneo, pues las notas son dad y una realidad es todo un orgánico
pal y otro secundario, respectivamente; asi en el orden de registro: la, si bemol, si, que, quizá, esté por delante de los con-
dio una antifonia doble del oboe y el vio- do. Es un clúster de tercera menor, don- ceptos. Es una creación. Es como tener
lín sin interrupción. \& Antifonia III es de yo no escogí las notas, me fueron im- un hijo, que cuando está hecho vive su
la del trombón, que ha pasado al contra- puestas. Por eso, quizás, suene más vida y muere más joven o más viejo, de-
bajo y se ha vuelto la antifonia del trom- particular. Y esa sección va a ser repeti- pende. Y, a veces, muere y resucita, que
bón con contrabajo, o del contrabajo con da la segunda vez con la parte de las trom- es una ventaja en relación con los hom-
el trombón. Además, si se ve mi Musik pas que giran en canon. Porque más tarde bres. Asi, no es que yo ponga en prácti-
der Frühe, hay lodo un pasaje de metales este tipo de trabajo con las trompas ya ca teorías temporales, pero encuentro
con contrabajo, y también de contrafagot no es en canon, es en sincronía, y hay otro muchos paralelos, muchos cruzamientos
con contrabajo. No tiene nada que ver tipo de trabajo de especialización que es entre ciertas reflexiones y mi concepción
desde el punto de vista del material, pero un acorde que está siempre presente. Ima- musical del tiempo. En este sentido, cuan-
¡imbricamente es algo que me gusia. Lue- gínese que tiene seis trompas (una en ca- do trabajé con Siockhausen, él era quizá
go la Antifonia IV, donde está lo que lla- da grupo orquestal) y tiene un acorde de en esa época el único compositor que yo
ma adagio, seria una antifonia de otros seis notas, que yo llamo acorde Tif'ereth. conocía que sabía trabajar con duracio-
solistas. Cada nota de este acorde va a mucha ve- nes muy largas. Porque es un problema
locidad, cambiando de trompa, pero co- muy delicado hacer vivir una duración
mo cambian todas, siempre se tiene el larga, es un problema de antes, durante
S.—¿En este caso del violín? mismo acorde. Simplemente que cada no- y después, es un problema de contexto to-
E. N.—Si y no. Porque después hay una ta hace un giro, es un efecto de trompa tal. Es un problema —como yo digo mu-
parte de trompa muy importante con un oreil, si usted quiere, que está ahora de chas veces— de tener la capacidad de salir
pequeño coral. Este coral conduce en cier- moda, digamos así. Este acorde es el acor- y entrar de una manera muy acrobática
ta medida ala Antifonia V. Tienes las cua- de que puede cambiar de posición, poco, en la partitura y en el sistema. Yo en una
tro notas de la trompa con fermala, lue- creo, y el acorde es de seis notas: mi, si partitura puedo hacer lo que me de la ga-
go comienza el final de la Cuarta Anti- bemol, sol, la, si, do. No tiene mi bemol. na en un momento x, pero al hacerlo ten-
fonia y pasa a la Quinta. La Quinta es una Podría tener, pero no tiene. go que pagar las consecuencias de ello.
verdadera antifonia de trompa, con lodos No voy a hacer un chiste en un punto y
los cánones, etc. Pero hay algo que se pue- continuar mi camino como antes. Hay to-
de mencionar y es que a partir de la An- S.—Habló antes de Tif'ereth como de da una revivificación orgánica del discur-
tifonia III hay una estructura de percu- una pieza que no quería que apelase a un so. Y lo que es muy importante para mí
sión muy aguda que aparece dos veces. gigantismo, sino que, por el contrario, es esa capacidad de movilidad, de salir y
Una en la Tercera Antifonia y otra en la surgía de un acto, de un claro acto de ne- entrar de una pieza, cuando estás com-
Cuarta. Una vez sin trompas y olra vez cesidad, de cómo se había creado una ma- poniendo, no después, durante. Es un
con trompas. teria y se le había dado un orden y un problema que va a unir —usted hablaba
proceso de composición a la misma, Pe- así de mí— el acaso y el determinismo.
S.—¿La misma estructura? ro digamos que tiene obras que da por ce- que para mí son dos aspectos de un fe-
E. N.—La misma. Fotocopia. Esa es- rradas, pero que, al mismo tiempo, nómeno total. Yo no soy taoísta, pero ahí
tructura es muy importante en la obra pa- pueden ir a más. Explique un poco la podría haber un paralelismo de actitudes
ra mi, porque tiene un género de respi- cuestión de la dimensión y ¡a temporali- en el sentido del acaso y determinismo.
ración particular, de agujero vacío, de dad en su trabajo. En un punto más elevado es la misma
espacio vacio, sólo con la circunferencia cosa.
(como si hubiera solamente un marco). E. N.—-Cuando dice temporalidad, ¿se
Y esa parte desde el punto de vista armó- está refiriendo a la duración o en general
nico es completamente estática, basada en al concepto de temporalidad presente, in-
cuatro notas lijas que provoca este mar- finito, futuro, etc.?
co con vacío en el medio, porque es un S.—Oigamos que todo un poco com- Enrique X. Macías
binado. Le pediría una reflexión del tiem-
po. Por ejemplo, ¿por qué sus obras
tienen necesidad de una gran duración?
E. N.—A lo mejor tengo yo la necesi-
dad y no las obras, eso no lo sé. Depen-
de. Pero yo creo también que tengo obras
cortas y obras largas. O que yo conside-
ro corlas y largas. Pera mí no es un cri-
terio de calidad. El problema del tiempo
está extremadamente unido a la percep-
ción de la existencia, al carácter inevita-

12 Scherzo
actualidad

Una ocasión perdida


. English Nalional Opera, líindon Coli- Gi/i, difícilmente podrían preocuparnos nes, uno de los directores de escena bri-
íeum. 2S-V-89. David Blake, The Ptumbers Cift. menos. tánicos jóvenes más creativos, hizo
La música no carece por completo de lo que pudo para mantenerlo todo en
El impulso hacia nuevas experiencias mérito. Hay un largo conjunto vocal sin movimiento, pese a ello la complejidad
está volviendo la ópera en Londres más acompañamiento escrito con mano del interludio pastoral quedó sin expli-
estimulante de lo que era hace algunos maestra, y otros momentos donde el li- citarse. Al menos, hubo una sagaz ca-
años. Hay una esperanza para el futu- rismo real sale a la superficie. Colin tie- racterización. Pero, aunque Philip
ro en la promesa de la English Natio- ne una parte sacada de Rossini pasado Doghan cantó el papel de James con
nal de estrenar una obra encargada cada por Sullivan (y nada peor para esto) que gran presencia, uno podría difícilmente
temporada. Todo esto hace más triste haría efecto si el acompañamiento fuera imaginarse esta rechoncha y afable cara
que la primera de éstas, The Plumber's mejor. Pero la escritura orquestal no po- (como la de un comerciante próspero),
Gifi, de David Blake, haya sido tan de- see en general un gran nivel. No es que como la del pulido embaucador urbano
cepcionante. sea demasiado estrepitosa, sino que su tomándose la sexualidad alerta de
La expectación era alta. Touissaint de detallismo es obstruyente, con excesivos Sylvid por una diversión. Los esbozos
este compositor reveló en 1977 un ge- fragmentos conflictivos que compiten de Nigel Lowery fueron una evocación
nuino talento operístico. El esbozo del con las palabras más que las realzan. exacta del cursi mal gusto de las casas
libreto de John Birtwhistle parecía ser Blake parece inseguro de su lugar esti- costeras de !os ingleses con recursos. El
sobre el papel una fórmula para un lístico. Se encuentra con un pie sobre café, con su aire deprimente de apatía
fuerte y relevante teatro contemporá- la influencia contemporánea y con el fin du saisson era demasiado otoñal pa-
neo. Peter Joñas, director administra- otro sobre el lirismo heredado, retiran- ra ser real. Al igual que Jones, fue ven-
tivo de la ENO, nos avanzó que do ambos alternativamente con sobre- cido por el interludio pastoral. La
esperaba aigo excitante. Pero precisa- saltos. Si se hubiera decidido a fondo dirección de Lionel Friend y la respues-
mente lo que no es The Plumber's Gifi por uno de estos caminos, el resultado ta orquestal fueron competentes.
es excitante. Carece de las esencias de habría sido más convincente. Mientras la música de Marian se
la ópera, sentido de ímpetu narrativo La ópera comienza bien con Elsie, acercaba a la poesía vocal, Eiddwen
hacia adelante y pulso dramático. preparando y limpiando la casa para los Han hy la explotó elegantemente. Sally
Se representa en una casa inglesa al huéspedes. En este punto se podía ser Burgess exploró el personaje de Sylvia
borde del mar al final de la temporada optimista, sobre todo porque Ann Ho- convincentemente. Colin fue cantado
de verano. Marian, una mujer de nego- ward, rica en experiencia, con un lem- con pasión por Petcr Coleman-Wrighl,
cios con éxiio, llega con su marido Ja- po natural y apartes agudamente y Neil Howlett hizo la mayoría de las
mes, importante hombre de negocios de dichos, le dio mucha vida. Pero desde excentricidades de Stanley. No dejaba
la city de Londres, y presumiblemente este comienzo prometedor, comenzó a de sentirse que la ocasión de añadir al-
un producto característico de la cínica resbalarse hacia la mediocridad, ligera- go vigoroso y duradero al repertorio se
filosofía thatcherista. Hacerse rico mente al principio, luego acelerando. La había filtrado lentamente al desagüe del
pronto y condenar el resto. El matrimo- colocación del descanso en medio del fontanero.
nio se está estrellando y Marian espera interludio pastoral, en vez de antes o
que el fin de semana pueda salvarlo. '-. fui' mi error [ol.il Richard Jo- Kennelh Lovetand
Sylvia, una secretaria, llega con su
amante Colin, fontanero. También ha-
bía sido en el pasado la amante de Jack.
Colin es simplemente un artesano,
Sylvia, aunque le ama con orgullo, ha
atisbado una vida diferente. La casa de
invitados es gobernada por Sylvia de
forma pretenciosa, pero simpática, en
un intento de refinamiento. El invitado
permanente es Stanley, un militar de un
tipo pasado de moda, envejecido y con
mala salud, pero dado a violentos ata-
ques de cólera. Cuando ias parejas bus-
can solucionar sus destinos, hay un
largo interludio pastoral en el que apa-
recen en situaciones míticas.
Los precedentes de autodescubri
miento son claros y honorables. En el
teatro viene a la memoria Dangerou\
Córner, de Priestley. En la ópera. Con
fan luite, The Midsummer Marriage, de
Tippett, quizá también su The Kmn
Garden. Pero en la colocación de caí
ne sobre estos huesos el libreto de Biri
whistle es demasiado flojo, y el ¡nicr
ludio pastoral un recorrido a la aven
tura. Al final de Cosí fan tune nos pn
guntamos qué va a ser de su-
personajes, al acabar The Plumber'i

Scherzo 13
-octuoüdod-

Abbado y Viena,
cada día más compenetrados
Viesa. Slaalíoper. 28-V-89. Rossini, II viaggio a Reims. Dirección musical: Claudio Abbado. Dirección Si discutible es la puesta en escena,
escénica: Luca Roncom. Escenografía y veiiuarioj Cae Aulenli. Cecilia Gasdia, Ijicia Valennni Terrani. no lo es, sin embargo, la dirección mu-
Lella Cuberli. Montserral Caballé. Frank Lopardo, Willtam Maleuzíi, Samuel Ramey, Ruggero Raimondi,
t n i ü Dará. Carlos Chausion. Raquel Pierom. 29-V-81). Musiorgiky, Kovantchina. Dirección Musical: sical. Abbado, ya lo había demostrado
Claudio Abbado. Dirección escénica: Alíred Kirchner. Escenografía: Ench Wonder. Coro de la Opera en otras ocasiones, ama hasta el límite
de Vicna. Coro Bralislava de la FilarnKuuca h^lovaca. Coro Infantil Sangerknabcn Viena. Aggc Hau- la música de Mussorgski y la transmite
gland, Wladimir Allanxow, Juri Marusin. AnaioJij Koischerga. Paaia Burchuladzt Ludmila Schemsehuck. como un auténtico poseso. Asi, comple-
menta la tensión dramática de la histo-
ria (gama dinámica con sonidos
Desde que Claudio Abbado se hizo la revista inglesa Opera, cuando afirma extremos, secos, pesimistas, casi hirien-
cargo de la dirección musical de la Ope- que se trata de una Kovanchina para, tes), con la delicadeza máxima de una
ra de Viena, una de sus constantes ha al menos, un milenio. cuerda —¡qué violas, qué violonche-
sido la compaginación del repertorio La versión utilizada es la instrumen- los!— que canta el lamento del pueblo,
tradicional centroeuropeo {líerg, tada por Shostakovich, con el añadido su destino incierto. Y siempre respiran-
Strauss), con otros autores de lengua no de la escena final coral que Stravinsky do con los cantantes, sintiendo la mú-
alemana, poco habituales en los usos y arregló pra Diaguilev en 1913. Una es- sica a través de ellos.
costumbres de la capital austríaca. Ros- cenografía agresiva de tonos fuertes y En el reparto vocal, ciertamente equi-
sini y Mussorgski han sido, hasta aho- contrastados —verde, azul, rojo, librado, destacaron Paata Burchuladze
ra, los dos compositores más mimados
de su viaje a Viena.
No es cuestión de insistir demasiado
en ese milagro de conjunción teatro-
música-voces que el tándem Abbado-
Ronconi, con la colaboración de Gas-
día, Caballé, Valentini Terrani, Dará,
Raimondi, Ramey, etc., ha sabido im-
primir a la excelente y divertida parti-
tura rossiniana. Este montaje de El
viaje a Reims, originalmente estrenado
en Pesaro en 1984, se empezó a repre-
sentar en Viena en enero de 1988, sien-
do retransmitido en directo por TVE.
En poco tiempo se ha convertido en un
clásico. Ronconi rompió con todas las
concepciones del espacio escénico tra
dicional; se apoyó, integrándolos en el
desarrollo de la obra, en otros lengua-
jes artísticos, como el cinematografíen
y hasta implicó en la complicidad del
juego escénico a público y orquesta, di
recior incluido. El resultado es una ac-
ción de una increíble comicidad —hasta
Caballé parece un personaje de come- «Kovanlfhina» de Afu.s.iwj;U.i en la Siuui\ii/n-t de I
dia americana— en que público y ar- amanllo—, utiliza como motivos recu- (Dosifei), aunque necesite a veces con-
tistas se lo pasan maravillosamente rrentes el cuadro de Wasili Wereschts- trolar y matizar su gran caudal de voz;
bien. En el terreno orquestal, Abbado chagin. Apoteosis de los Kriegs (1871) Ludmila Schemtschuk (Marfa), el per-
ha conseguido un especial refinamien- —un amontonamiento de calaveras, sonaje clave de la obra, con una voz no
to, hasta el punto de lograr algo asi co- donde se apoyan los cuervos—, y una poderosa, pero sí eslava, de tintes opa-
mo un Rossini pasado por Schubert, lo especie de tornillo que gira, en clara cos, muy apropiada al papel; Anatoli
cual no está nada mal. simbología a la repetición de la histo- Kotscherga, un bajo-barítono ruso de
Mayor actualidad —y no únicamen- ria. Diferentes ilustraciones de motivos timbre cálido y generosos medios y
te por encontrarnos en el año que se ce- de la civilización industrial, unidos a Heinz Zednik, entre otros, por no alar-
lebra el 150 aniversario del nacimiento otras más tradicionales, acaban por gar la relación hasia la totalidad del re-
del autor—, posee el montaje de Ka- confundir en su alan pretencioso de ge- parto. A un buen nivel tanto los coros
vanlchina, de Mussorgski. Distribuidos neralización. Además, la uniformidad austnacos como loschecos, con los que
entre enero y mayo las ocho represen- y el movimiento convencional y hasta la obra contó.
taciones de la nueva producción de Al- torpe, sobre lodo de las masas corales, Obvio es decirlo: el éxito, tanto en
fred Kirchner con decorados de Erich limitan algunos hallazgos plásticos, Rossini como en Mussorgski, fue ine-
Wonder, ambos muy de moda en el área simplifican el planteamiento teórico y narrable.
alemana, los resultados musicales de la dificultan la comunicación del especta-
misma han sido realmente asombrosos dor con la obra. Quedan, eso sí, mo-
hasta el punto de justificar las exclama- menios aislados de belleza sobrecoge-
ciones entusiastas de Max Lopper: en dora. Juan Ángel Veía del Campo

14 Schcrzo
actualidad

Un hombre que ei unu leyenda.

El holandés errante enLos Angeles


uando alcanza el escenario con conciertos en los Estados Unidos y Ca- mos tocar aún mucho mejor», critica
C paso pesado y tambaleante, se
apoya en el respaldo de una si-
lla o en el hombro de un músico y se
nadá, hasta la fecha seguramente la más
importante empresa, en el extranjero, de
orquesta y director. Si todo va bien,
con razón: la Cuarta de Brahms fue pa-
ra él poco alemana y cantada.
Estuvo agrio, como su gesto. «La-
ase al podio con gesto refunfuñante, es- maestro y tutu podrán ser elevados mento haberme mostrado así», pasa
te hombre pudiera ser cabalmente el vie- aquí, publicitaria y propagandística- ahora a disculparse ante la Orquesta en-
jo Liszt. mente, a formar parte de la aristocra- tera por su malhumorada imagen.
Como en el anciano abate, a cada cia de la llamada clase mundial. «Sencillamente no tuve el suficiente do-
movimiento de cabeza los blancos, lar- Los preliminares para el ennobleci- minio de mí mismo, para ocultar mi dis-
gos y engrasados cabellos, entrelazados miento han transcurrido bien. A media- gusto». Los cien instrumentistas ríen
en mechones y madejas, caen sobre las dos de noviembre Celibidache y la entre ellos: «Bah, cosas de Ce/i». Des-
mejillas como una cortina. Pero mien- Filarmónica —ésta la primera de las pués, si bien con sordina, el sermón:
tras que Liszt, el virtuoso con las órde- grandes orquestas federales que lo «Sencillamente tenemos que tocar aún
nes menores, miraba bondadosamente hace— fueron en gira a Israel. Sólo dos mejor, si queremos ponernos a la cabe-
al mundo, Celibidache examina a los semanas antes habían tocado en Mos- za mundial». Esa misma tarde demues-
hombres las más de las veces con des- cú en la cumbre, y el director pudo in- tran que pueden hacerlo, y con la
confianza. Contemplando por delante cluso sentarse con el canciller federal Cuarta de Bruckner dan un concierto
oblicuamente su cara, con los marcados Kohl a la mesa de Gorbachov. En bre- de sueño.
surcos y las comisuras de los labios de- ve realizarán una visita de Estado a Realmente, es una desfachatez tan
cididamente tirantes hacia abajo, tiene Bonn: para celebrar el día (40 años de poca música para el dinero pagado: por
el malhumorado atractivo de un piel ro- la República Federal) y el lugar, darán lo común una hora de ejecución, que
ja grandevo. Beethoven. De este modo, se les ha mo- apenas llena la velada. Pero Celibida-
Así, como imponente fósil, entra en jado tres veces la oreja a los rivales de che la alarga a conciencia, ya que retar-
escena, y así quiere ser seguramente Berlín, más distinguidos, y de paso Ce- da el lempo monumentalmente: la pieza
contemplado, como exótico objeto de libidache ha derribado por tierra el «de- dura ahora 85 minutos, crece hasta al-
culto: Sergiu Celibidache, de 76 años, recho a la representación única» de su canzar dimensiones celestiales, y esto
llamado Celi, el último cacique de la re- colega Karajan, no amado por él. ante el público de California, que no es-
serva de los directores de orquesta ar- tá acostumbrado a tales amplitudes de!
chirrománticos. «A Brahms lo quiero órgano orquestal gigante de Bruckner.
alemán y cantado con amplitud, no sil- Cosas de «Cdi» Hay ovaciones de categoría.
bado y siseado», alecciona este ruma- Pero los americanos no se limitan a
no de voz bronca a la Filarmónica de El día siguiente a la presentación en quedarse sorprendidos: este viejo furio-
Munich, de la que es director general el Music Center de Los Angeles, Celi- so del nombre impronunciable no está,
de Música desde 1979. Desde comien- bidache expresa su satisfacción «por el quizá, del todo en sus cabales; según la
zos de abril andan juntos de gira: 14 concierto de ayer tarde». «Pero pode- alternativa que da Los Angeles Times,

Scherzo 15
actualidad

es un «sanio o un santo cómico». de Muli? «Un hombre carente absolu- rumano griego-ortodoxo había entrado
En verdad hace ya tiempo que Celi- tamente de talento. Un tormento. Yo en contacto con doctrinas de salvación
bidache es una leyenda: el espíritu de podría sobrevivir tres semanas sin co- procedentes del Exlremo Oriente. Para
la contradicción en la propia casa. Se mer. Tres horas en un concierto suyo..., iniciarse en el juego de los abalorios, se
obstina en la perfección orquesta], pe- infarto de miocardio». sumergió en el budismo Zen, residió al-
ro detesta el medio discográfico, don- También cuando enseña a jóvenes gún tiempo con regularidad en monas-
de e-ta perfección es la regla, y sólo instrumentistas, como en el Festival de terios indios, se hizo Nuevo Gnóstico,
porque no quiere que se prense como Música de Schleswig-Holstein, o cuan- fue alumno de Sai Baba y discípulo del
una tortilla el «sublime misterio» lla- do imparte cursos en la Universidad de gurú alemán Martin Steinke.
mado Música. Provoca un extravagan- Maguncia sobre Fenomenología de la «Mientras trasciendo mis experien-
te fetichismo sonoro, y exige a sus Música, su tema predilecto, Celibidache cias sonoras y las intuiciones de ajenas
admiradores el raído sonido de cual- no se anda con pelos en la lengua. A subjetividades fundadas en tales expe-
quiei grabación pirata (*). Evita casi to- un estudiante, en Maguncia: «¿Cuán- riencias, alcanzo el escalón de la vali-
dos los festivales, se contenta con un do has nacido? ¿Por qué es ahora cuan- dez objetiva, esto es, lo concerniente
repertorio pequeño y proscribe de pla- do vienes?». A una alumna: intersubjetivo». En otras palabras: los
no la ópera: «No es música», sino, a lo «¿Preguntas siempre lan tontamente?». músicos no debieran hablar.
sumo, «un género que lleva también Un joven instrumentista entra mal: Celibidache está en el podio «para
música». «¿Por qué entras can tarde? ¿A causa unir todos los elementos»: «Tengo que
Sólo se mata ensayando: dispone y del reúma?». Otro toca el triángulo con estar aquí, pero no estoy aquí». Más
realiza ocho, diez, incluso más ensayos, alguna rudeza: «¿Golpeas con una cu- bien «estoy aqu», porque no estoy
una norma archirrepetida y un capricho chara sopera?». aquí». O expresado de otro modo; «Es-
lujoso que hacen que Celibidache no es- i', i'l ramo l k'itc i'ii irdc1. NI\ principio v
té al alcance económico de la mayoría
de las orquestas. Su compromiso como
director de la Orquesta Filarmónica de
Israel se fue a pique hace años también
a causa de tales excesivos deseos. Para
su presentación en los Estados Unidos
(pasada casi inadvertida), hace cinco
años, no escogió una de las formacio-
nes musicales americanas acreditadas y
de prestigio, sino una orquesta estudian-
til, con la que —en enseñanza teórica
y práctica— pudo hacer lo que quiso.
Y quiso hacerlo, durante tres semanas,
seis días a la semana y dos horas diarias.
«Lo poco que sé», así comentó Celi-
bidache los ejercicios, «quiero transmi-
tírselo a los jóvenes antes que caigan en
las manos de la mafia de intereses mu-
sicales americanos». Con tales verdades
Celibidache se ha ganado siempre
amigos.

La «cultura Ka rajan»
Si la cultura Karajan, esta cadena
multimedia! de la industria musical per-
fectamente engrasada, tiene un contrin-
cante inquebrantable e incorruptible,
éste es Celibidache, este escándalo pú- \LV* iUilt'rl. líi'llltl'-iuiti' f'iiMJli ti punt •.( , - /

blico refrescante largando toda clase de burlas e improperios su alegría del mal toy, pues?». Una buena pregunta:
descaradas porquerías: ¿Karajan? «Ho- ajeno, y en el concierto de los represen- ¿Quizá en la trascendente zona de pe-
rrible. O es un buen hombre de nego- tantes de la civilización, de ordinario numbra entre el genio y la charlatane-
cios, o es que no oye». ¿Hans Knap- tan lleno de tacto, donde, al menos, en ría? ¿O alzado sobre la materia
pertsbusch? «Un escándalo, la negación público cada cuervo grazna a los otros espumosa de una religión privada o con
de la Música hasta lo inconcebible». sólo cantos de alabanza, Celibidache es ambas piernas sobre la base de tocatas
¿Ariuro Toscanini? «Una mera fábrica la mala lengua con el colmillo afilado. y contrapuntos?
de notas». ¿Theodor W. Adorno? «El Sólo que con sus bufonadas Celibida- Su carrera empezó recién iniciada la
mayor charlatán de la historia mun- che no quiere meramente echar humo posguerra. El 23 de agosto de 1945 el
dial». ¿Karl Bóhm? «Un saco de pata- por la nariz y mostrarse, pendenciera- direuor de orquesta Leo Borchard fue
tas, no ha dirigido en su vida un sólo mente, un poco anticolegial; no, está abatido en Berlín, en plena calle, por
compás de música». Leonard Bermiein plenamente convencido de que él Hola los disparos de un soldado americano
y Zubin Mehta «no tienen lugar en mi muy por encima de los posos de la in- de las fuerzas de ocupación. Con esto
mundo»: Riccardo Muti «tiene real- terpretación común o vulgar, porque só- la Orquesta Filarmónica de Berlín per-
menie talento, pero es un enorme igno- lo a él le ha sido participada la gran dió al hombre que había hecho el pa-
rante». ¿Y Claudio Abbado, el paisano iluminación. pel Je jefe durante la prohibición de
Ya con sólo doce años de edad —al actuar a Wilhelm Furtwángler. Como
(*) El redactor se refiere a que Celibidache com- menos esto es lo que hoy afirma sustituto del sustituto, Celibidache al-
pra discos suyos para romperlos. Celibidache—, este hijo de un perfecto canzó el poder justo a los 33 años de

16 Scherzo
actualidad

edad, después de estudiar Matemáticas Cuando finalmente el guardión de Grial rector Riccardo Chailly, despreciado
y Filosofía y con la hoja de la Música alemán, desnazificado, retornó a su por Celibidache. Después, en junio de
aún t:asi en blanco. Seis días después de puesio, el Gastarbeiter balcánico pasó 1981, hubo un escándalo por un trom-
la muerte de Borchard apareció —según sin rechistar a la segunda fila. Cuando pa. Celibidache se hizo el ofendido y só-
sus propias manifestaciones «política- Furtwángler murió en 1954, Celibida- lo salió de su enfado después de que al
mente virgen» y legitimado con una li- che se hizo sus ilusiones. En vano. La maestro le fuera «asegurada la plena
cencia para todas las zonas de ocupa- mayoría de la Orquesta no quería sus confianza de la ciudad».
ción— por primera vez al frente de la fastidios ni su estilo, algunos susurra- Esta confianza se acabó otra vez en
Filarmónica de Berlín. ban tapándose la boca con la mano que 1984, cuando el maestro, aquejado de
¿Qué significa apareció1} Para Celibi- Celibidache era un espía ruso. El suce- gota y forzado a cancelaciones, se ima-
dache, el nombramiento fue una invi- sor de Furtwángler fue Herbert von ginó marginado en la elección de los di-
tación a la danza- Con temperamento Karajan. rectores sustitutos: «El bello trabajo se
de virtuoso se marcaba en el podio sus Ahora Celibidache era un direcior sin ha ido al diablo»; «ya me han enterra-
piruetas, saltaba en el aire, se contonea- puesto fijo, un Holandés errante con el do o poco menos».
ba, elevaba los brazos al cielo como un trauma del no deseado. En verdad tu- Pero tan pronto se pelea como se lle-
redentor y movía la batuta, esla vez co- vo notables éxitos en Centro y Sudamé- ga a un acuerdo. El maestro tronó, la
mo palanca de mando para vuelos de rica, durante algún tiempo incluso se ciudad amenazó con un ultimátum, pe-
altura de la Filarmónica, esta otra co- comprometió con la Orquesta Real de ro todo retornó a su cauce y Celibida-
mo barrita de incienso para el trance Copenhague, con la Orquesta Sinfóni- che volvió a ser traído y llevado en
sinfónico, y siempre como palo amena- ca de la Radio Sueca y desde 1972 con bandeja de plata: «Por desvergonzado
zante sobre los desmirriados músicos la Orquesla Sinfónica de la Radio de que esto suene», dijo en el Ayuntamien-
que tenían que obedecerle sin rechistar Stultgarí. Pero nadie quiso confiarle un to, las autoridades han de reconocer
en su mover el esqueleto. Pero las da- último y gran crescendo en esla carrera. «que para Munich no hay una alterna-
mas berlinesas no cesaban de hacerse Tampoco parecieron duraderas las re- tiva a CeÜbidache».
ilusiones con este fascinante vibrador laciones, oficialmente comenzadas en Realmente, no la hay. En un tiempo
con sus riiíos negros. 1979, con la Orquesta Filarmónica de de Universal Música-Exploración, don-
Munich, entonces todavía un conjunto de casi todas las orquestas de rango han
de tercera clase. Como obertura Celibi- llegado a la misma pulida e intercam-
Sin puesto fijo dache anunció que la Harmonía» entre biable brillantez y casi todos los direc-
él y la Orquesla ya había sido «destrui- tores de rango quieren precisamente esla
En total, Celibidache dirigió 414 ve- da» apenas surgida. Entonces no se lle- estilización, Celibidache, este verdugo
ces a la Filarmónica y la mantuvo en gó a ello, pero la ciudad tuvo que anular de los ensayos, este boicoteador de dis-
forma para la vuelta de Furtwángler. los contratos ya concluidos con el di- cos y jugador en el juego de los abalo-

. fascinante
ibrador de
¡zos negros

Scherzo 17
- actualidad -

ríos, es un solitario de tiempos lejanos lo ha llegado a ser más moroso que na- Con todo, Celibidache realmente sólo
y una enriscada piedra de escándalo. die, sino, en verdad, también más puede dirigir así, como un sacramento
Seguramente hay música que él hace sereno. Quizá en Munich, en sus días sinfónico, la roca Bruckner, porque al
siempre trizas a fuerza de sutilizarla; de vejez, ha superado finalmente el fin ha cerrado la paz consigo mismo.
después la manosea y soba hasta que trauma de Berlín y la amarga eviden-
la estructura musical se hace añicos y cia de que de sus (contados por él mis- Klaus Umbach
el río musical se escurre. Pero en la mo) «6.000 alumnos», quizá ninguno
Cuarta de Bruckner, que aún habrá pro- ha llegado a ser lo que su profesor Ce-
puesto a los americanos varias veces libidache había esperado, «un balance ©DER SPIEGEL
hasta finales de este mes de abril, no só- negaiivo». (Traducción: A.h. Mayo)

Allí donde vayas, se cocinará mejor


n el número 16 de Der Spiegel, el redactor Klaus Umbach in-
E formaba sobre el director de orquesta Sergiu Celibidache, quien
después de la Segunda Guerra Mundial dirigió algunos año-,
a la Orquesta Filarmónica de Berlín, ocupando el puesto de Wil-
helm Furtwángler durante la interrupción de su empleo, y quien de
antiguo se declara seguidor del budismo Zen. También se citaba allí
una selección de sus famosos ataques contra colegas vivos y muer
tos: ¿Karajan? «Horrible, O es un hombre de negocios, o es que no
oyen. ¿Hans Knappertsbusch? «Un escándalo, la negación de la Mú-
sica hasta lo inconcebible». ¿Arturo Toscanini? «Una mera fábrica
de notas». ¿Kart Bóhm? «Un saco de patatas, no ha dirigido en su
vida un sólo compás de música». Sobre el particular nos ha alcan-
zado un télex en lengua inglesa (adecuadamente celestial) de Artu
ro Toscanini. Su mediador ha sido el director de orquesta Carlo^.
Kleíber, por lo común extremadamente hostil a la publicidad.

Télex de Tosca ni ni (Cielo) a Celibidache (Munich).


Querido Sergiu:
Hemos leído de ti en Der Spiegel. Eres irritante, pero te perdo
natnos. No nos queda otro remedio: el perdonar pertenece aquí al
buen tono. Charlie Sacodepataias (•) ha elevado algunas objecio-
nes; pero cuando Kna y yo le hemos hablado conciliadores y le he-
mos asegurado que él es musical, ha dejado de lamentarse.
Wilhelm se obstina ahora en afirmar de improviso que jama*,
ha oido antes tu nombre. Papá Joseph, Wolfgang Amadeus, Lud
wig, Johannes y Antón dicen que ellos prefieren los segundos violi-
nes en el lado derecho y que tus tempi son erróneos. Ftero realmente
eso les importa una mierda. Aquí arriba no pueden importarle a uno
las cosas una mierda asi como así. El patrón no quiere.
Un viejo maestro del Zen, que vive aquí al lado, dice que has
entendido el budismo Zen del todo equivocadamente. Bruno se ha
puesto medio malo de risa con tus observaciones. Tengo la sospt
cha de que comparte en secreto tu juicio sobre mí y Charlie. Par;i
variar, quizá podrías decir también algo ordinario sobre él; si no.
va a seniirse excluido.
Siento lener que decirte esto, pero aquí arriba todos andan lo
eos por Herbert, los directores están incluso uii poquito celosos do
él. Apenas vamos a poder aguardar quince o veinte anos para darle
aquí cordial mente la bienvenida. Lástima que entonces tú no pue-
das ser de la partida. Pero se dice que allí donde vayas se cocinara
mucho mejor, y que allá abajo las orquestas ensayan innecesaria- ¿Una mera fábrica de notas?
mente. Incluso hacen pequeñas faltas adrede, con lo que podrás co-
rregirlas por toda la eternidad. ("( Los personajes celestiales y terrenales, por orden de
Estoy seguro de que esto te gustaría, Sergiu. Aquí arriba los án- aparición: Charlie Sacodepatalas es Kart Bohm. Kna es
Han* Knapperlsbusch. Wilhelm es Wj]he¡m Furlwángler.
geles leen todo directamente en los ojos de los compositores, y no- Papá Joseph, Wolfgang Amadeus, Ludwig, Johannes y
sotros, los directores, sólo tenemos que escuchar. Sólo Dios sabe Antón son Haydn, Mozarl, Beelhoven, Brahms y Bruck-
cómo he llegado yo hasta aquí. ner. Bruno es Bruno Waller. Herberl es Herberl von
Te deseo que lo pases muy bien, con todo afecto. Karajan.

©DER SPIEGEL Arturo


Por la transcripción o castellano terrenal, Ansel-t-ernanrí>> Maya

18 Scherzo
.actualidad-

Edimburgo con color español


Reciente aún la presencia española en
el Festival Je París, uno de los festiva-
lei europeos de mayor y más merecido
prestigio, el de Edimburgo, presenta una
programación, una gran parte de la cual
está dedicada a la cultura española. No
sólo música, sino también teatro, dan-
za y pintura. Una ocasión excepcional
de romper ese aire maléficamente pro-
vinciano y pobreión que parece rodear
la imagen de nuestro país en el norte de
Europa.
Don Pedro Calderón de la Barca será
uno de los grandes protagonistas del
festival de la capital escocesa y lo será
nada menos que con tres grandes obras:
El alcalde de Zalamea, La vida es sue-
ño y La gran cisma de Inglaterra. El al-
calde de Zalamea será representado en
castellano, en un moma je de la Com-
pañía Nacional de Teatro clásico, diri-
gida por José Luís Alonso. La vida es
sueño es un montaje del Teatro Siary,
de Cracovia, y la dirección correrá a Kujacl in.hck ,/,• Ihn-K,,y
cargo de Jerzy Jarocki. Finalmente La
gran cisma de Inglaterra es una produc- dame, Bellini, Rossini, Granados, exposición de fotografías —sí,
ción del Royal National Theatre Studio, Mompou, Obradors y Turina. Tendre- folografías— del gran Eduard Munch,
que Irabaja sobre una versión del dra- mos también actuaciones del Ballet Na- efe.
maturgo escocés John Clifford. Otro cional Español, del Ballet de Cristina Para quien disponga de dinero y de
acontecimiento, tal vez aún más nota- Hoyos. Y Música de Victoria, la Missa tiempo una magnifica ocasión para vi-
ble, será la representación de La Celes- Vidi Speciosam, el coro de la catedral sitar Edimburgo y darse una vuelta por
tina, de Fernando de Rojas, también de St. Mary. El Renaissance Group de la bellísima Escocia. A pesar de la ma-
por la Compañía Nacional de Teatro Si. Andrews University dará un concier- la fama que los ingleses les han echa-
Clásico, bajo la dirección de A. Marsi- to con misas españolas y escocesas del do, los escoceses —los chistes de esco-
llach. Hay que resaltar esta presencia in- Renacimiento. Y canciones de peregri- ceses tacaños son una invención ingle-
ternacional de la magna obra de nos del Camino de Santiago. El Teatro sa, como lo es aquel chiste tan ácido
Fernando de Rojas, una de las más im- de la Zarzuela presentará una produc- acerca de un concurso cuyo primer pre-
portantes aportaciones literarias espa- ción de La chulapona, de Moreno mio consiste en una estancia de un día
ñolas al acervo de la cultura universal, Torraba. en Edimburgo, el segundo, en una es-
pero mucho menos conocida interna- Por supuesto que habrá más cosas en tancia de dos días, el tercero de tres,
cionalmenie de lo que se merece. En lo este festival, verdaderamente modélico eta— tienen un hermoso país y un fan-
que respecta al teatro contemporáneo, en cuanto a su concepción. El II Cen- tástico festival, de prestigio verdadera-
nuestro país estará representado por la tenario de la gran Revolución Francesa mente mundial.
compañía catalana de Els Comediants, se celebrará bajo la advocación de Los
que interpretarán Dimonis y La Nit. derechos humanos. Se presentará la J.A.
Señalemos también una exposición ópera-ballet L 'an un, habrá música de
en la National Gallery of Scotland de- la época revolucionaria y actuará la
dicada al Greco y titulada El Greco: Nueva Orquesta Filarmónica bajo la di-
misterio e iluminación, cuya pieza rección de Janowski. En cuanto al res-
central es el cuadro titulado Fábula. En to de la programación es de una riqueza
la exposición habrá también pinturas de deslumbrante: una representación de El
Tiziano, Pesado, Rurjens, George de la amor de las tres naranjas, de Prokofieff,
Tour, Jan Livens y John Bellany. Pero por la Opera North dirigida por David
no se detiene ahí la presencia españo- Lloyd Jones, el Macbeih, de John Kres- i/Huírtav 57 -.!>!.: n>t IV 47
la: la ONE actuará bajo la batuta de ník por el Teatro de Bremen, el teatro
Frühbeck t interpretará La Allántida y de la Taganka, de Moscú, actuaciones "lodos tus días
Música ( táiio m dirtclu
La vida breve, de Falla en el programa de la Filarmónica de Oslo (Jansons), de
del 13 de agosto y al día siguiente dará la City of Birmingham Symphony-Or- De lune. a jueves > a las 23.30: CICLOS
un concierto con obras de Rodrigo — I>F. MI SICA n.AKIC'A, dedicados u un
chestra (Ratlle), de la Sinfónica de Go- .nitor, a un mtlo o a un período de la
Concierto de Aranjuez. con Yepes de teburg (Járvi), del Cuarieto • •Mona de Id M J ^ O
solista—. Falla — El amor brujo, con Shostakovich, del Cuarteto de Tokio, de Viernes sábados v dnmingoi. dos aiiua-
tiimtt: a la». 30..MI >' la. 23-10.
Alicia Nafé— y El pájaro de fuego, de Heinz Holliger, de Gen Mortensen, de

éééééé'é'i
Stravinsky. Habrá un recital de Montse- Arleen Auger, del Gate Theatre de Du-
rrat Caballé, acompañada por Miguel blin con la Salome, de Osear Wilde, de
Zanetti, con obras de Vivaldi, Merca- la Compagnie Jerome Deschamps, una

Scherzo 19
actualidad

Pequeño y hermoso
Montserrat Caballé acompañada al
Santander: fiel a su cita
Concierto para clave y
piano por Zanetti; Barry Douglas ton cinco instrumentos y
un programa que incluye Beethoven, Pysché.
Berg, Brahms y Chopin; Música Anti- El Conjunto Barroco
qua Kóln; Barry Tuckwell y Daniel Blu- Zarabanda, que dirige
menthal; el Cuarteto Orlando; Bruno Alvaro Marías, hará un
Giuranna y Giorgio Sacehetli; I Solisti programa titulado «La
ltaliani; Yepes y Zabaleía; la Orquesta cántala de Cámara Ba-
Sinfónica de la Radio de Moscú con Fe- rroca», con obras de
doseiev ai frente y Tretiakov y Míkhail Croft, Haendel, Tele-
Pletnjov como solistas; el Nuevo Trío de mann y Vivaldi, en el
Praga; Antonio Meneses y Cécile Licad; que actuará como solis-
Joan Plowright y Geoffrey Parsons; la ta la soprano Jennifer
Orquesta Nacional de Francia con Maa- Amith. García Asensio
zel; Pinchas Zukerman y Mark Neik- dirigirá a la Orquesta
rung; el Cuarteto Lindsay; Julián del Metropolitan neo-
Bream; la Sinfónica de Bamberg con yorquino en un progra-
Georges Prétre... Más la Orquesta de ma de preludios y ro-
Cuerdas del Fesiival dirigida por Eugen Julio BOIÍU. manzas de zarzuela, en
Prokop con Alexis Weisenberg al piano. Un recital del bajo Samuel Ramey, el que actuarán los solistas Luis Eduar-
Vale la pena hacer un recuento mi- acompañado por la orquesta de la Me- do Lima y Carmen González. La Or-
nucioso de solistas y conjuntos porque tropolitan Opera House, dirigida por questa Sinfónica de Tenerife con Víctor
son por sí mismos bastante significati- Julius Rudel, iniciará ia XXXV1I1 Edi- Pablo Pérez al frente, interpretará obras
vos. Todos ellos acudirán entre ei 1 de ción del Festival de Santander, que si- de Sibelius y Beethoven, con Krystian
julio y el 7 de septiembre a la localidad gue siendo uno de los más prestigiosos Zimerman como solista. Esta misma
mallorquina de Pollensa para celebrar no sólo de nuestro país, sino del sur de orquesta y director acompañará al Ba-
la XXVN1 edición de esie festival po- Europa. Entre las orquestas invitadas se llet del Teatro Colón de Buenos Aires,
co conocido, pero que es, sin lugar a du- cuentan la Nacional de Francia —que con Julio Bocea como artista invitado,
das, uno de los mejores que se llevan recientemente hemos admirado en en varios programas. En ballet también
a cabo en nuestro país. Nacido de una Madrid— con su titular al frente, el ex- nos encontramos con una actuación de
iniciativa municipal y fundado por el traordinario Lorin Maazel. La ONF ha- la Martha Graham Company, que se
profesor Philip Newman (1904-66), el rá dos programas. En uno de ellos se presentará en Santander. Habrá tam-
Festival de Pollensa ha ido creciendo a representará una versión de concierto bién una «Gala de Estrellas Internacio-
lo largo de los años hasta convertirse en del Fidelio, de Beethoven, con Elisabeth nales de Danza» —con acompañamien-
algo muy importante. Connell, Ben Heppmer, Wolfgang Lenz, to de nuevo de la orquesta del Metro-
El presupuesto es relativamente pe- Elisabeth Buchanan y Leonard Pezzi- politan, dirigida por Rudel— con la
queño y la opción de los organizado- no como solistas, con la participación presencia de figuras como Silvie Gui-
res no va, desde luego, por el camino del Orfeón Donostiarra. En el otro con- llem, Arantxa Arguelles, Juan Carlos
de la bambolla y el gran aparato. En el cierto los compositores interpretados se- Gil, Sonia Calero, etc. La Compagnie
Claustro de Santo Domingo actúan or- rán Debussy, Ravel y Berlioz. Maguy Marín presentará un espectácu-
questas sinfónicas, conjuntos cameris- La ONE actuará interpretando la lo de Danza, nueva producción estrena-
ticos y solistas escogidos con un criterio Grand Messe des Morís, de Berlioz, da en el Festival de Avignon, conme-
selectivo digno de encomio. Son ochen- también con el Orfeón Donostiarra morativa del 11 Centenario de la Revo-
ta millones los del presupuesto, apro- —que prepara José Antonio Sáinz— lución Francesa y que tiene como títu-
vechados con inteligencia hasta el bajo la dirección de Rafael Frühbeck de lo «Eh, qu'est ce que ca me fait mou-
último céntimo. Y ha sido a panir del Burgos. rir?». Teresa Berganza dará un recital,
XXV Aniversario de la fundación del La London Symphony Orchestra acompañada al piano por Alvarez Pa-
Festival cuando éste ha tomado mayor vendrá también, con su actual titular, rejo, con obras de Pergolesi, Rossini, Bi-
envergadura. el norteamericano Michel Tilson Tho- zet, Richard Strauss y Rodrigo.
Un repaso a la historia de este festi- mas, haciendo dos programas, uno con En la programación nos encontramos
val hace surgir los nombres de Sviais- obras de Stravinsky y Beethoven y otro igualmente al Ballet Nacional de Espa-
lav Richter, Wilhelm Kempf, Friedrich de Haydn y Bruckner-Sex/<7 Sinfonía. ña, con su directora, Maya Plisetskaya.
Gulda, Alicia de Larrocha, Cziffra, Alicia de Larrocha será la solista del Un recital de José Carreras y otro de
Eduardo del Pueyo, Marina Argerich, Primer Concierto para piano y orquesta Pinchas Zukerman, acompañado al pia-
Demus, Ftrkusny, Ferras, Isaac Stern, de Beethoven. La acompañará la Scot- no por Marc Neikrug. Habrá actuacio-
Accardo, Cassadó, Julián Bream, Pie- tish Chamber Orchestra, bajo la direc- nes del Gesualdo Consort Amsterdam,
rre Fournier, Markevich, Victoria de los ción de Leopold Hager, que interpretará del Claude Rippas Trompeten Ensem-
Angeles. Teresa Berganza, Montserrat también la Sinfonía London, de Haydn ble, del Diabelli Trio, de la Escuela Co-
Caballé, Pilar Lorengar, Rita Streích, el y la Sinfonía Praga, de Mozart. La Or- ral de la Capilla Real de Viena... Pablo
Cuarteto Vegh, el Cuarteto Melos, el questa de Cámara del Teatro Lliure, di- Milanés dará un concierto en la plaza
Cuarteto de Praga, etc. rigida por Josep Pons, interpretará El de Toros santanderina. Y en jaz?. nos
Sin pretensiones, sin gran aparato pu- retablo de Maese Pedro, de Falla, con encontramos con nombres como el
blicitario, un Fesiival que se ha im- Ginesa Ortega, Iñaki Fresan, Joan y Kenny Drew Trío, el Ran Blake Quar-
puesto. Xavier Cabero. El programa será com- tet —que se presentará en España— y
pletado con otras dos obras de Falla: el Benny Cárter.
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• actualidad -

La coherencia de un gran músico


Con motivo del 80 aniversario de Olivier Messiaen, la Orquesta Sinfónica de miso con el Desierto de los pájaros, Ré-
RTVE luvo la feliz idea de interpretar un Monográfico Messiaen dentro de su veil des Oiseaux, Oiseaux exotiques.
temporada de conciertos. Fue móntenlo, asimismo, para conversar con el com- Catalogue d'Oiseaux, en donde el pia-
positor, y lo es también en lo que sigue para hacer referencia, al hilo de sus res- no es el único intermediario; 7) Prime-
puestas, a su singular trayectoria musical. ra etapa de síntesis, entre 1960 y 1965,
ntes de enirar en materia, el ellos sus primeros grandes estudios teó- donde vuelve el autor a una lapidaria

A autor de estas lineas quiere agra-


decer a Fernando Palacios la ge-
gerosa cesión del contenido de la entre-
vista realizada por él a Messiaen para
ricos y su actividad pedagógica; 4) 1.a
trilogía de Tristón e Isolda, que cubre
los años 1945 a 1948, y que arroja co-
mo brillante saldo dos grandes obras
grandeza que anuncia su periodo más
reciente; 8) el de los monumentos, en
que Messiaen se consagra a obras de pro-
porciones gigantescas, entre las que la
su espacio Música sobre la marcha vocales, Harawi y Cinq Rechants, y la más enblemática es San Francisco de
(RNE Radio-2), entrevista en la que el monumental Sinfonía Turangalila; 5) Asís, cuya duración es de más de tres
firmante ofreció tan sólo como tra- De 1949 a 1952 el autor accede a un pe- horas y cuya composición llevó a su
ductor. ríodo de diversas experiencias, con los autor cerca de ocho años de actividad.
Esludios de Ritmo y Timbres-Durées, Una actividad que, por cierto, le dejó
Olivier Messiaen (Aviñón, 1908) da tan fatigado que estuvo sin componer
sus primeros pasos significativos en la entre otras obras; 6) Luego el compro-
composición como integrante del gru-
po La Jeune France, creado en 1936 e
integrado además por André Jolivet,
Ivés Baudrier y Daniel Lesur. Desde
esos años, la actitud de Messiaen sor-
prende en relación con el entorno esté-
tico vigente: mientras se predica la
objetividad y la asepsia estructural, él
aboga por el retorno a la expresividad;
en un ambienie en el que predomina en-
tre los artistas e intelectuales el escep-
ticismo religioso, él es un católico
militante que pone su música al servi-
cio de la Divinidad (recordemos, en es-
te sentido, que su obra para órgano
LAscensión, está fechada en 1932). Sim-
plificando mucho, y junto a las dos ca-
racterísticas señaladas, la personalidad
musical de Messiaen está enmarcada
por el rigor formal de sus construccio-
nes y su preocupación por el ritmo y el
color. Acaso por el equilibrio entre lo-
dos esos factores, su música se escucha
con delectación. «He trabajado, en efec-
to, —nos decía— el ritmo, los persona-
jes rítmicos; pero el gran reto es que ese
trabajo no se note en la escucha. Vale
más para la obra que ese trabajo no se
destaque. Dicho esto, añado que creo
haber puesto en mi música mucha ale-
gría, mucha pasión y mucho color. Ten-
go ¡a suerte de amar el color y de
amarlo asimismo como integrante de
mis partituras».
La trayectoria creativa de Messiaen
permite distinguir —y en ello seguimos
a su biógrafo Harry Halbreich— ocho
etapas: 1) Juventud y formación, de
1926 a 1934; 2) Primeras obras maes-
tras, entre 1935 y 1939: es ¡a etapa en
que conquista su rítmica más personal,
fruto de largos estudios de la música
hindú y de la métrica griega; 3) Los
años de guerra, de 1940 a 1944: Nace
entonces una de sus grandes obras, el
Cuarteto para el fin de los Tiempos, y
conoce a la que seria su mujer, la pia-
nista Yvonne Loriod. Son años igual-
mente importantes por ver la luz en Olivier Messiaen,
actualidad

Es destacable, en otro orden de co- Mi orquestación, por ejemplo, ha cam-


sas, la actitud permanentemente abier- biado mucho gracias a la música elec-
ta del autor francés, que afirma troacústica». En suma, el encuentro con
aprender mucho aún cuando escucha la música de Olivier Messiaen es, por
sus obras, porque «me doy cuenta de encima de clasificaciones y de ideas pre-
las cosas que podría mejorar en ellas y concebidas, el encuentro con un hom-
en mi lenguaje». Messiaen se acercó bre tan técnico como apasionado que
también, en 1952, a la naciente música sigue siendo capaz de imponer en sus
concreta, realizando una obra — partituras por encima, o mejor más allá
Timbres-Durées— de la que manifesta- de contradicciones, su propia coheren-
ba no estaren absoluto satisfecho: «es- cia, basada en tres apoyos llamados Fe,
cribirla fue un ensayo, pero es fallida; Naturaleza y Alegría. Pero no nos en-
sin embargo, le diré que para mi hay un gañemos con meras palabras; con todo
hecho muy importante en la música del —perogrullo—, esa música no seria lo
siglo XX y ese hecho es la música elec- que es si su autor no estuviese anima-
troacústica. Ha influido a todos los do de un singular talento: del raro don
compositores: a los que hacen música —de la rara gracia— de la musicalidad.
dmunlu un JIUI, según nos tomaba en electroacústica y a los que no la hacen.
la entrevista que nos concedió en el Tea- José Iges
tro Monumental de Madrid. «Pero des-
pués he escrito ya muchas otras obras
—comentaba—: el Libro del Sanio Sa-
cramento, para órgano; Petites esquis- Música para el verano de Marbella
ses des Oiseaux, para piano y Vilraii des
Oiseaux, para piano y orquesta. Y es-
toy preparando una obra de muy am-
plias proporciones que me ha encargado
la Filarmónica de Nueva York».
En el resumen de su carrera, el vete-
rano compositor valora por encima de
todo la sinceridad: «Escucho siempre
con emoción mis obras, ya sean anti-
guas o recientes; son sinceras, y me re-
miten siempre a un momento de mi vida
que ha sido vivido, verdadero y que he
tratado de expresar lo mejor posible».
Y acaso por ello, Messiaen no haya que-
rido afiliarse nunca a ninguna escuela,
ni siquiera al serialismo, utilizado por
él en algunas de sus partituras. «He par-
ticipado en el serialismo —nos decía—
porque incluso he intervenido en los
cursos de Darmsladt, pero no he per-
Un recital improvisado de Plácido Al üía siguiente Spivakov, también
tenecido nunca a esa escuela o a nin-
Domingo en la Cantera de Marbella con el Orfeón Donostiarra —que di-
guna otra; he escrito aquello que amaba
en 1982 fue el origen de uno de los rige José Antonio Sainz—, interpre-
sin preocuparme por las escuelas, por-
más jóvenes festivales españoles: el In- tará un programa Mozart, que
que las escuelas pasan. Lo que cuentan
ternacional de Música de Marbella, incluirá, entre otras obras, la Misa de
son los logros sonoros y la sinceridad
que se celebrará entre los días 21 y 27 la Coronación. El día 24 el festival
de sentimientos».
del mes de julio. El festival se celebra contará con la presencia de Elena
Es Messiaen, pues, un autor que ha bajo los auspicios de la Real Funda- Obraztsova, a la que acompañará la
buscado su propio camino expresivo ción de Música de Cámara, cuyo pre- Sinfonietta de Viena. En el programa
más en la profundización en su propio sidente es Luis Gómez Acebo, Duque de Obraztsova, obras de Donizetti,
universo expresivo que en la síntesis más de Badajoz, y cuya vicepresidencia Puccini, Ponchielli, Mascagni, Gou-
o menos apresurada de tendencias. Si ocupa la señora Elisabeth Brockman, nod, Massenet, Verdi, Saint-Saens, B¡-
fue muy fecundo para su evolución el norteamericana y entusiasta mecenas zet y Cilea. La orquesta interpretará
estudio de la rítmica hindú a finales de de la música. también oberturas de Johann Strauss,
los años 30, no lo fue menos —sus con- La dirección artística del festival es- Verdi y Rossini.
secuencias aún impregnan su obra— el tá a cargo del prestigioso violinista so- Los tres programas siguientes serán
posterior acercamiento al mundo de los viético Vladimir Spivakov. El primer prolagonizados por la Orquesta Sin-
pájaros. «Si he anotado el canto de los concierto, que se celebrará el día 21 fonietta de Viena, dirigida por Get
pájaros en muchos países del mundo en la Cantera de Nagüeles-Marbella Meditz. En el primero de ellos se in-
—incluidas América, Japón y Nueva estará dirigido por el citado Spiva- terpretarán el Concierto n.° 21 para
Caledonia—, no ha sido por parecer kov, al frente de los Virtuosos de piano y orquesta de Mozart y el N." I
original, sino porque tenia esa pasión. Moscú, contando con la colaboración de Chopin, contando como solista
Además, los pájaros —añadía Messiaen del Orfeón Donostiarra y de los so- con el pianista español Enrique Pérez
a la observación anterior— han hecho listas Araksia Davtian (soprano), Tá- de Guzmán. En los dos conciertos si-
música en nuestro planeta antes que el mara Siniavskaia (mezzo) y Bernard guientes los solistas serán el cellista
hombre, y han realizado asimismo im- Soustrot (trompeta). Se interpretarán Gary Hoffman y el violinista Eligen
provisaciones colectivas antes que no- obras de Vivaldi, entre ellas el Gloria. Sarbu.
sotros».

Scherzo 23
-actualidad

tico del personaje, ese ser monstruoso


que ha perdido el objeto de su re-

Good Bye, Mrs, Sutherland dención.


De Hugo a Donizetti, y de Hugo a
Verdi. Cennaro, como la Blanche/Gil-
da hija de Tribolutet/Rigoletto, encar-
Barcelona: Gran TeaLro del Liceo. 31 de mayo de ]9S9. Donizeiti. Luí'ezw Borgta. Dame Joan Sulher- na, en su ignorancia filial, la pureza del
land. Martine Dupuy, Alfredo Kruus. Michclc Pemisi. Fiero De i*alma. Alfonso Echevarría. eLc, Direc- ser. Alfredo Kraus ha captado perfec-
ción musical; Richard Bonynge. Dirección escénica y escenografía; Peinka l o n e i o . Figurines: Florika tamente cuál era la dimensión del per-
Malureanu-Mcyer (coproducción enire el Teairo La Fenicc de Venccia y la Opera de Nancy).
sonaje; vocalmente parece haberse
La Lucrezia Borgia de Donizetti Acto 1), soluciones discutibles en la inclinado en primer lugar por una in-
(1833), con líbrelo de Felice Romani ba- creación de espacios concretos (el Sa- terpretación abiertamente lírica del mis-
sado en el drama homónimo de Víctor lón del Acto 11 en el palacio ducal de mo (aria Dipescaior ignobile. Acto I);
Hugo, no se había representado en el Ferrara, reemplazado por una incómo- pero más adelante, salvados felizmente
Liceo desde la temporada 1970-71, en da sala de pasos perdidos). Pero es in- los escollos del Acto II, ha elegido tin-
la que se repuso para mayor gloria de dudable que la belleza de esas tes más heroicos (aria Tamo qual s'ama
la Caballé —acompañada de un joven- arquitecturas venecianas recubiertas de un angelo. Acto III), los cuales, junto
cisimo Josep Carreras como Genaro—. falsos mármoles blancos, rosados y ro- al virtuosísimo uso de sus grandes re-
Ahora, con muy buen criterio, el Con- jizos en el Acto 1; el arco que encuadra cursos técnicos (ensanchamiento gra-
sorcio del Liceo ha decidido reponer- los espacios del Acto II, como surgido dual del agudo a medida que lo
la, y creo poder afirmar que hemos de las Estancias pintadas por Rafael en proyecta) han provocado ovaciones in-
asistido a una no muy buena, pero sí el Vaticano y la fábrica de gusto palla- terminables. ¿Es posible que el Consor-
satisfactoria versión de la misma, ver- diano en este mismo Acto, o la sala re- cio deje escapar la ocasión de
sión que ha tenido un cierto carácter de nacentista de tonos verdes del palacio contratarle una vez más?
despedida con respecto a los dos pro- Negroni en el 111, merecen ser recorda- Pero una de las grandes sorpresas de
tagonistas, Sutherland y Kraus: ella a dos, tanto, como la propia dirección es- la noche nos la hemos llevado con el
punto de retirarse; él, por el momento, cénica de Ionesco, de una agilidad Maffio Orsini de la mezzo marsellesa
parece que no volverá al Liceo. absoluta, con un carnaval veneciano en Martine Dupuy, voz maleable y ágil,
Las cosas, afortunadamenie, han el Acto I digno de aplauso. que se mueve cómodamente por los lí-
funcionado bien ya desde la batuta. Ri-
chard Bonynge es un director que sabe
servir y sostener magníficamente bien
a los cantantes, hallarles lempi cómo-
dos, conseguir el equilibrio necesario
entre ellos y el foso, o entre éste y el co-
ro. Pero —y ahí reside lo más interesan-
te de su labor— sabe, además, conseguir
que cuanto procede del foso sea estéti-
camente interesante: hace cantar a cla-
rinetes, fagots y trompetas, logra de la
cuerda una homogeneidad casi total y,
salvo algunos excesos en la persecución,
todo lo restante es el producto propio
de un gran director de ópera.
Una vez más, en el escenario, un
montaje distinto a! previamente anun-
ciado. La producción de Lucrezia Bor-
gia debía de proceder del Covent
Garden londinense, pero no ha sido asi. Suiherland y Kruw- en «Lmrecw
Me temo que hemos perdido con ello,
y no es que la producción de Venecia- «La maternidad purificando a la de- mitcs del registro; si su rocconto del Ac-
Nancy, debida al rumano Petrika lones- formidad moral: he aqui a Lucrece Bor- to I (Nella fatal di Rimini) ha sido ya
co, sea mediocre, ni mucho menos, pe- gia», dice Victor Hugo en el prefacio de altamente prometedor, en el célebre
ro ¿por qué esta manía, por desgracia su drama (1833). Eso es exactamente lo brindis del 111 (¡I segreio per esserfeli-
generalizada en los directores de esce- que ha sabido comunicar la gran sopra- ci), muy libre —quizá demasiado— en
na, consistente en diseñar sus propias no australiana Joan Sutherland. Cier- las ornamentaciones y en el agudo, ha
escenografías? ¿Para qué carajo sirven to, el Acto I (recitativo Tranquillo ei resultado brillantísimo. No podemos
los escenógrafos? Y entonces, se come- posa, aria Come é bello) ha servido co- decir lo mismo del Don Alfonso de Mi-
ten ciertos errores de base, como ha su- mo pre-calentamiento, y algunos —los chele Perlusi, demasiado joven aún para
cedido en esta Lucrezia: uso de la cuatro o cinco malcducados de conferir autoridad a su personaje ni pa-
consuetudinaria escalinata dividida en siempre— no se lo han perdonado y ra vencer las dificultades de su parte (es-
dos tramos (con el consiguiente hartaz- han recurrido al abucheo innoble. Pe- pecialmente la cabaleita Qualunque sia
go de peldaños para los divos), reitera- ro la Sutherland ha replicado con un /'evento, del Acto 111). Discretas, en lí-
do recurso al telón de gasa transparente Acto II en mucha mejor forma, más neas generales, las segundas parles y no-
situado en primer término del escena- controlada en los agudos y en la emi- table el coro, que ha contribuido a
rio para conseguir efectos de sfumalo, sión, y ha podido ofrecer en el III una redondear esta versión de Lucrezia
eliminación de instantes visualmente escena final /Era desso i! mió figlio) ma- Borgia.
impactantes (como la llegada de la pro- gistral no sólo por su dominio de las
tagonista a bordo de una góndola en el agilidades, sino por el enfoque dramá- Jordi Ribera Bergós

24 Scherzo
actualidad

Pavarotti, extrovertido y espectacular


Petalada:
un nuevo
camino
La edición de este año del Festival In-
ternacional de Música Castell de Pera-
lada, entre el 15 de julio y el 13 de
agosto, discurre por un camino distin-
to al de la edición precedente. Nos re-
ferimos en concreto a que no se ha con-
servado el carácter unitario que, con el
Bu rielo im. tiran leairu ücl Lit-ra, H-Vl-tCi. RcLiial Js Luciano l'aiaraiii. Leonc Maghiera, piano. Obras lema «Del barroco al bel canto», ani-
de Motan. Rossini. Beilini. Respighi. Veriii. Floiow. Masscnei. ele
mó a aquélla. Así y todo, la clara incli-
nación de la presente convocatoria ha-
En veinticuatro horas, el aficionado La segunda parte se inició con unas cia el mundo vocal da una cierta homo-
barcelonés ha podido gozar de las dos canciones de Respighi (Nevicata, Piog- geneidad a la programación. Una sola
vertientes del mundo del canto. El arie gia, Nebbié), donde la voz surgió nue- ópera, pero de gran interés: Medea, de
por el arte de Jessye Norman y el arte vamente penetrante, demostrando que, Cherubini, que fuera rescatada del ol-
en el mundo espectacular de Luciano aunque no lo prodigue, sabe hacer dúc- vido por María Callas y muestra hoy to-
Pavaroiti. En ambos casos los locales til el fraseo, para a continuación afron- do el vigor de su dramatismo. Caballé,
tenían el aforo al completo, pero por tar el aria M'apparí, de la hoy poco Carreras y Obratszova en el reparto, y
distintos motivos, y asi, en el cantante representada Martha de Flotow, donde la Orquesta de RTVE y Ros Marbá en
italiano se sentía esa necesidad de ver- el estilo exuberante del cantante italia- el foso. Sesión también lírica la del con-
le, y como ocurre en estos casos, no es- no hizo más hincapié en la fuerza que junto orquestal que actúa bajo el nom-
taban todos los que debían estar, y en la ductilidad. Acabó el programa bre Solistas del Metropolitan de New
estaban algunos que no podían faltar previsto con tres canciones: Serenata de York. Isabel Rey y Miguel Ángel Zapa-
a un espectáculo de esa entidad. Ello no Mascagní, Girometta de Gabriele Sibe- ter jugarán los papeles protagonistas de
va en demérito de la actuación del ar- lla, donde Pavarotti volvió a mostrar sus la velada. Dos grandes veteranos del
tista, pero confirma la tendencia actual posibilidades matizadoras, y Occhi di canto, Giuseppe di Stefano y Victoria
en la que, además del arte, intervienen Jara de Luigt Denza, cuyo agudo final de los Angeles, cuentan con sendos re-
otros poderosos factores. hizo enloquecer al numeroso público. citales, si bien el primero, suponemos
Pavarotti no defraudó a sus fans; su El éxito alcanzado hizo que el tenor que para no cansar la voz, ha transfor-
recital fue lo que la mayoría del públi- fuera muy generoso con sus propinas, mado el suyo en un recital-conferencia.
co quería: lució su voz de timbre bri- hasta llegar a seis, en las que alternó las Por su parte, dos de los principiantes
llante y de gran belleza con fuerza canciones {.4 Buccheltu, Marecchiare y en Medea, Caballé y Carreras, ofrece-
penetrante, que llegaba con gran volu- O solé mió), con arias de ópera, con rán un concierto en el propio pueblo de
men a todos los rincones del teatro y autores como Puccini y sus Recóndita Peralada, acompañados por un coro de
su estilo de canto extrovertido, más pen- armonía, de Tosca, y Donna non vidi cámara. Dos conciertos sinfónico-
diente del efecto que del matiz. Inició el mal, de Manon Lescaut, cantadas con corales, a cargo de la poco conocida Or-
reciial con Un aura amorosa, del Cosí una entrega absoluta, y la famosa Una questa del Colegio de Música Sagrada
fan tune de Mozart, en un estilo bri- furtiva lacrima, de L'eiisir d'amore de y los Pequeños Cantores de la Sania
llante más italiano que mozartiano, si- Donizetli, que parece que le servirá para Cruz de Neully, proponen dos piezas re-
guiendo con dos canciones de Rossini: reaparecer en el Liceo dentro de dos ligiosas de signo bien distinto: el Ré-
La Promessa y La Danza, con unas ver- años; en esta pieza fue patente su ver- quiem, de Fauré, y El Mesías, de
siones personales, sobre iodo en la se- sión abierta y elocuente, dedicada al Haendel, ambas serán dirigidas por
gunda, con un ritmo muy vivo. A gran público. Francois Polgar. Cuando menos atípi-
continuación interpretó cinco canciones V asi transcurrió la histórica noche ca la oferta de danza. Las músicas es-
de Bellini, donde, refrenando su tempe- de un milico cantante con una voz pro- cogidas son de las más infrecuentes de
ramento en algunos momentos, mostró digiosa, con un registro agudo que sus autores: La nuil de Walpurgis de
su capacidad de fraseo no siempre apro- mantiene su segundad como conse- Counod y Le Villi de Puccini. Con co-
vechado; acabó la primera parte con cuencia de una técnica eficaz y muy es- reografía de Leonid Lavrovsky (Gou-
dos arias de ópera: La mia letizia infon- tudiada, una cuidada musicalidad y un nod) y Maia Plisetskaia (Puccini), el
dere, de / Lombardi, de Verdi, una de gran sentido del espectáculo que le per- Ballet del Teatro de La Zarzuela estará
las más interesantes de la noche, expre- mite llegar al público, a lo que no es aje- sustentado, afortunadamente, por la
sada con gran brillantez, por tratarse dei no su sentido de la afabilidad y simpatía música viva de la Orquesta Sinfónica de
aria más acorde con su eslilo, y Pour- personal que, por su carácter latino, sa- Madrid, a las órdenes de Viitorio Sicuri.
guoi me réveilter, del Weriher de Mas- be transmitir plenamente. Completan el Festival los conciertos de
senet, donde volvió a surgir el eslilo los soberbios Percusionistas de Strass-
puramente italiano en lugar del canto burgo, los Solistes de Catalunya y el
francés. Albert Vilardeil Cuarteto de guitarras de Barcelona.
Scherzo 25
actualidad

La frescura original de la ópera de cámara


Valladolkl. Teatro Camón. 8 de mayo de 19119. (clctnann: Pimpintme. Hergoku: La itraa/ladrona. Opera
de Cámara de Ambcres -•Tramparaiii Opera» (Asociación Culiural Sal/burgo, ton la tula biirat ion de
la Junla de Casilla y León. El Corte Inglés y Hazen).
Juventud y voz
El mismo leit-motiv en Telemann y tructura de la acción, sino que en algún Bilbao, li-alro Arriaga. I6-V-B9 Obras de Monte-
en Pergole.si. Vespetta triunfa y Serpi- momento se convierte en acción misma; verdi. Duranic Hacndel. I «ni, Slraüella. Verdi. Ci-
¡ea, Mascagni. Dolora Zajic, me/io; Bon lérry
na, que en el fondo nunca ha sido ser- los personajes —dos en Pimpinone y Luik, piano.
va, acaba imponiéndose como padrona. tres en La serva— integran en su acción
La astucia encantadora de la mujer de- al público; la escenografía —un arma- Que las canciones postrenacentistas
rriba la barrera. Pimpinone se derriie rio casi milagroso, jardín, cama, biblio- o barrocas tengan que ser siempre las
y Uberto se deja caer en la trampa ¿im- teca, bar, cuarto de estar— lineal, evita que abran el fuego en la mayoría de los
pulsados por el eterno femenino, ese la distracción ante la música, expresión recitales de canto tiene su sentido y ob-
Ewig-weibliche de Goethe en su Faus- y acción, lo auténticamente importante. jetivo. No sólo este tipo de arias son de
to? Es posible. La Transparant, pues, ha ofrecido gran belleza melódica y de alto grado
Sin embargo, quien se haya acerca- una versión gratificante, fresca y moder- sentimental, sino que, y sobre todo, son
do a esias dos óperas —mejor intermez- na. Pudimos apreciar en el conjunto or- canciones idóneas para calentar las
zi para ser exactos— buscando a questal, con un sentido musical fuera cuerdas vocales y encontrar el sitio pa-
Goethe, se habrá llevado la desilusión de lo común, un sonido especialmente ra colocar la voz. Sin embargo, esto no
que supondría confundirse de puerla y agradable, al que, sin embargo, el oído quiere decir que sean fáciles de cantar.
entrar en una sala donde se interpretan no acaba de acostumbrarse por las ra- Estas piezas del siglo XVII no exigen
Cuartetos de Beethoven buscando el ras ocasiones que tiene de escucharlo poderío ni volumen de voz o alcanzar
Réquiem de Berlioz, o como puede ha- producido en vivo por instrumentos ba- notas extremas, pero no quiere decir que
berle ocurrido a alquien que, en desu- rrocos originales. Sorprendente la voz sean accesibles a todos. Exigen un apo-
bicación total, ha confundido a cálida y bellísimámente timbrada de yo respiratorio bien preparado y estu-
Telemann con Verdi y a Pergolesi con Paséale de Truck, que dio vida a una diado, y la suavidad con que requieren
Wagner. Vespeita picante y deliciosa. Aprecia- ser cantadas, fluidez vocal, impostación
La Opera de Cámara de Amberes mos, sin embargo, cierta falla de segu- de voz, correcta emisión y de esta ma-
«Transparant Opera» sirvió una repre- ridad en Uberto, incómodo con su nera dominar el legato. Así, pues, aun-
sentación justa y sin estridencias de es- tesiiura de barítono en un papel dise- que todos programen estas canciones,
tas dos cortas óperas destinadas en ñado para bajo. Lieve Jansen — son muchos lo que no pueden cantar-
principio a servir de intermedio —de Serpina—, justa en su vo/, dio un gran las debidamente. En mi opinión, fue el
ahí su nombre— entre los actos de otra aire expresivo a la interpretación de su caso de lo que ocurrió con la mezzo Do-
gigantesca en la que los dioses, héroes personaje, asi como Johan Vytrschaut, lora Zajic. Tanto los primeros nervios
o situaciones sobrehumanas imponían que derrochó voz potente y brillante en que afloran a] comienzo de todo reci-
un descanso total entre uno y otro ac- los registros extremos de su Pimpinone. tal, como la voz aún fría, constituyen
to. Por ello, si el argumento es ligero y La plástica de la representación, es- un impedimento básico para cantar es-
sin complicaciones (la única —y quemática en sus decorados, tuvo unos te tipo de arias. Los nervios, por ejem-
mínima— en La serva padrona, la do- magníficos aliados en la policromía so- plo, impiden dominar el fíalo, la linea
ble figura de Vespone-capitán Tempes- bresaliente de sus vestidos y en lo lla- de canto aún no tiene lemple y el léga-
ta) y los recursos son sencillos, se mativo y teatralmente exagerado del lo no lo es tanto. De modo que tanto
consigue una representación en toda su colorido de sus pelucas. El público mos- Monieverdi, Stradella o Durante no tu-
frescura original: la reducida, aunque tró su satisfacción con los repetidos vieran la calidad que luego alcanzaría
suficiente, orquesta —un cuarteto de aplausos. el resto del recital. La búsqueda en pos
cuerda y un clave— no es una infraes- J.A. Nieto de Miguel de la calidad, partió cuando cerró la
primera parte del programa con el aria
O mió Fernando, de la ópera IM Favo-
rita, de Donizetti, que corresponde al
personaje de Leonora. Dolora Zajic
cantó sacando su voz All'aperlo, esa voz
tan ancha de cuerpo y de penetrante so-
nido al atacar las notas altas. Una voz
que mantiene el mismo color tímbrico
desde el centro hasta arriba y no se ve-
la rn mucho menos en los graves. Ha-
bia comenzado a cantar lo suyo. Luego
vendría el aria de la princesa de Boui-
Ilon Acerva voluílá, de la ópera Adria-
na Lecouvreur, de Cilea; vendría
también el ai iaO>n/i«ode la ópera/ío-
de/inda, de Haendel; también el aria de
Santuzza Voi le saprele, de la ópera Ca-
vallenu Rusticana, de Mascagni, y por
fin el aria de Juana de Arco de la ópe-
ra La Doncella de Orfeans. de Tchai-
kovsky.

i-ii/- de Anillen11* en lal/m/tilid. Niño Denlici


actualidad-

Homenaje
a Barja
En la Sala Goya del Circulo de Be-
llas Arles hemos asistido a un acto
ejemplar, ln Diputación de León lo ha-
bía patrocinado y en él se rendía home-
naje al compositor Ángel Barja Iglesias
(Santa Cruz de Terroso 1938-León
1987), figura esencial en el panorama
musical leonés durante muchos años.
El acto ofrecía tres vertientes clara-
mente diferenciadas. La primera fue la
presentación en un espléndido álbum de
discos con cuatro clepés, incluyendo di-
versos aspectos de la obra de Barja.
Desde piezas polifónicas de signo po-
pular o religioso, pasando por obras de
cámara, para órgano y sinfónicas, e! ál-
bum supone una de las más completas
aportaciones discográficas que puede
La O.M.V. cierra el ciclo del Palau presentar un compositor español actual.
Incluye además esta caja dos libros.
Uno de ellos contiene la emocionante
El cielo Concienos de Primavera del vimiento, faltó tensión en el Scherzo y biografía trazada por su hermano Jo-
Palau de la Música, celebrado entre rotundidad dramática en el primer mo- sé. El otro recoge las partituras comple-
abril y junio, ha estado dominado por vimiento. Con lodo, fue una versión es- tas de todas las piezas en él incluidas,
los concienos ordinarios de la Orques- timable tratándose de tal obra. Los alguna de tanta importancia y represen-
ta Municipal de Valencia (OMV), con coros tuvieron fuerza, aunque excesiva tatividad como el Planclum Jeremiae,
escasos concienos extraordinarios, ta- e innecesaria densidad (casi 130 voces). el Trío para piano, violin y violonche-
les como la versión del Orfeo de Mon- Destacaron las voces solistas masculi- lo, el Cuarteto «Fluencias», o la Suite
teverdi a cargo de la propia OMV, y los nas por su temperamento. para orquesta.
conciertos de la Filarmónica de Lenin- El último concierto de la OMV estu- La segunda razón del acto era la pre-
grado y de la Bournemoulh Symphony vo dedicado a la AEDEM (Asociación senlación del primer lomo de las Obras
Orchestra. Un ciclo, pues, más pobre Española de Esclerosis Múltiple) y se completas del compositor, a cargo de
que los de trimestres anteriores. Si ha abrió con una estimable versión de la Luis G. Viñuela. Viñuela ha recupera-
continuado con el acostumbrado inte- obertura de // matrimonio segrelo, obra do y ordenado las muchas partituras de
rés el resto de las actividades del Palau, que subirá al escenario del teatro Prin- Barja (más de seiscientas obras) y aho-
como el programa « El Palau de los jó- cipal cuando se abra tras su reforma en ra aparece un tomo dedicado a la obra
venes», con ciclos de música antigua y el próximo octubre. El Tercer Concier- coral sacra, en la que tanto brilló el mú-
barroca española y con audiciones di- to para violin de Mozart contó con sico galaico-leonés. El volumen, cuida-
dácticas para escolares. Juan Lunares, uno de los valores más dosamente editado, recoge el Planctum
Los conciertos más interesantes de la sólidos entre los intérpretes valencianos, Jeremiae, las Condones Job, las seis
OMV se han producido bajo la baluta dueño de un bello timbre y de ese raro Canciones Espirituales y dieciséis pie-
de su titular Manuel Galduf, frente a sentido mozartiano, y con una amplia zas polifónicas en latín > en castellano.
la escasa relevancia de los dirigidos por e interesante experiencia en la música Viñuela asegura que la obra de Barja
Christian Sües, con la Segunda de Beet- de cámara. La aparente facilidad del es- llenará unos cuarenta tomos como el
hoven, por E. García Asensio, con la tilo mozartíano, uno de los permanen- publicado.
Sinfonía del Nuevo Mundo y el Con- tes escollos para la OMV, se resolvió
El acto de homenaje, que tuvo una
deno n.° 1 para violin de Bruch a car- esta vez con notable fluidez, aunque no
acertada iniroducción de Tomás Mar-
go de la solisia Anabel García del suficiente soltura en la articulación, y
co, se cerró con un concierto en el que
Castillo, y por Luis Izquierdo, con obras un sonido más contenido y transparente
el Trio Mompou interpretó el Trío pa-
de S. Revueltas, M. Ohana y J. Turina. que en otras ocasiones. No obstante, a
ra piano, violin y violonchelo de 1983,
Con la Novena de Beethoven la Orques- la versión le faltó animación y viveza
y el pianista Perfecto García Chornet
ta Municipal ha proseguido su interpre- en los tiempos. En la Segunda de Sibe-
una selección de las muy bellas y con-
tación de grandes obras sinfónico- lius la OMV pisaba un terreno propi-
centradas piezas que integran los Can-
corales con una versión digna y musi- do, el del tardorromam ¡cismo. La
tos de noche alia. Ángel Barja escribió
cal. Un acontecimiento de imposible intensidad expresiva de esta magnífica
al comienzo de esta última partitura:
realización hace sólo pocos años. Hu- Sinfonía, la pureza de timbres, el impul-
«En recuerdo de toda la obra de Mom-
bo ortodoxia y calidad estilística en la so apasionado dentro de un conirol for-
pou. Es un regalo del corazón a los
dirección y en la respuesta de orquesta mal clásico, fueron bien expuestos por
dedos».
y coros, volviendo a destacar las cuer- director y orquesta. Hasta después del
das, sobre todo las graves (asi en el cuar- verano hay que señalar el próximo Fes- Como un gran regalo a los buenos
to movimiento) y las maderas; metales, tival Internacional de Orquestas Juve- aficionados han caído estos discos y es-
aun con irregularidades en las trompas, niles que, como el pasado año, se te primer volumen de música de Ángel
y la percusión estuvieron más conteni- celebrará en el Palau desde mediados de Barja, por cuya continuidad hacemos
dos que en otras ocasiones. Acertada la julio. los más fervorosos votos.
versión en el Adagio y en el cuarto mo- Blas Cortes Andrés Ruiz Tarazona
Scherzo 27
-QCtUOlldod-

prodigio. Romero acompañó muy bien


con su guitarra, pero se echó a faltar la
La suprema sonoridad y presencia del piano.
Se conoce ya el nivel de Jessye Nor-
man cuando ataca la Mélodie france-
Madrid. Auditorio Nacional. 5 de junio de 1969. Recital de Jessye Norman. Obras de Slrauss, Wolf, sa. Para encontrarle rival en el género
Falla, Ravcl > Duparc. Dalion Baldwin, piano: Alain Marión, flauta: Pepe Romero, guitarra. hay que remontarse veinte años atrás,
a Victoria de Los Angeles o Regine
Crespin. Y como era de esperar, la Shé-
Se acumulan, arrollándose, los adje- ra dejar boquiabierto al más insensible hérazade raveliana (hace también años)
tivos encomiáslicos. La prudencia acon- (incluso sordo). la cantó con orquesta en el Real), sonó
seja frenar el entusiasmo y describir esta El plato fuerte del programa era, sin con refinamiento y carnalidad en un
noche primaveral como la del privile- duda, la inclusión de las 7 canciones po- francés cincelado que Norman domina
gio de escuchar una voz escepcional, pulares át Manuel de Faila, por primera como si fuera su lengua materna (inclu-
guiada por una artista musical, sensi- vez posiblemente en la voz de la Nor- so mejor, por no caer en acentos regio-
ble y profunda (los adjetivos se escapan man. Es de agradecer, ya en principio, nalistas). Los tres Duparc fueron,
sin freno), en el momento más oportu- la actitud de la cantante de preparar es- asimismo, modélicos. Pero seria en las
no del desarrollo vocal y en una velada tas páginas para brindarlas a un públi- propinas, perfectamente calculadas y
plena, no empañada por las fisuras o co español, proclive al patriotismo (o generosas, donde el recital encontraría
contratiempos que suelen presentarse en provincialismo o paletismo) de consi- culminación. Norman, después del in-
el oficio. Con Jessye Norman nada es- derar que esta música sólo que da bien timismo francés, calentó de nuevo mo-
tá dejado al azar (ni la traición momen- en voces con carnet de identidad nacio- tores con el Strauss de Zueignung para
tánea de la memoria, como sucedió con nal. Noman demostró que se puede inmediatamente exhibir la grandeza y
Baudelaire), todo está completamente cantar a Falla, compositor universal, sin poderío de su voz en dos Spirituals: en
trabajado: cada silaba del texto, cada hacerse (lista como el hambre) ni espa- el primero {He's Got the Whole woríd),
nota de la partitura reflejan una elabo- ñola, ni castiza. Sólo con su musicali- desplegando la zona aguda de la voz;
rada preparación. Tras el estudio, la dad intachable y su emoción sincera. En en el segundo, la plenitud (cavernosa,
adecuación al estilo y al compositor: un castellano impecable (¡cuántas autóc- suave) de su dilatada octava grave. ¡ Im-
que cada sonido sea privativo, propio tonas nos obligan a hacer un esfuerzo ponderable Norman!
del músico a quien se sirve, no de quien para entender alguna palabra, incluso, Dalton Baldwin fue al piano siem-
uno se sirve. Aún más: la emoción vie- se me viene a la mente, una de fama re- pre un atento y sutil acompañante; no
ne después de la técnica y el estudio. Y conocida!), que sólo tuvo algún mo- en vano es habitual acompañante de la
como resultado, el que siempre Norman mento de embrollo o dificultad, la soprano.
suena a algo distinto, de dimensión di- Norman hizo, sobre todas, la Asturia-
ferente. Así se comprobó en un recital na y la Nana de manera intensa y hon-
anterior en años (y también extraordi- da, digamos perfecta, y el Polo, además
nario) en un ciclo organizado por el de esto, comunicativamente visceral. Un Fernando Fraga
Teatro de La Zarzuela, desde el cual la
maestría de la Norman la crecido, se-
ñal de que la soprano está viva artísti-
camente.
La cantante presentó un programa
muy bello, nutrido y versátil. Puso a
punto el instrumento con cuatro Lietier,
de Richard Strauss, donde ratificó la
vinculación especial con el compositor
alemán, que traduce con calor y pleni-
tud, con especial relieve en el último de
los interpretados (Invitación secreta),
quizá por el origen mismo de la can-
ción: un regalo a la esposa el día de la
boda del músico.
Hasta el momento, Hugo Wolf no be
prodiga en los recitales de la Norman.
De ahí el interés en escucharle cuatro
canciones del ciclo profano, pertene-
cientes al Spanisches Liederbuch, y que
corresponden a los números 2, 21, 26
y 34. Del clima de éxtasis y beatitud que
refleja Cúbreme de flores pasó la can-
tante a la picardía y ternura que carac-
teriza A la sombra de mis cabellos
(utilizo la traducción anónima del pro-
grama de mano), donde dio diverso y
progresivo relieve a las palabras Ach
nein (¡Ah, no!). En Todos iban. Señor,
al descanso, habitualmente contado por
voz masculina, la Norman hizo un alar-
de de flato y regulación, imposibles casi
a partir de la frase Und dein Sinnen, pa- Jessye Norman, una voz excepcional.

28 Scherzo
actuolldod •

El discreto OSRTVE: un toque de imaginación


encanto de
la corrección
Madrid. Recital de Thumas Alien. Obras de
Haydn. Schumann. Ravel, Brillen y canciones tra-
dicionales. Geolfrey Parsons, piano. Teatro de la
Zarzuela, 25 de mayo de 1989.
El barítono Thomas Alien es actual-
mente una de las figuras de su cuerda
más importantes, en los dos campos de
su actividad, el teatral y el de concier-
to. En el primero, son famosas y reco-
nocidas sus versiones mozartianas de
Don Giovanni y Le nozze di Fígaro
(tanto Figaro como el Conde) y, última-
mente, ha conocido aceptación univer-
sal su Eugene Onegin de Tchaikovski.
En su recital madrileño, con un progra-
ma versátil y original, el barítono inglés Michel Hunoii.
dejó más sugerencias que hechos. Con Pese a todos los problemas conoci-
su buena presencia, elegancia, desenvol- de Tallis—, Haydn —Sinfonía n.° 82—
tura y simpatía dio a entender que su dos no cabe duda de que, al menos en y Brahms —Serenata n." 1—, y Alonso
terreno es el operístico y no e! de la can- ciertos aspectos, se está tomando en se- —:Tchaikovsky, Concierto para piano
ción de cámara. De hecho, su mejor rio la renovación de la Orquesta Sinfó- N° 2 y Patética—. Pero también nos en-
momento fue el de Billy Budd de Bril- nica de la RTVE. Uno de esos aspectos contramos con dos Sinfonías de Niel-
len, el de la meditación del protagonis- positivos es, sin duda, el de la progra- sen: la N," 4, la «Inextinguible», que
ta, donde, incluso por la actitud cor- mación. Ya en la temporada de 1988-89 dirigirá Arpad Joó, y la N." 2, «Los
poral, logró una especie de atmósfera fue visible esa tendencia renovadora, cuatro temperamentos», que correrá a
especial que comunicó inmediatamen- que se acentúa para la nueva tempora- cargo del finlandés Segerstam.
te al público, que a partir de ahí empe- da de 1989-90. En efecto, no hay más Un interesante programa de música
zó a entrar en calor. que comparar el avance de programa- francesa en el que dirigirá Michel Plas-
ción de la OSRTVE con e! de la ONE son, con Magnard (Himno a la Justi-
La voz de barítono muy lírico de para darse cuenta en cuál de los dos ca- cia), Chausson (Poema del mar y del
Alien es rica y noble e inmediatamente sos se ha superado la rutina burocráti- amor; solista: Colette Allioz-Lugaz) y
llega al oyente. Pero (defectos de cua- ca y se ha utilizado esa facultad tan Fauré (Réquiem; con la misma cantan-
dratura o emisión) algunas notas no es- escasamente española: la imaginación. te más el barítono Gilíes Cachemaille).
tán bien cubiertas, suenan huecas, y en Empecemos por las batutas. De los Interesante también el montaje de El
zonas del pasaje al agudo, su instru- veinte programas de la orquesta, ocho sueño de Geroncio, el monumental ora-
mento, a veces, se contrae; amén de que estarán a cargo de su titular, Arpad Joó. torio de Elgar, que dirigirá un profesio-
las medias voces son, en ocasiones, ines- Antoni Ros Marbá, principal director nal competente como Gibson, con tres
tables de sonoridad. Son peculiaridades invitado, tendrá a su cargo cuatro. Con buenos solistas: Sarah Walker, John Tre-
éstas que aparecen más a la vista en un un programa figuran Michel Plasson, leaven y Benjamín Luxon. Simonov ha-
concierto que en un escenario de ópe- Sir Alexander Gibson, Yuri Simonov, rá un monográfico Mussorgsky, que
ra. Por otro lado, e! intérprete de cáma- Sir Yehudi Menuhin, Leif Segerstam, contará con la colaboración de una ve-
ra es fino y atento, muy en la línea del Per Dreier, Odón Alonso y Enrique terana y excelsa artista: Elisabeth Só-
mejor alumno del conservatorio, pero García Asensio. En general se ha opta- derstróm. Per Dreier es responsable de
sin imaginación. Así las tres aburridi- do por profesionales solventes, con un una espléndida grabación del Peer Gynt
llas canciones de Haydn le quedaron aceptable nivel medio. Aparte del nom- completo, de Grieg y con ese mismo
banales y grises, sus cinco Schumann bre de Menuhin, el más destacado tal programa dirigirá la OSRTVE.
fueron, en general, escolares; las tres vez sea Yuri Simonov, ya conocido por
canciones ravelianas de Don Quijote a Ros Marbá tendrá a su cargo unos
nuestro público, antiguo ayudante de cuantos programas de excepción: un
Dulcinea, estuvieron muy bien frasea- Mravinski en Leningrado y actual direc-
das (Alien domina el idioma en que Edipus Rex, de Stravinsky, el Pelleas y
tor musical del Ballet Bolshoi. Melisande, de Debussy en versión de
canta), pero se mostró muy incómodo En cuanto a los programas propia-
en la tesitura grave de las páginas. Las concierto, con el espléndido Gabriel
mente dichos nos encontramos con que Bacquier, y una Séptima de Bruckner.
canciones tradicionales inglesas, arre- se ha huido del gran repertorio super-
gladas por Britten, fueron un insulso Otros puntos fuertes de la programa-
I rulado. Hay obras de autores españo- ción son los de La canción de la Tie-
colofón al programa, que se prolongó, les contemporáneos como Sarda o
digamos que excesivamente, con seis rra, de Mahler, con Siegfried Jerusalem
Berea, con sendas obras encargadas por y Cornelia Kallisch. El castillo de Bar-
propinas, donde, incluso en la {pedida la orquesta, López IChronos), Luis de
por el público) página del Don Gtovan- bazul, de Bartok, ambos bajo la batu-
Pablo (Senderos del aire). Fernández ta de Joó.
ni (la serenata del protagonista) el ni- Blanco (Suite de danzas antiguas), Ro-
vel se mantuvo en su monótona y En resumen, una programación
drigo (Cantos de amor y de guerra) y atractiva e inteligente. Al menos en ese
puntual discreción. Lo mejor resultó ser Montsalvaige (Sinfonía de Réquiem).
la excepcional prestación pianística de punto a uno no se le ocurre más que de-
Los programas más conservadores co- cir que ése es el camino.
Parsons, muy por encima del intérpre- rren a cargo de Menuhin —el Vaughan
(e vocal. Williams de la Fantasía sobre un tema J.A.

Schcrzo 29
actualidad

Dos obras maestras y otra Británicos y


en camino renovadores
Mídrid. Auditoria Nacional. 25-V-B9. Haydn. Sin-
Madrid. Audi lorio N*don*l. 1J-V-S9 luí osla» ski: Sinfonía «." .!. Srhnnhrrg; \'nch fonías nr' 47y 45: MozarI, Concierro paro vtalin
Ravd, Daphnis y chloé <2." Miiltt. O r ^ u o u S u i n njl (le l'ul'inij. Dirrt'lur: knhi-rl n." 2 Simón Siandage, violin. The Englisti Con-
ceri. Director: Trevor Pinnocl.
La segunda parte
del título hace referen- De la mano de la revista Ritmo, en
cia a una de las últi- su LX aniversario, hi/.o su presentación
mas producciones de en Madrid el grupo de instrumentos de
Lutoslawski. El ilustre época The English Concert, que funda-
polaco plantea la obra ra en 1973 el clavecinista y director Tre-
en dos secuencias y vor Pinnock. Antes del concierto
deja lo más interesan- pensábamos que nos hubiera gustado
te para el final; es el escucharles tocando obras de Haendel,
esquema favorito de pero desde las primeras notas se hizo
Lutoslawski, que co- patente lo extraordinariamente atracti-
noce inteligentemente va que es su manera de acercarse al cla-
el desgaste de la aten- sicismo. Con un nivel de virtuosismo
ción por parle del pú- muy alto —hasta los trompas, los mis-
blico. mos que trajo Hogwood con la Aca-
demy, estuvieron impecables en su
Las otras dos obras dificilísimo cometido—, la orquesta de
del programa tienen Pinnock discurre por cauces básicamen-
ya bien demostrado MI te brillantes. Mozart y Haydn, depura-
calificativo de maes- dos de tosquedades, sonaron refinados
tras. En Noche Trans- y elegantes. Sobre todo el segundo de
figurada Satanowski estos compositores mereció lecturas de
encauzó su decurso imparable vitalidad, esencialmente lii-
sin fisuras ni vacilacio- dicas. Quizá no salió a relucir la pasión
nes y, lo que en Lutos- que late en el interior de estas dos Sin-
lawski era un gesto fonías maestras, pero las interpretacio-
más bien parco —dis- nes mostraron i o bastante la tensión de
curriendo ambos bra- sus contrastes, en especial los dinámi-
zos casi en paralelo—, cos. Empuje y también delicadeza, co-
en Schónberg se tornó mo en la forma de ir desapareciendo el
más abarcador, en es- sonido —anécdotas aparte— en el fi-
tricta consonancia con nal de la Sinfonía n." 45. Standage fue
el temperamento más Rohvrl un solista afinado, con un fraseo un
próximo de la obra. El desgarro y la car- de las óperas Halka y La Mansión En- tanto cuadriculado, en el no muy inte-
ga romántica de este Schónberg queda- cantada, de Moniuszko, a todo volu- resante Concierto para violin n." 2 de
ron adecuadamente puestos de relieve men, como si del himno nacional de su Mozan, Discutible el martilleante tra-
en una versión que resultó lo más patria se tratara. Qui¿á sea así. bajo de Pinnock al clave.
emotivo del concierto.
J.M.S. E.M.M.
En Ravel las cosas cambiaron. Des-
de los primeros compases se advirtió
que Satanowski no era capaz de encua-
drar adecuadamente esia página en su
estilo correspondiente, aunque hiciera
Mahier, amado e imposible
Mídrid. Teaini Monumental. 2fi-V-!ty. Mahier. ¡envru Sinjuma. I lara Takacs, contralla Coro RTVE.
el alarde de dirigirla de memoria. Rígi- r-scolanía Nuestra Señora deJ Recuerdo. Orquesta de RTVE. Director: Arpad Joó.
do, seco, sin imaginación agógica, su
Daphnis fue un exponente fiel del im- Siempre que alguna de las orquestas españolas aborda una de las sinfonías
presionismo que se hace hoy. Hay mu- mayores de Gustav Mahier cabe preguntarse si nuestros músicos de conjunto es-
cha música que espera ser dirigida un tán preparados para semejante esfuerzo conceptual y técnico. La interpretación
tanto metronómicameme — Strawinsky, de esta Tercera replantea la cuestión. Fue evidente el gran esfuerzo aludido —y
por ejemplo—, pero el impresionismo ello se les debe reconocer a los intérpretes—, mas los resultados sólo pueden defi-
tiene que ser mucho más blando, más nirse eomo irregulares. El bajo rendimiento del metal se volvió un lastre dema-
desdibujado en sus contornos y parece siado pesado en numerosos pasajes de la obra. La cuerda evidenció asimismo un
que, por pudor, nadie salvo Celibida- sonido más duro de lo aceptable para que el lirismo del movimiento final fuera
che lo entiende hoy asi. En este Ravel, totalmente expresado. Aquí la limitación expresiva debe ser achacada por igual
además, se disolvió la compostura hasta al mismo Joó. Lo mejor, sin duda, se dio en el enorme movimiento inicial de cons-
entonces modélica del director, quien trucción caleidoscópica. La batuta extrajo entonces sonoridades verdaderamente
introdujo aquí y allá aceleraciones rít- rocosas. Sobresaliente el solo del trombón, que logró un instante final, aunque
micas, no del todo razonadas lógica- un punto tímido, muy expresivo. El resto de la lectura no estuvo a este nivel. Joó
mente, que precipitaron el final. Por llevó la obra por caminos o muy blandos —Menuetto— o de dureza extrema
algún lado apareció la vena efectista. —Scherzando—, no acertando a plasmar el clima poético del Misterioso, en par-
Premiado con abundantes aplausos te por la intervención poco comprometida de Clara Takács. FMM
dirigió también momentos orquestales

30 Scherzo
actualidad

Orquesta devirtuosos
Cuesta trabajo imaginarse a una or- El programa a cargo de Temirkanov no
questa sin el director que a lo largo de de- era tampoco muy allá, si exceptuamos el
cenios la ha dirigido, marcándola con la Primer Concierto para violin de Proko-
impronta de su personalidad. La Filarmó- fieff. \a demás era la obertura de Obe-
nica de Leningrado tuvo cincuenta años rón de Weber y la Segunda Sinfonía de
a su frente a uno de los maestros de di- Rachmaninov. Muy bueno el violinista,
' rección de orquesta de nuestro siglo: Ev- Sergei Stadler, que exhibió un deslum-
geny Mravinski. En los últimos años la brante virtuosismo, y muy bueno también
sobriedad y la concentración expresiva del el acompañamiento de Temirkanov y los
gran músico ruso tenían una pl asm ación leningradenses. Pero fue el Rachmaninov
gestual casi irreal: Mravinski dirigía sen- lo que constituyó el gran momento de or-
lado y era sólo la fuerza de su mirada, la questa y director. No es cuestión de ha-
levedad y concisión de algún movimien-
to de sus manos lo que controlaba el po- blar aquí de la música orquestal de
der de su conjunto sinfónico. Leningrado Rachmaninov: tardorromant ¡cismo con
ha sido una orquesta con suerte: funda- todas las notas desfavorables de sentimen-
da en 1917, la dirigió Kussevitzky hasta talismo, efectismo y hasta cierta triviali-
1921. Le siguieron —cuando Kussevitzky dad. Pero ahí fue donde ese excepcional
prefirió el camino de la emigración— director y gran músico que es Temirkano\
Emil Cooper, Nikolai Malko, Alexandre demostró lo que es capaz de hacer. Con-
Gauk —el maestro de Kondrashin—, Fritz virtió una música de comedia romántica
Sliedry y por fin Mravinski, que tuvo ad- a lo Hollywood en algo desgarrado, des-
junto durante diecinueve años, entre 1941 carnado, casi expresionista. Ja/i
y 1960, nada menos que a Kurt Sander-
líng. Muerto Mravinski se creyó que la su-
cesión natural correría a cargo de su
ayudante, el joven y dinámico Mariss Jan-
sons, hijo a su vez de un excelente maes-
tro, Arvid Jansons. Pero en la URSS
Stravinski en el María Guerrero
soplan vientos de «Perestroika» y la Fi- tro muy peculiar. Basándose en una di-
larmónica de Leningrado votó para ele- Los críticos mostramos a veces nues-
gir sucesor del maestro fallecido. Votó a tro entusiasmo por productos tras cuya rección orquestal muy meditada y eficaz
un hombre que no la había dirigido nun- dignidad o altura se esconde un presu- de Juan de Udaeta, el entusiasta direc-
ca, al director de la Opera Kirov de la ciu- puesto millonario poco justificado. Es tor y coreógrafo Antonio Llopis (anti-
dad: Yuti Temirkanov. Temirkanov no era el caso del Ciclo Stravinski realizado por guo miembro de aquel mítico grupo, el
ningún desconocido en España: ha diri- dos unidades del INAEM —la Joven TEI, que con José Carlos Plaza, Wi-
gido aquí a la Orquesta de la RTVE, lo Orquesta y el Centro Dramático lliam Layton, Francisca Ojea, Arnold
hemos visto con alguna orquesta británi- Nacional— con el patrocinio de la Fun- Taraborelli y otros realizó una labor
ca y hace unos cuantos años al frente de dación de la Universidad Complutense inolvidable en el Pequeño Teatro Maga-
su orquesta del Kirov en un concierto inol- y el concurso de algunos artistas ajenos, llanes desde 1971 hasta más o menos
vidable en que dio la Quinta Sinfonía de el caso es muy distinto, ya que los gas- 1976) ha dado vida a una obra que tie-
Shostakovich y el Alexander Nevski de tos principales han sido los de las can-
tidades fijas del CDN y la JONDE y los ne elementos de ballet, de pantomima,
Prokofieff. de melodrama, de alegoría dramática.
otros han sido asumidos de manera ra-
cional y ecuánime. La gran protagonis- Excelente el soldado de Roberto Alva-
ta ha sido la JONDE en diversas rez, inquietante en su actuación y su fí-
Los leningradenses han venido a Ma- formaciones camerísticas, algo de gran sico bello y ambiguo el Diablo —a veces
drid con un par de programas no muy importancia para el aprendizaje de sus desdoblado en otros actores-bailarines—
atractivos y los dos directores citados, Jan- siempre cambiantes componentes, aun- de Germán Cabrera, rodeados de un le-
sons y Temirkanov. El primer programa, que en unas fechas (lo que sucede a me- gítimo histrionismo por el Narrador de
el de Jansons, incluía la obertura Carna- nudo en dicha orquesta) acaso no muy Luis Olmos. Llopis ha sido defensor y
val romano de Berlioz, el Concierto para adecuadas para quienes están estudian- animador de su idea (y grupo) Teatro
piano y orquesta de Schumann —con Eli- do en tal o cual punto del mundo. Los de la Dama, en un esfuerzo a menudo
so Virsaladze de solista— y la Sinfonía n.° resultados artísticos han sido conside- tan poco comprendido y acogido que
4 de Tchaikovsky—. Jansons ya había ac- rables, a pesar de que el público no ha podemos sentir un especial placer no só-
tuado en Madrid. Concretamente hace respondido demasiado bien a la convo- lo por ei producto concreto de esta fun-
años sustituyó a un indispuesto Mravins- catoria, en especial en lo que se refiere ción, sino por ver salir adelante una idea
ki en la Séptima Sinfonía de Shostako- a los conciertos de los días 12, 13, 19 y
vich. Fue la suya entonces una versión defendida con tesón y contra adversida-
20 de mayo. En ellos se dieron obras de des duras. Este campo de pruebas ha po-
brillante y nerviosa, que captó espléndi- todas las épocas del compositor en ver-
damente la pulsación febrilmente épica de siones dignas, donde podía aparecer al- dido ser para el veterano Llopis, por fin,
la obra de Shostakovich. Luego Jansons gún detalle de impericia más que de un acicate para continuar en una línea
volvió por aquí con la Filarmónica de Os- concepto. Hay que tener muy en cuen- estética tan original como digna, a juz-
lo, de la cual es titular, mostrando de nue- ta los nombres de los dos directores jó- gar por los resultados de esta Historia
vo un excelente oficio. De su concierto hay venes que asumieron las sesiones, Ernest del soldada Ahora, el mismo equipo
que decir que dirigió adecuadamente la Martínez Izquierdo y Josep Pons. Más podría dar un salto adelante: ¿quién
obra de Schumann —muy bien tocado, en lucida resulto la puesta en escena de La puede encargarle a Llopis, a la JONDE
una lectura intimista, por Virsaladze— y historia del soldado, una obra no dema- y a Udaeta, pongamos por caso, un
estuvo muy bien en Tchaikovsky. Un siado inhabitual en las salas de concier- Mandarín maravilloso, un Pulcinella, o
Tchaikovsky tan poco convencional y tos, pero que se ve poco en su dominio el estreno absoluto en España de ballets-
edulcorado como el de su maestro, con natural, el teatro, aunque se trate de tea- pantomima como Signorina Giovemú
una insistencia especial —muy rusa, por o Nikotina, ambas de Vttezslav Novák?
otra parte— en sus valores rítmicos. M.N. Martínez

Rchenn 11
iconografía musical

Música en la puerta de la Alquería, de Antonio Carnicero Mando.

Antonio Carnicero, pintor de la música


Figura menor de la pintura española a caballo en (re el siglo XVIII y XIX, Anto- demos comprobar —a través de su
nio Carnicero reflejó en su producción el mundo popular, haciendo un hincapié obra— cómo sin dejar de ser totalmente
especial en las diversiones en las que el baile y la música desempañaban un papel academicista, su pintura se fue volvien-
central. María Antonia Martínez Ibáñez nos revela algunos de los aspectos más do más castiza, que es una característi-
curiosos de la obra del artista salmantino. ca marcadamente española.
El cambio que vemos sufre la pintu-
a llegada de la Casa de Borbón tanto arrinconados, convirtiéndose en ra española a finales del siglo XVIII res-
L trajo a España un cambio sustan-
cial en la evolución de la vida y,
por supuesto, en el arte, que no pudo
ser ajeno al giro que tomaron los gus-
ayudantes de los extranjeros, quienes les
intentaron inculcar sus ideas academi-
cistas, cosa que resultó un tanto difícil
de conseguir totalmente, al ser el pue-
pondió a unos criterios sociopolíticos
que se fueron imponiendo ante la rea-
lidad vivida por la intensa participación
del pueblo en los hechos producidos por
tos, estilos y prácticas. blo español muy dado a seguir la sen- la guerra de la Independencia.
El arte, en todas sus actividades, gi- da de su espontaneidad. La pintura señaladamente española
ró en torno a la Corte, ya que los mo- Asi, prosiguiendo el curso de los que hizo Antonio Carnicero fue moti-
narcas borbónicos dieron un gran acontecimientos, nos encontramos con vada por las vivencias de las que fue tes-
impulso al arte sonoro, como se com- que a finales del siglo XV[II existía un tigo, como la crisis y descomposición
prueba en la riqueza de la música es- grupo de artistas que había cursado ya del gobierno en la España de 1807 y que
pañola del siglo XVIII. En cuanto a la sus estudios en la Academia de Bellas desembocó en una de las mayores tra-
pintura, ajenos a la tradición pictórica Artes de San Fernando, donde las en- gedias de su historia. Esto provocó en
española, vinieron a la Corte, precedi- señanzas impartidas por estos pintores el panorama artístico de ese momento
dos de pintores extranjeros, que eran los extranjeros, como por ejemplo Mengs, —como un factor importante— una
encargados de realizar las obras que se habían intentado inculcar a los estu- exaltación derepresentacionesde temas
les encomendaban, lo mismo retratos diantes las ideas academicistas. No obs- populares, como eran los bailes, me-
que pinturas para Palacios e Iglesias; tante, este ascendiente, en alumnos riendas en el campo, los juegos como
por ello, nuestros artistas quedaron un como Antonio Carnicero Mancio, po- el de la gallina ciega, así como fiestas,

12 K
- iconografía musical -

lanío populares como urbanas, por lo


que la pintura representó ese abigarra-
do mundo de feria, convirtiéndose es-
tas obras en crónicas ilustradas de lo
que era la sociedad de ese momento.
Asi, al lado del aguador —oficio que
tenia una destacada importancia en la
vida madrileña—, majos y majas, se re-
flejaba ese esbozo de la clase media que
es el Petimetre.
Antonio Carnicero Mancio, pintor
nacido en Salamanca, pero pertenecien-
te a la Escuela Madrileña, al igual que
Amiconi, supo plasmar en algunos de
sus lienzos ese mundo festivo, introdu-
ciendo como elemento importante en la
composición el tema de la música, al
colocar en algunos de sus óleos grupos
de personajes populares, que existían
tanto en Madrid como en Valencia, a
los que sitúa en diferentes actitudes y
para los que coloca como fondo o bien
un paisaje —en el que a veces suelen fi-
gurar edificaciones— o el mar, el cual,
por la tranquilidad como lo pinta, po-
demos identificarlo como el Medite-
rráneo.
Huilf I-II el campo.
Como hombre ilustrado del Siglo
XVIII, se advierte en las composicio-
nes que nos presenta Antonio Carnice-
ro un gran amor por !a Naturaleza,
describiendo de ella los menores deta-
lles, ya que fue un extraordinario di-
bujante.
En las obras en las que introduce la
música como elemento importante en
sus composiciones, es la guitarra, el ins-
trumento que aparece; tal vez ello era
debido al notable impulso que todo lo
popular obtuvo, y asi sus enseñanzas se
impusieron en todas !as clases sociales,
ya que incluso la Reina María Luisa de
Parnia recibió clases de guitarra, para
asi poder interpretar algunas tonadillas.
Estos lienzos de Antonio Carnicero,
aquí reproducidas, suelen revelar ese
momento del día en el que después de
las faenas cotidianas, estando pronta ¡a
caída de la tarde, la música hace su pre-
sencia, sirviendo de esparcimiento e in-
fundiendo una cierta tranquilidad de
espíritu. De modo que, al son del ras-
gueo de una guitarra, siempre existe al-
guna pareja que se entraga con
verdadera pasión y rito a bailar, bien un
fandando, unas seguidillas o un bole- A tardecer en el campo.
ro, ante la admiración de majos, ma-
jas, petimetres o algún aristócrata. En tras uno de los reunidos ha cogido una artista ha colocado como fondo un pai-
algunas ocasiones estas parejas nos las guitarra de la que salen las ñolas de un saje de arboleda y a un grupo de per-
representa el artista acompañándose de bolero, una pareja de majos se lanza a sonajes, formado por el majo que toca
castañuelas. bailar, otro grupo no interrumpe su la guitarra, el que presencia el resto de
Como muestra de lo antedicho, tene- conversación por este motivo, lo mismo la escena, la pareja que ha salido a bai-
mos las siguientes pinturas: que sucede con dos perros, que el ar- lar y otra serie de personas que, ajenas
Música a la puerta de una alquería. tista ha pintado ajenos a cuanto suce- a lo que pasa en su entorno, charlan en-
En este cuadro, el pintor ha querido re- de (fig. 1). En esta obra se ha tre sí. Nuevamente el pintor ha coloca-
presentar la caída de una tarde prima- introducido como fondo la edificación do a un perrito, y podemos apreciar
veral, en la que un grupo de majos se de una casa de labranza, así como una también en este cuadro la meticulosidad
encuentran charlando y descansando a minuciosa representación de las plan- de las plantas que se esparcen por el
la puerta de una de tantas alquerías que tas que nacen en el suelo. suelo (fig. 2).
debían de existir en Madrid, y así, míen- Baile en el campo. Oleo en el que el En Atardecer en el campo, observa-
- iconografía musical -

Albufera. Se ha plasmado aquí el mo-


mento en el que los pescadores regre-
san de sus faenas y mientras unos se
apresuran a retirar el pescado de la bar-
ca, otro grupo de majos apoyados en
una barca sostienen una guitarra entre
sus manos, charlan y contemplan el ira-
bajo de los marineros. También en esta
obra el artista ha querido representar a
esa primera clase media que, como un
grito social, llama la atención como di-
ciendo ¡aquí estoy!, y es esa pareja de
señoritos, que elegantemente vestidos
contemplan los ladridos de un peque-
ño perrito (fig. 4).
Merienda en la playa. Antonio Car-
nicero, como fondo en este lienzo, ha
colocado el mar, y en la playa a unos
grupos de personajes, que él sitúa a la
puerta de una barraca, escuchando a un
majo que va desgranando unas segui-
dillas al son de una guitarra, a cuya mú-
sica una pareja de majos, acompañados
de castañuelas se pone a bailar. Este ins-
tante es presenciado también por otro
grupo que charla, mientras un niño
contagiado por el baile hace sonar su
pandereta. También aquí es representa-
do un pequeño perro (fig. 5).
y una dama que pasea con un niño se
vuelve a mirarlos (fig. 3). María Antonia Martínez Ibáñez
mos que junto al paisaje aparecen edi- De los óleos en los que Antonio Car-
ficaciones y en un primer plano los nicero ha colocado el mar o una enor-
grupos que componen la escena, y así me laguna, que por su extensión nos
tenemos que unos charlan, mientras hace pensar en la Albufera de Valencia,
sostienen una guitarra entre sus manos, '.ene i n os los siguí en les: Faenando en la

Meriendo
en la playa.
wkmacmák música

Julio 15 Julio 29 Bailarines principales:


Sábado, a las 22.30 h. Jardines Palacio Sábado, a las 22,30 h. Murallas del Carmen
Arantxa Arguelles, Hans Tino,
Solistas Orquesta del Les Petits Chanteurs de Raúl Tino, solistas y artistas del
Metropolitan de New York Sainte Croix de Neuilly Ballet del Teatro Lírico
Richard Buckley (Dirertnr) Orquesta: College de la Nacional La Zarzuela
I s a b e l R e y (Soprano) Musique Sacree Leonid LavroVSky (Coreografía)
Miguel Ángel Zapater (Bajo) Francois Polgar (Director) Valentina Savina y
Azari PlisetSki (Puesta en Escena)
Jerome LowenthalíPianoj Obra; Messiah (G.F. Haendel)
II Parte:
Obras: Mozart. Halévy. Verdi. Deübes. (¡ounod. Solistas: Miguel A. Zapater, L e V i l l i (G. Puccini)
Gershwin. Carlos Canet, Martin Picandet, Intérpretes: M, Caballé, J. Pons,
Thomas Lefévre B. Sebastian, G. di Stefano
Maya Plisetskaya (Coreografía)
Julio 21 Agosto 4 Bailarines principales:
Viernes, a las 22,30 h. Murallas del Carmen
Viernes, a las 19,;lO h. Claustro
Maya Ptisetskaya,
Conjunto de Percusionistas Ricardo Franco
de Estrasburgo -Ñoco Music 2." Recital - Conferencia R a y B a r r a (Puesta en Escena)
con José de Udaeta Giuseppe di Stefano Orquesta Sinfónica de Madrid
Obras: Debussy, ibert, Poulenc, J o s é C o l l a d o (Director Orquesta)
de Falla, Saüe, Sauguet, (ieiss, Sejoume. Agosto 4 C o r o : a determinar
Yuyama, Ginastera, de Udaeta. VittOrio SiCUri (Director Coro)
Viernes, a las 22.30 h. Jardines Palacio
Medea tk L. Cherubini
Julio 22
Intérpretes: Agosto 12
M. Caballé, J. Carreras,
Sábado, a las 19.30 h. Claustro
Sábado, a las 22,30 h. Murallas del Carmen E. Obraztsova, K. Kovats,
Solistes de Catalunya M. Gallego Quartet de Guitarres de
Xavier Güell (Director) Orquesta y Coro de la R.T. V.E. Barcelona
Obras: Dowland. Telemann, Sors, Stravinsky,
Obras: Wagner, Schubert, Chopin. Antoni Ros Marbá Moreno Torroba. Albeniz. de Falla
/Director Orquesta)
José Luis Alonso
Julio 28 (Director Escena y Producción) Agosto 12
Viernes, a las 22,30 h. Murallas del Carmen Sábado, a las 22,30 h. Iglesia
Les Petits Chanteurs de Agosto 5 Recital Victoria deis Ángels
Saínte Croixde Neuilly M. García Morante (Fumo)
Sábado, a las 19.30 h. Pueblo Peralada Obras: Faure, Debussy, Ravel. Hahn
Orquesta: College de la El Festival de Peralada en
Musique Sacree el Pueblo de Peralada
Francois Polgar (Director) Solistas: M. Caballé, Agosto 13
Obra: Réquiem <F. Fauw J. Carreras y Coro de Cámara Domingo, a las 22,30 h. Murallas del Carmen
Solistas: H. Lamy, C. Canet
2* Representación:
Julio 29 Agosto 11 I Parte:
Sábado, a las 19,30 h. Claustro Viernes, alas 22,30 h. Murallas del Carmen La Nuit de Walpurgis (Ch. Gounod)
Recital - Conferencia I Parte: II Parte:
Giuseppe di Stefano La Nuit de Walpurgis (Ch. Gounodi L e V i l l i (G. Pucctni)

A Venta anticipada de localidades de 9 a 21 h.


cllfereraloid ¡GironalTel. reservas: 9 7 2 / 5 3 81 25. A partir del 1 de julio.

Con el patrocinio d e :

Ajuntament de Peralada Genef alitat de Catalunya MINISTERIO DE CULTURA


DEGHONA Departament de Cultura * de k» *iW t u r n a t * la fuma

Con la colaboración de:


La Vanguardia-Diari de Girona-Punt Diari-TV3
- grondcs Intérpretes

Carlos Kleiber: el duende


L
a carrera internacional de Carlos gún remoto lugar del Tibet?». Sin va desarrollando cada vez más; por el
Kleiber no tiene más de veinte embargo, incluso sobre una base de in- contrario, todo: su visceralidad, gesti-
años, su repertorio apenas sobre- formación tan escasa podemos, sin lu- culación, manías y rabietas recuerdan
pasa los treinta títulos y son rarísimas gar a dudas, calificarle como uno de los al director déspota estilo Toscanini, con
sus apariciones oficiales en público. directores de orquesta insustituibles de la distinción decimonónica. Pero lo
¿Por qué, pues, nos ocupamos de él? hov. cieno es que tanto por su adaptación
Poco es lo que sabemos de esie Maes- sin frialdad al mundo tecnológico, co-
Iro. pues su temperamento no permite mo por la recuperación sin tics de la tra-
entrever qué próxima obra tiene en men- Director del futuro dición, Kleiber aparece como algo
te y ni siquiera podríamos poner la ma- nuevo, y en cuanto que nuevo, hipoté-
no en el fuego por la continuación de Algunos hablan de él como del direc- ticamente también, como prototipo del
su carrera. Como bien dice Michelan- tor del futura Tal vez, pero vamos a ver director futuro. ¿De qué forma, pues,
gelo Zurletti en su excelente libro La di- en qué términos. Quizá deberíamos ha- aparece Kleiber como un director insus-
rezione d'Orchestra (Ed. Ricordi, pág. blar de él como un director anclado en tituible hoy? El hecho es que tiene
292); «¿A quién podría verdaderamente el pasado y mal aclimatado a la actua- duende, único entre los directores de
extrañar que Kleiber, de repente, se hi- lidad. Nada en él hace pensar en el di- hoy: un demonio que !o engancha ape-
ciese monje trapense o partiese hacia al- rector de formación tecnológica que se nas comienza a dirigir y lo transporta
a un mundo fogoso, de exaltación to-
la!, de fiebres devoradoras. Pero es un
duende acostumbrado al estudio tecno-
lógico avanzado. Y esto lo distingue de
los otros directores viscerales; una fé-
rrea disciplina planifica estos caminos
febriles; y las fiebres se pueden consu-
mir sin producir daño alguno. Kleiber
ha cuadrado el círculo de la viscerali-
dad y la racionalidad. También en esto
es único.
Tomemos su Rosenkavaiier, total-
mente inimitable. Esta interpretación
(disponible ya en Compact Disc Video,
aunque todavia no en España), hace
que olvidemos otras, incluso tan bellas
como las de Karajan o Solti, y no sólo
por el aire vienes, sino también por la
lógica compositiva. Toda la ejecución
es una larga gestación de valses; el vals
está allí, pero no nace, sino en el mo-
mento oportuno, y se trata del naci-
miento de algo grande, merecedor de
salvas de cañones. No existe el pesimis-
mo y hay poca malicia: la Maríscala
bien puede pensar en sus arrugas <; in-
cluso bajar durante la noche a parar el
reloj; no es más que una de las muchas
posibles mariscalas de un mundo que
se pierde irremisiblemente. Es esto lo
que conviene que se extinga, con una
serenidad adquirida a través de genera-
ciones. La cosa es trágica, pero no seria.

El arle del rubalo

El arte del rubato, no sólo en el pe-


ríodo o en la frase, sino en el compás
o incluso en una simple nota, es peli-
grosísimo porque puede llevar fácilmen-
ic a la destrucción del tejido narrativo.
Si con Kleiber no se destruye nada es
porque el rubato nace de la lectura ló-
gica, y no de una reacción emotiva del
último momento. No hace nunca una

36 Scherzo
grandes intérpretes

interpretaciones igual a otra, se parecen


sólo en la línea general: es la inexorabili-
dad liberada.
Que Kleiber es inexorable es claro y
lo revela no sólo la anécdota sobre la
fallida grabación del Quinto Condeno
de Beethoven con Arturo Benedetti-
Concierto de Año Nuevo 1989
M¡chelangeli (precisión sobre las cor- JOHAW STRAL'N* II: Aeelerm nmei-, Op. 234. Polka i-otnpeunu. Op. 276. En nuestra iu\o. Op. 361
El wimiéliinii lobtrliini). Vida de anula. O¡i. 316. Saludo matiyar. Op. ÍS2. Mires deprimavera. Op.
cheas en staccaio en el último cuarto del 410. El euhullrrn Puzmán: Czardas. El bello Danubio azul. Op. ¡14. JOSKK STRAUSS: La libélula,
primer compás del lema principal, pa- Op. 2IH. Polka Mwilinet. Op. 57 Las rriiieniuii. Op. 245. Jokey-Polka. Op. 27X JOHANN. II. j JO-
ra lo cual necesitó nada menos que dos Sl.V STRAl'SS: Polka-Piuuuto JOMAN N HTKAltfS I: Man ha Uadelzk r, Op. 228. Orquesta Filar-
mónica de Vi™», lliiwlnr (>rln> Kltibrr. CBS MASrrJtWORKS M2\ 4S5M. grabarían
días de ensayos), sino que también que- Disponihlr únÑunirnii' en un álbum dr 2 1.P» i la hura de (laborar o l í rewili.
da claro por el repertorio que ha gra-
bado, verdadera y buena manera de
Lo hemos dicho ya muchas veces, y y transparencia orquestal (a los que ten-
indicarnos lo que es la precisión. Un só-
a pesar de que algún lector se irrite con gan acceso a ella, les sugerimos seguir
lo ejemplo puede valer: en el tercer mo-
razón o sin ella, lo vamos a repecir de la partitura de! vals Aceleraciones o la
vimiento de la Séptima de Beethoven
nuevo: Este es el más elecirizante Con- de Vida de ariisia; c* realmente mila-
(nos referimos a su versión para Deuts-
cierto de Año Nuevo hecho hasta la fe- groso comprobar la cantidad de aparen-
che Grammophon con la Filarmónica
cha y uno de los niá.s hermosos discos tes novedades que salen a la luz y que
de Viena), comenzando desde el com-
de música orquestal aparecidos en la en otras versiones yacen muertas en los
pás 199 hasta el 206 (y lo mismo del 459
historia de la música grabada. Repasan- pentagramas). Pero la cosa no termina
al 466), introducida por las trompas hay
do diversas ediciones fonográficas de aquí, pues fuera del ámbito del Neu-
una figura sacada del lema del Trío a
estos populares conciertos hay que ren- jahrkonzeri y eiñéndonos solamente a
la que se añaden las maderas con una
dirse ante ¡a evidencia y volver a repe- discos con música de los Strauss, nin-
trayectoria que cada dos compases ad-
tir lo que decíamos en el pasado guno de ¡os existentes hasta la fecha (en
quiere sabor de sincopas. Nadie las des-
número de enero de nuestra revista: Wi- opinión de quien esto firma) logra co-
taca demasiado, pero el sentido de las
tli Boskovsky, idiómálico, con induda- mo Kleiber esc delicado equilibrio en-
sincopas no le pasa por alto a Kleiber,
ble encanto, pero sin las cualidades tre espontaneidad y elaboración
que incluso parece acentuarlo más de
di rector i a les apropiadas; Lorin Maazel, intelectual, entre naturaleza y artificio,
lo necesario para que sea advertido co-
combinando a partes iguales elegancia entre comicidad e ironía... En fin, es-
mo tal: y es importante porque el afán
y asepsia; Herbert von Karajan, gran- tas grabaciones están (¡incluso!) por en-
que se genera en estos 7 compases está
dioso cuando no tenía que serlo, elo- cima de las bellísimas de Clemens
compensado enseguida por la explosión
cuente en exceso y con un Krauss o Hans Knappertsbusch (a los
enfortissima Extraña Séptima, un po-
discutibilísimo sentido de! estilo; Clau- incrédulos les prestamos los discos).
co decepcionante en los dos primeros
dio Abbado estaba en otra galaxia y so- Sonido excelente, ya se ha dicho más
movimientos, rápida en los dos últimos.
lamente brilló a la altura que arriba (no olvidar que cuando se escri-
Y la vaga desilusión deriva, sobre todo,
acostumbra cuando dirigió el popurrí bia esta nota todavía no había salido al
de los comienzos, casi desperdiciados a
de Un bailo in maschera. Ahora, vol- mercado este álbum en modalidad de
despecho de la claridad de los respecti-
viendo a escuchar a Carlos Kleiber y ia disco compacto), buena presentación
vos materiales. La evasiva de lales co-
Filarmónica de Viena en mejores con- con fotos notables y solamente un fa-
mienzos nos lleva a controlar otros de
diciones pues, apresurémonos a decir- llo: no hay un sólo texto, ni referido a
Kleiber y siempre volvemos a encontrar
io, estos discos poseen una brillantísi- las obras ni al director. A pesar de ello,
la misma dificultad. Tomemos el pre-
ma, cálida y espectacular toma sonora, es el álbum indiscutible del año, una es-
ludio del acto primero de La Traviata.
volvemos a reafirmarnos en que nunca pecie de loque Lubilsch con ritmo de
La gran frase de los violoncellos es
se había oído e«ta música con un fra- vals.
magnífica, amplia, distendida, cantable
seo tan exquisito, con tal dulzura, ca-
como ninguna: pero e! comienzo es ba-
rácter danzablc, libertad interpretativa E.P.A.
nal, sin intenciones. Los mismo sucede
al comienzo de los actos siguientes.
Kleiber se anima a medida que e! dis-
curso avanza. Como un orador dotado netes en Alt, se ció é ver, fuggitemi, en conocimiento (a decir verdad, el duen-
de lógica natural, de conocimiento del La TYaviata: a los dos clarinetes se aña- do no asoma tampoco la cabeza don-
arte de la oratoria y de agudeza, pero den, en el último cuarto del compás, los de debería esperar que lo hiciese: el
tímido; su «Señoras y señores» es tan dos oboes; sobre este último cuarto del Amami Alfredo, por ejemplo, esfa re-
deprimente como el «Queridos herma- compás Verdi escribe un acento, y sólo suelto simplemente enfortissimo y no
nos» de un cura de pueblo. Kleiber lo realiza de forma evidente; o deja huella, no consigue tampoco la
véase en la misma ópera a qué nivel lle- tensión deseada). Donde el duende do-
ga la individualización del clarinete y mina plenamente es en las escenas de
el fagot en Di lagrime avea d'uopo: son la fiesta, en el primer y tercer cuadros
Arte de la precisión semimínimas, una por compás, las que y quizá en el rápido carnaval del últi-
Verdi confía al primer clarinete y al fa- mo; como en el Fledermaus, o en el fi-
La precisión de Kleiber no emplea só- got durante ocho compases. El compo- nal de la Quinta beethoveniana, o en la
lo la escritura y los signos dinámicos sitor exige un acento en los cinco tormenta de Olella Pero es un duende
observados incluso a costa de la respi- primeros, mientras que lo exige menos que difícilmente conoce el dolor, aun-
ración (que no es el colmo de las cuali- en los siguientes. Véase cómo el escru- que sí los bramidos de los temperamen-
dades de Kkiber); emplea incluso el puloso respeto al texto genera una pe- tos agitados. Siempre quedándonos en
equilibrio ¡imbrico general. Sería pre- queña, pero singular tensión, casi un Traviata, ¿dónde encontrar una agita-
ciso remontarse hasta Klemperer para ligero sollozo. El color conseguido es ción tan febril para toda la escena del
encontrar el mismo peso de las made- único, denso y fascinante. Como se ve, juego en el acto 2."? De principio a fin
ras. Véase la intervención de los clari- aquí ya no se trata de duende, sino de el acoso de los arcos es terrible, deja sin

Scherzo 37
-grandes interpretes

•- , • »

BEETHOVEN: Sinfonía n. " 4. Orquesta Es-


tatal de Batiera (ORFEO. Contieno
público).
BEETHOVEN: Sinfonía n." 5. Filarmóni-
ca de Viena (DEUTSCHE GRAM-
MOPHON).
BKKTHÜVEN: Sinfonía n. " 7. Filarmóni-
ca de Viena (DEUTSCHE GRAM-
MOPHON).
BEETHOVEN: Sinfonías 4 v 7. Orquesta
del Concerlgebou» (PHII.IPS. Vídeo Disc).
BIZET: Carmen. Obraztsova. Domingo,
Buchanan, Mazurok. Coro Opera Estatal
Viena y Orquesta Filarmónica de Viena
(HRE. Represen lacio n pública).
BORODIN: Sinfonía n." 2. Orquesta Sin-
fónica de la Radio de Slullgart (Cinta de la
SUDDF.UTSCHE RUNDFUNK).
BRAHMS: Sinfonía n. " 4. Filarmónica de
Vien» (DEUTSCHE GRAMMOPHOIN).
BRUCKNER: Sinfonía n." !. Orquesta Es-
lalal de Ba viera (ORFEO —pendiente de la
autorización de Carlos Kleiber para su
comercialización—).
MAHI.FR: La canción de la tierra. Ludwig,
Kmentt, Sinfónica de Viena (MOVIMIEN-
TO MÚSICA. Concierto público).
SCHUBERT: Sinfonías 3 y 8. Filarmónica
r • de Viena (DEUTSCHE GRAMMOPHON).
J. STRAUSS 11: El Murciélago. Coburn,
Fassbaeitder, Perry, Wüchler, Kusche, Bren-
del. Coro y Orquesta FsluUl de Baviera
(DEUTSCHE CRAMMOPHON. Video
Disc).
R. STRAUSS: El caballero de la rosa. Jo-
nes, Fassbaender, Popp, Jungwirth, Kusche,
A raiza. Coro y Orquesta Estatal de Batie-
ra (DEUTSCHECRAMMOPHON. Video
Disc).
VERDI: Olello. Domingo, fren i, Cappuc-
cilli. Coro y Orquesta de La Scala (HRE.
representación pública del 7 de diciembre de
1976).
YfcRDI: La Truviaia. Domingo, Colrubas,
MHnes. Coro y Orquesta Eslatal de Bavie-
ra (DEUTSCHE GRAMMOPHOM).
WAGNER: Tristón c Isolda. M.Price, Ko-
llo, Fassbaender, tischer-Dieskau. Coro de
la Radio de Leipzig. Siaaislapdle Dresden
(DEUTSCHE GRAMMOPHOM.
WEBER: El cazador furtivo. Janowitz,
Schreier, Adam, Crass, Weikl. Coro de la
KndJ!) de Leipiig. Staalükapelle Dresden
(DEUTSCHE GRAMMOPHON).
WAGNER: Tristón e Isolda. Wenkoff, Li-
gendza, Minton, Me Intyre, Riddersbusch,
Steinbach. Zednik, Ftldhopft. Festival de
Carlos Kleiber dirigiendo la Filarmónica de Viena, en el Concierto de Año Nuevo ¡989. Bajreulh, 1974. (Grabación privada. En
directo.)
CONCIERTO DE AÑO NUEVO: Valses y
respiro y se interrumpe solamente en las anda sólo en un mundo duramente pro- Polkas de Johann y Joseph Strauss. Mar-
grandes frases de Violeta, justamente gramado y manda a paseo todo lo que cha Radelaky, de Jubann I, Johann II y Jo-
enfatizadas por los violoncellos. está económicamente planificado. Los seph Slrmiá. O. Filarmónica de Viena. CBS.
También el doble cauce en cuanto al interrogantes que se plantea Michelan- Existen también testimonios grabados en
cultivo tie la ópera italiana (Verdi y Puc- gelo Zurletti en su libro citado nos vie- varias emisoras europeas de conciertos y
cini) y alemana (Weber, Wagner, nen también a nosotros: ¿Locura?, óperas dirigidos por Carlos Kleiber, aunque
no parece posible que por el momento pue-
Strauss), constituye una suerte de cua- ¿presunción?, ¿imprudencia?, ¿infanti- dan ser comercializados. Lo que sí es posi-
dratura del círculo, realizada antes de lismo?, ¿seguridad? Simplemente: el ble que salga en Video Disc son las óperas
él más veces, partiendo del contexto ita- duende. grabadas en Viena y Milán {Carmen y La
liano (Toscanini, Víctor de Sabala), Bohéme).
nunca del alemán. Férreo y muy rígido
consigo mismo, Kleiber no tolera nun- Enrique Pérez Adrián E.P.A.
ca disciplinas culturales o ideológicas, -

38 Scherzo
AJUNTAMENT DE POLLEN^A
XXVIII FESTIVAL DE POLLENCA
1989
AMB EL PATROCINI DE LA
CONSELLERIA DE TURISME DEL GOVERN BALEAR
I DEL
CONSELL INSULAR DE MALLORCA
MONISKKKAI C'ABAIJ.E
M H ; I EL ZANETTI mM.
, a les 22

KARRY MI SICA ANTIQIA KOLN

KAKKY ' H C K W 1 L L ,KOMIS


DANIEL B I A M I M I I \ l . m v . ORLANDO Qt ARTET

HRI NO ( ; i l RANNA NARCISO VKPKS


\ [IJI 4

<.IORÍ;IO sAÍ ( ni; 111


I SOLISII I T \ L I \ M NICANOR ZAHALETA
I'IVMI

MOSCOU RADIO O R O U K S I R A SI IVIKOTNJICTA.


DiKMi.m VVI.ADIMIR IKDOSSMI.W M,n-it> W k l O l í "1R|-.'IJ\K()V\ I-II MIKIIAIL PI.hl.NJOW PUNO

E L N O U T R I O I ) KP R A Í Í A A N T O N I O M K N E S E S wni
CECILE LICAU i i w .

XX AM\ms«i P O I . I . K \ ( ; \ f I-;S[I\ \ l . S'IRIMíS ROSAIJND FLOURK.IIT


ETÍiEN P R O K O I * MOI i sni ISI \ . DIKM H»K
ALEXIS VVEISSENHKRGm v . (;KOH RÍATARSONS

ORQUESTRA NACIONAL I>K I R A N I A


I.ORIN \1A\ZI.I. IHKIIi i m

PINCHASZrKERMANw.pl! LINOS \ V S I R I N Í ; .11 L I \ N KREAM


MARK NEIKRl (i mv> Ol \ R I I . I

BAIVIHI:KC;KR SYIVII'IIONIKKR (;EORÍ;ES PRÉIRE

CLAUSTRE DE SANT DOMINGO POf .I.K


MUSIKAHAMASOSIALDIA
MUSIKA HAMAB0S1ALDIA
QUINCENA MUSICAL TEATRO MUNICIPAL VICTORIA EUGENIA
AGOSTO AGOSTO
11-13 «DON GIOVANNI», W.A. Mozart
ORQUESTA SINFÓNICA DE EUSKADI
29 ORQUESTA SINFÓNICA DE LONDRES
Director: MICHAEL TILSON THOMAS
CORAL ANDRA MARI, Director: J. L. /Inserena Estreno obra de C. Mattews. «Sinfonía n? 4», L, Beethovcn;
M. Síiearer, «Donna Anna»; M. Pertusí. «Don Giovanni»; «La consagración de la primavera», I. Slravinsky.
D. Sounova, «Donna Elvira»; J Sobchartova, «Zerlina»; L. Vele,
«Leporeilo»; J. Luque, «Don Ottauo»; O. Moses,
«Commendatore»; A. Echeverría. «Masetto».
30 NICANOR ZABALETA, arpa
Obrasde: G.F. Handel, J.S. Bach, L. Beethoven, IB. Krumpholtz,
Director de escena: ANDRE BATISSE E. Granados, J. Galles. M. Albeniz, C. Salzedo.
Director. JOHANNES WINKLER

16 BALLET ARGIA 31 CONCIERTO POPULAR DONOSTIARRA


BANDA- SINFÓNICA DEL CONSERVATORIO
Director. J.A. URBELTZ SUPERIOR DE MÚSICA
Estreno de una obra de encargo BANDA MUNICIPAL DE TXISTLLARIS
17 DENN1S O'NEILL, tenor. COROS DONOSTIARRAS
Obras de P. Sorozaba!, J. M.' Usandizaga, K. Sarriegui
ENEDINA LLORIS, soprano
A. Zabala, piano Patrocinarlo por RADIO SAN SEBASTIAN «SER»
Programa a concretar

18 ORQUESTA SINFÓNICA DE BILBAO SEPTIEMBRE


CORO EASO, Director: R. Beraza
Ricardo Requejo, piano; R. Dume, tenor; N. Christou, bajo; 1 ORQUESTA SINFÓNICA DE EUSKADI
C. de Moor, bajo; L. Frey-Rabine, mezzo-soprano. Uto Ughi. violin
Director: JOSÉ RAMÓN ENCINAR Director: THEODOR CUSCHLBAUER
«Intermedio de la ópera Kiu», L. de Pablo; «Concierto para piano «Concierto para violin y orquesta», L. Beethoven; Estreno encargo
y orquesta», F. Escudero; «Oedipus Rex», I. Stravinski. obra de C. Bernaola; «7.a Sinfonía», A. Dvorak
22 «EL RETABLO DE MAESE PEDRO», M. de Falla 3 ORQUESTA REGIONAL DE BAYONA COTE-BASQUE
ORQUESTA SINFÓNICA DE EUSKADI CORO AMETSA, Director: F. Etxepare
J. Antón, «Maese Pedro»; A. Echeverría, «Don Quijote»; C Barbaux, soprano; I. Reynean, barítono
T. Verdera, «Trujamán». Director: ROBERT DELCROIX
Marionetas: Txotxongillo Tajdea
Decorados de I. Zuloaga y M. Santo Domingo «Le tombeau de Couperin». «Pavanepour une infante défunte»,
M. Ravel; «Réquiem», G. Fauré.
Director de escena: HORACIO RODRIGUE?. ARAGÓN Patrocinado por la CÁMARA OFICIAL DE COMERCIO,
E. Chojrtacka, claiv INDUSTRIA Y NAVEGACIÓN DE GUIPÚZCOA.
Director: CRISTÓBAL HALFFTER
«Tiempo para espacios», C. Halffter; «Concierto», M. de Falla.

24 MONTSERRAT CABALLÉ, soprano


ORQUESTA SINFÓNICA DE EUSKADI
VELÓDROMO DE ANOETA
Director. JOSÉ COLLADO
Obras a determinar
Patrocinado por 1BERDUERO, S.A.
AGOSTO
25 TERESA BERGANZA, mezzo-soprano 2 6 - 2 7 BALLET DEL TEATRO LÍRICO NACIONAL
J.A. Alvarez Parejo, piano Solistas: Arantxa Arguelles y Maya Plistska>a.
Obras de: C. B. Pergolesi. G. Rossim, G. Bizet, R. Strauís, Directora artística: MAYA PLISETSKAYA.
J. Rodrigo.
26 SCOTTISH CHAMBER ORCHESTRA
Director y solista: JOAQUÍN ACHUCARRO f OLIDEPORTIVQ DE
«Los esclavos felices», obertura, 1. C. Amaga; «Concierto n? 22a,
V>. A. Mozart: «Noches en los jardines de España». M. de Falla.
SEPTIEMBRE
27 SCOTTISH CHAMBER ORCHESTRA
Alien de Lairocha. piano
Director: LEOPOLD HACER 2 - 3 COROS, BALLET Y ORQUESTA DEL EJERCITO
«Concierto n." I», L. Beethoven; «Sinfonía Laudon», J. Haydn; RUSO
«Sinfonía Praga», W. A. Mozart.
4 ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA
28 SCOTTISH CHAMBER ORCHESTRA ORFEÓN DONOSTIARRA. Director: i. A. Saim
CORAL ANDRA MARI, Director: J. L. Ansorena R. Dume. tenor.
E. Parcells, soprano; M. Jaclin, mezzo-soprano; J. Lavender, tenor; Director: RAFAEL FRUHBECK DE BURGOS
B. Deletre, bajo. «Grande messe des morís», H, Berlioz.
Director: LEOPOLD HAGER Patrocinado por ÍBERDUERO, S.A.
«Muenchner Kirie», «Exultare Jubílate», «Misa en Do menor»,
WA. Mozart.

Organizado por el t"veme Ayuntamiento de San Sebastian. Con el patrocinio de la Diputación R)ril de Guipúzcoa ¡ tí Departamento de Cultura > íurjimo del Gobiern
QUINCENA MUSICAL SAN SEBASTIAN- DONOSTIA

MUSEO DE SAN TELMO BASÍLICA DE SANIA MARÍA DEL CORO


De! 8 de Agosto al 2 de Septiembre AGOSTO
EXPOSICIÓN CONMEMORATIVA:
«QUINCENA MUSICAL 1939-1989» 10 ORQUESTA ARRIAGA
ORFEÓN DONOSTIARRA
Patrocinado por CAJA DE AHORROS MUNICIPAL /. Martínez, M. Arrvabarrena, mpianos; /. Mentxaku. alto;
DE SAN SEBASTIAN J. A. Carril, barítono; L. I. Ruiz de Alegia. tenor
Director: J. A. SAINZ
Del 21 a! 31 de Agosto ••Magníficat». J. S. Bach; «Te Deuto», M. A. Charpentier.
Patrocinado por CAJA LABORAL POPULAR.
CICLO DE JÓVENES INTERPRETES
Patrocinado por CAJA DE AHORROS
DE SAN SEBASTIAN
MUNICIPAL 31 CONCIERTO DE CAMPANAS
En Is Parte Vieja donostiarra.
Realizador: LL. BARBER.
2 9 BERNARD BRAUCHL1, clavicordio
Concieno de clavicordio con conferencia y diapositivas

TEATRO PRINCIPAL
SALÓN DE ACTOS DEL AYUNTAMIENTO!
CICLO DE MÚSICA DE CÁMARA
AGOSTO
AGOSTO
1 6 RAFFAELA ACELLA, violín
GRUPO INSTRUMENTAL BARROCO
1 7 ALVARO PABLO CAMPOS, cello Esteban Eliiondo. Bernard Brauchií. Georgia Kiss,
Loreto Imaz, claves
1 8 DONOSTI ERESK1 Obras de: J. S. Bach
Director: M. AMANTEGUi
Polifonía, Lied Romántico y Música Coral del Siglo XX. 29 OPERA DE CÁMARA DE AMBERES
«Pimpinone». G. F. Teleman
••La Serva Padrona», G. S Pergoles'

CICLO DE MÚSICA DEL SIGLO XX 30 «i.' Arbre enchante», C. W, Gluck


«Le Cinesi», C. W. Gluck
Dirección escénica v vestuario: P. Jüní'kheer
AGOSTO Decorados: J. Verstraeten
Director: D. BAERT

21 IGLESIA D E SAN V I C E N T E
CAMERATA AIIA DONOS1IA.
31 CUARTETO VOGLER
Obras de L. Beeiboven, B. Bartoik. h. Mcndelssohn
Director: J.L de Salbide
CORAL DE CÁMARA DE PAMPLONA
Director: J.L. Eslava
Estreno obra de encargo de A. González Milu, para coros SEPTIEMBRE
y orquesta

22 BELÉN AGL'IRRE. violoncillo 1 FÉLIX AYO, violín


EMMA JIMÉNEZ, piano
FRANCISCO MARTIN, violín
Obras de: W.A. Mozart. F. Poulenc, G. Fauré
Obras de: C. Prieto. M. Ravel, R. Barce, J. Villarojo

23 CUARTETO SONOR
2 JAMES BOWMAN, contraienor
CAPILLA P E S A I T O R I D A , Director y Clave: J. Rada
Obras de: A. Wcbern. estreno obra encargo de T. Aragués.
S. Prokofítv. Obras de P. de Tafalla, J. Hidalga. J de Durango.

24 MULTIMUSICA
Director: G. BRNCIC
Obras de: J. Rodriguez-Picó, LL. Callejo, C, Zulian

25 M.1 EUGENIA ECHARREN, soprano


ROSA LINA CABALL1N, piano
Obras de: P. larraftaga, V Egea, T. Catalán

26 CRISTINA NAVAJAS, piano


JL'Ll PANYELLA, clarinete
Obras de: C. Saim-Saens. A. Tisne, D. Milhaud. L. Bernstein

Colaboración del Ministerio de Cultura, liuwuio Nacional de lat Arto Emrnicas y de la Muuca Información: (943) 27 66 00 - 27 66 33. Fax; 21 94 52.
"harpentier es para mí, una
constante. ...encuentre
liempre aquí o alfa algo par;
entusiasmarme...
WilUamChristie

MARC-ANTOINE
CHARPENTIER
TE DEUM H.146
MISSA "ASSUMPTA EST
MARÍA" H.ll
LITANIES DE LA VIERGE
H.83
LES ARTS FLORISSANTS
W. CHRISTIE, director.
HMC 901298 CD
HMC 401298 MC

DISCOGRAFIADE"LES ARTS FLORISSANTS". WILLIAM CHRISTIE


ANDRE CAMPRA Putorale sur la naissance de N.S. Jésus- CLAUDIO MONTEVERDI
Canta tes fran cabes Christ (H.483) Altri Canti
HMC 901238 CD In nativitatem D.N.J.C. canticum (H.414) Madrigaux des Vllé. et VIHe Livres
HMC 901282 CD HMA 1901068 CD
HMA 431068 MC
MARC-ANTOINE CHARPENTIER
Actéon. Opera de chasse (H.481) Le Reoiement de Saint-Pierre (H.424)
Méditations pour le Caréme (H.380 i 389) II Bailo dcllc Ingrate. Sestiiu.
Interméde nouveau pour HMC905151CD HMC 901108 CD
"Le mariage forcé" (H.494/9-11) HMA 435151 MC
HMC 401108 MC
HMA 1901095 CD
Selva Morak e Spiritualc (extraits de)
HMC 401095 MC CARLO GESUALLX) HMC 901250 CD
"Les Arts Florissants", Idyle en musique Madrigaui HMC 401250 MC
(H.487) (Ejttraits des Livres III, IV, V, VI)
HMA 1901083 CD HMC 901268 CD ETIENNEMOULINIÉ
HMA 431083 MC Cantique de Moyse
JEAN-BAPTISTE LULLY HMC 901055 CD
David et Jonathas, Tragédie en 5 tetes Atys. Opera en cinq actes
(H.490) HMC 901257.59 3CD HENRYPURCELL
HMC 901289.90 2CD HMC 401257.59 3MC
HMC 901249 CD (eximís) Dido and Aeneas
HMC 401289.90 2MC HMC 905173 CD
Médée. Opera en cinq actes (H.491) Petits Moteta JEAÑ-PHILIPPE RAMEAU
HMC901139.4UCD HMC 901274 CD Anacréon. Ballet en un acte
HMA 401274 MC HMA 1901090 CD
Deux Oratorios HMA 431090 MC
Caecilia, Virgo et Martyr (H.413) MICHEL PIGNOLET DE
Filius prodigus (H.399) MONTECLAIR LUIGI ROSSI
Magníficat a 3 voix (H.73) La Mort de Didon. Canutes II pecator pentíto et O Cecita (Oratorios)
HMC 90066 CD HMC 901280 CD HMC 901091 CD
HMC 401280 MC HMC 401091 MC
Oratorio de Noel (H.416)
Sur la Naissance de N.S. Jésus-Christ Oratorio per b Scttimana Santa
(H.482) HMC 901297 CD
HMC 905130 CD HMC 401297 MC
• entrevista -

Lorin Maazel,
enemigo de la rutina

L orin Maazel es un director de orquesta que resulta


extraordinariamente familiar para el público español. Durante
décadas ha dirigido con asiduidad a los conjuntos sinfónicos
hispanos y se ha prodigado también en visitas al frente de las
mejores orquestas extranjeras, estando fresca en la memoria su
actuación en el último Festival de Otoño de Madrid, con la i
Filarmónica de Berlín y la más reciente con la Orquesta Nacional i
de Francia. Su arte sólido, musical, basado en un oído
asombroso, siempre muy refinado es, pues, bien conocido. Vuelve
ahora Maazel a ser entrevistado —lo fue ya en el n.° 00— para
SCHERZO. Son dos los temas sobre los que se ha centrado la
presente charla: la necesidad de la interpretación musical y el
amor del director por la obra de Mahler.
Scherzo 43
entrevista

CHERZO.—Después de laníos conviertas sólo me refiero ahora al aspecto técnico de la interpretación.

S
como usted ha ofrecido a lo largo de su vi- Es de suma importancia que el intérprete, y pienso ahora en
da, ¿es difícil dejar a un lado el peligro de mi caso, el de un director de orquesta, trabaje con el máximo
la ni lina? cuidado, con su orquesta, de manera que los diferentes as-
LOR1N MAAZEL-—Sí... bien, yo no creo pectos técnicos de la partitura se mezclen, se unifiquen y se
en la rutina, en absoluto, todo lo contrario: fundan en un todo, porque una vez que los solistas dominan
para mi cada concierto tiene algo muy espe- sus papeles individualmente es necesario unir todos esos ele-
cial, tanto para aquellos que damos el con- mentos en una fusión de conjunto, sin olvidar, además, los
cierto como para aquellos que lo escuchan, porque de no ser particulares aspectos acústicos de la sala donde se toca: no
as! no hay razón alguna para no quedarse en casa y oír una olvidemos que cada local requiere un balance distinto de las
buena grabación. La única diferencia entre una gran graba- secciones entre si, el metal y la madera, o todo el viento con
ción y un gran concierto es !a integración que se crea entre las cuerdas, o los solos con el conjunto, y aquí entramos tam-
el intérprete y el público. Esto es algo que no se puede descri- bién en el tema de la colocación sobre el escenario, de forma
bir, y que tampoco se puede crear artificialmente: pero ese que los solos tengan la proporción de audibilidad exacta... y,
fenómeno existe, y de no ser así la gente no iría nunca a los en Un, miles de aspectos que se refieren, insisto, sólo a la téc-
conciertos. De hecho las personas van a los conciertos por- nica de ejecución, no hablo para nada de conferir vida sana
que esperan que eso, ese algo especial ocurra. a la partitura. Y, eso sí, una ve/, que todos los problemas téc-
S.—Imaginemos que no ocurre nada en el condeno, ¿es eso nicos han sido resuellos, el intérprete tiene que ocuparse a
posible? fondo de que la música que está detrás de las notas cobre vi-
L.M.—¡Oh, sí, por desgracia ocurre muy a menudo! Hay da. Quiero decir con esto que la música nace en función de
muchas personas, que, simplemente, no se dan cuenta de por una determinada instancia, una instancia del propio compo-
qué esián sobre la escena. Naturalmente, están allí para dar sitor: un músico no se sienta delante del papel en blanco, ga-
vida a la música, no para leer una partitura impresa. Bueno, rrapatea unas notas, y dice: «¡ya está!», detrás de esto hay
hay personas que sostienen que la interpretación como tal no unos pensamientos, unos razonamientos, unas visiones, una
existe, porque, desde el momento en que la música ha sido manera de entender el mundo, que es lo que provoca, en últi-
escrita por el compositor, sólo hay que atenerse a lo escrito, ma instancia, el nacimiento de la música como tal. Hay ra-
y punto. Claro, es como decir que uno sube al escenario con zones y sentimientos que hacen nacer las notas musicales; y
un libro y lee escuetamente una pieza de Shakespeare, o de una ve/, que el intérprete ha resuelto los externos problemas
Schiller o de García Lorca, lo cual supone negar al intérprete técnicos que la mera escritura de esas notas, que esa nota-
cualquier tipo de visión sobre la obra, con lo que el elemento ción, le plantea, tiene que preguntarse sobre los motivos del
teatral desaparece de inmediato. Esio es algo tan grotesco que nacimiento de esas notas, se tiene que interrogar sobre esas
uno se pregunta cómo alguien, con un mínimo de inteligen- visiones, razones, pensamientos o sentimientos que han ori-
cia, puede defender algo tan necio. Creo, además, que esta ginado las notas, tiene que saber de dónde viene y hacia dónde
forma de ver las cosas es algo terriblemente peligroso, pero va esa música. Así que yo entiendo que es el deber, la obliga-
para el público, no para el intérprete, porque es negar la po- ción, y, naturalmente, también la alegría del intérprete el in-
sibilidad de que algo ocurra, eso que hace un momento le de- vestigar, el buscar a través de la imperfección de la notación
cía; es decir, sería sostener que no exisie esa especial musical en pos del origen de la música en la mente de su crea-
comunicación mística entre el compositor y el público por me- dor. El intérprete tiene que buscar la fuente, la fe de bautis-
dio de un intérprete que da vida a la obra. Y sabemos que mo —podríamos decir— de la música que tiene delante de
una obra, una obra musical, se escribe por medio de un len- sus ojos, es como si persiguiera detectivescamente la partida
guaje, la notación musical, lenguaje que es, en sí, extremada- de bautismo de la obra que tiene ante sí, y tratara de desen-
mente imperfecto; esto es algo que el compositor sabe, sabe trañar las razones por las que esa pieza ha sido concebida y
también que depende del intérprete el que su música cobre se ha desarrollado en la mente de su creador. Y si me permite
vida. justificarme, es decir, explicar por qué estoy dedicando tanto
S.—Estas ideas que acaba usted de exponerme, ¿pueden tiempo a este punto, ello se debe a que todavía hoy, en 1989,
aplicarse a todo tipo de música? Quiero decir, ¿restringe us- nos encontramos una corriente... mejor sería decir una con-
ted estos conceptos al terreno de la música clásica, o los lle- tracorriente, o... /sonriendo, y tras unos segundos de reflexión,
varía también al ámbito de la música popular? lanzando una estentórea carcajada) ... bueno, la palabra exacta
L.M.—¡Oh, sí, claro que sí! Esto es absolutamente cierto sería una resaca ¡si me deja usted utilizar esta expresión!, el
en el campo de la música pop. Usted puede escribir una gran caso es que esta resaca todavía insiste en nuestro tiempo en
canción, pero ese tema se convierte en un éxito gracias a la negar los fundamentos de la existencia misma de la intei pro-
labor del intérprete, al genio de ese intérprete, que hace de tación musical. ¡Bueno, esto es absurdo! Tan absurdo que si
la pieza algo brillante, fabuloso y fascinante. Esa misma can- usted lo acepta está negando la razón misma de que haya con-
ción de éxito, si no es proyectada, comunicada por el intér- ciertos; si usted niega la razón de .ser de los conciertos no hay
prete, no va a ninguna parte: sólo son unas palabras \ unas por qué darlos, no tiene por qué haber conciertos: pero, claro,
notas en un papel. Claro, esto se multiplica en dificultad con esto es increíble, quiero decir que es increíble para el público
nuestra música, con la música clásica, que es mucho más com- que el público no se lo puede creer, porque usted no va a con-
pleja, que encierra más sutilezas, que es multidimensional, vencer tan fácilmente de que nade sucede en la sala de con-
que es terriblemente difícil de interpretar adecuadamente, y ciertos, de que no existe esa magia que se produce a través

seniimienios que
hacen nacer
¡as ñolas
musicales

44 Scherzo
entrevisto

de la interpretación en vivo de la obra musical en un momen- na música de cámara, no lendria, virtualmente, la oportuni-
io determinado y en lugar preciso. Trate de convencer a la dad de escuchar nunca un conjunto sinfónico interpretando
audiencia de que lo interesante es ir a la sala de conciertos, sus obras, sólo podría oír su música en la cabeza, y entiendo
mejor o peor vestidos, y encontrarse allí con un montón de que hay también una necesidad de escuchar los sonidos que
gente, más o menos agradable, más o menos ilustrada, que, uno produce: no me puedo creer que haya un compositor que
de manera más o menos divertida (subrayando al llegar aquí pase por completo de la audición de su música, a quien no
los adverbios más y menos que ha venido utilizando en toda le interese escuchar el sonido real de la notación que ha es-
la exposición), se reúna, con libros en las manos, y se digan crito. Si tal es el planteamiento, los compositores, en general,
unos a otros: «bueno, vamos a ver qué página musical tene- no tendrían nada que hacer, entrarían en el ámbito de los de-
mos esta noche, abramos la partitura por el número 10, por socupados plenos. Y además... sin música en vivo, las graba-
ejemplo», y empiecen a leer, silenciosamente, las partituras, ciones se convertirían... bueno, se irían desvaneciendo, se
los pentagramas de la pieza de que se trate, todos, al uniso- convertirían en algo asi como artefactos, como reliquias ar-
no... más o menos al unísono. Bueno, si yo me encuentro con tísticas en alguna institución, y dudo que significaran algo
que los conciertos son esto, prefiero irme a casa, conectar la para las generaciones siguientes. La música terminaría por mo-
televisión, o simplemente echarme a dormir, pero para esto rirse, en general, y no creo que ésa sea una idea agradable,
no me hagan ir a una sala de conciertos: si usted me dice que y menos aún para quienes disfrutan con un buen concierto.
la interpretación musical no existe, y todavía hoy hay gente Yo creo que, hoy por hoy, la gente joven está cada vez más
que lo mantiene, vamos a quedarnos todos en casa, siempre inmersa, en lodo el mundo, en la participación en los gran-
echarán por la tele algún buen partido de fútbol o de balon- des conciertos, en vivir la música: en e! último concierto que
cesto, o alguna película antigua que valga la pena ver. he dirigido en Madrid con la Orquesta Nacional de Francia
S.—Acaba usted de hacer una defensa ardiente y apabullantehabía una cantidad enorme de gente joven... ¡los jóvenes! (es-
de la necesidad de la música en vivo, y no deja de ser intere- tas dos últimas palabras dichas en castellano), la gente joven
sante que estas palabras provengan de uno de los artistas, deestá ahí, confia en la música, vuelve a casa deseando saber
los iniérpretes, que más discos ha grabado, que más música más sobre la música clásica, y eso me hace ex! rao rd i nana-
enlatada —y le pido perdón por el término— ha producido. mente feliz. Yo confio que esto continúe asi, porque sin el apo-
L.M.—Pero es lógico que yo hable así, porque sin la músi- yo de los jóvenes la música clásica puede morirse, desaparecer,
ca en vivo la función total, integradora de la música, desapa- y eso significaría una tremenda pérdida, no ya para los intér-
rece por completo. Y pienso que esto seria una tragedia... pero pretes —como antes le he dicho—, sino para nuestra civiliza-
no tanto para los intépretes, que siempre somos gente lista ción en términos globales.
/riéndose de nuevo/, y sabríamos cómo buscarnos la vida de S.—De alguna manera, su defensa de la interpretación re-
algún modo... Pero ahora le hablo en serio, pienso que esto fleja la contradicción entre la idea de Stravinsky de que el
sería terrible para el compositor, que, dejando a un lado la intérprete debe funcionar, respecto de la partitura, como un
música instrumental, para piano o para violin, o quizá algu- reloj suizo, y la de Mahler, que usted ha citado anteriormen-

Scherzo 45
-entrevista

decirles una palabra, que tenían que


entender perfectamente de qué iba
aquello; yo recuerdo aquel ensayo, y
lo evidente es que aquello no era así,
quiero decir que no estaba claro y en-
tonces él se enfadaba, y les gritaba, de
una manera áspera, a los músicos,
porque les tenía que explicar que
aquello era una música callejera, es
decir, que, como cualquiera de noso-
tros (con gran socarronería) tenía que
interpretar, traducir su música para
que ésta sonara viva: ¡el problema es
que él era un mal intérprete en pro-
porción inversa a su grandeza como
compositor, esto es, que era un gran
genio de la composición y un perfec-
to desastre de la dirección orquestal!;
muchos genios desconocen, por des-
gracia, sus limitaciones. Siempre me
ha parecido que ésta es una situación
bastante iriste, el que la gente no se-
pa distinguir qué es lo que hace bien
y qué es lo que hace mal. En nuestros
días tenemos sobrados ejemplos de es-
ta materia. Mire, usted puede ser un
gran jugador de baloncesto, y punto.
Pero hoy se da el caso de muchos ins-
trumentistas o cantantes que también
quieren dirigir, y eso es como decir:
«yo juego muy bien al baloncesto, por
tanto también voy a ser una gran fi-
gura en el tenis». ¡Esto es ridícu-
lo! Usted necesita para esas dos cosas
una mentalidad diferente, un entrena-
miento distinio, una formación física
diversa... ¡en fin, todo! Usted puede
ser muy buen instrumentista, pero por
ello no tiene que ser, a la vez. un gran
compositor. Usted puede ser un exce-
lente cantante, y ello no implica, por
ley, el que usted tenga que ser también
un notable director de orquesta. Na-
turalmente, hay casos aparte, perso-
nas que disfrutan de ambos talentos.
Rachmaninov, por ejemplo, era un
gran pianista y a la vez un notable
compositor. Mahler, de cuya catego-
ría como compositor no tenemos du-
das, era también un fabuloso director
de orquesta, e incluso un pianista excelente, al menos según
te, en el sentido de que la música se halla detras de las notas: las grabaciones históricas que de él nos han quedado en esta
ríos posiciones muy opuestas que acaba usted de sintetizar. rácela y que yo he podido escuchar Pero éstos son casos to-
L.M.—Yo creo 14111;, 1:011 todo1- los respetos, ha> composito- talmenie excepcionales. No tiene por qué ser una norma el
res que se expresan con notable falta de inteligencia a la hora que un buen instrumentista tenga que ser también un buen
de hallar su sitio en el mundo, y que sufren la ilusión —y la director.
desilusión— de verse superados por la obra que han escrito:
Stravinsky, por ejemplo, era un genio, y yo creo que estaba S —Quizá en nuestros días se han dado otros casos signifi-
sinceramente convencido de que lo había escrito todo en sus cativos de doble capacidad, por ejemplo Benjamín Brillen,
partituras, y de que el intérprete no tenia ya nada que hacer, o el mismo Fierre Boulez, ambos relevantes compositores —en
sino leer lo escrito; esto es en parte cierto, en el sentido de estéticas muy distintas— y, a la vez, soberbios directores de
que, siendo —como era de hecho— un gran compositor, sus orquesta.
ideas aparecen bastante claras en la partitura, asi como sus L.M.—Si, es cierto, y además en el caso de Brillen me gus-
intenciones, pero él asumía demasiadas cosas, cosas que us- taría añadir que era, por añadidura, un sensacional pianista.
ted podía ver cuando él dirigía, pues, en la realidad, Stravinsky Pero eso demuestra, una vez más, que lo que estamos comen-
era un director bastante mediocre... mire, yo recuerdo un en- tando es posible, pero no necesario. Me parece muy impor-
sayo de Petrouehka, y al llegar a ese trío, al final de la pieza, tante subrayar el hecho de que si usted es valioso en un campo
en los instrumentos de viento, donde él ha escrito una evoca- determinado, y el público ha aceptado su valía en tal mate-
tiva música que debe sonar como proveniente de la calle, él ria, usted no tiene razón ninguna para imponer al público una
pensaba que eso tenía que ser evidente para los solistas sin convicción personal —seguramente infundada— de sus mc-

46 Scherzo
c
Las Qrandes Interpretaciones históricas
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entrevista

ritos en otro terreno, usted no puede imponerle a [a gente un prendo muy bien las críticas que reciben por parte de
«soy muy bueno en lodo», entre otras razones porque la gente compositores, de musicólogos, de comentaristas, y a veces has-
es lo suficientemente inteligente como para no creérselo... ta del mismo público; y lo entiendo tan bien porque yo mis-
S.—£5 curioso recordar, en este lerreno que ha abordado mo desapruebo, a veces en voz alta, su manera de entender
usted anterior/nenie, de la meticulosidad de los composito- y de hacer la música, yo mismo me hago crítico en contra
res a la hora de anotar sus partituras, a la hora de superar de estas disfunciones de la interpretación musical, hoy como
esas imperfecciones que usted comentaba del lenguaje musi- ayer frecuentes y hasta incesantes. Y ante esto no solamente
cal escrito, evocar el cuso de Béla Bartok, que llenaba sus par-puedo comprender la crítica, comprendo también la envidia
tituras de iodo tipo de indicaciones aceña de la ejecución, y hasta el recelo- Pero también me parece importanle señalar
y que incluso —pienso en la Música para cuerda, percusión algo; las críticas, en estos casos, deben dirigirse desde la in-
y celesia o en el Segundo Concierto para violín— anotaba terpretación misma, o hacia la interpretación, quiero decir en
en minutos y segundos las duraciones que él estimaba idea- contra de /a/interpretación, pero no en contra de la interpre-
les de segmentos parciales de las partituras. tación en general, como concepto. Si una persona está des-
L.M.—Sí, es otro caso de autor que deseaba que lodo es- virtuando, pervirtiendo las intenciones del compositor, o, lo
tuviera en las partituras, pero si usted ha escuchado interpre- cual es mucho más flagrante, está destrozando la escritura
taciones de Béla Bartok, del que también se conservan varias misma, el elemento más externo de lo musical, hay sobradas
grabaciones, verá, y esto es muy divertido, que él era e! pri- razones para atacarle, pero para atacarle como intérprete, des-
mero en prescindir de sus propias observaciones y tocar la de dentro de la misma interpretación; el caso aislado repro-
música a su aire... lo cual no me parece nada mal. ¡Dudo que bable no puede convertirse inductivamente en ley contra una
llegara a tocar dos veces una partitura suya del mismo mo- práctica generalizada y necesaria.
do! Mire, cuando usted afronta las diferentes facetas de la rea- S.—Hablando de Mahler, pero ya no en términos teóricos,
lidad de la vida, lo que usted se ha imaginado cambia por me gustaría preguntarle qué pasó con su grabación de la Oc-
entero en contacto con esa realidad. Siravinsky podría ser un tava Sinfonía, la única pieza que le falta para completar su
ejemplo perfecto, porque nos ha dejado prácticamente do- ciclo con la Filarmónica de Viena. Se dijo que la sinfonía iba
bles grabaciones de casi todas sus obras; quiero decir que en a haberse grabado hace cuatro años, coincidiendo con el con-
dos etapas distintas de su vida grabó todas sus composiciones cierto inaugural del festival de Satzburgo.
importantes: la primera interpretación no tiene nada que ver L.M.—Bueno, ...va a ser grabada, finalmente fmientras jun-
con la segunda, parecen dos directores de orquesta comple- ta las palmas de las manos y eleva la mirada al cielo, en un
tamente diferentes. Es decir, que sus interpretaciones tenían gesto entre divertido y piadoso, como implorando la protec-
entre sí muy poco en común, con lo que él mismo desbarata- ción de la divinidad para que los planes se cumplan). Lo que
ba sus propios argumentos. Esto me permite decir que mu- ocurrió entonces, y la historia que usted dice es cierta, fue-
chos de estos argumentos habían nacido de los celos, o de bueno, ocurrió que la CBS, que iba a efectuar la grabación,
la envidia: quiero decir, y creo que existen suficientes testi- sufrió un fuerte quebranto económico, ellos tenían proble-
monios que avalan mis palabras, que Stravinsky era funda- mas de financiación, y se canceló la grabación dado que fal-
mentalmente una persona bastante recelosa, y dotada de un taban recursos financieros para poder pagar a todo el mundo;
notorio sentido de la envidia; Stravinsky nunca llegó a com- la situación, actualmente, como usted sabe ha cambiado, se
prender —y en parte puedo entender su posición, aunque no ha producido un giro de ciento ochenta grados, dado que aho-
la apruebo— la razón de que Stokowsky, Toscanini, o cual- ra la Sony ha adquirido la CBS y no es que falte el dinero,
quiera de los directores importantes de su tiempo fueran más es que hay una gran cantidad de dinero y de inversiones en
famosos que él y, sobre todo —y esto es lo fundamental—, proyectos de gran valor, y uno de estos proyectos, obviamen-
nunca pudo entender que fueran más ricos que él, que gana- te, es concluir ese ciclo Mahler con la Filarmónica de Viena.
ran más dinero que él, y, ¡el colmo de la paradoja!, que parte Así que por fin voy a completar mi ciclo Mahler, la sinfonía
de ese dinero lo ganaran interpretando su propia música. Me se va a grabar, pues... ¿cuándo se publica esta entrevista?
perdonará que diga esto, pero vuelvo a repetirle que nos so- S.—Pues me imagino que en el verano, al principio del
bran testimonios en el sentido de que Stravinsky era un hom- verano...
bre bastante mísera, tocado por la codicia, avaricioso, que I..M.—Pues entonces precisamente, entre junio, final de ju-
sentía una inquietante turbación ante el éxito de cualquier per- nio y principios de julio está previsto que completemos en
sona que no fuera él mismo, en cualquier campo, y... Bueno, Viena la grabación de la obra; o sea, que, justamente, cuan-
no quiero dar un juicio exagerado, entre otras razones por- do ustedes publiquen esto yo estaré grabando la sinfonía. Y
que ninguno de nosotros está libre de culpa; ya sabe, «que la verdad, me ciento muy feliz de que esto ocurra, entre otras
arroje la primera piedra el que eslé libre de pecado», y pro- cosas, ¡porque nadie me volverá a preguntar qué demonios
bablemente todos sentimos envidia, avaricia o codicia en al- pasó con la Octava de Mahler! /entre grandes risas),
gún momento de nuestras vidas, y le digo esto porque no S.—Bien, me alegro por usted... y también por todos los
quiero dar la impresión de una antipatía hacia Stravinsky, al melómanos que hemos ido siguiendo sus proyectos Mahler,
que venero como compositor, pero lo que sí trato es de expli- en concierto o en disco; creo que muchos de nosotros toda-
car la motivación de sus ataques, terribles, y entiendo que cien- vía recordamos ese cielo que realizó usted, hace casi una dé-
tíficamente injustificados, contra d arle de la interpretación. cada, en Londres, con ¡a Philharmonía, en el que hubo algunas
Ahora bien, también me parece importante señalar que hoy, interpretaciones inolvidables. Sin embargo, Mahler no es uno
ahora mismo, hay muchos, muchísimos intérpretes que dis- de los primeros amores de su vida musical: ¿cómo llegó us-
torsionan la música, que traicionan a la música, y que com- ted a la música de Mahler?

7 * -^ a melancolía que se da en
la música de Mahler es la misma
que todos experimentamos m m

48 Scherzo
entrevisto

dinariamente sana (pronunciando esla últi-


ma palabra con especial énfasis), muy salu-
dable. Yo creo que se trata de una música
muy positiva, muy veraz, muy valiente, muy
audaz... en el fondo, muy humana. Es cu-
rioso que los directores de mi juventud, que
se supone eran verdaderos fanáticos de esa
música, que la adoraban, sin embargo me
alejaban de ella con sus interpretaciones, ha-
cían de esa música algo depresivo y, para mí,
hasta repulsivo; sólo cuando me he ido ha-
ciendo viejo, cuando he crecido en todos los
aspectos, he podido ver lo que esa música te-
nía dentro... al menos para mí, es decir, lo
que esa música me dice y representa para mi,
en particular. Sólo entonces he comprendi-
do que la música de Mahier había sido... en
cierta forma pervertida por aquellas perso-
nas que, seguramente con la mejor intención,
trataban de leer en ella sus propios proble-
mas; por eso es necesario leer sus cartas, co-
nocer su personalidad, y asi puede usted
darse cuenta de que era un hombre extrema-
damente positivo, afirmativo, con un gran
sentido del humor, con un profundo senti-
do de la ironía, que podía llegar a ser auto-
ironía, que tenia los pies en el suelo y que
procuraba vivir en su tiempo y en su mun-
do. ¡Fíjese en su actividad! Fue director de
orquesta, director de las más importantes or-
questas, se esforzó por sacar adelante diver-
sos teatros de ópera, cambió nuestra con-
cepción de lo que es un teatro de ópera, es
decir, la concepción que había en su tiem-
po... no seria exagerado decir que fue el más
importante director de orquesta de su épo-
ca; en ese aspecto casi un revolucionario, y
pretendo decir con esto que, para ser direc-
tor de orquesta, hay que ser, esencialmente,
una persona positiva, porque tal como yo lo
veo un director de orquesta es una persona
que se dedica a resolver problemas, que
afronta una serie de problemas y trata de re-
. . solverlos de la mejor manera posible, con
personas, con personas a las que tiene que
tratar y con las que tiene que ponerse de
acuerdo, y conciliar voluntades es una tarea para la que hace
L.M.—Pues muy lentamente, muy despacio. Cuando era falta tener un espíritu positivo, creativo; yo creo que es im-
joven había una gran cantidad de música de Mahier que no posible dedicarse a este trabajo si uno va por la vida con la
me gustaba. Concretamente, las Sinfonías n.°s 6y 7no me gus- convicción de que es un ser miserable, un pobre insecto des-
taban nada, no las entendía; por el contrario, entendía muy tinado al sufrimiento, en fin, ¡una ruina, una piltrafa! ¿Me
bien, desde joven, la Primera, la Segunda, la Cuarta... y, aun- entiende usted? Naturalmente, Mahier no sólo se dedicó a re-
que esto parecerá muy curioso, la Novena, una obra con la solver cientos de problemas —y su formidable actividad co-
que no tuve dificultades... digamos espirituales, para entrar mo director de orquesta demuestra que resolvía problemas
en ella. Claro, le estoy hablando de hace treinta años, y des- continuamente, diariamente—, sino que además vivía en un
de luego el fallo era mío, ¡no era de la música de Mahier! mundo muy especial, vivió durante los últimos años las pos-
Es curioso porque, según la educación que recibes, hay mú- trimerías de una impresionante edad de oro cultural, virtual-
sicas que penetran en ti desde tu juventud, con extrema faci- mente irrepetible, con el fantasma de una guerra larvada, en
lidad, que las entiendes desde el principio: por ejemplo, desde estado de latencia, que, si usted se fija, casi todos los espíri-
muy joven entendí y amé la música de Sibelius, y lo mismo tus inteligentes y despiertos de la época de Mahier presintie-
me ocurrió con la de Bartok. Mahier, sin embargo, me resul- ron esa monstruosidad, ese horrible conflicto, esa gran guerra,
tó extraordinariamente difícil: seguramente eso se debe a que la Primera Guerra Mundial, que estaba a la vuelta de la es-
yo comencé a escuchar su música en unos años erróneos... quina, pero cuya violencia estaba en el ambiente, y él, como
quiero decir erróneos para esa música, porque cuando yo te- muchos otros —no fue el único, ni mucho menos—, fue ca-
nia quince o veinte años, mis colegas, quiero decii mis cole- paz de detectarlo, de presentirlo. Y él, claro es, fue particu-
gas mucho más viejos que yo, tenían la costumbre de larmente sensible a todo esto porque anticipaba los
interpretar la música de Mahier... ¿cómo le diré?, transmitien- acontecimientos, porque vivía en su momento histórico y sen-
do todos sus miedos y complejos, quiero decir los miedos y tía el ambiente en el que vivia, y ello quedó sorprendente-
complejos de ellos mismos, no los de esa música; debo decir mente reflejado en su música y en sus sinfonías, donde hay
que, desde mi punto de vista, la música de Mahier es extraor-

Scherzo 49
entrevisto

una melancolía, si, y donde hay un sentido de búsqueda y cia —y al menos en varias ocasiones—, Mahler pudo encon-
una excitación, todo ello unido a un sentido del humor asom- trar. Claro, naturalmente, Mahler, en sus últimos años de vida
broso, con sentimientos muy positivos, con una capacidad de sabía que ésta se extinguía, sabía que iba a morir, además iba
lucha envidiable, ¡en fin, todo un carácter! a morir de una dolencia que degeneró en cardiopatta, una en-
fermedad vírica que hoy se cura de la forma más simple, con
S.—Paul Maers, el famoso productor discográfico, que tra- penicilina, pero que a él lo llevó a la tumba; bueno, ¿quién
bajó durante muchos años con George Szell en Cleveland, me está libre de no decir en un momento asi, de no gritar a los
comentaba hace tiempo que este maestro, Szell, que realizó cielos «¡Dios!, ¿por qué me has abandonado», quién no lo
algunas interpretaciones antológicas de varias de sus obras, diría? Yo entiendo que él tenía todo el derecho a plantearse una
tenía una sensación de ambivalencia frente a esta música, ya cuestión tan aterradora como la del final de su propia vida,
que él consideraba que en Mahler se daba un tremendo pesi- sabiendo —como él sabía muy bien— que tenia todavía tan-
mismo y en muchas ocasiones un trasfondo de aulocompa- to que decir y que hacer, ¿cómo no decir a gritos «por qué
sión que para Szell resultaba casi insoportable. ha de llegar mi vida a un fin»? No creo que nadie a los cua-
renta y nueve, o a los cincuenta años, pueda contemplar su
L.M.—(adoptando un aire muy serio, casi severo) Pues de- inmediata muerte con gran placer, es una edad demasiado tem-
bo decir, con el máximo respeto hacia mi predecesor en la Or- prana para morir. Por ello pienso que es muy cruel y hasta
questa de Cleveland, que no he sido capaz de detectar o irracional atribuir un significado mayor del que tiene, circuns-
escuchar una sola nota de autoeom pasión en toda la música tancialmente, a las anotaciones de Mahler, las que dejó en
de Mahler, así que pienso exactamente lo contrario. Yo creo sus últimas partituras, y en las que refleja los sentimientos
que la melancolía que se da en la música de Mahler es la mis- que le invadían en esos últimos años, meses incluso, de su exis-
ma que todos experimentamos y que lógicamente debemos tencia: «¿cómo puedo afrontar esto?", o «¿es que no es otro
vencer para realizar actos positivos en la vida. Creo que esa el sentido de la vida sino éste?», o «¡Oh, Muerte, vieja com-
melancolía es también una especie de terapia, un antídoto con- pañera trágica!», y cosas por el estilo, entiendo que es muy
tra un exceso de seguridad, de dogmatismo por nuestra parte deshonesto y muy injusto, respecto de su memoria y de sus
al afrontar determinados problemas, y que incluso puede ser esfuerzos, tomar sus expresiones de desesperación, pronun-
una beneficiosa medicina para las personas, como seres hu- ciadas en un momento muy determinado, como síntomas o
manos, como individuos, quizá incluso como raza. Esa me- reflejos de su postura general ante la vida, esto es una afren-
lancolía, que yo considero positiva, nos acerca a los problemas ta, una perversión del auténtico carácter de un hombre.
con un rostro más humano, y en cierta medida viene a ense-
ñarnos que nuestro destino es algo bastante complicado, y
que incluso puede ser trágico, a menos que encontremos la
fuerza necesaria para afrontarlo, una fuerza que, en aparien- José Luis Pérez de Arteaga

50 Scherzo
discos

ACTUALIDAD
D1SCOGRAFICA

1. Más grabaciones de Seiji Ozawu Seguimos en PotyGram, pero ahora una serie de discos consagrados a la
en Decca, quien nos anuncia la próxi- música austríaca contemporánea, mos-
o se vislumbran grandes acon- ma reedición en compacto de una serie trando asi que también las creaciones
N tecimientos discográficos para
este verano. El sello amarillo pa-
rece empeñado ahora en recuperar el
de importantes versiones de ópera per-
tenecientes a colecciones de precio me-
dio: destaquemos Orfeo edEuridice, de
musicales de nuestros días son dignas
de la gran tradición, mereciendo el in-
terés de una gran parte del público. Los
aparentemente olvidado Seiji Ozawa Gluck (Horne, Lorengar, Donath/Sol- objetivos de tal edición son: dar a co-
que, desde sus asépticos discos dedica- ti), el Don Giovanni mozartiano (Sie- nocer a los compositores austríacos de
dos a obras de Fauré y Prokofiev con pi, Dermota, Corena, Danco, della Ca- postguerra; reunir una documentación
su Sinfónica de Boston, no había vuel- sa, Gueden/Krips, una de las grandes tan completa como sea posible de la
to a regisirar nada para ellos (aunque lecturas de esta obra maestra), L'ltalia- creación musical contemporánea en
si lo había hecho para una de las gran- na in Algeri, de Rossinni (Berganza, Al- aquel país, incluyendo los éxitos más
des empresas hermanas, Philips: recor- va, Corena, ftnerai/Varviso) y el do- destacados de la evolución musical per-
demos su Eleklra, con Hildegard Beh- blete Cavalleria-Pagliacci (del Monaco, tenecientes a cualquier género y estilo,
rens y Christa Ludwig, o su Carmen, Simionato, MacNeil, Tuce i/Sera fin, y, por último, propagar la música aus-
con Jessye Norman, esta última toda- Molinari-Pradelli). Para finalizar con el tríaca de hoy en el plano internacional.
vía sin aparecer en el mercado. Deuts- grupo PolyGram digamos que la terce- La selección de obras y compositores
che Grammophon nos anuncia ahora ra empresa del consorcio, Philips, ha sa- fue llevada a cabo por un jurado inde-
las próximas grabaciones de este técni- cado al mercado una nueva colección pendiente en el que estos últimos no
co infalible y artista discutibilísimo: a precio medio llamada Baroque Clas- fueron admitidos. La producción de los
un disco Poulenc con la Boston sics. en la que hay excelentes muestras discos y la gestión del proyecto fueron
Symphony {Gloria y Slabal Moler, con interpretativas del Barroco, eso si, lejos confiados a la Sociedad para la promo-
la colaboración de Kathleen Battle) y de los criterios de autenticidad que pre- ción de la Música austríaca, en colabo-
otro dedicado a obras de Tchaikovsky dominan hoy en día (obras de Handel, ración con PolyGram. Se proyecta pro-
(Cuarta Sinfonía y Capricho italiano), por Raymond Leppard, de J.C. Bach, ducir un total de 50 discos en un perío-
con la Orquesta Sinfónica de Berlín. por Marriner, de Vivaldi, por Vittorio do de aproximadamente diez años. Al-
Como se ve, nada del otro jueves. Tam- Negri, las Suites de J.S. Bach, por Mau- gunos de ellos serán comentados en
bién en Deutsche Grammophon hay rice Gendron, etc.). nuestra sección de crítica disco gráfica:
que destacar dos importantes reedicio- la ópera de Friedrich Cerha Baal (Fi-
nes operísticas en disco compacto: en larmónica de Viena/Christoph von
primer lugar Dokior Faust, de Busoni, 2. Gyorgy Ligefi en 8 compactos Dohnányi). las Sinfonías Cuarta y Sex-
con Fischer-Dieskau en el papel prota- ta, de Roben Schollum (Sinfónica de la
gonista; después, Palestrina, de Hans La empresa Wergo ha empezado a ORF/Bruno Maderna), La visita de la
Pfitzner, denostada y bellísima ópera editar en discos compactos las princi- vieja señora, de Gottfried von Einem
que cuenta en esta ocasión con un elen- pales obras de este gran compositor (fal- (Christa Ludwig, Orquesta y coro de la
co vocal de auténtico lujo (Donath, tando, no obstante, algunas de impor- Opera de Víena, Horst Stein), Sinfonías
Fassbaender, Fischer-Dieskau, Gedda, tancia, como Relojes y nubes, la ópera de Ernst Krenek (Sinfónica de la
Prey, Weikl, Ridderbusch...) y una edi- El gran macaba, las Tres fantasías para ORF/Zagrosek), tres volúmenes de mú-
ción musical debida a un gran Maestro: 16 voces mixtas a capella y el Concier- sica electrónica, etc.
Rafael Kubelik. Ambas reediciones per- to para piano). De momento han apa-
tenecen a la serie 2Oth Ceníury Classics. recido en el mercado europeo (aunque Enrique Pérez Adrián
no en España), un primer disco conte-
niendo los dos primeros Cuartetos pa-
ra cuerdas, interpretados por el Cuar-
teto Arditti, y un segundo compacto en
el que se incluye el Concierto para vio-
loncello y orquesta, Lontano, el Doble
concierto para flauta, oboe y orquesta,
y la San Francisco Polyphony, en inter-
pretaciones de Siegfried Palm (cello), la
Orquesta de la Radio de Frankfurt y
Michael Gielen, Gunilla von Bahr (flau-
ta), Torleif Lannerholm (oboe) y la Or-
questa de la Südwestfunk de Badén Ba-
dén, dirigida por Ernst Bour.

3. Música austríaca contemporánea


Gracias a innumerables grabaciones
discográficas conocemos las grandes
creaciones clásicas de la música austría-
ca hasta 1945. Actualmente, el Conse-
jo austríaco de Música está editando
- discos -

BACH: Moteles. BWV225-229. Regensbur- BEETHOVEN: Sinfonías quinta y octava.


ger Domspatzen. Capel la Academia de Vie-
na. Hans-Martin Schneidt. ARCH1V, DISCOS Orquesta del Concertgebouw de Amslerdaro,
dirigida por Eugen Jochum. PHILIPS
GALLERÍA, 427 117-2 Compacto, ADD 422474-2 PCC-ADD, PG 922. Duración:
16ÓW). 59.09 minutos.
Los Moteles ocupan, dentro de De 1968 y 1969 datan las tomas
la inmensa producción coral de originales de estas grabaciones,
Bach, una parcela muy reduci- parte de una serie de versiones
da. Han llegado hasta nosotros un toial de beethovenianas protagonizadas por Jochum.
seis, aunque parece ser que este número fue El compaclo las favorece con un reprocesa-
superior. Unos se han perdido y otros fue- mlento digital que enaltece sus timbres y
ron atribuidos erróneamente al Cantor de aclara su perspectiva de planos sonoros.
Santo Tomás. Los modelos para estas com- Jochum se inscribe, fácilmente, en la tra-
posiciones se pueden encontrar en las pro- dición de lo que podríamos denominar ra-
pias Curtíalas. El tratamiento melódico y cionalismo en materia de interpretaciones de
armónico de las voces, la rica textura poli- Beethoven. Los ejemplos mayores están al al-
fónica y, sobre todo, la importancia funda- cance de la mano: Bruno Walter, Erich Kleí-
mental que se otorga a las melodías de coral, ber, por no extendernos a Arturo Toscanini,
se encuentran tanto en los Moteles como en Muchos consideran a Otto Klem- por tratarse de una personalidad acusada y
las Cántalas. A pesar de su reducido núme- os© perer totalmente ajeno a los pro- de una variante latina de beethovenismo.
ro, los Motetes constituyen una cumbre ab- TUAUH blemas de interpretación de !a
soluta de la creación bachiana. música del Barroca, juicio tan inexacto co- He aquí, entonces, un irabajo objetivo,
mo poco acertado, a pesar de que la audi- desprovisto de todo arrebato patético y ge-
La presente versión de Archiv, lanzada al ción de esta Pasión pueda demostrar lo nialoide, en que predomina la lectura límpi-
mercado en disco compacto, es la misma que contraría El maestro alemán abordó por pri- da de la partitura, además de una atenta
apareció en disco negro en 1974. Debo, no mera vez la obra de Bach dirigiendo el pri- escucha de la masa orquestal. Alternancias
obstante, hacer una pequeña precisión: en el mer Concierto de Brandemburgo el 23 de de fraseo ligado y horizontal con marcati ver-
compacto se han incluido sólo cinco Mote- mayo de 1921 en el concierto inaugural del ticales, oposición muy cuidada de volúme-
tes. El sexto, Lobel den Herrn, alie Heiden, festival de música de cámara del Rhin, en el nes, diafanidad de voces. Un sutil
BWV 230, no figura en el disco, aunque si castillo de Brühl. A partir de esa velada, dramatismo en la quinta y una suerte de idi-
aparecía en el citado disco negro. Desconoz- rompió con las normas habituales de inter- lio jubiloso en la octava, marcan la pertenen-
co el motivo de esta ausencia. En las notas pretación herederas del siglo XIX y perpe- cia a las dos series de sintonismo de
del disco tampoco se aclara nada sobre este tuadas por la mayoría de sus colegas (Furt- Beethoven.
punto. wangler en particular), dirigiendo desde el La orquesta holandesa responde con una
clavecín a instrumentos solistas. Influido por calidad sonora y un virtuosismo solistico dig-
En la versión ofrecida por el coro de la ca- Busoni, su estilo de interpretación de Bach
tedral de Regensburg la diferenciación de las se afirmó en el curso de ios conciertos que nos de su fama y envuelve el inteligente tra-
diversas voces es nítida y en ningún momento Klemperer dirigió en la Opera Kroll de Ber- bajo de Jochum con un universo sonoro que
plantea problemas de emborronamiento o de lín, impresionando a público y crítica por sus lo favorece y lo retraduce a una textura pro-
oscurecimiento del color. Las partes canta- desnudez, claridad y objetividad. El propio pia, de especial y rica nobleza orquestal.
das por voces de soprano y contralto, en es- Klemperer nos ha dejado diversos escritos so- Beethoven admite incontables lecturas. En
te caso a cargo de niños, presenta en algún bre la conveniencia o no de ejecutar las obras la linea del arrebato romántico y subjetivista
instante pequeños problemas en las zonas instrumentales de Bach con instrumentos ori- (Furtwángler, W;ingartner) está la opción
mas agudas. La instrumentación, en especial ginales: «Creo que es preciso responder afir- opuesta, que el lector podra contrastar. Sí no
en los Motetes en los que sólo interviene el mativamente a esta cuestión. El equilibrio nos obligamos a escoger, podemos recorrer
continuo, queda ligeramente ensombrecida de una partitura de Bach estará seriamente el inmenso mundo de don Ludwig en toda su
por la masa coral. No obstante, insisto en que comprometido si se utiliza una flauta trave- ambivalente variedad.
se trata de imperfecciones no demasiado im- sera en lugar de una flauta de pico, o un vio-
portantes en el conjunto de la interpretación, loncello en vez de una viola de gamba; y se
que, por lo demás, resulta muy agradable romperá definitivamente si un piano moder-
tanto por la claridad expositiva del coro, co- no reemplaza a un clave. Pero este principio
mo por el pequeño soporte instrumental que debe ser aplicado de manera diferenciada;
acompaña al conjunto vocal, especialmente creo que se debería encontrar un medio jus- BEETHOVEN: Conciertos para piano y or-
en el caso del Motete Der Geist hil/t unser to entre el punto de vista histórico que pro- questa Números 4 y 5 «Emperador». VM-
Schwach heit auf, BWV226, en el que la pre- hibe todo anacronismo y las versiones ter Gieseking.—Orquesta Philharmonía.—
sencia de la madera presta un hermoso co- sobrecargadas que hacen uso de lodos los Alceo Galliera. EMI serie Láser CDZ 7
lorido a la composición. trucos de orquestación del siglo XX». Co- 62607 2. Tipo de grabación ADD. lecha de
mo sea, y ciñéndose ya a esta versión de La grabación: 1955.
Pasión, digamos que Klemperer no sigue los
F.G.U. criterios expuestos más arriba en cuanto a Este disco contiene 68 minutos
los instrumentos, a pesar de que en el redu- de música de gran Beethoven y
cido grupo de la Phil harmonía intervengan considero un acierto su edición
BACH: La Pasión según San Malea BWV. instrumentos como la viola de gamba o el por EMI en la serie normal, es decir, en la
244. PWer Pean, tenor (Evangelista); Dle- oboe de caccia. Su dirección, impresionan- de precio caro. El disco reúne la colabora-
Irkh Fi-senrr-Dieskau, barítono (Jesús); Eli- te por claridad, disección, tensión interna y ción de los grandes intérpretes. Más conoci-
sabeth Schwarzkopf, soprano (Arias de con un claro predominio del contenido es- do Gieseking por sus legados de Mozart,
soprano, mujer de Pílalos, sirviente): Chrisna piritual de la música por encima de la sen- Beethoven y Debussy. Bastante menos el di-
Ludwig, contralto (Arias de contrallo); Ni- sualidad sonora, es uno de sus más grandes rector italiano Alceo Galliera más acredita-
colai Gedda, tenor (Arias de tenor); Waller testimonios fonográficos. Si a ello se añade do en el campo de la ópera que en el de la
Berry, bajo (Arias de bajo, Pedro); John Ca- un elenco vocal de auténtico prestigio (eso música sinfónica. En este sector su fuerte es-
rol Case, barítono (Judas), etc. Coro Phll- si, lejos de la autenticidad un tanto desafi- tuvo precisamente en su competencia como
harmonia. Maestro de coro: Wilhelm PIU. nada de los niños que sustituyen a las sopra- acompañante de grandes solistas. Hay una
Orquesl* Philharmonía. Director Olio kltm- nos en las versiones con instrumentos versión excepcional del Cuarto Concierto de
perer. EM1 CMS 7 63058 2. albu, de 3 dis- originales) y una grabación extraordinaria, Beelhoven acompañando a Claudio Arrau
cos compactos ADD. Duraciones: 74'Z1". la elección no debe suponer ningún quebra- también bajo el sello EMI y con la misma
76'24" v 72' 44". Grabación efectuada en la dero de cabeza. No se la pierda. orquesta, la Philarmonia de Londres. El lar-
KiiiKswav Hall de Londres en 1961. Produc- go discurso orquestal que inicia el primer
tor Waller Legge. Ingeniero de sonido: Dou- movimiento del Cuarto Concierto es muy si-
glas Lirter. Estudios y lexlo de La Pasión milar en ambas versiones; grandiosidad y un
en alemán, ingles y francés. Precio medio. fraseo de primer orden son sus cualidades
E.P.A.
-discos

esenciales. La dicción orquestal de Gal!¡era BRAHMS: Serenata n° I- Variaciones sobre CHARPENTIER: Magnifica! pour le Port
está en una linea absolutamente tradicional un tema de Haydn. Ulsler Orcheslra. Dir.: Roya!. H. 81; Messe pour le Port Roya!. H.5;
y romántica que no desdice en absoluto del Vtmon Handley. CHANDOS CHAN 8612 Dixil pour le Por! Royal, H. 226; Laúdate
esiilo recortado y austero de Gieseking. Los DDD 64' 32". Distribuido por Harmonía Dominum pour le Port Royal; Stabaí Ma-
resultados obtenidos en el Cuarto Concier- Mundi. terpour les religieuses, H. 15. Greta de Reyg-
to sitúan esta versión, a mi juicio, en el gru- here. Isabflle Poulenard, Jill Feldman,
po de las mejores: podríamos establecer un Aunque la Serenata n" I de Capella Ricercar j Bemard Foccroullt (ór-
cierto paralelismo al decir que está en un ni- Brahms no es una de sus obras gano). RICF.RCAR RIC 0S2034. DDD. Du-
vel similar a la de Backhaus-Schmidt/Isser- más ftecuen temen te escuchadas, ración: 67*. Distribuido por Harmonía
ledt con el concurso de la Filarmónica de enisten otras grabaciones (con Abbado, por Mundi.
Viena para el sello Decca. ejemplo) que hacen descartar la recomenda-
En el Emperador la compeiencia con que ción de este disco. Se recogen en este interesantísi-
se enfrenta el dúo Gíeseking^Galliera es más La Orquesta del Ulster, según los únicos dios© mo disco del sello Ricercar obras
que el compositor escribió para
fuerte. Es posible afirmar sin embargo que elementos de juicio de que dispongo y que
se (rala de una versión con una leciuta for- son los que proporciona esta grabación con las monjas de uno de los dos conventos de
midable del movimiento central. la suficiente calidad como para hacer atrac- Port Royal que entonces existían, el de Pa-
El sonido es más que decente, diría incluso tivas sus versiones de compositores tan uni- rís. Dejando de lado algunas peculiaridades
que resulta brillante y en algunos aspectos versales como puede serlo Brahms. Entre sobre cómo llegó Charpentier a componer
superior a ciertas cosas de la píeseme déca- oirás razones, por citar alguna, porque po- música para el convento (y que están entre-
da. Sería deseable únicamente una mayor see una cuerda excesivamente dura y tiene lazadas con problemas de religión etc.), y
transparencia en la orquesta. El bajo nivel problemas de empaste. Además, en lo que centrándose en lo puramente musical, lo pri-
de ruido es excelente dada la edad de la gra- a su director titular se refiere, no creo que mero que hay que decir es que resulta sor-
se le pueda acusar de tener demasiada deli- prendente que esta música, que en sí no es
bación
- A.O.R cadeza en sus interpretaciones. demasiado compleja en cuanto a estructu-
ras y texturas, sea, por el contrario, tan in-
KL.-A.D. tensamente bella y hechizadora. Como es
BECTHOVEN: Cuartetos n°9IOp.59, n°3) lógico, eslá compuesta únicamente para vo-
v n." 10 fOp. 74, «de las Arpas»). Cuarteto ces femeninas, pero arite la dificultad de no
Amadeos. CD DECCA 421364 DDD63W. poder disponer de una gran variedad de re-
Esperando interpretaciones con CHERUBINI: Sinfonía en Re Mayor. Ober- gistros, Charpentier se alza componiendo
instrumentos originales, ¿Cómo turas de Medea, IJigenia en Aulide y El Cres- una música de una rara luminosidad. El
escoger su integral? El rigor ana- cendo. Orquesta de la Toscana: Donato Magníficat, por ejemplo, de una hermosu-
lítico de los Juilliard (I y II) privilegia la Renzclti; director. Frequenz-CD (Digital) ra arrebatadora; y la Misa, bastante más aus-
audacia de las obras. La segunda versión, pa- 011-042 Importado por PDI. tera, también es otro de los puntos fuertes
ra más tensión y brillo, está grabada en con- del compacto. Para evitar caer en la mono-
cierto. El lirismo, la sensualidad, el esplen- El inquieto Cherubíni era un tonía, Charpentier varia constantemente la
dor sonoro, la voluptuosidad alumbran la hombre admirable. Además de disposición de las voces (teniendo en cuen-
versión del Italiano (Philips); el joven Po- compositor: era también pintor ta que está compuesta para un registro, el de
llini tocaba asi. La violencia del Vegh acen- y botánico, y en alguna ocasión tuvo que soprano), ya utilizando una sola, ya dos, o
túa el aspecto de modernidad permanente buscar refugio en estas actividades, al ser re- tres, o bien dando más o menos consisten-
de la escritura: una visión muy contraslada chazado su tatemo musical por Bonaparte. cia a las intervenciones corales.
crea, en momentos distintos, zonas de sor- Sin embargo, a partir de un momento fue el
presa absoluta. Estos tres cuartetos tienen en destinatario de multitud de elogios tributa- Las interpretaciones son, digámoslo ya, de
común el haber conseguido enlazar las die- dos por los más grandes músicos, desde Beet- un nivel altísimo. Las voces de las ires so-
ciséis obras denlro de un pensamiento con- hoven hasta Weber, Mendelssohn, pranos solistas demuestran todo aquello que
tinuo. La brillantez del Berg parece más afín Schumann, Wagner o Brahms. es necesario cantar para esta música: no só-
al Op.lS; la valorización de timbre y color, Hoy, cuando alabanzas y descalificacio- lo técnica, sino también timbres muy atrac-
por los Talich, parece convenir a los cuar- nes quedan un lanío atrás, nuestra autor sus- tivos, sensibilidad y una elegancia como
tetos del medio; el Amadeus, en su integral, cita pocas controversias. Un compacto pocas veces se puede escuchar. La Capella
ofreció una visión de un Beethoven clásico, dedicado a su obra es acogido con la indo- Ricercar, formada al efecto, si bien no tiene
den lio de una tradición musical, un poco co- lencia destinada al producto de coleccionis- intervenciones complicadas, también canta
mo el Schubert de Alfred Brende! (hoy); su ta, ¡Gran error! Esta es música viva para deliciosamente, y las interpolaciones del or-
interpretación tan llena de vida y de huma- quien sepa frecuentarla y no sólo oírla de tar- ganista son modélicas (además de estar mag-
nismo convence hasta a los que prefieren la de en tarde; no en vano alguien ha escrito nificamente interpretadas, de forma
opción del Vegh. Admiradores y detractores, que el academicismo de Cherubini es un dis- imaginativa y con gran técnica, hay que re-
sin embargo, están de acuerdo sobre un pun- fraz bajo el que palpita fuertemente su na- saltar el maravilloso sonido del órgano de
to; ¡el primer violln sobresale! Y en este nue- turaleza romántica. la Iglesia de Si. Apollinaire, de Bolland,
va disco, que tenía que ser el primero de una Francia, lugar de grabación). En resumen,
nueva intergral (interrumpida por la muerte El disco, además, es recomendable por el excelente novedad discográfica, con intere-
de Peter Schidloí, viola), ocurre una cosa ex- entusiasmo de Donato Renzetli, uno de los santes obras, interpretaciones de primera ca-
traordinaria y sobrecogedora. La voz de Nor- nuevos directores italianos más volcado en lidad y presentación también de gran altura.
bert Brainín (primer violín) se ha helado, pa- el repertorio operístico. Su trabajo no tiene Muy recomendable.
reciéndose a la voz de Billie Holliday; el cuar- maneras ni sabor de foso. Sabe poner de re-
teto alcanza un equilibrio mágico, se diría lieve la sabudin'a con trapu Mística de Che-
que a pesar de los esfuerzos individuales. rubini sin olvidar ¡a vena contabile —que era J.C.C.A.
Nunca la pequeña frase del Allegro IOp.59) su pasaporte ilaliano— ni asfixiar los suti-
cantada por el primer violín ha parecido tan les entrelazamientos de los instrumentos de
desolada frente a la alegría de sus compa- soplo con los arcos.
ñeros. Ni tampoco, que nunca la fuga final
haya tenido una tal fusión orgánica. En el Las oberturas, en especial Medea —gran DEBUSSV: El mar. Preludio a la siesta de
Op.74 la violencia del Presto no ha sido nun- versión la de Callas y Bemstein—, piden a un fauno. La catedral sumergida (orquesta-
ca tan sorda, ni los dos acordes finales en gritos lo que sigue. El pialo fuerte, la Sinfo- ción: Siokowski). BERLIOZ: Danza de los
piaña tan resignados, fuera de aliento. nía, es una obra que para llegar a Cherubi- silfos, de La condenación de Fausta RA-
ni parte deGluck y atraviesa a Haydn antes V EL: Dafnis y Ctoe, Suite n, °2 Coro o> la
que a Mozan. Los ingleses grabaron una ver- Sinfónica de Londres. Orquesta Sinfonía de
sión más lujosa, firmada por Mackerras y Londres, Orquesta New Philharmonía (pa-
Poco importa que se tenga ya el Noveno apoyada por una orquesta mejor, la Sinfó- ra La catedral sumergida). Director: Ifopold
por los Busch, Smetana, Húngaro, y el Dé- nica de Londres, pero la de Renzetti es más Stoliowsli. DECCA OVATION 417779-2,
cimo por el Rose, Budapest, Wienerconzen- entusiasta, más ligera y está acentuada con compacto ADD. Duración: 65'3Z". Graba-
haus; una discoteca no tiene sentido sin este más gracia. ciones: Kingsway Hall, binares, 1965 y 1969.
disco- Royal Festival Hall, concierto público.
RE. J.M.S.

Scher/.o 53
discos

14/6/1972. Productores: Marty Wargo. Ray- percibidas a través de un velo (se piensa in- lin. Orquesta Sinfónica de la RTV de Mos-
mond Fcw. Ingeniero: Arthur Lílley. Precio mediatamente en lo que hubiera podido ha- cú. Dir: Gennadi Rozhdeslvenski. LDC 278
medio. cer Karel Ancerl). Boult (CD, EMI) evoca 925 CD, LE CHANT ÜL MONDE. Distri-
una fiesta distinguida, mundana casi, a la buido por Harmonía Mundi.
Hace algunos años Sergiu Celi- cual asistimos desde las cocinas. H and ley,
bidache dio una serie de confe- (CD. EMI. económico) nos invita a una fiesta Los tres Conciertos de Clazunov
rencias en el Curtís lnslitute de más campechana; cada variación es desta- que integran esta grabación tie-
Füadelfia y, con su diplomacia habitual, in- cada, pulida, un poco a la manera de Ba- nen como nota común el apartar-
terrogó asi al sorprendido auditorio: ('¿Có- renboim (CBS), pero menos extrovertido se del esquema convencional en Ires movi-
mo han podido ustedes mantener durante salvo en la variación XI. Thomson es el más mientos. Tamo el Concierto para violin
treinta anos a un subnormal al freme de una misterioso, interpreta las Variaciones como (1904) como el Segundo para piano (1917)
orquesta habiendo tenido antes un genio co- una su i le lírica. Estudié últimamente varias se estructuran en un vasio movimiento en el
mo Siokowski?». Evidentemente no es este de sus interpretaciones para las reseñas (y mi que se suceden diversos episodios, bastante
el lugar adecuado para anali/ar al pobre Or- placer): tanto las obras de Vaughan Williams libres en aquél y ordenados en cuatro sec-
mandy (en algún futuro más o menos leja- ciones al modo de una sinfonía en éste. En
como las que completan este disco parecen cuanto al Primer Concierto de piano (1910)
no confío en que lo haga José Luís Pérez de inmersas en un universo neptuniano; partien-
Arteaga, admirador entusiasta y conocedor se articula en dos tiempos, Allegro modera-
del arte del desaparecido maestro húngaro), do de similitudes parciales, Bryden Thom- to y Tema y variaciones, una forma biparti-
pero si podemos afirmar que estamos en pre- son conduce las imágenes hacía su realidad da que recuerda al 7>io en IM menor de
sencia de unas grabaciones dirigidas por uno poética. Chaikovski y anticipa a la Segunda Sinfo-
de los más extraordinarios creadores de or- nía de Prokofiev. La escritura violinística está
questas que han existido, el responsable de PE. admirablemente adaptada a las condiciones
que la Orquesta de Füadelfia fuese una agru- técnicas del intrunienta cuyos recursos se en-
pación única por su color, precisión, poder p I otan con virtuosismo nunca excesivo; la
y virtuosismo, un músico con un oído supe- pianística es menos inventiva y descubre su
rior para el sonido y con una experta técni- F. COUPERIN: Concern Royaux. Tilomas deuda con Rachmaninov o Scriabin. Lo más
ca para obtenerlo. Un maestro que, también Brindis, violín. Heinz Holliger, oboe. Aurele original de estas partituras tanto en lo que
hay que decirlo, deformaba las partituras y Chrisliane Nicolet, flautas. Josef Dlsanier, respecta a solistas como a orquesta acom-
más que cualquier otro director del siglo y viola da gamba. Manfred Sax, fagot. Chris- pañante es el toque claro, ágil, casi liviano
que sus transcripciones e incluso sus inter- tiane Jaccoltel, clavicémbalo. ARCHIV. GA- en el que está ausente la pesadez abruma-
pretaciones podían ser escandalosamente LLERÍA. 427 119-2. Compílelo ADD dora de las estéticas lardorrománticas al uso.
vulgares. Muchos músicos decían de él: «Si, (55'05"). Los pianistas Alexei Nasedkin y Dimilri
es un gran técnico, con un magnífico olfato Alexeev parecen contagiados por el acadé-
para la orquesta, pero nunca será un músi- mico pulido y solemne y proponen estas
co serio». Nada más lejos de tal aserio. Basta Bajo el nombre de Concerls Ho- obras con vocación arquitectónica, sin tra-
escuchar cualquiera de los regisiros que in- yattx se agrupan cuatro suites tar de desentrañar contenidos de mayor ca-
tegran este espléndido disco: claridad, vita- instrumentales, que recibieron tal lado; ninguno de los dos se plantea otros
lidad, elegancia e impecable respuesta por denominación por haber sido destinadas pa- problemas más allá de una reproducción co-
parte de todos los elementos que componen ra su ejecución ante el rey Luis XIV. Cons- rrecta y objetivamente ajustada, pero distan-
estas grabaciones son algunas de las carac- tituyen, sin duda, una excelente muestra de te. Más cálida y cordial es la aproximación
terísticas esenciales que conforman sus lec- la elevada calidad de la música de cámara de Rozhdestvenski en el Concierto para vio-
turas, teniendo en cuenta también que escrita por Francois Couperin. lin, poniendo en juego posibilidades [imbri-
Stokowskí ya pasaba de los ochenta cuando Sobre la presente versión cabe destacar, en cas que favorecen una lectura más proyectada
grabó este disco, y en el caso de L'apres-midi primer término y ante todo, que, a pesar del hacia el futuro. La apuesta es arriesgada,
d'un ¡aune (grabación en concierto público tiempo transcurrido desde su primera apa- pues supone enfrentarse con un violinista que
el 14 de junio de 1972) tenía más de noventa rición en 1976, conserva una lozanía y una no renuncia a toda la parafernatia expresiva
años. Sin embargo, ni la menor sombra de frescura que constituyen, ya de entrada, una romántica: La versión recoge así las contra-
duda o debilidad: todo respira fuego, sono- buena carta de recomendación. Si a ello se dicciones de una partitura en el filo de dos
ridad y magnetismo- He aquí uno de tos le- añade el sonido excelente del disco y la gran siglos, pero sobre lodo de dos lineas estéti-
gados de un gran director. categoría y el buen hacer profesional de los cas. Por ejemplo, la extensa cadencia parece
integrantes del conjunto, tenemos entonces un cuerpo extraño, difícil de integrar, mien-
un cuadro completo para asegurar una pla- tras el finalc está visto con una despreocu-
centera audición. Equilibrio y coordinación, pación extrovertida y contagiosa, muy
dos factores esenciales en este tipo de agru- comunicativa, lal vez sea el sino de una obra
E.RA. paciones reducidas, presiden en todo mo- concebida desde el Olimpo académico, pero
mento la ejecución de estos hermosos que no se salva de la contaminación de una
pentagramas. Por lo que se refiere a los in- sensibilidad naciente.
ELGAR: Variaciones Enigma, Op. 36. Ba- térpretes, me resulla imposible decantarme
llet The Sanguine Fart. Op. 81, Música inci- hacia ninguno de ellos, habida cuenta de que
dental. Marcha fúnebre y Canción de la abra todos cumplen su cometido de forma plena-
de teatro Grania and Dinamird Op. 42. mente satisfactoria. Claridad expositiva y ex-
Jenny Miller, soprano. The London Philar- quisita musicalidad son aspectos D.C.
monic. Brydtn Thomson. CD CHANDOS fundamentales a destacar en la interpretación
CHAN 8610. DOIÍ. 64'14. Distribuido por que nos ocupa. La reedición constituye, des-
Harmonía Mundi. de luego, una estupenda oportunidad para
hacerse con esta magnifica versión. HAYDN: Missa in honorem Beatissimae
Se ha admitido la alternancia en- Virginis Mariae. Missa Sanen NicoIaL Missa
tre Mayor y Menor del tema de «Rorate coeli desuper». Nelson. Mioly, W»l-
las Enigma como un reflejo de FÚ.U. kinson, Covey Crump, Hill, Trmmas. The
las tendencias extrovertidas e introvertidas dd Choir of Chrisl Cburch Calhedral Oxford.
compositor. Esta interpretación interesa re- The Academy of Ancienl Music. Director
lativamente hoy, pero tampoco se puede de- Simón Presión. L'Oiseau-Lyre. CD 421
jar de lado; los directores, también, en esta GLAZUNOV: Concierto n.° i para piano y 478-2. ADD. 74"51".
obra se dividen entre los que privilegian uno orquesta en Fa menor, Op. 92. Alexei Na-
u otro rasgo de la personalidad (presupues- srdkin, piano. Orquesta Sinfónica de la RTV Al reeditarse estas grabaciones en
ta) de Elgar. de Moscú. Dir.: Algis Jurailis. Concierto n." soporte de disco compacto, la
Los directores extranjeros (Bernstein, Solti, 2 para piano y orquesta en Si mayor, Op. agrupación de obras original ha
Barenboim) privilegian el lado extrovertido, 100. Dimilri Alexeev, piano. Orquesta Sin- sido alterada. La Missa Brevis, en fa mayor,
a partir de la brillantez de la orquestación. fónica de la RTV de Moscú. Dir.: Yourí Ni- que acompañaba a la Missa Sandi Nicolai
Los nativos parecen más introvertidos: las kolacvskl. Concierto para violin y orquesta en LP ha sido sustituida por las dos citadas
Variaciones no son menos brillantes, sino en La menor, Op. 82. Semen Snitkovski, vio- en el encabezamiento. En cualquier caso, se
discos

nos ofrece una valiosa panorámica de las Mi- nada parecido. Qué enorme sentido dramá- primera mitad de los setenta. Algo posterior
sas haydnianas de dimensiones medias. Por tico, qué capacidad de expresión de ¡o gran- es otro ciclo, que al menos en parte, se ha
su pane, la Missa «Rarale coeli desuper». dioso a partir de elementos limitados en visto en determinadas tiendas especializadas
con una duración de menos de ocho minu- número pero excelentes en las prestaciones, y en grandes almacenes (y el primero de ellos
tos, es una buena muestra de la capacidad qué mesurada unidad de lo masivo (esencial- inclusa en formato CD), de los que al me-
de condensación de Haydn —los movimien- mente lo coral) con lo ¡¡rico en incluso lo ín- nos han aparecido cuatro: uno dirigido por
tos apenas pasan del minuto— dentro del timo. A esto ayudan dos conjuntos que FerencsJk, oiro por Ferenc Sapszon. un ter-
muy popular género de la Misa breve. Las funcionan a la perfección: el coro Cantores cero por liona Andor (femeninos e infanti-
muy adecuadas interpretaciones cuentan ante de Frankfurt y el Collegium Musicum de Fn- les, precisamente) y el último por István
todo con la magnifica presencia del coro oxo- burgo, con unos solistas no-divos en perfecta Zámbó. Me refiero siempre a obras corales
niense, donde las intervenciones de las vo- comunicación estítica con un director que a capella. aunque también hay discos de con-
ces infantiles otorga una atractiva definición sabe muy bien lo que está haciendo y cuyo siderable interés con determinado lipo de
de color. Las versiones son equilibradas, de- nombre es Wolfgang Scháfer. Si me !o per- acompañamiento, por ejemplo, el órgano, y
licadas, muy vivas en los tiempos rápidos. miten, destacaría a las dos mujeres protago- para ilustrarlo recordemos un disco dirigi-
Se da un expresivo juego de luces, donde no nistas, Pamela Coburn y Cornelia Kalüsch, do por János Reményi, con Gábor Lehotka
falla el tenebrismo de un registro grave muy soprano y contralto, y desde luego al narra- al órgano, con Organedia ad missan lectam
expresivo. Las pinceladas pretendidas por dor, Wolfgang Reichmann, un actor de la y otras obras. Se trata, en iodos los casos,
Haydn con el órgano en la primera de las Mi- mejor tradición germánica, con una fuerza de producciones del sello Hungaroton. Las
sas se integran convenientemente con el res- como no he oído en las versiones francesas presentaciones siempre están cuidadas, con
to, sin caer en excesos exhibicionistas. de esta misma obra (una obra que, no lo ol- textos de interés, y en el caso de la serie de
videmos, no es desconocida en nuestras es- cuatro el Interés es superior y la presentación
pañolas salas de conciertos, y no me refiero resulta ejemplar (por ejemplo, para nosotros
E.M.M. y nuestras deudas fonográficas pendientes).
sólo a Barcelona o Madrid). El resultado es
una obra llena de garra juvenil, y sin embar- El disco que hoy comentamos es húnga-
go poderosa y medida, dramática sin desma- ro en cuanto a los intérpretes y se nutre de
dres, algo realmente grande, donde se dan obras a capella de diversas épocas e inten-
HONEGGER: El Rey David. Wolfgang la mano todos aquellos diversos estilas, sin ciones dentro de la vida amplia, comprome-
Reichmann, Pamela Coburn, Cornelia Ka- menoscabo, y, además, se hermanan, o al tida, honesta y siempre dispuesta al pacto por
Illsch, Hans Peler Blochwitz, I/>la Mullid, menos conviven, el pasado musical europeo continuar su obra pedagógica y creativa, de
Frankfurler Kanlorie. Cullegium Musicum —o parle de él, con claras retrospectivas del Rollan Kodály. Se trata de un disco muy ade-
Frtiburg: Wolfgang Scháfer. Chrístopbonis. dieciocho— y un augurio valiente del futu- cuado para introducirse a la música coral de
CD 74523. 2 CDs. ADD <?> 36:12 Y 44:32 to. Porque, precisamente, uno de los valores este compositor. El aficionado que así lo ha-
rasp. DISTRIBUIDO POR PDI. de la lectura de Scháfer es ese enfoque ha- ga y espere algo demasiado parecido a Bar-
cia lo mejor que dará el teatro lírico del si- tók se encontrara con una sorpresa: Kodály
Frente a la antigua grabación di- glo XX en los años siguientes al estreno de es menos radical, sus armonizaciones son
rigida por el propio Honegger a este Rey David, en 1921. más clásicas, menos agresivas, más inmedia-
comienzos de los años 50 (Te- tamente accesibles. Recordemos su actitud
lefunken) y !a más reciente de Dutoil (Éra- a la hora de acercarse al tealro: después de
lo) la que ahora comentamos destaca por su S.M.B. haber visto los fracasos de las tres maravi-
diferencia esencial y por sus cualidades dra- llosas obras del tríptico escénico de su ami-
máticas. En primer lugar, y según indica la go en los años diez, él se acercó a la ópera,
propia presentación del álbum, se trata de KODALY: Obras corales: Salmo 50. Kószbn- en los veinte, con una especie de zarzuela tru-
una versión alemana libre a partir del texto to. La nación húngara. Siempre larde. Te fada de motivos populares sin complicar, que
francés original, que tiene en cuenta la tra- Deum de Sandor Sik, Las chicas noruegas. conocemos como Háry Janos. Esa es la ac-
ducción germana de la Biblia de Hans Rein- Los ancianos. Canto del atardecer. La gita- titud de Kodály frente a la música popular
han. De lo segundo hablaremos inmedia- nilla está comiendo queso blanco, Veni Em- que él mismo, como Bartók, buscaba, inves-
tamente. manuel. Canto al Rey San Esteban, Punge tigaba, recopilaba, transcribía y armoniza-
Lingua, Salmo 150, Jesús y los mercaderes ba. Estos cartorce cantos corales son una
Creo que el mejor elogio personal que pue- buena selección para quienes no consideren
do hacer, humildemente, de esta grabación del templo. Coro dt Cámara de Pees (Hun-
gría): Aurtl Tilla!, direclor. BNL Produc- necesario poseer una integral. Hay obras de
es que, hasta escucharla, consideraba El Rey un foldorismo que se diría un guiño de sa-
David una obra relativamente menor en el lions BNL 112613. DDD 53:53 mus.
Distribuido por Harmonía Mundi. bor local (como la muy conocida Gilani-
gran repertorio sinfónico-coral del siglo XX. lla...), piezas devotas (como la última reseña
Ahora creo que se trata de una obra muy im- o cualquiera de los dos Salmos), y desde lue-
portante. Y es que tal vez la he escuchado La especialísima prosodia del go obras de afirmación nacionalistas, como
por primera vez. Todo parecía predisponer- húngaro hace que sean raros los la tercera reseñada, que no necesitan caer en
me en contra: al considerar a Honegger un intentos de agrupaciones vocales la encendida agresividad que nosotros tan-
compositor demasiado valorado en su tiem- no húngaras de enfrentarse al re- to sufrimos. Se trata, en fin, de una selec-
po, el estimar excesivamente pretenciosas sus pertorio nacional. Es el caso de ia amplia ción justa y plausible, producida en una visita
propuestas en obras como este Rey David y obra vocal y coral de Zoltan Kodály, cuya del magnifico Coro de Cámara de Pees en
su Juana de Arco en la hoguera, por no ha- base es esencialmente popular, producto de Francia, y ha sido grabado (1986) en la Igle-
blar de lo tediosas que me parecen algunas las investigaciones propias del material aún sia de St. Léger de Bcauvray, en el departa-
de sus cinco Sinfonías y lo sumario de sus vivo en el ámbito rural cuando el proceso de mento de Saóne et Loire. En tanto que
conocidos poemas sinfónicos breves, tipo industrialización y el auge de las pautas ur- selección se trata de un registro destinado a
Rugby o ñicific23i. Sin embargo, creo ahora banas amenazaban este tipo de manifesta- colocarse con justicia entre los evocados más
que esta obra relativamente juvenil (com- ciones musicales. Los propios húngaros han arriba. &M.B.
puesta al borde de los treinta años) es un ex- acometido la grabación de la obra coral com-
celente resumen del ideario estético de un pleta de Kodály al menos en dos ocasiones,
compositor amplio y vital. En efecto, El Rey al modo en que se grabó la obra completa
David encierra determinadas unidades de los de Bartók que los aficionados conocen por
supuestamente opuestos: la grandiosidad es sus ya varias distribuciones en España. Este
compatible con una distribución instrumen- modo es el de encargar a especialistas dis-
tal cameristica, la aportación francesa es per- tintos una tanda de grabaciones según de- KORNGOLD: Violanta. Eva Marión, Sicg-
fectamente adecuada a una propuesta terminado criterio de analogía: por una parte fried Jerusakm, Waller Berrj, Ruth Hesse,
alemana (en una época, la de los Seis, espe- los coros femeninos, por otra los infantiles, Horts R. Laubenlhal. Munich Radio Orchts-
cialmente anligermana), el heroísmo rehu- por otra los masculinos, por otra los mix- Ira: Marek Jano»ski. CBS MK 79229. ADD.
ye el patetismo, lo teatral se une con lo tos... Así, de la primera edición de obras co- Duración: 73'40".
concertistico... rales de Kodály, puedo dar fe de la existencia,
al menos, de un segundo volumen, dirigido Die Tote Sladt (de 1920) y Vio-
La interpretación es soberbia, y el entu- por liona Andor, donde se recogen coros in- lanta (de 1916) son ¡as óperas de
siasmo nos gana sobre todo por sus cuali- fantiles. Se trata de una serie grabada en la Erich Wolfgang Korngold menos
dades, pero también porque no espetábamos olvidadas de las cinco que llegó a compo-

Schereo 55
discos

ner. Seis, si contamos la obra en un acto que luego sensacional): la reproducción de la en como otras ediciones anteriores que en
se incluye en e\film de 1935 para Jan Kie- ocasiones compleja dinámica mahleriana tal su momento se han comentado. Estas dos
pura y Gladys Swarthout Give us (he ntght. vez sólo sea posible en disco, si es que quie- óperas cortas de Massenel no es de lo
Violarla fue escrita por un compositor de re oírse lodo lo escrito; la pregrabación del mejor del fondo del Instituto francés, má-
dieciocho anos, muy influido por Richard órgano y las campanas, por muy efectiva que xime cuando el protagonista principal de
Sirauss, pero ya con unas características pro- sea, atenta contra la pretendida objetividad ambas, Alain Vanzo, que es lo más inte-
pias evidentes, por el lujurioso colorido or- de Kaplan. Hasta aquí los medios; en cuan- resante del conjunto de cantantes, cuenta
questal, el sentido dramático conciso y to a los resultados, la versión de Gilbert Ka- ya con grabaciones oficiales de las dos
directo de la música. La ópera en un acto es plan serpentea en torno a la corrección. Su obras: Le jongleur para Emi, La navarrai-
un verdadero tour de forcé para intérpretes se en CBS. La versatilidad de Massenet
y director. No hay un momento de respiro: logro es probablemente la claridad, su pun- está bien presente en estos registros, que
la lensión en la batuta y la entrega de los in- to flaco la expresión. Tal vez Kaplan ha va del encamo na(/~( rozando la cursilería) del
térpretes a este drama común de adulterio temido caer en la sobrecarga emocional de juglar al verismo escalofríame (al borde de
y muerte (por lo que, erróneamente, se ha la tradición, pero se ha ido al otro extremo, la caricatura) de la navarrica. No obstante,
dicho que es una muestra del Verismo ale- el de la frialdad. Los tiempos primero y úl- las dos óperas se hacen escuchar sin incon-
mán) no permite la menor perdida de clima timo de su Segunda son construcciones sin veniente, contando la primera de ellas con
o bache. La grabación de 1980 de CBS, la alma, faltó aquél de tensión dramática y re- algunos bellos momentos como llfaut beau
primera mundial, cuenta con un director bas- sultando ésie muy artificioso. voir de Jean el Juglar o el relato de la leyen-
tante preocupado por la sonoridad, sin per- E.M.M. da de la Virgen a cargo de Bonifacio. La ver-
der pulso y fuerza, acompañando a un sión suma a su favor la batuta inspirada y
equipo de protagonistas algo desigual. Co- experta de Pierre Dervaux y la presentación
mo era de esperar, el elemento más atracti- MAHLER: La canción de ¡a Tierra. Dielrich vocal de Vanzo, un tenor excelente de línea
vo del mismo es la presencia del gran artista Fischer-Dieskau, James King y la Orquesta y fraseo, en un rol que le va como anillo al
que sigue siendo Waltei Berry, lástima que Filarmónica de Viena di rígida por Lf onard dedo. Massard, el buen profesional de siem-
en un papel, aunque sustancioso, un poco Bemslein. DECCA 417783-2 DM. Duración: pre y Bastin, Dupouy y el resto completan
corto de extensión. Eva Manon está bien pre- 6632 minutos. con la corrección esperada. El registro es del
sente con su voz todo color y empuje, en el año 1973.
papel protagonista, que no le exige demasia- La canción de la Tierra es can-
das sutilezas canoras con lo que la soprano tada, normalmente, por una En la partitura de La navarraise existen
logra con Él una de sus mejores prestacio- voz grave femenina y una agu- un sinfín de ideas musicales insinuadas pe-
nes para el disco. El conjunto de secunda- da, masculina. La maestría y el divismo de ro que, debido a los limites temporales im-
rios (con relieve), tales Laubenlhal, Hesse o Fischer-Dieskau ha impuesto que asumiera puestos, se quedan sin desarrollar. En los
Manfred Schimd en Mal leo, cumplen con la primera misión, al menos, en dos graba- apenas tres cuartos de hora de duración ocu-
desahogo y propiedad. Lástima (y el juicio ciones. Una, bajo la dirección de Paul Kletzki rre un continuo fluir de entradas, salidas, en-
es ya una constante en este tipo de tenores) y la compañía de Murray Dickie. Y ésta, que cuentros y situaciones. El oyente jamás puede
que Siegfried Jerusalem, un atractivo can- data de 1966, en plena vocalídad del baríto- aburrirse. La versión 1NA de 1963 carece de
tante de voz muy linca, no dé el preciso juego no alemán. una dirección brillante e imaginativa, pero
en un rol de Heldenienor como es el fie Al- se compensa con un convencido terceto in-
fonso. Esta carencia es ya un mal endémico El cambio no es un pleno acierto. Resia terpretativo: la desconocida Genevieve Moi-
y entrar en mayor detalle es perder el tiem- una variedad timbrica que, en una música zan, que tiende a desmadrarse a veces, Vanzo,
po. Debemos aceptar ya que esta categoría muy elaborada en este aspecto, como la mah- algo menos cómodo vocalmente que en la
vocal está, como los dinosaurios, extingui- leriana, empobrece el conjunto. Para colmo, ópera antes comentada, y Jacques Mars, un
da. Grabación, a pesar de todo, reco- Fischer-Dieskau intenta parecer una contral- Garrido cómodo y con talla.
mendable. to y sus innúmeros recursos como profesio-
nal resultan escasos para tan atrevidos fines. Para quien le interesen las alternativas:
El resultado es una lectura afectada y blan- EMI, en CD ya, presenta EUuglarzon Van-
durria, como no le ocurre a las contraltos zo, Bastin (aqui como Bonifacio; en INA ha-
F.F. en serio (¡Oh, evidentes manes de Kathleen ce del Prior), Raffalli y dirección de Boutry.
Ferrier!) La Navarraise cuenta además con dos edi-
King está correcto, aunque, por momen- ciones, de 1974 las dos: Popp, Souzay y Sar-
MAHLER: Sinfonía n°2 Resurrección. Be- dinero con Almeida para CBS; y (la de las
nita Valenie, soprano; Maureen Forrester, tos, su agudo carezca de la decisión y la in-
císividad que exige su parte, engañosamente estrellas), Horne, Domingo, Milnes, Bac-
contrallo. The Ardwyn Síngers. BBC Welsh legible. Es traicionera esta atribución, ya que quier, Zacearía con Lewis para RCA.
Choras. Cartüff Potyphonk Choir. The pretende el lirismo intimista pero también el
Dyfed Choir. Inndon Symphony Chorus & arrojo heroico, y dar ambos es faena muy
Orchestra. Director (¡ilberl Kaplan. 2 Com- F.R
extremosa para cualquier tenor.
pactos IMP DPCD 910. 83" 17" <22- 22" y
60' 55"). Distribuido por Harmonía Mundi. El señor Bemslein, autor de sonadas ope-
retas y músicas de cine bailable, está, como MOZART: Conciertos para piano n." 13
No vamos a entrar aqui en si la siempre, eficaz, enérgico y grosero. Bandea en Do K.4I5 y n.° 14 en Mi bemol K.449.
obsesión de Kaplan por la Segun- los tiempos sin excesiva racionalidad y, por Milsuko Uchida (piano), English Chamber
da de Mahler es o no enfermiza, momentos, practica una peligrosa chinería Orchesln», Jetfrey Tale CD PHILIPS 412
o en si estamos ante el gigantesco capricho vienesa de fin de siglo, que sitúa a Mahler 359 DDD 51' 12".
de un millonario. Limitémonos a examinar en los confines del País de las sonrisas de
la grabación que nos llega. Esta interpreta' su colega Franz Léhar. Es que no todas las
Chinas vienesas son las mismas, estimado se- Milsuko Uchida no ha sido bien
ción es desde luego la de un auténtico direc- ñor Bernstein. HA/. tratada (por no decir insultada)
tor de orquesta. Según sus manifestaciones en varias criticas europeas. Ale-
(Véase entrevista en SCHERZO n" 28, jada de la elegancia natural de Perahia {Con-
pp.45-50), Kaplan se propuso seguir fielmen- ciertos n." 13 y 14, CD, CBS), del color trá-
te lo escrito por Mahler en su partitura. Es- MASSENET: le Jongleur de Nolre-Dame. gico pero con mesura de Zaeharías (n.° 14,
to apunta evidentemente al problema de fon- Vanzo. Baslin, Massard, Dupouy. Coros y CD, EMI) y de la vitalidad abrupta de Ran-
do de ta posibilidad de la objetividad en la Filarmónica úr I'ORFT. Pierrt Dervaux. La ki (n.° 14, CD, Hungaroton), la interpretación
interpretación musical. De acuerdo con ese navarraise. MoUan, Vaiuo, Mars, Lovano. de Uchida puede desconcertar: ofrece un
principio —pero, ¿no es esto ya una leciU' Coro y orquesta Radio-Iyrtques. Jean- Mozart extrañamente pensativo, alejado tam-
ral—, Kaplan ha aplicado unos tempi más Claude Hartemann. Le Chanl du Monde. bién de la reflexión de Brendel. Su loque es
ligeros de los hasta ahora recogidos en la dis- Distribuido por Harmonía Mundo. LDC uno de los más refinados, la calidad vocal
cografia, ha seguido también las indicacio- 2778911/1:. Duración: I24'48". de su canto es, por lo menos, igual al canta-
nes espaciales del compositor en la coloca- bile de Perahia. Su premeditación paradó-
ción del coro y los metales en el final. A to- jicamente entrelazada con una aparente y
do esto, posible en directo, ha añadido la ca- Estas dos grabaciones proceden continua improvisación confirma la presen-
pacidad de la técnica (la grabación es desde de los archivos de 1NA (L'lnsti- tación misma de Mozart: «ni demasiado di-
tut National de LAudiovisuel),

56 Scherzo
discos

fíales, tampoco fáciles, muy brillantes- En uno de los primeros números pretes preferidos, pero para el Primero, ra-
agradables a] oído —simples pero no de SCHERZO reseñábamos un ra vez hubo una complicidad tan perfecta
vacíos—, estos conciertos satisfarán lanío el álbum de EM1, de 5 LP, prota- entre solista, director y orquesta (Slern con
entendido como el público sin que este últi- gonizado por el pianista Dalton Baldwin y Mitropoulos o con Bernstein). Járvi ha fir-
mo sepa por qué», Por ejemplo, en el tercer los cantantes Eli y Ameling, Nicolai Gedda, mado una de las integrales de las Sinfonías
tiempo del Concierto n." 13, la construcción William Parker, Michel Sénéchal y Gérard de Prokofiev más interesantes (¿con Kosler
en secciones está unificada en la versión de Souzay, que suponía casi un integral de las y la Filarmonía Checa?): ha creado un so-
Perahia, mientras Uchida acentúa los episo- canciones de Francis Poulenc Dentro de su nido propio con la SNO, desde los truenos
dios, en suspense, subrayando asi la sorpren- amplio y no siempre regular repertorio, la más aterradores hasta la transparencia más
dente libertad de la escritura. Sólo se podría música vocal (tanto las obras corales o refinada, Lydia Mordkovitch parece la solista
poner un pero: Mozart escribió una versión sinfónico-corales, como las tres óperas y sus más idónea: su sonido es recio, vibrante, vi-
de los mismos Conciertos para piano y cuar- numerosas mélodies o canciones) destaca es- talísimo, su técnica le permite burlarse de las
teto de cuerdas. Esta ultima opción hubiera pecialmente y convierte a Poulenc en un terribles dificultades (segundo tiempo del
podido ser más afín con la delicadeza de compositor con un mundo propio, especial, Op. 19). Con Stoika Milán ova (otra de las
Uchida. donde tienen cabida la burla y la ironía, pe- primeras violinistas sin representación dís-
ro también el sentimentalismo y el recogi- cográfica), Lydia Mordkovitch trata el Pri-
P.S.: Las intervenciones de las orquestas miento. Sus poetas preferidos fueron mer Concierto con humor, prefigurando
son distintas en las versiones citadas. Se de- Apollinaire y Eluard, y así lo hicimos cons- Pedro y el lobo; humor que le permite tra-
be seguramente a las ediciones empleadas. tar en un programa de tres horas de dura- tar la «mezcla de cuento de hadas naif y
ción en Radio Dos (marzo de 1986), audaz salvajismo» (Sziget) con infinita su-
P.E. dedicado a las canciones de este composi- tileza.
tor basadas en poemas de tan especial! si mos
vates. Esta selección hace justicia a tal pre- P.E.
ferencia, pero no olvida otros autores bien
MOZART: Pequeña Música nocturna KV amados de Francis Poulenc, como Louise de
525. Serenata nocturna KV 239. Sinfonía Vilmorin (la autora originaria de la Mada-
concertante KV 364. Orquesta Filarmónica me de... Max Ophüls), Louis Aragón, Luise
Lalanne, Ronsard, Cocteau, Valéry y el mis- PUCCIN1: Madama Butterfly. Scotlo, Ber-
de Berlín. Dir.: Karí Bohm. IX G. «Privile- gonzi, Panerai, Si Staslo. Coro y Orquesta
gt» 427208.2 AAD y ADD. 63' 04". MO- mísimo Charles d'Orléans, contemporáneo
de Villon y padre de rey (Luís XII). del Teatro de la Opera de Roma. Director:
ZART: Sinfonías n" 31 «París», n° 40y n" Sir John Birbirolli. EMI 2 CD. CMS
41 «Júpiter». Orquesta Filarmónica de Ber- 7696541. ADD. Duración: 141*»".
lín. Dir.: Karl Bohm. D. G. «Privilege» La selección tiene una lógica considerable
427210.2 ADD 73' 03". como antología-recital, como concierto mo- Ya son varias las Butterfly apa-
nográfico de más que aceptable duración. recidas en CD. La presente, últi-
Karl Bohm ha sido uno de los Los protagonistas son la soprano Felicity ma hasta el momento, es un
grandes directores mozartianos y Lott y el pianista Graham Johnson, que in- registro realizado en 1966, realizado en un
aunque las preferencias persona- vitan en su recital a otros tres famosos, pa- momento en que su director, poco antes de
les de algunos se puedan inclinar hacia otros ra animar una agradable velada. Poulenc morir (1970) se acercó hacia la interpretación
(Krips, por ejemplo), no creo que en el te- visto por ingleses que pronuncian espléndi- operística en disco. En efecto, por esas fe-
rreno sinfónico se puedan poner en duda ni damente parece ganar en intencionalidad y chas, Barbirolli grababa también Dido y
la validez de sus criterios ni los resultados al mismo tiempo en una apariencia de lige- Eneas con Victoria de los Angeles; poco des-
de su dirección, especialmente cuando cuanta reza que hace aún más grande la empresa. pués, Olelto con Jones, MacCracken y
con la intervención de una orquesta como Quienes sólo deseen poseer una selección de Fischer-Dieskau, y puede sumarse aquí, el Ré-
la Filarmónica de Berlín, de la que, junto con canciones de Poulenc deben caer sobre esta quiem verdiano. Y la valoración de esta Ma-
la de Viena, poco a nada queda por decir. oportunidad. A quienes posean el álbum dama Butterfly es preciso iniciarla hablando
Con eslas grabaciones tenemos ocasión de EMI les puede venir bien realizar compara- de la batuta, que da a la partitura puccinia-
escuchar un Mo/art lleno al mismo tiempo ciones, que les garantizamos instructivas. Se na una claridad, frescura e interioridad hasta
de vitalidad y de profundidad, aunque en la trata de un recital sutilmente interpretado a entonces casi nuevas o desconocidas. Habría
Pequeña música nocturna, grabada en 1986 partir de unas piezas que, precisamente, ne- que exceptuar, no obstante, la versión de Ka-
(el resto corresponde a grabaciones muy an- cesita! algo asi. Por cierto, el recital conclu-
rajan de once años atrás, gracias a la labor
teriores) se acusa una excesiva lentitud, con- ye con una pieza ausente del álbum EMI, Les de su protagonista absoluta, del talento dra-
secuencia probable del estado físico en que chemins de l'amour, con texto de Anouilh mático por todos conocido, María Callas.
se encontraba Bohm en los últimos anos de para su comedía Leocadia. Las excelentes versiones anteriores (Angeles-
su vida. -Di Stefano, Angeles-Bjoerling, Tebaldi-
S.M.B. Bergonzi) contaban por el apartado canoro,
En resumen, reedición en discos compac- menos por las batutas, todas de oficio (y de
tos de precio medio, de antiguas grabacio- muy buen oficio) pero de sonoridad orques-
nes, con buena calidad de sonido, recomen- PROKOFIEV: Conciertos para violín Op. 19 tal de telón de fondo. Con Barbirolli la or-
dables para cualquier aficionado a la buena y 63. IjdU Mordkovilch (violín) Srottish Na- questa adquiere un rango de primera línea,
tional Onh futra. [SetmeJárvi.CDCHAN- pero sin jamás ofuscar, postergar al solista.
DOS OÍAN 8709 DDD 47'31. Distribuido Barbirolli, siempre cuidadoso de la narra-
EM.-AM. por Harmonía Mundi. ción, descifra la más mínima gradación, des-
taca el matiz más oculto y consigue una
lectura de un relieve orquestal esplendoro-
El Primer Concierto está conce- so, a la par que hace emerger, teatralmenie
bido como un moderno Concer- vivido, el drama. Digamos, sin embargo, que,
POULENC: Voyage á París. The Méloáies tó Grosso en el cual, poco a por momentos, esto se consigue por medio
ofFrancis Poulenc: Voyage á París, 2 mélo- poco, el primer violín destaca, engarzado en- de una lentitud o una pomposidad que pue-
diesdeG. Apollinaire, Bleuel, Voyage, Ho- tre los instrumentos de la orquesta; necesita de irritar o molestar. No hay cielo sin nubes.
tel, Trois poémes de Louise Lalanne, Teljour una intensa complicidad entre director y so- Tuvo, además, Barbirolli el privilegio de
/elle nuil, Til vois lefeu du soir, Métamorp- lista para traducir este peculiar juego de pre- encontrarse en los estudios con un terceto vo-
hoses, Cotloque, Deuxpoémes de Lois Ara- cisión. Se vuelve a encontrar la misma cal de categoría poco común. Renata Scot-
gón, Priez pour Paix, A sa guitare. Toreador. exigencia en otro plano, el de los cambias to está a medio camino entre Victoria de los
IVOÜJ voulons une perite soeur. Le chemins de atmósfera: lirismo y alegra burla. En el Angeles y María Callas. A la primera se acer-
de l'amour. FeJkity Lo!I, soprano, y miem- Segunda (estrenado en Madrid en 1935), de ca por la latinidad del timbre y la morbidez
bros del SonRmakers' Almanac (Ann Mu- corte más clásico, la relación solista-orquesta del fraseo; a la segunda por la intencionali-
rray, A. Rol fe Johnson j Richard Jackson). es más tradicional: escritos a unos quince dad dramática, La combinación es fascinante
Graham Johnson, piano. HYPKRJON. Tht años de distancia, los dos Conciertos for- y aquí eslá el resultado, donde la soprano,
Songmakers' Alminac Collection. CDA man, sin embargo, un díptico coherente. para añadir virtudes, se encuentra en un óp-
66147. CU DDD. 65:46 ra. Distribuido por
Harmonía MundL Para el Segundo Concierto es posible que
cada uno busque las versiones de sus intér-

Scherzo 57
discos

timo momento vocal. No así en ta realizada lúgubre de evidentes reminiscencias cnaikovs acerca a ella con un serio intento estilístico.
versión de algunos años después, que es me- kianas. Se inserta, aunque en un tono de ma- Malgoire ha pretendido acaso un equilibrio
jor ignorar. E] Pinkerton de Bergonzi es el yor discreción, en la serie de producciones entre su comicidad y la idea de Rameau co-
mejor fraseado de toda la historia del dis- sin fon ico-corales espectaculares para gran- mo clásico. Esto ha perjudicado la dimen-
co. El canto es fluido, de maestro de teno- des masas de ejecutantes que prolifcrarían sión humorística de la comedie-ballet, que
res. La voz, ya se conoce. Hay quien es en Europa en los años anteriores a la Gran en la versión es más bien una ironía un lan-
susceptible de seducirse por timbres más be- Guerra y en las que el lujo y el despilfarro ío seca, los cantantes, en consecuencia, se
llos. Rolando Panerai, fallo de redondez en de medios empleados no siempre estuvieron
en consonancia con los logros artísticos al- han visto obligados a componer sus perso-
los medios, es el gran barítono-arlista (en la najes de una forma un tanto forzada. Sin em-
línea de Gobbi y Taddei) de todos admira- canzados.
bargo, en lo musical el trabajo de conjunto
do. Da una humanidad al personaje insóli- Rachmaninov permanece ajeno al encan-
ta. Eficaz asimismo es la Suzuki de una es magnífico, siendo ésie probablemente uno
tamiento de las campanas místicas de Kilezh de los mejores logros de la carrera de
profesional de la experiencia de Arma di Sta- cuyos ecos y resonancias alumbraron todo
sio. Técnicamente, la grabación es muy buena Malgoire.
un ámbito de distancia y perspectiva en el
¿que más pedir? que se adentrarían Dcbussy y Ravel. El sub- E.M.M.
jetivismo mórbido fin de siécle le abocan a
F.F. sensaciones táctiles antes que luminosas y le
incapacitan para desembarazarse del demo- RAVEL; Bolero. La Valse. Menuet Antigüe.
nio romántico. Daphnis et Chioé, 2'suite. Pavone pour une
PURCELL: The Deum y Jubílate en re ma- Completa el disco la cantata La Primavera en/ante defunte. Alborada del Graciosa Or-
yor. My Hearl is inditing. O sing unto the para barítono, coro y orquesta sobre un poe- questa Filarmónica de Nueva York: Pten*
Lord. They Ihat go down lo the sea in ships. ma de Nekrasov del año 1902 que participa Boulez. CBS Mastenvorbs Pon rail MPK
Praise, the Lord, O Jerusalem. Choir of de la exaltación pasional del Concierto pa- 44846. C U AAD. 65:17 rain.
Chrisl Church Cathedral, Oxford. The En- ra piano n.° 2 de la misma época y los Ibes
glish Conceri. Simón Presión. ARCHIV. Ga- Corvs Rusos Op. 41, una de las escasas obras, El ciclo orquesta] de Ravel gra-
llería (Serie media) 427 124-2 AGA. CD apenas media docena, que compuso después bado por Boulez con la Filarmó-
ADD 6T30". de su emigración a Occidente, y en la que , .__ nica de Nueva York (y el con-
paradójicamente apela a algo que hasta en- curso de la de Cleveland para la Fantasía es-
tonces había dejado de lado, el folklore de pañola y la Alborada) a principios de los se-
Este CD quiere seguramente su país natal, ahora en clave nostálgica. tenta es ya legendario. Nos hemos referido
ofrecer las obras más atractivas a él repetidamente cada vez que reseñába-
del álbum de 3 LP que Archiv La versión de Las Campanas de Kilaien
ko es impetuosa y brillante, un tanto suma- mos algún Ravel, y es que no había otro re-
editó en 1981 de la música vocal de Purcell. medía Como con Debussy o Stravinski,
Tiene el indudable interés de las estupendas ria, sin cuidar los matices necesarios para
traducir la estética decadentista que siempre Boulez dio en el clavo mediante el descubri-
intervenciones del coro y el magnifico tra- miento de lo que antes no era evidente. Bou-
bajo de la cuerda del English Concert. Sin se ha asociado con el compositor. En cam-
bio, Svetlanov, que se ha revelado como un lez es un excelente descubridor de lo que
embargo, Preston no se muestra especialmen- estaba ahí, sin ocultarse, pero que no era ma-
te purcelliano. Su tendencia es a enfocar las intérprete plenamente indentifícado con es-
ta música, consigue una comunión sentimen- nifiesto. Su gran acierto es, quizá. La Valse
obras con una óptica que podríamos defi- más rechinante que nunca, cualidad de ta que
nir como haendeliana. Las interpretaciones tal, que deja en un segundo plano los
problemas técnicos, de todas formas muy participa también su Bolero (aunque, para
son vivaces y se mueve, sin duda, por los cau- rechinar, por ahí está una grabación pirata
ces de un general idiomatismo barroco, pe- bien resueltos, especialmente por un coro so-
bresaliente que dice su pane con un verbo de ambos del maestro Mitropoulos, que corta
ro parece más propio del XV11I que del el aliento). No es necesario extenderse, puesto
XVII. El rutilante servicio integrado por el y una claridad insuperables.
que se I rata ya de un clásico, cuando ape-
Te Deum y el Jubílale es expuesto con toda nas han pasado catorce años de la última de
brillantez, evitándose, desde luego, la vacua ac. estas grabaciones. Limitémonos a recomen-
pomposidad. De la labor solista debe desta- dar este CD a quien no lo tenga, advinién-
carse a David Thomas, por su potencia y mu- dole —eso sí— que la suite segunda de
sicalidad. RAMEAD: Platee. Rivenq, Ragon, Baudry, Daphnis está sacada de la integral de ballet
GardeH, Poultnard, Brewer. Miembros del (puesto que consiste, justamente, en el final
Conjunto Sagilarius. Conjunto Vocal del de la obra), que incluía aquel ciclo, y que la
RMM. Centro Nacional de Inserción Profesional de preciosa Alborada ahora recogida se la di-
Arle Lírico de MarsHIa. La Grande Lcurie rigió Boulez a Cleveland (algo que el disco
el La Chambre du Hoy. Director Jean- no dice, aunque reseña ambas orquestas, sin
RACHMANINOV: Las Campanas. Op. Í5. Cliudc Malgoire. 2 Compactos CBS M2K decir cuál toca qué).
Sergie Larin, tenor; Natalia Mikhailova, so- 44982. 64' 57" y 73' 29".
prano; Vuri Mazurok, barítono; ( o r o s del
Teatro Bolshol de Moscú: Orquesta Sinfó- Diderot afirmaba que la obra de S.M.B.
nica de Moscú; IWr.: Dimilrí Kilaíenko. La Rameau no sobreviviría más de
Primavera, Op. 20 y Tres Cantos Rusos. Op. diez años a su autor. Para nues-
41; Sergei Yakovenko, barítono; Coros Ru- tra fortuna, el gran filósofo se equivocó es- RAVEL; Integral de la obra para piaña Vo-
sos Yurtov y Orquesta Sinfónica de Moscú; trepitosamente y nuestros días ven cómo lumen V.Valses nobles et sentimentales, La
Dír.: Evgueni Svetlanov. LA CHA NT DLJ aumenta la discografia del compositor. Valse, Prélude, Menuet sur le nom de
MONDE LDC 27i 927 CD. Distribuido por Haydn, Jeux d'eau, Fronlispke, Caspard
Harmonía Mnndi. Platee es un curioso ejemplo de comedia
en el marco de las severas reglas de la esce- de la nuil. Begoña Uriarte y Karl-Hermann
na francesa del XVIII, dirigida» a potenciar Mrongovius, pianos. WERGÜ WER
El poema para solistas, coro y or- claramente la tragedia. Lo cómico se intro- 60140-50. DDD 60:57 mns.
questa Las Campanas de Rach- duce en la misma música de Rameau, que
maninov (1913) pertenece a la secunda el argumento mitológico en clave de El dúo formado por la española
época más fecunda del compositor que vio humor con distorsiones, extrañas colocacio- Begoña Uriarte y el alemán Karl-
nacer los 13 Preludios Op. 30, La Liturgia nes de acentos y vocalizaciones estrafalarias. Hermann Mrongovius es bien co-
de S. Juan Crisóstomo, los Eíudes-Tableaux, Se sirve también de la onomatopeya, imitan- nocido de los aficionados a la música de
las 14 Canciones Op. 34, la Segunda Sona- do cantos de pájaros y croar de ranas. La nuestro siglo. En su exigente discografia fi-
ta y la Vísperas Op. 37. Las Campanas, so- obra tuvo un gran éxito en su estreno en Ver- guran auténticas hazañas como una excelente
bre un poema de Edgar Poe traducido al ruso salles en 1745, varios años antes de que La lectura de las Visions de l'Amen de Messiaen
con ligeras modificaciones por fíonstanlin serva padrona desatara la célebre querelle en los anos setenta (Harmonía Mundi) o la
Balmont que evoca cuatro tipos de sonidos des boujfons. Música ricercata (con otras obras) en un dis-
de campana para simbolizar cuatro etapas co dedicado a Gyórgy Ligeti (Wergo, 1985).
de la vida humana, es una verdadera sinfo- De Platee hubo una vieja versión dirigi-
da por Froment en 1956 La actual de Mal- Es probable que sea necesario un dúo como
nía en cuatro movimientos, el último lento éste, tan especialmente compenetrado des-
goire respeta la integridad de la obra y se

58 Scherzo
discos

de mucho tiempo atrás, para hacer frente a Es decir, en este caso estarla fuera de lu- SATIE: Obras pianísticas de juventud. \a\.
un integral de Rave! con las características gar apelar a comparaciones con ravelianos I: Gnosiennes, Petile ouverture a danser,
que pueden deducirse de esta primera entre- de antes o ahora (Casadesus, Perlemuter, Prélude de la porte heroique du ciel, Dan-
ga. Las obras reseñadas pueden indicar al- Samson Francois, Gicseking, Meyer, Cros- sesgothiques. PHILIPS d a s s k s 4 1 2 243-2.
gunas de las intenciones posibles de esla seley, Argerich, Lcfébure, Février...) porqué ADD. 44:06 mns.
integral: dos pianistas, que han formado dúo la opción es completamente distinta, y esta SATIE: Obras pianísticas de juventud. Vol.
desde siempre, acometen la obra para piano opción radica en hacer otro Ravel no revo- ¡I: Ogives. Gymnepédies, Sarabandes. PHI-
solo y para dos pianos o piano a cuatro ma- lucionario, pero sí diferente, donde el cere- LIPS Classks 420 472-2. ADD. 50:00 mns.
nos (e incluso cinco, como en el caso de in- bro, rnás que los dedos, parece querer Ambas: Reinberl de Leeun, piano.
habitual Frontispice) con un concepto desmenuzar los sonidos y tener sumo cuida-
individual, pero repartiéndose las responsa- do en no dejarse traicionar por ese peligro-
bilidades en las obras para piano solo y asu- A principios de esta década que
so utensilio que es el pedal, creador de etéreas ahora concluye apareció un bo-
miéndolas conjuntamente en las restantes. sonoridades de tas de este primer CD rave-
Asi, poi ejemplo, dos de los platos fuer- nito álbum de tres LP con la
liano. Tal vez futuras entregas nos permitan Obra pianística de juventud de Erik Salie.
tes de este recital. Valses y Gaspard. son in- extendemos con mayor perspectiva sobre una
terpretados, respectivamente, por Mrongo- Estos dos CD que reseñamos son, exacta-
integral que, de momento, consigue inquie- mente, los dos primeros LP de dicho álbum,
vius y TJriarte Las obras son demasiado di- tarnos.
ferentes en [re si como para advertir simili- que había sido grabado entre 1977 y 1980 por
tudes. Pero es el tercer plato fuerte, la versión el excelente pianista holandés, y gran anima-
para dos pianos de La Valse, la que sirve de dor de música de cámara, Reinbert de Leeuw.
S.M.B. Salie es un compositor menor y lleno de en-
unificación de criterios. Al mismo tiempo,
el recital —precisamente con estas tres gran- canto. Es menor si lo comparamos con al-
des piezas— nos coloca frente a una de las gunos de los gigantes mayores que él, como
RAVEL: Bolero y Rapsodia española. CHA- Cesar Frank o Ernest Chausson, o contem-
características de Ravel, sobre la que hemos BRIER: España. FALLA: El amor bruja
hablado en este revista (SCHERZO n." 8, do- poráneos, como Claude Debussy, del que al-
Orquesta de la Suisse Romande dirigida por guna vez se pretendió maestro (sin duda
sier Ravel, III años): en Ravel la imrumen- Ernesl Ansermet. Solista: Marina de Gaha-
tación es la obra; una transcripción, además, azuzado por el revoltoso Jean Cocteau cuan-
raín. DECCA 417691-2 I X . Duración: 60.08 do aquello de Los Seis, en una época en que
no siempre es posible. En Gaspard es invia-
ble por la pura inexistencia de dimensión Debussy ya no podía defenderse). Ese encan-
horizontal, puesto que el acorde y lo verti- to es algo tan innegable como fácil de en-
cal son todo en ella. En cambio, es perfec- Entre 1957 y 1966 dirigió Anser- contrar, precisamente, en sus piezas de
tamente plausible en Valses nobles el met estas versiones de música di- juventud montmartroise. La opción de Rein-
sentimentales, pero el discurso de la versión recta o indirectamente española. bert de Leeuw es poco ortodoxa: crea un cli-
orquestal —por la especial paleta de Ravel— Cabe decir que la toma original es ejemplar- ma sonoro de cierta tensión, mórbido y muy
la convierten en algo distinto, y no sólo por mente límpida y equilibrada, lo cual permi- íntimo, a fuerza de pedal y de sonoridades
la mayor disponibilidad de medios en la or- te recuperarla con trucos digitalizantes y sostenidas. Por ejemplo, sus Gnosiennes es-
questa, sino por el especial y decisivo senti- obtener un resultado espléndido. tán en las antípodas de las de Samson Fran-
do del color raveliano. Esto se advierte aún Ansermet asistió a la creación de algunas (ois, alejadas éstas del romanticismo,
más en las piezas para piano a cuatro ma- de estas páginas y ayudó a difundirlas en tie- tomadas como piezas nerviosas, agitadas.
nos o para dos pianos, donde la acumula- rra de infieles, cuando ello suponía riesgos Reinbert de Leeuw, en cambio, les concede
ción sonora podría hacer esperar una mayor de escándalos. Recordemos su labor de líder una parsimonia langoureuse. pero el resul-
igualdad o equiparación con los efectivos modernista al frente de la APO de Buenos tado es francamente hermoso y digno de
sinfónicos. Pero sucede precisamente lo con- Aires en la década de los veinte. aceptación. Como sucede con su Ogives, por
trario, y para comprobarlo basta con escu- poner otro ejemplo, que se convierten en una
Sus lecturas, ya en sus años de madurez, especie de domésticas marchas fúnebres; o
char ambas versiones de Ma mere l'Oye no pueden ser más interesantes. Ante la li-
(ausente de esta primera entrega) o de Lo Val- con las de Gymnopédies, donde se fuerza un
nea que privilegia el sensualismo del color tanto el lempo habitual. En general, de
se. Encontramos en este CD, precisamente, (imbrico y la atmósfera de embriagante va-
una desacostumbrada versión de esta obra Leeuw huye del Satie juguetón y humorísti-
porización sonora (Monteux, Munch), An- co; no lo hace romániieo, pero si muy apro-
decisiva, dramática y, sin embargo —como sermet escoge un Ravel más calvinista.
siempre en Ravel—, distante sin ser fria, ele- piado para la escucha en soledad, o en escasa
basado en un desbrozamicnto intelectual de y dilecta compañía, sobre todo los días de
gante sin amaneramiento, entrañable sin la compleja textura de la orquesta, con una óp-
identificación subjetiva. Y, en mi opinión, lluvia. Pido excusas, pero prefiero no borrar
tica diáfana y honda de los planos instru- lo anterior. De alguna manera hay que ex-
uno de los grandes aciertos de las lecturas mentales y en un sutil subrayado de los nudos
de Uriarte y Mrongovius es, precisamente, presar esta manera tan distinta de attordar
armónicos, lodo ello sostenido en un exqui- al Satie pianístico, algo tan diverso a lo que
la fidelidad a estas premisas, a este modo de sito tratamiento de tos ritmos, basado en una
entender a Rave! que se encuentra en los pro- hicieron Aldo Ciccolini o Jean-Joél Barbier
diferenciación constante de las formas diná- en los años sesenta, o France Clidat al mis-
pios pentagramas del músico, no siempre micas y en un montaje adecuado de las me-
manifiesto, pero sí presente como exigencia mo liempo que R. de Leeuw, por no referir-
lodías correspondientes. Ansermet opta por nos al humorístico fervor de los mismísimos
insoslayable. La opción de Uriarte- la austeridad y la inteligencia, huyendo de
Mrongovius parece incluso demasiado cura- Février, Poulenc, Aune e incluso Milhaud.
todo colorismo obvio y de cualquier espec- Algo tan diverso, sí, y sin embargo, tan lle-
da de énfasis, en la propuesta de un Ravel tacul andad.
considerablemente depouillé, acaso producto no de (otro tipo de) encanto.
de su gusto por la música contemporánea, Recomendable, en especial, es la lección
en especial por aquella que tiende hacia la del Bolero, no sólo por el paciente juego del
abstracción o hacia lo inefable, como era el volumen que crece, sino por las inflexiones A estas dos entregas les falta aún olra pa-
caso de las dos grabaciones citadas al prin- variadísimas que se diseminan a los i ni ru- ra completar aquel álbum: en ella tendrán
cipio. No es tampoco un Ravel pianística- men los solistas y las matizaciones de la ba- que estar las Sonneries de la Rose+ Croix,
mente virtuoso, pero sí tremendamente se rítmica. La página se convierte, de mero las Piécesfraides, la Priéde y los Quatre Pré-
cerebral, donde, por ejemplo, parece preten- ostinato bailable y crecendo de volumen, en ludes. En resumen: recomendable si no se te-
derse la ruptura en determinado momento un ejercicio de variaciones sobre una escue- me errar por la vía de la heterodoxia y, desde
de las propias danzas (los valses en aquellas ta forma dada. luego, si interesa este repertorio menor donde
dos piezas), en una especie de aplicación — destaca, por la propia calidad de la suite, la
acaso ajena a los propios intérpretes— del Falla aparece como un ironista y un pa-
rodista del ftamenquismo del café-conceri, serie de Gnosiennes del primero de estos
efecto V brechúano a una música que ya es dos CD.
distante de por sí, arrebatándole deliberada- servido con una gracia orquestal constante-
mente lo entrañable en una especie de aná- mente inventiva. Ansermet no lo traduce al
lisis implacable y sin concesiones francés ni lo oscurece con fastidiosos pate- SM.R
(especialmente en Valses nobles). tismos andaluces de pena negra. El suyo es
un Falla lujoso y divertido, dentro del cual
intenta subsistir la modestísima señora de
Gabaraín.
B.M.

Scherzo 59
discos

SCHUBERT: Obras completas para piano, SCR1ABIN: Sinfonía n." 3 en do menor op. por el de esa lucha que, a pesar de denomi-
yol. 1. Cilbert Scbuditer. TUDOR, 3 CD 43, «Poema Divino». CHAIKOVSKI: Ro- narla agonal, tiene poco que ver con el mo-
744/46 ADD 64' 14", 65' 58" y 66' 13". Dis- meo y Julieta, Fantasía—Obertura. Orquesta delo griego, donde lo ritual, a pesar de la
tribuido por Harmonía Mundí. de Filadelfia: Riccardo Muli. EMI CDC 7 tentación naturalista del periodo de culmi-
491152. CU. «8:41 mns. ÜDD. nación de la tragedia (Eurípides, el gran en-
Segundo de los cuatro volúmenes frentador...), impedía el pathos según lo
que componen esta edición de ta Scriabin: uno de esos nombres entendemos nosotros (y que no tiene nada
obra completa para piano de que, sin que nadie les niegue su que ver con la catharsis teorizada por Aris-
Franz Schuben. Que yo sepa, es la única pu- importancia, no parecen incor- tóteles). Y si uno de los problemas a la hora
blicada en disco compacto y, de ser asi, en porarse plenamente a los repertorios sinfó- de interpretar el Scriabin orquestal es el de
ello radicaría su único interés, puesto que el nicos, a pesar de que deberían pertenecer a equilibrar aquí o allá según la opción —
pianista G. Schuchter hace una interpreta- ellos por pleno derecho, sobre lodo ahora puesto que Scriabin es desmesurado y de una
ción un tanto cuadriculada, inexpresiva y con que nos acercamos a los cien años de la com- incoherencia vital que constituye un atrac-
escaso; matices. La sucesión de las diferen- posición de sus obras orquestales. Aparecen tivo, pero que precisa una redefinición—,
tes obras obedece a un criterio de orden al con cuentagotas las obras de este extraordi- Muli consigue una especial lógica donde hay,
parecer aleatorio, y así escuchamos entremez- nario y tardorromántico compositor, acaso sobre todo, tragedia —es decir, dramática
cladas danzas, sonatas y variaciones, lo que, frenadas por el conservadurismo esencial de consecución de un destino, en este caso so-
en cierta medida, alivia un poco la monoto- esa institución omnipresente y de futuro no noramente anunciado desde esos graves acor-
nía de la interpretación. Quizá sea mejor es- garantizado que es la orquesta sinfónica. O des iniciales del metal que, recurrentes,
perar a la publicación de otra grabación de se renueva la orquesta o muere. Y para re- reaparecen y se muestran esplendorosos y he-
la integral a cargo de un pianista más acre- novarse tendría, primero, que echar mano de roicos, justo en el final de! primer
dilado y, mientras tanto, conformarse con la ese repertorio ya casi secular en que se en- movimiento— y también ese desgarramien-
obra incompleta, pero mejor interpretada. cuentran nombres como el de Scriabin. Re- to patético que le emparenta con el Chaikovs-
cuperados hace tiempo Bruckner y Mahler, ki de la obra con que se empareja en este CD.
hace veinte años escasos (cuando Brahnn Si esto es válido para las Lutles (primer mo-
RL.-A.D. empezaba a dejar de ser raro en nuestros pre- vimiento) también lo es para lo que podría
cisos pagos), la insititución se muestra re- ser un remanso (las Voluptés), cuyos tensos
nuente, desconfiada, prudente... Al principio interludios no consiguen aliviarnos la espe-
de esta década, cuando apareció el ciclo ra, y menos aún para el apotesis fija] (Jeu
Scriabin de lnbal con Frankfurt, comentá- Divin), especie de Ascensión; esto es, los dos
SCHUTZ: Musikalische Exequien, Op. 7. movimientos finales, que no llegan en total
Motel. Camicum b. Simeonis. MONTE- bamos en Ritmo que el suyo era uno «de los
nombres destinados a oírse a menudo en el a la duración del primer tiempo. Nos encon-
VERD1: Madrigales (Selección Libros I. VII, tramos, pues, ante tina lectura más dramá-
VIH y IX). Solistas vocales. Ensemble Ma- gusto de los aficionados frente a lo manido
de los programas». Ahora sabemos dema- tica, más teatral, que la de lnbal, y más
drigal (dir.: Stoyan Kralev). Coro de ni Sos próxima —pero en otro idioma— a la de
Bodra Smyana. Orquesta de Cámara Solis- siado bien que los problemas de las orques-
tas sinfónicas, a modo de árboles, son Svetlanov, autores ambos de ciclos scriabi-
tas de Sofía. Dirección: Vassil Kaiandjiev. nianos que acaso habría que reconsiderar con
FORLANE UCD 16546. UDD. 70'45". Gra- muchos, demasiados, y que no siempre —
casi nunca— dejan ver el bosque del reper- entusiasmo. Por no referirnos a uno de los
bación en directo realizada en el marco del ¡estamentos de Kondrashin, que tuvo tiem-
Festival Internacional de Sofia 1985. Distri- torio. Los aficionados son muy culpables,
por conservadores y miopes. Los programa- po de grabar con la Orquesta de Concertge-
buido por PDI. bouw de Amsterdam esta misma Sinfonía en
dores, por poco audaces. Y eso que no esta-
mos en Estados Unidos, donde el repertorio una versión modélica, precisamente, en equi-
Nos hallamos ante una grabación es archiconservador, como su público, sus librio.
HOnilJIlBH
de resultados muy contradicto- instituciones, sus patrocinadores, sus volan-
rios entre sí, hasta el punto que tes, su dinero. Es igual. No siempre se da la
uno no sabe si desaconsejar al lector su ad- imaginación que preside esle recomendabi- Es preciso destacar desde el principio al-
quisición o bien alentarla. Por un lado está lísimo disco: un Chaikovski, nombre taqui- gunas versiones ejemplares del Romeo y Ju-
la versión de un puñado de Madrigales de llera donde los haya, pero con un título no lieta de Chaikovski: Munch. Dorati,
Monteverdi, en unas interpretaciones clara- demasiado habitual, un Scriabin para remo- Sanderling... y, desde luego, Svetlanov. Si el
mente a evitar, transcritas para voces blan- vernos de la modorra. temperamento es semejante, el clima musi-
cas, en las que no se respetan ni la escritura cal es distinto. Decididamente, Chaicovski es
original —en tanto lo concerniente a las vo- más ruso, porque Scriabin era cualquier co-
ces adultas como al continuo— ni su agili- El emparejamiento es, en mi opinión, es- sa menos nacionalista. Conociendo a Muti
dad rítmica, ni incluso en ocasiones —y eso timulante. Enfrentar ambas obras a un mis- podemos comprender que pocas obras le van
es aún más grave—, su integridad. A este res- ma tiempo puede demostrarnos que no hay tan bien como ésta, por su desarrollo a par-
pecto podemos recordar la versión de Ogni diferencia, al cabo de tantos años, enlre el tir de acontecí miemos extramusicales de ca-
amante e guerrier(Libro VIII, núm 6), que pathosde Chaikovski y el agón de Scriabin. rácter lírico-dramático. Su lectura es
se nos presenta cercenada lamentablemen- En el Poema Divino, Scriabin ha dejado mesurada, con una preparación ejemplar que
te. Por favor, para los Madrigales de Mon- atrás sus gustos puramente líricos (típicos motiva y conduce la acción hacia los esta-
teverdi, diríjanse a las versiones de Raymond también de buena parte de su espléndida llidos progresivos que precipitan el drama
Leppard y e! Glyndebourne Opera Group obra pianística) para plantear auténticos poe- contenido en música tan decididamente pro-
(Philips, no sé si pueden encontrarse ya en mas sinfónicos de carácter agonal: auténti- gramática.
compacto). cas luchas, enfrentamientos, disputas con
dimensión cósmica. Es una época demasia- Pero, además de Muti, nos encontramos
Por otro lado, están las piezas sacras de do avanzada de esle visionario, pretencioso, aquí ante una de las mejores orquestas del
Schütz, en las que se muestra digna de aplau- místico, iluminado, profeta, exaltado, que en mundo, la de Filadelfia, de una capacidad
so la labor del Ensemble Madrigal, no sólo realidad fue uno de los últimos románticos, de definición y contraste realmente inhabi-
por la calidad de voces, sino por la natura- odiado por un Stravinski por razones no sólo tual, algo especialmente importante en obras
lidad y rigor estilístico de que hacen gala. personales. Como él quería, aún sigue sin ser donde los citados estallidos suelen ocultar-
A este respecto, las lecturas del Monet y el por completo comprendido casi cien años se entre aparentes remansos, que no por en-
Canlicum se revelan como ejemplares; ejem- después. Contra lo que él creía, sigue sin serlo gañosos han de confundir a quienes no los
plar es también el trabajo del bajo continuo a pesar de constituir el último paso de un traducen en sonido.
y correcta la de los solistas vocales. Lo me- romanticismo periclitado. Cuánto del pasa- Un disco, en fin, de enorme nivel, a con-
jor, pues, que podemos decir a favor de este do no hay en el Poema Divino, cuánto del dición de que nos reconozcamos con ese re-
compacto es que grabaciones con música de pasado no nos podía contar una obra cómo pertorio que, nos lo preguntamos, quizás esté
Schütz no aparecen lodos los días... ésta de estar más a menudo en los atriles de más vivo por el atrevimiento de los melóma-
Como sucede en otros compactos del se- las somnolientas instituciones sinfónicas. nos y la respuesta del disco que por la capa-
llo Forlane, en el presente brillan por su cidad gestora de los directores sinfónicos y
ausencia los textos de las obras interpretadas. ¿Por dónde se decanta Muti a la hora de las orquestas de todos los países.
traducir a Scriabin a tíñales de los ochenta?
JaR.R Lógicamente, dado su carácter dramático, S.AÍ.fl

60 Scherzo
-discos

SZYMANOWSKI: Rey Roger. Harnasie. Meditación, el Canto elegiaca el Vals a cinco Entre las dos guerras un males-
Coro y Orquesta de la Opera Nacional de tiempos conservan todo el potencial emoti- taren la civilización fue percibi-
Varsovia. Directores. Mieczy&law Mierzcjewv vo del compositor. Nadie (salvo algunos crí- do por creadores como animales
ki y Bohdan Wodiozku. Cruhadones: 1965. ticos) sabe cómo hay que interpretar: todos - -se dice— antes de un cataclismo telúrico.
OLYMPIA 2 Campados OCD 303.591 y esperamos, sin embargo, una interpretación Obras de Hermann Broch, André Bretón,
47'54". Distribuido por Discobi. AAD. distinta cada vez. Entonces ¿por qué no en- Shostakovich (su Cuarta), Vaughan Williams
cargar a Angela Brownridge una grabación (su Cuarta) fueron creadas en estado de es-
Esta grabación original de la ca- de los tres Conciertos de Tchaikowsky? Quie- pera de lo innominable. En la historia de la
sa polaca Nagrania agí upa las nes hayan disfrutado, perversamente, de es- interpretación, la versión (1938) de la Nove-
dos obras escénicas más impor- te disco, estarán esperando el próximo, na de Mahler por Bruno Walter (CD EMJ)
tantes de Karol Szymanowski, la ópera Król ¡temblando! es el ejemplo más terrible. La angustia, sien-
Roger i Rey Roger) y el ballet Harnasie. Aun- do abstracta, parece más insostenible que en
que próximas temporalmente, las dos crea- obras creadas durante la bestialidad en mar-
RE. cha {A Chité ofour time de Típpett, Sépti-
ciones responden a maneras estilísticas
diferentes del compositor La ópera expresa ma de Shostakovich...) o después {War
el gusto por la inspiración griega, con un len- réquiem de Britten). La cantata Dona No-
TCHAIKOVSKY: Sinfonía n." 6 en Si me- bis Pacem, creada paralelamente a la Cuar-
guaje musical entre el exotismo y la acepta- nor, Op. 74, «.Patética». Francesco da Rimi-
ción de la influencia impresionista. Harnasie. ta sinfonía participa de la opresión sin causa:
ni, Op. 32. Philharmonia Orcheslra. el clima de irrealidad está perfectamente
por el contrario, desarrolla una estilización Director Cario María Ciulini (Op. 32). EM1
del folklore nacional polaco, tal como transmitido por Edith Wiens y Brian Ray-
CDZ 7 626903 2, compacto A D R Duración: ner Cook, sin efecto, con distancia inocen-
Szymanowski pudo conocerlo por su estan-
cia en Zakopane. Volviendo a Rey Roger, te, como sí nadie supiera nada.
apenas puede exagerarse su significación his- 7I'3O". Grabaciones: junio de 1959 en la
tórica. Se trata de una de las cuatro o cinco Kingsway Hall de Londres (Op. 74) y octu- Los Cantos místicos y la London
óperas más importantes de este siglo. El !o- bre de 1969 en los Abbey Road Sludios en Symphony son contemporáneos y anterio-
gio musical corre pareja con la gran carga Londres (Op.32). Productores: Walier Leu- res a las obras citadas. La integración de ele-
filosófica y estética que propone (de ahí que ge y Ronald Kinloch Andersnn. Ingenieros mentos populares con su frescor y misterio
sea tan lamentable la ausencia de libreto con de sonido: Douglas Lartery Alien Stagg. Ib- evocan, con una melancolía más soportable,
el texto de esta edición). Sobre un libreto de procesado a digital: 1989. Serie económica. las cosas amadas que aún están y —se
[waszkiewicz y el propio compositor, se plan- intuye— no van a durar mucho; de las co-
tea la dicotomía fundamental del ser huma- Espléndido disco. La Patética sas que cambian cuando se las está miran-
no, que toma aquí varias formas: fue uno de los grandes logros do, y cuya voz se vuelve extraña. Algo de
apolíneo-dionisi'aco; cristiano-pagano; de Cario María Giulini en los esperanza se percibe a través del tono seguro
razón-irracionalidad, pero no puede ser ex- estudios de grabación, a años luz de la que y justo del barítono, mientras el director trata
presada sólo por una de ellas. este mismo maestro hizo anos más taide para la sinfonía con ternura e infinita nostalgia.
la Deutsche Grammophon pare estrenar la Estas cosas amadas eran aún cotidianas
titularidad de la Filarmónica de Los Ange- cuando Barbirolli (con Hallé) las interpre-
Cerca de un cuarto de siglo después de ser taba con alegría urgente, y Boutt (LSO) con
grabadas estas versiones mantienen su valor les. La intensidad y pasión puestas en jue-
go, unidas-a un talante viril y profundamente pasión latiendo debajo de una británica
de punto de referencia para las obras. No se rudeza. P.E.
traía sólo de que ésta sea una edición que emotivo, hacen de esta lectura una recrea-
respete el idioma polaco (hay una en alemán) ción francamente insuperable. Puede haber
para la ópera, sino de que en ella se respira otras aproximaciones distintas e igualmen-
entendimiento por el mensaje del autor. Hay te válidas (recordemos a Mravinsky o Mar-
verdad dramática y el extraordinario colo- kevitch, por citar dos ejemplos considerados VKRDI: Messa da Réquiem. Pnce, Bjorling,
rido de la orquesta del polaco es desatado definitivos en estos pentagramas), pero és- Elias, Tozzi. Singverein der Gesellschalf der
libremente. Trabajo global de las voces más ta, insistimos, permanece en la memoria des- Muhikfreunde Wien, Filarmónica de Vtena.
que aceptable, con sensacionales intervencio- pués de la primera audición y ya no se borra. Friu Reiner. Qualtro pezzi sacrí. Yvonne
nes de Hiolski (Roger) y Dabrowski (arzo- En cuanto a Francesco de Rimini sucede otro M¡ilion. Los Angeles Master Chórale. Hlar-
bispo). La dirección de Wodiczko de Harna- tanto: el temperamento fogoso y apasiona- mónka de Los Angeles. Zubin Media. DEC-
sie nos proporciona una expresionista, ruda do de Sir John Barbirolli cuadra a la perfec- CA. 421608-2. ADD. Duración: 136*03".
y brillante realización de la partitura. ción con esta música, y habría que acudir a
algunos registros de Leopold Stokowski pa- Entre digitales y reediciones van
ra encontrar algo parecida Disco extraordi- ya rondando la docena de versio-
E.M.M. nario, en definitiva, muy bien grabado y nes que de la obra verdiana (in-
procesado y, encima, a precio reducida Aña- mensa, genial) se pueden encontrar en so-
damos que esta nueva colección enconómi- porte compacto. La que presenta ahora Dec-
ca de EMt denominada Láser tiene en su ca en su serte económica Ovation (serie,
TCHAIKOWSKY: Diez y ocho piezas para haber algunas joyas, como el Peer Gym de
piano Op. 72. Angela Brownridge. CD HE- dicho de paso, donde la marca inglesa se ha
Grieg dirigido por Barbirolli, que oportuna- volcado con registros de verdadero interés en
LIOS HYPERION CDH 88029 Tipo de gra- mente serán comentadas desde estas mismas
bación sin precisar. 68'57. todos los campos de la música) puede con-
páginas. siderarse de las más conseguidas. Sobre to-
do por el equipo de cantantes, cuya
¡Perversa Angela! Estaba escu- importancia en !a obra no precisa detención.
chando este disco sin haber po- Bjórling, nada más atacar el Kirie ya acre-
dido encontrar las partituras, y E.P.A.
dita que nos hallamos ante el Tenor que ne-
en un momento de distracción —encender una cesita la obra. Grabada un año antes de
pipa— me pareció que la pianista estaba to- fallecer el cantante (1959) el tenor es un de-
cando a Satie. Un poco inquieto, lei más de rroche de pasión, estilo y belleza de instru-
cerca los títulos de las obras. Algunos, co- VAUGHAN WILLIAMS: Dona Nobis Pa- mento. Leonlyne Price, sensual y arrolladura,
mo Tiernos reproches, L'espiegle (la respin- cem. Cantata para soprano, barítono, coro con unos pianissime memorables, a pesar de
gona). Pasado ton i ano. Un poco di y orquesta. Cinco Cantos Místicos, para ba- algunas tosquedades propias de la intérpre-
Schumann, Un poco di Chopin... pueden en- rítono, coro y orquesta. Edlth Wfens (sopra- te, logra una prestación sobresaliente, a años
lazar con algunos títulos de Saiie y hasta con no), Brlan Rayncr Cook (barítono), The luz de su colaboración con Sol ti unos años
algunos Preludios higiénicos de la mañana Londun Philarmonic, Londos Philarmonic más tarde, en RCA. Sólo en Libera me la zo-
de Rosíini. Pude por fin encontrar las par- Choir. Briden Thomson. CD CHANDOS na grave de la voz aparece un tanto descolo-
tituras; Angela Brownridge locaba las notas CHAIS 8590 DDD. 56*36". rida. Ni la mezzo, Rosalind Elias, ni el bajo,
tal cual, y muy bien. La opción interpretati- Giorgio Tozzi, tiene la categoría de la pare-
va de la pianista (el uso de la metáfora) pie- .4 London Symphony (n.° 2). Concertó ja anterior. Menos dolados vocalmente, re-
senta considerables ventajas de suspensión:
acerca dos relaciones lejanas y justas. Que Grosso para orquesta de cuerda. Th* Lon- sultan, sin embargo, por simpatía quizás,
don Symphony Oches™. Bryden Thomson. brillantes y convenientes.
los amantes de la tradición no se asusten: la
CD CHANDOS CHAIS 8629 DDD. 64*40".

Scherzo 61
discos-

La Filarmónica de Viena y el Coro de transporta a otros mundos, a otros senti- SIR ADRIÁN BOULT DIRIGE A WAG-
Amigos de Viena son los elementos de la ca- mientos. En este sentido, es un verdadero NER: Volumen 1: El Ocaso de ¡os Dioses.
tegoría areh¡sabida que siempre sobresale, ejercicio espiritual. Tannhaiiser y Tristón e Isolda. Orquestas
aunque las bal utas, a veces, actúen en su con- No podemos acabar esta corta reflexión Landon Philharnuinic > New Philharmonía.
tra. No es aquí el caso con el húngaro- sobre el disco que comentamos sin referir- EM1 CDM 7-63120.2 ADD 68' 52". Volumen
americano Frisz Reinen Reiner apuesta por nos al trabajo que nuestro compatriota Jordi 2: Maestros Cantores, Lohengrin, Holandés
la visión contrastada dinámicamente y por Savall está haciendo con su nuevo conjun- Errante, Walkiria, Si&frido e Idilio de Sig-
la lentitud (a menudo exasperante) de tem- to. La Capella Reial de Barcelona, con el que fndo. Orquestas New Philarmoni», Ixindon
pi. Sin perder, empero, fuerza y tensión la ya ha conseguida dos prestigiosos premios Philharmonic y Loados Siophonv. EM1
obra, pero sí, en momentos, emoción. Es una internacionales para su grabación de dos mi- 7-43121.2 ADD 68' 39".
lectura, en general, escéplíca o racionalista, sas de Joan Cererols, y con el que actualmen-
pero respetable. En el plano técnico, las vo- te prepara obras de Victoria. A ver si, de una Edición en serie de precio medio,
ces aparecen en ocasiones un poco en segun- vez por todas, en España podemos presumir con una buena calidad de graba-
do plano. de coros, como lo hacen en Inglaterra. El ca- ción, de dos compactos que se
Como propina, y siguiendo el ejempio de mino recorrido, aunque corto, es promete- pueden adquirir por separada Se trata de
otras ediciones del Réquiem, se completa ésta dor. Mientras tanto, discos como el dirigido grabaciones realizadas originalmente entre
con las 4 piezas sacras, en irreprochable ver- por Híll son imprescindibles, J.C.C.A. lósanos 1971 y 1975. reeditadas ahora coin-
sión, registrada en 1970. cidiendo con el centenario del nacimiento de
este excelente director británica
F.F.
Fragmentos orquestales de pasajes de las
WAGNER: El holandés errante. Hans Hol- óperas de Wagner en versiones muy cuida-
ter, bajo-barítono (Holandés); Georg Hann, das lanío en la diferenciación de los planos
VICTORIA: Responsorios de ¡¡nieblas. Co- sonoros como en la belleza del sonido, diri-
ro de la Catedral de Weslminsler. Maestro bajo (Daland); Victoria Ursuleac, soprano
(tenia); Louise Wilkr, contrallo (Mary), Karl gidas con una gran inspiración, especialmen-
de la música: David HUÍ. HVPtRION CDA te en los momentos líricos y que, indudable-
6*304 DDD. Duración: 76' Distribuido por Oslerlag, tenor (Krik). Coro y Orquesta de
la Opera Estatal de Munich. Director: Cíe- mente, son recomendables para cualquiera
Harmonía Mundi. y muy especialmente para los que son inca-
meos krauss. KODOLPHfc PKOÜUC-
TION5 RPC 32515, 1 disco compacto ADtt paces de librarse de sus prejuicios sobre la
Es difícil encontrar en la histo- Duración total: 2 h. 24 M. Grabación: Mu- duración de las óperas de Wagner, para los
ria de la música española obras nich, 1944. Distribuida por Harmonía amantes de la ópera sin voz y para los que
que puedan superar la calidad de Mundi. prefieren el café sin cafeína.
los 18 responsorios de tinieblas reunidos en
esta grabación. Es difícil encontrar en la his-
toria de la música universal una música tan Otro acontecimiento discográfi- EL.-A.D.
buena y, desgraciadamente, tan poco cono- co en un solo compacto de do-
cida como la de Victoria, del cual a menu- ble duración (el sonido es
do sólo se sabe el nombre, pero nada de su prácticamente igual que el publicado por el
obra. Es difícil comprender la razón por la
que nuestros grandes polifonistas sólo se gra-
sello Laudis en dos compactos, o sea, que
la elección no deja lugar a dudas a pesar de
RECITALES
ban en Inglaterra, y también es difícil enten- que en el disco que comentamos se tenga que
der la causa por la que en el Reino Unido escuchar la primera mitad de la ópera por
la música de Victoria, o de Lobo, o Guerre- un canal y la otra por el otro). La grabación CANTATAS BARROCAS ALEMANAS
ro, o Vivanco, o Morales, o muchos otros, procede de la radio del Reich y el sonido es (VOL. III): obras de Schein, Tunder, Bu* te-
hace furor, y aquí solamente tienen público aceptable para la época, apreciándose en se- hude y anónimas. Creía de Reyghere. Agries
cuando hay conciertos gratis en alguna igle- guida la labor de conjunto conseguida gra- Mellon y Ricercar Consorl. RIC ERCAR
sia. El Coro de la Catedral de Westminster cias a la extraordinaria capacidad de director RIC 046023. DDD. Duración: 58' 37". Dis-
ha hecho ya varias grabaciones de Victoria lírico de Clemens Kraus, quien consigue, ade- tribuido por Harmonía Mundi.
(muchas de ellas comentadas desde estas mis- más, de la orquesta un instrumento idóneo
mas páginas con similares muestras de al- para reproducir olas, vientos, mar embrave-
borozo por parte del critico correspondiente), cido, canto de marineros, etc. Y no sólo eso, La pequeña discográfica france-
y todas ellas han tenido un gran éxito en to- también acompaña a sus cantantes ayudán- sa Ricercar cada vez está hacien-
do el mundo. Nos llega ahora la úitima con doles a delinear sus personajes (olía vez la do grabaciones más interesantes,
los Responsorios de tinieblas obra funda- sempiterna pregunta: ¿Quién podría hacer acercándose además a repertorios apenas fre-
mental en la producción del abulense, y parte hoy algo asi?, ¿Carlos Kleiber?... ¿Y cuán- cuentados. Excelentes intérpretes, muy buena
de su monumental Oficio de Semana San- tos más?...) La respuesta a esta pregunta se música, estupendas tomas de sonido, etc.,
la. No es ésta la única grabación de los Res- hace francamente difícil si la aplicamos a son algunas de sus credenciales. En esta oca-
ponsorios (hace algunos meses nuestro Hans Hotter, el Holandés por antonomasia sión nos traen el tercer volumen de cantatas
compañero E.M.M. comentaba la de Pro y el máximo atractivo de esta grabación, barrocas alemanas (los dos primeros estaban
Cantione Antiqua y Bruno Turner), pero co- quien con sólo 35 años se encontraba en la dedicados a casi los mismos autores que los
mo la interpretación es tan buena, poco im- fecha de grabación de este registro en la ma- escogidos ahora, aunque el segundo volumen
porta este detalle. No tiene mucho que ver, durez vocal e interpretativa idónea que re- fuera un monográfico Buxtehude).
desde luego, con el registro impresionante de quiere el personaje wagneriano (para el lector Como era de esperar, las obras contenidas
Turner (que, por cierto, apadrina, por así de- interesado en el tema le sugerimos la lectu- en este compacto están en su mayoría teñi-
cirlo, a este Coro de Wesiminster, e incluso ra del articulo de Ángel F. Mayo en el n? 590 das por la melancolía y la tristeza que mar-
las notas de la carpe!illa y la edición de la de la revista Ritmo). El resto del reparto bas- can tos acontecimientos de una honda
música son suyas), ya que las fuerzas emplea- cula entre lo notable (Georg Hann, Luise Wi- belleza, de una gran nobleza también, cua-
das son bien diferentes (voces masculinas 11er y Karl Ostertag) y lo discreto tirando a jadas de simbolismos que resaltan los tex-
adultas en Pro Canlione, coro con niños y flojo (Victoria Ursuleac mujer del director tos (silencios, suspiros, notas alargadas
adultos en este caso), pero sí hay coinciden- musical de este registro y otra excelente can- cuando se habla de descanso del cuerpo, tré-
cia en lo fundamental: en la intensidad, en tante, pero que en la fecha de este retrans- molos de la cuerda para indicar temor o du-
la maravillosa expresividad del coro, el más misión ya estaba en franca decadencia). da, y tantos otros).
latino de los ingleses. Voces bonitas y fres- Interpretación excelente, en definitiva, con
cas, lógicamente sin la afinación de The Ta- un sobrecogedor Hans Hotter y una esplén- Las interpretaciones son magníficas. Greta
llis Scholars (voces mixtas adultas), pero si dida dirección de Clemens Krauss. Es, sin du- de Reyghere, que ¡leva la pane fundamental
muy cercana, de timbres muy atractivos y pe- da alguna, uno de los puntales básicos en la de ¡a grabación, canta de manera intensa,
nen trames en los niños, de gran capacidad discografía wagneriana de todos los tiempos. sentida, sin rebuscamientos ni artificialida-
dramática. Hay algunas imperfecciones (los El disco se acompaña del libreto con el tex- des. Podríamos decir que su voz transmite
niños no son máquinas, aunque sean ingle- to alemán, sin traducción y sin estudios. todo lo humano que hay en esta música, con
ses), pero el ambiente general de! registro nos extraordinaria facilidad para empaparnos
con la tristeza a la que nos referíamos. No
ERA. tiene significativas dificultades esta solista en

62 Scherzo
discos

sus intervenciones, ya que está dotada de una y Paul Myers. Reprocesado por Ray Moo- estiliza ciertas giros de folklore georgiano,
voz flexible, aunque quizá» algo menos dúctil re 1988. Precio media a los que se somete a manipulaciones distor-
en los graves. Agnés Mellon canta a dúo con sionantes con resultados muy atractivos.
ella en dos de las piezas, y lo hace también Dentro de este ano, concreta-
a gran altura, sobrada de medios y técnica,
con voz exquisitamente bonita. El conjunto
mente en el próximo mes de oc- ac
tubre, dedicaremos el dosier de
instrumental es refinado, estilísticamente per- nuestra revista a los más grandes pianistas
fecto, y en las ocasiones en que se requiere contemporáneos y, obviamente, no podrá fal-
especial virtuosismo de la cuerda allí están tas Vtadímir Horowítz, uno de los más ex-
los companeros de Franjáis Fernández, su traordinarios creadores de timbres que el
director, para hacer constar su sensibilidad piano haya conocido. Este magnifico álbum
y capacidad. Disco, pues, muy recomenda- recoge los conciertos del pianista ruso en el
ble, tanto por la belleza de la música como Carnegie Hall después de doce años de
de las interpretaciones. ausencia de los escenarios de concierto; y.
aparte de su paleta tímbrica riquísima, Ho-
rowilz nos demuestra que posee todas las
J.CCA. cualidades que deben poseer los grandes det
teclado: mecanismo en grado superlativo,
sentido del ritmo, claridad de exposición,
control de intensidades, buen fraseo, ímpe-
LESSONS SOR THE LYRA-V1OLL. Obras tu, delicadeza, ataque justo y excelente sen-
anónima j de Corkioe y Ferrabosco. Jordi tido de la construcción. Pero donde brilla
Savall, lyia-viol di Paul J- Reichlin, basada particularmente el (alentó de Horowitz es en
en una de John Rose, 1598, y viola da gam- las diabólicas y dificilísimas piezas de Scria-
ba. Barak Norman, Londres, 1697. <¿raba- bin: escúchese la endiablada Sonata n.° 9.
ción: abril, 1979. ASTREE E 7750. CD de insuperable ejecución. En fin, hasta que
AAD. SS'IO". Distribuido por Harmonía volvamos sobre el tema digamos que este ál-
Mandi. bum es merecedor de todos los elogios po-
sibles, muy por encima del recientemente
La iyra-viol es un instrumento de grabado por el pianista ruso para Deutsche
la familia de las violas, de regis- Grammophon, Buen sonido, con ligero so-
tro bajo, que alcanzó una enor- plido de fondo pero sin molestar. Comenta-
me popularidad en Inglaterra durante el si- rios en tres idiomas (castellano excluido).
glo XVII. Buena prueba de ello es la abun-
dantísima literatura que le fue dedicada y
también las múltiples posibilidades de afi-
nación —se conocen nada menos que unas E.P.A.
sesenta— que indican la amplitud de su prác-
tica. Estéticamente, las páginas de música MÚSICA RUSA PARA DÚO DE CUER-
que alimentaron la vida de lyra-viol recorrie- DA: Slraviuki, Suite Italiana. Gllére, Ocho
ron toda la gama, aspecto que queda bien piezas para violín y cello Op. 19 Cherepnin,
reflejado en este disco, desde el lado popu- Dúo para violin y cello, Op. 49. Prokofiev,
lar y algo grueso de la anónima Bag-pipe tu- Sonata Op. 56. Eleonora Turovby, violín y
ning a las danzas de elaborado contrapunto Yuli Turovsky. cello. CHANDOS, CHAN
de Ferrabosco. 8652 CD. Distribuido por Harmonía MundL
Savali se ha acercado a este mundo como
gran gambisia que es. No ha pretendido pro- Eleonora y Yuli Turovsky, intér-
fundizar en el estilo, la sonoridad y la técni- pretes de origen ruso afincados
ca particulares de la lyra. El resultado, con en Canadá, tienen una discogra-
todo, es de una innegable belleza sonora. La fía ya extensa en calidad de solistas y al frente
intensidad expresiva en las danzas lentas, la de la orquesta de cámara 1 Musici de Mon-
vitalidad en las rápidas y una tremenda ener- trasl. Aquí nos proponen un excelente reci-
gía desplegada en la Bag-pipe inicial, son al- tal con predominio de obras y autores
gunos de los puntos más destacables de su infrecuentes. Sonido generoso, entusiasmo,
actuación. Si embargo, no puede quedar sin fácil comunicabilidad, su principal virtud es
señalarse que Savall deja de lado las infor- hacer interesante una sucesión de piezas para
maciones que sugieren que la lyra-viol se ta- una combinación atipica adobada por una
ñía muy verosímilmente con una arcada más ingeniería de gran calidad que resalta la pre-
prolongada. De igual modo, las danzas que sencia de los dos instrumentos. Luego los en-
d músico catalán toca en pizzicato, consi- foques son más discutibles. En la Suite de
guiendo unos instantes muy hermosos, es Stravinski, un arreglo para violín y cello de
cierto, si bien nos demuestran la proximidad su Pulcinella. la traducción a base de una
de esta música a la de laúd, aplican de for- sonoridad demasiado opulenta con amplio
ma desmedida un efecto que los intérpretes vibrato se aviene mal con el sarcasmo seco
de la época dosificaban seguramente mucho, y sin sentimentalismos del original, que que-
siendo impensable su uso para todo un mo- da así demasiado lejos, También se cargan
vimiento. las tintas expresivos sobre una partitura vol-
cada al pasado como las Ocho Piezas de
Gliere. en la que, sin embargo, el plantea-
miento está más justificado. En la obra de
E.M.M. Prokofiev, arreglo para violín y cello reali-
zado por David Oístrakh a partir de la So-
RECITALES DE VLADIMIR H O R O nata para dos violines Opus 56, el sonido
WITZ en d Carnegie Hall de Nueva York. redondo y denso no hace justicia a su ace-
Los conciertos históricos de 1965. 1966 y rado ascetismo que en cierto, sentido abre el
1968. Obras de Bach-Busoni, Chupín, De- camino de la nueva simplicidad iniciado en
bos&y, Havdn, Horowilz, ljsz(, Moszkows- 1932, en vísperas del retorno definitivo del
ki. Mozart. Scarialti, Schumann y Scriabin. compositor de la URSS. Tal vez lo más inte-
CBS Masltrworks M3K 44681, álbum de 3 resante del disco se dé en el Dúo de Cherep-
discos compactos ADD. Duraciones: 7O'S4", nin. en el que la acritud colorista del lenguaje
73'49" y 68'35". Productores: Tilomas Frosi

Se berzo 63
- discos-

ESTUDIO
DISCOGRAFICO

Berg y Abbado: nacidos para entenderse


N os hemos referido en varias oca-
siones en esta revista a las hasta
ahora cinco versiones fonográ-
ficas de Wozzeck (Mitropoulos, 1981), he-
mos ponderado las excelencias de cada
rio, más allá de lo habitual (aunque, por
fortuna, Wozzeck ya no es algo inhabitual
en ningún gran teatro de ópera), sugiere
muchas cosas en su favor. Su Berg tiene
una lógica relación con su Mahler, pero
construido en la tela de araña que atrapa
a Wozzeck, en el garrote que se forma al-
rededor de su humilde y predestinado cue-
llo. Destaquemos la espléndida resolución
de la escena entre ambos en el segundo
una y señalado las distimas opciones de si en el ciclo sinfónico de éste había desi- acto (escena 2."), ejemplo de acida cari-
batuta e intérpretes en cada caso. La ulti- gualdades, equívocos ocasionales (aunque catura grotesca de dos representantes de
ma vez ha sido en el número 31 de decisivos), manierismos, en este Wozzeck las fuerzas vivas de una sociedad cualquie-
SCHERZO, a propósito de la reedición en Abbado opta por el teatro puro y simple, ra, y de escrupuloso respeto a las inten-
CD de la versión Dohnányi, a la que en lógica colaboración con el autor de la ciones críticas de Alban Berg; la
acompañaba una lectura dd mismo direc- puesta en escena vienesa, Helmuth Drós- culminación de la escena en la fuga (apa-
tor, con Anja Silja, de Erwarlung, de se, ya que este sexto Wozzeck se parece al rición, humillación y huida de Wozzeck)
Schónberg. Prácticamente al mismo tiem- primero en el tiempo (Mitropoulos) en va- culmina tan espléndida manera de resol-
po, el propio grupo Polygram edita am- rios aspectos, en especial la intención, pe- ver musical y dramáticamente un frag-
bas versiones en el mismo soporte; ro también en que se trata de otra toma mento especialmente comprometido en las
Dohnányi en Decca y Abbado en Deuts- en vivo, con tas ventajas que para lo es- relaciones canto-voces y determinados ob-
che Grammophon. No vamos a repetir pecíficamente teatral tiene esta modali- jetivos h i si r iónicos. En cambio, la insu-
conceptos, y por ello remitimos a los cu- dad, pese a toses y ruidos (que son ficiencia vocal de Walter Raffeiner
riosos lectores a aquel número de nues- escasos, por otra parte), a! conseguirse esa redunda en perjuicio de la construcción
tra revista. En este caso vamos a verdad dramática que no puede lograrse, de ese otro tipo grotesco, el Tambor Ma-
centrarnos en esta sexta entrega de en igual medida, en el estudio. yor (pensemos en la excelente interpreta-
Wozzeck, que, digámoslo, desde el prin- ción de Hermán Winkler —que hizo el
cipio se sitúa a un considerable nivel en- En cuanto a las voces, hay que consta- Capitán en d Wozzeck de La Zarzuela, de
tre las antiguas interpretaciones de esta tar desde el principio que no nos encon- 1987—, en la versión Dohnányi). Final-
obra, poco grabada (o relativamente po- tramos ante el mejor de los protagonistas mente, Anna Gonda, en sus breves inter-
co, dado que se trata de una de las obras discográfieos. En efecto, Franz Grundhe- venciones, tiene tiempo de mostrar un tipo
clave de nuestro siglo), pero siempre con ber tiene, al menos, considerables dificul- agresivo, histérico, alterado, en su inter-
fortuna, en ocasiones con muchísima for- tades en los graves, lo que estropea pretación de Margret.
tuna. Este último es el caso del registro parcialmente un papel eminentemente trá-
que comentamos. gico. Por lo demás, la construcción del
personaje es muy adecuada: una progre- El conjunto queda redondeado por la
sión desde una paranoia, una simple agi- excelencia de los coros (por ejemplo, en
En primer lugar hay que destacar que, tación e inquietud de explotado, una la escena del baile). Hay que añadir que
tratándose de una toma en vivo que ha si- locura de iluminado (mecanismo de su- los comentarios del libreto en cuatro idio-
do comentadísima en su estreno, el lector percompensación, sin duda), que siempre mas (Horst Weber, Douglas Jar man y
conoce ya una serie de elogios del natu- aparece como auténtico pobre hombre Paolo Petazzi) son espléndidos. El libre-
ral y que no es necesario repetir en esta («Nosotros, la pobre gente...»), hasta un to, en sí mismo, tiene otra esplendidez, que
revisión en conserva. Hay que destacar, frenesí de impotente agresividad y la de- es, al mismo tiempo, un magnifico rega-
en primer lugar, la opción de respetar y, sesperación de la catástrofe final, cuan- lo de carácter cultural: las escenas que se
sin embargo, recrear la obra de Berg a par- do Grundheber hace morir a su protago- basan en subdivisiones musicales separa-
tir de las intenciones del propio compo- nista en una especie de lucidez trágica, bles (variaciones, fugas, tempi sinfónicos,
sitor. El espíritu de esta tragedia de la contenida, el retrato teatral de la más asu- etc.), tienen su respectiva y rigurosa indi-
compasión y la comprensión hacia los mida de las desesperaciones, aquella que cación a lo largo del texto. Por ejemplo,
desfavorecidos, explotados, humillados y no se contempla, porque se conoce, a sí el tema, las siete variaciones y la doble fu-
ofendidos, se plantea con una teatralidad misma. En efecto pocas veces como en ga de la 1escena de Marie (acto tercero, es-
en que lo teatral se sirve de lo vocal y lo este caso morirá Wozzeck con tanta cena I. ), o las 21 variaciones del
orquestal de manera natural y sin espe- dignidad. Passacaglia del Doctor (acto tercero, es-
ciales desajustes. Al servicio de determi- cena 4.'); o los diversos momentos del mo-
nado concepto teatral aparece una vimiento en forma sonata que abre el
orquesta virtuosa, protagonista, sorpren- Marie se convierte, por obra y gracia de segundo acto (que en si mismo está cons-
dentemente flexible y versátil, siempre ten- la interpretación de Hildegard Behrens, en tituido por una sinfonía en cinco movi-
sa (incluso en los pasajes que podrían más protagonista que en otras ocasiones. mientos), etc. Por el contrarío, los índices,
tender al lirismo), con un patetismo con- También en este caso la construcción es salvo en un caso (acto tercero, escena 1."),
tenido y, sin embargo, un poderío a me- enorme, impresionante, teatral, pero apo- se alienen a la división por escenas (lo cual
nudo emocionante, catártico, envolvente, yada en unas cualidades vocales realmente es un perjuicio realmente menor). En re-
un conjunto que matiza de manera casi amplias, virtuosas. La dulce desolación sumen: otro Wozzeck para la historia. La
inverosímil lo delicado, lo paroxístico, el del Lied del primer acto (3.' escena), con recomendabilidad se deduce claramente,
arrullo amenazador, el estallido terrorífi- la excelencia de unos bajos ocasionales y en especial si tenemos en cuenta que sólo
co, la ironía trágica de un Lied, la violen- aquí tremendamente significan vos, mues- hay otras dos versiones, por el momento,
cia de las danzas, los habituales subraya- tra ya el retrato de una mujer que llega en formato CD, las también espléndidas
dos burlones, las dolientes frases que se al final del insoportable callejón con el es- de Dohnányi y Boulez.
quisieran elegiacas y se convierten en sinies- pectáculo de la locura progresiva de su pa-
tras, o simplemente hirientes, el interlu- reja. El monólogo del tercer acto (escena
dio parasinfónico con el episodio prepara- I.*) es la culminación deesa pintura des-
torio de los diversos climax... El respon- garrada y patética, en un derroche de cua- Santiago Martín Bermúdez
sable de todo esto es, claro está, Claudio lidades histriónicas y vocales que ya
Abbado, que demuestra ser aún más ber- conocen perfectamente los aficionados.
giano que en aquel generoso y excelente
disco que ahora se ha reeditado en CD y Heinz Zednik, el mismo Capitán de la
que de nuevo recomendamos (Suile de Lu- versión de Dohnányi, continúa la tradi- BfcRU: «<);;«*:. Kni» ünindhebtr, HHdegard
ción de pintar este personaje como un ri- Behrenj, Heini /ednlk, A > K ' Haugland, Philip
lu, Allenberglieder. Piezas óp. 6, DG, Clá- l.angridge, Waller Raffeinrr. Anna (¿onda. Pilftr-
sicos Siglo XX). El sentido teatral de este diculo muñeco cuyos agudos afalsetados mAnka de Vicita. Coro de la upen de \trnt- Ni-
director no puede sorprender a nadie, pero juegan papel semejante al de los subra- ñas dolores de Vten*. Claudio Abhado. director.
la versatilidad y amplitud de su reperto- yados de la percusión en la definición del Grabación en vivo. Opera d> Vitna, 1987. Dculs-
tipo. Excelente también Aage Haugland che CrammophoiL 4 U 5*7-2.1 CO. DDD. 33'J5"
en el Doctor, otro tipo perfectamente y 55'JT1.

64 Scherzo
libros

CORRESPONDENCIA GERARDO ocupa luego del hecho de la percepción,


DIEGO-MANUEL DE FALLA/Nolas
de Federico Sopeña lbáñez. Publicacio- LIBROS para analizar, a renglón seguido, los
componentes teóricos de la música: in-
nes de la Fundación Marcelino Botín- tervalos, polifonía, riUno. La parte cen-
San z de Saúluola y López. Santander, tral del libro, acaso la más esclarecedora
1988. 275 páginas. para el aficionado, es la que trata la for-
ma musical. El capítulo final, dedica-
FERNANDO SÁNCHEZ GARCÍA: do a la estética, se aparta del lado
La correspondencia inédita entre Ma- científico para entrar en la visión cul-
nuel de Falla y José María Peinan tural de la música. León Tello se detie-
(1929-1941). Caja de Ahorros de Jerez. ne aquí tanto en cuestiones puramente
Colección de Ensayo. Jerez, 1988. 140 de belleza musical como en plantea-
páginas. mientos de relaciones entre las artes y
enfoques sociológicos. La claridad y la
La bibliografía falliana se está enri- estructuración sistemática son las me-
queciendo considerablemente de unos ría muy deseable la reedición de los clá- jores bazas de este libro, de fácil lectu-
meses a esla pane. Al Catálogo confec- sicos como Einsten y Paumgartner y la ra. Su función de introducción a los
cionado por Antonio Gallego y la mo- pronta traducción del libro de Robbins- temas propuestos es ampliamente
nografía debida a Federico Sopeña Landon centrado en 1791 (recién apa- cumplida.
(libros que serán comentados próxima- recida al cerrar este núm.), el último año
mente en SCHERZO), se añadirá en un de la vida del músico. ¿Cuál es, enton- E.M.M.
plazo no muy amplio el estudio del pri- ces el lugar de un texto como éste? Con
mero de los citados sobre el composi- su presentación en forma de dicciona- JOAQUINA LABAJO: Pianos, voces
tor en relación con una de sus obras rio nos ofrece una no exhaustiva infor- y panderetas. Apuntes para una histo-
emblemáticas, El amor bruja Como es- mación sobre el compositor que puede ria social de la música en España. End-
tamos todavía lejos de saberlo todo so- consultarse de forma rápida y sencilla. ymion. Madrid, 1988. 175 páginas.
bre el gran gaditano, trabajos como los Naturalmente, el papel del escrito de La sociología de la música es una ra-
que se comentan son absolutamente im- Valentín es el de un primer paso hacia ma de escaso éxito entre nosotros: se en-
prescindibles para sentar las bases que otros libros para aquellos lectores que cuentra cortamente desarrollada en las
permitan la biografía definitiva, tan es- estén interesados en profundizar en as- publicaciones de los estudiosos propios
perada como diferida. Las cartas que pectos concretos. La Guía cubre tanto y apenas si se da paso mediante traduc-
ven así la luz, reproducidas en ambas la vida, como la obra, el espacio geo- ciones a los trabajos procedentes del ex-
ediciones acompañadas de sus facsími- gráfico y las relaciones humanas de tranjero. El acontecimiento más impor-
les, son reveladoras de un cambio de Mozart. Introduce también algunos tér- tante en este sector de la bibliografía
mentalidad en la consideración hacia minos musicales que facilitan la com- fue, sin duda, la edición hace pocos
este tipo de labor. El Archivo Falla prensión de las entradas dedicadas a la años de la Historia social de la Músi-
siempre ha estado abierto, de una for- música de Mozart, sin tener que salir ca de Henry Raynor. El libro de Joa-
ma u otra, a la investigación, pero sólo del propio libro. Todo ello viene a indi- quina Labajo reanima una situación
ahora comienza a extraérsele un míni- car que Valentín quiso dirigirse a todos casi exánime. Se trata de un texto al que
mo fruto. Las cartas no sólo nos pin- los públicos, incluso los menos prepa- debe prestarse atención. Huyendo de los
tan dos relaciones de Falla con rados musicalmente. Este objetivo lo al- libros de música sobre nombres, nos
escritores contemporáneos, dan datos canzó plenamente el autor. La presencia proporciona, con un trabajo que po-
sobre sus obras, introducen anécdotas de ilustraciones hace mas atractivo el dríamos llamar decampo, las bases im-
y opiniones de los corresponsales sobre producto, cuyo único defecto importan- prescindibles para la confección de
múltiples cosas, y facilitan el trabajo de te es la pequenez de los tipos emplea- cualquier otra forma de historiar la mú-
cronología. Falla, que fue un poco men- dos, que vuelven la lectura todo un sica. Se demuestra así la imbricación del
tor espiritual de los poetas del veinti- esfuerzo. La traducción, de Belén Bas fenómeno de este arte con la condición
siete, mantuvo un intercambio muy Alvarez, es correcta y funcional. de ser mujer (Música y mujer), con la
intenso con Gerardo Diego, uno de los E.M.M. institución universitaria /Música y Uni-
más musicales del grupo. Una relación versidad), y las convicciones patrióticas
menos conocida, y por ello muy inte- FRANCISCO JOSÉ LEÓN TELLO: o políticas (Música y nacionalismo, Mú-
resante su exposición pública, es la de
Pemán y Falla. El escritor oficial de la Teoría y estética de la Música. Taurus. sica y socialismo). Como ya indica el
Madrid, 1988. 190 páginas. subtítulo con la palabra Apuntes, Joa-
Cruzada está hoy en franco declive en- quina Labajo ha establecido claros lí-
tre los historiadores literarios. La Co- Fuera de su colección Iniciación a la mites ante una materia en tan gran
rrespondencia editada pone en su punto música, un tanto parada al parecer, pues medida virgen. El marco temporal ro-
justo la no muy intensa amistad de los aún no ha cubierto sus previsiones ini- dea las primeras décadas del siglo, sal-
dos gaditanos, que tanto buscó mani- ciales, publica Taurus este conciso ma- vo el estudio sobre la universidad, tal
pular el aparato franquista de propa- nual sobre los aspectos técnico y vez la parte más interesante del libro
ganda en los años de guerra y los filosófico del arte de los sonidos. El tex- —ocupa su tercera parte—, que llega
inmediatamente posteriores. to de León Tello se revela, en este senti- hasta 1945. En cuanto a lo geográfico,
KM.M. do, como una puerta de acceso a la serie se da una fuerte presencia del ámbito
antes mencionada, cuyos dos primeros castellano: Valladolid es el centro ele-
volúmenes tuvieron también una orien- gido para el estudio de música y uni-
ERICH VALENTÍN: Guia de Mozart. tación iniciática, pero no entraron de versidad, y el nacionalismo es expuesto
Alianza Editorial, El Libro de Bolsillo, pleno en las materias de las que se ocu- por medio de la conciencia castellanis-
n.° 1362. Madrid, 1988. 239 páginas. pa este escrito. Teoría y estética de la la en los orfeones de esta región. Con-
Por fortuna, contamos en castellano Música inicia su recorrido con el fenó- fiemos en que el ejemplo sea pronto
con el formidable libro de los Massin meno del sonido, proporcionando al imitado.
sobre Mozart, aunque desde luego se- lector algunos elementos de acústica. Se E.M.M.

Scherzo 65
-la guía de scherzo-

SANTANDER LA CHULAPONA Wladimir Ashkenazy. Síbe- Herben von Karajan. Bruck-


FESTIVALES XXXVIII Festival (Moreno-Torroba) Compa- tius, Grieg, Rachmaninov, ner. Octave. José Carreras.
16: Shlomo Mintz, violin;
flía del Tealro Lírico Nacio- Nielsen.
laltrnacioaal Paul ositovsky, piano Men-
nal La Zarzuela. 17-19 de 26, 27: Orquesta del Con-
29,30 de julio: Orquesta del agosto. certgebou* de Amsterdam. delssohn. Ravel, Brahms.
PERALADA Metropolitan. Samuel Ra- 13, 14 D I agoilo: Orquesta Riccardo Chailly. Mu- 19, 20: Coro de la Opera y
mey. Arias y obertura. / Nacional de España. Coco sorgsky, Stravinsky, Brahms. Filarmónica de Viena. Ja-
F « l i m l Cailell de Peralada González, Lima, G.1 Asensio. del Festival de Edimburgo. / Maunzio Pollini. piano. mes Invine. Mahler, Se-
15 de julio: Solistas de la Or- Preludios y romanzas de Schnittke, Schumann. gunda.
questa del Metropolitan. Isa- Rafael Fruhbcck. Falla. /
zarzuela. Rodrigo, Falla, Stravinsky. 29: Sinfónica de la NDR de
bel Rey. Miguel Ángel 1£ Lucia Valentini-Terrani,
I dt «tosió: Gala de estrellas J5: Sinfónica de Goitien- Hamburgo. Coro NDR. Bruno Canino. Brahms,
Zapater. Mozari, Halévy, de la danza. Kzrysztof Penderecki. Pen-
Verdi, Gershwin. burg. Neeme Járvi. Cho Mahler, Schubert. Vivaldi,
2. 3: Jornadas de Jazz. Lians Lm. violin. Rimsky- dereckí. Réquiem polaco. Rossini.
11: Percusión islas de Strass- 31: The Hilliard Ensemble.
burgo, Debussy, Ibert. Pou- Kenny Drew Trio. Ran Blake. Koisakov, Sibelius, Sand- 20: Dietrich Fischer-Dieskay,
S: Orquesta de Cámara del sirom, Falla. Parí. Holllger, Weir. Bryans. Alfred Brendel. Schubert,
lenc, Falla, Satie, Ginastera.
22: Salisles de Catalunya. leal re lliure. Josep Pons. 16: Montstrrai Caballé. Mi- Winterretse.
Xavier Guell. Wagner. Schu- Falla. guel Zanetli Vivaldi. Bellini, 22: Maurizio Pollini. piaña
ben, Chopin. 7: Conjunto Barroco Zara- Mercadante, Rossini. Grana-
PESARO Brahms, Schoenberg, Stock-
banda. Croft, Haendel, Tele- dos, Mompou, Obradors. Fíítival de Opera Rossial hausen, Beethoven.
a, 29: Peiiles Chameurs de mann. Vivaldi. 1\irina. LA GAZZA LADRA {Ros- 20: Dietrich Fischer-Dieskau
SainLe Ctoii de Neully. Or- 8,9: Compagnie Maguy Ma- 20: Filarmónica de Oslo. sini) Gianluigi Gelmetti. Mi- pilla Real de Viena. Canto
queda del College de Musi- rin. Bicenlenario de la Revo- Mariss Jansons. kvandal. chael Hampe: D'lntino. gregoríano.
que Sacrée. Francois Pulgar. lución francesa. StravinsVv, Thcaikovsky RicciareUi, Capuano, Covie- 21: Orquesta Nacional. Or-
Fauré./Haendel. 11, 12, 13: Ballet ddI Tealro Orquesta residente: City ttt 110, Furlanetto. 16.19,22,24 feón Donoslíarra. Lorin
29 de julio, 4 de agosto: Colón de Buenos Aires. de agosto. Maazel. Connell. Heppmer,
Recital-Conferencia de üiu- — Teresa Berganza, Juan Blnnlngham Symphoaj Lenz, Buchanan. Beethoven.
seppe Di Stefano. 22: Simón Radie. Augtr, LOCCASIONE FA IL LA-
Antonio Alvarez Parejo. DRO (Rossini) Ion Marin. Fidelio.
ME DEA (Cherubini) Or- Pcrgolesi, Rossini, Bizet, Langridge, Luxon. Coro del
questa y Coro HTVE. Anlo- festival Haydn, Lacrvación. Jean-Pierre Ponnelle. Devinu, 23: Kalhlecn Battle. Haen-
Strauss, Rodriga Franci. Antoniozzi, Gavane- del, Schuben, Slrauss, Du-
ni Ros Maibá. José Luis 23: Simón Rattle. Heinz Ho-
Alonso. Caballé, Carreras, 14: Sinfónica de Tenerife. lliget. oboe. Webern, Strauss, 111. 17, 1!, 20, 21 de agoslo, parc, Rodrigo, spiriluals.
Obratszova, Kovals. Gallego. Kryslian Zimmerman, pia- Bou leí. Debussy. 13. 24: Filarmónica de Vie-
no. Vi na. Riccardo Muli. Beetho-
4 dt agosto.
ctor Pablo Pérez. Sibelius.
2S: Simón Rattle. Taketitsu, SALZBURGO ven, Ravel.
Brahms. Feslivml 1989
LA NUIT DE WALPUR- Beethoven. 26: London Classical Pla-
G1S (Gounod) LE V1LL1 16, 17: Martha Graham 26: Simón Rattle. Peter Do Opera yers. Roger Norringlon.
(Puccini) Ballet del Teatro de Dance Company. nahue. piano. Admas, Rou- UN BALLOIN MASCHE- Beethoven. Schubert.
la Zarzuela. Sinfónica de 16: Claude Rippas Trompe sc. Cershwin, Bernstein. RA (Verdi) Filarmónica de 27: Chrisia Ludwig, Charles
Madrid. JoseCollado.il. 13 ten Ensemhle- Keller, Ca- Viena. Herbeit von Karajan. Spencer. Slrauss. Einem,
de agosto. biíeli, Handel. GLYNDF.RBOURNE John Schlesinger. Barsiow. Mahler.
12 de agosto: Cuarteto de 19: José Carreras. Festival de Opera Jo, Quivar. Chaignaud, Do- 29: Filarmónica de Viena.
guitarras de Barcelona. A M1DSUMMER N1GHTS mingo, Nucci. Rydl, Simic. Andrí Previn. Lucia Popp.
Dowland, Telemannt Sors, DREAM IBritten) Jane Glo- 21, 31 dr Julio. 12. 17, 24 de Strauss.
Stravinsky. Moreno Torroba. BRUJAS ver. Pelcr Hall, Cale. Chan- agosta 30, 31: Coro y Orquesta de
Albeniz, Falla. Festival de Flandes ce. Davies, Black. Buchan 1, Chicago. Georg Solti. Ber-
— Recital de Victoria délos 3 . 1 , 10. 13, 17, O dt julio. TOSCA (Puccini) Filarmó-
30 dr juiio: Jos van Immer- nica de Viena. Georges Pre- iioz, Condenación de Faus-
Angeles. G-* Morenlc piano. seel, clave. LE NOZZE DI FÍGARO to. / Beethoven.
Fauré, Debussy, Ravel, (Mozan) Simón Rattle. Peter tie. Tbmowa-Sintow, flatsto*.
1 dt agosto: Gusta* León- Hensrud-Kerian. Uvrosky, Shostakovitch.
Hahn. hardt, clave. Frescobaldi, Hall. Duesing, Rodgers,
Lopp, Palmer. 2, 4, 7, 9, 11, Hornik, Monis, de Palma.
Froberger. 4, 8, I I , 16, 21, 25, 21 de VERONA
3: Míchet Chappuis, Jos van 15. 22, 24, 27, 31 de julio. 3. ICV1I Fexival dt Opera y
S, 8, 10, 12, 14 de agosto. •tosió.
SAN LORENZO lmmerseel. pianofortes. Cie-
ARA BELLA (R. Strauss) ELEKTRA (Strauss) Filar-
Balkl
DE EL ESCORIAL rnen tí. Mozan. NABUCCO (Verdi) Daniel
Graeme Jenkins. Cox- mónica de Viena. Claudio Oren, aldo Daniel i. Carrol l¡,
XI Cuna de Música 6: Chiara Banchini, violin: Abbado. Harry Kupfer. Fas-
Tcmenuschka Vesselinova, Wagemakers. Han le. Glau- Cappuccilli, Todisco. Bur-
Barroca y Rococó ser, Gutstein, Blacwcll, l^oti, baender. Marrón, Grundhe- chuladze, Sirumme:, Federi-
pianoforte Mozart. Sonólas ber, King. 14. 19. 16 de
para violin. Kuebler. 16.21, 2S, 29 de ju- ci. I. 9, 14. I I , 12. 29 de
11 de agosto: Neocantes. lio. 2, 6, 9, 13, 16. 20. 12 de agoslo.
Germán Torrellas. S. Durón, & Trio Sonneríe. Buxlehutf e, julio. {. 9. 13, IR, 27 de
•gosto. DIE ENTFUERUNG AUS agosto,
Hidalgo. Ru ¡monte. Schenk.
23: Gerardo A maga, guita- DEM SERAIL (Moiartl Fi-
— Ensemble Dacdalus. THE RAKE'PROGRESS larmónica de Viena. Horst AÍDA (Verdi) Pinchas Stein-
rra barroca y romántica. Cancionero de la Catedral (Stravinsky) Sylvain Cam- berg. Aldo Danielí. Zanazzo,
Murcia. Sanz, Sor. Stein. Johannt; Schaaf.
de Segovia. brelign. John Cox. McNaír, Nielsen. Walson, Rydl, van Cossotto. Milla, Beccaria,
24: José Luis González Renda]], Rose, Ormiston, Ellero DAnegna. 2. I , 11,
Uríol, clave y órgano; Pablo der Wall, Wildgruber. Zed-
DROTTNINGHOLM Howells. 30 de julio. 1.4.7, nik. 13. 20, 29 de agosio. 16, 19, 21, 30dej.no. 5, 11,
Cano, clave y fortepiano. I I , IS. 17. 19. 21. 23 dt 17. 22, 26. 31 dr agoilo.
Bocchcrim, D. Scarlaiti. LA CL.EMENZA D] TITO
Frstival del Tmlro de la agoslo. (Mozart) Filarmónica de I A FORZA DEL DESTI-
Soler. Corle NO (Verdi) Alexander Uza-
Viena. Riccardo Muii. Peter
25: Lírica XVIII. Miguel DIE ZAUBERFLOTE (Mo- LUCERNA Brenner. Felle, Mentzer, Va- rev. Aldo Daniel i. Mi lita no,
Ángel Tallante. Esteve. Ara- zart) Amold Osiman. Góran Semanas Internacionales ness. Zieglcr. Surjan. Win- Furlanetlo, Chiara, Giaiotii.
naz, Castel. Járverfelt. Berg. Biel, Blom. de Masjcs bergh. 28 de julio, 3, 9. 1*. l5,20,2Sdejulio.3.IO, 15,
16: Conjunto Inslrumental. Frandsen, Latsson. 7. 9 de 16 dr agosto: Orquesta del 27 dr agotlo. 19. 23. 25, 29 de agoslo.
Sánchez, Leoz. Cid, Cabero, julio. Festival. Yuri Ahronovitch CAVAI.IERIA RUSTICA-
Alvarez. Carballar. Literes. IPHIGENIE EN AUL1DE Andrei Gavrilov, piano. NA (Mascagni) Nello Sanli.
Acis y Calatea. (Ciluck) Arnold Ostman.. Mussorgsky, Rachmaninov, Flavio Trevisan. Cossotto,
TI: Conjunto Zarabanda. Cloran Járvefelt. Mariinpel- Shostakovítcll. CONCIERTOS Caponetti. Lamber!i. 4, 8,
12.16,20.14. Mdeagoslo.
Selma y Salaverdc. to, Tenstam, Crofi. Rund- 17: Festival Slring Lucerna.
19: Wilben Hazelzet. flauta; gren. Sigmundsson. S, i , 10, Rudolf Paumgartner. Viktor 28 de l»lk>: Edita Grubero-
Jacques Ogg, clave. Lluch, Treiíaov, violin. Albicastro, va, Fríedrich Halder. Dvo- VIENA
12, 14, 16, 1 ! de agoslo.
D. Scarlatti, Leclair. SOLIMÁN II (Kraus) Philip Pureeil. Bach. Mozart. rak. Mendelssohn, Stiauss. Verano musical de Viena
30: La Stravaganza. Joan Brunelle. Folke Abenius. Scríabin, Shosiakovich. I de ngmlo: Alexis Weissen- 27: English Chamber Or-
Cabero, tenor, "lories. S. Du- Hoel. Jauckens, Bergstróm. IS: Elisabelh Leonskaya, berg, piano. Chopin. chestra. James Judd. Slra-
rón, L i teres. Herrando. 26, 28. 30 de agoMo. piano. Schumann. Chopin, 2: Jessye Norman. vinsky. Strauss. Mattews.
31: Emilio Moreno. En rico Scriabin. Mmorgsky. 4: Filarmónica Checa. Coro Schubtrt.
Gatti, vio lints. Bocchcrim, 19: Jiri Belohlavek. Vikloiia de la Filarmónica. Vaclav I. 3 de afoslo: Sinfónica de
Fuertes, Brunetti. EDIMBURGO Mullova, violín. Paala Bur- Neumann. Dvorak, Marti- la Radio de Moscú. Vladimír
I, 2 de sepilen bre: Opera Ffíllml Inicrnariunal d i chuladze, bajo. Shosiako- nu, Mahler. Fedoseev. Sibelius. Bettho-
Cómica de Madrid. Luis Re- Múska j Teatro vich, Mussorgsky, Scriabin. ven. / Weber, Sibelius, Gla-
mar I i ntz. Horacio Rodrí- 23: Orquesta y Coro del Fes- S. 6: Filarmónica de Viena.
SALOME (R. Slrauss) Kers- Claudio Abbado. Jessye zunov, Liszt, Ravel.
guez Aragón. Rodríguez de tin Nerbe. Claes Fellbom. tival. Jesús López Cobot. 10: Sinfonía Varsovia. L*o-
Hita, Las labradoras de Stravinsky, Puccini. Norman. Franz Grundheber.
Festival folk opeía. 11, 13, Mahkr, Beethoven. pold Hager. Siravinsky,
23: Elisabelh Sódcrstróm. Tchaikovsky, Mozan.
19 de agoslo. 15; t-ilarmónica de Viena.

66 Scherzo
dosier

La música en torno a
la Revolución Francesa

La loma de La Bastilla.

o es necesario insistir demasiado sobre la trascendencia histórica de


N la Revolución Francesa: vivimos aún en el mundo por ella creado.
Lógicamente, también la música se vio afectada por los grandes
cambios. Una nueva clase social, la burguesía triunfante, pasó a ser la
destinataria de la producción musical. Hubo una música
específicamente revolucionaria, pensada para adoctrinar, que hoy nos
parece de escasa relevancia estética, pero que sigue proporcionando
una de las imágenes más vivas de aquellos febriles momentos. En
realidad, es acertada la definición de la Revolución como un drama
lírico monumental, una ópera de la vida con texto de Chénier, música
de Gossec y decorados de David. Alrededor de este terremoto hemos
construido el presente Dosier, desde el universo de las ideas a las
consecuencias sobre la realidad concreta, como la situación de la danza
en España.
Schcrzo 67
dosier

Naturaleza y progreso en las ideas musicales de los


enciclopedistas
l proyecto que se inició en 1746 con la idea de traducir
E la Cyclopaedia de Chambers al francés se convirtió lue-
go en un vasto plan, dirigido conjuntamente por Di-
derot y D'Alembert, hasta la dimisión de éste en 1759, que,
ENCYCLOPÉDIE,
ov
tras quince años (1751-1765) y múltiples avalares, cuajó en la
Encyclopédie, o Diclionnaire raisonné des Sciences, des aris DICTIONNAIRE RAISONNÉ
et des métiers, uno de los hitos de la cultura humana. Esta
empresa admirable de la edad de la razón propone semejante
compendio del saber como el arma imprescindible de cara al
DES SCIENCES,
futuro. La influencia de la Encyclopédie apenas puede exa- PES ARTS ET DES MÉTIERS,
gerarse: con su aparición la historia de la civilización cambió FAM. VNt SOCIÉTÉ DE GENS DE LBTTKES.
de curso. En el plano político, sin los planteamientos conte-
nidos en sus volúmenes —que llegaron así a una burguesía Vkm w*i t¡jM¿ pct H. DIDK&O T, * TAailwi, tiy* 4n Suentn íí ila gtta.
I ^ l ^ f i i A q«« ÉtaPiüTllMlTUiiiiiTKf I , y* V tTAUÍMBKtT
ansiosa de conocimiento— la Revolución Francesa de 1789 e Korik <to Sanen * tail. P * * *
nunca hubiera tenido lugar. Muchos estados de cosas fueron
cuestionados, por eso no extraña que se pintara a los auto- Tmatt
res, por sus enemigos, como «una sociedad formada para des- Tmm, EoMT.
truir a la vez la religión, la autoridad, las costumbres y la TOME PREM1LR.
música», según nos dice el propio D'Alembert.
La mención de la música en la frase anterior es por demás
significativa. Responde a una situación real, la del especial
interés de los philosophes por nuestro arte, que se plasmó en
las más de 1.700 entradas con tema musical recogidas en las
páginas de la Encyclopédie. Los artículos fueron escritos por
Rousseau, quien en 1767 publicaría su tendencioso Diction-
naire de Musique a partir de los materiales para esta obra,
Diderot, D'Alembert, Marmonfel y otras plumas de menor
entidad. La implicación con la música de los pensadores de
primer orden de esta nómina llegó a ser muy estrecha. Rous-
seau ideó un nuevo y fallido sistema de notación, componien- A P A R Í S ,
do también piezas que denotan algo más que el interés de un i m i t O«, «i.
simple aficionado; Diderot, autor de unas Lecciones de cla-
Í
O A V 1 D U r i h im JE*
11 I1ITOK, h
vecín para su hija, se encumbró como un critico y teorizador
de enorme importancia; finalmente, D'Alembert escribió un
tratado según los principios de Rameau y varios ensayos de HDCC.L1
Dtt MOT.
asunto musical.
¿A qué se refiere D'Alembert cuando habla de la hipotéti-
ca destrucción de la música? En las fechas de edición de la
Encyclopédie se vive la atmósfera de la querelle des bouffons Portada del primer lomo de la Enciclopedia.
—la famosa disputa entre los partidarios de la música italia-
na y los de la francesa—, aunque ésta se limitase en sentido
estricto a los años 1752-54, en realidad, el debate siguió alen- Paradójicamente, tanto Rameau como los filósofos decían
tando en los escritos franceses sobre música hasta que desa- basarse en un mismo principio, el de la raíz natural de la mú-
pareció la generación de los philosophes. El punto central no sica. Lo hacían, obviamente, por caminos diferentes. El Trai-
se reducía a enfrentar melodía y armonía, sino que replan- te de L'Harmonie, reduite a ses Principes natureís (1722) es
teaba el lugar del compositor en relación al mundo real, so- un característico producto del siglo de las luces, con su in-
bre el que ahora podría actuar desde sus sentimientos. tento de racionalizar la música. Rameau fundamenta su sis-
Quedaba abierta la puerta al Romanticismo. Los factores per- tema en ei fenómeno físico de los armónicos producidos por
sonales no estuvieron ausentes en la polémica. Rameau re- todo cuerpo en vibración. Rousseau niega a la armonía un
chazó en 1749 hacerse cargo de los artículos musicales de la carácter natural, sus reglas no pueden ser más que arbitra-
Encyclopédie, para más tarde permitirse señalar las 400 vo- rias, surgidas de un gusto y una época determinados. Dide-
ces que contenían errores. En la sátira El sobrino de Rameau rot es aún más extremista: Rameau no ha escrito otra cosa que:
Diderot descarga todo su resentimiento contra el compositor; «Visiones ininteligibles y verdades apocalípticas sobre la teo-
«... es un hombre duro, brutal, inhumano, avaro. Es un mal ría de la música de las que ni él ni nadie comprendió nunca
padre, un mal marido, un mal tío; además, está por demos- nada...»
trar que sea un genio; que haya logrado dominar su arte o D'Alembert, en cambio, no puede seguir a sus compañeros
que su obra perdure dentro de diez años.» en esta consideración de la armonía. Por su formación mate-
D'Alemberi, sin embargo, en el Discurso preliminar de la mática, el codirector de la Encyclopédie debe rendirse a la
Enciclopedia, afirma que: evidencia del comportamiento físico del sonido. Con los Elé-
«Rameau, llevando la práctica de su arte a tan alto grado ments de Musique (1752) trató de esclarecer y simplificar el
de perfección, ha llegado a ser a la vez modelo y objeto de sistema de Rameau, de «desenredar el caos». La obra cono-
envidia de un gran número de artistas, que le censuran mien- ció varias reediciones (1762, 1772, 1779), pues era de más fá-
tras se esfuerzan en imitarle.» cil acceso que el Traite de L'Harmonie, que no volvió a la

68 Scherzo
la revolución Francesa

iran-le-Rond
D'Alembert Retrato de J.J. Rousseau por Maurice Quentin de
• firmado I atintr.
i'iir
Maurice
Quentin
líe Lalüur,
1753.

Diderot. óleo de Vantoo.

imprenta hasta fecha reciente.


Asi y todo, el autor del Discurso
preliminar comparle con los otros
philosophes las contradicciones que Pero se ha producido ahora una re-
salpican las ideas musicales de todos volución de dimensiones copernica-
ellos. Partidario de la moderna armo- nas; es el interior del hombre el que
nía, D'Alembert defiende la teoría de pone en marcha la maquinaría. La pa-
la imitación, del arte como reproduc- sión, que estalla como un «grito ani-
ción sublimada de la naturaleza, que mal», y es en definitiva la que
se remonta a la Poética de Aristóte- gobierna la música, «el arte más vio-
les. Según este criterio, la música de- lento de todos». El acto creativo de
bería ocupar el último lugar en la la composición es asimismo un instan-
escala de las artes, aun reconociendo te de pasión, que a nuestro filósofo
que por limitaciones de quienes la le parece similar a la descarga física
practican: del orgasmo:
«... la música, que habla a la imaginación y a los sentidos la música, «el arte más violento de todos». El acto creativo
al mismo tiempo, está en el último lugar en el orden de la de la composición es asimismo un instante de pasión, que a
imilación; no es que la imitación sea menos perfecta en los nuestro filósofo le parece similar a la descarga física del
objetos que se propone representar, sino que parece limitarse orgasmo:
hasta ahora a un corto número de imágenes, lo que se debe «Su pasión crecería hasta los limites de la furia y sólo se
atribuir no tanto a su naturaleza como a la escasez de inven- apaciguaría vertiendo al exterior un torrente de ideas apre-
ción y de recursos de la mayor parte de los que la cultivan.'! miantes, que se acosan y se excluyen.»
En principio, el arte sonoro se habría enfrentado a su pro- Dolor y placer se atraen, en tanto que los opuestos rigen
pia imposibilidad, reducido a una colección de onomatope- el Universo.
yas. Superado este nivel, D'Alembert reconoce que la música: Dentro ya de un talante visionario, al que no le faltan los
«Ha llegado poco a poco a ser una especie de discurso o rasgos de una predicción wagneriana, Diderot creyó en la ne-
hasta de lenguaje, con el que se expresan los diferentes senti- cesidad de la llegada de un hombre de genio que realizaría:
mientos del alma, o más bien sus diferentes pasiones...» «La unidad de la obra de arte por la síntesis de todas las
Por su parte, Diderot reserva el pico más alto de su mapa artes reunidas.»
estético a la música. Su idioma asemántico es el que permite También Rousseau, para quien las ciencias y las artes han
establecer una comunicación directa e instintiva. Incluso así, hecho más mal que bien al género humano, pone la música
como un flujo del inconsciente, el placer de la audición se en relación con la naturaleza. A tal fin, se retrotrae a un pa-
produce por la «percepción de las relaciones entre los soni- sado tan literariamente bello como inexistente en la historia.
dos», que es su definición de lo bello musical. En la situación perfecta del mito de ios orígenes que crea el
En los cimientos de su modelo se encuentra de nuevo la filósofo el hombre vivía de forma natural, siendo una sola
imitación: cosa el canto y la palabra. Uno de los efectos perniciosos de
«El canto es una imitación, mediante los sonidos de una la civilización fue precisamente la traumática disociación del
escala, inventada por el arte o inspirada por la naturaleza, lenguaje hablado y el melodismo que antes le era consustan-
como queráis, o mediante la voz o el instrumento, de los rui- cial. La recuperación de esa unidad primitiva es el objetivo
dos físicos o los acentos de la pasión...» que justifica la existencia de la música y que sólo puede cum-

Schcrzo 69
dosier

plirse en el campo de la ópera, con el reencuentro con la pa- de su siglo era mejor o peor que la pasada, que cabía, en úl-
labra, amputada de un mismo cuerpo común. Rousseau no tima instancia, aplicaf la idea del progreso a la música?
es consciente —o no le concede importancia— de la contra- Las actitudes de !os enciclopedistas frente a la Historia fue-
dicción de que haya de ser el supremo artificio artístico de ron muy diversas. A Rousseau simplemente no le interesaban
la ópera el medio para la recuperación de la pureza natural. las supuestas \erdades que podían desprenderse de su examen,
Como Diderot, el ciudadano de Ginebra piensa que la mú- en un gesto intelectual muy suyo de rechazar todo aquello
sica pertenece a la emoción y no al intelecto. Por eso el fran- que perjudicase a sus opiniones. En general, la ilustración no
cés es condenado como idioma no musical, favorecedor del niega la Historia, pero cree que el pasado es un conjunto
grito y no del canto (Lelire sur la musique Jran^aise). Argu- monstruoso de errores causados por la debilidad de la razón.
menta que su condición lo capacita más para la expresión tic D'Alembert defiende la necesidad de estudiar ese pasado co-
razonamientos que de sentimientos. Toda música que sea na- mo el único medio de conocer al hombre. A su lado, Con-
tural será un canto (en el Dktionnaire de Musique, Rousseau dorcet y el mismo Diderot creen sinceramente en la idea del
identifica la composición con el «arte de inventar y escribir progreso. Todos, salvo Rousseau, contemplan con optimis-
cantos»), una melodía, en suma, que imite los movimientos mo el futuro de ¡a Humanidad.
del habla. La armonía, esa «invención gótica y bárbara», al La conciencia del progreso afecta por igual a la música.
carecer de modelo en la naturaleza, no tiene cabida en este La vemos expresada en las palabras iniciales del Traite de
esquema mental. Las complejidades del contrapunto le pare- L'Harmonie de Rameau. Ciencias y artes forman parle de un
cen «estupideces de un tipo que el oído no puede soportar todo impulsado en w conjunto por la fuerza de la razón. Nos
ni tu ra/ón justificar". Más ¡iiin: el Dntiniituwv ilc \/ÍI\/I/IÍI'

Grabado <l? un luíler ti? la Lncuiupeiiiu.


establece una distinción categórica entre la música natural y «Es fácil advertir que las ciencias y las artes se prestan mu-
la artificial: tuamente ayuda, y que hay por consiguiente una cadena que
«Música natural es la formada por la voz humana, por opo- las une.»
sición a la música artificial que se ejecuta con instrumentos». De igual modo, afirma en un pasaje más avanzado del Dis-
¿Por qué este rechazo radical de la música instrumental? curso preliminar:
Desde luego como contraria al mito de los orígenes, lo mis- «Cuando se consideran los progresos del espíritu desde es-
mo que por considerarla más propia de un tratamiento ar- ta época memorable, se descubre que esos progresos se han
mónico que melódico, pero no menos por una postura general realizado en el orden que naturalmente debían seguir»
de disgusto ante el progreso, representado en esta ocasión por Sin embargo, piensa que la música se halla a la zaga del
estas herramientas de hacer música. De hecho, Rousseau no citado organismo del saber humano:
redactó los artículos concernientes a los instrumentos musi- «... la música ha debido llegar mucho más tarde a cierto
cales de la Encyciopédie. De este trabajo se ocupó el propio grado de perfección, porque es un arte que los modernos han
Dideroi, algo en absoluto casual, pues fue el único filósofo tenido que crear.»
que hizo un esfuerzo real por comprender la música pura. Por Es de nuevo Diderot quien penetra con más lucidez hasta
ejemplo, logró apreciar las obras para teclado de C.P.E. Bach,
compositor al que admiraba y con el que se carteó. el fondo del asunto. El progreso en música, o en cualquier
otro arte, es fruto de la dialéctica entre el respeto y la trans-
Los artículos musicales de la Encyciopédie no contemplan gresión de la norma:
la historia de esie arte. No deja de ser sorprendente la refe- «Si alguna vez ocurriera que los grandes maestros se deja-
rencia continua a los teóricos y los músicos de la Grecia anti- sen arrebatar por su genio más allá de los límites, eso tendría
gua; en especial, teniendo en cuenta la ardiente etapa que les lugar en las rarai ocasiones en que previeron que esta desvia-
tocó vivir a los philosophes. ¿Pensaron éstos que la música ción serviría más para añadir belleza que para quitarla, pero
no por ello habrían dejado de cometer una falta que se les
70 Scherzo podría reprochar.»
lo revolución Francesa

Los himnos de la Revolución


también una revolución cultural. Al menos, íí podemos afir-
P opulares, cantados por las masas enfebrecidas hasta la
saciedad, pompa y ornato de las fiestas revoluciona-
rias y del imperio, musicalmente de poco interés, salvo
honrosas excepciones, ¡os himnos nacidos al socaire de la Re-
mar que el orden de los pensamientos, el movimiento plural
de las ideologías, la sensibilidad, los gustos, salieron trans-
formados de la tormenta revolucionaria.
volución Francesa, son un reflejo, un síntoma, una expresión Pero los himnos de la revolución nacieron tan dentro de
de aquellos días históricos, cuyo doscientos aniversario esta- la misma que su carácter de expresión momentánea y nece-
mos rememorando. saria les ha hecho quedar fuera de la propia cultura revolu-
Vamos a recorrer brevemente el camino del repertorio re- cionaria. Parece fuera de toda duda que cantar ha sido una
volucionario de los himnos cantados en los festivales, fies- necesidad del pueblo que, repentinamente, encuentra una voz
tas, acontecimientos sociales y políticos de la Francia de los común para expresarse. Por ello podía utilizarse un tipo de
años 1790 y 1800. Las numerosas obras que se escribieron para canción de absoluta sencillez, con acompañamiento de bajo
estas ocasiones han sobrevivido hasta nuestros días, pero su figurado, o en ocasiones, piezas dramáticas orquestadas de
examen y análisis ha de hacerse siempre dentro de las coor- forma muy elevadora, especialmente indicadas para las cere-
denadas históricas, sociales y populares en que nacieron. Bus- monias oficiales. Canciones populares revolucionarias, como
car su comprensión desde otros puntos de vista, incluido el La Marseltesa, se reproducían constantemente entre la gente
estrictamente musical, seria un intento poco revelador.- en versiones baratas, impresas veloz y secretamente, mientras
De aquella larga fase de revolución y de estabilización pos- las piezas oficiales, de música mucho más pretenciosa, eran
t revolucionan a Francia salió transformada en sus fundamen- adquiridas por los canales habituales por unos pocos com-
tos culturales y en sus comportamientos mentales y políticos. pradores. Así la difusión de unas y otras fue muy diferente.
Como afirma Claude Mazauric: «la Revolución de 1789 lle- En lodo caso, la rápida decisión de las autoridades revolu-
vó al poder a la burguesía, pero ésta tuvo que aceptar la de- cionarias para que los compositores oficiales crearan música
mocracia política y sufrir la influencia popular para para la Revolución entre los años 1793 y 1800, no evitó que
conservarlo, e incluso recurrir a la violencia, al Terror, a la antes de estas fechas las composiciones de carácter revolu-
dictadura provisional, al poder militar y al despotismo impe- cionario nacieran espontáneamente.
rial". En cualquier caso cabe preguntarse si todo ello supuso

("¡udadanos
¡ untando
la
WarsellesQ.

Scherzo 71
dosier-

Méhui surgió un grupo de himnos importante, hasta alcan/.ar la ci-


Dibujo de fra de 93.
Guilleminoí. El primer gran festival revolucionario luvo lugar el 14 de
julio de 1790 en el Campo de Marte y adoptó, en parle, la
forma de Misa sobre un «altar de la patria». Es curioso ob-
servar como muchas de las primeras músicas revolucionarias
tenían fuertes vínculos con la iglesia y con la escena. El Te
Deum de Gossec y su Chant du 14 juillei, este último escrito
expresamente para el festival, representan los comienzos del
himno revolucionario. En ambos utiliza un coro masculino,
a tres partes, acompañado por instrumentos Je viento, ma-
dera y metal, con percusión y violas en el Te Deum. Las vio-
las se suprimieron en adelante para las composiciones al aire
libre. La música es fundamentalmente, en su estructura y ar-
monía, de una gran firme/a. Los matices militaristas o el ril-
mo dactilico son otras de sus evidentes peculiaridades. Estos
elementos pasaron a los himnos de creación posterior, en los
que, sin embargo, se flexibilizó la escritura vocal.

Festivales neoclásicos
VJossec, llamado el Tirteo de la revolución, fue el más pro-
h'fico autor de himnos revolucionarios, todos ellos escritos a
partir de noviembre de 1793. Los mejores de ellos nos recuer-
dan el viejo neoclasicismo de la reforma cíe Gluck, lo que es
perfectamente lógico, ya que en los festivales dirigidos por
Festejos patrióticos el pintor David, entre el enterramiento de Voltaire y Termi-
dor, los vestidos y los emblemas de la antigüedad clásica, fue-
Ejste tipo de himnos revolucionarios fue interpretado en di- ron la característica predominante. Pero ¡a noble simplicidad
versos festejos, tanto de París como provincianos, dedicados de Gluck se transforma con la revolución en un relajante op-
a celebrar el triunfo de la revuelta. Así, desde 1790, la gente timismo. Este es el estilo que predomina en el Chaní du 14
pudo escuchar y participar en una gran variedad de himnos dejui/let, que se constituye como el prototipo de himno re-
<ie Gossec, Mchul, Cherubini y muchos otros, cuyas partitu- volucionario, incluso para la propia Marsellesa.
ras eran distribuidas gratuitamente y en las que con un acom- Quizás de mayor ambición fueron las contribuciones que
pañamiento más o menos elaborado la escritura era
fundamentalmente para instrumentos de viento.
Una directiva gubernamental de enero de 17% dispuso que
La Marsellesa y otros himnos fueran cantados en todos los
teatros antes de alzarse el telón. Pero cantar espontáneamen- Rouget de Lisie
te era lugar común en cualquier clase de reunión política o
social. Las canciones más populares de la época fueron: Ah,
(a irá (1790), IM Marsetlaise (1792), La cormagnole (1792),
y la Marsellesa
Veilions au saiul de l'empire de Dalayrac (1792) y Chant du
départát Méhul(l794). No menos de 1.300 canciones se com- 1™ acido en Lons-le-Saulnicr (l-ranco Condado) en 1760 y muerto
pusieron, o fueron más o menos arregladas para la ocasión, en Choisy-Le-Roi, cerca de París en I83fi, Claude Joseph Rou-
entre los años 1798 y 1803. Además, muchas de estas cancio- get de Lisie ha pasado a la historia como el autor de la canción
revolucionaria por excelencia, es decir, l.a Marsellesa. Habien-
nes se incorporaron a piezas escénicas, estilizadas represen- do oído decir por casualidad a Dieirich, alcalde de Estrasburgo,
taciones de acontecimientos públicos o militares. Asi ocurrió que era lamentable que los jóvenes soldados no luvieran ningún
con L'offrande á la liberté de Gossec (1793), ¡M journée du canto patriótico a cuyos acordes pudieran marchar, pasó la no-
¡0 aoüt de Roben o Kreutzer (1792) y La pame reconatssante che del 24 de abril de 1792 ocupado en componer la letra y la
de Candeille (1793). música de una canción destinada a ese fin, ayudándose con su
propio violín en la composición de la melodía. La canción fue
C. Pierrc en Musique executée auxfétes nalionales de la cantada por el alcalde al siguiente dia y fue adaptada rápidameme
revolution franfaise (París, 1893) cuenta hasta 86 programas para banda militar, tocándose en la reí isla del siguiente dia. Dos
de festivales entre 1790 y 1800 en los que se incluían himnos meses más larde fue cantada en un banquete patriótico en Mar-
revolucionarios, así como las celebraciones anuales del día de sella Provocó tan gran entusiasmo, que se imprimieron nume-
La Bastilla (14 de julio), del 10 de agosto de 1792 y del adve- rosos ejemplares para entregar a los voluntarios que iban a partii
hacia Paris. Impulsados por esa canción, «realizaron la asom-
nimiento de la República {22 de septiembre de 1792), o cere- brosa ha/aña de atravesar Francia, arrastrando consigo sus ca-
monias especiales, como el reenterramiento de Voltaire en el ñones, a la velocidad de dieciocho millas por dia, en lo más cálido
Panteón el 11 de juüo de 1791, o con ocasión de grandes vic- de un tórrido verano y sin detenerse durante casi un mes. No hay
torias militares, funerales de personalidades y de mártires co- ejemplo de lal esluer/o en la historia de la guerra» (Hillaire Ue-
mo Bara y Viala, o el festival Robespierre del Ser Supremo lloc). i.os voluntarios marsetleses entraron en París cantando esa
el 8 de junio de 1794, y más tarde los festivales bajo el direc- canción y a sus acordó se dirigieron a Las Tullerias el 10 de agos-
to, la mañana del dia en que la valiente Guardia Sui/a era ani-
torio: el 9 de Termidor, dedicados a la agricultura, a la ju- quilada y Luis XVI y María Antoniela eran obligados a refugiarse
ventud, al matrimonio, etc.. en el Parlamento.
También cabe destacar, aun cuando en número más limi-
tado, los festivales e himnos organi/.ados por los realistas y
los moderados: así, en enero de 1795 la canción de Caveaux
Le revéil du peuple fue entonada por los Blancos, para ser G.Q.LL.O.
proscrita un año después por el Directorio. Entre 1790 y 1795

72 Scherzo
lo revolución Francesa

a los himnos revolucionarios reaiizó Cherubini, como suce- dez real, encontraban la manera de convertirla en algo ridicu-
de con L'Hymne au Panthéon (1794) y Hymne fúnebre sur lo por el modo de contar sus hazañas y por los adornos gro-
la morí du genera! Hoche (1797); también son desiacables tescos que añadían a la verdad. Así, por haber —no sin gran-
Hymne a la raison (1795) y la Scéne patriotique de Le Suerur des pérdidas— tomado el cuartel de caballería de la calle
(1794). Oíros compositores que escribieron himnos de esia na- Babylone, se creían en la obligación de decir con una serie-
turaleza fueron: Beron, Devienne, Girousi, los hermanos Ja- dad digna de los soldados de Alejandro: Estábamos en la to-
din, Manini y Pleyel. ma de Babylone. La frase conveniente habría sido demasiado
Dos cántalas de grandes dimensiones encargadas por Na- larga; por lo demás se la repetía (antas veces, que su abrevia-
poleón dieron fin a la era del himno revolucionario: Cham ción se hacia necesaria. ¡Y con qué solemnidad pomposa y
naiional du 14 juillet 1800, de Méhul, para tres coros y tres con qué acento circunflejo sobre la "o" articulaban el nom-
conjuntos y Chant du premier vendemiarie de Le Sueur, pa- bre de Babylone! ¡Oh, parisinos! ¡Farsantes gigantescos, si
ra cuatro coros y cuatro conjuntos. Ambas se ejecutaron en se quiere, pero desde luego, giganlescos farsantes!...
Los Inválidos. ¡Y la música, y los cantos, y las voces roncas con las que
Héctor Berlioz, nacido en 1803, y que en sus primeros años resonaban las calles! Hay que haberlas oído para hacerse una
vivió las inmediatas consecuencias de la Revolución, descri- idea apropiada!»
be en sus Memorias una jornada en la que es fácil adivinar
el ambiente en que se cantaron los himnos revolucionarios: Gerardo Queipo de Llano Onaindía
«... Por fin el 29 me encontré libre, y pude salir a vagabun-
dear por París, con la pistola en la mano y con la Santa Ca-
nalla hasta el dia siguiente. Nunca olvidaré la fisonomía de BIBLIOGRAFÍA
París durante aquellas célebres jornadas: el valor temerario
de la chiquillería, el entusiasmo de los hombres, el frenesí de H. Berlioz: Memorias. Tomo I. T&urus 1985.
las mujeres públicas, la triste resignación de los Suizos y de C. Pierre: Memoires defétes et ceremonies de la Revotution Fran-
la guardia real, el singular orgullo que experimentaban los caise. París 1899.
C. Pierre: Les hymnes el les chansons de la Revolution. París 1904.
obreros al verse, según decían, dueños de la ciudad, y sin em- C. Hughes: Musk of the French Revolution. Londres 1940.
bargo, no robar nada; y las espeluznantes fanfarronadas de The new grove dktionary of musk and musicians. Tomo XV. Mac-
algunos jóvenes, que después de dar prueba de una intrepi- Millan. Londres 1988.

La música en la primitiva
República francesa
La República francesa de 1848 no se mostró tan generosa con no, correspondía al 19 de febrero hasta el 21 de marzo). Fiesia
el arte músico como su predecesora la del 93. Esta, además de de la soberanía del pueblo. Poesía de Boisjolin, música de Catel.
crear y organi/ar el Conservatorio de música, tuvo durante cier- 5.' Dia 10 de Germinal (séptimo mes del calendario repu-
to tiempo a sus inmediatas órdenes varias orquestas y coros que blicano, comenzaba el 21 de marzo y terminaba el 19 de abril).
tocaban y cantaban hasta en las sesiones de la Asamblea. Según Fiesia de la Juventud. Poesía de Parny, música de Cherubini.
se lee en el Monlior de aquella época, las sesiones eran algunas 6.* Dia 10 de Floreal (octavo mes del calendario republica-
veces interrumpidas para que los músicos de ¡a república toca- no; desde el 20 de abril hasta el 19 de mayo). Fiesta de los espo-
sen himnos patrióticos, y cuando se había camado bastante se sados. Poesía de Ducis, música de Méhul.
volvía a tratar y discutir los asuntos. Si como en el caso presente 7.* Día 10 de Prarial (se estableció desde el 20 de mayo al
se abusaba del arte músico, también se sabía hacer un uso más 19 de junio). Gran solemnidad para el reconocimiento del Ser
acertado. En todas las solemnidades, ya tristes o alegres, vemos Supremo. Poesía de Meheraut, música de Cheruhini.
aparecer la música siempre. Así escribió Mehul su Chant du dé-
pari, cuando la creación de los catorce ejércitos; el Chant du re- 8." Día 10 de Mesidor (décimo mes del calendario republi-
lour después de la victoria, y Cherubini su magnífica música cano; empezaba el 20 de junio y concluía el 18 de julio). Fiesta
fúnebre para los funerales del general Hoche. de la agricultura. Poesía de Meheraut, música de Lesneur.
9.' Dia 26 de ídem. Aniversario de la toma de la Bastilla.
Cuando la abolición del culto católico, se compuso un gran Poesía de Chénier, música de Gossec.
himno para el reconocimiento del Ser Supremo. Esta eran fiesta 10.' Día 9 de Termidor (undécimo mes del calendario repu-
que debía repetirse una vez al año no podía reemplazar a todas blicano, desde el 19 de julio hasta el 17 de agosto). Aniversario
las fiestas suprimidas, con cuyo motivo se insiituyeron otras va- del 9 de agosto. Poesía de Chénier, música de Méhul.
rias que proporcionaron a los compositores la ocasión de escri- 11.' Día 23 de ídem. Aniversario del 10 de agosto. Poesía
bir himnos, cantatas, etc. El restablecimiento del culto católico de Chénier, música de Catel.
no dio lugar a que se publicase la colección de todas esas pie/as 12.' Día 10 de Fructidor {último mes del calendario republi-
de música y apena*, si existe en el día algún ejemplar. cano. Daba principio el 18 de agosto y concluía e! 16de septiem-
Como apuntes interesantes para la historia del arte ponemos bre). Fiesta de la Ancianidad. Poesía de Arnaut, música de
a continuación la lista de aquellas composiciones y la época en Lessueur.
que debían ejecutarse. 13.' Día 18 de ídem. Aniversario del IB Fructidor. Poesía
1.' Dia I de Vendimario (primer mes del calendario repu- de M música de Cherubini.
blicano que empezaba en 22 ó 23 de septiembre y concluía el 21 Además de estas fiestas fijas, había también un himno parti-
ó 22 de octubre). Himno para el aniversario de la fundación de cular para cada una de las tres grandes épocas de la vida del hom-
!a república. Poesía de Chenier, música de Manini. bre, y eran:
2.' Día 2 de Pluvioso (quinto mes del calendario republica- El himno del Himeneo. Poesía de Ginguené, música de Piccini.
no; comenzaba el 20 de enero y terminaba el 18 de febrero). Ani- Ídem del Nacimiento. Poesía de Meheraut, música de Catel.
versario del justo tasugo (palabras textuales) del último de los Ídem de la Muerte. Poesía de Legouvé (no llegó a componer-
reyes. Poesía de Lebrun. música de Jacinto Jadin. se la música).
3.' Día 12 de ídem. Plantación de los árboles de la libertad.
Poesía de Maheraut. música de Grétry.
4.' Dia 30 de Ventoso (sexto mes del calendario republica- La Zarzuela, 19-1-1857

Scherzo 73
XXXVIII Festh
29 JU1
MIEMBRO DE LA A
AVANCE DE

Día 16 M a n Pyrlicada IOJO nuche


WARTHAORAHAM UANC L
COMPANY. Nc» York l'retrnimiOn
en Santander
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An(elcs. GRAHAM/COWELL:
Canción Profunda.
C.RAHAM'HORST: El Feniunte.
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Recua! nrfano-Iri¡mpela¿
CLAUDE RIPPAS TROMPETEN
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Po^Cludjo Obro emargí'
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MARI HA íiRAH-VM DANCE
COMPANY. New York
C R A H A M / B A R K J K - Teniacionc, uc la
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Encuemro con... JOSÉ CARRERAS
Día » PU¿« PiHlicidi iO-W nocht (lauslro i, la CiHdnl I0J0 iwthr
Di. I Piara Ponteada 10.10 mKhe
METROPOLITAN OPERA IIOUSE JENNItER 'iMITH. topraníi
ORCHESTRA \ew York. CONJUN1U BARROCO/AKABANOA; JOSÉ CARRERAS
Presenttníórt en Europa ALVARO MARIA5. llauta bar.wja NURIA ESPERT
JUNE ANDERSON. soprano ISABHL SERRANO. Piolín barnuzo ARIEL RAMÍREZ, clave
RICHARD BUCKl.tr, director RFNF-E BOSCH. viola da gamba DOMINGO CURA, percusión
Arias y ohen Liras de óptra EDUARDO I.OPEZ BANZO, clave CUARTETO DE LOS ANDFK
La Cantata de Cámara BarnicH CORAL SAI VE DF LAREDO
D i l MI Plaza Pnnicuda I0J0 nuche
CROFT, HAENDEL. TELEMANN. JOSÉ U.HS OCEIO, director
Ml-TROPOLITAN OPhRA HOUSE
ORCHhSTRA. Ncv. York VIVALPI 1. Musita y pocu'a. A l MERI'I,
CARMEN GONZÁLEZ, soprano M I U H M H U I N Ife Bdlus Arles 1 Urde
HEKNANDF.J:, MACHADO.
LUIS LIMA. l i n o ' Encuentro con. MAüUY MAK1N Panza
IORCA. LEÓN FELIPE,
ENRIQUF GAROA ASENSIO. director
GINASTERA, GUASTAVINO.
Preludios y romaneas de >ar7Lic]a
Plaia Pnr(fea4ti W*MI niKhe TC1STI, FALLA.
COMPACNIE MAUUV MARÍN
W» 31 M a s » Municipal de BtHu Arw» 9 larde .<fcK. QU'KST CT QUE CE QUE LA II RAMÍREZ: Navidad nuettiu ires
Encuentro ron., los artistas de la Gala de M'FAIT A MOI!,i temas. Misa Criolla
Estrellas bicenlenario de la Revolución francesa Dit 10 Claustro de la Caldlnil I OJO mKht
Agotio Estreno en España ESCUELA CORAL DE I A CAPILLA
P l u u Portada 10J* noche REA1 DE VIENA
Día I Pin» Ponteada 10,30 noche HUBERT DOPt-, direttor
data di bitrellas Internacionales de lo COMPACNIE MAOLIV M<VHIN
»EH, OUE'EST CE QUE CA M'FAIT A Canto <iregonano
Danza
SILUE CIJII ] EM-I AURENT HIl.AIRE, MOI!» »ia ¡ I Plau PorHeada I0J0 notru
ARANTXA AR<;UELLES-RAUL biorntenario de la Revolución Francesa Opera. «riDELIOu, de BEklHOVFN.
TINO .SANTIAGO RE LA versión concierto
Llaysln» dr I» f'alednl 10.30 noehr
QUINTANA-CARMEN CATOYA, ELISABETH CONNELL I Leonora |
Recital TERLSA BERÜAHZA.
JUAN CARLOS (M . SONIA B E N \ HEPPMER (Molestan I
me«osoprana
CALERO, MERCHE ESMERAI DA WOl.FGANCí LENZ (Puarro)
JUAN ANTONIO ALVAREZ PAREJO.
MF.T ROPO LITAN OPFRA HOUSE ELISABtTH BUCHAN\N lMar«1lina(
piano l.bONARD PEZZINO ilaaquiivul
ORCHrSTRV Nc» York PFROOlfSJ. ROSSINI. BI/l-T.
A l <\\ BARKER. direcioj ORyUESiA NACIONAI OE Í R A N l [A
Sl'RAUSS. RODRICiO ORFEÓN DONOSI1AKRA
P)aia Portklda IQJQ noche UUWQ Municipal de Bellas Arles 9 larde TOSE AN'IONIO SAINZ, dircdor coro
Jumada de Jazz IDRIN MAAZEL. direcioi
l-iKurnirnrnn JUI IO DOCTA
KENNY DREW TRIO
BENNY CÁRTER Plata Portiradi 10.30 micki Día 11 Plan Porliciíi IQJO aiH-hr
BALLL1 I)U NORD ORQUES1A NA< lONAi DF FRANCIA
Plan Punteada I0J0 noche JULIO BOCCA. artista imitado LORIN MAAZEL, director
O/wra. -EL RETABLO DE MALSL ORyUt.üTA SINFÓNICA DF TENERIFE DEBUSSY: Preludio de la siesta de un
PEDRO», de MANUEL DE FA 1.1 A ANDREF PKFSSER. direLí," rauru). l a Mdr
ORQUESTA DE LAMARA TEATRE RAVFI • Daphmi \ Ctilor (3." tüitel
LLFURF Mi II Milico Municipal de Bellas A r l h M laidr
BERLIOZ. Smfmua fanmin,-j. Op. 14
IÑAKI FRESAN. Don Quijolc (baritono) t-.ncuerilro con TERESA BEROAN7A
JOAN CABERO. Macse Pedro (tenor) l>ia 12 Muwo Municipal de Bellas Arlei a noche
Pilla Purlkada KJO noehr
XAVIER CABERO, trujamán (rano) FiK-ucnim mu M.MA PI.ISETSKAYA
BALLEJ DU NORI1
XAVIER LUJt, ilunlinatiún JUI.IO BOCCA, artista invitado IIÜ 13 Plaia Poiilcada 10.30 HIK he
ANTONI BUESO. esctnografid i estuario ORQUESTA 5lNH)NIÍ A DE TENERIFE B A L l . t l DLL TEATRO LÍRICO
JO SEP PONS, flirenoi NACIONAL
ANDRM- PRF.SSER. directo;
FALLA: MAYA PLISfcTSkAVA. directora artística
— Concieno para cla^c y emeo Plaza PonieulB I0J0 nofhe
KlKINE'CHOPINr I j . Si I lides
OMOUFSTA SINFÓNICA t>E TtNERIFE
instrumentos. BARRA/DVORAk Nocturno.
KRYSTAN / I M F R M A N , piano
— Psycht PLISEISKI'MAHI.FR Canto Vital
VÍCTOR I'ABIO PÉREZ, director
— El Retablo de Matse Pedro Pl ISETXKAYA/SAINT.SAENS- l a muerte
I 1US. BEETHOVEN
En coproducción con el Festival del cisne
Internacional de Música y Da nía de l)n 15 Piafa de loros 10.30 noel» ALONSO/BIZET-SCHEDRIN (armen
Granada Rtcnal PABLO MILAtiES suile
I Internacional de Santander
O - 31 AGOSTO 1989
3CIACION EUROPEA DE FESTIVALES
OGRAMACION (Susceptible de modificación)

Día 23 ClmuBro de l i Catedral 9 nocht CAMARCO: Jardinn del Ayuntamiemo EMuriídasI AGRUPACIÓN CORAL DE PAMPLONA
DIABEI.LI-TRIO lASTRO-URDIALES: Caslillo Ocharan, csulo JOSÉ IUIS ESLAVA, flirecior
WILLY t-KElVOUEL. flauta naciónalisia-hisioriciMa. Ule&ia Sania María, \ Música de amores del siglo XX. XXV Aniversario &
ENRIQUE SANTIAGO, viola XVI t'apilla-Pantfón del Marques de Comillas. ARTURO UUO VITAL.
SIEGFR1ED SCHWAB, guitarra ENMEDIO REINOSA, Colegiala de Sin Ptdra do
Día 24 P l a n Ponteada 10J0 iraehr l'trvalos. S. X I I I . Iglesia de San Scbaslian. MÚSICA MEDIEVAL t N El. CAMINO DE
LAREDO: I g l c a de Nira. Sra. de la Asunci«fl, 1 SANTIAGO.
BAI-l.ET DF.l TEATRO I I R U Ó
NACIONAL XIl-Xlll.
LAREDO^ lalcia Nlre. Sra. de Laias NEGRO SPIRITUALS Y GOSPEL SONCS
M A t A PLISETSivAVA. directora arlislica
IOS CORALES DE BUE1.NA: Sanluano de Nlra. Salm.'. UAKKbl SISIERSL1Z McCOMB/GREGC
BARRA/MENDELSSOHN: Hoja de
Sra de las Caldas, s. X V I I . HUNTER
álbum
PFTIPA IVANOV/HERTEL: La filie mal NOJA Iglesia do San Pedro Mnca ('olíanles. Palacio
XXV ANIVERSARIO DE ARTURO DÚO VITAL
gardéc di I marques de Albaicfn
POTES: Monasterio de Samo Toribio de Liébana, s.
THE SCHOLARS
DUATO/CHAVEZ. Sinfonía india KVM AMPS. soprano (Oalalea». ANGUS DAVIDSON,
ALONSO/BIZET-5CHEDRIN. (.aunen XIII
contrarenor (Damón) ROBÍN DOVEPON. lenor
-tiite SAN VICENTE DE LA BARQUERA: Ruinas del
lAcis). DAVID VAN ASCH. ha¡o (F\>liTemo)
Convenio de San Luis. s. XV. Iglesia de Sania
•Ha 25 AsamMei Regional de Cantabrin. Clauslrcí I H E SCHOIARS BAROcJUE ENSEMBLE
Mana de los Angeles, s. VIH.
Q noche IRMGAR» SCHA1 LER, violin I W l l 1 IAM
SANTILLANA DEL MAR: Cianuro de la Colegiara
CE.SUA1.LIO tONSORT AMSTERDAM THORPE. violin II LESLIE SHRIGLEY-JONES.
de Sama Juliana, s. XII Torre de Don Borja.
BARBARA BORDEN, »oprano noloncello. JAN SPENCER. conlrabajo ROBÍN
Fundación Saniiltana
YVONNE BENSCHOP. toniraltu CANTER, Oboe I. RO*ENA ELLIS. Oboe I I .
SANTONA: Iglesia de Sania Mana del Puerto, s. X I I .
SIMÓN SCHOUTEN. contra t í ñor NANCY ¡1ADDEN, flauía CHRISTOPHER
TOHREI.AVEliA: Iglesia de la Asunción.
MICHIEL TEN HOUTE DE LANGE. STOKES, continuo.
UDALLA: Iglesia de Sama Marina, s. X111-
tcnur HAENDEU Acis y Gilalea
HAKRY VAN DER KAMP, bi)o
Múska del Renacimiento y Contemporánea MARCOS H I S T O H I c m D[. CANTABRIA XIX CICLO ESTIVAL DE MÚSICA CORAL Y DE
KERSTENS: Crudclc acerba. Obra ÓRGANO SANTUARIO DE LA BIEN
ení argO- THESCHOLARS APARECIDA
KASTNER. Funz Epigrammc von Angela KYM AMPS. soprano |Anai|. ANOUS PAV1PSQN. 16 jul to-27 agwto
Sllestus Obra encargo conlraicnoi (Ariasl. ROBÍN DOVETON, lenoi EXPOSICIÓN KS
JUAN ALFONSO GARCÍA: "Tres poemas (E«angel«ia). DAVID VAN ASCH, bajo (Jesús)
JANE I LINCE, soprano (Sirvienlaj. MARK JUAN NAVARRO BALDEWEli Cámara de Comercio.
amorosos», de GERARDO DIEliO.
TUCKER. lenor (Anas y Siervo). PAlll 29 julto-15 agosto
Obra encarar* hslreno absoluto
PARFITT, bajo (Arias. Pedro y Pílalos] THE AGUSTÍN DE CEI.IS: Museo Municipal de Bellas
Día 27 a m u r a de la Catedral ID JO noche SCHQI ARS BAROIJUfc bNSfcMBI.b Artes, agosto
Recital PINCHAS ZUKERWAN, nolin IRMGARD SCHALLER, violin I. W1LLIAM JOSÉ RAMÓN SÁNCHEZ: Museo Municipal de
MARZC NEIKRUU piano THOÍPK, nolin I I . SUSAN B1CKNALL. viola. Bellas Arles, agoslo
STRAVINSKI. BEFTHOVFN, ERIN HEADLEY. iunirabajo. ALAYNE LESLIE. MANOLO MOMPO Tfctfos i, 18 julio ) septiembre
S i H U M A N N . ENESCO oboe I. ROWENA ELLIS. Oboe I I . NANCV UN SIGLO DESDE EL ATENEO: Elposición 75
l i l i 21 Pbza Porteada 1SJ0 noche HEDDEN, naula. FRANCÉS EUSTACE. lagol. aniversario-Palacete del Embarcadero. 20 agos!o-l£
Ururtde Messe des Morís 'fíeqweml. de ANDRFW I.AWRENCF-K1NC. coniinuo septiembre
BEMLtOZ BACH. La Pasión según San Juan, BWV 1U INSTITUCIONES
ORQUESTA NACIONAL [)E ESPAÑA
AYUNTAMIENTO DE SANTANDER
ORFEÓN DONOSTIARRA Rccual PABLO CANO, forlepiano
DIPUTACIÓN REGIONAL DE CANTABRIA.
JOSÉ ANTONIO SAÍN?, director toro HAYDN. MOZART, BEETHOVEN.
Consejería de Cultura
RAI-AE1 FRUHBECK DE BURGOS,
MINISTERIO DE CULTURA: Instituto Nacional de
director CANTABILE la* Arres Escénicas v de la Música
IHa 2 ! M i n n MgnidMl í r Bella* Artes • [arfo RICHARD BRVAN, conlralenor. STEWART ASAMHI FA REGIONAL DE CANTABRIA
Encuenda ton. RAFAEL FRLIHBEC'K CO1.LINS, ltnor. PAUL HULL, lenor.
M l t H A E L STEFFAN, baniutio. ANPY READ. PATB(M INAIH1BES
DF SURCOS | JOSh ANTONIO
SAINZ piano BANCO SANTANDER
CAJA CANTABRIA
Di» 24 Plaza Psnkidí 10J0 noehr
Rei-ilal ortarto-danzjj CAJA DE COMERCIO, INDUSTRIA Y
SCOTT1SH CHAMBERORLHESTRA ADELMA GÓMEZ IRIS SCACCHERI NAVEGACIÓN DE CANTABRIA
ALICIA DE LARROCHA, piano
HÍJXTEKLIDE, BACH. WIDOR, MESSIAEN FORJAS Y ACEROS ÜE REINOSA. S.A.
LEOPOLD HAGER, director
GRAN CASINO DEL SARDINERO
BEETHOVEN: Concierto para piano n." I SCHOLA GREGORIANA DE BRUJAS INTRA CORPORACIÓN HNANCIERA. S.A
IIAYDN: Sinfonía en do mayor. Op tit
O.C.I.S.A.
ILaudonl Recni/f tlffartii-irompetaí
M O / A R I : Sinfonía en re mayor, Op. S04 CON LA COLABORACIÓN DE LOS
f LAUDE RIPPAS. TROMPETEN ENSEMBLE AVUNTAMIENTOS DE
|P'»BJ) DIEGO FASO LIS, órgano
Día M Plaia P u n k u l i í e j í sochi KE1.1 ER. (ÍABRIELI. HANDEL, CLARKE, BIBbR. AMPUERO
IHE U1NDOS SVMPHONY (.AMPRA. PI.ANYAWSKY. I-RANCAIX. BARCENA MAYOR
ORCHFSTRA BARJA. C AMARGO
MU HAEL TILSON THOMAS. Uireclni ÁNGEL OLIVER- Invocación Ricercaie-Poslludio. CASTRO-URDIALES
COL! IN MATHEWS' CJfiro encarta Obra encargo. COMILLAS
BEETHOVEN: Sinfonía n" 4 en si bemol. LOS CORRAI ES DE BUELNA
Op. M NOJA
ESCUELA CORAL DE I A CAPÍ I I A RVAI llt RAMALES
STRAVINSKI La consagnciún de la VIENA
primavera R1BAMONTAN AL MAR
HUBERT DOPF-. « i - w
SAN VICENTE DE LA BARQUERA
Día 31 Plaza P n n i n d l l o j * norbf C'anlo {¡re^oiiano
SANTILLANA DEL MAR
Jumada de Clausura SOCIEDAD (ibNERAI DE AUTORES DE ESPAÑA.
THE IONDON SVMPHONY CESUAl IX) CONSORT AMSTERDAM CENTRO PARA LA DIFUSIÓN DE LA
ORtHESTRA BARBARA BORDEN, soprano. YVONNE MÚSICA CONTEMPORÁNEA. FESTIVAI
MALÍ RICE MURPHV, irompcla Bf-.NSIHOP. coniralto SIMÓN SCHOUTEN, 1NTERNAC1ONAI DE MÚSICA Y D A N / A DE
MICHAEL TUSÓN THOMAS. dirctlor coniraienor. MICHIEI TEN HOUTE DE ti RANA DA
HAVL>Nj tontzicno para Irompeía. en ra\ I.ANtiE. tenor. HARRY VAN DER KAMP. Cia)O
bemol mayor Música del Renacimiento y Contemporánea
BRUCkNER Sinfonía n f l h en la mayor KERSTENÍ> trudelr acerba. Obm emarga. Olicina del Festival: Atda. de Calvo Soldó, l i , !."-
MARCOS HISTÓRICOS KASTNER: Fun/ FpiBramme von Ángelus 19002 SANTANDER Apartado de Correos 621.
DE UANIABHIA Silcsius. Obra emtrfo. JUAN ALFONSO Tils.: (9421 21 OS 0», 21 03 45. )1 »í 19 y 31 48 SJ
GARCÍA1 nnTres poema», amorososr,. d i Télev 1ÍS22 degr e
AMPUERO: Santuario de la Bien Aparecida. •>. XVIII. GERARIX) [JlEíiO Obra encargo. Eureno Wefaj. l»42) 31 47 67.
BARCENA MAYOR: Plaia absoluta O5caius de Información de Santander y Cantabria.
-dosier-

Los ideales dela Ilustración en la música española


E l siglo XVI11 español viene determinado por el cambio de
dinastía que supuso la llegada al poder de Felipe V de Bor-
bón. Después de una intensa política de intrigas enire los
aspirames al trono de la Casa de Austria y de la Casa de Bor-
se apoyaron los músicos españoles conservadores que rechaza-
ban los estilos galantes y teatrales en vigor en toda Europa.
Pero mayor influencia ejerció, si cabe, en los músicos y teóri-
cos progresistas el auténtico sentir musical del benedictino, al que
bón, Carlos II, que falleció sin descendencia directa en noviem- llega probablemente tras sus lecturas francesas: Las Memorias
bre de 1700, otorgó testamento a favor de Felipe de Anjou, nieto de Trevoux, la obra de Charles Roilin, Historia de las Artes y
de Luis XIV, que entronizaba así la dinastía de los Borbones y Ciencias, el Thealrum Orbis Terrartim, de Abraham Ortell, la
sucedía a la de los Austrias desde los mismos albores del siglo. Historia y Memorias de la Academia Real de las inscripciones
El proceso culminó, tras una larga guerra de sucesión, en 1713 y Be/las Letras y la Historia de la Academia Rea! de las Cien-
y 1714, años en que los tratados de Utrecht y de Rastadt, de con- cias, todas ellas francesas, asi como la de Sebastian de Brossard,
secuencias desastrosas para España, reconocieron a Felipe V co- Lettre ó Mr. Demotz sur sa nouvelle mérhode d'écrire le plain-
mo Rey de España frente al Archiduque Carlos de Austria, que chant el la mustque (1729).
desde 1711 era emperador en Viena, Iras la muerte de su herma- La música italiana, defendida especialmente por J. J. Rous-
no José I. Este reconocimiento fue a cambio de que Felipe V re- seau, y que en 1726 era para Feijoo la causante de la decadencia
nunciase a sus derechos al trono de Francia y tras ceder a Auslria de la música española de esta época, le mereció en 1760 una opi-
las posesiones españolas en Italia y los Países Bajos del Sur, y nión bien distinta en su Carta Disuade a un arnign suyo el autor
a Inglaterra Gibraltar y Menorca. el estudio de la lengua griega y le persuade el de la francesa,
La llegada de la nueva dinastía Borbónica supuso un cambio donde prefiere siempre la estética italiana frente a la francesa
sustancial en la evolución de la vida musical española, con fuer- cuando escribe que tratándose «de las artes de gusto y deleite,
tes influencias francesas junto al gusto por el teatro musical ita- cuales son la Poesía, la Música, la Pintura y la Estatuaria, es pre-
liano, aspectos ambos que son el resultado de una nueva política ciso dejar a salvo, por lo menos, en cuanto a la práctica, los gran-
de apertura y reforma, y que son constamos a lo largo del siglo, des créditos de la italiana, pues por más que comúnmente los
tanto durante el reinado de Felipe V (1700-1746), como el de sus franceses aún en estas artes quieran atribuirse algunas ventajas
sucesores, Fernando VI (1746-1759), Carlos III (1759-1788) y Car- considerables, creo que todos sus poetas no hacen un Torcuato
los IV (1789-1808). Tasso. Todos sus músicos un Corelli. Todos sus Pintores un Ra-
El nuevo espíritu crítico del siglo, resultado en buena medida fael de Urbino, ni lodos sus estatuarios un Michael Angelo».
del cambio de dinastía, tiene su mayor y mejor representante en Incluso el gran libretista del siglo, Metastasio, es llamado por
la figura y obra del benedictino P. Feijoo (1676-1764), ya que, Feijoo «Príncipe de los Ráelas Dramáticos Modernos», en su carta
a pesar de su Cátedra de Teología, lo que menos escribió Feijoo El Deleite de la Música; y los violines, símbolo de la música ita-
fue de problemas teológicos. El tema de sus obras es universal: liana que habían sido rechazados por Feijoo en 1726, son pues-
Literatura, Medicina, Física, Filosofía, Ciencias Naturales, Ma- los años más larde como modelo del buen gusto, al escribir
temáticas y... Música, enfocando siempre los temas desde un pun- precisamente en su Razón del gusto que éste depende de la for-
to de vista critico al estilo de la moderna ciencia europea. Es mación y sensibilidad de cada individuo y que «hay uno para
significativo el título completo de su obra. Teatro Critico Uni- cuyo gusto no hay melodía tan dulce como la de la gaita; otro
versal, o Discursos varios en todo género de materias para de- que prefiere con grandes ventajas a ésta el harmonioso concier-
sengaño de errores comunes, publicado entre 1726 y 17401 en to de violines con su bajo correspondiente (...); es música más
nueve volúmenes. Tamas polémicas, consultas y corresponden- excelente la de los violines que la de la gaita, porque esto se debe
cia recibió con motivo de la publicación de estos nueve volúme- suponer».
nes, que se decidió a responder a las cartas más interesantes y El cambio más significativo aparece en el importante discurso
publicarlas. De ahí nació su segunda gran obra, las Cartas Eru- El No sé qué (...), al afirmar que «la bondad de la música a la
ditas y Curiosas, en que por la mayor parte se continúa el de- linea de bien delcctable pertenece, pues, su intrínseco fin es de-
signio del Teatro Critico Universal, impugnando o reduciendo leitar el oído, aunque por accidente se puede ordenar y ordena
a dudosas varias opiniones comunes (1742-1760). Sólo a la visia muchas veces como a fin extrínseco a algún bien honesto o útil».
del título de su obra no es de extrañar que sea Feijoo considera- Estamos ya lejos de la teoría barroca de los afectos y, en este
do como el «padre de la ilustración española», a pesar de ser sentido, es Feijoo un auténtico ¡luminista que reconoce el placer
un monje que prácticamente no salió nunca de la celda de su como fin primordial del arte musical. No me resisto a citar las,
monasterio de Oviedo. sin duda, más revolucionarias afirmaciones del .siglo XVIII en
Una de las características de la Ilustración francesa, la aten- torno al arte musical, en un momento en que las polémicas so-
ción y pasión por la Música, la encontramos plenamente en la bre las reglas y el fin de la música eran una constante en la cul-
obra de Feijoo, hasta el punto de que, en algunas características, tura de la época y habían sido objeto de atención preferente por
se adelanta a los enciclopedistas franceses. Es cieno que sus ideas parte de los Enciclopedistas, especialmente a partir de la famo-
musicales presentan un primer aspecto conservador al que se aco- sa polémica de los Bufones. Un El No sé qué afirma Feijoo que
gieron fuertemente los músicos españoles del siglo XVIII, poco «Tiene la música un sistema formado de varias reglas que miran
amantes de novedades, pero también es cierto que el auténtico como completo los Profesores, de tal suerte que, en violando al-
Feijoo es de ideas progresistas en absoluta consonancia con el gunas de ellas, condenan la composición por defecluosa. Sin em-
iluminismo, y también este aspecto de su pensamiento fue utili- bargo, se encuentra una u otra composición que falta a esta o
zado por los teóricos y compositores progresistas para justificar aquella regla y que agrada infinito aun en aquel pasaje donde
sus posiciones. falta a la regla. ¿En qué consiste esto? En que el sistema de re-
El Feijoo conservador, defensor de la tradición musical espa- glas que los músicos han admitido como completo, no es tal, antes
ñola conirapumística que rechaza las corrientes musicales ita- muy incompleto y diminuto. Pero esta imperfección del sistema
lianas y francesas, asi como el auge que experimentaba la música sólo la comprenden los compositores de alio numen, los cuales
violinística, lo encontramos en sus Discursos Música de los Tem- alcanzan que se pueden dispensar aquellos preceptos en tales o
plos (1726), Resurrección de las Artes y apología de los Anti- tales circunstancias, o hallan modo de circunstanciar la música
guos 0729) y, en menor grado, en la carta Maravillas de la Música de suerte que, aun faltando a aquellos preceptos, sea sumamen-
y cotejo de la Antigua con la Moderna (1742). En estos estrilos te harmoniosa y grata. Entretanio, los Compositores de clase in-

76 Scherzo
la revolución Francesa

fenor claman que aquello es una herejía. Pero clamen lo que qui- leitando, y para la redacción del mismo se inspiró fundamental-
sieren, que el juez supremo y único de la Música es el oído. Si mente en las fuentes francesas, como en el poema de Francisco
ta música agrada al oído, y agrada mucho, es buena y bonísima; Antonio lífevre, Música Carmen (París, 1704), las Reflexions
y siendo bonísima no puede ser absolutamente contra las reglas, critiques sur la peinture el la Poesie del abate Du Boss (1719)
sino contra unas reglas limitadas y mal entendidas. Dirán que y la obra de F. Raguenet Parallele des ilallens el des franjáis en
está contra arte, más. con todo, tiene un no sé qué que la hace ce qui regarde la musique el les operas (La Haya, 1737). En el
parecer bien. Y yo digo que ese no sé qué Poema La Música, Iriarte reconoce a
no es otra cosa que estai hecha según Ar- Francia la primacía en el ámbito de la teo-
te, pero según un arte superior a) suyo». SSS$ffÍS5;.ÍSfi£SÍ'/.-J; ría de la Música, citando expresamente a
El P. Feijoo se convierte en la gran auto- Mersenne, Sauveur, Burette, Nivers, Blain-
ridad intelectual del siglo XVIII, y la di- ville, Rameau, D'Alembert, Rousseau, Se-
fusión de sus escritos influyó en los rré, Roussier, Bal I ¡ere, Mercadier, Jamard
teóricos más avanzados de nuestro siglo y Bethizy. Es ésta una de las pocas obras,
XVIII, como es el caso de Antonio Ven- '^MANIFIESTO junto con algunos ensayos musicales de
(ura Roel del Rio, quien en su Institución ¡¿S CAUCO Feijoo, que fueron traducidas al italiano,
Harmónica (1748) defiende el nuevo es- «Tv^f; QUE HAZF, francés, alemán e inglés.
tilo galante y la música italiana, apoyán- I I K I LLM.t N T I LN L\ Dentro de los estrechos limites de este
dose en la autoridad moral de Feijoo y en MÚSICA. trabajo, no debemos olvidar la aportación
aquella parte de sus escritos más progre- S1^ ,\ 1.OS1 ONÍ11 ri'VIKH 1 N LA realizada por las Sociedades Económicas
sista. En oiro manuscrito de igual lilulo, 1
>1'í OlULimK.l Ul,.,(>,);,I,,. de Amigos del País, especialmente por el
fechado en 1766, defiende que «las reglas S^ conde de Peñaflorida, el marqués de Na-
Y AL1J5MI vil (K.liUl-.LVTAN
que hay para componer con perfección las •Cv1 .luí:. I.IM-. , ,1Vi.ü.nlotnlr». lij.r. rros y Manuel Ignacio de Altuna, recien-
obras de música unas miran a la harmo- ilt.i 11,.. i ,U
^-» ,^.,^1 i\V\\ 1I.11.U .U-Ini r>iii|ih»
• .IMI'rhlIU llttliít^
temente estudiados por Jon Bagues. Estos
nía y otras a la propiedad; fundadas las ,|M|H- WL.. ,«,/>,, ilustrados españoles, a los que habría que
de Harmonía en la experiencia de que el añadir otra amplia relación de nombres,
* - * •í" • • • • - •
oído, juez supremo de las consonancias •*•
*•*
entre los que destaca el de José Cadalso,
y disonancias (el subrayado es mío), ad- eran buenos conocedores de las obras de
mite gustoso las composiciones hechas en Rousseau y los enciclopedistas. Al propio
virtud de dichas reglas; y las de propie- /. -•,'T.LI T u -
Rousseau dedicó Feijoo la Carta Impúg-
dad en que asociado el oído con el enten- fftTífit nase un temerario que pretendió probar
dimiento, aprueba estas mismas composi- ser más favorable a la Virtud la Ignoran-
ciones como razonablemente adecuadas al asunto para que se cia que la Ciencia (1753), aunque en su concepción estético-
hacen o disponen». musical está muy próximo al ginebrino. Por otra parte, el Dic-
También Antonio Rodríguez de Hita, el renovador de la zar- tionnaire de Musique, de J. J. Rousseau, tuvo amplia difusión
zuela española junto con don Ramón de la Cruz, justifica su im- en España, como se demuestra por el hecho de la facilidad con
portante tratado titulado Diapasón instructivo (1747), apoyándose que se puede encontrar en nuestras bibliotecas. A pesar de ser
en Feijoo, cuando escribe que «las reglas que doy en este escrito Rousseau un autor prohibido en España por la Inquisición, las
(...) (no) pueden comprehenderse todas las ocurrencias y cami- estratagemas para hacerlo pasar hicieron posible su difusión en
nos de la fantasía, porque en ésta y otras facultades, el acierto nuestro país. En algunos ejemplares de esta obra que he mane-
«depende no sólo de reglas estudiadas (son palabras precisas del jado, el nombre de Rousseau es concienzudamente tachado, mien-
Eruditísimo Feijoo), pero, aún más, de cierta delicadeza del jui- tras que en otros, los propietarios optaban simplemente por
cio, cierta perspicacia genial que no puede explicarse en precep- recortar el nombre, eliminándolo limpiamente. Otro de los tru-
tos ni trasladarse al papel». En dicho tratado, considera inútil cos empleados era el de hacer desaparecer las páginas de la por-
la enseñanza del Contrapunto, tal como ocurría en la Europa tada en las que figuraba el nombre del autor. Así, en la Biblioteca
ilustrada de su época. de Catalunya hay un volumen que contiene todos los escritos mu-
El libro, que mejor recoge la influencia ilustrada en nuestros sicales de Rousseau con el título Pieces sur la Musique, que al
intelectuales del siglo XV11I que se ocupan de la música, es el no presentar por parte alguna el nombre de su autor, Pedrell lo
de Gaspar Molina y Saldívar, marqués de Ureña (1741-1806), ti- incluye en el apartado de «Varis», en su Cataleeh de ¡a Bibliote-
tulado Reflexiones sobre la Arquitectura, Ornato y Música del ca Musical de la Diputado de Barcelona.
Templo (Madrid, 1785), en donde, aludiendo de nuevo a Feijoo, Sin que pretendamos pecar de optimistas, es cierto que el pen-
pero apoyándonos especialmente en los teóricos franceses, Ure- samiento musical español del siglo XVIII experimenta un nota-
ña defiende tanto la música vocal como la puramente instrumen- ble impulso, debido principalmente a la extraordinaria aportación
tal. En sus páginas aparecen constantes citas de D'Alembert, del P. Feijoo y de los ilustrados españoles, bastante más al tanto
Perrault, Buretie, Maupenius, Boileau, Pluche, etc., entre los teó- de lo que se hacía más allá de nuestras fronteras, de lo que, a
ricos y Gluck y Haydn entre los compositores, lo que nos de- veces, se nos ha hecho creer. Lamentablemente no se produjo la
muestra su estar al tanto de lo que en aquellos momentos se estaba conclusión lógica de este proceso, por la que clamó el propio Iriar-
haciendo en Europa. El marqués de Ureña, junto con el mar- te, que era la institucionalizacíón de la enseñanza musical, co-
qués de Méritos, gaditanos ambos, son dos ilustrados españoles mo ocurrió con la Arquitectura, Escultura y Pintura, y habría
preocupados por relacionar a España con la rica actividad mu- que esperar al siglo XIX para asistir al nacimiento del Conser-
sical Europea, como se demuestra por el hecho de la amistad que vatorio de Madrid. Sin embargo, tanto el pensamiento como la
les unió a Joseph Haydn, siendo los causantes de que el famoso práctica musical de nuestro siglo XVIII participan en buena me-
compositor recibiese el encargo de escribir Las siete palabras para dida en lo que entonces se estaba haciendo en toda Europa, dán-
[a Iglesia de la Santa Cueva de Cádiz. dose en nuestro país prácticamente las mismas polémicas y
Mención aparte merece la figura de Tomás de Iriarte, otro ilus- discusiones que sacudían al mundo intelectual europeo.
trado español apasionado igualmente de Haydn, que nos demues-
tra el importante papel que la música comenzó a tener entre los
ilustrados españoles, al igual que ocurría en Francia y en el resto Amonio Martin Moreno
de Europa. Su poema La Música fue publicado en Madrid en Caltdráiico de Historia de la Música
1780, se inserta en la más pura estética iluminísta de enseñar de- Universidad de Granada

Scherzo 77
-dosier-

Pierre Garat, el «Orfeo de Francia»


n 1840, Gaelano Donizetti ridiculizaba la canción sen-
E timental francesa, con la parodia de la lección de can-
to en La filie du Régimen!. Es la famosa página en que
la Marquesa intenta inculcar a su sobrina el arte francés (la
obra se estrenó en París, pero el operista pudo permitirse es-
ta mofa a tiro hecho, pues a la incuestionable supremacía del
canto italiano se sumaba el que la corriente vocal gala estu-
viera yafaisannée) mientras Sulpice y la protagonista añoran
el recio cantar regimental y el público adopta la postura con-
tra el plúmbeo Le jour naissait dans le bocage. Como en lo-
da parodia, el libreto de Saint-Georges y Bayard y los arteros
pentagramas de Donizetti conectan con la raíz del hecho real:
en el diálogo cómico se deslizan, si bien cargadas de inten-
ción, las notas defínitorias. «Un chant si doux»... «une ro-
mance si sensible»... «un air si touchant»: el cultivo de lo dulce
y sensible para llegar al corazón era, ciertamente, el supremo
emblema de la canción francesa tal y como la perfeccionara
Garat, el Orphée de Frunce, muerto hacia diecisiete años.
Cuarenta años más tarde, Victorien Sardou lomaba el nom-
bre y el arte de nuestro cantante como objeto de parodia de
una de sus comedias.
¿Quien era aquel Pierre Garat, el hombre que pasó de ilu-
minar los salones del último Capeto a los de la nueva clase
establecida y luego los del propio Napoleón?
Hijo de Domingo Garal, abogado del Parlamento de Bur-
deos, y sobrino de José Garat, ministro de Justicia que leyó
la sentencia de muerte a Luis XVI, Domingo Pedro Juan Ga-
rat nació en Burdeos el 26 de abril de 1762. Isidoro de Fagoa-
ga, principal biógrafo del cantante (libro no fácilmente
hallable y que sirve de soporte a este artículo), corrige a Féiis
el lugar de nacimiento, quien lo colocaba en Ustariiz, patria
de los üarat.
Pie f re Cura I.
1.a personalidad de los dos políticos es sobadamente co-
nocida en el País Vasco y en Francia. Como en el caso del Del fragor de aquellas luchas saldría ganancioso el joven
cantor, la voz popular pondera la habilidad de ambos para Pierre Garat; una vez instalado en la capital de Francia y tras
tramontar los cambios políticos sin perder poder e influen- el provechosísimo aprendizaje con Babini, intérprete de Pai-
cia. Pero el recién desaparecido Mane* Goiheneixe ha preci- síello y Cimarosa y hábil pedagogo, se hizo conocer por sus
sado {Jakin, 59, abril 89) que la carrera política de Dominique correrías y entremetimientos en los círculos piccinistas. Pro-
finaliza al mismo tiempo que se derrumba la monarquía; no bablemente, en estas razzias confluían tanto la cruzada por
ocurre así con José, impulsor de la Revolución y de la Repú- el ideal estético gluckista como el propio exhibicionismo del
blica, uña y carne con Condorcet; más tarde nombrado em- cantor, que no perdia comba en los salones de relumbrón.
bajador, y Senador y Conde en el Imperio.
Ambos Garal representaron a Laburdt (el Labourd) en los Ambiente regio
úllimos Estados Generales habidos en París en 1789, cámara
que luego se convertiría en la Asamblea Nacional que desem- V ía princesa de Lamballe, Pierre entró en Versalles en ene-
bocó en la Revolución, Hste nuevo orden atentaría contra la ro de 1783. Paul Lafond refiere que cantó aires vascos y gas-
institución del biltzar (órgano de decisión autonómica) y con- cones en su presentación a Maria Antonieta. A partir de
ira todo régimen particular del País Vasco, a pesar de la per- entonces, el tenor va.sco sería centro de una corte de adula-
severante y tenaz defensa que los Garat hicieron de la dores que inflaban su ya hinchada egolatría. Su donjuanis-
privaricidad vasca. mo y tren de lujo le acarreaban una plaga de acreedores. «Las
Volvamos a Pedro. Quien andando el tiempo habría de ser deudas le fueron más fieles que las mujeres y aun que su pro-
profesor de Canto en el Conservatorio de París, fue un aspi- pia voz», dice Fagoaga. A este respecto, no hay que olvidar
rante muy poco preocupado por la técnica en los tiempos de que el Orfeo de Francia nunca subió a un escenario de ópera
su aprendizaje con Beck, en Burdeos. Pero subraya Fagoaga y los salones dan más honores que dinero.
que en el Gran Teatro Municipal de la capital del Garonne Canciones de Pradhe, Plantade, Devienne y Carbonnel, pá-
escuchó ¡as obras maestras de Rameau, Haydn, Hándel, Sac- ginas de Paisiello y Cimarosa, arias e invocaciones de Rameau,
chini y Gluck. De este último le causó gran impresión el Or- Salieri, Grétry y Gluck, tales son los autores que Garat cantó
feo (¿una premonición?) interpretado por la soprano improvisando en un homenaje que Burdeos rindió al ancia-
Saint-Huberty, cuyo canto constituyó una revelación para él. no Beck. tste era, sin duda, su repertorio habitual. A estos
La afección gluckista tenía otros vínculos en la familia, pues autores hay que añadir —y es un dato revelador, como luego
el tío José, junto a quien pronto, en 1781, había de marchar se verá— una canción vasca que comien/.a «Aitarik ez dut»
pierre a vivir, era un incondicional del músico bohemio y por (No tengo padre) dirigido ocultamente a su progenitor que
estas calendas acaudillaba en el salón parisino de Suard la se encontraba en la sala, y aludiendo al distanciamiento que
facción gluckista o armonista frente a los piccinistas o melo- se había producido entre ambos, pues la vida de Pedro pare-
distas que ponían sus reales en otros cubículos de la capital. cía escandalosa a ojos de su padre.

78 Scherzo
la revolución Francesa

Llegan malos tiempos. Ante las críticas cada vez más nu- se reúne con Rodé en El Havre y marchan a Hamburgo. Tras
merosas, la familia real restringe recepciones y ceremonias. dos años de ausencia, Garat vuelve a París.
Despide a Pierre, como al resto de los favoritos. Para enton- El 3 de agosto de 1795 se abre el Conservatorio de París,
ces, Garai había ingresado en la masonería. que había sido creado en 1793 como Instituto Nacional de
En 1789, Luis XVI convoca ios Estados Generales. José y Música.
Domingo son representantes del Tiers Eiat por Laburdi. Pie-
rre también se contagia de la fe en la nueva Arcadia. Pero En el Conservatorio
pronto llegaría el desengaño, ante el odio crecienle de que era
objeto la familia real. El tenor habría de convertirse en ene-
migo acérrimo del nuevo régimen, al contrario que el actor
E.A nombramiento de profesor de Perfeccionamiento de Can-
to en el Conservatoire de París suscitó polémica. Creían mu-
Francisco José Taima, amigo suyo, a quien se llegó a despa- chos que el sublime Garat no era el apropiado, pues los más
char de la Comedie Frangaíse por demasiado republicano. Al célebres maestros de Canto han sido mediocres cantantes. Se
desdén por el nuevo orden se unía la desafección del cantan- han manejado las más variadas hipótesis sobre la capacidad
te por la música colosal, de Gaveaux, Gossec, Méhul... En para el puesto (era la cumbre carismática y final de los alum-
cierta ocasión, en la Opera, después de criticar una de aque- nos, tras las clases de Lays y de Plantade), comentarios que
llas obras, cuando la gente se disponía a marchar rompió a van desde los ditirambos que le dedica su tío José Garat en
caniar en el atrio la romanza de Grétry Oh Ricardo, oh mi las Memorias hasta los denuestos de sus enemigos. Aunque
rey, el universo le abandona, canto considerado sedicioso, co- era un intuitivo, un músico de instinto, ante todo, sustentó
mo es natural. Se montó un gran escándalo. Garat fue arres- su enseñanza en tres principios fundamentales: respiración {en
tado. Un hombrachón siguió al grupo hasta la comisaría y sus varias formas), articulación y expresión, que él conden-
libró al cantor. Era Danton, amigo de su tío José... saba en italiano: «Chi sa ben respirare e sillabare, saprá ben
Su presencia en París se hace incómoda. Marcha a Rouan, cantare». Aunque sea cuestión tangencial, en este terreno hay
con el violinisfa Rodé. El 10 de enero de 1793 ofrecen un re- un punto que conviene corregir, y es la creencia extendida de
cital juntos en la ciudad bretona; les acompaña un joven cla- que üarat introdujo la moda de la «g» para la «r» sencilla
vecinisia... Boieldieu. En verano y otoño de este 1793 dan (el grasseyemeni), cuando es todo lo contrario, precisamente.
varios conciertos: en alguno interviene Kreutzer, y en otro, En el desempeño de su cátedra, el tenor laburdino tuvo que
Punto, gran trompa inglés. soportar las acusaciones de italianizante y anti-francés. Aun-
Había caído Luis XVI. Vendrá luego María Antonieta. Ga- que ya hemos dicho que gustaba de cantar obras de Planta-
rat no oculta su rechazo a la Revolución, de la que no sabe de, Devienne, Boieldieu, etc., y reconocía el arte elegante de
ver la parte de justicia. En un concierto con Boieldieu le pi- Lulli, la riqueza armónica de Rameau y el bon goül algo edul-
den La Carmañola. Pierre no se da por enterado y sigue su corado de los iniciadores de la ópera comique, Philidor, Mon-
programa. Orden de detención de la Policía y del Comité de signy y otros, el Orfeo de Francia se mostraba más proclive
Vigilancia. Boieldieu consigue huir de Rúan, Pedro es apre- al arte de los clásicos napolitanos y venecianos: Monteverdi,
sado a fines de Brumario (12 de noviembre de 1793). El mes Freseobaldi y Carissimi o los más cercanos N. Porpora, Ales-
anterior habían sido detenidos su lío José (había dimitido de sandro Scarlatti o Pergolesi. De este último interpretaba el
su cargo de ministro de Justicia y del Interior), que fue pues- Siabat Mater, debidamente trasladado a vo/. masculina. Por
to en libertad a los dos o tres días. Una vez ubre el cantor, otra parte, como ardiente gluckista, admiraba el arte alemán.

Scherzo 79
dosier

Alentó el Edipo en Colona de Sacchini —que había sido su las costumbres y su excentricidad le convirtieron en el Peiro-
primer acompáñame al clavecín, en el Versalles de María nio del Directorio.
Antonieía—, en el que creía ver la conjunción de los tres mun- En 1798, el Trovador del Directorio viaja a Madrid, donde
dos operísticos, intención que no fue entendida por sus con- residirá medio año. Llevaba la misión de introducir en los
temporáneos, que continuaron percibiendo en ello oiro círculos madrileños el mensaje del arle y de la amistad de la
simonía de su despego por el arte francés. Esia ha sido una joven república y el de ayudar al embajador francés, Mr. Tru-
creencia mantenida mucho guet, en la campaña de buena
tiempo. No es extraño, pues, imagen del orden nuevo ins-
que la ya mentada comedia del taurado en el país vecino. De
exaltado Victorien Sardou tra- las amistades entabladas por
te duramente a Pierre Garal. Garat en el Madrid de la épo-
El autor de Thermidor y La ca, vale la pena destacar tres.
Tosca escribió esta obra die/ Una. la del tenor Manuel Gar-
años después de la guerra fran- cía, padre de la Malibrán y de
coprusiana, en plena euforia la Viardot, a quien recomendó
de decantación de la música trasladarse a París. El sevilla-
nacional gala, a través de la no se convertida con el tiem-
Asociación de Músicos Fran- po en el intérprete preferido de
ceses. Rossini y, sin pretenderlo, con-
Aunque en sus actuaciones tribuiría a la caída de Garat.
de salón limitaba su repertorio Veintitrés años más tarde, es-
a los eslilos de su preferencia, tando éste a las puertas de la
más algunos autores contem- muerte, recibiría la visita emo-
poráneos, en sus clases revisa- cionada de Manuel. El actor
ba también el repertorio Isidoro Maiquez es el segundo.
clásico francés. Utilizaba tam- También a éste aconsejó tras-
bién como material el Edipo en ladarse a París, donde podría
Colona y... las canciones vas- aprender del arte de Taima: los
cas. Remacha Isidoro de Fa- progresos fueron increíbles. El
goaga, sin chauvinismo tercer amigo es el gran Luigi
oportunista, que Garat se sir- Boccherini, a quien Garat con-
vió de ellas en las dos ocasio- virtió en su exclusivo acompa-
nes más comprometidas: en su ñante al clavicordio. El músico
presentación ante María Anto- italiano escribió para el trova-
nieta y en el capítulo de la re- / I-I-- \ I /. ¡iiiuura e/i dor varias melodías.
conciliación con su padre, en Vuelto para siempre a París,
Burdeos. Apunta nuestro lenor y escritor navarro que en las su presentación ante el Primer Cónsul no pudo ser más feliz.
óperas de de Adam, Catel, Boleldieu y oíros que acompaña- Cantó al final de una cena. Tras su actuación, hubo un in-
ron s Garat no es difícil hallar reminiscencias de la canción termedio instrumental, pero lo interrumpió Napoleón con la
vasca. Tampoco es aventurado añadir a la observación de orden de «Garal, Garat». Esta estimación napoleónica se re-
Fagoaga la conjetura de que entre los recitales de Garat y frendó públicamente en el homenaje hecho a la memoria de
los de sus alumnos, buen número de aquellas canciones se Piccini por el Conservatorio, en el que Garat interpretó uno
difundió por abundantes círculos artísiicos, de lo que se de- de los papeles de La Creación, de Haydn, que valió el aplau-
rivaría un conocimiento y estimación de este material popu- so del Primer Cónsul, puesto de pie en el palco.
lar que quizá pudo pesar luego en la aparición de los Pero, poco a poco, las relaciones entre el Primer Cónsul
cancioneros, como el inédito de Chaho o el de Villahelio. y el Proteo Musical, como se le denomina en esta época, van
Un los treinta años que estuvo Garal en su cátedra de Per- enfriándose. Ya en el Imperio, (jaral llegaría a recibir una or-
feccionamiento tuvo pocos discípulos que puedan llevar tal den superior por la que se le exoneraba de su cátedra (1813),
nombre. Es posible que influyera en ello el poco tiempo que en la que poco después fue repuesto; aunque más que la ani-
le dejaba su vida mundana. Son los más señalados Ponchard, madversión política, jugó en esto la confabulación de algu-
Levasseur, Alexandrine Chevalier, más conocida por «la Bran- nos compañeros del profesorado y la progresiva disminución
chu» y Louis Nourrit, famoso entre todos ellos, el que ha- de su actividad artística, cada vez más espaciada. Sobre to-
bría de apadrinar a Ros si ni en su asentamiento parisino, do, era una imposición de ley natural: la garganta de Orfeo
haciendo una creación de los papeles de Comte Ory y Gui- comenzaba a resquebrajarse.
llermo Teil. Además de su proyección en la escena, el arte del La exclusión definitiva de la enseñanza vendría en 1818, al
tenor de Versalles siguió manteniéndose en e! Conservatoire reorganizar Cherubini el Conservatoire. En los cinco años pos-
gracias a Ponchard y Levasseur, sus continuadores en la en- teriores, Pierre Garat atravesaría una vida cada vez más soli-
señanza. taria, acentuada por la marcha a Rusia de Madame Krüdener,
El garatismo se convirtió en «una epidemia virulenta y con- el último amorío del tenor. Liquidada la aventura napoleó-
tagiosa». Todos querían imitar al Orfeo de Francia. El mis- nica, los nobles vueltos del exilio esquivaban a Garal, en quien,
mo se presentó, por consejo de Madame Tallien (Teresa paradójicamente, no veían más que al ídolo de la secuela re-
Cabarrús, Nótre Dame de Thermidor) ante públicos más nu- volucionaria. El Orfeo cuya fama haría palidecer, salvadas
merosos, arrendando el Théatre Feydeau. Parecía como si la las distancias de los mass media, la de cualquier cantante de
nueva sociedad quisiera atraer hacia sí a aquel artista antes nuestro tiempo, fue quedándose solo.
vapuleado por la onda revolucionaria y que mantenía aún en Quedaban atrás treinta años de reinado más o menos fir-
sus comportamientos el tufo del antiguo régimen. Ni tan si- me, unas romanzas escritas por Garat que atestiguan su cre-
quiera su no disimulado caudillaje de los incroyables mermó do artístico y un estilo que marcaba época y que años más
el favor del público, que comenzó a apodarle Le Troubadour larde, como certifica la parodia de Donizetti (¿por qué, si nó?),
du Directoire para borrar el sobrenombre de Orfeo de Fran- seguía vivo aún en la memoria de la gente.
cia, regalo de la monarquía. Aún más: su amaneramiento en Juan Amonio Zubikarat
80 Scherzo
la revolución francesa

Recepción, expansión y frustración


del ballet moderno en España
J ean-Georges Noverre es, sin duda alguna, el padre del rín grotesco (los grotescos eran muy apreciados por sus am-
ballel moderno, su codificación significó una revolución plísimas posibilidades, al igual que los cantantes bufos)
escénica semejante a la de Gluck y que resumió en dos Zaccaria Banti, triunfador en el Covent Garden y en Ams-
principios: 1) El ballet debe describir una acción dramática terdam, desposaría con la gran soprano Brígida Giorgi «Ban-
sin divagaciones que rompan su desarrollo y 2) La danza de- ti». El empresario en Barcelona era el coreógrafo y bailarín
be ser natural y expresiva. El primer principio es el ballel d'ac- napolitano Domenico Rossi, quien regresará luego a su país
tion y el segundo es la pantomima. Para ello proscribió las durante unos años. Las bailarinas eran Rosa Pelosini, en Ma-
máscaras, simplificó los trajes más allá de lo acepiado en su drid, y Vittoria Viganó, en Barcelona.
época, supeditó la técnica a la expresión natural, reformó la Cuando Rossi regresa a Madrid en 1787, lo hace como em-
organización de diversos Teatros, requirió una amplísima cul- presario, y el pialo fuerte de su espectáculo será el ballet. El
tura humanística para el bailarín..., y, sobre lodo, impuso el fallecimiento de Carlos III, el 15 de diciembre, obliga al cie-
estilo espontáneo y las coreografías con exposición, intriga rre de los teatros, pero el !2 de abril de 1789 se ilumina el
y desenlace. Mientras las grandes tensiones en L'Opera de París Teatro de los Caños del Peral con una triple representación:
impidieron un asentamiento de su estilo en ese teatro, sí se el «intermezzo in música» de Cimarosa / due haroni di Roc-
impuso éste en San Petersburgo a través de Charles Le Picq, ca Azurra y dos coreografías suyas: Reynalduy Armida y Bo-
en Italia, gracias a Salvatore Viganó, en Copenhague por la das de Aldeanos, durante este cartel hasta el fin de mes y
obra de August Bournonville, y en Viena y Londres por su representando en los ctias de descanso un ballet grotesco con
propia presencia. Muy poco conocida es la recepción y éxito gran aparato decoro: Eldivertimertto de los paisanos. El éxito
extraorsinario de la nueva estética en España en los años del es tal que cuando el 23 de septiembre se ceiebra la función
entorno de la Revolución Francesa. de gala por la entrada de Carlos IV, junto a la ópera de Mar-
Las compañías de ópera italiana que circularon por la Pe- tin y Soler Una cosa rara, se representará el ballet La gran
nínsula desde 1750 prestaban atención al ballet, como queda fiesta del primer día del año en la China.
de sobra demostrado por el estudio de sus programas y de Resulta fácil comprender el entusiasmo del público si ana-
la documentación en las fuentes municipales y hospitalarias lizamos el elenco. El primer bailarín era Salvatore Viganó traí-
de las más diversas localidades. Dichos ballets se centraban do junto a su primo, el gran grotesco Giovanni Viganó, desde
en la vistosidad de la cabriola o la que servia de soporte ar- el Teatro San Samuele de Venecia. Salvatore era sobrino de
gumenta! una escena más o menos heroica, o más o menos Luigi Boccherini y de él recibiría una exquisita formación mu-
exótica; interpretados en el intermedio de las óperas, no in- sical y artística; ignoramos si su llegada a Madrid fue de la
tentaban mantener la menor relación con éstas, y así una Di- mano de su tío o no, lo cierto es que su estancia en Madrid
do abandonada podía presentar en el primer entreacto un representó el momento crucial de su carrera, pues en esa ciu-
ballet de chinos y en el segundo el archisabido del niño a quien dad conoce a Jean-Bercher «Dauverbal», quien le da a co-
le roban unas flores unos gamberretes, lo cual origina carre- nocer y lo entusiasma con las teorías de Noverre, Dauverbal,
ras, peleas y baile final. Todo ello danzado con el virtuosis- discípulo y asistente de Noverre en L'Opera de París, fue víc-
mo codificado por Rameau y sucesores. Posteriormente, tima de diversas ¡ñingas y pasó a dirigir el Teatro de Burdeos,
parece haberse recibido la influencia de la tendencia a bailar que convirtió en el más famoso centro de experimentación
(con parecidos criterios de saltimbanqui) los grandes libretos europeo en los espectáculos de ballet. Allí estrenaría, en 1789,
de ópera heroica, muy especialmente Metastasio, moda ori- su obra más famosa, aún vigente en el repertorio, La filie mal
ginada en L'Opera parisina de mano de los hermanos üardel. gardée. Tras la Revolución y el consiguiente cierre del Teatro
Los primeros testimonios más o menos fehacientes de re- pasa a España, donde permanece unos meses para luego reu-
presentaciones de ballets heroicos o mitológicos los encon- nirse con Noverre en Londres, ya acompañado por su nuevo
tramos en 1771 en el Teatro de los Reales Sitios y en 1772 en amigo.
Barcelona en el Teatro del Hospital de la Santa Cruz; son pro- La primera bailarina de Rosfii seguía siendo Rosa Pelosini,
tagonistas los miembros de la familia Banti, que luego serian muy querida por los madrileños que, por su gracia v conce-
aplaudidos en toda Europa y uno de los cuales, el gran baila- siones populistas, disculpaban su edad y kilov Pero en 1789

je
/i
7

l.u I igunti, dibujo* lie ihitdmt:

Scherzo 81
- dosier-

aparece una joven y bella bailarina austriaca, Marie Mayer,


que lomaría como atributos ser madrileña y llamarse María
Medina. Pronto se casaría con Salvatore Viganó y ambos for-
marían una de las más famosas parejas de la historia del ba-
llet. Son bien conocidas las manifestaciones de la crítica
inglesa y austriaca años más tarde, pero el Diario de Madrid
del 26 de julio de aquel año revolucionario, nos cuenta acer-
ca de su arte:
«¿Puede Vd. figurarse, sin sorpresa, aquel aire natural y sen-
cillo, aquellos movimientos llenos de expresión y ternura, aquel
arqueo de brazos, aquellas dulces vueltas de cabeza y, sobro
todo, aquellos súbitos y admirablemente expresados susios que
hacen palpitar el corazón más prevenido? En una palabra:
¿puede Vd. hablar de sus encantos sin recordar aquella subli-
me e imponderable zancadilla, en que se reúne cuanto el in-
genio, el arte y la travesura juvenil pudieron inventar de más
gracioso y expresivo?». desde 1792 hasta 1799, en que regresa a Los Caños del Peral,
interrumpiéndose la temporada, como luego veremos.
Todo parece indicar que los espectáculos de Rossi eran sim- Si bien diversos historiadores del ballet hablan de la gran
plemente a la moda franco-íialiana, sin poder hablar de ha- expansión del ballet d'action por toda España, nada conoce-
mos doeumentalmenle fiable. Sí conocemos la esporádica tem-
porada barcelonesa de 1772 en que, evidentemente, no hubo
pantomima. Si la hubo en la gaditana, aparte de 1792. Y sí
la hubo en La Coruña desde 1778 por la estancia de Nicolá
Ambrosini, al estreno de cuyo noverriano Aprendiz de Brujo,
en el Teatro do Salitre de Lisboa, asistió William Beckford
en 1782. Queda todo por investigar, pero, por el momento,
lo cierto es que Madrid y Lisboa fueron los dos grandes lu-
gares de recepción y establecimiento del ballet en la Penínsu-
la. Barcelona, a pesar de lo tan repetido, tuvo un papel
minúsculo en el proceso, y lo de 1772 no tuvo consecuencias.
La consolidación: Angiolini y Gioia

míin 1792 vuelve la empresa de Rossi, presentando un elenco


formado por italianos en el que destacan los dos primeros
bailarines, los extraordinarios Gaeíano Gioia y Pieiro Angio-
lini, ambos procedentes de Venecia. Gioia, llamado «el Só-
focles de la danza», fue un mimo extraordinario y se le
atribuye haber logrado «bailar la pantomima» (en realidad
recuperar las virtudes del virtuosismo para ponerlas al servi-
cio de la expresión). Pietro Angiolini ya conocido en Italia
e Inglaterra, difundiendo los ballets de su tío Gaspero An-
giolini (el otro Padre del ballet d'action y polemista con No-
verre en equiparadas condiciones), se presentará en 1789 en
Venecia como gran coreógrafo con Alessio ed Eloísa y le due
rivale. La presentación de ambos se hace en la Pascua de 1791
con Apeles el Campaspe; Angiolini en el papel de Alejandro
y Gioia en el de Apeles. Durante toda la temporada se prodi-
lleí daciion; pero la referencia citada a la divina María Medina gan los ballets, la mayor parte de Rossi, y abiertamente den-
parece hablar del lenguaje de la pantomima. Más probable tro de la nueva estética. Al año siguiente repetirán ambas
parece que tanto los Viganó como María aplicaran las fasci- figuras y se incorporará el hermano de Pieiro, Pasquale, uno
nantes novedades a lo largo de la temporada de 1789, y que de los grandes grotescos del momento y que triunfará en ba-
estas novedades fueran ya atisbadas antes de la llegada de Dau- llets de Pietro, como La muerte de Atila o Hércules en el jar-
verbal, quien es improbable que estuviera ya en Madrid doce
días después de la toma de la Bastilla.
Al año siguiente, la temporada se inicia el 4 de abril con
la presentación de una nueva compañía de predominio fran-
cés. Es empresario el coreógrafo y primer bailarín Charles
Auguste Favier, su pareja es su propia esposa, Angela Durand
«Favier», otra primera bailarina es Camila Banii «Dupetit»,
y el resto de la compañía es francesa, completada con baila-
rines italianos asentados años antes en la Península Ibérica.
Presenta Favier varios ballets pantomímicos propios y ajenos
y, terminada la temporada madrileña, pasará a Cádiz, con
su compañía íntegra, donde, eníre otros títulos, presentará una
de las obras cumbres de Noverre: Apelles et Campaspe sobre
música de Franz Asplmayr, una de las escasas creaciones no-
verrianas que consiguió poner en L'Opera entre 1776 y su mar-
cha a Londres tras la Revolución. En Cadu. permanece Favier

82 Scherzo
lo revolución francesa

MI socio Angiolini en Lisboa) no puede soportar esa presión


económica, y es sustituido por Favier, quien también prote-
giera a Viganó y la Medina). Aún está poco claro el grave con-
flicto económico de 1799, lo cierto es que tras graves
enfrentamientos políticos, Godoy consigue que el 28 de di-
ciembre de aquel año se publique la Real Orden que ordena
sustituir el «teatro italiano» por «uno español y sin bailes»,
> ciñéndose las representaciones a aquello «cantado en espa-
ñol y por actores del país, sin otros bailes que los propios y
característicos de estos reinos».

Conclusiones provisionales

I odo parece indicar que la Revolución Francesa facilitó que


Madrid fuera un lugar de creación y experimentación balle-
tistica al dejar París y Burdeos numerosos bailarines y coreó-
din de Hesperia. La consolidación del ballet amena/.a a la grafos. La importancia adquirida por el ballet á'action fue
ópera italiana, pues el público empieza a preferirlo frente a un detonante para la creación casticista y los conocidos en-
la reiteración del espectáculo operístico, y ello a pesar de la frentamientos entre las casas nobiliarias; mientras la duque-
visita en los artos sucesivos de dos excepcionales sopranos, sa de Osuna protege a María Medina y Salvatore Viganó, a
Brígida Banti y Luigia Todi.
En 1793 Gioía marcha para Milán, donde proyectará su ru-
tilante carrera ulterior como compositor, coreógrafo e intér-
prete. Los Angiolini quedan en Madrid y progresivamente
Pietro va obteniendo una mayor autonomía en temas empre-
sariales; va contratando bailarines franceses, viaja a Italia-
Francia y Lisboa en busca de nuevas figuras y sigue compo-
niendo coreografías. En 1795 logra una gran primera bailari-
na: Teresa MonticinS, quien repetirá al año siguiente y luego
pasará al teatro de Cádiz en el cual también parece tener in-
tereses Angiolini. Los costes crecientes de los espectáculos ha-
cen que cada vez sea mayor el número de opositores a los
proyectos de Angioüni, que intenta abiertamente una refor-
ma semejante a la que su tío Gasparo hizo en Viena, tras la
marcha de Noverre a París con María Antonieta.
El gran instrumento de renovación va a ser nuevamente
Dauverbal, éste redacta el 12 de octubre de 1797 un proyecto
que equivale al traslado de la ópera de Burdeos a Madrid y
el inductor será el marqués de Astorga. En el año anterior
se había intentado contratar a Auguste Vestris y, al año si-
guiente, el proyecto es aún más ambicioso, se irataba de que
residiera en Madrid Noverre durante cuatro meses para ha-
cer tres grandes ballets a cambio de 400 Luises más costes de
viaje y casa y comida. Entre las propuestas de nuevos artis-
tas, se encuentra la de la familia Taglioni y otras no menos
interesantes. Toda la correspondencia del marqués de Astor-
ga entre 1797 y 1798 gira en torno a estos ambiciosos proyec-
tos que convertirían a Madrid en un foco mundial del ballet;
el Plan de Dauverbal resultaba extraordinariamente oneroso, Banii, a Luigia lodi u a leresa Monticiní, la Duque-
por lo cual no queda otro remedio que traer a los grandes sa de Alba defiende la cultura española representada por ma-
bailarines de París como figuras invitadas; así es el caso de jos y manólas. Por su parte, el marqués de Astorga no renuncia
Alexis Huard, que vino a bailar el Psyché de Pierre Gardel a! viejo ideal ilustrado, y apoya hasta el agotamiento a la nueva
el 25 de agosto de 1798. La cuestión es que los costes van su- cultura escénica representada por el ballet d'action. Sobre ello
biendo desproporcionadamente y la empresa de Rossi (con aparece un entresijo complejo de intereses económicos que
sólo nos desvelará la publicación de los Mss. 13.993, 13.994
y 14.058 de los Papeles Barbieñ. El Decreto de Godoy rom-
pió en mil pedazos toda la labor y cuando el rey José 1 per-
mite la circulación de cantantes y bailarines extranjeros, es
ya demasiado tarde. El ballet no sería visto por el público ma-
drileño como espectáculo autónomo, sino como adorno de
la ópera durante el siglo romántico; tas grandes bailarinas vie-
nen a bailar el ballet de La Traviaia, pero no a interpretar
Oiselle. Se perdería la oportunidad de que España fuese un
pais con cultura balletística y sobre sus escenarios no quedó
,i penas más que un reflejo de lo criticado por J ove llanos en
1790:
«¿Quéoira cosa son nuestros bailes que una miserable imita-
ción de las libres e indecentes danzas de la ínfima plebe? Otras
naciones traen a danzar sobre las labias los dioses y las nin-
las; nosotros los manólos y verduleras».
Xoan M. Carreira
H1
-dosier-

El «Fígaro» de Mozart
Música y moral familiar en la época de la Revolución
iba a asegurar las conquistas del pueblo fran-
ces arrancadas a siglos de tradición —como
(y decían— feudal? Desaparecidas, o en delicado es-
tado de funcionamiento, las viejas instituciones, incipiente-
mente organizadas las nuevas formas del poder, y asistiendo
además a la expectante actitud de acoso de las potencias mo-
nárquicas europeas, Francia desarrolló un fuerte sentimiento
nacionalista que se canalizaría en la devoción hacia su nueva
organización militar. Este nuevo ejército era un arma formi-
dable que, con sus numerosos inlegrantes reclutados en levas
masivas, podía derrotar fácilmente a los ejércitos tradiciona-
les en los que figuraban hombres menos motivados ideológi-
camente, y menos numerosos.
De este modo, el Ejército Nacional Francés se convirtió en
garantía de la continuidad de la Revolución, y hacia él se voicó.
por lo tanlo, ei entusiasmo popular. En el campo de lo musi-
cal esto significa que, en consecuencia, la música militar lle-
garía a ser objeto de la misma veneración, hasta el punto di-
que sustituyó los últimos restos que podían quedar de ia an-
tigua música urbana, cuyo ejercicio todavía ostentaban l e
menétriers. Desde entonces, para encontrar música verdade-
ramente tradicional, es necesario ubicarse en el mundo rural,
de donde la ecuación Música Tradicional=Mundo Campesi-
no, todavía hoy vigente.
Las nuevas melodías que enfervorizaban a las masas urba-
nas, normalmente compuestas por encargo, eran himnos del
tipo de La Marsellaise, cuya validez musical nos resulta a no-
sotros bastante discutible, pero que entonces se interpretaban
en todo tipo de actos oficiales, y aun espontáneamente.
Sin embargo, aunque el tipo más genuino de música que
produjo ia Revolución fueran las obras ceremoniales y los him-
nos, las ideas mismas que dieron lugar a esa gran convulsión
también fueron plasmadas, de manera más o menos eviden-
te, en muchas otras obras. Precisamente por su inclusión en
el mundo de las ideas, es probable que estas últimas puedan
representar mejor aún que los himnos revolucionarios el es-
píritu de aquel momento decisivo, aunque no llegaran a con-
vertirse necesariamente en música popular. El francés de ayer, el francés de hoy.

mo un arcaico self-made-man, se las arregla con su sola viva-


cidad para sobrevivir en el mundo de las pesantes
El Fígaro de Beaumarcháis
convencional i da des dieciochescas. Su inteligente astucia co-
mo herramienta mediante la cual puede alcanzar sus objeti-
Ur ' na de las muchas obras musicales que se ha señalado in- vos, se suele contraponer a los privilegios heredados, que
sistentemente en este sentido es Le Nozze di Fígaro (1786), sirven a la nobleza de sangre para conseguir los suyos. En es-
ópera bufa de W.A. Mozart (1756-1791) sobre un libreto de te sentido, parece que Figaro bien podría simbolizar las me-
L. Da Ponte (1749-1838). La razón de esta consideración ra- jores virtudes del estamento popular.
dica en el hecho de que la línea argumental se basa en una
comedia de Beaumarchais cuyo contenido crítico hacia las cos-
tumbres aristocráticas la había hecho sospechosa de peligro-
sas desviaciones políticas. Familia y Sociedad
Pierre-Augustin Carón de Beaumarchais (1732-1799) fue pri-
meramente un funcionario de la corte de Luis XV, que ad- " e r o este triplico de Figaro alude a otro tema, precisamen-
quirió estado gracias a su matrimonio. A raíz de su te el tema que más preocupaba a la sociedad ilustrada ante-
procesamiento por ciertas irregularidades económicas, pare- rior a la Revolución, y sobre el que realmente gira el ciclo
ce que se convirtió en acerbo critico del Antiguo Régimen; completo: sobre el orden político del mundo, es decir —en
consiguió expresar su descontento de forma magistral median- términos relativos a su línea argumental concreta— sobre los
te cáusticas obras teatrales. mecanismos de clasificación y ascenso social en el último ter-
Entre ellas, destacan las tres denominadas respectivamen- cio del siglo XVIII. Muy acertadamente, Beaumarchais ha-
te Le Barbier de Seville, Le Maríage de Fígaro y La Mere Cou- bía asociado este tema con el de las relaciones familiares,
pable, que tienen en común la presencia de Fígaro, el matrimoniales y sexuales de su tiempo, mostrando cómo a
espabilado criado nacido de padres desconocidos, que, co- través de ellas se organizaba la sociedad entera. En este sen-
la revolución francesa

lido, el conjunto de sus personajes constituye un microcos- mantenimiento de los enseres domésticos será su principal de-
mos que enlaza directamente con ese gran todo que para el dicación, pero, sobre lodo —gran novedad—, deberá ser la
hombre del siglo XVIII era el edificio social, en el que se de- fuente de dulzura y cariño para su gente. Todo ello con la fi-
sarrollaba su vida. nalidad de proteger la integridad de la sociedad matrimonial,
Esta semejanza entre la estructura familiar, y la social, no incluida la integridad sentimental del esposo, así como la de
había escapado a los autores antiguos y medievales, pero en su patrimonio económico.
la época que nos interesa había sido expresamente indicada En el extremo queda la deslizante moral sexual del Mar-
en la Po/ilique tirée de ¡a Sainie Ecriture (1709) de J.B. Bos- qués de Sade (1740-1814), cuya anomia en las relaciones eró-
suet (1627-1704), el teórico principal de la monarquía abso- ticas fue interpretada, y lo es todavía, como ejercicio de la
luta de origen divino. Bossuet defendía la desigualdad natural lotal libertad personal en el marco de una total libertad so-
de los hombres, comparándola con las relaciones de sumi- cial. De esta línea del pensamiento dieciochesco, Mozart
sión que deben darse en el seno del núcleo familiar: la fami- —al igual que muchos de sus contemporáneos— recogerá úni-
lia autoritaria le servía, pues, como un modelo a escala camente el desparpajo en las expresiones de deseo, pero la
reducida de la estructura social del Estado. ideología del compositor, tal y como la expresan sus óperas,
La Ilustración nos dejó un panorama de las relaciones fa- se mantiene dentro de los cánones de lo que podríamos de-
miliares aparentemente menos despótico: Según el Emilio nominar el sentimentalismo burgués de Rousseau.
(1762) de J.J. Rousseau (1712-1778), que dibuja el nuevo ideal
burgués de familia, la vida conyugal debía ser un remanso
de paz y amor. El principio que La obra teatral

Er>n Le Mariage de Fígaro, la peripecia se centra en la defen-


sa de la virtud de la criada prometida de Figaro, Susana, que
debe resistir las acometidas de su señor el Conde Almaviva.
La castidad de Susana se convierte así en el emblema del ho-
gar burgués, cuyo calor íntimo corresponde a la futura espo-
sa defender, con más recursos incluso que su propio marido:
en lo que se refiere a esta obra, el protagonismo recae más
sobre Susana que sobre Figaro.
Toda la obra se desarrolla, como es corriente en las come-
dias de enredo, en un franco clima de doble moral, debido
a que, si bien por un lado Susana quiere preservarse, por el
otro debe corresponder a su amo para no perder la dote. En-
tre estos dos extremos, la astucia de los protagonistas será el
único recurso para conseguir el objetivo final de casarse bien,
es decir, con la novia doncella, y dotada.
Alrededor de este nudo central se desarrollan las andanzas
de los restantes personajes, la Condesa malquerida, el futuro
marido vejado, el ama de llaves amargada, etc., que se entre-
mezclan en una compleja farsa. Todos esconden sus inten-
ciones, fingiendo hasta el punto de que, cuando la acción
oeliga a que queden al descubierto las verdaderas motivacio-
nes de cada uno, se hace patente que todos tenían su oscura
trastienda. Así, hasta el propio Figaro llega a dudar de su pro-
metida, herido por sus celos y por su secular desconfianza
hacia el sexo femenino: en la ópera de Mozart, ello da lugar
a la furibunda diatriba que dirige contra la inconsciencia de
las mujeres, Aprile un po' quegii occhi. Esta actitud terrible
del criado le iguala a su señor, que también arde de celos cuan-
do empieza a sospechar de una infidelidad por parte de su
abandonada esposa Rosina (Escena V del Acto II). Habría
que decir que cosí fan luilL. criados y señores, nobles y ple-
beyos, hombres al fin.
En el sentido del análisis psicológico de los personajes, la
obra resulta demoledora: la virtud brilla por*su ausencia y
la acción general es un sálvese quien pueda que ninguno de
los protagonistas puede disimular finalmente. La adopción,
por parte del autor del relato, de un punto de vista individual
y subjetivo, exige este slreep-iease moral que termina por des-
une a los esposos es el de velar el carácter depredador de la naturaleza humana. Su axio-
la colaboración más que el de la autoridad. De esle modo, logía toda deriva del principio del propio placer personal en
queda resaltado el carácter de libre pacto que origina la so- una constante confrontación con el de los demás, y no de con-
ciedad conyugal. ceptos universales como bondad, generosidad o magnanimi-
De todos modos, el ideal de Rousseau no conlempla la igual dad, cuyo ejercicio se arrogaba para sí la caída aristocracia.
libertad de los esposos: para él, el micromundo familiar tie- En esta devaluación de las más sublimes virtudes que se
ne garantizada su existencia, y la felicidad de sus componen- atribuía a sí misma la aristocracia, radica lo más revolucio-
tes, sólo cuando se basa en el rol complementario —o sea, nario de las obras de Beaumarcháis. Sus personajes no son
diferente— que juega cada uno de ellos. Así, para la esposa abstracciones alegóricas, iluminados por el aura sobrenatu-
el marco de aciuación exclusivo será el hogar, que concibe ral de los atributos divinos, sino seres de carne y hueso que
nuestro autor «como un convento» en el que ella deberá per- sienten arder deseos muy terrenales dentro de sí, y que no du-
manecer tan saniamente como una monja en el claustro. El dan en actuar como haga falta para satisfacerlos.
- dosier-

La presentación de esta visión de la moral matrimonia! bur- sino en sus innovaciones formales, especialmente en su lon-
guesa se hace patente en toda la obra teatral, pero sobre iodo gitud: para ser una opera buffa, bastaba con dos actos, en
en la moraleja final. Gracias a haber logrado una mujer her- lugar de los cuatro reales en que se desarrolla (de los cinco
mosa (un estado familiar), Figaro podrá «recuperar la esti- del original francés). Estas dimensiones la alejan de lo pura-
mación de todos» (ser admitido como miembro del Estado). mente frivolo, ligero e intrascendente que se supone a la ópe-
Y, tal y como se espera de una mujer que se ha mantenido ra bufa, indicándonos que Mozart la concibió como algo más
virtuosa hasta el momento del casamiento, le corresponderá que un puro entretenimiento pasajero. Pero a la vez tomó de
a ella mantenerse también aparte, fuera del triunfo de su ma- las convenciones del género bufo la agilidad escénica, que exige
rido, avivando el fuego del amor desde su hogar. Así lo ex- de los cantantes algo más que cantar de modo estático y los
presa Fígaro en su última intervención, cerrando la obra con convierte en auténticos actores.
la declaración final que realiza después de poner aparte «mi En este Fígaro es notable también la naturalidad del len-
mujer y mi negocio». guaje que emplean los intérpretes, tomada también del lega-
La intencionalidad crítica de Beaumarcháis con respecto do de la ópera bufa italiana. Apoyándose en ella, Mozart y
al rol de la mujer en todo este entramado, se ofrece sin disi- Da Ponte se alejaban de la sofislicación de la poesía clásica
mulo en las intervenciones de Susana, de tono marcadamen- y aun del idioma protocolario cortesano. De hecho, su len-
te feminista: guaje se asemeja al que podría escucharse en cualquier ba-
rrio de cualquier ciudad (lógico, pues era el mundo urbano
Todo disculpa al hombre el que iba a absorber por fin el patronazgo de las obras de
Si se desliza arte que anteriormente se producía para la corte). Necesita-
¡Y si la hembra tropieza ríamos oír un desgarrador lamento de la Condesa Rosina
Se le castiga! abandonada, o una amenazadora aria del Conde malvado,
Mas no te asombre. para creernos en el heroico mundo del drama cortesano. Pe-
Que la ley la escribieron ro no, aún estamos entre plebeyos... y Rosina nunca podrá
Los propios hombres. ser equiparada a mujeres sublimes como las Dido, Ariadna
Cuando a Fígaro ya le es imposible desentenderse por más o la Octavia de Monteverdi.
tiempo de las intenciones del Conde con respecto a su novia, ¿No es este olvido de las señas de identidad de una noble-
se producen intervenciones más panfletarias de toda la obra: za agonizante un rasgo más revolucionario que todas las alu-
¿Qué habéis hecho para merecer lodos esos bienes? Os ha- siones escondidas en el tema del Fígaro"} Al fin y al cabo, desde
béis tomado la molestia de nacer, eso es todo; por lo demás, la década de los años 30, el tema de los criados respondones
sois un hombre de lo más vulgar. y reivindicativos estaba recorriendo Europa, como sucedía en,
Pero, ¡esta irritación del plebeyo no se debe a un asunto por ejemplo, el caso de la Serpina de La Serva Padrona, otro
directamente político! Su ira se debe al hecho de que su amo gran personaje creado en el marco de la ópera bufa que tam-
trata de robarle la noche de bodas, es decir, el marco de su bién utiliza el matrimonio para lograr el ascenso social.
intimidad privada, y el ámbito de su dominio como ser indi-
vidual. Es significativo, por lo tanto, que el enfremamiento
entre señor y plebeyo se haya desencadenado por un asunto
sexual. Sexo, y por detrás de él, familia, propiedad. Estado,
quedan señalados asi como conceptos intercambiables en la
literatura de entre líneas de los anos inmediatamente anteriores
a la Revolución.

Le Nozze di Fígaro

L a franqueza de estos paralelismos no se le escapaba a na-


die. Fue debido a ellos por lo que Luis XVI exclamó —se
equivocaba— cela ne sera jamáis joué. ¿Podía escapársele a
un Da Pome avispado, y a un Mo/.ari no menos despierto,
el sentido más que cómico que encerraba esta historia para
hacer con ella una ópera bufa? Desde luego que no, y a ello
se debe que recortaran los pasajes más comprometidos al rea-
lizar la adaptación al lenguaje operístico. Sin embargo, a pe-
sar de esto, y precisamente por las implicaciones simbólicas
de todo el asunto, era imposible ocultar las intenciones polí-
ticas de la obra entera.
Afortunadamente, el Emperador José II (1765-1790) era
también un hombre de la Ilustración, que habia defendido
la desaparición de las diferencias jurídicas entre estamentos.
Las Memorias del libretista Da Ponte relatan las incidencias
e intrigas que rodearon la elaboración de esta ópera, que de-
bió mantenerse en secreto hasta el momento en que, ya ter-
minada, el propio Da Ponte le comunicó su existencia al
monarca. Al parecer, la música resultó tan de su agrado que
no se opuso a su interpretación. En su forma estrictamente
teatral continuó, como hasta ese momento, prohibida. •T-.+
La acogida no fue favorable; más bien fría, marca el co-
mienzo del declive de la imagen pública de Mozart. La fama , , - u ,la !><••
posterior de la obra no recaló tanto en su contenido político,
lo revolución franceso

Fígaros hay muchos

A n t e aquella elección de Mozart y Da Pon-


ÍÚ —crear una gran ópera de autor, con los
medios de la ópera bufa— iodas las demás
alusiones políticas deberían quedar en un se-
cundo plano, dado el contexto musical cita-
do, y la tolerante actitud del monarca
austríaco. Si Mozart hubiera sido un decla-
rado partidario de la Revolución, podríamos
t-,penar que hubiera continuado en esta línea
de obras crítico-satíricas. Pero no fue así. La
verdad es que Mozart desde siempre se ha-
hia movido dentro de unos presupuestos éti-
LI>S humanitarios, que se confirmaron con
••u ingreso en la masonería: el Selim del Rap-
io en el Serrallo representa bien esa idea de
fraternidad universal, al permitir con su ge-
nerosa renuncia la felicidad de sus prisione-
ros extranjeros.
Es en este sentido en el que deberíamos
L-ntender la célebre frase de condena a Vol-
laire que se contiene en la correspondencia
de Mozart a su padre en el año de 1778 («El
ateo y archibribón de Voltaire ha reventado,
por decirlo asi, como un perro, como un ani-
mal. ¡Esa es su recompensa!»). La repulsa
se dirige hacia el Voilaire polemista, y qui-
zás también al partidario del despotismo ilus-
irado, preceptor y amigo de Federico II rey
de Prusia, la potencia europea que, antes de
la invasión napoleónica, más podía inquie-
lar a Austria.
Prusia, Austria y Rusia formaban en el 01-
limo cuarto del siglo XVIII un triángulo cu-
yo equilibrio sólo muy delicadamente podía
mantenerse; Austria y Prusia tuvieron que ri-
valizar en seducir a la corte de San Peters-
burgo. Precisamente allí es donde se había
estrenado en 1782 una ópera cuyo libreto per-
tenecía también al ciclo de Figaro, II Barbiere
íli Siviglia. cuya música se debía a Giovanni
Paisiello (1741-1816), compositor italiano que
practicaba el estilo napolitano de la ópera
i i!'- llemru h Haiiilwrg ili'l I: mlti de LUÍ bodas.
bufa y que, por otro lado, llegaría a ser uno
La opción por la ópera bufa en la Viena de final de siglo de los músicos favoritos de Napoleón.
por parte de un compositor que parecía albergar más preten-
siones que una superficial diversión, parece un rasgo más atre- La incursión operística de Mozart en ias aventuras de Fi-
vido: era un desafío soterrado al Driner Gluck, último garo bien pudo venirle sugerida por el espléndido éxito que
portavoz real de ese arte cortesano que desde comienzos de en la corte rusa había tenido la obra de Paisiello. El episodio
siglo se estaba disolviendo. No podemos olvidar los pocos definitivo de las adaptaciones musicales del tema de Figaro
anos que separan sus obras sobre temas antiguos de la ópera tendría lugar simétricamente, con otro Barbiere, esta vez el
de Mozart y Da Ponte: Orfeo es de 1762 (1774 para la versión de Gioacchino Rossini (1792-1868) de 1816, con el mismo li-
francesa), ¡figenia en Aulic/e, de 1774; Armide, de 1777; ///- breto que había utilizado Paisiello, quien, por cierto, todavía
genio en Tauride, de 1779. Estas son óperas que sí que trata- vivía. Pero esta vez, dentro del más encantador conservadu-
ban de dar una interpretación profundamente dramática de rismo, y otra vez en la línea festivo-superficial de la ópera bufa.
los temas, pero para ello se adscribieron al género serio. La acida critica de Beaumarchais, así como la intencionali-
Las características de Las Bodas de Figaro de Mozart dad de Mozart, habían sido recicladas: no hay que olvidar
—profundidad de significaciones, en el marco de una obra que ya había tenido lugar el Congreso de Viena.
ligera— lo dirigen hacia el mundo de !a gran ópera, como De este modo, y gracias a sus versiones musicales, las aven-
más tarde se confirmará en su Don Giovanni (1787). Pero, turas de Figaro se extienden durante los 40 años que van des-
no siendo ni una entretenida bagatela, ni tampoco una subli- de 1775 hasta 1816, pasando por 1782 y 1786. Estos episodios
me ópera seria, no se podía clasificar en ninguno de los gé- nos han dejado un testimonio diacrónico sobre la evolución
neros más conocidos en la Viena del momento, y la de la? ideas sobre familia, amor y sociedad, en el límite entre
desorientación que provocó esta falta de definición fue un fac- el Antiguo y el Nuevo Régimen: no es poco mérito.
tor esencial en el castigo de ninguneo que recibió por parte
del público aristocrático: eme aburrió», anotó en su diario
el Conde Zinzendorí el día del estreno. Carmen Rodríguez Suso
Scherzo 87
• educación musical -

La reforma ataca de nuevo


l día 22 de abril, don Javier So- de integración, y soy incapaz de enten- ra que no se le pase la edad. Si Vd. lo
E lana presentó el Libro blanco pa-
ra ¡a reforma del sistema educa-
tivo, que se refiere a toda la enseñanza
der cómo se va a terminar con la «esté-
ril separación» si los estudios de
música, sin apostillas, no pasan a for-
decide más tarde, es porque Vd. no va-
le, porque Vd. no es un genio, y segu-
ramente porque sus papas no son
no universitaria, de modo que afecta a mar parte de la enseñanza primaria, se- músicos. El talento musical es innato y
la enseñanza de la música igual que a cundaria, profesional o universitaria. hereditario, afirman. Pero no hay que
la música en la enseñanza general. El Ocurre que nuestros gobernanies y sus preocuparse, los niños de 6 a 12 años
documento reconoce que las enseñan- muy cualificados asesores entienden podrán aprender musiquilla, no profe-
zas musicales han experimentado «una que la música es demasiado especifica sional, ¡por supuesto!, en la educación
constante des vinculación del sistema como para desarrollarse por los cauces primaria, dentro del área integrada de
educaiivo», y en su declaración de in- ordinarios por los que se desarrolla expresión artística, haciendo bichos de
tenciones dice que con la reforma se cualquier otra carrera. Ellos saben que plastelina y pintando monos, y esto es
pretende eviiar «la perpetuación de es- la música es una cosa muy rara y espe- super revolucionario, pues antes, y des-
ta separación estéril». Esto es lo que se cial, y eso se tiene que reflejar en una de la antigua Grecia, se había pensado,
afirma en el primer apartado del capi- ordenación académica marginal y sub- equivocadamente sin duda, que la mú-
tulo que nos interesa, pero las líneas que sidiaria. Después de llevar doce años es- sica estaba más bien unida a la palabra
seguidamenie se esbozan apuntan en la tudiando música, soy un burro por no (lengua) y a la danza (educación física).
dirección contraria. «Las enseñanzas haberme dado cuenta de ello. Yo, po- Seguramente E.spaña se convierte con
artísticas deben constituir una vía de bre de mí, pensé que los problemas de este proyecto globalizador en un país
cualificación específica, que discurra a los conservatorios se derivaban de su pionero.
través de instituciones educativas tam- marginalidad. Y, por fin, habrá un Bachillerato Ar-
bién específicas, en respuesta proporcio- La enseñanza musical específica co- tístico Musical, que podrá cursarse si-
nal al carácter singular de estas menzará, como ya ocurre de hecho, a multaneando la asistencia a Conser-
enseñanzas». Por si queda alguna du- los ocho años, y será selectiva. No to- vatorios, que impartan las materias es-
da, la nueva ordenación se basa en la dos valen, ya se sabe, y la música exige pecíficas y optativas, y a centros de Ba-
«compatibilidad y coordinación de los un gran sacrificio, dicen. Y yo, que pen- chillerato, que impartan las materias
estudios generales con los artísticos, de saba que era una cosa divertida y gra- troncales. Los músicos y artistas tienen
manera que ambas enseñanzas puedan tificante, para disfrutar de ella. Vamos, hábitos un poco ligeros, y se ve que han
ser cursadas de modo simultáneo». He que no me entero. Pues ya están adver- preferido que no pisen los institutos, no
de reconocer que mi pobre inteligencia tidos: si Vd. quiere ser músico-músico, vayan a dar mal ejemplo a los mucha-
tiene una idea muy distinta del concepto tiene que decidirse a los siete años, pa- chos, aunque esta posibilidad no se ex-
cluye totalmente.
Los actuales niveles
superiores tendrán la
consideración de ense-
ñanza superior con "to-
das las prerrogativas»,
pero «por la naturaleza
:• i m u
de sus enseñanzas no
a
procederá su integra-
c ción en la universidad».
1'NIU KSI1ÍAU
1 LH l<> z
T Y es de suponer que
tampoco ofrecerán la
oportunidad de acceder
17 1* 1. 111 al doctorado. En esle úl-
Ih n llnai..
i 3.
ñ:;¡"* ?::,TZ ? í timo ciclo podrán estu-
zl diarse las especialidades
15/16 Zx UniliuJu
— •?
i'' Lijo
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_ f\»l»akrin instrumentales (¿con di-
14 I Í c
íl
S "
rección?) y teóricas, que
13 N
1!' li.ln
JJ £ - serán tres: Composi-
i : 13
_ 2' 1 IAI'\
ción, Musicología ana-
lítica, o algo asi (?), y
II l¿
• ' 1 i , lo
i Teoría, que parece ser
10 11 z l.BAIX)
7 _, L,RA|H)
LLtMENTAI
111-Mf NIAL una especie de solfeo
•i 11)
i- < .lo
—x
* <
mu tan te y transfigurado
H.1 en pro del ascenso. La
1- tT.M'A
7 ti
musicología de verdad,
1
1- < sin apostillas, se irá, co-
6
mo es natural, a la uni-
versidad, por fortuna
I NSI s \ S
para ella y en perjuicio
i NSI ÑAN/A I NSI-\A\/A MI SU M
Jjdts ikl Lil NI KAJ de la música, al igual
limitado que la pedagogía musi-
SISTEMA LlítKAIIVÍl t M f l L L t H Mí\í< \i II'AI
cal, que será asumida

88 Scherzo
educación musical -

por las Escuelas de Profesorado, ya rece la música en la enseñanza genera, dadera renovación. Lo que se refiere a
que, pobrecitas, sufren mucho paro y para «no profesionales»)- Y tampoco la música en la enseñanza general es un
llenen que echarle un poco de cuento. aparece la enseñanza musical en las pre- poco más revolucionario, al menos so-
El documento sugiere de pasadas algu- visiones estadísticas y presupuestarias. bre ei papel, y está previsto que se in-
nas posibles asignaturas, todas famiia- Asi pues, la música ya es, desde el punto corporen a las escuelas profesores
res y bien conocidas, excepto la «educa- cero, estofa de segunda clase. especializados en música. Pero, ¿dón-
ción superior de oído», disciplina que de se van a formar, mientras la música
se anuncia prometedora, pues por arriba La reforma sigue en el mismo punió eslé ausente de la universidad? Además,
tienen el oído un poco duro, sin duda. muerto de hace tres años, cuando otro la doble vía, profesional y no profesio-
En cuanto a los centros, los habrá de ministro presentó, también en plena nal, que es tan prematuramente discri-
dos tipos, profesionales (para «niftitos» campaña electoral, un polémico docu- minatoria, será un gran obstáculo,
entre 8 y 18 años, si no repiten) y supe- mento de trabajo, hoy incomprensible- como de hecho ya lo es hoy en día, pa-
riores (a partir de 18 años). El próxi- mente olvidado, y al que los profe- ra que la música se incorpore igual que
mo curso se promulgará una ley que sionales, en El Escorial, dieron una cla- otra materia cualquiera a la escuela,
regule la nueva ordenación del sistema ra respuesta, también hoy olvidada, que pues el que quiera estudiar música con
educativo, que se irá reformando de ya decía, entre otras cosas, que la pro- seriedad, profesional o no, deberá ha-
acuerdo a un calendario que concluye puesta "perpetuaba en su estructura el cerlo en horario extraescolar y en un
en 1977, y del que están ausentes las en- anterior sistema de enseñanzas (obso- conservatorio. Esio es suficiente para
señanzas musicales. Como no son pri- leto, caótico e ineficaz) y no garantiza- echar por tierra los mejores propósitos
marias, ni secundarias, ni bachilléralo, ba la incorporación real de la música y las más bellas utopías. La música con-
ni enseñanza profesional, pues ya se sa- a la universidad y a la enseñanza tinuará siendo algo raro y marginal en
be, a la cola. Es perfectamente lógico general». respuesta proporcional a su carácter sin-
este olvido. Igualmente, el libro blanco Lo que se refiere a la enseñanza mu- gular y a la naturaleza de sus enseñan-
incluye varios volúmenes con el diseño sical se ha repetido en el libro blanco zas. Amén,
curricular base de los disiintos niveles, del Sr. Solana. El nuevo esquema es de-
entre los que no aparecen las enseñan- masiado parecido al viejo como para
zas musicales por ninguna parte (sí apa- romper la inercia y dar lugar a una ver- Víctor Pliego de Andrés

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(3) TichCH ID que no procedí

Nombre
Domicilio
Población Telefono

Número*, atrasados: 425 pías.

Scherzo 89
-danzo-

adrid en Danza surgió como


M una modestísima Muestra en
el Centro Cultural de la Villa
de Madrid y cada año que ha pasado
han ido colaborando entidades cada ve/
más importantes. Nacida con carácter
anual y con voluntad de programación
estable ha aglutinado al Ayuntamienio
de Madrid, al Centro Nacional de Nue-
vas Tendencias Escénicas, a la Comu-
nidad de Madrid y en esta última
edición al Instituto Nacional de las Ar-
ies Escénicas (INAEM), del Ministerio
de Cultura, con lo que, a mayor presu-
puesto, mejor programación, y más va- //o m.
riedad de compañías que ofrecer al teatro donde sus fotos hubieran respi-
público. crescendo, y si a todo eso agregamos
rado un poco. Madrid en Danza se una coreografía alegre y desenfadada
La muestra ha girado en cuatro cen- cierra con un curso internacional titu-
tros (que en el momento de escribir es- donde los bailarines disfrutan bailan-
lado La explotación del cuerpo impar- do, obtenemos una pieza que comuni-
tas páginas aún no ha cerrado su tercera tido por Crisiina Miñana, donde dan
edición): el pionero Centro Cultural de ca con el espectador de inmediato.
la barra clásica, Luc Buy, uno de los David Parsons Dance Company nos
la Villa, La Sala Olympia, el Teatro Al- fundadores de la escuela Mudra de Bru-
béniz y el Centro Cultural Chamartín ofreció para abrir su espectáculo dos di-
selas, y Rubén Rodríguez, procedente de vertidas piezas, The envelope y S/eep
Nicolás Salmerón. la ya hoy tradicional escuela cubana
En las actividades paralelas que to- Study, con una columna central bien vi-
moderna, que liene mucho de un Gra- sible que las vertebra, de conexión in-
do certamen de danza que se precie de- ham casi puro.
be tener, este año, aparte de las charlas mediata con el público. El resto de las
De lo más destacable presentado en piezas de la compañía americana fue
coloquios ha habido dos exposiciones, el Centro Cultural de la Villa hay que
una de pintura de Regina Maíllo, en el perdiendo frescura con el paso del tiem-
mencionar la coreografía Vueltas al aire po, aunque Caught, efecto luminoso
Centro Cultural de la Villa y otra, en de la Compañía de Carmen Senra en
el Teatro Albéniz, del gran Fotógrafo ca- más que coreográfico, fue muy bien re-
que a un vestuario de Lourdes Bergada cibido por el público.
talán. Ros Ribas, titulada Lux perpetua, que parece hecho para bailar, se une a
magnífica exposición merecedora de Jean-Francois Duroure Compagnie
una música do Pop 1 lopiv que va en de Danse nos ofreció un espectáculo de
una buena galeria más que de un ¡uil'i-
línea algo Bausch, pero sin el retorci-
miento ni el dramatismo al que aque-
lla acostumbra.
Bajo cantos rodados hay una sala-
mandra de Danat Dansa es la gran re-
velación de grupos hispanos para este
festiva!, una producción muy comple-
ta y cuidada que esperemos sepan en-
tender fuera de la península, por sus
connotaciones regionales y seudofolk-
lóricas.
Michel Kelemenis/Piaisir d'ofrir nos
ofreció en el Centro Cultural una mues-
tra de lo que la nueva danza francesa
protege y subvenciona: la limpieza de
los movimientos, el baile bien interpre-
tado y apenas repetitivo, movimiento
sin música, ruidos de fondo... danza pa-
ra profesionales del medio y espectado-
res cultos en el lema.
Cerraron las actuaciones en el Cen-
tro Cultural de la Villas las noches de
solos, catorce bailarines., con sus pro-
pías coreografías la mayoría de ellos,
donde se pudo presenciar un gran es-
pectro de la danza moderna en Espa-
ña. Un gran nivel y una gran calidad en
la mayoría de las actuaciones, aunque
ert la escenografía hay un predominio
de las sillas como elemento escenográ-
fico omnipresente algo preocupante,
quizá sea lo más económico y menos

90 Scherzo
-danza

problemático para respirar un instante.


La bailarina Aranlxa Arguelles eje-
cutó un solo del coreógrafo cubano Al-
berto Méndez, uno de los creadores de
más prestigio dentro de la esfera del ba-
llet en su linea moderna.
En la Sala Olympia, que cierra la
muestra de esie año, actúan la compa-
ñía francesa Christine Bastin y el gru-
po Yauzkari con su nuevo espectáculo
Donde aparece y desaparece el tiempo
Devocionario, bajo la coordinación
artística de Guillermo Heras e inspira-
do en los poemas de Ana Rossetti ha
sido la propuesta del Centro Nacional
de Nuevas Tendencias Escénicas para
esta edición del Madrid en Danza. El
desarrollo pasa de infancia, mujer a án-
geles. La voz de Ana Rossetti da paso
al solo de cada coreógrafa-bailarina que
lanío Antonia Andreu, Crace! Meneu,
María José Ribot y Manuela Rodríguez
realizan con una gran dignidad y nivel
técnico sus creaciones y acaban conver-
tidas en ángeles en una divertida y poé-
lica ascensión a los cielos.
Esperamos que el siguiente Madrid ALESSANDRO MOLIN, primer bailarín del London Festival Ballet fue
en Danza se celebre con todas las enti- escogido por Yuri Grigorovich para el eslreno de su versión de Raymonda en
dades posibies, pero que si alguna por el Teatro de la Scala de Milán, convirtiéndose en la figura revelación de la tem-
ideología cultural o motivos políticos porada que termina, Molin formó pareja con Anita Magyari. Durante el mes
no está presente, las demás unan sus es- de julio, Molin estará junto al London en el Metropolitan Opera House de
fuerzos y no nos priven de lo que se ha New York, encabezando el reparto del Romeo y Julieta de Ashion.
consolidado tras varios años de tesón
tanto por parte de los bailarines como
de los programadores. «Solo» para Maia Plisetskaia
El coreógrafo Alberto Méndez está mer premio en los Concursos Internacio-
trabajando con la directora y primera nales de Ballet de Varna, el primer
María de Avila bailarina del Ballet Clásico de La Zar- premio en coreografía moderna del
JL/a que en otro tiempo fuera «Prima zuela Maia Plisetskaia en la elaboración Concurso del Ballet de Tokio, en 1978.
ballerina Assoluta» del ballet del Liceo de un solo que ésta presentará próxi- Teatros y compañías de todas las nacio-
y de la Compañía Española de Ballets, mamente. nalidades tienen incorporados a su re-
María de Avila ha visto reconocida pú- Alberto Méndez ha recibido varios pertorio obras de Méndez.
blicamente su labor de dedicación al premios iniernacionales. como el pri-
mundo del ballet al serle otorgada la
medalla de oro a las Bellas Artes de ma-
nos de Sus Majestades los Reyes de Es- LA BELLA Y LA BESTIA. En ei
paña, Don Juan Carlos y Doña Sofía. leatro Olímpico de Vicenza dentro del
María de Avila, pedagoga reconocida mágico espacio que creó Palladio en
internacionalmente, abrió su estudio de 1Í55 se ha estrenado durante el mes de
danza en Zaragoza. En 1982 fundó el i Linio este ballet en tres actos sobre el
Ballet Clásico de Zaragoza, siendo lla- icxto de Jean Cocteau, libreto de ma-
mada en el 83 para dirigir las compa- ilame Le prince de Beaumont, con mú-
ñías del Ballet Nacional de España en -ica de Mahlcr y coreografía de Philipe
el que estuvo al frente durante cuatro Iresserra. Las interpretaciones han co-
años, dejando en la compañía clásica i rido a cargo de Yannick Stephant (es-
con casi todo el repertorio serio que i relia del ballet de Montecarlo) y Michel
cuentan en su haber. Está en proyecto Denard {estrella de la Opera de París),
la formación del Ballet María de Avi- it-spaldados por los jóvenes bailarines
la, con alumnos de su estudio zara- Ji'1 remozado Europa Ballet, dirigido
gozano. .igualmente por Jorge Donn y Kevin
Los mejores bailarines españoles han Haigen con la supervisión artística de
pasado por sus manos y aunque algu- Maurice Béjart, contando en su plan-
nos reniegen o no pongan en sus curri- nlla de cuerpo de baile con varios jó-
culums que se formaron con ella, algún venes españoles.
día no lejano tendrán que hacerlo, por-
que es inevitable acabar reconociendo
Texto y Fotos:
a los maestros. Jesús Castañar

Scherzo 91
1
i

CERTAMEN INTERNACIONAL
DE BANDES DE MÚSICA
"CIUTAT DE VALENCIA" 1989
del 7 al 13 de juliol

AJUNTAMENT DE VALENCIA GENERALITAT VALENCIANA


CONSULERIt DE CUUURt, fDUCACIÓ I «ENCÍA

! MINISTERIO DE CULTURA
DIPUTACIO DE VALENCIA
• \

FESTIVAL INTERNACIONAL
DE ORQUESTAS JUVENILES
PALAU DE LA MÚSICA I CONGRESSOS DE VALENCIA

JULIO 1989
Día 17 JOVEN ORQUESTA DE CÁMARA «PAU CASALS» DE CARCAIXENT
ORQUESTA JOVEN DE TAVERNES DE LA VALLDIGNA
LONDON SCHOOLS SYMPHONY ORCHESTRA (INGLATERRA)

Día 19 JOVEN ORQUESTA «LA ARTÍSTICA» DE BUÑOL


CORK SCHOOL OF MUS1C SYMPHONY ORCHESTRA (IRLANDA)

Día 21 ORQUESTA JOVEN DE BENAGUACIL


JUGENDSYMPHONIERORCHESTER MUSIKSCHULE DE DORNBERN

Día 22 ORQUESTA SINFÓNICA JUVENIL «SANTA CECILIA» DE CULLERA


GREATER WASHINGTON D.C. YOUTH ORCHESTRA (EE.UU.)

Día 24 ORQUESTA DE CÁMARA «UNION MUSICAL» DE LLIRIA


JUGENDORCHESTER SCHELSWING-HOLSTEIN (R.F.A.)

Día 25 Concierto de Clausura


COLLEGIUM MUSICUM DE LA UNIVERSIDAD DE MAGUNCIA (R.F.A.)
ORQUESTA MUNICIPAL DE VALENCIA

Todas las audiciones darán comienzo a las 20,15 h.

GENERAÜTAT VALENCIANA
CONSEIURIADE CULTURA EDUCCOI CIENCIA
alto Fidelidad

La caja acústica Spendor 8-100


area es la firma británica Spen- nes hasta conseguir crear un conjunto cias), cuando un fabricante nos ofrece

P dor en lanzamientos, y lo cieno


es que no resulla fácil elaborar un
producto nuevo todos los dias como nos
armónico y coherente.
La caja, con sus tres vías, propone
una triple opción de uso en la amplifi-
cación: con una sola fuente de poten-
cifras sobre este particular, 50 Hz, 60
Hz, ... armónicos, ... eslos datos pro-
vienen de condiciones libres, salas es-
peciales, condiciones ideales, pero... y
tienen tan acostumbrados las multina-
cionales, cuyas referencias a contar en cia, dos o (res; es decir, dispone de la ¿en casa?, ¿sonará así?, ¿resultará ser
un período de diez o quince años pue- posibilidad de biamplificación y triam- igual?, pues sencillamente no. Este fac-
den resultar abrumadoras. En mi opi- plificación, incluso en la biamplifica- tor ha sido muy tenido en cuenta por
nión la honeslidad de una firma se Spendor en el modelo que nos ocupa,
demuestra también aquí. se le ha dotado a la caja de un Woofer
Lo cierto es que, en el caso que nos más que generoso, 32 cm., pero ha si-
ocupa, Spendor elaboró con gran acier- do equipado y estudiado para un ren-
to el modelo BC 1 en los años 60 (aún dimiento al home, en recintos
se sigue fabricando), el modelo SP 1 le hogareños mediante una labor pura-
sucedió hace unos cinco años, y junio mente artesanal de ajuste y calibracio-
con otras cinco o seis referencias, siem- nes a oído.
pre colocadas en cabeza, ese es lodo su Los 89,5 db/w/m especificados la
mundo. convierten en una caja de rendimiento
Si pensamos que la firma británica medio-alto, para la cual no se necesita
fabrica exclusivamente cajas acústicas, muchos watios, afinde conseguir pre-
contar en catálogo con siete u ocho re- siones sonoras elevadas. Este factor,
ferencias en casi treinta años de inten- aunque no determinante, tiene su im-
so trabajo nos indica con qué cautela portancia, ya que un rendimiento bajo
se producen novedades en la empresa. condiciona la necesidad de muchos wa-
Ante las S 100 podemos afirmar, de tios y el watio bueno es caro. El presente
entrada, que una estrella ha nacido en diseño funciona estupendamente con 35
el firmamento sonoro. Estrella que bri- watios, produciendo una gran presen-
llará en mi opinión, con luz propia du- cia sonora cuando ésta es reclamada.
rante años, como un valor seguro, fuera
de novedades efímeras. Ante tal evento
muesiro mi satisfacción, ya que junto Ubicación
con otro grande inglés, como es Rogers.,
y pocos más, constituyen el ámbito de ( uju uiwiifu Spcnttor \-llXl
Al igual que la gran mayoría de los
recintos acústicos en el cual siempre me monitores ingleses se aconseja el uso de
he sentido más satisfecho —la linca ción se permite una doble posibilidad: unos pies rígidos de 30 o 40 cm. de al-
suave inglesa que dicen los críticos— asociar el medio-bajo, o el medio- to donde colocarse. A tal efecto, Spen-
término que no comparto, lineal, real agudo. Para ello en su parte posterior dor está diseñando unos exclusivamente
diría yo, más bien. 1.a labor artesanal, se le ha dotado de tres entradas inde- para este modelo), a fin de producir ma-
concienzuda y rectificaciones de oído, pendientes y paralelas. Spendor brinda yor aireación y un sonido más envolven-
convierten a estos diseños en realmen- esta opción con esie diseño del uso de te, más sólido, con más profundidad y
te reoles (no suaves). grandes posibilidades, costosas, pero solvencia. Este es un factor importante
gratificantes y tentadoras. a tener presente, ya que, en ocasiones,
al empotrarlas en una librería o afín,
Construcción por problemas de espacio o simple co-
Medidas modidad se están desaprovechando las
Se trata de un modelo de tres vías. propiedades de una caja al límite del co-
Manifiesto, en principio, mis preferen- Nos encontramos ante una caja ge- nocimiento humano, lo cual constitu-
cias por las dos vías, ya que conllevan nerosa de proporciones, sin llegar a ser ye toda una paradoja.
menos problemas de filtros (recordemos excesivas, 70 x 37 x 42 cm., lo cual la
que algunos fabricantes legendarios, co- hace perfectamente apta para uso do-
mo Tanoy, intentan eludir esta cuestión méstico, fin para el que está diseñada. Calidad musical
con la utilización de un solo cono coa- Es importante señalar este factor, que
xial, es decir, una vía que proporciona suele pasarse por alto. No todas las ca- Muchas son las cualidades con las
todo el espectro sonoro). En el caso de jas son idóneas para todos los locales que Spendor ha agraciado a esie
Spendor, esta faceta ha sido abordada ni situaciones, basle recordar que el ex- modelo.
con gran acierto, ya que se ha intenta- celente diseño de la BBC LS 3 / 5A no Resaltaré el equilibrio —perfecto
debe ser 2utilizado en salas que rebasen equilibrio entre vías—, aun usando una
do, en todo momento, crear una armo- los 25 m ; asimismo, la excelente Rad-
nía entre las tres vías, a fin de conseguir ford Studio 360 no manifiesta sus vir- sola fuente de alimentación, la música
un resultado totalmente homogéneo y tudes, si no se llega a los 40 nr. Aquí discurre por todo el espectro agudo-
compacto, sin fisuras ni solapas. Se tra- topamos con otro factor también muy medio-grave de modo totalmente ho-
ta de una labor artesanal, paciente, de importante; el bajo (las bajas frecuen- mogéneo y compacto sin fisuras, ni so-
equilibrado, de pruebas y modificacio- lapas, como ya se dijo, dotando al

94 Scher/o
alto fidelidad

conjunto de un iodo equilibrado. Es re- diseño para escuchas al home, en espe-


lativamente fácil conseguir una caja con cial el grave ha sido elaborado para es-
un buen medio (Quad, LS3/5A), un le fin.
buen grave (Yamaha) o un buen agudo Resulta paradójico comprobar la es-
(Apogee), pero conseguir en un solo pacialidad e imagen siereo ofrecida, ya
módulo los tres de un modo simultáneo que este atributo suele ser exclusivo de
y armonizarlos resulta casi imposible. cajas pequeñas (tipo LS3/5A). En mi
Spendor se aproxima en esta faceta a! opinión, ésta no alcanza al diseño de la
ideal. UBC en lo concerniente a la música de
Es curioso observar, al igual que la cámara, pero en agrupaciones nutridas
dicotomía, graves y agudos, como su- la supera en cuanto aporta más presen-
pera la disyuntiva piano - forte. Exis- cia y extensión sonora.
ten cajas pensadas para atronar, y otras La limpieza obtenida reclama pron-
que condicionan enormemente la escu- lamente nuestra atención, rivaliza con
cha, pues su fin es la música suave. Di- diseños electrostáticos de altos vuelos
ré, que en mi opinión, las S 100 en los sin incurrir en la frialdad de éstos. Pro-
pasajes suaves, con agrupaciones mu- duce, en definitiva, un sonido claro y
sicales pequeñas, suena limpia, inma- nítido en extremo, pero un calor que,
culada, sutil, ligera, etérea (paradoja en mi opinión, le proporcionan su woo-
cuando se observa su tamaño), pero ler y su sólida carpintería,
cuando la agrupación es más nutrida o En conclusión, pensada para ser dis-
cuando los tuttis orquestales lo requie- frutada en habitaciones de veinte a cua-
ren muestran su gran poderío sin for- renta m : , resulta prodigiosa en la
zar en absoluto. He observado, igual- combinación y resolución de situacio-
mente y de modo curioso, que está di- a i r a , d e incurrir c u ese grave eiiui |lie- nes opuestas, habiéndose conseguido un
señada para ser oída a un volumen nor- cuente, por desgracia), la Spendor pier- modelo capaz de satisfacer todas las ne-
ma!; a entender, un cuarteto de cuerda, de todas sus bondades, se convierte en cesidades requeridas por el oyente exi-
una flauta barroca... poseen una pre- una caja fría, desarticulada, inconexa, gente, siempre en los márgenes
sión sonora determinada, la ciencia mo- ingrata, en una palabra. A tal efecto, el naturales de la música misma.
derna (watios) nos permiten doblar esta fabricante especifica haber realizado su Francisco Gutiérrez
-jazz-

Festivales norteños
Los tres festivales de jazz que tradi- mericano Manhattan Transfer, cuyo re- ne con un grupo, All Stars, que incluye
cionalmente se celebran en las provin- pertorio sigue siendo netamente al trompetista Dizzy Gillespie y al saxo
cias vascas durante el mes de julio son comercial, y los momentos puramente alio Phil Woods. En segundo lugar ac-
cada vez más diferentes. El más joven jazzísticos se limitarán a las actuacio- tuará un interesante quinteto que cuenta
y modesto de ellos, que tiene lugar en nes del guitarrista Stanley Jordán, del con la vocalista Dee Dee Bridgewater
Guecho en la primera semana del mes, saxofonista Bob Berg y del trompetisla (día 17). Volverá el popular guitarrista
ofrece este año varias jornadas de ac- Randy Brecker. El festival cuenta con George Benson, que en esta ocasión di-
tuaciones y concursos locales, antes de un presupuesto de 45 millones de pese- fícilmente nos va a defraudar como en
culminar la noche del sábado 8 con un tas, cantidad que, a nuestro parecer, se anteriores visitas, ya que viene con un
programa doble de máxima importan- debería haber invertido de manera más grupo, All Stars, que incluye al trom-
cia, presentando a dos pianistas euro- inteligente en lugar de este absurdo in- petista Dizzy Gillespie y al saxo alto
peos: el maestro británico Stan Tracey, tento de sembrar la confusión entre el Phil Woods. En segundo lugar actuará
con su gran orquesta que incluye a al- público a base de dudosas concesiones. un interesante quinteto que cuenta con
gunos de los más destacados jazzmen Con bastante más criterio se ha con- el trombonista Steve Turre y el vibrafo-
de las islas, y el trío del francés Michel feccionado el programa del XIII Festi- nista Bobby Hutcherson (día 19), Mo-
Petrucciani. val de Jazz de Vitoria Gasteiz, que se dern Jazz Quartet y el trío del pianista
El Festival Internacional de Jazz de desarrollará entre el 17 y el 22 de julio. Kenny Drew (con el contrabajista danés
San Sebastián, que camina hacia su 24 Su organizador se ha inclinado siempre Niels Henning Orsted Pedersen y el ba-
edición, adelanta sus fechas para el 12 hacia las facetas más convencionales del tería Alvin Queen), al cual se unirá el
al 15 de julio y se desarrollará en tres jazz, huyendo de la vanguardia, pero es- clariienista Eddie Daniels (día 20). Vol-
escenarios distintos. Con el cambio ta vez presenta una serie de conciertos veremos a escuchar al veterano violinis-
inexplicable de organización ha sucedi- que, a priori, prometen ser, por lo me- ta francés Stephane Grappelli y, como
do algo muy grave, y un simple vistazo nos, agradables y, en un par de casos, la máxima atracción de este festival, a
al programa basta para confirmarlo. El incluso interesantes. Habrá un obliga- la cantante Betty Cárter (día 21), clau-
jazz, (al como lo entendemos, ha desa- do homenaje a la cantante Billie Holi- ta Jimmy Owens y el pianista Olívier
parecido prácticamente. Grupos de fu- day en el 30 aniversario de su muerte, Jones, y en la Escuela de Música Jesús
sión o de rock se mezclan con oíros que con la vocalista DEE DEE Bridgewa- Guridi se celebrara un seminario de pia-
buscan su inspiración en la música afri- ter (día 17). Volverá el popular guita- no (con Moniy Alexander), contraba-
cana, habrá —cómo no— una noche de rrista George Benson, que en esta jo (con Ray Brown) y guitarra (Herb
salsa y otra con cantantes brasileños. La ocasión difícilmente nos va a defraudar Ellis).
máxima atracción será el grupo nortea- como en anteriores visitas, ya que vie- E.T.

Scherzo 95
jazz

y una tuba, nueve vientos, dos pianis-


tas, dos contrabajistas, un guitarrista,
un vibrafonista, un batería y un per-
cusionista. Cuatro de los músicos toma-
ron parte en el mencionado concierto,
uando de la música se trata, la
C
pretar su Epitaph, cuyos diecinueve seg- hace 27 años: el trompetista Snooky
televisión sigue siendo un medio mentos tienen, en su conjunto, una Young, el trombonista Britt Woodman,
secundario, a pesar de sus enor- duración de más de dos horas. Sola- el tuba Don Butterfield y el saxofonis-
mes posibilidades de acercarnos a los mente hubo un frustrado intento de pre- ta Jerome Richardson. Habia que la-
escenarios. A través de primeros planos sentar algunos de sus fragmentos mentar la ausencia de una serie de
nos permite ver mejor lo que oímos. In- durante un concierto que tuvo lugar el músicos desaparecidos que, en su vida,
cluso nos puede ayudar a analizar más 12 de octubre de 1962, en el Town Hall fueron importantes intérpretes de las
detalladamente una obra y ampliar neoyorquino, con un desarrollo absolu- obras mingusianas, como por ejemplo
nuestro conocimiento tanto del compo- tamente delirante y un resultado que de- los saxofonistas Eric Dolphy y Booker
silor como de los intérpretes. Es, natu- jó mucho que desear, tal como se puede Ervin, y el bateria Dannie Richmond.
ralmente, una condición previa que el comprobar escuchando el LP que el se- Y entre los que todavía están en activo
realizador del programa conozca y sien- llo United Artists editó al año siguien- uno pensaba, con inevitable nostalgia,
ta la música para, a su vez, convertir en te (UAJ-14024), disco que, a pesar de en saxofonistas como Clifford Jordán
arte su oficio —cosa desgraciadamen- todo, vuelve a tener interés después del y Jackie McLean, en el trompetista
te no muy habitual en lo que al jazz se reciente estreno de la obra en su to- Johnny Coles, en el pianista ,laki Byard
refiere. Con demasiada frecuencia se co- talidad. y, por encima de todos, en e! trombo-
meten errores o torpezas y se cae en lo La orquesta que Schuller reunió con- nista Jimmy Knepper.
tópico. Con razón se sienten los músi- taba con seis trompetas, seis trombones
cos muy a menudo traicionados por las Pero los treinta componentes escogi-
cámaras. dos por Schuller no decepcionaron en

Y, sin embargo, asistimos de cuando


en cuanto, a pequeños milagros que hay
que agradecer y que hacen indispensa-
ble el medio televisivo. La noche del tres
al cuatro de junio pasado era sumamen-
te impórtame encontrarse en este país
y delante de un televisor. Gracias al es-
fuerzo de Ángel Luis Ramírez, perso-
na despierta donde las haya, con
auténtico interés por los sucesos tras-
cendentales, la segunda cadena de TVE
pudo, como única televisión europea,
ofrecernos en transmisión directa el
gran homenaje que, desde el Lincoln
Center de Nueva York, se rindió al his-
tórico contrabajista y compositor Char-
les Mingus que, a los diez años de su
muerte, se alza como uno de los verda-
deros y duraderos innovadores del jar/..
El concierto consistuye evidentemente
uno de los acontecimientos importan-
tes de la década.
Bajo la dirección del multifacético
Gunlher Schuller se reunieron treinta
instrumentistas que tuvieron casi todo?
contacto directo con Mingus en algún
momento de la tumultuosa carrera de
este revolucionario jazzman. Iban a in-
terpretar Epiiaph, una obra desconoci-
da, encontrada en forma caótica y
fragmentada entre los papeles que Min-
gus dejó para la posteridad, iras me-
ses de intenso trabajo, en estrecha
colaboración con la viuda de composi-
tor, Sue Graham, el historiador Andrew
Homzy y el crítico inglés Brian Pries-
tley, autor de un magnifico estudio so-
bre la vida y la obra del gran artisty
(Mingus, A Crílical Biagraphy, Quar-
tet Books, 1982), Schuller llegó a la con-
vicción de haber enconlrado la
estructura de la obra tal como el mis-
mo Mingus la debía haber concebido.
El no tuvo nunca la ocasión de inter-

96 Scherzo
Jozz

ningún momento. Con gran energía y sica fue siempre un estímulo para Min- ción vanguardista. En esta ocasión, las
admirable concentración interpretaron gus y una notable influencia en su múltiples contradicciones que encierra
las complicadas piezas de esta riquísi- trabajo creativo, pueme entre el pasa- la obra de Mingus tuvieron un sentido
ma obra que deja mucho espacio para do y el futuro, con sus fuertes raice? en lógico, y de una manera casi armonio-
los solistas, tal como fue el caso de la el bines y el gospet y su clara disposi- sa se pasaba de momentos turbulentos,
orquesta de Duke Ellingion, cuya mú- de un swing denso, a pasajes líricos que
en el Sel/portrail - Chill OfDeaih, a fi-
nal de la primera parte, reflejaba cierta
influencia de Stravinski. Otros momen-
tos de impresióname fuerza fueron
Main Score, que abrió el concierto, el
homenaje que Mingus dedicó a otro im-
portante contrabajista, Osear Pettiford,
y que lleva sus iniciales, Wolverine
Blues, que viene del repertorio de Jelly
Rol! Morlón, la preciosa balada The
Sou/ y otra todavía más rica y acaba-
da, sin título.
Entre los solistas cabe destacar a los
dos sanos altos, John Handy y Bobby
Watson, que con ejemplar dedicación
daban continuas muestras del gran mo-
mento en el cual ambos se encuentran.
Los pianistas, Sir Roland Han na y John
Hicks, tuvieron intervenciones brillan-
tes, lo mismo que el veterano trombo-
nista Britt Woodman y el saxo tenor
George Adams, este último sobre todo
en la segunda parte del concierto, que
se desarrolló en un ambiente netamen-
te más relajado que la primera. Memo-
rable fue la ejecución de Better Gel Hit
l/i Your Sou!, uno de los temas más co-
nocidos de Mingus que llevó a los mú-
sicos a una larga serie de improvisa-
ciones de enorme impacto.
Con sorpresa encontramos al joven
trompetista Wynton Marsaiis en este in-
sólito conjunto, y guardaremos en el re-
cuerdo dos largos solos, uno de los
cuales, con sordina, muy del estilo de
Cootie Williams. En el escenario del
Lincoln Center hubo representantes de
varias generaciones de músicos, y su
manera de entenderse y de someterse
bajo la disciplina que Mingus siempre
exigió a su gente constituyó toda una
lección.
No nos sorprendería —y nos agrada-
ria sobremanera— ver salir un dis-
co de este singular concierto dedicado
a la memoria de uno de los más genia-
les y originales creadores que ha cono-
cido el jazz. En aquella maravillosa
madrugada de junio asistimos a nada
menos que la resurrección de Charles
Mingus, este coloso de un pasado re-
ciente que sigue siendo de candente ac-
tualidad.

Ebbe Traberg

Charles Mmgus en noviembre de 1951.

Scherzo 97
EFEMÉRIDES
l/VII/1927: Wilhelm Funwángler dirige el fi/VIII/1904: Muere en Viena el musicólo-
estreno del Primer Concierto para piano y go y critico musical Eduard Hanslick.
orquesta de Beta Banók, interpretando la 7/VH1/1882: Nace en Liveni el compositor,
parle solista el propio compositor. violinista y director de orquesta rumano
2/VII/1714: Nace en Erasbach el composi- George Enescu.
tor alemán Chrisioph Willibald Gluck. 8/VIII/190S: Nace en París el composilor
3/VI1/1973: Fallece en Toronio el director André Jolivet.
de orquesta checo Karel Ancerl. 9/VJI1/I919: Muere en Montecatini el com-
4/VI1/1900: Nace en Nueva Orleans Louis positor italiano Ruggero Leoncavallo.
Daniel Armstrong, célebre trompelista de 10/VMI/1865: Nace en San Petcrsburgo (ac-
ja¿¿. tual Leningrado) el composilor Alexander
5/VII/1877: Nace en Vaisovia la clavecinis- Konstantinovich Glazunov.
ia, pianista y compositora Wanda Landows- I1/V111/1935: Alban Bcrg completa su Con-
ka, a quien Manuel de Falla dedicó su cierto de violín «A ¡a memoria de un ángel».
Concierto para clave v cinco instrumentos Esta obra, encargó del violinista Louis Kras-
(1926). ner, fue la última de las escritas por el com-
6/VI1/1937: Nace en Gorfcy el pianista ru- positor y está dedicada a Manon Gropius,
so Vladimir Ashkenazy. hija del segundo matrimonio de Alma Mah-
7/VII/1860: Nace en Kaliste (Bohemia) el ler, fallecida en abril de este mismo año. El
compositor austríaco Gustav Mahlcr estreno del Concierto se reaü/ó en Barcelo-
9/VM/1M5: Estreno en el Teatro del Circo na durante el Festival de la Sociedad de Mú-
de Madrid de El Asedio de Medina, ópera sica Contemporánea en febrero de 1936.
de Joaquín Espin y Guillen. 12/VII1/1644: Nace en Wartemburg (Bohe-
1O/VJI/1804: Estreno en París de la ópera mia) el violinisia y compositor Heinrich lg-
Ossiun o Los Bardos del compositor Jean- na? Fran7 von Biber.
Frarn,-ois Leseur (Le Sueur).
1 l/VTI/1%0: Fallece en Madrid Jesús Aram- 13/V1I1/19I2: Fallece en París el composi-
barri y Gárale. Director de orquesta y com- tor francés Jules-Emile-Fréderic Massenet.
positor. Discípulo de Gurídi y alumno de I5/VIII/19S1: Muere en Madrid el compo-
Paul Dukas. En 1933 fue nombrado direc- sitor toledano Jacinto Guerrero, autor de zar-
tor de la Banda Municipal de Bilbao, pasan- zuelas, enire las que destacan La Alsaciana,
do poco después a ocupar el mismo puesto La Montería, El Huésped del sevillano y la
Franz Liszt visto por Carmelo. inmortal La rota del azafrán.
en la Orquesta Sinfónica de la ciudad. Fun-
dó la Orquesta Municipal bilbaína (1939), 16/VIII/1S76: Estreno en Bayreulh de la
primera de las orquestas municipales en por Pablo Picasso y coreografía del bailarín ópera Sigfrido de R. Wagner.
España. ruso Leonid Massin. La dirección de la obra 17/V1I1/1831: Estreno de Enrico e Clotil-
corrió a cargo de E. Ansermet. de o IJI rosa blanca e ¡a rosa rossa, primera
II/VH/1937: Fallece en Hollywood el com- 23/V1I/1878: Fallece en Madrid el compo- de las óperas def compositor aragonés To-
positor norteamericano George Gershwin. más Gen ové.
sitor navarro Miguel Hilarión Eslava y
13/VII/1951: Muere en Los Angeles (USA) Eliozondo. 19/VIII/I929: Fallece ahogado en un canal
el compositor austríaco Arnold Schoenberg. 24/VI1/1828: Estreno en Viena del Tercer de Venecia el director de los Ballets Rusos
14/VI1/1949: Primera audición de la Sinfo- Concierto de violín de Niccolo Paganini, ac- Serge de Diaghilev (Serghei Pavlovich
nía de Primavera op. 44 de Benjamín Bril- tuando el amor como solista. Diaghilev).
len- Esta obra está dedicada a Koussevii/.ky, 25/VH/I894: Gustav Mahler concluye en la 20/VII1/186S: Nace en Lumbier (Navarra)
que dirigió el eslreno en Amsterdam. localidad austríaca de Steinbach-am-Aliersee el pianista y compositor Joaquín Larregla.
I5/V1I/1857: Fallece en Víena el pianista y su Segunda Sinfonía. 21/V1I1/1741: G.F. Haendel comien/a la
compositor austríaco Karl Cíerny. composición de El Mesías, oratorio que ter-
I6/VI1/I929: Nace en Ochandiano (Vizca- 26/VI1/I882: Hermann Levi dirige en Bay-
reuth el estreno de la ópera Porsifal de Ri- minaría en Ires semanas y que fue estrena-
ya) el compositor Carmelo Alonso Bernaola. do en abril del año siguiente.
I7/VI1/I947: La Fundación Koussevitzky chard Wagner.
22/VIII/1862: Nace en Saínt-Germain-eii
encarga a Olivier Mcssiaen una obra para 27/VI1/1867: Nace en Lérida el compositor Laye el compositor y pianista francés Achille-
gran orquesta; el resultado de esta petición Enrique Granados y Campiña. Claude Debussy.
sería !a Sinfonía Turangalila. 28/V11/1741: Fallece en Vicna el composi-
18/VII/I936: Fallece en Bayona Antonia tor italiano Antonio Vivaldí. 23/VI11/I937: Muere en Royan (Francia) el
Mercé y Luque, bailarina y coreógrala espa- 29/V1I/1856: En una clínica de Endenich compositor Albert (Charles- Paul -Mar i e)
ñola conocida universalmenle con el pseu- (Alemania) muere el compositor Roben Roussel.
dónimo de La Argentina. Schumann. 24/VTII/I826: Nace en La Coruña el com-
19/VII/1937: El régimen na?i disuelve la posilor Marcial del Adalid y Gurréa.
Asociación de Músicos Alemanes, institu- 30/VII/1886: Fallece en Bayreulh el compo- 25/VIH/1918: Nace en Lawrence, Massachu-
ción creada por Franz Liszt en 1861. sitor y pianista húngaro hranz (Fcrenc) Liszt. setts (USA) el pianista, compositor y direc-
2Q/VH/1920: Ernest Ansermet dirige en Durante los funerales Antón Bruckner inter- tor de orquesta norteamericano Leonard
landres el esireno de Historia del Soldado pretó al órgann, en una iglesia cercana, una Bernsiein.
de Igor Stravinsky. serie de variaciones sobre ¡a ópera farsijal 26/V1II/1958: Fallece en Londres el compo-
de Wagner. sitor inglés Ralph Vaughan-Williams.
2I/VI1/I897: Gustav Mahler es elegido di- l/Vlll/1926: Nace en Dresden el barítono 27/VHI/161I: Fecha probable del falleci-
rector adjunto de la Opera de Vícna. Theo Adam. miento en Madrid del compositor abulense
22/V1I/I919: Estreno en el Alhambra Thea- 2/V1J1/19I1: Fallece en Ñapóles el tenor ita- Tomás Luis de Victoria.
Ire de Londres de El Sombrero de Tres Pi- liano Enrico Car uso. 28/V1I1/1959: Fallece en Basilea (Suiza) el
cos dt Manuel de Falla. Esle ballet, encargo compositor checoslovaco Bohuslav Martinu.
de 5. Diaghilev. fue representado por los Ba- 3/VHI/I829: Estreno en Pari<- de la ópera 29/VII1/1936: Nace en París el compositor
llets Rusos con trajes y decorados diseñados Guillermo Tell de ü . Rossini. Gilberl Amy.
4/VI1I/1782: Wolfgang Amadeus Mozart
contrae matrimonio con Konstanze Weber en
Viena. L.F.C.B.
5/VHI/18S6: Nace en Alicanie el composi-
tor Osear Esplá Tríay.

98 Scherzo
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CARLOS III. 1
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