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UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA

Estudiante Juan Pablo Castaño Zuluaga

Profesor: Diego Jaramillo

El PODER

. Nicolás Maquiavelo-Michel Foucault

“Un político divide la humanidad en dos clases los instrumentos y los enemigos”

Friedrich Nietzche

Contexto Histórico

Nicolás Maquiavelo fue ministro público y escritor, precursor de la unificación de Italia que
se encontraba divida por guerras internas y falta de control. Maquiavelo puede ser
considerado como una persona realista y pragmática más que teórica que separa la moral y
la ejecución de las acciones en beneficio de la mayoría.

Michel Foucault fue un filosofo francés del siglo XX influido por Nietzche, Heidegger y
Hegel quien dirigió su interés entre muchas otras cuestiones al problema del poder
abordándolo desde un punto de vista diferente al que los políticos clásicos habían abordado.

Introducción

En este ensayo se analizarán las diferentes definiciones de poder abordadas en primer lugar
por Nicolás Maquiavelo y su concepción netamente política del poder, su construcción y
perpetuación de este. En segundo lugar se analizara el punto de vista tomado por Foucault y
las criticas que este realiza a Maquiavelo, quién generaliza el concepto de poder y va más
allá de la simple utilización del aparato del estado como mecanismo de represión, autoridad
y fuerza, lo que Foucault denomina como “redes de poder” o “hogares moleculares”. De
esta forma se podrá demostrar que incluso cuando los autores toman diferentes puntos de
vista, (uno desde el ángulo del opresor y otro desde la posición de los oprimidos)
Las estructuras de poder y métodos de coerción han cambiado considerablemente con el
paso del tiempo pero aún tienen el mismo objetivo de perpetuar ya sea a una persona o un
grupo de personas en el poder por los medios que sean necesarios. Para ser capaces de
demostrar este planteamiento en primer lugar se analizaran las similitudes y diferencias
entre las concepciones de poder de Michel Foucault y Nicolás Maquiavelo así como los
problemas en similar que abordan.

La lectura de Foucault sobre el príncipe y el problema de la soberanía en la era de la


gubernamentalidad.

En la clase del 1 de febrero de 1978 (2006b) Foucault se propone demostrar la bifurcación


existente en la tradición literaria de espejos para príncipes que fue la que se dio durante la
edad media (el cual fue un modo de escritura pedagógico con el fin de mostrar a los jóvenes
príncipes cual debería ser el gobierno ideal). Foucault se da cuenta que estos libros ya no
tenían su finalidad inicial sino que ahora buscaban crear una nueva forma de pensar y de
redefinir el arte de gobernar. En sus palabras:[…] creo que lo sorprendente, y bastante, es
que a partir del XVI y en todo el periodo que va, a grandes rasgos, de mediados de ese siglo
hasta fines del siglo XVIII, vemos el desarrollo y el florecimiento de una serie muy
considerable de tratados que ya no se muestran exactamente como consejos al príncipe y
tampoco, aún, como ciencia de la política, pero que, entre el consejo al príncipe y el tratado
de ciencia política, se presentan como artes de gobernar (Foucault, 2006b, p. 110).

Para Foucault El príncipe era el típico libro que seguía la tradición literaria espejos para
príncipes y que la parte relevante de dicho libro va a ser la literatura que se escribirá en
contraposición directa o en “una sorda oposición” a él. “[…] para Maquiavelo, el príncipe
mantiene una relación de singularidad y exterioridad, de trascendencia con su principado”
(Foucault, 2006b, p. 115). La relación de singularidad se explica en razón de que el
príncipe es único en su principado, es decir, él es el único que detenta el mando y el único
que gobierna. El arte de gobernar es una tarea y un ejercicio que solo compete a la
autoridad del príncipe. La relación de exterioridad habla del tipo de vínculo que lo une con
su principado. Silva Vega, Rafael. (2014). En otras palabras quiere decir que para Michel
Foucault la relación entre el príncipe y los súbditos es una relación endeble y difícil de
sostenerse porque tanto como el gobernante y el gobierno son extraños a los súbditos y por
lo tanto es necesario saber cómo mantener la soberanía y el control sobre la población, por
lo que al príncipe solo le queda como finalidad última de su ejercicio la protección y
conservación de este Estado, pero la clara diferenciación que hace Foucault es que El arte
de gobernar y el mantenimiento de un Estado son dos cosas completamente dispares.
Guiado por la literatura antimaquiaveliana, Foucault (2006b) afirma que El Príncipe “es en
esencia un tratado de la habilidad del príncipe para conservar su principado” (p. 116) y de
acuerdo con esta caracterización, El Príncipe no es un tratado sobre el arte de gobernar sino
un tratado sobre la soberanía. Y por lo tanto lo que lo que Maquiavelo propone, resume
Foucault, es el desarrollo de una habilidad y no un verdadero arte de gobernar.

Literatura Antimaquiaveliana

Pero entonces ¿Cuál es el verdadero arte de gobernar? Para responder a esta interrogante
Michel Foucault recurre a una serie de autores que se sitúan en la corriente
antimaquiavélica. El primero de ellos es Guilliam de La Perriére. Para este autor el
Gobernador es “todo monarca, emperador, rey, príncipe, señor, magistrado, jueces y
semejantes”. Y en este sentido gobernar bien puede ser un ejercicio que tenga por objetivo,
cuerpos, almas, territorios, conventos, familias, etc. Para Foucault esta definición tiene gran
relevancia e implica un significativo cambio en la mentalidad de la modernidad; en esta
nueva definición los centros donde existe el poder se multiplican, de esta misma forma en
esta nueva forma de entender el gobierno, el príncipe constituye únicamente un punto en un
entramado de prácticas múltiples. La pluralidad de núcleos de poder conforma
precisamente lo contrario a la trascendencia caracterizada en Maquiavelo, dando paso a un
régimen de inmanencia y multiplicidad (González Valadez, 2014). Por otro lado de La
Perriére define el gobierno como “La recta disposición de las cosas, de las que uno se hace
cargo para conducirlas a un fin conveniente”. Definición que permite distinguir el tránsito
de una sociedad disciplinaria- caracterizada porque el régimen de producción de verdad se
constituye a través de una red de dispositivos y aparatos que producen y regulan tanto
costumbres como hábitos y prácticas sociales (Giraldo Díaz, 2006)- a la sociedad de
control- donde los mecanismos de gobierno son más «democráticos», inmanentes al campo
social y se distribuyen a través de los cuerpos y las mentes de los hombres y los
comportamientos de inclusión y exclusión social adecuados para gobernar son cada vez
más interiorizados dentro de los propios sujetos.

Otro de los aspectos que es válido recalcar es que para Maquiavelo la soberanía era ejercida
básicamente sobre el territorio y las personas que habitan dicho territorio, sin embargo, para
La Perrière el acento del ejercicio de poder se pone en un “compuesto de cosas” constituido
por hombres y un amplio plexo de objetos. Los individuos aparecen como entes dotados de
una capacidad relacional que establece vínculos relevantes que deben ser considerados
cuando se habla del gobierno. (González Valadez, 2014)

Conclusión

Como se ha venido analizando a lo largo de todo el ensayo la principal diferencia que se


puede dejar entrever entre Nicolás Maquiavelo y Michel Foucault es el mismo
entendimiento del tratado el príncipe y su verdadero objetivo, por una parte muchos
pensadores clásicos creían que este tratado era la explicación clásica del como gobernar, sin
embargo Foucault lo aborda desde otro punto de vista y afirma que este es un tratado sobre
el problema de la soberanía —la obediencia de los súbditos—es decir de cómo legitimar el
poder y la obediencia que el príncipe recama sobre sus soberanos, sin ser este realmente un
verdadero arte del gobierno. En esencia es válido afirmar que Michel Foucault es un duro
crítico de las ideas clásicas maquiavélicas dado que su consideración de poder no está
basada de forma horizontal ni unidireccional, sino que por el contrario, el poder esta
segmentado, divido y fragmentado en todos los rincones de la sociedad y en las relaciones
más básicas, es así como el príncipe del que habla Maquiavelo es solo uno de los muchas
relaciones de poder que pueden existir en la sociedad.

Sin embargo, si se analiza desde otra perspectiva se puede llegar a concluir que El libro el
príncipe también fue una denuncia realizada por Maquiavelo hacia los nuevos métodos que
los políticos modernos estaban introduciendo para garantizar su permanencia en el poder,
en extrapolación con los escritos de Foucault es claro como se pasa de una sociedad
disciplinaria como en la que vivía Maquiavelo, a una sociedad de control donde los
gobernantes pasan de un método burdo de control social a unos más sutiles y más efectivos.

Sí, se ha cambiado, pero la esencia es la misma y seguimos siendo esclavos.


Referencias Primarias

 Foucault, Michel. (2002). Vigilar y castigar: nacimiento de la prisión. México,


D. F.: Siglo XXI
 Machiavelli, Niccolò. (1983). IL Principe. En: Raimondi, Ezio (Ed.). Opere di
Niccolò Machiavelli (pp. 57-122). Milán: Ugo Mursia.

Referencias Secundarias

 Foucault, Michel. (2006b). Clase del 1 de febrero de 1978. En: Seguridad,


territorio y población (Curso en el Collège de France 1977-1978) (pp. 109-138).
México, D. F.: Fondo de Cultura Económica.
 Silva Vega, Rafael. (2014). La lectura de Foucault sobre El Príncipe de
Maquiavelo. O el problema de la soberanía en la era de la gubernamentalidad.
Estudios Políticos, 44, Instituto de Estudios Políticos, Universidad de Antioquia,
pp. 35-54.
 González Valádez, I. (2014). Génesis y perspectivas de los gobiernos
contemporáneos. Un análisis desde la obra de Michel Foucault. Encrucijada, 16.
 Ávila-Fuenmayor, F., & Ávila Montaño, C. (2012). El Poder: De Maquiavelo a
Foucault. Revista De Ciencias Sociales (RCS), Vol. XVIII (2).
 Giraldo Díaz, R. (2006). Poder y resistencia en Michel Foucault. Tabula Rasa,
(4), 103-122. doi:10.25058/20112742.249

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