El peón aislado
Por Ricardo Reti
El presente artículo de Ricardo Reti,
forma parte de la serie de conferencias
dadas por el didacta checoeslovaco du-
rante su permanencia en Buenos Aires.
En él, Reti se ocupa de la defensa Ta-
rrasch.
La llamada defensa Tarrasch, se pro-
duce mediante las siguientes jugadas
iniciales:
1.d4 d5
2.c4 e6
3.Cc3 c5
En este momento el blanco tiene
ocasión de aislar el peón dama enemigo
mediante:
4.cxd5 exd5
Llegamos así a una posición en que
el peón dama está aislado. No nos pro-
ponemos ocuparnos sólo de esta línea
de juego, sino que también haremos
breves referencias a otras líneas de juego
que llevan a este resultado, pero como la
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estrategia a según, es
similar en todos los
casos, daremos prefe-
rente atención a esta
variante de la de peón
dama.
Veamos la defensa siciliana, en la
variante en que las blancas juegan pre-
maturamente d4. En este caso, son las
blancas la que quedan con el peón aisla-
do, pero como los planes a seguir son de
la misma factura en todos los casos, el
procedimiento es igual. Veamos: 1.e4 c5
2.Cf3 e6 3.d4 d5 4.exd5 exd5, etc.
Igual en la defensa francesa después
de: 1.e4 e6 2.d4 d5 3.Cc3 c5 4.exd5 exd5,
etc.
En otras ocasiones he hablado sobre
la desventaja de tener un peón aislado.
Ella consiste en que la casilla que está
delante del peón, en nuestro caso la ca-
silla d5, llega a ser un punto fuerte para
el primer jugador, dado que la pieza que
en él se ubique no puede ser desalojada
con ningún peón. Pero aquí no tenemos
un peón cualquiera aislado, sino que se
trata que, de un peón central, y ésta es
una complejidad más.
Es débil porque está aislado, pero por
otra parte es fuerte por la simple razón
de ser un peón central. En todos los ca-
sos observaremos que el peón aislado
de la dama tiene en parte la ventaja de
la base Tarrasch – esta denominación
corresponde a las posiciones en que las
blancas tienen un peón en d4 contra un
peón en e6, o a la inversa, un peón en e4
contra un adversario en d6, y han sido
cambiados los otros dos peones – pro-
porciona al que tiene el peón aislado
más espacio, y el peón dama puede ser
un eficaz punto de apoyo para un caba-
llo que llega a ubicarse en e4 o c4, aun
cuando siempre será una preocupación
porque habrá que defenderlo constante-
mente con piezas mayores.
Pero, puesta en una balanza la venta-
ja y desventaja, resulta que es mayor esta
última. Sin embargo, es fácil compren-
der que, siendo tan difícil como es sa-
car provecho del peón dama aislado, el
Dr. Tarrasch, como buen fanático de sus
propias ideas, sostenga que éste es una
ventaja para el que lo posee. Para de-
mostrar la inconsistencia de estas ideas
de Tarrasch; mostraré como ejemplo de
notable valor una partida jugada entre
grandes maestros de la escuela clásica.
Blancas: Rubisntein
Negras: Marshall
1.d4 d5
2.Cf3 c5
3.c4 e6
4.cxd5 exd5
5.Cc3 Cc6
6.g3 Cf6
7.Ag2 …
Hemos llegado a la posición nor-
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mal de la famosa variante Rubinstein
del Gambito de la Dama contra el peón
dama aislado, tan analizada en los últi-
mos años.
Observaremos aquí algo sobre el
fianchetto del rey. Rubinstein mismo,
que tan a menudo emplea ese método
de desarrollo, censura la escuela hiper-
moderna, porque hace tanto uso del
fianchetto y porque sostiene que la ju-
gada g3, debilita algo la posición. Sin
embargo; este concepto sólo es correcto
cuando de las aperturas del peón rey se
trata, por cuanto la jugada g3 debilita la
casilla f3. El debilitamiento del punto h3
es de mucha menor consideración por
estar alejado del centro, y sutilizando un
poco, podríamos afirmar que una juga-
da de peón que tome casillas nuevas y
que no deje la menor debilidad, no es
posible encontrarla en el tablero de aje-
drez.
Cuando el peón rey todavía está en
e2, se puede jugar, pues, libremente, g3,
dado que no origina debilidades dignas
de ser consideradas como tales, al estar
suficientemente guardada la casilla f3.
Por lo tanto, ese tan erróneo decir que
la jugada g3 debilita el cuadro de f3,
como afirmar que la jugada e4 también
debilita ese cuadro. Solamente el avance
conjunto de esos dos peones (e y g) po-
drían crear esa debilidad. En la variante
Rubinstein, en la que el blanco no tie-
ne la menor intención de proseguir con
un eventual avance del peón rey, el fian-
chetto de ese flanco está perfectamente
encuadrado dentro de las más exigentes
normas estratégicas.
7. … cxd4
Con el propósito de jugar el alfil rey
sin perder un tiempo. Durante los últi-
mos años fue la continuación usada en
esta variante, la siguiente: 7...Ae7 8.O-
O Ae6 9.dxc5 Axc5 10.Ca4 (para tomar
posesión de la casilla fuerte d4), Ae7
11.Ae3 (para cambiar el alfil en la juga-
da próxima, mediante Ac5 y debilitar así
las casillas negras centrales del negro),
etc.
8.Cxd4 Ac5
9.Cb3 Ab4
10.O-O Axc3
11.bxc3 O-O
12.Ag5 Ae6
13.Cc5 De7
14.Cxe6 fxe6
El último cambio aparentemente,
solo ha logrado reforzar el centro de las
negras, pero en cambio responde plena-
mente a la idea de la variante Rubins-
tein. Este, en la jugada siguiente no sólo
hará desaparecer su peón aislado de alfil
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dama, que podría llegar a ser una com-
pensación, sino que debilitará y aislará
todos los peones negros.
15.c4 …
Se ve ahora claramente la importan-
cia del alfil desarrollarlo por el fianche-
tto, no ya porque actúa sobre el peón
aislado adversario, sino por su acción
sobre el centro del tablero.
15. … dxc4
16.Axc6 bxc6
17.Dd4 Dd8
El blanco no sólo recuperará el peón,
sino que tendrá dos peones débiles del
adversario a explotar, lo que Rubinstein
realiza en impecable forma.
18.Axf6 Txf6
19.Dxc4 Da5
20.Tac1 Taf8
21.e4 Dh5
22.f4 …
Malo sería 22.Dxc6, a causa de Th6
23.h4 g5, etc.
22. … Da5
23.e5 Th6
La posición de la torre es extraordi-
nariamente desagradable. Se encuentra 46.Tf3+ Rxe5
fuera de juego. El resto de la partida es 47.Tf2 Rd4
fácilmente comprensible, y no necesita 48.h5 Tc1
comentario. 49.h6 e5
24.Tc2 Db6+ 50.g4 e4
25.Rg2 Td8 51.h7 Tc8
26.Tff2 Tc8 52.g5 e3
27.Tfd2 Rh8 53.g6 exf2
28.Td6 Db1 54.g7 Re3
29.Txc6 Tg8 55.g8=D Re2
30.Tc8 Db7+ 56.De6+
31.Rg1 Db6+
32.Dc5 Dxc5+
33.T2xc5 g5
34.Txg8+ Rxg8
35.fxg5 Th5
36.h4 h6
37.gxh6 Txh6

Y Marshall abandonó

Blancas: Reti
Negras: Kostic

1.e4 c5
2.Cf3 e6
38.Tc8+ Rf7 3.d4 d5
39.Tc7+ Rg6 Un método original de Marshall en
40.Txa7 Rf5 la defensa Siciliana, que lleva a las ne-
41.Ta5 Th8 gras a tener un peón aislado, similar al
42.Rg2 Tb8 que se origina en el Gambito de la Dama
43.Rh3 Tb1 (vemos así como en este caso los pro-
44.Ta3 Th1+ cedimientos estratégicos a seguir son
45.Rg2 Ta1 idénticos, por cuanto es idéntica la es-
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trategia que prima en ambas variantes 8.Cbd2 …
de distintas aperturas, de acuerdo con Y no Cc3. El ataque sobre el peón
nuestras afirmaciones y como sería más aislado no es lo exacto. Lo correcto es
correcta una teoría de las aperturas que colocar al caballo en la presión del pun-
enseñara a combatir contra estos siste- to realmente fuerte para las blancas, que
mas estratégicos, haciendo abstracción es la casilla d4.
completa del nombre del planteo, dado 8. … Axc5
que por distintos caminos, se ha llegado 9.Cb3 Ae7
a un mismo fin táctico. 10.Ag5 h6
4.exd5 exd5 11.Ah4 Cc6
5.Ae2 … 12.c3 Ae6
Contra el peón dama aislado, el alfil 13.Cfd4 …
debe siempre ser desarrollado ya por g2 No Cbd4, a causa de que el blanco de-
(malo en este caso por no existir el peón sea reservarse la posibilidad de jugar f3,
e) o por vía e2, como en la presente oca- si las negras pretenden utilizar el peón
sión. Jugándolo a d3, se obstruiría la ac- aislado de punto da apoyo para ubicar
ción de la dama en la columna del peón un caballo en e4.
aislado. Malo sería ahora g3, por las ra- 13. … Ce4
zones del debilitamiento de la casilla f3, 14.Axe7 Dxe7
que hemos mencionado en otra parta de 15.Ad3 Cc5
esta conferencia, y, asimismo, porque el Malo sería f5, a causa de Te1 seguido
peón aislado en esas circunstancias, se de f3.
convertiría en el punto simultáneamen- 16.Ac2 Cxb3
te fuerte, de que hace alarde Tarrasch. 17.axb3 Cxd4
Veamos un ejemplo al respecto: Blan- 18.Dxd4 …
cas: Thomas. Negras: Reti. 1.e4 c5 2.Cc3
Cc6 3.g3 Cf6 4.Ag2 e6 5.Cge2 d5 6.exd5
exd5 7.d4 cxd4 8.Cxd4 Ae7 9.O-O O-O
10.Te1 Ag4 (explotando ya la debilidad
de la casilla f3); 11.Dd3 Dd7 12.a3 Tfe8
13.Cce2 Ce5 14.Db3 Ac5 15.Ae3 Cc4
16.Cf4 Ce4 y vemos aquí al peón dama
aislado, convertido en un formidable
punto de apoyo para el negro.
5. … Cf6
6.O-O Ae7
7.dxc5 O-O El negro tiene ahora no sólo un peón
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aislado, sino un alfil inferior por causa 34.Tc5 Tc6
de ese mismo peón. 35.Txc6 bxc6
18. … a6 Las negras han consolidado su posi-
19.f4 Df6 ción central, pero a costa de otra seria
20.Dxf6 gxf6 debilidad el peón torre dama.
Acabando de hacer del alfil una pieza 36.Td1 Tb8
inútil para la ofensiva. Sin embargo, es 37.Ta1 c5
necesaria esta jugada, por la amenaza f5, La última tentativa. El juego pasivo
seguido después por la amenaza Td4. llevaría a las negras a una rápida posi-
21.Tad1 f5 ción de perdido. Veamos como: 37...
22.Td4 Rg7 Tb6 38.Re3 Rd6 39.Rd4 f6 40.Ae2 Ac8
23.Ad1 Tac8 41.Ad3 y el negro no tendría ninguna
24.Af3 Tc5 jugada buena para realizar.
25.b4 Tb5 38.bxc5 Txb2+
26.Ta1 … 39.Re3 Tb5
Para impedir a5. 40.Rd4 a5
26. … Tc8 41.Ta2 …
27.Rf2 Rf6 Si Ae2, Tb2.
28.Re3 Re7 41. … Rd7
29.h3 Rd6 42.Ae2 Tb1
30.Ae2 Tb6 43.Txa5 Tb2
31.Ta5 Re7 44.Af3 Td2+
32.Af3 Tg8 45.Re3 Tc2
33.Rf2 Td8 46.Rd3 Tb2
47.Ta6 Rc7
48.Td6 Tb1
49.Rd4 Te1
50.Axd5 Te2
51.g3 Te1
52.c4 h5
53.Ta6 Td1+
54.Re5 Te1+
55.Rf6 Te3
56.Ta7+ Rd8
El negro se ha defendido con suma 57.Ta8+ Rd7
habilidad. Si 34. Axd5, lograría tablas 58.Tg8
mediante Tbd6. Y el negro abandonó
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