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Asignatura

Introducción a la psicoterapia

Tema:
Tarea 3

Participante
Mairenny medina Almonte
Facilitador:
Tomasina Vásquez
Fecha.
16/11/2016
Elaboración de un ensayo que contenga lo siguiente.

a) Terapia de conducta.
La terapia de conducta es el conjunto de técnicas a partir de las cuales se
usan los procesos de aprendizaje para eliminar los diferentes síntomas que
constituyen síndromes neuróticos.

En este sentido, el psicólogo se caracteriza por enfatizar el papel del


aprendizaje en la adquisición de las conductas tanto ajustadas como
desajustadas por parte del paciente.

Pero antes de utilizar la propia terapia en sí, se hace necesario realizar una
buena evaluación del paciente, así como descubrir qué tipo de terapia
podría ser la más adecuada para su problema.

Habitualmente es útil centrarse sólo en la conducta manifiesta o pública del


paciente, porque, aunque se trate de emociones o cogniciones, estos
procesos pueden llegar a ser visualizados por el psicólogo; más aún
cuando producen compulsiones muy diversas.

Es útil comentar en este aspecto que la terapia de conducta especialmente


se centra en el aquí y el ahora, y en la observación de la persona para
tratar de descubrir aquellas conductas y pensamientos que le perturban.

b) Terapia cognitivos conductuales.


La Terapia Cognitivo Conductual es, en primer lugar, una forma de
tratamiento psicológico. Se puede aplicar a muchos ámbitos y problemas,
no sólo al consultorio.

En el consultorio, típicamente todo comienza cuando una persona no se


siente bien emocionalmente o tiene algún problema de conducta y por ello
decide consultar a un psicólogo. Así, el paciente llega y le explica su
problema al psicólogo quien, a partir de lo que el paciente le narra, tratará
primero de entenderlo y luego ayudarlo a encontrar una solución con los
medios de la Terapia Cognitivo Conductual.

A continuación, vamos a desarrollar una serie de puntos importantes que


describen cómo se realiza el tratamiento.
La Terapia Cognitivo Conductual tiene tres grandes etapas

En Terapia Cognitivo Conductual nos organizamos en tres fases:


evaluación, tratamiento y seguimiento.

Durante la primera etapa, la evaluación psicológica, nos ocupamos de


conocer al paciente y entender los problemas por los que consulta. Si existe
un diagnóstico como Depresión, Bipolaridad o Fobia Social tratamos de
encontrarlo en este momento. En general, lo que vamos descubriendo en
estas primeras entrevistas se lo explicamos al paciente, de este modo él
empieza a conocer su problema y nos da su punto de vista. Muy
importante: durante esta fase, paciente y terapeuta charlan y acuerdan
cuáles son los objetivos del tratamiento y ponen las prioridades en los
mismos. La evaluación psicológica dura entre 3 y 5 sesiones.

La segunda etapa es la más larga, el tratamiento propiamente dicho. Aquí


es cuando se aplican las técnicas dirigidas a lograr el cambio que beneficia
al paciente, tratando de alcanzar los logros que se plantearon en la primera
etapa. Las técnicas que se aplican varían mucho según el problema, el
paciente y el momento que esté atravesando. En cualquier caso, siempre la
aplicación de un procedimiento se charla con anticipación con el paciente.

Durante la tercera etapa, el seguimiento, vamos espaciando la frecuencia


de las consultas mientras aplicamos procedimientos orientados a mantener
los cambios y prevenir recaídas. Cuando los objetivos se lograron y el
cambio se consolidó, le damos el alta al paciente.

c) Sus fundamentos y aplicación.

Se considera que la Terapia Cognitivo Conductual nace a partir de la fusión


de las terapias conductistas y las que se derivan de la Psicología Cognitiva.

Por un lado, el conductismo (y muy especialmente el conductismo radical


de B. F. Skinner) sirve como ejemplo de metodología exhaustiva y muy
ceñida a los preceptos del método científico, lo cual permite valorar
objetivamente los progresos que se van haciendo durante la terapia. Por el
otro, la Terapia Cognitiva enfatiza la necesidad de no renunciar a la
consideración de los procesos mentales inobservables directamente, ya
que gran parte de la utilidad de una terapia recae en el bienestar subjetivo
de los pacientes y este factor no tiene por qué poder ser registrado a través
del puro análisis de la conducta.
Sin embargo, y aunque dentro de la Terapia Cognitivo Conductual en
cualquiera de sus formas se trabaja con constructos que hacen referencia
al "mundo mental" no observable directamente, se hacen esfuerzos para
que los elementos mentales que entran en juego en el diagnóstico y la
intervención respondan a categorías bien delimitadas y traducibles a
variables cuantitativas para poder hacer un seguimiento exhaustivo de los
cambios que se realizan a nivel subjetivo.

Por tanto, se evitan todo tipo de formulaciones esotéricas y ambiguas sobre


la manera de pensar de la persona y se crean sistemas de categorías en
los que las ideas recurrentes quedan clasificadas unas dentro de otras en
clasificaciones que responden a un único criterio.

Aplicación

La aplicación de la terapia cognitivo conductual está especialmente


indicada en los trastornos de estrés postraumático, los trastornos de pánico,
el trastorno obsesivo-compulsivo, la ansiedad, la agorafobia, la fobia social,
la depresión, el trastorno bipolar y otros trastornos de la personalidad.
También es especialmente efectiva en las adicciones, tales como la
ludopatía, el alcohol o la cocaína, así como los trastornos sexuales y otros
problemas relacionados con la salud.

En contrapartida, y si tenemos en consideración la evidencia científica de


los últimos años, la terapia psicológica y, específicamente, la terapia
cognitivo-conductual, ha demostrado ser una alternativa más eficaz y
económica que los fármacos para el tratamiento de la ansiedad y de la
depresión y, a diferencia del tratamiento farmacológico, no supone ningún
riesgo para la salud y no presenta ningún efecto secundario adverso.

Además de reducir los síntomas de ansiedad y depresión y mantener estos


cambios terapéuticos a largo plazo, el tratamiento psicológico proporciona
otros beneficios en comparación con el tratamiento farmacológico, tales
como una mayor adherencia al tratamiento, una disminución significativa
del riesgo de recaídas y una elevada tasa de recuperación (es decir, a
diferencia de los fármacos, no deja ninguna "patología residual"), evitando
la cronificación del trastorno y disminuyendo, consiguientemente, el número
de visitas al médico y los días de hospitalización.

De hecho, las principales guías de práctica clínica basadas en la evidencia


científica, tanto internacionales como nacionales (como la del National
Institute for Health and Clinical Excellence –NICE-), recomiendan la terapia
cognitivo-conductual como el tratamiento de primera elección para el
trastorno depresivo leve y moderado, el trastorno de angustia, el trastorno
obsesivo-compulsivo, el trastorno de ansiedad generalizada y las fobias
específicas.

Asimismo, el tratamiento psicológico es aconsejable por encima del


farmacológico cuando el problema de salud mental que presenta el
paciente está complicado por otras condiciones médicas, como abuso de
alcohol o drogas, o problemas crónicos de salud física, así como en el caso
de niños, adolescentes y mujeres embarazadas, debido al riesgo elevado
para la salud que supone el consumo de psicofármacos en estos grupos de
pacientes. Sólo en los casos severos se recomienda el uso de medicación,
pero siempre en combinación con tratamiento cognitivo-conductual, e
informando al paciente sobre los objetivos terapéuticos, la duración del
tratamiento farmacológico, los posibles efectos secundarios y los riesgos
que conlleva una interrupción brusca de la medicación.

d) A qué se refiere la fusión entre lo cognitivo y conductual.


terapia cognitivo conductual

La terapia cognitivo-conductual, conocida como TCC, es una fusión de la


terapia cognitiva y la terapia conductista, con su correspondiente aplicación
clínica de la psicología cognitiva y la psicología conductista. Aunque ambas
muestran ciertas incompatibilidades y no son las más indicadas en según
qué tipos de trastornos haya que tratar, en general han demostrado ser muy
efectivas. De hecho, es la terapia con mejores resultados y más utilizada en
el mundo.

Son orientaciones de la terapia cognitiva enfocadas en la vinculación del


pensamiento y la conducta, y que recogen las aportaciones de distintas
corrientes dentro de la psicología científica; siendo más que una mera
fusión, es aplicación clínica, de la psicología cognitiva y la psicología
conductual. Suelen combinar técnicas de reestructuración cognitiva, de
entrenamiento en relajación y otras estrategias de afrontamiento y de
exposición.
características:
 Es de corta duración, en comparación con otras modalidades de
psicoterapia.
 Los consultantes pueden ser una persona, una pareja, una familia o
un grupo.
 Se incluyen tareas para realizar entre las secciones.
 Se genera una relación colaboradora entre terapeuta y paciente.
 Está orientada al presente.
 Se considera que la terapia fue efectiva en la medida que el paciente
logre las metas que se propuso y mejore su calidad de vida.

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