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Población desplazada por la violencia que obtuvo como forma de reparación una
vivienda tipo VIS o VIP en la zona de expansión urbana de la localidad de Usme, Bogotá.
Población de origen campesino proveniente, principalmente, de de otras regiones del
país como los llanos orientales o la zona andina que habitan, en su mayoría, en el
conjunto Metro 136.
Este acceso a vivienda por vía de mercado contrasta con la adquisición de vivienda que
hace parte de una reubicación, beneficio o reparación, pues estos últimos tipos son
asociado como regalos, lo cual profundiza la estigmatización hacia otros habitantes
incluso dentro de los mismos conjuntos.
2. Ubicación territorial:
Puede considerarse una escala urbana debido a los impactos que el manejo a la zona de
expansión urbana en este espacio de la ciudad representa, en el sentido de modelo de
ciudad y de vivienda que propone, pues la relación con las centralidades y la
participación en el ordenamiento territorial se ve disminuida y limitada generando
disparidades entre la planeación, la proyección de la ciudad y la habitabilidad real de los
espacios urbanos.
Sin embargo también puede considerarse una escala barrial o de UPZ, debido a que los
conflictos allí presentados principalmente vinculan a los actores que se encuentran
presentes en ese territorio y de ellos deviene las apuestas por gestionar los mismos, así
como de proponer y resolver de manera conjunta las dificultades que el modelo de
ciudad les ha impuesto.
No
5. Cantidad de habitantes:
“Ciudad Usme. Esta UPZ tiene 14.852 habitantes de los cuales el 52,5% se ubican
en el estrato bajo, el 45,4% en el bajo-bajo y el 2,1% corresponde a población si
estratificar.
Fuente: Tomado de Diagnóstico de los aspectos físicos, demográficos y socioeconómicos de Usme, Monografía 2011. Alcaldía
Mayor de Bogotá.
Argenis Hernández
310 3161783
Líder social y comunitaria de la zona, vive en la UPZ desde hace 14 años cuando obtuvo
su vivienda en el Conjunto El Sol después de tener un proceso de desplazamiento
interurbana desde Ciudad Bolívar.
William Peña
Representante de comunidades desplazadas a nivel distrital, administrador de uno de
los conjuntos de la UPZ, Xie, donde también habita. El obtuvo su vivienda en un proceso
de reubicación por problemas de estabilidad del suelo en Ciudad Bolívar, a donde llegó
después de un largo proceso de desplazamiento por el país, producto del conflicto
armado
Sí, a partir del proceso organizativo denominado ‘Audiencia Pública Popular de Usme’,
en parte gracias al trabajo desempeñado en el proyeto Usmeando 1, se han gestionado
espacios de diálogo con las instituciones públicas con los que se ha logrado el
mejoramiento de algunas deficiencias físicas del lugar como iluminación pública,
establecimiento de un jardín de niños, rutas de transporte SITP y otros como la
construcción de un esquema general de ordenamiento donde se hizo énfasis en la
ubicación de equipamientos (con Jairo Chaparro. Bogotá Humana). En la actualidad se
han conformado a través de la figura de ‘Mesa Territorial’ propuesta por la actual
Alcaldía en la que se supone el mejoramiento de la interlocución y articulación para la
gestión de los conflictos territoriales y otras solicitudes.
La UPZ 61, Ciudad Usme o Usme Centro, es un lugar marcado por los contrastes. Allí no
solamente hay un encuentro generador de borde entre lo rural y lo urbano, sino
también un detonante de conflictividad a partir de la construcción de ciudad a partir del
modelo de vivienda masiva el cual se ha limitado al levantamiento de conjuntos
residenciales sin tener en cuenta la dotación de la estructura urbana.
A partir de ello, se puede inferir por qué en la mayoría de los espacios que se destinan
para deliberar acerca de los conflictos territoriales (asociados por ejemplo al río, a la
zona rural, a la movilidad, a la propiedad horizontal), no cuentan con un flujo de
población que participe activamente tanto en la toma de decisiones como en la
construcción de alternativas. Podría afirmarse que el modelo de ciudad allí propuesta
impide la generación de dinámicas organizativas y de mecanismos efectivos de
participación debido al aislamiento que este produce en quienes habitan las ciudadelas.
Caso contrario sucede con la zona rural, la cual si conserva redes de vecinos que están
organizados y encuentran en la movilización social una opción para la solución a los
conflictos territoriales, especialmente los asociados con la expansión urbana, la cual es
la principal amenaza frente a su permanencia como habitantes rurales de la localidad.
Para el caso de los barrios tradicionales y el centro histórico, la situación en términos
del tejido social es similar aunque menos fuerte que al de las ciudadelas, la participación
y la movilización social es difusa aunque la molestia por la forma en cómo se ha
construido allí la ciudad es parecida. En este sentido es posible observar la delicada
situación en la zona que refleja una creciente presión sobre la convivencia y un
deterioro en el incipiente tejido social que allí ha logrado construirse.
Aquí cabe mencionar que si bien la vivienda construída en la zona de expansión tiene en
algunos de sus proyectos la acogida de población víctima del conflicto armado, así
como de diferentes actores del mismo, no todos los conjuntos guardan éste carácter
por lo que en la zona se mezclan personas con diferentes historias de vida, con
diferentes formas históricas de habitar la ciudad, de relacionarse con otras personas, de
acceder a diferentes recursos, de tener formación profesional, y de construir
comunidad. La falta de acompañamiento emocional y psicológico a personas que han
sido vulneradas, la falta de opciones para el acceso a la vivienda, las dificultades y la
burocracia para acceder a subsidios y la falta de acceso a información, pedagogía y
participación sobre la forma de habitar la propiedad horizontal son factores que han
sido determinantes en los problemas de convivencia y en el aislamiento que estos
conjuntos producen en sus habitantes. Son viviendas que no logran resarcir el daño
producido por el conflicto, ni resarcir la pérdida de la identidad campesina, ni la relación
con la vivienda que se produce de acuerdo a las necesidades de quien la habita ni el
entorno en donde se ubicaba, si bien la estructura es firme y tiene todas las condiciones
legales, esto no garantiza que sean espacios de calidad, ni que faciliten mejorar las
condiciones de vida, por el contrario esta forma de construir ciudad logra reproducir
condiciones de pobreza y de vulnerabilidad que son más difíciles de superar debido a
las condiciones limitantes sobre las que ahora se rige el espacio, el aisalmiento que
tiene en este momento frente al resto de la ciudad y la complejidad de los conflictos
que allí han encontrado nicho.
10. Recursos técnicos con los que se contaría (personas capacitadas en determinados
temas, oficinas, movilidad, etc.)
Las personas capacitadas que están haciendo parte del diplomado impulsado por el
CTPD y la Universidad Nacional.