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Síndrome de Capgras
Descrito en 1923, el Síndrome de Capgras o delirio de Sosias es un trastorno
psiquiátrico que consiste en la no identificación de personas familiares, afirmando
diferencias imaginariarias y creyendo que las personas reales han sido
reemplazadas por un doble, un impostor casi idéntico. Es un reconocimiento sin
sensación de familiaridad. Es típico de este síndrome que el cónyuge o el hijo del
enfermo induzca un reconocimiento parcial (“se parece a…”) pero insuficiente para
estar convencido de su identidad real. Incluso puede existir la creencia de que hay
dobles de uno mismo. Normalmente este síndrome es parte de una psicosis.
El insomnio familiar fatal fue descrito por primera vez en el año 1986 en una
familia italiana de la región del Véneto. Afecta a ambos sexos y normalmente
aparece en la edad adulta, aunque se han descrito casos de aparición infantil y
juvenil. Hasta la fecha hay identificadas en España unas veinte familias afectadas.
La manifestación principal es el insomnio progresivo e intratable: el paciente es
incapaz de conciliar el sueño, aunque quiere hacerlo, cierra los ojos e intenta
adormecerse, las alucinaciones y las crisis respiratorias le devuelven a un estado
de vigilia. Las funciones cognitivas se van alterando irreversiblemente, con
trastornos en la atención y la memoria, depresión y alteraciones de la conducta
por lo que en épocas pasadas estos pacientes eran considerados dementes. La
enfermedad también origina alteraciones endocrinológicas que se deben a la
pérdida del ritmo circadiano en la secreción de ciertas hormonas como melanina,
prolactina y hormona del crecimiento, además de aumento de la secreción de
cortisol (la hormona del estrés).
Hombres embarazados
Según han descubierto, algunos padres primerizos, durante la gestación del bebé
en el vientre de las madres, sienten ellos mismos que están embarazados. Esta
paternidad llevada al extremo se conoce como síndrome de Couvade.
Su nombre proviene del frances "couver" que significa incubar o criar y se trata de
un problema no solo psicológico. Quienes lo sufren no solo creen estar realmente
embarazados, sino que mimetizan los síntomas que aparecen en una mujer
realmente embarazada. Desde sentir calambres en las piernas hasta tener
antojos, náuseas, vómitos y hasta cambios de humor repentinos.
Normalmente sus efectos se hacen evidentes durante el primer trimestre del
embarazo y terminan, al igual que los síntomas reales, con el parto. Además, este
extraño síndrome suele aparecer en parejas más apegadas y cariñosas y, por
extraño que parezca, los estudios realizados al respecto indican que entre el 10 y
el 65 por ciento de los padres que van a tener un hijo lo sufren.
Es habitual que los padres que sufren el síndrome de Couvade, cuando el niño
nace, se vuelcan especialmente en el cuidado del bebé.
La embajada japonesa tiene una línea telefónica disponible las 24 horas para los
turistas que padezcan de este severo "shock cultural" y pueden ofrecerles
tratamiento hospitalario de emergencia si es necesario.
Síndrome de Estocolmo
El 23 de agosto de 1973, en la ciudad sueca de Estocolmo, tuvo lugar un atraco
con rehenes. Jan Erik Olsson, un presidiario de permiso entró en el banco
Kreditbanken de Norrmalmstorg, en el centro de la ciudad. Al ser alertada la
policía, dos oficiales llegaron de forma casi inmediata. El atracador hirió a
uno de ellos y mandó al segundo sentarse y cantar. Olsson había tomado
cuatro rehenes y exigió tres millones de coronas suecas, un vehículo y dos
armas.
El gobierno se vio obligado a colaborar y le concedió el llevar allí a Clarck
Olofsson, amigo del delincuente. Así comenzaron las negociaciones entre
atracador y policía. Ante la sorpresa de todos, una de los rehenes, Kristin
Ehnmark, no solo mostraba su miedo a una actuación policial que acabara en
tragedia sino que llegó a resistirse a la idea de un posible rescate. Según
decía, se sentía segura.
Tras seis días de retención y amenazas del secuestrador, de cuyo lado se puso la
propia Ehnmark, la policía decidió actuar y cuando comenzaron a gasearles, los
delincuentes se rindieron. Nadie resultó herido. Tanto Olsson como Olofsson
fueron condenados y sentenciados, aunque más tarde se retiraron los cargos
contra Olofsson, que volvería a delinquir. Jan Olsson, en cambio, tras cumplir 10
años de prisión saldría de prisión totalmente rehabilitado y manteniendo una legión
de fans.
Durante todo el proceso judicial, los secuestrados se mostraron reticentes a
testificar contra los que habían sido sus captores y aun hoy manifiestan que se
sentían más aterrados por la policía que por los ladrones que les retuvieron
durante casi una semana. El criminólogo Nils Bejerot acuñó poco después y a
consecuencia de aquel caso, el término Síndrome de Estocolmo para referirse a
rehenes que se sienten este tipo de identificación con sus captores.
Pero el caso del banco de Estocolmo no es el único que se ha producido. En
1974, Patricia Hearst, nieta del magnate de la comunicación, William Randolph
Hearst, fue secuestrada por el Ejército Simbionés de Liberación (SLA). Tras donar
la familia seis millones de dólares a la organización terrorista, no se supo más de
la joven. Dos meses más tarde fue fotografiada, rifle de asalto en mano, durante
un atraco del SLA a un banco. Se había unido a la organización y cambiado su
nombre por el de Tania.
El propio Bejerot expone que este síndrome es más común en personas que han
sido víctimas de algún tipo de abuso, como rehenes, miembros de sectas, niños
abusados psíquicamente, víctimas de incesto o prisioneros de guerra o campos de
concentración. La cooperación entre el rehén o víctima y el autor se debe en gran
parte a que ambos comparten el objetivo común de salir ilesos del incidente. El
nulo control sobre la situación por parte del secuestrado le lleva, al parecer, a
intentar cumplir los deseos de sus captores que, por otro lado, se presentan como
los únicos que pueden evitar una trágica escalada de los hechos. De esta manera,
se produce una identificación de la víctima con las motivaciones del autor del
delito y un agradecimiento al captor que, en ocasiones, lleva situaciones
extremas.
Los pacientes que sufren este síndrome perciben alteraciones en la forma, tamaño
y situación espacial de los objetos, así como distorsión de la imagen corporal y del
transcurso del tiempo. También se han asociado otras ilusiones visuales como
palinopsia (imágenes múltiples), acromatopsia (no percepción del color) y
prosopagnosia (incapacidad de reconocer caras).
Según los expertos, las personas afectadas por el síndrome de Alicia en el País de
las Maravillas son en todo momento conscientes de la naturaleza ilusoria de sus
percepciones. Sin embargo, éstas son lo suficientemente intensas como para que
tengan que mirarse en un espejo para comprobar su talla.
Aunque las pruebas diagnósticas aún no han permitido identificar ningún área
cerebral específicamente afectada, los resultados de los estudios realizados en
pacientes en su fase aguda mediante tomografía computarizada revelan áreas de
hipoperfusión en las proximidades del tracto visual y córtex asociado, lo que
podría explicar las quejas visuales de los pacientes.
Los científicos sospechan que Charles Lutwidge Dodgson, conocido bajo el
pseudónimo de Lewis Carroll y afectado por migrañas, pudo sufrir el síndrome, de
forma que las experiencias de la joven Alicia fueran bien conocidas por su
creador.
Síndrome de Asperger
El síndrome de Asperger (AS) que padece el carismático Sheldon Cooper (el
personaje, no el actor), de la serie televisiva The Big Bang Theory, es un trastorno
que se caracteriza porque el paciente manifiesta intereses limitados o una
preocupación inusual y obsesiva con un objeto o un tema en particular, llegando a
excluir otras actividades y temas de conversación. Las personas que lo padecen
suelen tener una inteligencia normal o ligeramente por encima de la media, pero
muestran rutinas o rituales repetitivos, así como una tendencia a hablar de manera
demasiado formal o monótona y a interpretar figuras retóricas e ironías de manera
literal. A veces su lenguaje corporal es inexistente. También exhiben un
comportamiento social y emocionalmente inadecuado y se muestran incapaces de
interactuar exitosamente con los demás. La torpeza física y la ausencia de
empatía hacia los demás son otros rasgos característicos de la enfermedad, que
se suele diagnosticar en edad escolar.
Se estima que en torno a 3 de cada 1.000 niños podrían padecer el trastorno, que
es más frecuente en varones y se clasifica como un trastorno del espectro autista
(TEA). Se cree que científicos como Albert Einstein o Isaac Newton, artistas como
Miguel Ángel y músicos brillantes como Beethoven pudieron padecer el síndrome
de Asperger.
El Síndrome de Gourmand
El síndrome del gourmand es un síndrome raro y curioso que produce en el
paciente un irreflenable deseo de comprar o cocinar alimentos exquisitos y platos
muy sofisticados. La enfermedad fue descrita por primera vez por los
investigadores M. Regard, y T. Landis en 1997 en la revista Neurology. Según un
reciente estudio realizado en Suiza, este trastorno de la alimentación está causado
por una lesión que afecta a ciertas zonas del hemisferio cerebral derecho.
Ante esta situación, los investigadores han puesto en marcha un estudio clínico
bautizado "Eureka" para tratar de averiguar si este tipo de olvidos - que no deben
ser confundido con una pérdida seria de memoria, la cual sí puede estar
relacionada con la demencia presenil- pueden ser tratados con una dosis baja de
un fármaco que se usa para tratar Alzheimer, la memantina.
Síndrome de Stendhal
También conocido como el estrés del viajero, se trata de una situación anímica
que se produce al observar obras de gran belleza, sobre todo en un corto espacio
de tiempo y en una misma ciudad. Los afectados por el empacho artístico
presentan varios síntomas de aparición súbita: angustia, excitación alternante con
depresión, obnubilación, temblor, palpitaciones, sudoración y zumbido de los
oídos.
Estos síntomas aparecen descritos por primera vez en Naples and Florence: A
Journey from Milan to Reggio, obra del novelista francés Marie-Henry Beyle (1783-
1842), más conocido como Stendhal, tras su visita a Florencia en 1817. Pero el
cuadro clínico que acompaña a este síndrome no fue establecido hasta 1979 por
la psiquiatra italiana Graziella Magherini.
Síndrome del corazón roto
Un estrés físico o emocional intenso, como la pérdida de un ser querido o una
fuerte discusión, puede rompernos literalmente el corazón. El “síndrome del
corazón roto” o cardiomiopatía de Takotsubo presenta síntomas similares a los de
un ataque cardíaco, como dolor en pecho y dificultad para respirar. Pero
normalmente es temporal, no deja secuelas, y no afecta a las arterias coronarias
como un infarto, sino al músculo cardíaco.