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SÍNDROME DE TOURETTE Y COPROLALIA

TOURETTE

El síndrome de Gilles de la Tourette es un trastorno caracterizado por movimientos repetitivos o


sonidos indeseados (tics) que no se pueden controlar con facilidad. Por ejemplo, la persona afectada
puede, de manera repetida, parpadear, encoger los hombros o emitir sonidos raros o palabras
ofensivas.

En general, los tics se presentan entre los 2 y los 15 años, el promedio es alrededor de los 6 años.
Los hombres tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades que las mujeres de desarrollar el
síndrome de Gilles de la Tourette.

Si bien el síndrome de Gilles de la Tourette no tiene cura, se puede tratar. Muchas personas con
síndrome de Gilles de la Tourette no requieren tratamiento porque los síntomas no son molestos.
Los tics suelen disminuir o controlarse después de los diez años.

El síndrome de Tourette se consideraba un raro y extraño síndrome, a menudo asociado con la


exclamación de palabras obscenas o comentarios socialmente inapropiados y despectivos
(coprolalia), pero este síntoma está solo presente en una pequeña minoría de afectados.

El síndrome de Tourette ya no es considerado un síndrome raro, pero no siempre es correctamente


diagnosticado porque la mayoría de los casos son leves y la severidad de los tics disminuyen en la
mayoría de los niños a su paso por la adolescencia. Entre 0,4 % y el 3,8 % de los niños de 5 a 18 años
pueden tener el síndrome de Tourette; la prevalencia de tics transitorios y crónicos en niños en edad
escolar es alta, y los tics más comunes son parpadeo de ojos, toser, carraspear, olfatear y
movimientos faciales. Un Tourette grave en la edad adulta es una rareza, y el síndrome de Tourette
no afecta negativamente a la inteligencia o la esperanza de vida.

No se conoce una cura para el Síndrome de Tourette. El tratamiento consiste en el alivio de los
síntomas cuando estos interfieren con las tareas cotidianas, mediante determinados fármacos tales
como haloperidol o pimocida; si bien pueden producir efectos secundarios adversos. Evidencias
preliminares sugieren una relación con el consumo de gluten y la mejoría de los síntomas, tanto de
los tics como de los trastornos asociados, tras su retirada estricta de la dieta.

HISTORIA

Un médico francés, Jean Marc Gaspard Itar describió en 1825, por primera vez, el caso de una mujer
noble francesa de 86 años de edad con la enfermedad, la marquesa de Dampierre.

A partir de 1890 un neurólogo, también francés, Georges Gilles de la Tourette, siguiendo


instrucciones del profesor Jean Martin Charcot, profundiza estudios acerca de trastornos del
movimiento, y encuentra un artículo en Journal of Nervous and Mental Disease, cuyo autor era el
médico norteamericano George Beard y describía a un grupo de canadienses franceses, quienes
sufrían contracciones, movimientos anormales, ecolalia, ecopraxia, y dificultad de controlar los
“tics”. Tourette traduce el artículo al francés y lo publica en la revista Archives de Neurologie.

Tourette continúa la búsqueda de trabajos científicos que describieran síntomas del mismo tipo y
analiza los casos llamados Latah o Miryachit.
Entonces se dispuso a revisar las historias clínicas del hospital de la Salpêtrière de París y allí
encontró el caso de un joven de 15 años de edad que presentaba episodios de hiperexcitabilidad,
tics, sacudidas de cabeza, tronco, pronunciaba palabras obscenas y en el diálogo con otras personas
solía repetir las últimas palabras pronunciadas por el interlocutor.

Gilles de la Tourette encuentra coincidencias entre los casos descritos por sus colegas y el que él
había encontrado en el hospital parisino. Y en 1885 publicó en la revista Archives de Neurologie un
artículo titulado “Étude sur une affection nerveuse caractérisée par de l’incoordination motrice
accompagnée d’écholalie et de coprolalie (jumping, latah, and myriachit)” ("Estudio sobre una
afección nerviosa caracterizada por incoordinación motriz acompañada de ecolalia y coprolalia
(jumping, latah y myriachit)").

Su investigación lo lleva a distinguir esta enfermedad como un desorden neurológico, si bien las
condiciones cognitivas son normales y en coincidencia con Charcot, determinan que era
degenerativa e incurable. Este último, al quedar impresionado por el trabajo de su discípulo decide
denominar la nueva entidad “síndrome de Tourette”.

SÍNTOMAS

 Los tics, los movimientos o sonidos repentinos, breves e intermitentes son el signo distintivo
del síndrome de Tourette. Los síntomas pueden variar de leves a graves. Los síntomas graves
pueden interferir significativamente con la comunicación, el funcionamiento cotidiano y la
calidad de vida.
 El Síndrome de Tourette comienza en la infancia o la adolescencia, antes de los 21 años.
 Es una afección que lleva a una persona a realizar movimientos o sonidos rápidos y
repetitivos que no puede controlar.
 Se caracteriza por la presencia de múltiples tics motores y al menos un tic vocal o fónico.
Son generalmente intermitentes, aunque no necesariamente se producen
simultáneamente. Su frecuencia es variable, con períodos de intensificación y remisión, que
persisten durante más de un año desde la aparición del primer tic.
 Hay una característica de los tics que puede provocar mucho sufrimiento y sentimientos de
culpa, especialmente en los niños. Se trata del hecho de que, aunque en realidad los tics
son involuntarios, se suele producir un sentimiento premonitorio, que puede dar lugar a
confusión por creer que hacen los movimientos o sonidos de manera voluntaria. Una buena
comparación es la sensación que se experimenta antes de un estornudo, en la que puede
notarse la necesidad de hacerlo, pero no puede evitarse.
 La gravedad del tic empeora a lo largo de la infancia y en la mayoría de las personas, el peor
período de tics se produce entre los 8 y los 12 años de edad.
 Hasta en el 80% de las personas con Síndrome de Tourette se produce una significativa
disminución de los tics durante la adolescencia. A la edad de 18 años, la intensidad y la
frecuencia de estos suele disminuir hasta tal punto que la persona ya no experimenta
deterioro de su calidad de vida debido a sus tics.
 No obstante, las evaluaciones objetivas indican que hasta el 90% de los adultos sigue
mostrando tics leves, aunque en ocasiones pasan inadvertidos.
Los tics se clasifican en:

Tics simples. Estos tics repentinos, breves y repetitivos implican un número limitado de grupos
musculares.

Tics complejos. Estos patrones de movimientos diferentes y coordinados involucran varios grupos
musculares.

Los tics también pueden involucrar movimientos (tics motores) o sonidos (tics vocales). Los tics
motores suelen comenzar antes que los tics vocales. Pero el espectro de tics que las personas
experimentan es diverso.

Tics motores comunes en el síndrome de Tourette

Tics simples Tics complejos

Parpadeo de ojos Tocar u oler objetos

Sacudir la cabeza Repetir movimientos observados

Encoger los hombros Caminar siguiendo un patrón determinado

Mover los ojos repentinamente Hacer gestos obscenos

Retorcer la nariz Inclinarse o girar

Hacer movimientos con la boca Saltar


Tics vocales comunes en el síndrome de Tourette

Tics simples Tics complejos

Resoplar Repetir palabras o frases propias

Toser Repetir palabras o frases de otros

Aclarar la garganta Usar palabras vulgares, obscenas o insultos

Ladrar

Además, los tics pueden:

 Variar en tipo, frecuencia y gravedad.


 Empeorar si se está enfermo, estresado, ansioso, cansado o emocionado
 Ocurrir durante el sueño
 Cambiar con el tiempo
 Empeorar en la adolescencia temprana y mejoran durante la transición a la edad adulta

Antes de la aparición de los tics motores o vocales, es probable que se experimente una sensación
corporal incómoda (impulso premonitorio) como picazón, cosquilleo o tensión. Cuando aparece el
tic, se siente alivio. Con gran esfuerzo, algunas personas con síndrome de Tourette pueden detener
o contener temporalmente un tic.

CUÁNDO CONSULTAR AL MÉDICO

No todos los tics indican síndrome de Gilles de la Tourette. Muchos niños desarrollan tics que
desaparecen en forma natural después de unas semanas o de unos meses. Pese a esto, siempre que
un niño tenga una conducta inusual, es importante identificar la causa y descartar problemas de
salud graves.

CAUSAS

Se desconoce la causa exacta del síndrome de Gilles de la Tourette. Es un trastorno complejo que,
probablemente, se desencadena a causa de una combinación de factores heredados (genéticos) y
ambientales. Las sustancias químicas en el cerebro que transmiten impulsos nerviosos
(neurotransmisores), como la dopamina y la serotonina, pueden estar involucradas.
Aunque sea desconocida, las investigaciones actuales revelan la existencia de anormalidades en
ciertas regiones del cerebro (incluyendo los ganglios basales, los lóbulos frontales y la corteza
cerebral), los circuitos que hacen interconexión entre esas regiones y los neurotransmisores
(dopamina, serotonina y norepinefrina) que llevan a cabo la comunicación entre las células
nerviosas. Dada la presentación frecuentemente compleja del síndrome de Tourette, la causa del
trastorno seguramente es igualmente compleja.

Una nueva posibilidad es la existencia de una relación con la sensibilidad al gluten no celíaca.
Evidencias preliminares sugieren que los niños con síndrome de Tourette reaccionan ante el gluten
de la dieta, provocando la aparición o empeoramiento de los síntomas. En 2015, científicos
documentaron el primer caso de remisión completa de los síntomas del síndrome de Tourette, tanto
de los tics como del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) asociado, únicamente mediante la dieta
sin gluten y sin tratamientos farmacológicos. La paciente a prueba no mostraba síntomas digestivos
apreciables ni cumplía criterios para el diagnóstico de enfermedad celíaca.

FACTORES DE RIESGO

Los factores de riesgo del síndrome de Gilles de la Tourette son los siguientes:

Antecedentes familiares. Tener antecedentes familiares del síndrome de Gilles de la Tourette o de


otros trastornos de tics puede aumentar el riesgo de desarrollar el síndrome de Gilles de la Tourette.

Sexo. Los hombres tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades que las mujeres de
desarrollar el síndrome de Gilles de la Tourette.

COMPLICACIONES

A menudo, las personas con síndrome de Tourette llevan vidas sanas y activas. Sin embargo, el
síndrome de Tourette con frecuencia involucra desafíos de comportamiento y sociales que pueden
afectar la autoestima.

Entre las enfermedades que suelen asociarse con el síndrome de Tourette se incluyen las siguientes:

 Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)


 Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
 Trastorno del espectro autista
 Dificultades de aprendizaje
 Trastornos del sueño
 Depresión
 Trastornos de ansiedad
 Dolor relacionado con tics, especialmente dolores de cabeza
 Problemas con el manejo de la ira
COPROLALIA

Es el término médico usado para describir uno de los síntomas más confusos y socialmente
estigmatizantes del Síndrome de Tourette. Es la expresión involuntaria de palabras obscenas o
socialmente inapropiadas o comentarios despectivos. Otros ejemplos incluyen referencias a las
áreas genitales, excremento y actos sexuales. Aunque la coprolalia es el síntoma más conocido del
ST, ocurre en una minoría de pacientes con ST. Es más comúnmente expresado como una palabra,
pero puede involucrar frases complejas. No hay manera de predecir quien desarrollará coprolalia.
La copropraxia es un síntoma relacionado que involucra gestiones obscenas.

Durante años doctores equivocadamente creían que un diagnóstico de ST no podía ser confirmado
al menos que la coprolalia estuviera presente. Hasta muy recientemente, profesionales pensaban
que la coprolalia era causada por problemas psicológicos, por ejemplo, como una frustración
extrema, un enojo reprimido o una represión sexual. Ahora es entendido que es un síntoma físico y
neurológico por naturaleza. Aunque hay pocas investigaciones que se enfocan en entender la
coprolalia, datos enseñan que un tercio de personas con ST exhiben este síntoma en algún tiempo
u otro de sus vidas.

No obstante, para esos con coprolalia que están tratando de lidiar con la vida diaria – en lugares
públicos, la escuela, la casa o el trabajo solo el pasar por un día puede ser insoportablemente difícil.

MANIFESTACIONES

Aunque las obscenidades a veces sean algo común en conversaciones de hoy en día, la coprolalia es
algo diferente que simplemente usar malas palabras. Usualmente estas palabras no son dichas en
un contexto emocional o social y frecuentemente son dichas o repetidas compulsivamente y en
tonos más altos o en ritmos vocales diferentes a esos usados normalmente en conversaciones. Algo
particularmente vergonzoso para individuos con coprolalia son las vocalizaciones involuntarias en
contextos sociales, como el arrastro de palabras raciales o étnicas en compañía de esas mismas
personas que se ofenderían con esos comentarios. Hay una minoría de personas con coprolalia que
tienen este problema en particular.

Es crucial entender que estas palabras o frases complejas no necesariamente reflejan pensamientos,
creencias u opiniones de la persona con coprolalia. Algunas frases pueden ser bastante complejas,
sin sentido, o hasta cómicas.

Hay personas con ST que no dicen palabras inapropiadas o en voz alta, pero puede ser que las
repitan mentalmente. Aunque esto no es aparente socialmente, estos individuos encuentran que
esta coprolalia, su vocalizada es angustiadora. Usualmente las palabras son dichas en el lenguaje
natal de la persona, pero no es poco común que una persona con ST diga una obscenidad en otro
lenguaje que él o ella haya aprendido.

CAUSAS

La explicación más comúnmente aceptada es que la causa de la coprolalia involucra los mismos
problemas en el mecanismo inhibitorio en el cerebro que causan movimientos involuntarios. Parece
ser que la habilidad que tenemos todos de reprimir movimientos que no deseamos o pensamientos
inconscientes esta de alguna manera discapacitada en las personas con ST. Así como las personas
con ST tienen que satisfacer ese impulso arrumbador de hacer algún movimiento, así también ellos
necesitan dejar salir esas palabras que se van acumulando e intensificando para poder sentir un
alivio momentáneo. Dependiendo de la severidad de los síntomas, la presión de expresarlos va a
reaparecer, porque el impulso de sacudirse, o de decir o gritar obscenidades, no puede ser
reprimido para siempre. La elección en particular de dicho lenguaje puede tener algo que ver con el
contenido emocional en ciertas áreas del cerebro de la persona. Dichos síntomas también se han
visto en personas después de un derrame cerebral o en personas con algunas heridas a las regiones
frontales del cerebro. Al igual que con todos los tics, los síntomas pueden incrementar con el estrés,
la fatiga y hasta el entusiasmo. El estado emocional no es la causa de los tics, pero puede ser que
los aumente.

VIDEOS DE APOYO

https://www.youtube.com/watch?v=_38U7r0Tdok

https://www.youtube.com/watch?v=fCH4Q0wJCJI

https://www.youtube.com/watch?v=W50DoOgcQ7E

https://www.youtube.com/watch?v=rSyPsjGbMJA

https://www.youtube.com/watch?v=_XXnnlVEKAw

https://www.youtube.com/watch?v=qB9AslGmgJE

https://www.youtube.com/watch?v=vHG7Mz_-HRQ

https://www.youtube.com/watch?v=B30wRrswU9o

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