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LA RELACION CON MIS PADRES Y HERMANOS

OBJETIVO

Valorar la experiencia familiar como encuentro de dialogo, comprensión y respeto,


revisando nuestras actitudes de hijo y hermano, a partir de lo que el Señor nos invita.

NOS INTERESA

El animador propone comenzar el tema con el siguiente ejercicio .Coloca carteles con
las siguientes palabras en diferentes lugares del ambiente en cual se desarrolla el tema:

Luego pide a los participantes que se coloquen debajo del cartel que indica el mejor
manera lo que es la convivencia actual en sus familias, e invita que las expresen,
utilizando las palabras del cartel que escogieron. Por ejemplo:
“Mi familia es un corral, donde nadie respeta al otro y hace lo que se les da la gana”

El animador recoge los comentarios y orienta el diálogo partiendo de la familia como


primer núcleo fundamental de la vida y dónde aprendemos a relacionarnos. Nacemos a
una familia que no elegimos, desde el principio somos parte de ella y nos tenemos que ir
haciendo en ella; de allí lo fundamental de hablar del tema.

HABLAMOS DE LO QUE NOS PASA

Para este momento el animador invita a aun EJERCICIO PERSONAL. Para ello
entrega a cada participante una hoja con el gráfico siguiente y pide que lo ubiquen en
una escala del 1 al 10, el nivel de relación (cercanía o lejana) que mantienen con su
padre, madre y hermanos en la vida diaria.

Luego del ejercicio, el animador pide que se junten por parejas para compartir la
trabajado.

Ya en PLENARIO, solicita comentar libremente los aspectos en común que han


encontrado en sus experiencias y presenta el siguiente aporte.

Ser hijo significa aprender vivir por sí mismo, partiendo de lo que se recibe de los
padres. Nuestras relaciones de cercanía o distancia con nuestros padres y hermanos por
lograr un buen ambiente en el hogar traen como consecuencia actitudes que puede
construir o destruir la unidad de la familia.

Es posible que muchas de las experiencias familiares tengan situaciones conflictivas,


especialmente en la relación con los padres. Entre los 10 y 12 años experimentados
cambios físicos que nos van haciendo tomar conciencia que no somos niños, nos vamos
haciendo jóvenes. Quizás muchas veces nuestros padres nos tratan todavía como niños,
nos dejan que asumamos responsabilidades, están frecuentemente diciéndonos como se
deben hacer las cosas, no respetan nuestra intimidad, etc. Y estas situaciones,
naturalmente nos molestan, o simplemente no nos hemos detenido a pensar que ellas
van deteriorando la convivencia con los miembros de nuestra familia.
COMPRENDEMOS MEJOR LO QUE VIVIMOS

El animador propone hacer un trabajo grupal. Los participantes se dividen en grupos


de 4 y comentan las siguientes preguntas:

a. A mamá y a mi papá (o quienes hacen las veces de ellos)


-¿Cómo les gusta que seamos su hijos?

b. A mí
-¿Cómo me gustaría que fueran mis padres?

c. A mis hermanos:
-¿Cómo quisiera que fuera yo?

En PLENARIO los grupos exponen sus conclusiones a través de papelógrafos, el


animador hace una síntesis y presenta el siguiente aporte.

En cada familia se sirven experiencias agradables y desagradables que marcan


nuestras vidas. Hay realidades familiares que no se pueden cambiar porque no se
pueden volver al pasado y rehacer la vida de nuestros padres o la nuestra, pero sí
podemos hacer mucho por nuestra futura familia. Es en nuestra familia en la que
aprendemos a amar a los demás y a vivir en comunidad , pues nos brinda cuidado,
respeto, seguridad, afecto, comunicación, confianza, responsabilidad y libertad.

Muchas cosas pueden mejorar y facilitar un buen ambiente en el hogar, entre padres
y hermanos, como por ejemplo ayudar en los trabajos caseros, hablar de lo que
vivimos en el colegio, en el barrio o con los amigos, compartir nuestros sentimientos
y problemas, etc. Todos somos responsables de los valores y contravalores que
encontramos en la familia. ¿Qué podemos hacer por ella?

En primer lugar reconocer que la única persona a la cual puedo cambiar..soy yo, la
única irresponsabilidad que puedo remediar es la mía.

EL SEÑOR NOS DA UNA BUENA NOTICIA

Sentados en círculo, en el medio la Biblia, con música de fondo y en silencio leemos


la Carta a los Efesios 6,1-4.

“Hijos, obedezcan a sus padres, pues esto es un deber;


Honra a tu padre y a tu madre. Es además el primer
mandamiento que va acompañado de una promesa;
para que seas feliz y goces de larga vida en la tierra.
Y ustedes, padres, no sean pesados con su hijos,
sino mas bien edúquenlos usando las correcciones y
advertencias que puede inspirar el Señor.

El animador propone elaborar LAS BIENAVENTURANZAS DE LA FAMILIA.


Entrega a cada participante una tarjeta de cartulina del tamaño de una hoja A4 con el
encabezado “Bienaventurada la familia que…” y pide que escriban la continuación de la
frase.
Después, se irán leyendo y colocando las cartulinas escritas en torno a la Biblia.

Se termina con el canto “Amar es entregarse”

Materiales a usarse en este tema:

-hojas con el ejercicio, cartulinas tamaño de una hoja A4.


-carteles, papelógrafos, plumones.
-cirio, Biblia, tapete.

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