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mán Thomas Metzinger describe el caso de Hölderlin se dejó llevar por el delirio de sí mis-
una mujer de 40 años que padecía la idea de- mo: tras abandonar el mundo, olvidó también
lirante de ser un hombre, y específicamente largas extensiones de su identidad personal, y
su propio padre, o a veces su abuelo paterno. decidió volver a nombrarse. "Scardanelli" es
Este ejemplo pone de relieve la característica su nuevo nombre, inventado y por momentos
más sobresaliente de un "delirio" o idea deli- delirante: la identidad que Holderlin diseñó para
rante: se trata de un conjunto de juicios o creen- sí, desde el lugar donde nace la mitología, un
cias que contradicen la realidad, pero afirma- lugar bien conocido por el poeta, como puede
das de manera contundente y recalcitrante, observarse en las invocaciones de su obra El
sostenidas de manera tenaz frente a toda evi- archipiélago: Pero tú, inmortal, aunque ya
dencia o razonamiento lógico. En el caso na- no te festeje la canción de los griegos,
rrado por Thomas Metzinger, el tema deliran- como entonces, resuena a menudo, ¡oh
te es particularmente lamentable, ya que afec- dios del mar!, con tus olas en mi alma, para
ta el centro del individuo humano, es decir, su que prevalezca sin miedo el espíritu sobre
identidad personal. las aguas.
Al comienzo del siglo XIX ocurrió uno de Friedrich Hölderlin nació en el reino de
los casos más enigmáticos para los estudio- Wurttemberg, en 1770. Murió en 1843; estu-
sos de la mismidad, la patología mental y sus dió teología en un seminario de la Iglesia Pro-
relatividades. El caso del poeta alemán Frie- testante, junto a los grandes filósofos de su
drich Hölderlin será uno de los bordes del co- época, Hegel y Schelling. Nunca ejerció el
nocimiento, por la manera como se dan a la ministerio evangélico, pues se dedicó al oficio
vez la poesía y la pérdida o desprendimiento de preceptor, con inconstancia y desaciertos.
de la razón. Su caso es una piedra fundacio- Una gran aventura romántica con Susette, la
nal para estudiar no sólo los límites del len- mujer de su benefactor y patrón, el banquero
guaje en tanto realización del pensamiento, sino Gontard, dio sentido a su vida de relación; ella
del ser en el mundo. En palabras de Martin se convirtió para él en "Diótima" o La Griega,
Heidegger: Si comprendemos esa esencia de pues veía en esta hermosa mujer los atributos
la poesía como instauración del ser con la y la identidad secreta de aquella otra griega,
palabra, entonces podemos presentir algo la maestra de Sócrates. Voy a contarles al-
de la verdad de las palabras que pronun- gunas de las lecciones que me dio en una
ció Hölderlin, cuando hacía mucho tiem- ocasión una mujer de Mantinea llamada
po la noche de la locura lo había arreba- Diótima, dijo Sócrates, como se relata en El
tado bajo su protección. banquete, de Platón. Fue ella quien aplazó
Sin necesidad de usar una droga que alte- diez años la gran epidemia de Atenas con
re las puertas de su percepción, el poeta ac- motivo de cierto sacrificio. Fue ella quien
túa como un visionario que advierte y comu- me enseñó la filosofía del amor.
nica la verdad del mundo originario, la eterni- Pero este amor de Hölderlin, descuidado
dad habitada por dioses que simbolizan la fuer- y etéreo, provocó su expulsión de la casa de
za creadora de la naturaleza. De acuerdo con los Gontard, y aún así vio en secreto muchas
un estudio inusual de su biografía íntima, ofre- veces a su amante. Mientras escribía su tra-
cido por el poema narrativo Habla Scarda- gedia, La muerte de Empédocles, ella se
nelli (del mexicano Francisco Hernández), mudó a una ciudad lejana. Hölderlin perdió el
amor para siempre, pero nos dejó al menos gencia social y a los deseos ajenos, será re-
una obra que significa el final de una era del conocido siempre como el portavoz de los
pensamiento, pero abre el paso a una nueva hombres solitarios que fracasan en la prosa
edad, según las palabras de Michel Foucalt: terrena, pues están muy lejos del lugar en que
El Empédocles de Hölderlin, llegando, por podríamos entenderlos, en la distancia de un
su paso, al borde del Etna, es la muerte del viaje incomprensible a los orígenes de lo hu-
último mediador entre los mortales y el Olim- mano; al estilo de los poetas, y de quienes
po, es el fin de lo infinito sobre la tierra, la hemos llamado esquizofrénicos. Todos son
llama que vuelve a su fuego de nacimiento y claros, escribió Lao Tse. Sólo yo soy opa-
que deja como única huella que permanece, co.
lo que justamente debía ser abolido por la
muerte: la forma hermosa y cerrada de la in- La solitaria torre de madera
dividualidad.
Poco después, tras enterarse de la muerte Hölderlin, dedicado al arte de las palabras,
de Susette, su "Diótima", Hölderlin atravesó sufrió con el advenimiento de su enfermedad
una crisis lamentable de soledad y entró en una transformación significativa precisamen-
un estado mental que fue llamado simplemen- te en la expresión del pensamiento y el uso de
te "locura" por sus contemporáneos, como ya su lenguaje. El gran lingüista ruso Roman Jac-
se advierte en los presagios del archipiélago, kobson ha intentado aproximarse a la poesía
en sus peticiones al mar: y si el tiempo impe- tardía creada por la persona delirante de Höl-
tuoso conmueve demasiado violentamente derlin (los poemas firmados por "Scardane-
mi cabeza, y la miseria y el desvarío de los lli"), para contrastarla con las obras tempra-
hombres estremecen mi alma mortal, ¡dé- nas del poeta, y encontrar, así, la expresión
jame recordar el silencio en tus profundi- clínica del lenguaje esquizofrénico. En 1802,
dades! nos dice, a la edad de treinta y dos años,
En 1806 fue internado en una clínica de Hölderlin, quien ya antes había sufrido
Tubinga, aunque no mejoró su condición clíni- varios ataques, enfermó "de una psicosis
ca. Un lector de su obra, un ebanista de la esquizofrénica aguda", según el diagnós-
misma ciudad, lo invitó a vivir en su hogar, tico médico. Obviamente, Jackobson se re-
donde permaneció durante más de tres déca- fiere al diagnóstico retrospectivo (y por lo tanto
das, en un estado permanente de incomuni- imposible de confirmar) hecho por inconta-
cación, aislamiento y mansedumbre, hasta el bles médicos, entre ellos el brusco doctor Wil-
final de sus días. A veces, se llamaba a sí mis- helm Lange y el célebre psiquiatra y filósofo
mo "el señor bibliotecario", y firmaba sus poe- Karl Jaspers, figura relevante de la fenome-
mas como "Scardanelli". nología, el existencialismo, y la psicopatología
Y sin embargo, tú te imaginas solitario; contemporánea (y cuyo prestigio es culpable,
en la noche callada la roca oye tu lamen- tal vez, de que el diagnóstico de Hölderlin sea
to, y muchas veces, con enojo de los mor- como una lápida, imposible de cuestionar).
tales, huyen hacia el cielo tus olas aladas. En una carta a Hegel fechada el 11 de
Hölderlin, representante de los individuos tal Junio de 1803, escribe Jackobson, Schelling
vez frágiles, pero a la vez inexpugnables, irre- lo describe como "bastante trastornado
ductibles a los azares de su tiempo, a la exi- mentalmente", y aunque fuese "aún capaz"
de producir algo de obra literaria "por lo Las observaciones clínicas acerca del len-
menos en cierta medida, su mente está to- guaje de Hölderlin durante los años de su pa-
talmente desequilibrada en todos los otros decimiento mental son desconcertantes; por
aspectos". Schelling conocía los mejores años una parte, en su Ensayo de Análisis Pato-
de lucidez de Hölderlin, cuando ambos estu- gráfico comparativo sobre Strindberg, Van
diaban en la Facultad de Teología en Tubinga, Gogh, Swedenborg, Hölderlin, Karl Jaspers
y sus palabras serían de gran valor para todo dice que: en cuanto a Hölderlin, los poe-
aquel interesado en reconstruir la historia clí- mas de los primeros años de su locura no
nica del poeta. han sido conocidos hasta hace poco sino
Según las palabras del párroco Max Ei- fragmentariamente; pero ahora se los em-
fert, Hölderlin caminaba de un lado a otro, pieza a considerar, en conjunto, como lo
con la mente ida, involucrado en un diálo- más notable de toda su producción. En vio-
go confuso y eterno consigo mismo. Este lenta oposición, la Patografía del doctor Wil-
discurso en voz alta, al parecer incomprensi- helm Lange de Tübingen, publicada en la pri-
ble para los demás, aparece generalmente mera década del siglo XX, usa términos como
como resultado de alucinaciones auditivas o rigidez y restricción, lenguaje afectado,
por el simple acto de pensar en voz alta, ensi- neologismos y manierismos en el lenguaje,
mismado, sin atender las consecuencias de tono infantil, distracción, estereotipos, jue-
esta suerte de revelación de lo privado en el go de sonidos vacío, para describir el len-
espacio de lo público. guaje del poeta durante los años de enferme-
El poeta Wilhelm Waiblinger acostumbra- dad. En síntesis, clasifica la poesía tardía de
ba visitar a Hölderlin para llevarlo a pasear, y Hölderlin como una forma catatónica de
nos revela no salía sólo de la casa, sino que imbecilidad, y agrega aún, con la sensibilidad
únicamente podía pasear en el patio fren- torpe de un médico que tocaría al enfermo de
te a la casa. Su fórmula de saludo era extra- fiebre con las manos heladas: su poesía con-
vagante: Su Majestad, le decía al visitante, o tiene sólo un asomo de relaciones emoti-
también: Su Santidad. Ante todo, la falta de vas bastante mezquinas.
disposición para el diálogo era el problema Roman Jackbson, investigador de las afa-
sobresaliente. Aún sus conocidos de antes sias y de la alteración que producen en el cam-
encontraban esas conversaciones dema- po del razonamiento analógico, en la expre-
siado extrañas, demasiado deprimentes, sión de metáforas y metonimias, trató con más
demasiado aburridas y sin sentido, relata seriedad a Hölderlin que los psiquiatras ale-
Waiblinger, y también que podía simplemente manes, apresurados en el diagnóstico del poe-
permanecer en silencio frente a sus visitas; al ta, ya fuera para mitificarlo (Jaspers) o para
invitarlo a pasear, contestaba: Usted ordena denigrarlo (Lange). Las observaciones de
que debería quedarme. Y ante las pregun- Jackobson, pulcras y técnicas, se refieren a
tas excesivas, respondía algo como: Su ma- unos pocos hechos fundamentales:
jestad, no debo, no puedo contestar a eso. Hölderlin disfrutaba el ejercicio de la es-
O también: usted es quien lo dice, usted es critura poética aún durante las décadas fina-
quien lo afirma, de modo que a mí nada les de enfermedad mental. Según el obituario
me puede suceder. del poeta Gottlob Kemmler, cuando Hölderlin
se sentaba a escribir toda la ansiedad des-
blema de fondo es que la "esquizofrenia" no Berrios GE, Hayser R: "The early development of
es una cosa disponible para el examen de los Kraepelin’s ideas on classification: A conceptual
history". Psychological Medicine, 1988: 18: 813-
sentidos, como el árbol o la orquídea (atiendo 821.
de nuevo las palabras de German Berrios), Berrios, G.E. The History of Mental Symptoms: Des-
sino una construcción intelectual de los siglos criptive Psychopathology Since the 19th Century.
XIX y XX, sujeta a controversia. Según la tesis Cambridge. Cambridge University Press. 1995.
Berrios, G.E., and Porter R (editores). The history of
de Berrios, no es posible escribir una his-
clinical psychiatry. London. Althone Press. 1995.
toria sensata de los "comportamientos de Berrios, G.E. Esquizofrenia: historia conceptual. En:
tipo esquizofrénico" durante el período Gelder MG, Lopez-Ibor JJ, Andreasen N. Tratado
anterior al siglo XIX. Esto se debe a que de Psiquiatría. Barcelona. Ars Medica. 2004. 677-
tanto el concepto actual de síntomas men- 681.
Blanchot, Maurice. The Work of Fire. Stanford Uni-
tales y enfermedad como el de esquizofre- versity Press, 1955.
nia son interpretaciones del siglo XIX. Por Calasso R. La literatura y los dioses. Barcelona. Edito-
eso los datos clínicos anteriores carecerán rial Anagrama. 2002.
siempre de "claridad" epistemológica. Foucalt, Michel. El nacimiento de la clínica. Una ar-
queología de la mirada médica. Ciudad de México.
Pero dejemos la discusión para otro mo-
Siglo XXI Editores. 1989.
mento. Posiblemente sea de mal gusto conti- Gadamer Hans-Georg. Poema y diálogo. Barcelona.
nuarla; el sujeto del debate no disfrutaría tan- Gedisa Editorial. 1999.
to bullicio. Hans George Gadamer escribió a Garrabé, Jean: La noche oscura del ser. Ciudad de Méxi-
propósito de Hölderlin estas palabras, que me co. Fondo de Cultura Económica. 1996.
Heidegger, Martin. Arte y poesía. Ciudad de México.
sirven de consuelo cuando pienso en la torre Fondo de Cultura Económica. 1995.
solitaria de madera y en la pérdida del gozo Hernández, Francisco. Habla Scardanelli. Ciudad de
ante la celebración del diálogo: México. El Equilibrista. 1992.
Hablar es buscar la palabra. Encontrarla Jacobson, Roman. Arte verbal, signo verbal, tiempo
verbal. Ciudad de México. Fondo de Cultura Eco-
es siempre una limitación. El que de verdad
nómica. 1995.
quiere hablar a alguien lo hace buscando la Jaspers, Karl. Genio y locura: ensayo de análisis pato-
palabra, porque cree en la infinitud de aquello gráfico comparativo sobre Strindberg, Van Gogh,
que no consigue decir y que, precisamente Swedenborg y Hölderlin. Madrid. Editorial Agui-
porque no se consigue, empieza a resonar en lar. 1955.
Lao Tse. Tao Te Ching: Los libros del Tao. Traducción
el otro. Algo de esta sabiduría de balbucir y de Iñaki Preciado Idoeta. Madrid. Editorial Trotta.
enmudecer sea tal vez la herencia que nues- 2006.
tra cultura espiritual deba transmitir a las próxi- Metzinger, Thomas. Why are identity disorders inter-
mas generaciones. esting for philosophers? En: Schramme T, Thome
J. Philosophy and Psychiatry. Berlin. De Gruyter.
2003.
Biografía Ricoeur, Paul. La metáfora viva. Madrid. Editorial Tro-
tta. 2001.
Aristóteles. El hombre de genio y la melancolía (pro- Waiblinger, Wilhelm. Friedrich Hölderlin Life, Poetry
blema XXX). Barcelona. Acantilado. 2007. and Madness (1830). Tomado de la página de inter-
Berrios GE. "Historical aspects of psychoses: 19th cen- net Walter Benjamin Research Syndicate.
tury issues". British Medical Bulletin, 1987; 43: 484- Zweig, Stefan. La lucha contra el demonio. Hölderlin,
498. Kleist, Nietzche. Madrid. Acantilado. 2006.