Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Teoría Del Estado
Teoría Del Estado
La pluralidad de los órganos del estado exige que las funciones se diversifiquen
y, en consecuencia, en las manifestaciones del poder del Estado se distingue
entre la función legislativa, la función administrativa y la función
jurisdiccional del estado que se exteriorizan, respectivamente, en
actos jurídicos legislativos, administrativos o judiciales, en los cuales se concreta
la autoridad emanada del poder: un mandato expresivo de la voluntad del órgano,
que podrá ser ley (acto legislativo) si emana del órgano legislador; acto
administrativo si emana del órgano ejecutivo o un acto jurisdiccional, si emana del
órgano jurisdiccional (sentencia).
Harris propone una teoría del origen de los estados basándose en la evidencia
antropológica, en distintos lugares del mundo, de grandes “proveedores”, o
benefactores, una forma de tributación primitiva en la que un hombre lograba
aglutinar fuerza de trabajo para realizar un gran festín en beneficio de todos los
que trabajaron, o incluso en beneficio de otros. Dice que esta fuerza aglutinada
de trabajo, en tiempos de guerra, podía atribuirle poderes especiales al
organizador, o también que poco a poco podía transformarse en una especie
primitiva de seguridad social, ofreciendo alimento a la gente con pobres
cosechas. Los primeros estados germinan entonces a partir del momento en que
aparecen los primeros grandes almacenes de cereales; los orígenes del
almacenamiento pueden ser variados: competencia entre “grandes proveedores”
de festines, mingas, protección colectiva ante las sequías o las plagas, asociación
de tribus, auge manufacturero; de un momento a otro una clase minoritaria se
adueña de los almacenes, o logra producir más exceso agrícola que el resto, y
también empieza a exigir bienes o trabajo a cambio de alimento. El crecimiento
poblacional, la abundancia de alimento, los empuja a conseguir más territorio; los
pueblos invadidos, siempre de menor número, tienen sólo dos alternativas: huir o
pagar tributos.
El quid del origen de los estados se encuentra en el factor común de los estados
prístinos propuestos: estaban rodeados de zonas mucho menos fértiles en la
periferia, por lo que establecerse más lejos significaba reducir el nivel de vida;
esto es lo que el autor llama “atasco”, un impedimiento geográfico que
concentraba la población en una zona. También existe la teoría de la
matrilocalidad en el origen de los estados, uno o varios centros a partir de los
cuales la población se expande, fraternidad entre las tribus,… pero en todos los
casos, y sin excepción, la matrilocalidad no es más que una etapa inicial de los
estados.
Harris nos dice: “…los estados surgieron a partir de las sociedades grupales y
aldeanas a través de la ampliación y estratificación del liderazgo responsable de
las redistribuciones económicas y de la dirección de la guerra externa”.
En el México de los Olmecas, entre el 800 y 400 a.C., no habían atascos y nunca
se formó más que una etapa incipiente de estado; y sin embargo se construyeron
numerosos templos en las pequeñas montañas sobre los pantanos. El autor afirma
que no es necesario un mando estatal autoritario para la construcción de templos
sino que basta con la existencia de almacenes colectivos o grandes hombres
(proveedores, entusiastas, organizadores) para levantarlos.
El caso de los Mayas puede parecer a primera vista una contradicción de la teoría
de los “atascos”, puesto que en medio de un bosque semi-tropical la población
siempre habría tenido donde establecerse sin formar grandes concentraciones
urbanas. Ha habido teorías que postulaban un origen del estado maya
independiente de las presiones ecológicas, atribuyéndolo más bien al poderío de
un sacerdocio benigno que todo el pueblo maya respetaba y tributaba agradecido
(por las lluvias por ejemplo). Pero Harris indica que también entre los mayas
hubo fuertes presiones ecológicas como para formar un estado: las sequías y el
subsuelo, mayoritariamente calizo y permeable, con pocos ríos y lagos a pesar de
las no tan abundantes lluvias. Los cenotes, o grandes pozos naturales de agua,
siempre fueron aglutinantes de población, y el mayor de ellos coincide con Tikal,
el emplazamiento más grande de los mayas. Cierto que la práctica de la quema y
de la poda es más o menos adecuada a dicha zona con una buena capacidad
regenerativa (se quema una porción de bosque, se cultiva algunos años, y luego
se dejan los árboles en barbecho, que tras algunos años se volverán a quemar
para fertilizar la tierra con su ceniza; la poda se refiere a la eliminación de maleza
y pequeños árboles durante el período de cultivo), pero no era suficiente para
mantener una población como la que tuvieron los mayas. Es el descubrimiento de
canales (imposibles de detectar en terreno) por fotografías aéreas y de chultuns
(pozos artificiales de agua) lo que posibilitó la alta densidad poblacional maya, y
también la existencia de un estado y de una clase privilegiada. Una vez más, el
descubrimiento de mejores formas de producción agrícola produce un aumento
poblacional, que a la larga requerirá todavía mejores formas de producción,
organización y redistribución.
La posición del Estado frente a este tema, no necesariamente debe ser la misma a la de
cualquier particular. El Estado se debe a los ciudadanos y debe responder ante ellos. Un
particular en este punto se debe a si mismo. Por lo tanto, puede usar el software que desee
porque no tiene que rendir cuentas.
El Estado tiene el mandato de la Constitución y las Leyes de velar por los derechos de
todos los ciudadanos. Es un mandato irrenunciable, su razón de ser tal vez …
Por lo tanto es importante tener claro, tomar conciencia, que el Estado debe considerar ante
todo, razones ideológicas, para cumplir con sus responsabilidades, en otro plano quedarán
relegadas razones meramente comerciales o superficiales y que no se refieren estrictamente
a sus funciones.
¿Cómo tendría que actuar o que posición debería tener el Estado frente a esta situación?.
La misión de la gestión informática por parte del Estado, es ser el guardián y garante del
registro público, es decir, mantener la información actualizada y correcta, acerca de la
identidad y el patrimonio de los ciudadanos, de su interacción con el ciudadano, de su
propio accionar, etc. y garantizar que está y estará accesible durante todo el período de su
vigencia.
Para cumplir adecuadamente con esta misión a través del uso de tecnologías informáticas y
de comunicaciones, el Estado debe preservar tres aspectos esenciales:
1. SEGURIDAD.
En particular, el Estado debe extremar medidas para que sólo las personas autorizadas
tengan acceso a los datos, y al mismo tiempo garantizar que el acceso por parte de estas
personas no pueda ser denegado por terceros.
2. PERENNIDAD.
El Estado administra datos cuya vida útil a menudo se mide en cientos de años, por lo que
debe existir garantía de que los datos estarán disponibles y serán accesibles por períodos
muy largos de tiempo.
3. TRANSPARENCIA.
El Estado tiene la obligación de publicar todos sus actos, salvo aquellos cuya divulgación
pueda afectar negativamente la seguridad nacional o el bienestar de sus ciudadanos.
Si el Estado, usara tecnología que descuidara alguno de estos principios, estaría faltando al
cumplimiento de su misión.
Para poder cumplir con estos principios, seguridad, perennidad y transparencia, el Estado
necesita fiscalizar y asegurar su cabal cumplimiento.
Algunas de las tareas requeridas e imprescindibles para esto son:
1. Seguridad:
Existe en círculos académicos el debate acerca de si el software libre es inherentemente
más seguro que el propietario, pero no es de esperar que esta cuestión si dirima a corto
plazo. Sí existe consenso, sin embargo, sobre el hecho de que es muchísimo más sencillo
esconder código malicioso (puertas traseras, bombas de tiempo, etc.) en software cuyo
código fuente no está disponible públicamente que en software que puede ser
inspeccionado por cualquier persona interesada y existe numerosa evidencia de
funcionalidad escondida en incontables programas propietarios, aún en aquellos producidos
por las empresas más prestigiosas.
2. Perennidad:
Sin la posibilidad de analizar el código fuente, también es imposible determinar si el autor
del sistema incluyó mecanismos de inhabilitación temporales o remotos que puedan
comprometer la posibilidad de acceso a los datos en el futuro. Asimismo, al usar software
propietario, el usuario almacena sus datos mediante el uso de software desconocido, en un
formato desconocido. Sin la posibilidad de inspección, es imposible saber si el formato
utiliza tecnologías sujetas a patente o derechos de autor, que pudieran resultar en que el
acceso a esa información en el futuro dependa de la posesión de las licencias
correspondientes.
3. Transparencia:
Cuando el Estado utiliza software como soporte operativo de sus procedimientos, el mismo
pasa a ser parte indisoluble de dichos procedimientos, y por lo tanto está sometido al
requerimiento de publicidad de los actos de gobierno. El Estado no puede, en estos casos,
utilizar software cuyo código fuente no esté públicamente disponible, sin violar principios
constitucionales básicos relegados en la Constitución Política del Estado de Chile.
1. Ninguno de los casos citados tiene interés meramente académico, sino que todos ellos
son ejemplos concretos de problemas que se presentan en la práctica cada vez que la
administración pública utiliza software licenciado bajo el modelo propietario, y ante los
cuales el Estado, privado de una alternativa legítima de acción, termina actuando de manera
desfavorable a sus propios intereses, y a los de los ciudadanos.
3. La única manera mediante la cual el Estado puede utilizar software para llevar a cabo a
conciencia su rol de guardián y garante del registro público es a través de la aplicación de
programas cuya licencia no afecte las facultades necesarias, es decir que le permita, sin
límite en el tiempo ni en la cantidad ni tipo de computadoras, ejecutar, estudiar, corregir,
mejorar, ampliar y adaptar el programa de acuerdo a sus necesidades, y no a las del
proveedor.
No escapará a la atención de todos que precisamente esas son las facultades que las
licencias libres otorgan.
El Estado tiene el derecho y bebería tener la capacidad de optar por soluciones de software
libre en cuantas ocasiones lo considere conveniente. Esta capacidad y este derecho, no son
distintos en el fondo de los que tiene cualquier persona, o cualquier empresa, de fijarse una
política respecto de la tecnología de información que emplea. Ahora bien, en función de los
principios esenciales que han sido expuestos más arriba, estas ocasiones son todas aquellas
en que sea posible emplear software libre. Corresponde a las ramas legislativas, en tanto,
representantes del conjunto de las voluntades de los electores, fijar los lineamientos
fundamentales de políticas públicas a través de las leyes.
Definiciones
El concepto de Estado difiere según los autores,3 pero algunos de ellos definen el Estado
como el conjunto de instituciones que poseen la autoridad y potestad para establecer
las normas que regulan una sociedad, teniendo soberanía interna y externa sobre
un territorio determinado. Max Weber, en 1919, define Estado moderno como una "asociación
de dominación con carácter institucional que ha tratado, con éxito, de monopolizar dentro de
un territorio la violencia física legítima como medio de dominación y que, con este fin, ha
reunido todos los medios materiales en manos de sus dirigentes y ha expropiado a todos los
seres humanos que antes disponían de ellos por derecho propio, sustituyéndolos con sus
propias jerarquías supremas”.4 Por ello se hallan dentro del Estado instituciones tales como
las fuerzas armadas, la administración pública, los tribunales y la policía, asumiendo pues el
Estado las funciones de defensa, gobernación, justicia, seguridad y otras, como las relaciones
exteriores.
Probablemente la definición más clásica de Estado, fue la citada por el jurista
alemán Hermann Heller que define al Estado como una "unidad de dominación, independiente
en lo exterior e interior, que actúa de modo continuo, con medios de poder propios, y
claramente delimitado en lo personal y territorial". Además, el autor define que sólo se puede
hablar de Estado como una construcción propia de las monarquías absolutas (ver monarquía
absoluta) del siglo xv, de la Edad Moderna. "No hay Estado en la Edad Antigua", señala el
autor.5 Asimismo, como evolución del concepto se ha desarrollado el "Estado de Derecho" por
el que se incluyen dentro de la organización estatal aquellas resultantes del imperio de la ley y
la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y otras funciones, como la emisión
de moneda propia.
Definiciones de los clásicos
Cicerón: Es una multitud de hombres ligados por la comunidad del derecho y de la utilidad
para un bienestar común.
San Agustín: Es una reunión de hombres dotados de razón y enlazados en virtud de la
común participación de las cosas que aman.
J. Bodino: Es un conjunto de familias y sus posesiones comunes gobernadas por un poder
de mando según la razón.
F. C. von Savigny: Es la representación material de un pueblo.
I. Kant: Es una variedad de hombres bajo leyes jurídicas.
F. Oppenheimer: Es la institución social impuesta por el grupo victorioso al derrotado, con
el propósito de regular su dominio y de agruparse contra la rebelión interna y los ataques
del exterior.
F. Lasalle: El Estado es la gran asociación de las clases pobres.
T. Hobbes: Una institución, cuyos actos, por pactos realizados, son asumidos por todos, al
objeto de que pueda utilizarse la fortaleza y medios de la comunidad, como se juzgue
oportuno, para asegurar la paz y la defensa común.
L. Duguit: Es una corporación de servicios públicos controlada y dirigida por los
gobernantes.
G. W. F. Hegel: El Estado es la conciencia de un pueblo.
Hegel, 1986: El Estado es la realidad de la idea ética; es el espíritu ético en cuanto
voluntad patente, clara por sí misma, sustancial, que se piensa y se conoce, y que se
cumple lo que sabe. En lo ético el Estado tiene su existencia inmediata; y en la conciencia
de sí del individuo, en su conocer y actividad tienen su existencia mediata, y esta
conciencia de sí, por medio de los sentimientos, tiene su libertad sustancial en los fines y
resultados de su actividad.
H. Grocio:La asociación perfecta de hombres libres unidos para gozar de sus derechos y
para la utilidad común. Es la asociación política soberana que dispone de
un territorio propio, con una organización específica y un supremo poder facultado para
crear el derecho positivo.
Karl Marx: El Estado no es el reino de la razón, sino de la fuerza; no es el reino del bien
común, sino del interés parcial; no tiene como fin el bienestar de todos, sino de los que
detentan el poder; no es la salida del estado de naturaleza, sino su continuación bajo otra
forma. Antes al contrario, la salida del estado de naturaleza coincidirá con el fin del
Estado. De aquí la tendencia a considerar todo Estado como una dictadura y a calificar
como relevante solo el problema de quién gobierna (burguesía o proletariado) y no solo el
como.
Si bien puede considerarse que el deseo de mandar es innato, el ser humano ha civilizado el
instinto de dominación, transformándolo en la autoridad. Y ha creado el Estado para
legitimarla.
Las sociedades humanas, desde que se tiene noticia, se han organizado políticamente. Tal
organización puede llamarse Estado, en tanto y en cuanto corresponde a la agregación de
personas y territorio en torno a una autoridad, no siendo, sin embargo, acertado entender la
noción de estado como única y permanente a través de la historia.
De una manera general, entonces, puede definírsele como la organización en la que confluyen
tres elementos, la autoridad, la población y el territorio. Pero, esta noción ambigua obliga a
dejar constancia de que si bien el Estado ha existido desde la antigüedad, sólo puede ser
definido con precisión teniendo en cuenta el momento histórico.
Del estado de la Antigüedad no es predicable la noción de legitimidad, por cuanto surgía del
hecho de que un determinado jefe (rey, tirano, príncipe) se apoderase de cierto territorio,
muchas veces mal determinado, sin importar el sentimiento de vinculación de la población,
generalmente invocando una investidura divina y contando con la lealtad de jefes y jefezuelos
regionales. Así fueron los imperios de la antigüedad, el egipcio y el persa, entre ellos.
La civilización griega aportó una nueva noción de estado. Dado que la forma de organización
política que la caracterizó correspondía a la ciudad, la polis, se acordaba a la población una
participación vinculante, más allá del sentimiento religioso y sin poderes señoriales
intermedios. Además, estando cada ciudad dotada de un pequeño territorio, su defensa
concernía a todos los ciudadanos, que se ocupaban de lo que hoy se llama el interés nacional.
En el régimen feudal prevalecieron los vínculos de orden personal, desapareciendo tanto la
delimitación estricta del territorio como la noción de interés general. El poder central era
legítimo pero débil y los jefes locales fuertes, al punto que éstos ejercían atributos propios del
príncipe, como administrar justicia, recaudar impuestos, acuñar moneda y reclutar ejércitos.
Y, finalmente, el estado moderno incorpora a la legitimidad, heredada del feudal, la noción de
soberanía, un concepto revolucionario, tal como señala Jacques Huntzinger,6 quien atribuye el
paso histórico de una sociedad desagregada y desmigajada, pero cimentada en la religión, a
una sociedad de estados organizados e independientes unos de otros.
Pero, este estado moderno, surgido de la aspiración de los reyes a desembarazarse de los
lazos feudales y de la jerarquía eclesiástica, el estado – nación, la unión de un poder central,
un territorio y una población alrededor del concepto revolucionario de la soberanía, habría de
conocer dos formas, dos definiciones diferentes, la primera, el estado principesco y la
segunda, el estado democrático.
El estado principesco, se caracterizó por el poder personal ejercido uniformemente sobre un
territorio estrictamente delimitado. El príncipe era el soberano, con atribuciones internas y
externas. Dentro de su territorio, cobraba impuestos y producía leyes de carácter general,
aplicadas coercitivamente, mediante el monopolio de la fuerza pública. Internacionalmente,
representaba y obligaba a su Estado.
Y el estado democrático, surgido de las revoluciones inglesa, norteamericana y francesa,
trasladó la soberanía del príncipe a la nación. Sus poderes fueron asumidos por organismos
surgidos de consultas a la población, mediante reglas de juego previa y claramente definidas.
Y al igual que en las polis griegas, el sentimiento patriótico se desarrolló y con él los de
pertenencia, civismo e interés nacional.
Sea que se practique la democracia o sólo se adhiera verbalmente a ella, el proceso histórico
descrito ha llevado a la extensión del estado - nación como forma política. Los principios
desarrollados en Europa y Norteamérica se propagaron con la descolonización producida
durante el siglo XX y así, tal como afirma Huntzinger, se “ha llegado a universalizar el modelo
de estado – nación de tal modo que el planeta, ahora, se encuentra poblado de estados.”
Estado Moderno
El Estado Moderno surgió entre los siglos XV y XVI, cuando los reyes aprovecharon la crisis
del feudalismo para retomar su poder, y su proceso de surgimiento se aceleró en
el Renacimiento, con profundas transformaciones en los mecanismos del gobierno y en el
ejercicio del poder. Este proceso estuvo respaldado por la burguesía, clase social que se fue
fortaleciendo con este tipo de Estado. El Estado moderno poseía identidad, estaba
organizado, estructurado y era formal; era reconocido políticamente por esto y el poder estaba
centralizado. Su formación tuvo varias consecuencias a nivel político, económico y social.
Estado teocrático
Estado teocrático.
Teocracia es la organización del Estado de acuerdo con los principios y
normas de una religión. El dios se revela a través de los profetas, estos son
interpretados por los clérigos que los adaptan y aplican a los tiempos y a las
circunstancias concretas.
Los dogmas son los fundamentos y principios del Estado. Las normas morales
son las leyes; las normas positivas se convierten en obligaciones y los pecados en
delitos. Todos los órganos del Estado están orientados en este sentido.
Todavía hoy quedan muchos países con regímenes teocráticos,
principalmente musulmanes, que se rigen por las “leyes religiosas”.
Definición de Ciudad-estado
Tiempo después, los antiguos griegos se organizaron de esta manera a través de las llamadas
polis.
Mientras tanto en América, la civilización Maya fue la primera en imponer como organización
básica las ciudades-estado.
Nada mejor que explicar los fundamentos con algunos ejemplos concretos para comprender
mejor el concepto…
En la misma se encuentra emplazada la Santa Sede que se erige como la máxima institución de
la Iglesia Católica.
Su autoridad máxima y jefe del estado es el Papa, mientras tanto, las funciones de gobierno
corresponden al Secretario de Estado a quien el Papa se las delega.
Cabe destacarse que esta secretaría se encuentra comprendida por dos secciones: Sección de
Asuntos Generales, sería el ministerio del interior y por la Sección de Relaciones con los
Estados, equivalente al ministerio de relaciones exteriores.
En la actualidad, y desde el año 2013, en el que fue elegido conforme al tradicional cónclave de
cardenales, Francisco, es el Papa de la Iglesia Católica, y por ende su máxima autoridad.
Y ni hablar que se trata de un sitio elegido por multimillonarios y celebridades de todo tipo
para pasear por sus calles, playas y lujosos hoteles.
Mónaco es hoy el principado más pequeño que alberga Europa, el príncipe actual es Alberto II.
Estado absolutista
En el Estado absolutista, el gobernante (monarca), se considera como la autoridad máxima,
por encima de todas las leyes. La expresión del derecho romano "princeps legibus solutus", de
la que deriva ese uso de los términos absoluto y absolutismo, se aplica en el sentido de que el
gobernante está sujeto a la ley y hace que estas se cumplan en su totalidad bajo su mandato,
y ejerce su gobierno sin límites ni restricción alguna más que consigo mismo. Esta forma de
gobierno corresponde a la monarquía absoluta, expresión de la forma de gobierno por la cual
los súbditos del Estado estaban conscientes de ser sometidos a la autoridadúnica
y soberana de un monarca absoluto.
El autor Perry Anderson en su libro "Lineages of the Absolutist State", el cual se tradujo al
castellano bajo el nombre de "El Estado absolutista", de la primera edición en inglés de 1974,1
explica el desarrollo del estado absolutista en los principales países como Francia, Inglaterra y
España,2 en los cuales se llegó a concentrar de mayor manera este sistema de gobierno
autoritario. YouTube
Aunque existen precedentes de Estados con una fuerte concentración de poder en todas las
formas de monarquía e imperios de la Antigüedad (despotismo hidráulico, Imperio romano,
etc.), su definición historiográfica se limita a su aparición en la Europa Occidental de la Edad
Moderna como expresión política de la formación social histórica denominada Antiguo
Régimen (siglos XV al XVIII). Este periodo termina con la Revolución francesa de finales del
siglo XVIII, que terminó con antiguo régimen, con la notable excepción de la autocracia zarista
rusa, que llega hasta 1917. Su utilización para designar a otros Estados de épocas posteriores
y hasta la actualidad es habitualmente objeto de controversia.
Anteriormente en la historia política de Europa medieval, la monarquía había pasado por fases
de monarquía feudal y monarquía autoritaria, en las que la autoridad real se fue haciendo
cada vez mayor, después de que la disolución del Imperio carolingio disgregara y
descentralizara de forma muy acusada el poder político y militar.
El historiador Perry Anderson en su libro El estado absolutista explica el surgimiento de esta
forma de gobierno como se ve a continuación:
La reorganización del sistema político feudal en su totalidad, y la disolución del sistema
original de feudos, la propiedad de la tierra tendió a hacerse progresivamente menos
"condicional", al tiempo que la soberanía se hacía correlativamente "mas absoluta". El
debilitamiento de las concepciones medievales de vasallaje se desarrolló en ambas
direcciones: mientras confería a la monarquia unos poderes nuevos y extraordinarios,
emancipó las propiedades de la nobleza de sus tradicionales limitaciones
Estado de derecho
Un Estado de derecho es un modelo de orden para el país por lo cual este se rige por un
sistema de leyes escritas e instituciones ordenado en torno de una constitución, la cual es el
fundamento jurídico de las autoridades y funcionarios que se someten a las normas de esta.
Cualquier medida o acción debe estar sujeta a una norma jurídica escrita y las autoridades del
Estado están limitadas estrictamente por un marco jurídico preestablecido que aceptan y al
que se someten en sus formas y contenidos. Por lo tanto, toda decisión de sus órganos de
gobierno ha de estar sujeta a procedimientos regulados por ley y guiados por absoluto respeto
a los derechos fundamentales.
Lo anterior contrasta con lo que sucede ocasionalmente en muchas dictaduras personales,
donde el deseo del dictador es la de una gran medida de acciones sin que medie una norma
jurídica. En un Estado de derecho las leyes organizan y fijan límites de derechos en que toda
acción está sujeta a una norma jurídica previamente aprobada y de conocimiento público (en
ese sentido no debe confundirse un Estado de derecho con un Estado democrático, aunque
ambas condiciones suelan darse simultáneamente). Esta acepción de Estado de derecho es la
llamada "acepción débil" o "formal" del Estado de derecho.
En un "Estado de derecho" toda acción social y estatal encuentra sustento en la norma; es así
que el poder del Estado queda subordinado al orden jurídico vigente por cumplir con el
procedimiento para su creación y es eficaz cuando se aplica en la realidad con base en el
poder del Estado a través de sus órganos de gobierno, creando así un ambiente de respeto
absoluto del ser humano y del orden público.
El término "Estado de derecho" tiene su origen en la doctrina alemana del Rechtsstaat. El
primero que lo utilizó como tal fue Robert von Mohl en su obra La ciencia de política alemana
en conformidad con los principios de los Estados de derecho (en alemán Die deutsche Polizei-
wissenschaft nach den Grundsätzen des Rechtsstaates),1 sin embargo, la mayoría de los
autores alemanes ubican el origen del concepto en la obra de Immanuel Kant. En la tradición
anglosajona, el término más equivalente en términos conceptuales es el rule of law.
Concepciones y requisitos
Un Estado es un conjunto de instituciones públicas que controla un territorio o unidad política
superior, de manera autónoma y completamente soberana. Los países tienen organizaciones
estatales, estas pueden ser de dos tipos:
1. Deben crearse diferentes órganos del cuerpo del Estado y cada uno de ellos debe
asumir una de las funciones de Estado.
2. Esos órganos de poder del Estado deben actuar autónomamente. Es decir, sus
dictámenes o decisiones no pueden ser invalidados, modificados o anulados por otro
órgano.
3. Debe estar establecida la forma en que se nombran los titulares del respectivo órgano,
y las solemnidades y procedimientos para poner término a sus cargos.
4. El poder debe estar institucionalizado y no personalizado, vale decir, debe recaer en
instituciones jurídico-políticas y no en autoridades específicas, las cuales tienen
temporalmente el poder en sus manos mientras revisten su cargo.
5. Tal vez el requisito más importante tiene que ver con que tanto las normas
jurídicas del respectivo Estado como las actuaciones de sus autoridades cuando
aplican dichas normas jurídicas, deben respetar, promover y consagrar los derechos
esenciales que emanan de la naturaleza de las personas y de los cuerpos intermedios
que constituyen la trama de la sociedad.
Para la acepción débil del Estado de derecho se requeriría satisfacer las cuatro primeras
condiciones, mientras que la quinta condición es típica de una acepción fuerte del Estado de
derecho. Ha existido un considerable debate sobre la utilidad de las dos acepciones: El Estado
de derecho en sentido formal y el Estado de derecho en sentido material. Autores
como Joseph Raz son partidarios de usar el término estado de derecho en sentido formal
reduciendo el estado de derecho al principio de legalidad:
Un sistema jurídico no democrático, basado en la negación de los derechos humanos, en una gran
pobreza, en segregación racial, en desigualdad sexual y en la persecución religiosa puede, en principio,
conformarse a los requerimientos del Estado cualesquiera de los sistemas jurídicos de las más
ilustradas democracias occidentales. Esto no significa que este sistema sea mejor que aquellas
democracias occidentales. Sería un sistema jurídico inconmensurablemente pero sobresaldría en un
aspecto: en su conformidad al Estado de derecho.
J. Raz: La autoridad del derecho3
El ordenamiento jurídico del Estado debe reunir una serie de características que dan origen a
un Estado de derecho real o material.
Por contra otros autores, entre ellos el mexicano Reyes Heroles se adhieren a una acepción
material o sustantiva y consideran que el Estado de derecho se asientan en cuatro principios
amplios:
1. Principio de legalidad.
2. Obligatoriedad del derecho con respecto al Estado.
3. La supremacía de la constitución.
4. La responsabilidad del estado por sus actos frente a los ciudadanos.
El Estado de derecho en sentido formal
Estado de derecho es aquel en el que la ley es el instrumento preferente para guiar la
conducta de los ciudadanos. La transparencia, predictibilidad y generalidad están implícitas en
él. Esto conlleva a que se facilite las interacciones humanas, permite la prevención y solución
efectiva, eficiente y pacífica de los conflictos; y nos ayuda al desarrollo sostenible y a
la paz social. Para un Estado de derecho efectivo es necesario:4
En estos momentos el equilibrio y la armonía entre las organizaciones sociales y los actores
estatales, se convierte en un camino espinoso por los distintos intereses políticos partidarios y
económicos que inciden en el Estado y se interponen el interés general y colectivo.
La comprensión de los roles de cada uno de los actores y sectores que intervienen la relación entre
el Estado y la sociedad no debe ser entendida como una relación de sustitución, sino una relación
de complementariedad. Una democracia madura implica un Estado y una sociedad fuerte que se
relacionen continuamente, controlen mutuamente y negocien entre sí, donde la voz del pueblo
tiene fuerza de ley.
El país lleva ya varias décadas demandando un relacionamiento más lineal entre gobernados y
gobernantes, porque el desarrollo nacional debe ser un compromiso de los distintos actores que
intervienen y juntos en coordinación impulsar un relacionamiento más efectivo, basado en el
respeto en la legalidad y en la legitimidad de los actores. No es posible la apertura y el
relacionamiento Estado-Sociedad, sobre la base del clientelismo, la corrupción, la impunidad y la
complicidad de una clase política con el dolo y el fraude.
Los actores gubernamentales deben entender que la corrupción no es una percepción, deben
quitarse la máscara y asumir que la misma existe, que es estructural, sistemática y que convive en
un sistema de complicidad público-privada que operan y se interrelacionan entre sí, generando
corrupción-impunidad o impunidad corrupción.
Para generar confianza en los ejercicios sui generéis y por designación o invitación de las veeduría
ciudadana que se realizan, es necesario un mensaje claro, con firmeza y voluntad de impulsar un
sistema de consecuencia, investigación y sanción de las inconductas, de las propias “autoridades
gubernamentales”.
Los actores gubernamentales debe reconocer y afirmar la verdad como bien originario, decisivo e
imprescindible, aceptar la verdad es el fundamento para generar confianza y un diálogo franco,
transparente y abierto con la sociedad, defendiendo el derecho de los ciudadanos de denunciar y
querellarse contra el dolo, el fraude de los recursos públicos.
Grupo social
Un grupo social es un sistema social formado por un conjunto de individuos que
desempeñan un rol social dentro de una sociedad.
Este conjunto puede ser fácilmente identificado, tiene forma estructurada y es duradero. Las
personas dentro de él actúan de acuerdo con unas
mismas normas, valores y objetivos acordados y necesarios para el bien común del grupo y la
persecución de sus fines. Se puede definir a partir de una serie de variables mensurables en
el nivel económico, laboral, educativo, etc.
Para la identificación de un grupo social es necesaria una distintiva identidad común
o pertenencia, que puede manifestarse en una culturasemejante, y no necesariamente en la
semejanza en el nivel económico. Los miembros de un grupo social interactúan para un
proyecto común o formando un subgrupo discordante, que finalmente adquiere un carácter de
controlador. La potencialidad de un grupo social es robusta tanto al formar la trama de la
sociedad como en su negación (partido opositor en el Parlamento, subgrupo en el aula).
Los líderes formales o informales son el punto fuerte de la trama de interacciones en un grupo
social.
Cuando la adscripción a determinado grupo social está fuertemente determinada por criterios
económicos, el grupo social de los individuos se suele denominar clase social, y está
fuertemente influida por la clase de la familia en que nace el individuo.
El grupo es un concepto de delimitación complicada. Para entender la palabra “grupo” en
las ciencias sociales, debe usarse matizada por algún adjetivo o aparecer dentro de un
contexto preciso y concreto, pues, en la práctica, es un término aplicado a realidades distintas.
ORGANIZACIONES POLÍTICAS
La organización política es la expresión institucional de una ideología o de un
estado de conciencia del pueblo en torno a determinados asuntos públicos de
interés general. Esta se caracteriza por su capacidad de influir en el seno de la
sociedad política.
Toda organización política es producto de una realidad histórico-social, y se
expresa a través de elementos subjetivos o inmateriales y objetivos o materiales,
donde los primeros constituyen factores estructurales ya sea humanos o
programáticos, mientras que los segundos implican elementos instrumentales,
como los asuntos de carácter orgánico y normativo.
A partir de ello son cuatro los aspectos que traducen la esencia de
las organizaciones políticas y constituyen su fenómeno.
II. Elementos subjetivos o inmateriales
Constituyen el soporte y fundamento de la existencia de toda agrupación política.
Comprenden:
A. Aspecto humano
Toda organización está integrada por personas que comparten convicciones
políticas, filosóficas, sociales, culturales, o de cualquier otra índole, respetando el
principio de tolerancia que rechaza cualquier forma de discriminación. Es decir,
que las diferencias individuales comportan una doble condición, de ser humano y
ser social, que es la que en definitiva otorga la categoría de sujeto de una
organización.
Pero, si bien toda organización constituye un conjunto de individuos, ésta sólo
puede existir gracias a la participación integrada de sus miembros con miras a un
propósito común; por lo que este último elemento también configura el
fundamento humano.
El conjunto de personas de una organización política constituye una unidad
basada en una relación especial, cual es la relación política. En virtud a ella el
conjunto se transforma de un conglomerado social, en una organización política
con una base estructural propia, en mérito de lo cual, sus integrantes dejan de
lado su individualidad y asumen la calidad de miembros de la organización, con la
denominación de afiliados.
B. Aspecto ideológico
A partir de esta relación política surge dentro de la agrupación lo que se
denomina el “espíritu de grupo” con vocación de permanencia, en función del cual
se identifican los afiliados con capacidad para decidir y actuar –usualmente–
sobre la base de una ideología determinada. Esta debe ser entendida como la
concepción que adopta la organización con relación al orden socio-político en el
que está inmersa, suministrándole una guía de acción para su desenvolvimiento
en la vida política.
Sin embargo, si bien la ideología es la manifestación del pensamiento político en
un momento histórico, es el llamado estado de conciencia el que surge en los
contextos de crisis político-ideológica como expresión de la forma de
autopercepción de los hombres en sociedad, con relación a los desafíos que
presenta la vida en comunidad. Este se torna entonces en el fundamento para la
agrupación de los ciudadanos en organizaciones políticas, constituyendo la
cristalización del proceso de maduración de las ideas políticas y filosóficas de una
época. De esta manera surgen propuestas para la acción que pueden constar en
programas o estrategias que enfrenten la situación existente a través de
elementos organizativos y normativos.
III. Elementos objetivos o materiales
Son los que rigen la organización y la actuación de toda agrupación política.
Comprenden:
A. Aspecto orgánico
El hecho que toda organización política descanse sobre una trama de relaciones
especiales, gracias a la unidad, permanencia e intencionalidad para obrar, supone
la existencia de los medios que promuevan la acción unificadora, el estado de
permanencia en el tiempo y la coordinación de las voluntades de los miembros en
determinado sentido. Esto sólo es posible gracias al elemento orgánico, es decir al
establecimiento de una organización política.
La organización puede ser entendida en una doble acepción: como actividad que
ordena y como un conjunto orgánico. Ambos conceptos se complementan pues,
toda actividad ordenadora remata en la distribución de funciones y la creación de
ciertos órganos de ejecución; y todo organismo social se establece o permanece
en virtud de la aplicación de ciertos principios de la actividad ordenadora
A.1. Como actividad que ordena
Toda colectividad reunida en torno a la realización de una idea, supone el
ejercicio y el despliegue de actividades, servicios y funciones; en tanto que su
cumplimiento exige la presencia de agentes servidores o funcionarios que
desarrollan actividades, ya sea como elementos de base o de dirección, o
cumpliendo tareas específicas de representación, técnicas o de administración.
Esta relación orgánica que se va generando entre cada uno de los afiliados y la
organización política va creando un vínculo de naturaleza espiritual, a través del
cual se adscriben a las diferentes instancias de la organización y se comprometen
a contribuir a la producción de la vida institucional.
Es en virtud de esta relación orgánica que los integrantes de la organización
política pasan de la condición de afiliados a la de activistas, con específicos
derechos y obligaciones. De ahí que los integrantes de la organización política se
renueven y reajusten, empleando técnicas y procedimientos como son: la
promoción, la cooptación, la asimilación, la elección o la designación. Así pues, en
mérito del principio cinético de toda organización “sistémica”, un activista puede
ocupar cualquier cargo dentro de la organización política, y ésta puede renovarse
permanentemente con el ingreso de nuevos afiliados, manteniéndose así en el
tiempo.
De más está señalar que precisamente la estructura “democrática” u “oligárquica”
de las organizaciones políticas, depende en buena medida de los métodos y
procedimientos establecidos para la conformación, renovación y reajuste de las
funciones y competencias al interior de la organización política.
A.2. Como un conjunto orgánico
La organización debe entenderse como una agrupación conformada por órganos
encargados de las funciones de dirección, ejecución y supervisión que le son
inherentes.
La organización deriva entonces en una cuestión técnica por medio de la cual se
dota a una agrupación social de la dirección y órganos idóneos necesarios para su
eficaz funcionamiento y la consecución de sus fines, al punto que su eficacia
depende de la aplicación certera de los principios en que se basa.
Sin embargo, cuando algún elemento orgánico falla puede ser suplido, a veces con
mayores ventajas, por otro factor no esencialmente orgánico, como la voluntad o
el espíritu de cuerpo que suponen el carácter esencialmente personal de toda
organización y que nos remiten, en última instancia, al estado de conciencia de los
miembros de estas organizaciones políticas.
Es indudable que por la naturaleza lógica de los principios en que se basa y por
los resultados prácticos de su acción, la organización tiene una conexión directa
con el concepto de estructura. Esta se concibe como un conjunto de elementos
vinculados entre sí, a través de relaciones con características específicas, de modo
que, una estructura se distingue de otra porque se dan vínculos particulares entre
sus elementos. Así, cada vez que varían sustancialmente estas relaciones se
transforma su estructura y en consecuencia su composición orgánica.
De esta manera, si al conjunto político que es un sistema ordenado y organizado,
se le aplica el concepto de estructura, nos encontramos frente a la configuración
de las organizaciones políticas. Es decir, que las organizaciones políticas son
estructuras que cuentan con una determinada constitución orgánica que obedece
a diversos factores, tales como volumen de afiliados, composición social, grado de
politización, así como lugar y momento histórico en que se produce su actuación.
B. Aspecto normativ
La constitución de las organizaciones políticas se produce en la aplicación de los
principios y normas de carácter general y específico que tienen por fin asegurar la
unidad, la dinamicidad, el desarrollo y la responsabilidad en el cumplimiento de
los propósitos trazados por ella.
En efecto, toda organización política no podría asegurar por sí sola su
permanencia y funcionamiento, sin una base normativa que, al tiempo que
determinase los ámbitos de competencia de cada uno de sus órganos, otorgase a
la vez sustento jurídico a su autoridad y actuación. Sin esta base normativa
imperaría la inestabilidad, la anarquía y el desorden; ningún órgano, funcionario
o agente podría ejercer potestades de mando si su autoridad no se reputara válida
en virtud a las normas que la rigen.
Al respecto, cabe tener en claro lo siguiente: primero, las organizaciones
políticas son colectividades humanas; segundo, generan modos de conducta
colectivos con un carácter especial y, tercero, estos modos de conducta colectivos
de las agrupaciones de carácter permanente con capacidad para obrar y decidir,
se encuentran regidos por un tipo especial de normas de conducta que poseen
carácter jurídico y constituyen el prototipo de actuar colectivo, genérico y
despersonalizado.
Podría parecer erróneo dar carácter jurídico a normas, en tanto que no procedan
del Parlamento o del Ejecutivo, ni sean objeto de control por parte del órgano
jurisdiccional. Sin embargo, las normas reglamentarias y estatutarias que
determinan la estructura, relaciones, composición, disciplina y demás aspectos de
las organizaciones políticas, son generadas, producidas y aplicadas sólo por los
que constituyen tales organizaciones, sin perder por ello su condición de
jurídicas, pese a no contar con las características formales de una ley, porque es
del caso recordar que la norma jurídica se crea no sólo por la acción legislativa,
ejecutiva o jurisdiccional, sino también cuando en el seno de la sociedad se
acuerda una norma entre los integrantes de una organización, determinando un
ámbito de derechos y obligaciones.
Característica de la Población:
Sin población no se concibe un Estado
La población no esta aislada, al momento de conformarse el Estado. Ya existe
anteriormente un grupo de personas a un territorio
Importancia de la Población:
Sociedad:
Grupo en el cual individuos pueden compartir una vida social común.
Pueblo: Concepto más restringido, ya que se refiere a la parte de la población que
tiene el ejercicio de los derechos políticos.
Nación: La nación tiene un concepto más emotivo, viene a ser el sentimiento de
una solidaridad que vincula a los individuos en su voluntad de vivir en conjunto, un
sentimiento ligado a las fibras más íntimas de nuestro ser. Existen diferentes
opiniones cuando se trata de distinguir el elemento de este sentimiento; se discute
sobre el principio fundamental de carácter nacional, para unos es la influencia de
factores naturales: la raza, la lengua; para otros, lo primordial es el elemento
espiritual: la religión, las costumbres, los recuerdos comunes, la voluntad de cumplir
en conjunto grandes obras. Los rasgos fundamentales de la Nación con respecto al
papel que juega en la formación del Estado pueden ser dos, el primero es que la
Nación esta por encima de cualquier otro tipo de colectividad, ya sean la horda, el clan,
la tribu, la ciudad, pues la colectividad límite, abarca y engloba todas las otras, pero
esta no es englobada por ninguna de ellas. El segundo rasgo viene representado por el
precedente que nos permite conocer el papel fundamental que juega el objetivo social
en el sentimiento nacional, esto es el factor fundamental y decisivo de la solidaridad
que une a los miembros del grupo.
Patria: Es el conjunto sagrado de la tierra, la historia, la vida presente y las nobles
aspiraciones del país y del pueblo al que nos unen el nacimiento o la sangre de los
padres.
Diferencia entre Nación y Patria
No es fácil establecer tal distinción. El patriotismo es el amor de los caracteres
nacionales, de los símbolos que vemos tanto en los horizontes familiares, como en las
más grandes emociones que provocan los nombres de nuestros antepasados.
Diferencia entre la Nación y el Pueblo
El concepto de nación releva más del espíritu que de la carne. En ella prevalecen los
criterios humanos que se reducen a un querer vivir colectivo.
Sociedad Civil:
Son aquellas sociedades en las cuales no se persigue ningún ingreso monetario y se
disuelven por la muerte de alguno de sus integrantes.
Existe cuando la población se organiza política y jurídicamente. Los hombres se
reúnen en sociedad para él logro de sus propios y fines y por lo tanto dicha sociedad
constituye el elemento orgánico primario del Estado, ya que no es posible concebir un
Estado sin habitantes. Incluso puede afirmarse que la sociedad civil humana como
elemento del Estado, da origen y razón de ser a los demás elementos. En la sociedad se
presupone la existencia de una organización jurídica y política.
Nacionalidad:
Vinculo jurídico y político existente entre un Estado y los miembros del mismo. Se
puede presentar la nacionalidad por el estado civil de la persona nacida o naturalizada
en un país o perteneciente a ella por lazos sanguíneos de padre o madre.
Naturaleza jurídica de la nacionalidad:
a.
b. Teoría del contrato: En esta para poder tener nacionalidad debe existir un
contrato entre la persona que adquiere la nacionalidad y el Estado que la otorga.
Esta teoría es rechazada debido a que para poder realizar un contrato como tal la
persona debe poseer capacidad jurídica y no es tomada en cuenta que los recién
nacidos y los enfermos mentales no la poseen por lo tanto quedarían apartidas, de
igual forma no se explica la nacionalidad por anexión territorial.
c. Teoría de la concesión unilateral del Estado: No se satisface ya que en algunos
casos la nacionalidad no se trata de una concesión de parte del Estado, por cuanto
este se ve obligado a otorgar la nacionalidad a ciertas personas, tal como ocurre
en Venezuela en donde la Constitución expresa en su artículo 33 ordinal 3. "Son
venezolanos por naturalización desde que declaren su voluntad de serlo".
d. Teoría de la situación Sui – Generis: Se basa en que la nacionalidad en un
vínculo jurídico que no puede expresarse por un contrato ni una concesión sino
por su propia naturaleza.
Clasificación de la Nacionalidad
La noción de poder público abarca a todos los poderes que son propios
del Estado. Cabe recordar que el Estado ejerce el poder legislativo (crea
y modifica leyes), el poder judicial (aplica dichas normativas) y el poder
ejecutivo (desarrolla políticas de gobierno) a través de diversas
instituciones.
Es habitual que la expresión de poderes públicos se asocie a los organismos
estatales que disponen del monopolio de la acción violenta: es decir, que
pueden obligar a hacer algo a los ciudadanos o reprimirlos mediante el uso
de la fuerza, siempre bajo los parámetros establecidos por las leyes.
La Policía, la Gendarmería y la Prefectura, entre otras entidades,
componen los poderes públicos de acuerdo a esta acepción.
En algunos países, la noción de poder público se vuelve concreta a través de
ciertas instituciones. En Venezuela, el Poder Legislativo, el Poder
Judicial, el Poder Ejecutivo, el Poder Electoral y el Poder
Moral forman lo que se denomina como Poder Público Nacional. En
estos casos, los conceptos se escriben con mayúsculas iniciales ya que hacen
mención a organismos específicos.
Cada uno de esos citados poderes tienen encomendadas unas misiones y
funciones claramente delimitadas:
-El Poder Ejecutivo, es el que llevan a cabo tanto el Presidente de la
República de Venezuela como el resto de los ministros que le acompañan en
el equipo de gobierno.
-El Poder Judicial, como su propio nombre indica, se encarga de velar por lo
que es la administración de la justicia que emana del pueblo y que se imparte
en nombre de la República. En concreto, este es llevado a cabo por el
Tribunal Supremo de Justicia así como por los demás tribunales que se
encuentren debajo del mismo, según la organización establecida.
-El Poder Legislativo, que es desarrollado por la Asamblea Nacional.
-El Poder Electoral, por su parte, se halla en manos del Consejo Nacional
Electoral (CNE) y su función principal es la de velar porque en los distintos
procesos electorales exista absoluta imparcialidad a la hora de que se dé el
voto.
-El Poder Moral. Este es conocido también como Poder Ciudadano y está
llevado a cabo por el Consejo Moral Republicano. Esta entidad se encuentra
conformada por el Fiscal General de la República Bolivariana de Venezuela,
el Defensor del Pueblo y el Ministro General de la República.
Entonces, podemos ver que las leyes de un Estado forman un ordenamiento total, en el que cada ley
guarda vinculación y subordinación con las demás, de acuerdo al lugar que le corresponde, conforme a
su importancia y generalidad. Analicemos juntos un ejemplo: un contrato tiene validez si respeta las
normas que lo regulan contenidas en el Código Civil, y el Código Civil tiene validez porque sus normas
se ajustan a las disposiciones de la Constitución Nacional. En el ejemplo se puede ver que una ley
(Código Civil) depende de otra (Constitución Nacional) creando así una jerarquía, y eso ocurre porque
no puede haber en una sociedad leyes que tengan disposiciones contradictorias entre sí, sino leyes que se
complementen, para la seguridad jurídica de las personas.
Ahora bien, surge la siguiente pregunta: ¿Cómo se establece ese orden o jerarquización de las leyes?
HANS KELSEN, doctrinario de la escuela de Viena, elaboró una teoría explicativa del ordenamiento de
las leyes y graficó su fundamento en la figura de una pirámide.
La prelación de las normas no es más que la jerarquía que cada una ocupa dentro del ordenamiento
jurídico, con el objeto de su correcta aplicación. Kelsen graficó su teoría en una pirámide, así cada
norma superior es el fundamento de validez de la norma inferior, y en cierto modo determina el
contenido de la misma, dicho de otra manera una norma inferior no puede permitir lo que una norma
superior prohíbe. Veamos cómo están ubicadas en la pirámide las normas:
En la parte superior o vértice de la pirámide se encuentra la Constitución Nacional; es decir, aquella que
unifica todo el sistema jurídico de un Estado, luego le siguen en ubicación las leyes de menor rango.
Nuestra Constitución en su Art. 137 establece el Ordenamiento Jurídico de la Republica, es decir la
ubicación de nuestras leyes en la pirámide, y dice cuanto sigue: “ La ley suprema de la República es la
Constitución. Ésta, los Tratados, Acuerdos y Convenios Internacionales aprobados y ratificados, las
leyes dictadas por Congreso y otras disposiciones jurídicas de inferior jerarquía sancionadas en su
consecuencia, integran el derecho positivo nacional en el orden enunciado” .
1) CONSTITUCIÓN NACIONAL: de ella derivan otras leyes que la reglamentan. Por Ej. la
Constitución consagra los derechos del niño, y el Código de la Niñez y Adolescencia Ley 1680/01
contiene las normas que conceden las herramientas jurídicas para el ejercicio y protección de esos
derechos.