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Estandares Historia 2 Examen
Estandares Historia 2 Examen
Los musulmanes llegan a la Península en el año 711 llamados por los partidarios de Witiza debido a
un enfrentamiento con los de don Rodrigo. Tarik derrotó a Don Rodrigo cerca del río Guadalete y
estos ocupan el país con gran rapidez.
La rapidez de la conquista se explica por: la escasa resistencia de los nobles visigodos, que preferían
pactar con los invasores a cambio de conservar su señorío y su religión; el ímpetu invasor del Islam
que se refleja en el ejército comandado por Tarik y Muza; y el descontento de la población con la
monarquía visigoda.
La conquista musulmana (711–718): Los musulmanes ocuparon en tan solo siete años casi la
totalidad de la península desde la victoria en la batalla de Guadalete (711) hasta la ocupación de
Toledo, el valle del Ebro, hasta llegar a las estribaciones de la Cordillera Cantábrica.
El califato de Córdoba (929–1031). A principios del siglo X el emirato cordobés sufrió una grave
crisis. Las divisiones internas y las amenazas de unos reinos cristianos cada vez más fuertes fueron
los problemas más importantes. Solucionados estos problemas, en el 929 Abderramán III se siente
lo suficientemente fuerte para proclama el califato independiente de Córdoba, es decir, ahora se
independizará también en lo religioso del califato de Bagdad, asumiendo él la máxima autoridad
religiosa. Es un periodo de paz y de máximo apogeo económico, político, militar y cultural de Al-
Ándalus. (Periodo de máxima expansión territorial, de mayor esplendor económico)
El final de califato. (1000-1030) A la muerte de Al-Hakam II, hacia el año 1000, se inició un periodo
de pérdida del poder efectivo de los califas. Estos conservaron un poder simbólico, ya que quien
realmente gobernaba era Almanzor, un hachib o primer ministro, que concentró todo el poder
político y militar. A su muerte, Al-Ándalus comenzó a desintegrarse políticamente en multitud de
reinos de taifas.
Las taifas y las invasiones bereberes (1031–1244): La desintegración del califato dio lugar a más de
una veintena de pequeños estados independientes, llamados reinos de taifas. La desunión debilitó
a Al-Ándalus y las taifas fueron hostigadas constantemente por los reinos cristianos del norte. En
ocasiones las taifas pagaron parias a los cristianos para evitar los ataques. Es un momento de
debilidad política, aunque de prosperidad económica y cultural. (Avances cristianos y retroceso
musulmán. Se alternan periodos de disgregación (taifas) con los de unificación (almorávides y
almohades)
El reino nazarí de Granada (1232–1492). En este periodo el reino de Granada se mantuvo como la
única entidad política andalusí en el territorio peninsular hasta ser conquistado por los Reyes
Católicos en 1492. Políticamente era muy débil, manteniéndose como vasallo de Castilla, pagando
tributos a los castellanos y ayudándolos en caso de guerra. Las disputas internas entre familias
nobles (Abencerrajes) y la dinastía nazarí facilitaron el fin del reino de Granada.
Cambios sociales: dominación por parte de los invasores y alternancia de etapas de convivencia
pacífica con las poblaciones preexistentes (a cambio de pago de impuestos) con etapas de mayor
integrismo religioso. Es una sociedad muy heterogénea: minoría de origen árabe, población de
origen bereber, población hispanovisigoda, y minorías como los mozárabes y los judíos.
DESCRIBE LAS GRANDES ETAPAS Y LAS CAUSAS GENERALES QUE CONDUCEN AL MAPA POLÍTICO DE
LA PENÍNSULA IBÉRICA AL FINAL DE LA EDAD MEDIA
SS. VIII-X: lucha aislada de grupos al Norte y Este peninsulares. Creación del reino de Asturias
(origen en la batalla de Covadonga en 722), Navarra y Marca Hispánica (futuros condados catalanes
y reino de Aragón). Lenta expansión de estos territorios sobre espacios bastante vacíos (Duero,
Ebro).Reconquista y repoblación.
SS. X-XIII: consolidación de reinos cristianos (independientes entre sí) y rápida expansión hacia el
Sur (hasta el Guadalquivir). Expansión de las estructuras feudales. El reino de Aragón se orienta más
hacia el Mediterráneo.
SS. XIV-XV: luchas internas en Castilla ralentizan la reconquista de Andalucía, hasta la definitiva
conquista de Granada. Reinos de: Portugal, Castilla, Navarra y Aragón.
EXPLICA EL ORIGEN DE LAS CORTES EN LOS REINOS CRISTIANOS Y SUS PRINCIPALES FUNCIONES
Las Cortes serían la representación de las nuevas ciudades, a partir de su importancia en la
actividad económica. Los reyes les conceden poderes, tratando de usarlas como aliados en su lucha
contra la nobleza (tratando de rescatar antiguos poderes cedidos a ésta en los tiempos feudales).
Los reyes acceden a consultar en estas instituciones de representación (acuden nobles, clérigos y
burgueses) para tratar asuntos legales y de impuestos. El principal cometido de las Cortes era
discutir y votar las peticiones económicas que realizaba el rey. A cambio, este se comprometía a
tener en cuenta las peticiones de los estamentos. Surgen entre los siglos XII y XIII tanto en el reino
de León como en el de Aragón.
En la Baja Edad Media en la península convivían tres reinos cristianos, además de Portugal:
• El reino de Castilla que comprendía los territorios de la cornisa cantábrica, León, las dos
Castillas y casi toda Andalucía, menos el reino de Granada, todavía en manos musulmanas.
• La Corona de Aragón, que tenía un carácter confederal y estaba constituida por una serie de
reinos, con diferentes leyes e instituciones bajo la misma corona: Aragón, Cataluña y Valencia.
Todos ellos constituían monarquías de tipo feudal donde la nobleza había alcanzado un gran poder
gracias a la posesión de extensos señoríos
• En Castilla: se desarrolla un modelo de monarquía más autoritaria. El rey tuvo un gran poder
y gobernaba sin contar con las Cortes.
• En Aragón los enfrentamientos entre los nobles y el rey terminan con un acuerdo entre
ambos, por el cual, el rey se compromete a negociar con las Cortes de Aragón la labor de gobierno
(monarquía pactista).
El ámbito territorial: en Castilla en una primera fase fue el valle del Duero, cuyo sistema de
repoblación sería la presura; en cambio en los nuevos ámbitos, (valles del Tajo y del y del Ebro en
Aragón), a partir de los siglos XI-XII el sistema empleado será el de fueros y cartas pueblas.
Finalmente, a partir del siglo XIII, en los ámbitos de Castilla: valles del Guadiana y Guadalquivir, más
Extremadura; Valencia y Baleares en Aragón será el de repartimientos.
Presura: Hasta el río Duero, las tierras conquistadas estaban prácticamente despobladas. Fueron
ocupadas por los campesinos, a los que se les reconocía su propiedad con solo cultivar. Las
consecuencias: aún hoy se conservan la pequeña y mediana propiedad en esas tierras castellanas.
Fueros y Cartas Puebla: Para atraer a la población cristiana a estas tierras, los reyes del siglo XI
concedieron fueros y cartas pueblas a los habitantes de las ciudades que se deseaba repoblar. Esto
permitió la aparición de grandes comunidades de villa y tierra integradas por una ciudad que
actuaba como capital y su territorio circundante, el alfoz, formado por numerosas aldeas y sus
términos. Las consecuencias eran términos municipales amplios en los que los habitantes poseían
numerosos derechos.
Repartimientos: Mediante este sistema, empleado a partir del siglo XIII, los reyes entregaron
grandes lotes, de casas y tierras, entre la nobleza y las órdenes militares, como pago por su apoyo
militar. Las consecuencias de esa entrega de tierras fueron la generación de enormes latifundios al
sur de la Península
El feudalismo se implantó con prontitud en la zona peninsular que estuvo bajo la influencia franca
(Marca Hispánica). Hacia el siglo XI, la necesidad de proteger el territorio llevó a los nobles a
prescindir de la autoridad de los reyes y convirtieron su cargo en hereditario; así mismo, muchos
campesinos, libres y propietarios de sus tierras, se convirtieron en siervos a cabio de protección. De
este modo, a finales del siglo XIII, la Península Ibérica estaba regida por una red de relaciones
señoriales en la que los nobles y el clero obtenían rentas de sus propiedades y ejercían derechos
jurisdiccionales (el derecho de gobierno sobre un territorio) mientras que los campesinos aunque
disponían del dominio útil de la tierra, se encontraban sometidos a la jurisdicción señorial.
Los campesinos constituían la mayor parte de la población, pero su situación no era homogénea. En
la mayor parte del Norte peninsular predominaban los campesinos libres y propietarios de
pequeñas extensiones, mientras que en Cataluña estaban sujetos a servidumbre. En el Sur, el
avance de la conquista cristiana supuso la configuración de grandes señoríos nobiliarios y
eclesiásticos trabajados por campesinos en régimen de servidumbre. En cualquier caso, sus
obligaciones con los propietarios de la tierra o hacia los señores jurisdiccionales (los que tenían el
derecho de gobierno sobre un territorio) eran muchas.
ESTÁNDARES BLOQUE 3
DEFINE EL CONCEPTO DE “UNIÓN DINÁSTICA” APLICADO A CASTILLA Y ARAGÓN EN TERRITORIOS
DE LOS REYES CATÓLICOS Y DESCRIBE LAS CARACTERÍSTICAS DEL NUEVO ESTADO.
Unión dinástica es la unión de varios reinos bajo un mismo soberano o gobernante por derecho
dinástico. Como consecuencia de tal tipo de unión, los reinos así unidos no han sido integrados o
fusionados, sino que la misma persona posee cada uno de ellos en forma independiente; y, por lo
general los dominios del título mantienen sus propias instituciones y legislación (particularismo). En
la mayoría de los casos la unión dinástica es también una unión personal. La unión pertenece a una
dinastía o familia, pero no es unión política, sino patrimonial.
El matrimonio en 1469 de los respectivos herederos de las Coronas de Aragón (Fernando) y Castilla
(Isabel) supuso la unión ambos territorios (aunque cada uno de ellos conservó sus
leyes,instituciones, costumbres, etc.
Castilla era el territorio más poderoso y se mantuvo la supremacía castellana sobre el resto de
territorios. El objetivo principal de los Reyes Católicos fue reforzar el poder real y uno de sus
mejores medios fue la política religiosa. Por ello crearon el Consejo de la Suprema Inquisición para
controlar la uniformidad religiosa y controlaron los nombramientos de los obispos. La uniformidad
religiosa se completó con la expulsión de los judíos y la persecución de los mudéjares (tras la
rebelión de las Alpujarras). Otro instrumento para aumentar su poder fue la creación de un ejército
permanente pagado por la monarquía e independiente de la nobleza, y un cuerpo de funcionarios.
Reformas en Castilla: el Consejo Real es el principal órgano de gobierno y se reduce el papel de las
Cortes; se reorganizó el sistema judicial y se creó la Santa Hermandad (cuerpo armado para
mantener el orden en los caminos).
Política exterior: los objetivos eran la unificación de la Península Ibérica (se consigue con la
conquista de Granada en 1492 y la anexión de Navarra), el control del Mediterráneo y del norte de
África y aislar a Francia. Destaca también el descubrimiento de América en 1492.
Conquista de Granada:
Causas: avance de la Reconquista por parte de Castilla hacia el último reducto controlado por los
musulmanes. Aragón ya estaba centrado en su expansión por el Mediterráneo.
Descubrimiento de América:
Causas: tras la reactivación económica del siglo XV se reactivan las rutas marítimas y aparecen rutas
nuevas en el Atlántico. Hay necesidad de más metales preciosos para realizar el comercio y
productos más caros para vender los ricos.
Posesiones de Carlos I.
Al iniciar su reinado en 1516, había heredado los siguientes territorios pertenecientes a su familia
tanto paterna como materna: de sus abuelos maternos, heredó las Coronas de Castilla y Aragón con
sus posesiones en Italia, el norte de África, y sobre todo, el nuevo continente descubierto hacía 25
años. De su abuela materna recibía el Franco Condado, los Países Bajos y Borgoña. Además, a la
muerte de su abuelo paterno, Maximiliano de Austria, heredó también sus posesiones en Alemania
y Austria, amén de los derechos al título de emperador del Sacro Imperio Germánico.
Tras la Paz de Augsburgo (1555), el fracaso ante los protestantes llevó a Carlos I a renunciar al
poder. Dividió sus posesiones entre su hermano Fernando, a quien cedió el título imperial y los
Estados alemanes, y su hijo Felipe, a quien traspasó la Monarquía hispánica, a los que sumó los
territorios borgoñones en los Países Bajos. Felipe II comenzó su reinado en 1556. Heredó de su
padre el imperio más grande de la Tierra y durante su reinando aumentó sus territorios, no solo con
la expansión en América y en Asia (Filipinas), sino también a partir de la unión con Portugal, la
llamada Unión Ibérica en 1580.
La herencia recibida por Carlos I era un conjunto heterogéneo de territorios que solamente tenían
en común a su monarca. Estos se hallaban dispersos por Europa, así como por una prometedora
América. Esos problemas de desunión territorial se contrarrestaban con una política integradora
que tenía dos instrumentos principales: el mantenimiento de la unidad religiosa en torno al
catolicismo y la idea de una monarquía universal.
El objetivo de la política exterior de Carlos V estuvo marcada por los intereses dinásticos de los
Austrias y no tanto por los intereses de los reinos hispánicos. Tanto en el caso de Carlos V como de
Felipe II, los problemas que padecieron por su legado territorial se debieron a tener como primer
objetivo mantener los territorios recibidos de su familia, costase lo que costase, así como por
intentar mantener una hegemonía en Europa con la religión católica.
Desde esta perspectiva se explican los principales problemas de su reinado: el enfrentamiento con
Francia y con los turcos, y la lucha contra la expansión del luteranismo en Alemania.
En el caso de Felipe II, le concedió más importancia que su padre a los reinos hispánicos, aunque
como hemos referido, siguieron prevaleciendo los intereses dinásticos sobre los propiamente
españoles. Su objetivo de mantener la hegemonía en Europa supuso también un foco de conflictos
constante: enfrentamientos con el Imperio Otomano (Lepanto), Holanda o Provincias Unidas e
Inglaterra (1588).
ANALIZA LA POLÍTICA RESPECTO A AMÉRICA EN EL SIGLO XVI Y SUS CONSECUENCIAS PARA ESPAÑA,
EUROPA Y LA POBLACIÓN AMERICANA
La conquista de América fortaleció las arcas de la monarquía porque ésta se quedaba con 1/5 de
todo lo que llegaba de América (que pasaba obligatoriamente por la Casa de Contratación de
Indias, en Sevilla, para controlar este tráfico). Pese a la enorme riqueza que llega a manos de los
reyes, éstos gastan mucho más de lo que reciben (la mayoría en pagar a los ejércitos españoles que
luchan en Flandes o Italia), por lo que recurren a solicitar préstamos continuamente a banqueros
alemanes o genoveses. Esta riqueza no servirá para dinamizar la economía castellana, sino que pasa
directamente al extranjero). En alguna ocasión, los reyes no podrán devolver el dinero prestado y
entrarán en bancarrota.
La llegada de los españoles a América rompió el frágil ecosistema existente por el contagio de
nuevas enfermedades y el trabajo obligado y extenuante de los indígenas. Esto supuso la muerte de
indígenas y la falta de mano de obra al servicio de los españoles. Como solución utilizan los
siguientes tipos de explotación.
Hasta entonces el principal esfuerzo financiero y humano para la defensa de monarquía lo había
efectuado Castilla, pero esta se hallaba exhausta y empobrecida. Ya no podía soportar el peso de
las enormes necesidades económicas y militares de la Corona. Por ello, Olivares planteó la Unión de
Armas (1625): un ejército permanente de 140.000 hombres sostenido por todos los reinos en
función de su población y riqueza.
Estas reformas se inscribían en un plan más amplio que pretendía unificar políticamente el Imperio
Español, suprimiendo las diferencias forales y repartiendo por igual cargas y beneficios entre todos
los territorios de la Corona. El plan buscaba crear una estructura centralizada del Estado, más fácil
de gobernar. Pero su aplicación era casi imposible, tanto por las dificultades económicas, como por
la oposición de los distintos reinos, celosos de sus prerrogativas forales. A pesar de todas las
reformas de Olivares por mejorar los ingresos de la Hacienda Real, a lo largo del periodo se
sucedieron las bancarrotas hasta en cuatro ocasiones, sobre todo por los gastos militares.
ANALIZA LAS CAUSAS DE LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS Y SUS CONSECUENCIAS PARA LA
MONARQUÍA HISPÁNICA Y PARA EUROPA
La Monarquía Hispánica intervino en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) como aliada de los
Habsburgo austriacos en su lucha contra los príncipes protestantes germanos y las potencias que
los apoyaban. El temor de Francia a una posible hegemonía de los Habsburgo la impulsó a apoyar a
los protestantes. La intervención francesa provocó la derrota española en dos grandes batallas: las
Dunas y Rocroi. La paz de Westfalia (1648) puso fin al conflicto en Centroeuropa y significó la
aceptación española de la independencia de las Provincias Unidas y el fin de la hegemonía de los
Habsburgo.
La guerra con Francia no concluyó hasta la Paz de los Pirineos (1689) y supuso ceder a Francia
Rosellón, parte de la Cerdaña, plazas fortificadas en Flandes y Luxemburgo, así como concesiones
comerciales en América.
La década de 1640 fue un periodo de crisis general para la monarquía hispánica; a la participación
en la guerra de los Treinta Años y a la guerra contra las Provincias Unidas, se debe sumar en la
propia península los conflictos en Cataluña, Portugal, Andalucía y Nápoles.
En Cataluña, los sucesivos intentos de la Corona por lograr la aprobación de las Cortes del proyecto
de la Unión de Armas fracasaron. El problema fiscal fue transformándose en una cuestión política
que se agravó aún más por la guerra con Francia (1635), ya que Cataluña se convirtió en frente de
batalla. Olivares exigió al reino pagar la manutención de las tropas que luchaban en la frontera
contra los franceses. En junio de 1640 se produjo una sangrienta revuelta, el llamado Corpus de
Sangre, en la que fue asesinado el virrey. Los sublevados buscaban el apoyo de Francia, que envió
tropas al territorio catalán. La prolongación del conflicto y los perjuicios de la presencia francesa
favorecieron la rendición de Barcelona en 1652 y la aceptación de la soberanía de Felipe IV.
Paralelamente, en 1640 se produjo otra rebelión en Portugal en contra del proyecto de Unión de
Armas. En ese reino se añadían también las dificultades de Felipe IV para proteger el Imperio luso
de ultramar (Brasil) de los ataques holandeses. La nobleza y la alta burguesía promovieron la
rebelión dirigida por el duque de Braganza, quien se proclamó rey de Portugal. Los intentos de
Felipe IV por recuperar Portugal fracasaron y la independencia de Portugal se consolidó.
EXPLICA LOS PRINCIPALES FACTORES DE LA CRISIS DEMOGRÁFICA Y ECONÓMICA DEL SIGLOS XVII, Y
SUS CONSECUENCIAS
Crisis demográfica:
Desde finales del siglo XVI y durante el siglo XVII tuvo lugar una acusada crisis demográfica: la
población peninsular se estancó e incluso decreció. Fueron varias las causas que motivaron este
periodo crítico:
- La expulsión de los moriscos en 1609 – 1614 hizo disminuir la población de algunos reinos
hispanos: Valencia, Murcia y Aragón.
Todo ello tuvo como consecuencia que la población española se redujera, pasando a lo largo del
siglo XVII de los ocho millones de habitantes a los siete.
Crisis económica:
El siglo XVII se caracterizó por una grave crisis económica que afectó a toda Europa, pero en España
alcanzó tintes especialmente graves por su coincidencia con la crisis política y fiscal de la
monarquía. Las manifestaciones más destacables de esta recesión fueron varias:
- La crisis de las actividades textiles, sobre todo en Castilla; debido al aumento de impuestos y a la
competencia extranjera.
La consecuencia fue el empobrecimiento del pueblo llano y el aumento de los marginados sociales,
debido a esa pauperización de la economía.
BLOQUE 4
EXPLICA LAS CAUSAS DE LA GUERRA DE SUCESIÓN ESPAÑOLA Y LA COMPOSICIÓN DE LOS BANDOS
EN CONFLICTO
La muerte sin descendencia del rey de las Españas, Carlos II de Austria, desencadenó un gran
conflicto nacional (e internacional) en torno a las dos candidaturas, la del archiduque Carlos de
Austria y la de Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Borbón. De acuerdo con el testamento de
Carlos II, Felipe fue proclamado rey de las Españas. Pero la casa de Austria no lo aceptó y amplias
capas sociales de la Corona de Aragón (Aragón, Valencia, Cataluña y Mallorca) se rebelaron.
Comenzaba así la Guerra de Sucesión Española (1702 – 1715). El asunto que se dirimía en este
conflicto no era, en realidad, sólo un cambio de dinastía sino un modelo de estado y de
administración para los reinos peninsulares. Se enfrentaban dos modelos: el de los Austria,
tradicionalmente pactista, que respetaba las instituciones forales de los reinos y su diversa
legislación y fiscalidad; y el de los Borbones, que importaba el modelo francés absolutista,
unificador y centralizador.
Con matices, se puede afirmar que Castilla apoyó al rey francés, Felipe de Borbón, frente al apoyo
de la Corona de Aragón al bando de los Austrias. El resultado, por la paz de Utrecht (1713) fue la
instauración de la dinastía borbónica en la persona de Felipe V.
DETALLA LAS CARACTERÍSTICAS DEL NUEVO ORDEN EUROPEO SURGIDO DE LA PAZ DE UTRECH Y EL
PAPEL DE ESPAÑA EN ÉL
En 1713 - 1714 se firmaron los acuerdos que acababan con la Guerra de Sucesión Española: el
Tratado de Utrecht y el Tratado de Radstadt. Estos acuerdos tuvieron gran importancia en la
política internacional del siglo XVIII, pues establecieron un nuevo sistema de relaciones
internacionales basado en el equilibrio entre numerosas grandes potencias.España perdió sus
posesiones europeas. Flandes pasó a manos austriacas, mientras que las posesiones italianas se
repartieron entre Saboya y Austria. De este modo, los principales intereses españoles pudieron
concentrarse en preservar América.
El Reino Unido se confirmó con la principal potencia marítima del mundo. La guerra le permitió no
solamente apoderarse de algunos enclaves estratégicos: Gibraltar (1704), Menorca, etc, sino sobre
todo, introducirse en el comercio americano, gracias al navío de permiso, y monopolizar el tráfico
de esclavos africanos hacia América.
En Europa se impuso la política de equilibrio continental, que tendía a evitar el predominio de
cualquier potencia sobre las demás.
El primer objetivo del nuevo rey Felipe V va a ser reducir la complejidad de reinos, leyes e
instituciones a una sola entidad a la manera de Castilla. Se puede decir, sin duda, que comienza la
historia del Estado español como unidad administrativa. Esta obra de reforma administrativa se va
a plasmar en los “Decretos de Nueva Planta”.
Con el término “Nueva Planta de Gobierno” se expresaba la idea de una profunda reforma del
gobierno y de la administración de los territorios de la Corona de Aragón según unos criterios
similares en cada reino. Significaba la sustitución del pactismo de los Austrias por el absolutismo de
los Borbones y la asimilación al modelo castellano. En todos los reinos de la Corona de Aragón se
eliminaban los Consejos de los respectivos reinos, se introducían las leyes de Castilla, sus tribunales,
Chancillerías y Audiencias. La autoridad pasó a ser desempeñada por “capitanes generales e
intendentes”. Se suprimían las fronteras que separaban los reinos entre sí y con Castilla. Además
del castellano como lengua oficial, se impone también el sistema de impuestos, el cual se trató de
unificar con uno general, conocido como “Catastro”.
La preocupación por el fomento de la industria nacional fue una constante entre los gobernantes
del siglo. Destaca el ministro Campomanes con sus dos obras capitales: Discurso sobre el fomento
de la industria popular (1774) y Discursos sobre la educación popular de los artesanos (1775).
Desde una óptica esencialmente mercantilista se pensaba que para mantener una balanza
comercial favorable, era preciso crear una industria nacional potente, capaz de competir con los
productos extranjeros y de asegurar el abastecimiento a todos los dominios españoles,
peninsulares y coloniales. En tal sentido, destaca la creación de las “Reales Fábricas”.
Es, sobre todo, a partir de a mediados del siglo cuando se modifica la política hacia América,
decidiendo incrementar la explotación colonial para aumentar su rentabilidad. La economía
colonial, basada hasta ese momento en la producción agraria, se dinamiza con una fuerte actividad
comercial, tras adoptar como medidas la creación de las Compañías de Comercio y con la
recuperación de la minería.
A pesar de la difícil situación interna, Cataluña lograría a lo largo del siglo XVIII una notable
recuperación económica, centrada en un crecimiento demográfico importante (de 400.000 a
800.000 habitantes durante ese siglo), un aumento considerable de la producción agrícola y una
reactivación comercial (especialmente gracias al comercio con América, abierto solo a partir de
1778),transformaciones éstas que marcarían la crisis del Antiguo Régimen y posibilitarían después
la industrialización, un primer proceso de la cual se daría en el siglo XVIII, especialmente centrado
alrededor del algodón y otras ramas textiles.
Es cierto que desde 1680 ya había signos de recuperación, pero el nuevo régimen borbónico va a
contribuir a la recuperación y posterior expansión. El Principado catalán se sitúa a la cabeza
industrial de España con la fabricación de los estampados de algodón llamados “indianas”, con los
que se comerciarán con América. Con esto quedó patente lo beneficiosa que fue para la economía
catalana la libertad de comercio con América decretada en 1778.