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Santiago Allamand
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Santiago Allamand 2015
INTRODUCCIÓN
Los siguientes apuntes están hechos para la Cédula del Examen de Grado de Derecho “TÍTULOS
DE CRÉDITO Y OPERACIONES DE CRÉDITO DE DINERO” vigente para el año 2015 de la
Pontifica Universidad Católica de Chile.
Los apuntes de clases y manuales que estoy utilizando como base son los siguientes:
1. Apuntes de clases de los profesores Carlos Concha y Alejandro Farías.
2. Apuntes de clases del profesor Rodrigo Ochagavía.
3. Apuntes de clases del profesor Roberto Guerrero.
4. Apuntes de clases de la profesora Myriam Barahona.
5. Manual de Ricardo Sandoval López.
6. Manual de Osvaldo Contreras Strauch.
7. Manual de Gustavo Plott.
8. Manual de Álvaro Puelma Accorsi.
Espero que les sirva mucho a todos.
Santiago Allamand.
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INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................................... 2
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Los requerimientos que exigía la evolución de la actividad mercantil en la edad media fueron
los que exigieron la creación de un nuevo sistema, los títulos de crédito, que aparecen en la
historia justamente cuando los mecanismos contemplados en el derecho común que se utilizaban
para la circulación resultaron insuficientes para llenar las necesidades de mayor rapidez,
facilidad, certeza y seguridad que exige las actividades económicas.
Para estudiar los antecedentes históricos de los títulos de crédito o títulos valores es
indispensable referirse a su exponente más característico y antiguo: la letra de cambio.
Con anterioridad a su existencia, la circulación de los derechos se realizaba mediante la cesión
de créditos, cuyas características esenciales son que el acreedor cedente responde sólo de la
existencia y legitimidad del crédito; que para surtir efectos respecto del deudor cedido es
necesario notificarle a éste la transferencia del título y, por último, que el crédito arrastra los
posibles defectos, vicios y limitaciones que se hayan ido acumulando en cada una de las
transferencias.
En otras palabras “se acumulan las excepciones, lo que conspira en contra la rapidez, certeza y seguridad
que exige la circulación”.
Otra institución que se utilizaba con fines circulatorios antes del nacimiento de los títulos de
crédito era la delegación. En esta figura el delegante, deudor primitivo, es reemplazado por el
delegado, nuevo deudor respecto del delegatario, que es el acreedor de la deuda. Este mecanismo
presenta dos variantes, según que el acreedor delegatario acepte expresamente la sustitución del
deudor, liberando al deudor primitivo de su obligación, caso en el cual estamos en presencia de
la delegación perfecta o novación; en cambio, el la delegación imperfecta el acreedor delegatario
no libera al deudor primitivo, quedando subsistente la obligación originaria entre ambos,
constituyéndose el deudor delegado en un nuevo deudor junto al anterior. En el fondo no es otra
cosa que una cesión de deuda.
Ni la cesión de crédito ni la delegación cumplen adecuadamente con las exigencias de la
circulación, por lo que como respuesta surgió la letra de cambio.
No ha podido establecerse con precisión el origen de la letra de cambio. Algunos autores
expresan que en India y China habrían vestigios de documentos semejantes a la letra de cambio.
Otros afirman que el uso de letras de cambio se extendió rápidamente entre las ciudades
marítimas y que fue conocida en Grecia. También parece comprobado que fue conocida entre los
romanos.
La letra de cambio en su forma actual, según los tratadistas franceses, fue inventada por los
judíos expulsados primero de España y luego de Francia. Se dice que ellos entregaban a los
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viajeros y mercaderes extranjeros cartas enviadas a las personas a quienes habían confiado sus
bienes, ordenándoles la entrega de los dineros que habían dejado en depósito.
Por su parte, los autores italianos señalan que los güelfos, expulsados de Florencia por los
gibelinos, emplearon la letra de cambio para efectuar el traslado de sus bienes, impidiendo que
sus enemigos s apropiaran de ellos.
Sea cual sea su origen histórico, lo cierto es que la letra de cambio aparece, primeramente, como
medio de realizar el transporte de moneda de una plaza a otra y ligada al contrato de cambio.
Poco a poco, y por su uso generalizado en las ferias, la letra de cambio pasó a ser título de
crédito, llegando a ser éste su carácter esencial, debido a la introducción del "ʺendoso”. La letra
pasó a ser una mercancía que reemplazo la moneda de oro o plata.
1.1 Legislación:
La Ordenanza Francesa de 1673 codificó la Legislación Mercantil y se ocupó de la letra de
cambio.
Posteriormente, en nuestro ámbito histórico, las Ordenanzas de Bilbao (1737) dedican sus
capítulos a las letras de cambio en el que se contiene una acabada reglamentación de dicho
documento. Muchas de sus disposiciones son casi idénticas a las que posteriormente
contemplaría nuestro Código de Comercio.
El origen de la Teoría General de los Títulos de Crédito fue, sin duda, la aplicación y desarrollo
de la letra de cambio, que motivó estudios doctrinarios y elaboración de normas legales. La letra
de cambio conjugaba adecuadamente el aspecto teórico con el aspecto práctico de su
funcionamiento en el tráfico comercial y bancario. Pero para los franceses, cuyas concepciones
jurídicas predominaban sin contrapeso hasta el siglo XIX, no se concebía la existencia de un
deudor sin que frente a él no se situara correlativamente un acreedor por contrato.
Por su parte, los alemanes, encabezados por Einert, se separaron de la doctrina que ligaba a la
letra con el contrato de cambio y plantearon, por vez primera, la posibilidad de que una persona
se obligara por una declaración unilateral, sin que compareciera necesariamente al acto otra
persona en calidad de acreedor. Desde ese momento estaban sentadas las bases para el
surgimiento de los títulos de crédito tal como los conocemos hoy en día. Las ideas de Einert
fueron acogidas en la Ley de Cambio de 1848, convertida en Ley del Imperio Alemán en 1869.
Actualmente, el contrato de cambio, se encuentra definido en nuestro derecho en el artículo 620
del Código de Comercio: “Contrato de cambio es una convención por la cual una de las partes se obliga,
mediante un valor prometido o entregado, a pagar o hacer pagar a la otra parte o a su cesionario legal cierta
cantidad de dinero en un lugar distinto de aquel en que se celebra la convención”.
La doctrina de Einet, también fue recogida por nuestro legislador al dictar la Ley 18.092 sobre
Letras de Cambio y Pagarés, en que también se separó el contrato de cambio con la letra de
cambio. El artículo 621, hoy modificado, establecía que el contrato de cambio se ejecutaba por la
entrega de un documento de crédito llamado letra de cambio.
1.2. Doctrina
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Pero fue el profesor italiano Cesare Vivante el creador de la Teoría General de los Títulos de
Crédito contenida en su “Tratado de Derecho Comercial”, editado por primera vez en 1896.
1.3. Importancia.
Los títulos de crédito o títulos valores son una creación propia del derecho mercantil, de enorme
trascendencia en el mundo de los negocios y la vida diaria de las personas.
Los títulos de crédito presentan frente a todos los mecanismos tradicionales una serie de
ventajas, principalmente podemos señalar las siguientes:
a) Certeza en la existencia del crédito al tiempo de la adquisición del título. Las
obligaciones constan en el título muy claras y simplemente expresadas. De manera que a
quien se le transfiere el crédito instrumentalizado debe tener la evidencia de que el
crédito existe de acuerdo con el sistema normativo.
b) Rapidez en la ejecución de los actos que se necesitan para la circulación del crédito. La
emisión de los títulos de crédito es mucho más sencilla que la celebración de contratos
formales y ni siquiera las personas se juntan porque nacen de actos unilaterales.
c) Seguridad en la ejecución final del título. La persona que recibe el título tiene la
certidumbre de que el crédito documentado permanece inalterable luego de las sucesivas
transferencias
La denominación “títulos de créditos”, que era la tradicional, no es hoy día de uso uniforme en la
doctrina. También está siendo utilizada la expresión “títulos valores”, señalándose que esta
última abarca títulos que, sin estar comprendidos en la expresión “de créditos”, también
responden a las características generales de los institutos sobre los cuales trata.
Se ha sostenido que la expresión “títulos valores” tiene el defecto de comprender títulos que
exceden los límites del tema, proponiéndose, a cambio, la denominación “títulos circulatorios”.
La denominación tradicional es la de “títulos de crédito”, pero poco a poco ha ido extendiéndose
el uso de la expresión “títulos valores”. En estos apuntes utilizaremos indistintamente ambas
denominaciones.
1.4. Definiciones Títulos de Crédito
El tratadista italiano Cesare Vivante, creador de la Teoría General de los Títulos de Crédito los
define señalando que son “documentos que llevan incorporado un derecho literal y autónomo que en se
puede ejercer por el portador legitimo contra el deudor a la fecha de su vencimiento”.
El tratadista Asquini los define como “Título de crédito es el documento que da cuenta de un derecho
literal destinado a la circulación e idóneo para conferir de un modo autónomo la titularidad del derecho al
propietario del documento y la legitimación para el ejercicio del derecho al poseedor regular del
documento”.
El profesor Sandoval los define como a) En sentido restringido “Documento transferible cuya
posesión es necesaria para ejercer el derecho literal y autónomo que en él se representa” (Teoría Italiana) o
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b) En sentido amplio “Documento que incorpora un derecho de carácter privado de tal forma que para su
ejercicio es necesaria la posesión del documento” (Teoría Alemana).
El profesor Contreras los define como “Documento necesario para ejercer el derecho literal y autónomo
que en él se menciona”.
El profesor Guerrero dice que, pese a que no están definidos en la ley, se pueden definir como “El
documento que lleva incorporado un derecho literal y autónomo que se puede ejercer por el portador
legítimo contra el deudor a la fecha de su vencimiento.” (Joaquín Garrigues).
Para efectos del examen, la definición de Contreras y la de Garrigues parecen las más
adecuadas.
1.5. Naturaleza Jurídica.1
En cuanto a su naturaleza Contreras dice:
a) En primer lugar los títulos valores son una cosa mueble, debido a su materialidad, un papel,
que como tal puede ser objeto de todas las relaciones que caben respecto a los bienes, a saber,
tenencia, posesión, propiedad, usufructo, y pueden reivindicarse como lo reconoce la Ley de
Quiebras.
Materialmente el título de crédito es un documento, un instrumento escrito en el que se ha
incorporado, en el carácter de constitutiva, una declaración unilateral de voluntad con
contenido económico, a la que con posteriormente pueden irse incorporando otras.
El documento es necesario para dar origen al derecho, para su conservación y disposición. Sin él
no es posible hacer efectivo el derecho contra el obligado, ni transmitirlo o a un tercero, ni darlo
en garantía.
Al respecto hay que agregar que el valor del documento, en el caso de los títulos valores, no es
únicamente probatorio, sino, además, el documento juega en ellos un rol económico, porque los
derechos no nacen si la voluntad del obligado no se expresa según las formas previstas para el
otorgamiento del titulo y esos derechos tienen contenido económico.
b) Desde el punto de vista jurídico, como fuente de las obligaciones, el título de crédito no es una
convención, sino es un acto jurídico unilateral, es decir una declaración unilateral de voluntad,
que da nacimiento a una obligación inicial, a la que posteriormente pueden irse agregando otras.
Son unilaterales, porque basta la sola firma de la persona que se obliga para que el acto
cambiario adquiera valor. Entonces, no son convenciones.
Esta declaración unilateral de voluntad es incondicionada, esto es, no está sujeta a
contraprestación, es irrevocable y vinculante. Por todos estos atributos se presenta como una
fuente de obligaciones alternativa, creada por el Derecho Mercantil y cuyo uso se extiende a
todo el ámbito de la sociedad.
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Esto que Contreras trata sobre la naturaleza, en los apuntes de Guerrero sale mencionado como
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Finalmente, digamos que jamás, aunque en un título valor haya varias personas obligadas, esto
va a ser producto o resultado de una convención: en el título valor cada obligación nace como
consecuencia de un acto unilateral de voluntad.
Así, por ejemplo, la aceptación de una letra de cambio, el endoso y el aval, nacen jurídicamente
por un acto unilateral del aceptante, el endosante o el avalista, y cada uno de ellos se obliga
independientemente el uno del otro.
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Toda la doctrina habla de Necesidad (o incorporación), Autonomía y Literalidad como las características
generales de los Títulos de Crédito. Como características particulares de algunos títulos de créditos
encontramos el Principio de Independencia, que a su vez comprende la Abstracción y la Formalidad.
El temario, por otro lado, señala que existen 6 características: Incorporación, Autonomía, Literalidad,
Legitimación, Independencia y Abstracción.
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esas relaciones podrá ser enervado por alguna excepción basada en el mencionado
negocio causal, lo que no empece para considerar la existencia de la característica
literalidad.
Numerosas disposiciones de la Ley No 18.092, sobre Letra de Cambio y Pagaré, consagran la
característica en estudio: a propósito de la emisión de la letra, de las cláusulas facultativas, de la
alteración, adulteración, aceptación, endoso y aval de la misma. La jurisprudencia también la
reconoce.
CAPÍTULO 2.2. Incorporación.
Esta característica, llamada por algunos autores (entre ellos Ferri y Vivante) como
“incorporación”, y por otros, como Sandoval o Contreras, como “necesidad”, consiste en la
compenetración del derecho en el documento de modo que para ejercer el derecho que surge
del título es necesaria, imprescindible, su tenencia, exhibición o entrega. (Sandoval dice que el
que es poseedor de un título es, por eso mismo, titular del derecho, y para ser titular del derecho
es preciso ser poseedor del título).
La incorporación del derecho al papel en el que conste el título da origen al término “cartular”
con el que se acostumbra a designar tanto a los derechos que surgen de los títulos valores como a
las normas jurídicas integrantes del derecho que los regula.
El principio de necesariedad o necesidad tiene un fundamento directo en la idea de la
incorporación del derecho al documento, según la cual ambos aparecen como inseparables.
Sin embargo, el simple hecho de que un derecho de carácter privado se documente en un título,
no es suficiente para que podamos decir ya que estamos en presencia de un título valor, puesto
que esto ocurre en el caso típico en el reconocimiento de deuda y nadie lo considera un título
valor.
Como decía Rocco, en el caso de los títulos de crédito, la relación jurídica y el documento en que
ella se plasma se conectan no sólo para dar origen a la relación jurídica, sino que
permanentemente, en términos que el documento y el derecho “subsisten compenetrados, de
modo que quien tiene legalmente el documento, tiene el derecho.
CAPÍTULO 2.3. Autonomía.
A pesar de que en su origen el título está unido a una obligación determinada, por su simple
suscripción el titulo adquiere una vida propia, independiente de la de la obligación causal, y
también por tanto, de las excepciones personales que pudieran surgir de la relación entre las
partes de la relación jurídica que dio lugar a la obligación; siendo una obligación nueva del que
resulta del titular originario.
La autonomía consiste en la independencia de la posición de cada uno de los poseedores del
título respecto a la de los poseedores anteriores del mismo. El nuevo titular no es sucesor (no
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adquiere de forma derivada) del sujeto que le transfirió el título de crédito, sino que lo
adquiere en forma originaria.
El portador legítimo toma la calidad de titular originario del título de crédito y de todos los
derechos incorporados en éste, de forma tal que ejerce un derecho propio, distinto e
independiente de las relaciones jurídicas existentes entre los anteriores poseedores del título y
el deudor.
La principal consecuencia de este principio radica en que durante la circulación del documento
con el derecho incorporado, no sobreviene una acumulación de vicios o defectos que pudieran
ser gestados en cada transferencia, dando fundamento a excepciones de carácter personal.
En este sentido, el artículo 28 de la Ley 18.092 dice “la persona demandada en virtud de una letra
de cambio no puede oponer al demandante excepciones fundadas en relaciones personales con
anteriores portadores de la letra.” (Esta regla se conoce como Principio de la inoponibilidad de
excepciones).
CAPÍTULO 2.4. Legitimación.3
Un concepto que deriva de la naturaleza caratular del título es el de la legitimación del tenedor
del mismo. Se trata de determinar quien está habilitado para ejercer los derechos activos que de
él emanan y, por su parte, en beneficio de quién tienen que cumplir las prestaciones
correspondientes, los respectivos obligados.
El tenedor de un título de crédito está legitimado cuando se encuentra habilitado para el ejercicio
de los derechos que surgen del documento. Lo estará en la medida en que haya obtenido el
título conforme a las normas de circulación que rigen al título. El art. 26 de la Ley 18.092, dice
que “el tenedor de una letra de cambio se considera portador legítimo si justifica su derecho por
una serie no interrumpida de endosos, aunque el último esté en blanco”.
La legitimación tiene un aspecto activo y otro pasivo.
Desde el punto de vista activo, la legitimación consiste en que es el tenedor legitimado quien
puede válidamente exigir el pago al deudor; desde el punto de vista pasivo es el tenedor
legitimado al único a quien el deudor puede efectuarle válidamente el pago.
CAPÍTULO 2.5. Independencia.
El principio de la independencia significa, en primer lugar, que cada uno de los actos u
operaciones que forman o que se ejecutan en el título de crédito son independientes entre sí,
de tal modo que la “incapacidad de algunos de los signatarios de una letra de cambio, el hecho de
que en ésta aparezcan firmas falsas o de personas imaginarias, o la circunstancia de que, por
cualquier motivo, el título no obligue a alguno de los signatario o a las personas que aparezcan
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Ojo que Sandoval al tratar el principio de autonomía, incorpora lo que Contreras trata separadamente
como “Legitimación”. Es decir, para Sandoval, el tema de la legitimación es parte de la autonomía. El
temario del examen los trata por separado y por eso que sigo a Contreras.
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como tales no invalidan las obligaciones que derivan del título para las demás personas que
los suscriben” (art. 7 ley 18.092).
En segundo lugar, la independencia se relaciona con el carácter abstracto que algunos títulos
valores tienen (los efectos de comercio, es decir, las letras, pagarés y cheques), en los cuales las
obligaciones que nacen del título son independientes del negocio causal en que tuvieron su
fuente. El art. 12 de la ley 18.092 recoge este principio (hay que hacer la salvedad del artículo 124
CCOM en el cual se aclara que esto no aplica a los títulos al portador).
Esta segunda mirada del principio se estudia en el punto siguiente respecto de la abstracción.
CAPÍTULO 2.6. Abstracción.
El título de crédito tiene la calidad jurídica de abstracto en atención a que el negocio que sirvió de
base para su libramiento no es mencionado en él y su contenido está reducido a la pura
obligación de pagar una suma de dinero. El negocio causal pasa a ser irrelevante en orden a
exigir el cumplimiento del derecho incorporado en el título.
Sandoval dice que el título de crédito abstracto es aquel documento cambiario que, por estar
desvinculado de su causa, no menciona la relación fundamental, y, en caso de hacerlo, ello
resulta irrelevante.
Ello no quiere decir que dichos actos se ejecuten, es decir, que surjan a la vida jurídica sin motivo
de ninguna especie, porque eso no existe en derecho.
Siempre hay una negociación, una razón de tipo económico que ha inducido a una o varias
personas a celebrar el contrato o en este caso crear una obligación título de valor, pero lo que
ocurre es que en los títulos de valores dichos actos se independizan de la relación causal, de ese
motivo originario, en términos de que tienen valor por el solo hecho de ser tales y las personas
que adquieren los derechos correspondientes pueden exigir el cumplimiento de las obligaciones
correlativas con absoluta independencia de cuales hayan sido esos motivos originarios.
La consecuencia más importante de la independencia y la abstracción de los actos cambiarios es
el principio general de la inoponibilidad que los favorece.
En efecto, las acciones que emanan directamente del título valor tienen, además, la ventaja de que
en contra de ellas el deudor que se obligó en el título no va a poder oponer las excepciones que
surjan del negocio causal, sino que solamente las excepciones reales que surgen del título valor o
de las personales que tenga contra el acreedor. Este principio se reconoce con el nombre de
principio de la inoponibilidad de excepciones.
Lo que ocurre es que cualquiera sea la forma cambiaria en que el portador haya adquirido el
título, cuando lo presenta para que se lo paguen ejerce un derecho originario, propio,
independiente de las relaciones jurídicas que hayan existido entre el deudor y los anteriores
poseedores del documento.
2.6.1. La causa en los títulos de crédito.
El título de crédito puede emitirse con motivo de cualquier contrato, que pasa a ser su
antecedente o relación fundamental o relación subyacente. El nacimiento del derecho
documental no significa necesariamente la extinción de la relación fundamental, sino que ambas
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2.7.1 Formalidad.
Algunos autores como Sandoval, Contreras o el profesor Guerrero incluyen la FORMALIDAD
como otra característica:
Los títulos abstractos serán completos en cuanto a que las relaciones cambiarias quedan
determinadas por su contenido literal, sometido al cumplimiento de ciertos requisitos formales
(art. 1 y 2 Ley 18.092).
Esto da origen a la clasificación entre:
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Criterio: Se atiende a las condiciones formales para que los títulos circulen y cumplan la función
económica correspondiente. Considera los requisitos que deben considerarse para que los
portadores queden legitimados y puedan ejercer los derechos documentales.
3.1.1 LOS TÍTULOS AL PORTADOR:
Definición: Son aquellos que se emiten sin mencionar en su texto al beneficiario o que
apareciendo éste se les adiciona la cláusula “al portador”.
Los documentos al portador son los que generan más confusión respecto del derecho
incorporado, pues se funden el documento y el derecho (el que tiene el documento se
entiende titular del derecho estipulado). Al estar fundido el derecho con el título, su
tratamiento jurídico es el de los bienes muebles.
Legitimación
Los requisitos de legitimación activa de un título al portador son, en consecuencia:
1. Posesión del título.
2. Presentación al sujeto requerido de pago.
¿Hay acción reivindicatoria sobre los títulos al portador?
En el caso de que alguien extravíe su documento al portador y otro se vea en la
posibilidad de cobrarlo (o incluso sea obra de un hurto o robo), aparecen ciertos
principios del Derecho que están en colisión: la buena fe del poseedor y el dominio del
dueño no poseedor.
Este es un tema complejo porque la legislación no se ha hecho cargo, por lo que
deberíamos aplicar las reglas del CC, y según ellas sí se podría reivindicar.
Sin embargo, la doctrina y la jurisprudencia ha dicho que por regla general no es
posible reivindicar, fundándose en el hecho de que no pueden ser determinado o
individualizados, exigencia fundamental de toda acción de dominio.
Excepcionalmente, respecto de quienes estaban de mala fe (aquel que tiene conocimiento
de la circunstancia de haber sido perdido, hurtado o robado el título, lo que se determina
después del plazo de avisos que dan cuenta del extravío contemplado en la ley), se
podría reivindicar por parte del verdadero titular.
Cesión de créditos al portador:
El perfeccionamiento de la cesión se produce por la mera tradición manual, es decir, por
la simple entrega del título (art. 154 del C. de C.).
En cuanto al traspaso de excepciones, el deudor no puede oponer otras excepciones que
las que nazcan del título. Para comprender por qué no se traspasan las excepciones
personales, basta recordar que puede no reconocerse la persona del cedente.
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4. Identificación del portador. el titular (no sólo el beneficiario, sino que además se tiene
que acreditar que es el titular original, o que se realizó la cesión conforme a las normas
relativas al derecho común).
Cesión títulos nominativos
Estos títulos son aquéllos que están extendidos única y exclusivamente a favor de una
persona y que no admiten transferencia mediante endoso.
El legislador los denomina créditos no endosables, lo que en definitiva no impide su
traspaso a terceros ajenos a la relación originaria. No impide su transferencia, sino que
obliga a hacerla mediante el mecanismo de la cesión de derechos, regulada tanto en el
Código Civil como en el Código de Comercio.
La cesión de créditos está regulada por el Título XV del Libro IV del Código Civil
(artículos 1901 a 1907), y por el Título IV del Libro II del Código de Comercio (artículos
162 a 165).
La cesión es jurídicamente una convención y su objeto es que mediante ella el acreedor
en un título nominativo traspasa voluntariamente su crédito a otra persona, en virtud
de cualquier título translaticio de dominio.
Para efectuar la cesión de crédito nominativos se requiere:
1. De título translaticio de dominio: que sirve de antecedente a la cesión, el que, en
ningún caso, debe confundirse con el título de crédito mismo. Así se desprende del
texto del artículo 1.901 del Código Civil, que dice “la cesión de un crédito personal a
cualquier título que se haga”.
2. Un modo: la cesión de crédito es una tradición, el modo de adquirir el dominio de
éste.
Personas que intervienen:
Las personas que intervienen en la cesión son generalmente tres: “el cedente”, que es el
que transfiere su crédito; “el cesionario”, que es la persona a cuyo favor se hace la
transferencia; y “el deudor cedido”, que es el deudor del crédito.
Perfeccionamiento:
La cesión de estos créditos se perfecciona entre cedente y cesionario por la entrega del
título (art. 1901), el que llevará el traspaso anotado bajo la firma del cedente y con la
indicación del cesionario (art. 1903); la entrega es la tradición del título conforme al
artículo 699 del Código Civil.
Respecto del deudor cedido, la cesión se perfecciona por la notificación a éste o su
aceptación (art.1902).
a. La notificación debe hacerse exhibiendo el título que llevará anotado el traspaso del
derecho con la designación del cesionario y bajo la firma del cedente. La notificación,
de acuerdo con el artículo 1902, debe hacerla el cesionario. Esta regla está
modificada, respecto de los créditos mercantiles, por el inciso segundo del artículo
162 del Código de Comercio. Tratándose de estos créditos la notificación debe
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hacerse por un ministro de fe, con exhibición del respectivo título, para lo cual basta
el simple requerimiento del cesionario. La notificación podrá hacerla un Notario o el
Secretario del Tribunal dentro de éste o un Receptor fuera del Tribunal.
b. La otra forma de perfeccionamiento es la aceptación, que puede ser expresa o tácita.
La aceptación expresa es la que se hace en términos formales y explícitos concurriendo en
el acto de cesión o manifestándolo en algún instrumento aparte.
La aceptación tácita consiste en un hecho que la suponga, como la contestación a la
demanda del cesionario, un principio de pago a éste, etc., según lo dispuesto en los
artículos 1904 y 1905 del C.C.
Excepciones:
Los efectos de la cesión respecto al traspaso de excepciones son distintos según que se
haya perfeccionado respecto del deudor cedido por notificación o aceptación.
i. Si ha mediado aceptación del deudor, ésta purga las excepciones personales que el
deudor podía oponer al cedente; no podrá así oponer al cesionario la excepción de
compensación que hubiera podido oponer al cedente (art.1859, inciso primero del Código
Civil). Podrá, en todo caso, oponerle las excepciones reales, es decir, las que emanan del
crédito mismo, como la nulidad, la falsedad, etc.
ii. Si la cesión se ha perfeccionado por notificación, el deudor podrá oponer las
excepciones reales, y además las personales que podía hacer valer en contra del cedente.
Estas últimas, que no resultan del título de crédito mismo, puede oponerlas en cualquier
momento en conformidad al Código Civil, pero, tratándose de la cesión de créditos
mercantiles, el Código de Comercio ha dispuesto que estas excepciones aparentes u
ocultas deben hacerse presentes en el acto de la notificación o dentro del tercer día, a
más tardar, so pena de que más adelante no serán admitidas (art.163, inciso primero). En
todo caso, puede el deudor oponer al cesionario las excepciones personales que tenga
contra suya (como, por ejemplo, el pago).
Excepciones y Responsabilidad:
Por último, cabe recordar que, conforme al artículo 1909, la cesión de un crédito
comprende sus fianzas, privilegios e hipotecas, pero no traspasa las excepciones (debe
decir acciones) personales del cedente.
En cuanto a las garantías de que responde el cedente al cesionario, antes que nada
debemos recordar que los autores distinguen dos clases de garantías de las que puede
responder un cedente: la garantía de derecho y la garantía de hecho.
La garantía de derecho se refiere a la existencia del crédito y al dominio que de él tiene el
cedente. La garantía de hecho tiene que ver con la responsabilidad del cedente por la
solvencia presente y futura del deudor.
Explicado lo anterior, cabe señalar que tratándose de la cesión de crédito nominativos
rige el artículo 1907, por lo que el cedente responde solo de la garantía de derecho
(existencia del crédito y dominio) y excepcionalmente de la de hecho (solvencia), cuando
así se ha estipulado.
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CAPÍTULO 3.2. Causales y Abstractos.
Criterio: Atendiendo a los efectos que la causa tiene en la vida del título, pueden clasificarse en
causales y abstractos.
3.2.1 TÍTULOS CAUSALES:
Son títulos de crédito causales aquellos en los cuales se menciona expresamente la causa
en el documento y ella se mantiene unida al mismo en todos los aspectos jurídicos. El ejemplo
clásico de esta categoría de títulos está representado por las acciones de sociedades anónimas.
La indicación del nombre de la sociedad emisora y sus formalidades de creación
constituyen la expresión de la causa de los títulos de crédito llamados acciones.
Por el hecho de mencionar la causa y vincularse constantemente a ella, estos títulos son
incompletos, en el sentido de que no se bastan a sí mismos para determinar el contenido, las
modalidades y el alcance del derecho que en ellos se representa, por lo que se precisa recurrir a la
relación subyacente que constituye su causa.
3.2.2 TÍTULOS ABSTRACTOS:
Los títulos de crédito abstractos son aquellos que no mencionan en su texto la causa o
mencionándola esta indicación carece de efecto jurídico.
La causa está desvinculada del título abstracto y, por tal razón, no tiene ninguna relevancia en su
creación, circulación y ejecución. La letra de cambio es el ejemplo por excelencia de esta clase de
títulos.
No cabe duda que los títulos abstractos tienen como causa fin o causa mediata una
relación jurídica, de cualquier tipo, que le da origen, porque no se concibe que alguien pueda
obligarse sin una causa. Pero esta causa fin no es necesaria, porque basta la existencia de la causa
fuente o causa inmediata, consistente en la declaración unilateral de voluntad a la que la ley le
concede el efecto de generar la obligación que se incorpora en el título y que se exterioriza a
través de la suscripción del documento, generalmente mediante la firma autógrafa del obligado.
3.2.3 RELACIÓN CON EL NEGOCIO CAUSAL:
La verdadera causa de los títulos de crédito es el contrato que le dio origen, es decir, el acto
jurídico por el que surgió una obligación, denominado “negocio causal”. Aquí es importante
distinguir si estamos frente a un título causado o uno abstracto, porque:
a. Si se trata de un título abstracto el titular del derecho lo habrá adquirido de forma
originaria, entonces podría exigir el cobro aunque haya un incumplimiento del contrato
que le dio origen (o negocio causal). Esto es, según Ochagavía, justo, pues cuando se
acuerda emitir un título de crédito se asume de antemano el riesgo del cobro en caso de
incumplimiento. Los títulos de crédito no son condicionales, están hechos para circular.
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Santiago Allamand 2015
b. Si se trata de un título causado el titular del derecho lo adquiere de manera derivada, es
decir, depende de los derechos que tenía su antiguo dueño. Por esto, en caso de que el
negocio causal sea nulo o no se hayan cumplido las obligaciones por las partes no puede
exigirse el pago.
¿Los títulos de crédito son abstractos desde su origen o desde que empiezan a circular?
Si un título de crédito no tiene circulación no tiene ningún sentido prescindir de su negocio
causal en un juicio. La autonomía ser refiere justamente a la independencia con el contrato que le
dio funcionamiento.
A pesar de lo anterior la jurisprudencia ha sostenido que los títulos son abstractos desde el
principio, opinión a la que Ochagavía no adhiere.
CAPÍTULO 3.3. Representativos de dinero, de mercaderías, de
participación social.
Criterio: Atendiendo al contenido del documento, o lo que es lo mismo al objeto de la
presentación.
3.3.1 TÍTULOS DE PAGO O EFECTOS DE COMERCIO (REPRESENTATIVOS DE
DINERO).
Se denominan títulos de pago o efectos de comercio aquéllos en los que consta la
obligación de pagar una suma de dinero. En esta categoría se incluyen aquéllos que son más
comunes, la letra de cambio, el pagaré, el cheque.
El título contiene una cantidad líquida que el deudor debe pagar. Por esto, no es necesario que
siempre se señale la cantidad en pesos, de hecho, el monto podría estar señalado en UF, ya que la
cantidad es perfectamente determinable.
3.3.2 TÍTULOS REPRESENTATIVOS DE MERCADERÍAS
Si el título de crédito da cuenta de un derecho de propiedad sobre bienes muebles, en
particular mercaderías, que admite la transferencia del dominio de ellos por la transferencia del
título, estamos en presencia de la segunda categoría que son los títulos representativos de
mercaderías.
Los más conocidos de los títulos representativos de mercaderías son dos:
i. En primer lugar los testimonios escritos de las diversas variedades del contrato de
transporte, que si se trata de transporte terrestre se llama carta de porte, si se trata de
transporte marítimo se llama conocimiento de embarque, y si se trata de transporte
aéreo se llama guía aérea o carta de porte aérea. Todos los tipos de testimonio del
contrato de transporte de mercaderías tienen la particular característica, y por eso es
que son títulos valores, de que la persona que aparece como dueño de la mercadería
en ese documento puede transferir el dominio sobre ella mediante la transferencia
del documento.
22
Santiago Allamand 2015
Así, si yo tengo una partida de mil quintales de trigo que vienen de Argentina a
Chile, puedo transferir la propiedad de dicho trigo transfiriendo el documento que
da cuenta del transporte.
ii. El segundo tipo de títulos valores representativos de mercaderías está constituido
por los llamados certificados o vales de depósito que emanan del negocio de los
warrants. El negocio de warrants es una actividad comercial que consiste en un
sistema legalmente regulado de depósito de mercaderías en instituciones profesionales
dedicadas a esa actividad y controlada por la Superintendencia de Bancos. El depósito
de tales mercaderías, llamado almacenaje o depósito warrants, se acredita mediante
un documento que emite el almacenista, que es el dueño del Almacén General de
Depósito Warrants, llamado certificado o vale de depósito. Una vez más, el titular de
ese vale puede transferir el dominio sobre la mercadería transfiriendo el documento.
3.3.3 TÍTULOS DE PARTICIPACIÓN SOCIAL O VALORES MOBILIARIOS.
Por último los títulos valores pueden contener un conjunto de derechos de diversa
naturaleza, o de naturaleza mixta, como es el caso de la calidad de socio de la entidad que los
emite o de acreedor de la misma. En este caso estamos en presencia de los títulos de participación
social o valores mobiliarios.
El título de participación social por excelencia es la acción de una sociedad anónima y los
valores mobiliarios más comunes son los títulos emitidos para dar cuenta de una obligación de
dar una suma de dinero, que emanan de la emisión de títulos representativos de la deuda
privada o pública. En esta citación están los bonos, los debentures o pagarés emitidos por
sociedades anónimas privadas inscritas en el registro de valores, como bancos comerciales,
Tesorería General de la República, Banco Central de Chile, etc. Estos bonos, pagarés y debentures
representan deuda, es decir, una cantidad de dinero que estas instituciones han captado de los
ahorrantes e inversionistas y que ellos deben pagar con intereses.
CAPÍTULO 3.4. Públicos y privados.
Criterio: Atendiendo a la persona que los emite.
3.4.1. TÍTULOS CRÉDITO PÚBLICOS O EFECTOS PÚBLICOS.
Son aquéllos emitidos por el Estado y por las entidades, establecimientos y empresas
públicas directa o indirectamente relacionadas con éste. Por ejemplo, pagarés de la Tesorería
General de la República; pagarés emitidos por el banco Central de Chile.
Se denominan efectos públicos los títulos de crédito contra el Estado reconocidos como
negociables; los de los establecimientos públicos y empresas autorizadas para hacerlos circular, y
los emitidos por los gobiernos extranjeros, siempre que su negociación no esté prohibida (art. 68
del Código de Comercio).
3.4.2. TÍTULOS DE CRÉDITO PRIVADO.
En cambio, son aquellos emitidos por los particulares. Ejemplo, bonos emitidos por
ENDESA
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Esta clasificación admite una subclasificación que distingue entre títulos de crédito o títulos
valores civiles o comerciales, atendiendo a la relación jurídica que les dio origen. Por lo tanto, si
la relación jurídica que le dio origen es una relación jurídica de carácter civil, estaremos en
presencia de un titulo valor civil, y si la relación jurídica que le dio origen es de naturaleza
mercantil estaremos en presencia de un documento comercial. Esta clasificación resulta en la
práctica de aplicación limitada, porque, de acuerdo al artículo 3 N.10 del Código de Comercio,
todas las operaciones sobre letras de cambio, pagarés, cheques y sobre documentos a la orden
son comerciales, cualquiera sea su causa y objeto o las personas que ellas intervengan. Como ésta
es una mercantilidad de tipo formal, porque atiende exclusivamente a la existencia de un
documento que tenga tales atributos, “cualesquiera que sean las personas que intervengan”, la
clasificación de títulos de crédito en civiles y comerciales resulta extremadamente limitada. La
regla general será, entonces, que los títulos de crédito sean mercantiles.
CAPÍTULO 3.5. Otras clasificaciones4.
4
Estas no se encuentran contempladas en el cedulario.
5
Contreras.
6
Sandoval.
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25
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La consecuencia más importante de la independencia y la abstracción de los actos cambiarios es
el principio general de la inoponibilidad de excepciones7 que los favorece.
4.1.2. CIRCULACIÓN
Tal como se estudió en la clasificación, con mayor detalle, uno de los aspectos de los títulos
valores es su cesibilidad, o circulación, cuyo mecanismo depende de la naturaleza del título:
A. LOS TÍTULOS AL PORTADOR:
Definición: Son aquellos que se emiten sin mencionar en su texto al beneficiario o que
apareciendo éste se les adiciona la cláusula “al portador”.
Legitimación
Los requisitos de legitimación activa de un título al portador son, en consecuencia:
1. Posesión del título.
2. Presentación al sujeto requerido de pago.
Cesión de créditos al portador:
El perfeccionamiento de la cesión se produce por la mera tradición manual, es decir, por
la simple entrega del título (art. 154 del C. de C.).
En cuanto al traspaso de excepciones, el deudor no puede oponer otras excepciones que
las que nazcan del título. Para comprender por qué no se traspasan las excepciones
personales, basta recordar que puede no reconocerse la persona del cedente.
Finalmente, en cuanto a las garantías de que responde el cedente al cesionario, en la
cesión de créditos al portador, el cedente responde únicamente de la garantía de derecho,
es decir, de la existencia del crédito y del dominio que sobre el tiene el cedente.
B. TÍTULOS A LA ORDEN (ENDOSABLES):
Definición: Son aquéllos que están emitidos a favor de una persona, pero el mismo título
o la ley le confiere a ese beneficiario la facultad de transferir el título sin el conocimiento
ni el consentimiento del emisor (que es quien está obligado a pagar).
Legitimación activa
El portador de un título a la orden, para ejercer los derechos documentales, debe
acreditar su legitimación activa por los siguientes actos:
1. Posesión del documento.
2. Exhibición del mismo al requerido.
3. Cadena ininterrumpida y regular de endosos. (basta que ella sea formal y externa).
4. La identificación personal del portador.
Cesión de títulos a la orden
7
Estudiado a propósito del endoso traslaticio.
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El Código Civil no se ocupa de ella, remitiéndose en su artículo 1908 a las disposiciones
del Código de Comercio.
La cesión de un crédito a la orden se perfecciona entre cedente (endosante), cesionario
(endosatario) y deudor cedido “erga omnes”, por medio del ENDOSO. El endoso se
estudia en el siguiente Capítulo de este apunte.
C. TÍTULOS NOMINATIVOS (NO ENDOSABLES):
Definición: Son los documentos que se giran a favor de determinado sujeto y tanto su
emisión como sus sucesivas trasmisiones deben inscribirse en el registro del emisor.
Legitimación activa:
Los requisitos de legitimación de esta clase de títulos son los siguientes:
1. Posesión del título;
2. Presentación al deudor;
3. Cadena de traspasos y registro de los traspasos en el registro del emisor del título;
4. Identificación del portador. el titular (no sólo el beneficiario, sino que además se tiene
que acreditar que es el titular original, o que se realizó la cesión conforme a las normas
relativas al derecho común).
Cesión títulos nominativos
Estos títulos son aquéllos que están extendidos única y exclusivamente a favor de una
persona y que no admiten transferencia mediante endoso.
El legislador los denomina créditos no endosables, lo que en definitiva no impide su
traspaso a terceros ajenos a la relación originaria. No impide su transferencia, sino que
obliga a hacerla mediante el mecanismo de la cesión de derechos, regulada tanto en el
Código Civil como en el Código de Comercio.
La cesión de créditos está regulada por el Título XV del Libro IV del Código Civil
(artículos 1901 a 1907), y por el Título IV del Libro II del Código de Comercio (artículos
162 a 165).
La cesión es jurídicamente una convención y su objeto es que mediante ella el acreedor
en un título nominativo traspasa voluntariamente su crédito a otra persona, en virtud
de cualquier título translaticio de dominio.
Para efectuar la cesión de crédito nominativos se requiere:
1. De título translaticio de dominio: que sirve de antecedente a la cesión, el que, en
ningún caso, debe confundirse con el título de crédito mismo. Así se desprende del
texto del artículo 1.901 del Código Civil, que dice “la cesión de un crédito personal a
cualquier título que se haga”.
2. Un modo: la cesión de crédito es una tradición, el modo de adquirir el dominio de
éste.
Personas que intervienen:
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Las personas que intervienen en la cesión son generalmente tres: “el cedente”, que es el
que transfiere su crédito; “el cesionario”, que es la persona a cuyo favor se hace la
transferencia; y “el deudor cedido”, que es el deudor del crédito.
Perfeccionamiento:
La cesión de estos créditos se perfecciona entre cedente y cesionario por la entrega del
título (art. 1901), el que llevará el traspaso anotado bajo la firma del cedente y con la
indicación del cesionario (art. 1903); la entrega es la tradición del título conforme al
artículo 699 del Código Civil.
Respecto del deudor cedido, la cesión se perfecciona por la notificación a éste o su
aceptación (art.1902).
a. La notificación debe hacerse exhibiendo el título que llevará anotado el traspaso del
derecho con la designación del cesionario y bajo la firma del cedente. La notificación,
de acuerdo con el artículo 1902, debe hacerla el cesionario. Esta regla está
modificada, respecto de los créditos mercantiles, por el inciso segundo del artículo
162 del Código de Comercio. Tratándose de estos créditos la notificación debe
hacerse por un ministro de fe, con exhibición del respectivo título, para lo cual basta
el simple requerimiento del cesionario. La notificación podrá hacerla un Notario o el
Secretario del Tribunal dentro de éste o un Receptor fuera del Tribunal.
b. La otra forma de perfeccionamiento es la aceptación, que puede ser expresa o tácita.
La aceptación expresa es la que se hace en términos formales y explícitos concurriendo en
el acto de cesión o manifestándolo en algún instrumento aparte.
La aceptación tácita consiste en un hecho que la suponga, como la contestación a la
demanda del cesionario, un principio de pago a éste, etc., según lo dispuesto en los
artículos 1904 y 1905 del C.C.
Excepciones:
Los efectos de la cesión respecto al traspaso de excepciones son distintos según que se
haya perfeccionado respecto del deudor cedido por notificación o aceptación.
i. Si ha mediado aceptación del deudor, ésta purga las excepciones personales que el
deudor podía oponer al cedente; no podrá así oponer al cesionario la excepción de
compensación que hubiera podido oponer al cedente (art.1859, inciso primero del Código
Civil). Podrá, en todo caso, oponerle las excepciones reales, es decir, las que emanan del
crédito mismo, como la nulidad, la falsedad, etc.
ii. Si la cesión se ha perfeccionado por notificación, el deudor podrá oponer las
excepciones reales, y además las personales que podía hacer valer en contra del cedente.
Estas últimas, que no resultan del título de crédito mismo, puede oponerlas en cualquier
momento en conformidad al Código Civil, pero, tratándose de la cesión de créditos
mercantiles, el Código de Comercio ha dispuesto que estas excepciones aparentes u
ocultas deben hacerse presentes en el acto de la notificación o dentro del tercer día, a
más tardar, so pena de que más adelante no serán admitidas (art.163, inciso primero). En
todo caso, puede el deudor oponer al cesionario las excepciones personales que tenga
contra suya (como, por ejemplo, el pago).
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Excepciones y Responsabilidad:
Por último, cabe recordar que, conforme al artículo 1909, la cesión de un crédito
comprende sus fianzas, privilegios e hipotecas, pero no traspasa las excepciones (debe
decir acciones) personales del cedente.
En cuanto a las garantías de que responde el cedente al cesionario, antes que nada
debemos recordar que los autores distinguen dos clases de garantías de las que puede
responder un cedente: la garantía de derecho y la garantía de hecho.
La garantía de derecho se refiere a la existencia del crédito y al dominio que de él tiene el
cedente. La garantía de hecho tiene que ver con la responsabilidad del cedente por la
solvencia presente y futura del deudor.
Explicado lo anterior, cabe señalar que tratándose de la cesión de crédito nominativos
rige el artículo 1907, por lo que el cedente responde solo de la garantía de derecho
(existencia del crédito y dominio) y excepcionalmente de la de hecho (solvencia), cuando
así se ha estipulado.
CAPÍTULO 4.2. Endosos y efectos.
La letra de cambio es un efecto de comercio que se emite a la orden, pudiendo girarse también
nominativamente. Esto significa que se concibe en su forma esencial a nombre de una
determinada persona, facultando a ésta de modo expreso o implícito a transferir el documento
sin la intervención del librador. Es importante destacar el carácter facultativo que tiene la
transferencia o circulación del documento emitido a la orden, de tal modo que si no circula
mediante el endoso, en todo caso es un título de crédito. Los documentos a la orden tienen como
ley de circulación el endoso, esto es, un acto jurídico documental que se hace efectivo mediante
una declaración de voluntad exteriorizada formalmente al dorso del título, con la firma de quien
lo otorga. El endoso como declaración documental participa de las características de las
declaraciones de este tipo, que integran la estructura del título de crédito, es decir, es no
recepticio, incondicionado y vinculante.
El endoso debe considerarse como una forma particular de hacer circular los títulos a la orden,
diversa de la cesión de créditos mercantiles, cuya naturaleza es la de un acto jurídico unilateral,
documental, escrito, mediante el cual se hace efectiva la declaración destinada a transferir el
documento, a entregarlo en cobro o a darlo en prenda.
4.2.1. CONCEPTO DE ENDOSO.
Artículo 17.-‐‑ “El endoso es el escrito por el cual el tenedor legítimo transfiere el dominio de la
letra, la entrega en cobro o la constituye en prenda.
El endoso debe estamparse al dorso de la letra misma o de una hoja de prolongación adherida a ella.
El endoso debe ser firmado por el endosante”.
Recordemos que las reglas legales sobre el endoso, contenidas en la Ley 18.092, se aplican a
cualesquiera otros títulos de crédito emitidos con cláusula a la orden de, a favor de, a disposición
de, u otras equivalentes, cualquiera fuere la denominación con que se designare a dichos
instrumentos, según lo dispone la Ley 18.552.
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Conforme al artículo 18, el librador puede insertar en la letra las palabras “no endosable” o una
expresión equivalente. En este caso la letra sólo podrá transferirse en prenda conforme a las
reglas aplicables a los créditos nominativos.
Según dispone el artículo 25, inciso 2°, un endosante puede prohibir un nuevo endoso, y, en tal
caso no responde ante los endosatarios posteriores de la letra. No hay duda de que en este caso
la letra puede ser también cedida conforme a las reglas de la cesión de créditos, porque lo que la
ley establece es que el portador puede prohibir un nuevo endoso, pero no dice que no pueda
transferirse por otros medios.
4.2.2. REQUISITOS DE FONDO DEL ENDOSO.
Los requisitos de fondo del endoso son dos:
1) El endoso deber ser puro, simple: Así lo establece el artículo 19, inciso 1°. Toda condición
a la que se subordine el mismo se reputa no escrita.
2) El endoso debe ser total: El endoso parcial no produce efecto alguno.
3) El endoso debe ser hecho por el tenedor legítimo y capaz (art. 17). Tenedor legítimo es
aquél que justifica su derecho con una serie no interrumpida de endosos, aunque el
último esté en blanco. Los endosos tachados o borrados deben tenerse por no escritos
(art.26).
4) Es solemne:, ya que debe cumplir con los requisitos señalados en la ley (firma del
endosante puesta al dorso del documento o en una hoja de prolongación).
De la aplicación de las reglas generales debemos concluir que el endosante debe ser capaz,
porque el endoso es una forma de obligarse.
4.2.3. CLASES DE ENDOSOS.
A.-‐‑ Endoso traslaticio de dominio.
El endoso traslaticio es un escrito por el cual el tenedor legítimo transfiere el dominio de la letra
(art. 17, inciso 1°). El endoso traslaticio puede ser:
i. Endoso en blanco: que consiste en la sola firma del endosante (art.23) y produce
los mismos efectos que el endoso completo, según se deduce del artículo 24.
ii. Endoso completo: es aquel en que se indica, además de la firma del endosante o
de la persona que lo extiende a su ruego o en su representación, las siguientes
menciones: el lugar y fecha de su otorgamiento, el nombre del endosatario y la
calidad del endoso, en su caso.
El endoso en que se omite el lugar de su otorgamiento se presume hecho en el domicilio del
endosante; el endoso sin fecha se presume extendido antes del vencimiento de la letra (art.22).
Legitimación activa: ¿quién puede cobrar la letra de cambio?
1. Posesión material del título
2. Exigir el pago a quien se encuentre obligado
3. Identificación
4. Cadena no interrumpida de endosos (o mera regularidad formal)
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Art. 24 “El endoso en blanco autoriza al tenedor para llenarlo, anteponiendo a la firma del endosante su
propio nombre o el de un tercero, y para transferir la letra, sin llenar el endoso, por la sola entrega del
documento. Autoriza, asimismo, al tenedor, para endosarla en comisión de cobranza o en prenda.”
Art. 26 “El tenedor de una letra de cambio se considera portador legítimo si justifica su derecho por una
serie no interrumpida de endosos, aunque el último esté en blanco.
Para este efecto, los endosos tachados o borrados se tienen por no escritos. Cuando a un endoso en blanco
sigue otro endoso, se reputa que el firmante de éste ha adquirido la letra por el endoso en blanco.”
Art. 31 “El pagador de una letra de cambio no está obligado a cerciorarse de la autenticidad de los endosos;
ni tiene la facultad para exigir que ésta se le compruebe; pero debe verificar la identidad de la persona que la
presente al cobro y la continuidad de los endosos, so pena de quedar responsable si paga a portador ilegítimo
del documento.”
Legitimación pasiva: ¿quién está obligado al pago?
1. Aceptante
2. Librador
3. Todos los endosantes, salvo que hayan limitado su responsabilidad.
Quien ha adquirido una letra de cambio puede volver a endosarla.
Efectos del endoso translaticio:
El endoso translaticio de dominio produce efectos de diversa naturaleza sobre la propiedad de la
letra, la responsabilidad de los endosantes y las excepciones que el deudor cedido puede oponer
al último tenedor del documento. Esto puede resumirse en tres puntos, a saber:
1.-‐‑ Transferencia del dominio del endosante al endosatario.
El principal efecto del endoso es el de transferir la propiedad de la letra. En el fondo, el endoso
constituye una cesión de créditos, pero sometida a reglas especiales, distintas a las de la “cesión
de créditos” regulada por el Código Civil.
2.-‐‑ Responsabilidad solidaria de los endosantes.
Del endoso resulta para los endosantes una responsabilidad solidaria, que en la ley está
expresamente consagrada en el artículo 79, que dice que “todos los que firman una letra de cambio,
sea como libradores, aceptantes o endosantes, quedan solidariamente obligados a pagar al portador el
valor de la letra, más los reajustes e intereses, en su caso”.
A su vez, el artículo 25 dispone que el endoso translaticio de dominio garantiza la aceptación y
pago de la letra. Esta obligación, no es de la esencia del endoso, sino de su naturaleza, porque el
endosante puede exonerarse de ella, mediante una cláusula expresa estampada al dorso del
documento. La fórmula que generalmente se inserta para estos efectos son las palabras “sin
garantía”.
3.-‐‑ Principio de la purga o PRINCIPIO DE INOPONIBILIDAD DE LAS EXCEPCIONES.
Este principio está consagrado en el artículo 28 de la ley que dice: “la persona demandada en virtud
de una letra de cambio no puede oponer al demandante excepciones fundadas en relaciones personales
con anteriores portadores de la letra”.
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Esto significa que el aceptante de la letra de cambio no puede oponer al portador sino aquellas
excepciones que deriven del título mismo. Las excepciones contra los endosantes anteriores
quedan purgadas.
Dicho de otra manera, la inoponibilidad o purga de las excepciones fluye del hecho de que lo
único que se transfiere por el endoso es el derecho que aparece del examen externo del título.
La seguridad, rapidez y eficacia de las transacciones comerciales ha impuesto la necesidad de dar
al título a la orden el máximo de posibilidades de circulación, sin que se vea entorpecida ésta
por las diversas situaciones jurídicas que pueden haberse producido en operaciones anteriores.
Excepciones oponibles al portador8:
a) Excepciones nacidas de una irregularidad de forma: Producto de la omisión de
alguna de las menciones no suplidas por la ley, ya que la redacción es literal y
sacramental.
b) Incapacidad del demandado: Prevalece la incapacidad sobre las exigencias del
crédito, pero continúan obligados los demás signatarios de la letra, según el
principio de independencia de firmas.
c) Falsedad de firma del demandado: Se puede, si se da el caso, oponer esta
excepción, sin perjuicio de que los demás signatarios continúen obligados. Es un
concepto reconocido por el CPC, en cuanto al título ejecutivo, complementado
por el Art. 111.
d) Derivadas de las relaciones personales existente entre el portador y el
demandado. Escapan a la inoponibilidad, ya que las relaciones entre el portador
y el deudor se superponen en ese momento a las derivadas de la relación
cambiaria.
Hay excepciones que son inoponibles al portador9:
a) Falta de causa, falsa causa o causa ilícita: Aunque normalmente el acreedor de
una obligación subyacente que tuviera estos títulos no podría normalmente
exigir su cumplimiento, cuando la letra la tiene el endosatario tiene derecho a
obtener el pago.
b) Fuerza y dolo: Si el tomador o beneficiario ha viciado el consentimiento del
librador o librado, pero es endosado y llega a un tenedor legítimo que es ajeno a
los vicios, la excepción le es inoponible.
c) Resolución: Si ha sido la letra creada para pagar una venta de una cosa que no
ha sido entregada, entrarían las acciones resolutorias; lo cual no es aplicable si
hay endoso.
d) Compensación: Si al vencimiento, el portador es deudor del librado, este podría
oponer la excepción; pero si el librado es acreedor del librador o de alguno de los
poseedores anteriores de la letra, esa excepción será inoponible al portador
actual. Esto es aplicable al pago y a la confusión.
8
Apuntes de Guerrero.
9
Apuntes de Guerrero.
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Finalmente, digamos que según el art.32, “el endoso de una letra vencida o protestada por falta de
pago no tiene más valor ni produce otro efecto que el de la cesión ordinaria”. Esto significa que este
endoso, en los casos señalados, no producirá sus efectos propios, sino que producirá aquéllos
contemplados en la cesión de créditos ordinaria, tanto en cuanto al traspaso de las excepciones
como a la garantía de las cuales responde el cedente.
B.-‐‑ Endoso en garantía.
El endoso en garantía es el escrito por el cual el tenedor legítimo constituye una prenda con la
letra de cambio, para caucionar una obligación contraída por un tercero.
Desde el punto de vista formal, la cláusula necesaria para identificar este endoso es la de “valor
en garantía”.
El endosatario en garantía tiene un título de mera tenencia, pero de él nace un derecho especial y
muy efectivo para el endosatario: cobrar la letra y aplicar sin más trámite su valor al pago de su
crédito (art.30). El cobro puede ser judicial o extrajudicial y exige el endosatario en garantía
rendir cuenta al endosante.
Mientras el endosatario mantenga la letra en su poder debe practicar todas las diligencias
necesarias para conservar los derechos emanados de ellas. Esto se refiere a la obligación de
protestar la letra (art.30 inc.final).
C.-‐‑ Endoso en comisión de cobranza.
Es el escrito puesto al dorso de la letra por el cual el endosante la entrega en cobro. Se
materializa mediante la cláusula “valor en cobro”, “en cobranza” o cualquiera otra mención
equivalente.
En definitiva en endoso en comisión de cobranza permite que un tercero cobre judicial o
extrajudicialmente la letra.
Para que un endoso sea en comisión de cobranza se requiere la expresión “valor en cobro”, “en
cobranza” u otra similar. Si no se señala eso se entiende que en endoso es traslaticio de dominio.
Si se incorpora la expresión “no endosable” igual puede endosarse en comisión de cobranza,
porque esto no es más que un mandato (Art. 18 Ley 18.092).
D. Endoso en blanco 10 (ver pie página)
Aquellos donde no se señala el nombre del endosatario o aparece escrito en favor del “portador”.
El Art. 19., inc. 2o y 23 lo contemplan. Este tipo de endoso autoriza al portador del documento
para llenarlo, anteponiendo a la firma del endosante su propio nombre o el de un tercero, y para
transferir la letra, sin llenar el endoso, por la sola entrega del documento, y lo faculta también
para endosarlo en comisión de cobranza o en prenda, según lo señala el Art. 24.
10
Sólo lo contemplan los apuntes de Guerrero como categoría aparte. Contreras dice que es una subespecie
del endoso traslaticio.
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Santiago Allamand 2015
4.2.4. DIFERENCIAS ENTRE LA CESIÓN ORDINARIA DE CRÉDITOS Y EL
ENDOSO.
El endoso traslaticio de dominio presenta las siguientes diferencias con la cesión ordinaria de
créditos:
1) En el endoso, la transferencia del documento a la orden opera por el simple hecho del
escrito puesto al dorso y firmado por el endosante. No requiere, como la cesión
ordinaria, de la notificación o de la aceptación del deudor cedido;
2) Quien transfiere un documento a la orden por el endoso queda obligado solidariamente
a su pago (art. 25 de la Ley No 18.092); en cambio, el cedente de un crédito por el
procedimiento de cesión ordinaria sólo responde de la existencia del crédito al tiempo de
la cesión (art. 1907 del Código Civil).
3) La cesión ordinaria es una forma de tradición del título y el cedente no puede transferir
más derechos de los que tiene. Siendo esto así, el deudor cedido puede oponer al
cesionario las excepciones personales que tenía contra el cedente. En la transferencia de
un título de crédito a la orden mediante el endoso, el adquirente obtiene un derecho
nuevo, que nace en él mismo, porque la tradición es originaria y no derivativa,
desvinculando de la relación fundamental y de la persona que se lo transfirió. En
consecuencia, el deudor cedido de un crédito por endoso no puede oponer al cesionario
las defensas o excepciones que tenía contra el endosante.
CAPÍTULO 4.3. Características especiales.
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circular la promesa de pago contenida o incorporada al documento mediante el endoso. De esta
suerte, como la letra se adquiere por su valor nominal, hoy incluso reajustable y con intereses, en
razón de las garantías que recubren su pago, un comerciante puede, en consecuencia, pagar a
sus acreedores endosando el documento sin necesidad de recurrir al dinero efectivo o a otros
títulos de crédito. Puede también, gracias a la circulación del título por el endoso, transferir la
promesa de pago que el documento contiene, generalmente librada a una fecha futura, a un
Banco, que estará dispuesto a cambiar ese valor diferido por uno presente, aplicando un interés
o cobrando una remuneración por esta operación, llamada “descuento”.
Como podemos apreciar, el endoso, junto con permitir jurídicamente la transferencia del título,
facilita la circulación del crédito incorporado en él, lo que en definitiva acelera la circulación
evitando la repetición de los pagos. Otro tanto ocurre cuando el título contiene una prestación
consistente en la entrega de determinadas mercaderías: carta de porte, conocimiento de
embarque, certificados warrants, etc., y es emitido a la orden: el endoso permite al portador
legítimo reclamar las mercaderías o continuar haciéndolas circular sin desplazamiento físico de
las mismas con un nuevo endoso.
4.3.2. CARACTERISTICAS ESPECIALES
Este mecanismo de circulación de los títulos de crédito tiene las siguientes características como
acto jurídico:
a) Es accesorio, en cuanto a que está supeditado a la existencia de la letra de cambio o de
cualquier otro título de crédito a la orden. El endoso no existe por sí solo sino cuando se
ha creado un título (acto principal) al cual sirve como vehículo de transferencia (acto
accesorio);
b) Es solemne, toda vez que se trata de un acto escrito que lleva la firma o impresión digital
del endosante, puesta al dorso del documento;
c) No condicionado, porque su existencia no puede sujetarse a condición, pero sí en
cuanto a alguno de sus efectos. Así, por ejemplo, el endosante puede exonerarse de la
garantía de aceptación o de pago o bien de ambas; puede asimismo agregar a su endoso
la mención “no endosable”. El carácter no condicional del endoso en lo relativo a su
existencia, es de la esencia de este acto jurídico que facilita la circulación de los créditos.
El artículo 19 de la Ley No 18.092, sobre Letra de Cambio y Pagaré, expresa esta
característica: “El endoso debe ser puro y simple. Toda condición a que se subordine el
mismo se reputa no escrita...”.
d) Debe ser total, por cuanto el endoso parcial no produce efecto alguno. Así lo expresa el
mismo artículo 19 de la ley de la materia (18.092).
4.3.3. IDEA DE ENDOSATARIO.
Bajo la vigencia del Código de Comercio que reglamentaba la letra de cambio, y a propósito de
ella el endoso, no existían reglas sobre endosatario.
La Ley No 18.092 dispone en su artículo 20 en favor de quiénes puede efectuarse el endoso.
Dicho en otros términos, nos está indicando quiénes pueden ser endosatarios. Según la norma
legal recién citada: “El endoso puede efectuarse en favor de un tercero, del librado o aceptante, del
librador o de cualquier otro obligado. Dichas personas pueden volver a endosar la letra”.
Los efectos del endoso serán diferentes según cual sea la calidad que el endosatario tenga en la
letra: librado o aceptante, librador o cualquier otro obligado, como otro endosante, aval, etc. Si se
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Santiago Allamand 2015
trata de un tercero, los efectos serán los que correspondan al tipo de endoso que se haga: en
dominio, en cobro o en garantía.
El hecho de que cualquiera de los endosatarios pueda volver a endosar la letra da origen a la
figura jurídica denominada “endoso de retorno”.
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como para establecer en forma expresa que la letra de cambio contiene una promesa unilateral
de pagar una cantidad de dinero; que esta declaración documental es no recepticia, en el sentido
de que no depende de la voluntad del sujeto a quien se dirige; que es una declaración
incondicionada, en cuanto a que su exigibilidad no está sujeta a contraprestación por parte de
quien favorece; que es, en principio, una declaración irrevocable, en cuanto a que una vez
formulada e instrumentalizada no puede dejarse sin efecto, y que se trata de una promesa de
pago vinculante, que obliga a cumplir la prestación correspondiente.
Sin embargo, no puede negarse el avance que significa la promulgación de la Ley No 18.092,
sobre Letra de Cambio y Pagaré, en cuanto a la consagración de algunos principios de la Teoría
General de los Títulos de Crédito que analizamos en esta obra, particularmente el de la
independencia de las firmas, contenido expresamente en el artículo 7o, y el de la autonomía, en
el artículo 28. De las disposiciones de los artículos 7o y 79 de la ley se desprende que la
declaración incorporada al documento en la cual está formulada la promesa de pagar la cantidad
girada, obliga a los firmantes en la medida que hayan intervenido en el título poniendo su firma,
con prescindencia de la relación jurídica subyacente que dio origen al libramiento de la cambial
y de las relaciones que tengan con quienes le transfieren el documento por su ley de circulación,
esto es, el endoso.
CAPÍTULO 5.2. Acciones cambiarias directas12 e indirectas.13
Las acciones cambiarias son aquellas que emanan de la Letra de Cambio, que se estiman diversas
e independientes de las acciones extracambiarias o derivadas del negocio causal.
5.2.1. ACCIONES DIRECTAS O ACCIÓN DE COBRO.
Definición: Es la que tiene el portador legítimo de la letra en contra del aceptante, de su avalista y
del avalista que otorga su garantía en términos generales y que no requiere de protesto para ser
ejercitada.
Ochagavía la define como: Es la que tiene el portador legítimo de la letra en contra de los obligados al
pago (librador, aceptantes, endosantes y avalistas) que responden solidariamente. El avalista en los
términos en que hubiere señalado.
El aceptante es sujeto pasivo de la acción directa por ser el único deudor directo del título, el
avalista que limita su aval a la persona del aceptante responde como si fuera él mismo, de igual
manera que el avalista que confiere su aval en términos generales.
Art. 79 “Todos los que firman una letra de cambio sea como libradores, aceptantes o endosantes, quedan
solidariamente obligados a pagar al portador el valor de la letra, más los reajustes e intereses, en su
caso.
Si no se realiza en tiempo y forma el protesto por falta de pago, caducarán las acciones cambiarias que el
portador pueda tener en contra del librador, endosante y los avalistas de ambos.
No obstante, no caducarán estas acciones en caso de quiebra del librado o aceptante ocurrida antes del
vencimiento, o de haberse estampado en la letra la cláusula "ʺdevuelta sin gastos"ʺ o "ʺsin protesto"ʺ.”
12
A propósito de las letras de cambio.
13
La clasificación no es legal, sino doctrinaria.
38
Santiago Allamand 2015
La acción cambiaria directa la ejerce el portador legítimo. También la ejerce el mandatario para su
cobro y el endosatario en garantía y el tercero que paga la letra sin haber intervenido en ella.
Normalmente la acción directa se hace valer al vencimiento de la letra, pero puede ejercerse
antes de esa época en los casos indicados en el artículo 81, a saber:
1) Si se hubiere protestado la letra por falta de aceptación del librado. Al no ser aceptada la
letra no vale la pena esperar la época de vencimiento ni tampoco requiere volver a
protestarla por falta de pago.
2) Si cae en quiebra el librado. En este caso es evidente que por el efecto del desasimiento
que la quiebra produce, el librado pierde la administración de sus bienes.
Contenido:
En cuanto al contenido de la acción cambiaria directa, diremos que ella permite demandar el
importe de la letra, reajuste e intereses, si los hubiere. Si no se ha estipulado intereses, se
devengan los intereses corrientes desde el vencimiento.
Prescripción:
En cuanto a la prescripción de las acciones cambiarias directas, éstas se extinguen en un año,
contado desde el día de su vencimiento (art.98).
¿Cuál es el plazo para ejercer la acción de cobro?
Por tratarse de un título de crédito, el plazo es de un año contado desde la fecha en que la
obligación se hizo exigible, es decir, del día del vencimiento del documento.
Art. 98 “El plazo de prescripción de las acciones cambiarias del portador contra los obligados al pago es de
un año, contado desde el día del vencimiento del documento.”
Art. 100 “La prescripción se interrumpe sólo respecto del obligado a quien se notifique la demanda judicial
de cobro de la letra, o la gestión judicial necesaria o conducente para deducir dicha demanda o preparar la
ejecución.
Igualmente se interrumpe respecto del obligado a quien se notifique para los efectos establecidos en los
artículos 88 y 89.
Se interrumpe, también, respecto del obligado que ha reconocido expresa o tácitamente su calidad de tal.”
5.2.3. ACCIÓN INDIRECTA, DE RECAMBIO O DE REGRESO.
Definición: Es aquella que la ley confiere al portador legítimo de la letra de cambio en contra del
librador, de los endosantes y de los avalistas de ambos y tiene como exigencia ineludible el
protesto oportuno y formal del título.
En este caso ante el no pago por el aceptante en la época del vencimiento, el portador legítimo
regresa hacia el librador, quien responde del pago por ser el emisor del título, o se dirige hacia
los endosantes, quienes responden por haber hecho circular el documento, o se encamina hacia el
avalista de ambos, por haberlos caucionado. De ahí que la acción indirecta se denomina también
de regreso o de recambio.
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Santiago Allamand 2015
Es requisito imprescindible para ejercer la acción indirecta es efectuar el protesto por falta de
pago oportuna y formalmente, para dejar testimonio que el aceptante como deudor directo no la
pagó cuando correspondía. La falta de cumplimiento de esta carga que la ley impone al portador
hace caducar la acción indirecta en contra del librador, endosantes y avalistas de ambos, situación
que se conoce como perjuicio de la letra.
CAPÍTULO 5.3. Acciones cambiarias de reembolso.
El que paga una letra de cambio tiene, en principio, acción de reembolso en contra de los otros
obligados.
Decimos “en principio” porque en virtud del Art. 82 inc. 1 no existe acción de reembolso por
parte del librador o el aceptante entre sí ni en contra de los endosantes o los avalistas.
Art. 82 “El librador o el aceptante que pagare la letra no tendrán acción cambiaria de reembolso entre
sí, ni en contra de los demás firmantes de la letra.
El endosante que paga la letra tendrá acción cambiaria de reembolso a su elección en contra del librador,
aceptante y endosantes anteriores y de sus avalistas.
El avalista que paga la letra tendrá acción cambiaria de reembolso en contra de la persona a quien él ha
garantizado y de los demás firmantes de la letra respecto de los cuales tuviere acción cambiaria de reembolso
la persona avalada.
Se aplicará a los avalistas conjuntos la norma establecida en el artículo 2.378 del Código Civil.”
a. ¿Contra quién tiene acción de reembolso un endosante?
Tiene acción en contra del librador, el aceptante, los endosantes anteriores y los avalistas (Art.
82 inc. 2).
No tiene acción contra los endosantes posteriores, porque estos no estaban obligados al pago al
momento en que el endosante tomó su decisión respecto al crédito.
Art. 84 “Cualquier endosante que haya pagado la letra de cambio puede tachar su endoso y los que le
siguen.”
b. ¿Contra quién tiene acción de reembolso un avalista?
Tiene acción contra la persona avalada y contra todas las personas respecto de las cuales esa
persona avalada tiene acciones de reembolso (Art. 82 inc. 3).
Contenido:
Por regla general la acción de reembolso procede en contra del total de la deuda más los
intereses. Tal como lo dispone el Art. 83.:
“El titular de la acción cambiaria de reembolso puede reclamar a las personas obligadas a éste:
1) La suma íntegra que hubiere desembolsado con arreglo a la ley. Esta suma se reajustará
desde la fecha del desembolso hasta la del reintegro, con arreglo a las normas del artículo
14, y
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Santiago Allamand 2015
2) Los intereses corrientes sobre la cantidad que resulte de la aplicación del número
anterior, calculado desde la fecha del desembolso hasta la de su reintegro.
Sin embargo, puede hacerse un pago parcial de la deuda, dejando siempre constancia de
ello. Esta es la forma en que el portador puede ejercer su acción de reembolso, es decir,
debe tenerse la copia íntegra del documento.”
Art. 85 “En los casos de pago parcial, cuando fuere procedente, el pagador sólo tendrá derecho a exigir
que aquél se haga constar en la letra y que se le entregue copia íntegra del documento, certificada por
notario. Esta copia de la letra tendrá el mismo valor que el documento original para los efectos de las
acciones cambiarias.”
Prescripción de la acción de reembolso: (6 meses)
Art. 99 “Las acciones de reembolso de que trata el artículo 82 prescriben en el plazo de seis meses
contados desde el día del pago cuyo reembolso se reclama.”
Falsedad de la firma:
Art. 110 “Cualquiera persona que en el acto de protesto o en la gestión preparatoria de la vía ejecutiva
tachare de falsa su firma puesta en una letra de cambio o pagaré y resultare en definitiva que la firma
es auténtica, será sancionada con las penas indicadas en el artículo 467 del Código Penal, salvo que
acredite justa causa de error o que el título en el cual se estampó la firma es falso.”
Art. 111 “Si se tachare de falsa la firma, en los casos de que trata el inciso primero número 4 del artículo
434 del Código de Procedimiento Civil, la tacha se tramitará como incidente y corresponderá al
demandante acreditar que la firma es auténtica. Si se acreditare la autenticidad de la firma, el tribunal lo
declarará así y el documento constituirá título ejecutivo.
Las apelaciones en este incidente se concederán en el solo efecto devolutivo.”
Art. 112 “No obstante lo prescrito en el artículo anterior, el demandado en un juicio civil y el inculpado o
procesado en el juicio criminal por el delito establecido en el artículo 110, podrán oponer como defensa o
excepción la falsedad del título o la de su firma y justificarla en dichos procesos.”
¿Qué es indispensable para ejercer la acción de reembolso?
La tenencia material del título.
Sin embargo, como es cierto que el documento puede extraviarse, el legislador tuvo que
contemplar esta situación. Hay un procedimiento judicial, voluntario y no contencioso que regula
el extravío de las letras de cambio. Este procedimiento se inicia en un juez de letras civil del
domicilio del peticionario.
Lo que se hace es reemplazar el documento por una sentencia del juez y que permite ejercer la
acción reembolso (la sentencia es el nuevo título). Esta gestión debe notificárseles a los obligados
al pago, el problema es que esto no comprende al resto de las personas, por lo que debe
informárseles por medio de un aviso publicado en el Diario Oficial con el objetivo de que dentro
de 30 días los demás interesados hagan valer sus derechos.
El extravío se estudia más adelante.
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Acción Titulares
Demandado (sin limitaciones en elección)
De
Demás obligados que pagan. Otros obligados.
reembolso
Monto Oportunidad
Acción
42
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Obligado que
Obligado al reembolso.
pagó la letra
Librador o
No hay acción de la letra, sin perjuicio del negocio causal.
aceptante
El que avaló y demás personas contra las que éste tenga acción. Si no se señaló a
Avalista
quien avaló, sólo contra librador y aceptante.
Avalistas
conjuntos Rige Código Civil Art. 2378, que considera obligación proporcional, salvo pacto
en contrario.
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44
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6.3 DEFINICIÓN DE LETRA DE CAMBIO
Sandoval la define como “un título de crédito que contiene la orden, no sujeta a condición, de pagar una
cantidad determinada o determinable de dinero, en la época fijada en ella o a su presentación, que obliga a
cumplirla para con el beneficiario designado o a su orden o con el portador legítimo, al aceptante, al
librador, a quienes la hayan hecho circular por endoso traslaticio y a los que garanticen su pago por alguno
de los nombrados.”
Contreras la define como “un título valor o de crédito mediante el cual una persona llamada librador da
a otra, llamada librado, la orden no sujeta a condición de pagar al beneficiario designado, o a su orden, una
cantidad determinada o determinable de dinero.”
Ochagavía la define como “un título de crédito emitido en conformidad a la ley por el cual una persona
(denominada librador o girador) le ordena a otra (denominada librado) pagar a un tercero (llamado tomador
o beneficiario) o a quien este tercero designe una cantidad determinada o determinable de dinero en una
fecha específica”.
La Corte de Apelaciones de Santiago, en sentencia de 25 de noviembre de 1983, publicada en
Gaceta Jurídica 1983, No 42, p. 39, ha dado la siguiente definición de letra de cambio: “Dentro del
concepto contemporáneo de la letra de cambio, ésta aparece como un documento incausado, propio del
comercio humano, que reemplaza al dinero y en virtud del cual su portador tiene derecho a exigir del
ejecutado el pago de la suma de dinero que ella consigna”.
Personalmente prefiero la de Contreras.
6.4 LEGISLACIÓN APLICABLE.
Las normas sobre las letras de cambio y pagarés se encuentran contenidas en la Ley 18.092, la que
derogó disposiciones del Código de Comercio sobre la materia. Dicha ley tiene las siguientes
características:
Confiere a la letra de cambio la calidad de título de circulación autónoma, el que queda
desligado de toda vinculación con relaciones preexistentes, es decir, del llamado “negocio causal”
o “relación fundamental”.
Suprime la obligación del librador de proveer fondos al librado. Las relaciones entre ambos son
extracambiarias, es decir, independientes de la letra.
Admite en forma expresa la inserción, en el título de la cláusula de reajuste y de interés sobre la
cantidad librada.
La letra no necesita expresar su carácter de título a la orden, de manera que, aunque no lleve esa
cláusula, es transferible por endoso, a menos que el librador inserte en ella las palabras “no
endosable” u otra expresión equivalente. (Endoso es de la naturaleza)
Consagra el principio de la inoponibilidad de las excepciones que el deudor pudiera tener
contra el endosante o los portadores anteriores.
Establece formalmente que el endoso en comisión de cobranza autoriza al endosatario para
cobrar la letra por la vía judicial.
Cuando el aval está concebido sin limitaciones, el avalista responde del pago en los mismos
términos que el aceptante. Como el perjuicio de la letra por la falta de protesto no favorece al
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aceptante, lo anterior significa que el avalista continuará respondiendo del pago de la letra
perjudicada, a menos que aquél haya limitado su responsabilidad.
Admite los pagos parciales de la cantidad librada, en cuyo caso la letra puede protestarse por el
saldo que queda insoluto.
Establece que la letra devenga intereses corrientes a contar de su vencimiento
Establece un sistema aplicable al extravío de la letra, en que todo el procedimiento destinado a
su reconstitución queda entregado a los Tribunales de Justicia.
Acepta los pagarés con vencimientos sucesivos y en los que se establece que el pago se haga en
cuotas.
Admite la posibilidad de que los pagarés se extiendan en forma nominativa, a la orden, o al
portador.
Atribuye el carácter de actos de comercio a todas las operaciones sobre letras de cambio,
pagarés, cheques y, además, documentos a la orden.
Crea una figura delictiva, sancionando al que, en la gestión preparatoria de la vía ejecutiva, tache
de falsa una firma auténtica puesta en cualquier documento a la orden.
Establece que la tacha de falsedad de la firma opuesta por cualquiera de los obligados al pago de
una letra de cambio, pagaré a la orden o cheque, en la preparatoria de la vía ejecutiva, se
tramitará como incidente dentro del mismo procedimiento, a diferencia del sistema legislativo
que imperaba anteriormente, que obligaba al demandante a accionar por la vía ordinaria en juicio
separado.
6.5. PERSONAS QUE INTERVIENEN EN LA LETRA DE CAMBIO.
1.-‐‑ El librador14, que es la persona que ordena pagar la cantidad convenida y gira la letra;
2.-‐‑ El librado, que es aquél a quien se ordena que pague la letra;
3.-‐‑ El aceptante que es el librado que admite la orden de pagar la letra;
4.-‐‑ El avalista, que es el que, extraño o no a la realización de la letra, afianza o garantiza su pago
por una obligación particular que le constituye solidario con uno o más de los ya obligados.
5.-‐‑ El tomador15 o beneficiario, que es la persona a quien debe hacerse el pago o a cuya orden
debe efectuarse.
6.-‐‑ El endosante, que es el que transmite a otro la propiedad de la letra en virtud del endoso, o la
constituye en prenda o confiere mandato para su cobro (endoso translaticio, en prenda o en
comisión de cobranza, respectivamente).
7.-‐‑ El portador o tenedor, que es el actual propietario de la letra.
6.6 ELEMENTOS DE LA LETRA DE CAMBIO
La letra de cambio debe llevar diferentes menciones que determina la ley. Estas pueden ser
elementos esenciales, elementos de la naturaleza y elementos accidentales. Estos se encuentran
mezclados en los primeros artículos de la ley.
Elementos esenciales:16
14
Librar (RAE): 1. Dar o expedir una orden (por ejemplo, una letra de cambio). 2. Der. Expedir letras de
cambio, libranzas, cheques y otras órdenes de pago, a cargo de alguien que tenga fondos a disposición del
librador.
15
Tomador (RAE): Persona a la orden de quien se gira una letra de cambio. Tomar (RAE): Recibir o aceptar
de cualquier modo que sea.
16
Todos estos elementos están en el artículo 1 de la ley 18.092, con excepción del lugar y época, que están
en dicho artículo, pero que Contreras los trata en las cláusulas de la naturaleza.
47
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La indicación de ser letra de cambio escrita en el mismo idioma empleado en el título.
Fecha de la emisión (giro o libramiento);
Nombre y apellido de la persona a la que debe hacerse el pago:
La orden, no sujeta a condición, de pagar una suma de dinero determinada o determinable;
El nombre, apellido y domicilio del librado; y
La firma del librador
Elementos de la naturaleza.
Cláusula a la orden;
Lugar del giro;
Época del pago; y
Lugar del pago.
Elementos accidentales.
La comuna dentro de la cual está ubicado el lugar del pago;
La cláusula de reajustabilidad;
La cláusula de intereses;
La cláusula “devuelta sin gastos” o “sin protesto”; y
Otras menciones que no afecten o alteren la esencia de la letra.
CAPÍTULO 6.2. Elementos de la letra de Cambio.
Esta clasificación de los elementos es de Contreras. Los otros autores simplemente hablan de requisitos y
revisan el artículo 1, número por número.
17
Idem.
48
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49
Santiago Allamand 2015
En todo caso, la orden debe referirse a una suma determinable de dinero cuando contiene
alguna cláusula de reajuste, la cual está permitida al tenor de lo dispuesto en el artículo 13,
número 2.
No es necesario que la suma ordenada pagar se escriba a la vez con palabras y cifras. En caso de
que exista contradicción entre la suma escrita en cifras y la escrita en palabras, tal contracción no
acarrea la nulidad de la letra, sino que debe estarse al importe escrito en palabras, el cual
prevalece sobre las cifras.
Por último, la suma a pagarse debe ser en dinero, quedando excluida la posibilidad de una letra
de cambio en mercadería.
5.-‐‑ El nombre, apellido y domicilio del librado.
Como expresa el texto, lo fundamental que debe tenerse en cuenta, en la identificación de la
persona del librado, la cual puede ser una persona natural o jurídica.
Siendo la intención manifiesta de la ley la perfecta identificación del librado, no es nula una letra
que contenga algún error sobre el nombre o razón social del librado, siempre y cuando no ofrezca
duda la persona a quien debe ser presentada para su aceptación y pago. La inexactitud en la
mención del nombre del librado, o el hecho de que no sea éste completo, producen la nulidad de
la letra sólo en el caso de que su gravedad sea tal que haga imposible la identificación de una
persona.
La ley se pone en el caso de que se gire una letra contra varias personas. El artículo 4° dispone
que, en este caso “todas ellas se considerarán librados, a menos que expresamente se hubiere
designado algún orden, en cuyo caso se entenderá como librado sólo al que aparezca en primer lugar en el
documento, y los demás, como librados subsidiarios, en el orden señalado”.
Es oportuno destacar, finalmente, que no hay que confundir la calidad de librado con la de
aceptante. El librado es la persona designada por el librador para pagar, y mientras sea sólo
librado no está obligado al pago de la letra.
Para que nazca esta obligación es necesario que el librado se convierta en aceptante, mediante su
firma.
La designación del domicilio del librado tiene importancia para los efectos de determinar dónde
debe hacerse el pago. En efecto, el número 6 del artículo 1° establece que “si la letra no indicare el
lugar de pago, éste deberá hacerse en el domicilio del librado señalado en el documento”. El lugar del
pago, según veremos es un elemento de la naturaleza, cuya omisión está suplida por la ley en los
términos descritos. En todo caso, es necesario advertir que conforme al artículo 5° “la letra de
cambio puede girarse para ser pagada en el domicilio de un tercero, ya sea en la localidad en que el librado
tenga el suyo o en otra distinta”. Esta es la letra domiciliada, que tiene mucha aplicación en los
casos en que el tenedor es un banco.
6.-‐‑ La firma del librador.
El giro o emisión de una letra de cambio es un acto jurídico unilateral. La firma que exige la ley
es el requisito para que se exprese o manifieste la voluntad en este acto jurídico unilateral.
50
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Este elemento de la esencia de la letra de cambio es el único que jamás debe omitirse en el
momento de la creación. Todos los demás pueden dejarse de lago, y después integrarse,
purificando el documento conforme lo permite el artículo 11; éste no, porque su falta convierte el
título de crédito en papel sin valor alguno.
Respecto de la firma del librador en el caso de personas jurídicas, resulta obvio señalar que la
designación comercial debe ser completa; en todo caso la Superintendencia de Bancos, en sus
instrucciones, ha establecido que el nombre de fantasía puede utilizarse para su uso frente a los
bancos, cuando se trate de la individualización de personas jurídicas, como por ejemplo las
sociedades.
6.2.2 ELEMENTOS DE LA NATURALEZA (4)
Las cláusulas de la naturaleza son aquéllas que corresponden o llevan ordinariamente las letras
de cambio y cuya falta es suplida por la ley con una determinada disposición, sin que se
produzca la invalidez del documento. Son los siguientes:
1.-‐‑ Cláusula a la orden.
La cláusula “a la orden”, según la doctrina tradicional es un elemento de la esencia de la letra de
cambio, de modo que si en el hecho se extendieran letras nominativas o al portador ellas
degenerarían en simples pagarés suscritos por el librador a favor del tomador. Esta era la antigua
solución del CCom.
En nuestra ley, al disponer que la letra de cambio debe contener: “El nombre y apellido de la persona
a que debe hacerse el pago (nominativa) o a cuya orden debe efectuarse (a la orden)”, significa que la
letra puede ser nominativa o a la orden. En todo caso se descarta la existencia de la letra al
portador.
Sin perjuicio de lo expuesto, cabe señalar que aún cuando no contenga la cláusula “a la orden”, la
letra es siempre susceptible de transferirse por medio del endoso translaticio. Así lo dice el
artículo 18 al establecer que la letra, aun no librada expresamente a la orden, es transferible por
endoso. Fue necesario introducir esta disposición por cuanto, doctrinariamente sólo los
documentos que contienen la cláusula a la orden son susceptibles de endoso.
La letra de cambio nominativa puede endosarse, salvo en el caso que el librador inserte en el
instrumento las palabras “no endosable” o una expresión equivalente. Así lo dice el artículo 18
en su parte segunda, agregando que en este caso “sólo podrá transferirse o constituirse en
prenda, conforme a las reglas aplicables a los créditos nominativos”. En todo caso, puede
endosarse en comisión de cobranza.
2.-‐‑ Lugar de giro.
El lugar de giro es elemento de la naturaleza, porque la propia ley se encarga de suplir el efecto
que se produce por la omisión de esta mención. El N°2 del artículo 1° dice: “no obstante, si la letra
no indicare el lugar de la emisión, se considerará girada en el domicilio del librador”.
La designación del lugar de giro tiene importancia:
51
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a) Para saber el lugar en que está domiciliado o reside el librador, esto es, el lugar
a que debe acudir el portador legítimo de la letra con su “acción de regreso”,
para hacer efectiva la responsabilidades del girador por no haberse aceptado o
pagado la letra en su oportunidad;
b) Para establecer las formalidades que debe revestir la letra de cambio, conforme a
las reglas del derecho internacional privado. Las estipulaciones contenidas en
los contratos válidamente otorgados en país extranjero producen pleno efecto en
Chile, de acuerdo con el principio de derecho internacional privado en cuya
virtud se reconoce la validez de los contratos celebrados fuera de Chile, siempre
que cumplan con los requisitos por las leyes del país de su otorgamiento (art.
17 del Código Civil). Según el artículo 263 del Código de Derecho Internacional
Privado (Código de Bustamante), la forma del giro, endoso, fianza, aceptación y
protesto de una letra de cambio se someten a la ley del lugar en que cada uno de
esos actos se realicen (lex locus regit actum).
3.-‐‑ Epoca de pago.
El artículo 1° número 6° dice que la letra debe con tener, entre otras menciones, “la época del pago”.
La época del pago está relacionada con el vencimiento de la letra de cambio. La ley no considera
como esencial esta mención, y es por eso que en la parte final del número 6 citado dice que “si (la
letra) no contuviere la fecha de su vencimiento, se considerará pagadera a la vista”.
El conocimiento del plazo de vencimiento tiene importancia, porque el portador legítimo del
título tiene la obligación de presentarlo al pago el día del vencimiento y de protestarlo en la
oportunidad legal; si no lo hace, caducan sus derechos contra los garantes del instrumento.
El artículo 48 dispone que la letra de cambio puede ser girada:
1.-‐‑ A la vista;
2.-‐‑ A un plazo de la vista;
3.-‐‑ A un plazo de la fecha del giro; y
4.-‐‑ A un día fijo y determinado
El inciso final de este artículo dispone que “no vale como letra de cambio la girada a otros
vencimientos o a vencimientos sucesivos”. Esta disposición es necesario concordarla con el
artículo 2° de la Ley.
3.1. Formas de girar una letra (art. 48).
A. Letras a la vista o presentación.
Las letras que no contienen la época del pago, según el art. 1° N° 6, se consideran pagaderas a la
vista. (“y si no contuviere la fecha de su vencimiento, se considerará pagadera a la vista”).
Se denomina “vista” la presentación que hace el portador o tenedor legítimo de la letra al
librado para que éste la acepte, o la acepte y pague, en su caso.
El artículo 49 establece que la letra a la vista es pagadera a su presentación al librado. Lo que
determina el vencimiento es el hecho de su presentación al librado; por tanto se trata de un
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plazo relativo, porque depende de la voluntad del tenedor. En suma, estas letras la presentación
y el pago se confunden en un solo acto.
Sin embargo, según lo dispone la parte segunda del artículo 49, si la letra “no fuere pagada dentro
del plazo de un año contado desde la fecha de su giro, quedará sin valor, a menos de ser protestada
oportunamente por falta de pago”.
Esta es una sanción de caducidad. En todo caso, esta sanción de caducidad no se produce si la
letra es protestada oportunamente por falta de pago. Es evidente, en este caso, que el protesto
puede ser sólo por falta de pago.
De acuerdo al artículo 61, cuando se efectúe un protesto por falta de pago debe entregarse un
aviso dirigido al aceptante en que se le citará para el día siguiente hábil que no fuera sábado a fin
de realizar el requerimiento que corresponda.
El artículo 69 agrega que, en los protestos por falta de pago el aviso se entregará, en los casos de
las letras a la vista, el primero o segundo día siguiente, que no fuera sábado al vencimiento de la
letra o del vencimiento del plazo de un año que establece el artículo 49. En todo caso, el
requerimiento se practicará en el día hábil que siga al de la entrega del aviso.
El cumplimiento de la diligencia de protesto en los términos señalados impide que los derechos
que nacen de la letra a la vista caduquen en contra del portador.
En todo caso, el plazo de prescripción de las acciones cambiarias del portador contra los
obligados al pago es de un año, contado desde el día del vencimiento del documento (art. 98).
En las letras a la vista, el día del vencimiento corresponde a la fecha de su presentación. El
plazo de caducidad del artículo 49 es de un año, contado desde la fecha del giro.
El plazo de prescripción de la acción del portador contra el obligado al pago es de un año
contado desde la fecha del vencimiento.
B. Letras giradas a un plazo de la vista. (art. 35 a 37 ley 18.092)
A éstas se refiere el artículo 50, que dice: “el término de la letra girada a cierto plazo a contar de la
vista, corre desde el día de su aceptación o desde su protesto por falta de aceptación o por falta de fecha
de aceptación”.
A falta de protesto, la aceptación que no lleve fecha se considerará dada respecto del aceptante, el
mismo día del plazo previsto para presentarla, o en caso de no haber aceptación o falta de fecha,
desde el día siguiente de su protesto (Art. 36 “A falta de fecha, el portador, para conservar sus derechos
contra los endosantes y el librador, debe protestar la letra. El término para pagar la letra girada a un plazo
contadero desde la vista correrá, en este caso, a partir del día del protesto.)
En estas letras es necesario que el portador las presente al librado para su aceptación, y sólo
desde ese momento empieza a correr el plazo designado para el pago. Estas letras tienen
semejanza con las letras a la vista, en cuanto de antemano no se conoce el día preciso de su
vencimiento; pero se diferencian de éstas porque no se presentan para su pago inmediato, sino
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que su aceptación, y el plazo comienza a correr desde el día siguiente al de esta aceptación o
desde la fecha del protesto.
Las letras giradas a un plazo contado desde la vista y que no sean aceptadas en el plazo de un
año a partir de la fecha de giro, quedarán sin valor, a menos de ser protestadas oportunamente
por falta de aceptación o por falta de fecha de aceptación.
C. Letras giradas a un plazo de la fecha del giro.
El artículo 50, inciso 2° dispone: “El término de una letra girada a un plazo de la fecha del giro,
corre desde el día de su emisión”.
Por ejemplo una letra que dice ser pagadera a 120 días fecha.
D. Letras giradas a un día fijo y determinado.
El artículo 50 consagra estas letras al decir que “la letra girada a un día fijo y determinado es pagadera
en el día designado”.
Este tipo de letra es la más utilizada por el comercio, porque evidencia precisión en su
vencimiento.
El artículo 51 dice que “si el vencimiento cae en día feriado, en día sábado o el 31 de diciembre, se
entiende prorrogado para el primer día hábil siguiente.”
-‐‑0-‐‑
4.-‐‑ Lugar de pago.
Éste es otro de los elementos de la naturaleza contenido en el artículo 1°, número 6° que dice que
la letra de cambio debe contener “el lugar del pago, no obstante si la letra no indicare lugar del pago
éste deberá hacerse en el domicilio del librado señalado en el documento”.
Por su parte, el artículo 5° agrega que “la letra de cambio puede girarse para ser pagada en el domicilio
de un tercero, ya sea en la localidad en que el librado tenga el suyo o en otra distinta”.
Finalmente, el artículo 13 dispone que la letra de cambio puede contener la designación de “la
comuna dentro de la cual está ubicado el lugar de pago”.
6.2.3. ELEMENTOS ACCIDENTALES O CLÁUSULAS ACCIDENTALES O MENCIONES
FACULTATIVAS
Cláusulas accidentales son aquéllas que no pertenecen ni a la esencia ni la naturaleza del
documento y que se pueden estampar con la finalidad de producir un determinado efecto. Están
contenidas en el artículo 13 y son las siguientes:
1.-‐‑ La comuna dentro de la cual está ubicado el lugar del pago;
2.-‐‑ La cláusula de ser reajustable la cantidad librada;
3.-‐‑ La cláusula de intereses;
4.-‐‑ La cláusula “devuelta sin gastos” o “sin obligación de protesto”; y
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5.-‐‑ Otras menciones que no alteren la esencia de la letra.
A continuación las analizaremos:
1. La comuna dentro de la cual está ubicado el lugar del pago.
Esta mención tiene importancia para los efectos del protesto. Según el artículo 70, antes de
estamparse la diligencia de protesto por falta de pago, el funcionario correspondiente debe
verificar en la Tesorería Comunal correspondiente si se ha efectuado en ella algún depósito
destinado al pago del documento, siempre que se hubiere señalado la comuna correspondiente al
lugar del pago.
2. La cláusula de ser reajustable la cantidad librada.
Según lo expresa el artículo 13, número 2, la cláusula de reajustabilidad se expresará mediante la
palabra “reajustable” u otra igualmente inequívoca. Esta expresión está relacionada con el
artículo 1°, número 3 de la que ley, que expresa que la cantidad que debe pagarse debe ser una
suma determinada o “determinable” de dinero.
El artículo 14 dice: “En las letras con cláusulas de reajuste, la cantidad librada se ajustará conforme a
las reglas que el documento señale. No indicándose sistema de reajuste, se aplicará el de las
operaciones de crédito de dinero vigente a la época de la emisión de la letra. La indicación de sistemas
prohibidos por la ley, se tendrá por no escrita.”
Es necesario advertir que no existen sistemas de reajustabilidad prohibidos por la ley y, en
consecuencia, pueden usarse otros, como por ejemplo, las cláusulas trigo, oro, etc.
En la práctica, el sistema comúnmente utilizado es expresar el monto de las letras en U.F.
3. La cláusula de intereses.
El legislador ha admitido expresamente añadir a la letra una cláusula de intereses. De manera,
que las partes tienen libertad para convenir la tasa de intereses, siempre que ésta no exceda el
máximo permitido estipular por la ley. También permite pactar la fecha desde la cual comienzan
a correr y hasta la cual corren, y la determinación del capital que devenga los intereses.
En caso de que la estipulación se limite a que la letra devengue intereses, la ley dice, que estos
intereses “correrán desde la fecha en que la letra fue emitida y hasta el pago efectivo, a menos que en la
letra se indiquen otras fechas”. Agrega que se calcularán sobre la cantidad reajustada, salvo
mención expresa en contrario (artículo 13 N°3).
4. La cláusula “sin protesto” o “devuelta sin gastos.”
Según estas cláusulas el portador queda liberado del deber de protestar la letra, sin que caduquen
sus derechos contra las obligaciones por garantía contra el librado, endosantes y avalistas de
éstos (art. 74).
5. Otras menciones que no alteren la esencia de la letra.
Por ejemplo, la ley contempla la cláusula que fija plazo para presentar la letra a la aceptación
(artículo 3 y 74).
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Definición: El giro de una letra de cambio es el acto jurídico mediante el cual una persona,
llamada girador o librador, la crea y pone en circulación, emitiendo la orden de pago.
(Contreras)
Acto jurídico unilateral mediante el cual una persona denominada librador emite una letra.
(Ochagavía)
El giro de la letra es un acto jurídico unilateral y como tal requiere de voluntad y capacidad para
realizarlo. La voluntad se manifiesta a través de la sola firma del librador estampada en la letra
de cambio. En cuanto a la capacidad se rige por las normas del Código Civil.
El giro es una operación de letra de cambio y, de acuerdo al artículo 3° N°10, es un acto de
comercio.
Lo normal es que se haga alusión a 3 personas distintas: librador-‐‑beneficiario-‐‑aceptante.
La ley dice que una letra puede ser girada “a la orden de”, en ese caso se refiere al beneficiario.
En cambio, si la letra dice “con cargo a” se refiere al aceptante (quien se obliga al pago después
de su aceptación). Lo natural es que los que intervienen sean personas distintas, pero la ley
admite la posibilidad de que se confundan.
Las confusiones posibles son:
a. El librador con el aceptante.
b. El librador con el beneficiario.
Sin embargo, el aceptante con el beneficiario jamás pueden confundirse.
De ahí que se admiten las modalidades de giro de la letra, que están contempladas en los
artículos 3° y 5° de la ley y son las siguientes:
1°) Letra girada a la orden del librador.
Por regla general, en el otorgamiento de una letra concurren tres personas: librador, librado y
tomador. Puede ocurrir, sin embargo, que falte la tercera persona, o que el librador o tomador
sean una misma persona. A este último tipo de letra se refiere el artículo 3°. Estas letras son
perfectamente legales y muy comunes en la práctica, debido a que facilitan enormemente los
traspasos.
2°) Letra girada a cargo del propio librador.
Es el caso en que el librado asume la posición de librador y librado. No tiene utilidad práctica.
3°) Letra girada para ser pagada en el domicilio de un tercero.
Esta letra se llama letra domiciliada o “letra con cláusula de domicilio”, y la persona en cuyo
domicilio se pagará se llama “domiciliatario”.
El domiciliatario no contrae ninguna obligación, ni figura para nada en la letra. Se utiliza, por
ejemplo, cuando el aceptante tiene su domicilio en el campo y el banco con el que trabaja lo tiene
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en la ciudad. Cabe tener en cuenta que según el número 6° del artículo 1°, “si la letra no indica el
lugar del pago, éste deberá hacerse en el domicilio del librado señalado en el documento”.
Responsabilidades del librador: (Art. 10)
a. Aceptación de la letra. Garantiza que el aceptante va a aceptar la letra, habiendo hecho
esto, si el aceptante se rehúsa a aceptar, el tenedor legítimo va a poder cobrar al librador
sin tener que esperar la fecha de vencimiento del documento. El único requisito es que
deberá hacer un protesto por falta de aceptación.
El librador puede, sin embargo, eximirse de esto agregando alguna cláusula que diga
expresamente que se exime de responsabilidad en caso de no aceptación. Si el aceptante
no acepta en este caso, el librador sigue obligado al pago, y este sólo podrá exigirlo en la
fecha estipulada (no se acelera el plazo como sucedía en el caso anterior).
b. Pago de la letra. Este pago puede hacerse antes de la fecha correspondiente, salvo que se
haya eximido de responsabilidad en caso de no aceptación, que debe pagarse en la fecha
señalada.
Para exigir el pago al librador debe hacerse el protesto de la letra, de lo contrario caducan
las acciones cambiarias (cuestión que se denomina “perjuicio de la letra”). Este es el
requisito para hacer efectiva la responsabilidad del librador, salvo contra el aceptante, ya
que contra él no es necesario hacer el protesto para cobrar.
6.3.2. EL ENDOSO
La letra de cambio es un efecto de comercio que se emite a la orden, pudiendo girarse también
nominativamente. Esto significa que se concibe en su forma esencial a nombre de una
determinada persona, facultando a ésta de modo expreso o implícito a transferir el documento
sin la intervención del librador. Es importante destacar el carácter facultativo que tiene la
transferencia o circulación del documento emitido a la orden, de tal modo que si no circula
mediante el endoso, en todo caso es un título de crédito. Los documentos a la orden tienen como
ley de circulación el endoso, esto es, un acto jurídico documental que se hace efectivo mediante
una declaración de voluntad exteriorizada formalmente al dorso del título, con la firma de quien
lo otorga. El endoso como declaración documental participa de las características de las
declaraciones de este tipo, que integran la estructura del título de crédito, es decir, es no
recepticio, incondicionado y vinculante.
El endoso debe considerarse como una forma particular de hacer circular los títulos a la orden,
diversa de la cesión de créditos mercantiles, cuya naturaleza es la de un acto jurídico unilateral,
documental, escrito, mediante el cual se hace efectiva la declaración destinada a transferir el
documento, a entregarlo en cobro o a darlo en prenda.
1. Concepto de endoso.
Artículo 17.-‐‑ “El endoso es el escrito por el cual el tenedor legítimo transfiere el dominio de la
letra, la entrega en cobro o la constituye en prenda.
El endoso debe estamparse al dorso de la letra misma o de una hoja de prolongación adherida a ella.
El endoso debe ser firmado por el endosante”.
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Recordemos que las reglas legales sobre el endoso, contenidas en la Ley 18.092, se aplican a
cualesquiera otros títulos de crédito emitidos con cláusula a la orden de, a favor de, a disposición
de, u otras equivalentes, cualquiera fuere la denominación con que se designare a dichos
instrumentos, según lo dispone la Ley 18.552.
Conforme al artículo 18, el librador puede insertar en la letra las palabras “no endosable” o una
expresión equivalente. En este caso la letra sólo podrá transferirse en prenda conforme a las
reglas aplicables a los créditos nominativos.
Según dispone el artículo 25, inciso 2°, un endosante puede prohibir un nuevo endoso, y, en tal
caso no responde ante los endosatarios posteriores de la letra. No hay duda de que en este caso
la letra puede ser también cedida conforme a las reglas de la cesión de créditos, porque lo que la
ley establece es que el portador puede prohibir un nuevo endoso, pero no dice que no pueda
transferirse por otros medios.
2. Requisitos de fondo del endoso.
Los requisitos de fondo del endoso son dos:
5) El endoso deber ser puro, simple: Así lo establece el artículo 19, inciso 1°. Toda condición
a la que se subordine el mismo se reputa no escrita.
6) El endoso debe ser total: El endoso parcial no produce efecto alguno.
7) El endoso debe ser hecho por el tenedor legítimo y capaz (art. 17). Tenedor legítimo es
aquél que justifica su derecho con una serie no interrumpida de endosos, aunque el
último esté en blanco. Los endosos tachados o borrados deben tenerse por no escritos
(art.26).
8) Es solemne:, ya que debe cumplir con los requisitos señalados en la ley (firma del
endosante puesta al dorso del documento o en una hoja de prolongación).
De la aplicación de las reglas generales debemos concluir que el endosante debe ser capaz,
porque el endoso es una forma de obligarse.
3. Clases de endosos.
A.-‐‑ Endoso traslaticio de dominio.
El endoso traslaticio es un escrito por el cual el tenedor legítimo transfiere el dominio de la letra
(art. 17, inciso 1°). El endoso traslaticio puede ser:
iii. Endoso en blanco: que consiste en la sola firma del endosante (art.23) y produce
los mismos efectos que el endoso completo, según se deduce del artículo 24.
iv. Endoso completo: es aquel en que se indica, además de la firma del endosante o
de la persona que lo extiende a su ruego o en su representación, las siguientes
menciones: el lugar y fecha de su otorgamiento, el nombre del endosatario y la
calidad del endoso, en su caso.
El endoso en que se omite el lugar de su otorgamiento se presume hecho en el domicilio del
endosante; el endoso sin fecha se presume extendido antes del vencimiento de la letra (art.22).
Legitimación activa: ¿quién puede cobrar la letra de cambio?
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Apuntes de Guerrero.
19
Apuntes de Guerrero.
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h) Compensación: Si al vencimiento, el portador es deudor del librado, este podría
oponer la excepción; pero si el librado es acreedor del librador o de alguno de los
poseedores anteriores de la letra, esa excepción será inoponible al portador
actual. Esto es aplicable al pago y a la confusión.
Finalmente, digamos que según el art.32, “el endoso de una letra vencida o protestada por falta de
pago no tiene más valor ni produce otro efecto que el de la cesión ordinaria”. Esto significa que este
endoso, en los casos señalados, no producirá sus efectos propios, sino que producirá aquéllos
contemplados en la cesión de créditos ordinaria, tanto en cuanto al traspaso de las excepciones
como a la garantía de las cuales responde el cedente.
B.-‐‑ Endoso en garantía.
El endoso en garantía es el escrito por el cual el tenedor legítimo constituye una prenda con la
letra de cambio, para caucionar una obligación contraída por un tercero.
Desde el punto de vista formal, la cláusula necesaria para identificar este endoso es la de “valor
en garantía”.
El endosatario en garantía tiene un título de mera tenencia, pero de él nace un derecho especial y
muy efectivo para el endosatario: cobrar la letra y aplicar sin más trámite su valor al pago de su
crédito (art.30). El cobro puede ser judicial o extrajudicial y exige el endosatario en garantía
rendir cuenta al endosante.
Mientras el endosatario mantenga la letra en su poder debe practicar todas las diligencias
necesarias para conservar los derechos emanados de ellas. Esto se refiere a la obligación de
protestar la letra (art.30 inc.final).
C.-‐‑ Endoso en comisión de cobranza.
Es el escrito puesto al dorso de la letra por el cual el endosante la entrega en cobro. Se
materializa mediante la cláusula “valor en cobro”, “en cobranza” o cualquiera otra mención
equivalente.
En definitiva en endoso en comisión de cobranza permite que un tercero cobre judicial o
extrajudicialmente la letra.
Para que un endoso sea en comisión de cobranza se requiere la expresión “valor en cobro”, “en
cobranza” u otra similar. Si no se señala eso se entiende que en endoso es traslaticio de dominio.
Si se incorpora la expresión “no endosable” igual puede endosarse en comisión de cobranza,
porque esto no es más que un mandato (Art. 18 Ley 18.092).
D. Endoso en blanco 20 (ver pie página)
20
Sólo lo contemplan los apuntes de Guerrero como categoría aparte. Contreras dice que es una subespecie
del endoso traslaticio.
62
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Aquellos donde no se señala el nombre del endosatario o aparece escrito en favor del “portador”.
El Art. 19., inc. 2o y 23 lo contemplan. Este tipo de endoso autoriza al portador del documento
para llenarlo, anteponiendo a la firma del endosante su propio nombre o el de un tercero, y para
transferir la letra, sin llenar el endoso, por la sola entrega del documento, y lo faculta también
para endosarlo en comisión de cobranza o en prenda, según lo señala el Art. 24.
4.-‐‑ Diferencias entre la cesión ordinaria de créditos y el endoso.
El endoso traslaticio de dominio presenta las siguientes diferencias con la cesión ordinaria de
créditos:
4) En el endoso, la transferencia del documento a la orden opera por el simple hecho del
escrito puesto al dorso y firmado por el endosante. No requiere, como la cesión
ordinaria, de la notificación o de la aceptación del deudor cedido;
5) Quien transfiere un documento a la orden por el endoso queda obligado solidariamente
a su pago (art. 25 de la Ley No 18.092); en cambio, el cedente de un crédito por el
procedimiento de cesión ordinaria sólo responde de la existencia del crédito al tiempo de
la cesión (art. 1907 del Código Civil).
6) La cesión ordinaria es una forma de tradición del título y el cedente no puede transferir
más derechos de los que tiene. Siendo esto así, el deudor cedido puede oponer al
cesionario las excepciones personales que tenía contra el cedente. En la transferencia de
un título de crédito a la orden mediante el endoso, el adquirente obtiene un derecho
nuevo, que nace en él mismo, porque la tradición es originaria y no derivativa,
desvinculando de la relación fundamental y de la persona que se lo transfirió. En
consecuencia, el deudor cedido de un crédito por endoso no puede oponer al cesionario
las defensas o excepciones que tenía contra el endosante.
6.3.3. ACEPTACIÓN
1. Concepto de la aceptación.
La ley no define la aceptación, pero podemos decir que ella es el “acto jurídico unilateral por el
cual el librado acepta la orden que se le hace en la letra de cambio, de pagarla a la persona que
sea portador legítimo de ella en el día del vencimiento.”
El efecto fundamental de la aceptación es el de constituir al aceptante (anteriormente librado) en
obligado a pagar la letra.
No es necesario presentar a la aceptación las letras “a la vista”. Estas letras son pagaderas a su
presentación (art.49).
La presentación a la aceptación, por regla general, es facultativa. Es imperativa respecto de las
letras giradas a un plazo de la vista. En efecto, el artículo 50 añade que “el término de la letra girada
a cierto plazo a contar de la vista, corre desde el día de su aceptación o desde su protesto por falta de
aceptación o por falta de fecha de aceptación”.
Según el art. 36, en las letras giradas a un plazo contado desde la vista, el librado deberá fechar la
aceptación, pues de otro modo no es posible determinar desde cuando se cuenta el plazo.
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2.-‐‑ Reglas formales sobre la aceptación.
La aceptación debe darse por escrito. Según el art.33, “la aceptación debe constar en la letra misma
por medio de la palabra “acepto”, “aceptada” u otras equivalentes y la firma del librado. La sola firma
de éste puesta en el anverso de la letra importa “aceptación”.
Lo que no puede omitirse nunca es la firma de la letra, porque éste sí es un requisito esencial.
Si la letra fuere girada a un plazo contadero desde la vista, o si ella debe ser presentada a la
aceptación de un plazo determinado, el librado deberá fechar la aceptación (art.36). Esta fecha
debe ser la del día en que la aceptación fuere dada.
El librado puede señalar en su aceptación un domicilio o residencia diferente del que resulte del
texto de la letra, para que ella se efectúe el pago, siempre que esté ubicado en la misma provincia
(art.43).
El librado puede retractarse de la aceptación. El artículo 44, señala que el librado que ha
estampado en la letra de cambio su aceptación puede borrarla o tacharla antes de restituir la
letra, debiendo en tal caso agregar la expresión “retiro mi aceptación” y volver a firmar.
Es importante tener presente que la retractación sólo surte efectos cuando se hace antes de
restituir la letra.
La aceptación no puede requerirse en días feriados, en días sábados ni el 31 de diciembre; y,
además, debe requerirse entre las 9 y las 18 horas, salvo que el lugar señalado para la aceptación
fuere el de una institución bancaria o financiera, en cuyo caso sólo podrá hacerse dentro del
horario del funcionamiento para la atención de público (art.38).
3.-‐‑ Reglas de fondo sobre la aceptación.
La aceptación debe ser pura y simple (art.42), pero el librado puede restringir su aceptación a
una parte de la suma librada.
La aceptación es irrevocable. Una vez dada la aceptación el librado no puede retractarse de ella
una vez restituida la letra. Antes de restituir la letra puede retractarse (art.44).
El principal efecto de la aceptación es el de constituir al librado en deudor principal de la letra,
transformándolo en aceptante. En virtud de esta norma, el aceptante queda personal y
directamente obligado al pago de la suma consignada en la letra, y su obligación es imperativa e
ineludible.
4.-‐‑ ¿Cuál es el plazo para aceptar la letra?
1. Letra a la vista: un año (prescripción acciones cambiarias)
2. Letra a un plazo de la vista: el plazo empieza a correr después de la aceptación, sin
embargo, se obliga a aceptar después de un año contado de la fecha de su emisión. Si no
se hace, queda sin valor, salvo que hubiere sido protestada (Art. 36).
3. Letra a un plazo fijo: puede aceptarse la letra durante todo su periodo de vigencia.
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CAPITULO 6.4. Aval y sus obligaciones.
Antes de empezar a analizar lo que implica un aval, consideraremos cuáles son las distintas
garantías que tiene el portador legítimo de una letra para cobrarla:
a. Solidaridad cambiaria: todos los que firman una letra de cambio (librador, aceptante o
endosante) quedan solidariamente obligados al pago de la letra y a los reajustes
correspondientes. Sin embargo, respecto de los endosantes hay que precisar que sólo responde
solidariamente el que realiza la tradición de la letra.
Art. 25 “El endoso traslaticio de dominio garantiza la aceptación y pago de la letra y el o los endosantes
serán solidariamente responsables de los efectos de la falta de aceptación o pago, salvo estipulación en
contrario estampada en el dorso mismo.
El endosante puede prohibir un nuevo endoso y, en tal caso, no responde ante los endosatarios posteriores
de la letra.”
La solidaridad a la que nos referimos no es la misma que la solidaridad regulada por el CC.
Tienen algunos elementos en común, y es que el acreedor puede perseguir a cualquiera de los
obligados al pago por el total. Además el deudor que paga tiene acción de reembolso de la parte
que le corresponde.
La diferencia radica en que hay veces en las que el obligado al pago no tiene acción de
reembolso:
1. Entre el librador y el aceptante.
2. El endosante sólo tiene acción contra el librador, el aceptante y endosantes anteriores y
jamás en contra de los posteriores.
3. El aval sólo tiene acción de reembolso en contra de las personas que haya avalado y
contra las personas que tenían acción respecto de las que avaló.
Art. 82 “El librador o el aceptante que pagare la letra no tendrán acción cambiaria de reembolso entre sí, ni
en contra de los demás firmantes de la letra.
El endosante que paga la letra tendrá acción cambiaria de reembolso a su elección en contra del librador,
aceptante y endosantes anteriores y de sus avalistas.
El avalista que paga la letra tendrá acción cambiaria de reembolso en contra de la persona a quien él ha
garantizado y de los demás firmantes de la letra respecto de los cuales tuviere acción cambiaria de reembolso
la persona avalada.
Se aplicará a los avalistas conjuntos la norma establecida en el artículo 2.378 del Código Civil.”
b. Garantías extra cambiarias: pueden ser reales o personales como las hipotecas, prendas y
fianzas. Se rigen por el Derecho Común y no circulan necesariamente con la letra.
c. Aval.
6.4.1 EL AVAL
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1. Definición: Está definido en el art.46, que dice: “El aval es un acto escrito y firmado en la letra
de cambio, en una hoja de prolongación adherida a ésta, o en documento separado, por el cual el
girador, un endosante o un tercero garantiza, en todo o en parte, el pago de ella”.
La persona que otorga el aval se llama avalista y debe ser una persona capaz de obligarse.
2. Aval limitado:
El aval puede ser limitado a tiempo, caso, cantidad o persona determinada; y en tal evento, sólo
producirá la responsabilidad que el avalista se hubiere impuesto (art. 47):
a. La limitación en cuanto a tiempo puede consistir en dar el aval sólo por un determinado
plazo.
b. Limitación en cuanto a caso, puede consistir en una condición; y
c. Limitación en cuanto a cantidad quiere decir que se cauciona el pago hasta un monto
determinado.
d. Limitación en cuanto a la persona: “sólo por Carlos Concha”
3. Aval sin limitaciones:
Concebido el aval sin limitaciones, el avalista de la letra de cambio responde del pago de ella en
los mismos términos que la ley impone al aceptante.
4. Lugar de otorgamiento:
Si el aval se da en la letra puede serlo en el anverso o en el dorso o en una hoja de prolongación
adherido a ella:
a. Si se otorga en el anverso: el aval se constituye por la sola firma del avalista. En todo caso,
en la práctica, se firma en sentido transversal a la escrituración de la letra y se le agrega las
palabras “por aval”, para evitar confusiones con las firmas del girador y aceptante, en su
caso.
b. Otorgado el aval en el dorso: del documento debe contener necesariamente, además de la
firma del avalista, la expresión “por aval” u otra equivalente. Esto para no confundir su
firma con algún endosante.
c. Otorgado el aval en escrito separado: debe, además de la firma del avalista, expresar que el
acto es un aval e identificar claramente la letra a la cual concierne.
La ley establece que el acto que no reúna los requisitos señalados en el artículo 46 no
constituye aval.
5. Cómo Responden:
Finalmente, digamos que el avalista de la letra de cambio responde del pago de ella en los
mismos términos que la ley impone al aceptante, cuando el aval está concebido sin limitaciones
(art.41).
Si se ha concebido con limitaciones, sea en cuanto a tiempo, caso, cantidad o persona
determinada, sólo producirá la responsabilidad que el avalista se hubiere impuesto (art. 47).
6. ¿Quiénes pueden ser avales en una letra de cambio?
Pueden avalar terceros extraños a la letra, el librador y el endosante.
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Si avala el librador no hay ninguna consecuencia especial ya que este estaba obligado desde un
principio al pago.
El endosante en principio responde sólo de los endosantes anteriores, pero si se constituye en
aval trae como consecuencia que se hará responsable de los endosantes posteriores.
CAPÍTULO 6.2. Relaciones jurídicas que se dan en la letra de cambio.
En la letra de cambio se destaca que existen dos relaciones:
una fundamental o subyacente y
otra documental o cambiaria.
Teniendo como base la idea de abstracción, se dice que hay una desvinculación entre ambas
relaciones. Las obligaciones cambiarias que asume cada firmante de la letra de cambio son
independientes de la relación fundamental, como asimismo son independientes los derechos que
adquiere cada sujeto al cual se le transfiere el documento por su mecanismo de circulación, tanto
de la relación fundamental como respecto del individuo que le hizo la transferencia o endoso.
Nace un derecho nuevo.
El título de crédito tiene la calidad jurídica de abstracto en atención a que el negocio que sirvió de
base para su libramiento no es mencionado en él y su contenido está reducido a la pura
obligación de pagar una suma de dinero. El negocio causal pasa a ser irrelevante en orden a
exigir el cumplimiento del derecho incorporado en el título.
Sandoval dice que el título de crédito abstracto es aquel documento cambiario que, por estar
desvinculado de su causa, no menciona la relación fundamental, y, en caso de hacerlo, ello
resulta irrelevante.
Ello no quiere decir que dichos actos se ejecuten, es decir, que surjan a la vida jurídica sin motivo
de ninguna especie, porque eso no existe en derecho.
Siempre hay una negociación, una razón de tipo económico que ha inducido a una o varias
personas a celebrar el contrato o en este caso crear una obligación título de valor, pero lo que
ocurre es que en los títulos de valores dichos actos se independizan de la relación causal, de ese
motivo originario, en términos de que tienen valor por el solo hecho de ser tales y las personas
que adquieren los derechos correspondientes pueden exigir el cumplimiento de las obligaciones
correlativas con absoluta independencia de cuales hayan sido esos motivos originarios.
La consecuencia más importante de la independencia y la abstracción de los actos cambiarios es
el principio general de la inoponibilidad que los favorece.
En efecto, las acciones que emanan directamente del título valor tienen, además, la ventaja de que
en contra de ellas el deudor que se obligó en el título no va a poder oponer las excepciones que
surjan del negocio causal, sino que solamente las excepciones reales que surgen del título valor o
de las personales que tenga contra el acreedor. Este principio se reconoce con el nombre de
principio de la inoponibilidad de excepciones.
Lo que ocurre es que cualquiera sea la forma cambiaria en que el portador haya adquirido el
título, cuando lo presenta para que se lo paguen ejerce un derecho originario, propio,
independiente de las relaciones jurídicas que hayan existido entre el deudor y los anteriores
poseedores del documento.
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Santiago Allamand 2015
El título de crédito puede emitirse con motivo de cualquier contrato, que pasa a ser su
antecedente o relación fundamental o relación subyacente. El nacimiento del derecho documental
no significa necesariamente la extinción de la relación fundamental, sino que ambas relaciones
jurídicas (documental y subyacente) pueden coexistir y en principio coexisten. El libramiento de
un título de crédito no origina novación de la relación que le dio origen, a menos que se convenga
expresamente (art. 12 y 32 de la Ley No 18.092, art. 37 de la Ley de Cuentas Corrientes Bancarias
y Cheques y art. 76 No 2 de la Ley No 18.175).
Sandoval expone tres posturas sobre cuál es la causa de los títulos de crédito, llegando a que la
causa de los títulos de crédito se encuentra en la relación fundamental, porque es el presupuesto
económico jurídico que justifica la obligación documental asumida por el girador. Es una
posición más precisa y evidentemente más lógica que permite dar una solución más realista al
problema de la causa en los títulos de crédito.
La abstracción se produce respecto de los portadores de buena fe, pero no en relación con quienes
celebraron el negocio causal. Ello equivale a decir que no es que los títulos de crédito carezcan de
causa-‐‑fin, sino que ella se presume en el ámbito cambiario, resultando irrelevante respecto del
portador de buena fe, que no intervino en la relación fundamental.
CAPÍTULO 6.3. Vencimiento y pago.
El artículo 1° señala, entre otras menciones, “la época del pago” de la letra, cláusula que
clasificamos como de la naturaleza, porque si la letra no contiene fecha del vencimiento, se
considera pagadera a la vista.
El vencimiento de la letra es, pues, la época en que debe ser pagada.
La época del pago o la fecha del vencimiento se determina en las letras de cambio según la forma
como haya sido girada. Como ya se vio21, según el art. 48 la letra de cambio puede ser girada a la
vista, a un plazo de la vista, a un plazo de la fecha del giro, y a un día fijo y determinado.
1. La letra a la vista es pagadera a su presentación (art.49).
2. Letras con otros vencimientos, el artículo 52 dispone que: “el portador de una letra de cambio
pagadera a día fijo, a un determinado plazo contado desde la fecha, o desde la vista, debe presentar la letra
para el pago el día de su vencimiento o al día siguiente hábil, si este fuere día festivo o feriado
bancario”.
6.4.1. ¿QUÉ PASA CUANDO EL TENEDOR DE LA LETRA ES UN BANCO?
Cuando el tenedor de la letra es un banco, el pago deberá hacerse en la oficina de éste. El banco
deberá enviar aviso escrito al aceptante comunicándole que tiene la letra en su poder, con diez
días, a lo menos, de anticipación a su vencimiento.
21
Ver elementos de la naturaleza, época. Más arriba.
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Santiago Allamand 2015
El deudor de una letra pagada a su vencimiento queda válidamente liberado, siempre que el
pagador deberá verificar la identidad de la persona que presenta la letra a cobro y su calidad de
tenedor legítimo de ella, la que deriva de su tenencia justificada por una serie ininterrumpida de
endoso.
6.4.2. ¿SE PUEDEN HACER PAGOS ANTICIPADOS?
El artículo 57 se refiere a los pagos anticipados, el artículo 55 de la ley establece que si se paga
una letra antes de su vencimiento, el pago se regirá por las normas sobre operaciones de crédito,
vigentes a la época de emisión de la letra.
Estas normas están contenidas en el artículo 10 de la Ley 18.010, que dicen:
“Art. 10. Los pagos anticipados de una operación de crédito de dinero, serán convenidos libremente
entre acreedor y deudor.
Sin embargo, en las operaciones de crédito de dinero cuyo importe en capital no supere el equivalente a
5.000 unidades de fomento, el deudor que no sea una institución fiscalizada por la Superintendencia de
Bancos o el Fisco o el Banco Central de Chile, podrá anticipar su pago, aun contra la voluntad del acreedor,
siempre que:
a) Tratándose de operaciones no reajustables, pagar el capital que se anticipa y los intereses pactados
calculados hasta le fecha del pago efectivo, más la comisión de prepago. Dicha comisión no podrá
exceder el valor de un mes de intereses pactados calculados sobre el capital que se prepaga.
b) Tratándose de operaciones reajustables, pagar el capital que se anticipa y los intereses pactados
calculados hasta le fecha del pago efectivo, más la comisión de prepago. Dicha comisión no podrá
exceder el valor de un mes y medio de intereses pactados calculados sobre el capital que se prepaga.
Los pagos anticipados que sean inferiores al 20%22 del saldo de la obligación, requerirán siempre del
consentimiento del acreedor.
El derecho de pagar anticipadamente es los términos de este artículo, es irrenunciable”.
Si el librado paga antes queda responsable de la validez del pago. Esto es así porque el
legislador buscó evitar que la letra de cambio siga circulando después de que ya se ha pagado.
Art. 56 “El librado que paga antes del vencimiento queda responsable de la validez del pago. El que paga la
letra a su vencimiento queda válidamente liberado, a menos que lo haya hecho a sabiendas para consumar
un fraude.”
6.4.3. ¿CÓMO DEBE SER EL PAGO?, ¿SE PUEDEN HACER PAGOS PARCIALES?
Por regla general, debe hacerse el pago en forma íntegra, sin embargo, puede hacerse un pago
parcial de la letra. Según el artículo 54, “el portador no puede rehusar un pago parcial”.
Si el pago parcial se verifica al vencimiento, éste puede ser por cualquier monto, y como la ley no
establece un mínimo, puede ser ínfimo. Sin embargo, si el pago parcial se hace después de
vencida la letra, el portador puede rehusarlo si fuere inferior a la mitad del valor del
documento.
El portador puede protestar la letra por el saldo no pagado (art.54, inciso 2°).
22
Ojo que modificaron la 18.010 el año 2013. Antes decía 25%.
69
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El pago siempre debe ser en dinero.
6.4.4. ¿A QUIÉN?
El pago debe hacerse al acreedor cambiario, el cual puede ser:
1. El beneficiario original de la letra a cuyo nombre fue extendida.
2. El portador legítimo del documento (el que tiene la legitimación activa).
6.4.5. CONSTANCIA DE PAGO:
El artículo 54 dispone que “el librado (aceptante) que paga la letra de cambio puede exigir que ésta se le
entregue con constancia del pago”. Esta constancia del pago se logra en la práctica estampando
en la letra de cambio la palabra “cancelada”. El artículo 86 agrega que, una vez pagada la letra de
cambio, el portador otorgará recibo de la misma y la entregará al pagador.
6.4.6. PAGO POR CONSIGNACIÓN Y POR SUBROGACIÓN:
La ley contempla un caso de pago por consignación simple en el art.70 y que consiste en
depositar en la Tesorería Comunal correspondiente la suma necesaria para pagar la letra,
intereses y reajustes, en su caso.
Este procedimiento sólo es aplicable cuando en la letra se ha indicado la comuna correspondiente
al lugar del pago.
La ley se refiere al pago por subrogación. En efecto, el artículo 87, que no es sino una aplicación
del art. 1572 del Código Civil, establece que cualquier extraño a la letra podrá pagarla y se
subrogará en los derechos del portador emanados del documento. El portador deberá dejar
constancia en el documento del nombre de la persona que hizo el pago.
6.5.7. ¿DÓNDE DEBE HACERSE EL PAGO?
La letra debe pagarse en el lugar indicado en esta. Lo normal es que la letra señale el lugar del
pago. Este principio puede alterarse por dos motivos:
1. Que el librado al momento de su aceptación señale otro domicilio para el pago. En caso
de señalarse otro domicilio, este debe encontrarse en la misma provincia que el lugar
original de la letra, si se señala en una provincia distinta la letra se entiende rechazada.
2. Cuando el beneficiario o portador de la letra de cambio es un banco o una entidad
financiera, en cuyo caso la letra debe pagarse en la oficina del banco respectivo. ¿Cómo
sabemos si la letra tiene por beneficiario a un banco? Se le impone una carga al banco
para que informe al obligado 10 días antes al vencimiento de la letra.
Art. 53 “Siempre que el tenedor de una letra aceptada fuere un banco o una sociedad financiera, ya como
beneficiaria, ya como endosataria, el pago deberá hacerse en la oficina que tenga en su poder la letra y que
esté situada en la comuna en que corresponda hacerse el pago. Se informará al aceptante, en la
comunicación a que se refiere el artículo 71 letra a), del lugar preciso en que deberá efectuarse el pago.”
6.5.8. EMBARGO DE LA LETRA DE CAMBIO.
El pago o la circulación de una letra de cambio NO puede prohibirse ni entrabarse sino por
resolución judicial de los casos que señala la ley. La ley mantiene el principio establecido en el
Código de Comercio en el sentido de que sólo por excepción es posible trabar embargos u otras
medidas precautorias que recaigan sobre la letra.
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El art. 57 indica los casos en que puede embargarse la letra:
a) En caso de quiebra u otro suceso que prive al portador de la libre administración de sus
bienes;
b) En caso de extravío de la letra;
c) En caso de retención, prohibición decretada sobre el crédito representado por la letra, y
de aprehensión del documento mismo, en gestión judicial seguida contra el tenedor
legítimo, siempre que el documento se encuentre en sus manos o en las de un mandatario
de éste para su cobranza.
CAPÍTULO 6.4. Protesto y extravío.
6.4.1 PROTESTO
1.-‐‑ Concepto.
Constituye un acto solemne, realizado por un funcionario público, que autentifica la falta de
cumplimiento de obligaciones cambiarias nacidas de la letra de cambio.
Dos son, en consecuencia, los objetivos principales del protesto:
a) Dejar constancia de la no aceptación de la letra por parte del librado;
b) Dejar constancia de la falta de pago del documento.
Las formalidades de ambos protesto son idénticas.
Desde otro punto de vista, el protesto mantiene o conserva los derechos del portador; de ahí que
pueda decirse con propiedad que éste cumple, al protestar el documento, la obligación que la ley
le impone, ya que si no lo hace, sufre como sanción la pérdida de ciertos derechos que son muy
importantes para la debida seguridad de su crédito.
Es necesario dejar en claro que el protesto, a pesar de su importancia para la conservación de
ciertos derechos del portador, no constituye una formalidad esencial ni es una exigencia de
orden público, puesto que la ley permite su omisión, fijando las consecuencias de la misma, y
autoriza para que el portador se libere de la obligación de protesto, mediante la cláusula
“devuelta sin gastos” o “sin protesto”.
Cuando no existe tal liberación, el legislador desea que la letra se proteste en tiempo y forma, y
tanto es así que ni aún en caso de quiebra, interdicción o muerte del librado queda el portador
dispensado de la obligación de protestar la letra (art.78).
Por otra parte, el art. 76 establece que ningún otro documento o diligencia puede suplir la
omisión del protesto.
El protesto además de conservar ciertos derechos del portador, implica un descrédito que afecta
seriamente a aquéllos que no cumplen con sus compromisos, puestos que estos son publicados en
el Boletín Comercial de la Cámara de Comercio y DICOM.
2.-‐‑ Clasificación de los protestos.
A. El artículo 59 dispone que la letra de cambio puede protestarse:
71
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los número correlativos de cada uno de ellos y con las menciones de las letras b), d) e) y f) del
art.62.
6) Además, individualizará el documento protestado con los nombres del librado o aceptante,
del requirente, del beneficiario, el monto de la letra y época del vencimiento.
7) El notario o el oficial del Registro Civil, en su caso, deberá devolver al portador la letra
original, con las constancias del protesto, a más tardar el día hábil siguiente, que no fuere
sábado, al término de la diligencia.
8) Antes de estampar la diligencia de protesto por falta de pago, el funcionario verificará en la
Tesorería Comunal correspondiente si se ha efectuado en ella algún depósito destinado al
pago del documento, siempre que en él se hubiere señalado la comuna correspondiente al
lugar del pago.
5.-‐‑ Pago de la letra de cambio con cheque.
Si se da en pago de una letra un cheque y el banco librado rehúsa pagarlo, el protesto de aquélla,
podrá realizarse dentro de los 30 días del vencimiento, siempre que hubiere hecho constar en la
misma el nombre del banco librado, la numeración del cheque y el número de la cuenta corriente
sobre la cual ha sido girado.
6. Procedimiento:
1) Hecho que le da origen al protesto.
2) Tiene que darse inicio al protesto al día siguiente hábil.
3) El funcionario competente debe citar al librado.
4) Redacción de un acta de protesto.
Excepciones a este principio:
A. (Art. 67 Ley de Quiebras)
1. En caso de quiebra del aceptante en caso de quiebra del aceptante.
2. En caso de quiebra del librador de una letra no aceptada.
3. En caso de quiebra del suscriptor de un pagaré a la orden.
B. (Art. 73)
1. Que se dé un cheque para el pago de la letra y que este sea rehusado por el banco.
C. (Art. 75) Caso fortuito o fuerza mayor.
Aviso: el funcionario competente debe dar un aviso por medio del cual se cita al librado para el
día siguiente hábil para efectos de practicar el efecto correspondiente (de pago, de aceptación o
de fecha de aceptación). El plazo para realizar el aviso es de dos días hábiles, pero la citación es
para el día siguiente hábil a aquél en que él realizó el aviso.
El notario puede delegar este trámite a un funcionario de su dependencia con autorización de la
Corte Apelaciones.
Requerimiento: debe hacerse al día siguiente hábil de la entrega del aviso al que se encuentre
obligado al pago (librador). Surgen tres posibilidades:
1) Si no comparece, se da lugar al protesto sin más trámite.
2) Si comparece, puede pagarse la letra, en cuyo caso se termina el protesto y el funcionario
entrega el precio al portador legítimo.
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6.4.2 EXTRAVIO DE LA LETRA DE CAMBIO
Las normas sobre el procedimiento en caso de extravío están contenidas en los artículos 69, 91, 92,
93 94, 95, 96 y 97 de la Ley 18.092.
En caso de extravío de una letra de cambio, el portador puede solicitar ante el Tribunal que se
declare judicialmente dicho extravío y que se le autorice para ejercer los derechos que le
correspondan como portador del documento en un documento que lo reemplace o haga las
veces. La solicitud debe contener los elementos necesarios para identificar la letra. se aplica
también a la letra de cambio parcialmente deteriorada.
Será Tribunal competente para conocer de esa gestión el Juez de Letras en lo civil de turno del
domicilio del peticionario.
En suma, el procedimiento es el siguiente:
1.-‐‑ De la petición se confiere traslado por 5 días hábiles a los obligados y al librado.
2.-‐‑ El Tribunal ordenará, también, que se dé noticia del extravío y de la solicitud del portador, por
medio de un aviso publicado en la edición del Diario Oficial del 1°o 15 de cualquier mes, o en el
día hábil siguiente.
3.-‐‑ Los interesados tienen el plazo fatal de 30 días para hacer valer sus derechos.
4.-‐‑ Si no se formula oposición o nadie comparece, el Tribunal autorizará al solicitante para
requerir la aceptación o el pago. El Tribunal puede exigirle al peticionario una garantía de
resultados, cuya calificación y duración determinará prudencialmente.
5.-‐‑ Si se deduce oposición por los obligados, por el librado o por quien pretenda ser portador
legítimo, se tramitará como incidente, y el Tribunal podrá en este caso ordenar de oficio medidas
probatorias.
6.-‐‑ La resolución del Tribunal que acoja la solicitud contendrá la individualización de la letra. La
copia autorizada de esta resolución reemplazará a la letra extraviada para requerir el pago o
aceptación.
El reemplazo de la letra por la resolución que impide a los obligados oponer al cobro las
excepciones o defensas que habrían podido hacer valer en relación con el documento extraviado.
7.-‐‑ En contra de la resolución sólo procederá el recurso de apelación, que se concederá en ambos
efectos.
8.-‐‑ En los casos de letra extraviada, los plazos para presentar la copia de la resolución que la
reemplaza a la aceptación o al pago, se prorrogará hasta el tercer día hábil siguiente de quedar
ejecutoriada la resolución que ponga fin al procedimiento, si ellos vencieren durante el curso de
éste.
9.-‐‑ La aceptación o el pago autorizado por la resolución judicial producen los mismos efectos que
los derivados del ejemplar auténtico de la letra.
75
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23
No sale en el cedulario.
76
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El pagaré puede tener también vencimientos sucesivos, y en tal caso, para que el pago de una de
las cuotas haga exigible el monto total insoluto, es necesario que así se exprese en el documento.
Se nada se expresare al respecto, cada cuota morosa será protestada separadamente”.
Criterio: Atendiendo a su cesibilidad.
a. Nominativo,
b. A la orden, y
c. Al portador.
Criterio: Atendiendo a su forma de pago.
a. Pagarés con monto determinado pagadero en una sola fecha.
b. Pagarés con vencimientos sucesivos. (art. 105)
CAPÍTULO 7.2. Emisión.
Del concepto de pagaré y de su carácter de título de crédito se deduce que debe tratarse de un
acto solemne, contenido en un documento escrito, cuyas enunciaciones están determinadas
expresamente por el legislador, bajo sanción de que si el instrumento no los lleva no vale como
pagaré.
7.2.1. REQUISITOS FORMALES (art. 102 ley 18.092):
El artículo 102, indica las enunciaciones del pagaré, que son:
1.-‐‑ La indicación de ser pagaré, escrita en el mismo idioma empleado en el título.
(Sandoval dice que la intención del legislador ha sido la de no dejar duda alguna sobre la
naturaleza del título de crédito, que ahora dirá expresamente que se trata de un pagaré y en
el mismo idioma en que está escrito el documento.)
2.-‐‑ La promesa, no sujeta a condición, de pagar una cantidad determinada o determinable de
dinero.
(Sandoval dice que es el objeto o contenido del título de crédito pagaré. Esto permite
clasificarlo en la categoría de los efectos de comercio. Es un requisito esencial que mira al
fondo de esta clase de instrumentos, de suerte que si la promesa no sujeta a condición se
refiere a otra cosa que a una cantidad determinada o determinable de dinero, no se trata de
un pagaré sino de otro tipo de título de crédito o bien de otro documento. Que la cantidad de
dinero sea determinada o determinable depende de otras cláusulas del contenido del
documento, como las relativas a reajustabilidad, convención de intereses, etc., que no son
contrarias a su naturaleza y que se rigen por las normas sobre letra de cambio, que son
aplicables al pagaré en virtud del artículo 107 de la Ley No 18.092, de 14 de enero de 1982.)
3.-‐‑ El lugar o época de pago. No obstante si el pagaré no indicare el lugar del pago, se
entenderá que éste debe efectuarse en el lugar de su expedición; y si no contuviere la fecha de
vencimiento, se considerará pagadero a la vista.
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(Sandoval dice que son enunciaciones no esenciales, por cuanto la ley contiene reglas
supletorias en defecto de ellas.
El lugar del pago se enunciará expresamente cuando él deba efectuarse, por ejemplo, en uno
distinto de aquel en que se emite. El pagaré se utiliza en este supuesto como un instrumento
para la ejecución de un contrato de cambio. La época de vencimiento está determinada por la
forma como el pagaré se emite y, de acuerdo con lo establecido en el artículo 105, puede ser
extendido: a la vista, a un plazo contado desde su fecha y a un día fijo y determinado. El
pagaré puede tener también vencimientos sucesivos y, en tal caso, para que el no pago de
una de las cuotas haga exigible el monto total insoluto, es necesario que así se exprese en el
documento. Si nada se dice al respecto, cada cuota morosa debe protestarse separadamente.)
4.-‐‑ El nombre y apellido del beneficiario, o la persona a cuya orden se ha de efectuar el
pago, o la individualización de que es pagadero al portador.
(Sandoval dice que esta cláusula es esencial y determina la forma como el pagaré va a
circular. Cuando se emite en forma nominativa, será transferible por el mecanismo de la
cesión de créditos; si se gira a la orden, circula mediante el endoso, y, en fin, girado al
portador, se traspasa por entrega manual.)
5.-‐‑ El lugar y fecha de expedición
(Sandoval dice que esta mención es interesante para determinar la capacidad del suscriptor al
tiempo de crear el documento, como asimismo para fijar la época de vencimiento de los
pagarés girados a un plazo contado desde su fecha. El lugar es importante porque si no se
indica dónde debe hacerse el pago, se entiende que éste ha de efectuarse en el lugar de su
expedición. Interesa también el lugar de expedición para la aplicación del principio lex locus
regis actum (la ley del lugar rige la forma del acto). )
6.-‐‑ La firma del suscriptor
(Sandoval dice que es precisamente este elemento o enunciación el que traduce el propósito
de obligarse del emisor del título. Es sin duda una enunciación esencial del documento. La
ley establece que bajo la responsabilidad del suscriptor, sus firmas pueden estamparse por
otros procedimientos que se autoricen en el Reglamento en los casos y con las formalidades
que en él se establezcan.)
7.2.2. SANCION POR FALTA DE LAS ENUNCIACIONES
Ya hemos dicho que el pagaré como título de crédito tiene como característica la formalidad.
Siendo así, el documento que no cumpla con las exigencias del artículo 102 de la Ley No 18.092
no vale como pagaré.
Sin embargo, de las menciones exigidas por la disposición legal citada, pueden omitirse el lugar y
la época de pago, que no son esenciales, ya que la propia ley suple el silencio del emisor en estos
casos. Si el pagaré no indica el lugar del pago, se entenderá que éste debe efectuarse en el lugar
de su expedición, y si no contuviere la fecha de vencimiento, se considera pagadero a la vista.
7.2.3. ASPECTOS DE FONDO DEL PAGARÉ
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Estos son, fundamentalmente:
1. La promesa,
2. No sujeta a condición,
3. De pagar una determinada o determinable cantidad de dinero;
4. La indicación de ser el documento un pagaré y
5. La firma del suscriptor.
El contenido del pagaré como título de crédito no puede ser otro que una promesa no sujeta a
condición de pagar una cantidad determinada o determinable de dinero. Si la promesa se refiere
a otra cosa –por ejemplo, a la entrega de determinadas mercaderías–, no estaremos en presencia
de un pagaré, sino de otro tipo de título de crédito o de documento. Asimismo, si la promesa de
pagar la suma de dinero se sujeta a condición, tampoco se trataría de un efecto de comercio
denominado pagaré.
La enunciación en el documento que contiene la promesa de pagar una suma determinada o
determinable de dinero de que es un pagaré es un elemento de fondo que permite diferenciarlo
de otros efectos de comercio cuyo contenido es similar.
Por último, la firma del suscriptor es el elemento que traduce y expresa la voluntad unilateral
de la persona que promete pagar la cantidad de dinero y que le obliga a cumplirla. Sin ella no se
crea el documento ni nace la obligación incorporada en él. La ley vigente en la materia expresa
que el suscriptor del pagaré queda obligado de igual manera que el aceptante de una letra de
cambio.
CAPÍTULO 7.3. Diferencias con la letra de cambio.
Nos limitaremos a indicar las principales diferencias entre ambos títulos de crédito:
1. En cuanto a su creación: el pagaré es una verdadera confesión de deuda, aunque la ley
actual no lo dice expresamente, formulada por la voluntad del suscriptor que se
manifiesta mediante la firma del documento. Por el contrario, en la emisión de la letra de
cambio deben intervenir a lo menos dos personas, el librador o girador, que puede ser a
su vez beneficiario, quien emite la orden, y el librado, contra quien se libra o gira la
cambial, que puede convertirse en aceptante si admite pagarla.
2. El pagaré no es un título de crédito sujeto a aceptación, puesto que surge por la sola
voluntad del suscriptor. La letra de cambio, siendo una orden, requiere la aceptación del
librado para que resulte obligado.
a. Consecuencia de lo anterior es que el pagaré sólo puede protestarse por falta de
pago, en tanto que la letra de cambio puede protestarse por falta de aceptación o
de fecha de aceptación.
b. Otra consecuencia es que debido a que no hay aceptación, no existe pagaré a un
plazo de la vista, como en las letras de cambio.
3. El pagaré admite vencimientos sucesivos, en tanto que la letra de cambio debe tener un
solo vencimiento.
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El no pago de una cuota puede hacer exigible la totalidad del saldo insoluto, cuando así
se establece en el documento (art. 105). Esta “cláusula de aceleración” no se puede
introducir en la letra de cambio.
4. El pagaré puede ser al portador, a diferencia de la letra de cambio que NO puede serlo.
CAPÍTULO 7.4. Partícipes.
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8.1.1 REGULACIÓN
La ley de Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques está contenida en el D.F.L. N° 707, de 21 de
julio de 1982, que fijó el texto refundido, coordinado y sistematizado de la Ley sobre Cuentas
Corrientes Bancarias y Cheques. La última modificación de esta Ley fue en Febrero de 2015.
La citada ley, en su texto vigente, contiene tres párrafos: 1) Del Contrato de cuenta corriente (arts.
1° al 9°); 2) Del Cheque (art. 10 al art.44); y 3) De las cuentas corrientes y cheques en moneda
extranjera (art.45 al art.50).
8.1.2. DEFINICION LEGAL.
El artículo 1° da la siguiente definición: “La cuenta corriente bancaria es un contrato a virtud del cual
un Banco se obliga a cumplir las órdenes de pago de otra persona hasta concurrencia de las
cantidades de dinero que hubiere depositado en ella o del crédito que se haya estipulado”.
Características de la definición:
A. De la definición del art.1° se desprende que la cuenta corriente puede ser de simple
depósito, para mantener fondos y girarlos, o una cuenta corriente de crédito.
Esto último tiene lugar cuando el banco, además de pagar los cheques hasta el monto del
numeral depositado, conviene un crédito para cuya virtud atenderá las órdenes de pago
más allá de los fondos depositados por el comitente, autorizando el giro de cheques
hasta el monto del crédito o “sobregiro” pactado.
Tanto las cuentas en moneda nacional como en moneda extranjera se rigen
principalmente por esta Ley y por las instrucciones de la Superintendencia de Bancos e
Instituciones Financieras.
B. Se trata de un contrato en el cual una de las partes que lo celebra ha de revestir
necesariamente el carácter de banco, quedando prohibida su celebración a otras
entidades de crédito, como sucede con las sociedades financieras.24
C. La cuenta corriente puede dar lugar a multiplicidad de giros o retiros, lo que se conoce
y registra como “movimiento” de la cuenta.
24
La Ley General de Bancos enumera este contrato como una operación propia e inherente al giro bancario
(art.69 N°1, DFL N°3, de 1997, L.G.B).
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En cuanto a los requisitos legales de capacidad para celebrar eficazmente el contrato de
cuenta corriente, la Ley en estudio no contempla disposiciones especiales al respecto, por
lo que cabe remitirse a la regulación que nos entrega el Derecho Común, sobre la materia.
D. Del contrato resulta obligada una sola de las partes, el banco, que debe cumplir las
órdenes de pago del comitente o cuentacorrentista.
8.1.3. OBJETO.
Su objeto es necesariamente dinero (art.1°) que se confunden en el patrimonio del depositario.
Los bancos reciben las sumas o fondos depositados en propiedad, ya que es un depósito
irregular en el que la especie depositada pasa en dominio al depositario, quien se presume
facultado para hacer uso de ella (art.2221 C.C.).
Esto hace que el banco disponga y preste el dinero como si fuese suyo y el cliente disponga a su
turno del dinero a pesar de no ser suyo. En el depósito bancario existe, en síntesis una doble
disponibilidad: a favor del banco y a favor del cliente.
8.1.4. SUJETO A INSTRUCCIONES ADMINISTRATIVAS.
La Superintendencia de Bancos, como entidad con potestad administrativa creada por D.L. 1097,
está facultada para interpretar la ley e impartir instrucciones a los bancos encaminadas a la
apertura del contrato de cuenta corriente. Así lo establece el art.12 del D.F.L. N°3 en relación con
lo dispuesto en el art.22 parte final de la Ley sobre Cuentas Bancarias y Cheques.
Se busca, a través de estas medidas, evitar que los bancos permitan la apertura de esta cuenta a
personas sin la suficiente “idoneidad” para ser titulares de una cuenta corriente, por ejemplo,
aquellas que cometen el delito de “giro doloso de cheques”. Estas personas quedan afectadas por
una “prohibición de abrir cuentas corrientes bancarias”, medida que se hace pública, incluyendo
su nombre en una lista, fijando en cada caso el plazo que dura esta medida. La Superintendencia
se encuentra facultada para imponer multas a los bancos que infringen las instrucciones de
apertura.
8.1.3. CARACTERISTICAS DEL CONTRATO.
El contrato de cuenta corriente bancaria tiene las siguientes características:
A. Unilateral.
B. Oneroso.
C. Mercantil.
D. Consensual
E. Principal, nominado e intuito personae.
F. De adhesión.
G. Tracto sucesivo.
A. Unilateralidad del contrato.
El contrato de cuenta corriente bancaria, a diferencia del contrato de cuenta corriente mercantil,
es un contrato que se inscribe dentro del régimen de los contratos unilaterales. De la definición
que arranca del artículo 1°, se desprende que sólo surgen obligaciones para una sola de las
82
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partes, impuestas en este caso al banco librado y no para el comitente, el cual no contrae
obligaciones inmediatas.
El carácter unilateral del contrato se advierte a lo largo del texto legal (v.gr., art.15, que obliga al
banco librado proporcionar al comitente en forma gratuita y bajo recibo los talonarios de
cheques) y presenta enorme interés práctico, en atención a las consecuencias que derivan de esta
estructura.
Así, en esta línea de principio, no sería posible demandar la resolución del contrato por no tener
cabida en este tipo de contrato la condición resolutoria tácita (art.1489), como tampoco impetrar
la excepción de contrato no cumplido ligada a los contratos bilaterales.
Como dijimos, el cuentacorrentista no contrae una prestación imperativa que emane del contrato.
Se estima que es obligación del comitente efectuar la provisión de fondos para atender
íntegramente sus órdenes de pago, ya sea con fondos propios o a través de crédito. Empero, el
banco no tiene acción para compeler al cuentacorrentista para que cumpla con el depósito de
fondos, estando facultado para rehusar el pago levantando la correspondiente acta de protesto
en que se consigne la causal de “falta de fondos”.
¿Puede ser bilateral?
Puede ocurrir, sin embargo, que el comitente le solicite un crédito al banco, para cubrir un déficit
en los fondos disponibles en su cuenta. Aquí el contrato (art.3°) adquiere el carácter de contrato
bilateral, pero no como consecuencia que emane de la naturaleza del contrato de cuenta
corriente que seguirá siendo unilateral25, sino como consecuencia de un hecho posterior a su
formación o celebración pasando a denominarse “contrato sinalagmático imperfecto”, porque el
comitente deberá reembolsar al banco el crédito o sobregiro concedido para operar la cuenta
corriente.
Es difícil tipificar a priori este contrato como unilateral. Don Arturo Alessandri señalaba que
“determinar si un contrato es bilateral o unilateral, es decir, si impone obligaciones a una sola de
las partes o simultáneamente, es una cuestión de hecho que corresponde establecer a los jueces de
la instancia o de fondo”.
B. Carácter oneroso.
La única obligación del comitente con el banco es la de pagar los gastos y la comisión por el
“servicio” de manejo de la cuenta corriente, como son las anotaciones de movimientos, despacho
de cartolas, etc.
Conforme lo establece el art.8°, los bancos están facultados para cobrar una comisión a sus
comitentes por la mantención de la cuenta corriente.
El derecho que le asiste al banco de cobrar una comisión vuelve a reflejar en este contrato la nota
de transformarse en un verdadero “contrato sinalagmático o bilateral imperfecto”, ya que se
genera para el comitente la obligación correlativa de reembolso, que se cumple cargando el valor
25
Para efectos del examen, la respuesta es que es Unilateral.
83
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correspondiente en su cuenta e informándole posteriormente a través del envío de un “aviso de
cargo”.
Todo banco fija libremente estas comisiones de acuerdo a una tablado desarrollo que se eleva
gradualmente cuando el saldo promedio de la cuenta es bajo. De igual forma, los bancos pueden
pagar un interés a favor del cliente por los saldos depositados en la cuenta corriente (art.8°).
C. Carácter mercantil.-‐‑
De acuerdo a lo que se desprende del art.3° N°11 y el art.69 N°1 del CCOM, la cuenta corriente
bancaria, para el banco será siempre un acto de comercio. Y, para el comitente, según la teoría de
lo accesorio, lo será comercial si es complementario un giro principal mercantil; si no, será
simplemente un acto de carácter civil.
D. Consensual.-‐‑
Es un contrato consensual por cuanto la ley no previno formalidad para el perfeccionamiento de
su celebración. Sin embargo, en la práctica se deja constancia del contrato en formularios
prerredactados y estandarizados (Contratos de Adhesión). La uniformidad y carácter masivo
que ofrece la contratación bancaria y el interés de los bancos por conseguir la mayor claridad
posible en sus relaciones con la clientela, han sido los hechos determinantes de la difusión de las
condiciones generales en este ámbito.
E. Principal, nominado e intuito personae.
Es un contrato principal, nominado e intuito personae, tratado y regulado por el legislador, dotado
de fisonomía propia y en lo no previsto se le aplican las normas del contrato de cuenta corriente
mercantil –no las del mandato-‐‑, aunque el legislador se valga de la expresión “comitente” propia
del mandato y relativa a su actividad gestora y a la forma en que el banco rinde cuenta de su
cometido (arts.4°y 5°).
El carácter intuito personae, cimentado en la confianza mutua, aparece en la mayor parte de los
contratos bancarios que se celebran principalmente con miras a este elemento fiduciario.
F. De adhesión.
Es de adhesión porque los términos o condiciones del mismo son impuestos unilateralmente por
el banco. No son discutibles o negociables. Va generalmente pre impreso en formularios.
La jurisprudencia (Rev.Fallos del Mes, año 1992, N°402, pág.213, Consid.11°) le ha atribuido el
carácter de contrato de adhesión al que se le aplican los usos y costumbres bancarios, que los
bancos incorporan uniformemente en las Condiciones Generales de la Cuenta Corriente”.
G. De tracto sucesivo
Debido a que su ejecución dura en el tiempo. Las obligaciones se van cumpliendo periódica y
sucesivamente, a través de actos como la entrega de los talonarios de cheques, los depósitos y
créditos de dinero que se abonan a la cuenta, los giros que contra ella se efectúan mediante los
cheques, cargos, cartolas y así sucesivamente.
8.1.4. TIPOS DE CUENTA CORRIENTE BANCARIA:
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1) De depósito: cuando el cliente entrega una suma de dinero al banco (aceptante) que se hace
dueño de ésta y con cargo a ese depósito se obliga a pagar las órdenes emitidas por el cliente (o
librador).
2) De crédito: cuando el banco otorga un préstamo al librador y lo autoriza para emitir órdenes
de pago con respecto a ese préstamo.
En la práctica no se distingue entre ambos tipos de cuenta corriente, ya que las personas suelen
tener una línea de crédito y una línea de depósito.
CAPÍTULO 8.2. Obligaciones de las partes.
85
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26
“Art. 2. El Banco acreditará a su comitente el dinero que éste o un tercero entreguen con tal objeto.”
86
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computarlo, a nuestro juicio, a partir de la remisión por correo de cada estado que contiene la
partida en discusión.
E. Entrega de talonarios de cheques gratuitamente al librado.
Art. 15 “El cheque será girado en formularios numerados que suministrará gratuitamente el
librado, en talonarios de serie especial para cada librador, a menos que éste gire a su favor en la misma
oficina del librado.
Los Bancos no podrán cobrar comisión por los cheques de cualquiera procedencia que sus clientes
depositen en sus cuentas corrientes respectivas. Pero podrán cobrar los gastos que les demande el cobro de
los cheques de otras plazas y de otras instituciones.”
F. El banco se hace responsable de las falsificaciones de los cheques en ciertos casos:
a) Cuando la firma es visiblemente disconforme.
b) Cuando el cheque no está en buenas condiciones.
c) Cuando el cheque no es de la serie asignada para el titular.
8.2.2 SECRETO BANCARIO.
Debe mantener en estricta reserva respecto de terceros el movimiento de la cuenta corriente y
su saldo (inc.2° del art.1°) y sólo están autorizados a la exhibición de determinadas partidas,
debiendo interpretarse la expresión “partidas” con cierta amplitud, pudiendo determinarse en
forma individual, por su glosa, fecha, cantidad, por un período en que hayan sido asentadas,
pero cuidando siempre que la información se entregue en forma precisa. Esto es lo que se
denomina Secreto Bancario.27
Puede proporcionar estas informaciones al cuentacorrentista y a quienes éste expresamente
haya facultado. El principio anterior se funda, en primer término, en el amparo del secreto de la
contabilidad mercantil (arts.41, 42 y 43 del C.de C.), y en una tradición largamente sostenida en
nuestro medio, que surge casi en forma coetánea con la dictación de las leyes bancarias.
Según un famoso fallo de la Corte Suprema (2.4.81 Bco. O ́Higgins con SII), desde siempre se
reconoció una especie de derecho de propiedad sobre esta información por parte del titular de la
cuenta, al que le asiste el derecho a la confidencialidad, y al banco el deber de garantizar el
sigilo. El legislador sanciona expresamente el derecho a la intimidad en el art.19 N°4° y 5°de la
C.P.E. de 1980.28
En la actualidad la regulación del secreto de la cuenta corriente bancaria se encuentra, aparte del
art.1°, en el art.20 de la Ley General de Bancos, contenida en el D.F.L. N°3, de 1997.
Finalmente el art.62 del Código Tributario establece que “La justicia ordinaria podrá ordenar el
examen de las cuentas corrientes en el caso de procesos que digan relación con el cumplimiento
de obligaciones tributarias.
27
“Art. 1 inc 2 El Banco deberá mantener en estricta reserva, respecto de terceros, el movimiento de la
cuenta corriente y sus saldos, y sólo podrá proporcionar estas informaciones al librador o a quien éste haya
facultado expresamente.”
28
Esta materia se ha vuelto muy controversial a nivel mundial en el año 2015 a propósito de la lista
Falciani.
87
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En forma excepcional, el alcance y extensión de este derecho cede a favor de la protección del
bien común. Los tribunales (jueces ordinarios, laborales) excluidos los arbitrales, pueden
formular requerimientos y ordenar la exhibición de “determinadas partidas” de la cuenta
corriente en causas civiles (v.gr., en materia de quiebras para indagar la situación económica
durante el periodo sospechoso; también para conocer la situación económica del alimentante en
materia de alimentos) y asuntos de índole criminal. (art. 1 inc 2 y 3 Ley Cuenta Corriente y
Cheques).
Cabe señalar que la Ley 19.336 modificada por la Ley 19.393 de1995 (sanciona el tráfico ilícito de
estupefacientes y sustancias psicotrópicas.), facultó al Consejo de Defensa del Estado, previa
autorización judicial, para requerir de los bancos la entrega de antecedentes o documentos sobre
cuentas corrientes, depósitos u otras operaciones sujetas a la tradicional reserva bancaria.
8.2.3. PROTECCIÓN CONTRA EL BANCO.
Los titulares de cuentas corrientes cuentan con protecciones ante un banco inescrupuloso que
hace uso de sus fondos. Así, cualquier depositante a la vista tiene:
A. La reserva técnica: la Ley de Bancos obliga y restringe el número de colocaciones que el
banco puede hacer con el capital en reserva. No puede ser superior al 2,5 veces el
patrimonio efectivo (pagado y reserva) (art. 65 Ley de Bancos)
B. Encaje: el banco debe depositar una parte del capital al Banco Central. Si el banco cae en
insolvencia, el Banco Central lo obliga a pagar a todo titular de cuenta corriente
(acreedores a la vista). Este pago lo realiza el mismo Banco Central.
C. El que tiene depósitos a plazo no cuenta con la garantía de liquidez anterior (del Banco
Central) pero si cuenta con la garantía estatal de depósitos (art. 144 Ley de Bancos). Sólo
se aplica a personas naturales, no mas allá de 120 UF por persona.
8.2.4. DEBERES O CARGAS DEL COMITENTE
Al cuentacorrentista también se le llama comitente. NO son obligaciones sino más bien cargas,
es decir, deberes establecidos en su propio interés, ya que si no los cumple no va a poder obtener
el beneficio esperado con la tenencia de la cuenta.
A. Depositar fondos: es una carga y no una obligación, ya que el banco no puede obligarlo a
depositar. Si no lo hace, nada pasa, excepto que no puede girar cheques, ya que no van a
ser pagados por el banco.
B. Girar los cheques en los talonarios que entregue el banco: nuevamente, si no lo hace,
simplemente el banco no los va a pagar.
C. Girar los cheques solo si tiene fondos: sino, el banco no los paga.
D. Cuidar el talonario de cheques y evitar su extravío: según el art. 17, “El librador es
responsable si su firma es falsificada en cheque de su propia serie y no es visiblemente
disconforme.”
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E. No girar cheques sin fondo: crea consecuencias más allá del banco. Hay un tenedor
legitimo del cheque al que se le debe el pago y podrá protestarlo, llevando a tramites
civiles o penales por giro doloso de cheque.
CAPÍTULO 8.3. Otros aspectos de la Cuenta Corriente Bancaria.
8.3.1. FALLECIMIENTO O QUIEBRA
¿Qué pasa con los fondos depositados del causante? ¿Qué pasa con los cheques pendientes de
pago?
En caso de muerte no debería haber problema con los cheques y el banco los pagará. Pero
ninguno de los herederos podrá girar contra la cuenta. Tendrán que esperar la posesión efectiva.
En caso de asignar un partidor, éste tendrá acceso a la cuenta para repartir fondos entre los
herederos.
Si el cheque se giró por el titular de la cuenta antes de la declaración de quiebra es válido. A
partir de la fecha de declaración, se produce el desasimiento (los bienes pasan a manos del
sindico). Otro efecto de la quiebra es que los acreedores valistas se pagan simultáneamente y a
prorrata de su crédito, por lo tanto, el que tiene cheque del fallido no puede cobrarlo en el banco
y tendrá que esperar a los repartos de la quiebra.
8.3.2 CUENTAS MULTIPERSONALES
Son cuentas en las que el titular se compone de dos o mas personas por lo que, si muere uno, el
otro puede seguir girando. No obstante la Ley de Banco establece que no puede ser, bajo ningún
respecto, una evasión de impuestos a la inscripción de herencia.
8.3.3. CUENTAS DE AHORRO
¿Cómo se abre una cuenta corriente? ¿Quién tiene derecho a celebrar este contrato?
Normas de la Superintendencia de bancos: se verifica que tenga RUT, carnet de identidad,
registro de forma, información financiera del cliente, etc.
¿Qué pasa su la persona no califica?
Podrá depositar en una cuenta de ahorro. Aquí el titular no gira cheques y puede retirar los
fondos en el tiempo.
La cuenta puede ser a la vista (no genera interés) o a plazo (el titular de la cuenta tiene límites en
el tiempo para retirar los fondos, y se limita el numero de giros al año). Esta última da reajuste e
intereses.
Depósito y la cuenta de ahorro:
1. Ambos pueden ser a la vista o a plazo.
2. En el depósito no es necesario un contrato con el banco, a diferencia de la cuenta de
ahorro. Cualquier persona puede depositar fondos, contra el cual el banco emitirá un
titulo de crédito o certificado de depósito (pagaré) y el titular podrá cobrarlo o bien
transferirlo en el mercado por endoso.
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Resumen: las captaciones del banco pueden ser;
-‐ Depósito de dinero: pueden ser
o A la vista
o A plazo (intereses UF) à semejante a un mutuo y sobre el cual se emite un
certificado.
-‐ Depósito en cuenta corriente
-‐ Depósito en cuenta de ahorro
-‐ Depósito escrow
Los bancos hoy están facultados a recibir mandatos de titulares de depósitos para usarlos en fines
específicos. Así, tenedores de bonos o acreedores exigen que todo fondo depositado vaya
acompañado de la orden de pago de estos bonos; instrucción que el banco tiene de todas las
partes y este actúa como mandatario de ellas.
En compras de empresas puede que el comprador no corra el riesgo de que la valorización de la
empresa sea real, por lo que se niega a pagar todo al contado y pedirá tomar control de la
empresa por 6 meses. El vendedor, al no correr el riesgo de que no se le pague, puede pedir que
el dinero se deposite y luego de los 6 meses, el banco le pagará a una u otra parte si después de 6
meses se cumplen o no los supuestos.
8.3.4. BOLETAS BANCARIAS DE GARANTÍA.
Es un documento en el que consta una obligación revocable de un banco de pagar a un tercero
en la medida que se le acredite el cumplimiento de ciertas condiciones.
¿Cuáles son esas condiciones?
Son generalmente un incumplimiento de una obligación de hacer del cliente. Una vez que se
incumple la obligación el tercero puede exigir el pago al banco. Es idéntica a la fianza, como si el
banco fuera el fiador que se obliga a pagar una deuda en caso de que el cliente no cumpla con su
obligación.
¿Por qué el banco se obliga?
Pueden darse dos hipótesis:
a. El banco está dispuesto a hacer esto porque su cliente tiene una línea de crédito y el
evento de que se haga efectivo el cobro de la boleta, se obtienen los fondos de ese
contrato previo de línea de crédito.
b. Sin embargo puede ser que el banco no tenga un vínculo previo con la persona que
incumple la obligación, en este caso el banco paga porque el cliente le deposita
previamente el monto que será de respaldo para el cobro de la boleta bancaria.
La boleta bancaria de garantía tiene por objeto garantizar el cumplimiento de una obligación de
hacer para con un tercero respecto de un cliente de un banco. Entonces en el evento en que se
incumpla la obligación el beneficiario puede acudir al banco a cobrar la boleta bancaria.
La secuencia de sucesos es la siguiente:
1. Se emite la boleta bancaria por el banco.
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Cabe consignar que en caso que se trate de una cuenta abierta en forma bipersonal, y fallezca
uno de los titulares, el art.26 de la Ley de Herencias, establece que los fondos se considerarán del
patrimonio exclusivo del sobreviviente hasta la concurrencia de la cantidad de 5 U.T.A. El
saldo sobre ese monto, si lo hubiere, pertenecerá por iguales partes al otro depositante y a los
herederos del fallecido. La norma exige únicamente probar el estado civil no siendo necesario el
auto de posesión efectiva ni acreditar el pago o exención del impuesto a la herencia.
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NOVENA PARTE. OPERACIONES DE CRÉDITO DE DINERO.
Cuando una parte contratante entrega a la otra una suma de dinero, se cumple tanto una función
jurídica como económica, o sea, la moneda cumple tanto un rol jurídico como uno económico,
los cuales deben encontrarse en armonía para el buen funcionamiento tanto del orden jurídico
como del económico.
El Decreto Ley N° 455 de 1974 legisló por primera vez sobre operaciones de dinero, estableciendo
el concepto, elementos, mecanismo de reajustabilidad e intereses.
Las operaciones de crédito de dinero se encuentran reguladas en la Ley 18.010, que en su
artículo primero las define como:
“Inc 1 Aquellas por las cuales una de las partes entrega o se obliga a entregar una cantidad
de dinero y la otra a pagarla en un momento distinto de aquel en que se celebra la convención.
Inc 2 Constituye también operación de crédito de dinero el descuento de documentos
representativos de dinero, sea que lleve o no envuelta la responsabilidad del cedente.
Inc 3 Para los efectos de esta ley, se asimilan al dinero los documentos representativos de
obligaciones de dinero pagaderos a la vista, a un plazo contado desde la vista, o a un plazo
determinado.
Inc 4 No se aplicarán las disposiciones de este Título a las operaciones de crédito de dinero
correspondientes a contratos aleatorios, arbitrajes de monedas a futuro, préstamo marítimo o avío
minero.”
La operación de crédito de dinero es distinta a un mutuo de dinero, en el sentido que éste, según
CC Art. 2196, es “un contrato en que una de las partes (mutuante) entrega a la otra (mutuario) cierta
cantidad de cosas fungibles con cargo de restituir otras tantas del mismo género y calidad.” El
mutuo, cuando es de dinero, es un tipo de operación de crédito de dinero, pero no son lo
mismo. La Ley 18010 establece normas especiales para las operaciones de crédito de dinero. Por
ello, en el mutuo de dinero, ciertas normas del Código Civil serán modificadas por la Ley 18.010.
La Ley 18.010 ocupa el término “operación”, que no es un concepto jurídico, sino económico.
SANDOVAL señala que la operación supone uno o más actos jurídicos relacionados o
vinculados entre sí para la obtención de una finalidad económica.
9.1.1. ELEMENTOS CARACTERÍSTICOS DE LA OPERACIÓN DE CRÉDITO DE DINERO:
1. Una de las partes entrega o se obliga a entregar una cantidad de dinero; y
2. la otra parte se obliga a pagarla en un momento distinto.
La forma en que la entrega se hace o se conviene, por ser una operación, puede tratarse de uno o
varios actos jurídicos, por ejemplo, inc. 2 Art. 1. Otros ejemplos son préstamo, mutuo, depósito,
apertura de crédito, avances o préstamos contra suscripción de documentos, etc.
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Lo que se entrega u obliga a entregar es dinero. Para los efectos de esta ley, se asimilan al dinero
los documentos representativos de obligaciones de dinero (o sea, efectos de comercio)
pagaderos a la vista, a un plazo contado desde la vista o a un plazo determinado, pero no se
aplicarán las disposiciones de la ley a las operaciones de crédito de dinero correspondientes a
contratos aleatorios, arbitrajes de monedas a futuro, préstamo marítimo o avío minero.
La obligación de pago es en un momento distinto a aquél en que se recibe, se difiere el
cumplimiento de la obligación a un instante diverso al en que se celebra la operación. La forma
de la restitución se estará a lo convenido por las partes y la naturaleza de la obligación:
reajustable o no, nominal o con intereses.
CAPÍTULO 9.2. Reajuste e intereses.
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crédito no reajustable, la relación entre el interés calculado en la forma definida en este
inciso y el capital.”
6. (*) Por su parte, en las operaciones de crédito de dinero reajustables, constituye interés
toda suma que recibe o tiene derecho a recibir el acreedor por sobre el capital reajustado. Se
entiende por tasa de interés de un crédito reajustable, la relación entre el interés
calculado en la forma definida en este inciso y el capital.
Adicionalmente, Art. 2 Ley 18.010 aclara que en ningún caso constituyen intereses las costas
personales ni las procesales. En el mismo sentido, de las definiciones anteriores, se desprende
que se puede distinguir entre reajustes e intereses, dado que los intereses son las sumas que se
devengan por sobre el capital reajustado. Ello es relevante por las limitaciones que más adelante
se verán para los intereses, y porque en materia tributaria, en general, sólo constituye renta lo
percibido a título de intereses, con prescindencia de lo recibido por reajustes.
Art. 11 Ley 18.010 dispone que los intereses sólo pueden estipularse en dinero.
En cuanto al devengo de los intereses, en operaciones de crédito de dinero, los intereses de
devengan día a día, 11 Ley 18.010. Se consideran meses de 30 días y años de 360 días.
El art. 12 señala que la gratuidad NO se presume en las operaciones de crédito de dinero. Por
regla general, devengan intereses corrientes, salvo ley o pacto en contrario.
B. CLASES DE INTERESES.
Hay tres clases de interés: corriente, convencional y legal.
a. El interés corriente es el que se acostumbra a cobrar en el comercio. Respecto de las
operaciones de crédito de dinero, Art. 6 Ley 18.010 lo define como el promedio ponderado por
montos de las tasas cobradas por los bancos establecidos en Chile, en las operaciones que realicen en
el país, con exclusión de las comprendidas en el art. 5.
Esta norma entrega a la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras la
determinación de las tasas de interés corriente, distinguiendo entre operaciones en moneda
nacional, reajustables y o no reajustables29, en una o más moneda extranjeras o expresadas en
dichas monedas o reajustables según el valor de ellas, como asimismo, por el monto de los
créditos o según los plazos a que se hayan pactados tales operaciones.
No se puede establecer más de dos límites para este efecto, o según los plazos a que se hayan
pactado tales operaciones. Cada vez que la Superintendencia de Bancos e Instituciones
Financieras establezca límites nuevos o modifique los existentes deberá, mediante resolución
fundada, caracterizar los segmentos de crédito considerados, especificando el volumen, tasas de
interés corrientes y tasas de interés habituales de operaciones efectivas y sustitutas, entre otros
aspectos relevantes. Al crear o modificar un límite, la Superintendencia podrá usar como
referencia para establecer la tasa de interés corriente de cada segmento nuevo o modificado, la
29
En el cálculo de las tasas de las operaciones no reajustables, los bancos normalmente incluyen la tasa de
desvalorización de nuestra moneda (ocupando diversos índices como el Índice de Precios al Consumidor,
que fija el Instituto Nacional de Estadísticas).
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En el año 2013 y con vigencia a partir del año 2014 se introdujeron los artículos 6 Bis y 6 Ter de la
ley, que dicen:
Artículo 6 bis.-‐‑ Para aquellas operaciones de crédito de dinero denominadas en moneda nacional no
reajustable, por montos iguales o inferiores a 200 unidades de fomento, por plazos mayores o iguales a
noventa días, y que no correspondan a aquellas exceptuadas por el artículo 5o, no podrá estipularse un
interés cuya tasa exceda a la tasa de interés corriente que rija al momento de la convención para las
operaciones de crédito de dinero denominadas en moneda nacional no reajustable por montos mayores a
200 e inferiores a 5.000 unidades de fomento y por plazos mayores o iguales a noventa días, incrementada
en un término aditivo cuyo valor será de:
i) 14% sobre base anual, en las operaciones superiores a 50 unidades de fomento.
ii) 21% sobre base anual, en aquellas operaciones por montos iguales o inferiores a 50 unidades de
fomento.
Se denomina segmento a cada agrupación de operaciones originada en la distinción por monto
establecida en el inciso anterior. La Superintendencia deberá determinar y publicar la tasa de interés
corriente de cada uno de los segmentos señalados y del conjunto de ellos.
Asimismo, la Superintendencia deberá publicar trimestralmente la tasa de interés promedio
ponderado por montos, de aquellas operaciones comprendidas en el inciso primero de este artículo cuyo
mecanismo de pago consista en la deducción de las respectivas cuotas o del capital, más los reajustes e
intereses que correspondan en su caso, directamente de la remuneración del deudor o de la pensión que éste
tenga derecho a percibir, ya sea en virtud de descuento legal o convencional. La mencionada
Superintendencia podrá establecer mediante normativa la información periódica que deberán entregarle los
bancos y las instituciones colocadoras de fondos por medio de operaciones de crédito de dinero de manera
masiva, según son definidas en el artículo 31 de esta ley, con el fin de cumplir la tarea encomendada por
este inciso.
En las operaciones de crédito de dinero cuyo mecanismo de pago consista en la deducción de las
respectivas cuotas o del capital, más los reajustes e intereses que correspondan en su caso, directamente de
la pensión que tenga derecho a percibir el deudor, el interés máximo convencional que podrá
estipularse será la tasa de interés corriente para operaciones en moneda nacional no reajustable por montos
mayores a 200 e inferiores a 5.000 unidades de fomento y por plazos iguales o mayores a noventa
días, incrementada en 7 puntos porcentuales sobre base anual. Deberán sujetarse a lo dispuesto en este
inciso aquellas operaciones cuyo pago sea realizado mediante deducciones efectuadas al amparo de lo
prescrito por la ley No 18.833 y aquellas cuyo origen sea meramente convencional, ya sea: (i) por existir
entre la entidad pagadora de pensión y la entidad otorgante de crédito un convenio para efectuar las
referidas deducciones y siempre que el descuento haya sido autorizado por el pensionado, y
(ii) por ser la misma entidad pagadora de pensión la que actúa en calidad de acreedor en la respectiva
operación de crédito de dinero.
Resumen: Es decir, las menores de 200 UF, no pueden tener una tasa más alta que la de más de
200 UF hasta 5000 UF, aumentadas en un 21% si son de 0 a 50 UF. y en 14% si son desde 50 a
200 UF.
Además, la SBIF debe publicar las tasas de cada segmento trimestralmente.
Si se trata de intereses que devenguen las cajas de compensación de asignación familiar o
entidades que pagan pensiones periódicas, el tope de los intereses es el de 200 a 5000 UF,
aumentado en un 7%.
Artículo 6 ter.-‐‑ La tasa máxima convencional a aplicar a los créditos que se originen en la
utilización de tarjetas de crédito mediante una línea de crédito previamente pactada se establecerá en
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función del monto máximo autorizado para dichas operaciones en la convención que les dio origen y
del tiempo que se hubiere pactado en ella para hacer uso de la línea rotativa o refundida, según sea el caso, y
corresponderá a aquella vigente al momento a partir del cual se devenguen los respectivos intereses.
Para efectos de determinar la tasa máxima convencional a aplicar en los créditos a que se refiere el inciso
precedente, se entenderá que las modificaciones en el tiempo pactado o en el cupo autorizado para la
respectiva línea de crédito que se realicen a la convención que da origen al crédito, o las renovaciones que se
hicieren a ésta, constituyen una nueva convención.
Para las operaciones de crédito que se efectúen en cuotas, la tasa máxima convencional a aplicar se
establecerá en función al monto y plazo de la operación respectiva, y corresponderá a aquella vigente al
momento de efectuarse la misma.
Lo dispuesto en los incisos primero y segundo se aplicará igualmente a las líneas de crédito que acceden
a una cuenta corriente bancaria.
Resumen: En las tarjetas de crédito, la tasa máxima convencional es la tasa que tienen los
créditos otorgados por el banco.
D. OTRAS CARACTERÍSTICAS
El art. 5 de la Ley dice que “ No existe límite de interés en las siguientes operaciones de crédito
de dinero:
a) Las que se pacten con instituciones o empresas bancarias o financieras, extranjeras o
internacionales;
b) Las que se pacten o expresen en moneda extranjera para operaciones de comercio
exterior;
c) Las operaciones que el Banco Central de Chile efectúe con las instituciones financieras; y
d) Aquellas en que el deudor sea un banco o una sociedad financiera.
En caso de cobro de intereses excesivos, Art. 8 Ley 18.010 dispone que se tendrá por no escrito
todo pacto de intereses que exceda el máximo convencional, y en tal caso se reducirán al interés
corriente que rija al momento de la convención. En todo caso, cuando corresponda devolver los
intereses en virtud de lo dispuesto en esta ley, las cantidades percibidas en exceso deberán
reajustarse en la forma señalada en el art.3 Adicionalmente, el cobro de intereses por sobre lo que
la ley permite, puede configurar el delito de usura tipificado en CPenal 472.
E. ANATOCISMO (art. 9):
En relación al interés, existe el anatocismo, que es el interés de los intereses: los intereses se
capitalizan o agregan al capital para producir nuevos intereses. 9 Ley 18.010 permite el
anatocismo, de modo que pueda estipularse el pago de intereses sobre intereses,
capitalizándolos en cada vencimiento o renovación. Debe tenerse presente que esta norma
dispone que no puede hacerse la capitalización por períodos inferiores a 30 días.
-‐‑ Adicionalmente, conforme a esta norma, los intereses correspondientes a una operación de
crédito de dinero vencida que no hubiesen sido pagados, se incorporarán a tal operación
vencida, salvo que las partes establezcan expresamente lo contrario. De este modo, el
anatocismo constituye un elemento de la naturaleza de las operaciones de crédito de dinero (no
lo es para otros mutuos o contratos, salvo pacto expreso). Pero, el anatocismo se refiere sólo a los
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intereses devengados entre el otorgamiento de la operación y su vencimiento, no a los intereses
que se devenguen durante la mora.
Si se han estipulado intereses y el mutuante ha dado carta de pago por el capital, sin reservar
expresamente los intereses, 2209 CC presume pagados los intereses.
En el mismo sentido, en las operaciones de crédito de dinero, 17 Ley 18.010 dice que “si el acreedor
otorga recibo del capital, se presumen pagados los intereses y el reajuste en su caso”. Es una
presunción simplemente legal, y en los intereses es una consecuencia de las normas que regulan
la imputación al pago: primero a intereses y luego a capital, por lo que si el acreedor da por
recibido el capital, se supone que los intereses han sido pagados antes.
9.2.3. NORMAS SOBRE EL PAGO:
A. PLAZO DE PAGO.
Si no se ha estipulado plazo, Art. 13 Ley 18.010 disponen que el mutuante no puede pedir la
devolución de lo prestado sino transcurridos 10 días siguientes a la entrega (plazo legal).
Naturalmente, 13 Ley 18.010 aclara que este plazo legal no es aplicable a los documentos u
obligaciones a la vista o que de cualquiera otra manera expresan ser pagaderos a su
presentación.
El art. 14 dice que las estipulaciones de intereses o la que exonera de su pago debe constar por
escrito. Sin esta circunstancia, será ineficaz en juicio.
El. Art. 17 señala que “Si el acreedor otorga recibo del capital, se presumen pagados los intereses
y el reajuste en su caso”.
Art. 18 Ley 18.010 dispone que el recibo por los intereses correspondientes a 3 períodos
consecutivos de pago hace presumir que los anteriores han sido cubiertos. Esto se aplica
también a los recibos por el capital cuando éste se deba pagar en cuotas. Las mismas reglas se
contemplan en CCom 803 para el mutuo mercantil.
El art. 16 señala que “El deudor de una operación de crédito de dinero que retarda el cumplimiento de
su obligación, debe intereses corrientes desde la fecha del retardo y a las tasas que rijan durante ese
retardo, salvo estipulación en contrario o que se haya pactado legalmente un interés superior.”
B. PAGO ANTICIPADO.
En operaciones de crédito de dinero, Art. 10 Ley 18.010 dispone que los pagos anticipados son
convenidos libremente entre acreedor y deudor.
Sin embargo, en las operaciones de crédito de dinero cuyo importe en capital no supere el
equivalente a 5.000 UF, y en que el deudor no sea una institución fiscalizada por la SBIF o el
Fisco o el Banco Central de Chile, el deudor puede anticipar su pago, como un derecho
irrenunciable, que puede ejercer aún contra la voluntad del acreedor, siempre que:
a) Se pague el capital que se anticipa y los intereses pactados calculados hasta al fecha de pago
efectivo, más la comisión de prepago. En las operaciones no reajustables, la comisión de prepago
no puede exceder el valor de un mes de intereses pactados sobre el capital que se prepaga. En las
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operaciones reajustables, la comisión de prepago no puede exceder el valor de un mes y medio
de intereses pactados calculados sobre el capital que se prepaga.
b) El pago anticipado sea igual o superior al 20% del saldo de la obligación. De lo contrario, se
requiere el consentimiento del acreedor.
El derecho a pagar anticipadamente en los términos de este artículo, es irrenunciable.
El art. 15 por su parte señala que: “Si se han pagado intereses, aunque no se hayan estipulado, no
podrán repetirse ni imputarse al capital sin perjuicio de lo previsto en el art. 8 (no escrito pacto
por sobre el máximo convencional).”
9.2.4. DE LAS OBLIGACIONES EN MONEDA EXTRANJERA O EXPRESADAS EN
MONERA EXTRANJERA (Título II de la ley, art. 20 y ss.)
El art. 20 nos dice que “las obligaciones expresadas en moneda extranjera serán solucionadas por
su equivalente en pesos chilenos. El tipo de cambio será el tipo de cambio vendedor al día del
pago.”
Es el tipo de cambio que certifique un banco de la plaza.
En caso de obligaciones pagadas en moneda extranjera, autorizadas por ley o el BC, el acreedor
podrá exigir su cumplimiento en dicha moneda.
El art. 21 nos dice que para efectos de los juicios, hay que adjuntar un certificado de un banco
con el tipo de cambio.
En el caso de un juicio ejecutivo con moneda extranjera, el art. 22. Dice que el demandante debe
indicar en su demanda la equivalencia en moneda nacional, para efectos del mandamiento
ejecución y embargo. Lo hace adjuntando el certificado señalado en el art. 21.
Si se paga por consignación, alguna obligación en moneda extranjera, también debe adjuntase el
certificado del banco.
Finalmente, el art. 24 señala que en las obligaciones expresadas en moneda extranjera para
pagarse en moneda nacional NO podrá pactarse otra forma de reajuste que la que llevan
implícita.
9.2.5. OTRAS DISPOSICIONES (art. 25 y ss.)
En los juicios de cobro de obligaciones reajustables, estas se reajustarán según IPC o UF. Art. 25.
Respecto de los saldos de precio de compraventa de bienes muebles e inmuebles (art. 26) y las
operaciones de crédito de dinero, el art. 30 dice que si hay cláusula de aceleración y deben
pagarse en 2 o más cuotas se siguen las normas que ahí se señalan:
1. Se considera el capital más lo intereses sumados hasta el instante del pago.
2. En caso de prepago se aplica el art. 10.
3. Si la operación de crédito de dinero es menor a 200 UF, no se puede hacer
exigible la obligación en forma anticipada, sino una vez cumplidos sesenta días
corridos desde que el deudor incurra en mora o simple retardo. Esto es un
excepción. (También aplica a mutuos con garantía hipotecaria, menor a 2000 UF).
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El art. 31 define a las instituciones que colocan fondos por medio de operaciones de crédito de
dinero de manera masiva. Son mayores a 100.000 UF. Habla también de la Supervigilancia que
tiene la Superintendencia a su respecto y para que se eviten abusos de su parte. También habla
del Servicio Nacional del Consumidor. Además del delito del 472 CP, tienen amonestaciones y
multas a beneficio fiscal.
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El art. 806 del CCom, además de referirse a los anticipos mercantiles, trata los saldos de cuentas
de gestión, para considerarlos como verdaderos préstamos y aplicarles su normativa. Los art. 602
y 603 CCom dan un concepto negativo sobre cuentas de gestión o cuentas simples: se consideran
como tales aquellas que no reúnen los requisitos de ser un débito o crédito provenientes de un
contrato de cuenta corriente mercantil.
Gestión entonces es sinónimo de administración, de una entidad mercantil, que importa
relaciones gestiones o negocios con terceros. Las partidas contables constitutivas de una cuenta
de gestión son aquellas en que aparece un crédito o débito con un tercero. Estas cuentas,
generalmente, se estampan en el Libro Mayor o Cuentas Corrientes o aquellos que los
reemplazan en la contabilidad moderna.
Las cuentas de gestión pueden originarse por muchos títulos negociables, tales como saldos de
precio de compraventa, mutuos, anticipos, etc. Las disposiciones legales permiten al acreedor de
estas cuentas, en las cuales su propio deudor le reconoce un crédito, cobrarlo como préstamo,
bastándole probar el reconocimiento de la deuda que su deudor tiene estampada en sus libros,
sin necesidad de recurrir al negocio causal.
10.1.3. PRÉSTAMOS EN CUENTA CORRIENTE BANCARIA, POR EMISIÓN DE
BONOS Y DEBENTURES.
De conformidad con la ley de cuenta corriente bancaria y cheques, el banco puede convenir
asignarle sobregiros al comitente o cuenta correntista, los cuales son constitutivos de un
verdadero préstamo de dinero que se perfecciona a medida que el comitente los solicita por
medio de los cheque que emite, en cuanto exceden del monto de los fondos propios depositados
en su cuenta corriente.
Las sociedad anónimas solicitan del público prestamos por medio de bonos o debentures, los
cuales son títulos representativos de deuda que contraen, en los cuales figuran las condiciones,
intereses y plazos en que se restituirá el capital recibido en préstamo.
CAPÍTULO 10.2 Calidades de las partes.
El mutuante y el mutuario deben reunir calidades diversas porque distinto es, también, su rol en
el contrato.
a. El mutuante debe ser capaz de enajenar y ser dueño de las cosas dadas en mutuo. Si el
mutuante es incapaz de enajenar, el contrato adolecerá de nulidad. El art. 2202 del CC
dice “si hubiere prestado el que no tenía derecho de enajenar, se podrán reivindicar las
especies, mientras conste su identidad.”, “Desaparecida la identidad, se hace imposbile el
ejercicio de la acción reivindicatoria. El mutuario que recibió la mala fe, o sea, a sabiendas
de que la cosa prestada era ajena. “Será obligado al pago inmediato con el máximum de
los intereses que la ley permite estipular.”. Si está de buena fe debe pagar con los
intereses estipulados, pasados diez días contados desde la entrega.
b. El mutuario, por su parte, debe ser capaz de obligarse, so pena de nulidad del contrato
de mutuo.
Pero el mutuante no podrá repetir la suma prestada sino en cuanto se probare haberse
hecho más rica la persona incapaz, en los términos que señala el art. 1688. CC
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El mutuo mercantil es oneroso por regla general, de modo que para que no se devenguen
intereses requiere estipulación expresa.
Si las partes no fijan plazo (es decir, no hay plazo convencional), el art. 2200 CC (plazo legal)
dispone “no habrá derecho de exigirlo dentro de los 10 días subsiguientes a la entrega”. Por otro
lado, el 795 CCom establece que “los préstamos por tiempo indeterminado no son exigibles, sino 10
días después de reclamada la restitución”. Es decir, se empieza a contar en el CC a partir del
perfeccionamiento del contrato, y en el mercantil, a partir de reclamada la restitución.
Respecto del plazo judicial, este se da cuando se estipuló un plazo convencionalmente pero es
indeterminado o se presta para interpretaciones diversas, caso donde debe fijarlo el juez (2201 CC
y 796 CCom).
10.4.2. Intereses en el mutuo. Ley 18010.
El mutuo mercantil es por naturaleza remunerado, y la remuneración son los intereses.
Los intereses son el precio que se paga por disponer en préstamo dinero ajeno, y en nuestro
ordenamiento lo regula con la ley 18.01031, de operaciones de crédito de dinero.
Según esta ley, son operaciones de crédito de dinero “aquellas por las cuales una de las partes
entrega o se obliga a entregar una cantidad de dinero y la otra a pagarla en un momento distinto de aquel
en que se celebra la convención”.
La operación de crédito de dinero es el género y el mutuo la especie (existen otras especies
como los contratos de apertura de crédito, línea de crédito, descuento de documentos, etc.).
Constituye interés, según señala la ley, toda suma que recibe o tiene derecho a recibir el acreedor
a cualquier título, por sobre el capital tratándose de operaciones de crédito no reajustables y por
sobre el capital reajustados si son obligaciones reajustables.
Toda la normativa aplicable a los intereses en el mutuo se encuentran en este apunte a propósito
de las operaciones de crédito de dinero, capítulo 9 de este apunte.
10.4.3. Paralelo entre el mutuo y el comodato.
i. El mutuo tiene por objeto cosas fungibles, el comodato cosas no fungibles.
ii. El mutuo puede ser gratuito u oneroso y tendrá este último carácter cuando medie una
remuneración por el servicio que el mutuante hace al mutuario y que se traduce en pago
de intereses. El comodato, en cambio, es por su esencia gratuito. De lo contrario degenera
en arrendamiento o contrato innominado.
iii. Mutuo es titulo traslaticio de dominio, el mutuario se hace dueño de la cosa prestada. El
comodato es un título de mera tenencia, el comodante conserva el dominio y debe
soportar los riesgos.
iv. El mutuo, el mutuario se obliga a restituir otras tantas cosas del mismo género y calidad
de las que recibió, en el comodato, el comodatario se obliga a devolver la cosa misma
recibida. El mutuario es deudor de género, el comodatario de especie.
31
Modificada el 2013 para entrar en vigencia el 2014.
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la cuenta corriente bancaria, el banco le presta al cliente servicio de caja, para pagar a terceros sin
necesidad de recurrir previamente al retiro de dinero.
La existencia de la cuenta corriente bancaria puede determinar, en su caso, la obtención de un
interés por el dinero depositado (art. 8 DFL No 707 de 1982). Para el banco la ventaja principal
del cheque consiste en poder prestar un servicio que presupone el mantenimiento de una
cuenta corriente por parte del cliente. El banco utiliza el dinero de los depósitos en las cuentas
corrientes, sabiendo que los titulares de éstos no acudirán masivamente a retirar los fondos
existentes. De esta suerte el banco realiza operaciones de crédito activas, como por ejemplo
colocar los depósitos en préstamo a otros clientes.
Por último, para la economía nacional los cheques constituyen una ventaja, porque la emisión
de los mismos con cargo a los depósitos en las cuentas corrientes origina el llamado dinero giral
o moneda bancaria escritural. Por cada peso depositado en los bancos, ellos pueden prestar una
cantidad mayor, de manera que con ciertas limitaciones el cheque es uno de los medios de que se
vale el Estado para cumplir con los fines de su política monetaria.
11.1.2. CONCEPTO.
Conforme lo establece el art.10 de la Ley De Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques: “El cheque
es una orden escrita y girada contra un Banco para que éste pague, a su presentación, el todo o parte
de los fondos que el librador pueda disponer en cuenta corriente”.
El cheque es el medio de ejecución por excelencia del contrato de cuenta corriente bancaria a tal
punto que en el tráfico negocial, resulta difícil separar el cheque de la cuenta corriente.
Pero no todo giro contra la cuenta corriente proviene de un cheque; también puede ser una tarjeta
de disposición electromagnética que sustituye el título-‐‑ valor que es el cheque y lo
“desmaterializa”, como ocurre con las tarjetas de débito y otros productos que emergen al
compás del desarrollo económico.32
Sandoval por su parte, dice que la definición legal le parece criticable, por cuanto sólo destaca
la relación intrínseca entre el girador y el banco librado, dejando traslucir que si alguno de los
supuestos de esta relación no concurre, el cheque deja de ser tal, lo que no es efectivo. (Aunque
no se pague se sigue ligado, por acciones civiles y penales)
De suerte que el cheque protestado por el banco conserva su carácter de título de crédito para
hacerlo efectivo contra el girador y los endosantes traslaticios de dominio, quienes, según las
normas de la letra de cambio aplicables en esta materia al cheque, responden solidariamente de
su pago frente al portador legítimo.
Sandoval entonces define el cheque como “Documento formal que contiene una orden incondicionada
del girador al banco de pagar, a su presentación, una suma determinada de dinero, quedando obligado a
pagarla al portador legítimo en todos aquellos casos en que el banco no la cumpla.”
32
Esta elegante forma de decirle a las tarjetas es de Contreras.
110
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11.1.3. CLASES DE CHEQUES.
A. Criterio: Según la finalidad.
La regla de oro en esta materia está señalada en el artículo 11 de la ley:
El cheque puede girarse exclusivamente en pago de obligaciones o en comisión de cobranza;
nunca en garantía, que es una modalidad de giro utilizada en la práctica comercial cotidiana, que
no contempla la ley. Girado con este último propósito, como se ha sostenido en forma reiterad
por nuestros tribunales, carece de todo valor como cheque.33 Tampoco está reconocido en
nuestra legislación el cheque a fecha34.
Por consiguiente, el cheque sólo podrá ser girado:
a) En pago de obligaciones: que es el cheque ordinario que se emplea en
sustitución del dinero y con la misma fuerza liberatoria que el numerario que
representa. Requiere, por lo tanto, de la existencia previa de la provisión de
fondos y es el de utilización más frecuente para documentar el cumplimiento de
una obligación.
b) En comisión de cobranza o cheque-‐‑mandato, este tipo de cheque, poco frecuente
en la práctica, se conoce por la cláusula “para mí” (frase sacramental) agregada
por el librador en el cuerpo del documento.
Su finalidad primordial es permitir el retiro de fondos por parte del portador,
que aparece investido de un mandato, por el que deberá rendir cuenta de las
sumas percibidas por este concepto. Según el art.12, se presume que el tenedor
de un cheque girado en simple comisión de cobranza ha entregado la cantidad
cobrada al librador si éste no dedujere su acción dentro de los 15 días siguientes
al pago del cheque.
B. Criterio: Según transferencia:
(Art. 10 inc. final)
1. Al portador: significa que cualquier persona que porte el documento puede presentarlo a
cobro. Estos cheques se consideran tales si no se ha tachado la glosa “a la orden”.
2. A la orden: significa que este documento se puede transferir mediante el endoso,
indicando a quién se endosa (en cuyo caso es a la orden) o bien puede ser en blanco, con
lo que puede presentarse al cobro por cualquier persona. Este cheque se distingue porque
se ha tachado la frase “al portador” y se mantiene la frase “a la orden”.
3. Nominativos: se transfieren según las normas del CC. Este sólo puede ser endosado una
vez al banco para su cobro. No hay intención de transferirlo a terceros. Se distingue
porque se borran las glosas de “al portador” y “a la orden” (ambas se tachan).
33
Esto es lo que opina Sandoval, ya que en la práctica igual se hace. Díganle lo contrario a las Clínicas por
ejemplo.
34
El art. 10 inc 2 señala: “El cheque es siempre pagadero a la vista. Cualquier mención contrario se tendrá
por no escrita. El cheque presentado al cobro antes del día indicado como fecha de emisión, es pagadero el
día de su presentación. “
111
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Art. 14 DFL “El cheque nominativo sólo podrá ser endosado a un Banco en comisión de
cobranza.”
C. Criterio: Atendiendo a la persona que aparezca como beneficiario de ellos, existen las
siguientes clases de cheques:
a. Cheque expedido a favor del mismo girador;
b. Cheque girado a favor del mismo banco, y
c. Cheque girado a favor de terceras personas.
D. Criterio: Atendida la posibilidad de cobrarlo mediante depósito en bancos o por caja, se
distingue entre
a) cheque cruzado:
a. El cheque cruzado puede ser cruzado simple y cruzado especial, atendiendo
a la circunstancia que indique o no el banco ante el cual se puede cobrar.
b) cheque no cruzado.
El cruzamiento del cheque obedece a razones de seguridad.
112
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b. El tomador del cheque al revés de lo que sucede con el mandatario, no tiene la obligación
de cumplir el encargo consistente en el cobro del cheque. El tomador cobrara o no según
le plazca, pues es el dominius negotii lo cual no se aviene con tal mandato del librador al
tomador del cheque
c. El tomador no tiene ninguna acción contra el librado, ni por si ni a nombre del librador,
que sería su mandante
C. La teoría de la cesión:
Predominó en la doctrina francesa. En una primera etapa afirma que la emisión de un cheque
implica cesión de la provisión, esto es, la transferencia de la propiedad de los fondos disponibles
en poder del librado, con la consiguiente constitución de un derecho real a favor de tomador
sobre dicha provisión al emitir el cheque cede materialmente al tomador los fondos disponibles y
la transmisión del cheque produce los mismos efectos que la transmisión real de dichos fondos.
Si por la emisión del cheque se produjera realmente la cesión al tomador del crédito que el
librador tiene en contra del librado, aquel tendría acción para exigir de este último el importe del
cheque: el librado sería deudor del tomador, estaría obligado frente a él.
D. Teoría de la estipulación a favor de tercero:
Al celebrarse un contrato, un contratante puede estipular de otro que este ejecutará determinada
prestación a favor e un tercero, al cual n representa el estipulante sino que éste obra en nombre
propio.
E. Teoría de la estipulación a cargo de tercero:
Se ha sostenido también que entre el librador y el tomador existe un contrato con una
estipulación a cargo de tercero. Trata de evitarse con esta teoría la crítica fundamental formulada
a la que sostiene la existencia de una estipulación a favor de tercero, en el sentido de que el
librado no asume responsabilidad ni obligación alguna frente al tomador.
F. Teoría de la delegación:
Esta teoría sostiene que el cheque contiene una delegación. Surge como una crítica a
las teorías del mandato y la cesión. La delegación es el acto por virtud del cual una persona pide
a otra que acepte como deudor a una tercera que consiente en obligarse frente a ella.
G. Teoría de la asignación:
Una parte de la doctrina considera que no debe distinguirse la asignación de la delegación ya que
en realidad la primera es una especie de la segunda. La asignación es el acto por el cual una
persona de orden a otra de hacer un pago a un tercero.
H. Teoría de la autorización:
Se concibe como una doble autorización con base en la voluntad declarada por el autorizante, el
autorizado puede hacer un pago al tomador y este puede recibirlo, produciéndose los efectos
jurídicos de ese acto en la esfera jurídica del autorizante.
I. Garrigues
Garrigues señalaba que “el cheque como documento es frente al librado una orden de pago, y
frente al tomador una promesa de pago por un tercero. En rigor, por tanto, la naturaleza jurídica
del cheque no discrepa de la de la letra de cambio, que hemos definido ya como documento que
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contiene o bien una promesa de pago o bien un mandato de pago. En este sentido tiene plena
razón la ley inglesa al definir al cheque como una letra de cambio girada sobre un banquero y
pagadera a la vista.”
J. Título de Crédito35
Sandoval por otro lado, señala que cuando el banco contra el cual se gira el cheque rehúsa su
pago, porque no se cumple alguno de los supuestos de la relación intrínseca, como por ejemplo
que la cuenta corriente no está provista de fondos suficientes y disponibles, tampoco resulta
satisfecha la relación extrínseca. Ahora bien, la circunstancia que no obtenga el pago del
documento ante el banco librado no implica que el cheque deje de tener eficacia respecto de su
girador, quien se mantiene obligado al pago del mismo con el beneficiario, el que ejercerá las
acciones civiles y penales que la ley concede. Lo que acabamos de indicar pone en evidencia la
naturaleza jurídica del cheque como título de crédito, que impone al que lo suscribe el
cumplimiento de la obligación cartular o relación documental representada en él. Esta obligación
cartácea adquiere las características de necesariedad, literalidad y autonomía que son comunes a
los títulos de crédito.
Contreras dice que es un título de crédito que queda gobernado por las Ley de Cuentas
Corrientes bancarias y Cheques y en lo no previsto en ellas, por las normas que tratan la letra de
cambio (art.11, inc.3°).
CAPÍTULO 11.3. Emisión.
35
Para efectos del examen de grado, me parece que la respuesta correcta es decir que se trata de un título de
crédito.
114
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Si no se indica el lugar de giro o expedición, el art.13 establece una presunción que llena esta
formalidad, señalando que se presume extendido en la plaza donde funciona la oficina del
banco librado.
Si se omite la fecha de emisión del cheque, éste será siempre pagadero a su presentación, de
acuerdo con el art.10 que señala que el cheque es siempre pagadero a la vista.
El lugar y fecha de expedición tienen importancia además, para determinar, de acuerdo a lo
establecido en el art.23, el cómputo del plazo en que el cheque deberá ser presentado a cobro. Si
se presenta fuera de estos plazos, se produce la caducidad del cheque (arts.23 y 24), en cuyo caso
el cheque se podrá pagar únicamente cuando se revalida la fecha de vencimiento por
consentimiento escrito del librador.
El cheque puede girarse “en blanco” sin fecha, pero no puede ser presentado a su cobro sin fecha
de giro, puesto que en este último supuesto adolece de uno de los requisitos de regularidad,
procediendo el banco librado, sin más trámite, a estampar como causal de protesto formal la
“falta de fecha de giro”.
3) Cantidad girada.
Ha de expresarse en letras y en números. Si se produce conflicto entre los números y letras, se
debería aplicar el art.6 de la Ley 18.092, por remisión del art.11 inciso 3° que señala que se sujeta a
las reglas generales de la letra de cambio, en virtud del cual deberían primar las letras.
Sin embargo, la Superintendencia de Bancos ha sostenido que: “si existe diferencia entre esas
dos cantidades, por lo tanto, los formularios de cheques así extendidos deben ser protestados por
la causal “mal extendido”, por no cumplir con una formalidad legal indispensable”.
La cantidad debe ser indicada en idioma castellano.
4) Firma del girador.
La firma debe ser autógrafa, esto es, de puño y letra del librador, aun cuando no sea el titular de
la cuenta y de los fondos y se actúe en representación o con poder de otro.
La firma del comitente debe ser “aparentemente auténtica”, ya que la propia ley (art.16 N°1)
contempla la hipótesis de pago liberatorio y válido de un cheque por parte del banco librado,
cuando la firma no es manifiestamente distinta o “visiblemente disconforme con la dejada en
poder del librador para su cotejo”.
La firma puede estamparse por medios mecánicos. El art.13 lo reconoce. En consecuencia, para
que opere este sistema de rúbrica mecánica es necesario que el banco lo autorice. Según la
Superintendencia el sistema se justifica si la cantidad de cheques mensuales girador no sea
inferior a 100 cheques mensuales.
5) Número de la cuenta.
Este requisito aparece exigido por vía indirecta. El art.16 N°3 de la Ley, atribuye responsabilidad
al banco librado cuando paga un cheque que “no es de la serie entregada al librador”.
A diferencia de la letra de cambio y del pagaré, que admiten enunciaciones accidentales,
indicadas por la propia ley e incluso introducidas por los obligados, siempre que no alteren la
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Art. 29 contiene el procedimiento:
En caso de pérdida, hurto o robo de un cheque, el portador practicará las diligencias siguientes:
1) Dará aviso, en los mismos términos del artículo 26, del hecho al librado (Banco), quien
suspenderá el pago del cheque por diez días;
2) Publicará el aviso del hecho en un diario de la localidad, durante tres días;
3) Requerirá del librador y endosante, dentro del mismo plazo de diez días, la anulación
del cheque extraviado y el otorgamiento de otro nuevo en su favor;
4) En subsidio, acudirá al juez para que prohíba al librado el pago del cheque extraviado.
El juez resolverá breve y sumariamente, previa caución que garantice las resultas.
La caución subsistirá por el término de seis meses, si no se hubiere trabado litis ni
hubiere mérito para cancelarla.
¿Qué pasa si alguien se excede al recibir un cheque en blanco y anota una suma superior?
En estos casos no puede alegarse falsificación, por lo tanto no puede interponerse una orden de
no pago, entonces lo que puede hacerse es avisar del hurto o robo al banco.
CAPÍTULO 11.4. Giro.
Sandoval, al tratar el giro, parte por las Menciones del cheque, arriba expuestas, que no
repetiremos.
11.4.1. DIVERSAS CLASES DE CHEQUES.
Trataremos por separado las principales clases de cheques.
A. Cheque mandato o comisión de cobranza.
Este tipo de cheque, como su nombre lo indica, comporta un mandato por el cual el girador
encarga al beneficiario que lo presente al cobro en el banco. El beneficiario está autorizado para
recibir la cantidad de dinero que el banco paga por el cheque, pero no se hace dueño de ella sino
que la recibe a nombre del girador.
Se trata de una verdadera comisión de cobranza que se perfecciona insertando el librador en el
texto del cheque las expresiones para mí. El beneficiario o comisionista debe rendir cuenta al
girador o comitente. Se presume que el tenedor de un cheque comisión de cobranza ha entregado
la cantidad cobrada al girador si éste no deduce su acción judicial dentro de los 15 días
siguientes al pago del cheque por el banco. Transcurrido ese plazo, se extingue la obligación del
comisionista de rendir cuenta y se presume que la comisión fue cumplida en buena forma.
El cheque mandato o comisión de cobranza se rige por las normas especiales que a su respecto
contempla la Ley de Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques, en los artículos 11, inciso final, 12 y
36. Se sujeta además a las reglas generales del mandato y en especial a las de la diputación para
recibir. Este tipo de cheque suele emplearse en la práctica por las empresas girándolo en favor
de un empleado de confianza, que de esta suerte retira una cantidad importante de dinero, por
ejemplo, para el pago de remuneraciones. Sin embargo, en los últimos tiempos, gracias al empleo
de cajeros automáticos, los bancos convienen con las empresas en efectuar el pago de sueldos
suministrando al personal de la misma tarjetas para el uso de tales máquinas, sin necesidad de
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Santiago Allamand 2015
establecer una relación de cuenta corriente bancaria. Esto contribuye a que el cheque mandato
tenga cada vez menos aplicación en la práctica.
B. Cheque pago de obligaciones.
Esta clase de cheque es la que se emplea frecuentemente en la práctica. Se le reconoce porque no
lleva las expresiones para mí. La ley de cheques señala al respecto: “Si se omitieren las palabras
‘para mí’, se entenderá girado en pago de obligaciones o estipulaciones equivalentes” (art. 13
inciso 3o). En consecuencia, atendiendo al objeto que persigue el girador, la ley chilena reconoce
sólo dos clases de cheques: el cheque mandato o comisión de cobranza, y el cheque pago de
obligaciones (art. 11 inciso 1o). El cheque pago de obligaciones se rige por las reglas generales de
la letra de cambio, salvo en lo previsto expresamente en la Ley de Cuentas Corrientes Bancarias y
Cheques (art. 11 inc. 3o).
C. Cheque cruzado.
Se denomina así porque en el anverso del documento se le trazan dos líneas paralelas que lo
cruzan transversalmente. Puede ser cruzado en general o cruzado en especial. El cheque es
cruzado en general si no lleva entre las líneas paralelas la designación de algún banco. Es
cruzado en especial si entre las líneas paralelas lleva el nombre de un banco determinado. El
tenedor de un cheque puede cruzarlo en general y cuando ya está cruzado en general, puede
cruzarlo especialmente.
La característica esencial del cheque cruzado consiste en que no puede presentarse al cobro sino
por un banco, por cualquier banco si es cruzado en general y por el banco designado si es
cruzado especial. El banco designado está autorizado para endosarlo en comisión de cobranza a
otro banco. El cruzamiento del cheque le da seguridad al documento en su circulación por cuanto
no puede ser cobrado en ventanilla, sino por medio de un banco.
D. Otras clases de cheques.
Nuestra legislación admite además la distinción entre cheques en moneda nacional y en moneda
extranjera. Estos últimos corresponden a las cuentas corrientes bancarias en moneda extranjera
autorizadas a partir de la Ley No 13.305. El cheque en moneda extranjera se rige por las normas
especiales del título III de la Ley de Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques. En lo no previsto en
dicho título, se regula por las demás normas de la misma ley.
El plazo de caducidad de un cheque en moneda extranjera es más extenso, porque puede
presentarse al cobro dentro del término de doce meses contados desde su fecha de giro. Se
reconoce asimismo en nuestra normativa vigente el cheque viajero, que es un documento
endosable e individualizado como tal en el cual un banco promete pagar, a su presentación,
determinada suma de dinero a la persona que acredite ser su portador legítimo. Estos
documentos, conocidos por su denominación en idioma inglés de travellers-‐‑checks, son
adquiridos por el tomador en el banco emisor, quien debe pagar su valor en la moneda
correspondiente y firmarlos en el ángulo superior izquierdo del formulario. Dicha firma se
presume de derecho como legítima y perteneciente al tomador.
Para dar curso a este cheque, el tomador deberá llenarlo de su puño y letra con el nombre del
adquirente, lugar y fecha de su lleno y además poner su firma en el ángulo inferior izquierdo
del documento. En la actualidad los cheques viajeros han perdido su utilidad con el empleo de la
tarjeta de crédito bancaria internacional, que permite el pago de bienes y servicios y autoriza para
hacer retiros en efectivo.
118
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E. Cheque en garantía y cheque a fecha.
Ninguno de ellos está expresamente consagrado en la Ley de Cuentas Corrientes Bancarias y
Cheques. Se trata de “creaciones” de la práctica, que en algunos casos han sido reconocidas por la
jurisprudencia de nuestros tribunales y por la doctrina de los autores.
F. El cheque en garantía.
Puede definirse señalando que es aquel que se entrega para caucionar una obligación principal y que
sólo puede hacerse efectivo como cheque pago en el evento en que no se cumpla la obligación garantizada.
Lo característico del cheque en garantía es que se trata de un documento sujeto a condición y la
condición consiste en que se incumpla la obligación caucionada. Esta condición no puede constar
en el documento mismo, porque según el artículo 13 de la ley sobre la materia, “cualesquiera
otras circunstancias o cláusulas que se agregaren al cheque, se tendrán por no escritas”.
Tal cláusula no anula el cheque, sino que ella no produce efectos. Quien desee acreditar que el
cheque se dio en garantía debe comprobarlo por otros documentos u otros medios probatorios.
Generalmente el cheque en garantía se firma dejando en blanco su fecha de emisión e incluso la
cantidad girada, porque debe hacerse efectivo después del incumplimiento de la obligación
principal del girador y por el monto de ésta.
El cheque en garantía, por ser un documento sujeto a condición, desnaturaliza la función del
cheque, que es la de servir de medio de pago en cualquier momento, sin condiciones de ninguna
clase.
Fundados en el principio de la autonomía de la voluntad, que permite celebrar toda clase de
contratos no prohibidos por las leyes y de convenir libremente sus estipulaciones, algunos fallos
de nuestros tribunales superiores de justicia han reconocido la validez a los cheques en
garantía36.
G. Cheque a fecha.
Otra creación de la práctica es el cheque a fecha, es decir, aquel cuya fecha de expedición es
posterior a la real y efectiva. Dichos documentos se utilizan como instrumentos de crédito
contraviniendo expresamente lo establecido en la ley. En efecto, según el artículo 10, inciso 2o:
“El cheque es siempre pagadero a la vista. Cualquiera mención contraria se tendrá por no escrita. El cheque
presentado al cobro antes del día indicado como fecha de emisión, es pagadero el día de la presentación”.-‐‑
Para el Banco no existe el cheque a fecha, la entidad crediticia se limita a pagarlo o protestarlo,
según el caso, el día de la presentación al cobro. Entre el girador y el beneficiario puede
estipularse, válidamente en instrumento distinto del cheque, que se respetará la fecha del título,
para su cobro ante el banco, estableciéndose una indemnización en caso que se cobre o proteste
antes de la fecha; esto es válido entre las partes, mas no respecto al banco.
CAPÍTULO 11.5. Circulación.
36
Otros no, es controvertido.
119
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Conforme lo dispone el inciso cuarto del art.13 de la Ley, la emisión de un cheque con carácter
nominativo no es susceptible de ser modificada posteriormente, ya que se trataría de una
circunstancia o cláusula que se debe tener por no escrita, esto, no surte efecto alguno.
De conformidad a lo señalado en el art.14, el cheque nominativo sólo podrá ser endosado a un
banco en comisión de cobranza, quien será el único que lo pueda presentar a cobro.
También puede transferirse conforme a las normas del C. de C. (art.162) y C.C. (art.1901 y sgtes.)
sobre la cesión de derechos, que exigen que se verifique a través de la entrega material del título
de cedente al adquirente y la notificación del deudor a través de un ministro de fe.
También puede endosarse a un abogado en comisión de cobranza.
4) El cheque cruzado o especial.
Los arts.30, 31 y 32 reglamentan el cheque denominado “cruzado”, que solo puede ser cobrado
al librado a través de un banco.
La ley de Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques dispone que el cheque cruzado sólo puede ser
presentado a cobro a través de un banco, por lo que esta condición particular de un documento
hace que no sea posible cobrarlo por caja.
Es así como estos cheques pueden ser cobrados mediante su depósito en la cuenta corriente o
cuenta de ahorro del beneficiario, o bien, mediante el endoso en comisión de cobranza que el
beneficiario del cheque encargue a un banco. En este último caso, hay que tener presente que los
bancos no están obligados a aceptar las cobranzas que una persona que no es cliente del banco les
quiera encomendar, ya que ellos tienen la facultad de elegir a sus clientes.
Existe el cheque cruzado en general, que es aquél que en su anverso tiene dos líneas paralelas y
transversales y el cheque cruzado en especial, que es aquél que incluye el nombre de un banco
entre las dos líneas paralelas que indican el cruzamiento. En este caso su presentación debe
hacerse por el banco específicamente señalado.
Ahora bien, el cheque tanto al portador, a la orden, como nominativo, admite cruzamiento. Es
decir, el cheque no obstante estar cruzado puede pasar a poder de otras personas por la simple
entrega, si es al portador, o por endoso, si es a la orden; pero quienquiera que sea el último
tenedor, no puede cobrarlo por sí mismo, sino que tiene que valerse para ello de algún banco, si
el cheque está cruzado en general, o del banco designado, si está cruzado en especial.
En todo caso, no puede eliminarse la condición de "ʺcruzado"ʺ de un cheque, ya que la Ley de
Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques prohíbe expresamente al portador borrar o alterar las
líneas transversales e indicaciones del cheque cruzado.
CAPÍTULO 11.6. Efectos.
Los efectos jurídicos del cheque son las obligaciones y derechos que se generan tanto en la
relación entre el banco y el girador como en la relación entre este último y el
121
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beneficiario. Analizaremos, en primer lugar, las obligaciones del beneficiario o del portador,
para referirnos posteriormente a las obligaciones del girador.
11.6.1 O BLIGACIONES DEL BENEFICIARIO.
Las obligaciones del beneficiario del cheque son fundamentalmente dos, a saber: 1a Presentar el
cheque al cobro dentro de los plazos legales, y 2a Protestar el cheque por falta de pago.
A. Obligación de presentar el cheque al pago.
El beneficiario del cheque o quien llegue a ser su portador legítimo, tiene derecho a que se le
pague la cantidad indicada en el documento. Para ello es esencial que cumpla con la obligación
de presentar el cheque al cobro dentro de los plazos fijados por la ley, en cualquier momento,
pero dentro de tales plazos.
De conformidad con lo previsto en el artículo 23 de la ley de Cuentas Corrientes Bancarias y
Cheques, el portador de un cheque debe presentarlo al cobro dentro del plazo de sesenta días,
contados desde su fecha, si el banco girado estuviera en la misma plaza de su emisión, y dentro
de noventa días, si estuviera en otra plaza. Cuando se trata de los cheques girados en el
extranjero, el plazo es de tres meses, contado de la misma manera.
Se advierte que el documento debe presentarse al cobro en los plazos indicados, so pena que el
portador pierda su acción en contra de los endosantes.
El banco al cual se le presente un cheque al cobro después de expirados los términos legales,
debe negarse al pago, salvo que el girador lo revalide, es decir, que éste indique por escrito que
consiente en que se pague fuera de plazo.
En todo caso, aunque el cheque no se presente al cobro en los plazos legales, el girador debe
responder de su pago al portador, sin que pueda excusarse de esta obligación por el hecho de
que no se cobró a tiempo. Sólo pierde el portador su acción contra el girador si el pago se hace
imposible por hecho o culpa del librado, posteriores al vencimiento de dichos plazos.
Los plazos de presentación del cheque al cobro son de días corridos, pero se aumentan con los
días hábiles durante los cuales el banco librado hubiere suspendido, por cualquier motivo, sus
operaciones.
Actitud del banco.
Cuando el portador presenta el cheque al banco dentro de los plazos legales, éste procede a
examinar su conformidad desde el punto de vista formal, es decir, si contiene las enunciaciones
propias de su libramiento. Si el banco determina que el cheque no está conforme, puede negarse
a pagarlo. Ante esta actitud del banco, el portador no puede reclamar, porque ninguna relación
jurídica lo vincula con la entidad financiera.
Cuando el banco estima que el cheque está conforme, procede a su pago, siempre que la cuenta
corriente contra la cual se ha girado esté vigente y provista de fondos suficientes, disponibles y
oportunamente depositados. En este caso la institución bancaria formula al portador dos
exigencias:
1. La primera consiste en que el portador cancele el cheque, es decir, que extienda recibo
de pago, lo que generalmente hace firmando el documento en el anverso.
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Lo mismo sucede cuando las raspaduras, enmendaduras u otras alteraciones no son notorias, esto
es, perceptibles a simple vista.
11.6.4. RECLAMO DEL TITULAR DE LA CUENTA.
El titular de la cuenta corriente puede alegar que le descontaron los fondos para pagar un
cheque que no debió ser pagado por el banco, imputándole culpa o negligencia por haber
efectuado dicho pago. El pago del cheque se hace bajo la responsabilidad del banco, por lo que
se presume su responsabilidad si éste se lo efectúa indebidamente. El cliente no tiene nada que
justificar. Es el banco el que tiene que acreditar que el pago se hizo respetando todas las
normas legales.
Asimismo el comitente puede reclamar que se contravino una orden de no pago impartida por él
y que el banco siempre debe obedecer sin examinar sus fundamentos ni la legalidad de la misma.
Por último la persona cuya cuenta fue debitada puede reclamar si el banco pagó el cheque fuera
de los plazos legales para su presentación al cobro, sin que haya sido revalidado.
CAPÍTULO 11.7. Cobro.
11.7.1. PLAZO PARA SU COBRO. 37
A. Plazos legales.
Conforme lo establecen los arts. 23 y 48 de la Ley, el portador de un cheque librado contra un
banco establecido en el país, debe presentarlo a cobro en forma oportuna, dentro de los plazos
legales de presentación, que se cuentan desde la fecha expedición:
a) 60 días: cuando se trate de un cheque girado en moneda chilena y el librado estuviere
en la misma plaza de emisión;
b) 90 días: si el cheque fuere en moneda chilena y estuviere girado dentro del país, en una
plaza distinta de la del librado;
c) 3 meses: al tratarse de un cheque en moneda chilena girado en el extranjero; y,
d) 12 meses: contado desde su fecha para un cheque girado en moneda extranjera,
cualquiera sea el lugar de su emisión y de su pago. Este tipo de cheque queda sometido
en cuanto a la forma del giro, endoso, intervención y protesto a la ley del lugar en que
dicho acto se realice.
Finaliza el art. 23 diciendo:
“El portador de un cheque que no reclame su pago dentro de los plazos señalados, perderá su acción
contra los endosantes. En el mismo caso el portador perderá su acción contra el librador si el pago se hace
imposible por hecho o por culpa del librado, posteriores al vencimiento de dichos plazos.
Estos plazos se aumentarán con los días hábiles durante los cuales el Banco librado hubiere
suspendido, por cualquier motivo, sus operaciones y pagos.”
Es decir, si no se presenta a cobro el cheque dentro de los plazos legales, se produce la sanción de
caducidad, perdiéndose las acciones contra los endosantes, conforme lo dispone el art.23.
Por el mismo caso el portador perderá su acción contra el librador si el pago se hace imposible
por hecho o culpa del librado, posteriores al vencimiento de dichos plazos.
37
Ver acción civil de cobro al final del apunte.
125
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Los plazos que aquí se establecen son de días corridos y fatales, de acuerdo a la locución
empleada “dentro de”, no se suspenden y se cuentan desde la fecha de giro y corren hasta la
medianoche del último día del plazo (art.38 y 49 C.C.). Por ejemplo, en términos prácticos, si un
cheque se gira el 31 de julio en la plaza de emisión donde el titular tiene la cuenta corriente, el
cheque se puede cobrar hasta el día 29 de septiembre.
Se ha fallado que el pago del cheque que no se verifica dentro de los plazos legales produce el
efecto de hacer caducar el cheque como tal, transformándose en un simple instrumento privado
que se sujeta al plazo de prescripción ordinaria establecida en el artículo 2515 del C.C. y no a la
Ley de Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques.
B. Concepto de plaza de emisión.
La Superintendencia de Bancos ha señalado que el concepto de “plaza” a que se refiere la Ley
(art.23), se refiere a las plazas donde se efectúa el “canje bancario” de los documentos que se
reciben. Por ejemplo, la localidad de Melipilla es plaza de canje distinta a Cerrillos, ya que esta
última hace canje con plazas de circunscripción Santiago.
Si se gira el cheque en Melipilla sobre una cuenta abierta en una oficina de Cerrillos, el plazo es
de noventa y no de sesenta.
C. Canje de documentos (cheques) bancarios.
Los arts.38 y 39 establecen el canje de documentos entre los bancos y sociedades financieras que
reciben en depósito o en pago de obligaciones. El canje de documentos se encuentra
reglamentado en el Reglamento para el Funcionamiento de la Cámara de Compensación
establecido por el Banco Central de Chile y funciona, más o menos así:
Cuando un banco recibe un cheque por sus operaciones, ya sea en depósito o en comisión de
cobranza, se canjea presentándolo a cobro al otro banco, el cual, en forma recíproca, compensará
su valor, cobrará su importe o lo devolverá protestado.
Esta operación tiene lugar entre cada uno de los bancos ubicados en una misma plaza. Las
reuniones de cámara se celebran diariamente.
D. Revalidación del cheque presentado fuera de plazo.
El art.24 dispone que el librado no está obligado a pagar los cheques que se le presenten fuera de
los plazos señalados, a menos que cuente con el consentimiento escrito del librador. Esto se
conoce como revalidación, que es el consentimiento escrito del librador, lo que equivale a un
nuevo giro. Si no se revalida, la única manera de cobrar el cheque expedido sería que el tenedor
cite a confesar deuda y reconocer firma al librador (art.435 del C.P.C.).
E. Efecto novatorio del cheque.
El art.37 señala que “El cheque girado en pago de obligaciones no produce novación de éstas cuando no
es pagado”. Es decir, no extingue las obligaciones del librador que da origen al documento ni
menos la sustituye o reemplaza por otra obligación.
126
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La ausencia del efecto novatorio en el caso de no pago trae como consecuencia la subsistencia del
negocio subyacente, por cuya causa se emitió el cheque, con todos sus privilegios y seguridades.
Si se paga el cheque, es, en definitiva, la propia convención de pago la que extingue la obligación
y el cheque quedará conservado y archivado en la oficina del banco librado por el plazo de 6 años
(art.155 L.G.Bcos.). ́
Si no se paga, el portador del cheque, una vez levantado el correspondiente protesto, podrá
ejercitar la acción ejecutiva y la acción penal. Tanto la acción ejecutiva contra los obligados al
pago de un cheque protestado, como la acción penal, prescriben en un año, contado desde la
fecha del protesto.
F. Pago parcial.
A diferencia de lo que ocurre con la letra de cambio (art.54 Ley 18.092), NO se admite el pago
parcial del cheque, pues siendo el cheque una orden de pago a la vista, el banco librado debe
acatar lo que su emisor le ordena y no puede entenderse que cumple con lo que se le manda si
paga una suma diferente o inferior a la que aparece en el cheque que se le presenta a cobro.
Si sólo hay una parte de los fondos disponibles, el cheque debe ser protestado, y si el banco
librado acepta el cheque aunque el librador no tenga la provisión de fondos, su determinación es
irrevocable y debe pagarlo, aunque ello implique sobregirar la cuenta. El art.25 señala que “El
cheque aceptado por el librado no podrá ser devuelto al interesado”.
11.7.2. PROCEDIMIENTO DE COBRO DE CHEQUES EN MONEDA EXTRANJERA.
El art.45 dispone que se aplicarán las disposiciones de esta ley a las cuentas corrientes bancarias y
cheques en moneda extranjera.
Reviste gran interés práctico precisar a qué clase de cheques se refiere esta norma. Para ello, hay
que distinguir dos situaciones:
a) Cheques girados en moneda extranjera sobre cuentas abiertas en bancos chilenos.
En este caso se aplica la ley Chilena. El art.46 permite en forma excepcional que el banco librado
pague los cheques girados sobre este tipo de cuenta, a su elección, en efectivo, en cheques contra
el Banco Central de Chile o en letras a la vista, en órdenes de pago o cheques sobre plazas
extranjeras, pero en todo caso, en la moneda extranjera en que el cheque es extendido. La razón,
es que con ello se busca evitar situaciones en que el banco puede carecer de efectivo en la moneda
extranjera.
b) Cheques girados en Moneda Extranjera sobre cuentas abiertas en bancos extranjeros.
Los cheques girados en moneda extranjera contra bancos no establecidos en Chile no se rigen por
la Ley de Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques. De conformidad al principio jurídico “locus
regit actum”, se regula íntegramente por el derecho del domicilio o lugar donde la obligación se
suscribe o emite (arts.16 y 17 C.C. y art.263 del Código Internacional Privado).
Existe un fallo de la C.Suprema del año 1987 que, reconociendo el principio del “locus regit
actum” ha resuelto que: “El documento girado y protestado en el extranjero en su forma exterior
debe ser considerado un cheque protestado y, por tanto, no puede un tribunal impedir su
notificación”.
127
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Desde el punto de vista del protesto o rechazo del cheque por parte del banco librado, es
necesario distinguir los planos donde se manifiestan las distintas relaciones jurídicas que
intervienen en el libramiento del cheque38:
1. Relación jurídica entre el librador y el banco librado.
El banco atiende estas órdenes hasta el monto de los fondos disponibles o del sobregiro
pactado. Su naturaleza jurídica es contractual, ya que derivan derechos y obligaciones
para ambas partes. El derecho aplicable de esta relación jurídica arranca de la Ley (DFL
707); de las circulares de la Superintendencia y de las condiciones generales que rigen
para las cuentas corrientes. Asimismo, de acuerdo con los arts.4° y 6° del C.de C. tiene
lugar la aplicación de la costumbre mercantil en forma supletoria a lo dispuestos en la
ley.
2. Relación jurídica entre el librador y el beneficiario o portador del cheque.
Aquí se contempla el cheque como título formal de crédito y las relaciones cambiarias
que nacen como consecuencia de su giro o expedición y la responsabilidad solidaria que
nace del librador y endosantes frente al tenedor para el caso de que el cheque girado a la
orden no es pagado. Se aplican a estas relaciones las normas cambiarias establecidas en
el Cap.II de la Ley de Cheque, en los arts.10 y siguientes y artículo 11 de la Ley de Letras
de Cambio.
3. Relación jurídica que media entre el tenedor o portador que presenta el cheque y el
banco librado.-‐‑ Lo normal será que el banco pague el cheque a quien se lo presenta y
exhibe, siempre que acredite su identificación como portador del mismo.
Pero puede suceder que el banco se niegue o rechace el pago. Si la negativa o rechazo
del banco es por falta de fondos disponibles para atender al pago, tiene que hacer constar
38
Véase también el capítulo 11.6. sobre obligaciones entre las partes del cheque.
128
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la negativa en el título mismo, en una hoja adherida con expresión del motivo en que se
funda. En los demás casos (revocación de la orden de pago, etc.), el rechazo y la
constancia se hace a petición del portador.
Por último, puede que en el mismo ámbito aparezcan relaciones de carácter extracontractual o
extracambiarias entre el tenedor de un cheque que lo presenta a cobro y el banco librado que
rehúsa pagarlo.
No hay entre estos una relación preestablecida y el banco responde ante ellos por el derecho
común. Así sucede, por ejemplo, cuando el banco rehúsa el pago por motivos injustificados,
originando con su reticencia perjuicios al portador y, en algunos casos, al propio titular de la
cuenta por el cheque indebidamente rechazado.
Frente a terceros, habrá que ver si en el acto u omisión del banco existe intención dañosa o una
actitud culpable o negligente, dando lugar a la necesaria obligación reparatoria por los eventuales
daños o perjuicios. En las condiciones generales del contrato, por lo general, se establecen las
conductas del banco que lo exoneran de responsabilidad. V.gr. falla en los equipos
computacionales, errores en la transmisión de datos, etc.
11.8.1. Concepto de Protesto39.
Nuestro legislador ha sido bastante parco en sus previsiones al establecer cuáles son las causas
legales que facultan al banco para rehusar el pago, limitándose a señalar en el art.33 de la ley
pertinente que los cheques sólo podrán protestarse por falta de pago.
Han sido la doctrina y principalmente las costumbres bancarias las que se han encargado de
precisar cuáles pueden ser los motivos por los que el banco puede justificadamente rehusar el
pago.
Contreras define el protesto de un cheque como “un acto solemne cuyo objeto consiste en dejar
testimonio de que el documento presentado a cobro no ha sido pagado por el librado”.
Sandoval dice que es “acto escrito y solemne del cual se deja constancia de la falta de pago al dorso del
documento o en una hoja de prolongación a este.”
El protesto es obligatorio y un medio insustituible para ejercer la acción judicial de cobro en
contra del librador y endosantes. Ninguna diligencia puede suplir la constancia del evento de no
pago de un cheque. Así se desprende del art.33, inc. final que establece que si la negativa del
pago fuere la falta de fondos, el librado estará obligado a dejar testimonio del protesto sin
necesidad de requerimiento ni intervención del portador. En todos los demás casos, deberá
siempre hacerlo a requerimiento del portador.
11.8.2. FORMALIDADES DEL PROTESTO DE CHEQUES.
A diferencia de la legislación sobre letra de cambio, en la que el legislador se ocupó con bastante
detalle de establecer todas las diligencias procesales del acto del acto y del acta de protesto.
39
Recordar definiciones de protesto a propósito de las letras de cambio.
129
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Las formalidades del protesto aparecen indicadas en el inciso 2°del art.33 de la ley, que señala
que el “protesto se estampará en el dorso, al tiempo de la negativa del pago, expresándose la causa, la
fecha y la hora, con la firma del librado (Banco), sin que se necesaria la intervención de un ministro
de fe.”
Por una práctica inveterada de los bancos, se acostumbra extender el acta de protesto en un
formato redactado de antemano que se adhiere contiguamente al cheque. No existe ninguna
dificultad de estamparlo al dorso del documento, siempre y cuando no sea obstáculo para la
lectura de los timbres o endosos, si los hubiere.
Según las instrucciones de la Superintendencia de Bancos, debe indicarse la identificación del
titular y el RUT. Si la cuenta pertenece a una persona natural o jurídica y se actúa en ejercicio de
un poder de representación legalmente conferido, se debe dejar constancia de la
individualización del titular y firmantes. La actuación del girador con poder de representación en
caso alguno le servirá para escudar la responsabilidad penal motivada por sus actos o conductas
precedentes, la cual es por esencia personal de quien gira o firma el cheque. (Se supone que el
poder de representación ha sido conferido por el mandante para su uso lícito y no para cometer
hechos punibles.)
Además debe indicarse el domicilio del titular de la cuenta registrado en el banco. No lo exige la
ley, sino que se encuentra en la Condiciones Generales del Contrato. Este antecedente sirve para
llevar a cabo la gestión de notificación judicial del protesto y conocer de los delitos tipificados
en el art.22 de la ley pertinente, conforme lo establece el art.41 fijándose la competencia ante el
juez correspondiente precisamente a ese domicilio.
Debe además indicarse la fecha y hora del protesto. Esto es determinante para los efectos del
cómputo del plazo para ejercitar la acción civil y la acción penal.
Estas acciones tienen un plazo de prescripción de un año y corren paralelas. Este plazo se
aparta de la regla general prevista en el art.95 del Código Penal, cuyo cómputo se cuenta desde la
fecha de perpetración del delito, pues en este caso se cuenta desde la fecha del protesto.
El protesto por falta de fondos está afecto al Impuesto de Timbres y Estampillas, con una tasa
del 1% sobre el monto del cheque con un máximo de 1 UTM y se carga a la cuenta del titular. No
procede este impuesto cuando la cuenta ha sido cerrada respecto de aquellos cheques girados con
posterioridad.
Por último, debe contener la firma del apoderado del banco librado con poder suficiente para
ello.
Finalmente, cabría agregar que los cheques protestados por falta de fondos y cuenta cerrada
forman parte de las nóminas que se remiten semanalmente para ser publicadas en el Boletín
Comercial. Se excluyen de esta verdadera sanción de descrédito a la imagen comercial, los
cheques en los cuales el protesto aparece motivado por aspectos formales y por orden de no
pago.
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responsable al banco librado cuando la firma del librador sea manifiestamente distinta o
“visiblemente disconforme”, esto es, que con un mero examen visual se detecte por los
funcionarios de la institución bancaria su falsedad o disconformidad con aquella dejada
en poder del banco para su cotejo.
b) Fecha inexistente o falta de fecha de giro: Así ocurre, por ejemplo, con los meses que
tienen un día menos que aquel que consigna el librador, 29 de febrero, 31 de abril, etc.
Sobre esto último cabe señalar que la Superintendencia ha señalado que la fecha de giro
puede indicarse de cualquier modo aceptado por los usos sociales, entre los cuales está
por ejemplo, el uso de abreviaturas o de números arábigos o romanos. En consecuencia,
en tanto no exista duda, el banco debe rechazarlo.
c) Mal extendido: Bajo este rubro corresponde consignar las discrepancias que pudieran
advertirse entre la cantidad girada en letras y la que se consigna en números.
Tratándose de una mención expresa, NO es posible recurrir a lo dispuesto en el art.6° de
la Ley 18.092, aplicable a las letras de cambio, que permite presumir que la cantidad
expresada en letras es la que corresponde pagar cuando se advierte disconformidad,
d) Caducidad: No teniendo ningún otro vicio formal si el cobro del cheque se efectúa fuera
de los plazos establecidos en el art.23, el librado procederá a protestarlo por dicha causal.
e) Cheques cobrados después del fallecimiento del librador y titular de la cuenta.
Aquí podemos encontrarnos con dos supuestos diferentes:
a) El primero, relativo al libramiento de un cheque girado con anterioridad al
fallecimiento del titular. La Ilma. Corte de Apelaciones de Santiago ha sostenido que
si el cheque no presenta inconvenientes formales ni de fondo y hay dinero para
atender a su pago, debe procederse a su cancelación. No habiendo fondos, se ha de
protestar por esta causal, o por cuenta cerrada, por cuanto el banco se encuentra
facultado, una vez comunicado el fallecimiento por algún medio fidedigno, cerrar la
cuenta por fallecimiento de su comitente, atendido a que se trata de un contrato
basado en la confianza recíproca entre los contratantes, elemento subjetivo que está
presente en esta relación, de acuerdo a lo establecido en el art.611 del C.de C.,
confianza que no se transmite necesariamente a los herederos.
b) El segundo, cuando se le presenta al banco a cobro un cheque extendido con una
fecha posterior al fallecimiento. En este caso el banco librado debe abstenerse de
pagarlo y proceder a protestarlo por la causal “Fallecimiento del titular de la cuenta
corriente”.
B. REVOCACION DE LA ORDEN DE PAGO41.
Si el cheque no presenta problemas formales y está vigente, pero ha sido revocado bloqueando
los fondos disponibles en la cuenta, el banco debe abstenerse de pagarlo y limitarse a
protestarlo, dejando constancia en el instrumento de la instrucción recibido de su mandante, ni
discriminar si la cuenta dispone o no de los fondos necesarios para su pago.
El banco, como es lógico, queda libre de toda responsabilidad respecto de los perjuicios que
pudieran derivarse.
41
Estudiado en el 11.3.3. más arriba en el apunte.
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La orden de no pago debe darse por escrito ante que el cheque llegue al banco y sea cobrado,
ya que si se da después, el banco queda exento de responsabilidad por los pagos que efectúe.
Puede ser emitida por el titular de la cuenta corriente invocando o no la causal o por el
beneficiario o endosatario o actual portador del cheque con el objeto que el banco suspenda el
pago del cheque, en este caso, por diez días (art.29).
Casos de Revocación (art. 26): Nos remitimos al 11.3.3. de este apunte.
Nótese que la Ley sobre Cuentas Corrientes y Cheques contempla un procedimiento de extravío
diferente al dispuesto en materia de letra de cambio (art., 88 y siguientes de la Ley 18.092).
Como se advierte, a diferencia de la gestión judicial necesaria para obtener la suspensión del
pago de una letra, en el cheque la suspensión la puede solicitar directamente el portador al
banco y subsidiariamente puede recurrir ante el juez para que prohíba el pago.
C. CAUSALES DE FONDO.
Las causales de fondo son la falta de fondos y cuenta cerrada, pudiendo darse el caso que
concurran como causales simultáneas que justifiquen el protesto, debiendo el banco considerar
solamente una.
Ambos tipos de protesto son elementos idóneos para configurar el delito de giro doloso de
cheques.
1) Falta de fondos: Si en la cuenta corriente no existe provisión de fondos o saldos disponibles
suficientes para pagar el cheque, y el banco no está dispuesto a otorgar el crédito o sobregiro,
deberá procederse a protestar de oficio el cheque por esta causal (Art.33 inc.3°).
Puede perfectamente redepositar un cheque protestado por falta de fondos y presentarse
nuevamente a cobro mientras esté vigente el plazo de presentación, ya que el cheque no
pierde su carácter de orden de pago, no obstante su protesto.
Se aplica también la causal de falta de fondos y se protesta de oficio cuando la cuenta
corriente está cerrada y la fecha de giro del cheque es anterior a la fecha de cierre de la
cuenta y es presentado después del cierre dentro de los plazos de vigencia.
2) Cuenta cerrada: El cierre de la cuenta puede tener su origen en la voluntad o iniciativa del
titular (cierre voluntario) o en un acto unilateral del banco librado.
Nuestra C.S. ha precisado que la frase “cuenta cerrada” comprende a aquellas cuentas
corrientes que por voluntad del banco, del librador o de ambos han sido declaradas
terminadas y por consiguientemente han dejado de existir, sin que sea posible, entonces,
después de acaecido este hecho, considerar siquiera la posibilidad de fundar la negativa del
pago en la falta de fondos en cuenta corriente que no existe.
Si se presenta a cobro un cheque girado con posterioridad al cierre de la cuenta, deberá
protestarse por “cuenta cerrada”.
CAPÍTULO 11.9. Acciones civiles y penales.
El cheque es un título de crédito representativo de una suma de dinero pagadera a la vista, que se
emplea ordinariamente como sustituto de la moneda de curso forzoso emitida por el Estado.
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Es preciso que, como tal, esté respaldado por acciones civiles y penales eficaces, que garanticen
su pago por el girador y los endosantes cuando el banco librado no lo paga. En la medida que
tenga este respaldo en la legislación, podrá mantener la confianza del público para recibirlo en
reemplazo del dinero. La naturaleza del cheque como instrumento de pago a la vista no debe
desvirtuarse propiciando reformas que admitan el cheque a fecha, porque en nuestro
ordenamiento existen otros títulos que cumplen la función de instrumentos de crédito. Por
último, atenta contra la naturaleza del cheque la circunstancia de que se le emplee como
documento de garantía, finalidad con la cual la ley no lo concibió, y que para obtenerla se recurra
a toda clase de arbitrios, que redundan en abusos con las personas que han intervenido en la
operación, especialmente con el girador del cheque. Indudablemente que nuestra ley sobre la
materia requiere ser reformada de manera total y profunda, para adaptarla a la realidad
económica mercantil. 42
11.9.1 ACCIONES PENALES:
Con motivo del giro o del uso del cheque pueden cometerse varios delitos, a saber:
a.) Giro fraudulento de cheque: (el mal denominado giro doloso de cheque) Se contemplan
en el art. 22 de la Ley de Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques, y consiste en:
a. Girar el cheque sin tener previamente fondos suficientes y disponibles en la
cuenta corriente;
b. Retirar los fondos después de expedido el cheque;
c. Girar contra cuenta corriente inexistente, y
d. Revocar la orden de pago fuera de los casos previstos en la ley.
En todas estas situaciones el banco rechazará el pago del cheque y el portador deberá
requerir el protesto del documento.
Lo anterior se une a una omisión concreta: no consignar fondos suficientes en la cuenta
corriente del tribunal para cubrir el capital, intereses y costas, dentro de tres días hábiles,
contados desde la notificación judicial del protesto del cheque al girador. El delito se
entiende configurado cuando concurren tanto la acción como la omisión indicadas.
El portador del cheque protestado debe hacer notificar judicialmente el protesto del
documento al girador. Notificado judicialmente, el girador tiene tres días hábiles
contados desde la notificación para depositar en la cuenta corriente del tribunal fondos
suficientes para cubrir el cheque en capital, intereses y costas. Vencido dicho plazo fatal
sin que se verifique la consignación de fondos, se certificará este hecho por el secretario
del tribunal en el expediente. El portador, con el mérito de la gestión realizada, puede
denunciar el delito de giro fraudulento de cheque o, como se acostumbra en la práctica,
querellarse contra el girador.
b.) Estafa: El uso del cheque también puede ser constitutivo de delito de estafa, como
sucede, por ejemplo, cuando una persona engaña a otra, con ánimo de defraudarla,
valiéndose de un cheque del cual no es beneficiario ni portador legítimo. La estafa
puede revestir numerosas formas, que en el ámbito de este trabajo no podemos describir.
En todos los casos en los cuales se falsifica la firma del girador o se altera el nombre del
beneficiario o la cantidad girada, se comete delito de falsificación de instrumento
privado mercantil, sancionado por el artículo 197, inciso 2o, del Código Penal. También
se comete falsificación cuando ello se refiere al endoso del cheque.
42
Comentario de Sandoval.
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c.) Abuso de firma en blanco: Este delito puede cometerse cuando el cheque se extiende con
la sola firma del girador, sin llenar las enunciaciones de su contenido. El artículo 470 No
3 del Código Penal sanciona a los que cometieren alguna defraudación, abusando de
firma de otro en blanco y extendiendo con ella algún documento en perjuicio del mismo
o de un tercero.
d.) Tacha de firma auténtica: El artículo 43 de la Ley de Cuentas Corrientes Bancarias y
Cheques, en su texto actual fijado por la Ley No 18.092, establece que cualquiera persona
que en la gestión de notificación de un protesto de cheque tache de falsa su firma y
resultare en definitiva que dicha firma es auténtica, será sancionada con las penas que
contempla el artículo 467 del Código Penal (estafa), salvo que acredite justa causa de
error o que el título en el cual se estampó la firma sea falso. Se creó este nuevo delito para
sancionar a las personas que tachaban su firma de falsa, siendo ella auténtica, y de esa
suerte restaban eficacia a los títulos de crédito (letra de cambio, pagaré y cheque).
e.) Otras defraudaciones y engaños.
11.9.2. ACCIONES CIVILES
De los cheques impagos emanan acciones civiles: aquellas que tienen por objeto conseguir el
pago del cheque, y aquellas que persiguen la indemnización de perjuicios. Estas se desprenden
de la ineficacia del cheque estudiado a propósito del protesto.
A. Acciones de cobro del cheque. La acción de cobro del cheque se ejerce en contra del girador y
de los endosantes, para lo cual es imprescindible que el documento esté protestado43 por falta de
pago. Sin embargo, debido a que no interviene ningún ministro de fe, el protesto del cheque no
lo transforma en un título ejecutivo, como ocurre en el caso de la letra de cambio, cuando ella se
protesta requiriendo personalmente al obligado por el funcionario competente.
Para iniciar un juicio ejecutivo con un cheque protestado es preciso “preparar la vía ejecutiva”
notificando judicialmente el protesto del cheque al girador o al endosante, en su caso. Podría
entablarse inmediatamente el juicio ejecutivo en el caso especial en que la firma del girador o del
endosante del cheque hayan sido autorizadas ante notario, situación que no se presenta con
frecuencia en la práctica. El protesto del cheque es indispensable para iniciar el juicio criminal en
contra del girador del documento.
El protesto debe fundarse en alguna de las causas indicadas en el artículo 22 de la Ley de Cuentas
Corrientes Bancarias y Cheques. El portador del cheque tiene, pues, dos acciones para cobrarlo.
La acción civil ejecutiva, que puede hacerse valer cuando la firma del girador o la del endosante
han sido autorizadas por notario o bien cuando el protesto del cheque se ha notificado
judicialmente a ellos. De conformidad con lo previsto en el artículo 34 de la Ley de Cuentas
Corrientes Bancarias y Cheques, la acción ejecutiva prescribe en el plazo de un año contado
desde el protesto del cheque.
Puede cobrarlo ejerciendo la acción penal una vez protestado el cheque y notificado
judicialmente su protesto al girador. La acción penal prescribe en el plazo de un año, contado
desde la fecha del protesto del documento. Aun cuando el cheque no se proteste, el portador
siempre podrá cobrarlo al girador, mediante un procedimiento ordinario en el cual se declare el
43
Esto fue estudiado más arriba.
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derecho en su favor. Concluido este juicio, deberá impetrar el cobro ejecutivo del cheque
embargando y rematando bienes para el pago de la suma adeudada.
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